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COMISION DE ASUNTOS PEDAGOGICOS La episteme en la cuestión Volumen 1, 4 Abril del 2004 CONTENIDO: De tripas, cuajo y cora- zón 2 De la muerte a la vida 3 ¿Qué he aprendido? 4 Momentos 5 DIRECTORIO Profr. y Lic. H. Manuel Muñoz Murga Director Mtro. I. Iván. Glez Anaya Coordinador Profr. Fco. Reyes Sanchez Ing. Hector M. Garcia V. Vocales. Profr. Silverio León Ruiz Impresión Diseño Publisher INSTRUMENTO DE ANÁLISIS Y PROPUESTA DEL CONSEJO ESCOLAR pagina 1 LA EXPERIENCIA LITERARIA “Si, además de la realidad, algo se impone a lo uniforme, son los escritos internos sobre personajes y creencias. Así en este intento por lo diverso se admite la convivencia divertida o resignada, contradictoria y complementaria, de sentimientos , emociones, ideales, esperanzas y experiencias. Los escritos acá expuestos apuntan a las ga- nas de vivir sobre uno y dentro de uno. Nuestro único fin, mostrarnos haciéndolo y bosquejando como se pudiera hacer. Nos mostramos como prueba de que la trans- formación es concebible en la continuidad de nuestro quehacer” Mtro. Ignacio Iván González Anaya

La episteme en la cuestion

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Nuestra primer publicación en el espacio escolar

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Page 1: La episteme en la cuestion

COMISION DE ASUNTOS PEDAGOGICOS

La episteme en la cuestión

Volumen 1, nº 4 Abril del 2004

CONTENIDO:

De tripas, cuajo y cora-zón

2

De la muerte a la vida 3

¿Qué he aprendido? 4

Momentos 5

DIRECTORIO Profr. y Lic. H. Manuel Muñoz

Murga Director

Mtro. I. Iván. Glez Anaya

Coordinador

Profr. Fco. Reyes Sanchez Ing. Hector M. Garcia V.

Vocales.

Profr. Silverio León Ruiz Impresión

Diseño Publisher

INSTRUMENTO DE ANÁLISIS Y PROPUESTA DEL CONSEJO ESCOLAR

pagina 1

LA EXPERIENCIA LITERARIA

“Si, además de la realidad, algo se impone a lo uniforme, son los escritos internos sobre personajes y creencias. Así en este intento por lo diverso se admite la convivencia divertida o resignada, contradictoria y complementaria, de sentimientos , emociones, ideales, esperanzas y experiencias. Los escritos acá expuestos apuntan a las ga-nas de vivir sobre uno y dentro de uno. Nuestro único fin, mostrarnos haciéndolo y bosquejando como se pudiera hacer. Nos mostramos como prueba de que la trans-formación es concebible en la continuidad de nuestro quehacer”

Mtro. Ignacio Iván González Anaya

Page 2: La episteme en la cuestion

De tripas, cuajo y corazón

Cuando se fue me sentí como siempre he vivido, solo. Se que abandonó una vida en común (poco común o

quizás demasiado común) y también que de mi alma se salió. Creo que fue por voluntad propia y tal vez porque el

espacio para guardar cariño en mi corazón es demasiado pequeño o muy poco maduro.

Me gustaba saber que tenía alguien a quien querer y en quien poder confiar mis sentimientos (ahora que lo

menciono creo que se fue por una cuestión de confianza). Siempre pensé en vivir con alguien, luchar por y en la vida,

llegar a casa y sentir el calor del hogar y vivir la tranquilidad del mismo; hacer vida (válgame y parece que fue deshacer

vida).

En un momento la inercia de la cultura doméstica se empezó a apoderar poco a poco de los rincones de

aquella casa, el vació impregnó las paredes y la soledad tocaba cada vez más fuerte a la puerta (bueno no se si fue la

soledad o la indiferencia, yo le veía cara de soledad pero en el trato lo vivía como indiferencia).

Con el tiempo los hijos llegaron y el género cada vez más fuerte se inyectaba en las venas de la vida comparti-

da. Los siglos de historia encontraron espacio para anclar sus pesadas bollas minadas. Después la profesión y el de-

sempeño fueron la razón para justificar los baños helados de una realidad atolondrada y de amor desfalleciente.

Acostumbrado a correr para no herir me dilapide bajo la loza del amor compartido, quizás buscando el último

subterfugio de recuerdo amoroso en la esperanza del duelo; pero no fue así. En mi pequeño desierto un día se me re-

veló el futuro y elegí regresar a la historia que yo había creado y hoy la estoy viviendo; se que no puedo correr pero se

también que estoy cansado

La vida no ha sido fácil, cuando crecimos lo hicimos cada quien para su lado. Busco confiar, pero en distintos

episodios me decepciono. Creo que nuestras etapas son muy diferentes y también creo que son estas las que nos han

separado. Mis prioridades hoy son distintas, trato de respetar mi rutina para no afectar sus tiempos y preocupaciones .

Creo que lo diacrónico y el sincretismo hoy más que nunca toman vida y los intereses perecen no coincidir ni hoy ni

ayer.

El asunto es que se fue y solo quedó el cuerpo. La conciencia, mi razón, la crítica y el desafío al mundo se per-

dieron. Mi corazón esta partido, quisiera que llegara y lo remendara, pero ya no esta en mí.

Pagina 2

Por: Iván González Anaya

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La episteme en la cuestión Página 3

De la muerte a la vida....

6:30 de la mañana, las tinieblas de la noche aún pesan sobre este día de abril, sobre este jueves santo…día de inicio de una pasión o de un crimen con muchos años de historia…4 hombres enfundados en la oscuridad, todos cir-culando una tumba….un cigarrillo que sen enciende, otro más…y el comentario que se escucha en todo alrededor: “¿cómo se les ocurrió este día y esta hora para hacerlo?”, “no habia otro camino”, replicó uno de los cuatro…

La conversación se ve interrumpida al advertir a dos siluetas que se acercan , “buenos días, mi jefe, ¿ya están listos?, …un trago de lo que parece ser agua se interpone en la garganta del interpelado: “cof, cof, …adelante, pa-trón”.

Uno de los dos que llegaron se apresta a mover las lápidas que cubren la tumba…la oscuridad no ha cedido y dentro de la tumba se vuelve más densa.. De entre sus ropas uno de los primeros cuatro hombres saca una diminuta linterna con una haz de luz muy puntual, que penetra en lo profundo de la fosa….

En la placa, un epitafio que ilustra la morada de dos que fueron…..Uno desciende y empieza a remover una plancha,…al hacerlo, la luz no permite distinguir mucho pero se trata de huesos, pequeños huesos, un pequeño crá-neo, que entre tierra y restos de quien sabe qué cosas son ascendidos a la superficie, …uno de los cuatro se acerca, toma los huesos, los oculta en una bolsa negra, se guarda para sí un crucifijo, …. otro de ellos toma la bolsa, saca el cráneo, lo mira… como quien mira lo que no se ve…. sus manos sostienen aquella pequeña cabeza,…eleva los ojos, besa el craneo lo guarda…

Abajo, sigue el trabajo…más huesos son sacados entre tierra y despojos de lo que fue un ataúd…en el fondo de la fosa, se escuchan las notas de una guitarra que acompaña la lúgubre tarea…

Otra bolsa más que casi resulta insuficiente, huesos más grandes…un cráneo de un adulto es entresacado del grupo de restos oseos… cráneo que es sujeto del mismo ritual, pero esta vez, los cuatro hombres lo hacen…lo pasan de mano en mano y, al final, la bolsa negra lo absorbe

Y así como las luces del día empiezan a desplazar a las sombras, emergiendo la claridad, emerge también de la profundidad del seno de la muerte el hombre que desde dentro enviaba los huesos hacia arriba… una cartera se abre, una mano que se extiende , monedas y billetes que de propietario cambian…”gracias, mi jefe”, “que tengan buen día”…..

De las emociones internas vividas, ni qué decir, todas fueron experienciadas como si de la primera vez se tratase… de que la ecuanimidad no encontró lugar en ninguno de los cuatro espíritus que asistieron, ni qué comentar, ni siquiera se le nombró….

De lo que quedó de este suceso, mucho qué decir…Fue, cuando comprendí en compañía de mis hermanos

que hay algo en el hombre que lo trasciende, que rebasa las fronteras de la muerte, que lo hace permanecer aún sin ser visto, que ese algo es lo que experimentamos al exhumar a mi padre y a mi sobrino…experiencia dulce y amarga, no recomendable, pero altamente aleccionadora, una experiencia de muerte, que paradójicamente, me habló de la vida….

Por: Francisco Reyes

Page 4: La episteme en la cuestion

Volumen 1, nº 4 Página 4

¿QUE HE APRENDIDO?

He aprendido el dolor que causan las palabras

He aprendido el dolor que causa la indiferencia

He aprendido el dolor que provoca el silencio

He aprendido el dolor que genera el egoísmo

He aprendido el dolor que causa la espera

He aprendido el dolor que deja no encontrar respuestas

He aprendido el dolor que provoca el callar

He aprendido a sentir dolor

Ese dolor que oprime el pecho

Ese dolor que contrae el estomago

Ese dolor que provoca ansiedad

Ese dolor que te hace temblar

Ese dolor que te hace recordar

Ese dolor que te hace recapitular

Ese dolor que no te da respuestas

He aprendido a sentir dolor

Ese dolor que esperas el tiempo cure

Ese dolor que permanece por siempre

Ese dolor que no quiero llamar amor.

.

Por: Héctor García Vázquez

MOMENTOS…

Por David Venegas

El aire, mueve mi cabello, toca mi cara, mece los árboles que están alrededor mío y me hace sentir su grandeza,

me recuerda que soy parte de este mundo…Que estoy vivo.

Mi pensamiento, que está confundido y desordenado. Un problema me agobia, me desespera, probablemente para otros este océano en el que me estoy ahogando, sea solo un charco sin importancia. ¡Cuan interesante es la relati-vidad de las cosas!.

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Pagina 5

CONTINUACION....

Es difícil soportar el dolor, es cierto, pero creo que es mas difícil e importante el aprender del dolor y aprovechar la lección para que esta herida se convierta en un motivo de fortaleza.

Mi corazòn, late despacio, como si quisiera detenerse para tomar un descanso. Quizá está ya muy gastado, ha sido demasiado trabajo para él tal vez. Lo cierto es que siento que la fuerza se me agota y la desesperanza me inva-de.

Un ave pasa volando sobre mí, creo que me mira, pero al mismo tiempo, me ignora. Soy un objeto más en el paisaje. Siento envidia, quisiera volar, sentirme libre, sentir el viento y mirar las cosas desde las alturas. El ave se ale-ja, me quedo con mi melancolía.

El mar, me mira amenazante, trata de acercarse a mí, pero se aleja pronto, y mientras, me ofrece una hermosa melodía que me calma, lo miro y me siento insignificante ante su inmensidad. Me doy cuenta de mi pequeñez dentro de este hermoso universo.

Mis ojos, no paran de moverse, buscando, esperando, observándolo todo. Son mi vía de contacto. Algo húme-do toca mi mejilla, mi corazón está expresándose por mis ojos. Creo que estoy llorando.

El aire, me toca nuevamente y seca la lágrima que se dibujó en mi rostro, el ave ha regresado y me sobrevuela, mi corazón se siente más tranquilo, mi pensamiento me habla de la esperanza de un mañana con una nueva oportuni-dad para mí, el mar sigue jugando conmigo y sigue cantándome y mis ojos siguen activos pero ahora, secos.

El sol, no ha dejado de estar conmigo y yo no me había percatado de ello, reflexiono y me doy cuenta de que nunca he estado solo, porque el aire, mi pensamiento, mi corazón, un ave, el mar, y el sol, han estado aquí todo este tiempo.

LA ISLA

Por Adriana Navarro Almeida *

¿Cómo pueden dos soledades estar tan juntas y tan solas?. La soledad en compañía. ¿Por qué existe? ¿Por

qué permanece? Un espacio tan limitado de convivencia y sentirlo tan lleno de soledad. Cuando comenzará la

compañía, la complicidad mutua y el respeto de la individualidad.

Page 6: La episteme en la cuestion

Volumen 1, nº 4 Página 6

CONTINUACION.. . . . .

En una isla breve, pequeña, caben dos. Juntos acompañados y con espacio para ser y para estar. Para saberse

en compañía de un cómplice y libre para volar en sus proyectos bajo el ala protectora del otro. Una isla de la cual pode-

mos despegar y saber que siempre podremos volver: triunfantes, derrotados, felices, tristes, vitales y al borde del des-

mayo, completamente decepcionados de los continentes y seguros del consuelo sin cuestionamientos. ¡Bastante hay

que justificar y demostrar al mundo!

En esa isla sólo sentir el amor de dos y la confianza de uno sólo. Saber y saberse aceptado. Ver sólo adelante.

Atrás ya no tiene caso. Ya llegamos aquí, ya estamos aquí, algo es seguro, nos trajo el amor y sólo él en medio de dos

soledades esperando a que uno por fin volteé y lo aviente al otro.

Una isla donde cada uno puede respirar y ser junto al otro. No convertirse en el otro no respirar por el otro, pero

ser y estar para el otro.

Una isla donde al final de una era podamos decir fue nuestra. La creamos, la cuidamos y nos dejó vivir.

Una isla donde amamos.

_____________________________________________________________________________ * Es Maestra en Ciencias de la Educación, Psicóloga por la Universidad de Guadalajara y Maestra de

tiempo completo en la Benemérita y Centenaria Normal de Jalisco .

“La episteme en la cuestión” es una publicación bimestral de la Comisión de Asuntos Pedagógi-cos, dependientes del Consejo Escolar de la Secundaría Mixta # 2 “Gral. Marcelino García Barragán”.

Los artículos publicados, su redacción y coherencia, son responsabilidad exclusiva de los autores. Si se regresan originales. Tiraje: 100 ejemplares.