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GT 19 Sociología del consumo
La estructuración social de los usos de Internet entre los jóvenes españoles: Evidencia de la segunda brecha
tecnológica
Jordi López*, Pilar López y Luis F. Romero Universitat Autònoma de Barcelona Facultat d’Economia i Empresa
Edifici B 08193Bellaterra (Cerdanyola del Vallès), Barcelona
Resumen: El estudio de los patrones de consumo en particular y de los usos de Internet en particular sostienen la existencia de una segunda brecha digital debido a la estratificación de los usos de Internet. No obstante las investigaciones han estudiado muestras de toda la población donde se pueden encontrar diversos niveles de habilidades digitales que pueden influir en los usos. En cambio, los jóvenes actuales forman una generación que se ha nacido con las tecnologías digitales. Por ello el estudio de los patrones de uso de Internet de los jóvenes nos permite explorar si los jóvenes forman una categoría social homogénea o están socialmente estructurados. Los resultados sugieren que los usos de Internet se pueden clasificar en tres, un uso social, un uso comercial y un uso activita. Estos usos se encuentran socialmente estructurados y el efecto de la edad y género varían según la posición sociales de las familias de los jóvenes (hipótesis de la edad y género social). Palabras clave: segunda brecha tecnológica, patrones uso internet, jóvenes, estratificación social, sociología consumo, antropología consumo *Autor de contacto: Jordi López, email: [email protected]
La estructuración social de los usos de Internet entre los jóvenes españoles: Evidencia de la segunda brecha
tecnológica
1. Introducción
El estudio de la estratificación social de las prácticas de consumo, en general, y del
arte y la cultura en particular, se ha interesado por la relación entre la posición social de los
individuos y sus patrones de consumo en el ámbito de la sociología (Bourdieu, 1979) , y de
las propiedades simbólicas de los productos en el ámbito de la antropología del consumo
(Douglas e Isherwood, 1996). No obstante el estudio de los patrones de consumo de los
jóvenes se ha abordado como una categoría social con unos patrones de consumo opuestos a
los de los adultos (Parsons, 1943/67).
Por otro lado, la adopción de Internet se ha estudiado principalmente desde la
psicología social, interesándose por el impacto psicosocial de Internet en la población (Kraut
et al, 1998 y 2002), y por la sociología más tarde, interesándose en su estratificación social
(DiMaggio et al., 2001). Esta línea de investigación ha propuesto que en el mundo digital
nos encontraremos con las diferencias sociales que ya existen en la sociedad. Es la
denominada primera brecha social que sólo puede ser cerrada facilitando la adopción de la
tecnología. No obstante, trabajos posteriores han sugerido que a pesar de que la primera
brecha digital se pueda cerrar, seguirán existiendo desigualdades ya que los usos de la
tecnología digital seguirán estando estratificados (DiMaggio et al. 2004). Esta es la segunda
brecha digital.
Tanto en el estudio de la estratificación de las prácticas sociales, en sus propiedades
simbólicas y en la adopción de Internet el estudio de los patrones de uso de Internet de los
jóvenes ha jugado un escaso papel. No obstante, el análisis de los patrones de uso de Internet
1
de los jóvenes nos proporciona un contexto social adecuado para explorar la existencia de la
segunda brecha digital. Los jóvenes actuales han nacido con las tecnologías digitales
domésticas: el ordenador de sobremesa, el portátil, los reproductores de música, las redes
sociales, las transacciones comerciales, los teléfonos móviles, etc. Y las escuelas les han
proporcionado el acceso a las tecnologías digitales y les han enseñado su funcionamiento. Por
ello podemos esperar que formen una generación con unas experiencias digitales similares.
Este hecho nos permite explorar si los jóvenes forman una categoría social homogénea como
suponen la mayoría de las investigaciones o bien sus patrones de uso de internet se
encuentran diferenciados según su posición social. Si encontramos soporte para la segunda
hipótesis, también podemos explorar si la estratificación difiere según ciertas categorías
sociales como sugiere Bourdieu (1984)
Los datos de la investigación provienen de la encuesta del Instituto de la Juventud
(INJUVE) realizada a una muestra 5.000 jóvenes españoles en el año 2012. Aunque no
existe unanimidad acerca de la definición de joven (es una construcción social), el Instituto
de Juventud sitúa a los jóvenes encuestados en la franja 1530 años. Los datos proporcionan
información acerca de los usos de Internet y sobre los jóvenes y su entorno familiar. Estos
datos nos proporcionan unos indicadores de la posición social del joven, de su capital
económico, cultural (Bourdieu), así como de las categorías sociales de la edad y el género
(Parsons, 1942/67). Además hemos elaborado unos indicadores de asociacionismo, activismo
social y activismo político. Estas variables nos proporcionan unos indicadores del capital
social de los jóvenes y nos permiten estudiar la estratificación social de sus prácticas.
La descomposición de la matriz de correlaciones de los indicadores de prácticas
culturales nos ha permitido construir tres escalas de usos de Internet: 1) un uso social de
Internet (comunicación y enlace social), 2) un uso comercial de Internet, y 3) un uso activista.
El primer uso está relacionado una privatización del tiempo de ocio y con la potenciación de
las actividades de ocio presencial, el segundo con la privatización de las actividades
comerciales y el tercero con transformación social.
Los patrones de uso están socialmente estructurados. El uso social de Internet está
asociado con la posición social de los jóvenes sólo hasta cierto nivel: las posiciones sociales
más privilegiadas un mayor coste de oportunidad de su tiempo y hacen un menor uso que las
clases medias. Esta interpretación se ve reforzada con la evidencia encontrada a favor de la
hipótesis de la edad social: para una misma edad, cuanto mejor es la posición social de sus
2
familias, usan Internet con menor intensidad para un uso social. En cambio la privatización de
las transacciones comercial está asociada directamente con la posición social: cuanto más
privilegiada, mayor privacidad de las transacciones comerciales. Los usos activistas,
finalmente, están asociados inversamente con la posición social: cuanto más privilegiada la
posición social, menor es el uso activista, con una excepción, los jóvenes de familias con una
posición social privilegiada muestran un mayor uso activista de Internet comparado con
jóvenes de su misma edad o género, dando soporte a la hipótesis del género social y la edad
social.
2. Marco teórico
2.1 Los estudios sobre la adopción y uso de internet
Los primeros trabajos sobre adopción de internet han estudiado la reproducción de las
diferencias sociales en el acceso a la tecnología. El marco teórico de la estratificación social
sugiere que las diferencias sociales se manifiestan en los patrones de adopción de Internet
dando lugar a lo que se ha denominado primera brecha digital. Este concepto sugiere que los
individuos están socialmente estratificados y también sus recursos y prácticas de consumo.
(DiMaggio et al., 2001; Selwyn, 2004; van Dijk & Hacker, 2003). Los estudios sobre la
estratificación social de las prácticas también sugieren que los individuos con una situación
social privilegiada tienen ocasión de mejorar su dotación de capital a través del uso de
Internet (Bucy 2000, Franzen 2003). Esta proposición encuentra evidencia en la investigación
realizada por Franzen (2003) con una muestra de individuos suizos, quien muestra evidencia
de que los suizos con una mejor posición económica, cultural y social adoptaron antes
Internet, reduciendo, en consecuencia, el tiempo dedicado a ver la TV e incrementando el
tiempo dedicado a las actividades realizadas en Internet. Los individuos con una posición
social dominada, en cambio, dedicaron más tiempo a la TV y menos a Internet.
Cuando los investigadores han estudiado los patrones de uso de Internet, primero se
han interesado por los efectos psicosociales del uso de Internet. Investigaron el efecto de
internet en las interacciones sociales. Kraut et al. (1998) después de investigar a una muestra
de usuarios de internet durante 2 años llegaron a la conclusión de que la comunicación en
Internet estaba asociada a un deterioro de la comunicación entre los miembros de la familia.
3
No obstante, una investigación realizada unos años más tarde con los mismos individuos
reveló un efecto positivo (Kraut, et al. 2001), superior incluso entre los individuos con mayor
contacto social. Es más, otros investigadores han encontrado que el uso de la comunicación
en Internet complementa los contactos cara a cara (Koku, et al. 2001) y que el uso del correo
electrónico es superior entre las personas que se encuentran frecuentemente cara a cara. A
esta misma conclusión también llegó la investigación de Wellman et al. (2001).
Otros investigadores han puesto su interés en la relación entre la posición social de los
individuos y el binomio adopción de la tecnología y desarrollo de competencias digitales
(Bucy, 2000; DiMaggio et al., 2004; Mossberger, Tolbert, & Stansbury, 2003; van Dijk,
2005). Sus resultados indican que los individuos en posiciones sociales privilegiadas no sólo
están mejor equipados tecnológicamente sino que también muestran unas competencias
tecnológicas superiores. Estos resultados sugieren que la combinación ‘acceso a la tecnología
y más competencia digital’ contribuye a la reproducción de las diferencias sociales en el
espacio de las prácticas digitales.
Por otro lado Anderson y Tracey ( 2001) argumentan que el modelo de adopción de
Internet y desarrollo de competencias digitales es demasiado simple para estudiar el papel de
Internet en la vida social, señalando la necesidad de estudiar los patrones de uso de Internet.
Siguiendo esta línea de argumentación Goldfarb y Prince (2008) estudiaron una muestra de
18.439 individuos americanos en el año 2001 y encontraron que aunque los individuos con
posiciones sociales privilegiadas adoptaron Internet de manera más temprana, los individuos
situados en posiciones sociales dominadas dedicaban más tiempo a su uso. Estos autores
sugieren que los americanos menos educados dedicaron más tiempo a Internet debido
esencialmente a su bajo coste de oportunidad de su tiempo libre. Otros autores utilizando un
marco teórico diferente han encontrado que los patrones de uso de los alemanes situados en
posiciones sociales dominadas usaban internet para obtener información tanto como los
individuos de clases sociales privilegiadas (Zillien y Jäckel, 2007). No obstante, los primeros
utilizaban en menor medida internet para buscar información sobre economía, salud, política
y los mercados de trabajo. Esta conclusión fue avanzada por Chatman (1991) quien sugirió
que los individuos de clases sociales dominadas no eran buscadores activos de información,
no buscaban información más allá de su círculo familiar más cercano.
La investigación de Zillien y Jäckel (2007) introduce el concepto
‘internetenlapráctica’ tomado prestado de Orlikowski (2000) y basado en la teoría de la
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estructuración de Giddens (1984). Zillien y Jäckel sugieren que aun teniendo en cuenta las
diferencias sociales en el acceso Internet y en las competencias necesarias para utilizar
Internet, todavía encontraremos que los individuos de clases sociales dominadas usan internet
para obtener información sobre la economía, la salud, la política y el empleo, pero lo hacen a
menor escala los individuos en posiciones sociales privilegiadas. En un estudio posterior,
Zillien y Hargittai (2009) utilizando otra fuente de datos llegan a una conclusión similar, que
donde la posición social de los individuos juega un papel determinante en las diferencias de
uso de ‘internetenlapráctica’. En la muestra, los alemanes situados en posiciones
posiciones sociales privilegiadas hacían un mayor uso de Internet con propósitos más
específicos y sus prácticas estaban relacionadas con actividades conducentes a mejorar su
dotación de capital. Estos autores sugieren que las desigualdades en el uso de Internet
persistirán debido a que el factor último que las determina es la posición social del individuo.
2.2 Teorías sociales del consumo
Los trabajos de Bourdieu (1984) y de Douglas e Isherwood (1979) combinados nos
ofrecen marco teórico completo para entender, interpretar y analizar los patrones de uso de
internet. La teoría del gusto de Bourdieu nos predice una uso estratificado de los usos de
Internet y nos ofrece unos métodos analíticos para su estudio; por otro lado, la teoría de
Douglas e Isherwood (1979) nos describe los procesos sociales que explican los usos sociales
de los bienes y servicios que los individuos consumen.
Mientras que la antropología del consumo ha puesto énfasis en los objetivos del
consumo (escala y enlace) y su relación con el orden social, la sociología de Bourdieu nos ha
mostrado la manera en la que el espacio social está relacionado con el espacio de consumo a
través de los hábitos. Los trabajos de Bourdieu (1984, 1989) y Giddens (1971, 1984) han
mostrado evidencia de que los patrones de consumo están estructurados según su posición en
el espacio social, que depende de su dotación y composición de los recursos y de los hábitos
de interpretación que desarrollan mientras ocupan la posición social que se sustenta por sus
propios recursos. Los esquemas de interpretación así desarrollados guían a los consumidores
en sus decisiones acerca de qué consumir, cómo consumir los bienes y servicios y cómo
interpretar las decisiones de otros individuos. La teoría sociológica propone que debe haber
5
una homología entre el espacio social (y los recursos en los que se sustentan las posiciones) y
el espacio de consumo, ambos relacionados a través de los hábitos de interpretación y acción.
En cambio, la investigación de Douglas e Isherwood (1979) introduce los conceptos
de escala de consumo y enlace, los cuales nos permiten relacionar los conceptos de
‘Internetenlapráctica’ con la posición social de los individuos. Douglas e Isherwood
proponen que los bienes son portadores de información y que cuando esa información se
utiliza con fines sociales, los productos se convierten en marcas o etiquetas sociales,
entonces, los objetos marcan y clasifican a los individuos que los usan. Así el objetivo último
de los patrones de consumo es manejar un sistema de información coherente utilizando un
sistema de clasificación proporcionado por los objetos consumidos. Podemos decir que los
bienes que consumimos comunican quienes somos socialmente, a quienes nos parecemos,
como nos diferenciamos y como interpretamos la vida social.
Haciendo una analogía con el desarrollo material de las naciones, Douglas e
Isherwood (1979) argumentan que existen tres tipos de enlaces que pueden establecerse entre
los consumidores: 1) un enlace tecnológico (acceso a los dispositivos tecnológicos que
encontramos en la vida material), 2) un enlace social (consumo de bienes y servicios que
conectan a los individuos en grupos sociales), y 3) un enlace informativo (consumo de bienes
y servicios que incorporan información técnica o económica que les permite ampliar las
posibilidades de perpetuar y posiblemente mejorar una situación social privilegiada).
El enlace tecnológico, argumentan, es una condición necesaria pero no suficiente para
el enlace social. La tecnología permite a los consumidores contactar con otros consumidores
con una tecnología similar o inferior, pero no superior. Un ejemplo cercano nos lo
proporcionan los adolescentes con el uso de los teléfonos móviles. Lo utilizan para llamarse
entre ellos, para compartir música a través del bluetooth o recientemente con NFC (Near
Field Communication o tecnología inalámbrica) y para contactar con los colegas y amigos
que no están presentes a través de la mensajería instantánea. Los adolescentes que no
disponen de la tecnología quedan excluidos del grupo social porque no pueden recibir los
mensajes ni tener un comportamiento recíproco en los intercambios sociales entre colegas y
amigos. Un adolescente enlazado tecnológicamente puede también enlazarse socialmente
(aunque el enlace tecnológico es sólo una condición necesaria pero no suficiente).
Los consumidores con tecnologías similares encuentran fácil participar en los
intercambios sociales, como en el caso de los adolescentes y los teléfonos móviles, los
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coches, las consolas para juegos digitales, no obstante es necesario tener los hábitos para
ayudar a establecer y mantener los contactos con otros colegas y amigos. Los enlaces
informativos tienen lugar durante la interacción social e incrementan la información necesaria
para mejorar la capacidad de los consumidores de progresar o ganar su control social. De
nuevo los adolescentes nos proporcionan un buen ejemplo: una vez están tecnológica y
socialmente conectados, el enlace social les ofrece la posibilidad de controlar la información
que fluye por su red social y hacer que trabaje para ellos, para influir en la manera en la que
sus colegas y amigos interpretan la vida social del grupo (lo que es bueno, malo, interesante,
bonito, feo, etc.). La descripción de Menger (1999) de los artistas freelance es otro buen
ejemplo de enlace informativo utilizado para mejorar las posibilidades profesionales e
ingresos. En concreto, señala que losfreelanceque no son capaces de moverse en los círculos
sociales de los colegas de éxito acaban en un situación precaria, y añade que esos artistas no
tendrán éxito en los trabajos creativos, con todo lo que eso implica: dificultades para mejorar
los ingresos, en desarrollar una carrera profesional exitosa (1999: 552). Más evidencia es
aportada por el trabajo de Wolff y Moser (2009) cuya investigación muestra que las redes
sociales de los académicos se utilizan para incrementar los ingresos, no para mejorar la
calidad de su trabajo.
Combinando ambas teorías, la antropológica y la sociológica para la interpretación de
los usos de Internet, esperamos que exista una homología entre los usos de internet y su
escala de consumo y la posición social de los jóvenes y sus familias. Esperamos que los
individuos en posiciones sociales bajas, en comparación con los individuos en posiciones
sociales medias, tengan un menor consumo y menos necesidad de enlaces, probablemente
sólo enlaces tecnológicos básicos y enlaces sociales y de información limitados. En cambio,
los individuos en posiciones sociales medias estarán asociados a una necesidad de enlace y
escala de consumo mayores, aunque menores que las asociadas a los individuos con
posiciones sociales dominantes como han encontrado LópezSintas, Filimon y García
Álvarez (2012).
2.3 Jóvenes, usos de internet y posición social
Hasta ahora la investigación realizada sobre el impacto de la posición social de los
individuos en sus patrones de consumo, según su edad y el nivel educativo, ha supuesto que
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el impacto es homogéneo a lo largo de toda la vida. Es decir, únicamente han estudiado los
efectos principales de esas dos categorías sociales. El hecho de que los jóvenes de clases
sociales dominadas hayan incrementado su participación en la educación formal ha producido
la ilusión de que los jóvenes forman una categoría social homogénea. En Francia en 1951
sólo el 5,3% de los jóvenes que podían haber tenido el diploma de bachillerato lo tenían, pero
en el año 2001 la cifra había subido al 66% (Hersent 2003:15). En España en el período
192029 la proporción de la población con estudios secundarios o superiores era tan solo del
20 por ciento, cifra que sube hasta un 86,25% para la población 1634 años en el año 2015
según los datos proporcionados por el INE. Mientras la gente joven permanece más tiempo
en en el sistema educativo, y viviendo en casa de sus padres, es más probable que los jóvenes
en posiciones sociales dominadas descubran el estatus de una adolescencia alargada y
desarrollen unos hábitos similares al de los jóvenes en posiciones sociales privilegiadas. Este
hecho produce la ilusión de que los jóvenes forman una clase social homogénea.
La hipótesis de homogeneidad de los jóvenes no deja de sorprender cuando existen
investigaciones teóricas (Bourdieu 1984a) que sugieren que los jóvenes pueden parecer
homogéneos en su comportamiento, aunque en realidad difieran. Bourdieu sugiere que
debemos hacer una distinción entre la edad biológica y la social: algunos jóvenes entran
pronto en el mercado laboral ocupando entonces un aposición dominada (en términos de
volumen y composición de su capital) y desarrollan un hábito de una una persona de más
edad, mientras otros continúan en el sistema educativo acumulando capital cultural y social.
La hipótesis de la edad social, entonces sugiere que el efecto de la edad biológica en los
patrones de consumo de los jóvenes depende de su posición social, de ellos y sus familias.
Esto es, los jóvenes que ocupan posiciones privilegiadas desarrollan un hábito diferente del
desarrollado por los jóvenes en posiciones dominadas. La investigación de Zeijl et al. (2001)
al estudiar los patrones de ocio de los jóvenes preadolescentes (1015 años) encontraron que
el indicador de clase social no estaba relaciona con el espacio de las actividades de ocio, no
obstante, la clase social sí estaba relacionada con el número de citas sociales durante la
semana y el fin de semana, y con las actividades de ocio organizado. Roberts y Pollock
(2009) también encontraron que las diferencias en las trayectorias de ocio de los jóvenes en
South Caucasus entre los 16 y los 30 años crecían con su posición social. Para encontrar
evidencia a favor de de la hipótesis de la edad social debemos encontrar que la edad y la
posición social de los jóvenes interactúa en su efecto en los usos sociales de Internet.
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El género es otra categoría social que parece estructurar el espacio de ocio, aunque los
resultados no son convergentes. Dependiendo del espacio de consumo considerado y el
contexto social, los resultados sugieren que las mujeres desarrollan un patrón de consumo
más acorde con lo que se espera socialmente (Gallup 2011). Esto es, las investigaciones han
mostrado que los patrones de ocio se estructuran según el género d (Lamont & Fournier
1992; Lamont et al. 1996; Bryson 1996; KatzGerro and Shavit 1998, Van Eijck 1997),
también entre los jóvenes (Zeijl et al 2001). No obstante los resultados no son generalizables
debido a diferencias en los contextos sociales y espacios de consumo (LópezSintas &
García Álvarez 2002). No obstante esperamos que el desarrollo de un hábito de ocio
relacionado con el género de la persona dependerá de la especialización de roles desarrollado
en los contextos sociales más tradicionales: el hogar para la mujer, el trabajo para el hombre.
Esperamos que la reproducción de la especialización de géneros se pueda observar con más
frecuencia entre las familias en posiciones sociales dominadas. Por ello esperamos que la
especialización de los roles de géneros se manifestarça especialmente entre los jóvenes en
posiciones sociales dominadas.
Por otro lado, esperamos que la posición de los jóvenes en su ciclo de vida también
influya en su uso de internet. El tiempo libre de los jóvenes depende de sus responsabilidades
sociales. Éstas pueden ser de dos tipos, emocionales y profesionales. Entre los compromisos
emocionales nos encontramos con la decisión de tener una pareja estable y con la decisión de
vivir en pareja. Ambas decisiones esperamos que reduzcan el tiempo libre de los jóvenes
porque los jóvenes dedicarán más tiempo a actividades sociales. Por otro lado, un joven con
responsabilidades profesionales también esperamos que vea reducido su tiempo de ocio y por
tanto su tiempo en Internet.
3. Diseño de la investigación
3.1 La muestra
Los datos de la investigación provienen de la encuesta del Instituto de la Juventud
(INJUVE) realizada a una muestra 5000 jóvenes españoles en el año 2012. Aunque no existe
unanimidad y no siempre están bien delimitada la edad en la que empieza y acaba la
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juventud, pues como señala Bourdieu (1984) son construcciones sociales , el Instituto de la 1
Juventud considera jóvenes a aquellos pertenecientes al grupo de edad de entre 15 y los 30
años. La selección de la muestra se realiza de manera estratificada entre las comunidades
autónomas de la península e las islas y en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, de
manera que sea representativa de la población española.
3.2 Los datos
La base de datos proporciona un conjunto de indicadores de usos de internet que
realizan los jóvenes e información que puede ayudar a describir el perfil social de estos
jóvenes, variables sociales del propio individuo, el joven, y de su entorno familiar, en
concreto del padre.
Variable a explicar: Usos de internet. En primer lugar, la encuesta recoge 12 tipos de
actividades que puede realizar el joven en internet (ver Tabla I). En cada actividad, los
jóvenes entrevistados indican si realizan dicha actividad o no. En la Tabla I se muestra las
frecuencias de estas actividades y sus correlaciones.
Tabla I. Frecuencias y matriz de coeficientes de correlación de los usos de internet
N (St.D.)
Bnc CmO BsI Dsc GsA TiP MnI RdS Eml MnW BsE Exl
Bnc: Gestiones bancarias
1,36 (0,48)
1,000
CmO: Comprar online
1,43 (0,495)
,474 1,000
BsI: Buscar información
1,739 (0,439)
,227 ,296 1,000
Dsc: Descargar contenidos
1,626 (0,484)
,112 ,239 ,325 1,000
GsA:Gestiones administración
1,206 (0,405)
,336 ,309 ,178 ,134 1,000
TiP: Telefonía por internet
1,134 (0,340)
,157 ,167 ,093 ,116 ,220 1,000
1 El análisis social utiliza las categorías de infancia, adolescencia y juventud, madurez y/o vejez. Estas categorías están delimitadas por el proceso que atraviesan los sujetos y que está definido histórica y culturalmente por el ciclo vital de las personas. En el caso de los jóvenes son aquellas dinámicas que marcan el paso desde la infancia a la denominada edad adulta.
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MnI: Mensajería instantánea
1,551 (0,497)
,058 ,174 ,244 ,309 ,139 ,162 1,000
RdS: Participar redes sociales
1,771 (0,420)
,100 ,193 ,359 ,346 ,097 ,090 ,353 1,000
Eml: Correo electrónico
1,804 (0,397)
,217 ,283 ,504 ,332 ,142 ,083 ,331 ,500 1,000
MnW: Mantener web y blog propio
1,183 (0,387)
,120 ,166 ,155 ,178 ,150 ,206 ,225 ,186 ,164 1,000
BsE: Buscar empleo
1,336 (0,472)
,196 ,232 ,245 ,179 ,252 ,154 ,167 ,204 ,275 ,154 1,000
Exl: Explorar por internet
1,486 (0,500)
,131 ,223 ,305 ,297 ,154 ,112 ,288 ,263 ,332 ,193 ,133 1,000
Así de la Tabla I se desprende que los jóvenes utilizan internet principalmente para
enviar y recibir correo electrónico, concretamente en un 80,4% de los casos. En un 73,9% de
los casos, los jóvenes utilizan internet para buscar información y en un 62,6% de los casos
para descargar contenidos (música, vídeos, películas, etc…). Se desprende de la Tabla I
también una fuerte interdependencia entre muchos de los usos de internet entre los jóvenes.
Para reducir la dimensionalidad de estos usos de internet y lograr así un mejor tratamiento e
interpretación de los mismos se lleva a cabo un análisis factorial exploratorio de componentes
principales (AFE) mediante el paquete DeduceR y que comentaremos más adelante.
Variables independientes: Indicadores de la posición social del joven. La posición
social representa ese lugar simbólico que ocupa el joven en una sociedad y que refleja las
condiciones en que se relaciona con ella (Bourdieu, 1979; Parsons, 1967). Las variables que
se utilizan en este trabajo para reflejar la posición social del joven y analizar su influencia en
los usos de internet son el género, su edad, su nivel de estudios, disponer de una pareja
estable y sus ingresos. El nivel de estudios del joven representa el nivel de estudios más alto
finalizado por el joven (Primaria, Secundaria, Secundaria postobligatoria y Estudios
Universitarios). El nivel de ingresos del joven está medido como los ingresos totales en €
que percibe el joven (rendimiento laboral del joven, aportaciones dinerarias de la familia y
otras aportaciones monetarias recibidas) y está categorizado en 3 categorías: sin ingresos,
inferior a 505€ mensuales e igual o superior a 505€ mensuales. Los estadísticos descriptivos
de estas variables se pueden observar en la Tabla II.
Variables independientes: Indicadores del capital social del joven: Además de los
indicadores sobre la posición social que ostenta el joven, se disponen de dos variables
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indicadoras del capital social de los jóvenes (Bourdieu, 1979). Por capital social del joven se
entiende el nivel de colaboración social del joven y el uso individual de las oportunidades que
puedan surgir de ello. Este capital social del joven se mide a partir de su nivel de
asociacionismo, su nivel de activismo social y su nivel de activismo político. El
asociacionismo representa la tendencia a colaborar con otras personas u organizaciones para
la defensa o la búsqueda de intereses comunes y se mide por el número de veces que el joven
ha realizado las siguientes actividades: colabora con alguna organización o asociación, lleva
o muestra insignias o pegatinas de alguna asociación, firma una petición en una campaña de
recogida de firmas y/o participa en manifestaciones autorizadas. Elactivismorepresentaría la
militancia, es decir, realizar acciones o actividades intensas o sostenidas en el tiempo para
lograr un cambio de índole social o político. Así elactivismo social se mide por el número de
veces que el joven ha realizado las siguientes actividades: boicotear o dejar de utilizar ciertos
productos, comprar ciertos productos deliberadamente por motivos políticos, éticos o
medioambientales, dar dinero o recaudar fondos para alguna causa social y/o organizar y
participar en actividades ilegales de protesta. La variable activismo político es el número de
veces que el joven realiza las siguientes actividades: ponerse en contacto con un político,
militar en un partido político, votar en las elecciones, participar en huelgas y participar en
foros políticos. Las variables de asociacionismo y activismo social y político varían entre 0 y
4. Los estadísticos descriptivos se pueden observar en la Tabla II donde observamos que el
mayor capital social está en la índole política del joven con una media de 1,05 actividades por
joven.
Tabla II. Descriptivos de las variables independientes (N=5000)
Posición Social del Joven N %
Género Mujer 2423 48.5
Relación Relación estable 893 17.9
Edad
Menos 20 años Entre 20 24 años Entre 2530 años
1361 1749 1890
27.2 35.0 37.8
Estudios
Primaria Secundaria
2514 1549
50.3 31.0
12
Secundaria postobligatoria Estudios Universitarios
533 404
10.7 8.1
Ingresos Sin ingresos Inferiores a 505€/mes Igual o superiores a 505€/mes
1914 1518 1568
38.3 30.4 31.4
Capital social del Joven Media Desv. Típica
Asociacionismo 0.70 0.97
Activismo Social 0.33 0.64
Activismo Político 1.00 0.98
Entorno Familiar del Joven N %
Ingresos padre
Inferiores a 1500€/mes Entre 15002500€/mes Entre 25004000€/mes Más de 4000€/mes
1179 1024 705 590
33.7 29.3 20.2 16.9
Estudios padre Primarios Secundarios Superiores
1770 1569 1240
38.7 34.3 27.1
Variables de control N %
Estado civil Soltero 3468 73.5
Nacionalidad
Española Doble Nacionalidad Extranjera
4329 234 437
86.6 4.7 8.7
Variables independientes: Indicadores de la posición social familiar del joven: Para
completar la posición social del joven se incluye un conjunto de indicadores de la posición
social de la familia con la que vive o se ha educado el joven. Se dispone delnivel de ingresos
del padre. La variable “ingresos familiares” es una variable ordenada en 4 categorías:
ingresos familiares inferiores a 1500 € mensuales ( el 33.7% de los jóvenes); entre 1500 y
2500 € mensuales (29.3% de los jóvenes); entre 25004000€ mensuales (el 20.2% de los
jóvenes) e ingresos familiares superiores a 4000 € mensuales (16.9% de la población). El
nivel de estudios del padre está recogido en niveles: estudios primarios, estudios secundarios
y estudios superiores. Los estadísticos descriptivos están recogidos en la Tabla II.
13
Variables de control: Debido a que ciertos estados sociales pueden influir en el
tiempo disponible para realizar actividades de ocio, también hemos tenido en cuenta las
siguientes variables de control: el estado civil del joven y la nacionalidad. La nacionalidad
que dispone el joven es una variable con 3 categorías: nacionalidad española; doble
nacionalidad; nacionalidad extranjera. Los estadísticos descriptivos están recogidos en la
Tabla II.
3.3 Análisis
En primer lugar se ha procedido realizando un Análisis Factorial Exploratorio (AFE)
con las 12 variables que representan cada uno de los distintos usos de internet que realiza un
joven con el objetivo de reducir estos usos a un número menor de factores, intentado que
expliquen lo máximo posible estas variables, pero que faciliten la interpretación (Venables y
Ripley, 2000). Seguidamente se realiza un análisis de regresión para conocer la distribución
social de estos usos de internet.
4. Resultados
4.1 Identificación de los usos de internet
Los factores que identifican los distintos usos de internet han sido obtenidos mediante
un AFE utilizando la descomposición de los componentes principales de la matriz de
indicadores como método de extracción (Venables y Ripley, 2000). El análisis de la
linealidad de los datos lo hemos realizado a partir de la prueba KMO (KMO = 0.839), que
mide la linealidad de todas las variables incluidas en el análisis en conjunto. Además, hemos
calculado la matriz antiimagen, con objeto de comprobar los supuestos de linealidad de
manera individual al realizar el análisis factorial. En este caso, los valores obtenidos en
ambas pruebas nos permiten aceptar el supuesto de linealidad de los datos. También hemos
realizado la prueba de esfericidad de Barlett, cuyos resultados demuestran la adecuación del
análisis factorial (χ2= 10939.1, g.l.= 11, Sig.=0.000). La Gráfico 1 muestra los diferentes
pesos de los usos de internet en los componentes principales obtenidos.
14
Gráfico 1: Componentes principales de los usos de internet de los jóvenes
Una vez analizada la calidad de los datos y tal como se puede observar en la Gráfico 1
se obtuvo tres componentes que explican el 50,2% del total de la varianza. Se aplicó la
rotación varimax para abordar la interpretación de los mismos de manera simplificada. Así se
obtuvo el componente que denominamos uso social,uso comercial yuso activo de internet y
que se pasa a comentar a continuación
USO SOCIAL de Internet: Las mayores saturaciones en este componente o factor se
encuentran en usos relacionados con la vertiente más social de internet, como medio de
comunicación y como vía de enlace social (ver Tabla III). Así encontramos el uso del correo
electrónico (Eml), las redes sociales (RdS), la búsqueda de información (BsI), la descarga de
15
contenidos (Dsc), participar en foros, chats o mensajería instantánea (MnI) y el de navegar
sin objetivo (ExI). Este componente explica el 23% de la varianza.
USO COMERCIAL de Internet: Este segundo componente extraído nos explica el
17% de la variación en la muestra y nos sugiere un uso comercial de internet. En este factor
las principales saturaciones se encuentran en los usos que representan la realización de
transacciones comerciales o administrativas. Como se puede ver en la Tabla III, en este factor
están los usos de internet para realizar gestiones bancarias (Bcn), comprar online (CmO),
realizar gestiones con la administración (GsA) y para buscar empleo (GsE).
USO ACTIVO de Internet: El tercer último componente explica un 11% de la
variación (ver Tabla III) y nos refleja los usos más activos de internet. Así en este factor las
mayores saturaciones las encontramos en la realización de llamadas por internet (TiP) y crear
y mantener blog y página Web propia y/o colgar fotos o videos (MnW).
Tabla III. Usos de internet en los jóvenes
Componentes principales
USO SOCIAL USO COMERCIAL USO ACTIVO
Em l_ Correo electrónico ,759 ,238 ,069
RdS _ Participar redes sociales ,734 ,030 ,064
BsI _ Búsqueda información ,652 ,324 ,097
Dsc _ Descargas ,608 ,087 ,168
MnI _ Mensajería instantánea ,569 ,054 ,406
ExI _ Explorar internet ,541 ,112 ,196
Bnc _ Gestiones bancarias ,050 ,809 ,018
CmO _ Comprar online ,240 ,720 ,045
GsA _ Gestiones administración ,015 ,634 ,304
BsE _ Búsqueda empleo ,268 ,408 ,171
TiP _ Telefonía por internet ,024 ,224 ,725
MnW _ Mantener Web ,215 ,062 ,663
% Varianza explicada 0,2308 0,1703 0,1106
K.M.O.=0,839 % Varianza explicada= 0,5018 AlphaCronbach = 0.733 Prueba Esfericidad Barlett (Chicuadrado= 10939.078
16
De cara a conocer la consistencia interna de los constructos indicados, su fiabilidad, el
alpha de Cronbach excede de la recomendación de 0,7 de Nunnally y Bernstein (1994).
4.2 Distribución social de los usos de internet en los jóvenes
Para testar las hipótesis planteadas se ha realizado un análisis basado en un modelo de
regresión con efectos interactivos. En este modelo se trata de explicar los usos de internet
dados por los jóvenes a partir variables indicadoras de su posición social y de su entorno
familiar, así como de la interacción entre algunas de estas variables sociales.
En primer lugar, indicar que el modelo resultó conjuntamente significativo a la hora
de explicar para cada uno de los tres usos de internet. El valor de la F de Snedecor con 26
grados de libertad obtenido gozó en todos los casos de significación estadística y el mayor
valor de la F se registró en el uso comercial de internet (F = 29,224, p=0,000). Atendiendo al
valor del coeficiente de determinación ajustado, también éste registró un valor mayor en el
caso del uso comercial internet con un 18% de la varianza explicada.
Tabla IV. Distribución social de los usos de internet en los jóvenes
USO SOCIAL
USO COMERCIAL
USO ACTIVO
Β estand. Β estand. Β estand.
Posición social JOVEN
Mujer 0.067 0.054 0.198***
Relación estable 0.123*** 0.008 0.016
Edad_2025 Edad_Más 25
0.205***
0.148*** 0.593***
0.774*** 0.121 0.267***
Estudios_Secundarios Estudios_Secundarios postobligatorios Estudios_Universitarios
0.193***
0.153***
0.122***
0.149***
0.126***
0.332***
0.112*
0.054 0.055
Ingresos_1505€ Ingresos _Más 505€
0.442***
0.232*** 0.068 0.296***
0.010 0.082*
Capital social JOVEN
17
Asociacionismo 0.006 0.025 0.027
Activismo Social 0.067*** 0.007 0.058**
Activismo Político 0.001 0.051*** 0.054**
Posición social PADRE
Ingresos padre_15002500€ Ingresos padre_25004000€ Ingresos padre_Más de 4000€
0.082**
0.074*
0.423***
0.002 0.120***
0.017
0.075*
0.071 0.022
Estudios padre_Secundarios Estudios padre_Universitarios
0.076 0.105
0.104 0.111
0.055 0.156
Variables CONTROL
Estado Civil_Soltero 0.155*** 0.111*** 0.063
Nacionalidad_Doble Nacionalidad_Extranjera
0.248***
0.365*** 0.090 0.110
0.198**
0.173**
Variables CRUZADAS
Mujer * Estudios padre_Secundarios Mujer * Estudios padre_Universitarios
0.105 0.091
0.041 0.099
0.061 0.148*
Edad_2025 * Estudios padre_Secundarios Edad_Más 25 * Estudios padre_Secundarios Edad_2025 * Estudios padre_Universitarios Edad_Más 25 * Estudios padre_Universitarios
0.247**
0.218**
0.238**
0.219**
0.022 0.153 0.162 0.053
0.141 0.213*
0.133 0.312***
N R2 R2 Ajustado F (g.l.= 26)
3263 0.143 0.136 20.807***
3263 0.190 0.184 29.224***
3263 0.038 0.030 4.912***
*** p< 0.01 ** p< 0.05 * p< 0.1
Efectos de la posición social del joven sobre los usos de internet
En relación al efecto que tiene cada una de los indicadores de la posición social de
los jóvenes sobre los usos de internet indicar que la edad y el nivel de estudios son las
variables que han presentado mayor significación. Los resultados muestran que los más
jóvenes son los que utilizan más internet para uso sociales y un menor uso de internet para
comprar o realizar gestiones entre otros usos comerciales. El nivel de estudios también
guarda una relación positiva con los usos sociales y comerciales de internet. Los jóvenes con
18
menor nivel de estudios muestran mayores niveles de uso de internet para mantener sus
relaciones sociales y menores para realizar compras o realizar gestiones por internet. Los
jóvenes universitarios son los que realizan un mayor uso comercial de internet.
El nivel ingresos de los jóvenes también afecta de forma significativa en los usos de
internet. Los jóvenes con menores ingresos realizan un mayor uso social de internet. Y
también se observa que los jóvenes con más ingresos realizan significativamente un mayor
uso comercial de internet que los jóvenes sin ningún tipo de remuneración. Disponer de una
relación estable afecta a realizar un mayor uso de las redes sociales o descargar contenidos,
entre otros usos sociales de internet. La nacionalidad del joven afecta también en los
patrones de uso de internet. La doble nacionalidad o nacionalidad extranjera tiene un efecto
negativo en los usos sociales de internet. Sin embargo, no se ha encontrando significación en
los usos comerciales.
Efectos del capital social del joven sobre los usos de internet
La Tabla IV muestra que no hay relación significativa entre el nivel de
asociacionismo del joven y sus usos de internet. El mayor activismo social implica un menor
uso social de internet por parte de los jóvenes y un mayor uso activo de internet. Por contra,
un mayor nivel de activismo político supone un mayor uso comercial de internet por parte de
los jóvenes.
Efectos de la posición social del entorno familiar sobre los usos de internet del joven
En relación al efecto que tiene los indicadores disponibles de la posición social del
entorno familiar de los jóvenes sobre los usos de internet indicar que sólo el nivel de ingresos
del padre ha gozado de significación estadística. Un mayor nivel de ingresos en el entorno
familiar del joven, en concreto de su padre, afecta de forma negativa en el uso social de
internet por parte del joven.
Efecto de la interacción de la posición social del joven y del entorno familiar sobre los usos
de internet del joven
El efecto entre la edad del joven y el nivel de estudios del padre ha mostrado una
relación negativa y significativa con el uso social de internet por parte de los jóvenes. El uso
social de internet por parte de los jóvenes se ve reducido en algo por la edad pero lo hace en
mayor medida cuando en su entorno familiar, en concreto sus padres, tienen mayores niveles
de educación.
19
Si nos centramos en el análisis de los usos activos de internet, observamos un patrón
opuesto de los jóvenes a los usos sociales o comerciales de Internet: destacar que son los
jóvenes de mayor edad con padres universitarios los que muestran un mayor uso activo de
internet, tal y como se desprende de la Tabla IV. El género afecta en el uso activo de internet.
Las mujeres hacen un menor uso que los hombres. También la edad reduce el activismo y el
capital de activismo social y político están positivamente relacionados. La relación estable la
reduce aunque no de forma significativa, pero tener una nacionalidad distinta de la española
incrementa el uso de Internet para uso activista.
5.Discusión
Esta investigación contribuye al esclarecimiento de los usos de Internet y a su
distribución social. En primer lugar hemos estimado unas escalas de usos de internet que nos
permiten teorizar sobre los usos de Internet en plural. En lugar de estudiar la probabilidad de
de uso de cada uno de los indicadores, lo cual nos deja en el nivel de los datos, las escalas de
uso de Internet nos permiten reducir los usos a estudiar y explicar la asociación que se
observa entre los indicadores medidos. Por otro lado, al estudiar la distribución social de los
usos teóricos de Internet nos permite mostrar claramente la existencia o no de una segunda
brecha digital y de sus probables causas sociales como sugiere Selwyn (2004). Con ese
objetivo hemos adoptado un marco teórico relacional como ha propuesto van Dijk (2005,
chapter 2), pero basado en los trabajos de Bourdieu sobre la homología entre las prácticas
realizadas durante el tiempo de ocio y la posición social de los jóvenes y en los trabajos de
Douglas e Isherwood (1979) sobre las necesidades de enlace de los jóvenes y sus familias y la
naturaleza y escala de su consumo.
El análisis de la interdependencia de las actividades desarrolladas en Internet nos
sugiere que los 12 indicadores pueden sintetizarse en 3 escalas de actividades o usos de
Internet: una escala que nos muestra la intensidad de un uso social de Internet, otra que mide
la intensidad de un uso comercial de Internet y finalmente la escala que nos mide un uso que
hemos llamado activista social. Estas tres escalas parecen recoger los usos de Internet que
realizan los españoles, tanto jóvenes como adultos. En la investigación que realizaron
LópezSintas y asociados (2012) encuentra tres escalas de usos de Internet, una equipamiento
tecnológico, una escala de usos sociales, y otra de usos informativos. En otros países van Dijk
20
y Hacker (2000) han analizado la brecha digital en términos no sólo de acceso a la tecnología
sino también en términos de habilidades y oportunidades de uso. Aunque estos investigadores
no construyen una escala de usos sí que encuentran un patrón diferenciado para los usos de
juegos, procesadores de documentos, email, Internet browsing, contabilidad, hojas
electrónicas y bases de datos (2000, p. 8). Kraut et al (1999) hacen una clasificación en tres
usos de internet: comunicación, adquisición de información y entretenimiento; Zillien &
Jäckel (2007)en cambio hacen una clasificación según las gratificaciones; información,
comunicación, transacciones y entretenimiento.
Cuando hemos analizado la relación de los usos de Internet con la posición social de
los jóvenes estudiados hemos encontrado unos patrones de uso interesantes. Los indicadores
del capital económico y cultural están asociados a los usos sociales y comerciales, pero no
con el activismo social, como han sugerido investigaciones previas (DiMaggio et al. 2001).
No obstante, aunque ambos grupos de indicadores, tanto del jóven como de su familia están
asociados a los usos sociales hasta cierto nivel, a partir de ese momento un incremento en
capital económico o cultural reduce la intensidad del uso social de Internet. Un resultado que
parece converger con resultados previos (Bucy 2000; Goldfarb & Prince 2008) y que
sugiere la necesidad de analizar los usos de Internet de manera desagregada, por tipos de usos
inferidos a partir de un amplio número de indicadores. Un mayor capital económico y
cultural hace más probable disponer de la tecnología digital y desarrollar las competencias
digitales necesarias, pero cuando el capital alcanza cierto nivel, se incrementa el coste de
oportunidad de las personas con una posición privilegiada (Franzen 2003; Goldfarb & Prince
2008). Por otro lado, los usos sociales y comerciales han mostrado tener una demanda
inelástica en comparación con los usos para la comunicación: cuando aparecen nuevas
alternativas de entretenimiento, los individuos en mejores posiciones sociales reducen el
tiempo que dedican a las alternativas tradicionales e incrementan el tiempo dedicado a las
nuevas (Kraut et al. 1999). Por ello los indicadores de la posición social también están
relacionados con los usos comerciales de manera consistente y creciente.
Cuando analizamos la relación del capital económico y cultural con el uso de Internet
con fines comerciales, podemos ver que ambos indicadores tienen una relación positiva
significativa, a mayor capital, mayor uso comercial de Internet. Este efecto se conoce con el
nombre de privatización de las transacciones (Franzen 2003) y nos indica que los individuos
en posiciones sociales privilegiadas son los primeros consumidores que adoptan Internet,
21
desarrollan las competencias necesarias y son capaces de anticipar los beneficios de adoptar
internet con fines comerciales, por ejemplo. Estos jóvenes y sus familias sin los primeros en
privatizar sus transacciones comerciales que les permiten comprar tiempo. Los indicadores de
la posición del jóven en su ciclo de vida nos indican que a mayor edad, un mayor uso de
Internet con fines comerciales, pero ahora el impacto de tener una relación estable no es
significativa, y la situación civil de soltero tiene un impacto negativo. Los indicadores del
capital social, en cambio, no están asociados con los usos comerciales de Internet, con una
excepción, el activismo político que muestra una asociación positiva.
En los indicadores del capital social, los de la nacionalidad del joven nos indican que
la nacionalidad puede estar asociada a una reducción de contactos sociales locales porque
está relacionada negativamente y su relación es significativa estadísticamente, tanto para la
doble nacionalidad como para otra nacionalidad, especialmente en ésta última situación. Este
hecho nos puede indicar que los jóvenes con otras nacionalidades tienen a su alcance una red
de contactos comparativamente menor. Los otros indicadores del capital socialactivismo
político, asociacionismo y activismo social sólo están asociados al uso social y al activismo.
Concretamente el indicador de activismo social está asociado negativamente, y de manera
significativa, con el uso social de Internet, pero está asociado positivamente con la escala de
activismo, igual que el indicador de activismo político. Estos resultados sugieren que el uso
de internet en lugar de reducir la actividad social de los jóvenes en su comunidad
(privatización del tiempo de ocio, según Franzen 2003), lo que es potenciar el activismo
mediante un uso de Internet con fines activistas, esto es, las personas que realizan un mayor
activismo, también utilizan Internet para potenciar las relaciones sociales asociadas con el
activismo. Los usos de internet son complementarios de las actividades presenciales, no un
sustituto (Koku, Nazer & Wellman, 2001). Katz, Rice y Aspen (2001) y QuanHaase y
Wellman (2004) han encontrado evidencia similar para la población norteamericana.
Los indicadores del ciclo de vida del jóven, edad, incrementan la actividad social sólo
hasta el tramo 2024, después se reduce la actividad social. Esta asociación va en línea con la
asociación positiva que obtenemos para los solteros, y especialmente si tienen una relación
estable (asociación también positiva). En cambio, para los usos comerciales, cuanto mayor es
la edad, mayor es el uso comercial de Internet; una asociación que cambia de signo cuando
analizamos los usos activistas de Internet. Estos patrones de uso nos indican que los usos de
internet tienen que ver con las necesidades de enlace de los jóvenes. En la adolescencia,
22
mayor es la necesidad de estar enlazado socialmente como sugieren Douglas e Isherwood
(1979) porque están desarrollando sus redes sociales y tienen el tiempo libre para ello (Kraut
et al. 1999, p. 290). La adolescencia también es el periodo de tiempo durante el cual los
jóvenes tienen más ganas tiene de transformar la sociedad. No obstante la adolescencia es un
período de tiempo que varía en función de la posición social de los jóvenes y sus familias
(Holbrook & Schindler 1994).
La hipótesis del género social sólo encuentra soporte en la escala de activismo social,
es decir, cuanto mayor es la educación de los padres de las jóvenes, mayor es el apoyo social
que encuentran en sus familias para realizar un uso de Internet con fines activistas. En
cambio, las mujeres, en comparación con los hombres, tienen una menor probabilidad de
usar internet con fines activistas cuando se han educado en familias con posiciones sociales
dominadas. Aunque otros autores han encontrado que las mujeres hacen un mayor uso de
Internet con fines de interacción social (Kraut et al. 1999), entre los jóvenes españoles no se
han entrado diferencias, excepto para el activismo.
La hipótesis de la edad social (Bourdieu 1984) encuentra soporte en los usos sociales
de Internet y en el uso con fines activistas.. En el caso de los usos sociales de Internet
podemos observar que el impacto positivo de la edad se reduce a medida que se incrementa el
capital cultural de las familias de los jóvenes. Es decir los jóvenes que han crecido en
familias con pocos estudios (los obligatorios o menos) hacen un mayor uso social de Internet.
Este resultado va en la línea de Goldfarb y Prince (2008) quienes sugieren que los jóvenes
con una posición social dominada tienen un menor coste de oportunidad de su tiempo libre.
En cambio en el caso del uso de Internet con fines activistas, el impacto del capital cultural de
la familia es positivo reduciendo con ello el impacto negativo de la edad en el activismo
social, especialmente en el tramo de mayor edad.
6. Conclusiones
Los usos de Internet pueden clasificarse en tres, un uso con el propósito de interactuar
socialmente, un uso comercial y un uso activista. Estos usos tienen como consecuencia una
privatización del tiempo de ocio cuando se sustituyen actividades de ocio presenciales por
online, o de potenciación del tiempo presencial de ocio cuando se utiliza para potenciar las
23
actividades de ocio. En cambio, el uso comercial tiene como consecuencia la privatización de
las transacciones, puesto que las digitales sustituyen parcialmente a las presenciales.
Los patrones de uso están socialmente estructurados. Los usos sociales están asociados a una
posición social privilegiada sólo hasta cierto punto, a partir de ahí parece operar el coste de
oportunidad de las clases sociales más privilegiadas; este resultado se ve reforzado con el
hecho de que los jóvenes de la misma edad, cuanto sus familias disfrutan de una posición
social privilegiada, usan Internet con menos intensidad para un uso social (hipótesis de la
edad social). En cambio, el uso comercial está asociado a la posición social, cuanto más
privilegiada en términos de volumen y composición del capital, mayor es la privatización de
las actividades comerciales. Los usos activistas, en cambio, están asociados inversamente con
la posición social, cuanto más privilegiada, menor uso activista; con una excepción, los
jóvenes de familias con una posición social privilegiada muestran un mayor uso activista de
Internet comparado con jóvenes de su misma edad o género, dando soporte a la hipótesis del
género social y la edad social
24
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