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La Farsa Humana

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La Farsa Humana quiere provocar en el lector la desconfianza por todo lo que nos enseñaron y aprendimos. No se trata de sembrar rencor por “el sistema”, y si de constatar la necesidad de construir nuevos valores en una educación esclarecida sobre la complejidad del mundo.

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Sobre el Autor

Miguel Cabezas es profesor universitario. Ingeniero

Técnico de Minas, licenciado en Administración de

Empresas y post-graduado en Ingeniería de

Producción. Nació en Cantabria (España) en 1967 y

Actualmente reside en Brasil.

e-mail para contacto:

[email protected]

Sobre el Libro

La Farsa Humana quiere provocar en el lector la

desconfianza por todo lo que nos enseñaron y

aprendimos. No se trata de sembrar rencor por “el

sistema”, y si de constatar la necesidad de construir

nuevos valores sobre una educación esclarecida

sobre la complejidad del mundo.

La Farsa Humana. eBook. 1ª Edición

Autor: Miguel Cabezas

Diseño de Portada realizado por el autor de la obra.

La presente obra es gratuita y se publica bajo una licencia Creative Commons v.3.0

Miguel Cabezas, 2010

Reconocimiento - No comercial - Sin obras derivadas

Dedicado a las personas que quieren entender mejor la realidad en que vivimos.

SUMARIO

Prefacio ................................................................................................................................................ 6

El Pastor y sus Ovejas .......................................................................................................................... 7

De Ovejas y Leones ............................................................................................................................ 11

La Razón ............................................................................................................................................. 16

La Emboscada .................................................................................................................................... 21

Los Valores ........................................................................................................................................ 24

El Poder de las Ideas..........................................................................................................................27

Los Motores de Ideas ........................................................................................................................ 34

El Despertar del Sueño ......................................................................................................................37

PREFACIO

Publiqué La Farsa Humana por primera vez en 2005 en forma de serie

de posts en uno de mis primeros blogs llamado Netpolis. Algunos

fragmentos también fueron publicados y todavía pueden ser

encontrados en algunos periódicos de Internet. Netpolis era un blog

que agrupaba varios ensayos de contenido más o menos filosófico. Sin

embargo, esa primera publicación no fue concluida por falta de tiempo.

En una lectura reciente de la obra decidí que valía la pena rescatar

aquel material, mejorarlo, y darle un final apropiado, aprovechando

así las nuevas posibilidades de publicación electrónica para autores

independientes. Surge así esta nueva edición, que espero sea del agrado

del lector.

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EL PASTOR Y SUS OVEJAS

l principio básico de un buen pastor reside en el hecho de que

es más fácil mantener las ovejas reunidas en un rebaño que

gastar dispendiosas energías en controlar un montón de ovejas

dispersas. Además, una oveja suelta por ahí a su libre albedrío

y conveniencia podría derivar en el pensamiento peligroso de creerse

algo más que una simple oveja y lanzarse a alguna loca aventura. Esto

sin contar los peligros de lobos y otras alimañas que pueblan el paisaje

de las ovejas al acecho de alguna presa.

Para evitar esto, el pastor cuida de las ovejas y las mantiene reunidas a

salvo de peligros "externos". En estas sus labores cuenta el pastor con

su fiel ayudante, el perro de pastoreo, que permite al pastor un

excelente control sobre todos los movimientos del rebaño.

Pastor con sus perros

Foto Alfonso Benayas (Licencia CC)

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La oveja es un ser dependiente que cambio su libertad por una

"sensación de seguridad", el perro, por su parte, hizo una especie de

contrato social por el cual garantiza su sustento mientras permanezca

fiel y obediente al pastor. A su vez, el pastor no es más que un eslabón

más de esta cadena, ya que rara vez encontraremos que sea el

propietario del rebaño. Siendo así, el pastor también tendrá que prestar

cuentas a su patrón, que puede no ser más que un mero administrador.

En ese caso el administrador, se reportará a su vez a un grande

terrateniente o señor.

Se constituye así, una gran cadena de mando que va desde la oveja

hasta el gran señor. La oveja, claro está, es ajena a todas estas cosas,

ella sólo ve los perros y el pastor, y "piensa" que su suerte y protección

depende enteramente de ellos.

Claro que en el fondo, la oveja es el material de sustento de todo el resto

de la cadena. De su manipulación y su creencia de "estar segura"

depende la estabilidad de todo el sistema montado. Pero el pastor sabe

que una tras otra, todas las ovejas, sin excepción, serán sacrificadas en

un lento goteo. Sólo que este goteo pasa imperceptible al rebaño. Esto

porque las ovejas que salen son reemplazadas por otras nuevas que

nacen poco a poco, en pequeñas proporciones, y así, la sensación

general para las ovejas es de que el rebaño está seguro. Los perros

también saben de esto, y de que de alguna forma ellos también tendrán

participación -en la forma de restos- del festín de servidores,

administradores y señores. Esto también refuerza para el perro el gran

poder que los seres humanos detentamos sobre la vida de otros seres,

da "argumentos", pues, al perro, para continuar con su contrato social.

A estas alturas el lector, quizá ya se haya identificado con alguno de

estos actores de la vida. La oveja, el perro, el pastor, el administrador o

el gran señor. Mayoritariamente, los seres humanos somos casi todos

ovejas, algunos somos perros, unos pocos son pastores, menos todavía

administradores y, finalmente, escasos, escasísimos, los grandes

señores.

Las ovejas han sufrido históricamente un verdadero expolio de sangre.

Su confianza en el rebaño las ha convertido en las víctimas principales

de la historia. Por otra parte, su flaca naturaleza no las ha permitido

resistir mucho cuando se han aventurado fuera del mismo.

Generaciones y más generaciones de ovejas han hecho de la oveja un

ser indefenso, totalmente desposeído de cuantas armas o defensas

podría proveer la naturaleza.

Por otra parte, cuando por alguna causa -generalmente tremenda para

ser visible a sus ojos- las ovejas han optado por la rebelión contra el

pastor y sus perros, el medio para vencer su miedo a la muerte -que es

la causa que en el fondo las mantiene a todas unidas- ha sido casi

siempre disolverlo en la masa, obedeciendo a catarsis colectivas,

catarsis éstas no exentas de grandes dosis de locura.

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Saturno devorando a sus hijos (Goya)

Museo del Prado (Imagen Wikipedia)

El resultado, repetitivo, reiterativo, descubrir que el perro y sus

pastores eran sólo el primer eslabón de la cadena; descubrir como el

miedo, que permanecía subyacente, termina aflorando volviéndose

contra la propia masa en el movimiento final y decisivo. Flaqueza,

extenuación final de las ovejas con más coraje, obedeciendo a una ley

casi física. Las pocas ovejas restantes no son pareo para el león, para el

gran señor.

Nos convencieron que la razón pondría orden en este teatro humano.

No ha sido así, los avances científicos prolongaron la vida humana

corroborando el poder de la ciencia, hoy vivimos casi el doble de tiempo

que hace trescientos años, sin embargo ¿Vivimos hoy más intensamente

que en aquella época? Cuando éramos reclutados forzosamente para

luchar por cosas que no comprendíamos, muriendo bravamente en un

campo de batalla de Flandes, o actualmente, formando parte de los

ejércitos de desempleados, siendo vaciados hasta la última gota de

orgullo y pasión por la vida –probablemente depositada en algún

equipo de futbol.

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La vida no es sólo una cuestión extensiva, de sobrevivencia, es,

también una cuestión intensiva, de misión.

The Causes of The Great Depression

FDR Memorial Site. Foto Tony (Licencia CC)

No trato con esto de restar méritos a la ciencia. Lo que quiero es

resaltar, delatar, apuntar, descubrir, lo que comúnmente se ha venido

en llamar La Farsa Humana. ¿Y qué es la farsa humana? Es la mentira

que van introduciendo en los hombres desde que son pequeños para

que estos no dejen de ser ovejas y la razón ha sido comúnmente

instrumentalizada para este fin.

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DE OVEJAS Y LEONES

efinía anteriormente al hombre-león como la realidad del

espíritu del último eslabón de la cadena social, “los grandes

señores”. Extender este estado de espíritu a la totalidad de los

seres humanos como estado de plenitud humana es una alternativa

inviable, pues para que haya “leones” siempre tendrá que haber

“ovejas”, ni que los leones más débiles tengan que asumir el papel de

ovejas.

El poder –en manos de los leones- es, en última instancia, quién

manipula la razón en las sociedades humanas con el único fin de

mantenerse y perpetuarse. Eliminado el sustento divino tanto de la

razón como del poder con la Revolución Francesa, ambos pasaron a

sustentarse exclusivamente en el imperio de la ciencia. Pero la ciencia

no se ocupa de la moral, algo sin lo cual el hombre vive desnorteado y

puede entrar en una peligrosa senda autodestructiva. Kant, “resolverá”

este problema sumergiéndolo en las profundidades del estado como

fundamento del contrato social.

Pero l’enfant terrible de la filosofía, Nietzsche, colocará la dinamita -

como él mismo decía-, en el nuevo edificio sin siquiera haber concluido

éste su construcción. Nietzsche terminará con cualquier fundamento

objetivo da la moral. Cualquier moral descansa en última instancia en el

más puro aire. Así las cosas, serán los leones instalados en un nihilismo

no reconocido -leones ambiciosos, feroces y no precisamente “buenos

cristianos”-, quienes cocinen la moral para las ovejas.

El punto es mantener la imposibilidad de matar de las ovejas. “No

matarás”, reza el mandamiento cristiano, pero cuantos murieron en

nombre de Dios. Consideremos también que las criaturas de Dios no

paran de matarse entre sí en la cadena alimentaria.

En sociedades que se llaman cristianas se mata legalmente. La violencia

es la forma de dominación por antonomasia. En la escuela aprendimos

que el estado era el detentor legal para ejercer la violencia, y nos lo

calzaron con la cantinela de que el estado representa a los ciudadanos.

¡Cuánta ingenuidad!

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Friedrich Nietzsche. Fotografía de Gustav Schultze (Wikipedia)

Ejercen la violencia, y llegan a matar también, aquellos que aunque no

dominan el estado, aspiran a dominarlo, los que se rebelan, los que

mismo sabiendo de la punición se arriesgan por el dulce y amargo a un

tiempo fruto del poder, los que quieren enriquecerse, los que

transformaron en objetos a los que les rodean (los carniceros), o

aquellos que lo hacen simplemente porque saben de su impunidad.

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Matanza de San Bartolomé

Museo Cantonal de Bellas Artes de Lausana (Imagen Wikipedia)

¿Y la ley, y el estado de derecho? La ley es siempre asimétrica, a veces

poco, a veces mucho, y, claro está, no es nada bueno para las ovejas

cuando esta asimetría se muestra descaradamente. Es cuando decimos

que no hay justicia. En todo caso, créanme señores, la ley no es ciega, es

tuerta...

Contemplation of Justice. Foto Dbking (Licencia CC)

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¿Qué queda para las ovejas?, poca cosa. Si los perros reciben migajas,

imagínense las ovejas que comen el pasto pensando que todo el mundo

las está sirviendo y protegiendo. No hay mejor cárcel que aquella que

aparenta no existir.

¡Me transformaré entonces en León!, oigo exclamar ofuscado a alguien.

Mala cosa, le digo, naciste en una cuna en que mamaste como ser una

oveja. No llegarás muy lejos, aún así algunos lo consiguieron, pero ¡A

qué precio! Créame, no vale la pena.

Los seres humanos somos manipulados constantemente. Desde antes

de nacer, con nuestro particular baúl genético. Cuando comenzamos a

hablar, con el propio lenguaje. A medida que vamos creciendo, por

nuestros padres –de forma inconsciente, pues ellos sólo prolongan lo

que ellos mismos aprendieron, sin mala Fe, lo que no deja de ser una

crueldad. En la escuela, por nuestros profesores, y, finalmente, en la

sociedad, por los políticos y los dueños del poder.

¿Y las democracias?, arte de prestidigitación, ovejas business class. Y es

que como en todo, siempre hay clases, y hay leones y leones, y ovejas y

ovejas. Pero vamos a profundizar un poco más en el tema de la

violencia. Mire usted que si las ovejas despiertan, que se despiertan de

vez en cuando, se va a formar una revolución y me van a acusar de

incentivar la violencia.

La calidad de las ovejas define la marca del león que las gobierna. Un

estado con una justicia poco asimétrica y que mantiene gordas las

ovejas, suele corresponderse con un león fuerte que inspira respeto

entre el resto de los leones. Las categorías entre los leones, definen el

nivel de enfrentamiento entre los mismos y en este sentido, los leones

viven en una constante lucha para definir quién es el jefe supremo.

Ser león, pues, también no es nada fácil, y el fardo puede ser

tremendamente pesado. ¿De qué fardo hablo? Pues del fardo de no ser

los mejores, casi nada, pues la vanidad y el ego de los leones son

enormes.

De esta forma, los leones menos dotados o aquellos excesivamente

carniceros tienen que vivir con la presencia constante de su

mediocridad, expresada en lo que obtienen de sus ovejas. Algunos de

ellos hasta cambiaran su condición de león por la de oveja de alguno de

los “grandes” buscando sentir algo de esa grandeza, pero no tardaran

mucho en sentir la condición de oveja, entonces querrán volver a su

territorio para sentirse otra vez “algo grandes” y ahí ciertamente

aparecerá de nuevo el recuerdo de su mediocridad atormentándolos

como un fantasma.

Hay también los leones travestidos, que no tienen clara su condición de

león y se colocan la piel de oveja, pensando que todas las ovejas

deberían ser como ellos. Estos leones-ovejas son muy peligrosos y

suelen traer funestas consecuencias a las ovejas. Pues coloca a la oveja

en una situación de no producir como una oveja ni ser capaz de cazar

como un león. La oveja sufre y vive una situación esquizofrénica.

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Las opciones humanas son todas, pues, más o menos terribles. Desde

una variedad de ovejas mejor o peor pastoreadas, pasando por un león

más o menos atormentado por sus fantasmas, hasta el propio león jefe

que tiene que vivir en una vigilia continúa para no ser derrocado. Este

es el teatro de la vida humano.

Conviene identificar, pues, a los verdaderos enemigos de este drama

humano. ¿A qué temen las ovejas? A la muerte. ¿A qué temen los

leones? A una vida sin gloria ni poder, a la mediocridad.

El miedo a la muerte mantiene unidas las ovejas, el desafío a la muerte

de los leones permite a éstos hacerlas avanzar en alguna dirección. La

violencia es la vara del pastor que azuza las ovejas para que avancen en

esa tal dirección. Es necesario que muchos teman para poder construir.

Es necesario que algunos no teman para poder conducir. Este

mecanismo social impiedoso lleva torturando a los hombres desde

tiempos inmemoriales.

Para cambiar este teatro de la vida, sería necesario encontrar una

variante a la violencia y con una fuerza superior, que mantuviese unidas

las ovejas. Al mismo tiempo, para que los leones no viviesen

atormentados deberían encontrar una fuente de satisfacción que no

emanase del control del poder.

La razón humana expresada en la nueva sociedad del conocimiento, no

parece constituirse plenamente, en principio, como solución al dilema.

Sin embargo, la razón es una especie de ser vivo en sí mismo, poco

estudiado como tal. Utiliza los seres humanos, y quién sabe si todos los

seres vivos, como una red para desarrollarse. Los leones la utilizan para

mantener “dormidas” a las ovejas y como factor de ventaja competitiva

en la carrera por el poder, sin embargo esta naturaleza de "ser vivo"

convierte a la razón en un arma de dos filos.

El cerebro humano. La última frontera (Imagen Wikipedia)

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LA RAZÓN

esde los tiempos de la ilustración, cuando se impuso el

pensamiento científico y su vástago, la tecnología, profeta

auto-realizador de los nuevos tiempos y la modernidad; la

razón fue instrumentalizándose, prostituyéndose, por y para el poder en

aras de sus fines de dominación.

Pudiese parecer que la razón es una puta como llegó a decir Lutero –

que la calificaba como la más alta ramera del diablo-, sin embargo, que

mejor forma de ser aceptada que ofrecerse como una puta. En este

punto fundamental –de aceptación-, la razón tuvo tal éxito, que la

evolución de las estructuras de poder hasta nuestros días hizo del

conocimiento científico el factor de poder determinante.

Martin Luther by Lucas Cranach the Elder (Imagen Wikipedia)

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Siguiendo con la hipótesis antes mencionada de que la razón, tiene una

naturaleza de red que atraviesa y de alguna forma conecta todas las

inteligencias, y que ella, en sí misma, puede considerarse un ser vivo

con sus propios intereses, observamos que la razón es incontrolable

excepto por ella misma y por eso mismo es una arma de dos filos. Por

ejemplo, la Iglesia Católica la utilizó en la Edad Media permitiéndola

dominar el mundo, sin embargo la misma “arma” cimento la separación

entre la Iglesia y el Estado.

Así, la razón expresada y sistematizada en la ciencia fue la palanca de

Arquímedes con que Occidente domino el mundo. En este sentido, la

impresión que se tiene de que el poder económico tiene un collar con el

que controla a este “ser vivo” de la ciencia utilizándola para sus fines de

dominación es una apariencia bastante alejada de la realidad, por no

decir surrealista.

“Dadme un punto de Apoyo y moveré el mundo” (Arquímedes)

Ilust. de Mechanics Magazine publicada en Londres (1824). Public Domain

El cuadro metafórico sería algo así como un inmenso bulldog -que

representaría a la ciencia- creciendo continuamente de tamaño, con

alguien de su lado -el poder económico- sosteniendo una cadena que

aprisionaría a este formidable animal por el cuello. Observada con

detenimiento, la cadena no es pareo para los músculos del bulldog que

podría quebrarla cuando quisiese en cualquier momento, sólo no

haciéndolo porque en realidad la persona que se encuentra en el

extremo de la cadena es la que realmente está siendo conducida, sin

percibirlo –por su sensación de control-, por el bulldog. Así, un título

adecuado para este cuadro podría ser “persona que está siendo paseada

por la mano por el bulldog con su cuello”.

A dónde nos lleva todo esto. A que quizás el ser humano esté siendo

instrumentalizado por la ciencia y no al contrario. Todo bajo la

apariencia de que la ciencia está sirviendo al poder establecido cuando

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en la verdad sucede exactamente lo contrario en las mismas barbas de

los “leones”.

Examinemos por un momento las actuales potencialidades de la

ciencia, es posible clonar seres vivos, hay un entendimiento progresivo

de nuestra programación genética, la computación se prepara para un

salto cuántico. El cerebro es la última frontera, ¿Qué sucederá cuando

se desvelen totalmente sus misterios? Alguien piensa realmente que

nuestras estructuras sociales se mantendrán de aquí a cincuenta años.

Los proyectos de inteligencia artificial asociados a la automatización

total de los procesos productivos y la ingeniería genética sólo pueden

derivar en una única conclusión. Falta poco para que el ser humano se

torne obsoleto.

Cloning Experiments (simulación) Foto Jess Payne (Licencia CC)

Mientras todo esto sucede, la prensa, la televisión, los partidos políticos

están totalmente instrumentalizados al servicio del poder que piensa

que lo tiene todo controlado. Las técnicas de pastoreo de masas

mediante el uso intensivo de técnicas de desinformación y saturación

de información, son aplicadas y desarrolladas al máximo. No adelanta

saber hechos y ocurrencias si la gran masa de la población no entiende

los hilos que se mueven por detrás de los titulares de los mass media, si

no hay una visión de conjunto. Las personas piensan que están

informadas, cuando lo que están es perfectamente desinformadas. Sólo

Internet sobrevive a este férreo control, pero desafortunadamente su

capacidad de influencia es todavía limitada

Pero el poder está lejos de tener todo controlado, basta una pequeña

fisura en el teatro de operaciones humano, para que el tiempo, esa

dimensión que el hombre olvida con tanta frecuencia -en el sentido de

su mortalidad-, agrande la misma hasta convertirla en una tremenda

grieta que termine destruyendo todo lo tan cuidadosamente edificado.

Y esa pequeña fisura siempre existe, créanme. La confianza de los

leones en su poder y su enorme vanidad les impide ser conscientes de

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este hecho inevitable. En la antigua tradición romana, era praxis

durante el desfile multitudinario del césar en su cuadriga de oro

después de alguna campaña triunfante, ir acompañado de un lacayo

que sustentaba los laureles encima de su cabeza y no paraba de susurrar

al oído del cesar, Memento Mori (Recuerda que eres mortal).

Muerte de Cesar por Jean-Léon Gérôme (Imagen Wikipedia)

La evolución de la ciencia puede llevar a la extinción del ser humano

como lo conocemos le dije a mi madre en cierta ocasión. ¡Fantástico!,

dijo ella con sus muchos años de experiencia. Este mundo está muy mal

hecho, hagamos otro mejor. ¡Ah!, no es tan fácil, respondí. Lo más

probable es que hagamos un infierno peor todavía.

La razón como ente propio, puede hacer peligrosas elecciones. Esta

hipótesis resulta difícil de admitir. A los seres humanos nos gusta

pensar que estamos en el control de todo. Sin embargo, la realidad de

los hechos apunta a que ningún, absolutamente ningún ser humano,

está en el control de absolutamente nada. Todo es mecánico. Y ésta es la

clave de bóveda del sufrimiento humano.

Significa esto que las sectas religiosas que van contra la ciencia y la

tecnología tienen razón. Rotundamente no. No se puede huir de lo que

se conoce. La ciencia es un “punto de no retorno” en la historia

humana, por razones en las que no vale la pena extenderse aquí. Baste

decir que es imposible volver atrás, porque siempre habrá un león

dispuesto a utilizar los recursos de la ciencia y la tecnología para

obtener “ventaja” en la sempiterna competición de los leones.

De lo dicho, las dos lecciones que debería aprender el león son: la

primera que el control total es intrínsecamente imposible para el ser

humano –esto lo saben los leones más sabios-, siempre existirán

fisuras; y la segunda, que su vida podrá estar cargada de honores y

privilegios, pero la muerte no dejará de ser inevitable.

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La resistencia a la modernización de la Producción industrial nunca impidió su avance. Dibujo con dos ludditas destruyendo una máquina (1812). Imagen Wikipedia

En este punto el león querrá siempre morir con dignidad. Los vikingos

pensaban que morir con la espada en la mano les traería esta dignidad.

No hay dignidad en morir bajo la espada de alguien más fuerte, sólo

una demostración de debilidad. La verdad es que morir con dignidad es

el problema más difícil que puede enfrentar un ser humano. Y es el

problema más difícil porque su solución es una paradoja que pocos

consiguieron vislumbrar hasta ahora.

Vanitas de Philippe de Champaigne (1602–1674) (Imagen Wikipedia)

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LA EMBOSCADA1

ay un cuadro que representa a la perfección el llamado triunfo

de occidente sobre otras culturas. Se trata de La Batalla de las

Piramides (21 de julio de 1798) de Antoine Gros (1771-1835),

Musée National du Château. Versalles. En él, podemos ver un

Napoleón triunfante, imperial –lo cual es casi un sinónimo de él

mismo-, sometiendo a los mamelucos que se arrodillan delante suyo

suplicando clemencia.

La Batalla de las Piramides. Antoine Gros (1771-1835)

Musée National du Château. Versalles.

Antes de comenzar la batalla, Napoleón pronuncia su famosa arenga:

“Soldados, exclamó Bonaparte, ustedes van a combatir hoy a los

1 Este capítulo es un homenaje al CD del mismo nombre del cantante italiano Franco

Battiato.

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dominantes de Egipto: piensen que desde lo alto de estas pirámides,

cuarenta siglos nos contemplan”.

El jefe de los mamelucos, Mourad-Bey, huye de la batalla cuando ve la

situación perdida, tres mil hombres de su ejército dejan su vida en el

campo de batalla, en contraste las pérdidas francesas se elevan, como

mucho, a cuarenta muertos y ciento veinte heridos.

Sin querer entrar en el análisis detallado de este magnífico cuadro –

sirva esto de homenaje particular al malogrado Antoine, que terminó

suicidándose arrojándose al Sena debido al fracaso de público y crítica

en sus últimas obras-, lo que más me llama la atención en el mismo son

dos aspectos:

En primer lugar, el choque que aquí se manifiesta es más que un

enfrentamiento armado, es el choque de dos mundos. El fondo de las

pirámides como testimonio mudo no puede ser más emblemático en

este sentido. El mundo moderno y el mundo antiguo se enfrentan casi

que formalmente, pues Napoleón se sabía de antemano ganador. En

este sentido, hay una insistencia del autor en mostrar la aplastante

victoria de Napoleón, representando a los vencidos totalmente

rodeados y en número insignificante.

En segundo lugar, la súplica de los vencidos por su vida resulta, en un

segundo análisis al recorrer las diversas posiciones de los mismos, en

algo más sutil que va desde la muerte física del soldado abatido, hasta la

“muerte en vida” de quien se mantiene en pie, desarmado, intentando

mantener su honor.

La mirada perdida de esta figura que queda en pie, protegiendo una

mujer y un joven desnudo –el futuro- dice todo. Aquel hombre siente

que el suelo se abre bajo sus pies. Más que a la muerte teme el perderse

a sí mismo, el perderse lo que es, el “extraviarse”, que es una muerte en

vida.

La escena en su conjunto no es sólo el retrato triunfante de una acción

bélica, es un drama humano en toda su extensión. El drama en que los

leones guardianes de viejos valores, valores éstos difíciles de conciliar

con el progreso de la ciencia, hincan la rodilla desesperados delante de

los leones de los nuevos valores ilustrados, esto es, de la ciencia, de la

política, del derecho. Cienci Caes.

Tan sólo es el comienzo, un preludio de lo que estará por venir. Casi un

siglo después África entera y gran parte de Asia, serán dominadas por

las potencias occidentales y transformadas en colonias. Habrá quien

tome buena nota de los nuevos tiempos. No muchas décadas después,

Japón iniciará su particular revolución Meijí (1868).

Japón entendió que su defensa más importante debía partir de una

transformación o adaptación de sus valores tradicionales para poder

competir en la nueva arena de los estados modernos. Estudió las

costumbres y la cultura occidental –sobre todo la inglesa- y comprendió

rápidamente el poder que suponían la ciencia y la técnica, expresados

en una tecnología superior –sobre todo militar-. Hubo un esfuerzo

23

genuino por integrar los nuevos valores occidentales a su cultura

milenaria, una cultura que valoriza al extremo el detalle y la obsesión

por la perfección, cualidades ambas de extrema utilidad en los procesos

tecnológicos. El resultado, el Sintoísmo, supuso posicionarse poco

tiempo después como una potencia a la altura de las occidentales.

El Sintoismo –culto al emperador- permitió la unificación del Japón y

su transformación en una potencia militar. Por otro lado, trajo también

su propia destrucción al confiar en exceso en sus posibilidades de

expansión e intentar medirse con los Estados Unidos. No obstante,

muchos de los valores instaurados durante la época del imperio

siguieron siendo válidos en la reconstrucción de la posguerra, lo que

unido al sentido de unidad de los Japoneses como pueblo, permitió el

resurgimiento del Japón como potencia económica.

Emperador Hito (1901-1989) (Imagen Wikipedia)

Sería interesante analizar donde estuvo –y todavía está- el auténtico

déficit de Japón en aquella confrontación. Pero lo que más me interesa

con este ejemplo es mostrar la importancia de la renovación de los

valores en una sociedad. Toda la historia humana puede verse desde la

óptica de una constante lucha entre diferentes conjuntos de valores.

Tanto en el auge como en la caída del Japón imperial, los valores

adoptados tuvieron un papel fundamental.

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LOS VALORES

os valores pueden tener diversas naturalezas como: religiosos,

culturales, éticos, políticos, deportivos, entre otros.

Generalmente tienen un fuerte apelo emocional. Como es difícil,

prácticamente imposible, discutir racionalmente sobre un valor, los

conflictos son continuos.

No existen valores objetivos, pero si existen valores que aumentan o

disminuyen las posibilidades de sobrevivencia, de adaptación y sobre

todo de aprendizaje. Por ejemplo, es evidente que la polución de

nuestro planeta nos resta calidad de vida, independientemente de la

polémica sobre el calentamiento global. Dar la importancia que se

merece a nuestro entorno natural es, pues, un valor positivo para una

sociedad.

Playa contaminada. Foto Laboratorio en Movimiento (Licencia CC)

A finales del siglo XVIII, y durante los siglos XIX y XX Occidente

estructuró sus valores alrededor de la política y la ciencia, lo que

caracteriza la modernidad, separando la religión del estado. A su vez la

L

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política se construyó sobre conceptos emergentes como la lucha de

clases y la estructura bipolar de izquierda-derecha.

Los términos Izquierda, Derecha y Centro surgen de la Asamblea

Constituyente durante la Revolución Francesa en que los deputados se

encontraban divididos en dos grupos enfrentados: el de la Gironda, que

se situó a la derecha del presidente y el de la Montaña, que se situó a la

izquierda. En el centro, estaba una masa sin tomar partido a la cual se

designó como la Marisma.

Los conceptos de Izquierda y Derecha proceden de la Revolución Francesa.

Salle du Manège, lugar donde se reunió la Asamblea Constituyente

(Imagen Wikipedia)

Sin embargo, los conceptos de izquierda y derecha son actualmente un

cajón de sastre en que cabe todo, por tanto, que no quiere decir nada.

Una farsa política. En contraposición, el análisis de una opción política

sobre el prisma de los valores marca una dirección inequívoca de acción

contra la cual el gobernante será medido y cuestionado. En la

democracia, una referencia ética que enfrentará los partidos políticos

consigo mismo haciéndolos ver todas las ratas de cloaca dialécticas que

habitan sus referentes ideológicos.

Por tanto, el análisis de los valores parece más adecuado para ver qué

principios nortean una determinada opción política y, por tanto, para

observar desde una plataforma privilegiada las contradicciones en que

incurren en sus acciones. En este sentido, determinar marcos de

referencia para el análisis de los valores es un desafío para

26

historiadores, filósofos, antropólogos, sociólogos, economistas y un

largo etc...

Por otro lado, las culturas diferentes, o sea, conjuntos de valores

diferentes, una vez en contacto, se enfrentan o, en el mejor de los casos,

se fagocitan mutuamente en favor de una u otra. La coexistencia

pacífica entre culturas diferentes es un estado de equilibrio inestable

por su cinismo implícito (Siempre habrá un conflicto latente). La única

forma de no haber conflicto es no conocerse o no interferir

estableciendo un mutuo aislamiento –y esto último será siempre difícil.

En última instancia, los valores siempre establecerán un benchmark

entre sí cuando sus intereses u objetivos estén en conflicto. En este

sentido, la guerra, como ya dijo cierto general norteamericano no es

más que el benchmark definitivo entre culturas diferentes.

Invasión de Irak ¿Imposibilidad de coexistencia pacífica entre el mundo occidental y el mundo árabe?

Photo by U.S. Army (Licencia CC)

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EL PODER DE LAS IDEAS

a mayoría de la gente es ajena a la influencia que la religión

ejerce en su pensamiento. A pesar de que alguien se declare ateo

o agnóstico -que es la moda-, corren en sus valores, en sus

formas de pensar y de actuar, multitud de influencias tejidas por la

religión aunque sea de forma inconsciente.

Estableciendo un paralelo para que se entienda mejor, es algo parecido

a una extraña manifestación contra occidente que un día vi en cierto

país africano. Aquellas personas se declaraban contra occidente y

contra todo lo occidental, no obstante algunos de los manifestantes

lucían una camisa de la Coca Cola. Cuestionada una persona sobre tal

contradicción, dijo que le gustaba la Coca Cola pero no Occidente. Los

manifestantes también querían Democracia y Libertad, pero… “no les

gustaba occidente”.

Se puede decir que el núcleo moral de las diversas culturas humanas

fue lentamente amasado. Primero por creencias, por absurdas que estas

pudiesen parecer, jugaban un papel de referencia social crucial; y

posteriormente por las diversas religiones. Esto equivale a decir a algo

que fue de la intuición a la revelación -que en el fondo quizás sean la

misma cosa, diferenciándose sólo en el tono de voz, una bajita, la otra

bien fuerte-. Sin embargo, en el caso occidental se dieron unas

circunstancias especiales debidas sobre todo a la influencia de la

filosofía griega.

En la Edad Media, Santo Tomás, “armado” de los redescubiertos Platón

y Aristóteles, verdaderos pesos pesados de la filosofía, aplastó el aún

débil e incipiente aparato filosófico cristiano de San Agustín todavía en

fase de formación, por tanto sin oportunidad frente a la maravilla de la

filosofía griega.

El aparato de pensamiento griego, convenientemente filtrado y

adaptado a las necesidades de la Iglesia Católica se constituyó así en el

eje del poder de la misma y en uno de los pilares del triunfo de

occidente.

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Al mismo tiempo, al no ser la filosofía griega un aparato pensado con

fines religiosos, ésta pasó su factura regularmente al catolicismo

imperante, generando crisis periódicas dentro del mismo como la del

luteranismo, al “solidificar” las arbitrariedades católicas de una forma

clara, produciendo diversos cismas y separaciones violentas.

El triunfo de Santo Tomás Aquino de Zurbarán (Licencia CC)

En todo caso y a pesar de estos “pequeños inconvenientes” -nada es

perfecto y ahí está una buena explicación para el famoso coste de

oportunidad-, el matrimonio entre la Iglesia Católica y la filosofía griega

se mantuvo por cuestiones de conveniencia. Después de todo y según

los propios cánones católicos sobre el matrimonio ¿No debemos

permanecer casados hasta que la muerte nos separe?

De esta relación con la filosofía griega pronto nacería un hijo prodigio,

La Ciencia, que vendría a ser la espina dorsal conductora del triunfo de

occidente y del advenimiento de la modernidad. Este hijo pronto

comenzaría a dar dolores de cabeza a sus padres con una nueva visión

del mundo y terminaría provocando la separación entre el Estado y la

Iglesia. Y es que la famosa puta de Lutero era una puta muy lista.

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Galileo ante el Santo Oficio, por Joseph-Nicolas Robert-Fleury (Licencia CC)

Este inmenso poder de la letra es algo que nunca será evidenciado lo

bastante. Parece que las grandes ideas tienen vida propia, una vez

divulgadas escapan totalmente del control de sus autores, que son

solamente descubridores no propietarios de aquello, y pueden llegar a

deflagrar acontecimientos totalmente impredecibles. Santo Tomas

aprende a manejar el “arma” de la filosofía griega, da una nueva

esperanza al hombre y se crean ni más ni menos que gran parte de las

condiciones para el nacimiento da la ciencia. La historia humana habría

sido radicalmente diferente con San Agustín.

Las quemas de libros considerados herejes por parte de la inquisición y

más modernamente con los nazistas “de cualquier cosa que no fuese de

ellos”, en una radical tentativa de reescribir la historia, son dos

ejemplos significativos de la constatación de ese poder sin límites y del

miedo enorme al poder de las ideas y a los procesos totalmente

descontrolados que generan.

Imagínese, podría formular ahora mismo, aquí, una idea tal, tan

atrayente, tan subyugante, que entraría en su mente modificando

ciertos parámetros de su comportamiento, manipulándolo, iniciando

una reacción en cadena totalmente fuera de mi control –y del suyo-. En

principio yo no la proyecté con esa intención pero...

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Quema de Libros en Berlín por el partido nazista (Foto Wikipedia)

Yendo más lejos, imaginemos que la idea produce una serie de

interacciones que envuelven hombres-clave en el poder –o cerca del

mismo, o deseando el mismo-, hombres aburridos, deseosos de

encontrar un objeto de pensamiento con el que jugar –en realidad ser

jugados por él-, que podrían iniciar nuevos desdoblamientos más

dramáticos, querer colocar en práctica la tal idea, enfrentar

oposiciones, ir a la guerra si es preciso. Si, morir, al final tanta gente no

puede estar equivocada. La sola idea atenaza el corazón y sin embargo...

¡Ah! Qué proceso fantástico y tan poco estudiado.

Ejemplos de este poder de algunas obras no faltan y no necesitamos

recurrir a las religiones para encontrarlos, el más emblemático quizá

sea el de Marx con su “El Capital”, pero hay muchos quizá no tan

“nucleares” mas de cualquier forma impresionantes en la influencia de

la historia del pensamiento, como el Problema de los Universales, que

suscitó un gran debate entre las mejores mentes de la Edad Media

durante los siglos XII y XIII. El problema fue recogido de un texto de la

Isagoge de Porfirio, un texto aparentemente “inocente” pero que debido

a las circunstancias del momento se constituyó en el detonante del

debate medieval sobre los llamados Universales, y que aún se discute

en nuestros días a través de la filosofía moderna y contemporánea.

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Portada Original de El Capital (Imagen Wikipedia)

Pero quiero centrarme ahora en la cuestión de los valores. A pesar de

que no es raro encontrar en los valores llamados religiosos prácticas

hipócritas o fundamentos totalmente arbitrarios, no cabe duda que las

religiones mantuvieron un cierto equilibrio en el concierto de las

emociones humanas. Digo “cierto equilibrio”, porque el precio en vidas

humanas podría hacer correr ríos de sangre. Esto da una idea de la

importancia que el ser humano otorga a encontrar un sentido para su

vida.

Por otro lado, dos guerras mundiales, y la caída de la Unión Soviética

no invitan a hacer muchas nuevas “revelaciones laicas”, y con esto entro

de lleno en el problema que paso a abordar, que es, precisamente, el de

las ideas que fundamentan y construyen las sociedades.

En el sentido laico y de la misma forma que las “revelaciones” que

fundamentaron las religiones, las ideas modernas de carácter político-

social permitieron la creación de sistemas de pensamiento que, para sus

autores, no dejaron de tener también -a veces hasta mencionándolo

explícitamente ellos mismos, véase si no el caso de Nietzsche- un

carácter de revelación.

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Caída del Muro del Berlín (Foto Wikipedia)

Estos sistemas de pensamiento originan las ideologías, una especie de

motores sociales de ideas con una mecánica tan delicada y compleja que

podríamos calificarla como una especie de “mecánica divina”. Es esta

mecánica la que ajusta los motores de las ideas haciendo un uso

rudimentario y muchas veces inconsciente de los valores, que actúan

como una especie de caja de herramientas.

Esta falta de dominio intelectual sobre los valores y las

transformaciones y posibilidades asociadas a los mismos; sobre la

tremenda dificultad de aislarse de las propias coordenadas culturales en

el análisis de las ideas; provocó que los mecánicos que adherían a un

determinado motor nunca estuviesen suficientemente preparados para

ejercer esta función.

Quizá dentro del campo científico estos aspectos sean solamente

tratados por la ciencia de la administración y del marketing, ambas

denodadas por los científicos, pero que de hecho se están constituyendo

en el puente entre la ciencia y la sociedad. De hecho analice los

contenidos de un curso de administración o de marketing y verá que si

usted enseñase los principios de una administración moderna en una

universidad de la edad media, habría dos posibilidades, o sería

quemado como hereje o bien encuadraría esos principios dentro de un

curso de teología.

Con esto quiero decir que existen ciertos aspectos, evidentemente que

no todos, que permiten establecer algunos paralelismos entre un curso

de administración de empresas y una religión. De hecho, todos los

gerentes que se dicen agnósticos son fervorosos “practicantes” de

alguna escuela de administración.

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Harvard Business School. Verdadera fábrica de gurús de la administración

(Foto Wikimedia)

Por otro lado, todos los motores creados hasta ahora fueron basados en

la base de un entendimiento lingüístico complejo, extenso, que requiere

muchos años para su comprensión. Son, pues, motores difíciles de ser

entendidos y ajustados. Esta limitación cognoscitiva, introduce también

el problema de la transparencia del sistema y por tanto, la fragilidad del

mismo en relación al riesgo del sistema como un todo estar en las

manos de “malos mecánicos”.

Este será el siglo en que la razón no necesitará más fingir que es una

puta. La ciencia ya tiene suficiente fuerza propia y aunque su estrategia

no es la de la confrontación directa, algunas situaciones peculiares

como la oposición entre ciertos dogmas religiosos y objetivos de la

ciencia llevan a pensar que esta confrontación ya está en marcha.

Podemos pensar en una nueva serie de motores, más accesibles, más

eficientes de un punto de vista de la superación de las limitaciones

humanas como la vejez o las enfermedades, que permitan administrar

mejor el conflicto de intereses entre la ciencia y la religión. Para esto

presiento que es necesaria la creación de algo más sofisticado que

nuestro lenguaje actual, pero sobre todo es necesario un conocimiento y

una relación más directa con nuestros valores, lo cual pasa

necesariamente por una transformación de la educación.

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LOS MOTORES DE IDEAS

n aporte de esta obra, quizá sea el principal, es la propuesta de

utilización del término motor de ideas en lugar del de

ideología. La palabra “motor” encierra un paradigma utilitario,

no dogmático, y con un claro compromiso con su caducidad. Ya el

termino ideología tiene ciertas connotaciones dogmaticas, respira aires

arbitrarios, aspira a perpetuarse eternamente y es bastante refractario a

los análisis de la razón.

De la misma forma que un motor siempre tiene un rendimiento más o

menos imperfecto –sabemos que es imposible una eficiencia

termodinámica del 100%-, la historia nos muestra como los motores de

ideas distan bastante de la perfección.

Súmense a esto las diferentes soluciones que “los mecánicos” dieron

para poder hacer funcionar los motores de ideas a través de la historia y

los diversos conflictos y convergencias entre los mismos.

Los motores de ideas de tipo religioso son de un tipo que califico de

inercial, poseen un cuerpo dogmatico inmutable e incuestionable de

“verdades reveladas”, sobre el cual se construye el conjunto de valores

de la sociedad.

En la medida en que el cuerpo dogmático comienza a ser cuestionado el

“recorrido histórico” comenzará a agotarse, necesitando de algún tipo

de realimentación o “ajuste” para poder proseguir. Ejemplo de este

tipo de motor es la Iglesia Católica que alcanza su zenit de poder en el

régimen papal del siglo XIV en Europa.

Los motores sociales de tipo no religioso o laico reúnen componentes

políticas y filosóficas en el contenido y científicas en la forma de

presentación y argumentación. Son de un tipo que califico como de

aceleración constante con colapso implícito.

En pocas palabras, un motor que goza de una aceleración in crescendo,

su hipótesis de partida, hasta llegar a un punto de colapso, el momento

en que la hipótesis es refutada o ya no carece más de validez. Si el punto

de colapso no es previsto con la suficiente antelación al objeto de

revisar sus hipótesis de partida, el sistema corre el risco de desintegrar

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su unidad. El mejor ejemplo de este tipo de motor fue el Sistema

Soviético.

El proceso de la Perestrokia y la Glasnost -transparencia- fue

insuficiente para sustentar la cohesión social en el proceso de

renovación política, resultando en el caos social y la inclusión dramática

-hasta hoy- de un nuevo motor de tipo occidental todavía no digerido

por la sociedad –y traducido en un sistema de mafias.

Sello soviético relacionando la perestroika con el octubre rojo (Imagen Wikimedia)

El motor puede ser también una combinación de estos dos tipos, en ese

caso tendremos un motor de “dos cilindros” más complejo, que es el

característico de la revolución industrial y la modernidad americana.

En este modelo tanto el componente religioso como el no religioso

sacan partido el uno del otro en términos de estabilidad, ya que la

composición de los valores en la sociedad resulta de un acuerdo de

fuerzas complejo, siendo éste en su conjunto muy difícil de atacar.

Sin embargo, con el avance de la ciencia hay una confrontación

progresiva en términos de valores con la religión y la respuesta viene en

forma de fundamentalismo, precisamente porque es la única forma de

mantener la inercia de la fuente de sus valores (el dogma).

La crisis actual del capitalismo guarda muchos paralelismos con el final

de la Unión Soviética. No es solamente una crisis económica es la crisis

de todo un paradigma. Los máximos exponentes de las democracias2

2 La palabra Democracia es de origen griega (demos, pueblo, kratos, poder). El legislador

griego Clístenes instauro institucionalmente la democracia en Atenas hace más de dos mil

quinientos años. Los ciudadanos –adultos masculinos nacidos en Atenas– decidían los

destinos de la ciudad en una plaza pública. Era la llamada democracia directa. En su

famoso discurso fúnebre o Epitafio, Pericles la definió: "El régimen ateniense se llama

democracia, pues el gobierno del Estado no está en las manos de pocos, mas de muchos".

Hoy, una de las definiciones de democracia más usadas dice que "es la forma de gobierno

basada en la soberanía popular y en la distribución equitativa del poder". Así, la

democracia ateniense era directa, esto es, las leyes eran elaboradas directamente por los

ciudadanos, al contrario de las democracias representativas actuales, en las cuales el

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occidentales están transformándose aceleradamente en cleptocracias.

El progresivo desprestigio de los valores religiosos, así como el

creciente vacio en su práctica efectiva, son una muestra de la pérdida de

las señas de identidad cristianas occidentales.

Vistos los fracasos de los experimentos fascistas y soviéticos, cuya

duración histórica es irrisoria si comparados con los dos milenios de un

Catolicismo, por poner un ejemplo. Queda claro que la cuestión moral

contemporánea no gira en torno de la creación de una moral atea como

a algunos les parece, y si de los mecanismos de renovación de una

moral compuesta de valores de distinta naturaleza: políticos, religiosos,

científicos, éticos, culturales, ambientales, etc… que coexisten entre sí,

en lo que sería la formación de un renovado conjunto de valores a

escala mundial. Un motor de ideas con varios cilindros, complejo de

equilibrar, pero mucho más robusto que el actual. Preparado para

actuar a escala global.

Andréi Sájarov. Foto Dbking

pueblo escoge sus representantes para elaborarlas. Sin embargo, también debemos

recordad que las mujeres, los menores de edad, los extranjeros (metecos) y los esclavos

no participaban de ese proceso, ya que no eran considerados ciudadanos.

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EL DESPERTAR DEL SUEÑO

l final, la gran lección es que dependemos unos de otros.

Actuando solos facilitamos el mecanismo de pastoreo de las

ovejas, perpetuando la farsa humana (la mentira) y

transformándonos en individuos aislados fácilmente alienables,

impotentes delante de las transformaciones que están sucediendo.

Sad Icelandic sculpture. Foto WorldIslandInfo (Licencia CC)

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Ahora bien, el ser humano es víctima porque no tiene consciencia de la

real situación en que vive. Ser conscientes de esta situación es el primer

paso para superarla.

Pero si no es posible el control de nuestro destino, si ser león, en

realidad no es más que un mecanismo más sutil para servir a los

engranajes del sistema ¿Quiere esto decir que la renuncia del león a su

misión y la imposibilidad de las ovejas de auto-gobernarse puede hacer

derivar la sociedad humana a una anarquía?

La respuesta es que difícilmente eso va a suceder. La mayoría de los

leones son obsesionados por la zanahoria del poder y seguirán viviendo

en un sueño, al igual que las ovejas.

Reunión de Yalta (1945) con Churchill, Roosevelt y Stalin‎ (Imagen Wikimedia)

La única forma de atajar el problema de la farsa humana es trabajar

sobre la substancia que forjó las ovejas y los leones. El verdadero

enemigo del hombre y la causa final de su sufrimiento. La muerte.

Sin muerte, la violencia es inútil, la función del león se hace innecesaria

y el miedo de las ovejas desaparece, por tanto el rebaño también

desaparece.

La muerte, como ya dije, es la moneda de cambio del león para conducir

el destino de las ovejas. La existencia de leones y ovejas es intrínseca a

nuestra condición mortal. La constatación por parte del león y de las

ovejas de ser meros mecanismos, debería empujar a los mismos a la

superación de tal dilema y no a su perpetuación.

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Este insight de “ser mecanismo” ya conocido por bastantes personas

debe progresivamente deflagrar una reacción en cadena que termine

por alcanzar a todos los hombres, independientemente de su condición.

Tiempos modernos de Charlie Chaplin (Imagen Wikimedia)

Supongamos que los hombres se tornan conscientes de su sueño y por

un momento se olvidan de sus disputas para, uniendo esfuerzos,

superar el problema de la condición mortal humana. En una primera

fase podríamos tener un salto dramático en la extensión de la vida

humana por reprogramación de nuestro ADN y el uso de tecnologías

con células madre, a digamos 400 o 500 años de edad. Esto de por sí,

cambiaría todas las estructuras humanas. En un paso al frente este

hombre con una capacidad de conocimiento varias veces superior al

actual, podría llegar a desarrollar la tecnología para independizar el

cuerpo de nuestra mente que podría vivir, inclusive, en un ciberespacio.

Esto no es nada descabellado o ciencia ficción. La evolución de las

especies Darwiniana es una competencia de softwares genéticos que se

auto-perfeccionan. Esta evolución debe tener sus limitaciones pues ésta

depende, principalmente, de las condiciones y modificaciones del

entorno. En el caso de los seres humanos, ya hay un cierto grado de

autonomía en relación a estas condiciones, lo que quiere decir que

nuestro software, nuestro ADN, ya alcanzó, de alguna forma, un cierto

límite. Cabe ahora al ser humano realizar su propia transformación.

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Estudios de Embriones de Leonardo Da Vinci (Imagen Wikimedia)

El problema de este nuevo hombre liberado de la condición mortal será

buscar su nueva razón de existir. Ya no luchará por su sobrevivencia y

esta situación creará un gran vacío. ¿Qué hacer? ¿Volver atrás? El

recuerdo de los sufrimientos pasados no parece nada atractivo. Sería un

masoquismo. ¿Qué puede hacer este nuevo hombre? Pues descansar

durante un buen tiempo, recrearse en el conocimiento del universo.

Quizás durante ese descanso descubra alguna cosa interesante.

El león sabio sabe que en realidad no es tal león, llegó a la conclusión de

que la única salvación reside en el conocimiento –ya le dio innúmeros

triunfos frente a otros leones-, y para eso, depende de las ovejas. Pero

como ya dije, la razón en realidad es un animal poco estudiado, pues

damos a ella un carácter individual, cuando en realidad ella permea

todos los seres vivos.

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Gracias por tu lectura.

Puedes encontrar otros libros del autor en:

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