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Voces: CONTRATO ~ ABUSO DEL DERECHO ~ TEORIA DE LA IMPREVISION ~ EMERGENCIA ECONOMICA ~ LESION SUBJETIVA ~ AUTONOMIA DE LA VOLUNTAD ~ CUMPLIMIENTO DEL CONTRATO Título: La frustración del fin del contrato Autor: Barocelli, Sergio Sebastián Publicado en: DJ2004-2, 861 SUMARIO: I. Introducción.- II. Conceptualización.- III. Orígenes y evolución de la teoría de la frustración del fin del contrato.- IV. Presupuestos de admisibilidad.- V.Contratos a los que es aplicable.- VI. Consecuencia de la frustración del fin de contrato.- VII. La teoría de la frustración en el derecho argentino.- VIII. Conclusión. I. Introducción El principio de la autonomía de la voluntad, con su correlato en el adagio romano pacta sunt servanda constituye el marco básico en materia contractual. El mismo, entiende la más calificada doctrina, tiene jerarquía constitucional y ha sido consagrado en el art. 1197 del Cód. Civil. No obstante ello, este principio que en el primigenio Código de Vélez Sarsfield tenía caracter casi absoluto ha venido a ser interferido por una serie de institutos, como la lesión (art. 954 CC), el abuso del derecho (art. 1071 CC), la llamada teoría de la imprevisión o de la excesiva onerosidad sobreviniente (art. 1198, 2° parte CC), la teoría del estado de necesidad, el intervencionismo del Estado a través de la legislación de emergencia, el standart jurídico de la buena fe (art. 1198, 1° parte CC), el sistema de protección al consumidor (art 42 de la Constitución Nacional y ley 24.240) y la teoría de la frustración del fin del contrato, razones por la cual llevaron en su momento a decir Risolía que estábamos ante una crisis de la fuerza obligatoría del contrato (1). En este trabajo reflexionaremos específicamente en torno a la teoría de la frustración del fin del contrato. II. Conceptualización Podemos decir con parte de la doctina que entendemos por frustración del acto jurídico -y por extención de los contratos- a aquel supuesto en el que, por causas ajenas a la voluntad de las partes, no se obtiene o se piede la obtención del efecto inmediato tenido en mira para la celebración del acto. Es decir, aquellos casos en los que se frustra por una circunstancia ajena al deseo de los otorgantes la producción del efecto deseado en forma directa o inmediata (2). III. Orígenes y evolución de la teoría de la frustración del fin del contrato a) Derecho anglosajón. En cuanto a su origen es casi unánime la doctrina en señalar al derecho anglosajón. El instituto de la frustración del fin del contrato vino a morigerar el principio fundamental en el derecho contractual inglés que establecía que quien había asumido contractualmente una determinada obligación debía estrictamente cumplirla y, salvo que se hubiese previsto expresamente una exoneración o limitación de su responsabilidad contractual, este debía hacer frente a las consecuencias de la imposibilidad de cumplimiento frente al cambio de las circunstancias que pudiera haber sobrevenido con posterioridad al contrato (3). Este principio había sido consagrado en el clásico precedente Paradine V. Jane del año 1647, en el que a un locatario se le hizo responder por el pago del alquiler a pesar de que había sido privado del uso y goce del bien por un enemigo del rey. Dicho precedente fue modificado en 1863 con el caso Taylor V. Caldwell, que determinó que habiéndose destruído materialmente el objeto de la prestación se frustraba el contrato y el obligado no era responsable del incumplimiento, consagrándose en el derecho inglés lo que en el derecho continental podría asimilarse al caso fortuito o fuerza mayor. Donde mayormente se desarrolló el instituto de la frustación fue en el derecho marítimo, tomándose como base para la aplicación del instituto de marras la frustración de la aventura comercial que las partes habían tenido al contratar; en estos supuestos es donde la teoría de la frustración tuvo aplicaciones más amplias, alcanzando situaciones donde no se había producido la destruccion de la cosa ni la imposibilidad material de incumplimiento de la obligación (4). Así las cosas, es en una serie de precedentes conocidos como los casos de la Coronación donde la teoría de la frustación del fin del contrato alcanzó su perfección. Los mismos tuvieron como marco fáctico a los desfiles que se habían organizadon en Londres con motivo de la coronación de quien luego sería Eduardo VII. Por tal motivo muchos propietarios de las casas cuyos frentes daban a las calles por las que iba a transcurrir el desfile de coronación habían puesto en alquiler sus balcones o piezas con ventanas para observar el evento. Por razones de salud del futuro monarca el desfile fue suspendido, por lo que el fin perseguido por los arrendatarios al contratar había quedado frustrado. © Thomson La Ley 1

La Frustacion Del Fin Del Contrato - BAROCELLI

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Voces: CONTRATO ~ ABUSO DEL DERECHO ~ TEORIA DE LA IMPREVISION ~ EMERGENCIAECONOMICA ~ LESION SUBJETIVA ~ AUTONOMIA DE LA VOLUNTAD ~ CUMPLIMIENTO DELCONTRATOTítulo: La frustración del fin del contratoAutor: Barocelli, Sergio SebastiánPublicado en: DJ2004-2, 861

SUMARIO: I. Introducción.- II. Conceptualización.- III. Orígenes y evolución de la teoría de lafrustración del fin del contrato.- IV. Presupuestos de admisibilidad.- V.Contratos a los que es aplicable.-VI. Consecuencia de la frustración del fin de contrato.- VII. La teoría de la frustración en el derechoargentino.- VIII. Conclusión.

I. Introducción

El principio de la autonomía de la voluntad, con su correlato en el adagio romano pacta sunt servandaconstituye el marco básico en materia contractual. El mismo, entiende la más calificada doctrina, tiene jerarquíaconstitucional y ha sido consagrado en el art. 1197 del Cód. Civil.

No obstante ello, este principio que en el primigenio Código de Vélez Sarsfield tenía caracter casi absolutoha venido a ser interferido por una serie de institutos, como la lesión (art. 954 CC), el abuso del derecho (art.1071 CC), la llamada teoría de la imprevisión o de la excesiva onerosidad sobreviniente (art. 1198, 2° parteCC), la teoría del estado de necesidad, el intervencionismo del Estado a través de la legislación de emergencia,el standart jurídico de la buena fe (art. 1198, 1° parte CC), el sistema de protección al consumidor (art 42 de laConstitución Nacional y ley 24.240) y la teoría de la frustración del fin del contrato, razones por la cual llevaronen su momento a decir Risolía que estábamos ante una crisis de la fuerza obligatoría del contrato (1).

En este trabajo reflexionaremos específicamente en torno a la teoría de la frustración del fin del contrato.

II. Conceptualización

Podemos decir con parte de la doctina que entendemos por frustración del acto jurídico -y por extención delos contratos- a aquel supuesto en el que, por causas ajenas a la voluntad de las partes, no se obtiene o se piedela obtención del efecto inmediato tenido en mira para la celebración del acto. Es decir, aquellos casos en los quese frustra por una circunstancia ajena al deseo de los otorgantes la producción del efecto deseado en formadirecta o inmediata (2).

III. Orígenes y evolución de la teoría de la frustración del fin del contrato

a) Derecho anglosajón.

En cuanto a su origen es casi unánime la doctrina en señalar al derecho anglosajón.

El instituto de la frustración del fin del contrato vino a morigerar el principio fundamental en el derechocontractual inglés que establecía que quien había asumido contractualmente una determinada obligación debíaestrictamente cumplirla y, salvo que se hubiese previsto expresamente una exoneración o limitación de suresponsabilidad contractual, este debía hacer frente a las consecuencias de la imposibilidad de cumplimientofrente al cambio de las circunstancias que pudiera haber sobrevenido con posterioridad al contrato (3).

Este principio había sido consagrado en el clásico precedente Paradine V. Jane del año 1647, en el que a unlocatario se le hizo responder por el pago del alquiler a pesar de que había sido privado del uso y goce del bienpor un enemigo del rey.

Dicho precedente fue modificado en 1863 con el caso Taylor V. Caldwell, que determinó que habiéndosedestruído materialmente el objeto de la prestación se frustraba el contrato y el obligado no era responsable delincumplimiento, consagrándose en el derecho inglés lo que en el derecho continental podría asimilarse al casofortuito o fuerza mayor.

Donde mayormente se desarrolló el instituto de la frustación fue en el derecho marítimo, tomándose comobase para la aplicación del instituto de marras la frustración de la aventura comercial que las partes habíantenido al contratar; en estos supuestos es donde la teoría de la frustración tuvo aplicaciones más amplias,alcanzando situaciones donde no se había producido la destruccion de la cosa ni la imposibilidad material deincumplimiento de la obligación (4).

Así las cosas, es en una serie de precedentes conocidos como los casos de la Coronación donde la teoría dela frustación del fin del contrato alcanzó su perfección. Los mismos tuvieron como marco fáctico a los desfilesque se habían organizadon en Londres con motivo de la coronación de quien luego sería Eduardo VII.

Por tal motivo muchos propietarios de las casas cuyos frentes daban a las calles por las que iba a transcurrirel desfile de coronación habían puesto en alquiler sus balcones o piezas con ventanas para observar el evento.Por razones de salud del futuro monarca el desfile fue suspendido, por lo que el fin perseguido por losarrendatarios al contratar había quedado frustrado.

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Tal frustración motivó a que se presentaran judicialmente una serie de pleitos entre los locadores, quienesafirmaban que debía pagárseles el total del canon locativo convenido y los locatarios, que sostenían que debíareintegrárseles las sumas ya abonadas y eximírseles del pago del resto del precio.

Los casos de la Coronación permitieron aportar a la doctrina nuevas perspectivas para la conceptualizacionde la mentada teoría pues los mismos excedieron el marco del caso fortuito o fuerza mayor del derechocontinental, alcanzando nuevas alternativas. De ellos podemos inferir como elementos para su aplicación:

-una relación jurídica de plazo diferido o tracto continuado,

-un acontecimiento extraordinario imprevisible que modifique la base objetiva del negocio y

-una finalidad común que ha resultado inalcanzable por esa modificacion, aún cuando la prestación sea deposible realización (5).

b) Derecho alemán

Donde sí tuvo especial desarrollo esta teoría fue en el derecho alemán, pues ya en el Derecho TerritorialPrusiano (Landrecht) de 1794 se establecía que ante una imprevista trasformación de las circunstancias quehicieran imposible la consecución de la finalidad última de ambas partes, expresamente declarada o deduciblede la naturaleza del negocio, cada una de ellas podía resolver el contrato todavia no cumplido (6).

Son también de trascendencia los estudios iniciados por Windscheid, continuados por Oertmann yculminados por Larenz. Este último, por medio de la teoría de la base objetiva del negocio fundamentó lamodificación de las relaciones contractuales por el cambio de circunstancias.

Entendía Larenz que la mutación de las circustancias existentes a la celebración del contrato sólo hacíandesaparecer la base del negocio cuando:

- las partes contratantes tuvieron en miras determinadas circustancias (base subjetiva del negocio),

- esas circunstacias deben subsistir objetivamente para que el contrato pueda existir como regulación dotadade sentido (base objetiva del negocio),

- esta base del negocio desaparecerá cuando dicha finalidad objetiva ha resultado estéril, aún cuando laprestación es materialmente posible (7).

c) Derecho español

La teoría de la frustración del fin del contrato tuvo tambien su recepción en autores españoles como DiezPicazo (8) y Espert Sanz (9), quienes estudiaron la íntima vinculación entre la frustración y la doctrina de lacausa.

La causa, como elemento esencial de los contratos ha sido motivo de amplia controversia doctrinaria, desdeel causalismo sostenido por Domat, pasando por el anticausalismo iniciado por Ernst y el neocausalismo deMessineo, tema que excede al presente trabajo (10). Siguendo a la más moderna doctrina podemos afirmar quetodo negocio jurídico tiene dos tipos de causas: una genérica o abstracta, común a todas las figuras de la mismaespecie, que califica a todo negocio jurídico (causa fin objetiva)-y otra específica, propia de cada negocio,motivada por los sujetos intervinientes del mismo (causa fin subjetiva) (11).

Esta última es la que interesa a los efectos de la teoría de la frustración.

Cuando esta causa fin subjetiva se encuentra externalizada, conocida y aceptada por las partes constituye unelemento esencial del contrato, por lo que si queda estéril a posteriori por un hecho anormal la parte interesadapodrá resolver el vínculo jurídico.

IV. Presupuestos de admisibilidad

Contituyen presupuestos para hacer operar la teoria de la frustracion del fin del contrato (12):

a) La existencia de un contrato válido.

b) El acaecimiento de un acontecimiento anormal, sobreviniente, ajeno a la voluntad de las partes, queincida sobre la finalidad del contrato de manera que malogre el motivo que impulsó a las partes a contratar, alpunto de desaparecer el interés o utilidad en la subsistencia del contrato.

c) Que quien invoca la frustracion no se encuentre en mora.

d) Que la misma no sea como consecuencia del riesgo que posee todo negocio jurídico sinalagmático.

V. Contratos a los que es aplicable

La mayoria de la doctrina entiende que la teoría de la frustración del fin del contrato es aplicableexclusivamente en los contratos bilaterales y consensuales, de ejecución diferida o de tracto sucesiva (13).

Sin embargo, exiten posturas minoritarias como la de la profesora Noemí Nicolau quien sostiene que lateoría de la frustración podría desenvolverse también en los contratos aleatorios si la frustración se produce porcausas extrañas al álea propia del contrato e incluso en los contratos unilaterales y gratuitos, poniendo en esteúltimo supuesto como ejemplo el caso de una persona que realiza una donación de rentas periódicas a una

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persona indigente y posteriormente el donatario obtiene una gran fortuna por influencia del azar o de un tercero.En este caso la finalidad de beneficiar se vería frustrada, por lo que entiende la citada autora que sería justoliberar del cumplimiento de la prestación al donante (14).

VI. Consecuencia de la frustración del fin de contrato

Ante el supuesto de frustracion del fin del contrato es tesis mayoritaria en doctrina que quien la invoca seencontraría facultado a resolver el vínculo contractual, no siendo posible la revisión del negocio ya que alproducirse la frustración desaparece uno de los elemento esenciales del contrato -la causa- por lo que cualquiernuevo acuerdo importaría en realidad un nuevo contrato (15).

Como consecuencia de la resolución se liberaría a las partes de las obligaciones pendientes decumplimiento, quedando firmes las prestaciones realizadas por cada una de las partes que hubiesen sidocumplidas y fuesen divisibles y equivalentes. Los daños y perjuicios deben ser soportados equitativamente porambas partes (16), pudiendo sin embargo la parte a la que es opuesta la frustración solicitar el reembolso de losgastos en que hubiese incurrido e incluso ejercer el derecho de retención sobre las cosas que hubiese recibidocon motivo del contrato (17).

En tesis minoritaria sostiene Alejandro Borda que en determinado supuestos podría darse lugar a la revisióndel contrato, haciendo aplicación de lo establecido en el art. 218, inc. 3° del Cód. de Comercio (18).

VII. La Teoría de la frustración en el derecho argentino

En nuestro derecho positivo la teoría de la frustración del fin del contrato no ha encontrado reconocimientoexpreso. Amén de lo antes expuesto entiende la mayoría de la doctrina y también la jurisprudencia que la mismasería de plena aplicación en nuestro medio interpretando amplia y sistémicamente los arts. 500, 501, 502, 953,1071 y 1198 del Cód. Civil (19).

Cabe señalar que el instituto de marras ha tenido una buena acogida en el Proyecto de Código Civil de 1998en su art. 1059, superando así otros intentos menos felices como la redacción del art. 1197 del Proyecto deCódigo Unico de 1987, convertido en ley y vetado por el Poder Ejecutivo.

VIII. Conclusión

En consideración a todo lo antes expuesto y aun adhiriendo a la posición que entiende aplicable la teoría dela frustración del fin del contrato en el derecho argentino actual merece resaltarse finalmente el caracterautónomo del instituto y la importancia y conveniencia de una consagración expresa del mismo en el CódigoCivil como causal de resolución y en su caso de revisión de los contratos.

Especial para La Ley. Derechos reservados (ley 11.723)

(1) RISOLIA, Marco Aurelio, "Soberanía y crisis del contrato en nuestra legislación civil", Abeledo-Perrot,Buenos Aires, 1946.

(2) LEIVA FERNANDEZ, Luis F. P., "Frustración, nulidad e inopolibilidad de los actos jurídicos", LALEY, 1987-D, 1154.

(3) Conf. RAY, José Domingo, "Frustración del contrato", p. 19 y sigtes., Abeledo-Perrot, Buenos Aires,1996.

(4) Para ver un completo análisis de la evolución de la jurisprudencia inglesa al respecto ver RAY, JoséDomingo, ob. cit, p. 33 y sigtes.

(5) Conf. BREBBIA, Roberto H., "La frustración del fin del contrato", LA LEY, 1991-B, 876.

(6) Conf. BREBBIA, ob. cit.

(7) Conf. BREBBIA, ob. cit., p. 881.

(8) DIEZ PICAZO, L., "Fundamentos de derecho civil patrimonial", p. 866 y sigtes., , Tecnos, Madrid.

(9) ESPERT SANZ, Vicente, "La frustración del fin del contrato", p. 193 y sigtes., Tecnos, Madrid, 1968.

(10) Para un mayor desarrollo del tema ver GARRIDO, Roque F. y ZAGO, Jorge, "Contratos Civiles yComerciales", p. 215 y sigtes., Universidad, Buenos Aires, 1989; MOSSET ITURRASPE, Jorge, "TeoríaGeneral del contrato", p. 253 y sigtes., Orbir, 1970; STIGLITZ, Rubén S., "Objeto, causa y frustración delcontrato", p. 70 y sigtes., Depalma, Buenos Aires, 1982.

(11) CASAS DE CHAMORRO VANASCO, María Luisa, "La frustración del fin de los contratos comomodo de extinción de estos", LA LEY, 1998-E, 565, quien cita a VIDELA ESCALADA, Federico, "La causafinal en el Derecho Civil", p. 67 y sigtes., Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1958.(12) De conformidad con eldespacho de mayoría de las XIII Jornadas Nacionales de Derecho Civil celebradas en la Ciudad de BuenosAires entre el 4 y el 7 de septiembre de 1991 y organizadas por la Universidad Notarial Argentina.

(13) Criterio adoptado por la mayoría en las ya citadas XIII Jornadas Nacionales de Derecho Civil

(14) NICOLAU, Noemí Lidia, "La frustración del fin (Un modo de realizar la cooperación debida en el

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contrato), LA LEY, 1993-A, 882,

(15) BORDA, Alejandro, La frustración del fin del contrato, LA LEY 1991-E, 1450.

(16) Conf NICOLAU, ob. cit. y CASAS DE CHAMORRO VANASCO, ob. cit.

(17) BREBBIA, ob cit.

(18) BORDA, Alejandro, ob. cit.

(19) Ver GARRIDO CORDOBERA, Lidia M. R., "La buena fe como pauta de interpretación de loscontratos", en CORDOBA, Marcos (dir.) GARRIDO CORDOBERA, Lidia M. R. y KLUGER, Viviana(coord.), "Tratado de la buena fe en el derecho", t. I, p. 335, LA LEY, Buenos Aires, 2004.

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