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PAG 2 el ceibo, flor nacional PAG 4 La batalla de Tucumán PAG 6 Día del estudiante, día de la primavera Suplemento para niños chiquitenses DISTRIBUCION GRATUITA de marchiquita La INCLUIDO EN EL SEMANARIO DEL VIERNES 21 DE SEPTIEMBRE DE 2012 Gazetita

La Gazetita Nº23

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La Gazetita Nº23

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Page 1: La Gazetita Nº23

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INCLUIDO EN EL SEMANARIO DEL VIERNES 21 DE SEPTIEMBRE DE 2012

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Hoy aprendemos más sobre...

Pertenece a las familias de las leguminosas. Su nombre cientí�co es Erythrina Cristagalli. Árbol bellísimo cuando está en �oración, provisto de aguijones. Puede alcan-zar los 20 metros de altura y uno de diámetro en el tronco. El Tronco El tallo es simple, leñosos; es un árbol cuyo tronco se rami�ca a varios metros del suelo. Hay algunos que se rami�can desde la base, en este caso tienen el aspecto de arbustos.La copa del árbol no es muy tupida. Durante el invierno la planta queda sin hojas y las ramas que nacen en primavera son verdes con hojas y �ores.La corteza del tronco y ramas viejas toman la tonalidad gris oscura. Esa corteza no es dura sino esponjosa y cubierta con abundante corcho. El tronco produce una madera muy blanda, y liviana de poca resistencia y color amarillenta. La Hoja Puede llegar a medir 30 cm. Su pecíolo es largo y su lámina está dividida en tres folíolos. Es una hoja compuesta.

La Leyenda de la Flor del Ceibo

El Agua, el Frío y el Fuego

Características

El ceibo tiene raíces poco profundas porque viviendo en zonas húmedas no le es necesario extenderlas demasiado para obtener agua.¿Cómo ha resuelto el ceibo el problema para llevar el agua a las partes aéreas de la planta? Desarrollando un sistema de vasos de conducción o vascular para tal �n, que distribuye el agua por todo el vegetal y el exceso se elimina por las hojas.El corcho que rodea el tronco no permite la salida del agua.Durante las intensas heladas queman las ramas nuevas y las hojas se caen. En las plantas pequeñas desaparecen todas las partes aéreas. La raíz permanece protegida por el suelo y en primavera vuelve a brotar.El fuego también destruye la parte aérea del ceibo y al tiempo ésta vuelve a crecer. Sus raíces son de gran resistencia tanto a las heladas como al fuego.Es una planta de crecimiento rápido pero de escasa longevidad por la naturaleza de su madera blanda. Se autoreproduce espon-táneamente por semilla, pero para que esto ocurra, debe estar cerca de ríos o cursos de agua. También por gajos y acodos que deben realizarse preferentemente en invierno. Admite bien la poda profunda, despunte y deformación.

el ceibo, la flor nacionalLa Flor Florece en distintas épocas según la región, a comienzos de octubre, se ven ceibos �orecidos en las provin-cias norteñas. Nacen agrupadas en las ramas verdes, es decir, las formadas en la temporada.Nacen de a una en una, dos o tres en las axilas de las hojas y están unidas a las ramas por un pedúnculo �oral.Cuando varias �ores nacen juntas, al conjunto se lo denomina in�ores-cencia. En el ceibo, las in�orescen-cias son de 2 o 3 �ores, estos grupos suelen reunirse en los extremos de las ramas jóvenes formando "raci-mos" que llaman la atención por su color rojo carmín. Estos racimos se asemejan a la cresta de un gallo, razón por la cual el naturalista Carlos Linneo le dio el nombre de Erythrina crista-galli (Ery -tro = rojo, crista galli = cresta de gallo). El pimpollo está cubierto por pétalos sedosos. El Fruto Es una vaina larga y encorvada, seca, chata que tiene entre 10 y 20 cm. de largo aproximadamente y de 2 a 3,5 cm. de ancho donde se alojan 2 a 6 semillas. Estas son de forma arriñonada de color castaño oscuro.

Según cuenta la leyenda la �or del ceibo nació cuando Anahí fue condenada a morir en la hoguera, después de un cruento combate entre su tribu y los guaraníes.Por entre los árboles de la selva nativa corría Anahí. Conocía todos los rincones de la espesura, todos los pájaros que la poblaban, todas las �ores. Amaba con pasión aquel suelo feraz, silvestre, que bañaban las aguas oscuras del río barroso. Y Anahí cantaba feliz en sus bosques, con una voz dulcísima, en tanto callaban los pájaros para escucharla. Subía al cielo la voz de la indiecita, y el rumor del río que iba a perderse en las islas hasta desembocar en el ancho estuario, la acompañaba. Nadie recordaba entonces que Anahí tenía un rostro poco agraciado, tanta era la belleza de su canto.Pero un día resonó en la selva un rumor más violento que el del río, más poderoso que el de las cataratas que allá hacia el norte estremecían el aire. Retumbó en la espesura el ruido de las armas y hombres extraños de piel blanca remontaron las aguas y se internaron en la selva. La tribu de Anahí se defendió contra los invasores. Ella, junto a los suyos, luchó contra el más bravo.Nadie hubiera sospechado tanta �ereza en su cuerpecito moreno, tan pequeño. Vio caer a sus seres queridos y esto le dio fuerzas para seguir luchando, para tratar de impedir que aquellos extranjeros se adueñaran de su selva, de sus pájaros, de su río.Un día, en el momento en que Anahí se disponía a volver a su refugio, fue apresada por dos soldados enemigos. Inútiles fueron sus esfuerzos por librarse aunque era ágil. La llevaron al campamento y la ataron a un poste, para impedir que huyera. Pero Anahí, con maña natural, rompió sus ligaduras, y valiéndose de la oscuri-dad de la noche, logró dar muerte al centinela. Después intentó buscar un escondite entre sus árboles amados, pero no pudo llegar muy lejos. Sus enemigos la persi-guieron y la pequeña Anahí volvió a caer en sus manos.La juzgaron con severidad: Anahí, culpable de haber matado a un soldado, debía morir en la hoguera. Y la sentencia se cumplió. La indiecita fue atada a un árbol de anchas hojas y a sus pies apilaron leña, a la que dieron fuego. las llamas subieron rápidamente envolviendo el tronco del árbol y el frágil cuerpo de Anahí, que pareció también una roja llamarada.Ante el asombro de los que contemplaban la escena, Anahí comenzó de pronto a cantar. Era como una invocación a su selva, a su tierra, a la que entregaba su

La mayor utilidad que presta es la de ser una planta ornamental por sus hermosas �ores que lucen en los lugares principales de las grandes ciudades. En general no es explotado pero tiene algunas aplicaciones.La corteza se usa en algunas provincias para curtir cueros y la madera. Como es sumamente liviana suele reemplazar al corcho en algunas manufacturas. Se usa también para fabricar colmenas y armazones de montura.Los indios fabricaban balsas y, en algunos lugares, ruedas de carrito para transportar leña.La corteza tiene aplicaciones medicinales porque posee algunos alcaloides. De todos modos se aconseja manejarse con prudencia en las aplicaciones con �nes curativos y consultar previamente a un médico.

¿Cómo es aprovechado el ceibo por el hombre?

corazón antes de morir. Su voz dulcísima estremeció a la noche, y la luz del nuevo día pareció responder a su llama-do.Con los primeros rayos del sol, se apagaron las llamas que envolvían Anahí. Entonces, los rudos soldados que la habían sentenciado quedaron mudos y paralizados. El cuerpo moreno de la indiecita se había transformado en un manojo de �ores, rojas como las llamas que la envolvieron, hermosas como no había sido nunca la pequeña, maravillosas como su corazón apasionadamente enamorado de su tierra, adornando el árbol que la había sostenido.Así nació el ceibo, la rara �or encarnada que ilumina los bosques de la mesopotamia argentina. La �or del ceibo que encarna el alma pura y altiva de una raza que ya no existe.Fue declarada Flor Nacional Argentina, por Decreto N°138.974 del 2 de diciembre de 1942. Su color rojo escarlata es el símbolo de la fecundidad de nuestro país.

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Conocido también como Campo de la Tablada o La Ciudadela, donde se libró la Batalla de Tucumán, el 24 de septiembre de 1812. La parte central corresponde a la actual Plaza Belgrano.El ejercito de Belgrano ante el avance de los Españoles, inicia el éxodo del pueblo Jujeño hacia Tucumán, donde decide resistir apoyado por el entusiasmo de la gente". Sin mas armas que unas lanzas improvisadas, sin uniforme, ni otra montura que la silla y los guardamontes. No tenían discipli-na ni tiempo de aprender al voces de mando, pero les sobraba entusiasmo..."

Durante su marcha a Tucumán Belgrano recibe una nueva orden del Triunvirato para que se retire a Córdoba definitivamente, dejando en consecuencia libradas a su propia suerte las provincias del noroeste. Pero el general contesta que está decidido a presentar batalla porque lo estima

indispensable. Por eso mismo, se encarga de incitar al pueblo tucumano para obtener su apoyo, lo consigue, y para ello cuenta con la ayuda de algunas viejas familias patricias.El gobierno insiste a Belgrano, en que debe retirarse hasta Córdoba. Belgrano quiso cumplir con el gobierno y ordenó la retirada del ejército al sur. Pero no pudo hacerlo mucho tiempo: no consiguió resistirse a los tucumanos que le pidieron defendiera su ciudad. Así, entre el 13 y el 24 de Septiembre, Belgrano se multiplica para organizar la defensa. Con el ejército de Tristán a la vista, escribe el 24: "Algo es preciso

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Campo de las Carreras

aventurar y ésta es la ocasión de hacerlo; voy a presentar batalla fuera del pueblo y en caso desgraciado me encerra-ré en la plaza hasta concluir con honor.".El 24 de septiembre Belgrano salvó a la Patria en la Batalla de Tucumán. La salvó no solamente porque el ejército español fue derrotado, sino - y principalmente - porque al llegar la noticia a Buenos Aires el pueblo se lanzó a la calle clamando contra el Triunvirato. Entonces los granaderos montados de San Martín, los artilleros de Pinto y los arribeños de Ocampo hicieron saber al gobierno que había cesado, y se convoca-

ría una asamblea para votar la figura con que deben apare-cer las Provincias Unidas en el gran teatro de las naciones. Ese fue el propósito de la revolución del 8 de octubre de 1812 y de la asamblea convocada para enero del 13.Vicente Fidel López llama a Tucumán "la más criolla de cuantas batallas se han dado en territorio argentino". Faltó prudencia, previsión, disciplina, orden y no se supieron aprovechar las ventajas; pero en cambio hubo coraje, arrogancia, viveza, generosidad... y se ganó.

Antecedentes

La BatallaEl por qué

La región del Alto Perú, el Altiplano de la actual Bolivia, estaba nueva-mente en manos de los realistas o "godos" —partidarios del rey de España— desde la derrota de la batalla de Huaqui, en la que el inexperto porteño Juan José Castelli no pudo hacer frente a las tropas del español realista Pío Tristán.Las órdenes del Primer Triunvirato habían puesto a Belgrano al frente del Ejército del Norte el 27 de febre-ro de 1812. Instalado su cuartel general en San Salvador de Jujuy, Belgrano intentaba reanimar la moral de la ejército patriota derrotado en Huaqui. Fue con ese ánimo que, el 25 de mayo enarboló en San Salvador de Jujuy la bandera que había creado meses atrás, y la hizo bende-cir en la Catedral jujeña por el canónigo Gorriti.Pronto notó que no estaba en condi-ciones de defender adecuadamente la plaza, y —por orden del Triunvira-to— el 23 de agosto ordenó la retirada masiva de toda la pobla-ción de Jujuy, a la que se sumaron salteños y tarijeños, hacia el centro de la actual Argentina, en el llamado Éxodo Jujeño. Civiles y militares se replegaron, arrasando a su paso todo lo que pudiera dar cobijo o ser útil a los realistas. Cuando los espa-ñoles entraron, hallaron la ciudad

solitaria y sin habitantes:"Estaba desierta y desmantelada, y espantado del aspecto tristísimo de aquellos hogares desamparados y de aquellas calles mudas y tristes después de la agradable animación de otros tiempos"Tristán escribió a Goyeneche:"Belgrano es imperdonable..."La orden del Triunvirato era que el Ejército del Norte se hiciese fuerte en Córdoba. Sin embargo, Belgrano concibió la idea de detenerse en Tucumán, donde la población está dispuesta a sumarse al ejército. La victoria el 3 de septiembre en el combate de Las Piedras entre su retaguardia, comandada por Díaz Vélez, y dos columnas de avanzada de la tropa de Tristán confirmó su propósito; logró prender al jefe de la columna, el coronel Huici y una veintena de soldados. Despachó a Juan Ramón Balcarce hacia la ciudad, ordenándole reclutar y entrenar en la medida de lo posible un cuerpo de caballería a partir de los milicianos locales, con cartas para la rica y poderosa familia Aráoz, dos de cuyos integrantes, Eustoquio Díaz Vélez y Gregorio Aráoz de La Madrid, prestaban servicios bajo su mando como mayor general o segundo jefe y teniente respectivamente.

En la mañana del 24 de septiem-bre de 1812, día de la batalla, el general Belgrano estuvo orando largo rato ante el altar de la Virgen, e incluso la tradición cuenta que solicitó la realización de un milagro a través de su intercesión. En esos mismos momentos, Tristán ordenó la marcha hacia la ciudad. Algunas fuentes indican que, en lugar de tomar el camino directo, rodeó la plaza desde el sur, intentando prevenir una posible huida de los patriotas en dirección a Santia-go del Estero. Otras afirman que en el paraje de Los Pocitos se encontró repentinamente con los campos incendiados por orden del teniente de Dragones La Madrid, natural de la zona, que contaba con la velocidad del fuego avivado por el viento del sur para desordenar la columna española. En todo caso, utilizó el viejo Camino Real del Perú para poner frente a la ciudad a una legua de ésta, en el paraje del Manantial.Mientras tanto, y aprovechando la confusión provocada por el fuego, Belgrano —que había dispuesto al alba sus tropas al norte de la ciudad— había cambiado su frente hacia el oeste, contando con una visión clara de las maniobras de Tristán, y plantó cara a éste en un terre-no escabroso y desparejo, llama-do el Campo de las Carreras. La rápida embestida sobre el flanco de Tristán apenas dio tiempo a éste de reorganizar su frente y ordenar montar la artillería.Belgrano había dispuesto la caballería en dos alas: la dere-cha, al mando de Balcarce, era más numerosa —contaba con la tropa gaucha recién reclutada— que la izquierda, al mando del coronel Eustoquio Díaz Vélez.La infantería estaba dividida en tres columnas, comandadas por el coronel José Superí la izquier-da, el capitán Ignacio Warnes la central y el capitán Carlos Forest la derecha, junto a la cual una sección de Dragones apoyaba

la caballería. Una cuarta colum-na de reserva estaba al mando del teniente coronel Manuel Dorrego; el barón Eduardo Kaunitz de Holmberg comanda-ba la artillería, ubicada entre las columnas de a pie —demasiado dividida entre las mismas para ser efectiva— siendo su ayudante de campo José María Paz.Fue la artillería la que inició el combate, bombardeando los batallones de Cotabambas y Abancay, que respondieron cargando a la bayoneta. Belgra-nó ordenó responder con la carga de la infantería de Warnes, acompañada de la reserva de caballería del capitán Antonio Rodríguez, mientras que la caba-llería de Balcarce cargaba sobre el flanco izquierdo de Tristán; la carga tuvo un efecto formidable. Lanza en ristre, avanzaron haciendo sonar sus guardamon-tes y con tal ímpetu que la caba-llería de Tarija se desbandó a su paso, retrocediendo sobre su propia infantería y desorgani-zándola hasta tal punto que sin encontrar casi resistencia la caballería tucumana alcanzó la retaguardia del ejército enemigo.Es imposible saber qué efecto hubieran podido tener de cargar desde ese sitio, en un movimiento de pinzas; compuesta en general por hombres de campo e igno-rantes de la disciplina militar, buena parte de la caballería gaucha rompió la formación para apoderarse de las mulas cargadas con los avíos, incluyen-do fuertes sumas en metales preciosos, del ejército realista. Con ello lo privaron también de sus reservas de munición y de provisiones, con las que se retira-ron del campo de batalla. Sólo la sección de Dragones que le daba apoyo y la caballería regular al mando de Balcarce mantuvieron el frente, pero junto con la pérdida de su equipaje ello bastó para confundir y desorganizar esa ala.Mientras tanto, al otro lado del frente el resultado era muy distin-

La Batalla de Tucumán fue un enfrentamiento armado librado el 24 y 25 de septiembre de 1812 en las inmediaciones de la ciudad argentina de San Miguel de Tucumán, durante el curso de la Guerra de Independencia de la Argentina. El Ejército del Norte, al mando del general Manuel Belgrano a quien secundara el coronel Eustoquio Díaz Vélez en su carácter de mayor general, derrotó a las tropas realistas del brigadier Juan Pío Tristán, que lo doblaban en número, deteniendo el avance realista sobre el noroeste argentino. Junto con la batalla de Salta, que tuvo lugar el 20 de febrero de 1813, el triunfo de Tucu-mán permitió a los rioplatenses o argentinos confirmar los límites de la región bajo su control.

BICENTENARIOBatalla de Tucumán24 de Septiembre 2012

gazetitade marchiquita

LA Bicentenario de La batalla de Tucumánto: pese a la presencia del mismo Belgrano, el avance de caballe-ría e infantería de los realistas fue imparable, tomando prisionero al coronel José Superí. Sin embargo, la firmeza de la columna central permitió a los patriotas recuperar terreno y recobrar a Superí, pero los avances desiguales fraccio-naron el frente, haciendo la batalla confusa, incomprensible para sus comandantes y dejan-do en buena medida las accio-nes a cargo de los oficiales que encabezaban cada unidad.La providencial aparición de una enorme bandada de langostas, que se abatieron sobre los pajonales, confundió a los soldados y oscureció la visión, acabando de descomponer el frente. Las versiones tradicionales refieren que fue tal la confusión sembrada por aquel enjambre de langostas que hizo parecer a los ojos de las fuerzas españoles, un número muy superior de tropas patriotas, lo que habría provo-cado su retirada en la confusión.Si bien Belgrano había sido arrastrado por el desbande de un sector de su tropa fuera del escenario de las acciones, el campo de batalla quedó en manos de la infantería patriota. Al observar que se había queda-do sola y sin las tropas de la caballería, Díaz Vélez logró tomar -junto con un grupo de infantería de Manuel Dorrego- el parque de artillería de Tristán, con treinta y nueve carretas cargadas de armas, municiones, parte de los cañones y centena-res de prisioneros. Tomaron, además, las banderas de los regimientos Cotabambas, Aban-cay y Real de Lima. Luego, con la ayuda de las tropas de la reser-va y llevándose también a los heridos, Díaz Vélez hizo replegar ordenadamente la infantería hacia la ciudad de San Miguel de Tucumán, colocándola en los fosos y trincheras que se habían abierto allí. También reorganizó la artillería y apostó tiradores en los techos y esquinas, convirtien-do a la ciudad en una plaza inexpugnable. Encerrado en ella, protegido por las fosas, Díaz Vélez aguardó expectante el resultado de las acciones de Belgrano y Tristán.Belgrano, a su vez, desconocedor del resultado, intentaba recom-poner su tropa cuando encontró al coronel José Moldes, quien

había desempeñado el grueso de las funciones de observación. Ambos lograron localizar a Paz, y a través de éste a lo que quedaba de la caballería en el campo. Se les sumó poco después Balcarce, el primero en atreverse a calificar de victoria la situación, juzgando que el campo cubierto de cadáveres y despojos españoles era indicio del resultado, aunque se desco-nocía por completo el estado de la infantería y de la ciudad. Reordenar la hueste llevaría el resto de la tarde a Belgrano.Tristán, temeroso de lo que podía esperarle a sus tropas dentro de la ciudad, optó por amagar un par de entradas, pero ordenó la retirada ante los primeros dispa-ros enemigos. Hizo un último por la vía diplomática, intimando a Díaz Vëlez a rendirse en un plazo de dos horas, bajo amenaza de incendiar la ciudad. Díaz Vélez le respondió con vehemencia, invitándolo a que se atreviera, ya que las tropas de la Patria eran vencedoras y que había adentro 354 prisioneros, 120 mujeres, 18 carretas de bueyes, todas las municiones de fusil y cañón, 8 piezas de artillería, 32 oficiales y 3 capellanes tomados al ejército realista. Agregó que, de ser necesario, degollaría a los prisio-neros, entre los que se encontra-ban cuatro coroneles. Tristán no se atrevió a cumplir con su amenaza y pernoctó fuera, dudando acerca del curso a seguir; por la mañana encontró a la tropa de Belgrano a sus espal-das, que lo intimó a rendirse por medio del arrogante coronel Moldes. El jefe realista contestó, rechazando la oferta, que "las armas del rey no se rinden". A continuación se replegó con todo su ejército hacia Salta, mientras 600 hombres al mando de Díaz Vélez le hostigaba su retaguardia en su huida al norte, logrando tomar muchos prisione-ros y rescatar también algunos que habían hecho las tropas realistas.

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Es tu día

Se enojó mi prima vera, todos los años el mismo chiste recurrió a la célebre frase de Borondon en la Película Una noche en el museo: Se acabaron los chistes en la chistorería donde los compras.Resulta que Vera, mi prima, ya no vive la primavera como cuando era chica, a veces no atiende el teléfono y se hace llamar pornuestro apellido: Flores.Mis tíos, unos capos...

El Día del Estudiante es una fecha anual que se festeja en varios países y suele estar relacionada con la juventud y la primavera.

En Argentina, el día del estudiante se festeja el 21 de septiembre, coincidiendo con el Día de la primavera y el día de repatriación de los restos del educador Domingo F. Sarmiento. De esta manera, se produce una justi�cada uni�cación de tres fechas con un mismo marco: la celebración por la renovación y la creatividad, de la naturaleza y del espíritu humano.

Su origen se debe a la propuesta del por entonces estudiante y luego destacado arqueólo-go Salvador Debenedetti en 1902, cuando era presidente del centro de estudiantes de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Su propuesta fue aceptada para la facultad, y luego extendida a todo el país.

Los festejos del día del estudiante son prácticamente los mismos que los de la celebración del Día de la primavera. La juventud es protagonista. Y ya es tradición el festejo con espectáculos en vivo de todo tipo y al aire libre. La consigna es reunirse con amigos, pasar un día de picnic y aprovechar los espacios abiertos.

stacionesE

Hoy aprendemos sobre...

Luego de tres meses de fríoy mucha ropa de invierno, llega finalmente la estación con más colores de todas. La primavera ha llegado y comienzan los días de sol para poder disfrutar en el campo o en el parque de nuestra ciudad.

La primavera es una de las cuatro estaciones del año. En nuestro país comienza el 21 de septiembre, porque nos encontramos en el hemisferio sur del planeta.

Esta estación representa el momento del año cuando todas las flores y las primeras hojas de los árboles comienzan brotar.

Día de la primavera

21 de Sep.

PRIMA...VERA

Día del Estudiante

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ontratapaCTe invitamos a participar, mandar tus fotos o la de tus mascotas, con la autorización de tus padres y del colegio, queremos que seas parte de LA GAZETITA porque vos tenés un look y está bueno que todos lo conozcan.Mandalas a [email protected] En el asunto poné FOTOS PARA LA GAZETITA

HOY SALEN EN LA GAZETITA...

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EL ES NACHONacho te queremos, mamá, papá y tu hermana aunque toda-vía no habla.

EL ES MATIAS

Amigo de Nacho y de Andy.Lo que más le di-vierte es la Plays-tation dicen.

EL ES ANDY

Andy dice que su película favorita es Toy Storie, casualmente el se llama igual que el protagonis-ta... saludos a Woody...

EL ES ALE

Fue el cumple de Alessandro Guzman!!!! Ale te super super queremos, toda tu familia te desea FELIZ CUMPLE!!!!!!

El Día del Estudiante es una fecha anual que se festeja en varios países y suele estar relacionada con la juventud y la primavera.

En Argentina, el día del estudiante se festeja el 21 de septiembre, coincidiendo con el Día de la primavera y el día de repatriación de los restos del educador Domingo F. Sarmiento. De esta manera, se produce una justi�cada uni�cación de tres fechas con un mismo marco: la celebración por la renovación y la creatividad, de la naturaleza y del espíritu humano.

Su origen se debe a la propuesta del por entonces estudiante y luego destacado arqueólo-go Salvador Debenedetti en 1902, cuando era presidente del centro de estudiantes de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Su propuesta fue aceptada para la facultad, y luego extendida a todo el país.

Los festejos del día del estudiante son prácticamente los mismos que los de la celebración del Día de la primavera. La juventud es protagonista. Y ya es tradición el festejo con espectáculos en vivo de todo tipo y al aire libre. La consigna es reunirse con amigos, pasar un día de picnic y aprovechar los espacios abiertos.