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Revista de economía & administRación, vol. 10 no. 1. eneRo - Junio de 2013

FErnando rubiEra morollón

la geografÍa económica del valle del cauca*

Mauricio Torres Velasco*

* Este artículo fue recibido el 17‑01‑13 y aprobado el 22‑05‑13.

** Economista, Magíster en Economía, Universidad Autónoma de Occidente. Estudiante de Doctorado en Análisis Económico Aplicado e Historia Económica, Universidad de Sevilla (España). Docente de cátedra Universidad de San Buenaventura Cali. Investigador. Correo‑e: [email protected]

ResumenEn este artículo se realiza un análisis exploratorio acerca de la geografía física, humana y económica del Valle del Cauca, siendo el interés fundamental mostrar las virtudes de la técnica espacial para llevar a cabo análisis visuales pero contundentes sobre variables socioeconómicas y su radiografía de relación sobre un territorio. Los resultados arrojan presencia de clústeres de pobreza, visualizados a través de la distribución espacial de los índices de calidad de vida (ICV) y necesidades básicas insatisfechas (NBI) para 2005; Es de tener en cuenta que la interrelación de los diversos factores de la geografía económica de este territorio terminan condicionando la estructura productiva de la región y, con ésta los alcances en materia social predisponiendo algunos resultados.

Palabras claveGeografía económica, clústeres de pobreza, Valle del Cauca.

AbstractIn this article an exploratory analysis about physical, human and economic geography of Valle del Cauca is made, with a fundamental interest in showing the advantages of spatial techniques to perform visual but significant analysis on socioeconomic variables and their relationship radiography on a territory. The results show the presence of poverty clusters, viewed through the spatial distribution of the quality‑ of -life Index (QLI) and unsatisfied basic needs (UBN) for 2005. It is remarkable the interrelation of diverse economic geography factors that condition the regional structure of productivity and predisposing the goals in social aspects

Key wordsEconomic geography.

Clasificación J.E.L: C21 R12, R15, R19.

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Mauricio Torres Velasco

IntroducciónEn este artículo se realiza un análisis exploratorio acerca de la geografía físi‑ca, humana y económica del Valle del Cauca, una de las principales regiones económicas1 de Colombia.

La región se ubica al suroccidente de Colombia y es atravesada en sentido sur – norte por el río Cauca, uno de los principales ejes fluviales del país. Está conformada por 42 municipios, siendo su capital la ciudad de Cali. Otras ciudades importantes, deter‑minadas por su tamaño y dimensión económica son: Palmira, Yumbo, Jamundí, Buga, Tuluá, Buenaventura y Cartago. Su geografía física juega un papel muy importante para enten‑der las características de la región, donde se destaca un proceso de especialización en la producción y en la generación de derivados de la caña de azúcar, producto determinante de la diferenciación geográfica, econó‑mica y del nivel de desarrollo de los municipios donde existe el cultivo y en los que se identifica una vocación agroindustrial.

La importancia de estudiar la geografía económica del Valle del Cauca, se expli‑ca en la necesidad de aportar elementos de discusión sobre las condiciones que posee la región en los aspectos huma‑nos, físicos y económicos, sus efectos positivos o negativos para el departa‑mento y el bienestar de su población.

El artículo, soportado en un marco de referencia para el análisis explo‑ratorio de datos espaciales, presenta una descripción general de la distri‑bución espacial de la población del Valle del Cauca, sus características socioeconómicas (capturadas por medio de los índices de calidad de vida y necesidades básicas) e intenta relacionar, en términos geográficos, los resultados sociales con la distri‑bución espacial de la generación de producto y empleo en la región, resal‑tando las bondades de la utilización de técnicas de análisis espacial para dichos fines.

MetodologíaBajo el contexto de la geografía eco‑nómica y la utilización de técnicas de análisis espacial en mediciones de índole territorial, la georeferen‑ciación (localización en el espacio) de variables, es un criterio impres‑cindible para el cual el concepto de vecindad se considera esencial. Al respecto, es necesario establecer que la vecindad o contigüidad con respecto a un lugar, se expresa sobre la base de diversos criterios. El crite‑rio lineal establece que son vecinas de una población (i) aquellas que se ubiquen al lado izquierdo o derecho de i. El criterio torre, considera como vecinas a todas aquellas poblacio‑nes que comparten algún vértice

1 Se asume el concepto de región económica al de la división político‑administrativa del país. De este modo, la región del Valle del Cauca se circunscribe al departamento que lleva el mismo nombre.

49La geografía económica deL vaLLe deL cauca


con i. Por su parte, el criterio reina, considera para ello las regiones que

comparten algún lado o vértice con i. (Ver Figura 1).

Fuente: Pérez (2005).

Figura 1. Representación de los tipos de criterio de contigüidad física

Teniendo en cuenta la distribución de las variables en el espacio, las técnicas de análisis espacial permiten eviden‑ciar la existencia de patrones espacia‑les de comportamiento en ellas, donde se pueden identificar además de los puntos de localización, los valores atípicos y/o de clústeres.

En principio, para determinar si existe evidencia de dependencia espacial se estima el estadístico I de Moran:

Donde:

Xi: Valor de la variable en la población iX: Media muestral de la variablewij: Ponderaciones de la matriz de contigüidad WN: Número de observaciones de la variable

La hipótesis nula que se evalúa es la no autocorrelación espacial de los datos.

La distribución espacial de los datos se visualiza a través de un diagrama

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de dispersión asociado al estadístico I de Moran (Figura 2). El eje horizontal del diagrama representa las observa‑ciones de la variable en unidades de desviaciones respecto a la media y, en el eje vertical, se tiene el promedio ponderado espacial y estandarizado de sus vecinos. De esta forma, si las observaciones parecen concentrarse en el cuadrante I (Alto, Alto, AA) y III

(cuadrante Bajo‑Bajo, BB) indica que se presenta una alta dependencia espacial positiva. Por otro lado, si los puntos en la figura se encuentran con‑centrados en los otros dos cuadrantes II y IV (cuadrante Alto‑Bajo, AB) y (cuadrante Bajo‑Alto, BA), indica la posibilidad de algún tipo de dependen‑cia espacial negativa (Anselin, 1988).

Fuente: Pérez (2005).

Figura 2. Representación de las categorías de asociación espacial

Para la determinación de los tipos de dinámica espacial, la medida local de dependencia espacial (LISA) permite obtener información sobre la existen‑cia de clústeres y valores atípicos:

Donde:

Zi: Valor de la variables normalizada correspondiente a la población i.Ji: Conjunto de poblaciones vecinas a la población i.



La teoría económica que brinda so‑porte a estos criterios de medición se enmarca dentro de los conceptos de las teorías de la localización y de la geografía económica, enfocándose en el análisis sobre la ubicación de las actividades económicas y sociales en el espacio (Bonet, 2007). Las condiciones del espacio físico (no necesariamente llano) afectan las decisiones de las actividades económicas en el espacio, tales como los costos de transporte. La localización de la industria debe tener en cuenta dichos aspectos, dado que en las decisiones de localización se debe evaluar la existencia de econo‑mías de escala en la producción, siendo más conveniente que la producción se lleve a cabo en un lugar común o si, por el contrario, los costos de transporte son un determinante de una distribución de la actividad más homogénea en el espacio (Krugman, 1997).

De tal modo, y siguiendo a Krugman et al. (2000), las condiciones geográficas son definitivas en la concentración de la población y su desempeño eco‑nómico en los territorios (países y/o regiones). En ese sentido, por ejemplo, aquellas regiones localizadas a me‑nos de cien kilómetros de la frontera marítima, presentan altas densidades poblacionales (Gallup et al., 1998).

Para el tema de pobreza se trabaja con el Índice de Necesidades Básicas Insa‑

tisfechas (NBI) y el Índice de Calidad de Vida (ICV)2. La fuente de los datos para el NBI y el ICV son suministrados por los Sistemas de Información Geográfica para la Planeación y el Ordenamiento Te‑rritorial (SIGOT) del Instituto Geográfico Agustín Codazzi. Ambos indicadores son considerados como una medida de po‑breza de población y, adicionalmente, se encuentran disponibles a nivel municipal.

El indicador de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) es definido como el porcentaje de personas o de hogares que no logran suplir una o más nece‑sidades definidas como fundamentales para subsistir. Tal indicador puede tomar valores entre 0 y 1 (interpretados como porcentaje entre 0% y 100%). Por su parte, el índice de Condiciones de Vida (ICV) es un indicador mul‑tivariado que tiene a consideración variables de tipo cualitativo que luego pueden ser cuantificadas. Para la ela‑boración de dicho indicador se tiene en cuenta aspectos como: las carac‑terísticas físicas del hogar (sistema de abastecimiento de agua, recolección de basuras, materiales de pisos y pa‑redes, etc.). Además, también toma en cuenta las condiciones de educación (años de escolaridad y asistencia es‑colar). Es importante resaltar que este índice puede tomar valores entre 0 y 100, cuya interpretación de sus cifras más altas denota mejores condiciones de calidad de vida en el hogar.

2 En el SIGOT, los datos para el NBI se encuentran para los años 1993, 2005 y 2010, y para el ICV los datos están disponibles para 2003 y 2005. Cada uno de dichos indicadores están desagregados a nivel municipal.

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Análisis espacial de la geografía económica del Valle del Cauca La estructura espacial de la población del Valle del Cauca se caracteriza por presentar una alta concentración en su capital, Santiago de Cali, y en otros pocos municipios del departamento3, representando más del 50% de la po‑blación en la región y la mayor densi‑dad poblacional para el departamento.

En el Mapa 1, las franjas más claras indican los municipios con bajos ta‑maños de población, mientras que los municipios con franjas más os‑curos muestran a los municipios con mayores tamaños de población. Las ciudades de alta concentración de po‑

blación corresponden a la capital (Cali) y a los municipios de Tuluá, Palmira y Buenaventura. Los municipios con menores tamaños de población (21 en total) se localizan, principalmente, al noroccidente del departamento.

Fuente: Cálculos del autor sobre la base de informa‑ción del SIGOT (Instituto Agustín Codazzi).

Cuadro 1. Clasificación de los municipios según tamaño población en el Valle del Cauca 2005

Mapa 1. Distribución espacial de la población del Valle del Cauca 2011

Fuente: Elaborado por el autor sobre la información de datos del SIGOT (Instituto Agustín Codazzi).

3 Es importante mencionar que el software Geoda no permite asignarle nombres a los municipios para poder identificarlos en cada uno de los mapas (ICV y NBI).



El siguiente paso consiste en esta‑blecer la existencia de clústeres o asociaciones espaciales a nivel local (LISA) entre los municipios del Valle del Cauca4. El Mapa 2 muestra la clasificación de los departamentos de

acuerdo con la significancia del tipo de asociación espacial encontrada, donde los municipios sombreados corresponden a aquellos en los que existen evidencias de dependencia espacial significativa5.

Mapa 2. Dependencia espacial densidades municipales del Valle del Cauca 2011

Fuente: Cálculos del autor sobre la base de información del SIGOT (Instituto Agustín Codazzi).

Los resultados indican, en primer lugar, la existencia de tres clústeres de municipios con distintos niveles de población:

Cali (alto‑alto). Municipio con altos niveles de densidad poblacional, a su vez rodeado de municipios con altos niveles de densidad poblacional (Buenaventura, Yumbo, Jamundí y

Palmira). Es decir, dichos municipios tienen una alta relación espacial de concentración poblacional en el de‑partamento.

El Cairo, Argelia, Versalles y La Unión (bajo‑bajo). Municipios con bajas densidades poblacionales y que están rodeados de otros municipios también con baja densidad poblacional.

4 En este artículo se utiliza el criterio tipo reina para analizar la dependencia espacial. En ese sentido, por ejemplo, la explicación de que una población es pobre o rica se sustenta por la posición geográfica que ocupa, la cual, a la vez, depende de la situación de sus vecinos.

5 Para el presente análisis se utiliza el software Geoda (Anselin, 2005).

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Dagua y Candelaria (bajo‑alto). Mu‑nicipios que tienen baja densidad poblacional y que están rodeados por otros municipios con alta densidad poblacional.

La Figura 3 representa la dispersión asociada al estadístico I de Moran. En ella se muestra la posición de un municipio con respecto al tamaño de su población en cada uno de los cuadrantes. La pendiente de la línea de regresión que se encuentra en el diagrama corresponde al coeficiente del I de Moran. El p‑valor arrojado en la estimación (0,01) señala que hay suficiente evidencia estadística para rechazar la hipótesis nula; es decir, existe dependencia espacial, con un nivel de significancia de 5% (α= 0,05).

cian las características territoriales de las condiciones sociales, conocidas a través del NBI, índice calculado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE). Dicho índice mide el porcentaje de personas o de hogares con una o más necesidades básicas para subsistir, insatisfechas.

El Mapa 3 muestra la distribución espacial del NBI para el Valle del Cauca en el periodo 2005. Las franjas más claras en el mapa re‑presentan los municipios con bajas necesidades básicas insatisfechas, mientras que las franjas más oscu‑ras constituyen los municipios con altos niveles de necesidades bási‑cas insatisfechas. Se observa con claridad que la distribución espacial del NBI en el Valle del Cauca se encuentra concentrada en algunas zonas geográficas determinadas.

Los bajos niveles de NBI se loca‑lizan a la derecha del río Cauca y del departamento (Cali, Candelaria, Palmira y Buga). Los municipios con mayores niveles de NBI se encuen‑tran geográficamente en el mismo plano, pero al lado izquierdo, como en el caso de Buenaventura. Este resultado parece señalar que la dis‑tribución espacial del NBI en el Valle del Cauca no se comporta de forma aleatoria y, por el contrario, existe algún tipo de dependencia entre los municipios.

Figura 3. Diagrama de dispersión densi‑dades poblacionales

Fuente: Elaborado por el autor sobre la información de datos del SIGOT (Instituto Agustín Codazzi).

Después de presentar la distribución espacial de la población, se eviden‑



Al respecto, el ejercicio de aplicación de LISA demuestra la existencia de tres clusters de municipios con dife‑rentes niveles de NBI en el depar‑tamento. El primero corresponde a los municipios de Argelia, El Águila y Ansermanuevo (alto‑alto), los cuales indican que tienen altos niveles de NBI y están rodeados de municipios con estos mismos indicadores.; el segundo (bajo‑alto), lo conforman los municipios de Versalles, Cartago y Calima‑Darién, los cuales tiene un bajo NBI y están rodeados por otros centros poblacionales con altos niveles de

NBI; el último, corresponde a Palmira (bajo‑bajo), municipio con NBI bajo y rodeado de municipios también con bajo NBI (Ver Mapa 4).

El diagrama de dispersión (Figura 4) muestra la posición de un municipio en cada uno de los cuadrantes. El estadístico I de Moran para el NBI, con un p-valor de 0,04 permite afirmar que los NBI de los municipios del Valle del Cauca presentan evidencias débiles de autocorrelación espacial en su distribución.

Mapa 3. Distribución espacial municipal NBI en el Valle del Cauca 2005


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En cuanto, al ICV para el Valle del Cauca, indicador multivariado

Mapa 4. Dependencia espacial municipal NBI en el Valle del Cauca 2005


Figura 4. Diagrama de dispersión munici‑pal NBI en el Valle del Cauca 2005


que tiene en cuenta variables de tipo cualitativo (características fí‑sicas del hogar y, educación) que posteriormente son cuantificadas, también calculado por el DANE, el análisis espacial revela que los municipios con mejores condicio‑nes de calidad de vida son Cali, Palmira, Buga, Tuluá y Cartago, los cuales se localizan al occidente del departamento. Por su parte, aquellos que presentan condiciones desfavorables de calidad de vida se localizan al oriente del departamen‑to, siendo estos Buenaventura, El Cairo, Calima‑Darién y Argelia, entre otros. Ver Mapa 5.



El análisis LISA para el ICV en el Valle del Cauca permite establecer la existencia de clústeres o asocia‑ciones espaciales entre los munici‑pios. Los resultados en el Mapa 6 identifican dos clústeres. Uno que corresponde al grupo de municipios Candelaria, Pradera, Palmira, Gine‑bra y Sevilla (alto‑alto), localidades con altos ICV rodeados por locali‑dades con igual característica. Por último, el clúster (bajo‑bajo) confor‑mado por Versalles, El Cairo, Arge‑

lia, Ansermanuevo y Calima‑Darién, los cuales tienen un bajo ICV, a la vez que sus vecinos presentan las mismas condiciones.

El análisis de difusión para el ICV, por medio de la estimación del índice de Moran refleja con un p-valor de 0,001 y un nivel de significancia del 5% que el ICV en los municipios del Valle del Cauca, presenta autoco‑rrelación espacial en su distribución. Ver Figura 5.

Mapa 5. Distribución espacial municipal ICV en el Valle del Cauca 2005


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Mapa 6. Dependencia espacial municipal ICV en el Valle del Cauca 2005


Figura 5. Diagrama de dispersión munici‑pal ICV en el Valle del Cauca 2005


Estos resultados señalados en la par‑te social del análisis son, sin lugar a dudas, el reflejo de las características y comportamiento de la economía del Valle del Cauca, determinada a su vez por la estructura geográfica de la región, variable que incide en las pro‑ductividades agrícolas, las condiciones naturales de salud de la población y los desastres naturales6.

Al respecto, en términos de los usos del suelo en el departamento, las tierras para pastoreo son las que cuentan con un mayor número de hec‑

3 Una caracterización detallada de los suelos, la hidrografía, el relieve y el clima del Valle del Cauca pueden ser consultadas en Torres (2012), Valencia (2004) y Barón (2010).



táreas y se ubican en cercanías al río Cauca, mientras que buena parte de las tierras de uso agrícola se localizan al norte. Adicionalmente, el Valle del Cauca dispone de grandes hectá‑reas de uso forestal, ubicadas en su mayoría en los límites al océano Pa‑cífico, donde se localiza el municipio

de Buenaventura (ver Mapa 7). Esta caracterización permite definirlo como una región de marcadas potenciali‑dades agrícolas, donde el cultivo de caña de azúcar y su industria derivada tienen una sustancial importancia en la generación de valor agregado y empleo en la región.

Mapa 7. Usos del suelo en el Valle del Cauca

Fuente: Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC).

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Las tierras aptas para el cultivo de la caña de azúcar en el departamento se ubican en cercanías del río Cauca, polo de atracción para la localización de los ingenios azucareros, siendo el

municipio de Palmira la localidad con el mayor número de hectáreas para el cultivo de caña de azúcar (18,5% del total), seguido de Candelaria (12,4%) y Zarzal (8,9%). Ver Mapa 8 y Cuadro 2.

Cuadro 2. Número y participación de hectáreas de caña de azúcar en el Valle del Cauca según municipio en el 2008

Fuente: Elaboración del autor sobre la base de información del SIGOT (Instituto Agustín Codazzi).



Mapa 8. Hectáreas de caña de azúcar en el Valle del Cauca 2008


A continuación se analizan la distri‑bución espacial de las empresas y el empleo en el sector de la industria, así como los servicios y el comercio en el departamento.

El Mapa 9 muestra los diferentes agru‑pamientos porcentuales que indican la cantidad de unidades espaciales de cada uno de los sectores económi‑cos. Las franjas oscuras evidencian a

los municipios donde se concentra el mayor número de empresas del sector industrial, de servicios y comercio; las franjas claras muestran a los munici‑pios con menor número de empresa en estos mismos sectores para el Valle del Cauca durante el año 2005. La capital del departamento concentra la mayor cantidad de empresas (43,21% del total), seguida de Buenaventura, Palmira, Buga y Tuluá.

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Mapa 9. Distribución espacial de las empresas del sector industrial, servicios y comercio en el Valle del Cauca 2005

Fuente: Elaboración del autor sobre la base de información de Redatam (DANE).

Con respecto a la variable empleo, Cali es el municipio que concentra el mayor porcentaje de trabajadores en la región, en los sectores de indus‑tria, servicios y comercio, seguida por Buenaventura, Yumbo, Palmira y Tuluá (Mapa 10). Estos resultados reflejan la polarización espacial que existe en el número de empresas y de trabajadores que pertenecen a dichos sectores en el Valle del Cauca. Al mismo tiempo, parte del desarrollo de estos esquemas pro‑ductivos se encuentra influenciado

por el desempeño fiscal y los efectos de las políticas públicas municipales y de región.

La Figura 6 muestra la dispersión de los resultados fiscales. Los municipios que poseen mejores resultados en desempeño fiscal son aquellos que presentan menores niveles de pobre‑za, mientras que aquellos con resul‑tado opuesto cuentan con mayores niveles de pobreza, de acuerdo con el indicador NBI.



Mapa 10. Distribución espacial de los trabajadores del sector industrial, servicios y comercio en el Valle del Cauca 2005

Fuente: Elaboración del autor sobre la base de información del Censo Básico de Población y Vivienda 2005 (DANE).

Figura 6. Desempeño fiscal sobre el ín‑dice NBI en el Valle del Cauca 2009

Fuente: Elaboración del autor con base en información del Departamento Nacional de Planeación y SIGOT (Instituto Agustín Codazzi).

RecomendacionesSobre la base de los resultados en‑contrados en el artículo y utilizando herramientas de análisis espacial, se pudo lograr una caracterización deta‑llada de los patrones espaciales más importantes en el departamento. Se encontraron clústeres de pobreza de diferentes tipos como aquellos en los que municipios pobres se rodean de municipios pobres y municipios ricos rodeados de municipios ricos. Es decir, el Valle del Cauca se caracteriza por presentar localidades o municipios den‑samente poblados con una importante actividad económica y unos indicadores

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de desarrollo relativamente satisfacto‑rios, mientras otros continúan con poca participación en la actividad económica departamental, escasa población y re‑zago en sus indicadores de desarrollo, lo cual evidencia un desarrollo desigual en los municipios del departamento.

Por tanto, las políticas regionales del departamento deben estar orientadas a la reducción de dichas disparidades, enfocándose principalmente en el em‑pleo y la mejora sustancial del ingreso por habitante, buscando así una nueva y mejor distribución espacial de las actividades económicas sobre todo en los municipios más desfavorecidos. En tal sentido, es importante fomentar la instalación de industrias en los muni‑cipios donde se presenten altas tasas de desempleo y precarias condiciones de calidad de vida. La manera más directa de incentivar a las empresas a ubicarse o ampliarse en estas regiones designadas es otorgándoles ayuda financiera, la cual puede tomar varias formas, como:

a. Subvenciones directas a la empresa en forma de subsidios determinados en función, por ejemplo, del número de empleos creados en la región.

b. Subvenciones directas a la empresa según objetivos precisos: capacita‑ción, inversión, adquisición de equipo, entre otros.

c. Desgravaciones fiscales: deduccio‑nes de impuestos sobre las ganancias,

reducción de impuestos (IVA, impues‑tos prediales, etc.), subvenciones indirectas de todo tipo que reduzcan la carga fiscal de la empresa.

d. Medidas de reducción de costo del capital: condiciones preferenciales de crédito (garantías de préstamos, tasas de interés privilegiadas, etc.)

e. Rebajas sobre ciertos costos, tarifas de electricidad, tarifas de infraestruc‑turas, entre otros.

Cabe mencionar que este tipo de estrategia de otorgar subvenciones, influye en sectores de actividad eco‑nómica que sientan cierta atracción por la región designada. Ahora, otra estrategia importante para incentivar a las empresas a ubicarse en aque‑llas regiones rezagadas, consiste en invertir en infraestructura pública. Esto significa dotar a las regiones de un capital público tal, que las empresas se instalen o logren algún grado de crecimiento. En otras palabras, las inversiones en infraestructura pública son un incentivo para influir en las tendencias de localización. Las inver‑siones deben adoptar una trayectoria espacial sensiblemente diferente a la del mercado, para que las regiones periféricas puedan tener, en términos relativos, existencias de capital público superiores a las regiones centrales, con el fin de no acabar favoreciendo a las regiones centrales en relación con las regiones periféricas.



La reducción de las disparidades re‑gionales, como en el caso del Valle del Cauca en un proceso lento. Por tal moti‑vo, se necesita un claro compromiso de largo plazo para que las políticas desti‑nadas a reducir dichas desigualdades socioeconómicas logren ser efectivas. En otras palabras, la reducción de las disparidades que se presentan debe convertirse en políticas de Estado que estén por encima y no deban eliminarse por los cambios políticos reiterados.

Otra recomendación de política regional es fomentar la promoción de espíritu de empresa. Esto suele ser un elemento clave de desarrollo, pues una región carente de empresas locales es sinó‑nimo de subdesarrollo. Ahora bien, el fomento para la creación de empresas en las regiones más desfavorecidas debe ir acompañado de una formación integral sobre cómo hacer empresa y negocios. Además, se debe promover el fácil acceso al crédito para aquellas actividades económicas representati‑vas del departamento.

En cuanto al fortalecimiento del capital humano, se trata de un aspecto muy importante, porque la inversión en educación ayuda a obtener mejores condiciones de crecimiento económico y, así, mejorar las condiciones de vida de la población educada. Es decir, la prohibición de cambios de maestros durante el año escolar, el fácil acceso por parte de los estudiantes a computa‑dores, bibliotecas, Internet, entre otras.

Por último, se debe fortalecer, incenti‑var y apoyar una agricultura competiti‑va en productos en los cuales algunos municipios tienen ventaja como los frutales, el algodón, el tomate, etc., y no concentrar su producción agrí‑cola en un monocultivo que, para el caso vallecaucano, es el de la caña de azúcar. No obstante, el gobier‑no departamental debe suministrar servicios estratégicos que aseguren la sostenibilidad y competitividad de estos productos, con el fin de generar la reactivación de la agricultura en el departamento y, de esta forma, lograr una reducción de las disparidades de la región.

ConclusionesDe acuerdo con los resultados obteni‑dos, se puede afirmar que en el Valle del Cauca existe evidencia acerca de la dependencia espacial en las características socioeconómicas de su población, capturadas a través de los índices ICV y NBI. Bajo este con‑texto, la localización geográfica de la población juega un papel fundamental en la explicación de los niveles de necesidades básicas insatisfechas y de calidad de vida, lo cual induce a pensar que el nivel social y económi‑co de los habitantes de un municipio depende en forma importante del nivel de pobreza de sus vecinos.

La geografía física es considerada un determinante importante en el desarrollo económico y social de una región. Para el Valle del Cauca, las

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condiciones climáticas, hidrográficas y la fertilidad del suelo son apropiadas para el cultivo de la caña de azúcar en la región, lo que ha generado con‑diciones favorables en indicadores de desarrollo en algunos municipios del departamento y rezago en aquellos que no cuentan con las condiciones favorables para este cultivo.

En cuanto a decisiones de política eco‑nómica, los resultados obtenidos son de gran importancia, porque logran localizar y detectar (por medio de la elaboración de mapas) la formación de clústeres (sobre la base del ICV y NBI), para permitir una adecuada focalización de políticas de adjudica‑ción de recursos en zonas específicas del departamento. En otras palabras, las herramientas de análisis espacial utilizadas en el documento permiten orientar las políticas en forma más eficiente.

Es claro que las condiciones geo‑gráficas no determinan la realidad económica del Valle del Cauca, pero si predispone algunos de sus resultados.

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