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Analisis de las movilizaciones mapuches en contra de los transgénicos en Araucania entre 2009 y 2014.
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Anne Le Bon
Tesis para optar al grado de Magister en Antropología
Bajo la dirección de Hans Gundermann
Mayo 2014
La guerra a muerte
Las movilizaciones mapuches en
contra de los transgénicos en
Araucanía
2
Dedico humilmente este trabajo a todas las mujeres y a todos los hombres
que aún creen en un mundo de semillas libres, que aún creen en una
humanidad respetuosa de la madre Tierra, que aún creen en el triunfo del
derecho y de la justicia y que se levantan para hacer escuchar el grito de sus
corazones.
Agradezco a todas la personas que han tomado el tiempo de compartir
conmigo sus experiencias y sus conocimientos para la realización de este
trabajo.
3
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO 1: CRONOLOGÍA DE UN MOVIMIENTO
I/ PEQUEÑA HISTORIA DE LOS TRANSGÉNICOS EN CHILE
1- Marco legal
2- Progresión de los cultivos transgénicos
a) Evolución a nivel nacional
b) Evolución en Araucanía
II/ LA MOVILIZACIÓN NACIONAL CONTRA LOS
TRANSGÉNICOS
1- Cronología
2- Un “Nuevo Movimiento Social”
III/ LA MOVILIZACIÓN MAPUCHE CONTRA LOS
TRANSGÉNICOS
1- Una movilización tardía
2- Un movimiento de crisis
CAPÍTULO 2: LAS FORMAS DE MOVILIZACIÓN
I/ UNA GRAN VARIEDAD DE MOVILIZACIONES
II/ LOS ESPACIOS DE APRENDIZAJE Y REFLEXIÓN
1- La información como objetivo principal
2- El rol de los espacios de aprendizaje y reflexión en
las estrategias de movilización
III/ LAS DEMOSTRACIONES PÚBLICAS
1- Descripción
2- Las demostraciones públicas como herramientas
de visibilización del movimiento
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4
IV/ LOS TRAFKINTU
1- Historia de una práctica
2- Una reactivación masiva desde 2011
3- El rol del trafkintu en el movimiento anti
transgénicos
CAPÍTULO 3: LOS ACTORES DE LA MOVILIZACIÓN
I/ UN MOVIMIENTO POCO ESTRUCTURADO
1- Un movimiento aislado
2- La falta de organizaciones en terreno
II/ LA OMNIPRESENCIA DE LA MUJER MAPUCHE
1- Un emblema de la lucha anti transgénicos a nivel
nacional
2- La mujer mapuche, última guardiana de las
semillas
3- Figuras de luchadoras
CAPÍTULO 4: LOS ARGUMENTOS MAPUCHES
I/ ESPECIFICIDAD DE LOS ARGUMENTOS MAPUCHES ANTI
TRANSGÉNICOS
1- Los argumentos no indígenas en Chile y en el
mundo
2- Los argumentos mapuches anti transgénicos
II/ LA IMPORTANCIA DE LA SEMILLA EN LA CULTURA
MAPUCHE
1- El lugar del hombre en la naturaleza
2- La semilla como agente cultural
CONCLUSIÓN
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5
ANEXOS
1- Anexo 1: Mapa de los cultivos transgénicos en
Chile 2009-2012
2- Anexo 2: Lista de los senadores a favor y en contra
de la ley de obtenciones vegetales
3- Anexo 3: Foto de la campaña YNQT en Chile
4- Anexo 4: Eventos en contra de los transgénicos
con participación mapuche importante
5- Anexo 5: Carta de Curarrehue
6- Anexo 6: Frisa cronológica de las movilizaciones
mapuches anti Transgénicos
7- Anexo 7: Descripción de las demostraciones
públicas
8- Anexo 8: Argumentos mapuches en contra de los
transgénicos
BIBLIOGRAFÍA
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149
6
INTRODUCCIÓN
7
La agricultura ha evolucionado muy rápidamente en Chile al final del siglo 20,
con la adopción de un modelo económico basado en las exportaciones. A
principios del siglo 21, la firma de acuerdos comerciales con Europa y Estados
Unidos confirmó la importancia y el potencial de la agricultura en el desarrollo
económico del país, y se trata actualmente de aumentar la superficie cultivada
y de mejorar los rendimientos para exportar siempre más. Esta agricultura
muy productiva se concentra particularmente en la zona central de Chile, de la
cuarta a la séptima región. Esta organizada en sociedades fuertemente
capitalizadas y se caracteriza por una mecanización muy fuerte y un uso
importante de químicos.
Esta agricultura, que podemos calificar de industrial, dirigida por empresarios
y sociedades, contrasta de modo muy fuerte con una agricultura a pequeña
escala, muy presente en la novena región, que pena para superar el
autoabastecimiento. Los mapuches representan una porción importante de
esos campesinos pobres que llegan solo marginalmente al mercado. Dañada
por la falta de tierras, por la revolución verde y por el sistema neoliberal – que
engendraron la degradación de los suelos, la proletarización de los campesinos
y un trastorno cultural importante – la agricultura tradicional mapuche casi
desapareció en beneficio de los sistemas de cultivos modernos (en tablones,
con uso de químicos, sin rotación de suelos y gracias a semillas certificadas
limitadas a ciertas especies), adoptados por la mayoría de esos pequeños
campesinos. Sin embargo, estos últimos años, se observa una revitalización
de la agricultura tradicional mapuche con la recuperación de prácticas
culturales como el trafkintu, el redescubrimiento de especies casi abandonadas
como la quínoa y el regreso a formas naturales de cultivos, sin químicos.
Todavía marginal, esta revitalización está en progreso constante1 gracias a la
acción de personalidades independientes2 y de instituciones3. Esta
1 . Según los testimonios de varios campesinos mapuches, como Lidia Curimil de
Putue Bajo (comuna de Villarrica), y de personalidades que trabajan en conjunto con
los agricultores mapuches, como el agrónomo Antonio Fernández, que apoya la
creación de cooperativas agrícolas en territorio mapuche. 2 . Como Lilian Barrientos, agrónoma, que forma los campesinos mapuches en la agro-
ecología, basándose sobre la agricultura tradicional mapuche, en el lof Rulo (comuna
de Nueva Imperial). 3 . Como el Cet Sur, que sostiene un programa de formación de curadoras de semillas
desde 2007 o la Universidad Católica de Villarrica, que ha liderado varios programas
8
revitalización está ligada a la llegada de una amenaza muy importante: los
Organismos Genéticamente Modificados (OGM), más generalmente llamados
transgénicos.
En efecto, la agricultura chilena está hoy en día a punto de entrar en una
nueva fase de su historia, con la generalización de los OGM. Esta tecnología
consiste en la inserción de un gen proviniendo de una especie (a) en el ADN
de otra especie (b). El resultado obtenido es una nueva especie cercana a la
especie b pero con algunas características de la especie a, como por ejemplo
su resistencia a ciertos insectos.
Cultivados en el país desde 1992 con fines de investigación y por semilleros
que exportan las semillas modificadas al exterior del país (Chile es el sexto
país exportador de semillas transgénicas en el mundo, con cerca de 30
empresas semilleras exportando anualmente 75 millones de kilos de semillas
transgénicas cultivadas sobre 30.000 hectáreas, ubicadas en la primera región
y entre la quinta y la novena región, con una concentración particular en la
séptima región), los transgénicos están a pasos de imponerse sobre el
mercado de las semillas en Chile. Si bien los opositores a los transgénicos
ganaron en marzo 2014 una importante victoria con el abandono del proyecto
de ley “derechos sobre obtenciones vegetales”, más conocida como Ley
Monsanto - Von Bear, que deroga la ley 19.342 sobre los Derechos de
Obtentores de Nuevas Variedades Vegetales, saben que la amenaza de los
transgénicos todavía está bien presente y que esos cultivos siguen ganando
terreno en el país.
Según los detractores de esta tecnología vegetal, la liberación de los
transgénicos en Chile provocaría la contaminación genética de las semillas
nativas por los OGM y por ende su desaparición, colocaría en riesgo la
agricultura orgánica y la competitividad de las exportaciones de este sector,
aumentaría dramáticamente la dependencia de los agricultores a las
transnacionales agroquímicas y a las empresas semilleras y elevaría el precio
de los alimentos, sin hablar de los riesgos potenciales de los alimentos
modificados sobre la salud humana.
de desarrollo de la agricultura tradicional mapuche, entre los cuales destaca un
programa de recuperación de especies tradicionales en 2006.
9
Dentro de los opositores a los transgénicos, los mapuches ocupan un lugar
muy interesante ya que suman al debate argumentos espirituales sobre el
carácter sagrado de la semilla y políticos sobre la amenaza para la soberanía
alimenticia que representan los OGM. Detentan un rol clave en la resistencia a
los transgénicos ya que su identidad indígena y sus costumbres tradicionales
(como la guardia y el intercambio de semillas) les dan legitimidad para
proteger la semilla nativa y por ende les permite ser un ícono de la lucha
contra los transgénicos a nivel nacional. Sin ser extremadamente numerosos,
son muy activos en la movilización contra los OGM. Están representados por
agrupaciones como la Red de Guardianes de Semillas de Wallmapu, Fenxen Pu
Choyvn, la cooperativa agroecologica We Mapu o la corporación
Komkelluahyin; por comunidades como el lof Likan Ray o las comunidades de
Curarrehue; y por personalidades como Anita Epulef, Lidia Curimil o Cecilia
Caniuman. Las movilizaciones toman varias formas, desde las marchas y
declaraciones públicas hasta las charlas y conferencias, pasando por los
trafkintu (intercambios de productos y saberes), que se multiplicaron estos
últimos tres años y se volvieron el símbolo de la resistencia a las semillas
modificadas.
La presente investigación busca caracterizar esta movilización mapuche contra
los transgénicos, determinando su evolución en el tiempo, identificando sus
momentos claves, analizando sus estrategias comunicacionales, interesándose
en la identidad y en la trayectoria de sus actores claves, estudiando su
articulación con las otras reivindicaciones que constituyen el movimiento
mapuche y con el movimiento anti transgénicos no mapuche, analizando los
argumentos específicos movilizados por los mapuches e interesándose a la
forma que toman las movilizaciones.
Afirmo que estamos en presencia de un movimiento social mapuche1 anti OGM
y no en presencia de mapuches dentro de un movimiento nacional anti OGM
por dos razones. Primero, en terreno, se constata que los actores mapuches y
no mapuches intercambian sobre el tema y establecen vínculos pero no
1 . Según la definición que da Erik Neveu de un movimiento social: “una acción
colectiva concertada a favor de una causa”. Neveu Erik, Sociologie des mouvements
sociaux, La Découverte, Paris, 1996, p.7.
10
organizan acciones en conjunto, o muy pocas. Segundo, hay una diferencia
importante en las motivaciones y posibles consecuencias de cada grupo: si
para los ambientalistas no mapuches los transgénicos constituyen una
amenaza muy importante, no se trata de una amenaza directa, al contrario de
los mapuches, para quiénes la liberación de los transgénicos sería sinónimo de
muerte. En efecto, la agricultura transgénica es vista como incompatible con la
agricultura tradicional mapuche, que constituiría según esos actores el soporte
muy frágil (ya que se encuentra muy dañado) de toda la cultura mapuche. Si
pierden lo poco que queda de su agricultura tradicional, lo que sería inevitable
si los transgénicos se generalizan, entonces se considera que los mapuches
perderán su identidad como pueblo y dejarán de existir. En este sentido, las
movilizaciones mapuches en contra de los transgénicos pueden ser
consideradas como una nueva “guerra a muerte” contra la invasión afuerina,
recordando la incitación a una guerra a muerte contra las tropas chilenas que
entre 1866 y 1878 hacía el gran lonco Kilapán: este declaró que “mientras
hayan coligues para construir nuestras lanzas, no dejaremos entrar a nuestra
tierra a los huincas”1. Ahora como durante la campaña de Pacificación de la
Araucanía, se trata de resistir hasta el final a la invasión exterior, sinónimo de
muerte cultural.
La temática de las movilizaciones indígenas sobre el tema de los transgénicos
es una materia bastante nueva, que no ha sido estudiada con profundidad
hasta el día de hoy. En relación con ello, esta investigación abarca tres
corrientes de investigación que consideramos relativamente fértiles: el estudio
de la relación entre etnicidad y medioambiente, el estudio de las prácticas
agrícolas indígenas y el estudio de la religiosidad mapuche.
Dentro de los estudios étnicos, la relación entre etnicidad y medioambiente es
un tema de investigación activo en la antropología latino-americana
contemporánea. Al nivel regional, varios estudios se interesaron por el indio
ecologista “new age” y su origen, tanto en Perú2 como en México1 o en
1 . BENGOA José, Historia del pueblo mapuche, Ediciones Sur, Santiago, 1996, p 88.
2 . SALAZAR Carmen, “Los tesoros del Inca y la madre naturaleza: etnoecología y lucha
contra las compañias mineras en el norte de Perú”, en ROBIN Valérie y SALAZAR
Carmen, El regreso de lo indígena, retos, problemas y perspectivas, IFEA / CBC /
Ambassade de France au Pérou – coopération avec les pays andins, Lima, 2009, p.
187-216.
11
Colombia2. Varias tesis se plantean respecto al ecologismo de los nativos: los
esencialistas, apoyándose sobre las cosmologías indígenas, presentan los
nativos como ecologistas innatos, mientras los constructivistas presentan la
ambientalización del indígena como un proceso político. Pero, ahí también, por
lo menos dos tesis se enfrentan: algunos autores consideran que las ONG
internacionales y los ambientalistas fabricaron la imagen del indio ecologista
como rostro para captar más fondos3, mientras otros4 estiman que los nativos
se ambientalizaron para sobrevivir, aprovechando un contexto legal favorable.
El estudio del surgimiento de la temática de los OGM dentro del movimiento
mapuche permite un acercamiento a esas problemáticas.
Al nivel nacional, los estudios sobre las movilizaciones mapuches también son
numerosos, pero se centran generalmente sobre la problemática del territorio
como base de la cultura y de la identidad mapuche más que sobre la relación
entre etnicidad y medioambiente. Los investigadores que más trabajaron la
temática de las movilizaciones y conflictos mapuche en Chile son Rolf Foerster
(que, aparte de sus estudios sobre la religiosidad mapuche, se interesa
principalmente por las relaciones entre los mapuches y el estado chileno), José
Bengoa (que trabaja sobre la historia del pueblo mapuche) y Jorge Iván
Vergara (que se dedica principalmente al estudio de los conflictos y de las
demandas étnicas5). Dentro de los trabajos que brindan antecedentes
interesantes para mi investigación, Organizaciones, líderes y contiendas
1 . FAVRE Henri, “El movimiento indianista: un fenómeno “glocal””, en ROBIN Valérie y
SALAZAR Carmen, El regreso de lo indígena, retos, problemas y perspectivas, IFEA /
CBC / Ambassade de France au Pérou – coopération avec les pays andins, Lima, 2009,
p. 29-37.
2 . ULLOA Astrid, La construcción del nativo ecológico, ICANH – COLCIENCIAS, Bogotá,
2004, 364p.
3 . FAVRE Henri, op cit, p. 36-37: “Se necesita que el indígena que vende la ONG a la
opinión pública occidental corresponda a la imagen estereotipada de los indios que
tienen los potenciales contribuidores. […] Si [las ONG] presentan a los pampacuyanos
como campesinos pobres, nada transitará por el puente. Para que el tránsito de ayuda
se realice, es necesario que las ONG presentan a los pampacuyanos en tanto etnia con
usos, costumbres y tradiciones milenarias y exóticas, cuidadosa del medio ambiente y
conservadora de un saber que la hace vivir en simbiosis con la naturaleza, etc”.
4 . ULLOA Astrid, Op cit, p.227. 5 . VERGARA, Jorge Ivan, “Las tierras de la ira. Los sucesos de Traiguén y los conflictos
entre comunidades mapuches, empresas forestales y Estado”, en Praxis. Revista de
Psicología y Ciencias Humanas, Universidad Diego Portales, Santiago, p.112-128.
12
mapuches (1900-1970) de Rolf Foerster y Sonia Montecino1 es importante ya
que trata de las temáticas que movilizan los mapuches antes del periodo que
me interesa. Historia de un conflicto, el Estado y los mapuches en el siglo XX,
de José Bengoa2, también es relevante ya que entrega la base factual de las
relaciones entre los mapuches y el Estado chileno.
Existe una importante bibliografía sobre la historia de la agricultura en cada
país de Sur América. Chile no constituye la excepción y autores como José
Bengoa3, Luis Correa Vergara4, Carlos Keller Rueff5, Arnold Bauer6, Fabian
Almonacid Zapata7 o Claudio Robles8, entre otros, han trabajado sobre
distintos periodos de la agricultura chilena. Las prácticas agrícolas mapuches
están indirectamente incluidas en esos trabajos, pero existen pocas
investigaciones sistemáticas sobre la agricultura mapuche. Se pueden citar los
trabajos de Iván Inostroza9, mientras el resto de la literatura sobre la
agricultura mapuche se compone de estudios oficiales de la Conadi y de la
Odepa10.
En resumen, la bibliografía relativa a la agricultura en Chile es importante pero
deja poco espacio a la cuestión mapuche y no aborda el tema de los
transgénicos en relación con la agricultura campesina. En efecto, la bibliografía
relativa a los transgénicos en Chile11 empieza a ser relativamente abundante
1 . FOERSTER Rolf y MONTECINO Sonia, Organizaciones, líderes y contiendas mapuches
(1900-1970), CEM ediciones, Santiago, 1988.
2 . BENGOA José, Historia de un conflicto, el Estado y los mapuches en el siglo XX,
Planeta, Santiago, 1999.
3 . BENGOA José, Historia social de la agricultura chilena, Ediciones Sur, 1991.
4 . CORREA VERGARA Luis, Agricultura Chilena, Imprenta Nascimiento, 1938.
5 . KELLER RUEFF Carlos, Revolucion en la agricultura, Zig Zag, 1956.
6 . BAUER Arnold. "Expansión Económica en una Sociedad Tradicional: Chile Central en
el siglo XIX.", en Revista Historia, U.C., Santiago, 1970.
7 . ALMONACID ZAPATA Fabian, La agricultura chilena discriminada (1910-1960). Una
mirada de las políticas estatales y el desarrollo sectorial desde el sur, Madrid, Consejo
Superior de Investigaciones Científicas, Colección América N° 16, 2009.
8 . ROBLES Claudio (dir), Julio Menadier: La agricultura y el progreso de Chile,
Biblioteca Fundamentos de la Construcción de Chile, Instituto de Historia
PUC/DIBAM/Cámara Chilena de la Construcción (2012).
9 . INOSTROZA Ivan, “La agricultura en las comunidades mapuches de Chile 1850-
1890”, en Cultura, Hombre, Sociedad, Vol. 3, N°2, 295-313, 1986.
10 . A título de ejemplo, se puede consultar Agricultura Mapuche, documento de
trabajo n°6, marzo 2001, Odepa-Conadi. 11 . La mayoría de las referencias están catalogadas en la Biblioteca Nacional del
Congreso, en la serie bibliográfica n°625.
13
pero está enfocada hacia los procesos legales de liberación de los
transgénicos, hacia los problemas éticos planteados por el uso de la tecnología
transgénica o hacia el debate sobre las consecuencias sanitarias de los
transgénicos. Existen pocos estudios que se interesan al impacto de los OGM
sobre la agricultura1 y, al parecer, ninguno que se interesa en su impacto
sobre la agricultura mapuche.
Más allá del impacto directo sobre la agricultura mapuche, los transgénicos
tienen un impacto sobre la integralidad de la cultura mapuche ya que entran
en conflicto con la comprensión mapuche tradicional del mundo y en particular
con la visión de la relación entre el hombre y su medio. Los numerosos
estudios culturales sobre la cosmología mapuche2 permiten determinar de qué
qué modo las reivindicaciones de los mapuches en contra de los transgénicos
se basan sobre esta cosmología.
Si bien el rechazo de los transgénicos por parte de los mapuches está en parte
basado sobre la cosmología de este pueblo, los mapuches no son los únicos
actores sociales que se enfrentan a problemáticas ambientales. En este
sentido, las investigaciones más generales sobre los temas ambientales, como
el trabajo de María Ximena Erice sobre las percepciones en torno a las
temáticas ambientales de varios actores y organizaciones de la zona de
Mendoza en Argentina3, son útiles para entender como los mapuches se
apropian problemáticas muy universales y actuales.
Estos distintos antecedentes bibliográficos brindan jalones interesantes para el
estudio de las movilizaciones mapuches en contra de los transgénicos. Sin
embargo, es necesario situar este estudio dentro de un marco teórico más
amplio, que permita abarcar todas las dimensiones de la temática. La historia
mapuche, la sociología de los movimientos sociales, el multiculturalismo y la
1 . SCHAPER Marianne y PARADA Soledad, “Organismos genéticamente modificados: su
impacto socioeconómico en la agricultura de los países de la Comunidad Andina,
Mercosur y Chile”, en Serie medio ambiente y desarrollo / Comisión Económica para
América Latina y el Caribe, n°43, noviembre 2001, Santiago, Chile, 81p.
2 . Dentro de una amplia bibliografía, se puede citar FOESTER Rolf, Introducción a la
religiosidad mapuche, Editorial Universitaria, Santiago, 1993, 183p.
3 . ERICE María Ximena, Percepciones, valoraciones e intereses de distintos actores y
organizaciones sociales de Mendoza (Gran Mendoza y Malargüe), Argentina, en torno a
las temáticas ambientales, tesis de doctorado, universidad de Girona, 2010.
14
antropología de la naturaleza constituyen el marco teórico elegido para este
estudio.
La movilización mapuche contra los transgénicos se inscribe en un proceso
reivindicativo de larga trayectoria y que integra muchas dimensiones, por lo
cual es importante referirse a la historia del movimiento mapuche. En efecto,
el rechazo de los transgénicos está muy ligado a las reivindicaciones de
autodeterminación del pueblo mapuche, ya que toca el tema de la soberanía
alimenticia y, por ende, a la temática territorial. Así, perder las semillas
nativas sería, por los mapuches que luchan por el mantenimiento de una
agricultura tradicional, considerado como el último despojo al pueblo
mapuche. Por otra parte, las reivindicaciones contra los transgénicos están
ligadas a las reivindicaciones ambientales de los mapuches, que se expresan
con fuerza desde el final de los años 1990. Por lo tanto, me parece necesario
referirse a la trayectoria reivindicativa de los mapuches para entender bien el
movimiento anti OGM, que se construye en una compleja realidad, en
continuidad con movimientos anteriores y contemporáneos pero también con
innovaciones, rupturas, diferencias y reelaboraciones. En este sentido, sería
interesante observar la trayectoria de los actores y su involucramiento en
movimientos anteriores o paralelos. También es importante no perder de vista
los nexos existentes entre el movimiento mapuche y los movimientos
nacionales e internacionales sobre los OGM, ya que se trata de un tema
transnacional. En efecto, el movimiento mapuche está imbricado en
movimientos más amplios y se alimenta de la experiencia de actores ajenos al
movimiento en ocasión de intercambios, reuniones, congresos, etc.
La sociología de los movimientos sociales, por su parte, permite inscribir las
movilizaciones mapuches sobre el tema de los transgénicos en un marco
teórico más universalista. En efecto, la antropología de los movimientos
indígenas en América Latina gira alrededor de las cuestiones de identidad
étnica y de multiculturalismo, mientras la sociología de los movimientos
sociales permite entender mejor los mecanismos puestos en obra para la
construcción del discurso, el rol de los actores sociales en el proceso de
resistencia y las modalidades de acceso a las agendas políticas local, nacional
e internacional.
La literatura sociológica internacional permite dar cuenta de la transformación
de los movimientos sociales desde 1960-1970, con la aparición de los Nuevos
15
Movimientos Sociales1, cuyos objetivos, composición social y modalidades de
intervención son distintos de los movimientos sociales obreros del periodo
anterior2. La sociología de los movimientos sociales aporta hoy día una
atención particular a la identidad y a la trayectoria de los actores3, a los
lugares de sociabilización, a las líneas de ruptura, al rol de los medias de
comunicación, a la motivación personal de los actores, al rol de las
organizaciones o a las estrategias políticas de los actores. El trabajo de Erik
Neveu sobre la sociología de los movimientos sociales4 ofrece una buena
síntesis de las características de los movimientos sociales y de los enfoques de
estudio sobre estos.
El multiculturalismo es otro tema central en el estudio de los movimientos
étnicos ya que sirve de base para las reivindicaciones respecto de las culturas
indígenas y la necesidad de preservación de su entorno, pero también de base
a las reivindicaciones de pertenencia a la nación, que confiere la igualdad
ciudadana a los nativos. Si Chile todavía no se reconoce constitucionalmente
como nación multicultural, la promulgación de la ley indígena en 1993 abrió
paso al multiculturalismo, reforzado por la ratificación del convenio 169 de la
OIT en 2008. La definición que me interesa aquí del multiculturalismo es la
que dan Christian Gros y David Dumoulin Kervran5: es “la acción pública que
busca transformar la imbricación entre injusticia social y descalificación
cultural en una sociedad”, pero también puede ser una estrategia política que
tiene como objetivos controlar la etnicidad y destrabar los conflictos
1 . Entre los teóricos de esos movimientos se destacan Alain Touraine (Le comunisme
utopique, Seuil, Paris, 1972, 320p), Michel Foucault (“Deux essais sur le sujet et le
pouvoir”, in Hubert Dreyfus et Paul Rabinow, Michel Foucault, un parcours
philosophique, Gallimard, Paris, 1984, p. 297–321) o Steven Buechler (Social
Movements in Advanced Capitalism, Oxford University Press, 1999), entre muchos
otros. 2 . Alain Touraine es uno de los sociólogos que observó la evolución de los
movimientos sociales, del movimiento obrero al Nuevo Movimiento Social. Esta
evolución corresponde a una mutación social, de una sociedad industrial caracterizada
por la dominación económica de las elites sobre el pueblo a una sociedad post
industrial caracterizada por una dominación cultural. 3 . MAC ADAM Doug, Freedom Summer, Oxford University Press, 1990, 368p. 4 . NEVEU Erik, Sociologie des mouvements sociaux, Op Cit.
5 . GROS Christian y DUMOULIN KERVRAN David (dir), Le multiculturalisme « au concret »,
un modèle latino-américain ?, Presses Sorbonne Nouvelle, Paris, 2011, p14.
16
potenciales. De hecho como lo postuló Guillaume Boccara1, el
multiculturalismo podría ser considerado como el “faldón cultural” del
neoliberalismo. Hay entonces una relación fuerte entre promoción de la
diversidad étnica y economía neoliberal: el Estado usa el multiculturalismo
(que pasa por una mayor participación de los indígenas en la vida política del
país y una legislación específica para los pueblos indígenas) para hacer pasar
sus políticas neoliberal y sus acuerdos comerciales. Al mismo tiempo, los
mapuches se benefician de las políticas multiculturales, que les proveen
nuevos recursos legales para hacer valer sus derechos. En el caso de los
transgénicos, los mapuches oponen al estado los derechos conferidos por el
convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo para tratar de
invalidar las disposiciones legales de liberación de los transgénicos en el país.
Sin embargo, las políticas multiculturales podrían incitar los mapuches y los
que comparten sus intereses (por ejemplo los ambientalistas) a teñirse de lo
que Spivak nombra un “esencialismo estratégico”2 (en este caso la imagen del
indio ecologista por esencia, cultivando su tierra de modo ancestral) para
hacer valer sus derechos3. Entonces, el surgimiento del discurso mapuche anti
OGM tiene que estudiarse tomando en cuenta el multiculturalismo en Chile.
La antropología de la naturaleza entrega por su parte conceptos muy
interesantes para la comprensión de las representaciones indígenas del mundo
y por ende la comprensión de los argumentos ambientales mapuches. Un
estudio de las movilizaciones indígenas en contra de los transgénicos no puede
prescindir de un estudio de las representaciones que se hacen los indígenas de
su entorno natural y del mundo en general, ni de las interacciones que tienen
con los seres humanos y no humanos que lo componen. En efecto, esas
representaciones son la base que permiten a los mapuches rechazar los
transgénicos invocando el carácter sagrado de las semillas. La tradicional
dicotomía entre naturaleza y cultura está hoy en día muy criticada en el
contexto indígena latino-americano. En efecto, la dualidad entre naturaleza y
cultura corresponde a concepciones occidentales y no hace sentido en las
1 . BOCCARA Guillaume, « Cet obscur objet du désir… multiculturel », in Nuevo
Mundo/Mundos Nuevos, Revista virtual CNRS/EHESS 2010.
2 . SPIVAK Gayatri, In Other Worlds. Essays in Cultural Politics, New York, Methuen,
1987, p.205. 3 . No se trata aquí de un cálculo frio desconectado de la realidad mapuche, sino de la
puesta en delante – y quizás de la exageración – de una característica existente.
17
ontologías indígenas. Los trabajos de Philippe Descola1 y de Eduardo Viveiros
de Castro2 dan cuenta de la necesidad de sobrepasar esa dualidad en el
contexto latino-americano para entender como las sociedades estudiadas
conciben su entorno. Nacida en un contexto de crisis de la antropología3, la
antropología de la naturaleza se propuso el estudio de las relaciones entre
la(s) naturaleza(s) y las sociedades. Esta antropología busca demostrar que la
visión científica del mundo, basada sobre la dicotomía entre naturaleza y
cultura, es una cosmología entre otras. Esa reflexión nació a partir de la
constatación (ya antigua) que numerosas sociedades no occidentales no
establecen distinción entre el campo de la naturaleza y el campo de la cultura
y en un contexto de debilitamiento de la frontera entre la naturaleza y la
cultura en el mundo occidental con los OGM y el clonaje (entre otras
experiencias) por un lado y de crisis ambiental, problematizando la relación
entre sociedad y naturaleza, por otro lado. La antropología de la naturaleza
presupone una diversidad de la naturaleza, es decir la existencia de varias
naturalezas (lo que lleva Viveiros de Castro4 y Bruno Latour5 a hablar de
multinaturalismo) y se propone sobrepasar de diversas maneras el paradigma
naturaleza-cultura para entender como los grupos tienen modelos particulares
de diálogo con su entorno natural. A pesar de su vocación universalista, la
antropología de la naturaleza se interesa esencialmente por poblaciones
“primitivas”, que tuvieron muy pocos contactos con el mundo occidental. Mi
investigación se concentra, al contrario, sobre poblaciones indígenas
“integradas”, que hacen parte desde décadas de una sociedad neoliberal y que
han conocido procesos de adaptación y de aculturación. Sin embargo, la
filosofía, o cosmología mapuche antigua es todavía muy perceptible en los
discursos mapuches actuales de oposición a los transgénicos y es una clave
1 . DESCOLA Philippe, La Nature domestique, symbolisme et praxis dans l’écologie des
Achuar, Editions de la Maison des sciences de l’homme, Paris, 1986, 450 p.
2 . VIVEIROS DE CASTRO Eduardo, “Perspectivismo y multinaturalismo en la América
indígena”, in A inconstancia da alma selvagem, Sao Paulo, 2002. 3 . Con el fin de las grandes teorías universalistas, que llevó a recentrarse sobre el
local; la desaparición de las sociedades “primitivas”, que condujo a portar la mirada
sobre la alteridad en general; y la reflexión sobre el método etnológico, que evidenció
la necesidad de dejar espacio al discurso del “Otro”.
4 . Idem.
5 . LATOUR Bruno, Les politiques de la nature, La découverte, Paris, 2001.
18
para entender el significado profundo de la liberación de los transgénicos para
los mapuches.
Un estudio en cuatro partes del movimiento mapuche anti transgénicos
permite dibujar a grandes rasgos este movimiento y dar cuenta de sus
características principales. Se trata en un primer tiempo de establecer cuál es
la cronológica del movimiento, en un segundo momento determinar cuáles son
las formas que toman las movilizaciones, en un tercer capítulo nos
interesamos por la identidad de los actores implicados en este movimiento y,
finalmente, analizamos los argumentos de esos actores. De esta manera,
respondemos sucesivamente a las preguntas ¿Cuándo?, ¿Cómo?, ¿Quiénes? Y
¿Por qué?
19
CAPÍTULO I
CRONOLOGÍA DE UN MOVIMIENTO
20
La liberación de los transgénicos es una amenaza que se viene perfilando
desde varios años en Chile. Los primeros cultivos (experimentales y
destinados a la multiplicación de las semillas) empezaron a principios de los
años 1990 en Chile y los vecinos Brasil y Argentina ya se han vuelto países
líderes en la producción mundial de OGM. La progresión de los transgénicos,
que ocupan siempre más hectáreas, en el país se acompaña de una necesaria
evolución del marco legal.
El acercamiento del espectro de la liberación de los transgénicos – es decir de
la autorización del cultivo masivo de las plantas transgénicas con destino del
mercado interior – dio lugar a reacciones dentro de la opinión pública nacional
y a la formación progresiva de un movimiento social importante, liderado por
organizaciones ambientales y campesinas nacionales e internacionales.
Al lado de este movimiento apareció otro movimiento anti transgénicos,
compuesto de pequeños campesinos de origen mapuche. Este movimiento es
particularmente fuerte en Araucanía, donde los transgénicos ya ocupan una
considerable superficie agrícola cultivada, al lado de las comunidades mapuche
que temen por sus semillas tradicionales.
Es interesante comparar la evolución de estos dos movimientos, que tienen
una cronología distinta, con la progresión de la superficie cultivada y con la
evolución del marco legal.
I/ PEQUEÑA HISTORIA DE LOS TRANSGENICOS EN CHILE
La historia de los transgénicos en Chile pasa por la evolución del marco legal
relativo al registro de las semillas, a la internación del material genético y a la
comercialización de los productos genéticamente modificados. Sin embargo, la
superficie de transgénicos cultivada evoluciona más rápidamente que el marco
legal, tanto a nivel nacional como en el de la Región Araucanía.
21
1- Marco legal
La investigación destinada a la creación de organismos transgénicos comenzó
en Chile en 19891 y los primeros cultivos transgénicos destinados a la
multiplicación y exportación de semillas empezaron en 1992, con la siembra
por dos compañías semilleras de 0,34 hectáreas de tomate y canola
transgénica en la región metropolitana2. Sin embargo, es solamente en 1993
que se dictó la primera normativa del SAG (Servicio Agrícola y Ganadero)
autorizando la internación de material transgénico para la multiplicación y
exportación de semillas3. Modificada en 20014, está resolución sigue siendo la
única normativa específica relativa a los transgénicos en Chile, a pesar de la
voluntad de los gobiernos de Michelle Bachelet (marzo 2006 – marzo 2010) y
Sebastian Piñera (marzo 2010 – marzo 2014) de hacer evolucionar el marco
legal para convertir Chile en una potencia agrícola, vía la generalización de los
transgénicos en la agricultura.
La conversión del país a la agricultura transgénica requiere dos etapas legales:
una actualización de la legislación sobre el registro de obtenciones vegetales y
una ley específica sobre la producción y comercialización de los transgénicos.
Estos dos aspectos ya están en tramitación desde varios años.
En lo que concierne el registro de obtenciones vegetales y la propiedad
intelectual sobre esas mismas especies vegetales, Chile está actualmente
regido por el Upov 78 y por la ley n°19.342 de 1994, que “regula los derechos
de obtentores de nuevas especies vegetales”. El Upov (Convenio Internacional
para la Protección de Obtenciones Vegetales) fue creado en 1961 con el fin de
proveer une forma sui generis de protección de la propiedad intelectual,
adaptada específicamente al proceso de fitomejoramiento y elaborada para
alentar a los obtentores a crear nuevas variedades vegetales. Este convenio
fue revisado en 1972, 1978 y 1991. Chile se volvió miembro del Upov el 5 de 1 . Proyecto de transformación genética del maíz y azúcar de caña para obtener
variedades resistentes al ataque de insectos, Universidad de Talca, Facultad de
Recursos Naturales. Este proyecto se desarrolló de 1989 a 1992 y fue financiado por el
PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) y la UNESCO por un
monto total de 8.250.000 pesos. 2 . Fuente: Servicio Agrícola y Ganadero. Ver anexo 1. 3 . Resolución 1.927, 5 de octubre 1993. 4 . Resolución 1.523, 06 de julio 2001.
22
enero 1996, adhiriendo a la versión de 1978 (la versión de 1991 entró en
vigor solamente en 1998). La ley n°19.342 de 1994 fue la que alineó la
legislación chilena sobre los estándares internacionales en materia de
obtenciones vegetales y permitió la adhesión al Upov. En su versión 78, el
Upov es un convenio que protege al agricultor, limitando el desarrollo de
nuevas variedades vegetales a obtentores tradicionales o locales y limitando el
registro de esas nuevas variedades, mientras la versión de 1991 protege la
propiedad intelectual del obtentor y termina con el privilegio del agricultor: la
semilla que proviene de la cosecha “pertenece” al obtentor, ya que depende
de su propiedad intelectual1. Este cambio profundo se debe al aumento de los
intercambios comerciales a nivel mundial y al desarrollo de la biotecnología.
El Tratado de Libre Comercio firmado entre Chile y Estados Unidos en 2003
tiene como condición la adhesión de Chile al Upov 91. Esta adhesión pasa por
la adecuación de la legislación chilena a las normas dictadas por el Upov 91,
vía una derogación a la ley n°19.342, y por la aprobación del convenio por la
cámara de diputados y el senado. Los trámites para la aprobación de este
paquete legal empezaron el 13 de enero 2009 cuando el gobierno de Michelle
Bachelet presentó su “proyecto de ley que regula derechos sobre obtenciones
vegetales”2 (que deroga la ley n°19.342). Este proyecto de ley fue aprobado
por la Cámara Baja el 9 de marzo 2010, último día hábil del gobierno de
Bachelet pero no llegó a la Cámara Alta antes de 2013. En el intervalo empezó
la tramitación del Upov 91: el convenio fue aprobado por los diputados en
mayo 2009 y por los senadores el 11 de mayo 2011. Un grupo de senadores
depositó un recurso por inconstitucionalidad del Upov 91 frente al tribunal
constitucional, ya que ciertos artículos entran en contradicción con varias
normas legales tales como la ley de base de medioambiente, la ley indígena o
el convenio 169 de la OIT. Sin embargo, a pesar de que reconoció la
necesidad de proteger la propiedad intelectual indígena, el tribunal
constitucional falló a favor del Upov, argumentando sobre la gravedad de
declarar la inconstitucionalidad de un tratado internacional y llamando a
1 . Existen otras diferencias entres las dos versiones del convenio pero Maximiliano
Sarmiento Moreno, catedrático de la Universidad de la Frontera en Temuco, evidenció
durante el foro “Transgénicos en la Araucanía” (que se desarrolló los 24 y 25 de
septiembre 2013) que la diferencia fundamental es el cambio de enfoque desde la
protección del agricultor a la protección del obtentor. 2 . Boletín n°6.355-01.
23
esperar la aprobación del proyecto de ley que regula los derechos sobre las
obtenciones vegetales, que sirve de marco al Upov 91, para examinar la
constitucionalidad de este proyecto. Chile quedó entonces en este momento
con el tratado Upov 91 ratificado pero en la imposibilidad de adherir al
convenio mientras el proyecto de ley sobre obtenciones vegetales no estaba
aprobado por el Senado.
Este proyecto quedo sin ser tramitado hasta el 11 de junio 2013, cuando entró
a tramitación en la Cámara Alta. Fue sometido a la comisión de agricultura del
Senado, que realizó varias audiencias públicas antes de aprobarlo el 30 de
julio 2013, declarando que estaba en condición de ser examinado por el
Senado. El proyecto llegó entonces al Senado con carácter de urgencia en la
tabla de votaciones pero nunca logró ser votado, hasta que la presidenta
Michelle Bachelet decidió renunciar a presentarlo en marzo 2014. En ausencia
de nueva ley regulando los derechos de los obtentores vegetales, Chile sigue
siendo regido por el convenio Upov 78 y por la ley n°19.342.
El segundo aspecto legal, que apunta hacia la producción y comercialización
de transgénicos y abre paso a una producción masiva orientada hacia el
mercado nacional e internacional, se materializa en el proyecto de ley de
bioseguridad de vegetales genéticamente modificados1. Este proyecto fue
presentado en noviembre 2006 por Alberto Espina, Juan Antonio Coloma,
Eduardo Frei, Andrés Allamand y Fernando Flores. Durante su tramitación, el
proyecto recibió cientos de observaciones, nunca obtuvo carácter de urgencia
para pasar a discusión en el Congreso y quedó sumido en una comisión unida
de Agricultura, Medioambiente y Salud, sin ningún avance notable.
En marzo de 2011, el gobierno de Sebastián Piñera trató de rescatar el
proyecto: el Ministerio de Agricultura presentó una indicación substitutiva al
proyecto, firmada por los ministros de Agricultura (José Antonio Galileo),
Salud (Jaime Mañalich), Economía (Juan Andrés Fontaine) y Medio-Ambiente
(María Ignacia Benitez) y por el presidente Sebastián Piñera. Esta indicación
substitutiva reducía el volumen del proyecto a unos 45 artículos, que no
comportaban ninguna de las observaciones que paralizaban el proyecto inicial.
Sin embargo, la agenda política (movilizaciones estudiantiles, movilizaciones
1 . Boletín n°4.690-01.
24
en contra del Upov 91 y de la ley de obtenciones vegetales) no permitió que el
proyecto siguiera su tramitación.
En resumen, a pesar de los intentos para hacer evolucionar el marco legal
respecto a los transgénicos, Chile sigue con una única normativa legal, que
autoriza la internación de material transgénico para la multiplicación y
exportación de semillas. Sin embargo, la ratificación del Upov 91 (aún si
queda temporariamente sin efecto) es un hito importante ya que prepara el
terreno para la liberación de los transgénicos.
Frente a esa amenaza, los políticos en contra de los transgénicos pidieron una
moratoria sobre su uso en Chile: el 7 de agosto 2012, los senadores Ximena
Rincón, Eduardo Frei1, Fulvio Rossi, Antonio Horvath y Jaime Quintana
depositaron en el Senado el proyecto de ley de moratoria a la introducción de
los cultivos transgénicos en el mercado interno, y de etiquetado para
alimentos con esas características2. El proyecto establece una moratoria de
diez años para la introducción de transgénicos el mercado interno, lo que
pondría fin a la actividad de los semilleros de exportación, a los cultivos de
investigación y a la importación de productos farmacéuticos y otros derivados
de transgénicos actualmente importados para forraje y alimentación humana.
El proyecto entró a tramitación el 8 de agosto 2012 en el Senado y pasó a ser
analizado por la Comisión de Salud, encargada de emitir un primer informe.
Este primer informe todavía no llega y esta iniciativa está amenazada de
quedar empantanada en el sistema legislativo, al igual que todas las iniciativas
anteriores limitando la liberación de los transgénicos3. Mientras tanto, la
superficie de transgénicos sembrada sigue aumentando cada año.
1 . El mismo Eduardo Frei que en 2006 firmó el proyecto de ley de bioseguridad de
vegetales genéticamente modificados… 2 . Boletín n°8.507-11. 3 . Desde 2000, hubieron 2 proyectos permitiendo la declaración de zonas libres de
transgénicos (moción 2703-12 de mayo 2001 y moción 2992-12 de julio 2002), tres
proyectos de ley sobre etiquetado de alimentos transgénicos (moción 2985-1 de julio
2002, moción 2967-11 de diciembre 2002 y moción 3818-11 de junio 2006), un
decreto sobre etiquetados de alimentos transgénicos (decreto n°293 del 26 de abril
2000, tramitado por la Contraloria, que lleva las firmas del presidente Ricardo Lagos y
de la ministra de Salud Michelle Bachelet pero que nunca fue inscrito al Diario Oficial)
y un proyecto de ley para la prohibición de la fabricación, internación e importación a
Chile de semillas “terminator”, es decir aquellas modificadas genéticamente para no
25
2- Progresión de los cultivos transgénicos
El SAG tiene registros de los cultivos transgénicos bajo cuarentena desde 1992
y de la integralidad de los cultivos transgénicos desde 1997. Además, la
información relativa a la ubicación de esos cultivos del año 2009 en adelante
está accesible desde marzo 2012. Estas informaciones nos permiten analizar la
progresión de los cultivos transgénicos a nivel nacional y a nivel regional.
a) Evolución a nivel nacional
Entre 1992 y 2013, la superficie de cultivos transgénicos en Chile pasó de
menos de una hectárea a más de 35.000 hectáreas.
Los registros del SAG nos permiten establecer año por año la superficie de
semillas modificadas sembradas:
Temporada
Superficie
cultivada (en
hectáreas)
1992-1993 0,34
1993-1994 20
1994-1995 34
1995-1996 552
1996-1997 1.249
1997-1998 7.151
1998-1999 28.5371
1999-2000 9.451
2000-2001 8.230
2001-2002 6.525
dar semillas, o para crecer, desarrollarse, madurar, dar frutos o destruirse sólo
mediante la aplicación de productos químicos (boletín 4787-01 de diciembre 2006). 1 . Superficie autorizada por el SAG, se desconoce la superficie efectivamente
sembrada.
26
2002-2003 11.269
2003-2004 8.707
2004-2005 8.684
2005-2006 12.928
2006-2007 18.838
2007-2008 24.464
2008-2009 30.447
2009-2010 24.768
2010-2011 20.464
2011-2012 31.521
2012-2013 35.864
2013-2014 45.0001
De 1992 a 1996, solo fueron registrados los cultivos sometidos a una
cuarentena de bioseguridad. A partir del año 1997, todos los cultivos
transgénicos fueron registrados, a excepción del año 1998 por lo que solo se
conoce la superficie autorizada pero no hay registros de la superficie
efectivamente sembrada.
La progresión de los cultivos transgénicos en el país se puede observar
realizando un gráfico a partir de los datos obtenidos:
1 . Proyección de datos (el informe para la temporada está confirmado al final de la
temporada. La actualización de datos hecha por el SAG al 9 de diciembre 2013 daba
cuentas de 17.753 hectáreas ya confirmadas).
27
Esta progresión se acompañó de una diversificación de las especies cultivadas,
como se puede observar en la siguiente tabla, establecida a partir de datos
colectados por Isabel Manzur1 y de los datos entregados por el SAG:
Cultiv
o
Tem
pora
d
a
1992-9
3
1993-9
4
1994-9
5
1995-9
6
1996-9
7
1997-9
8
1998-9
9
1999-0
0
2000-0
1
2001-0
2
2002-0
3
2003-0
4
2004-0
5
2005-0
6
2006-0
7
2007-0
8
2008-0
9
2009-1
0
2010-1
1
2011-1
2
2012-1
3
2013-1
42
Tomate X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X
Canola3 X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X
Maíz X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X
Soya X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X
Tabaco X X
Trigo X X X X
1 . MANZUR Isabel, Biotecnología y bioseguridad: la situación de los transgénicos en
Chile, Fundación Sociedades Sustentables, Santiago, 2005. 2 . Cultivos confirmados al 9 de diciembre 2013. 3 . También se encuentra bajo la denominación de Raps.
28
Remolacha X X X X X X X X X X X X X X X
Eucalipto X
Papa X X X X X X X X
Melón X X X X
Maravilla X X X
Zapallo X X X X X X X X X X X
Pino X X
Cártamo X X X X X X X X X X
Vid X X X X X X X
Arroz X X X X
Lino X
Alfalfa X X X
B. Juncea1 X X X
Cebada X X
Sobre todo el periodo, son 20 especies que han sido liberadas sobre el
territorio nacional. El maíz ha sido el cultivo preponderante, con un 95% de la
superficie total cultivada, seguido por la canola y la soya. Está multiplicación
de las especies cultivadas se ha acompañado de una multiplicación de las
empresas semilleras que siembran transgénicos, pasando de dos en 1992 a 32
en 20122.
Los mapas establecidos por el Consorcio Apícola a partir de la información
entregada por el SAG3 sobre la ubicación de los cultivos transgénicos nos
permite observar que esos cultivos se concentran en las regiones del centro
sur de Chile, entre cuales está la Región Araucanía.
b) Evolución en Araucanía
La novena región de Chile cuenta con cultivos transgénicos desde el año 1994.
Fue la zona de mayor cultivo entre 1995 y 1998, antes de ser adelantada por
la región Metropolitana, la sexta y la séptima región y más recientemente por
1 . Brassica Juncea, comúnmente llamada Mostaza china. 2 . Según la información obtenida en 2012 por el Consorcio Apícola. 3 . Ver anexo 1.
29
la octava región1. Actualmente, ocupa el quinto lugar sobre ocho en la
producción nacional de transgénicos por regiones, con un poco más del 4% de
la producción nacional. Esta producción relativamente baja se explica por las
características agrícolas de la región: se trata de una agricultura familiar,
llevada a cabo por pequeños agricultores – generalmente de origen mapuche –
que no logran sobrepasar el auto-abastecimiento. En contraste, las regiones
de mayor producción de transgénicos son zonas de agricultura industrial
intensiva llevada a cabo por empresarios. Sin embargo, el cultivo de
transgénicos ha ido progresando en Araucanía, pasando de 2 hectáreas en
1994 a 1441 en 2012.
La siguiente tabla, elaborada a partir de datos entregados por el SAG, y el
gráfico que la ilustra permiten observar la evolución de la superficie de
cultivos transgénicos sembrados en Araucanía entre 1994 y 2013:
Temporada
Superficie
cultivada (en
hectáreas)
1994-1995 2
1995-1996 18
1996-1997 21
1997-1998 39
1998-1999 1042
1999-2000 81
2000-2001 197
2001-2002 32
2002-2003 99
2003-2004 110
2004-2005 430
2005-2006 449
2006-2007 366
1 . Datos SAG. 2 . Superficie autorizada, se desconoce la superficie efectivamente sembrada.
30
2007-2008 640
2008-2009 2192
2009-2010 1314
2010-2011 1142
2011-2012 1332
2012-2013 1441
2013-2014 5731
La progresión de los cultivos transgénicos en Araucanía sigue globalmente la
progresión nacional: se puede observar una evolución en dientes de serrucho
hasta la temporada 2005-2006, un peak de producción en 2008-2009, seguido
de una caída importante entre 2009 y 2011. Desde este momento, se puede
observar una recuperación fulgurante a nivel nacional (con un adelantamiento
de la superficie cultivada en 2008-2009 desde la temporada 2011-2012),
mientras la superficie cultivada en Araucanía sigue un ritmo de progresión
mucho menor y no alcanza todavía los niveles de la temporada 2008-2009.
1 . Datos incompletos, según actualización del SAG del 9 de diciembre 2013.
31
El cultivo más presente en la novena región es la Canola (con 99,9% de la
superficie total de transgénicos sembrada para la temporada 2012-2013) pero
también se encuentran (según los años) cultivos de maíz, soya, trigo,
remolacha, alfalfa, brassica juncea, lino y cebada. Es la segunda región
productora de canola transgénica a nivel nacional.
En resumen, la región Araucanía es una región que cuenta con una producción
de transgénicos antigua (desde 1994), que sin ser muy importante le confiere
el quinto lugar a nivel nacional en términos de superficie cultivada y el
segundo lugar para el cultivo de canola transgénica. Esta superficie sigue
globalmente la evolución nacional, a pesar de un posible desenganche en los
últimos 2 años (tendencia que habrá que confirmar o invalidar según la
evolución en los próximos años).
32
La progresiva liberación de los transgénicos en Chile, que pasa por una
modificación progresiva del marco legal y una evolución rápida de las
superficies cultivadas en varias regiones del país, no pasa inadvertida y ha
provocado reacciones a nivel nacional.
II/ LA MOVILIZACIÓN NACIONAL CONTRA LOS TRANSGÉNICOS
La aparición y rápida progresión de los cultivos transgénicos en Chile y en el
mundo desde dos décadas han suscitado una fuerte preocupación a nivel
internacional y ha generado reacciones por parte de las organizaciones
ambientales y de la opinión pública. Es interesante analizar cómo el
movimiento de rechazo a los transgénicos se ha ido organizando y
fortaleciendo en Chile.
1- Cronología
Según Camila Montecinos1, la preocupación por los transgénicos y el
movimiento de oposición que resulta de esta, nacieron en los años 1995-1996
en los círculos intelectuales de la capital2. Se trataba de un movimiento
urbano, sin eco rural, con poca capacidad de organización y de movilización y
en consecuencia con poco impacto sobre el resto de la sociedad. Sin embargo,
la preocupación creció durante los años siguientes hasta materializarse al
principio de la década 2000 en cinco proyectos de ley para la declaración de
zonas libres de transgénicos y para el etiquetado de los alimentos que
contienen transgénicos3.
1 . Camila Montecinos, agrónoma de formación, es desde 2002 miembro de la
organización GRAIN, en la cual actúa como coordinadora al nivel latino-americano.
GRAIN es una organización internacional que apoya los campesinos y los movimientos
sociales en la lucha para lograr sistemas alimentarios basados en la biodiversidad y
controlados comunitariamente. Camila Montecinos es también asesora de la comisión
de biodiversidad de Vía-Campesina por parte de GRAIN y participa en la producción de
la revista Biodiversidad, sustento y culturas, publicación trimestral editada por un
conjunto de organizaciones socio-ambientales. 2 . Entrevista personal con Camila Montecinos, 7 noviembre 2013. 3 . Cf capítulo sobre el marco legal.
33
La movilización salió de los círculos políticos e intelectuales en abril 2004,
cuando Greenpeace Chile inauguró una campaña nacional de dos años para el
etiquetado de los transgénicos. Esta campaña consistió en la realización de un
video de información sobre los transgénicos y sus riesgos potenciales1, en la
elaboración de una guía de alimentos transgénicos2, en intervenciones de
etiquetaje de productos alimenticios elaborados con transgénicos3, en
manifestaciones públicas4, etc. Después de esta primera iniciativa, otras ONG
entraron progresivamente en la movilización. Es el caso de Anamuri
(Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas) – que realiza un trabajo
de información sobre los transgénicos desde 2006 –, de Rap-Chile (Red de
Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para Chile) – que publica folletos de
información y realiza marchas sobre el tema desde 2007 –, de Vía Campesina,
del Observatorio Latino Americano de Conflictos Ambientales (OLCA), etc.
A partir de 2008, esas organizaciones empezaron a llevar a cabo acciones en
conjunto. En enero, Anamuri, Rap-Chile, OLCA, CIAL (Corporación de
Investigación en Agricultura Alternativa), el Consejo Ecológica Comunal de
Melipilla y la corporación el canelo de Nos (entre otras), firmaron una carta
dirigida a la presidente Bachelet y pidiéndole que no permitiría la entrada de
los cultivos transgénicos a Chile, tal como lo había prometido durante su
campaña electoral.
Sin embargo, es en 2009 que la movilización toma realmente fuerza, con la
batalla judicial para la publicación de la ubicación de los cultivos transgénicos
(al momento de la entrada en vigor de la ley de transparencia5) y la llegada al
congreso del proyecto de ley sobre obtenciones vegetales (que deroga la ley
19.342). La promulgación de la ley de transparencia dio inicio a una larga
batalla judicial entre organizaciones anti-transgénicos6 y el SAG: apoyándose
sobre la ley de transparencia, las organizaciones solicitaron al SAG el 18 de
1 . http://www.youtube.com/watch?v=KtnY9EKY3CU&feature=youtu.be 2. http://www.radiotierra.cl/archivos/documentos/guia_de_alimentos_transgenicos.pdf 3 . http://www.greenpeace.org/chile/es/prensa/comunicados-de-prensa/activistas-
etiquetan-productos/ 4 . http://www.emol.com/noticias/nacional/2005/12/22/205640/greenpeace-exige-en-
chile-eliminacion-de-transgenicos-en-alimentos.html 5 . Ley n°20.285 sobre transparencia y acceso a la información pública, entrada en
vigor el 18 de mayo 2009. 6 . Rap-Chile, OLCA, ANAMURI y CIAL, reunidas en la “Alianza por una mejor calidad
de vida”.
34
mayo 2009 la entrega de la información disponible sobre la ubicación de los
cultivos transgénicos pero, frente a la denegación del organismo, tuvieron que
recurrir a amparo ante el Consejo para la Transparencia, que falló a favor de
las organizaciones en marzo 2012 (después del desistimiento de las empresas
semilleras, que apoyaban el SAG). El proyecto de ley sobre obtenciones
vegetales, por su parte, generó un frente de rechazo por parte de asociaciones
sociales, ambientales y gremiales cuando fue presentado por primera vez en el
Congreso, en enero 2009. Los 7 y 14 de julio, once organizaciones1 pudieron
exponer sus argumentos en contra del proyecto ante la comisión de
agricultura del congreso. El mes siguiente, esas mismas organizaciones2
emitieron una petición contra el proyecto de ley pero no lograron juntar la
cantidad de firmas esperada3. En septiembre 2009, una herramienta de
difusión importante vino a apoyar el movimiento anti-transgénicos: el
documental “El Mundo Según Monsanto” fue doblado al español, gracias a la
iniciativa de Rap-Chile, y fue proyectado por primera vez en Santiago, en
presencia de su autora Marie-Monique Robin. Según Lucía Sepúlveda4, este
documental permitió informar un público amplio y tuvo una influencia muy
positiva sobre el movimiento. También se hizo un resumen de 15 minutos
destinado a las comunidades indígenas.
El trabajo de información realizado por las organizaciones y la aprobación del
Upov 91 por el congreso a principios del año 2010 llevaron a una ampliación
del movimiento anti-transgénicos a nivel nacional. La Alianza por una mejor
calidad de vida creció, para llegar a 25 miembros, y nuevas organizaciones
entraron en la movilización.
En 2011, la publicación del libro Chile: La semilla campesina en peligro5,
marcó un nuevo hito importante en el movimiento ya que se promocionó en
1 . ANAMURI, Rap-Chile, OLCA, la Fundación con Todos (Chiloé), la Asociación de
Agricultores Orgánicos de Chiloé, CETSUR, el Grain, la Asociaciones de Agricultores
Orgánicos del Biobio, la Agrupación de Agricultores Orgánicos de Chile (AAOCH), la
Asociación de Agricultura Biológica- Biodinámica y la Agrupación de Consumidores
Conscientes. El obispo Emérito de Ancud, Monseñor Ysern también pudo expresar su
rechazo al proyecto de ley el 28 de julio. 2 . Más la Agrupación de Consumidores Conscientes de Linares 3 . Juntaron solamente 948 firmas, sobre las 5.000 requeridas para poder presentarla
ante el congreso como prueba de rechazo ciudadano. 4 . Encargada de semillas y transgénicos en Rap-Chile. 5 . SEPÚLVEDA Lucía, Chile: La semilla campesina en peligro, Rap-Chile / OLCA,
Santiago, 2011, 76p.
35
todas las regiones del país, generando espacios de información y de debate.
Este mismo año, muchos eventos marcaron la lucha anti-transgénicos: los 2 y
3 de abril, el cabildo ciudadano de Chillán Viejo y la feria inter-regional
agroecológica y orgánica reunieron muchos participantes en torno al rechazo
de los OGM; en mayo, la aprobación por el Senado del convenio Upov 91
suscitó la indignación y el inmediato y masivo rechazo de numerosas
organizaciones ciudadanas y campesinas en todo el país, mientras el recurso
de 17 senadores al Tribunal Constitucional para tratar de bloquear este
convenio generó mucho ruido mediático; en junio empezó la campaña “Yo no
Quiero Transgénicos en Chile” (YNQT), reuniendo a una serie de
organizaciones anti transgénicos (ANAMURI, Rap-Chile, OLCA, Revolución de
la cuchara, Red Nacional Apícola de Chile, entre varios); de julio a diciembre,
las marchas, declaraciones y charlas se sucedieron, sobre los temas del
rechazo al Upov y de la ubicación de los cultivos transgénicos. Este último
tema movilizó las organizaciones de apicultores, principales víctimas de los
cultivos transgénicos (que causan la muerte de abejas y tienen impactos
negativos sobre la exportación de la miel hacia la Unión Europea, donde está
considerada como transgénica y debe ser etiquetada como tal). La
movilización masiva pidiendo la publicación de la ubicación de los campos
transgénicos y el respeto de la ley de transparencia llevó Monsanto a
desistirse en la batalla judicial entre el SAG y las organizaciones demandantes
a fines de noviembre 2011.
El año siguiente fue positivo para las organizaciones anti-transgénicos, con la
publicación de la ubicación de los cultivos transgénicos en marzo y la
organización de muchos eventos a lo largo del año (marchas, charlas,
intercambios de semillas, debates, etc), sin que ningún avance legal a favor
de la liberación de los transgénicos fuera alcanzado.
En 2013, la movilización siguió muy fuerte, sobre todo a partir de julio,
cuando la ley de obtentores vegetales llegó al Senado con moción de urgencia.
Los ciudadanos respondieron al llamado de las organizaciones y marchas
importantes se realizaron en todo Chile en julio y agosto1. Las organizaciones
miembros de YNQT en Chile efectuaron una campaña acerca de cada uno de
los senadores, para convencerlos de votar en contra del proyecto de ley. Esta
1 . “En Todo Chile los chilenos votaron contra la ley Monsanto”, Lucía Sepúlveda, 18 de
agosto 2013, www.periodismosanador.cl.
36
iniciativa fue un éxito, ya que la mayoría de los senadores (22) se
comprometió en votar en contra de la ley1. Sin embargo, frente al fracaso
anunciado, el gobierno retiró la moción de urgencia asociada al proyecto, que
todavía no se vota.
En resumen, la movilización contra los transgénicos en Chile está en gestación
desde mediados de los ’90 pero quedó durante muchos años relativamente
confidencial y limitada a los círculos intelectuales y políticos de Santiago, sin
muchas acciones concretas. El movimiento conoció un auge importante a
partir de 2009, cuando las organizaciones anti transgénicos empezaron a
trabajar en conjunto y a hacer un trabajo de difusión más importante hacia los
ciudadanos, que entraron con fuerza en la movilización en 2011.
De modo general, el movimiento siguió el calendario legislativo chileno en
materia de transgénicos pero estuvo también conectado a los movimientos
internacionales.
2- Un Nuevo Movimiento Social
La preocupación por los OGM aparece casi de inmediato después de los
primeros cultivos, cuando la cantidad de transgénicos sembrada está todavía
mínima. A medida que la superficie cultivada aumenta, la preocupación se
hace más presente. Sin embargo, la movilización se vuelve masiva solamente
en 2009, con la llegada al congreso del paquete legal sobre el registro de las
semillas (UPOV 91 y ley de obtenciones) y la promulgación de la ley de
transparencia.
Los grandes momentos de movilización corresponden a momentos de crisis:
ocurren cada vez que un proyecto de ley facilitando la liberación de los
transgénicos está en discusión en el Congreso. Entonces, se trata de un
movimiento social latente, que se activa frente a una amenaza inmediata.
A la diferencia de los movimientos sociales clásicos (generalmente anteriores a
los años ‘70, organizados por instituciones como los sindicatos y referidas a
reivindicaciones económicas), los nuevos movimientos sociales (NMS) – a
1 . Ver anexo 2.
37
cuales pertenece el movimiento chileno anti-transgénicos – son movimientos
cuyas reivindicaciones no son negociables pero que se inscriben en un tiempo
largo, ya que alternan trabajo de información y movilización de la opinión
pública con momentos de acción más específicos (oposición a una ley en
particular)1. Los NMS se enfocan sobre un solo tema (en este caso los
transgénicos) pero encarnan un proyecto de cambio social, una ideología
social, más global (los anti-transgénicos apuntan por lo general a una sociedad
y una economía más respetuosas del medio-ambiente, del trabajador y del
consumidor y pueden ser asimilados a la corriente del decrecimiento2 o de
modo más general al anti-capitalismo). Esta característica de los NMS los
acerca entre ellos: cada movimiento no opera de modo aislado para la defensa
de un interés propio, sino que tiene una vocación más universal de
recuperación de autonomía frente a lo político y de justicia global y puede
entrar en contacto con otros movimientos cuyas reivindicaciones son más o
menos cercanas. Por ejemplo, se podían ver carteles en contra de los
transgénicos en las marchas contra el proyecto HidroAysén en Santiago.
También hubieron intercambios entre el movimiento anti-OGM y el movimiento
estudiantil. De hecho, según Camila Montecinos, las movilizaciones
estudiantiles que empezaron en 2011 también contribuyeron en disparar el
tema de los OGM, porque cambiaron el país (volviéndolo más reivindicativo) y
porque permitieron difundir el tema en los círculos estudiantiles (gracias a
reuniones entre los dirigentes estudiantiles y la CLOC), que lo mediatizaron un
poco (dos carteles a favor de las semillas libres estuvieron colocados sobre el
frontis de la Universidad de Chile). Según la coordinadora del GRAIN, el
movimiento estudiantil también instauró un clima de tensión sobre los
senadores, que se sintieron presionados para solicitar la intervención del
tribunal constitucional después de la adopción por el Senado del UPOV 91.
Según el sociólogo Alain Touraine, en las sociedades modernas se presentan
movimientos sociales, que no encarnan una simple movilización social sino un
proyecto de cambio social, de dirección de la historicidad. Se trata del
movimiento obrero en la sociedad industrial y del movimiento para los
1 . NEVEU Erik, Sociologie des mouvements sociaux, Op Cit. 2 . Sobre las teorías y la historia del decrecimiento, ver los trabajos de Serge Latouche
(La apuesta por el decrecimiento (2009), Pequeño tratado de decrecimiento sereno
(2009), Decrecimiento y posdesarrollo (2009), La hora del decrecimiento (2010), Salir
de la sociedad de consumo: Voces y vías del decrecimiento (2012))
38
derechos cívicos en la sociedad mercantil1. En este sentido, el movimiento
anti-transgénicos, el movimiento estudiantil, los movimientos de oposición a
los mega-proyectos, el movimiento pro-aborto, etc, serían acciones colectivas
perteneciendo a un mismo movimiento social – llamado el nuevo movimiento
social – característico de la sociedad contemporánea. Esta análisis es
interesante ya que permite considerar el movimiento anti OGM en un contexto
más amplio e interesarse en las relaciones que establece con otros
movimientos sociales, no solamente en Chile sino también a nivel
internacional, y en particular con los movimientos anti transgénicos de otros
países.
En efecto, el movimiento de oposición a los transgénicos es un movimiento
transnacional, pero que conoce formas específicas de organización y de
movilización en cada país: no se trata de un movimiento organizado a nivel
internacional con filiales en cada país pero de movimientos nacionales que se
nutren de la experiencia de los demás para organizar su propio modelo.
Entre las principales organizaciones que se oponen a los OGM en Chile se
encuentran algunas organizaciones que pertenecen a una red internacional,
tales como Rap-Chile – filial chilena de la organización Rap-Al, que actúa en
contra de las plaguicidas a nivel de América latina –, Grain – organización
internacional para la soberanía alimentaria, presente en varios países de
África, Asia y sur América –, OLCA o Greenpeace Chile. Esas organizaciones
tienen muchos nexos con movimientos internacionales y tienen una buena
capacidad económica y logística para participar a congresos en el extranjero.
Sin embargo, también existen muchas organizaciones nacionales o regionales
(Anamuri, Productores Orgánicos del Biobio, Revolución de la Cuchara, etc)
cuyos vínculos con los movimientos internacionales son más distantes pero
que se informan de las experiencias extranjeras por los medias y vía las
organizaciones como Rap-Chile o el Grain. En consecuencia, el movimiento
chileno anti-OGM está bien informado de la actualidad de los movimientos
similares en otros países.
Esta información fue muy importante al principio del movimiento, ya que
algunas figuras importantes como Lucía Sepúlveda2 se informaron desde
1 . TOURAINE Alain, La voix et le regard : sociologie des mouvements sociaux, Editions
du Seuil, Paris, 1978, 315p. 2 . Entrevista personal del 14/11/2013.
39
afuera, en congresos y encuentros internacionales1. Tratándose de un tema
universal, el movimiento chileno basa sus argumentos sobre las
investigaciones científicas que se desarrollan en cualquier parte del mundo2 y
sobre los avances legales de los otros países3. También celebran las acciones
impactantes llevadas a cabo en todo el mundo, como las destrucciones de
campos transgénicos4 o las demandas judiciales en contra de Monsanto5.
Además, las consecuencias de los cultivos transgénicos en los países donde
están masificados son regularmente puestos en adelante para ganarse el favor
de la opinión pública6. En resumen, si bien no hay concertación de acciones
entre el movimiento chileno y los diferentes movimientos anti OGM que se
desarrollan en todo el mundo, el movimiento chileno se inspira de los ejemplos
extranjeros, se informa de la actualidad internacional sobre los transgénicos y
usa el movimiento internacional para legitimar sus propias demandas y
acciones.
En conclusión, el movimiento nacional de oposición a los transgénicos es un
movimiento social que corresponde a la definición que nos dan los sociólogos
de un nuevo movimiento social (NMS)7: es un movimiento que se articula
alrededor de organizaciones formales pero que deja espacio a la iniciativa
personal (de las bases de las organizaciones o de personas que no pertenecen
a ninguna organización); es un movimiento enfocado hacia un solo tema, de
orden cualitativo; es un movimiento que demuestra creatividad en las formas
de protestación (intervenciones de etiquetaje, talleres de agricultura orgánica,
cicletadas, etc); es un movimiento que afirma un estilo de vida distinto del
1 . Lucía Sepúlveda sigue participando en encuentros y seminarios internacionales
para obtener información sobre temas más específicos. Participó por ejemplo en una
capacitación sobre vacunas e insectos transgénicos en agosto 2011 en Noruega. 2 . En 2013, las organizaciones chilenas se refirieron mucho al estudio de Gilles-Eric
Serallini desarrollado en Francia. 3 . Las decisiones en contra de los transgénicos tomadas por la Unión Europea son
frecuentemente citadas como pruebas de la necesidad de impedir la liberación de los
transgénicos en Chile. 4 . Por ejemplo en Italia : http://www.yonoquierotransgenicos.cl/2012/06/grupo-
italiano-anti-gm-gana-destruccion-de-proyecto-de-olivos-de-30-anos/ 5 . Por ejemplo en India : http://www.yonoquierotransgenicos.cl/2013/10/tribunal-
superior-de-la-india-ratifica-procedimientos-criminales-contra-monsanto-y-sus-socios-
en-el-primer-caso-de-bio-pirateria-del-pais/ 6 . Ver Anexo 3. 7 . NEVEU Erik, Sociologie…, op cit.
40
modelo propuesto por el Estado pero que no busca desafiar el estado sino
construir con él; y es un movimiento que no es una expresión de clase ni de
categoría socio-profesional, aun si la clase media alta, asalariada y titulada
está sobre representada1, como en la mayoría de los NMS. Otra característica
de este movimiento es su fuerte vínculo con movimientos paralelos de
oposición a los transgénicos en una multitud de países en el mundo pero su
autonomía es total respecto a esos movimientos.
El movimiento mapuche de oposición a los transgénicos se demarca del
movimiento nacional, del cual no comparte todas las características, pero ha
sido influenciado por las organizaciones nacionales y se ha desarrollado en
paralelo con el movimiento chileno.
III/ LA MOVILIZACIÓN MAPUCHE CONTRA LOS TRANSGÉNICOS
1- Una movilización tardía
El tema de los transgénicos fue durante muchos años percibido como una
amenaza lejana en el campo, que suscitaba más incredulidad que
preocupación2. La Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo
(Cloc), se hizo consciente del problema al final de la década 1990, cuando se
empezó a notar la explosión del agro-negocio. Las organizaciones campesinas
se dieron cuenta de que los temas de los monocultivos, de la concentración de
tierra y de los transgénicos eran vinculados entre ellos y formaban distintas
caras de un mismo enemigo: el modelo agrícola industrial. La progresión del
agro-negocio es particularmente perceptible en la región Araucanía, donde la
superficie de cultivos forestales pasó de 33.000 hectáreas en 1988 a 434.000
1 . Falta un estudio sobre la composición socio-económica del movimiento anti-
transgénicos en Chile pero la simple observación del movimiento permite determinar
que las clases sociales bajas están ausentes del movimiento, que está compuesto en
primer lugar de citadinos de clase media, que estudiaron en la universidad y ejercen
un trabajo asalariado del sector terciario y de estudiantes universitarios. Esta
característica se encuentra en la mayoría de los NMS, que corresponden a
reivindicaciones de orden cualitativas portadas por personas o sociedades cuyas
necesidades básicas están aseguradas (sociedades pos-materialistas). 2 . Entrevista personal con Camila Montecinos, 7 de noviembre 2013.
41
en 20081. Esta progresión se hizo en varios casos en detrimento de las
comunidades mapuches, que vieron su territorio tradicional rodearse de
plantaciones. Varias de esas comunidades están movilizadas desde décadas
contra las forestales, denunciando los efectos nocivos del monocultivo de
especies exóticas (pino y eucalipto) sobre los suelos y la biodiversidad local y
el despojo territorial del cual son las víctimas.
Si la oposición a las forestales y el denuncio de la concentración de tierras son
temas que ya forman parte de las reivindicaciones mapuches desde el regreso
a la democracia, los transgénicos no lograron imponerse en la agenda
mapuche antes del año 2011, a pesar de la toma de consciencia de la Cloc.
La movilización mapuche contra los transgénicos empezó a mediados de 2011,
después de la adopción del Upov 91. Consistió en un primer tiempo sobre todo
en declaraciones de rechazo del convenio2 por parte de asociaciones mapuches
como la Red de Salud Mapuche, Leftraru, Newen Boyen, la unión de
comunidades mapuches de Lumaco, el centro de educación ambiental e
intercultural mapuche, etc. Este mismo año se organizaron varios foros de
información acerca de los transgénicos y del convenio Upov y se desarrollaron
dos trafkintu, en Curarrehue y Nueva Imperial.
El año siguiente, no hubieron muchas movilizaciones en torno a los
transgénicos lideradas por mapuches: se registraron 3 trafkintu, un día de
autoproducción de semillas y una charla informativa. El evento más destacado
del año 2012 es la “Carta de Kurarrewe”3, en cual varias organizaciones –
mapuches y no mapuches – de la zona cordillerana expresaron su firme
rechazo al sistema agrícola industrial, llamaron a proteger las semillas
tradicionales de los agricultores y a defender la soberanía alimentaria de los
pueblos y se comprometieron en cuidar las semillas y en generar redes de
comunicación para poder informar sobre los efectos de los transgénicos (entre
1 . Informe técnico del Instituto Forestal, “Superficie de plantaciones forestales
regiones de Coquimbo a Aysén; e inventario plantaciones PYMP regiones Bío Bío y
Araucanía”, diciembre 2009. 2 . Para acceder al detalle de los eventos en contra de los transgénicos, ver el anexo 4.
Los eventos identificados son los eventos públicos, anunciados en la prensa. El listado
de eventos fue establecido cruzando la información de varios medios: el grupo Mapu-
Express, el blog de prensa de Lucía Sepúlveda “Periodismo Sanador”, el sitio de la
agrupación Yo No Quiero Transgénicos en Chile, la información entregada por Rap-
Chile y la página de la Red de Semillas Libres de Wallmapu. 3 . Ver reproducción de la carta en el anexo 5.
42
otros compromisos relacionados con la promoción de la agricultura
tradicional). Esta carta fue firmada por 33 organizaciones chilenas y
argentinas, entre cuales la Feria Walung de Kurarrewe, el centro de
emprendimiento mapuche de Temuco, el consejo mapuche de Makewe, el
grupo de curadoras de semillas de la novena región, la comunidad Manuel
Toilla (IX región) y la comunidad Santiago Calfual (IX región). Este evento es
notable ya que testiguó de la voluntad de varias organizaciones mapuches de
trabajar en conjunto contra los transgénicos.
El año 2013, por su parte, conoció una explosión de la movilización mapuche
en contra de los transgénicos: numerosos trafkintu, marchas, foros de
información, encuentros y conversatorios se desarrollaron en toda la
Araucanía. La frisa cronológica establecida a partir de los eventos de oposición
a los transgénicos liderados por mapuches o con fuerte participación
mapuche1, permite ver claramente la ampliación del movimiento en 2013.
A partir de los mismos datos, también se puede establecer un gráfico
evidenciando la ampliación del fenómeno entre 2011 y 2013:
Si comparamos el movimiento mapuche contra los transgénicos con el
movimiento nacional, notamos que la movilización mapuche empieza mientras
1 . Ver anexo 6.
43
las organizaciones no mapuches ya están movilizadas desde algunos años. Sin
embargo, la movilización mapuche aparece cuando el movimiento nacional se
masifica y se democratiza (cuando sale de los círculos organizacionales para
difundirse entre los ciudadanos).
Al igual que el movimiento nacional, el movimiento mapuche surge en
reacción a la actualidad legislativa sobre los transgénicos.
2- Un movimiento de crisis
Al comparar la cronología de los eventos mapuches anti transgénicos con la de
los trámites legales entorno a los OGM, la correlación es obvia.
Las organizaciones mapuches reaccionaron a la anuncia de la adopción del
Upov 91 a partir de abril-mayo 2011, enviando cartas a los senadores,
redactando declaraciones públicas de rechazo al convenio y organizando
charlas informativas en las comunidades mapuches. La ausencia de
movilización antes de la adopción del convenio testimonia de una toma de
conciencia muy tardía que impidió a las organizaciones reaccionar de otra
forma que rechazando un convenio que ya había sido votado. Sin embargo, en
los meses que siguieron la decisión del Senado, el trabajo de información en
las comunidades empezó, en previsión de los próximos pasos legales como la
tramitación de la ley de obtentores vegetales.
En 2012, frente a la ausencia de movimiento en el congreso, los mapuches
bajaron su guardia y organizaron pocos eventos relativos a los transgénicos,
dejándose sorprender por la llegada de la ley de obtentores al Senado en
2013. Sin embargo, los mecanismos de movilización se pusieron en marcha
mucho más rápidamente y con mucho más fuerza en 2013 que en 2011,
gracias al trabajo realizado antes.
Las organizaciones políticas y sociales mapuches jugaron un rol importante en
la difusión de la información relativa a los transgénicos, pero no supieron
anticipar la concretización de la amenaza, lo que explica que el movimiento
mapuche anti OGM es un movimiento de reacción, que se constituyó y actuó
siempre en la urgencia. Con el abandono del proyecto de obtentores vegetales
en marzo 2014, va a ser interesante observar la reacción del movimiento. Si
los eventos en contra de los transgénicos y a favor de la agro-ecología siguen,
significaría que el movimiento se ha consolidado. Esta hipótesis es la más
44
probable, ya que el movimiento ha generado estructuras y ha activado
procesos que se inscriben en el largo plazo, como la Red de Semillas Libres de
Wallmapu, la Cooperativa We Mapu o los trafkintu.
El movimiento mapuche anti transgénicos no se integró al movimiento
nacional ya existente pero algunas personalidades como Lucía Sepúlveda y
Camila Montecinos intervinieron en las conferencias y talleres organizados por
las organizaciones mapuches. En efecto, no se trata de dos movimientos
totalmente desconectados, sino de dos movimientos paralelos, que tienen sus
lógicas, sus actores y sus motivaciones propias pero que intercambian
experiencias.
Como el movimiento nacional, el movimiento mapuche podría ser calificado de
Nuevo Movimiento Social, ya que comparte las principales características de
los movimientos actuales – a saber la autonomía de los componentes de base,
la originalidad en las formas de movilización, la afirmación de un estilo de
vida, la resistencia al control social, etc pero al mirar de más cerca, todas esas
características dan cuenta de un cierto conservadurismo1 de la sociedad
mapuche. En efecto, las formas de movilización consideradas como originales
para un conflicto social son en realidad tradiciones amenazadas por los
transgénicos, la afirmación de un estilo de vida y la resistencia al control social
corresponden a reivindicaciones ya antiguas de los mapuches, etc.
Como los actores involucrados en el movimiento nacional, los mapuches que
participan de la lucha en contra de los OGM promueven un estilo de vida
distinto – marcado por una relación respetuosa con la madre Tierra y por la
búsqueda del buen vivir y no la acumulación de capital. Sin embargo, este
estilo de vida no corresponde a un ideal filosófico sino al estilo de vida
tradicional de su pueblo. Si comparte las características de los Nuevos
Movimientos Sociales, este movimiento es en realidad un movimiento
identitario, de recuperación cultural. Se expresa de distintas formas, cada una
correspondiendo a un objetivo particular.
1 . En el sentido estricto de la palabra, a saber la conservación del statu quo o el
regreso a un statu quo anterior. No se trata en ningún caso de un juicio de valor.
45
CAPITULO II
LAS FORMAS DE MOVILIZACION
46
El movimiento mapuche anti transgénicos se caracteriza por una gran variedad
de formas de movilizaciones, que responden a distintas necesidades y
estrategias.
En efecto, las organizaciones se han enfrentado al mismo tiempo a la
necesidad de informar a los mapuches para sumarlos al movimiento, de hacer
escuchar su voz cerca de los organismos políticos del país y cerca de la opinión
pública y de llevar a cabo acciones concretas para defender las semillas en
terreno, de modo cotidiano. Esas necesidades han determinado varias formas
de movilización: los espacios de aprendizaje y reflexión, las demostraciones
públicas y los trafkintu.
I/ UNA GRAN VARIEDAD DE MOVILIZACIONES
La oposición mapuche a los transgénicos se expresa de muchas formas
diferentes, algunas clásicas (como las marchas) y otras muy originales (como
los trafkintu). Es posible agrupar las distintas expresiones de oposición
mapuche a los transgénicos (tipos de eventos) en tres grupos: los espacios de
aprendizaje y reflexión, los trafkintu y las demostraciones públicas.
Grupos Tipos de evento
Espacios de aprendizaje y reflexión Foros, encuentros, talleres, charlas,
seminarios y conversatorios
Trafkintu Trafkintu
Demostraciones públicas Marchas, declaraciones, cartas y
funas
Esos tres grupos están relativamente equilibrados en términos numéricos
sobre la totalidad del periodo de movilización estudiado, aún si las
demostraciones públicas predominan:
47
Al contrario, si miramos la ocurrencia de esos eventos año por año,
constatamos evoluciones un poco distintas y diferencias numéricas más
importantes entre los grupos:
En efecto, los espacios de aprendizajes y reflexión y las demostraciones
públicas conocen una inflexión entre 2011 y 2012 y una aumentación en 2013,
mientras los trafkintu evolucionan regularmente entre 2011 y 2013. Además,
hay diferencias numéricas más importantes entre cada grupo de eventos: en
48
2011, la mayoría de los eventos (11 eventos) consisten en demostraciones
públicas (en reacción a la adopción del convenio Upov 91), seguidos por los
espacios de aprendizaje y reflexión (4 eventos) y por último por los trafkintu
(2 eventos). En 2012, la tendencia se invierte ya que los eventos más
numerosos son los trafkintu (3 eventos), seguidos por el mismo número de
espacios de aprendizaje y reflexión y de demostraciones públicas (2 eventos).
Sin embargo, hay un equilibrio numérico más importante entre los tres
grupos. Este equilibrio se confirma en 2013, aún si los trafkintu siguen
formando el grupo más importante (11 eventos), seguido por las
demostraciones públicas (10 eventos) y por los espacios de aprendizaje y
reflexión (9 eventos).
Esta progresión refleja las necesidades, los avances y la estrategia del
movimiento, que partió en un contexto de total ignorancia de la inmensa
mayoría de la población campesina mapuche sobre el tema de los transgénicos
y logró modificar el escenario hasta llegar a la posibilidad de movilizar esta
población en contra de los OGM. La primera tarea del movimiento fue de
informar y de generar una toma de consciencia sobre el tema.
II/ LOS ESPACIOS DE APRENDIZAJE Y REFLEXIÓN
Los “espacios de aprendizaje y reflexión” son todos aquellos eventos que
tienen como objetivo entregar saberes (prácticos o teóricos) y/o llevar a
reflexiones sobre los transgénicos o acerca del modo de defenderse de estos.
En otras palabras, este tipo de movilizaciones busca informar acerca de los
transgénicos, etapa esencial en la formación de todo movimiento social. En
esta categoría entran los eventos que sus organizadores califican de talleres,
charlas, conversatorios, foros, encuentros o seminarios. El nutram también
podría entrar en esta categoría, ya que se trata de un conversatorio, pero su
carácter más normado por la tradición justifica considerarlo como una práctica
tradicional más que como un espacio de aprendizaje y reflexión que busca
informar.
49
1- La información como objetivo principal
Los espacios de aprendizaje y reflexión tienen a multiplicarse en los momentos
de crisis, es decir cuando el marco legal se está moviendo. En efecto, hubo
muchos foros sobre los transgénicos a mediados del año 20111 - cuando el
Upov 91 se aprobó en el congreso – y en agosto y septiembre 2013 –
mientras la ley de obtenciones vegetales estaba en discusión.
Según Camila Montecinos2, muchos conversatorios nacen de la voluntad de
jóvenes mapuches que escuchan de los OGM en la universidad o en los
hogares mapuches, se interesan por el tema y lo traen a sus comunidades de
origen, pidiendo a personalidades como Camila Montecinos o a organizaciones
como ANAMURI que vengan a animar una discusión3.
Entre los espacios de conversación más masivos (aquellos que están
anunciados en la prensa), la mayoría están organizados por asociaciones
mapuches, a destinación de los agricultores y particulares mapuches, y
cuentan con la presencia de un o varios especialistas del tema (generalmente
Camila Montecinos y/o Lucía Sepúlveda). Esta lógica de peritaje fue
identificada por Erik Neveu4 como una de las características de los nuevos
movimientos sociales: para llegar a tener un peso más importante, los grupos
necesitan movilizar a su provecho los argumentos de la ciencia y necesitan
entregarlos por el intermedio de las personas que tienen la legitimidad para
hablar del tema, de por su trayectoria personal (como Lucía Sepúlveda) o su
profesión (como Camila Montecinos). Es particularmente verídico en el caso
del movimiento anti transgénicos, ya que una de las estrategias de los
partisanos de la tecnología genética es negar la veracidad científica de los
1 . Ver anexo 6. 2 . Entrevista personal con Camila Montecinos, 7 noviembre 2013. 3 . Este tipo de evento no está contabilizado como movilización mapuche anti
transgénicos ya que no aparece en ningún archivo documental. Sin embargo, hace
falta un trabajo de investigación que rescate esos momentos de intercambios entre los
miembros de una comunidad y los especialistas del tema. También sería interesante
investigar la recurrencia de las conversaciones informales sobre los transgénicos
dentro de las comunidades. 4 . NEVEU Erik, Sociologie des mouvements sociaux, Op Cit.
50
argumentos de sus detractores para tornarlos en ridículo, presentándolos
como conservadores ignorantes oponiéndose al progreso científico1.
Los temas recurrentes en los espacios de aprendizaje y discusión son la
definición de lo que es un transgénico, el estado del marco legal (significado,
alcance y consecuencias del Upov 91 y de la ley de obtenciones y propuestas
de resistencia) y la importancia de la semilla tradicional. La semilla es una
noción clave en esos encuentros, como lo atestiguan algunos nombres de
eventos: encuentro “Por la defensa de la Vida y de nuestras Semillas
Ancestrales”, foro “Defendamos nuestras semillas”, charla “Semillas libres de
patente, transgénicos y plaguicidas”, encuentro “Por las semillas libres”, etc.
No se notan evoluciones fundamentales en la composición de esos eventos en
el tiempo, lo que se explica por la persistencia del contexto (los transgénicos
se han multiplicados pero no se han liberados) y por la necesidad persistente
de entregar información básica sobre los transgénicos y sus consecuencias.
Lo esencial de la información entregada de forma directa por las
organizaciones a los mapuches pasa por esos encuentros, que revisten una
importancia considerable en el trabajo de sensibilización de los campesinos al
problema que representan los transgénicos en Chile, primer paso hacia la
movilización masiva.
2- El rol de los espacios de aprendizaje y reflexión en las estrategias de
movilización
La sociología de los movimientos sociales entrega herramientas de análisis que
permiten entender las estrategias de movilización en obra en el movimiento
anti transgénicos así como el rol fundamental del trabajo de información
llevado a cabo en los espacios de aprendizaje y reflexión.
Para existir, un movimiento social necesita un capital humano importante. Una
causa sin militantes nunca puede llegar a ser un movimiento social. El trabajo
1 . Este hecho fue evidenciado en muchas oportunidades por las organizaciones anti-
transgénicos, por ejemplo durante el foro « Transgénicos en la Araucanía » (Temuco,
24 y 25 septiembre 2013), durante el cual los organizadores destacaron la
importancia para los anti transgénicos de ser muy rigorosos y de basarse sobre
estudios científicos reconocidos.
51
de formación del capital humano corresponde según Klandermans y Oegema1
a la primera secuencia de formación de todos los movimientos sociales, que
llaman la “movilización del consenso”. Corresponde a una actividad de
propaganda apuntando a difundir un punto de vista sobre el mundo y sobre el
“problema” evidenciado para constituir un público favorable a la causa
defendida.
Los medias tienen generalmente un rol importante en esta fase pero en el
caso de los transgénicos, los canales de prensa chilenos no proveen mucha
información2. El principal media de información mapuche, el Mapu Express,
publica información sobre los transgénicos desde 2009, lo que ha permitido a
ciertos militantes como Cecilia Caniuman3 de informarse temprano sobre el
problema. Sin embargo, este medio es accesible únicamente por internet, lo
que limita su difusión.
Este relativo silencio mediático explica la importancia de los foros y otros
lugares de información sobre los transgénicos para las organizaciones anti
OGM.
La “movilización del consenso” puede pasar por un sinfín de estrategias. En el
caso que nos interesa, las organizaciones usaron como recurso principal la
simplificación del problema. Tratándose de un tema complejo y amplio, las
organizaciones lo redujeron a una amenaza inmediata y concreta: el paquete
legal sobre la privatización de las semillas. Crearon una analogía entre el Upov
91, la ley de obtenciones vegetales, la ilegalidad de las semillas tradicionales,
Monsanto y los transgénicos. Esta tendencia permanente a la simplificación y a
la analogía se hace notable en el nombre de fantasía de la ley de obtenciones
vegetales: ley Monsanto. Sin embargo, como lo señala Camila Montecinos4:
1 . KLANDERMANS Burt y OEGEMA Dirk, “Potentials, networks, motivations and barriers:
steps toward participation in social movements”, en American Sociological Review
n°52, 1987, p. 519-531. 2 . A título de ejemplo, una búsqueda en los archivos en línea del Mercurio provee
solamente 7 resultados correspondiendo a la palabra « transgénicos » entre febrero
2009 y febrero 2014. Entre esos 7 artículos, ninguno provee información de fondo
sobre la tecnología de los OGM y uno solo presenta el punto de vista de un militante
anti transgénicos (Ivan Santandreu, vocero de Chile sin transgénicos, 22/01/2014), en
una entrevista comportando solamente 3 preguntas y menos de 30 líneas. 3 . Cecilia Caniuman es integrante de la Red de Semillas Libres de Wallmapu. 4 . Entrevista personal, 7 de noviembre 2013.
52
“la asimilación entre Upov 91, ley de obtentores vegetales y
Monsanto es una confusión: el debate sobre los transgénicos y el
debate sobre la privatización de las semillas son dos debates
diferentes, aún si se juntan y forman parte del mismo “plan” de
agro-negocios. El Upov 91 (que necesita la ley de obtentores
vegetales para poder funcionar) es una ley sobre todas las semillas.
No es una ley sobre los transgénicos. Pero es una ley que facilitaría
mucho las empresas que fabrican los transgénicos.”
Las organizaciones tienen puntos de vista diferentes sobre la estrategia de
simplificación del tema de los transgénicos. Según Camila Montecinos y el
GRAIN, esta confusión favoreció el movimiento anti-transgénicos hasta ahora
porque funcionó a nivel comunicacional y permitió llamar la atención de la
gente sobre el Upov y sobre los transgénicos, pero podría ser usada en contra
del movimiento para calificarlo de poco rigoroso y mal informado y denota en
todo caso una cierta superficialidad, liviandad, del movimiento, que no logra
profundizar y transmitir sobre el tema de modo claro y transparente. Lucía
Sepúlveda y Rap-Chile al contrario se felicitan por la comunicación mediática
que confundió los temas del registro de semillas, de los transgénicos y de
Monsanto1 desde el artículo de Lucía Sepúlveda del 11 de mayo 2011
intitulado “Senado vendió a Monsanto la semilla campesina e indígena”2.
A pesar de las divergencias de opiniones sobre este punto, todas las
organizaciones usaron la adopción del Upov 91 como trampolín para informar
sobre los transgénicos. La identificación de un enemigo es una estrategia
común de los movimientos sociales actuales3, que por lo general son
movimientos complejos, con muchas facetas. Simplificar un tema permite
difundirlo mucho más fácilmente.
El trabajo de información tiene entonces como objetivo hacer tomar
consciencia de la existencia de un problema relativamente concreto y simple.
Esta toma de consciencia genera la simpatía de los auditores hacia el
movimiento y un descontentamiento frente al problema. Sin embargo, la
1 . Entrevista con Lucía Sepúlveda, 14 de noviembre 2013. 2 . http://periodismosanador.blogspot.com/2011/05/senado-vendio-monsanto-la-
semilla.html 3 . NEVEU Erik, Sociologie des mouvements sociaux, Op Cit.
53
movilización no nace de la sola simpatía hacia un movimiento ni del solo
descontentamiento. La tarea de las organizaciones es transformar este capital
simpatía/descontentamiento en movilización, para pasar a la segunda
secuencia de formación del movimiento social: “la movilización de la acción”1.
Para eso, las organizaciones usan una estrategia de acercamiento de la
amenaza a la realidad de los campesinos mapuches.
La asimilación entre la adopción del Upov 91 y la ilegalidad de las semillas
tradicionales permitió presentar los OGM como una amenaza muy cercana,
para generar miedo. En efecto, la gente se implica más fácilmente y más
decididamente en un movimiento social si se siente directamente amenazada
por el enemigo identificado. Los nombres de ciertos encuentros informativos
demuestran esta voluntad de las organizaciones de hacer sentir directamente
la amenaza (por ejemplo el foro “Ley de Transgénicos: privatización de las
semillas e implicancias en la economía familiar campesina” o el seminario
“Amenaza de la soberanía alimentaria en Wallmapu”).
La presentación de agricultor mapuche como principal víctima de la industria
transgénica también forma parte de esta estrategia, ya que genera un
sentimiento de injusticia que aumenta el descontentamiento. Es siempre más
eficiente movilizar un grupo que tenga intereses en común que llevar a cabo
una acción con personas que tienen intereses diferentes. En sus trabajos2,
Marx enfatizó la importancia de la construcción de una conciencia colectiva, de
una identidad de clase, como elemento estratégico del éxito de las
movilizaciones y de la capacidad a articular un proyecto revolucionario. Tilly3
también sostiene que un grupo está mejor armado para defender sus
intereses si se caracteriza por una fuerte identidad “no elegida” (ser mujer por
ejemplo, o en este caso ser mapuche) o profesional (ser campesino). En otros
términos, un grupo que comparte características fuertes que lo hacen
homogéneo, como los campesinos mapuches, es un grupo que tiene una
capacidad de movilización más eficiente.
1 . KLANDERMANS Burt y OEGEMA Dirk, “Potentials, networks, motivations and barriers:
steps toward participation in social movements”, op cit. 2 . MARX Karl, Manifeste du parti communiste (1848), Les luttes de classes en France,
1848-1850 (1850). 3 . TILLY Charles, From mobilization to revolution, University of California, 1978.
54
La importancia de la semilla en los encuentros (ya mencionada en el capitulo
anterior) forma parte de esta lógica identitaria: las organizaciones se focalizan
sobre la semilla, no solamente porque es el punto de partida de las
modificaciones genéticas sino también porque es un elemento muy valorizado
en la cultura mapuche. De hecho, no se habla de “semilla natural” sino de
“semilla indígena” o de “nuestra semilla”. La semilla está presentada como un
patrimonio mapuche, lo que acentúa la situación de amenaza y el
descontentamiento. Las organizaciones se adaptan al marco de percepción
mapuche (que valoriza la semilla) para legitimar su posición, fortalecer el
sentimiento identitario y activar un reflejo de sobrevivencia. Es la cultura
mapuche, la existencia del campesino mapuche, la identidad colectiva
vinculada a la semilla y a la tradición, que están directamente amenazadas por
la “Ley Monsanto”.
Este trabajo de acercamiento de la amenaza transforma el descontentamiento
en injusticia y lo legitima respecto a un sistema de valores propios a la cultura
mapuche. Transforma el caso en causa e incita a la movilización individual.
Esta incitación se hace más perceptible aún durante la fase de propuestas. En
efecto, los espacios de aprendizaje y reflexión se finalizan generalmente por
algunas propuestas concretas a destinación del público. Esas propuestas
pueden emanar de los expositores o elaborarse durante mesas de trabajo
implicando a la asistencia (como fue el caso durante el encuentro por las
semillas libres del 4 de octubre 2013 en Temuco).
Esas propuestas dan la oportunidad a los auditores de involucrarse en el
movimiento y de luchar concretamente contra el avance de los transgénicos.
Las resoluciones tomadas en conjunto por los participantes (que pueden dar
lugar a una declaración oficial, como fue el caso para la Carta de Curarrehue1)
son más eficientes, ya que el individuo está más involucrado en una acción
que contribuyo en elaborar que una acción que le fue sugerida desde afuera.
Los talleres son la expresión más fuerte de esta incitación a la movilización ya
que permiten enseñar métodos prácticos de resistencia a los transgénicos.
Esta resistencia es por lo general indirecta (reproducción de semillas orgánicas
1 . Ver anexo 5.
55
por ejemplo) pero puede tomar formas más concretas (fabricación de bombas
de Amaranta1).
Por fin, entre las características inherentes a los movimientos sociales, Mc
Adam2 evidenció que el contacto de un individuo con militantes aumenta sus
posibilidades de involucrarse en el movimiento, mientras Gaxie3 comprobó que
la dimensión de integración social es un factor importante en el compromiso
militante. Ahora bien, los encuentros favorecen los contactos y son entonces
buenas instancias para reclutar nuevos militantes.
En conclusión, los espacios de aprendizaje y reflexión permiten concientizar la
población campesina mapuche sobre el problema de los transgénicos,
presentándolos como una amenaza directa a su modo de vida. Esta toma de
consciencia debe generar un reflejo de sobrevivencia que transforma el
descontentamiento inicial en movilización.
Esos espacios permiten al movimiento crecer de modo rápido ya que generan
al mismo tiempo la movilización del consenso (aparición del problema) y la
movilización de la acción (adopción de soluciones concretas).
Estas estrategias no corresponden a un cálculo frio por parte de las
organizaciones para ganar fuerza sino a unas destrezas militantes, integradas
por las organizaciones. Hirschman4 evidenció cuatro destrezas militantes
apuntando a hacer crecer un movimiento social: la concientización (trabajo de
politización que difunde los marcos de percepción de la injusticia durante
momentos de intercambios), el empoderamiento (que consiste en llevar el
movimiento a formas más directas de confrontación, presentadas como la
condición del éxito ya que permite al grupo descubrir su poder de acción), la
polarización en la tensión (generación del sentido de pertenencia a un campo)
y la deliberación colectiva (producción de decisiones consensuales que obligan
los participantes a persistir en la acción que ellos mismos eligieron). Esas
cuatros destrezas están presentes en los espacios de aprendizaje y reflexión
(en distintos grados en función de cada espacio), lo que hace de estos una
1 . Planta similar a la quinua, expansiva y resistente a los herbicidas. 2 . MAC ADAM Doug, Freedom Summer, Op Cit.
3 . GAXIE Daniel, “Economie des partis et rétributions du militantisme”, in Revue
française de science politique, 1977, Volumen 27, n°1, p.123-154. 4 . HIRSCHMAN Albert, Bonheur privé, action publique, Fayard, Paris, 1983.
56
forma de movilización muy interesante y una etapa necesaria a la formación y
a la consolidación del movimiento mapuche anti transgénicos. Esos espacios
están complementados por los actos de difusión pública como las cartas y
declaraciones públicas.
III/ LAS DEMOSTRACIONES PÚBLICAS
Las demostraciones públicas corresponden a las marchas y declaraciones
oficiales (orales o escritas). Es la categoría más importante en términos
numéricos, con 23 eventos entre 2011 y 2013.
1- Descripción
Se nota una evolución importante en el tipo de movilizaciones registradas
sobre este periodo: en 2011, las demostraciones consisten sobre todo en
declaraciones oficiales en torno a la ratificación del convenio Upov 91, en 2012
hay muy pocas demostraciones pero son de nuevo declaraciones contra los
transgénicos y el Upov 91, mientras en 2013 hay más movilizaciones físicas
del tipo marcha y las declaraciones están orientadas hacia el rechazo de la
“ley Monsanto” (ley de obtentores vegetales)1.
Las declaraciones oficiales toman distintas formas: existen las declaraciones
orales (generalmente hechas a través de la prensa), las cartas dirigidas a una
persona o a un grupo de personas (y mandadas a esas personas) y las
declaraciones escritas o cartas abiertas, sin destinatario específico (destinadas
a hacerse públicas, vía la prensa o durante algunos eventos públicos).
En el caso de los transgénicos, 4 cartas con destinatarios emitidas por
organizaciones mapuches fueron registradas: 3 entre abril y mayo 2011 y una
en septiembre 2013. Todas estaban dirigidas al Senado, que sea a su
presidente o a un grupo más amplio de senadores, y firmadas por varias
organizaciones (salvo la última, que emana únicamente de la red de semillas
libres de Wallmapu). Los redactores de esas cartas exponen sus argumentos
en contra de los transgénicos y de los proyectos de ley en debate o
1 . Para la descripción precisa de cada demostración pública, ver el anexo 7.
57
recientemente adoptados por el Senado y piden una acción concreta a favor
de su causa (retiro del proyecto, dialogo entre las organizaciones y los
legisladores, voto en contra del proyecto, moratoria sobre los transgénicos,
etc).
Esas cartas no se diferencian mucho en cuanto a su contenido de las cartas
abiertas. 5 cartas de este tipo fueron redactadas entre 2011 y 2013, siempre
por un conjunto de organizaciones. Además de exponer sus argumentos en
contra del Upov o de la ley de obtentores, las organizaciones afirman
generalmente su voluntad de seguir luchando contra el avance de los
transgénicos y llaman las demás organizaciones y los ciudadanos a hacer lo
mismo, por ejemplo vía la organización de trafkintu.
Las declaraciones orales son más variadas ya que están generalmente
enfocadas sobre un punto en particular: la inconstitucionalidad del Upov 91, el
rechazo de las declaraciones del presidente de la Mucech o los efectos de la
ley de obtentores sobre la soberanía alimentaria por ejemplo. Las
personalidades que se expresan se dirigen a los políticos o a sus propios
aliados. Usan los mismos argumentos que en las declaraciones escritas, pero
son mucho más concisos y apuntan a una sola reivindicación, debido al
formato radial o televisivo que les deja poco tiempo para expresarse.
Las marchas son otra forma de demostración pública, aún si no es la más
usada por los mapuches en el caso del movimiento anti transgénicos. Las
organizaciones y personalidades mapuches participaron de 3 marchas
nacionales en contra de los transgénicos, entre junio y agosto 2013. Los
transgénicos también estuvieron rechazados en la marcha contra el saqueo
ambiental que se desarrolló en octubre 2013 en Curarrehue. La funa contra
Monsanto de octubre 2013 en Villarrica también puede asimilarse a una
marcha, ya que los manifestantes llevaban carteles destinados a informar los
miembros de la empresa Monsanto y la opinión pública de su rechazo a la
presencia de la multinacional en Araucanía.
Todas esas formas de expresión en contra de los transgénicos hacen parte de
una estrategia de visibilización del movimiento.
58
2- Las demostraciones públicas como herramientas de visibilización del
movimiento
Una vez más, se constata que las movilizaciones siguen el calendario
legislativo: en 2011, las organizaciones reaccionan demasiado tarde frente a la
adopción del Upov 91 y optan por posicionarse oficialmente en contra del
convenio que ya fue adoptado. No hay marchas porque el movimiento no está
suficientemente organizado. En 2012, no hay movimiento legislativo, lo que no
da lugar a demostraciones públicas. En 2013, la llegada de la ley de
obtentores al congreso empuja las organizaciones (que ya están más
conectadas entre ellas) a movilizarse activamente, con la organización de
marchas y otras manifestaciones públicas, además de multiplicar las
declaraciones.
La voluntad de las organizaciones de hacer público su rechazo al Upov 91
luego después de su adopción atestigua de su voluntad de visibilizar el tema.
En 2011, pocas personas en el mundo mapuche sabían de los transgénicos y
era necesario para las organizaciones demostrar que se habían enterrado de la
adopción del Upov 91, que estaban en contra del convenio y que no iban a
quedar quietas frente al problema. La publicación en la prensa de las cartas
mandadas a los senadores y de las cartas abiertas permitió informar el mundo
político, la opinión pública y las demás organizaciones mapuches de una
reacción contra el Upov. Las organizaciones cumplieron así con un rol
fundamental de los movimientos sociales, que es de contribuir en la definición
de los problemas sobre cuales se espera una acción del Estado. En efecto, el
poder legislativo fue identificado como el organismo que tenía la posibilidad de
revertir el curso de las cosas, satisfaciendo las reivindicaciones de los anti-
transgénicos. El movimiento mapuche anti-transgénicos se constituyó en 2011
con este trabajo de visibilización, que progresaba en paralelo con el trabajo de
información. Se inscribió de inmediato como un movimiento político, ya que
hizo una llamada a las autoridades políticas para aportar, con una intervención
pública, una repuesta a sus reivindicaciones, además de imputar a esas
autoridades la responsabilidad de los problemas al origen de la movilización.
La elección del Estado como interlocutor privilegiado es una característica de
los movimientos sociales actuales: el estado actúa como representante de un
mundo complejo, como un vector entre la sociedad civil y un sinfín de
59
autoridades y de intereses económicos lejanos y supranacionales difíciles de
entender.
En 2013, el movimiento entró en una nueva fase, que corresponde a la
segunda secuencia de formación de los movimientos sociales identificada por
Klandermans y Oegema1: la “movilización de la acción”. El mundo mapuche,
bien informado sobre el tema gracias a los foros y asegurado del rechazo
masivo del Upov 91 por las organizaciones mapuches, tiene la posibilidad de
movilizarse físicamente, participando en marchas anti-transgénicos. Esas
marchas tienen por objetivo, al igual que las declaraciones públicas, de
presionar el Senado para que rechace la ley de obtentores vegetales. También
tiene por efecto de publicitar el movimiento, ya que se impone en el espacio
público. Otros efectos intrínsecos de las marchas son, retomando las destrezas
colectivas identificadas por Hirschman2, el empoderamiento (el grupo sigue
descubriendo su poder de acción en la marcha) y la polarización en la tensión
(en la marcha, el sentido de pertenencia a un grupo está demultiplicado). Las
cartas y declaraciones establecidas en conjunto por organizaciones y personas
naturales comportan por su parte una fase de deliberación colectiva, que
refuerza el grado de compromiso de cada uno de los firmantes en el
movimiento.
Las demostraciones públicas mapuches sobre el tema de los transgénicos
adoptan formas bastante convencionales e institucionalizadas: no es un
movimiento violento que recurre a acciones ilegales o espectaculares para
hacerse escuchar. Al contrario, es un movimiento que recurre a las arenas
sociales institucionalizadas (medias, Senado, elecciones3, etc) y que apela a
una jurisdicción más elevada para obtener la modificación de una primera
decisión considerada como injusta4. Esta no-violencia del movimiento es
notable, ya que en varios países los movimientos anti-transgénicos tienden a
ser movimientos radicales (destrucción recurrente de cultivos y de productos
transgénicos en Francia por ejemplo). Esto se explica por varios factores:
1 . KLANDERMANS Burt y OEGEMA Dirk, “Potentials, networks, motivations and barriers:
steps toward participation in social movements”, op cit. 2 . Ver página 53. 3 . Claudia Pailalef por ejemplo llamó los mapuches a expresar su rechazo a la ley de
obtentores en el voto. 4 . Ver llamados de las organizaciones mapuches al Tribunal constitucional para el
rechazo del upov 91, anexo 7.
60
primero, la incursión del movimiento en el espacio público expone el
movimiento al rechazo por parte de una opinión pública poco informada sobre
el tema – y en consecuencia poco convencida por las reivindicaciones – (en
caso de violencias por ejemplo) y a la desacreditación (en el caso de una
participación baja a las manifestaciones). Segundo, los movimientos sociales
son espacios a través de cuales se expresan y se cristalizan las identidades
colectivas y los modos de vivir su inserción en la sociedad: las organizaciones
mapuches buscan demostrar a través de las movilizaciones públicas su
determinación a conservar un modo de vida tradicional donde regirían los
principios de respeto, de harmonía y de buen vivir. Los movimientos sociales
siempre tienen una dimensión simbólica: una serie de imágenes y
representaciones se construyen alrededor de los grupos movilizados, como la
del mapuche protector de la naturaleza o promotor de una filosofía de vida
distinta. El comportamiento público del grupo tiene que ser al servicio de la
imagen que quiere vehicular. Finalmente, las organizaciones no están
confrontadas directamente a los que identifican como los responsables de su
situación (que sea el Senado, las empresas semilleras o Monsanto) y no están
reaccionando en la emergencia frente a una amenaza inminente y concreta
(un proyecto de ley siendo una medida bastante abstracta), por lo cual no se
ven obligadas a recurrir a métodos radicales de rechazo. La única oportunidad
en cual un grupo de anti-transgénicos (conformado por mapuches y no
mapuches) se vio confrontada directamente al campo adverso fue durante la
visita de los dirigentes de Monsanto a Villarrica. La reacción se materializó en
una funa – acto poco convencional – y fue un poco más violento que las
demás movilizaciones públicas (los manifestantes lograron detener el bus de la
empresa a su llegada al hotel Park Lake, donde se desarrollaba el seminario al
cual tenían que asistir, impidiéndole entrar al recinto). Sin embargo, no hubo
intervención de las fuerzas policiales y la funa pudo desarrollarse sin violencia
durante los 5 días que duró el seminario.
Los movimientos sociales disponen de toda una paleta de formas
protestatarias, más o menos accesibles en función del tamaño del movimiento,
de sus relaciones con los centros de poder y de su grado de acceso a los
medias de comunicación. La percepción que tienen los actores de sus
posibilidades de éxito también influye sobre su comportamiento y su
61
combatividad y los empuja a privilegiar ciertas formas de movilización sobre
otras. Esto podría explicar la preponderancia de las declaraciones sobre las
marchas: el movimiento no cuenta con una base bastante importante para
organizar marchas independientes (separadas del movimiento nacional) o
sobre el único tema de transgénicos (separado de otras reivindicaciones de
orden ambiental o territorial), por lo cual privilegia participar de convocatorias
más amplias o expresarse vía declaraciones escritas u orales. Esta estrategia
le permite tener una cierta publicidad en los medios de comunicación mapuche
y demostrar su posición sobre el tema de los transgénicos en las marchas más
amplias sin exponerse demasiado al rechazo o a la desacreditación que puede
implicar una marcha independiente sobre el único tema de los OGM. Las
demostraciones públicas de las cuales forman parte los mapuches atestiguan
de su prudencia y de su capacidad de adaptar sus formas de movilización a la
situación que tienen que enfrentar. El uso de las prácticas tradicionales como
el trafkintu viene reforzar esta idea.
IV/ LOS TRAFKINTU
Uno de los elementos más interesantes del movimiento mapuche anti
transgénicos es la multiplicación de los trafkintu1 desde 2011. Esta práctica
tradicional, que en la sociedad no mapuche podría ser asimilada a un trueque,
existe desde tiempos pre-colombinos pero había caído un poco en desuso en
el siglo 20, o más bien se había hecho más confidencial e informal. Desde la
adopción del Upov 91 por el Senado y los llamados repetidos de las
organizaciones anti-transgénicos a multiplicar los trafkintu, esos eventos han
conocido un revivir excepcional en Araucanía, que se ha acompañado de
evoluciones formales importantes.
1 . También se ortografía Txafkintu, Txafkintun, Xafkintu o Xafkintvn.
62
1- El trafkintu en la historia
La palabra trafkintu viene de txaf, que significa los dos, o nosotros dos, que
van acompañado uno al lado del otro, y de kintun, que significa la mirada, la
búsqueda con la mirada, el agrado de ver y encontrar algo con la mirada1. El
trafkintu se refiere entonces a la mirada de los dos y responde a un principio
de paridad (solo entre dos se puede hacer el intercambio), a un principio de
complementariedad (mirando los dos se aumentan las posibilidades de
encontrar algo mejor) y a un principio de empatía permanente (implica una
mirada afectiva y reciproca que se genera para el intercambio: yo te doy y tú
me das). El trafkintu es un intercambio de forma muy especial, un intercambio
desde la cosmovisión mapuche, que implica una reciprocidad de los
sentimientos, y no un acto mercantil.
Tradicional e idealmente, un trafkintu colectivo está constituido según un
modelo de 5 etapas2:
- el Pentukún, que corresponde al saludo: los lonkos presentan sus
territorios, sus comunidades y las personas que los acompañan y
señalan los propósitos del trafkintu.
- el Yeyipún, que es el momento en que se ofrenda a Chao Gnechen las
semillas y los alimentos a compartir y a intercambiar.
- el Misawun, que es la elaboración y la repartición comunitaria de los
alimentos.
- el Trafkintu, que es la parte central del encuentro, cuando cada
comunidad presenta los bienes a intercambiar y se pone de acuerdo con
la otra
- el Trafkimun, que corresponde al intercambio de conocimientos y
pensamientos: “se inicia recordando aspectos de la memoria del
territorio, es decir las experiencias que han sido tanto favorables como
traumáticas. Luego viene el momento en que menciona la situación
actual que se vive como pueblo mapuche y se termina siempre con el
1 . HUAIQUINAO Juan Ñanculef, “El trafkintun en el marco de la cosmovisión mapuche”,
in Mapu Express, 7 de septiembre 2013. 2 . COLIPAN Bernardo, “El trafkintu como práctica cotidiana y de recomposición de la
memoria colectiva”, publicado sobre www.futawillimapu.org, Osorno, 2010.
63
Ngulam, es decir con los sabios consejos, para poder conducir bien a la
comunidad en la solución de sus problemas en el futuro1”.
Este proceso de intercambio hace parte integrante de la estructura cultural
mapuche, desde la instalación territorial (intercambio de lof), hasta la
constitución del linaje (intercambio de mujeres), pasando por el cotidiano
(intercambio de comida). Antes de la llegada de los españoles, habían
espacios de trafkintu en distintos puntos del wallmapu. Los intercambios
permitían establecer alianzas políticas y territoriales y también correspondían
a estrategias de complementariedad alimenticia (intercambios de piñones
contra cochayuyo entre la gente de Panguipulli y la gente de Mehuín por
ejemplo). Se desarrollaban generalmente entre dos comunidades o entre dos
personas.
Las relaciones de los mapuches con los españoles cambiaron
fundamentalmente el trafkintu. En efecto, los mapuches entraron en el
sistema económico capitalista y los intercambios adoptaron una lógica
mercantil. Según Colipan Bernardo, la importancia que tomó la producción
textil en la economía mapuche “llevó a algunos lonkos a aumentar la cantidad
de esposas para posibilitar en mayor provecho sus trafkintu” (las mujeres
siendo las textileras). La ciudad de Valdivia se volvió un punto comercial muy
importante, donde los mapuches venían a vender sus productos.
Luego, con la guerra de Pacificación de la Araucanía, la fragmentación y la
reducción de los mapuches, con su consiguiente pauperización, el trafkintu se
transformó de nuevo, respondiendo esta vez a una lógica de sobrevivencia.
Las semillas empezaron a ocupar un lugar más importante en los trafkintu. El
trafkintu también se volvió más cotidiano: se realizaba con la gente de pasaje
(sin aviso previo), o con los vecinos. El trafkiñ es de hecho la persona con cual
se intercambian productos de modo regular, mientras el Xawki (derivado de la
palabra trafkin), designa una relación de amistad generada por el intercambio
entre dos hombres. El trafkintu de este periodo corresponde a intercambios
1 . Idem.
64
inter-personales o inter-familiares, que no implican la comunidad entera o una
parte importante de la comunidad como suele ser el caso actualmente.
El trafkintu bajo su forma actual se viene practicando desde los años 1990, a
través de organizaciones como Awkinko Zomo y el Cet Sur o gracias a
iniciativas particulares como la de los curas vascos en Curarrehue1, en
respuesta a una demanda mapuche de revitalización de las instituciones
culturales. Sin embargo, hasta el año 2011, los trafkintu son confidenciales,
limitados a un grupo de personas precisamente identificadas y no llevan una
dimensión política muy afirmada, además de emanar de entidades ajenas a las
comunidades.
A partir del año 2011 y de la adopción del Upov 91, los dirigentes y las
organizaciones mapuches llaman a multiplicar los trafkintu (en el sentido de
intercambio de semillas y de saberes y a veces como intercambio de productos
alimenticios), que se desarrollan desde entonces a nivel inter-comunitario y
son eventos públicos. “El Xafkintu ya no sólo tiene una misión de intercambio,
sino que es una opción política de personas que quieren mantener una forma
de vida en la que esta práctica contribuye a la preservación de semillas. Una
práctica cultural se transforma así en una práctica política.2”
Los trafkintu que se desarrollan actualmente no respetan rígidamente la
estructura tradicional descrita anteriormente pero pueden incluir algunas o la
totalidad de las etapas identificadas, en distinto orden. Empiezan
generalmente con un momento de presentación del evento y de las personas
que van a participar, lo que correspondería al Pentukún. Puede haber una
pequeña ceremonia previa al evento, que podría asimilarse al Yeyipún.
También puede haber un Mesawun, como es el caso en los trafkintu de
Curarrehue o de Likan Ray. El trafkimun, en el sentido antiguo de compartir la
memoria del territorio, parece ser poco usual. Sin embargo, los trafkintu
incluyen siempre un intercambio de conocimientos a propósito de las semillas
intercambiadas y los trafkintu en contra de los transgénicos cuentan
generalmente con un nütram (conversatorio) sobre el tema o con un ngulan
(intercambio de consejos). Aún si no son tan estructurados como antes, los
1 . ANCHIO BOROA Claura, “Xafkintu. Recuperación de nuestro sistema económico. Una
propuesta en construcción”, in Revista de Historia Social y de las Mentalidades,
Volumen 17, Nº 1, 2013, p 66. 2 . Idem, p 68.
65
trafkintu tienen una dimensión espiritual cierta. Por ejemplo, se desarrollan
siempre en la mañana, porque corresponde al momento en qué sale el sol y
que “el sol le da vida a uno y le da vida a las semillas”1.
La tradición del trafkintu conoció entonces evoluciones importantes desde la
época precolombina, adaptándose al contexto socio-económico que los
mapuches tenían que enfrentar, pero no perdió su esencia y no se alejó
formalmente mucho de la estructura tradicional. Hoy día, esta práctica se puso
al servicio del movimiento anti transgénicos (aún si los intercambios
informales y cotidianos entre vecinos o familiares siguen vigentes) lo que le
permitió conocer una nueva auge.
2- Una reactivación masiva desde 2011
Desde la adopción del Upov 91 en 2011, la práctica del trafkintu se ha vuelto
central, primero en los discursos y después en los actos de las organizaciones
mapuches. Aún si esta práctica nunca desapareció, ya que se experimentaba
en el cotidiano de las poblaciones mapuches, el movimiento anti-transgénicos
le permitió revivir y hacerse conocer como práctica cultural indígena en la
sociedad chilena.
Los trafkintu que fueron considerados en este estudio son exclusivamente los
que emanan de organizaciones y personas mapuches o cercanas al
movimiento mapuche y contaron con algún tipo de publicidad en la prensa
mapuche (aviso anterior o informe posterior a la actividad). Fueron dejados de
lado los trafkintu organizados (a partir de 2013) por los municipios y la
Conadi, con el concurso del Indap, que tienen por objetivo promover la
agricultura industrial y las semillas modificadas2 o hacer del trafkintu una
1 . Entrevista personal con Lidia Curimil, 12 de marzo 2014. 2 . Varias personalidades mapuches, entre cuales Herctor Marín Manquecoy y Cecilia
Caniuman, denuncian la estrategia del Indap de regalar semillas certificadas en los
trafkintu, contribuyendo a la perdida de semillas tradicionales y por ende de un
patrimonio genético y cultural milenario. Corre también el rumor dentro del
movimiento mapuche de una posible repartición de semillas transgénicas por parte del
Indap, hecho que parece improbable pero que lleva el movimiento anti transgénicos a
un firme rechazo de los trafkintu organizados desde afuera y en particular desde los
municipios o la Conadi.
66
práctica folklórica, vaciada de su esencia espiritual. También fueron dejados
de lado los numerosos “trafkintu” organizados por el movimiento anti
transgénicos no mapuche. En efecto, esos eventos tienen un significado
político e ideológico fuerte y positivo pero no pueden ser considerados como
trafkintu ya que no corresponden, ni en la forma ni en el fondo, a la idea
mapuche del trafkintu, con su carga emocional, histórica y simbólica.
Sin embargo, la organización de intercambios de semillas por parte de los
municipios, de la Conadi o de organizaciones anti transgénicos no mapuches
son una señal de la importancia del trafkintu en el tema de las semillas y del
manejo de la producción agrícola.
La revitalización de la práctica del trafkintu en el marco del movimiento
mapuche anti transgénicos empieza en 2011. Aquel año, dos trafkintu fueron
organizados: el primero el 7 de junio en el lof Rulo de Nueva Imperial y el
segundo el 11 de junio en Curarrehue. Los trafkintu organizados en el lof Rulo
y en Curarrehue son muy importantes en el movimiento ya que son los que
llevan la dimensión política más fuerte. Se realizan especialmente en contra
del Upov 91 (o actualmente en contra de la ley de obtentores) y son espacios
de información, de concertación y de toma de decisiones.
El trafkintu organizado en el lof Rulo en 2011 se desarrolló en el marco del día
internacional contra el Upov 91. Fue organizado por Lilian Barrientos, que
trabaja hace 25 años en la formación de pequeños agricultores (en gran
mayoría mapuches) a la agro-ecología en su huerto ubicado en el lof Rulo.
Contribuye activamente en la recuperación de las técnicas agrícolas mapuches
y en total respeto de la cultura indígena. Este trafkintu, a destino de la
comunidad mapuche del lof Rulo, está entonces plenamente integrado en el
movimiento mapuche anti transgénicos.
El trafkintu organizado en Curarrehue por la red de ferias libres Walung dio
por su parte lugar a la redacción de una declaración de rechazo al Upov 91, en
cual los participantes afirmaron su voluntad de seguir realizando trafkintu y
llamaron a toda la ciudadanía a organizar trafkintu1.
1 . Ver anexo 7.
67
En sus cartas y declaraciones, la mayoría de las organizaciones que rechazan
oficialmente el Upov 91 se refiere a la práctica del intercambio de semillas,
afirmando la necesidad de multiplicar los trafkintu.
En 2012 se desarrollaron 3 trafkintu: 2 en el lof Rulo de Nueva Imperial y uno
en Curarrehue, organizados por las mismas instancias que los del año
anterior. El trafkintu de Curarrehue, que se desarrolló en mayo, dio lugar a la
redacción de la carta de Curarrehue1, verdadero compromiso de movilización
contra los transgénicos.
El primer trafkintu en Rulo, en septiembre, se desarrolló en el marco de un
taller de autoproducción de semillas, durante cual se reafirmó el rechazo al
Upov 91. El segundo trafkintu, en noviembre, fue organizado especialmente
contra el Upov 91.
En 2013, 11 trafkintu se desarrollaron en territorio mapuche, en las
localidades de Likan Ray (2 intercambios), Nueva Imperial (3 intercambios),
Valdivia (1 intercambio), Villarrica (1 intercambio), Temuco (3 intercambios) y
Freire (1 intercambio). Todos estos eventos tenían como propósito afirmar la
necesidad de resguardar las semillas nativas frente a la amenaza de la ley de
obtentores vegetales. Esos trafkintu tuvieron lugar en abril (1 intercambio), en
mayo (2 intercambios), en julio (1 intercambio), en septiembre (4
intercambios) y en octubre (3 intercambios). A pesar del mensaje político
afirmado que conlleva la mayoría de los trafkintu, la repartición de esos
eventos sobre el año revela la importancia de su rol en el sistema económico
mapuche actual: los intercambios se desarrollan entre abril y octubre, cuando
hay tiempo para intercambiar y en preparación de la siembra. No hay trafkintu
en el verano, cuando las semillas nuevas todavía no fueron cosechadas y que
no es el momento de preparar las próximas siembras.
El movimiento anti-transgénicos permitió entonces revitalizar una práctica
tradicional importante, dándole un significado político nuevo sin por lo tanto
vaciarlo de su contenido cultural ni quitarle su rol económico. Esta práctica
cumple una función muy importante en el movimiento mapuche anti
1 . Ver anexo 5.
68
transgénicos, tanto como acto de resistencia directa a los transgénicos que
como herramienta comunicacional y como elemento de consolidación de la
identidad cultural mapuche.
3- El trafkintu en el movimiento anti transgénicos
La multiplicación de los trafkintu desde 2011 y sobre todo en 2013 resulta del
trabajo realizado por varios actores, tales como las mujeres de la agrupación
Fenxen pu choyvn o los integrantes de la red de semillas libres de Wallmapu,
que realizaron un trabajo de información sobre esta práctica en las
comunidades y apoyaron la organización de varios intercambios en todo el
territorio. Los llamados de las organizaciones campesinas, políticas y
culturales así como el llamado de los redactores de la carta de Kurarrewe a
multiplicar los trafkintu también jugaron un rol importante en la difusión de
esta práctica. En fin, ciertas organizaciones nacionales o internacionales como
Grain también actuaron a favor del revivir del trafkintu. Según Camila
Montecinos, hace 15 años que varias ONG y asociaciones indígenas y
campesinas en todo el mundo trabajan para favorecer la multiplicación y el
intercambio de semillas. Cuando Grain llegó en las comunidades mapuches
con este propósito, esas se dieron cuenta de que ya tenían esta práctica antes
y fue bastante fácil reactivarla.
Este trabajo de las organizaciones para favorecer los intercambios de semillas
corresponde a una lógica de resistencia activa frente a la progresión de los
transgénicos: se trata de crear bancos de semillas naturales (que no son
modificadas genéticamente y que están perfectamente adaptadas a su medio
ya que resultan de miles de años de selección) siempre más grandes, para
sembrar el territorio con cultivos tradicionales y así conservar la biodiversidad
local. Intercambiar semillas también permite a los campesinos actuar fuera del
sistema mercantil, ya que obtienen gratuitamente las semillas que van a
sembrar, en lugar de tener que comprarlas.
El trafkintu es entonces un acto de resistencia fuerte y directo contra los
transgénicos, pero también constituye una buena herramienta comunicacional,
69
ya que es un evento atractivo y público, a cual pueden asistir y participar1
personas no-mapuche. Los trafkintu están anunciados en la prensa como un
evento festivo más que como un evento político, lo que permite tocar un
público más amplio y no necesariamente sensibilizado al tema de los
transgénicos. Los momentos que preceden y siguen el intercambio, como el
nutram por ejemplo, son los que permiten abordar los aspectos políticos que
se perfilan detrás de la conservación de las semillas.
Finalmente, el trafkintu juega un rol menos perceptible y menos concreto pero
también muy importante de consolidación del tejido social mapuche, que tiene
un efecto positivo sobre el movimiento anti transgénicos y sobre el
movimiento mapuche en general. Según Claura Anchio Boroa, el trafkintu es
un “espacio de encuentro y re encuentro2”, donde los mapuches descubren
aspectos importantes de su cultura (como la importancia del intercambio, que
está presente en todos los actos, y de la alimentación, que constituye un
patrimonio cultural tan importante como el idioma) y “una práctica que
permite preparar procesos de transformación social3”. En otros términos, el
trafkintu es por un lado una instancia de (re)construcción identitaria, que
permite a los mapuches juntarse, (re)descubrir un aspecto importante de su
cultura y acercarse más a sus raíces, a la esencia del ser mapuche; y del otro
lado un lugar de politización, donde se abordan los temas vinculados con la
autonomía (que sea económica, política o cultural) y donde se elaboran
decisiones importantes (como lo atestigua la carta de Kurarrewe).
El trafkintu opera entonces una síntesis entre las dos etapas de formación de
un movimiento social evidenciadas por Klandermans y Oegama4: permite a la
vez informar sobre el tema de los transgénicos (movilización del consenso) y
1 . La participación al intercambio de semillas es generalmente abierta a todas las
personas que traen una buena cantidad de semillas, a la condición de poder informar
sobre el origen de estas. Sin embargo, los organizadores suelen invitar cuidadoras de
semillas en cuales confían plenamente, para garantizar la calidad y la cuantidad de las
semillas que circulan. 2 . ANCHIO BOROA Claura, “Xafkintu. Recuperación de nuestro sistema económico. Una
propuesta en construcción”, Op Cit, p. 74. 3 . Ibidem. 4 . KLANDERMANS Burt y OEGEMA Dirk, “Potentials, networks, motivations and barriers:
steps toward participation in social movements”, op cit.
70
transformar el capital de simpatía de la gente en la participación a acción
concreta, aquí el trafkintu (movilización de la acción). También pone en obra
varios saber hacer militantes: la concientización (sensibilizar al tema), el
empoderamiento (demostrar al grupo su poder de acción) y la deliberación
colectiva (elaboración de estrategias en conjunto).
Es entonces una práctica muy interesante y un elemento clave del movimiento
mapuche anti-transgénicos. Sin embargo, como lo señala Camila Montecinos,
el trafkintu es una práctica campesina que no debería salir del mundo
campesino y la organización de intercambios de semillas en la ciudad es un
non sentido político:
“El tema de las semillas es importante para todos, no solamente
para los mapuches, pero el movimiento no puede limitarse a la
conservación de las semillas: en la ciudad, conservar semillas no
sirve de nada, no tiene sentido. Está bien que los mapuches se
preocupen por este tema y hagan trafkintu porque es parte de su
vida de campo y lo hacen muy bien. Pero los no agricultores no
pueden esconderse atrás de los mapuches con la impresión de que
conservar las semillas es solucionar el problema mientras lo que
ellos tienen que hacer es politizar el tema y ejercer presión al nivel
político y no hacer “trafkintus” en las ciudades, sin ningún sentido
espiritual ni cultural1.”
El movimiento mapuche anti-transgénicos recorre entonces a varias formas de
movilización, que tienen cada una un rol distinto en la formación y en la
conducta del movimiento. Esas formas de movilización se suceden en el
tiempo, en función de las necesidades puntuales determinadas por el
calendario político y legislativo y a medida de la importancia tomada por el
movimiento.
Todas las manifestaciones que conforman el movimiento mapuche anti-
transgénicos están estructuradas por organizaciones y ponen en escena varios
actores que es esencial identificar.
1 . Entrevista personal con Camila Montecinos, 7 de noviembre 2013.
71
CAPITULO III
LOS ACTORES DE LA
MOVILIZACION
72
La característica más destacable del movimiento mapuche anti transgénicos
reside en las personas que llevan a cabo esta lucha, diariamente o en
ocasiones especiales. Si las grandes organizaciones políticas y sociales
mapuches son importantes a nivel mediático para expresar la opinión pública
mapuche, en terreno, están ausentes. Los actores de la lucha anti OGM están
solos, aislados del movimiento mapuche de recuperación territorial y aislados
de las organizaciones. Tuvieron que crear sus propias redes, apoyándose
sobre las instituciones ya existentes, para armar su movimiento.
Esos actores son en su inmensa mayoría mujeres, campesinas o urbanas,
jóvenes o ancianas. Este hecho tiene su explicación en la cultura tradicional
mapuche pero también en la realidad mapuche actual, donde la mujer está
sola en el campo. Cada una con su trayectoria y sus motivaciones, las mujeres
que sostienen esta lucha están animadas por la misma voluntad de proteger
su patrimonio histórico.
73
I/ UN MOVIMIENTO POCO ESTRUCTURADO
1- Un movimiento aislado
El movimiento mapuche anti transgénicos moviliza actores específicos, que no
toman necesariamente parte en otras movilizaciones mapuches, y ocupa un
lugar aparte, segundario, en las reivindicaciones indígenas. Sin embargo, no
se puede analizar sin tomar en cuenta su inscripción dentro de un movimiento
mucho más amplio y antiguo que es el movimiento mapuche de recuperación
de tierras. En efecto, el tema de los transgénicos está muy vinculado a otras
reivindicaciones mapuches (la autonomía en particular) y se inscribe en una
larga trayectoria política.
El movimiento mapuche actual tiene su origen en el despojo territorial que
sufrieron las comunidades mapuches a partir de la “campaña de pacificación
de la Araucanía (1866-1881)”. El robo de sus tierras por parte del Estado
chileno llevó la sociedad mapuche al empobrecimiento. Según José Bengoa, es
durante este periodo que se constituyó la cultura mapuche moderna,
“combinación de nostalgia, resentimientos y afirmación de su propio futuro e
identidad”1. Sin embargo, a principios del siglo 20, los mapuches buscaron
integrarse en la sociedad chilena, participando activamente de la vida política
nacional, sin por lo tanto perder de vista la reivindicación de sus
particularidades culturales. Los años 1930 marcaron un giro en la orientación
política del pueblo mapuche, con la aparición de la lucha por la tierra. Frente
al fracaso del intento de los dirigentes mapuches de integrarse a la sociedad
chilena vía la participación política y la acción legal, el movimiento mapuche
de los años 1940 se caracterizó por las tomas de fundos para recuperar las
tierras. Este periodo se prolongó hasta el golpe militar de 1973. Durante la
dictadura, los mapuches conocieron un nuevo despojo territorial con las leyes
de división de las comunidades. Su reacción fue la creación de nuevas
organizaciones y la afirmación de una ideología identitaria fuerte, que separa
el pueblo mapuche de la sociedad chilena. La noción de territorio sucedió a la
noción de tierras. Esta noción de territorio, considerado como sustento no
1 . BENGOA José, Historia de un conflicto. El Estado y los mapuches en el siglo XX, Op
Cit.
74
solamente económico sino también cultural del pueblo, es esencial para
entender las reivindicaciones mapuches actuales. En efecto, es a partir del
territorio que surgen las temáticas de la autonomía política (imposible sin
territorio) y de la justicia ambiental (que garantiza el equilibrio productivo del
territorio). La temática ambiental es interesante ya que se desarrolló durante
la dictadura militar debido a varios factores: la implementación del
neoliberalismo (cuyos efectos sobre el medio ambiente fueron inmediatamente
perceptibles), la reducción del prisma de reivindicaciones “toleradas” por la
junta militar (las organizaciones culturales y ambientales eran de las pocas
asociaciones permitidas por el gobierno) y una cierta sensibilidad cultural del
pueblo mapuche al tema medioambiental (resultado de una cosmovisión
planteando la ausencia de separación entre el hombre y la naturaleza).
La temática de los transgénicos en el mundo mapuche interviene cuando las
reivindicaciones ambientales en relación con la defensa del territorio y las
aspiraciones autonomistas ya están desarrolladas desde varios años. El
movimiento anti transgénicos se vincula con esas dos facetas del movimiento
territorial, ya que trata de una amenaza directa a la biodiversidad de todo el
territorio mapuche, de una invasión del territorio mapuche y de una amenaza
a la soberanía alimentaria del pueblo mapuche, condición de su autonomía y
elemento esencial de su cultura (y por ende de su identidad como pueblo).
Sin embargo, la problemática de los transgénicos no logra sumarse a las
preocupaciones mapuches más antiguas tales como los conflictos para la
tierra, para el agua, en contra de las forestales, etc. En los foros sobre los
problemas que enfrentan los mapuches, el tema de los transgénicos nunca
aparece. Esto se verifica a nivel local con los mapuches pero también a nivel
internacional: en las cumbres de los pueblos indígenas se abordan las
temáticas de la explotación forestal, de las centrales hidroeléctricas, de la gran
minería, de la piscicultura, de la contaminación del aire y del agua, etc pero no
se aborda la problemática de los transgénicos.
Cecilia Caniuman confirma las dificultades que encuentra el movimiento
mapuche anti transgénicos a imponer el tema en el movimiento mapuche
global:
“La lucha para las semillas no está aislada de la lucha mapuche ya
que toca el tema de la autonomía, tal como el movimiento de
75
recuperación territorial, pero todavía no logra imponerse en el
discurso mapuche. Mi pareja por ejemplo está muy activo en el
movimiento mapuche de recuperación territorial allá en Lleu-Lleu y
está enterado del tema de las semillas pero todavía no lo integra a
su discurso. Eso debe ser porque los temas más antiguos están más
integrados en la consciencia de los dirigentes. Y también porque hay
temas más visibles (como las forestales) o que parecen más
urgentes (como la instalación de una hidroeléctrica al lado de una
comunidad). El tema de las semillas viene después, cuando la tierra
ya está recuperada y que la gente recién puede pensar en lo qué va
a hacer con esta tierra.”1
El movimiento mapuche anti-transgénicos es entonces un movimiento que se
desarrolla al lado del movimiento de recuperación territorial pero que no
interfiere directamente con este. Si varias grandes organizaciones mapuches
reaccionaron frente a la adopción del Upov 91, lo que atestigua de un cierto
grado de atención hacia el tema, esas organizaciones no están presentes en
terreno.
2- La falta de organizaciones en terreno
Luego después de la aprobación del Upov 91 por el Senado, distintas grandes
organizaciones indígenas tales como Anamuri, la red de salud mapuche o la
red indígena legislativa y de políticas públicas, entre otras, se han posicionado
en contra de este convenio, expresando su firme rechazo a la privatización de
las semillas y al espectro de los transgénicos perfilándose detrás de esta
medida. Han llamado los mapuches y los no mapuches a multiplicar los
intercambios de semillas y a mantenerse alertas e informados. Sin embargo,
esas organizaciones no han prestado apoyo concreto en terreno a las
comunidades para ayudarlas a organizar trafkintu, a informase o a reforzar su
sistema agrícola tradicional.
1 . Entrevista personal, 25 de febrero 2014.
76
Las organizaciones que están brindando apoyo efectivo al movimiento anti
transgénicos en Araucanía son agrupaciones más pequeñas, que se han
constituido en contra del saqueo ambiental y económico en los campos, en
reacción a la progresión de los OGM y/o para el desarrollo económico de la
agricultura y de los oficios tradicionales.
La organización que más trayectoria tiene en contra de la agricultura industrial
en Araucanía es la corporación Centro de Educación y Tecnología (CET), que
nació en 1983 y dio luz en el año 2000 a una filial sureña: el Centro de
Educación y Tecnología para el desarrollo del sur de Chile (CETSUR). Esta
corporación de derecho privado sin fines de lucro obra para “la construcción de
una sociedad civil fuerte y de localidades sustentables, mediante la
reactivación, revalorización de saberes tradicionales y locales, y el
empoderamiento territorial de actores sociales”1. Sus objetivos son aportar al
desarrollo de la soberanía alimentaria, fortalecer la conservación de la
biodiversidad campesina, promover redes socioeconómicas solidarias en los
territorios y contribuir al reconocimiento social y político de los saberes
tradicionales y locales. Para tal fin, el CETSUR organiza actividades de
formación, fomento e investigación sobre los temas de las agroculturas, de la
conservación de la biodiversidad, de la soberanía alimentaria, del desarrollo de
mercados locales, etc. Esta ONG impulsó la recuperación de la práctica del
trafkintu en las comunidades mapuches en los años 1990, organizando talleres
con curadoras de semillas2 e intercambios de semillas y formando curadoras
de semillas. El trabajo de rescate patrimonial realizado desde dos décadas por
esta corporación, aún si no tenía como objetivo directo la lucha en contra de
los OGM, permitió al movimiento mapuche anti transgénicos contar con los
trafkintu en su estrategia de movilización. En efecto, los mapuches
movilizaron la práctica del trafkintu de modo muy rápido gracias a la presencia
sobre el territorio de una red activa de curadoras. El CETSUR cumplió entonces
un rol de pionero en el movimiento, ya que sensibilizó muchos mapuches a la
importancia de preservar la biodiversidad local y que rescató el oficio de las
1 . www.cetsur.cl 2 . La curadoras de semillas son las personas, generalmente mujeres, que seleccionan
y conservan las semillas. También son designadas como cuidadoras de semillas.
77
curadoras de semillas y la práctica del trafkintu, permitiendo a otras
organizaciones contar con este importante recurso.
Una de las primeras organizaciones a conformarse en Araucanía para ayudar a
las comunidades a defenderse frente a los transgénicos ha sido Fenxen pu
choyvn1. Esta agrupación de jóvenes mujeres mapuches para la defensa de las
semillas se creó en 2011, en reacción contra las medidas de privatización de
las semillas (Upov 91 en particular), a iniciativa de Cecilia Caniuman. Tenía
por objetivo principal incentivar la práctica del trafkintu dentro de los
territorios mapuches, para rescatar las semillas naturales de un lado
(soberanía alimentaria) y para recuperar prácticas culturales del otro lado
(trafkintu y alimentación tradicional), en una óptica autonomista. En un primer
tiempo, la agrupación identificó la necesidad de conversar y aprender sobre el
tema de los transgénicos y contactó a Camila Montecinos para que anime un
conversatorio. Después, Fenxen pu Choyvn apoyó la organización de varios
trafkintu en la región, hasta disolverse en 2013 cuando se conformó la Red de
Semillas Libres de Wallmapu.
La Red de Semillas Libres de Wallmapu, o Red de Guardianes de Semillas de
Wallmapu, es una organización comunitaria, abierta y sin jerarquía, que busca
conservar las semillas nativas libres de transnacionales. Se conformó en mayo
2013 sobre el modelo de la Red de Semillas Libres de Chile, que hace parte de
la Red de Semillas Libres de América. La red interviene en comunidades,
genera herramientas de comunicación, organiza y apoya trafkintu y
actividades en torno a las semillas, apoya las cooperativas agroecológicas y
forma cuidadores de semillas. Reúne a organizaciones y personas que se
desarrollan en ámbitos muy distintos, tanto citadinos como rurales, mapuches
como no mapuches (a proporción igual), hombres como mujeres (con una
mayoría de mujeres), jóvenes como mayores, etc y permite coordinar las
acciones locales a favor de la recuperación de la biodiversidad y de la
conservación de las semillas.
1 . “Muchos brotes” en mapuzungun.
78
Otras organizaciones apoyan el movimiento mapuche anti transgénicos y
obran puntualmente en la organización y en la difusión de eventos pero sin
compromiso exclusivo. Es el caso del grupo informativo mapu-express, que
transmite la información relativa a los OGM desde el año 2000, de la red de
ferias Walüng (que contribuyó en gran parte a difundir la tradición del
trafkintu, presentándola como herramienta de resistencia a las
transnacionales), del Centro de Innovación e Emprendimiento Mapuche
(CIEM), que alberga conferencias informativas sobre los transgénicos desde su
creación en 2011, o de las organizaciones de mayor envergadura como la
Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas (Anamuri), que difunde
información en las comunidades.
Finalmente, varias comunidades y personas obran en contra de los
transgénicos de modo independiente, organizando trafkintu, hablando con las
autoridades locales, sensibilizando los consumidores o educando los
agricultores a la agroecología.
Esta escasa presencia de organizaciones en terreno produce un fenómeno de
disolución del movimiento: existen muchas iniciativas pero que no están
coordinadas en ellas y que no alcanzan producir un efecto mediático masivo.
La creación en mayo 2013 de la Red de Semillas Libres de Wallmapu es un
hito importante ya que representa una tentativa para organizar el movimiento
local anti OGM. Las organizaciones son necesarias para alcanzar objetivos, ya
que su rol es coordinar las acciones, juntar recursos y llevar a cabo un trabajo
de propaganda para la causa defendida. Según William Gamson1, los
movimientos organizados de modo centralizado – con estatutos oficiales,
registros de adherentes y escalones jerárquicos (lo que no es el caso de la red
de semillas) – y fuertemente unidos, son mucho más eficientes que las demás.
Para ser más visible y eficiente, el movimiento mapuche anti transgénicos
tendría entonces que estructurarse aún más, coordinando las acciones que
surgen desde distintos puntos del territorio y trabajando de la mano con las
pequeñas organizaciones, con las comunidades y con las personas que obran
diariamente a favor de la preservación de la agricultura natural, que en su
mayoría son mujeres campesinas mapuches.
1 . GAMSON William, The strategy of social Protest, Wadsworth Publications, Belmont,
1975.
79
II/ LA OMNIPRESENCIA DE LA MUJER MAPUCHE
“En la mayoría de las culturas,
las mujeres han sido las
guardianas de la biodiversidad.
Ellas producen, reproducen,
consumen, conservan la
biodiversidad en la práctica de la
agricultura. Sin embargo, al
igual que todos los demás
aspectos de su trabajo y saber,
la contribución de las mujeres al
desarrollo y a la conservación de
la biodiversidad se ha
presentado como un no-trabajo
y un no conocimiento.”1
Al observar el movimiento mapuche anti transgénicos, el rol preponderante
que ocupa la mujer aparece como una evidencia. En las organizaciones, en los
trafkintu, en los encuentros, en los talleres, en los locales de venta de
productos orgánicos, en todos los eventos y actos de oposición a los
transgénicos en terreno, del más cotidiano al más organizado, las mujeres son
omnipresentes. En la cooperativa agro-ecológica We-Mapu, representan el
100% de las socias activas. En la red de Semillas Libres del Wallmapu,
representan más del 70% de los miembros activos. En los talleres de
formación de curadores impartidos por el CETSUR, forman el 100% de la
asistencia.
Esta dominación es tan perceptible que la mujer mapuche se ha vuelto el
emblema de la lucha anti-transgénicos a nivel nacional. Esta preponderancia
de la mujer sobre el hombre se explica por el rol tradicional que incumbe a la
1. SHIVA Vandana, “el saber propio de las mujeres y la conservación de la
biodiversidad”, en MIES María y SHIVA Vandana, La praxis del ecofeminismo.
Biotecnología, consumo y reproducción, Icaria Editorial, Barcelona, 1998, p18-19.
80
mujer mapuche pero también, de modo antitético, es una consecuencia directa
de la pérdida del modo de vida tradicional, que aleja a los hombres del campo
y deja el machismo instalarse en las comunidades. Dentro de esas mujeres
que luchan para preservar las semillas libres de la influencia de las
transnacionales, algunas personalidades se destacan particularmente, como
las curadoras de semillas.
1- Un emblema de la lucha anti transgénicos a nivel nacional
En 2010, Lucía Sepúlveda publicó un libro titulado La semilla campesina en
peligro. Sobre la portada de este libro, en primer plano, aparece una mujer
mapuche, durante un trafkintu.
Este ejemplo ilustra bien la importancia comunicacional que revisten los
mapuche, y en particular las mujeres mapuche, en la lucha anti transgénicos.
Los ambientalistas se refieren a los pueblos indígenas en todos sus discursos,
ya que la semilla que hay que proteger es la semilla indígena, la semilla
nativa, la semilla campesina, la semilla autóctona, la semilla como patrimonio
de los pueblos. Los indígenas están mediáticamente puestos en adelante en el
movimiento y con mayor razón los mapuches, que forman el grupo indígena
más importante del país, con más del 81% de la población indígena total1.
Esta estrategia comunicacional responde a varios factores. Según Camila
Montecinos, el uso del mapuche como ícono del movimiento da cuenta de una
cierta superficialidad de los grupos movilizados: “el problema de los
transgénicos tiende a limitarse al tema de la conservación de las semillas, que
es un oficio tradicional mapuche. Tendemos a escondernos atrás de los
mapuche con la impresión que conservar las semillas es solucionar el
problema. Pero primero, los transgénicos no amenazan solamente a los
mapuches: todos necesitamos semillas porque todos necesitamos comer.
Segundo, no se trata solamente de conservar semillas, se trata de oponerse a
todo un modelo agrícola y económico”2.
1 . Según el censo 2012. 2 . Entrevista personal, 7 de noviembre 2013.
81
Otro factor a tomar en cuenta en la tendencia generalizada de los
movimientos ambientalistas a poner en adelante la figura del indio ecologista
amenazado por la modernidad y determinado a salvar su modo de vida
tradicional para provocar la empatía de la opinión pública internacional y
movilizar los recursos legales garantizados por la ley indígena y el convenio
169 de le OIT. En efecto, en el imaginario colectivo, el indio es
necesariamente ecologista, conectado con la Pachamama y consciente de la
necesidad de protegerla. Según Henri Favre1, este indio ecologista fue
construido por las ONG al nivel internacional para responder a las expectativas
de sus “clientes” donadores. Símbolo del desarrollo sustentable e ícono del
multiculturalismo (concebido como ideal basado sobre la diferencia y el
respecto del Otro), el indígena es el nuevo abanderado de las cruzadas
ecologistas y altermondialistas.
Sin embargo, como lo enfatiza Guillaume Boccara2, los indígenas no son
pasivos en la construcción de esta imagen y saben manejar su propia
identidad y “ecologizarse” cuando lo necesitan. Los mapuches podrían en esta
perspectiva haber favorecido la utilización de su imagen para servir
mediáticamente el movimiento. En efecto, los mapuches contribuyeron, a
través de sus declaraciones públicas, en reducir el tema de los transgénicos a
una amenaza en contra de la biodiversidad local, manejada y protegida por los
mapuches desde miles de años. Está visión no es falsa, ya que los campesinos
mapuches han efectivamente seleccionado las especies vegetales durante
siglos, pero no refleja la realidad agrícola mapuche de los últimos 50 años,
durante cuales las poblaciones mapuches, influenciadas y manejadas por las
políticas agrícolas nacionales que les impusieron usar técnicas agrícolas
occidentales, han practicado una agricultura desnaturalizada, con uso masivo
de químicos y cultivo de plantas híbridas.
La utilización de la imagen del mapuche como emblema de la lucha anti
transgénicos no es entonces un hecho evidente y natural sino una estrategia
comunicacional basada sobre una imagen del indio ideal, ecologista por
naturaleza. En efecto, los movimientos sociales contemporáneos comportan
una dimensión simbólica muy importante y la construcción de imágenes
alrededor de los grupos o de las causas constituye un recurso esencial para la
1. FAVRE henri, “El movimiento indianista: un fenómeno glocal”, Op Cit, p 29-37. 2 . BOCCARA guillaume, “Cet obscur objet du désir… multiculturel”, Op Cit.
82
movilización de la opinión pública1. La opinión pública no mapuche reacciona a
favor del movimiento ya que el mundo indígena – aún con los prejuicios que
pueden existir en contra de los mapuches – es en el imaginario colectivo
sinónimo de vida en armonía con la naturaleza, de pureza original y de
patrimonio colectivo.
La opinión pública mapuche por su parte reacciona a favor del movimiento ya
que activa un sentido identitario fuerte. Los transgénicos representan una
amenaza directa al modo de vida tradicional, lo que es un factor importante de
movilización. En efecto, los mapuches constituyen lo que Tilly nombra una
catness (categoría), es decir un grupo compartiendo una identidad no elegida
(como también las mujeres, los negros, los chilenos, etc), lo que es un factor
de movilización fuerte.
Finalmente, la elección de una mujer mapuche como ícono del movimiento
puede responder a una lógica numérica (las mujeres siendo mayoritarias en el
movimiento, dentro de los mapuches) pero también puede corresponder de
nuevo a una lógica de puesta en adelante de las catness. En todos casos, este
emblema es un buen reflejo de la realidad en terreno, ya que la mujer
mapuche es efectivamente la que cumple el rol de rescatar las semillas nativas
cotidianamente, por tradición pero también como consecuencia de la
modernidad.
2- La mujer mapuche, última guardiana de las semillas
Tradicionalmente en las familias mapuches, la mujer está encargada de la
casa y del área que se encuentra alrededor de la casa, donde está ubicada la
huerta. El cuidado de las plantas de la huerta y de las semillas es de su
responsabilidad. Las selecciona, las mejora, las conserva, las intercambia y
transmite su conocimiento sobre ellas, generalmente de madre a hija, desde la
infancia, pero también de abuela a nieta o de suegra a nuera. Este
conocimiento ancestral se sigue transmitiendo, como lo señala Marta Antinao
Ríos, de Gorbea (comunidad Nicolas Ailio II):
1 . TILLY Charles, La France conteste de 1600 à nos jours, Fayard, Paris, 1986.
83
“estas enseñanzas, sobre todo las que tienen que ver con las
semillas de la huerta y chacra, así también se las he enseñado a mi
hija mayor que está conmigo, igual como lo hacía mi mamita
conmigo, y ella también le enseña a mi nieta estas cosas del
campo.” 1
Las especialistas en el cuidado de las semillas son las curadoras de semillas.
Esas mujeres con especial vocación para el arte agrícola han preservado las
semillas heredadas de abuelas, madres, suegras, tías o madrinas. Saben de
técnicas de conservación, saben de la historia de las semillas y las
características del espacio en que mejor se desarrolla cada una.
“Su existencia se vincula a la creación y conservación de la
biodiversidad de su territorio y comunidad; su finalidad no es la
producción masiva de semillas sino su preservación; su habilidad es
considerada un don y su mandato cultural es la crianza.”2
El número de curadoras de semillas ha ido disminuyendo, debido al fuerte
éxodo rural de las poblaciones mapuches, a la perdida de las tradiciones y a
los programas gubernamentales de fomento agrícola, que han acostumbrado
los mapuches a usar las semillas híbridas distribuidas por el Indap. Las
curadoras de semillas, que antiguamente intercambiaban sus semillas dentro
de su familia, se ven ahora obligadas a intercambiar sus semillas con las
mujeres de otras comunidades, para mantener la riqueza genética de sus
plantas.
Este rol tradicional de la mujer mapuche explica la preponderancia de las
mujeres en el movimiento anti-transgénicos. Hay una preocupación ancestral
para las semillas y una sensibilidad más importante frente al tema de su
privatización. Sin embargo, como lo enfatiza Cecilia Caniuman, los hombres
también deberían preocuparse de la amenaza hacia las semillas:
1 . Curadoras de semillas, Ediciones Cet Sur, Temuco, 2011, p. 27. 2 . Idem, p. 25.
84
“Cuando invitamos a una comunidad a un trafkintu, van solamente
las mujeres. No entiendo porque los hombres no van, porque la
agricultura no es solo de las mujeres. Tenemos que lograr movilizar
también a los hombres para que el movimiento tenga más fuerza.”1
En realidad, según Antonio Fernandez2, la agricultura ya no es de los
hombres:
“Hoy, las mujeres están solas en los campos. Estamos frente a una
feminización absoluta y trágica de los campos. Los hombres ya se
fueron.”3
Lidia Caniumil confirma está desaparición de los hombres del campo:
“La mujer mapuche está sola. En todas partes en el campo se ven
mujeres solas. El marido trabaja en la ciudad. Los hijos también. Mi
marido por ejemplo trabaja en construcción en Villarrica. Tengo un
hijo en Arica y el otro está en Santiago. Pasa que el hombre busca
plata más rápida, en el campo todo es más lento. La modernidad
exige esto. Pero van a volver porque uno en la ciudad se enferma de
la cabeza. La mayoría de los mapuches van a volver al campo, a la
tranquilidad. Yo también me fui a vivir 8 años en Santiago y
también viaje a varias partes y ahí me di cuenta que querría
tranquilidad. Querría estar aquí en mi campo”.4
Si tiene fuentes económicas según Lidia Curimil, esta feminización de los
campos también resulta según Antonio Fernandez de la desaparición del rol
productivo del hombre en el campo. En efecto, tradicionalmente, si la mujer es
la que se encarga de la huerta, el hombre se encarga de la chacra y del
bosque. Cultiva el choclo, la quínoa, la avena, el trigo, el centeno, los porotos
pallar, etc y es responsable de proveer leña a la casa. Los tratados de libre
1 . Entrevista personal, 25 de febrero 2014. 2. Agrónomo y consultante en creación de cooperativas, Antonio ayuda los agricultores
mapuches de la novena región a formar cooperativas de trabajo desde 2012. 3 . Entrevista personal, 26 de marzo 2014. 4 . Entrevista personal, 12 de marzo 2014.
85
comercio firmados por Chile han condenado el hombre mapuche a la
proletarización1. En efecto, los mapuches no pueden competir con los cereales
importados desde Estados Unidos o China, que tienen costos de producción
menores a los costos de producción campesinos, y tuvieron que abandonar sus
chacras. Sin rol social y con necesidad de completar los ingresos familiares
generados por la huerta, la mayoría de los hombres tuvieron que ir a trabajar
en las ciudades, en calidad de obrero poco calificado. Se han ido alejando del
campo y por ende de sus raíces culturales, dejando las mujeres solas en sus
huertos.
La proletarización del hombre mapuche explica, junto con el rol tradicional de
la mujer mapuche, la preponderancia absoluta de las mujeres en la lucha anti
transgénicos. En efecto, la mujer campesina se ha vuelto el último vínculo de
muchos hombres con el campo, convirtiéndose en “la última reserva que
queda para volver a dar una última lucha para la vida”2.
A pesar de su aislamiento, esas mujeres son seguras de la importancia de su
rol:
“estoy convencida que la sobrevivencia alimentaria depende del
mundo campesino y las comunidades indígenas. […] lo importante
es que prevalezca en el tiempo y que podamos recuperar lo que
está olvidado y con eso asegurarnos de mantener los conocimientos,
1 . Según el economista ruso Alexander Tchayanov, la economía campesina no
responde al mercado. Por lo tanto, la confrontación con el capitalismo tiene tres
efectos posibles: el equilibrio (se trata de una adaptación al mercado: conservación
del auto consumo pero con comercialización de los excedentes), la proletarización (la
producción no basta para mantener la familia y una parte de la familia se tiene que
emplear afuera del campo. La demanda de mano de obra masculina siendo más
fuerte, es generalmente el hombre que se va primero. Este es el caso más común en
la sociedad mapuche) y la empresarialización (la familia logra producir más, aumenta
sus ingresos y logra emplear mano de obra para trabajar su campo). TCHAYANOV
Alexander, L’organisation de l’économie paysanne, Librairie du Regard, Paris, 1995,
344p. 2 . Antonio Fernández, declaración informal, 12 de marzo 2014.
86
mantener una vida saludable y, sobre todo, mantener la semilla,
masificando este conocimiento”.1
3- Figuras de luchadoras
Dentro del movimiento mapuche anti transgénicos, algunas mujeres se
destacan, que sea por su acción territorial y su presencia mediática, como
Anita Epulef, por su trabajo cotidiano, como Lidia Curimil, o por su
compromiso político dentro de las organizaciones, como Cecilia Caniuman.
Esas mujeres no lideran el movimiento, ya que estamos en presencia de un
movimiento sin líderes, pero aportan, al lado de muchas otras mujeres, su
piedra al edificio.
Anita Epulef es una de las impulsadoras de la red de ferias Wallüng, guardiana
de semillas y promotora de la soberanía alimentaria, a través del rescate de la
gastronomía tradicional mapuche. Nacida en Curarrehue en 1967, ha vivido en
diferentes localidades antes de volver a este pueblo, donde tiene hoy en día
un restauran gastronómico orientado hacia la cocina mapuche y el uso de
productos naturales y locales. Junto a su restaurant mantiene un espacio de
educación sobre la cultura mapuche y la agroecología.
Su punto de vista sobre la privatización de las semillas y los transgénicos se
desarrolla desde un punto de vista territorial. “Nosotros estamos planteando
un desarrollo local de acuerdo a lo que nosotros somos”, sostiene Anita,
oponiéndose a los proyectos venidos desde afuera y que amenazan la
integridad territorial de la comuna de Curarrehue. Según ella, los mapuches
tienen una percepción distinta del entorno, de la vida, de la tierra. Las
empresas consideran el entorno y los elementos como insumos mientras para
su pueblo el agua, por ejemplo, es energía de la tierra y no es solamente para
tomar. Plantea los distintos conflictos socio ambientales a cuales está
confrontada la comuna de Curarrehue en términos de equilibrio territorial y de
desarrollo harmónico del hombre dentro de su territorio. Que sea a propósito
1 . Testimonio de Edith Cumiquir (comunidad Francisco Cumiquir, Curarrehue) en
Curadoras de semillas, Op Cit. Edith participa de los movimientos de recuperación de
las semillas.
87
del agua, de los bosques o de las semillas, Anita Epulef se opone a las grandes
empresas, reivindicando el derecho del pueblo mapuche a plantear un modelo
de desarrollo propio, en acuerdo con su cultura y en harmonía con el medio
ambiente.
Anita Epulef es una figura importante del movimiento mapuche anti
transgénicos ya que expresa fuertemente sus convicciones, en los medias de
comunicación, en la calle y en su restaurant, y que vive en acuerdo con sus
convicciones.
Otra figura interesante de este movimiento, mucho menos mediática que Anita
Epulef, es Lidia Curimil. Curadora de semilla reconocida por sus pares,
representante de la corporación Komkelluhayin (Todos nos ayudamos) para el
tema de las semillas y de la alimentación sana y socia de la cooperativa agro-
ecológica We Mapu, Lidia se considera a ella misma como un grano de arena
en la inmensa tarea de oponerse a la agricultura industrial y de preservar la
biodiversidad local.
El recorrido de Lidia es interesante: nacida y criada en el campo, Lidia trabajó
8 años en Santiago, donde se alejó mucho de la naturaleza. Durante esos
años se fortaleció en ella la voluntad de volver a la tranquilidad y a la simpleza
del campo, para llevar una vida más sana y equilibrada, lo que a principios de
los años 2000. En paralelo, en el año 2000, llegó al tema de la salud natural
después de una enfermedad:
“los remedios que tome para sanarme me dieron un ulcero al
estomago. Entonces me di cuenta que los remedios químicos eran
malos y me fui por el lado de la salud natural para curarme. Hice una
formación para ser monitor de salud mapuche y para poder cuidar a
mis hijos con remedios naturales.”1
En 2006, se acercó al tema de las semillas por un proyecto de rescate cultural
en la universidad:
1 . Todas las citas provienen de una entrevista personal con Lidia Curimil, el 12 de
marzo 2014.
88
“Se trataba de recuperar semillas que se habían perdido. Fui a un
trafkintu y me gustó el color de las semillas. Eso es lo que me
atrajo: el color de las semillas. De ahí aprendí el trabajo de
curadora, mirando a otras curadoras. Y después yo también le
enseñé el oficio de curadora a una ahijada. También regalo semillas
cuando la gente me pide porque no son de uno, son para
compartirlas y multiplicarlas.”
En 2007, participó de la fundación de la corporación Komkelluhayin y en este
contexto llevó a cabo encuestas para determinar cuáles eran las prioridades de
las familias mapuches de la zona de Villarrica y Pucón. Determinaron que las
prioridades eran la recuperación de la cultura ancestral, del buen vivir, de los
árboles nativos y de las semillas antiguas. A partir de este dato, la corporación
trabajo para ayudar las familias a volver a una agricultura tradicional y
respetuosa del medio-ambiente. En este proceso, Lidia participó de una
comisión de sellos, que tenía por objetivo controlar la calidad de los alimentos
producidos por los agricultores que participaban del proyecto. Sensibilizó las
familias a la importancia de no usar químicos en la agricultura y empezó a
interesarse por el tema de la alimentación natural:
“Con la corporación, aprendí a leer las etiquetas de los productos
que compro. También a mis hijos les enseño a fijarse en las
etiquetas, en lo que consumen. Cocino sin cereales afuerinas como
el arroz o el trigo. Uso puros productos locales como la quinoa y el
mote.”
Finalmente, Lidia se enterró del tema de los transgénicos en 2011:
“Me dio pena y rabia. Las semillas no son un negocio, son vida sana.
La gente tiene que poder alimentarse bien. Igual tengo esperanza
porque ahora la gente es más consciente y la red de trafkintu es
más grande. En las charlas la gente se ha ido informando. Yo
también entregó información a otras comunidades. Lo que ahora se
necesita es juntar más fuerza para sembrar más campos y volver a
una agricultura respetuosa. La vía política no funciona, la solución es
89
sembrar los campos. El acto de resistencia hoy en día es quedar
cultivando la tierra.”
Hoy día, Lidia es socia de la cooperativa agroecológica We Mapu, una
cooperativa compuesta por 14 mujeres que cultivan y comercializan productos
naturales1. Esta actividad le permite difundir información sobre la alimentación
sana a los consumidores y vivir en harmonía con sus principios de vida.
Al contrario de Lidia Curimil, Cecilia Caniulef cree en la acción política y se
moviliza para la defensa de las semillas a través de organizaciones. Nacida en
dictadura, Cecilia pasó su infancia en Temuco pero siempre estuvo vinculada
con el mundo mapuche rural y con el activismo político mapuche, que la llevó
poco a poco al tema de las semillas:
“Mis papás eran miembros de organizaciones mapuches en contra
de Pinochet, por lo cual tuve contactos con el mundo político
mapuche desde siempre. Cuando entré en la universidad me politicé
más aún porque me fui a vivir en un hogar mapuche en Valdivia. Ahí
había mucho activismo y mucha reflexión. Los hogares mapuches
son lugares muy importantes en la formación política de los jóvenes
mapuches. Con el hogar ayudábamos a los prisioneros políticos,
íbamos a las comunidades a participar del proceso de recuperación
territorial, … En esta época todavía no se hablaba del tema de las
semillas pero al estar metida en el movimiento mapuche, tenía que
informarme mucho y es así como me enterré del tema de los
transgénicos, por los medias de comunicación como el Mapuexpress
o el Ciudadano. Después también me informé más gracias a rap-
Chile y en 2012 con una amiga hicimos el grupo Fenxen pu choyvn2
para defender las semillas. Para mí fue una decisión importante
meterme en la defensa de las semillas. Hay personas que están
1 . No se puede hablar de productos orgánicos ya que los productores mapuches no
poseen el sello « agricultura orgánica », cuyo trámite de obtención es demasiado
costoso. Sin embargo, se tratan de productos elaborados a partir de semillas nativas
no modificadas ni certificadas y cultivados sin químicos. 2 . Fenxen pu choyvn (todos los brotes) era una organización de jovénes mujeres
mapuches pro-autonomistas para la defensa de las semillas.
90
metidas en muchos temas pero yo decidí concentrarme sobre las
semillas porque me pareció que este es el camino que yo tengo que
seguir. Mi pareja está metido en el tema político allá en Lleu-Lleu,
fue preso político y yo estoy vinculada con él al proceso de
recuperación territorial pero tengo claro que lo que estoy haciendo
ahora, cultivando mi huerta y participando en la Red de Semillas1,
es el camino correcto. Si me voy a vivir en la comunidad de mi
pareja en un tiempo más, me gustaría llevar la consciencia sobre las
semillas allá.”
En la Red de Semillas Libres de Wallmapu, Cecilia ayuda a organizar
movilizaciones como charlas, trafkintu o marchas y a presionar la esfera
política, mandando cartas en contra del Upov 91 y de la ley de obtenciones
vegetales a los senadores. También se forma al cuidado de las semillas, en
particular de las distintas variedades de choclo de la zona. Según ella, la
preservación de las semillas es un problema de soberanía alimentaria y de
autonomía del pueblo mapuche respecto de las empresas semilleras –
representantes del sistema capitalista en general – y en esto es parte del
movimiento mapuche autonomista y de libre determinación, tal como el
movimiento de recuperación territorial.
Muchas otras mujeres mapuches obran para impedir la privatización de las
semillas nativas y la liberación de los transgénicos en Chile, que sea como
curadora de semillas, cultivando su huerta, informando a las comunidades
sobre la agroecología y sobre los transgénicos o vía la movilización política.
Cada una de esas tareas es importante pero la actividad más importante de
todas – que cada una de esas mujeres práctica – es la conservación y la
multiplicación de las semillas nativas. Esa tarea constituye un acto cotidiano
de resguardo del patrimonio biogenético araucano. Si es importante presionar
el gobierno para que los transgénicos sean legalmente prohibidos en Chile, las
mujeres mapuches saben que es más importante aún garantizar la
preservación de hecho e in situ de la diversidad biológica local gracias al
cultivo generalizado de los campos con semillas nativas libres (es decir no
1 . Cecilia es miembro de la Red de Semillas Libres de Wallmapu desde su creación en
2013.
91
patentadas). Este rol fundamental de la mujer mapuche va más allá de la
lucha contra los transgénicos, ya que es un tema de sobrevivencia cultural. El
estudio de los argumentos mapuches anti OGM permite entender lo
fundamental que es la preservación de la semilla nativa para este pueblo.
92
CAPITULO IV
LOS ARGUMENTOS MAPUCHES
93
Los oponentes a los OGM a través del mundo han desarrollado toda una
argumentación en contra de esta tecnología, con argumentos de orden
económico, sanitario, ideológico, etc. Los mapuches retoman por su cuenta
una parte de esos argumentos, pero el esencial de su razonamiento está
basado sobre características propias a la cosmología mapuche.
En efecto, la semilla reviste para este pueblo – y sin lugar a dudo para la
mayoría de los pueblos indígenas del mundo – una importancia fundamental,
ya que es toda su cultura que descansa sobre la posibilidad de cultivar
libremente el suelo.
94
I/ ESPECIFICIDAD DE LOS ARGUMENTOS MAPUCHES EN CONTRA DE LOS
TRANSGÉNICOS
1- Los argumentos no indígenas en Chile y en el mundo
Sobre el sitio web del movimiento Yo No Quiero transgénicos en Chile1 está
publicado un decálogo anti transgénicos. Las diez razones puestas en adelante
para el rechazo de esta tecnología son: los alimentos genéticamente
modificados no resolverán la crisis alimentaria (ya que está crisis nace del uso
de los cultivos GM como biocombustibles); las cosechas transgénicas no
incrementan el potencial de producción; los cultivos transgénicos incrementan
el uso de pesticidas (mientras pretenden reducirlas); hay mejores maneras de
alimentar al mundo (según un reporte de la ONU); otras tecnologías de
agricultura son más exitosas (como el método orgánico de control de pestes);
no ha sido demostrado que los alimentos transgénicos sean seguros de
consumir; hay transgénicos camuflados en la alimentación animal sin el
consentimiento del consumidor; las cosechas transgénicas son un desastre a
largo plazo para los agricultores (que sufren de un empobrecimiento rápido);
los cultivos no modificados y los transgénicos no pueden coexistir (ya que los
segundos contaminan los primeros); no podemos confiar en las corporaciones
que promueven los OGM (ya que tienen un terrible historial de contaminación
tóxica y de engaño público).
Esos argumentos reflejan bastante bien el punto de vista de las organizaciones
anti transgénicos en el mundo. En efecto, los argumentos desarrollados por los
opositores a esta tecnología son de orden sanitarios (riesgos para la salud
humana), económicos (consecuencias desastrosas para los pequeños
campesinos), ambientales (contaminación ambiental y reducción de la
biodiversidad), productivas (ausencia de incremento de la producción) y éticos
(derecho del hombre a patentar la vida y proyecciones de las manipulaciones
genéticas aplicadas al ser humano).
Del punto de vista sanitario, la comunidad científica está dividida en dos
respecto a la toxicidad o a la inocuidad de los transgénicos. Si una buena
1 . http://www.yonoquierotransgenicos.cl
95
parte del mundo científico defiende esta tecnología, sosteniendo – a partir de
estudios de corto plazo generalmente financiados por la firma Monsanto1 – que
no implica ningún riesgo sobre la salud humana, otra parte importante de la
comunidad científica internacional afirma que los transgénicos representan un
peligro directo para la salud humana e incrementan el particular el riesgo de
desarrollar cáncer. El estudio realizado por Gilles-Eric Seralini en la
Universidad de Caen entre 2010 y 2012 confirma esta teoría. El profesor
Seralini y su equipo de investigación han observado durante dos años la
evolución sanitaria de ratas alimentadas exclusivamente por alimentos
transgénicos y han observado un desarrollo rápido de tumores cancerígenos
en esas ratas. Los métodos empleados por el profesor Seralini – y por
consecuencia los resultados de su estudio – fueron rechazados por la mayor
parte de la comunidad científica. En efecto, el tamaño de la muestra utilizada
por el equipo (200 ratas) fue considerado como insuficiente para extraer
conclusiones. Sin embargo, los debates que suscitó la publicación del estudio
en septiembre 2012 permitieron visibilizar la división de la comunidad
científica sobre los transgénicos así como la falta de estudios independientes
sobre las consecuencias posibles de su consumo sobre la salud humana. Esta
falta de estudios es la base del primer argumento de los opositores a los
transgénicos a través del mundo, a saber que los consumidores no son ratas
de laboratorio y que la inocuidad de los transgénicos debe estar comprobada
científicamente antes de su liberación y de su comercialización.
Todavía del punto de vista sanitario, los anti transgénicos ponen en adelante
el carácter tóxico de los transgénicos debido a la alta cantidad de herbicidas,
pesticidas, fungicidas e insecticidas que implica su cultivo. En efecto, si la
reducción del uso de químicos en la agricultura gracias a la tecnología GM es
una de las promesas de las empresas que fabrican transgénicos, la realidad en
los campos es distinta. Las plantas transgénicas tienen en efecto como
característica principal de ser resistentes a los herbicidas, lo que permite a los
agricultores emplear esos productos – que son producidos por las mismas
1 . ROBIN Marie-Monique, Le Monde selon Monsanto, Editions La Découverte, Paris,
2008.
96
empresas que producen los transgénicos1 – de modo masivo para combatir las
plagas sin destruir sus cultivos. El resultado es la multiplicación de la cantidad
de químicos utilizados2 en la agricultura transgénica en comparación con la
agricultura convencional3. Esos químicos son responsables de intoxicaciones4 y
“según los datos de la literatura científica internacional publicados durante los
30 últimos años y analizados por los expertos [del Inserm] parece existir una
asociación positiva entre exposición profesional a los pesticidas y algunas
patologías del adulto: la enfermedad de Parkinson, el cáncer de la próstata y
algunos cáncer hematopoyéticos […]. Por otra parte, las exposiciones a los
pesticidas que intervienen durante los periodos prenatales y perinatales así
que durante la primera infancia parecen ser particularmente riesgosos para el
desarrollo del niño”5. En febrero 2014, el Diario de Investigación y Salud
Pública publicó un artículo evidenciando la conexión entre el uso de Round Up
y una enfermedad fatal de los riñones. En Argentina, los opositores a los
transgénicos ponen en adelante la fuerte proporción de niños con
malformaciones congénitas en las poblaciones que viven a proximidad de los
campos transgénicos6. Esos ejemplos son múltiples.
Del punto de vista económico, los anti transgénicos, basándose sobre las
experiencias vividas por los pequeños agricultores de Estados Unidos e India,
1 . Monsanto, primera empresa mundial de producción de transgénicos (90% de la
producción), también es fabricante del herbicida más comercializado en el mundo: el
Roundup. En total en 2007, según el Inter Press Service, Syngenta, Bayer,
Monsanto, BASF, Dow et DuPont, los principales productores de transgénicos en el
mundo, vendían el 85 % de los pesticidas comprados en el mundo, lo que representa
un mercado de 30 millones de millones de dólares americanos. 2 . Según un reporte de la USDA (departamento de agricultura del gobierno
estadounidense) de febrero 2014, los transgénicos han incrementado el uso de
pesticidas y herbicidas en la agricultura. 3 . La agricultura convencional es la agricultura nacida de la revolución verde. Se
caracteriza por un uso importante de pesticidas, insecticidas y herbicidas pero sobre
cultivos no transgénicos sino certificados. 4 . La organización Rap-Chile reporta varios de casos de intoxicación por aplicación
aérea de pesticidas todos los años en Chile. 5 . Informe del Inserm (Instituto nacional de la salud y de la investigación médica de
Francia), junio 2013. 6 . Ver el reportaje fotográfico de Michael Warren y Natasha Pisarenko de la American
Associated Press publicado el 21 de octubre 2013 y disponible sobre el sitio
http://www.concordmonitor.com/home/8991746-95/argentines-link-health-problems-
to-monsanto-agrochemicals.
97
denuncian el empobrecimiento de los campesinos generado por la industria
transgénica. En efecto, varios problemas se presentan en las zonas de cultivo
transgénico: primero, los agricultores que siembran transgénicos no pueden
multiplicar las semillas, ya que están patentadas y protegidas por la propiedad
intelectual. Tienen entonces la obligación anual de comprar semillas
transgénicas. Por otra parte, si un campesino para de comprar esas semillas
pero algunas plantas transgénicas siguen creciendo – por efecto natural de
reproducción de las plantas –puede verse obligado a pagar una multa a la
empresa dueña de la propiedad intelectual sobre esas plantas. La polinización
y diseminación natural de las semillas pueden llevar un agricultor que nunca
cultivó transgénicos a la misma situación. Del mismo modo, los agricultores
orgánicos se encuentran penalizados por la contaminación de su producción
con organismos transgénicos. En Chile, los apicultores ya son víctimas de
pérdidas económicas a causa de los transgénicos, ya que varias toneladas de
miel han sido rechazadas por la Unión Europea porque estaba contaminada
por transgénicos.
Los mismos mecanismos de polinización y proliferación de los transgénicos
están invocados por los anti-transgénicos en una perspectiva ambientalista:
uno de los efectos a largo plazo de los transgénicos podría ser la reducción de
la biodiversidad, sea por contaminación y aparición de especies mutantes
(como ya es el caso en México con el choclo) o por la expansión de los
monocultivos en detrimento de las especies locales.
Además, los transgénicos están acusados – sin que este hecho sea
comprobado – de causar la muerte de las abejas, necesarias a la polinización
natural de las plantas y por ende a la vida.
Por efecto dómino, la aumentación del uso de químicos en la agricultura,
avanzada como argumento por los anti transgénicos, también tendría como
consecuencia una mayor contaminación de las aguas y un empobrecimiento de
los suelos.
Del punto de vista de la producción, los anti transgénicos afirman que los
cultivos transgénicos no tienen mejores rendimientos que los cultivos
98
convencionales u orgánicos1, y entonces que no resolverán la crisis alimentaria
como lo publicita Monsanto. Además, los anti transgénicos argumentan por lo
general que la crisis alimenticia no está debida a una falta de alimentos, sino a
una mala repartición de los alimentos entre el norte y el sur. La solución no es
entonces de producir más sino de generar acceso a la alimentación. No son los
rendimientos que están a la base del problema sino el modelo económico.
Según la Comisión de las Naciones Unidas en Desarrollo e Intercambio, la
agricultura orgánica y a pequeña escala es la única forma de alimentar al
mundo2.
Finalmente, la ética entra en consideración en la oposición a los OGM. En
efecto, la transgénesis es una transgresión de las barreras naturales entre
especies ya que corresponde a la modificación del ADN de una especie vía la
inserción de genes perteneciendo a otra especie. Es una etapa importante en
el control de la naturaleza por parte del ser humano, que se transforma en
creador de nuevas especies. No se trata de influenciar la selección natural
como lo hacen los agricultores desde siglos, sino de mezclar especies que
naturalmente no se pueden cruzar: los peces con las frutillas3 por ejemplo.
Más allá, los opositores a esta tecnología temen una aplicación de la
transgénesis al ser humano y en varios países piden la organización de
debates y la creación de comisiones de ética para fijar los límites de la
transgénesis4.
En Chile, todos esos argumentos están utilizados por el movimiento anti OGM,
a parte de la dimensión ética, que todavía no está muy desarrollada. Sin
utilizar la palabra ética y de modo mucho más sutil pero también mucho más
natural, los mapuches son los que más se acercan a la problemática ética. En
efecto, los transgénicos entran en contradicción total con su visión de la
1 . Varios estudios comparativos destinados a evaluar la producción de cada tipo de
cultivos han sido llevados a cabo, sobre todo en Estados Unidos, por el Instituto
Rodale de Pennsylvania o la Union of Concerned Scientists por ejemplo y han
evidenciado que los cultivos transgénicos no tienen mejores rendimientos que los
cultivos convencionales. Sin embargo, existen estudios que comprueban el contrario… 2 . Informe de diciembre 2013. 3 . APOTEKLER Arnaud. Du poisson dans les fraises, Paris, La Découverte, 1999. 4 . En Francia por ejemplo, el Comité Económico Ético y Social del Alto Consejo en
Biotecnología trabaja a la evaluación de las implicancias éticas de los transgénicos
desde junio 2013.
99
naturaleza, derivando de su cosmología, lo que les provee argumentos un
poco distintos de los del resto de los chilenos.
2- Los argumentos mapuche anti transgénicos
Al estudiar las declaraciones mapuche anti transgénicos, se observa que su
oposición a los transgénicos gira en torno a preocupaciones medioambientales,
económicas y éticas. En efecto, hablan de contaminación de las semillas, de
pérdida de la biodiversidad, de robo del patrimonio indígena, de alteración de
la cultura, de atentado a la soberanía alimentaria y de dependencia económica
de los pequeños campesinos respecto de las multinacionales proveedoras de
semillas transgénicas pero no hablan, o muy poco, de posibles consecuencias
sobre la salud ni de volumen de producción.
El análisis de las declaraciones mapuches redactadas entre 2011 y 2013,
gracias al programa de estudio cualitativo Atlas TI, permite agrupar los
argumentos mapuches en tres familias: los argumentos ambientales, los
argumentos ético-morales y los argumentos socio-económicos. Los
argumentos más invocados por las organizaciones mapuches son de orden
ético-moral, con 64 recurrencias en los 9 documentos analizados, seguidos por
los argumentos socio-económicos (35 recurrencias) y los argumentos
ambientales (24 recurrencias).
Dentro de los argumentos ético-morales1, el más recurrente concierne al robo
del patrimonio milenario mapuche por las empresas semilleras. En efecto, las
semillas campesinas son el resultado del manejo de la biodiversidad por los
pueblos indígenas desde miles de año y son en este sentido “patrimonio de las
comunidades campesinas y de los pueblos indígenas al servicio de la
humanidad”2. Sin embargo, las empresas que fabrican transgénicos se
acaparan de esas semillas seleccionadas por los campesinos desde
generaciones para modificarlas genéticamente, patentarlas y venderlas. Los
mapuches consideran que se trata de “un nuevo robo a [su] patrimonio
1 . Ver anexo 8. 2 . Vía Campesina, declaración de Bali sobre semillas, 3 de mayo 2011.
100
ancestral”1 ya que si las semillas están al servicio de la humanidad, no están
ni para alterarlas ni para lucrar con ellas sino que tienen que quedar libres, lo
que impiden las empresas transgénicas. Este robo del patrimonio mapuche,
acompañado de la prohibición de usar libremente las semillas participa según
los mapuches de la vulnerabilización de su cultura, ya que “amenace [su]
patrimonio cultural tangible e intangible”2. En efecto, la cultura mapuche es
una agro-cultura3, basada la explotación libre y razonada de los recursos
naturales presentes en su territorio, a fines de sobrevivencia y no de
acumulación de riqueza. Además, la circulación de las semillas gracias al
intercambio es “parte de [su] esencia cultural, hecho que incluso ha sido
reconocido por la FAO”4. En este sentido, el libre uso de las semillas es
esencial a la reproducción o a la recuperación cultural mapuche.
La industria transgénica también lleva a la vulnerabilización del sistema de
salud mapuche, que también es parte importante de su cultura, ya que las
plantas medicinales tradicionales están amenazadas de desaparecer, por
contaminación genética de las especies nativas pero también por reducción de
la biodiversidad por expansión de los monocultivos industriales: “Este
convenio atenta gravemente contra nuestros agentes de salud mapuche,
nuestras prácticas de sanación, nuestros espacios sagrados, nuestro lawen
(medicina), haciendo un “robo legal” al usurpar el patrimonio genético que
nuestro pueblo ha desarrollado por milenios.”5
Otro argumento ético-moral desarrollado por los mapuches es él del robo
territorial: en efecto, por una parte los transgénicos son una cara de la
industria agrícola que ocupa territorios reivindicados por las comunidades
mapuches y por el otro lado los transgénicos constituyen una forma de
invasión territorial ya que la cohabitación entre la agricultura natural y la
agricultura transgénica es imposible según el conjunto de los opositores a los
OGM. Los mapuches apoyan su argumentación sobre las experiencias de
países vecinos “donde Monsanto (una de las transnacionales agroquímicas y
de la biotecnología que llegarían a Chile), ejerciendo el monopolio ilegal y
1 . Carta de varias organizaciones mapuches al presidente del Senado, Guido Girardi
Lavín, 11 de mayo 2011. 2 . Declaración de la Red Nacional de Salud Mapuche, 25 de mayo 2011. 3 . Curadoras de semillas, op cit. 4 . Declaración de la unión de comunidades mapuches de Lumaco, 3 de junio 2011. 5 . Declaración de la Red Nacional de Salud Mapuche, 25 de mayo 2011.
101
mediante la invasión biotecnológica, ha contaminado cultivos con transgénicos
y se expande robando territorios que eran prístinos, pero que hoy se
encuentran absolutamente corruptos con semillas de soja transgénica.”1
Los mapuches desarrollan también argumentos más universales, compartidos
por la parte no-indígena de la opinión pública, acerca del carácter “anti natura,
porque van contra la naturaleza de la creación”2 de los transgénicos y de la
falta de control sobre las posibles consecuencias del uso de esta tecnología,
que sea sobre la salud humana o sobre la biodiversidad mundial: “nos
preguntamos entonces dónde los proyectos y propuestas sobre los
transgénicos miden esas consecuencias a futuro […]”3.
Todos esos argumentos ponen en adelante situaciones éticamente o
moralmente contestables: los atentados contra una cultura milenaria, la
limitación de la libertad de sembrar, el robo del patrimonio cultural y territorial
y la experimentación a grande escala sobre la naturaleza con riesgos
irreversibles.
A esos argumentos ético-morales se agregan una serie importante de
argumentos de orden socio-económicos.
Según los mapuches, los transgénicos constituyen un atentado contra la
agricultura orgánica, campesina y autóctona, ya que “la contaminación
genética – prácticamente incontrolable – sobre los cultivos tradicionales u
orgánicos […] conllevaría el cierre de mercados que priorizan por alimentos
libres de transgénicos y plaguicidas4”5. Las consecuencias económicas serían
dramáticas para las poblaciones que practican este tipo de agricultura y por
ende habrían consecuencias sociales importantes (éxodo rural por ejemplo).
Los transgénicos también constituyen una seria amenaza a la soberanía
alimentaria, ya que “a los indígenas y campesinos se les impedirá guardar la
semilla [y] el indígena deberá comprar todos los años sus semillas si no quiere
ver confiscada su cosecha, sus cultivos y plantaciones”6, cuando ahora puede
sembrar libremente, sin pagar derechos intelectuales sobre las semillas. Esta
1 . Carta de varias organizaciones mapuches al Senado, 1 de abril 2011. 2 . Carta de varias organizaciones mapuches al Senado, 1 de abril 2011. 3 . Idem.
4 . Como ya es el caso para la miel de exportación. 5 . Carta de varias organizaciones mapuches al Senado, 1 de abril 2011. 6 . Carta de varias organizaciones mapuches a 25 senadores, 12 de mayo 2011.
102
pérdida de la soberanía alimentaría se acompañaría de un “alza en el precio de
los alimentos”1.
La vulnerabilización de la cultura mapuche ya abordada también tendría
consecuencias sociales importantes, con una dislocación del tejido social
mapuche y campesino. Esta dislocación sería reforzada por el robo territorial
ya explicitado, como lo confirman los antecedentes económicos y sociales
desastrosos brindados por las experiencias extranjeras de cultivos
transgénicos a las cuales organizaciones mapuches anti transgénicos se
refieren regularmente:
“Actualmente se dispone de estudios científicos y documentación
sobre experiencias que demuestran que los cultivos transgénicos no
sólo implican riesgos para la salud humana y el medio ambiente,
sino que también profundizan problemas socioeconómicos, como el
desempleo, la expulsión de pequeños y medianos campesinos de
sus tierras. Esto vendría a aumentar la pobreza de la población
mapuche rural, lo que conllevaría a acelerar aún más la ya
alarmante emigración mapuche rural.”2
Los numerosos casos de juicios entre los agricultores y la empresa Monsanto
son regularmente citados por las organizaciones mapuches anti transgénicos
para ilustrar su rechazo, ya que sería posible llegar a la situación en que “un
pequeño agricultor deba enfrentar a firmas de abogados de empresas
multinacionales, lo que es evidentemente un abuso de poder3”.
Todos estos argumentos tienden a demostrar que la consecuencia directa de
los transgénicos es un empobrecimiento importante de la población rural en
general y mapuche en particular, empobrecimiento que traería consecuencias
sociales dramáticas para la sociedad mapuche.
A esas consideraciones socio-económicas se agregan finalmente una gran
variedad de argumentos ambientales, que conciernen principalmente la
desaparición de plantas nativas, la aumentación del uso de pesticidas,
1 . Carta de la Red de Semillas Libres de Wallmapu al Senado, 18 de septiembre 2013. 2 . Carta de varias organizaciones mapuches al Senado, 1 de abril 2011. 3 . Carta de la Red de Semillas Libres de Wallmapu al Senado, 18 de septiembre 2013.
103
plaguicidas y otros químicos en la agricultura y el carácter tóxico de las
plantas transgénicas.
Según las organizaciones mapuches, la liberación de los transgénicos llevaría a
la desaparición de plantas nativas y a la reducción de la biodiversidad chilena
por contaminación genética por un lado y por “homogeneización de los
sistemas agrícolas”1 por el otro lado. Apoyándose sobre experiencias
extranjeras, los mapuches hablan de posible contaminación de los campos por
“nuevas súper malas hierbas”2. Este “desarrollo de súper malezas y de súper
insectos […] obliga a usar mayor cantidad de plaguicidas”3, lo que trae a su
vez como consecuencia la contaminación del aire, del agua y de los suelos así
como la desaparición de “insectos benéficos como las abejas”4.
Finalmente, las organizaciones mapuches denuncian el carácter tóxico de las
plantas transgénicas, que consideran como plaguicidas, ya que expresan un
gen insecticida y que producen toxina para luchar contra los insectos.
Los mapuches desarrollan también argumentos relativos a la salud humana
(aumento del riesgo de cáncer en particular), pero en una menor medida.
En conclusión, el rechazo de los transgénicos y de la privatización de las
semillas que los acompaña está fundado en primer lugar sobre la percepción
que tienen los mapuches de la intervención de las empresas transgénicas
sobre las semillas. En efecto, consideran esta intervención como el robo y la
destrucción de un patrimonio indígena milenario y entonces como un atentado
contra la cultura mapuche, en cual las semillas ocupan un lugar muy
importante, tanto económicamente como simbólicamente. Además, la
liberación de los transgénicos activaría mecanismos de dependencia
económica de los campesinos respecto de los semilleros transgénicos y de
contaminación de los recursos naturales de cuales dependen los mapuches
(agua, alimentos, suelos, abejas, etc), lo que llevaría a un empobrecimiento
económico de la sociedad mapuche, que acentuaría aún más el
empobrecimiento cultural. En resumen, la privatización de las semillas y la
1 . Declaración de Curarrehue, 20 de mayo 2012. 2 . Carta de varias organizaciones mapuches al Senado, 1 de abril 2011. 3 . Idem. 4 . Idem.
104
liberación de los transgénicos podrían llevar a la muerte cultural y económica
del pueblo mapuche.
II/ LA IMPORTANCIA DE LA SEMILLA EN LA CULTURA MAPUCHE
Aunque las referencias a las semillas no sean muy presentes en los análisis
culturales del pueblo mapuche, las semillas ocupan un lugar muy importante
en su cotidiano, ya que son la base de toda la vida.
Para entender la relación específica que los mapuches – y los pueblos
indígenas en general – entretienen con las semillas, es necesario estudiar su
cosmovisión. Luego, es interesante considerar las semillas como patrimonio
mapuche y analizar su rol actual de agente cultural, que permite mantener
vivas las tradiciones agrícolas, gastronómicas, sanitarias y económicas.
1- El lugar del hombre en la naturaleza
En la concepción occidental del mundo, se establece una separación entre la
naturaleza y la cultura. El hombre no es parte de la naturaleza como los
animales sino que la maneja para adaptarla a sus necesidades. En la filosofía
mapuche por lo contrario, hay una “imposibilidad de separar los planos de la
naturaleza y de la cultura”1 y el hombre está sobre el mismo plano que los
demás componentes del mundo: “el mapuche concibe que todos los animales,
las plantas, los ríos, montes y el hombre poseen un espíritu: aquel que les da
la vida y el aliento”2. La explicación que de Elicura Chihuailaf del concepto
Icrofil Mogen permite entender mejor la relación entre los mapuches y la
naturaleza:
“El Icrofil Mogen puede ser traducido, en el mundo contemporáneo y
científico, como biodiversidad. De acuerdo a su etimología, se
distinguen 3 raíces: Icro, que significa la totalidad sin exclusión. Fil,
que indica la integridad sin fracción. Y Mogen, que significa la vida y
1 . FOERSTER Rolf, Introducción a la religiosidad mapuche, Op Cit, p 61. 2 . MARILEO Armando, “Aspectos de la cosmovisión mapuche”, in Nütram, año v, n°3, p
43-47, 1989.
105
el mundo viviente. […] Para nuestras comunidades, este concepto
es al mismo tiempo la biodiversidad y la biosfera, sin limitarse solo a
consideraciones de orden natural. Así, el concepto es también el
medio ambiente comprendido en sus dimensiones físicas, sociales y
culturales, ya que nosotros los mapuches nos consideramos parte
integrante de toda la naturaleza. Eso nos invita a establecer y
adoptar estrategias de desarrollo sustentable, comunitario y
participativo.”1
Parte de la naturaleza, el hombre pertenece a la Tierra y tiene la obligación de
preservarla. Como lo señala Rolf Foerster, “los mapuches piensan su tierra
como un don de Chao Ngenechen2 […]. Este don tiene como contrapartida la
obligación de todo mapuche de cuidarla, protegerla, quererla”3. Además de ser
un don de Chao Ngenechen, la Tierra hace parte del cosmos mapuche – como
también el cielo y el infierno –, es el lugar de la vida, que permite la
existencia, da la comida, etc y es el lugar donde vivieron y donde descansan
los antepasados y también por cual dieron su vida. La Tierra es entonces
sumamente importante para los mapuches, cuyo nombre significa de hecho
“gente de la Tierra” y cuya cultura está basada sobre la naturaleza y sus
recursos: “la madre tierra nos cobija como raza y como pueblo”4.
Si los mapuches tienen que respectar la Tierra, tienen que respectar también a
todos sus componentes ya que los ríos, las montañas y los árboles también
son parte del Icrofil Mogen y poseen un alma. Cada uno de los componentes
del mundo mapuche posee un Ngen, que es un ser protector y dueño de la
naturaleza. Existe por ejemplo el Ngenku, que es el ser dueño y autor del
agua. “Los ngenes son seres animados, activos, con carácter antropomorfos,
zoomorfos y fitomorfos”5. El entorno mapuche es entonces constituido por
1 . CHIHUAILAF Elicura, Recado confidencial a los chilenos, LOM ediciones, Santiago,
1999, p 51. 2 . Espíritu superior generalmente considerado por la cultura cristiana como el dios de
los Mapuches. 3 . FOERSTER Rolf, Introducción a la religiosidad mapuche, op cit, p 131-132. 4 . Extracto del testimonio recogido por Rolf Foerster de un mapuche de la costa de
Imperial durante un encuentro sobre pastoral indígena a fines de la década de los 80’. 5 . GREBE María Ester, “Algunos paralelismos en los sistemas de creencias mapuche y
aymara”, in Boletín Museo Regional Araucanía, n°3, 1988, p 71-78.
106
seres vivos y por espíritus protectores que conviene de respectar y con cuales
hay que convivir pacíficamente. Por eso, antes de realizar cualquier
intervención sobre la naturaleza, el mapuche tiene que pedir permiso a Chao
Ngenechen, al espíritu del ser vivo que tiene frente a él o al ngen del elemento
que va a intervenir. Esta cosmología también implica de sacar del medio
ambiente solamente lo justo necesario. La dimensión espiritual está muy
presente en todos los actos del cotidiano mapuche, lo que hace escribir a Rolf
Foerster que para el mapuche, “su identidad, su ser (inseparable de las
condiciones de vida de la Tierra (Mapu), los animales, la naturaleza) se liga,
hasta confundirse, con lo sagrado (las divinidades, los antepasados)”1. Para
los mapuches, los ritos son fundamentales y acompañan cada acto, del más
cotidiano al más profundo.
Hay que considerar la relación actual de los mapuches con las semillas dentro
de esta filosofía ya que hasta hoy en día son los ritos cosmológicos los
convocan y unen a los mapuches. Si los estudios de la religiosidad mapuche
no se interesan a las semillas de modo específico, esas están presentes en
varios ritos, lo que da una idea de su importancia. Por ejemplo, existía en la
cultura mapuche la costumbre de enterrar a la persona fallecida con semillas,
para que “coma y siembre allá a donde fuere”2. También estaba el hábito de
regalar semillas a los recién casados3. La ceremonia del nguillatun también
permite acercarse a la relación entre los mapuches y las semillas ya que este
rito es un pedido por la siembra, por la cosecha y por la abundancia en
general así como un agradecimiento por la generosidad de la Tierra:
“Señor, Padre y Dios nuestro, aquí están los productos de las
semillas que habéis hecho brotar de la Tierra; pues estamos
rogándote con estos productos de las semillas y ofreciéndote, Señor,
este don que nos diste para vivir. Señor, con tu mano generosa, nos
1 . FOERSTER Rolf, Introducción a la religiosidad mapuche, op cit, p 11.
2 . DE BIBAR Gerónimo, Crónica y relación copiosa y verdadera de los reynos de Chile,
Edición facsimilar y a plana del Fondo Histórico y Bibliográfico José Toribio Medina,
Santiago, 1961, p 135. 3 . Entrevista con Lidia Curimil, 12 de marzo 2014.
107
habéis proporcionado abundantes semillas, las que se siembran en
la tierra […].”1
Las semillas son un “don”, que conviene ofrendar durante el nguillatun para
garantizar la prosperidad futura. Esta lógica de intercambio no se limita al
momento del nguillatun: algunos mapuches tienen como costumbre de
entregar a la tierra una parte de lo que sacan de la tierra antes de consumirlo
(agua, alimento, etc)2. Otros simplemente agradecen: “hay que agradecer
todos los días, en todos los actos, lo que nos da la tierra”3.
El análisis de la comprensión mapuche del mundo permite entender el rol
esencial que reviste el medioambiente en general, y las semillas en particular,
para este pueblo. En efecto, los mapuches están presentes sobre la tierra para
crecer como espíritus pero también para preservar lo que heredaron de sus
antepasados y para proteger el lugar donde descansan esos antepasados. El
mapuche obtiene su sustento del trabajo de la tierra pero “la tierra no se
basta a sí misma, requiere de lo sagrado, de Dios, para que dé sus frutos”4. El
mapuche pone en tierra las semillas que obtiene de Dios y espera que este
permitirá a esas semillas crecer y llevar la abundancia. La semilla es la fuente
de la vida, la esperanza de un futuro favorable, dejada al cuidado de lo
sagrado. Sin embargo, la semilla no es una herramienta del ser humano:
“existe al lado del ser humano y no a su servicio. Es parte del todo y nadie
puede ser dueño de ellas. La semilla es sagrada. Es viva y es parte de la vida
y del ser humano”5. Según Cecilia Caniuman, “la semilla es la condición del
buen vivir ya que es la vida misma”6. Está noción de vida es central en la
comprensión de la concepción mapuche de las semillas y vuelve en todos los
discursos. Hoy más que nunca, las semillas indígenas son la condición misma
de la perpetuación de la existencia mapuche ya que son el fundamento de la
agricultura tradicional mapuche, de la gastronomía tradicional mapuche, de la
salud tradicional mapuche y de la economía tradicional mapuche. La
1 . Oración medular del nguillatun. 2 . Entrevista personal con Hector Marín Manquecoy, 24 de febrero 2014. 3 . Entrevista personal con Lidia Curimil, 12 de marzo 2014. 4 . FOERSTER Rolf, Introducción a la religiosidad mapuche, op cit, p 79. 5 . Entrevista personal con Hector Marín Manquecoy, 24 de febrero 2014. 6 . Entrevista personal con Cecilia Caniuman, 25 de febrero 2014.
108
privatización de las semillas sería sinónimo de muerte cultural para los
mapuches.
2- La semilla como agente cultural
Antiguamente, los mapuches vivían de la agricultura y de la explotación –
sustentable – de los recursos naturales. Cultivaban productos nativos en la
huerta y en la chacra, sacaban plantas medicinales del bosque, donde también
colectaban hongos, piñones, etc, e intercambiaban productos dentro y afuera
de la comunidad para complementar su propia economía familiar.
Las relaciones con los españoles cambiaron este esquema: los mapuches se
enfrentaron con una nueva lógica económica (mercantilismo y, más tarde,
capitalismo), con una nueva cosmovisión (oposición entre naturaleza y
cultura), con una nueva religión (el cristianismo) y con nuevos productos y
animales (el caballo por ejemplo). Pasando el tiempo, en el siglo 19, apareció
también una nueva medicina, basada sobre el empleo de remedios químicos.
Sin embargo, a pesar de la entrada en la lógica capitalista, de la evolución de
la religiosidad mapuche hacia un sincretismo con el catolicismo y de la
aparición de divisiones internas a propósito de las relaciones con los
españoles, la cultura tradicional mapuche logró mantenerse viva hasta la
guerra de Pacificación de la Araucanía (1861-1883). El despojo territorial que
acompañó la integración forzada de los mapuches al Estado chileno provocó la
pauperización de la sociedad mapuche y la consiguiente proletarización y
urbanización de una parte de sus miembros. Pero son la revolución verde
(década 1960), la dictadura militar de Pinochet (1973-1990) – con el nuevo
despojo territorial que implicó la contra reforma agraria – y la imposición del
sistema neoliberal (década 1980) que dislocaron el sistema cultural tradicional
mapuche: los hombres abandonaron los campos, la huerta tradicional
mapuche desapareció a favor de sistemas de producción occidentales en
tablones y con uso de químicos, el dinero tomó un espacio más importante en
la economía mapuche poniendo en desventaja del sistema de intercambio, las
especies vegetales nativas como la quínoa cayeron en desuso, lo que provocó
el declino de la gastronomía mapuche, los remedios químicos reemplazaron
los remedios naturales, etc.
109
Los mapuches tomaron conciencia de la dislocación de su cultura a mediados
de los años 1990, cuando se dieron cuenta de las consecuencias de la
explotación forestal sobre sus territorios:
“Los problemas de acceso al agua generados por el modelo
forestales constituyen la punta del iceberg que permitió a los
mapuches darse cuenta de su situación. Cerca de 1995 las
comunidades de Malleco, Ercilla y Lleu-lleu, principalmente, tomaron
conciencia del problema forestal. Lo más irónico es que son los
mismos mapuches quienes empezaron a cultivar los pinos y los
eucaliptos. En 1970-1971, al momento de la reforma agraria,
recuperaron terrenos que no eran cultivables y los plantaron con
pinos y eucaliptos. Sobre todo con pinos. Después, con la contra-
reforma agraria, las forestales se adueñaron de las plantaciones
mapuches. Los mapuches vieron pasar camiones y camiones
cargados con sus pinos, con el fruto de su trabajo. El conflicto
Mininco (1995-2000) es en primer lugar un conflicto económico.
Pasaron muy rápidamente del tema de los árboles al tema del
territorio, cuando se dieron cuenta que estaban rodeados por las
forestales. Ahí el tema de la recuperación territorial se puso fuerte.
El tema de la biodiversidad vino plasmarse sobre el conflicto forestal
al final de la década 1990, gracias a las mujeres. Ellas se dieron
cuenta que las forestales no eran bosques cuando constataron la
desaparición de la biodiversidad. En las forestales no había ni
plantas medicinales ni ninguno de los recursos que se encontraban
en el bosque. Cuando se dieron cuenta de esto empezó el proceso
de recuperación cultural y espiritual, que pasa en primer lugar por la
recuperación de una visión profunda de la agricultura, base de la
agro-cultura mapuche.”1
El trabajo de Lidia Curimil con la corporación Komkelluhayin es revelador de
este proceso:
1 . Entrevista personal con Antonio Fernández, 26 de marzo 2014.
110
“En 2007 nos ganamos un proyecto e hicimos encuestas para
determinar cuáles eran las prioridades para los mapuches de la
zona1. Determinamos que era la recuperación de la cultura
ancestral, del buen vivir, de los árboles nativos y de las semillas
ancestrales. En este momento, la quínoa servía para alimentar a los
pavos, mientras es un alimento muy rico y una medicina. Hoy día se
recuperó la quínoa. […] Las personas que participaron de nuestro
proyecto lo hicieron en prioridad para volver a una agricultura
tradicional y respetuosa del medioambiente y después vieron que
también habían ventajas económicas.”2
Esta recuperación de la agricultura, base de la cultura mapuche, pasó por un
proyecto de recuperación de las semillas nativas que se habían perdido. Este
trabajo se llevó a cabo en 2006-2007 (gracias a organismos como el Cetsur o
la Pontifica Universidad Católica de Villarrica, pero a la demanda de los
mapuches) y permitió reconstituir una parte del patrimonio fitogenético
mapuche. La huerta tradicional mapuche por su parte, que se caracteriza por
el cultivo mezclado de las especies, volvió a existir, en parte gracias al trabajo
de Lilian Barrientos, que enseña los principios de la agro-ecología a los
campesinos – en su mayoría mapuches – que participan de sus talleres. Las
reacciones de los asistentes a esos talleres3 es reveladora de la desarticulación
cultural que sufrieron los mapuches: algunos se acuerdan que conocieron la
huerta tradicional mapuche en su niñez porque la abuela cultivaba así pero lo
habían olvidado, otros se convencen de la toxicidad de los pesticidas que usan
desde décadas y de la eficiencia de la agroecología y todos se van conscientes
de la existencia de una agro-cultura mapuche que desapareció al beneficio de
la agricultura industrial pero que puede reconquistarse.
La semilla nativa es esencial en este proceso de reconquista porque es la única
que permite practicar una agricultura tradicional eficiente, porque “es de
mejor calidad, es más resistente y está perfectamente adaptada a las
1 . Se refiere a la zona de Loncoche, Villarrica, Pucon y Coñaripe principalmente. 2 . Entrevista personal con Lidia Curimil, 12 de marzo 2014. 3 . Reacciones presenciadas durante el taller desarrollado el 4 de diciembre 2013 con
campesinos mapuches de la zona de Lumaco.
111
condiciones climáticas locales”1. La liberación de los transgénicos, que llevaría
a la desaparición de las semillas nativas por contaminación genética, sería
entonces sinónima de muerte para la agricultura tradicional mapuche y por
ende para toda la cultura mapuche, basada sobre el vínculo con la tierra.
El conflicto en torno al Upov 91, a la ley de obtentores vegetales y a la
liberación de los transgénicos contribuyo paradójicamente a la recuperación de
las semillas nativas y a la conversión de una parte de los campesinos
mapuches a la agroecología. En efecto, si la proporción de mapuches
practicando este tipo de agricultura no sobrepasa el 10 a 20% de los
agricultores mapuches según Antonio Fernández, esta proporción ha crecido
muy rápidamente esos 5 últimos años2. Las charlas sobre los transgénicos y
los talleres sobre la agricultura orgánica contribuyeron a la toma de conciencia
de la necesidad de volver a una agricultura respetuosa del medio ambiente. El
reconocimiento de las semillas como patrimonio nativo al servicio de la
humanidad también podría haber jugado un rol importante en la toma de
conciencia del rol esencial que los pueblos indígenas siempre han jugado y
tienen que seguir jugando en la preservación de las semillas y por ende en la
agricultura mundial.
A partir de la recuperación de las semillas y de la agricultura tradicional se
puede recuperar la gastronomía. La quínoa, la papa chilote, el poroto pallar,
etc son tantos alimentos que habían sido un poco olvidados por los mapuches
y que hoy día volvieron en las huertas y sobre las mesas. Para los mapuches,
la cocina era antiguamente el arte de las mujeres. Las recetas y el
conocimiento sobre los alimentos se transmitían de madre a hija y eran parte
del patrimonio cultural mapuche. Las jóvenes mapuches de la agrupación
Fenxen pu choyvn reconocen esta importancia de la alimentación en la cultura
mapuche y Claura Anchio Boroa va hasta compararla, en términos de
importancia cultural, con el idioma, invitando a los mapuches a “reflexionar
1 . Entrevista personal con Lidia Curimil, 12 de marzo 2014. 2 . Ya que partió casi de 0 en 2006-2007.
112
sobre los riesgos de nuestra alimentación; la perdida de ella sería como la
perdida de nuestro idioma”1.
A la alimentación y a las semillas está generalmente asociada la noción de
buen vivir2. En la filosofía mapuche, el buen vivir o el vivir bien “no tiene que
ver con la acumulación de bienes (o males) materiales, es más bien el sentirse
como ser humano en pleno equilibrio con los demás seres, vivir en armonía en
un ambiente sano, limpio, rodeado de especies nativas, compartir en la
comunidad, crecer con valores, alimentarse bien, solidarizar con nuestros
hermanos y hermanas basando nuestra economía en la solidaridad.”3 Esta
noción está en el corazón de todos los discursos sobre la necesidad de
preservar las semillas nativas. Sin esas semillas, el buen vivir, ideal de vida
mapuche, no es posible: “la semilla es la condición del buen vivir ya que la
semilla es la vida misma”4.
La semilla es entonces un elemento sumamente importante en la cultura
mapuche ya que garantiza la calidad del alimento y entonces la calidad de la
vida. Del punto de vista político, las semillas son también la garantía de la
soberanía alimentaria. Este punto es muy importante en una perspectiva
autonomista, ya que garantizar la soberanía alimentaria es garantizar la
posibilidad de vivir de modo autónomo en su territorio. Sin embargo, a pesar
del esfuerzo importante desarrollado por los mapuches opositores a los
transgénicos, el tema de la soberanía alimentaria no logra imponerse en los
discursos autonomistas.
El movimiento mapuche anti transgénicos apunta también a un regreso hacia
la medicina tradicional mapuche. Las semillas transgénicas son una amenaza
para la biodiversidad y entonces para las plantas medicinales. La defensa de
las semillas nativas entra entonces en un proceso de preservación de la
cultura medicinal mapuche.
1 . ANCHIO BOROA Claura, “Xafkintu. Recuperación de nuestro sistema económico. Una
propuesta en construcción”, in Revista de historia social y de las mentalidades,
volumen 17, n°1, 2013, p 59-85. 2 . Kume mögem en mapuzungun. 3 . Carta de la Red de Semillas Libres de Wallmapu al Senado, 18 de septiembre 2013. 4 . Entrevista personal con Cecilia Caniuman, 25 de febrero 2014.
113
Finalmente, el rescate de las semillas nativas ha permitido la reactivación del
sistema económico de intercambio, vía la práctica del trafkintu. El trafkintu no
es tradicionalmente un intercambio de semillas. Es un intercambio de
mercancías en general, del telar al árbol pasando por el ganado. Sin embargo
es la necesidad de rescatar y preservar las semillas que ha permitido reactivar
el trafkintu: hoy en día, la casi totalidad de los trafkintu consisten en
intercambios de semillas y de saberes (asociados a esas semillas).
El trafkintu participa de la “reconstrucción del tejido social mapuche”1 y de la
recuperación de los conocimientos sobre las plantas y más generalmente
sobre la cultura mapuche. También es una alternativa al sistema monetario,
una alternativa al capitalismo, que permite difundir los valores mapuches y
poner en la mesa todos los temas que la sociedad mapuche tiene que
enfrentar.
“No son menores los temas que surgen como parte del proceso de
reconstrucción identitaria y territorial dentro de este espacio, pues
volvemos a reencontrarnos como mapuche al calor de las
conversaciones tan necesarias y tan poco recurrentes en nuestros
lof, ante la invasión de la globalización y el individualismo que opera
como una debilidad dentro de los territorios. […] Una práctica
cultural se transforma así en una práctica política, donde la tradición
histórica da pie para la adecuación cultural, asumiendo un control de
la cultura, para proyectarse como pueblo.”2
Más allá de la economía, el trafkintu reviste un sentido muy profundo y
espiritual del compartir, donde la transparencia con el otro tiene un rol
esencial:
“Revivamos la reciprocidad como institución espiritual de nuestros
pueblos antiguos, satisfaciendo necesidades físicas y espirituales.
1 . ANCHIO BOROA Claura, “Xafkintu …”, Op Cit, p 60. 2 . Idem, p 65-68.
114
Intercambiemos afectos, amistad, problemas, tristezas y sueños […]
que esto sea una semilla que engendra movimiento.”1
Los trafkintu no son entonces simples intercambios de semillas: las semillas
son la condición, el pretexto, que permite a los trafkintu desarrollarse como
instancias de recuperación cultural, de re-acercamiento a la esencia espiritual
mapuche y de reparación del tejido social, pasos necesarios a la
transformación social.
Importantes desde siempre en la cultura mapuche como proveedoras de la
vida biológica, las semillas son entonces muy importantes hoy en día como
soportes de los procesos de recuperación cultural mapuche. Sin semillas, la
agricultura, la gastronomía, la salud y la economía mapuche estarían
destinadas a desaparecer.
1 . Declaración del primer encuentro latinoamericano de custodios y curadoras de
semillas.
115
CONCLUSIÓN
116
En resumen, el movimiento mapuche anti transgénicos nació en 2011 frente a
la evolución de la legislación sobre los transgénicos, que progresa hacia la
liberación de los OGM en el país. Los mapuches no se han unido al movimiento
anti transgénicos ya existente – que se desarrolla sobre todo en la capital –
sino que han reaccionado a nivel local, particularmente en la región Araucanía
pero también en las regiones del Bíobío, de los Lagos y de los Ríos. Las
grandes organizaciones políticas y sociales mapuches han jugado un rol
importante en la toma de conciencia de los campesinos sobre la peligrosidad
de los transgénicos pero no han jugado un rol fundamental en terreno.
En efecto, son las organizaciones y los actores locales que han llevado a cabo
este movimiento, organizando muchas charlas informativas y demostraciones
públicas y reactivando la práctica del trafkintu. Ahora conocido como
intercambio de semillas, el trafkintu designa para los mapuches el momento
del intercambio entre dos personas: intercambio de productos, de
sentimientos y de conocimientos. Esta práctica tradicional, que estaba latente
e invisible en la sociedad mapuche, se ha vuelto el mayor acto de resistencia
contra los OGM, al punto de ser adoptado – con razón o no – por los
oponentes no mapuche a la industria transgénica.
Las personalidades más importantes de esos intercambios – y por ende de la
lucha anti transgénicos en su conjunto – son las curadoras de semillas. Esas
mujeres están encargadas de preservar las semillas nativas, seleccionándolas,
conservándolas e intercambiándolas. La lucha contra los transgénicos es de
facto una lucha de mujeres: ellas tienen la responsabilidad ancestral de las
semillas y ellas son las que se quedaron con el trabajo de campo mientras los
hombres se proletarizaron. También tienen una sensibilidad particular por el
tema de la alimentación y un vínculo con la tierra que les empuja a siempre
volver al campo, aún si conocen fases de proletarización.
Las mujeres – y también una pequeña proporción de hombres – metidas en
esta lucha desarrollan una argumentación propia, basada sobre su cosmología
y sobre al vínculo particular que mantienen con la naturaleza en general y con
las semillas en particular.
De hecho, los mapuches que se movilizan contra los transgénicos son los que
no han perdido este vínculo especial con la tierra, que se niegan a emplear
pesticidas, fertilizantes químicos y semillas no naturales. Son los que
conservan las semillas heredadas de las generaciones anteriores y que están
117
conscientes de su importancia para la perennidad de la cultura mapuche. En
efecto, la lucha contra los OGM no es una movilización ambiental, es una
“pelea por defender lo nuestro, por defender nuestras semillas y nuestra
cultura”1, es una lucha cultural.
La verdadera resistencia mapuche a los transgénicos no se expresa durante
las marchas sino que se juega cotidianamente en los campos, en la práctica de
la agricultura tradicional, en la reconquista del trafkintu, en la reconstrucción
del tejido social mapuche. Las semillas para los mapuches revisten una
importancia que va mucho más allá de la calidad de vida: el buen vivir es la
vida en equilibrio, en harmonía no solamente con la Tierra sino también con el
mundo espiritual. La semilla es la conexión fundamental entre los mapuches y
su cultura, es decir entre los mapuches y su identidad como mapuches.
La agricultura industrial ha destruido la agro-cultura mapuche: su agricultura y
su cultura. Ha llevado a la reducción de los territorios, a la contaminación y al
empobrecimiento de los suelos, a la imposibilidad para los mapuches de
competir sobre el mercado con los productos importados, a la proletarización
del mundo mapuche y finalmente a la desintegración de su cultura. Los
transgénicos, que contaminarían la biodiversidad e imposibilitarían
definitivamente los cultivos tradicionales, portarían el último golpe al pueblo
mapuche. Desconectado de su tierra, solo podría mantener un simulacro de
cultura. En este sentido, la lucha mapuche contra los transgénicos es una
guerra a muerte. Se trata de vencer o de morir. Al día de hoy, con el retiro del
proyecto de ley de obtentores vegetales y la progresión de la agroecología en
Araucanía, los mapuches tienen un pequeño aliento pero se mantienen alertas
y se preparan a la próxima ofensiva de Monsanto, sembrando “semillitas en la
mente”2 de los jóvenes.
1 . Testimonio de Eris Coronado (comunidad Juan Queupan, Temuco), in Curadoras de
semillas, Op Cit. 2 . Idem.
118
ANEXOS
119
ANEXO 1 MAPA DE LOS CULTIVOS TRANSGENICOS EN CHILE 2009-2012
Fuente : Consorcio Apícola
120
ANEXO 2
LISTA DE LOS SENADORES A FAVOR Y EN CONTRA DE LA LEY DE
OBTENCIONES VEGETALES
Fuente: Yo No Quiero Transgénicos en Chile
A FAVOR DE LA LEY:
Andrés Zaldívar Larraín (Región del Maule)
P.D.C.
Ignacio Walker Prieto (Región de Valparaíso)
P.D.C.
Ena Von Baer Jahn (Región Metropolitana)
U.D.I.
Gonzalo Uriarte Herrera (Región de Coquimbo)
U.D.I.
Baldo Prokurica Prokurica (Región de Atacama)
R.N.
Víctor Pérez Varela (Región del Biobío)
U.D.I.
Lily Pérez San Martín (Región de Valparaíso)
Independiente
Jaime Orpis Bouchon (Región de Tarapacá)
U.D.I.
Jovino Novoa Vásquez (Región Metropolitana)
U.D.I.
Carlos Larrain Pena (Región de los Ríos)
R.N.
Hernán Larraín Fernández (Región del Maule)
U.D.I.
Carlos Ignacio Kuschel Silva
(Región de los Lagos) R.N.
José García Ruminot
(Región de la Araucanía) R.N.
Alejandro García Huidobro Sanfuentes (Región de O’Higgins)
U.D.I.
Alberto Espina Otero (Región de la Araucanía)
R.N.
Juan Antonio Coloma Correa (Región del Maule)
U.D.I.
EN CONTRA DE LA LEY:
Juan Pablo Letelier Morel (Región de O’Higgins)
P.S.
Patricio Walker Prieto (Región de Aysén)
P.D.C.
Eugenio Tuma Zedán
(Región de la Araucanía) P.P.D.
Hosaín Sabag Castillo
(Región del Biobío) P.D.C.
Mariano Ruiz-Esquide Jara
(Región del Biobío) P.D.C.
Fulvio Rossi Ciocca
(Región de Tarapacá) P.S.
Ximena Rincón González (Región del Maule)
P.D.C.
Jaime Quintana Leal (Región de la Araucanía) P.P.D.
Jorge Pizarro Soto (Región de Coquimbo) P.D.C.
Jorge Navarro Brain (Región del Biobío) MAS
Pedro Muñoz Aburto (Región de Magallanes)
P.S.
Ricardo Lagos Weber (Región de Valparaíso)
P.P.D.
Antonio Horvath Kiss
(Región de Aysén) R.N.
José Antonio Gómez Urrutia
(Región de Antofagasta) P.R.S.D.
Guido Girardi Lavín
(Región Metropolitana) P.P.D.
Eduardo Frei Ruiz-Tagle
(Región de Los Ríos) P.D.C.
Camilo Escalona Medina
(Región de Los Lagos) P.S.
Francisco Chahuán Chahuán
(Región de Valparaíso) R.N.
Carlos Cantero Ojeda (Región de Antofagasta)
Independiente
Carlos Bianchi Chelech (Región de Magallanes)
Independiente
122
Soledad Alvear Valenzuela (Región Metropolitana) P.D.C.
Isabel Allende bussi (Región de Atacama) P.S.
123
ANEXO 3
FOTO DE LA CAMPAÑA YO NO QUIERO TRANSGENICOS EN CHILE
ANEXO 4
EVENTOS EN CONTRA DE LOS TRANSGENICOS CON PARTICIPACION MAPUCHE IMPORTANTE
FECHA LUGAR TIPO DE EVENTO PARTICIPANTES / ORGANIZACION
03/06/2011 Lumaco Foro “Ley de Transgénicos: privatización de las semillas e implicancias en la
economía familiar campesina”, con Camila Montecinos
Participan: Agricultores mapuches
07/06/2011 Escuela Faizí - Nueva Imperial
Trafkintu en el marco del día nacional de movilización contra los transgénicos
Organiza: Comunidad Manuel Lorenzo
11/06/2011 Curarrehue Trafkintu, proyección del documental El Mundo Según Monsanto, discusión sobre los transgénicos
Organiza: Red de Feria Walung de Curarrehue (Anita Epulef)
15/07/2011 Temuco Encuentro conversatorio sobre la protección de las semillas, la soberanía
alimentaria y las perspectivas de Desarrollo, con Lucía Sepúlveda
Participan: Leftraru, Comunidad Federico Alcamán (Quepe), Comunidad Juan
Huenchual (Quepe), Asociación Gremial de Comunidades Indígenas y Comités de
Pequeños Agricultores de la Provincia de Cautín (CIPA), Hogar We Liwen (Valdivia), Centro de Educación Ambiental - Intercultural
Pewmayiñ, Corporación Mapuche Newen, Comunidad Ramon Chincolef Nahuelpan
(Coñaripe)
12/08/2011 Chol-Chol Encuentro “por la defensa de la Vida y de
nuestras Semillas Ancestrales”
Organizan: Organización Tradicional Kiñel
Witran Mapu, Anamuri
28/11/2011 Temuco Foro “Defendamos nuestras semillas”, con
Lucía Sepúlveda
Organiza: Agrupación Fenxen pu Choyvn
125
19/05/2012 20/05/2012
Curarrehue Trafkintu y carta de Curarrehue Anita Epulef, red de feria Walung
15/09/2012 16/09/2012
Escuela Bahai, Lof Mapu Rulo,
Nueva Imperial
Taller de autoproducción de semillas orgánicas, trafkintu y discusión en torno al
Upov 91
Campesinos mapuches, hogares mapuches, comunidades, etc
15/11/2012 Lof Mapu Rulo,
Nueva Imperial
Trafkintu contra la privatización de las
semillas
Participan: Comunidades de Nueva Imperial
05/12/2012 Universidad
Austral, Valdivia
Charla “Semillas libres de patente,
transgénicos y plaguicidas”, con Lucía Sepúlveda
Estudiantes mapuches
08/03/2013 Galvarino Trafkintu
05/04/2013 Temuco Peña por las semillas libres y por la
soberanía alimentaria
Organiza: Agrupación de jóvenes mujeres
Mapuche por las semillas libres “Fenxen pu Choyvn”
10/04/2013 Temuco Inicio del taller semanal “Agroecología – agro-consciencia”
18/04/2013 Temuco Degustación de cocina tradicional Organiza: Guardianes de semillas del Wallmapu
20/04/2013 a 28/04/2013
Laguna Verde Encuentro Internacional de guardianes de semillas
Participan: Guardianes de semillas del Wallmapu
27/04/2013 Freire Trafkintu Organiza: guardianes de semillas de la comunidad Ignacio Moreno
03/05/2013 Ufro, Temuco Seminario “Amenaza de la soberanía alimentaria en Wallmapu”
Organiza: Guardianes de semillas del Wallmapu
03/05/2013 Hogar Mapuche
Pelontuwe, Temuco
Conversatorio de guardianes de semillas
sobre el Upov 91
Organiza: Guardianes de semillas del
Wallmapu
04/05/2013 Fundación Chol-Chol, Nueva
Imperial
Trafkintu regional Organiza: Guardianes de semillas del Wallmapu
126
18/05/2013 Likan-Ray Trafkintu Lof Likan Ray, Fenxen pu Choyvn
25/05/2013 Temuco Realización de un mándala de piñones
e intervención pública
En el marco del día internacional contra
Monsanto
Participan: Guardianes de semillas del Wallmapu
Villarrica Feria orgánica, trafkintu,
conversatorio
Participan: agricultores mapuches, particulares
10/06/2013 Santiago Marcha Participan: Anamuri, particulares
26/06/2013 Galvarino Trafkintu
04/07/2013 Ufro, Temuco Trafkintu regional
05/09/2013 Hogar Mapuche, Temuco
Trafkintu Organiza: Hogar y centro cultural Mapuche
07/09/2013 Valdivia Tercer encuentro de semillas y saberes Participan: Estudiantes mapuches, guardianes de semillas del Wallmapu, etc
07/09/2013 Nueva Imperial Trafkintu Organiza: Comunidad Painen
08/09/2013 Escuale Diucon,
Valdivia
Taller de agricultura ecológica Organiza: Centro de aprendizaje Moñelechi
mapu, Red de semillas libres de Chile
13/09/2013 Villarrica Trafkintu Organiza: Centro Cultural Mapuche
24/09/2013 25/09/2013
Ufro, Temuco Foro “Transgénicos en la Araucanía” Participan: particulares mapuche
27/09/2013 Temuco Conversatorio sobre la ley Monsanto, con Camila Montecinos
Organiza: Anamuri, Asociación Indígena Hueichafe Domo
04/10/2013 Museo regional, Temuco
Encuentro por las semillas libres Organizan: Guardianes de semillas del Wallmapu
12/10/2013 Curarrehue Marcha contra el saqueo ambiental bajo todas sus formas
Participan: particulares mapuche, Anita Epulef
12/10/2013 a 16/10/2013
Villarrica Funa contra Monsanto Participan: particulares mapuche
18/10/2013 Likan Ray Trafkintu Organiza: Comunidad Rudecindo Ancalef
127
24/10/2013 Lof Rulo, Nueva Imperial
Trafkintu Participan comunidades del sector
26/10/2013 Temuco Trafkintu Organizan: Red de ferias y mercados con identidad, Cet sur, Ciem-Ufro, Pewün
ANEXO 5
LA CARTA DE CURARREHUE
23 May, 2012
CARTA DE KURARREWE: Proclamación por el cuidado de la semilla y la
soberanía alimentaria del wallmapu
Reunidos en el Territorio del Pewenmapu, Kurarrewe, en el marco del
“Trafkintu del tiempo Rimu”, realizado los días 19 y 20 de Mayo de 2012,
organizaciones, comunidades y personas del territorio Wallmapu de Chile y
Argentina, suscribimos la presente carta y señalamos lo que sigue:
Fundamentos
El cuidado de las semillas está profundamente relacionado con el cuidado de
nosotros mismos, de nuestras vidas, de nuestros pueblos, de nuestra historia
y de nuestros conocimientos. Concebimos la agricultura, los modos de
producción, las prácticas productivas como partes de un sistema mayor
envuelto en la cultura que los expresa, como agro-culturas. La naturaleza es
esencialmente diversa, las prácticas agrícolas de los pueblos originarios y
campesinos así lo han entendido y respetado.
Esta relación - naturaleza, semillas, vida, alimentación, pueblos, donde lo
importante, además de los genes, son los conocimientos asociados a las
semillas, depositada en la propia comunidad, en la gente que vive en el
territorio, se convierte en un derecho de los pueblos como fundamento del
cuidado de la vida y patrimonio cultural de la humanidad. Lo que afecta a la
tierra, a las plantas, nos afecta a nosotros mismos.
La cultura de los pueblos originarios y de los pueblos campesinos contiene
saber, conocimientos y racionalidad ligada a su cosmovisión, ella reconoce y
dignifica el uso de las semillas, de la diversidad y del cuidado del medio
ambiente como expresión de la soberanía alimentaria.
El escenario actual atenta violentamente contra estas vivencias. La estrategia
centrada en el aumento de los rendimientos productivos, desde sectores
129
políticos, empresariales e industriales, ha generado dependencia de diferentes
formas: de los insumos para la producción, (precios; proveedores y asesorías
técnicas); aumento de los costos y riesgos; provocando degradación de
recursos prediales, provocando efectos sobre la salud de las personas (el
aumento del cáncer unido a uso de pesticidas) hasta la homogeneización de
los sistemas agrícolas, generando la pérdida de la estabilidad, diversidad
genética y sustentabilidad económica, social, cultural y ambiental.
Nos preguntamos: ¿Es esto lo que necesitamos como sistema agrícola y
económico?
Consideraciones
Los representantes de pueblos originarios de comunidades, de organizaciones
campesinas y organizaciones de la sociedad civil consideramos de vital
importancia y urgente la defensa de nuestra soberanía alimentaria y de
nuestros territorios mediante el cuidado real y concreto de las semillas y del
conocimiento asociada a ellas.
Para ello consideramos imperiosa la revaloración de las prácticas y de los
productos ancestrales que han sido usurpados, desplazados por políticas
empresariales industriales.
Consideramos que las decisiones de los campesinos y pueblos originarios no
son irracionales, sino por el contrario ellas obedecen a un conocimiento
profundo producto de la relación con el territorio lo que constituye su
patrimonio cultural, el cual debe ser integrado en la educación, la
investigación y los sistemas de fomento técnico, bajo criterios de diálogo
respetuoso de saberes y gestión intercultural del conocimiento.
Consideramos que es necesario que las semillas estén en contacto con los
agricultores, sean campesinos o pueblos originarios, como verdaderos
cuidadores, curadoras de las semillas desde tiempos ancestrales, y no en un
banco de germoplasma aislado de la comunidad, en donde finalmente pierden
su nutricidad por no interactuar con el medio y con las personas. Ellas tienen
sentido y cumplen su labor sólo en la medida en que están en relación con la
gente, en este aspecto es relevante e importantísima la labor histórica que
130
han cumplido las mujeres “curadoras de semillas”, cuidadoras por excelencia
de la vida.
Consideramos necesario generar propuestas desde el saber de esta tierra,
propuestas propias inspiradas en el küme-mongen, inspiradas en el vínculo
respetuoso entre los procesos económicos y los ciclos de la naturaleza en sus
tiempos Rimu-Pukem-Pewün-Walüng desde la cosmovisión mapuche y el
saber campesino.
Llamado a proteger las semillas
Entonces, se hace indispensable dimensionar que las semillas han estado co-
evolucionando con los pueblos en forma natural por eso les asiste este
derecho colectivo de defenderlas. Desde ahí se fundamenta el rol de las
organizaciones para definir las barreras y límites que no pueden ser
transgredidas por las políticas públicas, los intervencionismos técnicos, las
instituciones de comercio y de promoción del consumismo, con sus aliados
financistas y lobbystas de la política.
- Debemos generar cambios en la política pública, para evitar el avance de los
transgénicos y la privatización de las semillas.
- Debemos propiciar la relación entre la comunidad científica y el mundo
campesino, e indígena, entre lo técnico y el saber heredado, el aprendido.
- Debemos desarrollar el ejercicio de “la participación como un derecho” desde
diversas formas, y con las herramientas que los ordenamientos jurídicos nos
dan como es la exigencias de información a los organismos públicos, con la
aplicación del Convenio 169, entre otros.
- Debemos construir desde la confianza, las alianzas, la colaboración y la
solidaridad para enfrentar la actual lógica de la competencia que destruye, y
nos divide. Reconociendo que otro Mundo es posible, pero que ya está
ocurriendo a través de transformaciones concretas más que esperanzadoras, y
que son parte de lo que se ha vivenciado estos días en Kurarrewe … El cambio
parte por nosotros.
131
Acciones que nos comprometemos a ejecutar
1. Cuidar la semilla para la diversidad, preocuparnos por preservar las semillas
antiguas en los territorios sin que sean intervenidas.
2. Generar redes de comunicación y de confianza que nos permitan difundir,
educar y sensibilizar a la comunidad, respecto de los efectos de los
transgénicos a través de la alianza urbana y rural, campañas, encuentros y
redes de comunicación a nivel regional, nacional e internacional, tanto para
prevenir como para evitar el avance de los transgénicos.
3. Campaña comunicacional para difundir y promover esta “Carta de
Kurarrewe” como Proclamación por el cuidado de la semilla y la soberanía
alimentaria del wallmapu.
4. Establecer un protocolo de acuerdo de este trabajo en red de colaboración e
incidencia
5. Generar una ruta de nuevos mercados con identidad que permita visibilizar
estos temas en el territorio del wallmapu, zonas chilena y argentina.
6. Asumir estrategias para fortalecer las economías locales y la defensa de los
territorios, a través de circuitos económicos solidarios que continuarán
generándose y fortaleciéndose.
La gente quiere lo fácil, por eso va al supermercado, para comer “basura”. Es
necesario cambiar nuestra forma de vida, nosotros somos una semilla, las
palabras son semillas y todo es un ciclo, una comunidad de continuidad….
(frase expresada en el encuentro)
Listado de organizaciones Organizaciones - Zona
Feria Walung Kurarrewe - Kurarrewe
Red de Ferias y Mercados con Identidad - Kurarrewe
Corporación Cet Sur - Temuco
132
Convivum Slowfood - Pucón
EcoSur - Red Economía Solidaria - IX Región
CIEM - Centro de Emprendimiento Mapuche - Temuco
Colectivo Mapuexpress - Temuco
Fundación Cóndor Blanco - Kurarrewe
TEA Territorio en Acción, Red Ciudadana - Villarrica
Asociacion Mallowe - Temuco
Mesa Mujer Rural - IX Región
Asociación Marykiñe - Budi - Saavedra
Aldea Comunicaciones - Temuco
Lof Icalma - Icalma - Lonquimay
RBA/ Millaruka - Temuco
Red Dinamizadores CIEM - Lonquimay - Truf Truf
Consejo Mapuche de Makewe - Makewe - Temuco
Grupo Curadoras de Semillas - IX Región
Fundación Mariposa - Temuco
Agrupación Conziencia Libre, UFRO - Temuco
Ecole Pucón
Consejo Ambiental de Pucón - Pucón
Comunidad P. Cayuqueo - Chol Chol
Comunidad Manuel Toilla - IX Región
133
Comunidad Santiago Calfual - IX Región
Huirlapalehue - Kurarrewe
Personas y ciudadanos independientes / VIII - IX – X Regiones
Puelmapu:
Comunidad Mangueñir
Comunidad Isla Llican Aluminé
Comunidad Ruca Choroy - Aluminé
Propatagonia San Martín de los Andes
Municipalidad San Martin de Los Andes San Martín de los Andes
CIDEP El Bolsón El Bolsón
ANEXO 6
FRISA CRONOLOGICA DE LAS MOVILIZACIONES MAPUCHE ANTI OGM
Hasta
2010 2011 2012 2013
25/05: Declaraciones Red de Salud Mapuche, en contra del Upov 91
07/06: Red Indígena Legislativa llama el tribunal constitucional a rechazar el Upov 91
03/06: Foro sobre transgénicos en Lumaco + rechazo del Upov 91 por la unión de comunidades mapuches de Lumaco
08/07: Red Indígena Legislativa rechaza las declaraciones del presidente de la Mucech
12/08: Anamuri y Kiñel Witran Mapu organizan encuentro por la defensa de las semillas en Chol Chol
07/06: Trafkintu en Nueva Imperial en el marco del día nacional de movilización contra Upov 91.
11/06: Trafkintu en Curarrehue + rechazo Upov 91
23/07: Declaración de Newen Boyen y Leftraru contra Upov 91
15/07: Mapuexpress y Pewmayiñ convocan encuentro conversatorio sobre protección de semillas
28/11: Agrupación Choyvn convoca a foro defensa de las semillas
19 y 20/05: Trafkintu en Curarrehue + carta de Curarrehue
15/11: Trafkintu contra Upov 91 en Imperial
15 y 16/09: Jornadas de autoproducción de semillas, reafirmación rechazo Upov 91 y trafkintu en Imperial
05/12: Charla
sobre semillas
libres en Valdivia
10/04: Inicio del taller agroecologia agroconciencia en Temuco
20 a 28/04: Encuentro internacional de guardianes de semillas en Laguna Verde
04/05: Trafkintu Imperial
18/05: Trafkintu Likan Ray
05/04: Peña por las semillas libres y la soberania alimentaria en Temuco
18/04: Degustación de comida tradicional organizada por Wallmapu en Temuco
27/04: Trafkintu comunidad Ignacio Moreno
03/05: Seminario sobre soberania alimentaria en Temuco
25/05: Movilizaciones Temuco y Villarrica
10/06: Marcha Santiago
08/07: Intervención contra ley Monsanto en congreso
29/07: Marcha congreso
21/08: Conversatorio semillas en resistancia en Temuco
17/08: Marchas en todo Chile
27/08: Foro sobre trafkintu, Valdivia
12/08: Declaración Claudia Pailalef contra ley Monsanto
27/08: Charlas contra ley Monsanto, Temuco
07/09: Trafkintu Imperial
13/09: Trafkintu Villarrica
24 y 25/09: Foro transgénicos en Araucanía
05/09: Trafkintu Temuco
07/09: Intercambio semillas y saberes Valdivia
18/09: Carta Wallmapu al Senado
27/09: Conversatorio sobre ley Monsanto, Temuco
04/10:
Encuentro de
la red de
semillas libres
de Wallmapu
12 al 16/10:
Funa contra
Monsanto
en Villarrica
12/10:
Movilización
contra saqueo
ambiental en
Curarrehue
07/10: Llamado de
la Alianza de los
Pueblos Indígenas
a defender las
semillas
04/07:
Trafkintu
regional en
Temuco
01/04: Carta de
organizaciones
mapuches a senadores
11/05 y 12/05: 3
cartas de varias
organizaciones al
Senado en
reaccion al Upov
02/07:
Leftraru
rechaza las
declaraciones
del
presidente de
la Mucech
18/10: Trafkintu
en Likan Ray
24/10 : Trafkintu
en Imperial
26/10:
Trafkintu
en
Temuco
ANEXO 7
DESCRIPCION DE DEMOSTRACIONES PÚBLICAS
Fecha Tipo de evento Descripción
01/04/2011 Carta escrita Carta dirigida a 26 senadores y firmada por las organizaciones
mapuches LaKuTun, Trepei Pu Lamngen, Trawün mapu, Kila lof, Werken
Mapu y Petü Mongueleiñ, por la comunidad mapuche de Chikoko, por la
Comisión Ética contra la Tortura de Francia, la Association AlterCultures
(Francia), el Movimiento de Conciencias Contra el Saqueo Ambiental y el
profesor Roberto Arroyo (USA).
Carta expresando la inquietud frente a la posible adopción del UPOV 91,
que prohibiría los intercambios de semillas, penalizaría los campesinos
indígenas, representaría un riesgo para la salud, el medio ambiente y la
economía, contaminaría genéticamente los productos orgánicos,
devastaría la biodiversidad, aumentaría las intoxicaciones por uso de
químicos y aumentaría la resistencia de las plagas a los plaguicidas. Las
organizaciones expresan la disponibilidad de los mapuches en aportar en
la protección del patrimonio genético chileno, piden una moratoria sobre
los transgénicos, el respecto del convenio 169 de la OIT (lo que implica
una consultación de los pueblos indígenas), una discusión democrática y
un análisis ético-moral por parte de los senadores.
136
11/05/2011 Carta escrita Carta dirigida a Guido Girardi Lavín, presidente del Senado, y firmada
por varios dirigentes y organizaciones indígenas: Red Legislativa
Indígena y de Políticas Públicas, Ariel León Bacián (Presidente de las
corporación Aymara Jach-A Marcka Aru), Francisco Vera Millaquén
(werken de la comunidad mapuche-huilliche Pepiukelen), Rafael Tuki
Tepano (Consejero indígena por el pueblo Rapa Nui ante la Conadi), Luis
Iván Raín Uribe, Daniela Soledad Nenpu Raín, Clarita Nenpu Marileo,
Margarita Milanca Llanquilef, Jaime Velásquez Cárcamo, Cecilia Flores
Carlo (Presidenta del consejo nacional Aymara de Mallkus T’Allas),
Meulén Huencho (werken de las alianza territorial mapuche), Marcela
Lincoqueo (presidenta de la organización mapuche LaKuTun), Lonko
Edgardo Antileo Valencia, Lonko Domingo Benedicto Antileo Huenupil,
Werkén Baltazar Carripán Suazo, la Comisión Trawun mapuche-huilliche
de Pargua y las comunidades de Tirúa Sur.
Carta rechazando la urgencia presidencial y la tramitación otorgadas al
convenio Upov 91 y pidiendo el regreso del convenio a comisiones para
que se realicen las consultas a los pueblos indígenas, en virtud del
convenio 169 de la OIT. En esta carta, los dirigentes expresan su
rechazo del convenio, que regalaría a las multinacionales el trabajo
milenario de los indígenas con las semillas y sería un grillete para la
ruralidad en general y los indígenas en particular.
137
12/05/2011 Carta escrita Carta dirigida a 23 senadores y firmada por las organizaciones mapuches
LaKuTun, Trepei Pu Lamngen y Trawün mapu, por el Movimiento de
Conciencias Contra el Saqueo Ambiental y por la agrupación Tierra sin
Transnacionales. Las organizaciones rechazan el Upov 91 (que obligará
los campesinos a comprar las semillas y a pagar patentes y prohibirá la
práctica del trafkintu, además de representar una forma de robo legal de
la biodiversidad chilena), lo declaran ilegal (ya que viola el derecho
humano que representa la consulta indígena, según el convenio 169 de
la OIT) y piden a los senadores la rectificación por parte del Senado,
debido a la inconstitucionalidad del convenio.
12/05/2011 Declaración oral La Red Indígena Legislativa pide a los senadores que votaron en contra
del Upov 91 (o que no se pronunciaron) ir al Tribunal Constitucional,
para que el Upov regrese al Congreso, ya que su aprobación representa
una infracción a la Constitución, por no consultación de los pueblos
indígenas.
138
25/05/2011 Declaración escrita La Red de Salud Mapuche, compuesta por la Asociación Newentuleaiñ de
Nueva Imperial, la Asociación José Huenteo Rain de Castro, el Consejo
de Autoridades Mapuche de Galvarino, la Asociación mapuche para la
salud Makewe Pelale, la Asociación Kallfulikan de La Florida, la Red de
Salud Intercultural Wariache de la Región Metropolitana, las Autoridades
y comunidades de Arauko, las Autoridades y comunidades mapuche de
Malleko, las Autoridades y organizaciones mapuche – Williche de Chiloé,
las Autoridades y comunidades mapuche de Panguipulli y del Lago Ranko
y las Autoridades y comunidades mapuche – Pewenche de Alto Bio Bio,
redactaron una declaración expresando su rechazo al convenio Upov 91
y exigiendo su anulación. Argumentos: el convenio atenta contra el
patrimonio cultural vinculado a la salud ancestral, atenta a la soberanía
alimentaria, atenta a la práctica tradicional del Trafkintu, representa una
amenaza económica para los campesinos mapuches, representa una
violación del artículo 6 del convenio 169 de la OIT y del artículo 8J del
convenio sobre la biodiversidad.
03/06/2011 Declaración escrita La unión de comunidades mapuches de Lumaco redactó una declaración
escrita de rechazo al Upov 91, retomando la declaración de la Red de
Salud Mapuche, a cual agregó una denuncia contra el presidente Piñera
por haber apurado el proceso de votación y un llamado a realizar
manifestaciones similares al encuentro de Lumaco.
139
07/06/2011 Declaración oral La Rilpp llamó el tribunal constitucional a declarar la inconstitucionalidad
del Upov 91. También incentivó los ambientalistas a ir al tribunal
constitucional.
11/06/2011 Declaración escrita Declaración de las autoridades tradicionales Lonkos de Curarrehue,
Curadoras de semillas, pueblo Mapuche e instituciones, presentes en el
Trafkintü Rimü de Curarrehue en contra del Upov 91. Expresan su
rechazo al convenio por las siguientes razones: las semillas son
patrimonio ancestral de los pueblos originarios, forman parte de la
espiritualidad mapuches y son sinónimos de vida, por lo cual no pueden
ser patentadas; el convenio va en contra de los derechos de los pueblos,
más aún cuando viola la exigencia de libre consulta establecida por el
convenio 169 de la OIT. Declaran que seguirán realizando trafkintu y
llaman a toda la ciudadanía a organizar trafkintu.
02/07/2011 Declaración oral Leftraru rechaza oficialmente las declaraciones del presidente de la
Mucech, afirmando que la Mucech no es la organización campesina más
representativa y que el mundo campesino se opone al Upov 91. [La
Mucech se había expresado a favor del convenio, hablando en nombre de
los pequeños agricultores mapuches que decía representar en su
mayoría.]
08/07/2011 Declaración oral La Rilpp rechazó las declaraciones de la Mucech, apoyándose sobre las
declaraciones de Leftraru.
140
23/07/2011 Declaración escrita Newen Boyen, Leftraru y la comunidad Marihuen (Coronel) rechazan el
Upov. Afirmación del carácter tradicional de la agricultura, afirmación del
carácter sagrado de los elementos naturales, semilla como patrimonio
ancestral vinculado a la identidad y a la cultura, Upov viola el derecho a
usar la diversidad agrícola heredada de los antepasados, violación del
convenio 169 de la OIT. Resoluciones: exigen ser consultados, se
comprometen en difundir la información sobre los transgénicos y llaman
a movilizarse y a multiplicar los trafkintu.
20/05/2012 Declaración escrita Declaración de la Feria Walung de Kurarrewe, la Red de Ferias y
Mercados con Identidad de Kurarrewe, la Corporación Cet Sur de
Temuco, el Convivum Slowfood de Pucón, la Red de Economía Solidaria
EcoSur de la IX Región, el CIEM (Centro de Emprendimiento Mapuche)
de Temuco, el Colectivo Mapuexpress, la Fundación Cóndor Blanco de
Kurarrewe, el Territorio en Acción - Red Ciudadana de Villarrica, la
Asociacion Mallowe de Temuco, la Mesa Mujer Rural de la IX Región, la
Asociación Marykiñe - Budi – Saavedra, Aldea Comunicaciones de
Temuco, el Lof Icalma - Icalma – Lonquimay, el RBA/ Millaruka de
Temuco, la Red Dinamizadores CIEM - Lonquimay - Truf Truf, el Consejo
Mapuche de Makewe, el Grupo de Curadoras de Semillas de la IX Región,
la Fundación Mariposa de Temuco, la Agrupación Conziencia Libre de
Temuco, Ecole Pucón, el Consejo Ambiental de Pucón, la Comunidad P.
141
Cayuqueo de Chol Chol, la Comunidad Manuel Toilla de la IX Región, la
Comunidad Santiago Calfual de la IX Región, Huirlapalehue (Kurarrewe)
y personas y ciudadanos independientes de la novena región en contra
de los transgénicos. Esta carta intitulada “Proclamación por el cuidado de
la semilla y la soberanía alimentaria de Wallmapu” declara que el
cuidado de la semilla es parte de la cultura mapuche y constituye un
derecho de los pueblos y que el uso de las semillas es una expresión de
la soberanía alimentaria. Expresa que el sistema económico y agrícola ha
generado problemas económicos y ha atentado contra la biodiversidad y
la cultura y que es urgente defender la soberanía alimentaria vía el
cuidado de las semillas y de los conocimientos asociados a ellas. Por lo
tanto hay que revalorizar las prácticas y los productos ancestrales e
integrar el conocimiento profundo de la agricultura que tienen los
mapuches en la educación, la investigación y los sistemas de fomento
técnico. Sostiene que las semillas deben estar en contacto con los
pueblos para ser más nutritivas y destaca la importancia del trabajo de
las curadoras de semillas. También expresa la importancia de generar
propuestas desde el saber mapuche. La carta es un llamado a defender
las semillas (las organizaciones tienen que fijar los límites que las
políticas públicas y los intereses económicos no pueden transgredir), a
impedir el avance de los OGM, a difundir los conocimientos mapuches en
142
el mundo científico, a hacer respetar el derecho de participación y a
construir redes de confianza para construir otro Mundo. Las
organizaciones y personas firmantes se comprometen en cuidar las
semillas, crear redes y alianzas para alertar sobre los transgénicos,
difundir la carta, desarrollar ferias para visibilizar el tema y asumir
estrategias para fortalecer las economías locales.
16/09/2012 Declaración oral Los campesinos, organizaciones, hogares mapuches, etc que participaron
del taller de producción de semillas en Imperial reafirmaron la no-
aceptación del Upov 91 y de los proyectos de ley de transgénicos y de
obtentores vegetales. Hicieron un llamado a mantenerse alertas frente a
esas leyes peligrosas y a mantenerse informados por cualquier
eventualidad que produjera una amenaza a la soberanía alimentaria.
25/05/2013 Junta En el marco del día internacional contra Monsanto, participación
mapuche en las movilizaciones en Temuco (convocaba la Red de
Semillas libres de Wallmapu) y en Villarrica. Discurso de Hector Marin
contra los transgénicos en Villarrica y venta de productos orgánicos por
productores mapuches. Realización de figuras ancestrales con piñones
en Temuco y pancartas contra los transgénicos.
10/06/2013 Marcha Participación mapuche en una marcha anti-transgénicos en Santiago
(plaza Italia)
143
08/07/2013 Exposición oficial Intervención de varias organizaciones entre cuales Anamuri en la
comisión de Agricultura del Senado a propósito de la ley Monsanto.
29/07/2013 Marcha Participación mapuche en una marcha en contra de la “ley Monsanto”,
afuera del Congreso.
12/08/2013 Declaración oral Declaración de Claudia Pailalef en contra de “ley Monsanto”. Expresó que
esta ley pone en riesgo la soberanía alimenticia de Chile y realizó un
llamado a todas las comunidades indígenas a evaluar la actuación de los
parlamentarios en vista de las elecciones.
17/08/2013 Marchas Movilizaciones masivas en todo Chile contra los transgénicos, con fuerte
participación indígena.
144
18/09/2013 Carta escrita La red de semillas libres de Wallmapu mandó una carta al Senado
solicitando el rechazo del proyecto de ley de obtentores vegetales.
También incitó el pueblo mapuche a defender la soberanía alimentaria.
Puntos destacados: la semilla es fuente de vida, historia, identidad y
conocimiento. El proyecto de ley amenaza la autonomía, la seguridad y
la soberanía alimentaria del pueblo mapuche. Permite la aplicación del
Upov 91, que fue rechazado por el mundo campesino indígena. Este
proyecto cuenta con vacíos e ambigüedades que llevarían los pequeños
campesinos a enfrentarse con las multinacionales frente a los tribunales.
Las empresas se adueñarían de las semillas nativas y generarán un
monopolio, además de contribuir en la erosión del patrimonio genético.
Faltó consultación. Las semillas son sagradas y la ley entra en
contradicción con la noción mapuche del buen vivir. Los mapuches
seguirán multiplicando las semillas e intercambiándolas. Llamado a
defender la soberanía alimentaria y a rechazar el proyecto de ley.
07/10/2013 Llamado La Alianza Autónoma de Pueblos Indígenas y los Pueblos Originarios
Unidos hicieron un llamado a todos los indígenas viviendo en territorio
chileno para que participen en encuentros para defender la propiedad
intelectual indígena contra la piratería cultural y la bio-piratería.
12/10/2013 Marcha Marcha contra el saqueo ambiental en Curarrehue. Entre otras
reivindicaciones se afirmó el firme rechazó a los transgénicos.
145
12/10/2013 a
16/10/2013
Funa Una cincuentena de mapuches y chilenos se movilizaron durante 5 días
frente al Hotel Park Lake de Villarrica para funar los representantes de
Monsanto reunidos en el hotel para un congreso.
ANEXO 8
ARGUMENTOS MAPUCHES EN CONTRA DE LOS TRANSGENICOS
Argumentos ético-morales
Gráfico sintético elaborado gracias al programa Atlas TI.
Símbolos: isa es un
< > contradice
= = está asociado a
= > es consecuencia de
[] es parte de
147
Argumentos socio-económicos
Gráfico sintético elaborado gracias al programa Atlas TI.
Símbolos: isa es un
= = está asociado a
= > es consecuencia de
148
Argumentos ambientales
Gráfico sintético elaborado gracias al programa Atlas TI.
Símbolos: isa es un
= = está asociado a
= > es consecuencia de
*) es propiedad de
149
BIBLIOGRAFÍA
150
I/ BIBLIOGRAFÍA
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mayo 2011.
156
Carta de varias agrupaciones mapuches a destinación de los senadores, 12 de
mayo 2011
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Declaración escrita de la unión de comunidades mapuches de Lumaco, 3 de junio
2011.
Declaración escrita de las autoridades tradicionales de Curarrehue del 11 de
junio 2011.
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III/ FUENTES LEGALES
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especies vegetales”
Ley n°20.285 sobre “transparencia y acceso a la información pública”, entrada en
vigor el 18 de mayo 2009
Convenio upov 78
Convenio Upov 91
157
Boletín n°4.690-01
Boletín n°8.507-11
Moción 2703-12 de mayo 2001
Moción 2992-12 de julio 2002
Moción 2985-1 de julio 2002
Moción 2967-11 de diciembre 2002
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05-2014
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http://periodismosanador.blogspot.com/2011/05/senado-vendio-monsanto-la-
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http://www.greenpeace.org/chile/es/prensa/comunicados-de-prensa/activistas-
etiquetan-productos/
http://www.emol.com/noticias/nacional/2005/12/22/205640/greenpeace-exige-
en-chile-eliminacion-de-transgenicos-en-alimentos.html
http://www.radiotierra.cl/archivos/documentos/guia_de_alimentos_transgenicos.
http://www.yonoquierotransgenicos.cl/2012/06/grupo-italiano-anti-gm-gana-
destruccion-de-proyecto-de-olivos-de-30-anos/
http://www.yonoquierotransgenicos.cl/2013/10/tribunal-superior-de-la-india-
ratifica-procedimientos-criminales-contra-monsanto-y-sus-socios-en-el-primer-
caso-de-bio-pirateria-del-pais/
Reportaje fotográfico de Michael Warren y Natasha Pisarenko de la American
Associated Press publicado el 21 de octubre 2013 y disponible sobre el sitio
159
http://www.concordmonitor.com/home/8991746-95/argentines-link-health-
problems-to-monsanto-agrochemicals
http://www.youtube.com/watch?v=KtnY9EKY3CU&feature=youtu.be