165

La Hija Del Dragón - Myriam Millán

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Novela

Citation preview

  • Prembulo

    Nyitra, Transilvania, 28 de Noviembre de 1600.

    La noche era fra. Notaba como sus pequeos pies se hundan en la nieve haciendo el sonido inconfundible del hielo crujiendo sobre la hierba o lo que quedaba deella bajo aquel inmenso y denso manto blanco. Un gran pjaro gris revolote de un rbol a otro emitiendo el sonido caracterstico de las aves de la noche. La niebla no ledejaba ver ms all de la segunda hilera de arbustos, ni siquiera una leve brisa mova las hojas de los rboles. El bosque estaba sumido en un silencio absoluto. Nadie seatreva a alejarse del pueblo, en pleno invierno a aquellas horas de la noche.

    Kiva! gritaba el nio llamando a su perro. Su voz se perda en aquel silencio

    Pero ningn animal acuda a l. Se estaba alejando demasiado, haca ya un rato que era consciente de ello, pero se haba empecinado en encontrar al can y llevarlo devuelta a casa.

    Se guiaba, para no perderse, por las seales que haban dejado los carros en el sendero. En cuanto encontrara a Kiva solo tena que dar media vuelta, caminar ensentido contrario el sendero, y llegara al pueblo antes de morir congelado. Pero el perro no daba seales de vida, y si haba ido mucho ms all del lugar en el que su amose encontraba en aquel momento, no volvera jams.

    El nio detuvo su marcha y mir con decepcin el oscuro bosque, que entre niebla y penumbra, haca difcil diferenciar un seto de Kiva. As que dio media vuelta yse dispuso a regresar a casa, ms le vala con rapidez, para no perecer congelado.

    Oy un ruido, algo se acercaba a toda velocidad. La luna no alumbraba lo suficiente para poder verlo, pero su instinto lo empuj a retirarse del sendero deinmediato.

    Resbal y cay al suelo de espaldas. De entre la bruma y penumbra surgieron dos altos caballos color azabache que avanzaban al trote, rompiendo el silencio de lanoche. Tiraban de un carruaje, negro, grande, seorial. Pasaron junto a l, apenas un segundo, pero en mitad de aquella helada, pudo notar el vaho clido de los animales.Aquello le record a Kiva y sinti unas ganas enormes de llorar. Pero si lo haca, las lgrimas le congelaran la cara y las quemaduras que ellas le produciran, sin dudaalguna doleran an unos das despus. As que se levant mientras miraba alejarse al gran carruaje. Su vista no pudo apartarse del emblema que el carro llevaba a suespalda. No lograba apreciarlo bien algo como pinchos pens.

    Pero daba igual qu escudo llevara, igual quin paseara a aquellas horas de la noche en un carruaje negro, en medio de un bosque con ms peligros de los que dosveloces corceles pudieran salvar.

    Y entonces comenz a recordar mientras reanudaba su camino. Habladuras de la gente del pueblo. Rememoraba aquellos murmullos. Desaparecen, el demoniodel bosque, aquella historia le gustaba, cmo poda gustarle. Claro, era muy fcil orla rodeado de sus hermanos mayores, en el calor de su casa. Era muy fcil orla deda, cuando el pastor relataba a su padre lo que haban hallado en el bosque. Era muy fcil, cuando Kiva estaba a su lado. Pero Kiva no estaba, y el demonio del bosquepoda atraparlo en cualquier momento. Cuando se dio cuenta iba andando tan deprisa que haba perdido todo el frio que unos metros atrs vena padeciendo. Notabacomo el calor llenaba sus pulmones, y su boca desprenda humo como un dragn de cuento.

    El demonio de los bosques, tena que alejarse. Nunca estuvo convencido de esa historia. La mayora achacaban las desapariciones a alguna manada de animalessalvajes. Pero haba algo que nadie poda explicar y lo nico que a l poda tranquilizarlo por un momento. No desaparecan pastores, ni campesinos, ni viejos, ni nios.Solo desaparecan jvenes doncellas, a veces casi nias. De ah la leyenda del demonio del bosque. Las viejas del pueblo decan, que un demonio habitaba los bosques yque llevaba aos buscando esposa. De ah el hecho de que solo desaparecieran doncellas, llegando a aparecer alguna que otra vez los cuerpos de algunas de ellas,totalmente destrozados. La explicacin razonable del pueblo era que las muchachas escogidas hasta ahora no eran del gusto del demonio, y su respuesta era devorarlas ylanzarlas lejos, para que las hallaran y as saber respetarlo. Todo esto no sera tan asombroso ni creble, ni tan siquiera para un nio de siete aos como l, si no fueraporque tanto en su pueblo como en los alrededores quedaban ya vivas pocas jvenes de edades casaderas.

    Oy un ruido tras l y se volvi temeroso, algo pegajoso y hmedo se acerc a su cara. Empuj la cabeza de Kiva para alejarlo. De su gran hocico sala humo ysinti el calor de su pelaje.

    Eres un perro estpido sabes? Y yo soy an ms estpido que t con venir a buscarte dnde estabas?

    El viento removi las copas de los rboles y una leve brisa le hel la cara. Nio y perro se quedaron quietos. Era un grito lejano, un grito continuado, detrs de llleg otro. Era una voz de mujer, una voz aguda, desesperada. El demonio.

    Corre Kiva! grit corre!

    No mir atrs, sigui el camino que haban dejado las ruedas del carruaje. Corri sin respiro, sin descanso, sin bajar el ritmo ni un segundo. Los gritos se sucedanuno tras otro. El demonio exista, y tanto que exista, y quiz haba estado ms cerca de l de lo habra pensado nunca. Quiz iba en el. Haba alguien dentro, no tenadudas de que alguien ocupaba su interior, pero no pudo verlo. No se detuvo en l, porque un nio no serva a sus pretensiones. Quizs si hubiese sido alguna doncellano habra vivido para contarlo. Segua corriendo, no poda parar. Kiva iba tras l. No volvera al bosque, no de noche. Jams volvera a alejarse del pueblo. Era verdad,todo era verdad, tena que llegar casa. Tena que contrselo a su padre, a su madre, a sus hermanosTena que apartar de all a sus hermanas. l vendra a por ellas, eranpequeas an, pero tarde o temprano vendra a por ellas.

  • Poco a poco el fro y el silencio fueron dispersndose. Eso solo significaba una cosa, el pueblo estaba cerca. Los rboles comenzaban a ser familiares y la lunapareca dar ms luz. Llegaba a tiempo para contarlo. Su padre le regaara, y seguramente el pan que le corresponda la maana siguiente, se lo comera Kiva, pero loescucharan. Era verdad, el demonio habitaba el bosque. Y si queran mantener con vida a sus dos hermanas, tendran que irse lejos de all.

    1

    Lo estaban esperando. Era campo abierto y sobre una leve colina, el grupo lo contemplaba curioso. Notaba sonrisas estpidas en algunos y miradas sorprendidasen otros. De alguna forma saba de antemano que iba a ser as. Y empezaba a arrepentirse de haber aceptado ir.

    Una mujer de rostro familiar se acerc a l.

    Me alegro que hayas decidido venir le dijo acompandole al paso.

    Y Nel pareci disminuir su marcha, como si quisiera decirle algo, antes de llegar al grupo que los esperaba. Ella pareci darse cuenta, se gir levemente hacia l yantes que Emanuel pudiera abrir la boca lo agarr del brazo para que se detuviera.

    No quiero que te veas obligado, ests seguro? le dijo cogindole de los hombros

    Nel la mir serio, como l acostumbraba a mirar a todo el mundo. Con el cielo a medio despejar de nubes, sus ojos adquirieron un tono grisceo. Y ella se preguntqu era lo que haban visto aquellos ojos unos aos atrs, para que hasta su color hubiese cambiado. Qu es lo que haba ocurrido para que un genio dejara de estudiarvctimas y asesinos durante ms de tres aos. Haba rumores sobre algo que lo haba cambiado, algo que ocurri en su ltimo caso. Decan que su carrera haba acabado.

    Completamente seguro, Dorian. respondi l mirando al hombre que se acercaba hacia ellos.

    Dorian confiaba plenamente en l y en su criterio. Emanuel Mason, o Nel como lo llamaban sus ms allegados, apenas haba cumplido 34 aos y llevaba a susespaldas ms de cien casos, unos ms polmicos que otros, y todos resueltos satisfactoriamente. Todos menos uno, el ltimo, cuyas lagunas an eran un misterio, delcual las respuestas que el mundo se haca sobre lo ocurrido, solo las conoca el hombre que tena delante y era l mismo el que las haba vetado al resto.

    El hombre que se haba acercado a ellos, levant la mano para estrechrsela.

    Emanuel, me alegro de que hayas venido lo salud apretndole la mano con demasiada fuerza.

    No me diste otra eleccin Rip le respondi Emanuel Ya te he dicho que este caso no tiene nada que ver ni con mi ltimo, ni con ningn otro que yo hayaestudiado.

    Los tres emprendieron la marcha hacia la colina donde estaba el resto del equipo. Algunos haban ya comenzado a descender hacia un lugar que no alcanzaba a ver.

    Algo est pasando Nel deca Rip sin detener el paso Estn por todas partes desde aquel revuelo, la alarma social de tu ltimo caso. Por todo el mundo estn saliendo organizaciones y sectas de debajo de las piedras. Los rituales se estn poniendo de moda, y los asesinos solo necesitan una excusa para matar.

    Ya te he dicho que le echar un vistazo. Volver a decirte que no tienen nada que ver con ninguno de mis casos y me ir.

    Rip lo mir con decepcin. Llegaron al saliente. Se escuchaba el sonido de las cmaras de fotos. A Nel le pareci familiar, demasiado familiar aquel ambiente. Lanica vida que haba conocido y de la que ya ni siquiera se acordaba. Tres aos escondido entre libros, quizs fue demasiado tiempo.

    Se adelant a Rip y a Dorian, o quizs fueron ellos los que le dejaron el paso. Nel baj la vista y lo vio. Se tom su tiempo con la mente en blanco porque quizsno encontraba palabras ni en su mente para describir aquello. Bajo l, al pie de aquel saliente, en un agujero en la tierra, ya desenterrado haba algo parecido a un cuerpohumano. Desnudo, destrozado, desgarrado. No poda pensar, no saba qu pensar. Nada se le pasaba por la cabeza en aquel momento.

    Le permitieron tomarse su tiempo, no tanto como necesitaba. Pero tampoco quera demorarse en los que se haba habituado ltimamente a hacer en aquellos casos,huir. Sinti la mano de Rip en su hombro. Rip se haba ganado su simpata, respeto y admiracin en sus aos de estudiante. Rip era el profesor ms joven de toda laUniversidad y el ms cercano. Siendo todava Emanuel estudiante, Rip ya le haba pedido en alguna ocasin opinin sobre casos reales, en uno de ellos, tan certero fueen su teora, que llev a Rip a desenredar el caso que le dio el prestigio. Quizs por esa razn se haba sentido de alguna forma en deuda con Emanuel, y por lo queintentaba continuamente sacarlo de aquel abismo en el que se haba sumido desde que su ltimo caso acabara con su carrera.

    Dorian se situ a su lado, sin dejar de mirar el cuerpo desgarrado de la vctima, reducido a un amasijo de carne y hueso, sucio y putrefacto.

    Todas jvenes comenz Rip demasiado jvenes, diecisis, diecisiete aos

    Nel trag saliva.

  • No sabemos cmo las matan continu Dorian Cortes, desgarros, hechos casi al mismo tiempo. Es imposible que esto lo pueda hacer una sola persona.

    En eso Nel estaba de acuerdo. Una sola persona, un solo arma, no poda hacer aquel destrozo en un cuerpo humano. Usaran animales? Se reserv la pregunta. Dioun paso atrs, intentando detener la mente que cada vez le planteaba ms dudas y saba que si le daba el ms mnimo margen, no podra pararla y tendra que aceptar elcaso. Volvi a mirar a la vctima. Una centena de rituales se le pasaron por la mente.

    2

    La sala estaba en penumbra. Solo alumbrada por las velas de los candelabros, apenas podan distinguirse las letras escritas con pluma y tinta, del documento queestaban firmando.

    Jean-Marc mir a su alrededor con satisfaccin. Junto a l, sentados alrededor de la gran mesa redonda, se encontraban los lderes de las organizaciones secretasms poderosas del mundo.

    Seguidores del legado que dejaron creencias antiguas, sin cuestionar los medios ni los peligros que presuponen continuar sus tradiciones. Los tiempos habancambiado, ya no era fcil llevar a cabo rituales con vctimas. La ciencia haba avanzado, y aunque personalidades de gran autoridad salvaguardaban la seguridad de lasreligiones, las investigaciones se acercaban demasiado. El problema era comn. Los medios de comunicacin se hacan eco de cada asesinato y rpidamente el mundoentero era conocedor de lo que hacan. Era muy difcil mantenerse ocultos, compitiendo continuamente con ciencia cada vez ms avanzada, forenses, policas secretos,socilogos, criminlogos. No tenan eleccin, tenan que firmar una alianza. Era la nica manera de mantener sus legados, entre todos podran protegerse, mientras quede manera independiente, era cuestin de tiempo que acabaran enjaulados.

    Jean-Marc comprobaba como, poco a poco, las plumas iban descansando sobre cada tintero mientras los documentos pasaban de un lder a otro en un silencioabsoluto.

    Las verdaderas intenciones de algunas de aquellas organizaciones que a simple vista podran parecer un puado de torturadores y asesinos, jams haban sidodescubiertas. Algunos eran famosos por sus peculiares formas de matar, y muy conocidos sus antiguos lderes que pasaron a la historia como asesinos de leyenda, asJean-Marc pudo recordar nombres como La Voison, Guilles de Rais, Jack el destripador o Erzsbet Bthory.

    Solo se oa el sonido de las hojas de pergamino pasar de una mano a otra. El plan no era difcil de cumplir, se apoyaran y financiaran en orden, compartiranpatrimonio. Y todos, coordenadamente, realizaran una estrategia de ejecucin de ritos con vctimas, que era la parte ms peligrosa de su legado. A partir de aquelmomento, realizaran los rituales encadenadamente, para desviar y dificultar las investigaciones que los rodeaban. Ya haban hecho una prueba antes de firmaroficialmente el tratado. Podan mostrar sus rituales al mundo, crear confusin, atemorizar a una nacin entera. Juntos, se unan grandes fortunas, inmensos capitales solocomparables con los de la Iglesia. Los hombres y mujeres ms poderosos del mundo, a menudo, tienen aficiones inconfesables. Juntos se unan bastantes poderespolticos de los cinco continentes. Adeptos que se introdujeron en la poltica aprovechando sus influencias para favorecer sus creencias o polticos que se vieronatrados por ciertas prcticas. Personas con poder social, a veces ciudadanos ejemplares, poseedores de galardones, con una cara oculta al mundo que los admiraba. Jean-Marc comprobaba en cada rostro, algunos de ellos muy conocidos en medios de comunicacin, la verdadera realidad. Respir hondo, el incienso se estaba acabando.

    Los documentos estaban apilados frente a l. Comprob uno por uno, que todos estuvieran firmados por la totalidad de los lderes. Seguidamente los reparti porla mesa, colocando uno frente a cada lder. Su mirada se dirigi hacia una mujer, deposit el ltimo documento frente a ella.

    Habis comenzado antes de lo acordado le espet.

  • No haba peligro se defendi ella.

    Jean-Marc frunci el ceo.

    Tenis dos meses, suficiente?

    Creemos que s respondi la mujer.

    Despus vais vosotros Jean-Marc se dirigi a un hombre de tez sumamente clara. El hombre asinti El resto del orden lo iremos estableciendo conforme alos acontecimientos.

    Jean-Marc se dirigi de nuevo a la mujer.

    No os desplacis, acabad todo el ritual all. Ellos te proporcionarn las vctimas que necesites de cualquier parte del mundo.

    La mujer asinti.

    Sin embargo intervino ella Ya os comuniqu que mis sacerdotes necesitan elegir a tres, personalmente.

    No son suficiente las otras? Jean-Marc la mir con desconfianza.

    Para esto, no la respuesta son rotunda.

    Jean-Marc la mir. Estaba ante la lder de una de las sectas ms antiguas y misteriosas de las que se reunan all. Con un legado que atraa al resto de organizacionespero con unos cultos que hacan estremecerse por su extrema crueldad. Muy conocidos gracias a una de sus mximas representantes en el siglo XVII y que dio origen ala propia orden, sin embargo era desconocido para la mayora el misterio sobre su origen y fin.

    La mujer que ahora diriga aquella organizacin era hermosa, tena la piel clara, los ojos azules, y su pelo formaba ondas diminutas quiz hechas con algn tipo deaparato de pelo. Lo llevaba extremadamente largo, ya que sentada, el pelo caa a ambos lados de sus rodillas. En pie la melena podra llegar a sus muslos. Sin embargo,aquella imagen excntrica no impeda que ese carcter altivo que la lder posea, a Jean-Marc le recordara terriblemente a otra mujer, en la que l mismo tantos aosdeposit su confianza una vez.

    Hay cierto nuevo investigador rondando tu orden dijo Jean-Marc seriamente.

    La mujer asinti.

    Mantenlo alejado! orden Jean-Marc alzando la voz y su ton pareci hacer efecto en las personas que lo acompaaban, ya que se miraron unos a otros.

    No supondr un problema la mujer tambin estaba sorprendida por el cambio brusco de Jean-Marc.

    l no es el problema. Coloc su mano derecha sobre el tratado Si no lo que puede atraer consigo.

    3

    Emanuel Mason se haba retirado de las investigaciones haca ya ms de tres aos. Era experto en sectas, rituales y cultos con vctimas, pero ltimamente se habadedicado al estudio de otro tipo de asesinos.

    Mason se dio media vuelta para marcharse. Logr alejarse unos pasos, despacio.

    Nel le llam Rip Yo te estoy ayudando en esas investigaciones absurdas con las que te has obsesionado, y no por inters acadmico, sino esperando a queun milagro te traiga de vuelta. Vives aqu mismo!, en el centro de Londres, ni siquiera tendras que viajar, y te prometo que solo hars trabajo de estudio. No tendrscontacto con nadie de la investigacin, ni testigos, ni vctimas si no quieres. Dorian y yo nos encargaremos de eso.

  • Nel guard silencio, empezaba a sentir, haca tiempo que no senta. Aquello haba comenzado y por primera vez en tres aos volvi a experimentar algo que learrebataron con cierta pualada en el costado. La cicatriz, ms que curada, le dio un pinchazo al menor roce, como si el arma con el que lo hirieron una vez, llevara unveneno conectado a sus sentimientos.

    Mir a Rip.

    Est bien le dijo y Rip sonri an pensando que sus palabras haban surgido efecto. No era as. Necesito todo lo que tengis sobre las vctimas y la formade morir. Tambin necesito tiempo, no os prometo la rapidez que tena antao Cada cunto tiempo aparecen?

    No hay tiempo exacto, ni nmero de vctimas concreto le respondi Dorian. A veces una, a veces dos, o tres. En una semana puede no haber nada, y diezen tres das. Hace un tiempo, hubo rituales parecidos con varones en Sudamrica. Sin embargo, nadie logr dar con los culpables.

    No hay orden? su cabeza comenz a pensar. Sinti gran necesidad de acudir a sus libros, a su pequeo porttil. En otro tiempo haba sido adicto al trabajo, ycomo en toda adiccin solo haca falta probar una pequea dosis para que la necesidad volviera con la misma fuerza. Haba iniciado un caso en su cabeza, y aquellasensacin le era tan familiar y placentera que pareca que nunca hubiera abandonado su trabajo.

    4

    Nyitra 30 de Noviembre de 1600.

    La historia que haba relatado no haba llamado la atencin en absoluto. Una de dos, o era algo que pasaba a menudo en los bosques, o bien no lo haban credo.Mir a Katryna, su hermana pequea, ella solo tena cuatro aos. Record los gritos que haba escuchado la otra noche, eran aterradores. Qu es lo que les ocurra a lasdoncellas del pueblo? Si era una manada de animales salvajes, no haran distincin entre pastores y doncellas. Tendra que ser un verdadero monstruo lo que habitaba enlos alrededores de Nyitra.

    An no saba contar con exactitud, pero pensaba que cuando Katryna tuviera la edad peligrosa, l tendra la suficiente fuerza como para salvarla de aquel monstruo.

    Puso su mano derecha sobre Kiva, tena tiempo, el suficiente para averiguar qu era lo que habitaba en los bosques. Segua observando a Katryna, ella jugaba conunas ramitas. Era la ms pequea de la familia Beneczky, la menor de nueve hermanos.

    Mirsha! lo llamaban dnde andis?

    Mirsha gir la cabeza, era la voz de su hermana mayor, muy parecida a la de su madre, aunque ms aguda. En seguida la vio aparecer entre los rboles.

    Qu hacis aqu? hablaba en plural pero era a Mirsha a quien reprenda su mirada.

    Verania era la encargada de ellos desde haca algn tiempo en el que su madre andaba ms delicada de salud. Mirsha ni siquiera le respondi, no le gustaba enabsoluto la forma en la que su hermana los trataba ltimamente. Dudaba del origen del cambio de actitud de Verania con ellos y con el resto de la familia. No hacamucho que haba cumplido los trece aos, y oa a sus hermanos decir que las mujeres en esa edad cambiaban. Bajo su punto de vista, Verania haba cambiado a peor,pasaba todo el da reprendindolos y quejndose por todo.

    Ni siquiera has cogido abrigo para Katryna la ayud a ponerse en pie Puede enfermar Ya no te acuerdas de los nios que murieron el invierno pasado?Mirsha!

    Mirsha no la miraba, tampoco haba escuchado nada de lo que acababa de decir Verania. Kiva se haba levantado y ambos miraban un pequeo sendero,habitualmente transitado por cabras y cabreros. Pero no era animal ni hombre lo que se acercaba a ellos.

    Kiva se adelant, Mirsha not la tensin en el cuerpo del animal. Mir a Verania, ella tambin se haba percatado de que alguien se acercaba a ellos.

    Vamos Mirsha le dijo Verania a media voz vmonos de aqu.

  • Mirsha no apartaba la vista ni hizo gesto de iniciar la marcha.

    Espera Verania le respondi

    No

    Ella tiene que orlas la cort su hermano Ella vive en el bosque.

    Un olor diferente lleg hasta ellos, era el olor caracterstico de la mujer que se acercaba por el camino. Un olor a flores y hierbas que solo podan encontrarse en elinterior del bosque, en lugares que nadie se atreva pisar y donde se aseguraba que viva el demonio, el monstruo que aterrorizaba a los habitantes del pueblo. Solo habauna persona que se paseara por aquellos campos sin miedo ni temor, una sola persona, la mujer que tenan delante. Era anciana, decan que quizs pasara de los cienaos. Su cuerpo era tan solo pellejo y huesos. Y en su cara, rugosa, plida y llena de pliegues, resaltaban el celeste nveo de unos ojos pequeos que helaba la sangre delque los mirara.

    Haban crecido temindola. Era frecuente que los padres atemorizaran a sus hijos con cuentos e historias protagonizados por ella. La bruja del bosque, una mujerencorvada y vieja, que al menos una vez en cada estacin, se acercaba al pueblo. Viva lejos, en el interior del bosque, nadie saba exactamente en qu lugar estaba sucasa, porque nadie se atreva a alejarse tantos kilmetros de aquel lugar.

    Mirsha solo la haba visto en dos ocasiones y jams se haba atrevido a acortar distancias con ella. Cualquier nio con un mnimo de cordura sala corriendo encuanto la vea. Se deca que practicaba brujera, y que hacia pactos con el demonio que habitaba en los bosques. Que robaba nios y los cocinaba en un caldero, quesacrificaba animales para beber su sangre, y que era ella misma en persona, la que elega las jvenes doncellas para su hambriento seor.

    Verania dio otro paso atrs. El cambio acababa de producirse en ella haca solo unos meses. Si era verdad lo que se deca sobre la vieja bruja y las doncellas, los ojosde Darvulia no deban de fijarse en Verania.

    Kiva comenz a gruir. Mirsha no pudo contenerlo y el perro se adelant a ellos amenazante contra Darvulia. La anciana mujer dio un paso atrs y amenaz alperro alzando su bastn.

    Agarra ese chucho, nio! grit la vieja con voz aguda.

    Mirsha agarr con fuerza al perro, que no paraba de gruir. La vieja dio dos pasos al frente hacia ellos. Katryna se aferr con fuerza a Verania. Darvulia la mir coninters. Los pequeos ojos celestes de la anciana se clavaron en la nia que en cuanto se percat de la mirada de la mujer, comenz a gemir.

    Usted las oye, verdad? pregunt Mirsha y Darvulia tuvo que mirarlo de nuevo.

    La vieja hizo una mueca con la boca, dejando entrever unas oscuras encas sin dientes.

    Que oigo qu nio respondi la vieja con enfado.

    Mirsha dio un paso atrs. La mirada de Darvulia comenzaba a producirle inseguridad.

    Usted vive en el bosque aunque temeroso, prosigui sin embargo Tiene que orlas gritar.

    Mirsha sinti que deba callarse. Darvulia se acerc an ms a l. El chico pudo percibir con claridad el olor a hierbas de la anciana.

    Todo el pueblo las oye susurr y sonri.

    Darvulia mir a Verania, Katryna an estaba aferrada a ella. La vieja levant el bastn hacia la pequea.

    Abriga a esa nia o no llegar viva a este invierno! reprendi la mujer, mientras se giraba para emprender la marcha nuevamente.

    Kiva gru de nuevo a la mujer. Mirsha intent calmarlo acariciando el hocico del animal. A punto estuvo de detener nuevamente a la anciana, pero prefiri nohacerlo. Verania estaba aterrada y Katryna tambin.

    Su hermana mayor cogi a Katryna en brazos, mientras miraba temerosa como Darvulia se alejaba hacia el pueblo.

    Mirsha, no vuelvas a decir nada ms sobre eso reprendi a su hermano.

    Mirsha frunci el ceo. Ahora estaba seguro de algo, nadie prest atencin a su relato de la otra noche. Pero no porque no lo creyeran.

  • 5

    El despacho de Rip era luminoso. El doctor Mason quit una montaa de papeles de una de las sillas para poder sentarse. Mir a su alrededor. Rip eratremendamente desordenado. Sonaba la mquina de caf y el aroma a capuchino inund todo el despacho.

    Quieres uno Nel? pregunt Rip y l neg con la cabeza.

    Rip se ech para atrs el pelo con la mano. Lo llevaba largo y despeinado. Todo su aspecto era descuidado. Tan descuidado como su despacho. Nel observ unaespecie de mueble archivador que estaba situado bajo la ventana. Sus cajones estaban a medio cerrar repletos de papeles. A su espalda, la nica pared libre de muebles,estaba ocupada por una coleccin de mscaras, y algunas espadas medievales. Tampoco Rip brillaba por su buen gusto en la decoracin.

    Ola a polvo de almacn y eso haca que a Nel se le secara la garganta. Se levant de la silla para abrir la ventana, temeroso de que el asma que le producan loscaros comenzara a incomodarle. Si aquel iba a ser su lugar de trabajo durante un tiempo, tendra que pedir a Rip que pusiera orden en el despacho, porque se negaba atrabajar en aquellas condiciones.

    Dorian llegar ahora con los datos de esta vctima dijo Rip Mientras, te ensear el material que llevo acumulado.

    Nel asinti.

    Quiero que te sientas cmodo aadi Rip.

    Con este desorden ser imposible

    Este es un caso con mucha expectacin continu Hay cmaras de TV en cada escenario del crimen. Periodistas de investigacin me visitan a diario. Recibollamadas de polticos continuamente Rip respir hondo Y no tengo nada que ofrecerles.

    Nel comprenda lo que significaba aquella presin.

    En Colombia ocurri algo similar con varones. Contact con las personas que lo haban investigado. Me enviaron todo el material que tenan est por aqu! continu.

    Rip rebusc en el mueble archivador que haba bajo la ventana y los papeles que estaban en los cajones eran tan numerosos y estaban tan ajustados, que Rip rajuna de las hojas al tratar de sacarlos. Nel esboz una sonrisa.

    Estos no son dijo Rip volviendo a introducir los papeles en el cajn, empujndolos con la mano, para poder cerrarlo.

    Nel supuso que Rip tardara en encontrar aquellos documentos. El doctor dirigi su mirada hacia las carpetas que haba sobre la mesa.

    Los coloqu por aqu oa decir a Rip que con gran esfuerzo cerraba otro cajn repleto de papeles.

    Mientras, Nel apartaba dos carpetas de una pila, que tapaban una caja de cartn negra. La reconoci de inmediato. Ley la etiqueta.

    Doctor Emanuel Mason

  • Caso 121: Natalia, la dcima docta

    Nel tom aire al or en su mente cmo su voz interior lea aquel nombre. Haca unos meses que haba entregado aquella caja a Rip. Los ltimos tres aos se habaapartado del estudio de asesinos colectivos para analizar a cierta compleja asesina individual. En el interior de aquella caja, se encontraban al completo sus deducciones.Haba pedido a Rip una opinin al respecto.

    Nel se sobresalt. No se haba percatado de que Rip estaba junto a l. Al parecer ya haba encontrado lo que estaba buscando y sostena en la mano algunos foliosencuadernados con una portada transparente y arrugada. Los puso sobre la mesa.

    La caja la tena aqu para que te la llevaras dijo Rip.

    Nel no respondi.

    Una personalidad compleja sin ninguna duda. Estoy de acuerdo con que no es una asesina convencional. Tengo que reconocer que es digna de un estudiopormenorizado como el que le has hecho.

    Nel era consciente de que aquellas palabras de Rip eran solo fruto de la cordialidad, para tratar de agradarle. Y casi pudo leer los pensamientos del que un da fue suprofesor.

    No tiene cura. No puedes ayudarla aadi Rip, que pareci entender en la expresin de Mason que sus anteriores palabras no se haban odo sinceras.

    Nel apret los labios. Rip no podra entenderlo jams, no conoca a Natalia, no ms que a travs de aquellos folios. Era una asesina implacable, peligrosa, perohaba algo ms en ella. Claro que no era una psicpata, no, no lo era. No tiene cura. El no poda opinar, no la conoca, Fue una estupidez invitarle a leer estosdocumentos. Se sinti imbcil y estpido.

    Rip apart la caja torpemente dejndola caer al suelo, y su contenido se esparci. Ambos se apresuraron a recogerlos.

    Nel se alegr de que al menos su antiguo profesor hubiese sido cuidadoso con el material que le dej. Aquellos folios podran ser los nicos de toda la oficina queno estuviesen doblados ni arrugados.

    Cuando salgamos de este asunto dijo el profesor Volver a revisar este tema.

    Y mir con atencin uno de los dibujos de Nel. Haba representado un arma de ms de tres mil aos de antigedad, que tena una forma extraa, tanto su hoja comosu empuadura, que segn Nel era capaz de atravesar el granito sin ningn esfuerzo. Aquella arma estaba en poder de la extraa asesina que estudiaba Mason, unaasesina que haba intentado matarlo en una ocasin y que al parecer lo haba marcado de alguna forma. Una asesina a la que el propio Mason haba salvado de la muerte,ya que fue en su momento una de las vctimas del ltimo ritual del doctor.

    6

    A travs de la puerta entraba cada nota de la meloda. El piano de su padre sonaba en la planta baja de la casa. Nocturne de Chopin. La joven cerr los ojosmientras las notas penetraban a travs de su odo. Inoperable. La voz del mdico fue rotunda. Trag saliva, tena la garganta seca. No haba podido pronunciar palabradesde que escuch aquel inoperable de la voz del doctor. An no era consciente de que aquel inoperable se refera a ella, solo haca unos meses que sufra aquellosdolores de cabeza.

    Tom aire, la voz son de nuevo en su mente inoperable. Apenas comenzaba a vivir, ni siquiera haba conocido la independencia y estaba obligada a aceptar elsignificado de una palabra, inoperable. Renunciar a todo por lo que haba trabajado, a todo lo que haba soado, inoperable. Renunciar al comienzo de una vida libre,fuera del seno familiar. Renunciar a tener amigas, a fiestas, al amor de algn joven, inoperable era el final de su historia.

    Se haba hecho silencio en la consulta del doctor. Ni ella misma, ni sus propios padres se haban atrevido a realizar la pregunta que azotaba sus mentes. El mdicoles respondi sin embargo De dos a seis meses. La joven cerr los ojos con fuerza al recordarlo mientras que las notas penetraban en su odo, le encantaba aquellaparte de la meloda, por un momento le pareci ver los delgados dedos de su padre sobre las teclas del piano. El ritmo de la msica aminor de nuevo, an ms lento que

  • de costumbre, el adagio, con el que un msico expresaba sus sentimientos ms profundos.

    Diecisiete aos, eso es lo que se le haba permitido vivir. Solo diecisiete aos. No era suficiente. Estir sus piernas con fuerza sobre la cama. Aquella palabramaldita son de nuevo en su mente inoperable. No haba alternativa, no haba opcin de terapia. Se gir. En aquel lado de la pared de su habitacin haba un espejogrande y una barra transversal. Record los aos en los que practicaba ballet y soaba con el Royal Garden Ballet. Otro camino musical que a punto estuvo de separarlade la lrica. Se incorpor y baj de la cama, acercndose hacia el espejo. Coloc sus manos sobre la barra de madera y arque levemente su espalda. Estaba descalza, yasus zapatillas de ballet no encajaran en sus pies, inoperable.

    Apart con sus manos los rizos rubios que caan a ambos lados de su cara y se acerc al espejo hasta que el vaho de su boca empa el cristal. Sus ojos eran los desiempre, y sus mejillas continuaban sonrosadas. Arque su espalda nuevamente y llev la punta de su pie derecho hasta su nuca. Ech la cabeza hacia atrs, an podatocar su frente con la punta del pie. Su cuerpo se mantena vital, inoperable. Nadie lo esperaba. No haba signos de enfermedad en ella. Tan solo esos dolores decabeza. No poda ser, no morira tan pronto.

    Baj la pierna, y se sujet las sienes con las manos al notar un leve latigazo que pareci atravesarle el cerebro. Sin duda ah dentro estaba, y ruga con fuerza. Sepreguntaba cmo seran esos meses que le quedaban por vivir Se me hinchar la cabeza?. Sus labios esbozaron una leve sonrisa que en seguida se convirti en llanto.Su padre segua tocando Nocturne. Como hija de msicos, haba aprendido el lenguaje de la msica. Se sinti culpable, al fin y al cabo, ella morira y sus padresseguiran vivos tras su muerte. Su llanto se acentu al imaginar el dolor que su muerte supondra para ellos. Era su nica hija, tardaran aos en recuperarse o quiznunca lo haran.

    Tom aire. Tena que aceptarlo inoperable, no tena ms remedio que aceptarlo. El tumor crecera sin remedio. Record todos y cada uno de sus proyectos quetena tan solo un mes atrs, cuando supona que sus dolores eran simples jaquecas.

    Otro latigazo haca presagiar que el dolor intenso no tardara en llegar. Qu difcil era aceptar su fin, cuando an le quedaban tantas cosas por hacer.

    Nocturne pareci finalizar, pero en seguida su padre la retom con maestra. Le encantaba la forma en la que su padre interpretaba.

    Su madre no tardara en llegar, estaba en una reunin. Fue a trabajar aun despus de recibir la noticia de que su nica hija morira sin remedio. No haba mediadopalabra con su madre, tampoco con su padre. Ambos eran artistas, reacios a expresarse mediante palabras, mediantes gestos, solo con msica.

    Un tercer latigazo sacudi el interior de su cabeza Ya viene. Aquel mal enjaulado en el interior de su cerebro se anunciaba poderosamente antes de aparecer entodo su esplendor.

    Lament su mala suerte. Dese que aquello acabara cuanto antes De dos a seis meses, si aquellos dolores insoportables eran el principio del sufrimiento, noquera ni imaginar qu tendra que sufrir ms adelante, cuando el tumor creciera y el tiempo se acortara.

    Tom aire despacio para controlar el siguiente calambre que pareca desplazarle el cerebro. No sentir, se alegr. Haba medicacin para paliar el dolor, parasumirla en un limbo en el que no vera su cara deformada, no vera a su familia sufriendo s, eso era un consuelo, que la durmieran, que la sedaran. Lo hubiese pedido agritos en la consulta de a aquel mdico que repeta continuamente en su mente inoperable. Que la hubiesen hecho desaparecer en aquel mismo instante, que la liberarande aquella angustia Que me maten. Se sujet las sienes, el dolor comenzaba sin remedio, era un dolor inaguantable, sin piedad. Grit. El piano dej de sonar deinmediato. Volvi a gritar, el dolor llegaba a unos lmites que no poda aguantar. Sinti los pasos de su padre, a prisa, escaleras arriba. De dos a seis meses, esdemasiado.

    7

  • Nyitra 6 de Diciembre de 1600.

    Su madre estaba en la puerta de la casa, hablando con una mujer y un hombre completamente desconocidos para Mirsha. El chico los rebas y se coloc bajo laventana de su casa, depositando en el suelo el cesto de grano que traa para su madre. El hombre y la mujer fueron conscientes del descaro con el que el nio losmiraba, a pesar de su corta edad. No eran del pueblo, o al menos l nunca los haba visto. La mujer era muy alta y robusta, casi hombruna. Llevaba un vestido verdeclaro y sobre l una especie de jubn sin mangas, atado con un cinto de cuero en la cintura. Cubra su pelo con una cofia. Tena la tez clara, pero sin embargo, su pielestaba cubierta de pecas oscuras producidas por el sol. En la parte baja de su barbilla, asomaban algunos vellos, largos y repugnantemente gruesos.

    El hombre en cambio, era de baja estatura, apenas le ganaba unos centmetros a Mirsha. Tena la cara delgada, alargada, con una barbilla fina y puntiaguda y narizaguilea. Era plido, y bajo sus redondos ojos pequeos y oscuros, resaltaba el color prpura de unas ojeras marcadas, que le daban aspecto ttrico. De entre sus labiosfinos entreabiertos asomaban una hilera de dientes grisceos. Por un momento, pareci sonrer a Mirsha, pero la seriedad de la mirada del nio lo hizo cambiar deopinin. El pequeo hombre iba ataviado con una capa negra que llegaba hasta sus caderas.

    Mirsha, qu haces ah? le reprendi su madre al ver la conducta del nio respecto a los dos visitantes.

    Mirsha busc con la mirada a Kiva, el perro no estaba cerca. Se dispuso a salir corriendo para buscarlo, pero en seguida divis a Verania, que acababa de aparecerrodeando la esquina de la casa.

    Verania hija! la llam su madre efusivamente Han venido a por ti.

    Verania sonri en cuanto vio a los desconocidos para Mirsha y se acerc a ellos enseguida. Mirsha se inclin en el suelo para recoger el grano que haba dejado caeral depositar el saco y as ganar tiempo para entender lo que estaba ocurriendo. Quienes haba venido a por Verania?

    El es Juan Ujvary, mayordomo del castillo y ella es Jo Ilona les present su madre.

    Cachtice Mirsha comprendi. Haba odo a sus padres hablar con Verania. La seora de aquellas tierras estaba buscando doncellas para el castillo, y como lasdoncellas escaseaban por los alrededores, dados ciertos sucesos, haban pensado en Verania. Criados de la condesa haban llamado a la puerta de los Beneczky en buscade sus hijas, pero una de ellas era demasiado pequea. Con lo cual Verania se marchara, y podra ser una suerte para ella, ya que en el castillo no pasara fro, ni hambre,tambin all tendra curas para las enfermedades, los nobles tenan curanderos en sus castillos. Estara cerca de grandes damas y nobles caballeros, quiz all encontraraun buen marido, quiz un marido rico. Eso es lo que ansiaban todas las jovencillas del pueblo cuando miraban el castillo que se divisaba sobre las montaas. Servir a lacondesa, una de las mujeres ms poderosas de Hungra, ms rica que el propio rey. Se haba asentado en Cachtice tras enviudar de Ferenc Nadasdy, un hroe hngaro.No era frecuente verla por el pueblo, aunque algunos pastores decan que s sola montar a caballo por los bosques o pasear en carruaje. Fuera como fuera, Mirsha y casinadie la haba visto nunca. Decan que era hermosa, la noble ms hermosa de cuantas hubiera, y que eran numerosos los pretendientes que visitaban su castillo desde quehubo enviudado. No solo su belleza era un manjar preciado en aquella poca, sino sus innumerables castillos y millas de tierra.

    Hoy mismo dijo el mayordomo y Mirsha sali de sus pensamientos. Se llevaban a Verania, nunca ms regresara.

    Madre, podr visitaros, el castillo esta solo a unos pasos de aqu. Verania intentaba consolar a su madre, que aunque orgullosa de la buena suerte que corra suhija, estaba apenada de que marchara.

    No te preocupes por eso. Solo unas cuantas privilegiadas son elegidas para servir a los grandes nobles. Estaremos orgullosos su madre la bes.

    Coger mis cosas dijo Verania emocionada.

    No har falta se adelant Jo Ilona sujetando a la joven por el brazo. Mirsha se detuvo en los gruesos dedos de la mujer y en la fuerza con la que rodeaban eldelgado brazo de Verania. All encontrars lo que necesites.

    Pero mi padre Verania se resista a marcharse tan de repente.

    No te preocupes la tranquiliz su madre Lo comprender.

    Jo Ilona no soltaba a Verania. Mirsha se incorpor y dio unos pasos hacia ellos. Parece que fue el mayordomo Ujvary quien se dio cuenta de la cercana del nio.Pero Mirsha no se detuvo en l, sino en la corpulenta mujer, a la que se acerc an ms, justo hasta el momento en que pudo olerla. Una mezcla de aromas, un fuerteolor a sudor y hierbas aromticas. No era la primera vez que las ola. Jo Ilona depar en el nio al fin, que observaba con descaro como la poderosa mano de la mujersostena el delicado brazo de Verania. Luego Mirsha mir a la mujer a los ojos. No era tan joven como supona, quiz la piel tirante a causa de la gordura, la hicieraparecer ms joven de lejos. De cerca tendra que ser mayor que su madre, pasaba de la treintena, quiz ms.

    Mirsha! le reprendi de nuevo su madre Vete ahora mismo!

    Mirsha mantena la mirada de la mujer sin miedo alguno.

    Proteger a mi hermana del demonio? pregunt y la mujer no pareci sorprenderse con la pregunta.

  • No hay demonios en Cachtice respondi ella.

    Mirsha volvi a mirar la mano de la mujer, luego mir al pequeo hombre. Este pareci sonrerle, pero Mirsha no hizo ningn gesto de complicidad con l. El niosinti el hmedo hocico de Kiva a su espalda. El can se coloc a su lado. Era de gran tamao, a dos patas superara con creces la altura del mayordomo del castillo. Asque el hombre dio unos prudentes pasos atrs.

    Nos vamos entonces Jo Ilona tir de la muchacha Hemos trado el carro para hacer algunas compras. Nos acompaars y as te irs familiarizando con losquehaceres.

    Verania sonri tmidamente. La madre de Mirsha los acompa hasta el carro. Era un carro de madera normal, tirado por un solo caballo. Mirsha vio como Jo Ilonase montaba en el carro y se apen del pobre animal. Su hermana la imit. Juan Ujvary sin embargo se coloc junto al animal, agarrando sus riendas. El pequeo se habapercatado de los peculiares contoneos del hombre al caminar. Al parecer una de sus piernas era an ms corta que la otra.

    El nio acariciaba a Kiva mientras miraba como Verania se despeda de su madre y luego le deca a l adis con la mano, el carro se alejaba direccin hacia la colina.

    8

    Dorian haba esparcido por la mesa las fotos del cadver de aquella maana. Algunas de las fotos eran de cuando el cadver estaba enterrado an y solo sobresalauna de las manos de la rojiza arena. Nel cogi la foto y observ la mano detenidamente, estaba amoratada, con manchas secas de sangre, y agarrotada como si hubieseestado agarrando algo en el momento en el que muri.

    Innumerables cortes y desgarros de diferente grosor y profundidad dijo Dorian dirigindose a Nel Otras veces el cuerpo no aparece destrozado, soloagujereado por diferentes puntos, cuidando de no atravesar ningn rgano vital.

    Dorian tendi otra foto a Nel. Era una chica de color de unos dieciocho aos. Estaba desnuda y su cuerpo apareca con numerosas perforaciones en brazos,piernas, estmago, muslos. Pero su cabeza cuello y pecho, estaban intactos.

    El cuerpo carece de importancia para ellos. No est en el cuerpo lo que buscan la cabeza de Nel trabajaba a gran velocidad.

    No mueren inmediatamente aada Rip Buscan alargar el sufrimiento lo mximo posible.

    Nel pasaba una foto tras otra rpidamente sin mediar palabra.

    En los anlisis se encuentran restos de medicacin. Las drogan, suponemos, para raptarlas o manejarlas mejor. Y tambin se han hallado restos deanticoagulantes.

    Sangre fluida, en principio estaba claro. Buscaban desangrar a la vctima, durante, horas o das. Con lo cual buscaban alargar lo mximo posible, no su

  • sufrimiento, sino su capacidad de producir ms sangre, hasta dejar el cuerpo completamente seco. Vampirismo, asunto complicado. Haba tantos indicios, tantosrituales de sangre a lo largo de la historia, ejercido por tantas culturas, que sera como buscar una aguja en un pajar.

    Vampirismo Rip pareci responder a sus pensamientos Desangran a las vctimas y se deshacen del cuerpo. Por eso en un principio no pedimos tu ayuda.Los vampiros estn de moda, hay organizaciones vampricas por todos los pases, internet est lleno de grupos de siniestros.

    Pero intervino Nel los fanticos de los vampiros se dedican a empolvarse, a vestir con crucifijos, y beber preparados de fresa y frambuesa.

    Exacto confirm Rip cuando las vctimas comenzaron a aparecer a esa velocidad, desechamos la idea de que fuera la locura de un grupo actual.

    Es un vampirismo clsico aadi Dorian El verdadero vampirismo, que exista mucho antes de que nos llenaran el cine y los libros de seres inmortales. Poreso te necesitamos.

    9

    Lara solt el bolso en la taquilla. En un principio no tena pensado acudir al centro aquel da. No tena ganas de cantar, de hecho, se haba jurado no volver a cantarjams. Solo haba una razn por la que quera estar all y era Grace, su mejor amiga. Ella ya saba la nueva noticia de la maana. Sus padres eran muy amigos. Pero Graceno pareca estar en ninguna parte de aquel instituto de msica.

    Camin a lo largo del pasillo a travs de las aulas, se oyeron diferentes instrumentos: pianos, violines, trombones, contrabajos, flautas, violas

    Miraba a travs de cada puerta de cristal, pero Grace no estaba. Comenzaba a impacientarse. No entraba dentro de sus pensamientos el recorrer todo elconservatorio para encontrarla. Pasaron un grupo de estudiantes y Lara se peg a la pared para dejarlos pasar, ellos la miraron sorprendidos del atuendo con el que lachica recorra el centro. No haba tenido ganas de arreglarse de ningn modo. As que llevaba un pantaln de chndal color gris claro y una sudadera rosa. Las zapatillasde deporte chirriaban al rozar el suelo de la escuela. A su madre no le gustaba que Lara fuera a la escuela con aquel atuendo, an menos siendo la hija de la directora. PeroLara no pensaba que su madre fuera a regaarla por esos motivos, seguramente no la volvera a regaar jams.

    La gruesa trenza cay a un lado de su cara cuando se gir gilmente de la trayectoria de un estudiante que portaba un instrumento de gran tamao. Lara aminor lamarcha. Grace no estaba en ninguna parte. Las clases estaban a punto de empezar, los pasillos se presentaban cada vez ms silenciosos.

    Lara mir en el ltimo aula. No pareca haber nadie. Se sobresalt. Mir a su izquierda, no los haba odo y no recordaba que hubiese nadie en aquel lado del pasillocuando se asom al aula. Uno de ellos apoy la mano en la puerta abrindola para que pasaran los dems. Lara levant la cabeza para mirarlos, los jvenes eran bastantealtos. Cont cinco, dos chicos y tres chicas, todos algo mayores que ella. Lara se apart y coloc su espalda en la pared. El chico que haba abierto la puerta la mir coninters. Lara desvi la mirada, no estaba acostumbrada que la miraran de ese modo. Una de las chicas tambin la observ detenidamente, antes de entrar en el aula.Atraves el umbral otro chico, que llevaba partituras en las manos. Lara no pudo evitar mirarlo. Era alto, llevaba el flequillo largo, y tena los ojos de un azul intenso.

    Lara dio un paso atrs para irse a toda prisa. Se senta intimidada por aquel grupo de estudiantes que no haba visto jams. Sern de intercambio, pens. A sumadre le encantaba intercambiar estudiantes con escuelas de otras ciudades. Alguien toc su hombro y se sobresalt.

    Lara! Grace la abraz.

    La puerta del aula se cerr de golpe.

    Estas temblando! dijo Grace.

    Lara no fue consciente de ello hasta que Grace lo mencion. Mir la puerta cerrada del aula. Se acerc a la ventana superior de cristal que tena la puerta. Los chicosya se haban colocado. Un piano, un violn, un violonchelo, un arpa y una flauta. Suficiente para interpretar cualquier pieza. La chica del arpa clav su mirada en Laraobligndola a apartarse de la puerta.

    Vmonos de aqu le dijo a Grace tirando de su brazo

    Los conoces? pregunt Grace asomndose mientras Lara tiraba de ella.

    No los he visto en mi vida respondi Lara.

  • Salieron al jardn. Lara se sent en el csped.

    Cmo te encuentras? pregunt Grace.

    Estoy jodida dijo Lara An no me hecho a la idea.

    Lara resopl. Un leve latigazo azot su cerebro.

    Sabes que puedes contar conmigo dijo Grace.

    Lara sonri, no tena dudas de que Grace estara a su lado hasta el ltimo momento. Lara no tena hermanos, pero siempre tuvo a Grace. Grace era de altura unpoco ms baja que Lara. Tena la piel clara, y el pelo ondulado de un tono rubio rojizo, o ms bien restos de pelo rojo intenso que tena de nia.

    La trenza de Lara cay nuevamente a un lado de su cara. Con el esfuerzo fsico que le haba llevado la bsqueda de Grace, se le haban soltado algunos rizos de laparte del flequillo. Ella los apart con la mano.

    No quiero pasar lamentndome los das que me queden sana, quiero decir que antes de que me duerman tengo que hacer cosas que me hagan sentir mejor.

    Pues haz una lista y las haremos la anim Grace, y aunque la joven sonrea, Lara vea en su cara la hinchazn que reflejaba el llanto que momentos antes habraexperimentado.

    Lara sonri tambin.

    Cosas que hacer antes de morir arranc una rama del csped y la dobl con los dedos Son tantas cosas

    Un viaje? pregunt Grace y Lara neg con la cabeza.

    Las jvenes se miraron. Grace comenz a rer.

    Anda ya! dijo Grace.

    Lara cruz las piernas, mir el reloj. Haca ya unas horas que no reciba dolores fuertes, solo simples calambres. Aquello era un regalo. Tras de Grace divis ungrupo de personas salir al jardn. Su corazn se aceler de inmediato, eran otra vez los nuevos estudiantes. Grace se gir en cuanto se percat del gesto de Lara.

    Grace se detuvo en el primero de los chicos, el que miraba hacia ellas con ms descaro. Llevaba el pelo largo y ondulado, de un color castao rojizo. Tena barba unpoco crecida, del mismo tono rojizo que el pelo. Y no pudo apreciar el color de sus ojos a aquella distancia, pero no haba oscuridad en su mirada. A su lado haba unachica con el mismo tono de pelo rojizo, podran ser hermanos, sin ninguna duda lo seran, la nariz, los gruesos labios que ambos compartan, que en ella, al estarmaquillados, resaltaban hermosos y sensuales.

    Ambos se sentaron en el csped. Otro chico iba tras ellos y los imit situndose a un lado. Este era moreno, y llevaba el flequillo largo que caa sobre sus ojos.Vesta una camisa azul marino muy ajustada y era el nico de ellos que no llevaba chaqueta. Tras l dos chicas se arrodillaron. Una de ellas era rubia y llevaba sobre elpelo unas gafas de sol. La otra era morena, era extrao encontrar en Londres una piel tan morena. La chica llevaba el pelo castao en un recogido alto, mientras suflequillo caa hacia un lado. Pareca estar ajena al grupo, a pesar de pertenecer a l. Sin participar en la conversacin con el resto, se recoloc con las manos sus gafas devista y se dispuso a hojear partituras.

    Lara mir a esta chica morena con inters. Era la nica de los cinco que, al parecer, haba visto en algn lugar. Pero no recordaba dnde, y an menos cundo.

    El de la chaqueta marrn no deja de mirarte ri Grace.

    Lara no respondi. Se colocaba bien el pantaln del chndal con las manos. Todo aquel grupo la miraba de una manera que la pona nerviosa.

    Vmonos de aqu. pidi a Grace.

    Grace neg con la cabeza sonriendo.

    Como quieras dijo levantndose y ayudando a Lara a incorporarse tambin Ah! Estoy intentando conseguir entradas para el concierto de Goddess Hator.Dicen que es un espectculo maravilloso.

    Pero si llevan meses agotadas.

    En reventa Grace lade la cabeza.

  • Estas loca? se sorprendi Lara.

    Quiero ir contigo Grace sonri y Lara pudo ver como asomaba una lgrima de su ojo derecho.

    Lara le dio una palmada en el hombro, comprobando de reojo como el chico del pelo rojizo an la miraba fijamente.

    Vmonos de aqu le volvi a decir a su amiga.

    Grace no dijo nada ms y la sigui. Pasaron junto al grupo de estudiantes. En seguida los cinco callaron mientras ellas los rebasaban. Seguidamente se miraron unosa otros. Lara sinti algo dentro de ella y no fue un latigazo de dolor. Le dola el pecho, de repente, el corazn se le haba acelerado a una velocidad sorprendente. Qu leproducan aquellos chicos? Miedo? No poda ser posible.

    10

    Nyitra 15 de Enero de 1601.

    Kiva se adelant a su amo. La madre de Mirsha haba cado al suelo entre gritos. El Pastor del pueblo estaba junto a su padre.

    Era una enfermedad contagiosa, y han tenido que quemar su cuerpo en el bosque dijo el pastor.

    Mirsha no necesit preguntar. Verania estaba muerta. Sus hermanos mayores y su madre haban intentado ponerse en contacto con ella sin xito. No haba vuelto avisitarles, teman que algo malo le hubiera ocurrido. No se equivocaban.

    Lo siento mucho dijo el pastor colocando una mano sobre el hombro del seor Beneczky.

    Mirsha mir a Katryna, era la nica hermana que le quedaba. Sus hermanos y l mismo, pondran todo su empeo en protegerla. Se acerc al Pastor.

    El hombre puso una mano en el hombro del chico.

    Lo siento hijo le dijo.

    Le han dejado verla? pregunt Mirsha.

    El pastor al principio dud al responder al nio, pero seguidamente neg con la cabeza.

    Pero a usted siempre le dejan ver a los muertos no? insisti el chico.

    Mirsha! su padre alz la voz y el nio fue consciente que si su padre no hubiese estado tan dolido por la muerte de Verania, le hubiese arreado una bofetada.

    Es una enfermedad contagiosa, tenan que quemarla. No es la nica doncella que ha muerto de la misma enfermedad en estos das.

    El nio frunci el ceo.

  • Y a todas las queman concluy el pastor.

    Mirsha se inclin hacia su madre que yaca en el suelo. Se abraz a ella. El chico no recordaba la ltima vez que llor ni el por qu. Pero pens que jams haballorado con un dolor similar al que en aquel momento le quemaba en la garganta.

    11

    Nel entr en su despacho. Era una habitacin pequea, muy luminosa y repleta de libros colocados en perfecta armona. Traa consigo dos carpetas que le habafotocopiado Rip. Dorian lo acompaaba. Nel se dirigi a una mesa circular pequea que tena junto a la ventana. Sobre la mesa, descansaba un pequeo porttil.

    Ninguna de las vctimas es de Londres ni de sus alrededores dijo Dorian. As es imposible

    Nel abri su pequeo porttil.

    Doctor Emanuel Mason. Caso 122:

    1 de Marzo de 2013:

    Mir la fecha detenidamente. Haca tres aos, s exactamente tres, de su ltimo caso. Respir hondo, esta vez tampoco lo tendra fcil. Ya saba de antemano, lacomplicacin y diversidad de los rituales vampricos. A diferencia de lo que la mayora pudiera pensar al or esa palabra vampirismo nada tena que ver con la versinfantstica o romntica que ordinariamente tena. Vampirismo para ellos eran rituales de sangre, muy utilizados por diferentes civilizaciones, muy difciles delocalizar, y por desgracia, los que los ejecutaban solan ser muy numerosos.

    Como siempre comenzaba sus apuntes de cada caso, por la descripcin de las vctimas. Rip le haba dejado las fotos de las vctimas encontradas en Sudamricahaca unos aos, Nel ni siquiera estaba seguro de que se tratara del mismo ritual. En Colombia eran varones. Sin embargo, las vctimas de Londres, eran todas mujeres, sies que poda llamarlas mujeres. Eran menores de edad, jvenes nias.

    Ninguna de ellas haba recibido la misma muerte. Hoje sus fotos y las autopsias. En total tena trece vctimas, y al menos haba diferenciado tres muertesdiferentes. Una de estas muertes era la de los orificios en ciertas partes del cuerpo. Milimtricamente no estaban justamente en el mismo sitio y eso le extra. Luego,haba un segundo tipo de muerte, era como la vctima que haba podido ver aquella maana, convertida en un amasijo de carne y huesos. Se descartaba que hubiesenusado animales segn la autopsia. As que solo caba la posibilidad de que fueran varias personas las que causaran las heridas a la vez, o bien usaran algn tipo deaparato de tortura similar a los usados en la edad media. Mir al tercer tipo de muerte y en seguida dirigi su mirada hacia la estantera.

    Dorian lo observaba. Era llamativa la forma de trabajar de Nel. Sin duda era una persona incapaz de trabajar en equipo, entre otras cosas, porque no crea quehubiese mente capaz de seguirle. Dorian se dispuso a irse. Haba acompaado a Nel hasta su apartamento, ella era la que traa la caja de cartn negra que Nel habadejado a Rip. Dorian dirigi su mirada hacia la etiqueta y ley aquel nombre tan familiar ya para ella, Natalia. Ella tambin era conocedora de los documentos de suinterior, cada estudio de Nel sobre la que podra ser una de las mentes ms prodigiosas del planeta, pero vetada por un instinto incurable. Dorian tan solo esperaba queaquella mujer no volviera a aparecer en la vida de Nel. Ya una vez estuvo a punto de matarlo, pero no era ella precisamente por lo que Dorian tema. El caso de laDcima Docta nunca se cerr, y Emanuel estaba an dentro del juego.

    Dorian se asom por la ventana.

    Yo me voy dijo a su compaero.

    Nel ni siquiera la mir. Haba cogido un libro de la estantera. Dorian sonri. Se acerc a l y le acarici la mejilla mientras se diriga hacia la puerta.

  • Maana me cuentas dijo con la puerta ya abierta.

    Nel levant la mano para despedirse sin despegar su mirada del libro. Dorian cerr la puerta.

    Nel se dirigi hacia su mesa. Gir la palanca de la persiana veneciana. Ya era por la tarde y entraba menos luz, quera aprovechar los ltimos rayos naturales delda. Se oy la puerta principal del apartamento cerrarse, Dorian se haba marchado.

    Respir hondo, mir su porttil. Haba llegado la hora. Reley lo que acababa de escribir Caso 122, pasaba pgina al fin. El caso de la Dcima Docta quedabaatrs. Se sinti mejor de lo que esperaba y despert en su interior un ansia que ya ni recordaba. Le gustaba aquella sensacin. Todo volva a ser como antes, como antesde aquello, como antes de ella. Nuevas vctimas, nuevos asesinos, un nuevo ritual. Una pelcula haba comenzado delante de sus ojos y estaba impaciente por ver sudesarrollo. Pocas piezas para construir lentamente un puzle que le llevara hacia los asesinos, piezas con las que derrumbara un legado quiz milenario. El juego habacomenzado dentro de l, y agradeci a Rip que lo sumergiera en aquel caso.

    Quedaban innumerables horas de trabajo por delante. Movi el ratn del porttil, ya que la pantalla del ordenador se haba vuelto oscura. Mir el libro de gruesapasta marrn que tena sobre la mesa. Con su otra mano cogi la foto de una de las vctimas. Abri el libro y busc en el ndice. Aparatos e instrumentos de tortura dela edad media.

    12

    Lara esperaba a Grace en la puerta de la escuela. Se detuvo a mirar un cartel de la pared, en la que apareca una joven con la cara cubierta por una mscara blanca.Era una fiesta de carnaval veneciano. Lara sonri, sonaba bien. Nunca haba ido a ninguna fiesta similar.

    Alguien se apoy en la baranda de las escaleras de mrmol por las que se acceda a la escuela. Ola muy bien, quien fuera que estuviera tras ella. Era evidente queusara perfume bueno, con un acertado toque de canela. Lara se agarr a la baranda, no se atreva a girarse, ni a mirar a travs del cristal de la puerta el reflejo de quien lapreceda. La intuicin ya era suficiente. Se oy el sonido de papel de partitura rasgarse uno con otro. Lara tom aire. Se apart de aquel lado de la escalera con disimulo.

    Se lament terriblemente de su accin. Se haba apresurado tanto en alejarse de l, que haba olvidado en el suelo su mochila. El chico en seguida se percat y larecogi del suelo. Ahora no tena escapatoria, tendra que mirarlo de frente.

    Te olvidas esto escuch a su espalda y se vio obligada a girarse hacia l.

    Las ondas rojizas de su pelo caan a ambos lados de sus ojos, de un llamativo tono turquesa. Lara en seguida recogi su mochila, que el chico ya alzaba con unamano.

  • No creo que lleves dentro ningn instrumento sonri l.

    No respondi ella girndose hacia la puerta, dndole la espalda de nuevo. Grace no apareca.

    Solo unos cuantos privilegiados pueden decir que llevan el instrumento en la garganta dijo el chico y tras sus palabras Lara se vio obligada a girarse hacia l.Lrica?

    Lara asinti. l se coloc una mano en el pecho.

    Piano dijo.

    Lara estuvo a punto de sonrer.

    Mi nombre es Eric dijo l y ella no respondi.

    Grace no apareca en el hall pero s una de las amigas del Eric. La que comparta con l el mismo tono de pelo. Sali a prisa y se coloc junto a l.

    Estn recogiendo le dijo al chico. Lara supuso que se refera al resto de sus amigos.

    La chica se adelant a Lara fijndose en el cartel que anunciaba la fiesta veneciana. Lara la mir de reojo. Tena la misma cara de Eric, el mismo pelo, y mismo colorde ojos. La chica la mir de repente, y sonri amablemente. Lara desvi su mirada. Se sinti estpida. Grace segua sin aparecer.

    La joven y Eric se miraron contrariados. Pero la chica nuevamente sonri y se acerc a Lara, que estuvo a punto de dar un paso hacia la izquierda para alejarse.Pero en seguida divis a su amiga. Tuvo que pestaear dos veces. Grace vena acompaada del otro chico del grupo y de una de las chicas, la rubia.

    Lara se apoy en la otra baranda de la escalera confundida, nerviosa y avergonzada. Un leve calambre le sacudi el interior de la cabeza. Grace y los dos jvenes sedetuvieron.

    Y ellos son Eric y Christine. dijo el joven presentando a sus amigos.

    Lara, que miraba hacia el hall an, aunque Grace ya estaba a su lado, no pudo evitar sonrer al escuchar esos nombres. Eric pareci leerle el pensamiento ya que enseguida se dirigi a ella.

    Nuestro padre adora El fantasma de la pera.

    No caba duda de que eran mellizos, nunca haba visto unos hermanos que se parecieran tanto entre s. Lara baj un par de escalones, Grace entendi en seguida asu amiga.

    Encantada les dijo Hasta otro da.

    Los jvenes se despidieron de Grace y tambin dirigieron alguna sonrisa a Lara. Fue Eric el nico que mantuvo su mirada en ella hasta que la joven hubo bajado elltimo escaln.

    Grace la reprendi en cuanto se alejaron.

    Venga ya, si son guapsimos ri Grace.

    Grace Lara neg con la cabeza Crees que tengo tiempo de esas cosas?

    Y qu me dices de tu lista de deseos? Grace se detuvo.

    No Lara negaba con la cabeza. Otro calambre pareci mover su cerebro.

    Por cierto Lara sac de su bolso un sobre Me lo ha dado tu madre. Dice que llegar hoy tarde a casa. Esto es para nosotras.

    Lara cogi el sobre y mir en su interior. Vio la foto de la chica de la mscara. Sonri, nada le apeteca ms que esa fiesta. Las dos jvenes sonrieron. Lara sinticomo sus prpados comenzaron a pesar toneladas. Aquellas sensaciones eran las que le hacan atormentarse y lamentarse de su mala suerte, De dos a seis meses.

  • 13

    Nyitra 18 de Enero de 1601

    Haba nevado durante toda la noche. Llevaba puesto el abrigo de uno de sus hermanos mayores. Haca mucho fro, y aunque el abrigo le estaba grande, era de pelode animal y le abrigaba ms de lo que podan hacerlo los harapos con los que vesta por costumbre.

    Kiva iba a su lado. El animal caminaba dando saltos, ya que sus patas se hundan en la nieve. Mirsha estaba agotado, le costaba andar con una cuarta de nieve bajosus pies. Atraves uno de los caminos que llevaba hasta el pueblo y se adentr an ms en el bosque. Llevaba mucho tiempo caminando, y casi no valoraba lo quetendra que caminar de vuelta a casa. Por eso haba salido a tempranas horas de la maana. Tendra todo el resto del da para regresar a casa.

    Llevaba en el interior de una bolsa, atada a la cintura con una cuerda, dos trozos de pan y un pequeo pedazo de queso que le haba dado un vecino del pueblo lanoche anterior. El pobre hombre sufra de reuma y se acentuaba el dolor los das de tanto fro. Mirsha le llevaba diariamente sopa que haca su madre y el hombre quisoagradecrselo con el queso. Mirsha omiti a su madre tan sabroso detalle, guardndose el manjar para l solo.

    Levant la vista hacia la montaa. El castillo de Cachtice apareca majestuoso. Mirsha record a Verania. Maldijo a los que se llevaron a su hermana. Siguicaminando, los pies se le entumeceran de fro si paraba. Pis algo duro, as que se detuvo e introdujo la mano en la nieve. Era solo pasto apelmazado y mojado. Siguisu camino.

    Sera casi medio da, estaba muy cerca del castillo. Mir a ambos lados del bosque. Era peligroso andar por las cercanas del castillo, ya que era un lugarfrecuentado por cazadores, y entre la nieve, no habra diferencia entre un ciervo y un nio con abrigo de pelo, y un perro. Haba odo que la propia condesa era muyaficionada a la cacera y a montar a caballo, aunque dudaba que un da tan fro ninguna gran dama saliera a pasear. Tampoco era da de carruajes, ya que las ruedas sehundiran en la nieve.

    Divis algo a lo lejos. Quiz tendra suerte. Realmente no saba qu esperaba encontrar en el bosque. Tena demasiadas preguntas, solo necesitaba resolver una deellas, y las dems se resolveran solas. Era solo un nio, y lo que estaba haciendo era ms que atrevido, casi estpido si lo meditaba con detenimiento. Pero estabadecidido de todas formas. Lo peor que podra pasarle sera morir, y tras lo que fuera que hubiera despus de la muerte, Verania estara esperndolo.

    Se acerc hacia el punto verde y amarillo que a medida que acortaba distancias con l, iba tomando forma. Se inclin para fundirse con la nieve, no lo veran sicaminaba casi a ras del suelo. Kiva pareci imitarlo y se agazap tambin. Mirsha decidi que ya estaba lo suficientemente cerca y se escondi tras un rbol.

    Todo su cuerpo temblaba de fro. Se arrodill mojando sus ropas con la nieve. No poda hacer ruido ni moverse. Entorn los ojos, el cielo estaba despejado, y habaclaridad suficiente para verlos.

    Eran dos personas, y reconoci a una. No haba dudas, su contoneo lo delataba, era el mayordomo de Cachtice, acompaado de otro hombre ms corpulento y demayor altura. Haban depositado algo en el suelo y se disponan a marcharse. Mirsha los observ mientras se alejaban. Tena que asegurarse de que estaban losuficientemente lejos. Quera ver lo que haban abandonado en la nieve, pero no poda arriesgarse an.

    No perdi de vista ni un segundo el punto exacto de la nieve donde se haba sumergido el bulto. Si desviaba la vista tan siquiera un segundo, sera imposiblelocalizarlo despus. Su cuerpo temblaba cada vez con ms fuerza. No poda moverse, tena que aguantar. Todava los hombres se apreciaban alejndose. Si l podaverlos, ellos a l tambin lo haran.

  • Introdujo su mano en el interior de la boca de Kiva, era un recurso que usaba a menudo. El calor de la boca del can, sola descongelar su mano en pocos segundos.Era difcil mantener la vista fija en un punto en la nieve, y a la vez vigilar a dos hombres que se alejaban hacia Cachtice. Pero por suerte, ambos elementos coincidan enun mismo plano.

    Comenz a lamentarse de su poca cordura al atreverse a hacer aquello, teniendo en cuenta el grosor de la capa de nieve. Le costara una pulmona y quiz la vida,contando con que lograra llegar a casa. No le iba a ser fcil retomar el control de su cuerpo, tras aquellos convulsivos temblores que estaba padeciendo. Mojado,entumecido.

    Al fin, ambos hombres eran ya solo un punto a lo lejos, sobre la nieve y en seguida desparecieron por completo. Mirsha se levant con gran esfuerzo, las rodillas ledolan demasiado. Le cost dar el primer paso. El punto en la nieve no estaba muy lejos. Kiva caminaba despacio, a su lado. El nio apenas poda andar.

    Meti el pie en un agujero y se agarr al gran perro para no caer al suelo. Dio un par de torpes pasos ms y su bota derecha choc contra una piedra. Tena lapunta de los dedos de los pies tan congelados que ni siquiera sinti dolor.

    Un poco ms y ya llegara al punto donde los hombres haban depositado el bulto. Mirsha tante con los pies y con las manos. Pis algo, ms blando que la tierra.Introdujo su mano. Estaba spero, un saco de grano quiz. Tir de l. S, era un saco sin duda. Estaba helado y hmedo. Apart la nieve con las manos, desenterrandoel saco y tirando de l para sacarlo. Pesaba demasiado para l. Intent girarlo, darle la vuelta al menos. Tir de l con fuerza de nuevo. Grit. Solt el saco de repente.

    Mirsha dio un paso atrs. La nieve bajo el saco estaba teida completamente de rojo. Hay dentro algn animal. Quiz fuera un animal contagiado por algunaenfermedad No. Entonces lo habran quemado. Busc bajo su abrigo, rpidamente sac un viejo cuchillo roto. Lo clav en el saco y lo raj con l. Sus manos heladasaadidas a los nervios que senta, dificultaban el trabajo que conllevaba abrir aquello. Hizo falta un segundo corte para rajarlo por completo, ya que algo en el interior delsaco estaba pegado a la tela.

    Mirsha abri la boca. No sali ningn sonido de su garganta. Si sus manos y sus pies estaban helados, su pecho comenz a arder bajo su abrigo. Eran dosmuchachas metidas en el pequeo hueco. Una de ellas era tan solo un amasijo de carne y huesos reducido a casi nada. La otra chica no estaba tan mutilada, era la queestaba boca arriba, la que Mirsha poda ver mejor. Tendra la edad de Verania, unos trece aos. Estaba desnuda por completo, en su cuerpo, haba heridas de diferentestamaos, numerosos cardenales, y quemaduras. Mirsha intent apartarla y el cadver cay sobre la nieve. El nio pudo contemplar su espalda. La haban flagelado conmaldad y ahnco. La nieve se ti de rojo en seguida.

    El nio apart la vista del segundo cadver. El ao anterior haba visto a un pastor devorado por los lobos. Nada tena comparacin con aquello. Sinti como en suestmago algo se revolva. Dio hasta cuatro pasos atrs.

    Eso era lo que haca con las doncellas el demonio de los bosques. Innumerables veces se encontraban cadveres en el bosque, y eran tal y como los describan loshabitantes del pueblo. Mirsha mir Cachtice nuevamente.

    Ese demonio existe

    14

  • Hasta da de hoy han aparecido trece vctimas de sexo femenino y de distintas nacionalidades, algunas de ellas pendientes de identificar an. Por lo que se puedeobservar, la forma de matar es aleatoria, ya que no es un rito de asesinato o tortura. Sin embargo s que se pueden distinguir tres formas de muerte, entre las trecevctimas que han aparecido.

    Las vctimas reciben una muerte lenta, ya que lo que quieren conseguir con estos rituales es la mxima recoleccin de sangre posible por cuerpo. De ah que seproduzcan heridas, sin daar rganos vitales, y ayudndose tratando a la vctima con anticoagulantes. Esto me lleva a clasificar el rito como vampirismo algo queparece coincidir con las divagaciones de Rip y Dorian. Esta razn me abre un abanico de posibilidades, ya que los ritos de sangre son numerosos en la historia, yllevar an ms tiempo ir descartando y centrndolo en el ritual concreto.

    De momento mi inters est en la forma de matar. El cadver de esta maana era un amasijo mutilado. Y ni siquiera los forenses estn seguros de las armasusadas. Otros cadveres tienen perforaciones en el cuerpo. Y solo uno de ellos tiene heridas completamente distintas. Simples cortes, de poca profundidad, en todo elcuerpo.

    A pesar de tener mis dudas, las muertes me han recordado a antiguas torturas usadas en la historia. Aunque sin duda es un ritual ejecutado por numerosossujetos, no es lo comn que todos maten a la vez a una vctima mutilndola en comandita. Son ritos muy elaborados en el que solo unos pocos son encargados de lasejecuciones mientras el resto mira. Por esta razn me he decantado porque los asesinatos los cometen con algn tipo de mecanismo o artilugio. Y as al menos meatrevo a aventurar que he encontrado uno de ellos.

    Son cuatro las vctimas que han asesinado con este artilugio o una variante similar. En concreto es un sarcfago de hierro, con el interior provisto de clavos, endonde se introduca a la vctima, se cerraba el sarcfago y los clavos perforaban el cuerpo. Pero nunca se perforaban rganos vitales, ni cuello ni cabeza, ya que loque se pretenda era alargar todo lo posible la agona de la vctima. Hay varios tipos o variantes de este artilugio, el ms conocido La doncella de hierro.

    El otro artilugio an no lo he concretado. Pero cada vez tengo menos dudas de que es un aparato de similares caractersticas, provisto de cuchillas, pero conalguna movilidad, de ah los desgarros y mutilaciones.

    El que las vctimas sean unas desconocidas dificulta la investigacin. En primer lugar, porque al no desaparecer ni siquiera en este pas, hace imposible saberquien las rapta. Y por otro lado, tampoco conocemos datos de su vida que pueda determinar qu tienen en comn con el resto. Esta vez al no estar limitado en elespacio la seleccin de vctimas, tener un perfil de ellas, no nos va ayudar a salvar a ninguna, pero para m es necesario para determinar el origen de este ritual.

    Est completamente descartado que sea un moderno ritual vamprico, habiendo hallado la Maquinaria utilizada no tengo dudas que es un ritual con siglosde antigedad, datado al menos entre el siglo X y XIX, en los que se utilizaban aparatos de tortura similares a la doncella de hierro. Pero eso no me hace descartarotros rituales con sangre ms primitivos. Ya desde los Incas era de gran importancia desangrar al enemigo e incluso comerse el corazn del vencido. Insisto que estoes un caso de vampirismo clsico. Qu se quiere encontrar en la sangre? Para eso es imprescindible conocer el perfil exacto de la vctima, en l est la respuesta.

    15

  • Nel iba colocando las fotos sobre la mesa rectangular del desordenado despacho de Rip. Termin de posicionar la quinta y ltima ilustracin. Dorian tom una deellas para observarla con detenimiento. Era un sarcfago de hierro semi-abierto, su interior estaba provisto de pinchos. La imagen le hel la sangre.

    La doncella de hierro dijo Rip tomando una de las fotos.

    Es la explicacin de los orificios de la muerte de al menos alguna de las vctimas.

    Pero Dorian tom la foto de otro modelo de doncella de hierro, una versin ms lujosa del aparato las vctimas son de altura y complexin distintas.Un aparato de medidas estndar no puede causarles las heridas en los mismos puntos fsicos.

    Este aparato est provisto de un mecanismo para regular las cuchillas o pinchos. De forma que se claven en zonas estratgicas para avivar el flujo de sangre, perosin tocar puntos vitales. No se pretenda una muerte rpida sino una tortura.

    Las vctimas presentan restos de anticoagulantes dijo Rip convencido. Se aseguran de no desperdiciar ni un centmetro cbico de sangre.

    Nos situamos entonces en el s.XIX que es cuando se comienza a utilizar este aparato. aada Dorian.

    No Nel enseguida corrigi Est demostrado su uso siglos antes. Necesito saber ms sobre las vctimas.

    Nel mir a Rip y ste pudo percibir la desesperacin en el rostro de su amigo. Era cierto que Nel haba cambiado, y perdido el temple y la frialdad por la que secaracterizaba su comportamiento respecto a las investigaciones. Pero quiz este nuevo socilogo pudiera dar ms en aquella diferente forma de concebir las cosas.

    De las vctimas no sabemos nada ni sabremos nada respondi Rip. No son britnicas. Diferentes nacionalidades, sudafricanas, sudamericanas o de pasesdel este. Han podido ser compradas en alguna red ilegal.

    Nel guard silencio. Estaba acostumbrado a analizar las caractersticas de las vctimas para llegar al origen de los rituales, era un elemento indispensable,irremplazable. Tendra que cambiar de tctica.

    Jvenes adolescentes dijo casi para s. Era lo nico que saba de ellas, jvenes adolescentes, sin nombre, sin familia, casi sin rostro, desangradas y cruelmentetorturadas. Tena que pararlo, l era responsable en gran medida de que se dispararan los casos de asesinos colectivos. Desde aquel ritual inaudito de la dcima docta elconcepto criminal haba cambiado y los desequilibrados de todo el mundo se sentan cada vez ms atrados por los cultos de sangre. Reunindose y organizndose paracometer los crmenes ms horribles que haba podido ver en toda su carrera. Como en la antigedad, cuando nadie era capaz de descubrirlos, cuando no exista laciencia forense y escaseaba la cultura. Nada haba cambiado, el patrn era el mismo, numerosos adeptos cegados por la fe, mezclados con autnticos psicpatas que solonecesitaban una escusa para matar, dirigidos por personas de tremendo poder. Y las vctimas, simples plebeyas indefensas por las que nadie se atreva a hacer nada.

    Aquella organizacin en concreto pareca seguir las normas antiguas, ya que una plebeya de un pas moderno, tiene familia y una red policial que investigara sumuerte como si se tratara de la hija de un rey, presionados por toda una nacin volcada en la causa. Sin embargo, estos miserables acudan a pases en los que todo estono fuera posible, a redes cuyas mafias nunca los delatara. Dinero ilimitado, era la caracterstica principal de cualquier orden y saban a quien acudir para atender susnecesidades. Mafias en las que encontrar donantes involuntarios de rganos, nios, mujeres para su explotacin sexual. Demasiado difcil. Tom aire y lo expuls pocoa poco. No es el camino.

    16

    Victoria estaba de pie. Llevaba un vestido largo blanco. Las diminutas ondas de su pelo caan por su espalda y llegaban hasta los muslos. Baj los escaloneslentamente. Iba descalza, notaba bajo sus pies la suave moqueta roja. Tom aire, el aroma era diferente en aquella parte del castillo. Avanz por el pasillo hasta llegar aun gran saln. Las paredes eran de piedra color gris, y lo presida un elevado silln o lujoso trono.

  • Se detuvo ante el trono un instante, pensativa. Se gir para despus sentarse sobre l. Una vez acomodada, recorri con su mirada el oscuro saln. Las personasque la haban seguido se haban repartido por el gran habitculo. Justo frente a ella a unos cinco metros, haba una especie de baera redonda a ras del suelo. En uno delos lados de la baera circular, comenzaba una canaleta de unos cuatro o cinco metros de largo que llevaba hasta un sarcfago vertical.

    Estaba iluminada por varios focos. Era una obra de arte, una variante de lujo de la popular Doncella de hierro. Un sarcfago de dos puertas que representaba unaespecie de diosa de largos cabellos, con la cubierta tallada en oro macizo y repleta de incrustaciones de piedras preciosas. Victoria alz su mirada hacia el alto techo, allhaba una jaula de forma esfrica, sujeta con una pesada cadena fijada al suelo.

    Dirigi su mirada hacia la izquierda. En un altar, haba dispuestas cuatro mesas con forma humana, muy cercas una de la otra. Bajo ellas, canaletas como las de labaera cruzaban de un lado a otro de la habitacin formando algn tipo de smbolo inapreciable desde aquella perspectiva.

    Un hombre se acerc a Victoria y le susurr algo al odo. Ella inclin la cabeza en seal de aprobacin. El hombre hizo una seal con el brazo a alguien que seencontraba cerca de la Doncella de hierro. Dos muchachas se acercaron a l y se dispusieron a seguirlo. Victoria las observ, eran jvenes, envidiablemente jvenes.Una de ellas tena el pelo rubio, la otra, ondas castaas rojizas que caan hasta la mitad de su espalda. sta mir a Victoria y esboz una leve sonrisa.

    17

    Abri los ojos, se haba quedado dormida. Nada haba sido una pesadilla, inoperable, era real. Mir el reloj, sus padres no la haban despertado aquella maanapara ir a clase. Para qu? Ni siquiera llegara con vida a final de curso.

    Baj las escaleras mientras pensaba, seguramente le dira a sus padres que no continuara en Londres las prximas semanas, quera viajar, hacer algo antes de

    No llor, senta los prpados pesados, aquella noche haba llorado lo suficiente, ya no haba ms lgrimas. Tena un examen de canto aquella misma tarde, sonri alrecordarlo. Haban venido examinadores desde Italia, necesitaba su aprobacin. De nada le servira su aprobado ya, pero llevaba meses preparndose para aquel examen.Tena que hacerlo, comprobar que de verdad haba nacido para la msica. Mir el reloj, an quedaban horas, tena tiempo suficiente para preparar su voz. Su garganta noestaba en su mejor momento, el llanto la haba inflamado.

    Sonri de nuevo. Necesitaba un da de descanso para luego afrontar su destino fatal, un solo da, hoy, para hacer lo que siempre dese, tengo que cantar.

    Cogi el telfono para llamar a su madre. El telfono se le cay de las manos, el dolor llegaba pero no era su prioridad en aquel momento. Volvi a marcar.

    Mam

    18

    Nyitra 29 de Enero de 1601

  • Qu te pasa Mirsha? oy la voz de su madre No comes nada, te encuentras mal?

    Mirsha mir a su madre. No haba relatado lo que haba visto en el interior del saco de grano, en mitad de la nieve. Y menos an, quin haba depositado el saco all.

    Mirsha alarg la mano y cogi un bollo de pan oscuro de la mesa.

    Mam dijo al fin el muchacho Qu hay que hacer cuando

    La madre de Mirsha frunci el ceo.

    Cuando qu hijo?

    Mirsha guard silencio un instante.

    Si se descubre que ese demonio del bosque que mata doncellas es alguien de por aqu.

    Pues supongo que decrselo a la seora de estas tierras.

    Y si no se le dice a ella? A quin ms?

    Ay Mirsha! No lo s. A qu vienen esas cosas?

    El pastor lo sabr? aquello despert una idea en Mirsha.

    Deja ya esas historias o terminars teniendo pesadillas.

    Se oy un portazo antes de que su madre acabara la frase. Mirsha ya no estaba.

    19

    Mir el reloj. An quedaba ms de una hora para la audicin. Su madre le haba cedido una de las salas para calentar la voz y ensayar algo ms junto con unpianista, el mejor de toda la escuela, fueron las palabras de su madre. Lara habra preferido que fuera su padre el que tocara en el examen, sin embargo, su madre

  • opinaba que no era una buena idea tal y como estaban ahora las cosas.

    Lleg a la sala treinta y cinco, justo la que su madre le haba indicado. Lara abri la puerta y el sonido del piano procedente del interior inund el pasillo. Seapresur a entrar y volver a cerrar la puerta, una de las normas de la escuela.

    Se gir hacia el piano que desprenda suaves notas. El asa de su bolso resbal de su hombro brazo abajo. El pianista ni siquiera la mir. Estaba interpretandoMoonlight sonata. Lara se detuvo a escucharlo silenciosamente. Era parte de la disciplina en la que se haba educado, no interrumpir a un artista mientras tocaba.

    El pelo ondulado de Eric tapaba parte de su cara. Lara cerr los ojos, le encantaba aquella msica. Sin duda su madre haba hecho una buena eleccin. El chico eraun gran artista. La msica dej de sonar de repente y Eric se gir hacia ella.

    El joven sonri y su magnfica dentadura resalt entre sus gruesos labios.

    Estas nerviosa? pregunt.

    Lara neg con la cabeza mientras soltaba su bolso en una mesa.

    No s si te ha dicho mi madre que ha habido un cambio de ltima hora.

    Eric asinti mientras buscaba la partitura.

    La antigua eleccin era ms espectacular dijo l por qu el cambio?

    Lara arque las cejas mientras lo miraba, aprovechando que l se encontraba de espaldas. Al ver que Lara no responda se gir nuevamente hacia ella.

    He visto en las notas los tonos que alcanzas, no entiendo el cambio aadi.

    Lara cogi una banqueta y se sent junto a l. Eric ola bien, una mezcla de canela que ya recordaba de la tarde anterior. Limtate a tocar y deja de hacerpreguntas. Lo mir y en aquella distancia los ojos azul turquesa de Eric la intimidaron. Sin embargo, logr responderle, como si no fuera la primera vez que hablaba conl.

    Desde pequea, mis padres me llevaban a numerosos conciertos. Fue Carusso la cancin que hizo que yo decidiera dedicarme a la lrica.

    Eric sonri.

    Tu madre me ha dado estos tonos. Comprueba que estn bien aadi l Tenemos ms de una hora. Las audiciones van con retraso.

    Lara hizo una mueca. Quera acabar con la audicin cuanto antes. El estar a solas con Eric le aturda, le incomodaba. Tena que haber dejado que Grace leacompaara. Roz con el codo una de las teclas del piano y este son. Lara retir el taburete para alejarse un poco ms.

    Estn bien dijo levantndose y dirigindose hacia el otro lado del piano.

    Eric coloc su taburete en el centro y comenz a tocar las primeras notas. Levant las manos y se detuvo. Mir a Lara y esta asinti con la cabeza.

    Carusso son lento y elegante. Lara cerr los ojos y se concentr en el comps de los dedos de Eric. An desde donde se encontraba poda percibir el peculiarolor de Eric. La msica la envolvi.

    Qui dove il mare luccica,e tira forte il vento

    La voz de Lara hizo que Eric levantara la vista hacia ella.

    sulla vecchia terrazza,davanti al golfo di Surriento

    Not como sus vellos se erizaban y su frecuencia cardiaca se aceleraba a medida que se acercaba el estribillo.

    uno uomo abbracia una ragazzadopo che aveva pianto,poi si schiarisce la voce,e ricomincia il canto

    La voz de Lara rompi.

    Te voglio bene assai, Ma tanto tanto bene sai

    una catena ormaiChe scioglie il sangue tinto vene sai...

  • Eric continu tocando sin la voz de Lara ansioso por que la letra continuara.

    Vide le luci in mezzo al mare,penso alle notti l in America

    La garganta de Lara era un prodigio tal y como le haban contado. Notaba como las teclas del piano iban solas y las notas bailaban enredndose en la voz de lajoven. Cerr los ojos un instante para sumirse por completo en la msica.

    senti il dolore nella musica,e si alzo dal pianoforte

    Y otro estribillo magistral lo oblig a abrir los ojos y dirigirlos directamente hacia ella.

    Te voglio bene assai, Ma tanto tanto bene sai

    Era sumamente fcil interpretar junto a Lara.

    una catena ormaiChe scioglie il sangue tinto vene sai...

    Eric sonri, no tena palabras, las palabras sobraban. Comenz a tocar de nuevo, Lara tena esa magia que todo msico desea encontrar en una voz. Y sinti lanecesidad de orla de nuevo.

    20

    Haba hecho falta excavar ms de un metro. Las vctimas estaban cubiertas de arena an. Eran tres, dos abajo y una tercera yaca sobre ellas bocarriba. Estaban muysucias, pero era apreciable que al menos dos de las muchachas tenan la piel oscura.

    Nel se acerc a la fosa y se inclin hacia las jvenes. Los flashes de las cmaras sonaban a su alrededor. Una multitud de ruidosos periodistas se apilaban tras elcordn policial. Se encontraban en las afueras de Oxford, en un lugar tranquilo y poco transitado. Intent apartar de su mente el ruido de su alrededor y se concentr enlas vctimas, guardando especial cuidado en no perder el equilibrio y caer en la fosa junto a ellas.

    Las piernas de la chica superior estaban ya limpias de tierra, bajo ellas, se apreciaba la cabeza de las otras dos. Se podan observar ya las heridas de sus cuerpos, almenos parcialmente. Eran tres muertes diferentes. Una de ellas tena los orificios caractersticos de la doncella de hierro, una segunda presentaba cortes profundos, yuna tercera estaba completamente destrozada.

    Nel se irgui, not a Rip a su espalda.

    Llevan muertas menos de veinticuatro horas. dijo Rip Ayer por la tarde o por la noche.

    Murieron a la vez? pregunt Nel. Dudaba que la respuesta fuera afirmativa. Era complicado, graduar tres torturas diferentes para conseguir una muerte almismo tiempo.

  • Ah tienes a la forense, puedes preguntarle lo que quieras.

    Nel no dud. Se retir de la fosa y se acerc hacia una mujer de mediana edad, muy delgada, con la piel plida, el pelo oscuro y los dientes amarillentos.

    Encantada de verle de nuevo por aqu doctor dijo la mujer en cuanto lo vio.

    Nel no saba de qu conoca a aquella mujer, no recordaba haberla visto con anterioridad, pero aun as sonri.

    Necesito hacerle unas preguntas respondi con tono corts.

    La mujer se acerc a l la distancia suficiente como para que nadie ms se enterara de la conversacin. Nel se sinti incmodo y la mujer se vio obligada a justificarsu reaccin.

    Estn sucedindose demasiados filtros a la prensa sonri.

    Nel asinti.

    Necesito saber, qu exactamente les ocasiona la muerte. pregunt el doctor.

    La prdida de sangre sin ninguna duda. Hay un tipo de tortura de heridas ms profundas, y desgarros. Pero se presupone que cuando llegan a rganos vitales lasjvenes han p