Guido Copa C. Lógica Dialéctica Sección: 01C.I.: 6890434 Actividad Acreditable

LA IDEA COMO REFLEJO DE LA EXPERIENCIA

Una idea es la imagen sobre algo que se forma en nuestra mente y por ende al estar estrechamente vinculada con esta, es que la razón ocupará un lugar destacado en la generación de las ideas y también en la comprensión de aquellas que nos propongan los otros.Muchas veces hemos escuchado la frase “¡tengo una idea!” o “se me ocurrió una idea”. Con estas expresiones podemos dar cuenta de procesos, proyectos o planificaciones que puedan habérsenos ocurrido, y que puede estar relacionado con situaciones cotidianas hasta proyectos a largo plazo. Por ejemplo, podemos decir “se me ocurrió una idea” cuando debemos resolver cómo ubicar unas cuantas mesas en un espacio de nuestro hogar, a simple vista, no sería fácil encontrarles ubicación a todas. O también podemos expresarnos con un “¡tengo una idea!” cuando tenemos en mente un posible emprendimiento que, de ser factible y rentable, podrá ser nuestra pequeña empresa en un futuro no muy lejano.La idea produce una gran economía de trabado mental. Cuando condensamos alrededor de un símbolo un sistema de experiencias relativas a un grupo de objetos, no tenemos necesidad de repetirlas para actuar sobre otro objeto de la misma clase, sino, nos basta evocar la idea o símbolo correspondiente para adaptar a aquí nuestras actividades mentales o físicas. La idea es algo así como un troquel que nos evita el enorme trabajo de grabar a mano las monedas de una clase.

Las ideas pueden ser generales y abstractas. La general es símbolo de un grupo de objetos, y se forma asociando a una imagen individual las experiencias comunes a todo un grupo. La idea general de casa, se forma condensando alrededor de la imagen visual, motriz o auditiva-motriz de una casa determinada o de la palabra casa, la experiencia de las casas que conozco.

No resulta lo mismo con la idea abstracta. Esta puede definirse diciendo que es el símbolo de una cualidad común a un grupo de objetos, blancura, aspereza, alegría, rapidez, etc. Se forma mediante el poder selectivo de la atención, que separa de un objeto o de un grupo de objetos una cualidad y la asocia más o menos permanentemente a un símbolo (la imagen de un objeto, una palabra vista u oída, etc.)

La mayor parte de estas ideas se forman de un modo espontáneo, sin ayuda de la reflexión. Los símbolos que se construyen dé este modo y la significación que suelen darles nos sirven para las necesidades más comunes de la vida. El hombre inculto, y el niño abandonado a si mismo no forman nunca otra clase de ideas. La vida civilizada exige algo más. La ciencia, las Bellas Artes, el trabajo técnico y otras actividades requieren ideas precisas, claras y exactas de las cosas; y, por otra parte, la idea espontánea o psicológica ofrece el grave inconveniente de que tiene o puede tener significaciones diferentes hasta contradictorias, según los individuos. De ahí la necesidad social de revisar nuestras ideas, sometiéndolas a un examen atento y reflexivo.