5/28/2018 La Incognita de Isaac Newton
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La incgnita NewtonCATHERINE SHAWRocaeditorial, Barcelona,
2005.
La novela requiere una trama y una intriga. El asesinato nos
aporta el soporte, y elrazonamiento lgico matemtico habitualmente
nos permite encontrar la solucin. Peroen una sociedad en cambio
vertiginoso hay que probarlo todo: tambin lo podemosinvertir el
esquema: los sesudos matemticos de Cambridge -llevados por la
ambicin-se convierten en asesinos, mientras que una ingenua
maestrita aficionada ser la queinvestigue, razone y resuelva.
El ttulo original ingls tiene ms encanto:El problema de los tres
cuerpos. Un misterioen Cambridge. Un hecho histrico interesante: la
imposibilidad de la resolucinanaltica del problema gravitacional de
tres masas lleva a Gsta Mittag-Leffler -gran
matemtico sueco del momento y editor de la prestigiosaActa
Matemtica- a proponeren 1888 al rey scar II que convoque un
concurso internacional.
La facilidad de la solucin newtoniana de la atraccin de dos
masas era un estmulopara resolver el de tres. En dos siglos segua
siendo un problema abierto. Poincardemostr que no hay ms camino que
la aproximacin, y de paso insinuaba una teorade moda un siglo ms
tarde: el caos. Contexto histrico, pues, de gran inters. Por
otra
parte una de las razones ms verosmiles aportadas para la
inexistencia del Nbel de lasmatemticas es el predicamento que ya
tenan: los premios eran habituales -recordemosel de Fermat , el del
punto fijo, y el que nos ocupa.
No es la primera vez que elproblema de los tres cuerposaparece
en la literatura: suentrada ms brillante fue enResurreccinde
Tolstoy. El autor ruso siempre que tengauna metfora matemtica har
uso de ella: el tringulo amoroso o afectivo es tanirresoluble o tan
difcil como el de los tres astros.
Cayley, Weierstrass, Hermite, Kowalievskaia, Lejeune Dirichlet,
Kronecker son citadosentre otros, aparte de los mencionados arriba.
Por su residencia en Cambridge, serCayley quien aparezca ms. Como
hay un juicio, el juez se llamar Penrose.
La novela se nutre del ambiente de las grandes narradoras
inglesas pero carece de suirona, de ese delicioso humorismo que
hace por ejemplo a Jane Austen inolvidable.
Es digno de mencin por su inters para la didctica el debate
sobre el valor formativodeLos Elementosde Euclides. Inglaterra fue
el ltimo refugio del libro matemtico msusado en la historia.
