5/10/2018 La intelectualidad de Trujillo por C sar Vallejo

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UNA CRONICA DESCONOCIDA

LA INTELECTUALIDADDE TRUJILLO

Lima, marzo de 1918

NINGUNO de aquellos raros temperamentos quie-re notoriedad y aplauso.- Vivamos nuestra situacion -me deda An-tenor Orrego, alrivamente=-. No necesitamos denadie. Y cuidemos que nuestra isla sentimental nose carcoma; y que nmguno se nos vaya.Trujillo muy poco ha trabajado por el arte;pues su vida fue siempre fenicia y cartaginesa.

Pero una buena tarde de primavera, Orrego,entre el ir y venir de los negocios, detuvo el tonode la vida ciudadana, la grita mercurial y escribioArte moderno, robusto estudio critico de literatu-ra. Y el bocinazo fue a dar mas lejos de 1 0 imagi-nado. Lima le premia en el concurso literario deLa Nacion de 1913.

Orrego, en su fervorosa vida espiritual, se hahecho de una cultura tan ancha y tan honda, que a_ su edad de 24 afios pocos acaso la poseen. Tienegestos inauditos en nuestros dfas de falsedad y de. pose. Yo le encaraba un dia:

-:-2Por que no escribe, Antenor, por queno publica?-Antes que nada -me dijo con gran opti-mismo- hay que vivir la poesla de nuestra vida

personal, como es, como se desliza, en desnudo,en plenitud de sangre, sin forzarla, sin mistificarla201

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con nada artificial, ajeno 0 pegado, sin siquierapatinarla de colores que no Ie nazcan de adentro,que no le sean naturales. Y despues de saber crearesta suprema obra de arte que se llama vida, elespiritu dara 10 dernas, cuando llenas nuestras pro-pias copas el vino se desborde y se regale en espu-mas, rubies 0 borbotear sinf6nico.Orrego, ante todo, es un pensador, manejaideas, es un caso en la generaci6n presente. En surito estetico es estilo 10 secundario. No Ie seducenel cuidado colorista, la bien labrada tunica. Amaalgo mas que la flor; la melodiosa insinuaci6n delgrano y la aurora prefiada de sol nacienre; ama laidea entrevista 0 cuajada ya. No 10 interesa el cris-tal que la transparenta. Busca la solidez maxima,la intensidad, que es la forma fecunda, absoluta yererna de la belleza. Tal es su prosa. Y si no, apeloa Arte moderno, Egolatria alemana, estudio de lakultura teutona, Evocaci6n colonial, cuento, otrosarticulos de critica y sociologia y otros cuentos.

Jose Eulogio Garrido es un cronista ya, de cla-ra individualidad. Posee una vasta cultura. Ha pu-blicado numerosas cronicas de costumbres indige-nas, llenas de donosa ironia y de doloroso tonofrlvolo. Garrido, odia el literaturismo frfo, el li-teraturismo advenedizo, opuesto a la emoci6n per-sonal, pura, bravia. Agil y pukro en el concepto,mira con abrupto panreismo de primitivo, lascriollas vidas serranas 0 las ruinas prehist6ricas.Nadie, que no sea el, ha trabajado estos motivoscon esa manera atica, ligera, sonriente, a la vezcon ojos avizores de un tradicionalismo nacionaltan sincero y profundo. De ahi, que su labor esde indiscutible originalidad en nuestra literatura.

Respira una mas pronunciada indigenidad laobra de otro robusto prosador: Luis Armas. EnLima no pocos conocen aquella preciosa novela ti-tulada Tana, que ha escrito Armas. Por la materia,202

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por la arteria de la vida nacional y por la observa-cion completamente individual que hay en este pe-quefio esbozo de epopeya indlgena sin disputa, esun martillazo, que sobra para labrarse una fama.Armas tiene en preparacion dos novelas de la mis-rna entonacion que Tana.Estos tres escritores fundaron la revista Iris,de la que era director Garrido.Federico Esquerre Cedron es tarnbien una plu-rna de un raro metal. Es un principiante; y ya esun pensador. Aborrece la frase hueca, el relum-bron formal, manjar barato y ordinario de que tan-tas gentes gustan por ad.. No imita a nadie.Tiene hermosos trabajos de jurisprudencia in-ternacional y su articulo sobre la liberacion de Po-Ionia vale por una revelacion y por un triunfo.El teatro ha tenido con Victor Raul Haya dela Torre un ensayista feliz en el boceto Triunfavanidad que en Trujillo puso en escena Amalia deIsaura. Indudablemente en este esfuerzo de Haya,no se debe buscar sino el tanteo de un artista; yno obstante ser este el justo alcance de Triunfavanidad, cruzan por la obrita fuertes asomos demerito y de aliento innegables.Jose Felix de la Fuente Ganoza, es un tern-peramento definido. El publico le conoce y se Ieha juzgado ya con ocasion de su reciente novelaLa vision redentora.Oscar A. Imafia, he aqui un poeta fuertisimcque ira lejos. Tiene apenas 24 afios, En 1915 fuelaureado en el concurso literario de las fiestas dePrimavera, al que concurrio con su canto de ju-ventud. Es atrevido y profundo en sus temas. Ensus ojos de sofiador, acaso asomen tarnbien, Ver-laine, Silva, Darfo, pero en cuanto estes se hanmodificado por asirnilacion espiritual completa.Una idea de su postura de concepcion y de la me-dida de su paso hacia la cumbre, dara el soneto

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"Cansancio", ese hastiado gesto del instinto en mi-tad de la vida, entre oscuros impetus de vuelo y deconciencia; ese tedio zenital de la celula.Alcides Speludn, es un chico de 23 afios. Esun poeta extrafio, y es todo una pro mesa. Hoyviaja par Nueva York. Poe, Baudelaire (...) afi-laran su lira.Pero el culto par el plasticismo maravilloso,tangible y audaz, cierto algunas veces a expensasde corazon, dan un trazo valiente mente perso-nal a sus versos. Vease el carbon felino y brillan-te, como azabache milagroso de leyenda hindu,salido de su yunque.

No me ocupare del escultor Eduardo de laTorre, cuya labor de positivo merito artlstico, hasido revelada ya en Lima.Ya que estas line as no son sino ligeras noti-cias para la mayoria del publico, queda tiempoy el campo se abrira para que esros perfiles de-finan airosos la audacia edificante de una emo-cion nueva y epifanica,Pero he creido un deber mio adelantarme, yvocear a todos los vientos como dice su palabra deluz esta falange bohemia y rebelde.Estoy seguro que aquella no gustara de rniindiscrecion.Se reuniran en alguna velada de estlo, bulli-ciosa y azul, y me condenaran haberlos denunciado.Y el tiempo ...

Quevedo, N 1, Lima (Peru), 1992.Esta cr6nica desconocida de Vallejo no figura en las

principales recopilaciones de su obra periodistica. Probable-mente fue publicada en algiin diario 0 revista limefio cuyosexegeras no han podido determinar. Hemos respetado la or-tografia y la sintaxis del texto original. Suponemos que po-dria haber errores de composici6n.204

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EPILOGO

NOTICIAS ACERCADE LAS CRONICAS

No ES LO mismo la fe de errata que la "errata dela fe". Tal es asf, que a traves de esos trances porlos que discurre la escritura, se han colado en masde una oportunidad algunas imprecisiones un pocomolestas en trabajos de esta naturaleza. Por consi-guiente, sin entrar en otros detalles que pudieranescapar al propos ito de esta seleccion, es que alcomparar las disrintas versiones que hay sobre lasCr6nicas, estas pueden diferir de acuerdo a las ad-vertencias que se hagan de las mismas. De ahique, in actu, me atenga preferentemente a la ulti-ma edicion del libro de Jorge Puccinelli, DesdeEuropa, en el que corrige las "faltas" de una reco-pilacion suya anterior. Afortunadamente, ese lla-mado de atenci6n aparece en "Nota sobre la pre-sente edicion y otras ..." (paginas XXI a XXXVI),del volumen publicado en 1987. Tarnbien he leidolas sabrosas notas de Retratos de autores perua-nos, de Ricardo Gonzalez Vigil, en las que el autorrepasa las vicisitudes por las que han debido tran-sitar estas notas de Vallejo; as! como un volumenmuy anterior, Articulos olvidados, con palabras in-troductorias de Luis Alberto Sanchez y recopila-cion del ya mencionado Puccinelli. Y, por ultimo,los dos tomos de las Cr6nicas (que comprende tra-

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bajos publicados entre 1915 y 1938), compiladosen Mexico por Enrique Ballon Aguirre.Consecuentemente, y habiendo cotejado lostrabajos hasta hoy recopilados, mi inreres persisteen las famosas "erratas" y en otras contingen-cias del lenguaje, despues de haber resistido laspenurias del tiempo, la humedad, los compone-dores de textos y las rotativas, asf como el traficopenoso al pasar de mane en mane y, en defini-tiva, el polvo, siempre el polvo, que pudieran ha-ber deteriorado los textos.En cuanto a la cronica desconocida del poetaperuano, "La intelectualidad de Trujillo" (fechadaen 1918, Lima), se ignoran otros datos de publica-cion hasta el momento. Sin embargo, debo consig-nar que de acuerdo a la opinion de varios especia-listas a quienes consulte, la mayoria coincide en queesta cronica pudiera haber sido publicada en el dia-rio El None, en el que frecuentemente colaborabaVallejo por esa epoca. Debo agregar que ese texto,(que no aparece en la hemerografia vallejiana) mefue entregado generosamente para mi revista Que-vedo (N 1, septiembre de 1992, Lima). Lo que larescata desde ese momento del olvido.No hubiera querido entrar en estas precisio-nes algo anriparicas, si no fuera por los malenten-didos y una larga lista de reclamos (muchas vecesinfundados), que se vienen suscitando en torno asu obra. En este topico, no faltan nunca los "re-volvedores de caldo" (al decir de Quevedo) y a losque el propio Vallejo les imputaria mas tarde "ha-raganeda de mollera y pericardio".De manera que -como imaginara ellector-deseo cefiirme a la mot juste de esta recopilacionde articulos, ya que no puedo dejar de ser criticode 10 que leo y esclavo de 1 0 que escribo.

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