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La izquierda actual en Guadalajara: una semblanza de su marginalidad social– histórica. * Román Munguía Huato La historia, también la propia historia de la izquierda, gravita pesadillescamente sobre nuestras espaldas Christoph Jünke En toda época es preciso esforzarse por arrancar la tradición al respectivo conformismo que está a punto de subyugarla W. Benjamín. a historia de la izquierda en Guadalajara es lo que explica su condición actual. Pero esta historia está inmersa dentro de una historia más amplia y compleja que es la de la propia sociedad local, a su vez, formando parte orgánica de un devenir nacional cuyos procesos sociales están determinados fundamentalmente por una dinámica mundial del capital. La profunda crisis, en todos los ámbitos de la vida social, es también la crisis de dirección proletaria, y esta urbe metropolitana no escapa, por desgracia, de ningún modo a la manifestación de la profunda crisis de su izquierda; es decir, de aquellas organizaciones que se reclaman socialistas y que luchan por un cambio social de orden estructural e histórico. Esta izquierda adolece de muchos vicios, errores o defectos, como quiera verse, que le impiden organizarse mejor para potenciar su propia fuerza. Sin duda, tiene muchos méritos, pese a todas las adversidades de una sociedad caracterizada como conservadora y tradicionalista, e inclinada, desde hace muchas décadas a regirse por gobiernos liberales de derecha o confesionales de ultraderecha, especialmente con una oligarquía muy favorecida por las políticas neoliberales. No obstante, la alternativa socialista tendrá que aparecer, tarde o temprano, en el horizonte L 1

La Izquierda Actual en Guadalajara 1

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Un análisis crítico de la izquierda mexicana en Jalisco...

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La izquierda actual en Guadalajara:

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La izquierda actual en Guadalajara:

una semblanza de su marginalidad socialhistrica. *

Romn Mungua Huato

La historia, tambin la propia historia de la izquierda,

gravita pesadillescamente sobre nuestras espaldasChristoph Jnke

En toda poca es preciso esforzarse por arrancar la tradicin

al respectivo conformismo que est a punto de subyugarla

W. Benjamn.

L

a historia de la izquierda en Guadalajara es lo que explica su condicin actual. Pero esta historia est inmersa dentro de una historia ms amplia y compleja que es la de la propia sociedad local, a su vez, formando parte orgnica de un devenir nacional cuyos procesos sociales estn determinados fundamentalmente por una dinmica mundial del capital. La profunda crisis, en todos los mbitos de la vida social, es tambin la crisis de direccin proletaria, y esta urbe metropolitana no escapa, por desgracia, de ningn modo a la manifestacin de la profunda crisis de su izquierda; es decir, de aquellas organizaciones que se reclaman socialistas y que luchan por un cambio social de orden estructural e histrico. Esta izquierda adolece de muchos vicios, errores o defectos, como quiera verse, que le impiden organizarse mejor para potenciar su propia fuerza. Sin duda, tiene muchos mritos, pese a todas las adversidades de una sociedad caracterizada como conservadora y tradicionalista, e inclinada, desde hace muchas dcadas a regirse por gobiernos liberales de derecha o confesionales de ultraderecha, especialmente con una oligarqua muy favorecida por las polticas neoliberales. No obstante, la alternativa socialista tendr que aparecer, tarde o temprano, en el horizonte de las masas trabajadoras, de su conciencia y su lucha, de esta regin metropolitana.

Introduccin.

En Guadalajara, existen alrededor de una decena de organizaciones y grupos denominados de la izquierda social o izquierda socialista; en su espectro ideolgico-poltico hay de casi todas las tendencias posibles: estalinistas, lombardistas, procastristas, maostas, trotskistas, neozapatistas, anarco-zapatistas, anarcopunks, etctera. No obstante la diversidad de estas agrupaciones, que cubre casi todas las corrientes socialistas, desde las posiciones reformistas hasta las radicales, la realidad es que su presencia en la sociedad y en el proletariado tapato es extremadamente marginal, dbil y atomizada. La izquierda no ha tenido eco social en sus propuestas polticas. Su insercin en la clase obrera y del sindicalismo es prcticamente nula. Esta es una de las razones por la cual la derecha y la ultraderecha han estado en el poder (PRI-PAN) desde hace muchas dcadas imponiendo sus polticas acordes a sus intereses econmicos. La oligarqua local no ha tenido, hasta el momento, ninguna oposicin clasista que haya amenazado su poder hegemnico. La burguesa, la gran burguesa, ha hecho de Guadalajara una especie de paraso social y laboral para beneficio propio.

La historia moderna de Guadalajara, a partir del periodo posrevolucionario, registra algunos hitos de la izquierda y de conflictos clasistas: a mediados de la dcada de los veinte acontecieron violentos enfrentamientos entre inquilinos y contingentes de representantes de los propietarios inmobiliarios; fueron confrontaciones entre huestes anarcosindicalistas y organizaciones sindicales catlicas. En enero de 1935 se funda la Federacin de Estudiantes Socialistas de Occidente (FESO), encabezada por Natalio Vzquez Pallares, la cual da origen ese mismo ao a la Federacin de Estudiantes Revolucionarios de Jalisco (FER), la Federacin Juvenil Comunista, la Juventud Antinazifascista, la Juventud Revolucionaria de Jalisco, la Juventud Vanguardista, entre otras. La mayora de estas organizaciones era una mezcla de socialismo y nacionalismo-revolucionario, pues tenan la cobertura del rgimen cardenista. En 1936 se realiz en Guadalajara el primer Congreso de Estudiantes Socialistas de Amrica. Durantes estos aos, hubieron violentos conflictos estudiantiles que dan origen a la fascista Universidad Autnoma de Guadalajara; eran los estertores de la ultraderecha y de la Guerra Cristera. A principios de los aos setenta la ciudad se convierte en la sede fundacional y en una de las plazas importantes de operacin de la Liga Comunista 23 de Septiembre, uno de cuyos miembros fundadores era el Frente Estudiantil Revolucionario (FER). En Guadalajara, el 2 de diciembre 1972, Salvador Allende dio su histrico discurso en la Universidad de Guadalajara. El 5 de abril de 1975 se emite la histrica Declaracin de Guadalajara, un manifiesto de la Tendencia Democrtica de los trabajadores electricistas que en gran medida es vigente. No obstante estos hechos relevantes, la trascendencia ha sido ms bien de alcance nacional que propiamente local. Salvo los aos treinta y cuarenta, al parecer, no hubo realmente una influencia interesante de las fuerzas izquierdistas en la ciudad. Es cierto que ha habido grupos socialistas con presencia local a partir de mediados de los aos setentas y durante los ochenta, como el Centro Independiente de Poltica y Cultura Proletaria (CIPCP) de la Organizacin Revolucionaria Punto Crtico (ORPC), al igual que el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT) o el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), el Partido Socialista Unificado Mexicano (PSUM), a la postre Partido Mexicano Socialista (PMS), el Partido de la Revolucin Socialista (PRS), entre otros, unos con mayor influencia; sin embargo, muy pocos integrantes de esas organizaciones se mantienen activos en la militancia y trabajando en los movimientos sociales. Poco queda que aquellas viejas organizaciones, aunque algunas siguen vigentes con otro nombre, como es el acaso del PRS, hoy Partido de los Comunistas. En el 2001 estall el histrico conflicto laboral en la llantera Euzkadi. En el 2004 hubo una gran manifestacin popular altermundista en protesta contra la III Cumbre Amrica Latina, El caribe, y La Unin Europea. En el 2006, la ciudad fue escenario de algunos actos de La Otra Campaa con la presencia del Subcomandante Marcos. En realidad, estos acontecimientos solamente han sido fechas memorables, si queremos, aunque sin ninguna trascendencia para la cultura izquierdista local.

Uno de los propsitos de este breve anlisis sobre la izquierda local es intentar explicar el porqu de su condicin marginal en una de las capitales metropolitanas ms importantes del pas. Si bien es cierto que esta izquierda es en gran medida reflejo del conjunto de la izquierda mexicana, es necesario esbozar las particularidades que hacen de este movimiento una fuerza poltica con sus propios rasgos y caractersticas peculiares en las ltimas dcadas, especialmente a partir de la puesta en escena local y nacional de las polticas neoliberales en el marco de la mundializacin del capital. En tal sentido, la izquierda tapata, por as decir, es resultado de un proceso histricosocial, poltico y cultural que hunde sus races en el periodo posrevolucionario y va delineando su propia imagen en las dcadas sucesivas dentro de una formacin social urbana caracterizada como conservadora, tradicional y pasiva.

Sin duda, esta izquierda tiene sus mritos ante tal adversidad mayscula, pero tambin es presa de sus propias limitaciones, equvocos y errores, muchos de ellos a causa de su miopa poltica derivada de una pobreza terica, que la lleva a confusiones y a una incapacidad para la unidad y para la construccin de organizacin.

1. Una primera cuestin por dilucidar es a qu izquierda nos referimos aqu. Por izquierda me refiero a la que se denomina socialista y todo lo que implica. Es decir, anticapitalista, antiimperialista e internacionalista. Es la izquierda que se reclama, en su mayora, del pensamiento marxista y de una prctica revolucionaria. Por supuesto, deberamos agregar tambin la nocin de una izquierda democrtica y clasista, pero, como todos sabemos, hay diferentes formas de interpretacin de la teora marxista y ms an, diferentes interpretaciones de las formas de organizacin poltica y, por ende, de las formas de accin en la arena de la lucha de clases. Es por ello que existen diversas tendencias o corrientes ideolgico-polticas dentro del marxismo, pues cada una de ellas considera formas de estrategia de la prctica a partir del anlisis de la realidad social, de su propia concepcin de la forma organizativa, del proceso revolucionario y del quehacer poltico, inclusive, de la forma de construccin del socialismo.

2. Entonces, no nos referimos aqu, a ciertas posiciones polticas-partidistas que en su programa no reivindican abierta o explcitamente la lucha por el socialismo, aunque en la opinin pblica aparezcan como la izquierda; me refiero, por ejemplo, al Partido de la Revolucin Democrtica (PRD). No analizar el caso del PRD o de otras organizaciones partidistas, tales como el Partido del Trabajo (PT), a los cuales consideramos partidos sistmicos, adscritos al orden poltico establecido (izquierda institucional, izquierda oficialelectoral, izquierda burguesa, etctera). Ahora bien, en definitiva, por principio metodolgico, a las organizaciones polticas en cuestin, as estas se reclamen marxistas, anarquistas, revolucionarias, debemos juzgarlas por su prctica real y no por lo que dicen o piensan.

3. Es la izquierda socialista, anticapitalista, incluida la de tendencia anarquista, a la que nos referiremos en este anlisis. Es esta posicin poltica la que tiene su propia historia y la que se encuentra postrada en una profunda crisis organizacional. Esta izquierda local es una expresin fidedigna del conjunto de la izquierda mexicana pero tiene sus propias caractersticas y especificidades que la hacen relativamente distinta. Con Marx, desde 1852, sabemos que Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias con que se encuentren directamente, que existen y les han sido legadas por el pasado (Marx, 1975). Esto significa que la izquierda local tambin es producto de la historia, de las circunstancias histricas heredadas de una ciudad como Guadalajara entendida como formacin social urbana concreta que tiene su propia cultura e historia poltica. Pero as como nuestra izquierda es resultado de su entorno social e histrico, tambin es producto de su propia historia y desarrollo.

4. La sociedad de Guadalajara, la que empieza a ser una urbe metropolitana a partir de los aos setenta, es una formacin social que se ha caracterizado secularmente por ser tradicional, conservadora y pasiva, y, quermoslo o no, esto tambin ha dejado una impronta en la izquierda. Una de las causas por las cuales la izquierda en la entidad jalisciense y en particular en esta ciudad no ha tenido una presencia relevante en la sociedad es, precisamente, la de estar inmersa en un acendrado conservadurismo cultural y poltico. Esto podra explicar el por qu, entre otras cosas, en esta entidad y en su capital, por ejemplo, de la ausencia notable de un sindicalismo y de un movimiento obrero democrtico e independiente, con excepciones, pues el peso aplastante del sindicalismo charro ha sido asfixiante para la clase obrera. La plaza de Guadalajara, por as decir, histricamente ha sido un bastin del charrismo sindical desde la primera mitad del siglo pasado a la fecha. El nico caso excepcional de sindicalismo democrtico, independiente y clasista se dio en El Salto, Jalisco, periferia metropolitana de Guadalajara, con el Sindicato Nacional Revolucionario de Trabajadores de Euzkadi (SNRTE), el cual estuvo en huelga durante poco ms de tres largos aos (diciembre del 2001 a enero del 2005). Su triunfo clasista contra una de las mayores empresas trasnacionales llanteras, la alemana Continental Tire, ha tenido trascendencia nacional y mundial. Este es el nico sindicato obrero que tena contingentes organizados de trabajadores socialistas y esto obedeca, entre otras cosas, a una vieja tradicin histrica, proveniente de la ciudad de Mxico, desde los aos treinta del siglo anterior. Esta huelga ha sido uno de los momentos histricos ms importantes dentro de la lucha de clases en la zona metropolitana de Guadalajara, nacional y mundial.

El poder caciquil del corporativismo-autoritario sindical de la Confederacin Mexicana de Trabajadores (CTM), a travs de la Federacin de Trabajadores de Jalisco (FTJ), y de la Confederacin Revolucionaria Obrera Campesina (CROC), es casi absoluto dentro de las filas de la clase obrera y asalariada. Este no el nico factor, pero si uno de los ms importantes, que caracterizan la extrema debilidad de la izquierda local, pues su presencia o influencia de sta dentro de la clase trabajadora se reduce a su mnima expresin y de manera coyuntural.

5. Por izquierda actual nos referimos a la del presente siglo, cuyas races histricas encontramos en las dcadas pasadas inmediatas y en casi todo el siglo pasado cuando la izquierda se gestaba durante el perodo inmediato posrevolucionario en los aos veinte y los aos treinta. Paradjicamente, a pesar de la lejana de sus orgenes histricos, esto no significa que exista una fuerte tradicin cultural, polticamente hablando, del movimiento socialista local. Falta un anlisis histrico desarrollado por hacer de la izquierda jalisciense y tapata en particular. Ha sido una historia intermitente, oscilante; es una historia latente de una izquierda que no ha tenido consistencia orgnica, y eso se manifiesta al da de hoy.

A partir de los aos treinta y cuarenta la izquierda local, al igual de la nacional, estar profundamente marcada por el predominio del Partido Comunista Mexicano (PCM) y del lombardismo, ambas expresiones del estalinismo a la mexicana. Todava, al da de hoy, el peso de este estalinismo aplasta a un sector de la izquierda tapata que se cobija bajo su densa sombra. Compartimos totalmente la tesis de Jos Revueltas escrita, en su Ensayo de un proletariado sin cabeza, de que la profunda crisis de la izquierda y del proletariado mexicano reside en el estalinismo bajo sus dos vertientes criollas: el estalinismo del PCM y el lombardismo del PPS (Revueltas. 1980). Esta afirmacin contundente, pero vigente histricamente escrita por Revueltas en 1962, explica gran parte de la situacin actual de la izquierda local.

6. En la actualidad, sntoma de debilidad y precariedad poltica, no hay ninguna organizacin izquierdista que tenga presencia cuantitativa y cualitativa en la zona metropolitana en las ltimas dcadas. Ninguna corriente o agrupacin socialista ha tenido influencia visible en la vida poltica local. Podemos afirmar que en esta urbe no existe una tradicin significativa de izquierda. Guadalajara, pese a que es la segunda metrpolis en importancia demogrfica en el pas, es una ciudad en cuya historia moderna ha habido indiferencia social a los movimientos reivindicativos anticapitalistas; hemos mencionado ya las determinaciones de una cultura poltica conservadora de su poblacin, en todos los niveles sociales, que ha impedido u obstaculizado a la izquierda su crecimiento, pero adems de ello, tambin hemos dicho que esta izquierda no ha podido resolver sus propias asignaturas pendientes, sus viejos vicios y sus propias contradicciones: tendencias ideolgico-polticas adversas, sectarismo, dispersin, pragmatismo, protagonismo, oportunismo, activismo, voluntarismo, dogmatismo, infantilismo de izquierda, etctera. Prcticamente ninguna de las organizaciones izquierdistas escapa a estos problemas; de una u otra forma casi todas adolecen, conciente o inconcientemente, en mayor o menor grado, de alguno de estos rasgos funestos.

7. Dentro de esta izquierda, en apariencia hay tolerancia, pero lo cierto es que todava imperan prejuicios entre sus integrantes; por ejemplo, como todo mundo sabe, el aejo estalinismo mexicano cultiv patolgicamente un antitrotskismo, y algunos de los viejos militantes del extinto PCM o del lombardismo local mantienen una actitud de recelo poltico. Afortunadamente ya no actan bajo la consigna de la accin directa, como se estilaba en los tiempos de los gngsters de Stalin. Sin embargo, hay todava lombardistas que insisten aqu, como su extinto maestro Lombardo Toledano, en sus calumnias de que Trotsky era agente del imperialismo y, peor an, antimexicano (!). A esto me refiero con tendencias ideolgicas contrapuestas que impiden encubierta o abiertamente una necesaria y posible unidad en la accin. Por supuesto, estas conductas conllevan una carga de sectarismo latente o manifiesto que obstaculiza terriblemente los intentos unificatorios a travs de frentes de resistencia y de lucha especfica (demandas particulares) o amplios (demandas generales). Durante dcadas el PCM y el PPS tuvieron presencia regional y local, y llegaron a tener influencia ocasional en algunos sindicatos. Hoy, son muy contados los militantes jvenes que reivindican el pasado histrico del PCM. Aqu debemos mencionar un problema muy serio, al que no escapa el grueso de la izquierda mexicana: la poca participacin de jvenes dentro del movimiento socialista local. La mayora de los militantes jvenes estn adscritos al neozapatismo (EZLN), a La Otra Campaa, pero aqu la cuestin reside en un marcado sectarismo de este movimiento por completo ajeno a los intentos de unificacin organizativo para ciertas acciones colectivas. Permanecen al margen de una izquierda de por si marginal. Dejando de lado el dogmatismo de sus integrantes en la palabra del Subcomandante Marcos, el problema radica, a mi juicio, en un aislamiento deliberado, en una especie de autismo poltico que tiene consecuencias funestas tanto para la otra campaa local como para la izquierda local en su conjunto. Muchos jvenes zapatistas son estudiantes universitarios, y no obstante la necesidad imperativa de construir un frente nico para la defensa de la educacin pblica universitaria, que se hizo en su momento, la respuesta de los jvenes estudiantes fue aislarse sectariamente, pero sin realizar ninguna accin consecuente dentro de la propia universidad. Hay algunos profesores universitarios que se reclaman del movimiento neozapatista pero que no mueven un dedo para ninguna accin reivindicativa universitaria, como la defensa de los derechos laborales. Algo similar sucede con los profesores universitarios socialistas que en su momento, dcadas atrs, tuvieron una participacin en la lucha armada; no les interesa participar polticamente dentro de la propia institucin educativa, ni fuera de ella. La mayora de los exguerrilleros de la Liga Comunista 23 de Septiembre, los que viven en esta ciudad, hoy da no tienen ninguna militancia poltica; viven en el pasado. Sin embargo, hay compaeros de aquel movimiento que luchan ejemplarmente dentro de la izquierda actual.

8. A pesar del escaso nmero de organizaciones izquierdistas, se hace visible una dispersin de esfuerzos, y la mayora emprende acciones por su cuenta, por muy valiosas que puedan ser, no llegan a tener trascendencia. Esta dinmica de dispersin, de fragmentacin, hace que la izquierda aparezca atomizada en su quehacer poltico cotidiano. Salvo contadas ocasiones, de manera coyuntural, espordicamente, se realizan algunas acciones conjuntas (marchas, plantones, mtines, etctera), pero que se desvanecen a la postre porque no existe ninguna intencin de construir organizacin de forma slida en frentes nicos que, dadas las circunstancias polticas actuales, deberan ir ms all de una eventualidad coyuntural Quin puede negar, por ejemplo, que el Frente Nacional Contra la Represin (FNCR) no debe permanecer durante buen tiempo tal y como est la violencia social y el autoritarismo gubernamental? No obstante, el hecho es que localmente no se pudo darle vigencia a una delegacin del FNCR, pese a los esfuerzos de algunas organizaciones ms consecuentes por construirlo orgnicamente. La imposibilidad de un frente nico local de esta naturaleza es un ejemplo, entre decenas, de la mayora de los problemas mencionados que adolece nuestra izquierda. Aparecieron vicios tales como protagonismos, sectarismos, indiferencia, oportunismos y confusin (desconocimiento de lo que es o debe ser un frente nico), etctera.

9. Las fuerzas de izquierda tapata son muy proclives al activismo, pero al activismo de naturaleza voluntarista, es decir, se trata en muchos casos de la accin por la accin misma. Si bien nadie puede negar la importancia esencial de la prctica poltica misma, el problema es que dentro de la relacin dialctica entre la teora y la prctica, en nuestro caso, la prctica aparece predominante, revestida de pragmatismo, pero distante a la teora marxista, y en el caso de los anarco-zapatistas y los anarcopunk, tambin alejada de los textos clsicos anarquistas. Esto viene inducido por una buena dosis de dogmatismo dentro de las filas militantes y, por ende, de una subestimacin o menosprecio a la necesaria formacin terica revolucionaria, con la lectura de los clsicos. Uno de nuestros problemas significativos es que buena parte de la militancia tiene escasa o nula formacin terica. Los crculos de estudio son prcticamente inexistentes, salvo honrosas excepciones. El activismo, el que da palos de ciego, es un lastre muy pesado que sigue cargando nuestra raqutica izquierda. El dogmatismo explica tambin que haya propuestas de militantes o de agrupaciones como el de crear artificialmente una Asamblea Popular de los Pueblos de Jalisco (APPJ), como un clon de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO); sin tomar en consideracin que las condiciones polticas son muy diferentes entre ambas regiones y que la cultura de izquierda es mucho ms desarrollada en aquellas tierras sureas. La APPO es resultado directo de la lucha de clases en Oaxaca y no una invencin de su izquierda local.

10. Hay ciertas militancias individuales o partidistas dentro de la izquierda que podemos considerar vacilantes pues, al tiempo que se reclaman de posiciones radicales o de extrema izquierda, juegan oportunistamente participando dentro de los procesos electorales como candidatos de los partidos sistmicos (PRD y PT). Aunque son muy contados los casos, una caracterstica es el discurso radical, pero pletrico de demagogia democrtica y socialismo; suelen buscar el protagonismo y el liderazgo en cualesquiera de los eventos por realizarse. Esta cuestin sera irrelevante, de no ser porque este tipo de liderazgos en sus agrupaciones se mantienen bajo formas caciquiles, verticales, corporativas y clientelares, enarbolando movimientos populares con demandas justas, pero manipulndolos para intereses personales.

Conclusiones:

La profunda crisis de la izquierda local en tiempos neoliberales obedece a causas exgenas y endgenas. De las primeras podemos mencionar, aunque de forma muy indirecta, la cada del mal llamado socialismo realmente existente, a finales de los aos ochenta y principios de los noventa; el surgimiento de la Corriente Democrtica del PRI y el ascenso del neocardenismo en 1988 como bien dice Modonesi gener profundos cambios, rupturas y dislocamientos en la vida poltica mexicana. Una de las corrientes polticas que experimentaron una mayor transformacin fue, sin lugar a duda, la izquierda. Fue entonces cuando desapareci el partido heredero de la tradicin comunista el PMS, legatario del PCM para dar lugar a la aparicin del Partido de la Revolucin Democrtica, en el que se fusionaron, con xito bastante incierto, las tradiciones del nacionalismo revolucionario, del comunismo y del socialismo, de la izquierda social y otras expresiones. La coyuntura del nacimiento del PRD permite () reconstruir, ilustrar e interpretar las races, las circunstancias y las formas de una crisis histrica que hizo posible la transformacin de la izquierda socialista mexicana, y que concluira con la formacin del partido del sol azteca. Este planteamiento explica, a mi entender, la situacin de indefinicin, ambigedad, vacilamiento o de saltimbanquismo poltico de algunos militantes que tienen un pie dentro de alguna organizacin socialista o de tendencia izquierdista y otro en el PRD; sin ningn rubor, por su pragmatismo saltan de un lado a otro, depende de la ocasin; lo mismo pueden ser neozapatistas, sindicalistas de izquierda, que seguidores militantes del movimiento de Andrs Lpez Obrador. El mimetismo poltico es una de sus caractersticas. Algunos promueven, incluso, su propio culto a la personalidad, inventndose cargos o representaciones ficticias de organizaciones fantasmas.

Tambin debemos considerar una determinacin objetiva: el hecho de que la lucha de clases en estas tierras est prcticamente adormecida. Aunque esto es un proceso dialctico, entre los factores de orden objetivo y subjetivo, entre las condiciones objetivas y subjetivas, la cuestin reside en que dentro de una regin donde los conflictos y contradicciones sociales no tienen una dinmica manifiesta, es muy difcil que las fuerzas socialistas crezcan organizadamente y se desarrollen con mayor intensidad. Los ncleos socialistas locales, hasta el momento, no han tenido la capacidad ni la voluntad de poder construir los frentes nicos necesarios para la lucha de resistencia y avanzar en las demandas ms sentidas de la poblacin trabajadora. Se requiere de un enorme esfuerzo colectivo para ir construyendo el espritu de cuerpo necesario e imprescindible para la unidad de los socialistas. Superar las propias deficiencias y contradicciones internas es una condicin para un salto progresivo e imprimir una mayor potencia a las fuerzas izquierdistas. La izquierda local puede desembarazarse de sus propias calamidades, a condicin de tener conciencia de sus propias limitaciones.

En el marco de una profunda crisis poltica de la hegemona de las clases dominantes, es contradictorio que no exista una alternativa viable local, y nacional, que de respuesta a los principales problemas sociales, especialmente a los que asfixia al pueblo trabajador. Percibimos un problema de capacidad organizativa como expresin de una profunda crisis de direccin revolucionaria y es esta la verdadera tragedia del pueblo mexicano, de un proletariado que no tiene cabeza. Pese a todas las adversidades, lo peor sera el desaliento y la ausencia de una alternativa para construir un mundo mejor deseable y posible. En ello radica el valor y la fuerza poltica del principio esperanza, para rememorar a Ernest Bloch.

Bibliografa:

Aguilar Mora, Manuel (1978). La crisis de la izquierda en Mxico. Orgenes y desarrollo. Mxico: Juan Pablos.

Modonesi, Massimo (2003). La crisis histrica de la izquierda socialista mexicana. Mxico: Juan Pablos-Universidad de la Ciudad de Mxico.

Revueltas, Jos (1980). Ensayo sobre un proletariado sin cabeza. Mxico: Ediciones Era. Obras Completas. 17.

Marx, Karl (1975). El dieciocho brumario de Luis Bonaparte. Mosc: Editorial Progreso.

Jnke, Christoph (2009). El pasado que no pasa: la larga sombra del estalinismo. Sin Permiso [en lnea]. Disponible en: http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=2510

*Ponencia presentada en la III Reunin Internacional: Cultura, Nacin y Globalizacin: Experiencias, proyectos y Debates de las Izquierdas en Amrica Latina. Universidad de Guadalajara (CUSCH), 23-25 de septiembre de 2009.

Una lista aproximada de organizaciones izquierdistas son: Brigada Estudiantil en Lucha (BEL), Colectivo Rodolfo Reyes Crespo, Coordinadora 28 de Mayo, Fuerza Socialista, Izquierda Democrtica Juvenil, Juventud Socialista, Liga de Unidad Socialista (LUS), Movimiento de Liberacin Nacional (MLN), Movimiento Democrtico Popular (MDP), Movimiento Patritico y Democrtico Nacional, Partido de los Comunistas, Partido Obrero Socialista (POS), Partido Popular Socialista de Mxico (PPSM), Red de Izquierda Revolucionaria (REDIR), Red Insurgente, UOTGuanatos. En su mayora son pequeos contingentes de militantes. Hay ncleos, colectivos o agrupaciones sindicales democrticas, de tendencia socialista, cuyos integrantes pertenecen, a su vez, a organizaciones socialistas locales o nacionales, es el caso del Movimiento de Bases Magisteriales (MBM).

La Liga Comunista 23 de Septiembre se constituy el 15 de marzo de 1973.

Vase: La crisis histrica de la izquierda socialista mexicana (Modonesi. 2003). Este es uno de los contados y valiosos anlisis actuales sobre el problema de crisis organizacional del movimiento socialista, pero uno de sus equvocos notables es que el autor considera al PRD como parte integrante de la izquierda socialista; cuestin que no puede demostrar de ninguna manera; as hayan participado en su fundacin diversos sectores militantes provenientes de la izquierda socialista. A 20 aos de la fundacin de esta organizacin es ms claro an lo insostenible de esta tesis. Vase tambin La crisis de la izquierda en Mxico. Orgenes y desarrollo (Aguilar Mora. 1978).

Hoy da, la planta llantera pertenece a la cooperativa de Trabajadores Democrticos de Occidente (TRADOC), la cual es la principal accionista de la empresa. La huelga estuvo bajo la direccin de un Comit cuya mayora est afiliada al Partido Obrero Socialista (POS), y estuvo apoyada solidariamente, principalmente, por militantes de ese partido y de la Liga de Unidad Socialista (LUS).

El proletariado mexicano debe desenajenarse de la ideologa democrtico-burguesa, dos de cuyas ramas marxistas son, de una parte, el Partido Comunista Mexicano, y de la otra el lombardismo. La liquidacin ideolgica de ambas corrientes es el requisito indispensable para que la conciencia obrera pueda convertirse en la conciencia organizada y concreta de su clase, es decir, en su partido. (Revueltas. 1980, p. 246) Ensayo sobre un proletariado sin cabeza. Vase tambin el artculo: El pasado que no pasa: la larga sombra del estalinismo, (Jnke. 2009).

En las reuniones del FNCR se hablaba y se discuta casi de todo, en lugar de centrarse en el trabajo de aquellas tareas especficas del propio frente. Este fugaz frente podra haber jugado un papel muy importante en las demandas contra la represin gubernamental del 28 de mayo del 2004 a altermundistas y ciudadanos ajenos a la manifestacin, pero se desvaneci rpidamente.