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De la Sierra Norte. De la Región Centro. Del Valle de Atlixco. De la región volcanera. Desde los más diversos puntos del territorio poblano llegaron vecinos y re- presentantes de organizaciones sociales la mañana del lunes 9 de febrero al edificio Carolino de la UAP para celebrar, junto con sus investigadores y académicos in- vitados, el XX aniversario de la fundación del Centro Universita- rio para la Prevención de Desas- tres Regionales (Cupreder). La primera parte del acto per- teneció a los expertos y autorida- des, quienes disertaron sobre el estado de la cuestión en preven- ción de desastres en México. Sin embargo, en la ronda de preguntas y respuestas, los asis- tentes de las comunidades y las organizaciones hicieron suyo el acto, expresando la importancia que ha tenido para ellos generar al lado del centro instrumentos técnicos y legales para proteger sus territorios y formas de vida. Por ejemplo, Selene Santama- ría, miembro del Comité Ciuda- dano de Nealtican en Defensa del Agua, la Vida y el Territorio, des- tacó el acompañamiento que el Cupreder ha dado, con sus in- vestigaciones, a la lucha en con- tra del gasoducto que plantea el Proyecto Integral Morelos. Mayolo Hernández, asesor y gestor de proyectos de desarrollo comunitario, recordó la experien- cia que tuvo con los investigado- res del Cupreder en Cuetzalan del Progreso, y resaltó el trabajo y la metodología que llevan a cabo para acercarse a las comunidades y consultarlas. María Luisa Albores, de la So- ciedad de Cooperativas Tosepan Titataniske, habló de la formula- ción del Ordenamiento Territo- rial Integral de Cuetzalan, con el apoyo del centro, y cómo ha ser- vido para defender el territorio de ese municipio ubicado en la Sie- rra Norte de Puebla, frente a em- bates como el fracking, el cual ha querido promover Petróleos Me- xicanos para explotar yacimien- tos petroleros en la zona; al de minas y minihidroeléctricas y otras tantas calamidades pretendidas por trasnacionales. En esa lógica, Judith Chafee llevó el saludo del Centro de Es- tudios para el Desarrollo Rural y habló de la importancia que para ese organismo ha tenido la parti- cipación del Cupreder en la gene- ración del Ordenamiento Territo- rial Integral de Cuetzalan para de- fender a esa localidad y sus habi- tantes, lo que ha generado alien- to en las poblaciones de la región. El profesor Enrique Robles, secretario general del Comité de Ordenamiento Tecamachalco, pi- dió a los presentes con vehemen- cia: “¡Hay que apoyar al Cupre- der, hay que apoyar a sus cientí- ficos y gente preparada para evi- tar que nos sigan robando, que sigan quitándonos lo nuestro, por- que se va a escuchar muy feo lo que voy a decir, pero desgraciada- mente es verdad: en México hay una guerra del gobierno contra el pueblo y necesitamos que la gen- te preparada nos ayude!”. Luis Enrique Fernández Lo- melín, presidente del Órgano Téc- nico del Comité de Ordenamien- to Territorial Integral de Cuetza- lan, manifestó a los integrantes del Cupreder: “Muchos de los pasos que us- tedes han dado y mucha gente que tal vez ustedes ni se imaginan es- tán en deuda con ustedes, porque muchos vemos reflejada una ilu- sión de quienes estamos fuera de la academia de ser productivos socialmente y de lograr la parti- cipación social”. Agregó que el Cupreder está “participando en la construcción de nuevos sujetos sociales, que luchan con información”. Se refirió a las asambleas que constantemente se realizan en Cuetzalan para consultar sobre te- mas de interés general, y añadió: “Es reconfortante ver reuniones de más de 3 mil personas que acu- den libremente, sin que se les ten- ga que dar una despensa o un boing. Por eso, como alguien an- tes dijo aquí: ¡Queremos que el Cupreder nos viva mil años!”. Vecinos y organizaciones reconocen el trabajo del Cupreder en sus 20 años Ha diseñado instrumentos de Ordenamiento Territorial para defender comunidades, coinciden Acuden de la Sierra Norte, el Centro, el valle de Atlixco y la región volcanera MARTÍN HERNÁNDEZ ALCÁNTARA El lunes 9 de febrero se celebró, junto con investigadores y académicos invitados, el XX aniversario de la fundación del Cupreder en el edificio Carolino de la UAP Foto José Castañares / Archivo de La Jornada de Oriente MIÉRCOLES 11 DE FEBRERO DE 2015

La Jornada de Oriente PERFIL - CUPREDER 20 Aniversario (4977-2015/02/11)

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20 aniversario del Centro Universitario para la Prevención de Desastres Regionales de la Universidad Autónoma de Puebla

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Page 1: La Jornada de Oriente PERFIL - CUPREDER 20 Aniversario (4977-2015/02/11)

De la Sierra Norte. De la RegiónCentro. Del Valle de Atlixco. Dela región volcanera. Desde losmás diversos puntos del territoriopoblano llegaron vecinos y re-presentantes de organizacionessociales la mañana del lunes 9 defebrero al edificio Carolino de laUAP para celebrar, junto con susinvestigadores y académicos in-vitados, el XX aniversario de lafundación del Centro Universita-rio para la Prevención de Desas-tres Regionales (Cupreder).

La primera parte del acto per-teneció a los expertos y autorida-des, quienes disertaron sobre elestado de la cuestión en preven-ción de desastres en México.

Sin embargo, en la ronda depreguntas y respuestas, los asis-tentes de las comunidades y las

organizaciones hicieron suyo elacto, expresando la importanciaque ha tenido para ellos generaral lado del centro instrumentostécnicos y legales para protegersus territorios y formas de vida.

Por ejemplo, Selene Santama-ría, miembro del Comité Ciuda-dano de Nealtican en Defensa delAgua, la Vida y el Territorio, des-tacó el acompañamiento que elCupreder ha dado, con sus in-vestigaciones, a la lucha en con-tra del gasoducto que plantea elProyecto Integral Morelos.

Mayolo Hernández, asesor ygestor de proyectos de desarrollocomunitario, recordó la experien-cia que tuvo con los investigado-res del Cupreder en Cuetzalan delProgreso, y resaltó el trabajo y lametodología que llevan a cabopara acercarse a las comunidadesy consultarlas.

María Luisa Albores, de la So-ciedad de Cooperativas TosepanTitataniske, habló de la formula-ción del Ordenamiento Territo-rial Integral de Cuetzalan, con elapoyo del centro, y cómo ha ser-vido para defender el territorio deese municipio ubicado en la Sie-rra Norte de Puebla, frente a em-bates como el fracking, el cual haquerido promover Petróleos Me-xicanos para explotar yacimien-tos petroleros en la zona; al deminas y minihidroeléctricas y otrastantas calamidades pretendidaspor trasnacionales.

En esa lógica, Judith Chafeellevó el saludo del Centro de Es-tudios para el Desarrollo Rural yhabló de la importancia que paraese organismo ha tenido la parti-cipación del Cupreder en la gene-ración del Ordenamiento Territo-rial Integral de Cuetzalan para de-

fender a esa localidad y sus habi-tantes, lo que ha generado alien-to en las poblaciones de la región.

El profesor Enrique Robles,secretario general del Comité deOrdenamiento Tecamachalco, pi-dió a los presentes con vehemen-cia: “¡Hay que apoyar al Cupre-der, hay que apoyar a sus cientí-ficos y gente preparada para evi-tar que nos sigan robando, quesigan quitándonos lo nuestro, por-que se va a escuchar muy feo loque voy a decir, pero desgraciada-mente es verdad: en México hayuna guerra del gobierno contra elpueblo y necesitamos que la gen-te preparada nos ayude!”.

Luis Enrique Fernández Lo-melín, presidente del Órgano Téc-nico del Comité de Ordenamien-to Territorial Integral de Cuetza-lan, manifestó a los integrantesdel Cupreder:

“Muchos de los pasos que us-tedes han dado y mucha gente quetal vez ustedes ni se imaginan es-tán en deuda con ustedes, porquemuchos vemos reflejada una ilu-sión de quienes estamos fuera dela academia de ser productivossocialmente y de lograr la parti-cipación social”.

Agregó que el Cupreder está“participando en la construcciónde nuevos sujetos sociales, queluchan con información”.

Se refirió a las asambleas queconstantemente se realizan enCuetzalan para consultar sobre te-mas de interés general, y añadió:“Es reconfortante ver reunionesde más de 3 mil personas que acu-den libremente, sin que se les ten-ga que dar una despensa o unboing. Por eso, como alguien an-tes dijo aquí: ¡Queremos que elCupreder nos viva mil años!”.

Vecinos y organizacionesreconocen el trabajo delCupreder en sus 20 años

■ Ha diseñado instrumentos deOrdenamientoTerritorial paradefender comunidades,coinciden

■ Acuden de la SierraNorte, el Centro, elvalle de Atlixco y laregión volcanera

MARTÍN HERNÁNDEZ ALCÁNTARA

El lunes 9 de febrero se celebró, junto con investigadores y académicos invitados, el XX aniversario de la fundación del Cupreder en el edificio Carolino de la UAP ■ Foto José Castañares/ Archivo de La Jornada de Oriente

MIÉRCOLES 11 DE FEBRERO DE 2015

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PERFIL XX ANIVERSARIO DEL CUPREDER • MIÉRCOLES 11 DE FEBRERO DE 20152a

“¡Dentro de mil años el volcánPopocatépetl seguirá siendo un pe-ligro y nosotros queremos que tam-bién dentro de mil años el Cupre-der siga existiendo!”, exclamóClaus Siebe Grabach, y los con-gregados en el Paraninfo del edi-ficio Carolino de la UniversidadAutónoma de Puebla (UAP) sus-cribieron su deseo con aplausos.

El pasado lunes 9 de febrerofue la fecha elegida para celebrarlos 20 primeros años del CentroUniversitario para la Prevenciónde Desastres Regionales (Cupre-der) de la máxima casa de estu-dios en la entidad.

Formalmente se trató de un fo-ro académico llamado “Encuen-tro de Reflexión sobre la Situa-ción Actual de la Prevención deDesastres en México”.

Sin embargo, no fueron soloestudiosos y autoridades los con-vidados al festejo: arribaron tam-bién habitantes y representantesde organizaciones sociales de dis-tintos puntos de la geografía po-blana, como Cuetzalan del Progre-so, Cuautinchan, Tecamachalcoy San Buenaventura Nealtican. In-cluso hubo también una delega-ción de visitantes del estado ve-cino de Tlaxcala.

Cada uno de los expertos, lí-deres y avecindados expresó anteel auditorio la importancia que elCupreder ha tenido a lo largo desu existencia, algunos en tonos muyformales, otros verdaderamentearrobados por la emoción.

En una entrevista antes del fo-ro, Carlos Valdés González, di-rector del Centro Nacional de Pre-vención de Desastres (Cenapred),dijo: “Es muy importante lo queCupreder ha venido desarrollan-do en investigación social en lazona de riesgo de erupción del vol-cán Popocatépetl. El conocimien-to de las formas de vida de las po-blaciones que están ahí ha ayu-dado mucho a mejorar los planesde prevención y de evacuacióntambién.

La investigadora Ana LillianMartín del Pozzo, quien acudióen la representación del doctorArturo Iglesias Mendoza, direc-tor del Instituto de Geofísica dela Universidad Nacional Autóno-ma de México (UNAM), consi-deró que “la existencia de centroscomo el Cupreder es muy impor-tante para ayudar en los planes deprevención ante escenarios de ries-go de desastre y para ayudar a com-prender las concepciones de laspoblaciones que están dentro ocerca de las zonas de riesgo”.

Jesús Manuel Macías Medra-no, del Centro de Investigacionesy Estudios Superiores en Antro-pología Social (CIESAS) –y quienademás de ser ponente como Mar-tín del Pozzo, también acudió conla representación del dirctor de

éste organismo, Agustín EscobarLatapí–, expresó:

“Me siento muy honrado de serparte de este aniversario del Cu-preder. El doctor Agustín Esco-bar Latapí me hizo mucho hinca-pié en que hiciera extensiva la fe-licitación a todo el equipo que hatrabajado en investigación socialdurante estos 20 años”.

En seguida Macías Medranoexpresó que uno de los aciertosdel Centro es haber “visto el peli-gro volcánico de una manera hu-manizada”, como un factor de ries-go para la vida de las comunida-des que viven cerca del volcánPopocatépetl.

-Esa aportación, agregó el in-

vestigador del CIESAS, tiene quever con “el empuje que el Cu-preder ha dado a lo largo de estosaños” para que en los planes deprotección civil y prevención seincorpore a las comunidades sus-ceptibles de ser víctimas en undesastre y que se desarrollen pro-gramas informativos y educati-vos para alertar de ese riesgo.

Agregó que esta aportación esdestacada ahora a nivel interna-cional y debe ser emulada.

Por su parte, el antropológoJulio Glockner Rossainz, del Ins-tituto de Ciencias Sociales y Hu-manidades Alfonso Vélez Pliegode la UAP, destacó en su ponen-cia la importancia de conocer a

fondo la idiosincracia de las co-munidades rurales antes de esta-blecer planes de prevención ycontingencia.

Puso como ejemplo las eva-cuaciones de 1994 y 2000: “Du-rante las dos evacuaciones variosfuncionarios de protección civilexpresaron, en declaraciones a laprensa, un criterio que refleja unaopiniñon muy extendida entre lagente de la ciudad: que los cam-pesinos, que esa gente como losllaman, no entienden lo que su-cede, y que es difícil explicárse-los precisamente porque se tratade campesinos. Más allá de la arro-gante torpeza que revelan estaspalabras, decirlas reiteradamente

nos señala el problema de fondo,el problema de lo que se consi-dera como la única verdad, la ver-dad científica. En realidad en es-te punto nos encontramos con laconfrontación de dos verdades sus-tentadas con toda legitimidad endos tradiciones y dos razonamien-tos completamente distintos: la ver-dad científica y la verdad religiosa”.

Judith Chafee, investigadora dela Facultad de Economía de laUAP, reconoció “que el Cupre-der, con mucha tenacidad, ha idopicando piedra en los trabajos deinvestigación interdisciplinariasobre las prácticas rurales en lazona de riesgo del Popocatépetl”,y consideró que eso es una enor-me aportación, dado que el traba-jo académico tradicional estásegmentado”.

“Este trabajo abre nuevas opor-tunidades, nuevas puertas para cru-zar conocimientos y saberes y cap-tar la realidad de manera menosdifusa, para verla de una maneradiferente: ¡muchas felicidades!”

■ Destacan académicos investigación del centro para comprender a poblaciones en riesgo

Reflexiones, reconocimientos y elogiosal Cupreder en en su XX aniversario

MARTÍN HERNÁNDEZ ALCÁNTARA

Arriba, Carlos Valdés González, director del Cenapred, y la investigadora del Instituto de Geofísica de la UNAM Ana Lillian Martin del Pozzo. Abajo, JudithChafee, de la Facultad de Economía, y Julio Glockner, del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades Alfonso Vélez Pliego, ambos de la UAP, duran-te el foro académico llamado “Encuentro de Reflexión sobre la Situación Actual de la Prevención de Desastres en México” ■ Fotos José Castañares

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MIÉRCOLES 11 DE FEBRERO DE 2015 • PERFIL XX ANIVERSARIO DEL CUPREDER 3a

EEl gobernador Manuel Bartlett yel rector José Doger Corte con-vinieron la creación de un centrode investigación y vinculación pa-

ra enfrentar la crisis que había provocadoel inicio de la erupción del Popocatépetl,el 21 de diciembre de 1994.

Bartlett tenía una idea muy clara dequé importancia guarda un centro de estu-dios y propuestas científicas y académicaspara el manejo de desastres desde que fueel principal operador gubernamental des-pués de los devastadores sismos de los días19 y 20 de septiembre de 1985, experien-cia a partir de la cual se creó el SistemaNacional de Protección Civil y el diseñoinicial del Centro Nacional de Prevenciónde Desastres.

José Doger y el vicerrector de Investi-gación y Estudios de Posgrado de enton-ces, Enrique Doger Guerrero, tenían expe-riencia en materia de participación univer-sitaria en acciones sociales y conocían laexistencia de un grupo de académicos quehabíamos llevado a cabo tareas de investi-gación y participación social en la regióndel Popocatépetl, y a nosotros nos hicieronla propuesta de crear esta nueva instanciauniversitaria.

Así, luego de una conformación inicialque empezó a funcionar desde los prime-ros días de 1995, el 9 de febrero de ese añoel Consejo Universitario aprobó la crea-ción del Centro Universitario para la Pre-vención de Desastres Regionales (Cupre-der) y nuestro primer director fue el inol-vidable compañero Rigoberto BenítezTrujillo.

El trabajo en el Popo

Cada vez que hacemos un repaso de lo he-cho por nosotros y los demás actores so-ciales de aquel momento frente al reto lan-zado por la erupción nos pasamos muchashoras y muchas cuartillas. Hoy solo men-cionaré algunos rasgos de ese trabajo: laidentificación de la comunidades en ries-go; el diseño de las rutas y cuencas de eva-cuación; la localización y calificación delos refugios temporales para casi 300 milpersonas; decenas de sesiones en las co-munidades y hasta en los barrios que las

componen para informar a la gente de loque el volcán puede hacer y las medidasde seguridad; campañas mediáticas en ra-dio, televisión y prensa para informar cons-tantemente sobre todos los aspectos rela-cionados con el problema.

Debemos resaltar las campañas llama-das “Aprendamos a vivir con el volcán” yel célebre “Por si acaso”, o el programa encadena local de televisión y radio con telé-fono abierto, con la participación del direc-tor del Cenapred, Roberto Melli, represen-tantes del gobierno poblano y especialistas.

“Por si acaso” fue una denominaciónque incluyó un vasto programa para iden-tificar las debilidades y fortalezas de las co-munidades frente a la amenaza eruptiva.Con el Inegi realizamos un estudio censalen más de 8 mil hogares para conocer conmucha precisión algunas percepciones delpeligro que la gente tenía, sus condicionessociales y económicas y los recursos conlos que contaban para llevar a cabo una eva-

cuación y sus consecuencias. Luego deaplicar el cuestionario, los brigadistas uni-versitarios entregaban en cada hogar unamica, inspirada en las que la gente comprapara guardar sus documentos, en la que es-taban estampadas las rutas de evacuación,los destinos y la identificación de quiénesdarían las instrucciones de la operación.Finalmente fueron entregadas cerca de 40mil micas.

Prácticamente todas las unidades aca-démicas de nuestra universidad se volca-ron a este memorable trabajo. Más de mil100 brigadistas universitarios de todas lasfacultades y escuelas de la UAP trabajarondurante casi cuatro años para contribuir aque la gente no sufriera si la erupción seconvertía en algo dañino para ellos, lo quehasta la fecha, por suerte, no ha ocurrido.

Todo el programa culminó en la crea-ción del Plan de Preparativos de la Emer-gencia del Volcán Popocatépetl, en coordi-nación con el doctor Jesús Manuel Macías,del CIESAS, que entregamos al gobierno

del estado de Puebla; ejemplo de preven-ción en el país a decir de muchos expertos.

Debemos decir que los estudios sobre lacultura local y el respeto a ella fueron ele-mentos indispensables de estas acciones.

En nuestra opinión, la clave de los lo-gros fue la aportación de los universitariosen coordinación con las autoridades y ciu-dadanos de las poblaciones de la zona deriesgo del Popocatépetl, y con el gobiernodel estado de Puebla, pero también con ins-tituciones académicas nacionales, en par-ticular con el Centro de Investigaciones yEstudios Superiores en Antropología So-cial, CIESAS, y muchos investigadores delInstituto de Geofísica de la UNAM.

Desde nuestra creación, el método detrabajo ha caminado a través de un serioejercicio interdisciplinario, porque los de-sastres son un problema de todos, de todaslas especialidades, pero imbricadas correcta-mente para encontrar soluciones integrales.

Sumar esfuerzos ha sido también un eje

de nuestro trabajo. El Cupreder ha podidoconcitar los recursos de dentro y fuera denuestra universidad para conseguir los pro-pósitos para los que fue creado.

Solidaridad

Debemos mencionar el papel del Cupre-der y la UAP durante momentos muy difí-ciles para las comunidades que sufrieronimportantes desastres.

Como parte del Plan de Preparativos dela Emergencia del Popo se creó un grupode universidades, especializado en auxiliara la población durante alguna emergenciao para contribuir a mitigar el riesgo. Ledenominamos Grupo Interuniversitario deParticipación Social–GIPS, y se constitu-yó, además de por nuestra institución, porlas universidades Iberoamericana, Popu-lar Autónoma del Estado de Puebla, de lasAméricas Puebla, Madero y otros centrosacadémicos.

Adicionalmente a las acciones en el

Popo, el GIPS acordó intervenir con ayu-da de médicos, ingenieros y otros profesio-nistas, y de acopio de bienes necesariospara los damnificados por los desastres porel huracán Paulina en 1997; también en losescenarios de los enormes daños ocasiona-dos en la costa chiapaneca en 1998, y muyespecialmente durante el llamado “Desas-tre de la década”, en Puebla y la Sierra Ma-dre Oriental en 1999.

Las universidades realizamos colectascon el esfuerzo y la participación volunta-ria de nuestros alumnos y toda la comuni-dad, y un enorme festival en el zócalo po-blano, consiguiendo más de 2 mil tonela-das de ayuda, misma que fue entregada di-rectamente por nuestros brigadistas en laspoblaciones damnificadas.

Intervenciones preventivas

El Cupreder ha intervenido también enotras situaciones de amenaza de desastres.El gobierno del estado, en el año 2008, nosllamó para resolver el grave problema deldeslizamiento de un talud en Pahuatlán,Sierra Norte de Puebla, y allí coordinamoslas acciones para detener un proceso quehabía hecho caer ya varias construccionesde la cabecera municipal, entre ellas la clí-nica pública, y amenazaba con desapare-cer la calle principal. En conjunción con elayuntamiento, la asamblea del pueblo ycon la intervención del ingeniero EnriqueSantoyo logramos minimizar los daños ydetener la caída del talud. Es un buen ejem-plo de estabilización de laderas que pordesgracia no se ha replicado en las serra-nías mexicanas.

Hemos realizado otras intervenciones,como la de la colonia La Libertad, de la ca-pital poblana; en Cuetzalan, de la Sierra Nor-te, y otras más. Exploramos también for-mas de resolución de problemas concretos.

El tema del agua es crucial para el paísy central para nuestro trabajo. Los estudioshechos en el Popo, la Sierra Norte, Tecama-chalco y esta ciudad capital nos enseñaronla necesidad de actuar rápidamente paraenfrentar de la mejor manera este proble-ma. Quisimos empezar por casa. El rectorAlfonso Esparza se atrevió a aceptar nues-tra propuesta de llevar a cabo obras para lacaptación de agua de lluvia en los campusde nuestra universidad. Según sus propiosdatos, tan solo en Ciudad Universitaria segastaban 5 millones de pesos al año en pi-pas de agua porque la red urbana no satis-face el abasto.

Hoy hemos realizado tres obras, en Eco-nomía, Ingeniería Química y Comunica-ción, que demuestran que sí es posibleofrecer soluciones a este creciente y hastadramático problema con poca inversión.Estamos por empezar obras en la Facultadde Veterinaria, en Tecamachalco, para co-lectar agua de los cerros, lo que constituyeun reto adicional del que estamos segurossaldremos airosos. Tenemos por delanteuna gran tarea como universidad en estamateria.

Las personas de las comunidades conlas que hemos trabajador durante 20 años,y otras que han tenido noticias de nosotros,tienen al Cupreder como un centro de re-ferencia para los problemas del territorio.Quizá esto es lo que más nos enorgullece,que la gente de los pueblos confíe en noso-tros, confíe en nuestro trabajo, refrendan-do así una tradición de la Universidad Au-tónoma de Puebla que tiene muchas y muyprofundas raíces, al menos desde que aquelestudiante de Medicina, Julio Glockner,abrió en los años 30 un dispensario paraatender a la gente sin recursos. El trabajodel Cupreder no puede entenderse desvin-culado de las comunidades sociales denuestro estado y nuestro país.

◗ Intervención en los XX del CuprederAURELIO FERNÁNDEZ

Los integrantes del Cupreder ■ Foto Ambrosio Castañeda

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PUEBLA PERFIL XX ANIVERSARIO DEL CUPREDER • MIÉRCOLES 11 DE FEBRERO DE 20154a

Cambio de paradigma: de la prevención de desastres coyuntural a la estructural: el ordenamiento del Popo–Izta

A fines del año 2000 participamos en unconcurso para realizar el ordenamiento eco-lógico en la región del Popocatépetl, Izta-ccíhuatl y su zona de influencia, abarcan-do 37 municipios de los estados de Méxi-co, Puebla y Morelos. Ganamos el concur-so y realizamos por completo este instru-mento de regulación de uso de suelo detipo regional, aunque finalmente fue apro-bado separadamente por cada una de lasentidades federales incluidas. El nombreque lleva para Puebla es el de Programa deOrdenamiento Ecológico y por Riesgo Erup-tivo del Volcán Popocatépetl y su Zona deInfluencia. En el nuestro y los otros dos es-tados se trata del primer ordenamiento queincluye como factor determinante para eluso de suelo una amenaza de desastre, eneste caso la existencia de una erupción endesarrollo. Sus criterios, lineamientos y es-trategias se determinaron teniendo el peli-gro volcánico por delante.

El Programa de Ordenamiento Izta–Po-po es un instrumento creado con una ro-busta calidad académica y una amplísimay nada simulada participación social en lostres estados, por lo que su nivel de arraigofue muy importante.

Por todo lo anterior, resulta al menosdesconcertante que el gobierno federal ylos estatales desconozcan y violen las dis-posiciones del ordenamiento, instrumentopropuesto y financiado por la Federación apartir de criterios racionales y científicos,para imponer proyectos de desarrollo re-gional que van totalmente en sentido con-trario, como es el caso del Proyecto Inte-gral Morelos.

El mismo desconcierto nos producen lasautorizaciones para hacer mineras hidro-eléctricas por todo el país, con evidentes yprevisibles consecuencias desastrosas.

Trabajo territorial integral

El Cupreder no es una consultoría y ni es-tá para hacer negocios. Es una instituciónacadémica que procura aportar metodolo-gías y técnicas para resolver problemas con-cretos en las condiciones del país. Por ello,realizar el ordenamiento del Popo–Izta sig-nificó también ajustar nuestro paradigmacentral. A partir de su elaboración y los es-tudios realizados para conseguirla, estable-cimos la consideración de que hay dos ti-pos de esfuerzos para la prevención de de-sastres: la coyuntural, la que consiste enprepararse para una emergencia, estudian-do e instrumentando los fenómenos de pe-ligro, y la estructural, la que busca evitarconstruir el riesgo, mediante la determina-ción de cómo aprovechar el territorio sindestruirlo ni crear nuevas amenazas. Másallá de algún meteorito devastador que nosocurra, los desastres no son naturales, sinoproducto de la forma de asentarnos sobrela superficie del planeta.

Este ordenamiento amplió la visión denuestro quehacer y una nueva ruta de tra-bajo. En adelante, nuestros últimos 14 años,este centro se ha especializado en la pre-vención estructural a través de la hechurade ordenamientos territoriales, ecológicos,urbanos y atlas de riesgo, con los que hemosofrecido una metodología en la materia.

Hablamos, como casos ejemplares se-gún nuestro entender, del de la capital delestado, Puebla; el muy emblemático casode Cuetzalan, único ordenamiento del paísque abarca los aspectos de riesgo, ecoló-gico y urbano, y que además está resguar-dado por un sólido comité social; los de

Tecamachalco, Cuauhtinchan, Tlahuapany otros más.

La mejor forma de integrarse adecua-damente a la superficie que habitamos esconociéndola y sabiendo por dónde hacerun buen territorio a su lado.

La ciencia y la técnica avanzada son sa-beres humanos, pero hay otros saberes an-cestrales y populares que muchas veces sondesdeñados por la academia y el poder. No-sotros trabajamos sobre la base de consi-derar el encuentro de los saberes como laherramienta más importante para enfren-tar la crisis civilizatoria por la que hoyatravesamos.

Comunicación

Otro rasgo distintivo del Cupreder ha sidola comunicación más amplia. Para los me-dios somos un referente cotidiano desde elcomienzo de nuestro trabajo, y mantenemosun vínculo permanente que incluye ejerci-cios de capacitación para reporteros en las

materias que nos ocupan. Pero algo nove-doso son los desarrollos en materia de aná-lisis de los procesos de comunicación enlas comunidades, lo que nos ha permitidoentrar mejor al trabajo con la gente.

Hemos participado en decenas de pu-blicaciones sobre los temas que nos ocu-pan, en libros, revistas, diarios; en progra-mas de radio y televisión; en conferenciasy talleres populares. Tampoco nos enten-deríamos a nosotros mismos sin nuestroquehacer comunicativo.

Lo que aquí planteo es el resultado dela conformación de acuerdos entre los in-tegrantes del Cupreder, pero quiero, en lo

personal, hacer un reconocimiento a miscompañeros, que entraron casi todos co-mo pasantes de sus respectivas carreras yhoy son maestros o doctorantes; que hansacrificado vacaciones, familia y hasta amis-tades para realizar los trabajos que nos hanrequerido; que es gente entregada y capazy con una visión muy clara de lo que de-

bemos hacer en nuestro país. También agra-dezco a los que verdaderamente contribu-yeron en alguna parte del proceso de estos20 años. Reconozco y agradezco a nues-tros queridos alfabetizadores del CentroUniversitario de participación Social suentrega para los trabajos que hemos coor-dinado con ellos y a que hayan aceptadoque desastre y territorio se conviertan enpalabra generadora en sus clases. Así loconvenimos con el inolvidable Jorge Pe-drajo y así lo seguimos haciendo.

Hago patente mi reconocimiento a Ma-nuel de Santiago, con quien a pesar de quenos fue robado del Cupreder para dirigir la

Biblioteca Lafragua, continuamos cami-nando por senderos idénticos, y la nuestrabiblioteca de fondo antiguo es mejor hoyque nunca, gracias a él.

Colofón

Quiero rematar diciendo que hoy vemosun sombrío panorama en cuanto a la con-formación de riesgos y el cuidado del me-dio ambiente y las culturas locales. La pre-ferencia gubernamental y estatal por la ge-neración de valor económico a costa delos demás es la peor amenaza para el futu-ro de nuestro país. No se trata de paliarcon programas específicos algunos dañosevidentes, se trata de una concepción glo-bal que pasa por alto, que pone en segun-do término la seguridad y el bienestar dela gente para beneficiar a los grandes in-versionistas, sobre todo extranjeros.

El planeta está muy deteriorado y va paramal. En 200 años destruimos la mitad de losbosques y la inmensa mayoría de los cuer-pos de agua está hoy contaminada; hemosdestruido los hábitat de muchas especies ycon ello las condenamos al exterminio pero,sobre todo, la especie humana ha logradoconvertirse en la más desigual y destructi-va a sí misma, como ninguna otra conocida.

No nos podemos poner unos tapujospara no ver a los lados, como si fuéramosmulas de yunta; hay que enfrentar esta rea-lidad echando afuera la codicia y la sober-bia que hoy dominan al mundo.

Ese es el reto que hoy tenemos enfrente.Muchas gracias.

Ceremonia a “Goyito” un 12 de marzo con pobladores de Xalitzintla

El Cupreder en una salida a comunidad con algunos de los primeros brigadistas universita-rios que se unieron a los trabajos de informacion sobre el peligro volcánico ■ Fotos Cupreder