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La literatura infantil Capitulo 2 “La literatura es esencial para la formación literaria en los niños(as). Leer
cambia las ideas y la concepción que tenemos nosotros sobre nuestro
ser y sobre nuestro papel en el mundo”. (Etxaniz Javier, Investigación
en torno a la literatura infantil y juvenil, Revista de Psicodidáctica, Vol.
13, Núm. 2, 2008, Universidad del País Vasco, España).
La literatura es una manifestación artística que establece un lazo entre
quien escribe y quien lee; busca, a través de lo escrito, transmitir
sentimientos, ideas y apreciaciones de la vida3.
La literatura infantil comprende las piezas literarias escritas para los
niños y niñas, y también las escritas por ellos mismos, comprende las
fábulas, los cuentos, las adivinanzas, leyendas, poemas, cuentos de
hadas y relatos de transmisión oral4.
En El Salvador, la literatura infantil está contenida en los libros de texto
de Lenguaje y Literatura asignados a cada grado escolar y, en las obras
literarias recomendadas por el programa educativo del Ministerio de
Educación o bien, por los docentes encargados. Así, por ejemplo, el
libro dirigido al primer grado de estudios, en la asignatura de Lenguaje,
contiene lecturas literarias alternadas con las lecciones de enseñanza
a la lectura5.
Las obras literarias recomendadas por los maestros o por el plan de
estudios se desarrollan a la par del libro de texto.
3 A.A.V.V. (1992). “Enciclopedia Juvenil Océano”. Ediciones Océano. España. 4 Monografía sobre Literatura Infantil. (Diciembre 2002). En www.alipso.com. Página 15 Entrevista realizada a la profesora Rosario Rodríguez, Centro Escolar República de Venezuela. Escuela pública del Ministerio de Educación. Abril 2010. El Salvador.
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Historia de la literatura infantil
La literatura infantil ha pasado de ser desconocida en el mundo editorial
a convertirse en el boom literario del momento. El aumento del número
de premios literarios y el volumen de beneficios que genera son
ejemplos de su creciente demanda. La idea de que los niños(as) no
son adultos en pequeño, se ha hecho extensiva a la mayoría de las
sociedades, por lo que la necesidad de desarrollar una literatura dirigida
y legible hacia dicho público se hace cada vez mayor. Sobre todo,
teniendo en cuenta que durante esta etapa, los niños(as) aprenden, se
desarrollan y forjan su inteligencia.
La literatura infantil apareció como género independiente en el siglo
XVIII. Así mismo, fue hasta la llegada de la Edad Moderna que la niñez
comenzó a ser tomada en cuenta como un público independiente.
Durante la Edad Media, no existía una noción de la infancia como
público diferenciado y necesitado de obras específicas, y aunque esto
no significa que los menores no tuvieran práctica literaria, su experiencia
no se definía en términos diferenciados de la adultez.
En esta época, eran pocos los adultos y niños que tenían acceso a los
libros y la lectura. Leer era un privilegio. La cultura se hallaba recluida
en palacios y monasterios, y los pocos libros a los que se tenía acceso
estaban marcados por un gran didactismo que pretendía inculcar
buenas costumbres y creencias religiosas. Es de suponer que, en
esta época, los niños oían con gusto poesías y cuentos tradicionales
que no estaban, en principio, pensados para ellos.
Niños y adultos escuchaban las mismas cosas y tenían las mismas
lecturas, así, por ejemplo, las “Cantigas de Alfonso X el Sabio” (1252-
1284), o un siglo más tarde “El Conde Lucanor” o “Libro de Patronio”
17
(1335), del infante don Juan Manuel, colección de cincuenta apólogos
dirigida a niños y adultos. (Ver imagen 1)
Los bestiarios, abecedarios o silabarios, que contenían normas de
comportamiento social y religioso, eran también parte del grupo de
libros leídos por los niños de la época, además, algunas obras de
corte clásico, como las fábulas de Esopo en las que existían animales
personificados.
Con la invención de la imprenta, los niños tuvieron acceso a todos
los libros que hasta ese momento sólo se conocían por versiones
orales. Se realizaban cantidades de cartillas y abecedarios, así como
adaptaciones de los libros sagrados, como el Antiguo Testamento para
los niños, de Hans Holbein (1549), a mediados del siglo XVI.
En esta época, surgió la fantasía, y con ella, los mitos, las leyendas y
los cuentos propios de la transmisión oral. La fantasía era vista como
la facultad mental para imaginarse cosas inexistentes y alteraciones en
la realidad.
Uno de los padres de la fantasía fue Charles Perrault (1628-1703),
quién publicó en Francia sus “Historias o Cuentos del pasado” (1697),
en los que reúne algunos relatos populares franceses. Estos cuentos,
que subtitula “Cuentos de Mamá Oca”, recogen relatos populares
franceses y también la tradición de leyendas célticas y narraciones
italianas. “Piel de Asno”, “Pulgarcito”, “El gato con botas”, “La Cenicienta”
y “Caperucita Roja” aparecen en esta obra, e incluyen con cada uno
de ellos una moraleja final. Con estos cuentos maravillosos, Perrault
introdujo y consagró “El Mundo de las Hadas” en la literatura infantil.
Siguiendo las huellas de Perrault, Madame D’Aulnoy (1650-1705)
escribió cuentos como “El pájaro azul” o “El príncipe jabalí”.
Madame Leprince de Beaumont (1711-1780) escribió más tarde “El
almacén de los niños” (1757), un volumen con diversos contenidos en
Imagen 1, Ilustración de las Cantigas de Alfonso X, tomada de http://www.arteguias.com/musicamedieval.htm Abril 2010.
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el que se incluye una de las narraciones más hermosas de la literatura
fantástica: “La bella y la bestia”.
La literatura de fantasía cumplía la función en la vida de los lectores, no
solo como un escape a la realidad existente sino como una auténtica
y alta creación poética, ya que, es a través de la fantasía que se abren
las puertas de la imaginación y la sensibilidad.
La literatura de la fantasía fue creada a partir de la realidad, por lo que
se le considera una palanca transformadora que crea una realidad
alternativa y que, sin duda alguna, contribuye a la imaginación. A partir de
aquí, los filósofos y pensadores de la época comenzaron a considerar
que la niñez necesitaba su propia literatura, por supuesto, con fines
didácticos. En España, Tomás de Iriarte (1750-1791), por encargo del
ministro Floridablanca, escribió sus “Fábulas literarias” (1782), y Félix Mª
Samaniego (1745-1801) también publicó sus “Fábulas” (1781).
El siglo XIX fue el siglo de Oro de la literatura infantil. En sus comienzos,
el romanticismo y la exaltación del individuo favorecieron el auge de
la fantasía. Numerosos autores buscaron en la literatura popular su
fuente de inspiración y rastrearon en los lugares más remotos de
sus respectivos países, antiguas leyendas que recuperaron para los
niños.
Así surgieron, a principios de este siglo, grandes escritores que se
convertirían, con el paso de los años, en clásicos de la literatura infantil.
Dos de los autores más importantes de esa época fueron Jacob y
Wilhelm Grimm, (ver imagen 2) quienes escribieron sus “Cuentos para
la Infancia y el Hogar” (1812-1825), en los que aparecen personajes
que se harían famosos en todo el mundo: Pulgarcito, Barba Azul,
entre otros. Con estos cuentos, se marca el inicio de la literatura infantil
como tal6.Imagen 2, Ilustración del cuento de “Blanca Nieves” de los Hermanos Grimm tomada de http://nicaprio.blogspot.com/2008/09/gustav-tenggren-y-los-hermanos-grimm.html Abril 2010
6 J. Quintanal. (2005). “El arte de contar cuentos en el aula infantil y Primaria”. Capítulo 2. Literatura Infantil. Tomado del PDF. En http://www.cesdonbosco.com/
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Hans Christian Andersen continuó con la labor de los hermanos
Grimm, sus “Cuentos para Niños” (1835) gozaron de un éxito
impresionante, y no dejó durante toda su vida de publicar cuentos
en los que demostraba su sensibilidad para tratar los sentimientos de
los más variados personajes: La sirenita, El patito feo, El soldadito de
plomo, entre otros.
Es así, que el siglo XIX, pone al alcance de los niños un mundo mágico
poblado de duendes, hadas, fantasmas y brujas, que beneficia e
incluso anticipa los adelantos científicos de la época.
El siglo XX significó, en la primera mitad, un retraso para la literatura
infantil, ya que su contenido altamente moralizante carecía de sentido
ante los ojos de los niños y niñas. A partir de la Segunda Guerra
Mundial, se recupera el tono de la imaginación en los libros, y surge el
esplendor para el libro infantil, en España, la novela alcanza el mismo
auge que el cuento popular.
En 1904, James M. Barrie publicó en Londres uno de los cuentos
más famosos del mundo, Peter Pan, la historia del niño eterno, que
no quiere crecer, habla con los animales, escucha a los elfos que
viven en el parque y conoce el mundo secreto que se esconde tras
la realidad.
A lo largo de este siglo, surgieron personajes literarios que se han
identificado rápidamente con el público infantil y que se han convertido
en protagonistas de largas series de libros. Algunos de ellos han
significado un punto de referencia fundamental, tanto para los niños
como para los adultos, como “El principito” (1943), de Antoine de
Saint-Exupéry.
Durante este siglo, la fusión entre realidad e imaginación se tornó
vanguardia, y, con ella, diversas tendencias literarias nacieron. A partir de
este momento, el texto deja de ser protagonista y la imagen comienza
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Imagen 3. Portada del libro de “Where the wild things are” de Maurice Sendak. Tomado de la portada del libro. 1991.
a ser tomada en cuenta como parte de la lectura, ofreciendo nuevas
propuestas visuales de lectura para el público infantil. Aparece el libro-
álbum o álbum ilustrado (ver el capítulo 3 para ampliar el tema del libro
ilustrado) género en el que destacan autores como Maurice Sendak
(ver Imagen 3), Janosch, Quentin Blake, Leo Lionni, Babette Cole,
Ulises Wensell o Fernando Puig Rosado. Las imágenes se convierten
en ilustraciones que contextualizan lo que dice el texto. La experiencia
en diferentes técnicas pictóricas enriquece esta nueva tendencia.
Al finalizar el siglo XX y durante el comienzo del siglo XXI, la producción
literaria en los países occidentales se encontraba muy bien consolidada.
En la actualidad, los textos en verso tienen ventajas por su fijeza y
por su mayor capacidad para el juego y la memorización; por otro
lado, los textos en prosa, fundamentalmente cuentos, tienen su mayor
oportunidad en la narración oral.
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Tipos de Literatura InfantilLos géneros en la literatura son tres: Lírico, Épico y Dramático, dentro de ellos, los mayormente abordados por la literatura infantil son: el cuento, la poesía, la narrativa, y el teatro. Respecto a la temática que aborda la literatura infantil podemos distinguir dos corrientes principales:
Las tendencias a la fantasía
Las tendencias a la realidad
Relato maravilloso o mágico. Ocurre en mundos donde
abundan los prodigios y poderes sobrehumanos. Resalta
el papel del héroe.
Éste se divide a su vez en:
cuento maravilloso tradicional o folclórico y,
cuento maravilloso moderno
El relato fantástico. Es aquel que se desarrolla en mundos
irreales e imaginarios, frecuentemente mediante la
alteración de la realidad.
El nonsense, que significa “sin sentido”, puede ser en verso
o en prosa, es un juego en el lenguaje de manera tal que
se generen paradojas y situaciones surrealistas o absur-
das.
Realismo crítico social. En él se tratan temas relaciona-
dos a la sociedad, problemáticas vistas desde el
punto de vista de la niñez; dando la libertad a que él
saque sus propias conclusiones. Utiliza la imaginación
para criticar y transformar la realidad, la fantasía para
transformar los valores sociales.
Realismo humorístico. Aborda los problemas desde
un punto de vista humorístico, y positivo que permite
al niño enfrentar sus entornos familiares y sociales.
Relato de aventuras, en los que siempre están
presentes los viajes exploratorios, las aventuras, y la
audacia de los personajes. Algunos ejemplos también
pueden ser los libros de Julio Verne.
Novela histórica, está casi siempre desarrollada en el
pasado.
Novela policíaca y de misterio. En ella están presentes
el misterio, la investigación, la intriga e incluso el
humor. Los juegos que hace el escritor permiten al
lector sacar conjeturas acerca de lo que envuelve el
enigma de la trama, que usualmente se revela hasta el
final de la obra.
El realismo existencial y familiar. Éste aborda las
problemáticas de la niñez casi siempre relacionadas
al entorno familiar; o también relacionadas al mundo
interior del niño, como por ejemplo, la autoacept-
ación o la timidez. Este tipo de realismo derivó de la
corriente de la Psicoliteratura.
El cuento es un relato breve ficticio en el
que predomina la fantasía, la anécdota y la didáctica. El cuento
maravilloso tradicional o folclórico es aquel que se considera
como clásico o bien, como popular, transmitido de generación
en generación. El cuento maravilloso moderno, en cambio,
relata situaciones modernas, muchas veces trata de desmitifi-
car a los personajes clásicos o de abordarlos humorística-
mente.
Relatos de ciencia ficción, las obras precursoras
más representativas son las de Julio Verne. Puede
decirse que los relatos de ciencia ficción son una
manera de imaginar el futuro y de dejar testimonio
de ello.
Tabla 1. Tipos de literatura infantil
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La l i teratura infant i l en el programa de estudios de El Salvador
La literatura infantil es primordial para la enseñanza de la lectura y para
el programa escolar anual del primer grado escolar (6-7 años)7. Está
presente en los libros de texto de la materia de Lenguaje y Literatura,
y se alterna con las lecciones de las vocales, las consonantes y las
sílabas.
Según la profesora Rosario Rodríguez, del primer grado del Centro
Escolar República de Chile (ver anexo 1), asegura que el esquema que
se sigue para el aprendizaje de la lectura es el siguiente: Primeramente,
el apresto, es decir el dibujo de líneas curvas y rectas, siguiendo con
las vocales y su sonido; luego, las consonantes y, las sílabas formando
palabras, las oraciones y por último, la lectura.
El programa de estudios de primer grado se enfoca en cuatro áreas
principales: la expresión oral, la expresión escrita, la comprensión leída
o lectora, y la comprensión oral. A su vez estas áreas se dividen en
6 contenidos: la tipología textual, estrategias de producción oral y
escrita, reflexión sobre la lengua, comunicación literaria, código escrito
en la lengua, y relación entre bloques de contenido y las unidades
didácticas8.
El área de la comunicación literaria pretende que se despierte en los
niños y niñas el interés por la lectura, desarrollen su imaginación y, a
gran escala, aprendan el uso de la lengua9. Cuando leen, los niños(as)
otorgan un significado a las palabras, se identifican con el personaje
protagonista en los cuentos, creen en la capacidad mágica de los
personajes y en los mundos imaginarios que los envuelven.
7 Entrevista realizada a la profesora Rosario Rodríguez. Centro Escolar República de Chile. Escuela pública del Ministerio de Educa-ción. Abril 2010. El Salvador.
8, 9 Ministerio de Educación. (2008). “Programa de estudio de primer grado”. Educación básica. El Salvador. Pág. 13
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Los niños y niñas que leen obtienen un conocimiento por la lengua; su
primer contacto con el texto les muestra de manera implícita todos los
códigos: el uso de los fonemas, las sílabas y las palabras, y cómo las
palabras transmiten un mensaje.
Al leer, los niños y niñas conocen cómo usar la lengua y son capaces
de reproducirla.
El libro de texto de Lenguaje y Literatura del primer grado presenta una
serie de lecturas que, según el programa de estudios del Ministerio
de Educación, son aceptables para los niños y niñas de este nivel. El
libro presenta un esquema en el que se alternan lecciones de vocales
y consonantes con trozos de literatura infantil; está diagramado de
manera que las ilustraciones acompañen al texto, y tiene además una
serie de actividades y ejercicios aplicables a la lectura.
Las lecturas se extienden de 2 a 5 párrafos, y aunque el Ministerio de
Educación señala que es bueno que los niños y niñas se expongan a
textos literarios que no conocen desde un primer momento, las lecturas
señaladas en el libro de Lenguaje y Literatura no son precisamente
fáciles de asimilar.
Según la propia experiencia de la profesora Rosario Rodríguez, los
niños y niñas deben recibir un refuerzo por parte del docente, puesto
que en un primer momento el reconocimiento de la lectura del libro
es bastante arduo. Manuel Antonio Tejana, de Clásicos Roxsil, señala
que un texto para niños de 5 a 8 años no puede ser tan extenso,
puesto que los niños de estas edades dan mayor preponderancia a
los dibujos grandes10.
El problema del refuerzo se hace mayor en aquellos niños que no
ha asistido a kínder y preparatoria, que en el caso de la profesora
Rodríguez, conforman la tercera parte de todo el salón. El refuerzo
10 Entrevista a Manuel Antonio Tejana, de Clásicos Roxsil. Mayo 2010.
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Imagen 4, se muestran 3 de los libros utilizados en el primer grado, a la derecha el libro de Lenguaje y Literatura. Fotografía tomada en abril 2010. Tomsda por Evelyn Magaña
que el docente brinda a los alumnos(as) consiste en leer las lecturas y
desarrollar actividades acompañadas de imágenes alusivas al texto.
El libro de Lenguaje y Literatura que se utiliza actualmente (ver imagen
4) tiene vigencia desde el año 2009. Hasta hace algunos años no se
contaba con libros que apoyaran las lecciones a la lectura, sino hasta la
Colección Cipotes, realizada por el Ministerio de Educación, en el año
2000. Anteriormente, el material para la enseñanza era básicamente
propuesto por el docente.
Si bien, el libro de Lenguaje y Literatura que se utiliza en la actualidad tiene
mayor participación de la literatura y la ilustración, su contenido visual
supondría utilizarlo junto a otro libro de texto de sencilla comprensión,
junto a un libro obtenido por las propias escuelas o recomendado por
los profesores. El mismo Ministerio de Educación señala que “es mejor
darles a los niños y niñas libros con pocas palabras y oraciones cortas
a diferencia de libros con mucho texto y sin dibujos”11.
Por otro lado, son muy pocas las oportunidades que un profesor (a)
tiene de poder recomendar una obra literaria que motive a los niños a
leer. La profesora Rodríguez señala que no todas las escuelas públicas
tienen biblioteca, y mucho menos tienen material literario; en el caso
de las que sí lo tienen, se trata de libros obsoletos y de mucho texto,
que invitan pobremente a leer. Y ya que los libros recomendados por
el docente significan un gasto extra para los alumnos(as); la alternativa
más viable, para algunos, es el material creado por ellos mismos, es
decir, dibujos, carteles, actividades que los incentiven a ellos mismos,
y les faciliten los contenidos. Las editoriales, como Clásicos Roxsil,
producen libros de texto de literatura infantil para niños y niñas. Elba
Rubio, vendedora de esta editorial, afirma que los libros que más se
venden son aquellos que los colegios y escuelas piden a sus alumnos,
entre ellos: “Lights and Colors”, de Corina Bruni, un libro que alterna
literatura en inglés y en español, y “Pinceladas Infantiles”, de Rafaela
Antonia Castaneda de Cordón, ambas, publicaciones nacionales.
11 Ministerio de Educación. (Mayo 2005). Educación Inclusiva Módulo 3 en formación. “Estrategias para enseñar destrezas de comu-nicación y lenguaje”. Una guía práctica para directores y docentes. El Salvador. Pág. 9
25
Aunque las publicaciones nacionales son vendidas a solicitud de los
colegios y escuelas, existe también la llamada lectura libre que, según
Manuel Tejana, de Clásicos Roxsil, es la lectura que los padres pueden
brindar a sus hijos e hijas: “Los niños prefieren los cuentos clásicos
como “La cenicienta”, “Pinocho”, “Blanca Nieves” y “Los tres cerditos”,
y prefieren, además, los libros grandes y de dibujos grandes”. Sin
embargo, la lectura libre es escasa. Considerando que los profesores
creen material gráfico y que las editoriales fabriquen publicaciones cuya
demanda está sujeta a los requerimientos por parte de las instituciones
educativas, surge el problema real: la lectura como placer, textos que
inviten a leer, que no sólo cumplan su función didáctica sino además
inviten a los niños y les guíen de manera firme y sutil.
“Los niños ya no leen”12, sostiene Marcela Ortiz, en su artículo “Pasado,
presente y futuro de la literatura infantil”, “más bien los niños van al
cine”13, haciendo referencia al interés que puedan tener los niños
y niñas por la lectura. Hay que considerar que la estética a la que
los niños (as) de la época actual están expuestos está sumamente
desarrollada, con esto, los niños(as) son espectadores de muchas
de las películas de Disney, de programas televisivos y de personajes
que llaman su atención constantemente, por sobre las publicaciones
impresas dedicadas a ellos(as).
La literatura infantil, por su parte, podría estar armada del recurso visual
que la pantalla ofrece a los niños(as), es claro que la imagen llama
la atención y vende. La imagen, en este caso, puede ser entendida
como ilustración aplicada a los libros de literatura infantil.
La ilustración se convierte, entonces, en un buen vehículo para la
creación de literatura infantil estimulante, creativa y facilitadora de que
una generación de niños se interese por la lectura y pueda cultivar de
esta forma una mente creativa.
12, 13 Ortíz, Marcela. “Pasado, presente y futuro de la literatura infantil”. Subversión animada. En http//: revista babar.com. Abril, 2010.