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H{ H,ARIE COII)NIAL PF,RUAI{O I,AffiCANI}EIARIA INTNODUCCION EI autor es ud reconrci- b frNoriúr d¿l Ana Ha Wrti.cipab €a congresm buerwcbtulzs y uMhun- te repaúe s tieftrp etúre su labor rcaüntba en la kcwln d¿ Ane de la UNfuISM y ta Direccün &l Mugco de Artc e His.a¡ra' fu Ia lniffil¿ ¡¿¡¿¡ilt¿rsid,ad Rfcado Fíffi¡ Cftdcnrc Ihiudd l{reid if;ryor dG Sr }fnroc devdos olvidaron sr nombre o advocación miginal y la baüizm sm el nombre del puólo o hgü de venera- ción, multíplicando sus d€úonhaeiones. Asi vete- mos argir a b Yirgcn de Pomata qre no es cÉra rye.la Vugen del Rosario, la que ha adopt¿do el nombe del pueblo donde se le v€meta, enla zona del L¿go Titicaca y que b¿ $mse a $us atributos lIuevos elementoq cüno hs ptrrmas en lA corona. A,shim, de 1o Vhgen Ca*lari¿ o de la Pwifrc¿citÍn, suqinin lb Virgen de Copacabana, la Virgen de Cocbarcas, de Cha¡acato, Caim, Cbryi, eic. La Vhgen C.mdeluia se @rmlxa enhe hs más fmoeas eo el mundo mdi- no, mbre todo er la parte s¡r, donde sus iglesias y saltuarioÉ se r€msnf¿n al siglo )ffI y €srfu Secha- mente ligadas al mrmdo indfena el que h ac€pt¿rá n{pidameirte idenlificándol¡ como la Pac,tamama o tra l.{afu Tierr4 que ellos en su Paofeón consideran como rm ser prd€ctor {pe los cuida y alimeot¿ y que tes sirve de intermdi¡ri¡ entre el Dios Supremo y los bombres, produciendo lo 4re s csnoce como el Sincretis- mo, el que analizaremos en la devocion a la Cadela¡ia más adelante. D*" h ilega{ts de loe eryrfules a América la Virgen Marla se constituirá en dmbolo de b evaqeliza- cién, puesla de uanifieslo en la aceplación y difisiéa de cullo de las que ms dan cuenla crónlcas y oüos escdtos qle informm de la multiplicacióo de sus advo- cacimes y de los saatuarios que se levmla¡on a su gloria. El Yirrehato p€ruano m quedé atás en Hispanoa- m&ica y eunque no cuenta con saduarios de tan crecida fama cooo los de ftadalupe m Méxirn o de Chiquinqui- e.!r Colsmbia' enlre otos, los muchos templos levmta- dos en su rpmbfe, h¡sta en el más pequ# rincón de ouestros Andes demuestrru, cortro bim amta Vargas Ugatq qrn nuesra Nación merece el apebtivo de Madaú¡ (Yargas Ugaae, t94Tt. L¿s'ra¡íanües icono$tl- ficas de las represeirtacimes de la Mafre de Jeqb son muchag pero etrhe ell¡s podemos distinguir her- mandad eo cr¡¿trto se refiere a la imagen primigenia, aquetla qrr le dió origen y que posteriormente, il difimdirs $n ct¡lto, loo 7l Sequilao: Año II, Nros.4-5, 19gJ

La Mamacha Candelaria en el Arte Colonial Peruano

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Artículo de Ricardo Estabridis Cardenas para lña Revista Sequilao N° 4-5 (1993)

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Page 1: La Mamacha Candelaria en el Arte Colonial Peruano

H{ H,ARIE COII)NIAL PF,RUAI{OI,AffiCANI}EIARIA

INTNODUCCION

EI autor es ud reconrci-b frNoriúr d¿l Ana Ha

Wrti.cipab €a congresmbuerwcbtulzs y uMhun-te repaúe s tieftrp etúre sulabor rcaüntba en lakcwln d¿ Ane de laUNfuISM y ta Direccün &lMugco de Artc e His.a¡ra' fuIa lniffil¿ ¡¿¡¿¡ilt¿rsid,ad

Rfcado Fíffi¡ CftdcnrcIhiudd l{reid if;ryor dG Sr }fnroc

devdos olvidaron sr nombreo advocación miginal y labaüizm sm el nombre delpuólo o hgü de venera-ción, multíplicando susd€úonhaeiones. Asi vete-mos argir a b Yirgcn dePomata qre no es cÉra rye.laVugen del Rosario, la queha adopt¿do el nombe delpueblo donde se le v€meta,

enla zona del L¿go Titicacay que b¿ $mse a $us

atributos lIuevos elementoqcüno hs ptrrmas en lA

corona. A,shim, de 1o

Vhgen Ca*lari¿ o de laPwifrc¿citÍn, suqinin lbVirgen de Copacabana, laVirgen de Cocbarcas, deCha¡acato, Caim, Cbryi,eic.

La Vhgen C.mdeluia se

@rmlxa enhe hs másfmoeas eo el mundo mdi-no, mbre todo er la partes¡r, donde sus iglesias ysaltuarioÉ se r€msnf¿n alsiglo )ffI y €srfu Secha-mente ligadas al mrmdoindfena el que h ac€pt¿rá

n{pidameirte idenlificándol¡como la Pac,tamama o tra

l.{afu Tierr4 que ellos ensu Paofeón consideran comorm ser prd€ctor {pe loscuida y alimeot¿ y que tessirve de intermdi¡ri¡ entreel Dios Supremo y losbombres, produciendo lo 4res csnoce como el Sincretis-mo, el que analizaremos enla devocion a la Cadela¡iamás adelante.

D*" h ilega{ts de loe

eryrfules a América laVirgen Marla se constituiráen dmbolo de b evaqeliza-cién, puesla de uanifieslo enla aceplación y difisiéa deq¡ cullo de las que ms dancuenla crónlcas y oüosescdtos qle informm de lamultiplicacióo de sus advo-cacimes y de los saatuariosque se levmla¡on a sugloria. El Yirrehato p€ruanom quedé atás en Hispanoa-m&ica y eunque no cuentacon saduarios de tan crecidafama cooo los de ftadalupem Méxirn o de Chiquinqui-rá e.!r Colsmbia' enlre otos,los muchos templos levmta-dos en su rpmbfe, h¡sta enel más pequ# rincón deouestros Andes demuestrru,cortro bim amta VargasUgatq qrn nuesra Naciónmerece el apebtivo deMadaú¡ (Yargas Ugaae,t94Tt.

L¿s'ra¡íanües icono$tl-ficas de las represeirtacimesde la Mafre de Jeqb sonmuchag pero etrhe ell¡spodemos distinguir s¡ her-mandad eo cr¡¿trto se refierea la imagen primigenia,aquetla qrr le dió origen yque posteriormente, ildifimdirs $n ct¡lto, loo

7l Sequilao: Año II, Nros.4-5, 19gJ

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EcJútdim

I,A \IIRGEN DE LA PURIFICACIÓNO I}E LA CANIIEIAruA

L¿ denominacidn pdmaria coneryonde ala representacién de la Purificación, e,písodio

de l¿ Vida de la Virgen que Sa Lucas nosrelata en el Capltulo II de su erangelio: v.22:Curylido ashismo el üempo de la puifica-cién de la Madre, según la l*y de Moises,llevaon al Niñoa Jensalén para preenlarle alSeúor; v.23: cximro egá escrito ml Ley delSeñor. Todo varón que üazca el primero, e.n[consagfado al Señsr; v.?A: y para presentar laofremda de un par de tórtolas o dos palominmcomo eslá tailbién ordemdo en ta Ley delSefur. Sobre la ñrcnle m la Ley de Moisésaos habla el t¿vltbus XII v.4.

Normalmente l¡ esceira se cüroce comola P¡esentación del Niño el Templo, pero ellaconeryde a la ver* corc leemoo en elevangelio, a la purilicacion de la Virgen de lammcha legal que, según la t¿y de los jtdioqcontrala toda mujer al dm a hz tm hijo. Enesfa ceremonia se ercendlan cirios de dotrdederiva¡á posteúorme, le la derminación deCa¡del¿ para el círio encmdido y de CmdeLa-ria para b Virg€Nr que 1o lleva

t¿ fiesta de la Purifrcación es de las másaotignas! ya se celebraba en Je¡Í¡sal& en elsiglo IV y en Condadinopla s¿ hizo oficialdesde el 542 w ti€mpos del Emperador Ju$i-niano I. En esas ceremonias se bendicen lascmdelas y se efitona el cádico de Simeonpaxa cormemorar l¿ entrada de Cristo e,n elTemplo de Jerusalén, donde este anciano y laprofetiza Ana tienen la revelación de h identi-dad de esa Mafre y su hijo. Con el tieryo laVirgen purificada se irdepedizutl de laesc€na doble y con su hijo en brazos y elatributo consabidon la Cmdela surgirá comoura advocación irdependientg de mucho éxitosobre todo en América, donde e¡r los Andesperumoq el indlgena le colocará adm¡is delcirio, la caaasilla con las dos t&tolas.

Urgando en antecedentes hispanos Her-náúz Díaz gn. su esfudio sobre la iconografiade la Virgen Madre, nos menciona e¡rtre lasmás adiguas de las representacimes de

Nuestra Señora de la Purificación, la esulhra¡ealizada por Nicolás de t¿ón, en 1546, en lapanoqui¿ de lvlmzanilla- (boy tuaparecida),iúspirada en la Yirgen de Belén de Tomigiacro(Hernldez Diaz. 1944). La imag€tl sede¡ltelleva al Niño en s¡s faldas y en la mano

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derecha u¡r cirio. En- lo que se refiere albautizo de rm templo o convento bajo estaadvocación en Sevilla, séto podemos citm laiglesia del Convenlo de Nuestra Sdor¿ de laCadelaria de I¿ Puebh de Cazatla en l¿siera $n, donde al parecer no subsiste unatitul¿r ni en escultura ni en pintura (!4o¡ales,Senera" Valdivieso Sana 1981).

I,T CANI}EIIIruA EN EL PENÍILOS OR,ÍGENES

La pemcia en 1575 del italimo Bem¿r-do Bilri de la orde¡r je$iüa en tierras delVirreinato del Perú, ¡o sólo implíca la intro.ducción del manierisno italiaoo, sino el iniciodel la misión evangelízadora mediaote lahagen, desarrollada por los bemaúos & suorfu a lo largo del territorio pennno, dondeteio{an c¿sas insfaladas.

Analizando la tem¡Ítica de nuest¡o Írse$tro jesuita, e¡codxarnos eútre s¡s obras doslienzos dedícados a la Virgen de la Ruifica-ción o l¡ Cadelaria; rmo de ellos, de bellacomposiciolr vertical, mu€sra a lia "madona"vesüida & rojo y arul con el nifo em brazos yrodeada por uns m¡ndorla de lttz. En egeliúzo realizado por Bfti para la iglesia &San Pedro de Lima pocos años después de sultegada" se obcerva que loe cirios son sosteni-dos por cualro hemosos ángeles en los áugu-los. En b ciudad de Arequipa al qr del paJs,

en l¿ iglesia de la Compdfa, bs jesufascoru¡eryan en su sacrigla otra versión de 1¿

Candela¡ia realizada dos desués por elhermano Bitfi, posiblemenfe €n um segrmda

esa¡cia en esta ciudad, bacia 1603. En esta

versión varia la composicion y pone en lasrnanos de }a Viryen y el Niño la consabidacandela, diferenciándola de la de Lim4 spartede ello ya el uatmiento del Niño y del entor-rc de las fi$nas, Íuusa la evolución delm¡nierimp ii¿liano hacia formas post- triden-thas, mds acordes con la inl€nción evargeliza-dora (Esabridis, 1989).

Es asi vemos que desde anfes de prome-diar el siglo XVI la devoción a la Candelariaseró propiaciada por los jesuitas $rc tenlancasas, aparte de LimA en Ayacucho, Ctxco yPuno, cubri€tdo la sierra sn. Aslmimo uncronista dminico Reginaldo de Lizftraga enla primera década del siglo XVII dedica rmcapitulo de nr oha pra informarm sobre laimposicién que hace s¡ orden del culto a la

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Estoúridis: It ll'Ianndn fundolorb en ei At& Uorrio,

Yirgen Cadelaria, en el pueblo de Capacaba-na: "Pam deSacer este ado¡atcio qrr llama-mos guacasr ñ¡e acert¿dlsim sacar a losindios de aquella isla y poblarlos en la tierraflrme, a la legua casi del agua en un cemo rro¿rlto llerado ad Copacavana".". Me,nciona quela rgleia la hicieron los dominicos con elbachiller Montoro guíen "madó hacer a unindio una imagen de bulúo, que colocó e,n lafglesia" al lado de la epi{ol4 en rm altr, porú la idituló de "La l\rificación"; el cronistaafirm¿ h¿berla visto lx€s o cuatro veces y quees muy hermm y de rma vara y cuaho dedosde alo (Lizórraga. Cap. UíJO(VI). El mimos¡otúSa, en base a lo manifesüacb por Modo-ro informa qm: 'tabiendo falta de a$ta paral¿s cmid¿s, los indios determinaron unaprocesióna ingancias de esto sacerdde, sacm-do la imagen de Nrcsra Señora y pa¡a esto laparcialidad que llman Hddn Saya que es laruñs principal, trdólo con la monos principat,llamada Urin Saya; est¿ m quiso venir enello; los Hañan Sayas bac€ú or procesión; ftnI{uegro S€ñor servido, para conñmdir a edosindíoe de poca fe, que, con tener las ch¡[carasjurtos" part€n linderoq lloviese e¡n la de losI{añm Sayas y no elr la de los Urin Sayasr(Líz[uaes. Cap. L)OOffI).

Hacia 1570 nace en Humanga el crmisüade Copacabma Alfonso Ramos Gavil¡ln, quiene¡r 1588 entró en la orden agusin¿ y se dedícóa reconer el Perú, hasa Ete en 1618 lo en-contaüos ya err Copacabaoa (Espinoza,

1972). Sus esritos, recopilación de sus viajes,son ñpile impofiaote para analiza¡ cómo semaül€nien los ritos indígeúas5 aslmimo, po¡e& manifiesto en ellos la preooryación de losagud,inos por identificar a Ttmapa con elApóetol Sm¡o Tom¡is, quien habrla predicadopor €stas tierras. AqU" corno bien anotaGisbef, se poe de m¡nifiesto esa dualidad &los agusinos pldeada ya por San Agustfn ensr "Cirdad de Dic", cuando m¡ni{iesa qus;

"las verdades crisúmas e hallm lateñes tdoen la nafinaleza circrmdade como En la cr¡ltu-ra pagaü¿ de griegos y romanot' (GiSert,1980). Es por ello que los apstinos desde

estas fechas temprmag son los principalesprorpubores del sircre[im americam.

Rams eravi¡fo agrega a lo erpresa& porel dominio Lizánrarga sobre los mtgenes de ladevoción a la Candela¡ia 'sido bs mesesde enero y febrero los más temidos del doporque sts heladas sollan arruirar las semede-

ra..". T,ermidm los Anansayas se docidie¡onpor la advocaciónr de la Candelaria o de laPutificación, por venir esa fiest¿ de la Viryenen la procisa época mác temida de los hielos,cmsagr¿ndose ellos en una cofradia en bonmde NwSr¿ Señora" (Rms G., 1860). Será en1583 cumdo se entroniza la imag€rl ceadapor Flancisco Tito Yupanqui la prirneraimagen obra de un indtgena aceptada despuésde muchas visicitudes. somo nos relata elmimo escultor en un docrmento Ere ñre lafipnte prirnera de Ramos. Da crmta en él deloe recbazos que trwo, de su ryrendinie y e,cómo decide al fi¡at tomaa como modelo a l¿Virgen de la tglesia de Smto Dmingo dePotool (Rmm G., 1t60. C¿p. q.

Cinco años dequés de e¡¡t¡ordzada laim4gen, la fama ds su milagros hace que losagusilinos pidm la dodrina a Fqay Martin deSepflveda hior del Convedo de la Plata, 1¿

que les ñ¡e concedida por Real Cédula ein

Mafrid e 13 de enero & 15t8. Por ello, es alos agusim a guien s debe la propagaciónde sr ü¡lto y la obra mmrmedal de su saptuario, terminado hacia 1699, año en querecibirirá la visita del Viney Coú de Imos(Yagas UgAtt", 1947).

Ramos termimrá snr crónica e¡r 1621,fecha on que será editada, dando cwd¿ almmdo del origen de la Virgm y ss milagrose ilugrmdo su obra con ur grabado dode esrepreserl¿da effie cortinajes recogi&s, de piesobre pema con gunúfn, vesida con úaje decomposición fdangular, a la españolq rica-m€¡úe deconado; ller¡a al Niño en el brazo&recho. (a la inversa de la esaftra) y en lamano izquierda rm cirio ercedi&. SegrhGisbert el dibujo pudo hacerlo SebastiánAcostopa (Gisbert, 1980), quien realizó dos

'mdgenes de €sia advocación para Cluco(Gisbert 1991. pg. 203). I^a obra crmplió sucometido, rompió ftoneras y surcó los maresdiñndiendo su fama" pnreba de ello es el aulosacrrnedal de Calderén de la Ba¡ca: "LaAr¡rsfa de Corpacabana".

I¿ esffiltura sreada por Yupm+d, segthVa¡gas Ugarte se hizo de paSa de maguey,bie¡r eeucada y dorada a la que e adomó ypintó con colores diverms en sn lxaje vistoeo.Actualmede 1o rhico que €s posihle aprcciare¡r ella y el Niño son $E rosros y Í¡anos $rcreflejan rm s€r mesúizo, de raryos mas autóc{o.nos que occidentales, lleva siempre ur ricotraje timgulü y no le falta el cirio y la

Sequilao: Año II, Nrrs. {-ílWJ 7:

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&túrdfu

cana$illa co¡r las tórtolas. Al grabado de 162lmás adelaole se sumó el que ilugra la ob¡a deItay Fernaodo de Yalverde con el PoemaSacro dedicado a Nuest¡a Seúo¡a de Copaca-bana en 1641, estampa gue realizara el fraileagusino Ray Ramcisco Bejararc, disc{pulo deP&ez de Alesio (Egahidis, 19U). Esegrabado indudablemenle toma como mdelo elde la crdnica de Ramos, solo qrn aparece alrevés, con el mismo trala¡niedo decorativo enel vestido y con algunos agregafus, corno unmapa extaño del Perú a sus piés, las figuasalegóricas de la Fe y la Gracia a los lados yen el ertremo inferior un idlgena o¡ado mteun idob.

De la escultuca de la Virgen de Copaca-bana se hicieron muchas réplicas, rmas por elprqpio Yupmqui y oftas por Sebasflln Acos-topa e inchnive e atribuye üra a Pedro deVargas (Gisbtrt, L99l). Asfuisno, la imagenfue llevada al lienzo tsmmdo como referenclalos grabados &, 162l y 164t por lo generalenmrcádola er ur óvalo de oro y pieúanpreciosas, tal como fi$na, por ejemplo, elr lasconservadas en Ia Recoleta del Cusco, la delMmaserio de Sanla Tsesa & Areqt¡ipa(Estabddis, 1988) y en la Colección Poli deLima

LII VIRGEN CANITEIITNIAITE COPACASANA EN LIMA

[¿ devoción a la Virgen de Copacabanallega a Lima nipidamente antes de promediarel siglo )fVI, Lizáraga en su crónic¿ de Iaprirnera década del siglo XVII da suenla deello: 'En la provincia del Cofao (como en zulugar diremos) hay m pueblo de indios llama-do Copacavana'. "Agui bay ma imagen del{uegra S€ñor¡ {¡ue ha hecho m pocos mil¿-gros'.." '? devoción de est¿ imagp4 en todosloo pueblos casi de españoles y en muchos deindios se bm pesto imágenes de ññaSeñora con la pisma advocación; e¡r e$aciudad sehizo rma capilla jmto a laprcrtadelPerdón, de la lglesia Mayor con una imagenrcmbrada ad: Nuestr¿ Seño¡a de Copacabm4la cual debe hacer vefute afu, poco máq qwse purp, dode con gran devoción concur¡e elpueblo, la cual tiene muy a&rn¡da y uncapelHn que sirve en esüa capilla y sust€ntamuy abundantemente coo las limosnas" (Ltz-&raga. Cap.XLVQ.

Por s¡ parfe Cobo cuaú se ¡eliere en

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sus crónicas a las hermmdades que hay en laChdad de Lima; al referire a la & NrregraSeñora de Copacabma, r¡os dice: "L¿ Cofradlae imagen de est¿ advocación es mry adiguaen €sta ciudad". "Llfuese de Copacabma porser traremlo de una imagen milagrom queestd en m pueblo de indios de la provircira deOmasuyo, diócesis de Chuquiabe tlamadoCopacaban4,,". 'Edificós¿ en el barrio de SanI^ázarc el año de mil seicienros üez y siere ybasladós a ella la imagen y cofradh deindios que antes astuvo en uta ermita quehubo pegada a la iglmia rnayor vieja, la crulse derriM para el ediliciao de la meva y est¿acabada". "Estuyo at$h ti€mpo esta imagendedro de ella en una de srs capillas, y rúltima-m€Nüe el año sobredicho & &ez y siele leedificarcn srs cofrades esa emita y la trasla-darm a ella'(Cobo. 1653. Cap.X)Onf.

I¿ inagen titular de esta cofrada fuemuy deeacada por Marco Dorta en su Higoriadet fute Hispanoamericaoo, considerándoliauna de las mejcas obras sevillanas de lasposüimfas del siglo XVI en toda Américadel Sur, obra de algh escultor sevillanoresidente en la Ciudad de los Reyes o importa-da de un taller se Sevilla (l{arco Dod4 1950.

W.3?;9'1. Ello se h¿ venido repitiendo had¿ lsactualidad, es asd omo €n el libro "Es rüuraen el Perú", publicado por el Banco de Crédiúo

recientememte, Bernales consider¿ lo dicho puMa¡co Dorta y cita rm dato de loc primerosafus del sfb XVII, por el cual consta que elescr¡ltor sevillano Juan de Oviedo mardó a

Lima una escultrna de la Yirgen de la Cande-lsria, de la crul dio carta de pago por el valorde dos mil realos, dejmdo sentado con ollo

'na posible aüorla (Bernates, 1991. pg.36).Sin eobargo, Vargas Ugarte etr um prblica-eión anterior a la de Marco Dorta (VargasUgarte, 1947. p9.603) ros ciüa a su aüor, eIescuftor Diego Rodriguez quien declaaró en elprocesCI para certificar ¡n milegrc de la ima-ge,n acaecido q, l5/2 y menciona qtn dichoproceso gmé ur legajo que se cotx¡erva enel Archivo de Indias y laobién mota uno etlel A¡chivo Ar¿obispat de Lima (aciuafmtebemos comgrobado gue éste no existe). Apesar de ello Vargas Ugarte no consigna eldato en su publicacién'F¡sayo de un Diccio-mrio de Artlfices...", editado el mimo aio(Vargas Ugarte, 1947. g. l0O), cnando cita aDiego Rodriguez e igualmenre ocure conlodos los eshdios que se ban refmido a esta

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Estahridis: In Mandu CürdoInt'u en el At* ColorútÍ

obra o a la proúrcción del mencionado wr¡l-tot.

L¡ riltimo escriüo sobre escr¡ltrua colmialen el Peni es el libro del Bmco de Chéditodorde pardcipan varios arsores, ya hemosanotado lo manifesado por Bemales en rela-ción a la escultura de la Virgen de Copacaba-na de Lim¿; Gisüert en dicha obra al trata¡sbre h wultr¡ra en Cr¡so se ¡efierc a DiegoRo&iguez como un escrüm erydol docrrcn-lado en Quito, Lim4 C\tsco y Chugisaca yco'nsidera como rhica obra idedificada un SanSebasifo en Quito que data de 15?1; en 1580lo ubica en Cusco habajando el rel¿blo nayorpar los m¡cedmios¡ en 1583 lo docum€,lrt¿ enCnrymca fÍm¡do rm conl¡ato para la igtesiamercaderia de dicha ciudad. obra que ro seejecuó; por ello y porqué no apa¡ece enniqgñn documedo posterior, prcsune sumr¡erte eÍr esa fecha (Gísbert, 1991. p9.205).Por sr pürte Tord en l¡¡ misma publi a ión,cuando se ocupa de la escultura en Arequip4al refe¡irse a la imageir de San Sebasfuln quecorunrvao los jesuitas, la cataloga como obrade Diego Roüiguez (ford, 1991, pg. 2521(Estabridis. El Couercio de 16.08.87).

Por todo lo exprcso es que en bas aun¿ mta de Vargas Ugarte, recurrimoc a rurapubücación hech¿ por Mmseñor Carlos GarclaYrigoyen €n "El Anoigo del Clero', Boletú¡Ecl€sid$ico de la Arquidiócesis de Lima,editada en l9(D, donde se frascríbe el procesoabierto por Sdo Toribio m diciembre de1591 por el milagro de la tmnspiración de laescuhrna de h Vqgen de Copacabana deLima C¡rcla Yrigoyen en la sección docu-ú€ntos para la hi$oúa del referido boletf&con fecha lE de abril de 19@, t¡ascribe losiguiente: "En la Ciudad de los Reyes el 4 deenero de l5Í2 el Strr hior mandó parecermte sl a Díego Rodriguez que d{o ser wul-tor residenle en esta cirdad, por haber tmidost merced noticia qn habla hecho la imagen& Nuestr¿ Señora de Copacaban4 del flattomó y recibió juraoento de form¿ de &re-cho... y siendo pregunúa& d[io: "que esetestigo es el misno Diego Ro&igrcz escuLor,que hizo h imagen de madera de ce&o deNicaragua y le parece a este testigo, flue prrede

hacer tes años ades mds gue meooe, qn hizol¿ dic&¿ inagen en esüa ciudad; que al tiqoque la hizo eSe testigo y f¡¡e la labré, eg¿bael ceüo rmry seco y de mwhos dfas traldo deNicaragua qtn el nil¡glo que decla Ete ba

nrcedido en la dicha imagen, de haber sudadocmtidad de agua no pide proceder natural-m€rÚ.e de lamadea, ai fiellos de lapinrna,bamiz y encamaciún de ell¿ por ser todo muyseco, drao y esar sobre cosa más sea $p esla madera, y flue hech¿ las diligeacias de qnpueden baber mspecha este t€stigo lo time pon

milagro...", rnás adelant€ cmchrye su declara-cién diciendo: "Que lo dicho tiere es laverdad y lo gue sabe para el junmmto quefecho tiene y firmólo & sr nmbrg qrn es desesenla dos & edad y firmé el señor hovi-sor. El doc{¡o Valu[zr, Diego Ro&igrcz,escultor. Arúe mi Juan de Rodas, escribano dezu mallslad'.

En este mimo legajo del milaro de laVi¡ge¡r se da a comcer indirectaü€núe al quepinté y encamé la referida imagen: Tn laCftrdad de los Reye, este dicho dla" mes y aúosr¡sodicho pra dicha averiguacifu, el dichoSeñsr Provisor mmdó parecer ante d a unhombre que dijo llamamie Q¡i6ilóbal de Ortega,pidor de imágeires residente en e$s dich¿ciudad, el cual ba tenido noticia el Señorhovisor qte pintó y wamó la dicha imagenpam qpe declare si el sn¡dor qrn two la dichaim¡gen & Nue$ra Señr¿ de Copacabanapudo proceder de tra madera gue esá c€mpues-tA de matiz o matices que al tieryo $!e 1¿

hizo 1o puso... y siendo preguntado dijo: 'quel¿ dicüa imegeú de madera, sabe €te testigoque la hizo Diego Rodrigrcz escrüon, guereside en esüa chdad, la cual es de ce&o deNicaragua y que puede hacer tres años m¡is omenos Ere el dic,bo Diego Ro&iguez e la dioa €ste testigo ptra que la pintare y decoras€ ...y €ste testigo la pintó, doré y encamé y lapuso err la perfeccídn que al prosente est¿..".Iguaümene Va¡gas Ugarte en sr Diccionariode Artifices no consigna el dafo y se refiere aCritobal de Ortega como arilor de la pintura ydorado, m 1590 del rdsblo de Santa Catalinaen la Iglesia de SEn harcisco, y en 1617 deldorado del retablo prircipal de la Iglesia de laTrhidad, ge habia tdhe Abm de Mesa.

Con los tesüimmios ciüados lfoeas alrá.s es

ürltdable la autorh y la fecba de la image¡rde Nuesha Señor:¿ de Copacabana que se

coriserva en Lima; Diego Ro&iguez la talló yCtistébal de Ortega la píntó y doló, ca. 1588.Taübién se deduce por la edad que dela¡aRoeigr¡ez ef,r esa fechq gue nació en 1531 yque es a los 4O añoe gue lo enconlramostrabajaúdo en Quito en sr San Sebastian, obm

Sequllao: Año II, Nros. {-5, 19E3 7,

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E;tütdi¿r

qn, comparada con las dos realizadas en elPeril, la Vhgen de Copacabana en Lima de ca"

1588 y la de Sab S€basiáü en Areguipa de1590, rellejan ta misma gubia. En sus ecultu-ras del ñúrtir asa€tado se aprecian emejanzas€n ese egilo de rcgaw mmieris4 aI parecerde raigambre casella¡a, con cierta estilizaciónde la ligur& notoria en el alargamiento delcuello y ma bft$eda teryrana de realistno,puesfa do manifimto en h hisqueda de unincipiente nruralismo andómico. En lo que srefiere a la escultua de la Virgen (ver figural), reryonde al gwto de hs vlrgeires del bajoren¡cimieúto sevillano, de las del tipo quehace Roque de Baldque, del que conÍErva-mos dos imágenes sú Limr, la Virgen delRosario de Sado Domingo y la Virgen bauü-zada pr el hpa Jnan Pablo II comi de l¿Evmgelización, en la Cate&al (Benmles,1977'l; ambas ya se encontraban en I imn porlas fecbas €n gue Ro&iguez esculpe ta deCopacabana y ro es extraño que las hea tom¿-do como pudo de referencia, arnrque €n est¿

imagen, la Vhgen lleva los cabellos descubier-tos y su mmto es mems rfgido al recogersepor delane. Y asi llegamos a dm inúerpefa-ciones disúintas de rma misnra advocacién, lade rm escrüor hispano como Roüigrcz y lade un escultor irdio como YupanE{ quienesest¡in relacionados i¡directmente con Vftge-res p¡imfenias de Baló4re.

Más adelantg junto a la Iglesia de Copa-6¿[en¡ en la calle qw conduce a la Alameda,se fimdó rm beaerio para dmcellas de ¡azaiodfgenq con lice¡rcia dorgada por Célula del?3 de enero de 1678. En esúe beaterion a$artede sr Virgen titulax, se peden encs¡frülienzos €d¡echam€úte ltgados a 1o fodlgem(Eslabridts 19E0).

I,A YIRGEN CANIIEI"ARIADE COCHARCAS

Ed¡e las advocacio¡es que mes alcanza-ron fma dent¡o del temitmio que conespon&al Peni actual, f,enemos que deslacar a laVirgen del Rmario de Pomala y h VirgenCandelaria de Cocharcas ya ew, La YirgenCandelria del Sanlumio de Copacabana quese ubicaba denl¡o del terrilorio del Vineinato&l Pemi, conespon& a l¡¡ aclrul Repiblica deBolivi¡" I"a Yhgen del Rosa¡io se perumizaen la temrÍtica icmgrifica de la advocaciónptreñ4 cuando eir las representaciores pictó-

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ricas s le viste con rica corona imeerftú,remafad¿ en colorido penacb de phmasmlilicolores. Po,r su parte la Virga de Cecba¡cas ¡ace de la Yirgen de Copacabma y aligual E¡e ellia es ma Cadela¡ia, sólo queadquiere carta de cfidadanla en el pueblo deCocha¡cas cuaúdo es entrmizad¿ en 1598,ape,nas ües h¡slrm d€Wués de la Virgen deCopacabam y adqui€se particulacidades icono-grdficas en sus representaciones pictóricas.

A diferencia de Fraocisco Tito Yrymqui,el promotor de la Yirgen de Cocha¡cas,S€bastifo Quimichi, no esribié loda sr aven-hna para conseguir la imagen qr¡e Uevó ¿ supueblo; sin embargo, rm coderyóraneo, elliconciado doo Pe&o Guillfo de lde¡dozaescúbió una crénica $le se coff¡erva en eISanlumio de Coch¡¡c¿s, don& nos relaa lahisoria: "Relación de la Imagen de NuestraSeñora que está en el pueblo de Cocharcaqbcha por el Licenciado don Ped¡o Gnillfu deMendoza en?fi de julio de 1625". Esta fimtesirvié de seguro a Fernando Montesinos quienvisitó en 1640 el Sanfin¡io y en $ul Analesrepitié l¿ hísoria (Montesiro$, 1642). Mdsadelante en el siglo XD( lo hará en CrsoF-milio Monfeso al editár un libro muy pqlue-ñito dmde la llama Kochmhs y varla losmmbres de los pa&es de Quimichi. Almarg€n de ello y b simple de la edición" latommos eNr cu€da porgue en ella figura mpequeño grabado, donde la Virgen aparece

flotmdo edre mrbes en amplio traje de cm-posicim üia$gultr, con toca y corotr& rodeadapor resplandoreg muy similares a los quetiene la Virgen de Copacabma, mgrh se prdoapreciar en um vidta a su Smturio en 19?8;

lleva el cirio wenditf,o y al Niño effioflizadoal cenüro, cual imagen medieval. A pesar desrx¡ dimmiones el grabador anónimo hainchddo e¡r la zona inferion el Saduario deCocharcas e¡rlre cerros y eir primer plmo elrio Pampas con embarcacioneg quq por stts4irnensiornes püecm cravelaq es el rinicograbado qn conocmos de la Viryen deCocharcas Mont€s E, 1886) (ver figna 2).

F.n base a la relación de Guill& ha¡emosrma dnlesis de la hisroria del gestor del culto;Sebastitu Quimichi tue hijo de l¡pe Mailtu yde l¡isa Asto, del ayllo y parcialidad de losCasanencas, descediede de un cu¡aca llaú04-

do Chquisilc4 mozo &, 23 años m¡{s ornenosr mry aficionado a hs cosas de ladoctrin¿ cri$ima" En rmo de los fe$ejos de

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Estabriiiis: La Manwfu ht&turfu en el Ath Cdoniat

Saa Pedro en nr puebto nrfrió un accidente enlm¡r Írarp qn lo maduvo afligido hag¿ q¡sviaja a Cusco y en casa de doña Ines, un¿india palla parienre de lo incas, se entera del$antua¡io de la Virgen de Copacabana y desus milargoq lo que lo motiva a b peregrina-ción En su ruta se detieoe en el tambo deRrcará, ffi e¡r gpfus es sanado de suberida por milagro.

Llegado al Sduario decide conseguirma copia de la imagen para su prnblo, peroffasp de dircno, tiae gue gestimar unalicemia anfe el Ohiryo Alonso Rmfrez parapedír limosna y logfa ad jrntar el costo de latalla. Segrh el relalo, por entonces ypquitenia ma rftlica hech¡ para Ttrcrmfo, pero elcompaOor tabla muertoo por ello euimichi,valiendose de una Palla parieme de los Incas"agrovecha la oportrmidad y la compra" A todoello sigue el decomiso de los a$¡$inos deCopacabana y la disposición del Obiryo paraque s la devrelvan mden curylida por losfraileq los Ere incluso acceden al pedido deQuimichi, paxa flue esa mche pongan lLimagen en el tabernáctúo junüo ¿ la mitagrosa"Al db siguiente emprende el viaje a Cochar-cas en rma travesia qre, estuvo llena de vicisi-tudes al pasar por Juli, Urcog hada qrre llegaa Cayarao pueblo principal de la dodrin4doúde ñ¡e recibido con danzas y feeinesorgmizadoo por el paüe F!reisco de AguflarViltacasúln PoSeriormente, rel¿ta el mílagrode h ltuvia p¡odwida mie¡rtras ent¡aba a sucapilla en Cocha¡cas. Al temnin¡¡ s¡ rel¡úa nosinfoanna qrn los res[os de Quimichi, muerto enCochabmba fueron trastadados a Cocharcasy sepultados en el ftrontís de la lglesia (Gu-illéq P.,1625).

Según Vargas Ugarte, la glesia y retablose t€reinaron en 1675, en tíempos del ObispoC¡isúébal de Casnflh y Zrmrol, y sn¡s murocfi¡eron engal¡nado¡s con pintrnas enlre 1688 y1690 por enctrgo del Capirán Juan FlmciscoCentem (Vargas Ug¿rte, l%7.pg.561). EUrelos lienzos cwnados en el Smtuariq nosdetend¡em.os en uno que considermos deinterés para nuesüro estrdio; nos referÍmos aaguel donde la Virgen cm el Niño at¿viada entraje de composición tdangular, aparoe enanda bajo palio rodeada de cirios, con unramo de llues en la mmo derecb.

Indudahleme¡rúe aqui encotramos la sumde todas las reprwnacimes icoográficas deeda advocación, realizadas en lie¡rzo. Hacia la

derccha degaca en primer plano un caballerosomb¡ero €m rrraror vestido a la moda de lasogrda miüad del siglo XVII, gue bien podriaser el donante de los lienzos¡ el CapiülnCenteoo y detrás de él un p€rsoraje de pietcobriza que $ryCInems r€Fesenta a euimichi(ver figua 3).

h otro lienzos & la serie Ere oana laIg6ia de Cocha¡cas se aprecia, e¡r marco depaisaje coo una capilla, las figuras en primerptm & una religiosa ftarcisús y rm jesritay m¿ inscripción $re re.za: "El año de lj93llegó la imagen de N.S. de Copacabana siendoctna d. Anüés Mod,erc y Conegi&r d.Crerdním Müañón. Y en l59B se t¡asladó delpueblo de Cayara a sü nusva Capilta siendocrna el s&r F¡ansisco Aguilar Villacastfn.Estuvo en srl capilla 20 años y en 16?0 setrasladó a la iglisia de Calicanto, sieú yacur¿ y vicario el Sr. Ltlíguel Albites de padill¿.La dedicó el ihrgrlsimo Sr. Ctisóbal Ca$rillaZamor¿, siendo Corregidor y Capitdn D.Diego Galeaoo".

I{ace casi dos aúos el I de setiembre de1991 un incendio desn¡yó t¡€s iüág€mes ynueve pinturas coloniales del Saduario deCocha¡cas. En este suees trágico para fl¡sdevdos la imagen titutar del siglo XVI, obrade YWm$r, se perdió casi en m 60%. Losr€stos ñpro'n traldos a Lima y a mediados dejuti,c de 1992, desprds de l¿ restarnaciónllevada a cabo por el seúor Hugo Flores hasido minuciosa, poque sbre los ¡estos de laoriginal" basado en muchs fotografias, logróre$ucitar 6il¡s rasgos.

I.II \¡IRGEN I}T COCEARCAS I'E LIMA

I¿ devoción ¿ esta advocación de laVirge¡r, rfuidamente se diñmdió por el Virrei-nato y fue eil¡onizada en Lima en 1685 segrhms rehla l&ryabunr en su Diario: "sabado 24de febrero del año 85 dla del glorbs apodolSan Matim, a las cinco de la fárde, salió de l¿rglesia de mi Señora Sanfa Ana la procesióncon la imagen de San Josephe y Señor SanJoaquln, la imagen de Nuestra Sefrora deCocha¡cas con mucha solemidad y la lleva-ron e su capilla m¡eva donde fue colocada yllevó el estandafie don Ranciso CobnaresOficial de las Cajas Reales de su Mejedad yaconnpffi al Cabildo de la ciudad con susalcaldes ordinaios con sus velas e,lrcendidas.Y todas las calles estaban colgadas de tafeta-

Scquilao: Año II, Nrcs.4-5, 1993 T,

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F¡¡at¿¡ss

nps y €n el zuelo soú much¡s flores". (Mugab-wu, 1918. Tono II. pg. 160).

El promdor de tra capilla para la Vhgenñrc un indfien¿ ll¡m¡do Sebastián Alonso,gien desde hacla cual¡o dos atrás lablaotüenido el pmiso del furcbrspo DonMelcbsr de Liñfo y Cisneroq as{mimo logrólevanar rm conventillo para l¿ edwación delas hÉrfanas de caciqus (Vargas Ugarte,1947. pg.S6/). El poder de la cofradia deidios sob¡e la capilla se puso de m¡niñestoen 1796, cr¡ando el Consejo de Indias, el4 dejunio de dicho do, falló a favor del indgenaRmcisco de l¿ Encarnacidn Simpul, ag€rl'e delos indios, ante las pretensiones del Chantre dela Cat€&al D. Rarrciso de Smtiago Conchaquien habla solicitado al Rey se le declarasePatrono de dicha capilla (Va.gas Ugarte,1947).

I,A VIRGBN IIE COCtrARCASCOIUO TEMA PICTÓRICO

Antes de promdiar el siglo XVII, &segu¡o lonmüdo cmo mdelo la propia ima-gen en nr ada procesional el dla de su fe$í-vidad, stuge del pinc¿l de los pidores indlge-rus uúo de los lemas más represedativos delarte colonial peru¡no, creado agui cmo fnrtodel s€ntir devocimal hacia lL "mamachaoCocbarcas, deff¡o de ur gusüo coonpositivoprqpio de la pintura indlgena de la zm¿ nnandin¿ del Penf" de rico colmido, narrativqrec.dó'tico y de ura ing€üuídad formal queparecieran los mejores ejemplares de un arteuÁaifo. Sin lugar a du&s cre€rms gue se hizoun grabado, arh no ubicado, ge sirvió demodelo a los ¡l,ocos ejemplares que hoy secornervan de este tema pictóricq ya que todosellos presenlan ciertas semejaoza*

Tomarem.m como ejerylo algmas de l¿sveñons más conocidas, empezando por dosque presentm i¡scripción con fecba de ejecu-ción, el henm ubicado en el Museo Bnootl¡aqe¡r New York (Dtmaa 8., 198t, fechado en1765 y considerado del cfrculo del pintorctuqre,ño del último üercio del sigto XlruIAntonio Vilca opinifu qrÉ m c@partimospor cuado los colores no reryonden a lapaleJ¿ de este pintorn caracterizada por ser dematices muy cla¡oÉt doúde predminan másque las tiems, los rojos y aanles rcsaltadoscon blanco. l¿ cfra versiórU fechada en 1767,en colección particular limeña, ilugra el libro

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"Pirúura Vinei¡al" del Banco de Crédito(Samiedo, 1973. pg. l4?). En aobos ejem-plaes aprecimos los elrentos infaltables

Ere idedifican a dicha advocacirón; la Virgenes fepfesentada eir su mda procesiooal con ellraje de composición triaagular, ricamtedecorado, de pie sobre pema A$d la divini-dad crece, coüro efi el medievo, sl es&la esmonumedal con respecto a la geografia dellugar y a los peregrinos que se dir.igen a susanfuario, La lectura se inicia en la partesryerior izgierda por do,rde aparecen losperegrinos hests rm¿ Ercbrada en la que elpeligfo acecha y los demonios e hacen pre-senfes; la fase siguienie es en la zonra inferiordel lienzs, delante del anda, por donde pasa elrlo Pmpas. Este cruce siempre es anecdotcíoy m falta en ninguna versión, ul rg,tal que lacmiti\ra presidida por el Obiryo y dignidadesciviles qrc fignan aI ot¡o lado del rIo. Elcamirc sube por el lado derecho del lienzo,hag¿ los albogues y m¡is adelade el Sdua-rio Erc es rellresotado por lo general concaractercs aryiteclónícos diferentes. Esoslienzos y la mayorla de ege tom4 dejm muypoco para el celajeo gue sólo es usado bajarfornando ¡ingulo para resallar el rogro de laVirgen. Amb6 piúras preseútaú diferenciaseú cuanto a atributoq lo vemos en la versíóndo Nuer¡a YorL donde aparte del rmo defloros la Virgen arh llev¿ la consabida caarde-

14 por sr parte eI lie,nzo {¿ Lime, ya tiene lapema conr los cr¡ertros de la luna. Con reryec-úo al batdaquino tmemos 4n coreiderar quemiat¡as de la Brookl¡rn lleva las coluilnascon ñrses salomónicos, la versión limeña esde fustes lisos, con ligeras Arias helicoidales ylístores aguidisantes que tendrán éxito enversímes poderiores.

Eri$e en ol¡a colección particular limeñauoa pintura de la Virgen de Cocharcas (Mesa-GisbeÍ, 1982. T, il) $É al igual quo la müe-rior preeda a la Virgen si candel¿ y corlrmo de flores; acimismo estó sobre peana conl¿ medi¿ hma y las cohm¡as det baldaquíno yel santmrio, sm inril¡res en decoración. A+dapa¡ece un recua&o sobre el fronl¿l del andaen flores multi olores, gre taübifu t€údráéxiüo posterior.

El lienzo del Mr¡seo de la Moneda dePotosi, creemos qlrc es poslerior a 1765 ymucho m¡is cercano al pincel de Antonio Vilcague el del Museo de Brook$4 por la cla¡idady frwrua de ss matices y por la sirTlifica-

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EslaJ¿¡üist In Matfu Cañebrb en el At* Cfutúst

cién de la narración cocrrmbrista. Cabe anot¿r

Ere en la contimidad cronobgica de lasverdo¡es cit¿das é$e podrla ser poslerior alúttino mwionado en colección paxtucular

lim€úa;.toma de é1, el tipo de baldaquim, elramo de flores de la Vtrgeq el paño pequeño

en el f¡ontis la media lma y el modelo de laiglesia, pero simplifica detalles, no colocafloreros y el perfil de los cerros baja hasra lacintrna de la Viryen, daodo rnayor eryacio alcelaje y con ello a h fuz ql¡e ml¡estra undesarrollo más limpio y rr¡enm abarrotado deperwnajes.

Por último ros ddmtremos en dosversiooes mry wmeja¡Í€s, la piffiua de laColección de la Casa Goyeneche y la de laColección Emico Poli B. en Lim¿; mbastienen los siguienes cüasteres similres: laVirgen lleva el mismo traje rojo con sartas deperlas y en la mano derect¿ el ramo de floressin candela; el anda procesimal igualm€lilepr€selila tn baldaquino de encaje can campa-litas, ss€nido por cual¡o colwnnas s€rpean-

tes sobre tra mesa de frontat rojo, manrel demcEe y ptr de jarrmes con flores. En lo queresp€cla al marco del anda procesional ele¡rform geográfico es iguat en el tr¿tamientode las mdañaq bajada del rio Pampas ysantuario, don& el pintor la dejado m ligeroeryacio al cielo gw, €n estre dos exprcioaresplásticas, alcrrnza solo hasta la cs¡ona de l¿Virgen, con lo $F ba logrado un mayorperryeciin del territorio del pereg¡inaje,dorde se multiplican lc personajes. en rnayorpoporción en la pintrna de la Casa Goyene-che. Ambas nos ofrecen algms ele,merl.osicomgnilicoc novedoss al incluh la premcia& figuras orienfalas, personajes anacrónicogya $D los chinos hacen acto de presencia enel Peni a mediados del siglo pasado. Miedrasfi) se hag¡ una inveoigación profunda alfespecto, nos atrcvemos a qponer que €sproducfo del gusro p6 las cbineriaq propiasdel rccocó en el siglo )CfiII.

Analizaremos el lienzo de la ColeociónPoli detenifudmos ear alguas de tas esce¡ras

curiosas que rodem. el anda procesionat En laparte srperior de los cen¡os, llama l¡ alenciónl¿ $ilu€la de los p€rsomjes trabajados a con-tratu y sí seguimos con la lecnra & la rz-quierd4 hacia abajo ve,Íemos ma laguma conpatoq rodeada por escems de tauomaquia yur idigena smidesudo hasiedo sus necesi-dades fisiológicas, Baja el camino en serpeirti-

na enl¡a vegelacién y aparece la primeraescena con chinos sedados alrededo & oilas,cerca ¿ ur pueblo y €n la rfltima €scena aoec-dótic¿ de la z,sna izquierd4 ver¡os cóm rmlad¡én gue robaba u¡a ofre¡rda de plat¿ en unamuliao es aplehdido y arrojado a rm pozo. Enb zom, interior del limzo, al iguat que tdaslas ve¡siom, el rlo gga y pasa delante delad4 al frenúe los pereginos Ere fratacr decruzarlo y exrfre ellos, al celrtro, lhm¡n laafmión dos mujeres con haje ori€dal. En elrio se ven embarcaciones trasladadas porind{genas y negfos demudos, m bebé que bacaldo al agua! un cua pescando, etc. Al cruza¡el rlo la €sceira obligada común al tem¿ iconegrdfico de las autoridades religiosas y civilescon su séquiüo, desaca rm di$inguido p€rse'mje vesido a la moda francesa, con un re.g¡oesclavo que lo proúege con una sombrilla. F.nIt zsnl derech4 al süirla sueslá, un granpleito edre dos personajes que so tiran de loscabeilos, mi€dras ux) de ellog calzonesabajo, con los genitates al descubierto, es

azota& en el l¡aserc po¡ rm terc€ro. El cami-no conürce a los albergues consrufdos ahede-dor de rma ftrente, dode ce¡ca a ell4 bajo una¡bol vemos nuevamede a rm gn¡po de orien-t¿les. Hacia arriba el Smtuario con gran driocercado y alrededor carpas (ver figtra 4).

Por su propieÍario actual hemos tomadocmocimiento que el hwzn procede delMonasterio de Sa¡t¿ Clara de Ayacucho y flueseglh docrmentos obeerr¿do por é1, pegados a

reveño del lienzo, ya esaba piúado en 1750,lo qrn ¡os llevarla a lma de las primasversioffi, incluso a¡tedor a la de BrooklF.Por ello tmbifu creemos que Ia pisura de laCasa Goyenech e$árIa ircpirada €n esa o enatgfu grabado becho en el Perú Erc sugierade Ayacucho, sin dejar de lado la posibilidadqueambasproceden del mimo pincel

Deryués de lodo lo mencimado cre€¡nosque no eille ninguna duda para afirmar gue

el te,ma pictórico de la Viryen & Cocbarcaqes la seación iconográfica mcs autenticarnentepen¡am de b püisilica coloni¿L

I.AS CATÍI¡EIÁruAS E¡{ ANEQI'IPA

En Arequipa es posibb comprobar at¡avés de las expresiones plá9icas qn athconservan, la devoción eryecial hacia laVfugen Mafia" menifiesta e,n la variedad deadvocaciones {¡ue sorr objeto de veneración.

Sequilao: Año IIr Nros. d-5, 1993 7t

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F-s¡frufu

enfre todas e[as, la que tttvo más éxito fue laimagen de Ia Pmifrcacióu, tlamada popular-mente la Candelaria Al rcsl]ecto, VugasUgarteo cita un documento ¡otari¿l de 1571doúde se hace merción a la ermiüa de laCandelaria de L¿ri LarL ¡ombre Collagua gueccrreryonde at achul pmtefu de Caima (Va-rgas Ugarte, 1%7. W.566). Por su parte Motta7¿malloa plmtea que la Candelaria tuvopresencia significativa desde el siglo XVI,pe¡o m el campo, porque asi lo manifies{a lat¡adición oral y ad lo rqfsrm ots hierofmlas.Ancna qus en lz znna ru¡al los cameesinosestaban ajeoos aI culto de la chdad y tenlans¡s proplo$ paronos, de acuerdo a sus necesi-dades agropecumiaq por ello es gue se omitiósr culto en libros de Cabildo y Ayuntamientos(Mdla E, 198t.

Al buscar rma explicación aI porque de ladiñrsion de sr culio, la rcryu€sta se puedeerconüar en el origeo de la advocación elsometimíento de la Virgen a cumplir con 1o

estipulado en la ley mosaic¿. Segrh Catmchala Matre de Crigo recibió en osta fecbaafrentaq vergüenzas y por ello se erplica lafesividad: "como Dios al tamaño que por élse padece da omas y ajusfa las meneedes, esúá

obligado a es{¿ festividad" (CalanchA 1938).Po'r eso es que se considera a la Virgen

de la Purificacídn, en fu imaginacióm populr,la En pos€e mayores alributos, la más mila-gros4 por que vivió el momedo de }a mayoraflicción

Ent¡e las más famosas Candela¡ias de

Arequipa se cuentan la de Caima Cbaracato, yCh¿pi. Cmo hemos anolado, Vargas Ugarteremonta la digiiedad de la escultüa de l¿Virgen de Caima al si$o Xl¡I. Eil snr templo

{lue es de medíados del siglo XVIII, es posiblecontemptar los li€úzos de Jacinto Ca¡bajal"pidados hacia 1780, donde se d¿ cued¿ de l¿higori¿ de sus milag¡os, relacimadoe conte¡rffi1os y pe$6, donde se demuestr¿ cdmoel culto del campo va garando a la ciudad.Las pinturas de ega serie estdn dentro de latryobgfa de las que tomm el tem¿ de laVirgen de Cocha¡cas, obras de origen popularcon car¡icfer narrativo costr¡mbrisüa, donde noexiste mayor preocrryacién por la pffryectiyao la proporcióm y prima en ellos lo deco¡ativoy mecdolaio,

La Viryen Cmdelaria de Cbaracafo se

verrcm ¿ 10 kilómehos de Arequipa y re,

s¡pone qw fr¡e txaida de Copacabana hacia

EO

1590 (Vargas Ugarte, 1947. p9.570). At igu¿lque en la de Cafuna la Elesia pose lienzosque relatan zu listoria y las ricas joyas quearh conserva y que pudimos qpreciar a.1973,dan prueba de l¿ devoción baci¿ ella

L¿ Caúdelria de Chapi es más tard{4 ser€monta al siglo XY[I, según BerredoMálaga h Virgen €ra patriüsnio de los pue-blos mtr¡rales de Tasat4 Chajrón y Paramy,ubicados cerca de las nrinas de Chrajón..(Bernedo M.L. 1949'), complejo cer@onialdodicado a la h¡na y que la imagen cmen¡a.daen Paraoay fue trasl¿dada al valle de Ch¡pi.El famom valle del Colca uvicado en lacordillera interandína de El Chila, eútre lasregimes Qwchu Alta y Suoin no escapa a lapropagación del culto a la Caadelaria doüdefigura el? de Febrero, como el di¡ dedicado aella en zu c¿lendaio festivo.

En la mayorla de los casos plmeadog lashistorias de las Ca¡delarias asentadas endíferenles pu€bbs su mdinos, sus milagros yel ritualde su festividad, están relacionadoscm el a$la y l¡a siembra y es eil ellos dondese prueba ha$¿ la actualidad como. a p€rsarde la lrcha de los evmgelizadores eryamles,no lqgrarcn hacer desapuecer corylefameeitetodas las creencias y rituales mcestrales, losque se transforom¡on has un largo plocem desinctetismo y aculturrcióa religiosa

EL AGUA Y EL CULTO A I.A CANI'EI,ARIA

I¡s b¿bitdes del Antiguo Peni se

ca¡acteriza¡on por se un pueblo esencialmteasicola grcr ello, siempe la bttsgueda delagua para sultivar la tierra coñifuyé slpreoorpacióm primria. En base a e&ts preocu-paciones es que desde tiempos remotoq vemossrgh eri sus co'nce¡riones religíosas las

ieraxqrdas divirras, donde los dioees del aguaocnparfu uo tugar p¡omin€rúe ylos fenó'menosnalurales rehcionadas con ella, t¿les como laslluvirs. las rempesafu, s€rán fámbi& divini-zados.

I¿ diosa lum simbollza- lds lfuviae elagua fpe felüiliz¿ba 1¿ üerr¿ e¡r doble papel,primoro cm deidad celese sideral coo lmcdül¿m de agua o paccba perforada con la quevierte las lluviaq segundo, como deidad üe-

trestre, persnificando a la misrma tier4 comouna linda dorcella dedicada al cultivo delmaiz, papa o Erinua y cuyo afributo es mcáotaro de chicba $le se co'nvierte ef, lm

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Estabrídis: In Manw.ha Cür&Iorio en el At* C"olorúol

manffiial. La paccha es lm reipielrte que sellenaba con chicha o 4gua y se vetia a pie delldolo para qrc dote ala üerra del poder pro-ductor, segtn Carrión Cachoto fue el america-nisüa Jóyce guien lo desi$ corr €se nombrgen atención a qrc el tall¿dos (Carrién Cachot,1959). Se b erpnentra en las altrnas máq

rolíguas' irchtso en ChavúnPor su parte el Dios Sol era aguel qrn

vivia en lm cumbres y fecundaba a la tierra aluúrse a la diosa hma a quien tramitía supoder generatriz. Anbas deidades esü¡h am-pliamente itustradas en el arte arqueológico.

El jesuita Arriaga, en el Capftnlo II de suClonicq sobre la extirpacién & idolatrlas enel Perú, nos informa de lo qrrc adoraban losindios: "A Mamapacha que es la tierra tnm-bi& reverencim especiahrente las mujeres altiempo que an de sembrm y hablan con elladiziendo Ele les de buena cmecha y derra-m¡n ptra ego chicha maiz molido...". "A lmRquíos E¡s sn loa mnnantiales, y fuedesh.mos hallado $r adman de 1¿ mismamaner4 €ry€cialrente donde üene falta deagua, pidiedobs qrc no sequen ". "A los riosryando an de pasallos...". "A cerros altos ymodes y algunas piedras muy gra*s tam-bien ¿doran.." (Arriaga, 1621).

Deryués del pam de los congui$adores yde los dos colmiales s puede afhrnár, enba.s a los estudios de Marzal que el panteonmdino actual esá integrado por Dios, losSados y ciertos sers sobremtu¡ales andinos,co'mo la Pachmama (Maee Tierra) y lmApus (cerros). En la aceptación del Diossistimo no hubo problema pues equivalia alconcepto de Dios creado'r que ya tenlaa losidíos. A los santos seles ac@é como equiva-lencias a la calegoria indfena de intermedia-úo sagrado, con la inch¡sidn emtre elloa deIeob y }a Virgen. En conchrión los idiostermi¡ron por ace$tr al catolícimor p€tobaciendo rma serie de reinterprAacién delmimo.

I¿ Pachamama, inlemediario mdim, seta identificado cm la Virgen Marl¿ (Gi$ert,1980). Es el principio de la fesividad aeftol4proporciona los alíü€ntos necesarios paravivir; a ella gue oüecerle ?agos" en el mes ycompartir la chicha por el rito de la "Ti¡fta".

[,os mítos jue.gan m papel importaote enla sociedad aodina; Ivfa¡zal nos alcanza rmorecogido por Rosalin Gow en la comrmidad dePirchimro de lr Panoquia de Urcos, donde

llnma nurcfüa derción rm pedido gue hace laPach¡mama: Tn carnaval y en Santiagoalcfozame por los *nimales y €n l¿ tie6t¿ de laPu¡ificación de Nrcstra Señora por los produc-üos". F.n base a ello e puede alirmar la persist€úcia de los ritos virrulados a la actividadagfopesuaria como el "pago a la Pachmama"o la "Tinta a loo Apns'.Aqui vemos el tipo de sincretiso do* seconserva el ril.,o indigena, pero s le da rmsignificado edstiano.

[¡s ritos s ponen de m¡nifiesto ¡¿g¿achnlidad en las f€stividades del ciclo sadoraldonde se asocia bs fiestas de loc santos yvirgenes a los calendarios productivos idige-neo y al padeón tmdicional de los Aprs yPachamma Prueba de ello lo da, por citar uneje,mplo, los riltimos esfudios de Valderrma-Escalade sobre los rfi¡ales en tomo a laadividad agropecuada en el Yalle del Colca(Valderrma-gscalante, 1988). Asfrnisnro, fuginvestigaciones de la Pontilicia UniversidadCatólica del Peirl cuando a havés de suhoyecto de Presenación de la Mrlsic¿ Tfadi-cional Andina, pg ¿ls¡nza una información¿rnsra de los ritos y fegividades, en zu riütimaedisión sobre h mrbica TÉdicioral en elValle del Colca. En ellos iguahede vermos elsincretimo cr¡ando se celebrm fiestas como lade la Virgen Caodelaria en Chívay, Cavan¿-condg Coporaque, Mac4 lchrryampa, Madri-gal y Tapay, €n ese últím coü caracteresespeciales por ser fieda pafonal. fu zu reco-pilación incluyen la música de la dmza delKhamile qr¡e se dió dumnfe la siembra en elterreno de la Virgen de la Candelaria, en eldistrito de lchupampa, en 1988. la fun de¡gtumlle es una actualiz¿gi6r de las fiestasircaicas del Aymoray, donde los danzantesdebdn dar incio a la sie,mbr4 pues tieneo elcooocimiento mágioo y agrlcola pra garanti-za¡las. P¡imero 1o bacen en el terrm delS¡ntkimo y luego en el de }a Vng€& precedi-do del Tinkay o pago al Apu y la Pacbamama.Al flnal de la siembna em'oüan el haylle quees lm canlo y gfo de gozo, qlue tmbiénviene de üempos prehispánicos y $rc.senf¿baeI bueir ¡esrltado de la guerra y en espe*ial dela buen¿ siembra y cosecha (Raez Retamozo,M. 1989).

I¡s relaciones de la Yirgen Candelariacsn el qgua y la tierra estCn presedes en casitodas las historias qw rodean a la imágenescome¡rtadas ert este e¡$¡¡[yo, Cqlacaban¡,

Sequilao: Año II, Nros,4-5, 1993 El

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Fsatt¡u

Cocharcas, Caim4 Ch¡rrcdo y Chapt y en su ven los rlos ancesrales reirterpraados comoculto en h zoloa rural sn mdinq ain supeni ftutos de rn sinff€tiso que arh pervive.

NOTA.- El presente eüs¡ryo está basado en la ponencia prCIentada por el ¿rÍor en el Stm@oIntemadonnl sobrc el Shcretbmo en lss l@enes Marianss, llevado a cabo en el Museo deBellas Afes de Caracas, Veneanelq en marzo de 1993.

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