LA MASONERÍA Y EL MOVIMIENTO OBRERO

Embed Size (px)

Citation preview

  • 8/6/2019 LA MASONERA Y EL MOVIMIENTO OBRERO

    1/35

    LA MASONERA Y EL MOVIMIENTO OBRERO: IMAGOS E IDEAS PARAUNA REFLEXIN TERICA 1

    Alberto VALN FERNNDEZ

    Departamento de Historia, Arte e Xeografa.

    Facultade de Historia.

    Universidade de Vigo

    Por primera vez en la historiografa, se teorizaen este trabajo sobre las influencias, concurrenciase interrelaciones de ndole emblemtica eideolgica que existieron entre estas dos culturaspolticas: la francmasonera y el obrerismo. Paraello el autor, partiendo de un cuestionario detrabajo preliminar, intenta darle respuesta a ste,desarrollando un reflexivo discurso en torno a losprobables orgenes causales de aquellas diferentes

    adecuaciones o asimilaciones iconogrficas eideolgicas habidas entre estas dos culturaspolticas, como: la accin filantrpica y de cohesin social llevada a cabo por lamasonera con respecto al proletariado; la influencia que, en el movimientoobrero, ha tenido el constructo "masn=revolucionario"; y la tradicinrevolucionaria burguesa o liberal, recogida tambin por el obrerismo, deapropiarse de la iconografa y algunos rituales masnicos para proyectar"instrumentalmente" sus categoras ideolgicas.

  • 8/6/2019 LA MASONERA Y EL MOVIMIENTO OBRERO

    2/35

    Apuntes preliminares

    Antes de comenzar a desarrollar estas reflexiones sobre un tema

    histricamente tan difcil de constatar, calibrar y valorar y, por otro lado, tanproblemtico para m a la hora de pergear sobre l una tejida malla tericacon trama y urdimbre lo suficientemente apretadas, permtaseme iniciar estediscurso con un brevsimo circunloquio "agulhonianamente" egohistrico sobreel tema en cuestin.

    En realidad, llevo ms de dos dcadas detrs de la realizacin de unensayo introductorio como el que a continuacin ofrezco al lector. Desde quecomenc esta masonolgica lnea de investigacin histrica hace ahoraveinticinco aos y debido a las -para m siempre llamativas- coincidencias queencontr entre la iconografa de la A.I.T., el criterio libertario y la masonera,

    comenc a modelar un personal y deductivo constructo terico, sobre estetema, en torno al encuentro de dos culturas polticas de tanta trascendencia enla historia contempornea universal, y del cual, por cierto, no encontraba entodos los catlogos bibliogrficos que consultaba ninguna pequea referenciay, obviamente, ninguna monografa que se hubiese ocupado de l; es decir,que, historiogrficamente, ningn investigador se haba interesado por aquelloque yo, cada vez con ms fuerza, vea tan ostentosamente claro.

    Si durante aquellos primeros aos del decenio de los ochenta, no meatrev a llevar a cabo la correspondiente tarea de abordar esta cuestin con lasuficiente determinacin fue, primero, por realizar la correspondiente autocrticay saberme no preparado todava al carecer de la correspondiente madurezintelectual para poder desarrollar una reflexin terica de esa envergadura y,segundo, por esa inexistente presencia de precedentes historiogrficosrecientes -y, por ello, asequibles- que abordasen, directa y generalmente, estainteresante lnea de investigacin.

    Desde aquellos momentos iniciales de mi aprendizaje en el oficio dehistoriador, trabajando de tcnico archivero en el fondo Masonera del hoydenominado Archivo General de la Guerra Civil Espaola de Salamanca, y araz de esas personales lucubraciones alrededor del citado e ntimo constructo

    sobre ese curioso "encuentro", siempre me han rondado en la cabezacomplicadas incgnitas empujadas o determinadas por toda una compleja seriede concomitantes similitudes como, verbigracia:

    Por qu tanto smbolo idntico en la masonera y el societarismo; tantaaparente concordancia moral y hasta organizativa entre ambos; tantasemejanza a la hora de entender al grupo con el mismo y "tribal" sentimientoidentitario entre cratas y masones; tanto chocante paralelismo mstico a lahora de entender la propia "Idea" por parte de cualquier masn o cualquierbakuninista?

  • 8/6/2019 LA MASONERA Y EL MOVIMIENTO OBRERO

    3/35

    Sirvi la francmasonera de escuela filosfica, moral y hastaorganizativa de una parte destacada del primer movimiento obrero?

    Por qu hubo tanto lder del societarismo que practic al mismotiempo una especie de doble militancia al pertenecer -y hasta destacarse- en la

    organizacin masnica, conocido el hecho irrefutable de que esa secreta formade sociabilidad fue siempre dominantemente burguesa?

    No hay duda que, en el siglo XIX, un obrero, obviamente alfabetizado -dado que esta es una de las condiciones imprescindibles para ser masn-,aceptado en una logia, acceda paulatinamente -si se aplicaba- a la posibilidadde ir aprehendiendo, no slo la variada y compleja serie de usos y manerasconductuales tpicas del ethos burgus (lo indispensable para poder ir a suprimera tenida era agenciarse -comprarlo, alquilarlo o pedirlo prestado- un"aparente" y oscuro terno que, obviamente no tendra), sino tambin unverdadero abanico de conocimientos de cultura general, moral, esttica,

    filosfica, simblica y, obviamente, organizativa que, por otro lado, la clasistasociedad "profana" de la poca -salvo algunas organizaciones del liberalismoradical y, quizs, algunas instituciones cristianas-, jams le brindara tanfcilmente.

    Es decir, que si uno cualquiera de los miles de proletarios que seiniciaron en la masonera a lo largo del diecinueve, llegaba a ayudar ensecretara o a ser "Secretario", "Orador", o cualquier otra "dignidad" del "taller"o, simplemente, a "trabajar" en logia "trazando" "piezas de arquitectura" decualquier ndole o temtica cultural, moral o filosfica, se le ofreca con todoello una excelente formacin prctica para, entre otras muchas cosas, saberhablar en pblico, desarrollar, defender o debatir cualquier tema monogrficode discusin o formacin interna y llevar, burocrtica y orgnicamente,cualquier futuro tipo de sociedad reivindicativa, musical, cultural o de ocio yentretenimiento que l mismo quisiese crear con otros miembros de su clasesocial. Porque con toda su esotricamente inicitica experiencia en elmisterioso y discreto crculo "de la Acacia", no olvidemos que aquel humildeobrero aprenda tambin a: abrir libros de registro personal, de actas, decontabilidad, de cuotas, hacer expedientes, estadillos personales, llevar lacorrespondencia, etc., etc., etc.

    Adems, sus "hermanos" de logia le enseaban a practicar lademocracia interna de grupo -como hemos estudiado Ran Halvi, Luis P.Martn y yo mismo-, a responsabilizarse en el respeto a las elegidas jerarquas-ms tarde secretarios, representantes o delegados de su sindicato, agrupacinpoltica u orfen si fuese el caso-. Asimismo, lo educaban para saberconducirse consigo mismo primero, por medio de una mstica e ntima moralinterior, y con los dems integrantes de su grupo y de la sociedad en generaldespus, por medio de una laica, cvica y autodisciplinada prctica de ticasocial. Deontologa masnica de antigua y humanista tradicin protestante que,a cualquier bien formado anarquista de los siglos XIX, XX y actual,desconocedor de la idiosincrasia masnica, fcilmente identificara como

    "tribalmente" propia, as practicase la moral bakuninista, la spenceriana o lakropotkiana.

  • 8/6/2019 LA MASONERA Y EL MOVIMIENTO OBRERO

    4/35

    Quiz podamos aqu contestar a aquella cuestin dejada en el aire, en1987, por el profesor Ferrer cuando, al abordar el tema de la pertenenciamasnica de Anselmo Lorenzo Asperilla, se preguntaba "por qu y cmo esteanarquista lleg a la Masonera a la que iba a pertenecer con una fidelidad ydedicacin extraordinaria".2 Es muy posible que fuese esta curiossima

    coincidencia de morales la que sorprendi positivamente a aquel tipgrafoanarquista llamado Anselmo Lorenzo, ayudndole a superar y olvidar susiniciales prejuicios hacia la masonera -como l mismo recuerda en su Elproletariado militante-, convirtindole desde entonces en un convencido ysobresaliente masn.

    Adems de esta coincidencia de morales y de criterios humanistas -como tambin ha detectado Jess Ruiz Prez- y de parecidas y msticasutopas universalistas, la denominada "Fraternidad universal", Lorenzo saba,como tambin recuerda en su obra, el hecho relevante del apoyo que aquellaasociacin cosmopolitista le hizo a la Primera internacional en los preliminares

    de su creacin.3 Y, al mismo tiempo -como apunta Ferrer con respecto aBakunin-, es ms que probable que tambin conociese el relevante hecho de lapertenencia a la secreta sociedad de anarquistas como Proudhon, Bakunin,Faure, Elie, Elise y Paul Reclus, Louise Michel, etc.

    No hay duda que una importante zona de la masonera europea delsiglo XIX ejerci, con respecto a la elitista porcin del proletariado que inici ensus logias, una pedaggica labor de formacin integral. Obviamente se podraducir, llegados a esta categrica altura de la reflexin que intento explicar conestas lneas preliminares, que los correspondientes comits localesrepublicanos ejercieron una pedagoga similar sobre una zona del futuroproletariado concienciado y organizado en el societarismo. Esto tambin resultacompletamente plausible; es ms, se sabe que en muchos de estos ambientesde poltica radical pequeo-burguesa se form, tanto en Francia como enEspaa, una buena parte del germen del primer obrerismo. Aunque sobre elrespecto debo aclarar que no creo que el comit poltico antecitado impartiesecon la misma intensidad, el mismo inicitico interiorismo, el mismo tratosocialmente igualitario y el mismo nivel de preocupada y participativadocenciafilosfica, deontolgica y cultural, como se haca -y se sigue haciendo- en todalogia masnica.

    Asimismo, hay que subrayar el relevante hecho social de que, enmuchsimas ocasiones, fue en estos crculos de sociabilidad polticarepublicana donde fueron captados para el hiramismo muchos de estostrabajadores, por medio de esa especie de simbiosis que tanto hemos vistoentre republicanismo y cierto tipo de masonera, sobre todo la de ritos como el"oriental" o "menfita" y el "escocs antiguo y aceptado".

    Siguiendo lo contenido en los tres volmenes de la exhaustiva ypormenorizada Bibliografa de la Masonera de Ferrer Benimeli y CuarteroEscobs -lectura que aconsejo a todo investigador que necesite hacercualquier consulta sobre el tema-, publicada en 2004,4 puede decirse -

    exagerando ahora un poco la carga de tinta estilstica de mi literatura yhaciendo eco de lo sealado tambin sobre esta cuestin por el propio Ferrer

  • 8/6/2019 LA MASONERA Y EL MOVIMIENTO OBRERO

    5/35

    en su Bibliografa de la Masonera de 1978-, que da la impresin de que seescribieron ms obras generales sobre este tenor entre los aos 1899 y 1913que en todo el resto del siglo XX hasta sus postrimeras. Esos inexistentestrabajos exhaustivos y generales sobre las posibles interconexiones ointerrelaciones entre obrerismo y masonera que tanto ech en falta, me

    hubieran podido ayudar a seguir una senda, ms o menos trazada, y no tenerque reprimir todo intento de accin por mi parte ante el alienante pensamientode que, para llevar a cabo esa tarea, tendra que desbrozar, ese oscuro,solitario y enmaraado monte, partiendo de mis nicas reflexiones personales.

    Desconocemos el porqu de ese aparentemente drstico abandono porparte de los historiadores serios y mnimamente objetivos, no slo de estainteresante lnea de investigacin, sino tambin del resto de los variados temasde ndole masonolgica, aunque presumimos que la Gran guerra por un lado,el advenimiento paulatino de los distintos regmenes fascistas por otro y, sobretodo, el triunfo de la revolucin marxista-leninista de octubre de 1917 y lo que

    trajo consigo, fue la causa de ese extrao y desidioso silencio.

    Con ese "lo que trajo consigo la Revolucin de octubre", me refiero, poruna parte, a lo que respecta a aquella suerte de impuesta "moda" que tantoinund hasta no hace mucho los ambientes intelectuales con su -por lo generalsiempre respetado- totalizador paradigma comunista y, por otra, a las"desalienantes" y "laicistas" condenas "pontificales" contra la masonera,llevadas a cabo por la recin fundada Tercera internacional, intentando conellas dejar a la "Orden del Gran Arquitecto" completamente segregada delflamante movimiento internacionalista, a la vez que esta Internacional impona,culturalmente, en sus crculos intelectuales y acadmicos un fortsimo prejuiciosobre esta forma de sociabilidad, quedando escamoteada o completamenteinfravalorada por la mayor parte de la historiografa desde ese momento.

    Como fcilmente se deducir, todo esto provoc un manifiesto y generaldesinters hacia la masonera por parte, tanto de los historiadores llamadossociales como de la mayora de los "clilogos", salvo algunos investigadores -lamayora profesores universitarios como Combes, Ferrer, Ligou, Mola, Agulhon,...- que, desde los aos sesenta, comenzaron de nuevo a retomar esteinteresante objeto de estudio, siguiendo desarrollando hasta hoy la llamadamasonologa, entendida sta como una categora historiogrfica ms y no,

    obviamente, como se pretende entender en ciertos crculos masnicos, una"ciencia".

    Esta nueva tendencia historiogrfica que, como decimos, tanto enFrancia, Espaa, Italia, Blgica, como en otras naciones europeas, vienerealizando una esclarecedora labor desde hace, sobre todo, tres dcadas, havuelto, tmidamente, a dirigir su mirada sobre el atractivo objeto de estudio delas interrelaciones entre el movimiento obrero y el llamado hiramismo omasonera.

    Estos trabajos monogrficos que, por lo comn, se han realizado

    separadamente por las tres corrientes ideolgicas ms relevantes de la llamadacultura proletaria; es decir, la social-demcrata o socialista, la marxista-leninista

  • 8/6/2019 LA MASONERA Y EL MOVIMIENTO OBRERO

    6/35

    o comunista autoritaria y la libertaria, tratan, grosso modo, los distintos temas aestudio de una forma muy poco general y con no excesiva exhaustividad -enalgunas ocasiones resultan meros trabajos periodsticos-, sin pararse enprofundidad -salvo en algunos casos de autntica, aunque breve, excelenciaintelectual-, en estos temas monogrficos obviamente relevantes,

    aproximndose a ellos, en demasiadas ocasiones, sin la correspondientereflexin terica o sin el bagaje mnimo de conocimiento politolgico.

    Por todo ello, este interesante objeto de estudio histrico se encuentratodava hoy, tanto a nivel nacional como, sobre todo, a nivel internacional, muypoco trabajado. Seguimos echando en falta, en una buena parte de losdiscursos hechos hasta el presente, una necesaria y fundamental teorizacin,partiendo, como decimos, de una visin general sobre estas cuestiones, enrelacin a las autnticas interrelaciones, adecuaciones o nexos entre estastrascendentales culturas polticas y, sobre todo, una fundamental, expositiva oconcluyente visin sinttica sobre todo ello.

    De todas formas, por la calidad de su factura o por el tratamiento dadoal tema del que se han ocupado, son dignos de ser mencionados aqu lossiguientes autores.

    En cuanto a la interrelacin habida entre la masonera y el socialismodestacan: en Francia, Andr Combes o Denis Lefebvre; en Blgica, JohnBartier; los italianos Aldo Chiarle, Anna Maria Isastia y Aldo A. Mola; o losespaoles Vctor M. Arbeloa, Jos Antonio Ferrer Benimeli y ngeles GonzlezFernndez.

    En lo que respecta a las relaciones habidas entre el marxismo-leninismo y el hiramismo, descuellan plumas como las de los belgas Paul VanPraag o H. Dethier, o francesas como la de Christian Lauzeray.

    Y para estudiar los nexos histricos entre los anarquistas y lafrancmasonera, hay que recordar los trabajos publicados por autoresfranceses como el metodolgicamente inefable Lo Campion o, msrecientemente, Edouard Boeglin, italianos como Aldo A. Mola o Luigi Polo Friz,y espaoles como las monografas de Enric Oliv Serret, ngeles GonzlezFernndez, Jess Ruiz Prez, Pere Snchez i Ferr o Leandro lvarez Rey.

    Adems de los trabajos de los autores aqu citados, es importanterecordar que, sobre estas cuestiones, resultan dignas de ser reseadas lassiguientes obras: el estudio realizado por Alexandre Marius Des de Steriosobre "Mouvements syndicaux en Allemagne et symbolique maonique",publicado en el libro La pense et les hommes. Sous le masque de la Franc-Maonnerie, editado por Jacques Lemaire y publicado, en 1990, por lasEditions de l'Universit de Bruxelles; el monogrfico dedicado a la masonerapor el numero 193 de la revista belga Cahiers Marxistes, de febrero-marzo de1994; y las actas, todava sin publicar, de las jornadas Conference "We Band ofBrothers": Freemasonry in radical and social movement 1700-2000,

    organizadas por el profesor Andrew Prescott y celebradas en la universidad deSheffield en noviembre de 2004.

  • 8/6/2019 LA MASONERA Y EL MOVIMIENTO OBRERO

    7/35

    Aclaro antes de nada que, con esta suerte de estudio introductorio opropedutico que a continuacin desgloso sobre las ms que probablesinterrelaciones o influencias simblicas, y hasta ideolgicas, que llegaron adarse entre la denominada cultura proletaria y la francmasonera, no parto deningn principio teleleolgico o finalista a la hora de buscar, obsesivamente,

    cualquier indicio, atisbo o posible nexo demostrativo -incidental u ocasional- enla historia de ambas culturas polticas que aparente o intente demostrarhiptesis de trabajo alguna. Tampoco es mi pretensin sentar ningn tipo desuperflua base terica o teoricista -tan de moda por desgracia en mi profesindesde hace tres lustros-, con el pedante pensamiento puesto en el absurdoanhelo de crear, a partir de estas sencillas reflexiones, una futura corriente olnea de investigacin historiogrfica.

    Con este modesto trabajo slo y exclusivamente trato de mostrar oexponer, a nivel meramente introductorio -sin tan siquiera calibrar o valorar enprofundidad la compleja fenomenologa a estudio-, ese encuentro

    fundamentalmente simblico habido entre el obrerismo y el hiramismo. Huelgaexplicar que nadie llegue a pensar -o ms bien a desvariar-, en el momento deleer este artculo, en ninguna de las prolongaciones del estpido e interesado"contubernismo", tan excelentemente aprovechado, por otro lado, por la Iglesiacatlica y las doctrinas y Estados fascistas.

    Simplemente voy a hablar en este breve ensayo de la complicada ydiversa maraa de coincidencias, influencias y hasta apoyos que, hoy por hoy,sabemos que se han dado histricamente entre la "Orden del Gran Arquitectodel Universo" y el movimiento obrero; albergando eso s como nicos yesperanzados logros de todo este esfuerzo que, siempre y cuando se juzguede inters por la comunidad cientfica correspondiente, se abra con todo ello uncampo nuevo de debate historiogrfico -alejado de cualquier prejuicio deescuela, de "hermandad" o de ideologa- y, quizs, conseguir tambin provocaro sugerir nuevos enfoques metodolgicos en ciertas lneas de investigacincruciales o tangenciales con esta temtica de la historia social y de las ideas;es decir, que los colegas que estudien el movimiento obrero a nivelorganizativo, social, biogrfico, ideolgico o iconogrfico, no olviden en susinvestigaciones al posible influjo que la masonera pudo haber tenido con susrespectivos objetos o sujetos de estudio.

  • 8/6/2019 LA MASONERA Y EL MOVIMIENTO OBRERO

    8/35

    Cuestionario

    Que una forma de sociabilidad inicitica, esotrica, filantrpica, liberal y,

    fundamentalmente, burguesa, llegue a tener una clara influencia en la historiadel movimiento obrero desde sus mismos inicios, llama poderosamente laatencin de cualquier curioso en el tema. Y, como ya hemos adelantado en elbrevsimo ejercicio egohistrico del preliminar, a un inquieto universitariogallego de formacin intelectual eclctica entre el marxianismo y el libertarismo,le sorprendi todava ms cuando, realizando su tesis de licenciatura, seencontr con estas aparentes y llamativas concomitancias histricas.

    Su viejo prejuicio o escrpulo obrerista con relacin a una sociedadsecreta de "aburridos burgueses con la reaccionaria mstica fraternalista decreer en la utpica idea -y fomentarla- de un armonioso mundo sin lucha de

    clases", le empujaba si cabe todava ms a seguir alucinado, cuando descubraque en esa secreta y extraa asociacin esotrica y ocultista se haban dejadoiniciar viejos ttems de su obrerista e internacionalista retablo personal comoLafargue, Buonarroti, Proudhon, Bakunin, Fanelli, Malatesta, Robin, FargaPellicer, Fermn Salvoechea, Ferrer y Guardia, Andrs Nin, etc.

    Qu pintaban en esa oscura y extraa sociedad gente tan "cientfica"como el yerno de Marx, Andrs Nin o, seguramente, el propio Lenin, o tanracionalista y desmitificadora como los anarcos citados?

    Por qu infinidad y nunca mejor expresado, infinidad de agrupacioneso sindicatos obreros de los siglos XIX y XX, tanto marxistas como libertarios,eligieron preclaros smbolos masnicos -que no gremiales- como emblemasrepresentativos de sus sellos asociativos como escuadras y compasesentrecruzados, tringulos, niveles, "saludos fraternales", etc?

    Por qu el Consejo federal espaol de lamisma Internacional eligi como insignia algo tanfrancmasnico como inscribir en un crculo -

    smbolo del universo, del alma universal, delinfinito y de la perfeccin, y en estrecho vnculooriginal con el comps- un nivel iconogrficamentemasnico (como una gran A mayscula),sabiendo que, en masonera, el nivel es elsmbolo de la igualdad social y la "Escuadra justa"que, en teora, lo compone, recuerda siempre lava de la rectitud moral y, al mismo tiempo, lapropia silueta que este nivel dibuja es, nada menos, que una especie de "delta"o tringulo masnico -"divinidad", "luz eterna de la sabidura", "conocimiento" o"equilibrio universal" para los masones agnsticos o antitestas como los

    internacionalistas Blanc, Proudhon, o Bakunin-, inscrito, como ya hemos dicho,en la circunferencia citada, "hablando" entonces esta insignia, exclusivamente,

  • 8/6/2019 LA MASONERA Y EL MOVIMIENTO OBRERO

    9/35

    a todo iniciado en la masonera que la viese, de lo que, en puridad, pretenda laAsociacin Internacional de Trabajadores o, como se denomin en GranBretaa, la International Workingmen's Association: buscar un utpico mundouniversal o internacional de sublime, sabio y equitativo equilibrio por medio dela recta prctica moral del igualitarismo social?

    Por qu el viejo masn e internacionalista italiano Enrico Bignamiescribi, en 1913, a la logia milanesa Carlo Cattaneo-como ha descubierto miamigo y colega Aldo A. Mola- que "fue bajo (al coperto) la bveda estrellada deun Templo donde pude constituir la primera seccin italiana de la Internacional.Y que los detractores socialistas de la Masonera podran acordarse de otroscien hechos como este"?

    Por qu la fraccin ginebrina de la A.I.T. -la denominada "Templonico", como nos dice en la biografa de Bakunin James Guillaume y recogien su antologa D. Guerin- se reuna, desde el mismo principio de su creacin,

    en el nico templo que, por aquel tiempo, posean las logias masnicas de laciudad de Ginebra?

    Por qu en la conocida fotografa del IV Congreso de la Internacionalcelebrado en Basilea en septiembre de 1869, donde sobresale la gigantonafigura de Bakunin (sobrepasaba los dos metros de estatura), la pancarta querubrica el acontecimiento lleva como smbolo distintivo el masnico "Deltaluminoso o radiante", pareciendo ms el tpico estandarte de cualquier logiamasnica que el caracterstico carteln societario al uso?

  • 8/6/2019 LA MASONERA Y EL MOVIMIENTO OBRERO

    10/35

    Por qu el autor de obras tan apocalpticamente demoledoras,iconoclastas e irreverentes como el Catecismo revolucionario, El Estado y laAnarqua o la pstuma Dios y el Estado, ocup su precioso tiempo deconspirador y revolucionario, escribiendo y publicandoel Catecismo de la Francmasonera moderna?

    Por qu este atrabiliario y luciferino antitestade Mihail Bakunin permiti que la masonera italiana lo"exaltase" -desconocemos si por medio de la mera"comunicacin" o ritualmente- al grado 32, sabiendode sobra que el lema de ese grado que iba a alcanzarreza: "Spes mea in Deo est"; es decir -siguiendo loconfirmado por mi amigo latinista Antonio GarcaMasegosa-, "Mi Esperanza se funda -se encuentra oest- en Dios?

    Por qu el todava utilizado gesto de identidad anarquista: dibujar unarco con los brazos por encima de la propia cabeza, cerrndolo arriba con lasmanos, "enganchando" stas con los cuatro dedos de cada mano menos lospulgares, se asemeja tanto a dos seas o gestos de la liturgia masnica: el depeticin de auxilio -con la salvedad de que en ste el masn semientrelaza lasmanos formando una abierta y receptiva venera-, y el del momento final de lapsicodramtica ceremonia de exaltacin al tercer grado, el de "Maestro",cuando el "Venerable" ayuda a levantarse al "hermano" recipiendario,sacndolo del ataud donde se le ha acostado, "enganchando" su manoderecha con la del que recibe esa emocionante iniciacin de maneraexactamente igual que lo vienen haciendo losanarquistas, con sus propias manos, cuando realizan susaludo "tribal"?

    Por qu el cartel con las fotos y nombres delos delegados asistentes al Congreso de Gothacelebrado en mayo de 1875 por la social-democraciaalemana, centrado por una foto principal -posiblementetrucada- de dos eglatras irreconciliables como fueronMarx y Lasalle, es coronado con un smbolo tan antiguoy prototpicamente masnico como el "fraternal" saludo

    de manos, insignia tambin del sindicato espaolU.G.T.?

    Por qu la estrella roja comunista fue retomada de un smbolo repetidoad nauseam, desde el siglo XVIII (o desde el XVII, segn autores), por laiconografa masnica, la "estrella flamgera" -de viejsima tradicin pitagrica-,asociada ritualmente desde antiguo al grado de "Compaero"; es decir, a lacamaradera o "compaerismo", conocida adems la declarada masnicofobiade Len Trotski, creador del Ejrcito rojo que toma dicho emblema?

    Por qu todava hoy en los sindicatos estadounidenses de mecnicos,

    ferroviarios, etc., se utilizan denominaciones como "Logia" para denominar a susindicato local y "Gran logia" para referirse a su organizacin nacional.

  • 8/6/2019 LA MASONERA Y EL MOVIMIENTO OBRERO

    11/35

    Posibles respuestas al cuestionario

    Ante todo que no se nos aduzca, de principio, y por ese apasionado eirreprimible afn latino de impugnar por impugnar, la demoledora y totalizadorarefutacin de todo el planteamiento que resulta de estas incgnitas expuestas,alegando para ello rotundas y expeditas explicaciones como, por ejemplo, quela apropiacin de esa simbologa masnica no fue otra que el sencillo, intuitivoe inconsciente aprovechamiento de iconos psicoanalticamente "atractivos" yde sencilla e ilustrativa -o conceptual- grafa; alegando, verbigracia, laindudable realidad de que, tanto el "delta" o tringulo como la estrella de cincopuntas -dos de las imgenes masnicas ms reutilizadas o asimiladas-,provocan, como tales imagos, una fortsima pulsin escpica en cualquier

    sujeto, como bien sabe hoy la tcnica publicitaria. No albergamos crtica algunasobre la famosa reflexin, recordada tanto en la obra de mi querido amigo JosLuis Castro de Paz, de que "no es el ojo el que mira, sino el objeto el que captao atrapa la mirada". No vamos a entrar para nada en este tipo de polmicas,dado que, histricamente, no nos llevaran, con la exigida exactitud, a donde juzgo que, verdaderamente, me inclinan -o nos inclinan- las reflexionesconjeturales ante esas cuestiones trazadas.

    Las posibles respuestas a estas complejsimas y caudalosas preguntashan venido al investigador, paulatinamente, de una manera deductiva y por trescaminos diferentes. Tres diferentes vas que, en realidad, pueden entreverarsetriangularmente o conjugarse, explicarse o entenderse ensambladas; es decir,pueden quedar comprendidas como tres partes fundamentales de una mismaexplicacin, a la hora de poder descifrar el porqu de todas estas curiosasincgnitas. Vemoslos, entonces, por lados o secciones:

    A.- Por la apodctica realidad histrica de que la masonera universalentendi, desde siempre, el apoyo a los proletarios como una accin ms de suautoexigida accin filantrpica y su estatutaria prctica de igualitarismo social.Y, a medida que se va desarrollando el movimiento obrero a lo largo del sigloXIX, ir trazando puentes entre ella y el mundo del trabajo -incluido el del

    propio societarismo-, reinterpretando su viejo espritu fraternalista y,socialmente, cohesionador o conciliador.

    B.- A raz del descubrimiento histrico, realizado por el historiador queesto escribe, de la utilizacin de la organizacin masnica por parte de losconspiradores liberales de la subversin antiabsolutista del Sexenio negroespaol y la tradicin, proyectada muy pronto a nivel internacional, que dichainstrumentalizacin poltico-organizativa inici, a raz del triunfo de la revolucinliberal de 1820, en plena Europa de la Restauracin.

    Dentro, todo ello, del complejsimo paradigma revolucionario romntico,

    quedando entendida la masonera por una buena parte de los variadoscolectivos de la subversin del siglo XIX, como una asociacin cobijadora de la

  • 8/6/2019 LA MASONERA Y EL MOVIMIENTO OBRERO

    12/35

    perseguida subversin liberal y, por amplia extensin -y especialmente amedida que nos aproximemos al ideolgicamente trascendente ecuadorhistrico de 1848- de todo revolucionario. Fuese ste liberal o nacionalistacomo Mazzini -aunque todava no sabemos con certeza si este revolucionariose inici, verdaderamente, en la masonera- o el primer Bakunin, socialista

    como Blanc o Blanqui, comunista como Buonarroti o anarquista como Bakunin,Fanelli o Lorenzo. De este ltimo revolucionario espaol, podemos recordar lavisin personal que tena de su discreta asociacin, cuando, en 1898, en suexilio parisino -como recuerda Ferrer en su libro La masonera-, se la comunica su amigo y correligionario Juan Montseny, recogindola ste en su libro Mivida: "la masonera era una gran cosa para las personas perseguidaspolticamente".

    C.- Por llegar a sostener la lgica y deductiva hiptesis de que aquellosinternacionalistas pudieron seguir, conscientemente, la ya vieja tradicinrevolucionaria liberal de apropiarse de ritos o usos y, sobre todo, iconos

    masnicos, con el fin de poder representar as, emblemticamente, los nuevosvalores ideolgicos de: igualdad, federalismo, solidaridad, fraternidad, trabajo,etc. Imitando entonces los obreristas, en cierta manera, lo que antes habanhecho, una vez conquistado el poder, los Estados liberales, cuando stossintieron la perentoria necesidad de proyectar pblicamente sus ilustradosmensajes polticos de pensamiento republicano, cvico o laicista, por medio detodo un complejo conglomerado ritual de referentes iconogrficos masnicos.Institucionalizando los liberales entonces, ex novo, todo un complejo mundosimblico y protocolario oficial, que, volitivamente, se alejase de cualquierindicio de formalismo estatal y religioso que pudiese recordar las odiadasformas y boatos del Antiguo rgimen

    A continuacin, intentaremos ofrecer una cumplida o, por lo menos,introductoria explicacin a estas tres grandes secciones en las quedesglosamos las posibilidades de respuestas que hemos deducido de aquellaspreguntas sobre las influencias, interrelaciones, concurrencias yconcomitancias entre el movimiento obrero universal y la francmasonera.

  • 8/6/2019 LA MASONERA Y EL MOVIMIENTO OBRERO

    13/35

    A.- Filantropa masnica y proletariado

    En cuanto al primer punto; es decir, lo que hemos llamado la seccin A

    de nuestra explicacin, hay que decir que, desde el mismo siglo de su creacin,el XVIII, la masonera o hiramismo britnico fue el primero en preocuparse, anivel estrictamente filantrpico, de la cuestin obrera en su industrializadoReino Unido. La fundacin y sostenimiento de instituciones de beneficenciacomo hospicios, escuelas y centros asistenciales donde se acogi a una zonamenesterosa del primer proletariado moderno de la historia, fue y es una de laspreocupaciones ms relevantes de toda su accin corporativa.

    Todo tipo de masonera, tanto la denominada "regular" como ha sido ysigue siendo la anglosajona como la "irregular" o "liberal" como casi siemprefueron, a lo largo de la historia, las llamadas masoneras latinas, ha tenido la

    estatutaria obligacin de realizar, primordialmente, la prctica del altruismo;pero la masonera British ha hecho, desde la propia fundacin de estaasociacin, ms hincapi en potenciar la caritativa labor de su organizacin. Elorigen de todo ello est quiz en su propio rito masnico, el llamado EmulationWorking, no olvidemos que para este rito, los tres principios en los que reposala autntica masonera son, por su orden: el "Amor fraternal", la "Beneficencia"y la "Verdad".

    Ms tarde, ya entrado el siglo XIX, las logias inglesas irn asimilando ensus iniciticos misterios a elementos instruidos y cualificados de su proletariadonacional, llegando la masonera britnica en esta preocupacin proletarista alextremo de ofrecer sus propios locales para que dieran cobijo a una de las msimportantes reuniones preparatorias de la Primera internacional obrera, comorecogen, tanto el historiador alemn Max Nettlau como el anarquista y masnespaol Anselmo Lorenzo -citando ste la obra Garibaldi: Historia Liberal delSiglo XIX de Rafael Farga y Pellicer-, cuando el engolado y prestigiosohiramismo britnico decimonnico cedi su Free Masons Tavern para queaquel clebre mitin, convocado por Karl Marx, la denominada Fiesta de laFraternizacin Internacional del 5 de agosto de 1862, pudiese llevarse a efecto.

    Coincidiendo con lo estudiado mucho ms tarde por Andr Combes, el

    citado historiador anarquista Max Nettlau en su obra La anarqua a travs delos tiemposnos dice, cuando critica el psimo trabajo organizativo que realizaradespus de este mitin de la Hospedera de los Masones el internacionalista ytambin masn Henri Louis Tolain que, si no fuese por los francmasonessocialistas organizados en "las pequeas logias masnicas avanzadas de 1850y 1858, que reunan socialistas internacionales",5 se refiere sin duda -comoms adelante veremos cuando hablemos de la masonera francesa- a laslogias "menfitas" de la Grande Loge de Philadelphes -formadas, en unprincipio, por exiliados republicanos y socialistas franceses en Londres-, no sepodra llegar jams a la reunin fundacional de la Asociacin Internacional deTrabajadores del 28 de septiembre de 1864.

  • 8/6/2019 LA MASONERA Y EL MOVIMIENTO OBRERO

    14/35

    Algo semejante va a ocurrir en otras naciones como Estados Unidos,donde su primer sindicalismo de clase poseer una nomenclatura de clarainfluencia masnica, verbigratia: el sindicato de zapateros Los Caballeros deSan Crispn, que se estructuraba por "logias"; los sastres de La Noble Orden delos Caballeros del Trabajo, que se organizaban al principio secretamente en

    "logias", adoptando complejos rituales y disimuladas seas y contraseas dereconocimiento con el fin de que, como recoge Florence Peterson, "ningnespa del patrn pudiese hallar la manera de entrar en el saln de la logia paratraicionar a sus camaradas",6 tambin hay que recordar que su ms alta

    jerarqua sindical se denominaba "Gran Maestre Obrero".

    En la Francia prerrevolucionaria, encontramos en la masonera deprovincias a logias que, muy tmidamente, comienzan a aceptar "entre suscolumnas"; es decir, dentro de sus logias, a pequeos artesanos. Durante elPrimer imperio, como recuerda Andr Combes, se inicia el tibio y lento procesode aceptacin de proletarios en las logias francesas que se ir acentuando,

    progresivamente, a partir de la Restauracin borbnica y durante la monarqua"burguesa" de Luis Felipe de Orleans donde, pensando en los proletarios, serebajarn las tasas o gastos mnimos de iniciacin y habr una declaradapoltica de permisividad por parte de esta masonera con la citada exigencia dela alfabetizacin del nefito.7

    Pero no habr directo y manifiesto inters por la clase obrera y por elsocietarismo por parte de la masonera gala hasta los mismos inicios de lasegunda mitad del siglo XIX cuando, como ya hemos adelantado y siguiendo lodicho por el profesor Combes, sern los masones exiliados en Inglaterradespus del golpe de Luis Napolen Bonaparte, los que funden, en el Rito deMenphis -nico prohibido por el Estado imperial francs-, la logia Philadelphes,cuyo ttulo ya anunciaba -o recordaba- viejos aires conspiradores, logia madrede la que saldr la gran logia del mismo nombre.

    Aqu, en este ambiente de masonera republicana y socialdemocrticacada vez ms extenso, con su recin fundada Gran Logia de Philadelphos,encontraremos a republicanos y socialistas clebres como Jean-BaptisteBoichot, Bradlaugh, el yerno ingls de Marx, o Louis Blanc, y de este entornomasnico saldr nada menos que la Sociedad Fraternal de Demcratas-Socialistas Franceses, amn de destacados internacionalistas de primera hora

    como Le Lubez, Combault, Vsinier o Benoit,8 los autnticos organizadores dela A. I. T., si seguimos en esto lo dicho por el serio y positivista historiadorlibertario Max Nettlau.

    Estos masones entendan a su institucin como un autntico yarquetpico modelo de democracia con la obligada praxis de ayudar a latransformacin de la sociedad humana, siguiendo la vieja y triangular divisamasnica de "Libertad, Igualdad y Fraternidad", y a la logia, como una escuelade formacin cultural y cientfica.

  • 8/6/2019 LA MASONERA Y EL MOVIMIENTO OBRERO

    15/35

    Los objetivos inmediatos contenidos en el programa de esta masonera"menfita" que, por otro lado, casi cuatro decenios ms tarde, en plena Primerarestauracin borbnica, llegara a Espaa cobijando a una buena zona delrepublicanismo y del obrerismo espaol de final de siglo, eran, como nos diceCombes, dos: la lucha contra la ignorancia por medio de la escolarizacin, y "la

    ayuda al proletariado en su emancipacin", especialmente, por medio de lacreacin de -presumimos proudhonianas- mutualidades.

    As se explica, como sigue apuntando Combes y ya hemos adelantado,la fuerte presencia de la masonera en el seno del movimiento societario y de laPrimera internacional; y, probablemente, tambin sto nos puede dar la clavedel origen o del porqu de esa asuncin de parte de la simbologa masnicapara representar la nueva emblemtica de esta importante asociacin obrera.Dado que, al ser los masones de este hiramismo "menfita" los autnticosorganizadores de la A. I. T., stos pudieron proponer o influir en dichaiconografa, obteniendo para ello la lgica aquiescencia o apoyo del resto de

    los nada escasos internacionalistas masones.

    Recordemos que, en 1867, de esta corriente masnica que tendrcomo principal terico a un viejo utpico sansimoniano, amigo y "hermano" deProudhon, Marie-Alexandre Massol, se separar un pequeo grupoanarquizante que crear la revista L'Action maonnique, caracterizado por unviolento antitesmo y que pretender convocar a la masonera para que secomprometiese, directamente, en las luchas polticas y sociales.9

    En Espaa, pas de tan tarda Revolucin industrial, la "sociedad de laAcacia"; es decir, la masonera o hiramismo, no comenz a iniciar a proletarios,que sepamos, hasta entrado el llamado Sexenio revolucionario o democrtico(1868-1874), en realidad, cuando comienza su denominada edad de oro.Aunque en la "anecdtica" masonera de la Era isabelina, sabemos de logiascomo la Los Amigos de la Naturaleza y Humanidad, estudiada por VictoriaHidalgo Nieto, donde su "cuadro logial" posea un abultado nmero deoperarios de la fbrica de vidrio de Gijn. A partir de 1868, el hiramismohispano ir desarrollando -paulatinamente y segn "obediencias" o"masoneras"-, una autntica campaa de "popularizacin" de las logias, aldirigir manifiestamente su accin proselitista hacia los obreros, sobre tododurante el ltimo cuarto del siglo diecinueve y, ms tarde, durante el primer

    tercio del veinte; en realidad, hasta el final de la ltima guerra civil, en 1939. Enesta historia, un largusimo elenco de anarquistas, socialistas y algn que otrocomunista autoritario pasarn por las logias espaolas desde el siglo XIX hastael blico final de la Segunda repblica.

    Historiogrficamente, en Espaa, nos encontramos, posiblemente, conla ms abundante publicstica nacional sobre este tema en cuestin. Es ms,puede decirse que, gracias a la labor acadmica realizada por el profesorFerrer, sus discpulos y los investigadores que han colaborado o colaboran enlas actividades llevadas a cabo por el instituto de investigacin histrica que elcitado estudioso aragons fund en 1983, el Centro de Estudios Histricos de

    la Masonera Espaola, Espaa es, hoy por hoy, la nacin donde se ha

  • 8/6/2019 LA MASONERA Y EL MOVIMIENTO OBRERO

    16/35

    estudiado, con mayor profusin, este tema de las influencias y adecuacionesentre el societarismo y la masonera.

    En estas dos ltimas dcadas, se han venido publicando ensayoshistricos sobre estas cuestiones. Trabajos iniciales como los de Vctor Manuel

    Arbeloa sobre el socialismo10 o Enric Oliv Serret sobre el anarquismo,11 la yacitada monografa del masonlogo aragons Jos A. Ferrer "La masoneraespaola y la cuestin social"12 y, despus, trabajos como lo vertido en mitesis doctoral, leda en 1989, en la Universidad de Zaragoza,13 lo publicado porPere Snchez i Ferr y Jos Luis Gutirrez Molina,14 Pedro Fermn lvarezLzaro,15 lo vertido en mi libro Laicismo, educacin y represin en la Espaadel siglo XX, lo dicho en el captulo que escrib para el libro La sociabilidad enla historia contempornea,16 la sugerente y excelentemente vertebradaponencia presentada al X Symposium Internacional de la Historia de laMasonera Espaola -celebrado en Legans (Madrid) en septiembre de 2003-,por Jess Ruiz Prez,17 y, por ltimo, la escasa aunque relevante obra que,

    sobre estos temas, han publicado los profesores de la Universidad de Sevillangeles Gonzlez Fernndez y Leandro lvarez Rey.18

    B.- La creacin del constructo romntico "masn y revolucionario"

    En lo que respecta al punto explicativo B; el correspondiente a eseimago construido en pleno romanticismo sobre la particular simbiosisrevolucin=masonera tan fomentada, por otro lado y desde el siglo XVIII, por lapropia publicstica antimasnica y por los Estados Unidos de Norteamrica -consus institucionales glorificaciones washingtonianas-, remito al lector a mi propiaobra sobre el tema, en especial, al captulo "Masonera y ejrcito en la Espaacontempornea" del libro publicado en Pars en 2004 y dirigido por ElizabethDelrue, Autour de L'Arme espagnole, 1808-1939, y a la comunicacinintitulada "De militares y masones. Reflexiones en torno a la creacin delconstructo: "militar, liberal y masn", que present, en el VII Congreso daAsociacin de Historia Contempornea celebrado en Santiago y Ourense, enseptiembre de 2004, y publicado en CD-ROM por la Universidad de Santiago

    de Compostela.19Este tipo de costumbres que, en politologa, nos hablan de

    conspiraciones anteriores y posteriores a esta a la que nos referimos -la llevadaa cabo por los subversivos oficiales artilleros de la logia militar coruesa LosAmigos del Orden, en pleno Primer periodo absolutista fernandino-, y queutilizan la estructura orgnica de las sociedades secretas para intentar llevar acabo su complot, como: los Iluminados de Babiera de Adam Weishaupt -denombre de guerra Spartakus-, que haba copiado formas y manerasfrancmasnicas para crear aquella subversiva asociacin con sussobrenombres y sus grados; la orgnicamente triangular Conspiracin de los

    iguales de Franois Nol Babeuf, de sobrenombre Gracchus; los Philadelphoscon sus tres grados y sus nombres de guerra; la Sociedad de los Sublimes

  • 8/6/2019 LA MASONERA Y EL MOVIMIENTO OBRERO

    17/35

    Maestros Perfectos creada como una" organisation secrte politique de formemaonnique", como nos explica el Dictionaire de la Francmaonneriedirigidopor Daniel Ligou,por el discpulo de Babeuf, el francmasn Philippe Buonarroti;la misma masonera espaola de la poca citada del Sexenio negro quetambin utilizar el "Nombre simblico" como medida de seguridad, siendo la

    citada logia militar coruesa -cuyos miembros eligieron alias como Washington,Filadelfo, etc.-, la que, por primera vez en la historia de las masonerasibricas, inicie esta tradicin; y despus, las sociedades secretas conspiradorasque, remedando parte de las formas y maneras francmasnicas, fueronapareciendo a lo largo de la primera mitad del siglo XIX, como el carbonarismo,los comuneros, los anilleros, las sociedades secretas republicanas en Francia,las mazzinianas Joven Italia y Joven Europa, las de los progresistas a lo largode toda la espaola Era isabelina y, ya dentro del incipiente movimiento obrerointernacional, la secreta Fraternidad internacional creada, en 1864 y enFlorencia, por Mihail A. Bakunin.

    Esta sociedad secreta bakuniniana estaba proyectada, como ms omenos Weishaupt haba pensado la suya casi cien aos antes -y Len Trotskidiscurrira, mucho ms tarde, su secreta tcnica partidaria de infiltracindenominada "entrismo"-; es decir, para ser utilizada como secretsimaorganizacin de iniciados con el fin de introducirse, clandestinamente, en otrasasociaciones -como lleg a intentar con la propia Internacional Bakunin-, paraas intentar manipular aqullas, granjendose simpatas o inclinando a esasorganizaciones hacia sus propias ideas o fines estratgicos. Su programa,transcrito e incluido en el libro biogrfico que, sobre Bakunin, escribi Nettlau y,ms tarde, public de nuevo en su antologa Daniel Guerin, recuerda enocasiones la propia organizacin y el estilo discursivo masnico al uso y, enotras ocasiones, el discurso piensa en la masonera a la hora de definir, encontraposicin a ella, su particular y revolucionaria fraternidad secreta,vemoslo:

    "La sociedad internacional revolucionaria se constituir en dosorganizaciones diferentes: familia internacional propiamente dicha y lasfamilias nacionales (...). La familia internacional. Unicamente compuestapor hermanos internacionales, tanto honorarios como activos, ser ella laclave de bveda (...). El candidato (...). Es preciso que est convencidode que no podr servir mejor que compartiendo nuestros trabajos, y que

    sepa que, al ocupar un puesto entre nosotros, contraer con respecto anosotros el mismo compromiso solemne que nosotros contraemosrespecto a l (...). Debe comprender que una asociacin cuyos fines sonrevolucionarios debe necesariamente formarse como sociedad secreta, yque toda sociedad secreta en inters de la causa a la que sirve y de laeficacia de su accin, as como en el de la seguridad de cada uno de susmiembros, debe someterse a una fuerte disciplina, que no es por otraparte ms que el resumen y el puro resultado del compromiso recprocoque todos los miembros han acordado unos respecto a otros, y que porlo tanto es una condicin de honor y un deber el someterse cada uno atodo ello (...), no toleraremos ms que un maestro, nuestro principio (...).

    Inclinndonos con respecto ante los servicios pasados de un hombre,apreciando la gran utilidad que podran aportarnos los unos por su

  • 8/6/2019 LA MASONERA Y EL MOVIMIENTO OBRERO

    18/35

    riqueza, los otros por su ciencia, los terceros por su alta posicin y suinfluencia pblica, literaria, poltica y social, lejos de buscarles por todoello, veremos en lo dicho un motivo de desconfianza (...). Al entrar entrenosotros, el nuevo hermano deber comprometerse solemnemente aconsiderar su deber hacia esta sociedad como su primer deber,

    concediendo como su segunda obligacin su atencin a cada miembrode la sociedad, su hermano"20

    Como recuerda el Dr. Nettlau, haca un ao que el romnticoconspirador de origen ruso haba abandonado las causas revolucionariasnacionalistas para centrar toda su energa en la causa social. Prueba sta -como otras muchas- de la fuerte influencia que el liberalismo radical tuvo en elnacimiento del pensamiento anarquista, contradiciendo todo ello, entonces, latesis -que, por otro lado jams he compartido- publicada en la serieDocumentos de la Editorial Anagrama, con el ttulo Libertarismo versusliberalismo, del profesor de UCLA Carlos Peregrn Otero.

    Esta secretsima sociedad revolucionaria fundada y sostenida porBakunin y denominada, curiosamente, de variadas maneras como: SociedadInternacional Revolucionaria, Fraternidad Internacional, Societ dei Legionaridella Rivoluzione Sociale Italiana -y que, por otro lado, esta prolija forma dedenominarla nos refleja una vez ms el apasionado y pulsional "Nio" queBakunin tanto cuid y llev siempre dentro-, acabara siendo el origen o lacausa de las denuncias dirigidas contra l en el seno de la Internacional, porparte de un "britanizado" intelectual como Karl Marx, su yerno Lafargue, Engelsy Utin, ocasionando la expulsin del carismtico l'enfant terriblede la A.I.T., en1872.

    C.- La apropiacin de iconografa y rituales masnicos por parte de lasideologas contemporneas revolucionarias

    Una de las ms viejas y usadas definiciones que la francmasonera hadado de s misma, es la de que esta curiosa y antigua forma de sociabilidad "es

    un hermoso sistema de moral, velado por alegoras e ilustrado por smbolos".Intentando darle base justificativa a esta tercera deduccin apuntada en

    la seccin C, sobre la apropiacin, adaptacin o utilizacin de simbologagenuinamente masnica por parte del mundo poltico liberal y, siguiendo estehistrico precedente, ms tarde, por el propio movimiento obrero, trataremos deseguir extendiendo nuestro discurso sobre este interesante tema, presentandoahora nuevos ejemplos de adecuacin de las "veladas alegoras" y los"ilustrados iconos" francmasnicos por parte del liberalismo, tanto en suvertiente oficial o institucional como en la informal vertiente panfletaria.

    Posiblemente, y utilizamos aqu este conjetural adverbio dado que,despus de mprobos esfuerzos de autntica caza bibliogrfica en la British

  • 8/6/2019 LA MASONERA Y EL MOVIMIENTO OBRERO

    19/35

    Library y en las ms importantes libreras londinenses, tanto de libro nuevocomo de lance, seguimos sin haber descubierto ningn icono "constructivo" enlas insignias o banderas de aquellos puritanos radicales ingleses, los Levellerso Niveladores y los de su seccin protocomunista, los Diggers, los tambinllamados True Levellers -aunque no nos extraara que la primera

    instrumentalizacin poltica de la imagen del "constructivo" nivel, comoreferente iconogrfico del igualitarismo social, proceda de estos revolucionariostiempos de la Guerra civil inglesa21-, la primera apropiacin simblico-polticaque tengamos constadada de este tenor, fue la que llev a cabo la repblicafederal de los Estados Unidos de Norteamrica. No podemos olvidar que en surevolucin participaron clebres y sobresalientes francmasones como BenjaminFranklin, George Washington, el marqus de La Fayette, ThaddeusKosciuszko, Thomas Adams, Joseph Warren, Richard Caswell, etc., etc., etc.

    Desde su misma gestacin como nacin y sobre todo durante losprimeros aos de su historia, los correspondientes a los dos mandatos de suprimer presidente George Washington, aquellos ex-colonos britnicos, padresde aquel nuevo Estado, careciendo del necesario precedente protocolario e

    iconogrfico republicano y no queriendo remedar para nada, como ya hemosdicho, los smbolos, apariencias y frmulas institucionales de las viejasmonarquas, encontraron en parte de la emblemtica y el ritual masnicos labase iconogrfica y algunos de los ritos protocolarios para aquel nuevo Estadofederal dentro, todo ello, del lgico paradigma esttico del neoclasicismo, con lalargusima proyeccin de referentes iconogrficos y estilsticos que esta poticaconlleva.

    Buena muestra arquetpica de todo esto que decimos la encontramosen el diseo de su misma bandera, la famosa Stars and Stripes, trazadoiconogrfico que, todava hoy, a los masones les recuerda siempre a un

    conjunto de smbolos harto fundamentales de su inicitica asociacin.

  • 8/6/2019 LA MASONERA Y EL MOVIMIENTO OBRERO

    20/35

    Primero, la masnica y "universal" "Bveda celeste" de su cantn -"estrellas flamgeras" blancas sobre el azul firmamento- pintadaobligatoriamente en el techo del prototpico espacio de sociabilidad hiramita: lalogia.

    En segundo lugar, las citadas "estrellas flamgeras", asociadas siempreritualmente al grado segundo, el de "Compaero"; es decir, que nos puedenestar hablando -como ya he dicho anteriormente en el cuestionario-, de laprctica del "compaerismo" o camaradera, adems de un sin fin devariadsimos significantes esotricos.

    Y en tercer lugar, al anfibolgico o plural significado simblico de queestas estrellas se van a utilizar como representacin de cada Estado y disponeren crculo, me refiero al primer diseo denominado Betsy Ross, por trescrpticas alegoras o motivos masnicos que vienen a reforzar,iconogrficamente, la misma idea poltica de la unida, mutua y eternamente

    fuerte confederacin poltica.

    Uno, para recordar la idea federal de la masnica y "circular" "Perfectaunin" de los trece Estados iniciales, otro, por recordar el arcano cabalstico delOurboros (la culebra, dragn o lagarto, mordindose la cola), tan utilizado ensu versin ofdica en la iconografa masnica desde el siglo XVIII y que habladel eterno retorno, del infinito y de la eternidad, aqu pudo o puede serentendido como "amuleto" de buen augurio para la nueva repblica. Y, el ltimode los tres motivos sealados, para que esta constelacin circular seacomprendida, asociada o asimilada a uno de los signos alegricos msimportantes en el hiramismo, la denominada y "cooperativa" "Cadena deunin". Dado que esa imagen del principio republicano del mutualismofederativo se ver completamente reforzada por esta relevante figura simblicade la denominada "Cadena de unin" que todos los masones del mundo,despus de acabados los "trabajos" de logia, realizan de una manerantimamente fsica, al situarse todos los "hermanos" en crculo, abrazndoselateralmente unos con otros, subrayando con esta mstica figura que cada"hermano" es un eslabn de la recproca y cooperativa cadena universal defraternidad que componen todos los masones en el mundo.

  • 8/6/2019 LA MASONERA Y EL MOVIMIENTO OBRERO

    21/35

    Recordemos que una de las primeras explicaciones constatadashistricamente del simbolismo de esta bandera fue la que, despus de ladecisiva batalla de Saratoga, en octubre de 1777, donde el general HoratioGates venci al polifactico general ingls John Burgoyne, Alfred B. Street leofreci al vencido general britnico una interpretacin de la Stars and Stripes,

    dicindole:

    "The stars were disposed in a circle

    symbolizing the perpetuity of the Union; the

    ring, like the circling serpent of the Egyptians,

    signifying eternity. The thirteen stripes showed

    with the stars the number of the United

    Colonies, and denoted the subordination of

    the States to the Union, as well as equality

    among themselves."22

    Pero quizs las imgenes que mejor representan esto que intentamosexplicar, nos las ofrecen, con esa rotunda y lacnica expresividad que sloposeen las mejores instantneas fotogrficas, cualquiera de los dos cuadrosque conocemos representando la colocacin de la primera piedra del edificiodel Capitolio de los Estados Unidos.

    Uno es de J. Melins y el otro, de mejor factura artstica, se debe a lamano del pintor y francmasn norteamericano Stanley M. Arthurs. Aunquedesconocemos cul de las dos pinturas refleja con total fidelidad cmo sedesarroll aquel importante acontecimiento, dado que ambas no coincidencompletamente en lo representado, deducimos que la de Melins es msantigua por varios motivos conjeturables: la "construccin" de su exageradaperspectiva nos recuerda el tpico abocetado rpido salido de la utilizacin deuna cmara oscura, y su exhaustivsimo detallismo nos habla de la

    autoexigencia del pintor por dar fe, cuasi notarial, de lo acontecido sin sacrificarnada a la cannica o acadmica estructura de la obra y, por todo ello, estecuadro resulta obviamente ms fidedigno.

    El lienzo de Arthurs, por el contrario, se ve a todas luces que se pintadespus de un estudioso trabajo de reelaboracin, posiblemente orientndoselejanamente en lo descrito por la obra de Melins, cambiando de situacin y deatributos masnicos a los personajes, de tamao a los postes que sostienen lapolea, concedindole un esttico aunque intil podio o pedestal de ladrillos a lacornerstoney atrevindose a rectificar el ritual masnico del acto, al incluir enla escena al arquitecto del edificio, con mandil masnico, retratndolo en el

    momento en que supervisa, escuadrndolo, el sillar ante el Gran Maestro, elpropio presidente de la flamante repblica. No siendo tampoco correcta esta

  • 8/6/2019 LA MASONERA Y EL MOVIMIENTO OBRERO

    22/35

    revisin litrgica, dado que lo correcto sera que el arquitecto Thorntonofreciese los instrumentos -plomada, escuadra y nivel- al "Gran maestre" paraque este, una vez revisada por l la piedra, pudiese proclamar las trescualidades de la misma: "estar a nivel, ser firme y de buena forma", pasndosedespus al momento de la consagracin.

    En el cuadro de John Melins, intitulado George Washington Laying theCornerstone of the United States Capitol, Sept, 18, 1793, el mismo marcodorado nos habla ya exultantemente de masonera, al estar embellecido en susesquinas, a guisa de cantoneras, por cuatro "Deltas sagrados" donde seinscriben cuatro "Estrellas flamgeras o radiantes" invertidas. La obra pictricaen cuestin, de dudosa calidad artstica para la poca -la verdad es que, por sucuasi pueril sencillez, parece adelantarse al estilo naf- nos describe conpormenor, como ya hemos adelantado, cmo se celebr la colocacin de laprimera piedra -la piedra angular- del nada menos que futuro "templo" de lademocracia norteamericana, el Capitolio de los Estados Unidos. Proyecto

    arquitectnico de W. Thornton, seleccionado por Thomas Jefferson y que vienea recoger el estereotipo iconogrfico clasicista, de clara influencia palladiana,de la vieja iconografa masnica de arquitecturas en directa relacin con lahipottica o conjetural reconstruccin fisonmica del templo de Jerusaln.Arquitectura "pensada" masnicamente que tanto agradaba a Jefferson y queeste singular poltico -posiblemente tambin francmasn- demostr conocersobremanera cuando l mismo proyect, y en parte sufrag, su singularUniversidad de Virginia de Charlottesville.

    Lo verdaderamente sorprendente de este cuadro es que da fe del ritualque aquellos visoos republicanos eligieron para protocolizar aquelimportantsimo evento. La ceremonia no fue otra que un ms o menos ortodoxoritual masnico de fundacin de un edificio pblico, segn el Rito de Emulacin.

    Dicho de otra manera, que para colocar la primera piedra del edificiofundamental de la nueva y revolucionaria democracia, su primer presidente lava a ubicar ceremonialmente investido con los llamativos atributos masnicosde un Grand Master y no, como cabra esperar, como un victorioso militar ocomo un sencillo y democrtico presidente "laico" o civil. No olvidemos que,como ya hemos explicado, aquella repblica convirti a Washington en elprimer gran hroe romntico o, si se prefiere, protorromntico de la revolucin

    liberal, sentando con sus rococs y clasicistas glorificaciones -que, en algunasrepresentaciones, llegaron a ser autnticas apoteosis- las bases iconogrficasdel constructo "militar, liberal y -obviamente- masn"

    Pero volvamos a la descripcin de la apaisada escena del cuadro deMelins. En la esquina nordeste del hueco realizado para la ubicacin de loscimientos -donde ha sido ubicado el smbolo universal de la masonera, elcomps sobrepuesto a la escuadra, en el grado de "Maestro"-, el propiopresidente de la repblica G. Washington, cabeza descubierta, vestido de ritualcomo "Gran maestre" con sus guantes blancos, mandil, collar y "joya mvil" desu alta "Dignidad", hace descender el sillar aparentando que lo empuja con su

    mallete, mientras tres aclitos, tambin sin sombrero, vestidos masnicamentede ritual con mandiles, guantes y collares de los cuales pende la "joya mvil" de

  • 8/6/2019 LA MASONERA Y EL MOVIMIENTO OBRERO

    23/35

    "Venerable maestro", esperan, solemnemente, con el trigo, el vino y el aceitepara derramarlos sobre la piedra, consagrndola y dando por terminada laceremonia de fundacin.

    Alrededor de esta escena el pblico: mujeres, nias, un nio, tres

    obreros sosteniendo la cuerda en polea que mantiene y hace descender elsillar, la bandera federal, un militar tocando el tambor, y muchos hombres, lamayor parte de los cuales son masones con el mandil atado a su cintura. Comose ve, la nueva repblica, quizs debido a la falta de un completo protocoloinstitucional republicano y al posible capricho personal de su presidente, seapropiaba de los usos y costumbres masnicos, permitiendo esta extraa yformal imbricacin simbitica de su Repblica con la "Orden del GranArquitecto del Universo".

    Posiblemente, el lgico proceso de "desmasonizacin"; es decir, lapolticamente natural desvinculacin formalista de la flamante repblica federal

    de los usos y maneras masnicos y de manifestar un excesivo -o un a todasluces polticamente incorrecto- apoyo hacia una discretsima elite de individuosjuramentados para rendirse, sea donde sea, el correspondiente apoyo mutuo,empez con el mandato de su segundo presidente, John Adams.

    Si se analiza textualmente la calibrada, prudente, lisonjera y hastatemerosa carta que, en 1798, este estadista les dirigi a los masones de laGran Logia de Massachusetts en contestacin a la felicitacin por su nuevocargo presidencial, vemos que este sopesado documento, redactado en unestilo literario que intenta estar prximo al de la masonera, refleja, endiplomacia, un elegante e interesado deseo de quedar bien con la influyenteasociacin -posiblemente convertida en un autntico grupo de presinideolgico o hasta poltico gracias a los favores otorgados a sta por lapresidencia washingtoniana-, al mismo tiempo que nos puede estar hablando,por un lado, de esos posibles aires de "desmasonizacin" de la nuevapresidencia, al ubicar Adams a la masonera en supasado ("muchos de mismejores amigos eranmasones..")23 y, por otro, de los lgicos descontentos,recelos y crticas que se haban creado en los ambientes polticos republicanosno masnicos con relacin a la discreta asociacin de los "nuevosconstructores", tan protegida o, mejor dicho, mimada por el primer presidente.Veamos, como ejemplo, el fragmento que el Diccionario Enciclopdico de la

    Masonerade Lorenzo Frau nos ofrece, traducido, de este documento, en suentrada de Adams, Juan:

    "No teniendo el honor de pertenecer a vuestra antigua Orden, es mayoran mi reconocimiento por vuestra afectuosa y atenta felicitacin.Muchos de mis mejores amigos eran masones; y dos de ellos, mimaestro, el sabio Gridley, y mi ntimo amigo vuestro inmortal Warren,cuya vida, no menos que su muerte, son lecciones de patriotismo yfilantropa, fueron Grandes Maestros, sintiendo cada vez no haber sidoiniciado en vuestros misterios. Los ejemplos que acabo de citar y el mselocuente an de mi venerable predecesor, seran bastante para

    constituirme en defensor del honor y buen nombre de la sociedad, auncuando no estuviese penetrado de su amor por las bellas artes, su

  • 8/6/2019 LA MASONERA Y EL MOVIMIENTO OBRERO

    24/35

    entusiasmo en el ejercicio de la benevolencia y su abnegacin por lahumanidad.- Vuestra generosa calificacin respecto a mi conducta ybuenos deseos por el trmino feliz de mi perodo presidencial, sonacreedores a todo mi agradecimiento.- Las pruebas que habeis dado deamor a vuestra patria y la oferta de vuestros servicios para proteger la

    herencia de vuestros antecesores, no dejan duda de cun elevados sonlos sentimientos que os animan y de cun injusta es la opinin quemuchos profesan sobre los designios de vuestra sociedad."24

    Ms tarde, ser la Francia revolucionaria quien, emulando o remedandoel bien conocido precedente revolucionario estadounidense, recoja, tanto anivel de publicstica oficial como a nivel de la correspondiente al mundopanfletario, infinidad de "Atributos simblicos" o referentes iconogrficosmasnicos, componiendo de esta manera una complejsima emblemticarevolucionaria preada de "igualitarios" niveles, "moralizantes" escuadras,"Deltas sagrados", "Estrellas flamgeras", compases, "desticos" "Ojos

    omnividentes", colmenas con sus "cooperativistas", "constructivas" y"laboriosas" abejas, "estables" y "seguras" ncoras, pirmides, obeliscos,truncados fustes, estereotipados y "virtuosos" "Templos de Salomn", etc., etc.,etc. En lo que respecta al mbito publicstico de los panfletos, folletos uopsculos, ste poseer, en ocasiones, un clarsimo influjo iconogrficofrancmasnico, sobre todo, en ese tipo de papel barato utilizado para el finpropagandstico por el simbitico tndem -descubierto por el profesor Kennedy-formado por el variado mbito de la impresin y las sociedades jacobinas-.

    Bajo la influencia de los clubes jacobinos de provincias se imprimieroninfinidad de panfletos preados de clara iconografa masnica donde, por logeneral, los smbolos ms repetidos sern el equilibrado y divino "Delta" y el"igualitario" nivel. Todava hoy es facilsimo, por ejemplo, encontrar en losanticuarios de Besanon abundantes colecciones -por cierto carsimas para unbiblifilo modesto- de esta curiosa panfletstica. El porqu de estas fuertesinfluencias entre la masonera y el jacobinismo nos lo ofrece el trabajo delprofesor Michael L. Kennedy -ya citado por m en el discurso de mi obra Galiciay la masonera en el siglo XIX (pp. 19-20)-, y que parece reforzar la vieja tesisgramsciana -que yo tambin sostengo- de que la historia del desarrolloorgnico o estructural del partido poltico contemporneo le debe muchasinfluencias a la masonera, cuando declara que:

    "An asi, considerndolo todo, no se puede negar el hecho de que losclubes le deben mucho a las logias. El abrazo fraternal, el uso de labalota (o bola negra, entendida como voto negativo) y el empleo detrminos como "frre" (hermano) y "temple" (templo), aunque no poseenun origen estrictamente masnico como afirma Brinton, s suponen unainfluencia masnica. Debe comentarse algo respecto a la afirmacin deGaston-Martin de que la red jacobina tuvo como modelo a la masnica.Ya en 1790, Camille Desmoullins comentaba sobre la sociedad(jacobina) de la calle St. Honor: 'Es su Gran Oriente, el centro con elcual todos los jacobinos y amigos de la constitucin de los 83

    departamentos, mantienen correspondencia'. Las sociedadesmasnicas, como los clubes que (tambin) precisaban certificados de

  • 8/6/2019 LA MASONERA Y EL MOVIMIENTO OBRERO

    25/35

    afiliacin (o diplomas), enviaban sus listas de miembros y estatutos a lacapital, poniendo all a buen recaudo las cartas de recomendacin de laslogias cercanas. Sus peticiones expresando devocin a la masonera ysu deseo de admisin en el Gran Oriente, suenan de modonotablemente familiar a las escritas posteriormente por las sociedades

    (jacobinas) de provincias. En la estructura organizativa, tanto jacobinacomo masnica, las redes regionales se desarrollaron agrupadas entorno a los centros urbanos provinciales. Y, aunque los jacobinoscarecan de algo comparable con la asamblea nacional (masnica) en lacapital, a la que cada logia enviaba un representante, el club de Lilleintent sin xito instaurar una "sociedad madre" para implantar unsistema similar en la primavera de 1790."25

    Despus, el Imperio napolenico volvera a oficializar o "marchamar"estatalmente infinidad de iconos masnicos -como tambin estatalizara a lapropia masonera francesa y a sus propagandsticas logias militares-,

    empezando por una buena porcin de los smbolos de su propio ejrcito:diseos de botonaduras, de numismtica o medallstica, etc.

  • 8/6/2019 LA MASONERA Y EL MOVIMIENTO OBRERO

    26/35

    Postcriptum

    Ms informaciones podramos aadir a esta introductoria investigacin

    sobre las concurrencias e influjos que la masonera lleg a tener con respectoal movimiento obrero y, sobre todo, en la gestacin o formacin deldenominado criterio libertario.

    Podra a continuacin profundizar un poco ms en la interesante vidamasnica y revolucionaria de un personaje citado ya con cierta profusin, merefiero al incansable Mihail Alexandrovich Bakunin. Hacer, desde elconocimiento masonolgico, un profundo y detallado anlisis textual de su obra-como, asimismo, de la de convencidos masones y publicistas de la ideologaanarquista como lise Reclus o Paul Robin- resulta a todas lucescompletamente necesario y puede darnos, adems, una de las claves

    principales para poder entender esas convergentes similitudes ideolgicas -o,por lo menos, msticas y simblicas-, entre el pensamiento libertario y el de lapropia masonera.

    Sin olvidar, en esa necesaria investigacin que apuntamos, estudiar conpormenor a la secretsima -y al parecer nada numerosa, como parece descubrirA. Romano- Fraternidad internacional bakuninista. Profundizar en el estudio dela estructura orgnica de esta discretsima y conspiradora asociacin donde,desde 1864 -como recuerda Guillaume-, se dejaron introducir revolucionariositalianos como los masones G. Fanelli y Saverio Friscia, franceses como lostambin hiramitas lie y lise Reclus, Benot Malon o Alfred Naquet,escandinavos y eslavos y, despus de 1869, espaoles como Arstides Rey yFarga Pellicer y nuevos miembros franceses como Varlin o Robin, suizos comoel propio Guillaume, etc,26 resulta a todas luces, fundamental. Los clarosinflujos que, sobre esta discretsima asociacin imprimi Bakunin, retomandoconsciente y sincrticamente los ritos y las formas del ya viejo carbonarismo yde la francmasonera -como hemos podido ver anteriormente y tambin sealDaniel Guerin-, resultan completamente palmarios para cualquier estudioso deestos temas.

    Baste decir -como ejemplo, aunque conjetural, quizs representativo-,

    que las secretas seales de reconocimiento que tuvieron que utilizar los"entristas" correligionarios de Bakunin en esta sociedad secreta,27 puedenseguir hablndonos de cmo aquel indomable aristcrata ruso reinventaba parasu nueva asociacin estos signos de identificacin "tribal", basndose para ello,lejanamente, en las viejas seas, toques o gestos de la masonera.Probablemente, alguna de aquellas secretas seas de identidad "fraternalista"bakuniniana ha llegado, exotricamente, hasta nosotros, como el ya descritogesto universal de salutacin anarquista.

    Por lo de ahora y mientras no se estudie este "encuentro" enprofundidad, entiendo que los puntos de coincidencia ideolgica entre ambos

    movements -el libertario y el masnico- pueden ser, fundamentalmente, lossiguientes:

  • 8/6/2019 LA MASONERA Y EL MOVIMIENTO OBRERO

    27/35

    Su acendrado e individualista humanismo de profunda cargadeontolgica. Esa particularsima "postura filosfica ante la vida" que poseentanto los masones como los cratas -con mayor intensidad los prekropotkianos-, con todas las variadas y profusas trascendencias que esta forma de entenderla prctica social e individual conlleva, al basar ambas "culturas" sus principios

    de proyeccin "poltica" en una convencida labor de pedagoga integral. Para elcaso especfico espaol, el "encuentro" en este mbito se aprecia todava conms relieve, debido a la fuerte aceptacin que en esta nacin tuvo elkrausismo.

    Su utopa universalista o cosmopolitista. La vieja y msticareivindicacin masnica de la "Fraternidad Universal" fue recogida, comoautntica primordia rerum , por parte de las dos grandes corrientes delobrerismo del ltimo tercio de siglo XIX y principios del veinte, la marxista y lalibertaria. Fraternidad universal repetida, hasta la saciedad, como utopa finalde sus tericas reivindicaciones por su cartelstica y sus discursos. No

    olvidemos que estas dos culturas polticas, la masonera y el proletarismo, vana compartir la misma aspiracin programtica de tener un definido "proyectopoltico" de lograr una sociedad nueva igualitaria y universal.

    Su viejo ideal interclasista, sobre todo, y en el caso de los libertarios,hasta la entrada histrica del llamado anarcocomunismo o comunismolibertario.

    Su convencido laicismo y su visceral mentalidad anticlerical. Este puntode encuentro se entiende, exclusivamente, para el caso masnico de lasllamadas masoneras latinas o liberales, quedando completamente apartada lamasonera regular o anglosajona de este tipo de inquietudes ideolgicas.

    Y, por ultimo, su profundo sentimiento "tribal" o fraternalista. Lasparticulares formas de entender el apoyo mutuo por parte de los masones y losanarcos llega a contraer las formas y maneras de un autntico "sectarismo"ideolgico o "poltico". Este fraternalismo tan fuertemente sentido y practicadopor ambos ambientes desde sus mismos nacimientos histricos, no seencontrar con facilidad en otras culturas polticas de la contemporaneidaduniversal.

    Por otro lado, su gran desencuentro o diferencia no radicar, comoaparentemente pudiera parecer, en la compleja, inicitica y ceremoniosaestructura jerrquica -que no autoritaria- de la masonera, sino ms bien en losmedios o la forma de alcanzar la compartida utopa final universalista de estasdos culturas polticas. Los cratas, como es sabido, intentando llegar a ella pormedio de la violenta y apocalptica destruccin revolucionaria del para elloscaduco mundo capitalista -esperando siempre para "maana" o "pasadomaana" su particular parusa- y, los reformistas masones, desarrollando supacfica, tolerante y educativa accin de convencimiento, por medio de losigualitaristas y humansticos ejemplos morales de su filantropa y de su cndidofraternalismo.

  • 8/6/2019 LA MASONERA Y EL MOVIMIENTO OBRERO

    28/35

    Podra, por ltimo, exponer en este discurso, sintomticos ejemplos dejovencsimos obreros iniciados en la masonera en la Galicia del siglo XIX que,despus de un tiempo de formacin integral dentro de las logias, acabaronsiendo los fundadores del obrerismo marxista de este pas. Como fue el caso -ya estudiado en mi libro Galicia y la masonera en el siglo XIX-, del mecnico

    ferrolano Francisco Fernndez Garca, de "nombre simblico" Ferreti, y de unabuena parte de sus compaeros de la primera Agrupacin socialista gallega,fundadores con l del primer peridico socialista de Galicia, ElObrero.28

    Podra, en suma, seguir mostrando ms coincidencias, interrelaciones oconcomitancias habidas entre estas dos grandes culturas polticas de la historiauniversal: el societarismo y el hiramismo, pero creo que, por esta ocasin, loaqu presentado y sugerido viene a ser un sencillo, objetivo y sintomticoabanico de ejemplos que, por lgica deduccin, podrn ser motivo de unanecesaria y posterior reflexin que, espero, llegue a provocar la realizacin defuturos ensayos esclarecedores, nuevos descubrimientos o distintos enfoques

    sobre el fenmeno en cuestin.

  • 8/6/2019 LA MASONERA Y EL MOVIMIENTO OBRERO

    29/35

    NOTAS

    1 Una aproximada y abreviada versin de estas personales reflexiones sobre el

    encuentro simblico e ideolgico entre la cultura poltica de la masonera y lallamada "cultura proletaria" -en idioma gallego y sin citas de autoridad-, va a serpublicada por la Confederacin Intersindical Gallega de Ourense (Espaa), enel tomo tercero de su coleccin Historia do Mundo do Traballo.

    Como explicar ms adelante, principios del tenor de las reflexionesque vierto en este artculo ya los he ido formulando, desde 1989, en: mi tesisdoctoral (Galicia y la masonera en el siglo XIX. Sada [A Corua], Edicis doCastro-Grupo Sargadelos, 1991 [2 ed.], pp. 207-221); la comunicacin quepresent, en 1992, en las XI Jornades d'Estudis Histrics Locals celebradas enPalma de Mallorca ("La logia masnica, entidad de ocio y formacin", en (VV.

    AA.) XI jornades d'Estudis Histrics Locals. Palma, Govern Balear, 1993, pp.237-242); mi libro Laicismo, educacin y represin en la Espaa del siglo XX.(Ourense, 1909-1936-39). Sada [A Corua], Edicis do Castro-GrupoSargadelos, 1993, pp. 61-64; y en el captulo "La masonera, una discretaforma de sociabilidad democrtica" del libro La sociabilidad en la historiacontempornea ([A.Valn, dir.]. La sociabilidad en la historia contempornea.Reflexiones tericas y ejercicios de anlisis. Ourense, Duen de Bux, 2001, pp.75-96).

    2 FERRER BENIMELI, J. A. "La masonera espaola y la cuestin social", enEstudios de Historia Social, Madrid, M. de Trabajo y Seguridad Social. Nms.40-41, enero-junio de 1987, p. 30.

    3 LORENZO, A. El proletariado militante. Memorias de un internacional.Madrid, Zero, 1974, pp. 61-63. Interesante tema ste de las coincidenciasideolgicas -salvando, como es lgico, las obvias distancias- entre eluniversalismo o cosmopolitismo masnico iniciado, en 1737, por las dosversiones del clebre Discours de Andr-Michael de Ramsay y el variopintointernacionalismo progresista de la A. I. T. Hay que recordar que aquella brevepero relevante obra del discpulo de Fnelon, goz de un xito insospechadono slo en el discreto mbito de la masonera, siendo uno de los primeros

    alegatos reivindicativos del internacionalismo de todos los tiempos -adems deestablecer las utpicas bases para la creacin de la moderna cultura poltica dela masonera-. Veamos, del conocido Discurso, los siguientes fragmentos: "...Elamor a la patria, mal entendido y llevado a veces al exceso, destruye confrecuencia, en esas repblicas guerreras, el amor y la humanidad. Lasdiferencias esenciales entre los seres humanos no radican en las lenguas quehablen, las ropas que lleven, las tierras en las que habiten, o los privilegios conlos que hayan sido investidos. El mundo no es sino una repblica, en la cualcada nacin es una familia, y cada individuo un vstago (...), donde losintereses de la Fraternidad se convertirn en los del gnero humano, de dondetodas las naciones sern capaces de extraer conocimientos tiles y donde los

    sbditos de todos los reinos aprendan a apreciarse los unos a los otros sinrenunciar a su propia patria (...), y que, sin olvidarse de los diversos deberes

  • 8/6/2019 LA MASONERA Y EL MOVIMIENTO OBRERO

    30/35

    que exige la diferencia de los estados, formar, con el tiempo, una Nacin todaespritu. Se crear un nuevo pueblo, que estando compuesto de variasnaciones, se cimentarn todas, en cierto modo, por los vnculos de la virtud yde la ciencia". Sobre este tema, Cfr.: MELLOR, A. La masonera. Barcelona,Editorial AHR, 1968, pp. 279-287; SILVA DIAS G. e J. S. Os primordios da

    Maoneria em Portugal. Lisboa, Instituto Nacional de Investigao Cientfica,vol. II, tom. II, pp. 619-635; LENNHOFF, E. The Freemasons. The history,Nature, Development and Secret of the Royal Art. Addlestone (Surrey), LewisMasonic Books, 1994, pp. 70-71; TOUCHARD, J. Historia de las ideas polticas.Madrid, Tecnos, 1974, p. 303. De estas profundas simpatas y coincidenciasideolgicas entre el libertarismo y la francmasonera, lo declarado por Volin(Vsevolod Eichembaum) -sobresaliente publicista libertario y convencido masncomo Anselmo Lorenzo o Sbastien Faure- nos quita de nuevo cualquierposible duda cuando dice: "Afirmo categricamente que, por mi parte, noencuentro absolutamente nada en los principios o en la actividad de laFrancmasonera que sea incompatible con mi condicin de anarquista. Y

    considero que todo anarquista que busque "autoeducarse" (cherchant s'eduquer lui-mme) de una manera ms amplia, y tambin colaborar en laeducacin de los dems, debera formar parte de esta asociacin. Esto le seraprovechoso a l y provechoso a su causa (Il ygagnerait et sa cause y gagneraitgalement)." Cfr.: (Daniel Ligou, dir.) Dictionnaire de la Franc-Maonnerie.Pars, Presses Universitaires de France, 1987, p. 1.269.

    4 FERRER BENIMELI, J. A., CUARTERO ESCOBS, S. Bibliografa de lamasonera. Madrid, Fundacin Universitaria Espaola, 2004. 2 tomos en 3 vols.

    5 NETTLAU, M. La anarqua a travs de los tiempos. Barcelona, EditorialAntalbe, 1979, (1 edicin: 1929?), p. 111.

    6 PETERSON, F. El movimiento obrero norteamericano. Historia y Desarrollo.Buenos Aires, Ediciones Marymar, 1968, p. 19. En relacin a este tema de lainfluencia que la masonera pudo ejercer en el primer movimiento obrero deEstados Unidos, promete ser interesante, cuando se publiquen las actas, lalectura de la ponencia de Mark Lause "The Order of Eternal Progress: thequasi-masonic roots of the First International in the United States", presentada

    en la Conference "We Band of Brothers": Freemasonry in radical and socialmovement 1700-2000. Celebrada en Sheffield, en noviembre de 2004.

    7 COMBES, A. La massoneria in Francia, dalle origini a oggi. Foggia, Bastogi,1986, p. 64.

    8 Ibidem, pp. 69-70.

    9 COMBES, A. "L'cole de la Republique 1861-1939". (Daniel Ligou, director)Histoire des Francs-maons en France. Toulouse, Editions Privat, 1987, pp.245-246.

  • 8/6/2019 LA MASONERA Y EL MOVIMIENTO OBRERO

    31/35

    10 ARBELOA MURU, V. "Los socialistas espaoles y la masonera", en Historia16, n 35, marzo, 1976, pp. 37-48.

    11 OLIV SERRET, E. "El movimiento anarquista cataln y la masonera en elltimo tercio del siglo XIX. Anselmo Lorenzo y la logia 'Hijos del Trabajo'".

    (Ferrer Benimeli, J. A. coord.) La masonera en la historia de Espaa.Zaragoza, Diputacin General de Aragn, 1985, pp.131-151.

    12 FERRER BENIMELI, J. A. "La masonera espaola y ..." Op. cit., pp. 7-47.De este mismo autor, vide, tambin: "La masonera espaola y la Revolucinbolchevique", en Historia 16, n 155, marzo 1989, pp. 20-29; "Socialisme etFranc-Maonnerie sous la Deuxime rpublique espagnole: deux visionsopposes". (Charles Porset, comp.). Studia Latomorum et Historica. Mlangesofferts Daniel Ligou. Pars, Honor Champion, 1998, pp. 109-129; "Socialistasy masonera", en Tiempo, n 306, de 21-27 de marzo de 1988, p. 14; y Lamasonera. Madrid, Alianza Editorial, 2001, pp. 157-180. Este ltimo trabajo, el

    captulo "Masonera y cuestin social" del libro La masonera viene a ser,ampliado, el artculo "La masonera espaola y..." citado en primer lugar. Sobrela obra ferreriana en estos mbitos de estudio -sobre todo en el primero y en elltimo de los trabajos reseados en esta nota-, tengo que sealar que, si biencontrae autntica relevancia al ser de los primeros trabajos de la historiografainternacional en abrir este interesante objeto de investigacin masonolgica -aniveles generales-, sobre las interrelaciones, adecuaciones o nexos entre lamasonera y el obrerismo, se sigue echando en falta en estos discursos lanecesaria teorizacin y, sobre todo, la fundamental, expositiva o concluyentevisin sinttica.

    13 Supra, segundo prrafo de la nota 1.

    14 SNCHEZ I FERR, P. "Anselmo Lorenzo anarquista y masn", en Historia16, n 105, enero 1985, pp. 25-33; "Masonera y movimiento obrero enEspaa", en Revista de Extremadura, n 4, enero-abril 1991, pp. 57-66;"Francesc Ferrer i Guardia i la maoneria. Una aproximaci crtica (1901-1910)", en Revista de Catalunya, n 50, marzo 1991, pp. 81-92; "Maoneria,anarquisme i republicanisme". (VV.AA.) I Jornades sobre Moviment Obrer al'Ars. Barcelona, Asociaci Amics Bibliotque Ars, 1991, pp. 31-38.GUTIRREZ MOLINA, J. L. "Masonera y movimiento obrero: Vicente Ballester

    y la logia Fermn Salvoechea(1926-1930)", en Papeles de Historia, n 3, 1993,pp. 83-93.

    15 LVAREZ LZARO, P. F. "Francisco Ferrer y Guardia, pedagogo,librepensador y masn". (VV. AA.) La educacin en la Espaa contempornea.Cuestiones histricas. Madrid, Ediciones S. M., 1985, pp. 126-133.

    16 Supra, segundo prrafo de la nota 1.

    17 RUIZ PREZ, J. "Masonera y posibilismo libertario: la actividad masnicade Marn Civera". (Ferrer Benimeli, J. A., coord.) La masonera en Madrid y en

  • 8/6/2019 LA MASONERA Y EL MOVIMIENTO OBRERO

    32/35

    Espaa del siglo XVIII al XXI. Zaragoza, Centro de Estudios Histricos de laMasonera Espaola, 2004, pp. 1.005-1.021.

    18 GONZLEZ FERNNDEZ, A. "Socialismo y masonera". (VV. AA.) Losorgenes del socialismo en Sevilla. 1900-1923. Sevilla, rea de Cultura del

    Ayuntamiento, 1996, pp. 259-268; "Masonera, republicanismo y anarqua:Pedro Vallina", (Ferrer Benimeli, J. A., coord.). La masonera espaola y lacrisis del 98. Zaragoza, Diputacin General de Aragn, 1999, pp. 43-63; "Lamasonera ante la cuestin social". (Braojos Garrido, A., coord.) Masonera,prensa y opinin pblica en la Espaa contempornea. Sevilla, Ayuntamientode Sevilla, 1997, pp. 71-98; GONZLEZ FERNNDEZ, A. Y LVAREZ REY, A."Actitudes y estrategias de la masonera sevillana ante los movimientossociales (1912-1923)", en (Ferrer Benimeli, J. A., coord.) La masoneraespaola entre Europa y Amrica. Zaragoza, Diputacin General de Aragn,1995, pp. 145-162.

    19 Y que, en soporte papel y en versin ampliada, ofrezco con el ttulo "Botasy espadas en la secreta sociedad de la escuadra y el comps: la masonera ylos militares en la historia de Espaa", en el Anuario Brigantino 2004, nmero25 que, el Concello de Betanzos, publicar en 2005. ( Vid.:http://www.betanzos.net).

    20 Cfr.: GUERIN, D. Ni dios ni amo. (Antologa del anarquismo). Vol I.Madrid,Campo Abierto Ediciones, 1977, pp. 140-151. Bakunin crea estaconspiradora Fraternidad con masones de la talla revolucionaria de GiuseppeFanelli o Saverio Friscia en la inquieta Florencia de 1865, justo cuando estearquetipo del revolucionario tardorromntico ruso asista en esa misma ciudadde Toscana, el 21 de mayo de ese ao -nada menos que como delegado delCnclave masnico toscano por el Rito Escocs Antiguo y Aceptado-, a laprimera asamblea constituyente de la masonera italiana. En aquelefervescente hiramismo italiano "postunitario" el camarade vitaminede LoFerr intent infructuosamente reformar de raz a esta masonera, orgnica yteolgicamente. En cuanto a la llamada Fraternidad internacional, cfr.:PATRUCCO, C. Documenti su Garibaldi e la massoneria nell'ultimo periodo delRisorgimento italiano. (Edicin facsmil de la de Alessandria de 1914). SalaBolognese (Emilia Romagna) , Arnaldo Forni Editore, 1986, p. 34. Sobre laactiva y relevante "vida italiana" de Bakunin de estos aos, vide.: MOLA, A. A.

    Storia della massoneria italiana. Dalle origini ai nostri giorni. Miln, Bompiani,1994, pp. 115-117, 127, 135; DAMIANI, F. Bakunin nell'Italia post-unitaria,1864-1867. Miln, 1977; NETTLAU, M. Bakunin e l'Internazionale in Italia dal1864 al 1872. Ginebra, Edizioni del Risveglio, 1928, pp. 209-233, (citado por elpropio Dr. Nettlau en su libro La anarqua a travs ..., p. 115); NETTLAU, M. Laanarqua a travs... Op. cit., pp. 114-118; POLO FRIZ, L. "Mijal Bakunin y laMasonera italiana". (Ferrer Benimeli, J. A., coord.). Masonera, revolucin yreaccin. Alicante, Instituto de Cultura "Juan Gil-Albert", 1990, pp. 195-212;CAMPION, L. Les anarchistes dans la F. M. ou les maillons libertaires de lachane d'union. Marsella, Editions "Culture et Libert", 1969, pp. 58-66.

    http://www.betanzos.net/
  • 8/6/2019 LA MASONERA Y EL MOVIMIENTO OBRERO

    33/35

    21 Como dice en su conocido libro sobre la historia de la masonera inglesa elhistoriador y ex-bibliotecario de la Gran Logia Unida de Inglaterra, John Hamill,en plena Guerra civil inglesa se tiene constancia ya de la existencia de logiasmasnicas de transicin; es decir, con masones aceptados -ajenoscompletamente al mundo de la construccin- dentro de sus talleres y de

    ideario, tanto parlamentarista como realista. Cfr.: HAMILL, J. The History ofEnglish Freemasonry. Addlestone (Surrey), Lewis Masonic Books, 1994, pp.35-39. Agradecemos aqu la cariosa y solidaria acogida que he recibido en elFreemasons' Hall de Londres, por parte del entraable Juan Antonio Vzquez(John Vzquez), del bibliotecario Martin Cherry y de Peter E. Holland, miembrode la Quator Coronati Lodge.

    22 "Las estrellas fueron dispuestas en crculo, simbolizando la perpetuidad dela Unin; el anillo, como la serpiente circular de los Egipcios, representa laeternidad. Las trece barras muestran con las estrellas el nmero de lasColonias Unidas, y denotan la subordinacin de los Estados a la Unin, as

    como la igualdad entre ellos mismos." Cfr.: ZNAMIEROWSKI, A. The WorldEncyclopedia of Flags. The definitive guide to international flags, banners,standars and ensigns. (S. l.), Anness Publishing Limited, 2003, p. 113. Siguecausndome estupor o por lo menos sorpresa, el hecho de que todava hoyhaya investigadores que, estudiando el atractivo mundo de lasrepresentaciones en el complejo y multivario entorno simblico de laRevolucin norteamericana, sigan "olvidando" en sus interpretacionesiconogrficas -desconozco si por ignorancia o por volitivo nimo de escamoteo-el fuerte influjo que la iconografa y emblemtica masnica ha ocasionado entodo este complejo fenmeno de la relevante "invencin de una Nacin". Porejemplo, resulta a todas luces llamativo que, en un libro recientementepublicado por una prestigiosa universidad inglesa como el escrito por elprofesor Hackett Fisher, donde hay captulos exclusivamente dedicados ainterpretar simblicamente imagos tan fundamentales como, por ejemplo, lapropia bandera (pp. 152-166), no se hable para nada de lo que trato en esteapartado de mi artculo, reduciendo la explicacin sobre el origen de esasingular e iconogrficamente revolucionaria "new constellation" de su cantn, auna sencilla y domstica tradicin familiar de la influyente "Adams family",haciendo David Hackett en su abultada obra dos nicas y tangencia