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HOJA PARROQUIAL B ASILICA DE SAN JUAN EL REAL 30 DE OCTUBRE DE 2016 XXXI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Reflexión LA MISA EN NUESTRA VIDA DE CADA DIA Es el día en que la comunidad cristiana se reúne en su casa, que es tambin la del Señor. Sabemos que Cristo es el verdadero templo donde nos encontramos con el Dios de la misericordia, pero ello no nos ha de llevar a prescindir de nues- tras iglesias, cuya finalidad es convertirse en espacios de reunión, de encuentro, de oración, de Palabra, de presencia sacramental, lugares en los que pregustar el encuentro definitivo, más allá del tiempo y el espacio. El Papa habla a menudo de la necesidad de mantener abiertas las puertas de las iglesias. El papa Francisco nos recuerda que «Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre» y que «siempre tenemos necesidad de contemplar el misterio de la misericordia... Misericordia: es el acto último y supremo con el cual Dios viene a nuestro encuentro». ¿Dónde podemos encontrarnos con Cristo, rostro de la mi- sericordia? ¿Dónde tener una experiencia similar a la de Zaqueo? En la recta final de este Año Jubilar, debemos hacer un último esfuerzo para percatarnos de la multiforme presen- cia del Cristo en la celebración de la Iglesia. El Do- mingo es el primero de los signos que nos hablan de la presencia del Resucitado en medio de los suyos. Tambin la asamblea que se reúne para celebrar la fe. ¿Qu decir de la Palabra de Dios que nos revela el rostro de Cristo de manera permanente?; y, de la Plegaria eucarística, por la que somos arrastrados e introducidos en la Pascua del Señor, en la que la misericordia de Dios se revela de manera plena; y, de la Comunión, al final de la Eucaristía, en la que recibimos al mismo Señor, que nos une a Él, nos con- vierte en su morada. Supondría un gran provecho para la fe y la espiritualidad de los cristianos que pudiramos percibir y experimentar la Eucaristía como un dinamismo de encuentro transformador con el Dios amigo de los hombres. En- cuentro progresivo y paulatino con el Señor de la misericordia, que tiene como momentos álgidos la lectura del Evangelio y la Plegaria eucarística para llegar al culmen en la Comunión. Desgraciadamente, la Eucaristía es vivida, todavía hoy, como la suma de distintos elementos inconexos e incluso independientes, sin que llegue a percibirse su unidad intrínseca, ni la vinculación de las diversas partes. Este curso, por sugerencia del Consejo Pastoral nos dedicaremos a explicar la Eucaristía, sus partes y las posturas en la celebración para que nos ayuden a vivir con intensidad lo que estamos celebrando.

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HOJA PARROQUIAL

BASILICA DESAN JUAN EL REAL30 DE OCTUBRE DE 2016XXXI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

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LA MISA EN NUESTRA VIDA DE CADA DIA Es el día en que la comunidad cristiana se reúne en su casa, que es tambien la

del Señor. Sabemos que Cristo es el verdadero templo donde nos encontramos con el Dios de la misericordia, pero ello no nos ha de llevar a prescindir de nues-tras iglesias, cuya finalidad es convertirse en espacios de reunión, de encuentro, de oración, de Palabra, de presencia sacramental, lugares en los que pregustar el encuentro definitivo, más allá del tiempo y el espacio. El Papa habla a menudo de la necesidad de mantener abiertas las puertas de las iglesias.

El papa Francisco nos recuerda que «Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre» y que «siempre tenemos necesidad de contemplar el misterio de la misericordia... Misericordia: es el acto último y supremo con el cual Dios viene a nuestro encuentro». ¿Dónde podemos encontrarnos con Cristo, rostro de la mi-sericordia? ¿Dónde tener una experiencia similar a la de Zaqueo? En la recta

final de este Año Jubilar, debemos hacer un último esfuerzo para percatarnos de la multiforme presen-cia del Cristo en la celebración de la Iglesia. El Do-mingo es el primero de los signos que nos hablan de la presencia del Resucitado en medio de los suyos. Tambien la asamblea que se reúne para celebrar la fe. ¿Que decir de la Palabra de Dios que nos revela el rostro de Cristo de manera permanente?; y, de la Plegaria eucarística, por la que somos arrastrados e introducidos en la Pascua del Señor, en la que la misericordia de Dios se revela de manera plena; y, de la Comunión, al final de la Eucaristía, en la que recibimos al mismo Señor, que nos une a Él, nos con-

vierte en su morada. Supondría un gran provecho para la fe y la espiritualidad de los cristianos que pudieramos percibir y experimentar la Eucaristía como un dinamismo de encuentro transformador con el Dios amigo de los hombres. En-cuentro progresivo y paulatino con el Señor de la misericordia, que tiene como momentos álgidos la lectura del Evangelio y la Plegaria eucarística para llegar al culmen en la Comunión. Desgraciadamente, la Eucaristía es vivida, todavía hoy, como la suma de distintos elementos inconexos e incluso independientes, sin que llegue a percibirse su unidad intrínseca, ni la vinculación de las diversas partes.

Este curso, por sugerencia del Consejo Pastoral nos dedicaremos a explicar la Eucaristía, sus partes y las posturas en la celebración para que nos ayuden a vivir con intensidad lo que estamos celebrando.

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2a

E

La Palabra

1a

S

Lectura del libro de la

Sabiduría 11, 22-12, 2

Lectura de la 2ª cartadel Apóstol San Pablo

a los Tesalonicenses 1,11-2,2

Salmo 144

Evangelio segúnSan Lucas 19, 1-10

Bendeciré tu nombre por siempre,Dios mío, mi rey.

Te ensalzare, Dios mío, mi rey;bendecire tu nombre por siempre jamás.Día tras día, te bendecirey alabare tu nombre por siempre jamás. El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad; el Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas. Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,que te bendigan tus fieles;que proclamen la gloria de tu reinado,que hablen de tus hazañas. El Señor es fiel a sus palabras, bondadoso en todas sus acciones. El Señor sostiene a los que van a caer, endereza a los que ya se doblan.

Señor, el mundo entero es ante ti como un grano en la balanza, como gota de rocío maña-nero sobre la tierra.

Pero te compadeces de todos, porque todo lo puedes y pasas por alto los pecados de los hom-bres para que se arrepientan.

Amas a todos los seres y no aborreces nada de lo que hiciste; pues, si odiaras algo, no lo habrías creado. ¿Cómo subsistiría algo, si tú no lo quisie-ras?, o ¿cómo se conservaría, si tú no lo hubieras llamado?

Pero tú eres indulgente con todas las cosas, porque son tuyas, Señor, amigo de la vida. Pues tu soplo incorruptible está en todas ellas.

Por eso corriges poco a poco a los que caen, los reprendes y les recuerdas su pecado, para que, apartándose del mal, crean en ti, Señor.

Hermanos: Oramos continuamente por vosotros, para que

nuestro Dios os haga dignos de la vocación y con su poder lleve a termino todo propósito de hacer el bien y la tarea de la fe. De este modo, el nombre de nuestro Señor Jesús será glorificado en vosotros y vosotros en Él, según la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.

A propósito de la venida de nuestro Señor Jesu-cristo y de nuestra reunión con Él, os rogamos, her-manos, que no perdáis fácilmente la cabeza ni os alarmeis por alguna revelación, rumor o supuesta carta nuestra, como si el día del Señor estuviera en-cima.

En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó e iba atra-vesando la ciudad.

En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de pu-blicanos y rico, trataba de ver quien era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era peque-ño de estatura. Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque tenía que pasar por allí.

Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y le dijo:

«Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa».

Él se dio prisa en bajar y lo recibió muy contento. Al ver esto, todos murmuraban diciendo: «Ha entrado a hospedarse en casa de un peca-

dor».Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor: «Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a

los pobres; y si he defraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más».

Jesús le dijo: «Hoy ha sido la salvación de esta casa, pues tam-

bien este es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido».

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BAUTISMOSPara celebrar el bautismo,

los padres deben acudir al Despacho parroquial, en la calle Fray Ceferino, 24-3º. Allí se les informará de los pasos a seguir y podrán ele-gir el día de la celebración, con la antelación pertinen-te. Si se pertenece a otra parroquia deberá solicitarse en ella la autorización co-rrespondiente.Los Bautismos en la Basílica

se celebran el último domin-go de cada mes. En Cuares-ma, desde el miercoles de Ceniza hasta el domingo de Pascua, no se celebran Bau-tismos.

LOTERIA DE NAVIDAD

97.122Ya se pueden comprar partici-paciones de 5 euros en la ofici-na y en tiendas colaboradoras.

ADORACIÓN EUCARÍSTICA PERPETUACuando el Señor quiere, las cosas salen, siempre que haya al-

guien dispuesto a secundar su voluntad. Y esta es nuestra rea-lidad, que el Señor ha querido y quiere permanecer entre no-sotros y con nosotros, y que hay quienes queremos acercarnos a Él y permanecer en su compañía. Estamos viviendo los que adoramos a Dios momentos de eternidad adelantando el cielo, porque esta será nuestra eternidad: estar en la presencia de Dios contemplándolo.

Nuestra vida se conduce de acuerdo con una escala de valores y sería lógico que Dios ocupase el primero: es nuestro Creador, y a Él debemos el primer lugar de nuestras vidas. Una hora sema-nal dedicada por completo a Él, acompañándole, es lo menos que un cristiano puede ofrecerle. Porque, ¿acaso reparamos en el tiempo que dedicamos a nuestra familia, a nuestros hijos o nietos, o a nuestros amigos? Nuestra vida está llena de compro-misos diarios que en su mayor parte realizamos gustosamente o voluntariamente, y sorprende dolorosamente que cueste tanto a la gente comprometerse sólo una hora a la semana con Dios.

Una respuesta frecuente cuando a alguien se le invita a partici-par en la Adoración Eucarística Perpetua: “Vengo todos los días, pero a mi aire. No quiero comprometerme porque a lo mejor tengo que irme de viaje o no puedo acudir”. Si todos hicieramos o pensáramos igual, la Adoración Perpetua al Señor no existiría y la capilla de las Esclavas estaría cerrada en la mayor parte del día, impidiendo que muchas almas se acerquen al Señor. No hay por que temer el inscribirse, en caso de no poder asistir a la hora comprometida otro adorador se hará cargo de sustituirle siem-pre que se avise.

Ese “compromiso” que parece tan costoso, de realizarlo repor-ta muchos bienes y de ello damos fe todos los que lo hemos ad-quirido. Dios paga con creces repartiendo miles de bendiciones a los que lo adoramos y a los que nos rodean, a traves nuestro.

Un sí tiene valor de eternidad. Inés Morán

Peregrinación a RomaCon motivo de la clausura del Año Santo de la Misericordia, y la imposición de los atributos de cardenal a Monseñor Carlos Oso-ro Sierra, Arzobispo de Madrid, viajamos a Roma: del 18 al 20 de noviembre.Información y reserva de plazas (son limitadas, dada la premura del tiempo) en la Oficina de la Parroquia: c/ Fray Ceferino, 24 – 3º. Telefono 985 22 28 32

ORACIÓN POR LOS DIFUNTOS

El próximo 1 de Noviembre en las dos capillas cinerarias re-zaremos a las 18:00 horas una sentida oración por nuestros se-res queridos que han partido ya para el Reino del Padre.

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Horario de MisasBasílica de San Juan el RealLaborables 9:00, 13:15 y 20:00 hDomingos y festivos 9:00, 11:00, 12:00, 13:00 y 20:00 h

Siervas de Jesús (Uría, 23) Lunes a Sábado 7:30 h Domingos y festivos 8:00 h

Sagrado Corazón (PP. Jesuitas) Laborables 12:30 y 19:30 h Domingos 12:30, 13:30, 19:30 y 20:45 h

Esclavas todos los días 13:00 y 18:00 h

Despacho ParroquialOficina de F. Ceferino 24

Lunes a jueves de 9:00 a 14:00 hde 16:00 a 19:00

Viernes de 9:00 a 14:00

Documentos y partidasacudir a la oficina

Celebracionescita previa al 985 222 832

TeléfonosBasílica985 212 388Oficina de Fray Ceferino985 222 832Javier (Párroco)609 823 632

SANTORAL

1 de Noviembre

Todos los Santos

2 de Noviembre

Todos los fieles difuntos

3 de Noviembre

San Martín de Porres

4 de Noviembre

San Carlos Borromeo

MISAS POR LOS DIFUNTOS

Está abierta la agenda para aplicar misas fijas en el año 2017. Las anotaciones se hacen en la sacristía de la Basílica.

Las personas que tienen días fijos al año, pueden pasar a anotarlas. Tambien las misas gregorianas (son 30 misas se-guidas en un mes), y las misas por intenciones particulares.

LAS OBRAS DE MISERCORDIA Soportar con paciencia los defectos del prójimo

Comenzamos a tratar de esta Obra de Misericordia Espiritual con la contundencia del evangelio: «¿Por que te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “Hermano, dejame que te saque la mota del ojo” sin fijarte en la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Sácate primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la mota del ojo de tu hermano» (Lc 6,41-42). Tal vez bastaría con esto, porque nadie es perfecto. Pero, si lo pensamos bien, es muy humano fijarse y criticar la manera de ser y de hacer de los demás, desde los más próximos hasta los que prácticamente no conocemos de nada, guiándonos únicamente por lo que hemos oído decir de su persona, con el riesgo de poner unas etiquetas que despues costará mucho eliminar. Una buena manera de acoger lo que no gusta de los demás, además de prac-ticar el arte de la paciencia y la misericordia, es hacer el esfuerzo de entender por que dicen o hacen determinadas cosas. Seguro que habrá algunas defectuosas, pero otras son simplemente una interpretación nuestra, elaborada por el hecho de que no se ajus-ta a nuestra manera de ver las cosas. Ello debería llevarnos a un examen personal que nos descubriera los propios defectos y nos llevara a actuar con una gran misericordia, la misma que Dios tiene con cada ser humano: «Bienaventurados los compasivos: ¡Dios se compadecerá de ellos!» (Mt 5,7).

Oración Hoy, Padre, te pedimos perdón porque nos cuesta aceptar los defectos de los demás y no nos damos cuenta de que nosotros tambien tenemos muchos. Haz que, imitándote, tengamos para con todos tu infinita paciencia y misericordia. Que aprendamos a descubrir los valores de cada persona, a pesar de lo que no nos gusta. Padre Misericordioso, llena nuestro corazón de la paz que nos da sabernos amados por ti, y ayúdanos a amar sin medida a los demás, porque sólo desde el AMOR podremos vencer nuestros prejuicios y acogeremos a los demás tal como son.