La Misión Docente de La Iglesia y La Libertad Académica...Ultimas

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  • 7/26/2019 La Misin Docente de La Iglesia y La Libertad Acadmica...Ultimas...

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    LA MISIN DOCENTE DE LA IGLESIA Y LA LIBERTAD ACADMICA

    El ministerio docente de la Iglesia, de acuerdo con una convencin teolgica ampliamente extendida y respaldadapor los documentos del Vaticano II, tiene su fundamento en el triple ministerio de Jesucristo, es decir, comoprofeta, sacerdote y rey. La Iglesia en su totalidad participa en dicho ministerio. As nos lo explica en laconstitucinLumen Gentium, del vaticano II, la Iglesia como profeta tiene la misin de anunciar la uena !ueva, o

    "ien, de evangeli#ar$ pero hace m%s &ue proclamar , tiene la tarea de ofrecer una instruccin precisa y progresiva asus fieles, de modo &ue puedan entender en cierta medida el mensa'e &ue han reci"ido. (al instruccin puededenominarse ense)an#a. A&u 'uegan un papel importante, no slo los papas y o"ispos, sino tam"i*n los padres,&ue son los primeros educadores de sus hi'os. La Iglesia, como cuerpo comunitario, tiene la o"ligacin de velar afin de &ue la fe no se vea corrompida o distorsionada en el proceso de transmisin. +or eso, el proceso detransmisin tiene lugar "a'o la supervisin del papa y los o"ispos, &ue tiene un papel indispensa"le en el procesontegro, pero no son los nicos educadores de los fieles de los fieles en asunto de religin, como ya se expresarri"a. Los o"ispos por una parte, tienen entre sus tareas principales la de predicar personalmente la fe y de instruira su pue"lo mediante sermones y cartas pastorales. +ero, tal la"or es mucho m%s efectiva cuando estos asocian aotros en el apostolado de su ense)an#a. Los pres"teros y di%conos, &ue han reci"ido la ordenacin de predicar yense)ar, est%n en estrecha asociacin con el o"ispo. -ay asimismo una multitud de educadores religiosos y

    cate&uistas, &ue se les ha asignado tam"i*n la misin de ense)ar.

    +or lo anterior, podemos distinguir dos vas por las cuales ense)a la Iglesia la va oficial y la no oficial. La oficialse da a trav*s de la ense)an#a del papa y los o"ispos, estos son los encargados de mantener por medio de susposiciones, la doctrina de la Iglesia como institucin p"lica. La ense)an#a no oficial, se da por medio de a&uellosde entre sus fieles &ue tienen suficiente conocimiento como para ser capaces de llevar a otros a una ciertacompresin de la fe. La instruccin religiosa en el nivel elemental se llama cate&uesis, en niveles m%s altos toma laforma de cursos avan#ados de doctrina y teologa. (odo ello, tiene lugar "a'o la supervisin del magisterio'er%r&uico, como ya se di'o antes.(oda educacin en la doctrina cristiana implica una medida de comprensin reflexiva del mensa'e cristiano, y en

    cierto sentido puede denominarse teologas, por eso, el papel de los telogos es ser maestros en la Iglesia. /ehecho, la teologa ha sido definida, de muchas maneras, pero es difcil superar la frase de Anselmo, &ue ha"l de,la fe en "s&ueda de comprensin. El telogo de"e ser ante todo un creyente, ya &ue la teologa es una reflexinso"re la fe desde la propia conviccin de la fe. +or tal ra#n, un telogo es maestro o docente de teologa en laIglesia. Ahora "ien, la teologa se encuentra siempre "a'o correccin. El magisterio eclesi%stico tiene el poder y laresponsa"ilidad de apro"ar o desapro"ar la ense)an#a teolgica desde el punto de vista de la ortodoxia, de"ido a&ue es el rgano encargado de mantener la doctrina de la Iglesia intacta, sin lugar a errores.

    0in em"argo, 12u%l es el papel de la li"ertad acad*mica en relacin a la teologa3, se podra decir &ue no hay unadefinicin oficial, o indiscutida, a este respecto. En el uso corriente, por lo menos en Estados 4nidos, el t*rminodenota generalmente la li"ertad de docentes profesionalmente calificados, en primer lugar, para llevar adelante susinvestigaciones acad*micas sin interferencias. En segundo lugar, para pu"licar los resultados de su investigacin yreflexin, y en tercer lugar, de ense)ar de acuerdo con sus propias convicciones, siempre &ue permane#can dentrodel %rea de su competencia y presenten las posiciones alternativas con suficiente atencin y rectitud. En sentidoestricto, 2urran da una definicin amplia de competencia, sosteniendo &ue la misma, exige &ue uno sea fiel a laspresuposiciones, a la fuente y a los m*todos de la disciplina. /icha competencia exige &ue un telogo catlicopracti&ue dentro de los par%metros de la fe catlica. En efecto, todo telogo de"era go#ar de li"ertad acad*mica enel sentido del derecho de investigar, pu"licar y ense)ar de acuerdo con las normas de la disciplina. En definitiva, lali"ertad, en este caso de los telogos, implica fidelidad a la doctrina viva de la Iglesia.

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    EL MTODO EN LA TEOLOGA ECUMNICA

    0i se entiende la teologa como la fe &ue "usca inteleccin, puede considerarse &ue existe teologa donde&uiera&ue haya fe, incluso sin la revelacin cristiana o ""lica. La empresa teolgica, en algn sentido del t*rmino, est%a"ierta a todos los &ue &uieran conversar seriamente acerca de las preguntas de la verdad y del significado ltimosso"re la "ase de una preocupacin existencial. -ans 56ng, entre otros, ha reconocido esta caracterstica en nuestro

    tiempo, *l dice &ue, el ecumenismo no puede reducirse a la comunidad de las iglesias cristianas, sino &ue de"eincluir la comunidad de las grandes religiones, pues el t*rmino ecumenismo entendido en su sentido originariosignifica todo el or"e ha"itado. Ahora "ien, el tema de la teologa interreligiosa puede llevarse a ca"o asimismo enuna escala m%s modesta y con las expectativas de resultados m%s concretos por parte de seguidores de diferentescredos vinculados entre s por estrechos la#os histricos. +or e'emplo, 'udos y cristianos. !o o"stante, laexistencia de diferentes tipos de fe es una difcil cuestin &ue no puede resolverse a&u. Los telogos patrsticos ymedievales tendan sostener &ue toda fe es implcitamente trinitaria y cristolgica en la medida en &ue est% dirigidahacia /ios &ue, de hecho, es uno y trino y redime a la humanidad mediante la encarnacin del -i'o. +ero la fe sedesarrolla, en cuanto este contenido se clarifica a trav*s de una progresiva revelacin. La fe explicita cristianadifiere en forma cualitativa de toda fe &ue no se apoye en 2risto y en el Evangelio. 0u o"'eto formal es /ios,revelado en 2risto y atestiguado en la Escritura y en la Iglesia. En el di%logo, por tanto, se de"en respetar las

    convicciones y la herencia de cada religin, para hallar los puntos de convergencia. En relacin al di%logointerreligioso, Juan +a"lo II, se expres de la siguiente manera en su encclica Redemptoris Missio:el interlocutorde"e ser coherente con las propias tradiciones y convicciones religiosas y a"ierto para comprender las del otro, sindisimular o cerrarse, sino con una actitud de verdad, humildad y lealtad, sa"iendo &ue el di%logo puede enri&uecer acada uno.

    +ara &ue pueda ha"er mayor correlacin entre los diferentes credos, es necesario, ha"lar o me'or dicho adoptarun m*todo de car%cter ecum*nico. En este mismo sentido dice -ans 56ng ante las mltiples amena#as polticas,econmicas y militares &ue pasan so"re nuestro mundo y el futuro de la humanidad, el paso de una mentalidadparticular a una universal, y de una teologa de controversia a una teologa ecum*nica, es un desider%tumindeclina"le. !o podemos perpetuar las tradiciones cristianas confesionales, sino reci"irlas en la medida &uecontri"uyen a una comunidad ecum*nica de todos los cristianos, hay &ue comprender lo particular7confesional no

    como reali#acin de la totalidad sino como parte de un todo universal. El m*todo de 56ng, siendo cristoc*ntrico,procura trascender las diferencias denominacionales. +or ello, propone &ue la norma fundamental de una teologaecum*nica crtica es el mensa'e cristiano, en el contexto de la tradicin 'uda, el evangelio de Jesucristo. Estetestimonio cristiano primitivo, tal como ha sido consignado en los escritos del Antiguo y !uevo (estamento, seconcentra plenamente en el Jess vivo de la historia, criterio y norma de nuestra propia fe cristiana. 8 prosigue lanorma &ue determine cual&uier otra norma en una teologa cristiana ya no puede ser alguna tradicin o institucineclesi%stica o teolgica, sino el Evangelio, el mismo mensa'e cristiano original se trata, pues, de una teologa &uese orienta totalmente por el dato ""lico sometido a an%lisis histrico7crtico. 9especto a esta manera de conce"ir lateologa ecum*nica, se han pronunciado muchos a favor y otros en contra. 5arl 9ahner y otros se han sentidoautori#ados para decir &ue existe una sola Escritura catlica. Idea un poco contraria a la &ue sostuvo el vaticano II,donde dice &ue el criterio de sana doctrina implica tres elementos Escritura, (radicin y :agisterio. /onde el:agisterio no est% por encima de la pala"ra de /ios, sino a su servicio, el cual tiene la autoridad para identificar einterpretar la pala"ra de /ios en la Escritura y en la (radicin. +or consiguiente, en ltima instancia, los catlicos,como todos los cristianos seriamente comprometidos con una Iglesia o comunin particular, no estar%n satisfechoscon un enfo&ue de la verdad teolgica &ue ignore la autoridad de la tradicin y de la ense)an#a oficial. Es evidentecomo a partir del Vaticano II, se ha producido un extraordinario florecimiento del di%logo intracristiano. /e hecho,los di%logos entre las diferentes confesiones cristianas, han sido particularmente ricas en su"stancia teolgica. 0inem"argo, un pro"lema no poco comple'o en este di%logo es la aceptacin de la invocacin de los santos y de :arava en detrimento de la mediacin nica de 2risto. En definitiva, para mantener una relacin adecuada, es necesariooptar por nuevas estrategias, &ue mantengan en armona tales relaciones, a sa"er, primado de la verdad$

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    enri&uecimiento mutuo$ nuevas alineaciones$ y una renovacin espiritual. /onde 'uega un papel efica# la oracin yel culto, para mantener el ecumenismo.

    TEOLOGA Y CULTO

    2risto, e'erce un triple ministerio como ya hemos dicho anteriormente. 2omo profeta, ense)a en nom"re de /ios$como sacerdote, ofrece el sacrificio, intercede por los pecados y comunica el favor y la gracia de /ios$ y como rey,

    inaugura el reino de /ios y lo lleva a su plenitud. En lo &ue se refiere al ministerio sacerdotal, el cual est%vinculado directamente con la actividad salvadora de 2risto, es la funcin m%s ntimamente relacionada con elculto. /onde se entiende por culto, la respuesta "%sica del hom"re a /ios como presencia santa. Este se expresa enuna gran variedad de actos como la adoracin, la ala"an#a, la accin de gracias, la contricin, etc, y puede serprivado o p"lico. En su culto formal, la Iglesia anticipa la liturgia celestial. 0e dirige agradecida a /ios consalmos, himnos y c%nticos espirituales. Ella entera est% llamada a la oracin y al culto sacramental. En efecto, de"eexistir una cierta reciprocidad entre lo sacerdotal y prof*tico, de lo cual resulta &ue la oracin y la fe se apoyanmutuamente.En los primeros siglos, la instruccin de los catecmenos y nefitos, esta"a centrada en torno a los sacramentos deiniciacin. Las preguntas y respuestas "autismales son el semillero de los primeros credos. /el o"ispo se espera"a&ue impartiese las doctrinas fundamentales de la fe explicando a los nefitos el significado de los sacramentos de

    iniciacin. Algunos e'emplos se pueden vislum"rar en las cate&uesis mistaggicas de o"ispos como 2irilo deJerusal*n, Am"rosio de :il%n, Juan 2risstomo y (eodoro de :opsuestia. /e hecho, en su lucha contra la here'a,la Iglesia defini la ense)an#a ortodoxa extrayendo en gran parte las implicaciones contenidas en la liturgiaapro"ada. La oracin oficial de la Iglesia sirvi como norma para la articulacin de la fe. Algunos e'emplos de la*poca patrstica nos ayudara a entender me'or dicha cuestin Ignacio de Antio&ua refuta a los docetistas so"re la"ase de &ue su menosprecio por el cuerpo contradice la verdad transmitida por la presencia real y corporal de 2ristoen la Eucarista. Ireneo utili#a la materialidad de la Eucarista como evidencia de &ue la materia csmica no es malay &ue ha sido creada por el mismo /ios al &ue los cristianos adoran como el padre de Jesucristo. (ertuliano apela alos sacramentos para demostrar, contra los gnsticos, &ue 2risto salva el cuerpo tanto como el alma y otros. +orotro lado, en oriente la divinidad del Espritu 0anto se afirm de forma indirecta en el credo de 2onstantinopla porreferencia a la pr%ctica litrgica de la Iglesia. 0in llamar al Espritu 0anto directamente de /ios, el credo dice

    simplemente &ue el Espritu 0anto reci"e la misma adoracin y gloria &ue el +adre y el -i'o. 0e espera"a &ue loscreyentes llegaran a reconocer el Espritu de /ios a partir de modo en &ue ora"an. En efecto, la pr%ctica de laIglesia fue el tema discutido de forma directa durante la controversia iconoclasta. El segundo concilio de !icea;

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    desplegada en una vida espiritual y hecha oracin. Ahora "ien, a pesar de la diferencia de frmula dogm%tica, la fees la misma, vivida y orada en forma seme'ante, tanto en occidente como en oriente. En fin, de la misma manera&ue ora, la Iglesia cree, y as como cree, tam"i*n ora.

    MTODO HISTRICO Y REALIDAD DE CRISTO

    /espu*s de un periodo de relativa &uietud, se ha despertado nuevamente la "s&ueda del Jess histrico. Este resurgimiento

    &ued marcado por la aparicin de dos contri"uciones de mayor importancia los li"ros, Un judo marginal, de John +. :eier, yEl Jess de la historia, de John /ominic 2rossan, pu"licados am"os poco antes de la navidad de @@. Las crticas ycontracrticas ante estos y otros li"ros seme'antes se han centrado primariamente en temas metodolgicos. Es por ello, &ue elactual inter*s por cuestiones de m*todo reclama un tratamiento m%s amplio entre fe e historia ""lica. (eniendo vigente &ue enel marco de los o"'etivos del tema en cuestin, entenderemos la fe como una firme adhesin a una visin total de la realidad ala lu# de la pala"ra reveladora de /ios. En efecto, la fe implica un asentimiento li"re y ra#ona"le &ue se hace posi"le por lagracia de /ios, &ue nos capacita para discernir y a"ra#ar con confian#a la pala"ra reveladora de /ios. +or otra parte, en su sentido m%s amplio el t*rmino historia, incluye todos los acontecimiento pasados, especialmente los &uetienen &ue ver con la humanidad. En un sentido m%s especfico, pero an amplio, significa la narracin de esosacontecimientos pasados. En un sentido m%s estricto, historia es un acontecimiento o"tenido por medio de un m*todoreconocido, orientado a "rindar un acceso confia"le al pasado del hom"re. El m*todo implica una suerte de tra"a'o de detectiveen el &ue utili#amos crticamente las fuentes de &ue disponemos, incluyendo los documentos &ue atestiguan losacontecimientos pasados. Aplicado a los orgenes cristianos, el m*todo histrico procurar% hallar los informes m%s antiguos yconfia"les de Jess y, a partir de all, reconstruir los dichos y hechos &ue puedan atri"uirse de forma m%s plausi"le a Jess a sucrculo. En su "s&ueda del Jess histrico, los investigadores han adoptado cuatro enfo&ues distintos &ue ilustran diferentesmaneras de tratar la relacin entre historia y fe, a sa"er1er. La historia contra la fe: segn esta posicin la historia es antit*tica respecto de la fe. /e hecho, la "s&ueda del Jesshistrico surgi a partir de la hostilidad hacia el dogma. 4n e'emplo claro lo encontramos, en las o"ras de -ermann 9eimarus,/avid 0trauss, Ernest 9enan, y otros, donde se hicieron esfuer#os por sustituir el 2risto de la fe y del dogma por un Jesshistrico puramente humano. 9ecprocamente, el li"ro de 2rossan El Jess de la historia, se aseme'a de alguna manera a este

    primer enfo&ue. +artiendo de una reconstruccin "astante exc*ntrica de las primitivas fuentes cristianas, este autor retrata aJess como un cnico 'udo de car%cter campesino, cuya concepcin del reino de /ios implica un igualitarismo religioso yeconmico &ue nega"a a un tiempo las normas 'er%r&uicas y patronales de la religin 'uda y del podero romano. Bl descri"e aJess como un mago con tendencia a su"vertir las estructuras sociales existentes. Ahora "ien, 2rossan no se presenta enoposicin al 2risto del dogma. /e hecho, defiende la afirmacin de &ue Jess era plenamente /ios y plenamente humano. Es

    decir, &ue a diferencia de muchos representantes, 2rossan no se opone a las cristologas &ue van m%s all% del Jesshistricamente reconstruido. Este ha"la de una dial*ctica entre el Jess histrico y el 2risto confesional. Am"os no sonid*nticos, pero est%n interrelacionados. 2do. Separacin entre historia y fe este enfo&ue puede llamarse separacionista. Elmismo sostiene &ue la historia y la fe, permaneciendo cada una dentro de sus propios lmites, no pueden ni confirmarse nicontradecirse mutuamente. En otras pala"ras, el Jess &ue vivi y muri en +alestina pertenece a la historia$ el Jess viviente,resucitado, pertenece a la fe. En t*rminos generales, *sta es la posicin de los telogos dialecticos entre la primera y segundaguerra mundial, particularmente la de ultmann y de +aul (illich. En este mismo sentido, John :eier, coincidiendo conultmann y su escuela, escri"e &ue, el Jess de la historia no es, ni puede ser, el o"'eto de la fe cristiana. tam"i*n, expresa &ueen el marco de la fe y de la teologa, el Jess real, el nico Jess ahora existente y viviente, es el 0e)or resucitado, &ue est%m%s all% de un estudio histrico y consiste en asuntos &ue slo se pueden dar por ciertos mediante la fe. 3er. La historia comofundamento de la fe: o sea, &ue la investigacin histrica ha esta"lecido "ases racionales para la conviccin de la fe cristiana.Esta posicin ha sido desarrollada de tres formas distintas La primera est% e'emplificada por muchos apologistas del temprano

    siglo xx, incluyendo a -ilarin Celder y Louis 2laude Cillion. Los cuales recogiendo el desafo de los racionalistas,argumentaron &ue los Evangelios, vistos como fuentes estrictamente histricas, pueden "rindar prue"as concluyentes de &ueJess reivindic ser y, de hecho, era el unig*nito de /ios. La segunda, es la denominada nueva "s&ueda del Jess histrico.Instituida a finales de la d*cada de @D. 0us representantes han utili#ado una suerte de historia existencial y han intentadorecrear una experiencia de encuentro con Jess so"re la "ase de las m%s antiguas tradiciones del Evangelio, sin em"argo, estoslimitan su "s&ueda al Jess, tal y como se present a s mismo en su vida p"lica. La tercera parte de este enfo&ue est%representada por +annn"erg, para *l, es el nico modo de acceso a la realidad del pasado y la fe no da informacin adicional ala historia. 0egn este como la resurreccin de Jess es un hecho histrico, el ra#onamiento histrico puede mostrar a Jesscomo la autorevalacin de /ios. 4. Los evangelios como historia interpretada: segn este, la fe proviene de lapala"ra reveladora de /ios tal como es transmitida por el testimonio de la Iglesia. +ero desde el momento en &ue la

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    pala"ra de /ios nos dice algo acerca de acontecimientos pasados, fe e historia no pueden separarse ntidamente. /ehecho, el contenido de la fe incluye ciertos acontecimientos histricos. Ahora "ien, los evangelios a pesar dehistricos a su manera, no son meramente o primariamente o"ras de historia. +or encima de todo, sonproclamaciones de la "uena nueva de la accin salvadora de Jesucristo. Es por tal ra#n, &ue los investigadorescatlicos y protestantes para profundi#ar e interpretar los textos evang*licos, sin pre'uicio de su fe, utili#an lacrtica textual, de las fuentes, de la forma, de la redaccin, literaria e histrica.