Upload
others
View
7
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
1
LA MITZVA DEL ENCENDIDO
DE VELAS
JANUKA = = 89 Y OR = LUZ EN
BERESHIT OCUPA EL Nº 25 ESO NOS
CONFIRMA QUE JANUKÀ INICIA EL 25
DE KISLEV
1. La recompensa por la cuidadosa
observancia de esta mitzvá:
El Talmud dice que la persona que es conciente
del encendido de las velas de Janucá, ser
recompensada con hijos estudiosos de la Torá.
2. Cuán importante es esta mitzvá
La mitzvá del encendido de las velas es muy
apreciada, a tal punto que un pobre que no tiene
para su sustento debe vender algo de sus
pertenencias para comprar velas y así cumplir
con esta mitzvá. De todas maneras, aquellos que
tienen la responsabilidad de cuidar las
necesidades de los pobres deben preocuparse
para que tengan las velas correspondientes, y de
esta manera no forzarlos a hacer lo antes
mencionado. (Aprenderemos más adelante que
una vela por noche es el mínimo requerido para
cumplir con la mitzvá)
3. Por qué esta mitzvá es tan única?
La razón por la cual esta mitzvá es tan única,
que la persona tiene que pasar ciertas
dificultades para su cumplimiento, es que por
medio de esta mitzvá se realiza "Pirsume nisa",
o sea la difusión del milagro de Janucá .
B- ¿Cuántas velas se encienden?
1. La halajá
¿Cuántas velas se requieren para encender?. El
Talmud menciona tres niveles en la observancia
de esta mitzvá. La halajá requiere que
solamente una vela por noche, durante las ocho
noches, sea encendida en cada casa.
(Independientemente de la cantidad de personas
que la habiten) Por lo tanto si una persona no
tiene suficiente aceite o velas, puede cumplir la
mitzvá de esta manera.
2. Mehadrin, Mehadrin min hamehadrin
El Talmud, de todos modos, menciona dos
niveles adicionales, que son preferidos para
observar esta mitzvá. a) Mehadrin: personas
escrupulosas, y b) Mehadrin min hamehadrin:
Los más meticulosos. En las casas de los
mehadrin, cada miembro de la familia enciende
una vela cada noche. En la casa de los
Mehadrin min hamehadrin, una vela es
encendida en la primera noche y otra vela
adicional se agrega en cada noche sucesiva,
hasta que en la última noche ocho velas son
encendidas. Cabe aclarar que en la observancia
de Mehadrin min hamehadrin hay una
diferencia entre los Ashkenazim y los
Sefaradim. La costumbre de los Ashkenazim es
que cada miembro de la casa enciende una vela
la primera noche aumentando una vela cada
noche, mientras que la costumbre de los
Sefaradim es encender una vela la primera
noche, aumentando una vela cada noche,
eximiendo así a todos los miembros de la casa.
3. Si uno no tiene suficiente aceite cómo se
conduce como los Mehadrin min
hamehadrin?
Aunque, como vamos a aprender más adelante,
es preferible encender con aceite de oliva que
con velas de cera, de todos modos, si el aceite
es muy caro, es mejor encender velas de cera y
conducirse como los Mehadrin min
hamehadrin, agregando una vela cada noche,
que encender una sola por noche con aceite.
4. La esposa no necesita encender
Aun donde cada miembro de la familia
enciende su propia hanukiá, la esposa no
necesita encender si es que su esposo enciende.
La razón es que se considera al hombre y su
esposa como una sola persona. Sin embargo si
ella desea encender, lo puede hacer, asi como
también decir las berajot respectivas. Si el
2
hombre no va a estar en casa, (por ejemplo: se
fue de viaje) la esposa debe encender.
5. Niños
Los niños que llegaron a la edad de jinuj, o sea
alrededor de los siete años también deben
encender. Sin embargo, es suficiente para ellos
encender una vela cada noche.
C- Halajot referentes al aceite, velas y
mechas:
1. El aceite de oliva es preferido
Aunque uno puede usar cualquier tipo de aceite
y velas para encender en Janucá, la práctica
preferida (mitzvá min hamuvjar) es usar aceite
de oliva. Hay varias razones para esta
preferencia:
a) Es absorbido muy bien por la mecha
b) Emana una luz clara
c) El milagro en el Beit Hamikdash ocurrió con
aceite de oliva.
2. Si el aceite de oliva no se consigue
Si el aceite de oliva no se consigue, es
preferible usar otros aceites que irradien luz
clara. El minhag (costumbre) en algunos
lugares es usar velas de cera o parafina, ya que
su llama es más clara que la del aceite. De todas
maneras, acabamos de aprender que es una
mitzvá más perfecta encender con aceite de
oliva, ya que el milagro ocurrió con él.
3. Una persona que preparó velas de cera y
después obtuvo aceite
Si una persona preparó velas de cera para
encender y después obtuvo aceite de oliva, si
todavía no empezó a decir la braja, puede
cambiar por aceite.
4. Mezclar aceite y velas en una hanukiá
Aunque existe la opción de usar aceite de oliva,
otros aceites y velas, es cuestionable si se puede
mezclarlos en una hanukiá al mismo tiempo
(por ej: una llama de aceite y otra de vela, en el
segundo día). En caso de necesidad, es
permisible usar aceite un día y velas el día
siguiente.
5. Luces eléctricas o gas
Esta clase de luz no es permitida para cumplir
la mitzvá de Janucá
6. Todas las velas deben estar a la misma
altura
Algunos Poskim sostienen que es preferible que
todas las velas están a la misma altura.
Aprenderemos más adelante sobre la necesidad
del shamash (vela adicional). El shamash debe
ser ubicado aparte de las otras velas para que no
sea confundido con ellas. Por lo tanto debe ser
más alto, o ubicado en un lugar más alto o
apartado de las demás velas.
D- La Ubicación de las velas debe ser en
línea recta
Las velas deben ubicarse en línea recta y no en
círculo, ya que parecería como si fuera una
antorcha. Aunque si estuviesen separadas
debidamente, no sería considerado como una
antorcha y por lo tanto estaría permitido,
igualmente muchos Poskim sostienen que, es
preferible que las velas están en línea recta. Por
lo tanto, es preferible no usar una menorá donde
las velas están ubicadas en semicírculo y
tampoco en dos filas, una delante de otra (Las
velas no deben ubicarse muy cerca una de otra,
porque parecería que es una sola, ni muy lejos
una de otra, porque parecería que dos personas
las encendieron.
E- Obtención de beneficio de las velas de
Janucá:
1. Razón de la prohibición
Esta prohibido usar la luz de las velas de Janucá
para cualquier propósito. Hay dos razones para
esta prohibición:
a) Debe ser evidente que estas velas fueron
designadas solamente para la mitzvá, con
motivo de difundir el milagro.
3
b) Por cuanto que estas luminarias conmemoran
el milagro que ocurrió con la menorá en el Beit
Hamikdash, los Jajamim decretaron que no se
puede tener provecho de esa luz, al igual que no
se podía aprovechar de la Menorá del Beit
Hamikdash. (Para los mehadrin min
hamehadrin, o sea los que encienden varias
velas según la cantidad de días, la prohibición
se aplica a todas las velas)
2. Uso en shabat, uso ocasional
Por lo tanto está prohibido usar las velas de
Janucá tanto en shabat (por ejemplo: para
comer la comida de shabat a la luz de las velas
de Janucá ) o durante la semana. Aun el uso
ocasional como examinar o contar dinero está
prohibido, ya que es un desprecio para la
mitzvá .
3. Uso de la luz distante
También el uso de la luz distante de las velas de
Janucá está prohibido. Sin embargo uno puede
permanecer en la casa mientras las velas están
ardiendo, aunque pueda derivar de ellas un uso
incidental, como no tropezarse o caerse. No
tiene que cerrar los ojos.
4. Uso para mitzvá
Hay una discusión entre los Poskim sobre si
está permitido o no tener provecho de las velas
de Janucá para una mitzvá (por ejemplo:
estudiar Torá a la luz de las velas). El minhag
quedó que también este tipo de uso esta
prohibido. La razón es que por medio del uso
de estas velas, aun para el propósito de una
mitzvá , no sería aparente que están destinadas
para la mitzvá de Janucá .
5. Encender una vela de Janucá mediante
otra vela de Janucá .
Hay discusión entre los Poskim sobre si está
permitido o no encender una vela de Janucá de
otra. El minhag es que no se enciende. Este
minhag se aplica para las velas de Janucá , pero
uno puede encender una vela de una mitzvá
diferente de otra vela. (por ejemplo, una vela de
shabat de otra)
6. El minhag del shamash
Por estas razones, la costumbre es encender una
luz adicional, con el objetivo de que si una
persona fuera a usar la luz de la hanukiá, se
estaría beneficiando de esta luz adicional
(shamash), y no de las que fueron destinadas
para la mitzvá . El minhag de los Ashkenazim
es usar el shamash para encender las velas de
Janucá. Es ubicado cerca de las mismas. Sin
embargo, para que no sea confundido con las
demás velas, debe ser ubicado aparte de ellas.
Similarmente, puede estar ubicado más alto que
las demás. El minhag de encender el shamash
se aplica aun en un lugar donde se tiene otra luz
encendida en la habitación.
7. El shamash puede ser utilizado para uso
personal
El shamash puede utilizarse por ejemplo: para
encender un cigarrillo y para iluminación.
8. Uso de las velas del Beit Hakneset.
Aprender‚mos más adelante que las velas de
Janucá se encienden también en el Beit
Hakneset. Lo que dijimos antes referente a la
prohibición del uso de las velas de Janucá se
aplica también para éstas.
9. Si una vela de Janucá fue encendida y
extinguida se vuelve muktze.
Si una vela de Janucá fue encendida y
extinguida antes del tiempo mínimo requerido
(media hora) no puede ser usada para otro
propósito salvo para la mitzvá de Janucá . Se
considera muktze, o sea designada para una
mitzvá Por lo tanto si una vela muktze se
mezcló en los primeros siete días de Janucá aun
entre mil velas, ninguna de ellas puede usarse
para cualquier otro propósito, ya que cualquiera
de ellas puede ser la vela prohibida. Si esto
sucede, un Rav debe ser consultado. (Si lo
antedicho ocurre en el octavo día o después de
4
Janucá , si se mezcló otras dos velas, se vuelve
nula.)
10. El uso de las velas después del tiempo
mínimo requerido.
Si una persona colocó más aceite en la menorá
que el mínimo requerido, una vez que pasó la
media hora después de la salida de las estrellas,
puede apagarla. También puede obtener
beneficio pasado ese tiempo. Algunos Poskim
sostienen que debe hacer una condición antes
de encender las velas, que designa solamente el
aceite o las velas para el tiempo mínimo
requerido. La razón para eso es que hay una
opinión que sostiene que el aceite o velas
colocadas sin esta precondición son
completamente designadas para otro propósito.
Otros Poskim, en cambio, opinan que no se
puede obtener beneficio de las velas, aun que
haya pasado el tiempo mínimo y aun con una
precondición. La razón de estos Poskim es que
una persona que ve a otra obteniendo beneficio
de las velas no sabe que las velas ardieron el
tiempo debido. Acorde a esta opinión, ni
siquiera se puede mover las velas después del
tiempo requerido, porque un observador puede
asumir que son movidas para ser usadas.
11. El aceite designado para un día puede
usarse para otro día.
El aceite que fue colocado en la hanukiá para
usar un día pero no fue consumido (por
ejemplo: se extinguió el fuego), puede usarse
otro día.
12. Aceite que sobró del octavo día.
El aceite que fue colocado en la hanukiá para
usar en el octavo día, pero no fue consumido,
debe ser quemado de manera tal que no se
derive ningún beneficio de él. Esto es necesario
por cuanto que fue designado para esta mitzvá .
La misma halajá se aplica para las mechas
usadas y para la cera que quedó en el
candelabro. Si este aceite se mezcla con otro
aceite y el permitido es sesenta veces más
cuantioso que el aceite de Janucá , este último
se vuelve permitido. Uno no debe agregar
intencionalmente aceite permitido para anular al
prohibido.
13. Por qué no se puede dejar el aceite que
sobró de éste año para volverlo a usar en el
Janucá siguiente?.
La razón por la que el aceite sobrante debe ser
destruido es porque tenemos miedo de que sea
usado durante el año inadvertidamente.
14. Aceite sobrante que queda en la botella.
Estas Halajot se aplican solamente si el aceite
fue colocado en la hanukiá , y fue encendido.
Sin embargo, si uno designo una botella o
frasco de aceite para Janucá , el aceite sobrante
en la botella o frasco puede ser usado para
cualquier propósito.
El Diluvio
Las lluvias del diluvio cesaron durante la
semana de Jánuca - el veintisiete de Kislev
(Rashi, Génesis 7:12, 8:3). Así, las Luces de
Jánuca dispersaron las nubes que habían traído
el diluvio.
Esto se debe a que el mensaje de Jánuca es una
perpetua reinauguración, el saber que puedes
comenzar de nuevo, no importa lo que hayas
hecho. En Jánuca puedes detener el Diluvio, no
importa lo que hayas hecho. En Jánuca puedes
comenzar la vida de nuevo, no importa lo que
hayas hecho.
De modo que cuando te veas inundado por
pensamientos no deseados, recuerda las velas
de Jánuca. Cuando te sientas ahogar en un
diluvio espiritual, recuerda las velas de Jánuca.
Cuando las "lluvias" torrenciales sean
imparables y sientas que mereces un diluvio,
recuerda las velas de Jánuca. Aunque vivas la
misma vida decadente de aquellos que murieron
en el diluvio, recuerda las velas de Jánuca.
5
La rama de olivo en el pico de la paloma de
Noé simboliza el aceite de oliva que usamos
para las luces de Jánuca (Tikuney Zohar 13, p.
29a; Zohar Jadash, Génesis 8:11). La Paloma le
estaba indicando así a Noé el mensaje de
Jánuca: si quieres comenzar una vida nueva y
hacerlo luego del diluvio, debes recordar mirar
siempre hacia adelante y no pensar en el
pasado. Debes estar dispuesto a dejar de lado lo
pasado y a percibir un nuevo mundo. Crea la
imagen de ese nuevo mundo en tu mente y
hazlo suceder. El pueblo judío nunca hubiera
sobrevivido - y tú no puedes crecer como
persona - sin el mensaje de Jánuca.
Recuerda esto al encender tus velas de Jánuca
si quieres cambiar tu año.
[6] Cada varón adulto debe encender en el
hogar sus propias velas de Jánuca.
A- Cuándo se encienden las velas?.
1. El tiempo propicio para encender Sobre este
tema el Talmud nos dice, "MITZVÁA
MISHETISHKA HAJAMA", "la realización de
la mitzvá es desde la puesta del sol". Con
respecto a la definición del término
"MISHETISHKA HAJAMA", hay una disputa
entre los Poskim. Algunos sostienen que
significa inmediatamente al comienzo de la
puesta del sol. Otros, en cambio, opinan que
corresponde a la conclusión de la puesta del
sol, lo que se denomina "TZET HACOJAVIM"
(SALIDA DE TRES ESTRELLAS MEDIANAS).
(Aproximadamente cuarenta minutos después
de la puesta del sol)
2. ¿Qué viene primero, Tefilat Arvit o el
encendido de las velas?
Aquellos que rezan Arvit antes del tiempo
correspondiente al encendido, encienden las
velas después de Arvit. Pero aquellos que rezan
Arvit en su debido tiempo, o sea a la salida de
las tres estrellas, deben preferentemente
encender las velas antes de Arvit. De todos
modos hay que cuidar de colocar suficiente
aceite o velas suficientemente largas para que
puedan arder media hora después de la salida
de las estrellas. Si una persona no rezó Arvit y
ya aparecieron las tres estrellas medianas,
debe rezar primero Arvit y luego encender.
3. La preparación del aceite y las mechas antes
de Maariv.
Aquellos que nombramos anteriormente que
encienden las velas después de Maariv, deben
preparar el aceite y las mechas de antemano,
para que puedan encender inmediatamente
luego de Arvit, sin demora. De lo contrario se
corre el riesgo de que se atrasen y enciendan
después de la media hora de la salida de las
estrellas.
4. En situaciones
especiales:
(Por ejemplo: no podrá encender más tarde), se
puede encender las velas de Janucá desde
PELEG HAMINJÁA, que es una hora y cuarto
solar antes de la aparición de las estrellas.
(Para calcular cuántos minutos tiene una hora
solar hay que sumar las horas de sol y
dividirlas por doce). También se puede decir la
braja correspondiente. Todo esto es válido
siempre y cuando se colocó el suficiente aceite
para que dure hasta media hora después de la
salida de las estrellas. Si se encendió antes de
PELEG HAMINJÁA, no se cumplió la mitzvá ,
por lo que se deber apagar y volver a encender
en su debido tiempo, con braja. Y si uno
encendió después de PELEG HAMINJÁA, pero
no colocó suficiente aceite como para que dure
hasta media hora después de la salida de las
estrellas, aunque contenía lo suficiente para
arder por media hora, se deber volver a
encender, pero esta vez sin beraja.
El Procedimiento para el encendido
6
5. ¿Cuánto tiempo deben arder las velas?
El Talmud dice que deben arder hasta el tiempo
en que la gente deja de caminar en la calle. En
la época que vivían los Jajamim del Talmud,
por cuanto que no había electricidad, era
inusual para la gente caminar por la calle ya
entrada la noche. Como máximo quedaban
transeúntes hasta media hora después de la
salida de las tres estrellas. Y ya que la mitzvá
de "PIRSUME NISA", "DIFUSION DEL
MILAGRO DE JANUCÁ" se realiza
principalmente para los peatones de la calle,
los Jajamim ordenaron su observancia para el
máximo tiempo útil posible. Aunque
actualmente, con la luz que disponen las calles,
la gente camina hasta muy tarde en la noche, el
tiempo inicial decretado por los Jajamim
prevalece. Por lo tanto hay que colocar el
suficiente aceite para que dure hasta por lo
menos media hora después de la salida de las
tres estrellas medianas.
6. Si una persona no encendió en el tiempo
debido.
Como veremos más adelante, hoy en día se
enciende en el interior de la casa, y como
explican muchos Poskim el principal objetivo
es difundir el milagro entre los miembros de la
familia. Por lo tanto si una persona por
cualquier motivo no encendió en el tiempo
estipulado, puede encender más tarde.
Igualmente, aun en la actualidad, se debe
encender preferentemente en el tiempo
decretado por los Jajamim. Aun si uno
encendió más tarde se debe procurar que las
velas ardan como mínimo media hora.
7. Hasta Cuándo se puede encender
Si uno no pudo encender en el tiempo debido,
puede hacerlo toda la noche hasta el alba, y
también puede decir la braja, siempre y cuando
los miembros de su familia están despiertos. Sin
embargo si se encuentran dormidos se deber
encender, pero sin beraja, a no ser que los
despierte. A cuántos se deben despertar?
Aunque es preferible que hayan dos o tres
personas presentes en el momento del
encendido, si hay un adulto (hombre o mujer) o
aun un niño (varón o mujer) con cierto nivel de
entendimiento, se puede encender con braja. Si
la noche pasó y no se encendió las velas de
Janucá , lo perdido no tiene arreglo.
Igualmente en las noches sucesivas se sigue
encendiendo la cantidad de velas
correspondientes a cada noche como si nada
hubiera pasado.
8. Actividades prohibidas para la mujer una vez
que llegó el tiempo de encender y despues de
haber encendido.
Una vez que llega el tiempo apto para
encender, no se debe involucrar en ningún tipo
de trabajo, ni se debe comer. Sin embargo un
aperitivo es permisible. Aun estudiar Torá en
este tiempo esta prohibido. Y si se empezó a
estudiar desde antes, una vez que llega el
tiempo de encender hay que interrumpir. Lo
que acabamos de decir se aplica aun en la
media hora anterior al tiempo debido. Sin
embargo estudiar Torá se puede en esta media
hora antes del tiempo correspondiente.
B- Cual es la Ubicación de la hanukiá:
1. La costumbre en la época de los Jajamim.
En ese tiempo la mitzvá era ubicar la menorá
en la entrada de la casa, en el exterior. (Si la
entrada daba a la calle). Si había un patio
entre la casa y la calle, la Janukia era colocada
a la entrada del patio. Todo esto se hacía por
"PIRSUME NISA", "DIFUNDIR EL
MILAGRO DE JANUCÁ"
2. La costumbre fuera de Eretz Israel.
Fuera de Israel, donde los judíos viven entre
los gentiles, y puede llegar a haber problemas,
la costumbre es encender dentro de la casa
siempre y cuando los goim la alcancen a
divisar, pero se tiene cuidado con el viento y la
lluvia. En cambio, la costumbre en Eretz Israel
de las personas meticulosas es encender fuera
de las casas, como se hacía en la antiguedad.
7
(pero con una protección de vidrio por el viento
o la lluvia).
3. En qué lugar dentro de la casa? Si se dispone de una ventana que da a la calle,
es preferible ubicarla en la ventana, para que
los transeúntes en la calle puedan ver las
luminarias. De esa manera se cumple la
difusión del milagro. Sin embargo todo esto es
si la ventana está hasta los 10,8 metros de la
altura de la calle. El caso contrario
explicaremos más adelante.
4. La janukià no puede estar por sobre 10,8
metros del suelo. Si se encendió a más de 10,8 metros del suelo,
la mitzvá no es válida y se deber encender
nuevamente. La razón es que la menorá a esa
altura no se ve fácilmente, por lo tanto no tiene
sentido el encendido, a que no se cumple con
"PIRSUME NISA". (Pero si encendió en un
edificio a más de 10,8 metros de la calle,
cumplió su obligación, porque si bien no sirve
para los transeúntes, pero sirve para los
habitantes de la casa.)
5. Si uno vive arriba de los 10,8 metros de la
calle. Una persona que vive en un edificio sobre los
10,8 metros, por cuanto que no se considera
visible para los transeúntes, es preferible
ubicar la menorá dentro de los 9 centímetros
del lado contrario a la mezuzá de la puerta de
entrada. (La mezuzá se coloca del lado derecho
entrando a la casa.) La razón por la que se la
coloca dentro de los 9 centímetros, es porque
de otra manera no se notaría que el dueño de
casa la puso ahí y la razón por la que la
menorá debe estar a la izquierda es que al ser
que la mezuzá está a la derecha, el que pase
por ahí estar rodeado de mitzvot. De todos
modos aun si la ubicó a la derecha, o sea del
mismo lado que la mezuzá , cumplio la mitzvá.
Si por cualquier motivo no hay mezuzá en la
entrada, (por ejemplo: fue sacada para
revisarla) la menorá deber ubicarse en el lado
derecho. El motivo es que encontramos en
muchas mitzvot que la derecha tiene
precedencia.
6. La hanukiá debe estar por sobre 27
centímetros. La menorá debe ser ubicada de manera tal que
por lo menos la llama este por sobre los 27
centímetros más del piso. La razón para esto es
que cualquier cosa que esta a menos de esa
altura se considera como si estuviera en el
suelo, y no sería obvio que el propietario la
puso ahí intencionalmente. De todos modos si
inadvertidamente se colocó a esa altura, se
cumplió la obligación.
7. La janukia debe estar por debajo de 90
centímetros. El motivo para esto es que generalmente las
luces que se usan para iluminación se colocan
por sobre esa medida. Por lo tanto la menorá
debe estar por debajo de la medida usada
corrientemente, para marcar la diferencia y no
confundir la menorá con una luz para
iluminación. Igualmente hay Poskim que
opinan que hoy en día que encendemos dentro
de la casa este motivo no rige más y por eso
hay gente que no se fija en esta medida. Sin
embargo hay otros Poskim que opinan que no
hay diferencia y el motivo es tan válido como
cuando se enciende afuera de la casa. Las
personas meticulosas se conducen de acuerdo a
esta última opinión. Pero todos están de
acuerdo que si uno tiene una ventana (a menos
de 10,8 metros) que de a la calle, aunque la
ventana este a más de 90 centímetros del suelo
de la casa, igualmente debe colocar la menorá
en ese lugar. Lógicamente que si tiene dos
ventanas, y una de ellas esta por debajo de los
90 centímetros, la más baja tiene preferencia
para ubicar la menorá .
C- Preparación para el encendido
1. Detalles generales.
Ya dijimos que aquellos que encienden después
8
de Maariv deben preparar el aceite y las
mechas de antemano, para que puedan
encender inmediatamente después de Maariv.
Antes de empezar a encender se debe reunir a
todos los miembros de la familia. Esto se hace
para difundir el milagro. Se debe colocar
suficiente aceite o velas lo bastante largas
como para que puedan durar por lo menos
hasta media hora después de la salida de tres
estrellas medianas. La menorá no debe ponerse
en un lugar donde es probable que el viento
apague el fuego.
D- Las berajot se enumeraràn aquì, pero se
especificaràn al final….
1. En la primera noche: En esta noche se dicen tres berajot: a)
"LEHADLIK NER (SHELA) JANUCÁ"
. B) "SHEASA NISIM LAAVOTEINU" y C)
"SHEHEJEIANU" (aun quien está de duelo
puede recitar esta beraja en su casa)
2. Después de la primer noche. En las noches sucesivas se dicen sólamente las
dos primeras berajot. "SHEASA NISIM" lo
decimos todas las noches, porque el milagro
ocurrió cada día. "SHEHEJEIANU", se dice
una sola vez, porque le agradecemos a D-s por
habernos posibilitado llegar a este momento de
regocijo.
3. Si uno olvidó decir "SHEHEJEIANU".
Si se olvidó de decir la primera noche, se puede
decir en la segunda o en cualquiera que se
acuerde, antes de encender las velas. Si se
acordó después de encender, pero las velas ya
se apagaron, no se puede decir la beraja en esa
noche.
4. Las berajot se deben decir antes de empezar
a encender.
La razón para esto es que todas las berajot
para las mitzvot se deben recitar "OVER
LAASIATAN", inmediatamente antes de cumplir
la mitzvá. Sin embargo el shamash debe
encenderse antes de decir las berajot.
5. Si se olvidó de decir las berajot.
Si una persona se olvidó de decir las berajot y
empezó a encender, las puede decir, siempre
que quede alguna vela por encender. Si todas
fueron encendidas, la primer beraja
"LEHADLIK NER", no puede decirse esa
noche. En cambio, "SHEASA NISIM" y
"SHEHEJEIANU", pueden decirse en todo
momento que las velas sigan encendidas.
6. Berajot al ver las velas. Si uno está seguro que no podrá encender las
velas, (por ejemplo: está de viaje) y sabe que en
su casa tampoco serán encendidas, deberá
tratar de ver otras velas de Janucá ardiendo. Si
las ve, deberá decir en una casa ajena la beraja
"SHEASA NISIM", y si era la primer noche
también "SHEHEJEIANU". Pero si uno sabe
que más tarde tendrá la posibilidad de
encender, no deberá decir ninguna beraja por
ver las velas.
Si ya dijo "SHEHEJEIANU" por ver las velas,
no deberá decirlo nuevamente la noche
siguiente cuando encienda por sí mismo.
7. No se debe hablar entre las berajot y el
encendido. Hay que tener mucho cuidado de no hablar
entre las berajot y el comienzo del encendido.
En caso que la persona habló, si es que lo que
dijo concierne al encendido mismo, no debe
repetir las berajot. Pero en cambio, si lo que
habló no tiene relación con el encendido de las
velas, debe repetir las berajot. Preferiblemente
no hay que hablar hasta terminar de encender
todas las velas. De todos modos si habló
después de encender por lo menos una vela las
berajot no son repetidas.
8. "Hanerot Halalu y "Maoz Tzur": Inmediatamente después de encender la primer
vela, se dice "HANEROT HALALU". Las demás
velas son encendidas durante ese momento.
9
Algunas comunidades tienen la costumbre de
decirlo también después de haber encendido
todas las velas. Después de "HANEROT
HALALU", la costumbre de los Ashkenazim es
decir "MAOZ TZUR". La costumbre de los
Sefaradim es decir "MIZMOR SHIR
JANUCÁT" ("TEHILIM 30") y
"LAMNATZEAJ".
9. Decir berajot para otros.
Uno que ya cumplió su obligación de encender
las velas de Janucá , puede decirlas
nuevamente y encender para una persona que
no sabe cómo hacerlo. De todas maneras se
requiere que la persona a la cual se le están
diciendo las berajot debe estar al lado del que
las dice y contestar "Amén" a cada beraja.
Similarmente una persona puede decir las
berajot y la otra encender.
10. Un enfermo.
Una persona que está enferma y no puede ir al
lugar que hay que encender por cualquier
motivo, puede mandar a un enviado como
representante. Puede decir las berajot y el
representante debe encender inmediatamente.
E - El encendido:
1. Ubicación de las velas y su encendido.
En la primera noche de Janucá, la vela a
encenderse se ubica en el extremo derecho de
la janukia. En la segunda noche se agrega una
vela a su izquierda, y así sucesivamente en las
demás noches, o sea que la Ubicación se
realiza de derecha a izquierda. Con respecto al
orden en el encendido hay varias costumbres.
La costumbre más aceptada es acorde a la
adoptada por el Shuljan Aruj, de encender
primero la vela ubicada a su izquierda, o sea
de izquierda a derecha. La razón para esto es
que encontramos en muchas mitzvot que la
derecha tiene precedencia. Por lo tanto, al
encender del extremo izquierdo, dirigiéndose
luego hacia el derecho, se demuestra su
significancia. De todos modos cada uno debe
seguir su costumbre, ya que no afecta al
cumplimiento de la mitzvá. Después de
encender con el shamash, no se debe retirar el
shamash de la mecha que se está encendiendo,
hasta que la mayoría de esta haya encendido.
2. Equivocación en la cantidad de velas. Si por equivocación se encendió menos velas de
la cantidad correspondiente a esa noche, se
debe agregar lo que falte sin braja mientras las
velas iniciales sigan ardiendo. Y si por el
contrario se encendió más de lo
correspondiente se deber apagar las sobrantes.
Si uno se confundió en la cantidad de velas
correspondientes a esa noche, igualmente en
las noches sucesivas deber encender lo que
corresponda, como si nada hubiera pasado.
F.- Halajot generales con respecto al
encendido:
1. "Hadlaká osá mitzvá ".
Hay una disputa en el Talmud en qué consiste
la mitzvá de Janucá , si con el encendido se
cumple la mitzvá o con la colocación de la
janukia . La Halajá es que la mitzvá
corresponde al encendido (Hadlaká osá mitzvá
). Es por eso que en la beraja decimos:
"LEHADLIK NER (SHEL) JANUCÁ"
"ENCENDER LAS VELAS DE JANUCÁ" por lo
tanto, como en el momento del encendido se
cumple la mitzvá , debe estar todo en órden, la
menorá debe estar en el lugar reglamentario y
debe haber suficiente aceite o las velas deben
ser lo suficientemente largas como para que
duren media hora después de la salida de las
estrellas. Por consiguiente si la menorá fue
encendida a más de 10,80 metros de altura y
luego mientras ardían las velas fue bajada a la
altura correspondiente, no se cumplió con la
mitzvá y se deber apagar y volver a encender
con beraja. Por este mismo motivo, que con la
acción de encender se cumple la mitzvá , si las
velas ardieron durante 24 horas, hay que
apagarlas y volverlas a encender, a pesar que
10
ya estaban encendidas, ya que cada noche de
Janucá es una mitzvá por separada.
2. La janukià no se debe mover.
La razón para esto es porque una persona que
esta viendo el hecho, puede pensar que las
velas se encendieron para uso personal, y no
para mitzvá . De esta manera no se cumple con
"PIRSUME NISA", DIFUSION DEL
MILAGRO. Esta halajá se aplica sólo a la
media hora mínima requerida, sin embargo es
preferible no mover la hanukiá todo el tiempo
que ardan las velas. Aun la menorá del "shil",
preferentemente no se debe mover hasta
después de la media hora. Por el mismo motivo
que otro se puede confundir pensando que se
enciende para uso personal, no se debe
encender sosteniendo las velas o la menorá en
la mano.
3. Si no había suficiente aceite.
Aprendimos anteriormente que la hanukiá debe
contener la suficiente cantidad de aceite para
arder por lo menos hasta media hora después
de la salida de tres estrellas medianas. Si en el
momento del encendido no había esa cantidad
mínima de aceite, aun si después se agregó más
aceite, no se cumplió con la obligación. Por lo
tanto se deber apagar, agregar la cantidad
correspondiente de aceite y volver a encender,
pero sin braja. Si una persona agregó aceite
después de la berajá, pero antes de encender,
cumplió con la obligación.
4. Si se apagó antes de tiempo.
Acabamos de aprender que la mitzvá consiste
en el encendido. Por lo tanto si en el momento
del encendido estaba todo en regla, y se
cumplían las condiciones necesarias para que
las velas ardan el tiempo reglamentario, no
importa qué es lo que pase después. Aun si las
velas se apagaron antes de tiempo se cumplió
con la mitzvá, y no hace falta encender
nuevamente.
5. Si se encendió en un lugar ventoso.
Si una persona encendió en un lugar ventoso,
cosa que provocó la extinción de las llamas,
deberá encender nuevamente en un lugar que
no haya viento, y sin berajá. Y siempre y
cuando no sea shabat.
6. Si a pesar que no haga falta, desea encender
nuevamente.
En cualquier caso que mencionamos, que se
cumplió la mitzvá y por lo tanto no hace falta
volver a encender, si la persona igualmente
quiere encender, puede hacerlo sin braja. De
hecho, muchos Poskim sostienen que es
aconsejable encender nuevamente.
La historia de Januca
¿Escuchó Ud. la historia de Janucá? Algo sí.
Que los griegos quisieron dominar a los judíos,
que éstos se rebelaron a pesar que eran menos,
que los judíos terminaron liberándose de los
griegos echándolos de la tierra de Israel... y que
festejaron porque con el aceite puro que
encontraron, que solamente debía haber
alcanzado para un día, pudieron encender la
Menorá (candelabro del sagrado Templo)
durante los ocho días que demoraba preparar un
nuevo aceite... ¿Verdad? (¿Di bien la lección?)
Sí y no. Pues esta es únicamente una parte de la
historia.
Quien leyó minuciosamente la historia del
pueblo judío se va a percatar de inmediato que
hubieron tantos milagros a lo largo de los años
que permitieron la supervivencia del pueblo
judío y del cumplimiento de las Mitzvot, que
habría que entender el porqué los Sabios
eligieron precisamente la ocasión de Janucá
para celebrar un milagro. (Existe un texto de la
época del Talmud denominado Meguilat Ta-
anit, en el cual se mencionan todos los días que
eran parcialmente festivos o tristes en aquellas
épocas para conmemorar eventos, los cuales,
11
sin embargo, no trascendieron para la
posteridad).
¿Qué tiene de especial Janucá? Nos enseñan los
Sabios en la Guemará: "Toda Mitzvá (precepto)
por la cual los judíos entregaron su vida en los
momentos en que se intentó destruir el vínculo
de los judíos con el Todopoderoso, aun se
observa con entusiasmo". Cuando leemos
acerca de las batallas de los Macabeos frente a
un enemigo numéricamente superior, no
celebramos una victoria militar en aras de
"soberanía nacional".
Los judíos acababan de vivir bajo el gobierno
griego hace ya casi 180 años desde el momento
en que Alejandro Magno había conquistado la
tierra de Israel en una de sus campañas
militares. A diferencia de su actitud para con
los otros pueblos, Alejandro y quienes le
siguieron respetaron el derecho de los judíos de
seguir viviendo de acuerdo a sus leyes y
costumbres anteriores (de la Torá) y limitaron
su ocupación del país (Judea) a su obligación de
pagar los tributos monetarios para engrosar sus
arcas. Esto ocurrió durante todo el período de
tiempo en que Judea estuvo sometida al
gobierno de los Ptolomeos y luego a manos de
los Seleucos.
Quienes luego cambiaron el estado de las cosas
fueron los propios judíos. "Ioshua (el Kohen
Gadol = sumo sacerdote) modificó su nombre
por (el más griego) Jazón tal como su hermano
Jonia lo cambió por Menelao... En su
competencia por asegurarse el título de Kohen
Gadol (para dominar los fondos del Bet
HaMikdash) se acercaron al rey Antíoco con el
ofrecimiento de abandonar sus leyes y
costumbres y optar por los usos de los griegos.
A tal fin solicitaron el permiso para erigir un
gimnasio griego en Jerusalén.
Una vez que lo lograron, hicieron desaparecer
su circuncisión para practicar deportes
desnudos tal como lo hacían los griegos."
(Flavio Josefo Antigüedades 12:3) "Había en
aquella época personas que sugerían al pueblo
que hicieran un pacto con los pueblos de su
alrededor, pues sentían que manteniendo su
forma de vida les había traído muchas
aflicciones. Estas palabras le agradaron al
pueblo presente y algunos de ellos se
encaminaron al rey para solicitarle autorización
para practicar las costumbres paganas y
construir un gimnasio en Jerusalén..."
(Macabeos, Cap. 1) Una gran parte del pueblo
adoptó el estilo de vida helenista, lo cual le
permitió a Antíoco soñar con que los judíos se
acoplarían finalmente a su cultura.
Los primeros intentos de hacerlo no fueron
violentos. Pero hubo quienes se resistieron, y
debieron abandonar las ciudades y vivir en los
pueblos. Seguir obedeciendo las leyes de la
Torá estaba penado con la muerte.
"Lehashkijam torateja ulehaaviram mejuké
retzoneja" (hacerlos olvidar el estudio de la
Torá y (consecuentemente) causar su
alejamiento de las leyes). La idea de Antíoco
fue entonces obligar a los judíos a helenizarse
totalmente.
La situación parecía desesperante para quienes
no estaban dispuestos a ceder, especialmente
cuando los propios "líderes" demostraron ser
traidores a su pasado. El enemigo estaba
afuera... y adentro. Seguramente no fue la
primera ni la última vez que la situación
espiritual del pueblo parecía terminal. Quien
superó a los griegos no fueron las armas, sino la
convicción de los pocos judíos que no quisieron
"seguir las corriente" y mantenerse judíos.
El premio fue no sólo poder volver a observar
libremente las Mitzvot y restaurar el Bet
HaMikdash en su santidad anterior, sino la total
independencia del poder griego. ¿Les sirvió esa
independencia? El final de los Macabeos
(Jashmonaím) fue trágico. Todos murieron en
forma violenta. Algunos de sus descendientes
finalmente adoptaron influencias helenistas y
saduceas. La guerra civil entre los hijos de
Shlomit Alexandra trajo a Pompeyo a Judea y
12
la convirtió en una provincia romana. (los
romanos terminaron destruyendo el Bet
HaMikdash). Hérodes, el indumeo, casado con
Mariana la Hasmonea, perteneció a las familias
que fueron obligadas a convertirse al judaísmo
por la fuerza. Terminó matando a los últimos
que quedaron de los Jashmonaím.
El Rambam se pregunta por qué la cosa terminó
tan mal. "Lo iasur shevet miiehuda" (el cetro no
se apartará de la tribu de Iehudá). Así fue la
bendición profética del patriarca Ia-acov antes
de fallecer. Una vez recuperada la soberanía del
país correspondía (a los Macabeos) coronar a
un descendiente de Iehudá, en lugar de seguir
ostentando el poder ellos y sus hijos. No lo
hicieron, y perdieron. La independencia puede
llegar a convertirse un obsequio caro.
Si no se lo sabe usar bien. Hoy, en Israel
comienzan los festejos por los cincuenta años
de la Declaración de Independencia del Estado
de Israel... ¿Servirá la lección de Janucá para
enseñarnos algo? (NT: este artículo fue escrito
en el año 1998) Los Jashmonaím
desaparecieron, pero no el espíritu con el cual
inspiraron al pueblo. Éste supo recordar por
siempre que no hay enemigo imposible de
superar... siempre que hubiese la convicción de
hacerlo. Las velas se encienden "Ish uVetó"
cada persona y su hogar.
No alcanza con encender en la sinagoga. El
judaísmo se mantiene por los hogares y familias
judías. Si no hay luz en los hogares, no
podemos esperar respeto por nuestra forma de
ser de quienes están "afuera". No desprecies el
valor de tu hogar. Quienes cumplen con la
Mitzvá de manera especial (Mehadrin) enciende
una vela por cada miembro de la familia. Que
cada individuo, aunque fuera sólo, sea un
portador que pueda llevar adelante el espíritu de
los Jashmonaím y mantener viva la luz y la
llama de la Torá. "Maalin baKodesh" Se suma
luz, día a día, agregando velas durante los ocho
días.
Es menester crecer y no contentarse con lo que
se logró. Que siempre esté más claro y más
iluminado. Se coloca la Menorá en la puerta de
la casa para que la iluminación sea vista desde
afuera, con orgullo. Un tema es indispensable.
Que el aceite sea puro. Aunque fuese un jarrito
que tenga el sello del Kohen Gadol. Frente a las
ideas ajenas del enemigo, el poco "aceite" que
había quedado puro, los ideales eternos de la
Torá, no podrían mezclarse con ninguna
cultura. Si el hogar mantiene puro el aceite,
pues entonces la luz también será pura, las
pequeñas llamas de Janucá podrán vencer la
profunda oscuridad de afuera y se irán sumando
día a día para completar la Januquiá.
Una Historia Personal
Jánuca no es solamente una celebración de los
milagros realizados en el pasado. Tampoco es
una conmemoración de la gente justa que vivió
en un pasado distante. Es una luz directriz para
todos aquellos que andan por las sendas de la
vida, en todas las épocas, para ayudarlos a ver
en la oscuridad de sus vidas personales y llegar
a ser parte de la historia.
Es el estímulo para aquellos que enfrentan
situaciones infranqueables como resultado de su
historia personal. Es la declaración de que Di-s
hará milagros para nosotros cuando
valerosamente nos aprestemos a la batalla. Es la
inspiración para que seamos nuestros propios
Macabeos en la lucha interior. También es el
saber que Dios está con nosotros, aún cuando
perdamos la batalla.
Enciende tus propias velas. Enciende tu alma.
Jánuca es tu historia (Likutey Halajot, Shiluaj
HaKen 5:8).
[7] La luz de las velas de Jánuca no debe ser
utilizada para beneficio personal.
No lo Tomes Como Algo Personal
13
La clave para abrir los secretos de la Torá es la
sumisión total a Dios. La única herramienta que
sirve para descubrir la sabiduría oculta de la
Torá es la absoluta sumisión a Dios, saber que
toda la sabiduría proviene de Arriba y no de la
elucubración de nuestras mentes. Más aún,
debemos utilizar la sabiduría así alcanzada en
beneficio de la humanidad, y no para provecho
personal.
Los sabios judíos conocían este secreto de la
sabiduría. Es el secreto de la Torá Oral. Este
secreto les permitía recordar toda esta sabiduría
sin tener que registrarla por escrito. Los
griegos, como sabemos, pueden haber tenido
conocimientos tan grandes incluso como el de
los sabios judíos - pero no poseían este secreto.
Los griegos no podían entregarse a una total
sumisión a Dios, era imposible para ellos. No
podían aceptar que la sabiduría proviene de
Arriba; por el contrario, la proclamaban como
el resultado de sus propias elucubraciones
mentales. La elite no sentía entonces ninguna
obligación de tener que beneficiar a las masas
con su conocimiento y no dudaban en estudiar
para su provecho personal.
Cuando la cultura griega y sus valores
influenciaron los corazones judíos, los judíos
comenzaron a estudiar con el fin de obtener un
provecho personal. En lugar de un medio para
acercarse a Dios, se volvió un medio de obtener
beneficios personales (Meor Einaim, Miketz).
En lugar de ser un trabajo espiritual, estudiar
Torá se transformó en una tarea material. Esto
hizo que olvidaran lo que conocían
previamente, pues hay un límite a la cantidad de
materia - incluso de "materia mental" - que es
posible guardar (Likutey Moharán I, 110).
Pero los Macabeos se levantaron con una total
sumisión a Dios y le mostraron al pueblo cómo
hacer lo mismo. Los llevaron hacia una
absoluta sumisión y les mostraron la locura de
estudiar en aras de un provecho personal. Les
mostraron que más allá de las siete velas de la
sabiduría existe una octava vela - la Fuente de
todas ellas.
Para subrayar esta lección, instituyeron la ley
de que las luces de las velas de Jánuca no
podían ser utilizadas para provecho personal.
[8] Las luces de Jánuca deben ser encendidas al
atardecer o con la caída de la noche. Deben
durar lo suficiente como para permanecer
encendidas al menos durante media hora luego
de la caída de la tarde. Si se apagan antes de
este tiempo mínimo, no es necesario volver a
encenderlas.
Esfuerzos Recuperados
Cuando parece que tus esfuerzos ya no están
justificados y que los resultados no son los que
esperabas, cuando sientes que tu esfuerzo se
malgasta y que tus intenciones no son
reconocidas, recuerda que Dios no juzga los
resultados, sino el esfuerzo puesto en ello.
Recuerda que así sea que lo logres o no, ello no
se encuentra dentro de tus limitadas
capacidades y que el esfuerzo y el deseo por
hacer lo mejor es lo único que puedes
considerar como tuyo propio.
Ningún esfuerzo se pierde; ninguna intención
sincera pasa desapercibida - aunque tus intentos
parezcan inútiles (Bnei Isajar, Kislev 3:11).
Sé Quien Eres
El Mashìaj representa la élite de los seres
humanos, el parangón de toda la humanidad.
Encarna todo el bien que la humanidad posee y
personifica lo mejor de todos. Su elección es de
hecho la elección de toda la humanidad y
específicamente la del pueblo judío, pues Dios
eligió al hombre de entre todas Sus criaturas
para elevar al resto de la Creación.
Dado que Dios hizo que Adán fuera el
antepasado de la humanidad, Adán debe ser su
14
quintaesencia. Así, todos sus descendientes
justos deben encontrarse de alguna manera en
él. De este modo, incluso la línea del Mesías,
con la descendencia que comienza en el Rey
David, estaba de alguna manera expresada en
Adán. Y si el Mesías descendiente del Rey
David fue elegido por Dios para hacer que la
humanidad retornase a Él, Adán mismo llevaba
esta misión dentro de sí. De hecho, el nombre
hebreo ADaMes un acrónimo de Adán, David y
Mesías (Ari, Sefer HaLikutim, Ha´azinu).
Adán poseía, tal como todo ser humano, una
chispa del Mesías (Sefer Baal Shem Tov,
Nitzavim8; Likutey MoharánI, 78). Dado que
Adán falló y perdió la posibilidad de ser él
mismo el Mesías, esto quedó en manos de sus
descendientes, quienes durante milenios
deberán trabajar para traer el Mesías. El resto
por supuesto es historia.
En el monte Sinaí, todo el pueblo judío tuvo la
posibilidad de ser el Mesías - de ser el pueblo
elegido de entre toda la humanidad, de ser los
sacerdotes de todas las naciones. Pero dado que
también ellos fallaron y perdieron esta
posibilidad al hacer el becerro de oro, esa
elección recayó sobre los Levitas y
específicamente en los descendientes de Aarón.
Ellos serían los sacerdotes y siervos de Dios,
hasta el tiempo en que este papel pudiera
retornar a todos los descendientes de los judíos.
Durante la época del Primer Templo, el pueblo
judío tuvo la posibilidad de agruparse alrededor
de un Mesías personal. El Rey David fue
elegido para ser aquél que personificara el
Mesías - de ser aquél que les enseñase a los
demás que ellos también podrían volverse
Mesías. Sin embargo, dado que la gente
nuevamente perdió su posibilidad y se rebeló
contra David, el Mesías, el reinado terminó con
la destrucción del Primer Templo, que será
restablecido sólo con la llegada del Mesías.
Mientras que los reyes de la dinastía de David
eran ungidos con aceite vertido de una redoma,
los otros reyes eran ungidos con una clase
diferente de recipiente. Esto representa la
perpetuidad de la dinastía Davídica frente a la
naturaleza temporal de los otros reinados. Así,
cuando se encontró un recipiente de aceite en el
Templo, los sabios vieron en ello una señal del
Cielo de que los Macabeos recibirían un
reinado temporal (Bnei Isajar, Kislev 3:4,
4:102). El nombramiento como rey de alguien
que no fuera descendiente de David
representaba la elección de cualquier individuo.
Esto está representado por la práctica de que en
cada hogar cada judío encienda sus velas de
Jánuca, varias incluso dentro de un mismo
hogar (Mei HaShiloajI, Shabat21b).
La dinastía Macabea tuvo una corta vida - sólo
sobrevivió algo más de un siglo. Los primeros
Macabeos, rectos y justos, sólo gobernaron
treinta años (Matatías por un año; Iehudá
durante seis años; Jonatán por seis años; y
Simón ocho años (Radak,Zacarías 11:14).
Luego, la parte menos recta de la familia
accedió al poder. La dinastía declinó
rápidamente y se hundió en la corrupción.
Eventualmente, el rey Herodes, un esclavo
rebelde de los Macabeos, los eliminó al usurpar
el poder, sin dejarles ni un heredero. Es así que
los Sabios decretaron que todo aquél que dijese
ser descendiente de los Macabeos debía ser
visto como un esclavo (Kidushín70b)- un
descendiente de Herodes el esclavo, quien
reclamó falsamente haber tenido hijos de una
joven Macabea.
En verdad, sin embargo, los Macabeos no
fueron eliminados totalmente. Algunos
sobrevivieron la purga de Herodes y se vieron
forzados a ocultar su identidad Macabea. El
decreto de los sabios fue así emitido para
proteger a los Macabeos sobrevivientes
(Resisey Laila85a; Dover Tzedek 98b).
15
Hay una lección que podemos aprender aquí.
Cuando los Macabeos cayeron de su nivel
espiritual, fueron forzados a asumir la identidad
de esclavos y la dinastía misma se transformó
en una pseudo dinastía Macabea de esclavos.
También nosotros, cuando caemos
espiritualmente, o aún no hemos concretizado
nuestro potencial, nos percibimos como
esclavos del cuerpo, como siervos de nuestras
tendencias. Perdemos de vista lo que éramos, o
lo que podemos llegar a ser, y vivimos nuestras
vidas como si aún fuéramos lo que fuimos,
como si ya hubiéramos llegado a ser. Mientras
tanto, vivimos vidas de esclavos de una
conciencia restringida - de siervos de creencias
impuestas, de sirvientes de los modelos sociales
(ver Los Cuentos del Rabí Najmán,"Los niños
cambiados").
Líbrate de estas cadenas. Alcanza la libertad.
Mírate como el rey que eres; ponte tu
vestimenta real. Libera la chispa del Mesías
atrapada dentro de ti; revela tu sacerdocio
esencial. Comprende que eres mucho más de lo
que piensas, incomparablemente más de lo que
se te enseñó que debías creer.
Los únicos límites para el alma humana son
aquellos que nosotros mismos le imponemos.
Mientras cada uno de nosotros puede tener
limitaciones propias - de la mente, de la fuerza,
o de medios - el alma subyacente está más allá
de todo esto y no es restringida por ninguna de
estas debilidades. Tú eres el elegido por Dios
para cumplir una misión asombrosa. Sólo tú, de
toda la humanidad, eres capaz de lograr esta
misión. Ninguna otra persona, desde la época
de Adán hasta el final de los tiempos, fue o será
capaz de cumplir esta misión - la misión de ser
todo lo que puedes ser, de concretizar tu
potencial más grande.
De ser un ejemplo para todos los que te rodean,
para que ellos también puedan concretar su
potencial. No te dejes engañar por lo que los
otros puedan decir o por aquello que parezca
imposible. Debes creer que tú puedes y que tú
eres, y verás cómo todo es posible.
De modo que cuando enciendas las velas de
Jánuca, recuerda la historia de los Macabeos.
Levántate ante su llamado, elévate con la llama,
levántate para tu destino...
Dos lados de una moneda
Cuando Dios concibió el mundo que Él
deseaba, lo vio tal cómo es Él Mismo: Uno, un
Todo Indivisible. Pero para manifestar esta
absoluta Unidad, para que podamos
experimentarla, creó una multiplicidad
aparente. Así como los peces no pueden
"experimentar" el agua, porque son como uno
con ella, nosotros nunca podríamos
experimentar la Unidad si fuésemos uno con
ella. Si ya fuésemos uno con Él, nunca
podríamos apreciar lo que significa llegar a ser
uno con Dios.
De modo que Dios creó las letras del alef-bet
como un medio para "dividir" Su Unicidad.
Cada una de estas letras representa un
pensamiento Divino, una característica de la
voluntad Divina. Estas letras expresan los
pensamientos Divinos que dan origen a la
multiplicidad de la existencia. Todo lo que
existe - piedra, planta, animal o humano - tiene
una forma específica que responde a una razón
Divina. La combinación y la secuencia de estas
letras transmiten el pensamiento Divino que
crea esas formas (Likutey MoharánI, 17:1). El
mundo que vemos manifiesta esas letras en
miríadas de formas concretizadas.
El mundo es así el libro escrito por Dios, un
libro que debemos estudiar y del cual debemos
aprender. ¿Cuál es la lección que debemos
aprender de la vaca, del gato o del pájaro? ¿Qué
lección puede aprenderse de las innumerables
familias de plantas o de los seres inanimados?
Y por sobretodo, ¿qué es lo que Dios quiere que
16
aprendamos de los diferentes tipos de seres
humanos?
Sin embargo, en lugar de buscar una lección, en
lugar de buscar un por qué, el hombre sólo se
ha dedicado a diseccionar - a analizar el cómo,
el mecanismo con el cual trabajan las cosas. Es
así que la humanidad ha construido estructuras
enteras de conocimiento que ignoran por
completo el por qué. No sólo lo ignoran sino
que, de intentarlo, ni siquiera podrían explicarlo
(Likutey Halajot, Jezkat Metaltelin 5:2). Incluso
al buscar científicamente el cómo, el hombre se
apoya en última instancia en observaciones
subjetivas (Ibid., Sefer Torá 4:16)- y sólo
encuentra aquello que está buscando.
Como un ciego que tantea en la oscuridad
intentando conocer algo de su entorno. Es como
esos ciegos de la fábula que inspeccionaban un
elefante y que describían la parte que palpaban
diciendo que eso era "todo" el elefante. Es
como uno de esos caracteres de dos
dimensiones de la historia de "Flatlands"
("Tierraplana"), quienes no podían explicar los
fenómenos tridimensionales que atravesaban su
mundo bidimensional.
Sin embargo, Dios nos puso sobre la tierra y
nos entregó un libro de instrucciones. Este
manual del usuario, este libro de instrucciones,
no es otro que Su Torá. Sí, el mundo que nos
rodea es el libro escrito por Dios, pero la Torá
es Su comentario (Majshavot Jarutz 44a;
Tzidkat HaTzadik 216). Sin el comentario, el
mundo es un libro cerrado.
El objetivo del comentario, de toda la sabiduría
de la Torá, es llevarnos a vivir una experiencia
de la Unicidad, a ser capaces de ver que todos
somos parte de un todo y de sentir compasión
por las otras partes de esta unidad (Likutey
Halajot, Talmud Torá 3:2; Ibid., Ketubot 1).
Sin embargo, así como Dios creó la
multiplicidad en el mundo para que podamos
ver su Unicidad subyacente, también creo una
multiplicidad de sabidurías para mostrarnos el
otro lado de la Unidad. Cuando la sabiduría
desciende al mundo, se divide en dos facetas
diferentes: una es la revelada como la santa
Torá de Dios y la otra son las siete sabidurías
seculares (Pri Tzadik, Ajarei5; Likutey Ma-
amarim118b; Pokeid Akarim26a; Sijot Malajei
haSharet39a). Estas son en realidad dos caras
de una misma moneda y su objetivo es ser
complementarias.
Las siete sabidurías tienen la finalidad de dar
luz sobre la Torá y la Torá ilumina las
sabidurías. Las sabidurías descubren la
multiplicidad en la Creación, mientras que la
Torá revela la Unicidad subyacente. Cuanta
más multiplicidad se revela, más uno se
asombra de la Unidad. Esta interrelación se
encuentra aludida en la primera palabra de la
Torá - Bereshit- compuesta por las letras Alef,
Shin, Reish y Iud, cuyo valor numérico sumado
es 511, siete veces 73, el valor numérico de la
palabra sabiduría - Jojmá (Megalé Amukot, Ba-
aloteja).
Más aún, la sabiduría secular de toda
generación es una imagen especular de la
sabiduría contemporánea de la Torá (Or Zerua
LeTzadik10b). Es así que Aristóteles fue
contemporáneo de Shimón el Tzadik, un
importantísimo transmisor de la sabiduría
rabínica. Y los sabios de Atenas mencionados
en el Talmud tenían acceso al conocimiento de
Bar Iojai (Rev Tzadok de Lublin, Likutey Ma-
amarim55a, 118b). En verdad, el pensamiento
griego en general es considerado muy cercano a
la sabiduría de la Torá (ZoharI, 13a; 99b).
De hecho, las sabidurías seculares son
realmente partes "caídas" de la Torá que han
perdido sus naturalezas Divinas y fueron
reconstruidas como sabidurías de los gentiles. Y
de la misma manera en que los gentiles robaron
la sabiduría judía, el Rey Salomón "robo" de los
gentiles: "De modo que Salomón se volvió
sabio de la sabiduría de todos los hijos del
17
Oriente y de toda la sabiduría de Egipto"
(Reyes I, 5:10)- él las recuperó (Likutey
MoharánI, 61:3).
Sin embargo.La diferencia entre las sabidurías y
la sabiduría de la Torá es la diferencia entre el
Uno y los muchos. La Torá está representada
por la unidad del Árbol de Vida, mientras que
las sabidurías corresponden a la multiplicidad
del Árbol del Conocimiento (Likutey Halajot,
Beitzim2:2). Sólo cuando el Árbol del
Conocimiento es subsidiario a la Torá el
conocimiento tiene algún valor. Así como una
fila de ceros no agrega nada sin un numeral
delante de ellos, de la misma manera las
Sabidurías no son nada si no hay Uno delante
de ellas.
En general la lógica humana es considerada una
de las siete sabidurías. Pero, ¿cómo puede ser
considerada una sabiduría separada, cuando
toda sabiduría se basa en ella? Si no fuera por
este don otorgado por Dios, no habría manera
de alcanzar ninguna sabiduría. Sin embargo,
admitir esto sería admitir la derrota de aquellos
que no buscan la sabiduría de Dios. De modo
que en lugar de esto, ¡ellos reclaman el triunfo
de haber descubierto la lógica por sí mismos!
(Reisey Laila81d-82a).
En contraste con esto se encuentra la sabiduría
de la Torá, que atribuye todo el conocimiento a
Dios. Es la entrega final de la inteligencia
humana, la comprensión de que todo proviene
de Dios. Es la puerta de la humildad - la
sabiduría definitiva - la experiencia de que no
existe nada más que Dios.
Esta gran sabiduría está oculta dentro de la
afirmación críptica de que existen siete libros
en la Torá (Shabat116a). Los "Cinco Libros del
Pentateuco" no es un nombre apropiado, pues
¡en verdad existen realmente siete! En el Libro
de Números hay dos pequeños versículos
separados del texto que los rodea (Números
10:35-36)y que están indicados mediante unas
señales de separación que simbolizan la
humildad (Kisey Rajamim, Sofrim,cap. 6). Esto
es para enseñar que las puertas de la sabiduría
serán abiertas para revelar el secreto de los
Siete Libros sólo cuando uno pueda pasar a
través de las puertas de la humildad.
Estos Siete Libros están representados por la
Menorá de siete brazos - el símbolo por
excelencia de la sabiduría. Sólo con verdadera
humildad - con la comprensión de que todos
somos partes de un todo, como la Menorá que
estaba hecha de una sola pieza - podemos
esperar encontrar una sabiduría completa. Hasta
que ello suceda, en el tiempo del Mesías, sólo
merecemos tener los Cinco Libros.
Esto estaba indicado en el servicio del Templo,
pues no todas las velas se encendían al mismo
tiempo. Primero se encendían cinco, luego se
realizaba un servicio diferente y sólo después se
encendían las últimas dos. Esto simbolizaba el
hecho de que aún no había sido completada la
revelación de los siete (Tzavrei Shalal,
Bereshit7).
Correspondiendo a las siete velas y a los Siete
Libros - la perfección absoluta de la sabiduría
de la Torá - se encuentran las siete sabidurías
seculares (Pri Tzadik, Ajarei5). Esto significa
que, incluso ahora, las sabidurías parecen
completas para aquellos que carecen de la
humildad para aceptar que es Dios quien otorga
toda sabiduría. Debido a esta falta, a esta
presuntuosa totalidad, las siete sabidurías son
comparadas con la oscuridad (Likutey
MoharánI, 37:1-2; Likutey Halajot, Kriat
HaTorá6:2; Ibid., Beitzim 3:3; Ibid., Guitim4:3;
Ibid., Daguim3:1). Esto en contraste con la
sabiduría de la Torá, que es comparada con la
Luz de la Menorá.
Ésta era la oscuridad impuesta por los griegos
con el decreto de que los judíos debían negar
toda parte en Dios (Bereshit Rabah2:4). Esto
18
significaba negar que toda sabiduría proviene
en última instancia de Dios y que la
multiplicidad en la Creación es realmente el
otro lado de un todo indivisible. Pero, ¡Ay!
estaban aquellos que pensaban que lo mismo se
aplicaba a la lógica reduccionista de la
sabiduría rabínica. Las enseñanzas de los
Sabios, decían, eran sólo producto de la lógica
humana, no muy diferente de toda otra
sabiduría (Majshavot Jarutz71a). De hecho,
incluso los mismos Sabios se referían al
Talmud de Babilonia como "oscuridad"
(Sanedrín24a). Esta era la creencia de los judíos
helenizantes, que negaban la tradición rabínica.
Sin embargo, dentro de la aparente oscuridad de
la lógica rabínica se oculta una profunda
entrega a Dios - la comprensión de que todo
conocimiento nos llega de Dios de forma
misteriosa. La conciencia de que el velo que
parece ocultar a Dios es en realidad la Mano de
Dios Mismo y que todo pensamiento que surge
en la mente humana proviene directamente de
Dios Mismo. De hecho, Dios también reside en
la oscuridad (Divrei Sofrim21a).
Los Macabeos se rebelaron contra la
helenización de la Torá. Los helenistas no
creían que Dios nos habla a través de los Sabios
de la Torá. Negaban que las siete sabidurías
fueran subsidiarias a la Torá, y afirmaban lo
contrario, que ellas eran superiores. Creían que
el mundo podía reducirse a sus partes y que las
partes no constituyen un todo unificado. Contra
esto lucharon los Macabeos.
Los Macabeos revelaron la Torá que estaba
oculta incluso en la dualidad del pensamiento
griego y demostraron cómo Dios es la Fuente
Original de los análisis del pensamiento
rabínico (Likutey Halajot, Jánuca3). Revelaron
cómo el "otro lado" de la moneda de la
sabiduría es realmente parte integral de la
moneda - no es posible tener una moneda de un
solo lado. Revelaron la luz dentro de la
oscuridad - revelaron cómo la oscuridad de las
siete sabidurías puede servir como fondo para la
Luz de la Torá, pues no existe luz a no ser que
pueda ser contrastada por la oscuridad. Ellos
revelaron cómo la lógica - la fuente de las siete
sabidurías - se encuentra en definitiva más allá
de ellas. ¡Revelaron la Menorá de ocho velas!
Para simbolizar todo esto, es costumbre comer
productos lácteos en Jánuca, pues la leche
significa que la sabiduría sólo puede ser
"mamada" de una fuente superior, tal como un
niño mama la leche de su madre (Reisey
Laila,p. 83b).
MEDITACIONES PARA JANUKA
1] De manera ideal, la janukia de Jánuca
siempre debe verse como nueva. Sin embargo,
se permite encender las velas en una janukia
que no parezca nueva, pero no debe usarse una
de arcilla, pues luego de haber sido utilizada
nunca vuelve a verse como nueva (Oraj Jaim
573:3).
No Importa la Edad
Un recipiente de arcilla es descalificado porque
no puede volver a verse como nuevo. Sin
embargo, un recipiente de vidrio o de metal
pueden utilizarse aunque no parezcan nuevos,
pues es posible hacerlos parecer nuevos. Lo
mismo se aplica a nosotros: si creemos que
siempre podemos cambiar y dar vuelta una
nueva página, la Luz de Dios brillará sobre
nosotros, sin importar cuán viejos seamos. Pero
cuando abandonamos la esperanza de volver a
comenzar, cuando abandonamos debido a que
"estamos muy viejos", la Luz de Dios no puede
brillar sobre nosotros, por más jóvenes que
seamos.
¡Guevalt! ¡Nunca te vuelvas viejo! ( Sabiduría y
Enseñanzas del Rabí Najmán de Breslov 51;
Bnei Isajar, Kislev 4:9).
19
[2] La menorá de Jánuca debe estar colocada en
su lugar apropiado antes de encender sus velas
y no viceversa.
Actos pasivos
Subyacente a cada acción humana se encuentra
la fuerza vital Divina que permite que esta
tenga lugar. Ningún acto humano podría
realizarse si le faltase esa fuerza vital. Cuando
caminas por la calle, cuando te sientas a comer,
cuando hablas con tu amigo o con tu esposa,
comprende que es Dios el que actúa a través
tuyo - no hagas aquello que Dios no quiere
(Sefer Baal Shem Tov, Ekev 35).
Para experimentar esta fuerza vital, debes
superar tu ego - debes eliminar todos los
pensamientos que dicen: "Yo puedo". Debes
entregarle tu vida a Aquél que te la da y
comprender que sin Él no puedes. No puedes
levantar tu mano, no puedes dar un paso, no
puedes ni siquiera tener un pensamiento - si no
fuera porque Dios está actuando a través tuyo.
Levanta tu mano. Da un paso. Comprende que
Dios está actuando a través tuyo.
Aunque este conocimiento no es fácilmente
accesible, cuando elegimos reconocer que es
Dios quien realiza nuestras acciones, Él las
toma en cuenta como si nosotros mismos las
hubiéramos efectuado. Cuando los Cohanim
encendían la Menorá del Templo, ellos sabían
que era Dios Quien la encendía a través de
ellos. Pero Dios lo consideraba como si ellos
hubieran encendido la luz delante de Él, aunque
Él no necesite de la luz humana (Likutey
Halajot, Kriat Shema 5:19).
De hecho, cuando los Macabeos se dispusieron
a luchar, sabían que era Dios Quien los había
dispuesto a la batalla (Zohar Jadash, Génesis
8:11 [edición Margolies, p. 23c]). Pero aun así
Dios respondió a su sacrificio como si ellos lo
hubieran hecho por sí mismos.
Es así que la mitzvá de la menorá de Jánuca es
encenderla y no colocarla en un lugar. Mientras
que el colocar es un acto humano, el fuego se
expande por sí solo. Acercas un fósforo a la
vela y la mecha enciende por sí misma. De este
modo proclamamos con nuestra "in-acción" que
no somos nosotros quienes encendemos la
menorá (Bnei Isajar, Kislev 4:52).
Luego de encender tus velas de Jánuca, siéntate
y observa las pequeñas llamas. Abre tus ojos
para ver la Luz Divina; abre tu corazón a la
Iluminación. Permite que la fuerza de vida que
brilla a través de las velas inunde todo tu ser.
Luego permite que la fuerza de vida que brilla a
través tuyo inunde el mundo entero.
[3] Cada noche se enciende una vela adicional
correspondiente al nuevo día.
Crecimiento Diario
Si piensas que has alcanzado la cúspide de la
vida, o incluso una posición honorable,
Si piensas que has hecho todo aquello que debe
hacerse en la vida y que el honor ahora debe
llegarte gratis, Si piensas que Dios sólo mirará
tus laureles y que no tomará en cuenta el que te
apoyas en ellos, Vuelve a pensarlo. Enciende
una vela adicional cada noche. Crece día a día
(Likutey Halajot, Jánuca 1:1; Ibid., Shomer
Sajar 2:2).
[4] El lugar ideal para colocar las velas es fuera
de la puerta de entrada de nuestro hogar. Si, por
alguna razón, esto no es posible, se las debe
encender en la ventana. Si tampoco esto
posible, uno debe al menos encenderlas sobre la
mesa.
20
Puertas y Ventanas
La oscuridad es densa, todas las puertas parecen
cerradas, y uno se siente como atrapado. No
puedes liberarte de un sentimiento negativo y te
sientes incapaz de pedir ayuda. Abres tus labios
para llamar a Dios, pero las palabras parecen
trabadas en tu garganta. No puedes siquiera
concentrarte en lo que quieres decir, pues estás
abrumado por pensamientos de desesperanza.
¡Si al menos Dios te ayudase a salir de esta
oscuridad! Pero parece como que a Él no Le
preocupa.
¡Debes saber! La única manera de salir de esta
cárcel de oscuridad es decir la absoluta verdad.
Debes ser lo suficientemente honesto como
para admitir tus faltas y querer deshacerte de
ellas. Acepta la responsabilidad sobre aquello
que puedes hacer y deja que Dios haga lo que tú
no puedes hacer. Sé lo suficientemente honesto
como para admitir dónde estás y no engañarte.
Retira las máscaras que siempre utilizas y
acércate a Dios con el rostro descubierto. Él
sabe quién eres en realidad; Él sabe lo que hay
detrás de esas máscaras.
Acepta la verdad - la absoluta verdad de que
Dios puede encontrarse en todas partes.
Abandona la falsa noción de que Dios sólo
puede ser encontrado en otro lugar. Abandona
la falsa noción de que a Dios no Le importa - a
Él Le importa y no toma en cuenta dónde estés.
Clama entonces a Él desde lo más profundo de
tu alma; clama a Él desde donde estés.
Comprende que Dios está siempre allí delante
de ti - no importa dónde tú pienses que estás.
Las puertas que parecían cerradas se abrirán de
par en par cuando reconozcas quién eres en
verdad. Entonces podrás ser un ejemplo para
otros que aún viven en la oscuridad - esto les
ayudará a admitir quiénes son.
Encender tus velas fuera de la puerta de entrada
representa ser una luz para el mundo. No para
"mostrarse", sino para brillar desde el interior.
Ser tú mismo es lo más importante que puedes
hacer para el mundo. Si aún no eres capaz de
hacerlo, busca la guía en los demás - como una
ventana que permite entrar la luz. Si aún esto es
algo que está más allá de tu alcance, esfuérzate
al menos en hacer lo mejor que puedas. ¡Nunca
abandones, no importa lo que suceda! Aférrate
a la luz (Likutey Moharán I, 9, 112; Ma-aianim
BeNejalim, Jánuca 6).
[5] Es preferible utilizar aceite de oliva para las
luces de Jánuca.
JAG SAMÈAJ JANUKA…………………..
21
SEDER DE JANUKA
1ª NOCHE LESHEM YIJUD KUDSHA BERIJ HU USHJINTEH BIDJÌLU URJÌMU, URJÌMU UDJÌLU LEYAJADÀ OTIYIOT YOD – K`E BE VÀV K `E BEYIJUDÀ – SHELÌM BESHÈM KOL YISRAEL, HINÈ ANAJNU BÀIM LEKAYEM MITZVÀ HADLAKAT NEROT, NAJUKÀ KEMÒ SHETIKÈNU LÀNU RABOTENU ZIJRONÀM LIVRAJÀ IM KOL HAMITZVOT HAKELULOT BAH. LETAKÈN ET SHORSHAH BEMADÒM ELYON, LAASOT NÀJAT RÙAJ LEYOTZERÈNU VELAASÒT RÈTZÒN BOREÈNU. VEYAALÈ LEFANEJA YITBAJÀJ DEÌLU DIVÀNU BEJOL HAKAVANÒT HAREUYÒT LEJAVÈN BEMITZÀ ZÒ VIHI NÒAM ADONAI ELOHENU ALÈNU UMAASÈ YADÈNU KONENÀ ALÀNU UMAASÈ YADÈNU KONENÈHU. CON INTENCÌON DE UNIFICAR SU SANTIDAD, BENDITO ES ÈL Y SU DIVINIDAD, CON TEMOR Y AMOR, Y AMOR Y TEMOR PARA UNIR LAS LETRAS YOD QUE, CON VAV, QUE, CON UNIFICACIÒN ÌNTEGRA, EN NOMBRE DE TODO ISRAEL, HE AQUÌ NOSOTROS VENIMOS A CUMPLIR EL PRECEPTO DEL ENCENDIDO DE LUMINARIOAS DE JANUKÀ COMO LO ESTABLECIERON PARA NOSOTROS NUESTROS RABINOS DE BENDITA MEMORIA, JUNTO CON TODOS LOS PECEPTOS INCLUIDOS EN ELLA, PARA ESTABLECER A SU RAÌZ DE ÈSTA MITZVÀ EN UN LUGAR ALTÌSIMO, PARA HACER SATISFACCIÒN DE ESPÌRITU A NEUSTRO FORMADOR Y PARA REALIZAR LA VOLUNTAD DE NUESTRO CREADOR, Y QUE SUBA ANTE ÈL, BENDITO SEA, COMO SI PENSÀRAMOS EN TODOS LOS PENSAMIENTOS LOS APROPIADOS PARA PENSAR ESTE PRECEPTO. Y QUE SEA EL AGRADO DE DI-S NUESTRO DI-S, SOBRE NOSOTROS, Y LOS ACTOS DE NUESTRAS MANOS, ESTABLECELOS. ANTES DE ENCENDER SE DICE
BARUJ ATA ADONAY ELOHEINU MELEJ HAOLAM ASHER KIDESHANU BEMITZVOTAV VETZIVANU LEHADLIK NER JANUKÀ B, E,A, E, SOBERADO DEL UNIVERSO, QUE NOS SANTIFICASTE CON TUS PRECEPTOS Y NOS
ORDENASTE ENCENDER LAS VELAS DE JANUKÀ. DESPUES DICE:
BARUJ ATÀ ADONAY ELOHEINU MÈLEJ HA
OLAM SHEASÀ NISÌM LAAVOTEINU BAYAMÌM
HAHEM BAZMAN HAZÈ.
B, E,A, E, QUE OBRASTE MILAGROS CON NUESTROS PADRES EN TIEMOS PASADOS, EN ÈSTA ÈPOCA. CONTINÚA….
ÈSTA BERAJÀ SÒLO SE DICE LA PRIMERA NOCHE
BARUJ ATA ADONAY ELOHEINU MELEJ HAOLAM
SHEHEJEYÀNU VEKIYEMANU VEHIGUIANU
LAZÈMÀN HAZÈ
B, E,A, E, SOBERADO DEL UNIVERSO, QUE NOS PESERVASTE LA VIDA, NOS CONSERVASTE, Y NOS PERMITISTE LLEGAR A ESTE TIEMPO. DESPUÈS DE ENCENDER LA PRIMERA VELA SE DICE
HANEROT HALALU