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La Moda Introducción: Para desarrollar algunos puntos y analizar de ciertos procesos actuales de manera asertiva dentro de un espacio público (Emporio comercial de Gamarra), veremos que la moda es un dispositivo social; pero también la influencia más notoria, que ha visto en la forma moda y en el proceso de consumo no un epifenómeno o mera manipulación de conciencias respectivamente, sino tal vez la lógica vertebradora de la sociedad moderna. Según Lipovetsky, los errores en el tema se remontan al siglo pasado, cuando les primeros planteamientos sistemáticos tratan a la moda en forma transhistórica, como una variación cíclica de la imitación social, sin reconocerla como creación exclusiva de Occidente moderno. Pero, hoy en día, la moda no es sólo un lujo estético y periférico de la vida colectiva, sino que se ha convertido en un elemento central de un proceso social que gobierna la producción y consumo de objetos, la publicidad, la cultura, los medios de comunicación, los cambios ideológicos y sociales. Por tanto diremos que hemos entrado en una segunda fase de la vida secular de las democracias, organizadas cada vez más por la seducción, lo efímero, la diferenciación. También la progresión de esta forma-moda y su repercusión respecto a la vitalidad de las democracias y a la autonomía de los individuos 1 . 1 LIPOVETSKY, Gilles, “El Imperio de lo efímero”- La moda y su destino en las sociedades modernas, traducción de Felipe Hernández y Carmen López, Editorial Anagrama, quinta edición, 1996, Barcelona. 1

La Moda Lipovesky

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La moda y su destino en las sociedades, no solo es u lujo estetico y periferico de la vida colectiva, sino que se ha covertido en un elemento central de un proceso social que gobierna la produccion, un claro ejemplo es el Emporio comercial de Gamarra, un punto de encuentro para analizar este proceso de cambio, donde se vende y exhibe los productos a traves de la moda.

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La Moda

Introduccin:

Para desarrollar algunos puntos y analizar de ciertos procesos actuales de manera asertiva dentro de un espacio pblico (Emporio comercial de Gamarra), veremos que la moda es un dispositivo social; pero tambin la influencia ms notoria, que ha visto en la forma moda y en el proceso de consumo no un epifenmeno o mera manipulacin de conciencias respectivamente, sino tal vez la lgica vertebradora de la sociedad moderna. Segn Lipovetsky, los errores en el tema se remontan al siglo pasado, cuando les primeros planteamientos sistemticos tratan a la moda en forma transhistrica, como una variacin cclica de la imitacin social, sin reconocerla como creacin exclusiva de Occidente moderno. Pero, hoy en da, la moda no es slo un lujo esttico y perifrico de la vida colectiva, sino que se ha convertido en un elemento central de un proceso social que gobierna la produccin y consumo de objetos, la publicidad, la cultura, los medios de comunicacin, los cambios ideolgicos y sociales. Por tanto diremos que hemos entrado en una segunda fase de la vida secular de las democracias, organizadas cada vez ms por la seduccin, lo efmero, la diferenciacin. Tambin la progresin de esta forma-moda y su repercusin respecto a la vitalidad de las democracias y a la autonoma de los individuos[footnoteRef:1]. [1: LIPOVETSKY, Gilles, El Imperio de lo efmero- La moda y su destino en las sociedades modernas, traduccin de Felipe Hernndez y Carmen Lpez, Editorial Anagrama, quinta edicin, 1996, Barcelona.]

-Uno de los propsitos de este trabajo es mostrar que la perspectiva fenomenolgica puede realizar una aportacin interesante a la comprensin del acto de vestirse, como punto de encuentro entre lo ntimo y lo social, entre lo estrictamente privado y lo que atae al espacio pblico. Esta perspectiva fenomenolgica, nos puede permitir describir la relacin y entrelazamiento recproco entre el momento biolgico, el momento social y el momento personal del acto de vestirse, en el que se pone de manifiesto el cuerpo como realidad fsica, el cuerpo como actor social en un escenario pblico y el cuerpo como expresin de la identidad personal e individual en un mbito colectivo.

Como ltimo punto concreto, aterrizaremos en un espacio pblico como el Emporio Comercial de Gamarra, ubicado en el distrito de la Victoria. Este espacio de moda, es un lugar donde se vende y exhibe todos los productos necesarios para consumir, de acuerdo las necesidades y gustos de los clientes de todo el pas, en sus diferentes regiones, por tanto el productor moldea sus productos a travs de la moda y las demandas. Hoy en da, la moda no es slo un lujo esttico y perifrico de la vida colectiva, sino que se ha convertido en un elemento central de un proceso social que gobierna la produccin y consumo de objetos, la publicidad, la cultura, los medios de comunicacin, los cambios ideolgicos y sociales. Por tanto diremos que hemos entrado en una segunda fase de la vida secular de las democracias, organizadas cada vez ms por la seduccin, lo efmero, la diferenciacin. Tambin analiza la progresin de esta forma-moda y su repercusin respecto a la vitalidad de las democracias y a la autonoma de los individuos. Mi intencin en este trabajo es analizar sobre este espacio pblico, algunos puntos importantes a mi parecer, cmo serian:

El fenmeno de la moda en el vestir tiene (un acontecimiento e inspiracin): razones que involucran otros elementos, que la simple moda en el vestir; razones y realidades culturales, en este punto se analizara la modelacin del cuerpo.

La publicidad es el apndice de un aparato industrial, cuya meta principal es vender bienes o servicios. Qu hace la publicidad y qu hace el mercado en este espacio pblico?

La de democratizacin de la moda en el Emporio Comercial de Gamarra sus inicios e historia.

La modelacin social (del cuerpo).

Una de las aportaciones importantes y ms singulares del antroplogo y socilogo francs Marcel Mauss es mostrarnos que de cierta manera no podemos considerar el cuerpo humano como un mero sustrato pre-social y pre-cultural al que se le aade extrnsecamente la cultura, sino que el uso del cuerpo, en sus movimientos, en sus gestos, en sus acciones ms simples y cotidianas, implica un aprendizaje que encauza, modela y concreta sus posibilidades. El cuerpo humano y la cultura no son realidades ajenas, sino que, como dice Mauss, el cuerpo es el primer y ms natural instrumento del hombre o, dicho de otra manera, es el primer y ms natural objeto tcnico y a la vez medio tcnico del hombre[footnoteRef:2]. [2: Marcel Mauss, Les techniques du corps, en Sociologie et anthropologie, Paris, P.U.F.,2008, p. 372.]

Hacia el agente individual: el acto de vestirse como prctica corporal (individual y social).

Para Joanne Entwistle, el acto de vestirse se define como una prctica corporal contextuada[footnoteRef:3], de la que slo seria posible dar cuenta si se dirige la atencin, no nicamente a los textos que hablan del cuerpo, o al cuerpo mismo como signo integrado en un sistema simblico, sino a la prctica corporal de vestirse, que implica al agente individual y que pone de relieve el carcter especfico (y complejo) de ese acto, como modo de relacin consigo mismo que implica indisolublemente una relacin con una situacin intersubjetiva. Entwistle pone de relieve que vestirse implica diferentes grados de conciencia en lo que se refiere a cmo uno piensa respecto al cuerpo y cmo presentarlo. La experiencia del vestir es un acto subjetivo de cuidar al propio cuerpo y hacer de l un objeto de conciencia, a la vez que es un acto de atencin con el mismo[footnoteRef:4]. A veces dice la autora somos conscientes de nuestros cuerpos como objetos que se han de mirar, si se entra en espacios sociales concretos, mientras que en otras ocasiones y espacios, como en el hogar, no sintonizamos con nuestros cuerpos como objetos que han de ser contemplados. El acto de vestirse puede ser un acto prcticamente irreflexivo, o altamente consciente y reflexivo, como en situaciones formales. El aspecto, y la indumentaria, estn sujetos a grados variables de conciencia segn la situacin. Tal como dice la autora: Las diferentes prcticas del vestir suscitan, pues, preguntas fenomenolgicas sobre la naturaleza de la conciencia del yo, por ejemplo, sobre cmo llega uno a convertirse en centro de atencin[footnoteRef:5]. [3: Joanne Entwistle, El cuerpo y la moda. Una visin sociolgica, Barcelona, Paids,2002, p. 39.] [4: Joanne Entwistle, op. cit., p. 47.] [5: Ibidem, p. 48]

Por otro lado, para comprender el vestir en la vida cotidiana, tampoco es posible prescindir de considerar las categoras socialmente construidas de la experiencia del tiempo y del espacio. La prctica cotidiana de vestirse implica ser consciente del tiempo, porque no podemos evitar las restricciones temporales de la moda. La moda sostiene Entwistle ordena la experiencia del yo y del cuerpo en el tiempo, ordenando la prctica cotidiana del vestir en pasado, presente y futuro. El yo est hasta cierto punto atrapado temporalmente por la moda. La moda impone un sentido de tiempo en la experiencia del yo adornado[footnoteRef:6]. [6: Ibidem, p. 50.]

Cuando nos vestimos hemos de orientarnos segn los diferentes espacios que nos imponen ciertos tipos de reglas sobre cmo debemos presentarnos. Como afirma Entwistle, el vestir forma parte del orden microsocial de la mayora de los espacios sociales y, cuando nos vestimos, hemos de tener presentes las normas implcitas de dichos espacios: No hay un cdigo del vestir que hemos de cumplir, [...] y as sucesivamente.[footnoteRef:7] El vestir enmarca el yo encarnado y sirve a modo de una metfora visual. [7: Ibidem, p. 51.]

Para la identidad; no slo es la forma visible de nuestras intenciones como dira Merleau-Ponty del cuerpo, sino que en la vida cotidiana el vestir es la insignia por la cual somos interpretados e interpretamos a los dems. El vestir forma parte de la presentacin del yo. El vestir forma parte del microorden de la interaccin social y est ciertamente e ntimamente ligado al sentido del yo. Es, por lo tanto, una dimensin esencial en la expresin de la identidad personal. En definitiva, concluye Entwistle: Para comprender el vestir en la vida cotidiana hemos no slo de observar cmo los individuos recurren a sus cuerpos, sino cmo acta la ropa entre los individuos y cmo supone una experiencia intersubjetiva, a la vez que subjetiva [...] el vestir es al mismo tiempo una actividad

Social e ntima.[footnoteRef:8] [8: Ibdem, p. 52.]

Influencia de la publicidad y sus estrategias

Cuntas veces hemos comprado cosas que no necesitbamos realmente? Hemos sentido ese deseo de comprar compulsivamente, o que hace que compremos cosas que sabemos que no deberamos comprar? Y por qu compramos? Realmente creemos que las compras que hacemos las decidimos racionalmente o nos dejamosllevar por tus emociones? He ah nuestros cuestionamientos.

La verdad es que, aunque creamos que compramos usando la razn y el intelecto, se ha demostrado que es la emocin la que nos impulsa a comprar un producto y no otro. De hecho, el 80-90% de nuestras compras son irreflexivas. No compramos cosas que necesitamos, sino cosas que deseamos. Pero por qu ocurre esto?

No nos sentimos impulsados tanto por aquello que sabemos intelectualmente, sino con aquello que hemos aprendido a vincular con el placer y el dolor, y estas asociaciones determinaran lo que haremos. Lo primero que reacciona ante cualquier estmulo o evento es la parte del cerebro encargada de manejar las emociones, y luego la parte lgica intenta regular lo que hemos sentido y para luego justificarlo de alguna manera.

Cmo nos influye la publicidad?

El neuromarketing y la neuropsicologa se ocupan de analizar los comportamientos, las emociones y las decisiones de los consumidores desde el punto de vista neuronal.

Los publicistas han sabido aprovechar estos conocimientos para poder crear en nosotros el DESEO por sus productos y hacernos creer que necesitamos comprarlo para sentirnos bien. La idea es que si usamos sus productos, viviremos nuestras fantasas, se cumplirn nuestros deseos, seremos felices. Ya no nos venden directamente el producto o el servicio en cuestin, sino que nos hacen generar ciertas emociones o estilos de vida que asociaremos con ese producto. Lo que venden es Felicidad.

Los publicistas con ayuda de la neuropsicologa, te venden la idea de que si compras un producto x vas a ser feliz o te sentirs pleno, por tanto estars rodeado de gente que te quiere, tu familia, tus amigos etc., esto se asocia a momentos divertidos, ser joven, ms popular, aceptado, ser como los otros, al punto de sentirme reconocido y aceptado, en definitiva: te har sentir emocionalmente bien. Los anuncios tienen ese toque de humor y seduccin, es lo que inconscientemente nos hace vincular su marca con el deseo, con el xito y la belleza. La ropa, vende motivacin, energa, Just Do It, con el lema: t puedes lograrlo, simplemente hazlo. Vende inspiracin y superacin personal en apariencia.

Son muchas las emociones que pueden despertar en nosotros una publicidad, (amor, orgullo, poder, belleza, exclusividad) y los expertos las usan como disparadores emocionales para que compres un determinado producto o servicio. Uno de los ms potentes es el miedo. El miedo nos impulsa a hacer cosas para sentirnos a salvo, para no equivocarnos, para sobrevivir, para ser como los dems o mejores etc.

Tambin son muchas las formas de despertar estas emociones en nosotros en tan pocos minutos. Por ejemplo, mediante msicas excitantes o suaves, melodas divertidas, imgenes rpidas o elegantes, jugando con los colores, mediante una historia etc., y una vez que la emocin se vuelve ms intensa es cuando nos proyectan la imagen del producto hasta que logremos vincularlo con esas sensaciones deseadas.

Qu sucede en nuestro cerebro cuando compramos?

Cuando vemos un producto que deseamos se activan diferentes reas del cerebro entre ellas:

1. El sistema lmbico: Es la parte que dirige las emociones.

2. La corteza pre frontal: inhibe al sistema lmbico, es la parte racional y la zona de control.

3. Hipocampo: Centro de memoria, nos permite hacer comparaciones con experiencias previas y puede reforzar los frenos de la corteza o los impulsos del sistema lmbico.

4. Ncleo acumbens y el rea tegmental ventral: Son los centros de recompensa y estn relacionados con la obtencin del placer inmediato.

Cuando el cerebro interpreta que la oferta es adecuada o atractiva el circuito de recompensa del cerebro se activa sobre las reas ms racionales, y as es como las emociones influyen sobre la conducta, guiando las decisiones para obtener el placer inmediato. Por el contrario si el precio se interpreta como excesivo, entraran en juego las reas ms racionales (corteza prefrontal) para analizar los riesgos, las ventajas e inconvenientes o las prdidas.

La publicidad est dirigida a diferentes sectores sociales. pero ninguno escapa de ella. Tenemos entonces publicidad dirigida a diferentes gneros de todas las edades, que apuntan a mantener una imagen joven y feliz. La publicidad recurre a medios de persuasin y estrategias, el cual se utiliza no solo para vender el producto sino para crear una fantasa en las personas comunes. Creando prototipos de personas ms delgadas, y bonitas, creando as un modelo equivocado. Ser joven, verse joven, sentirse joven es una estrategia frecuente en los anuncios publicitarios dirigidos a cualquier edad. El ser joven se asocia con la idea de salud, de alegra, de movimiento, de fortaleza, de bsqueda de experiencias nuevas, de amistad.La publicidad busca que los consumidores se identifiquen con ese estereotipo. Por otra parte tambin est orientada segn la realidad social a donde se dirige. As por ejemplo no es lo mismo una campaa publicitaria en los sectores ms pudientes, que en los ms carenciado o vulnerables, pero en ambos casos encontramos publicidad destinada a ellos como es el espacio del Emporio Comercial de Gamarra, que provee a todos los sectores del pas, que mas adelante especificaremos.Dado que la publicidad afecta a todos los sectores sociales, nos cuestionamos acerca de si es voluntaria o no nuestra decisin de consumir. Tenemos dos argumentos que nos ayudan a contestar esta pregunta. Creemos que hay productos en la vida de cada uno que son necesarios para poder vivir, como por ejemplo alimentos, ropa, etc. En cambio pensamos que hay otros productos que adquirimos solo porque sentimos anhelo, no es por necesidad, sino para saciar deseos.

Resumiendo, la publicidad genera en nosotros una serie de emociones y de expectativas que nos llevarn a comprar determinados productos y no otros. El hecho de comprar produce una liberacin de dopamina y adrenalina que nos produce felicidad y logro instantneo aunque dicha sensacin desaparecer al poco tiempo de finalizar la compra. As que primero se compra porque se desea y segundo porque se necesita.

La Publicidad y la Neuropsicologa.

La publicidad se encarga de ese tejido social que como hemos visto cada vez es mucho ms dbil en sus deseos y en esa bsqueda de aceptacin, que nos haga vulnerables en el consumo, por tanto los seres humanos de cierta manera andamos a la bsqueda de nuevas conexiones emocionales. Cosas en la que creer y poder amar, el resto se encarga la publicidad.

Una comprobacin de ello es que en las ltimas dcadas se ha visto como el mundo de las emociones ha dominado la lista de los libros ms vendidos[footnoteRef:9] con ayuda de la publicidad. [9: ROBERTS, Kevin, Ceo Mundial, Saatchi & Saatchi; LOVEMARKS,El futuro ms all de las marcas Editorial, empresa activa, Argentina-Chile-Colombia-Espaa-Estados Unidos- Mxico-Uruguay-Venezuela. Impreso en Espaa; 2005.]

La publicidad a travs de las redes sociales con el lema: Todo el mundo, en todas partes captan nuestra atencin y nuestra necesidades. Las emociones se han convertido en legtimo objeto de estudio de ambiciosas empresas[footnoteRef:10]. Los medios de comunicacin son los encargados de hacer conocer, propagar a travs de nuestros sentidos: como la vista, el odo, nos engatusan astutamente para consumir. Cientos de estudios cientfico han demostrado que los centros emocionales de nuestro cerebro tienen la capacidad de decidir. El neurlogo Donald Calne lo expresa as: La diferencia esencial entre emocin y razn es que la emocin nos lleva a la accin, mientras que la razn nos lleva a elaborar conclusiones[footnoteRef:11]. La emocin y la razn estn entrelazadas, pero cuando entran en conflicto, la emocin gana, siempre. [10: Ibdem, p.38] [11: Ibdem, p.42]

Antes de comprender sentimos, y los medios despiertan esas sensaciones aparentemente positivas, promoviendo las marcas de su inters, y a veces la gente toma decisiones en tensin, y bajo presin, y la racionalidad resulta tranquilizadora. Sin embargo la emocin siempre es mucho ms enriquecedora, tanto a orto como a largo plazo[footnoteRef:12]. [12: Ibdem, p.43]

La mayora de la poblacin consume y compra con la cabeza y el corazn o, si lo prefieren, con emociones. Buscan con una base racional: qu hace el producto y porque es la mejor eleccin? Pero la decisin es emocional, me gusta, lo prefiero, me produce una buena sensacin[footnoteRef:13]. [13: Ibdem, p.43]

Amamos nuestras experiencias, amamos equipos deportivos, nuestras experiencias, amamos ideas abstractas, nuestra ciudad, nuestra causa, el arte, las cosas. Los objetos que hacemos, compramos o intercambiamos, nos definen quines somos y a donde vamos o estamos. Somos consumidores por naturaleza. Las cosas con las que hemos decidido convivir nos son objetos inertes, los envolvemos con nuestra imaginacin, nos expresamos a travs de ellos.

Una estrategia fundamental de los estudios del marketing y la neuropsicologa es utilizar frases, imgenes o expresiones donde el amor sea un punto para equilibrar los aspectos emocionales y crear nuevas formas de relacionarse con sus consumidores, algo que las marcas piden a gritos: Las marcas se estn haciendo con el control de nuestras vidas. Y que eso, adems, es algo horrible. Pero puede que sea justo el revs, que nuestras vidas se estn haciendo con el control de las marcas[footnoteRef:14]. [14: Ibdem, p. 57]

La moda como dispositivo social

La moda abierta est dominada por el look -exquisito artificio por el que lo rebuscado debe parecer espontneo- que nos habilita para disfrutar sin inhibiciones el xtasis de exhibir el espectculo de nuestra renovada imagen a la carta para la admiracin del Otro. La sociedad frvola, sostiene Lipovetsky, no escapa al orden democrtico, sino que lo consuma, pues cree ver en la frivolidad (el) ltimo eslabn de la aventura plurisecular capitalista-democrtica-individualista", mediante el cual "el nuevo sistema de la moda se halla en perfecta concordancia con la open society[footnoteRef:15]. [15: LIPOVETSKY,Gilles,El Imperio de lo efmero- La moda y su destino en las sociedades modernas, traduccin de Felipe Hernndez y Carmen Lpez, Editorial Anagrama, quinta edicin, 1996, Barcelona, pg. 31 ]

Me parece valido el tema como cultura, entendida como produccin del hombre, el cual es hipercomplejo, en cuanto la banalidad signo y expresin de sus deseos, tabs, confrontaciones y dialctica apocalptica e integrada; a pesar de todo resulta digna de consideracin en cuanto que cmo he dicho al principio analiza Lipovetsky en una sociedad marcada, segn l, por una separacin de la esfera pblica, y a la vez una prdida del sentido de las grandes instituciones colectivas (sociales y polticas) y una cultura abierta con base en una regulacin cool de las relaciones humanas . Es producto del hombre y como tal merece atencin. Sufrimos un proceso constante de "estetizacin de la cotidianidad". Tanto es as que la esfera econmica se ha fusionado con la esfera artstica- esttica. Esta dimensin esttica se define desde el lado meramente emocional, el propio mercado, cada da ms, demanda la introduccin de la sensibilidad, la emocin y la creatividad en el plano econmico. El capitalismo artstico produce para el consumo de masas; fabrica un tipo de arte, un tipo de experiencia esttica, que no requiere cultura previa, sino que es fcilmente sensible para el pblico. De este modo no cesan de lanzarse manifiestos publicitarios, eslganes y proclamas incitando a consumir nuevas emociones en busca del hedonismo generando la figura del consumidor-esttico[footnoteRef:16]. [16: Ibdem, p. 32]

La expansin de este capitalismo artstico que ha extendido sus tentculos al mundo laboral donde se han visto aumentadas, de modo exponencial, las profesiones relacionadas con el arte y las industrias culturales, multiplicndose los artistas profesionales por doquier. Existe una popularizacin de la creatividad en todos los sectores (arquitectura, urbanismo, educacin, decoracin, moda. El Emporio Comercial de Gamarra, tambin conocido como Gamarra, es un lugar de gran movimiento comercial principalmente relacionado a la industria de la moda, ubicado en el cntrico distrito de La Victoria en Lima- Per.

Su crecimiento y desarrollo desde 1970 contiene historias de esfuerzo, persistencia y xito. Gamarra ha servido de motivacin y ejemplo para el desarrollo de la mediana y micro empresa peruana, ha permitido el surgimiento de grandes marcas y tiendas locales, y juega un rol trascendental en el desarrollo del sistema del Diseo de Moda y Textil en el Per.

Hoy Gamarra concentra a ms de 10 mil empresarios, 17 mil tiendas distribuidas en ms de 144 galeras ubicadas en 20 manzanas del distrito. Adems, ofrece un nmero cuantioso de servicios, insumos y otros productos relacionados a la industria textil, de confecciones y de moda a nivel nacional, regional e internacional.

A pesar de generar empleo, de contar con uno de los metros cuadrados de alquiler ms altos del pas y de contener historias de migracin, emprendimiento y xito, Gamarra tambin es asociado frecuentemente con la idea de una potencia comercial desorganizada donde se concentran el transporte desordenado, el incumplimiento de leyes de empleo, y en ciertos empresarios se ve un aparente descuido en la calidad de la cadena productiva textil , principalmente en sus acabados, el motivo principal es la venta exhaustiva, del da a da y la falta de informacin y capacitacin que promuevan el cambio y la aceptacin del mismo.

En estos ltimos 40 aos, el Emporio Comercial ha crecido ms de lo esperado. Este crecimiento ha sido planificado, lo cual impacta positiva y negativamente en su desarrollo y en los alcances que tiene sobre el sector. Esto, sumado a los insuficientes esfuerzos de la sociedad civil y empresarial organizada, y de los gobernantes, ha contribuido a que hasta la fecha Gamarra no se desarrolle bajo claras estrategias que optimicen su crecimiento e impacto a nivel local, nacional e internacional. Planificacin estratgica, educacin, comprensin y accin son urgentes y necesarias dentro y fuera de Gamarra.

Historia:

La Industria Textil en el Distrito de La Victoria, tiene sus inicios desde hace ms de 120 aos, en los territorios al sur del cercado de Lima, cruzando los antiguos muros que circundaban Lima donde hoy es la Av. Grau, zona conocida en la poca como Villa Victoria. Se vincula al nombre de pila de la esposa del Presidente Jos Rufino Echenique, doa Victoria Tristn.

En 1889 el italiano Bartolom Boggio y el norteamericano Enrique Price fundan la Fbrica de Tejidos Santa Catalina, trajo al pas la maquinaria ms moderna y dio ocupacin a 300 operarios, entre ellos 160 mujeres.En 1894 se constituy la fbrica San Jacinto, de Gio Batta Isola y Giacomo Gerbolini, trajo expertos desde Italia que formaron la primera escuela de qumicos en el arte del tinte.En 1898 se crea Tejidos La Victoria, propiedad de la familia Pardo.

Nace el Distrito de La Victoria:Durante el gobierno de Legua, La Victoria se convirti en Distrito el 02 de febrero de 1920, con grandes proyecciones urbansticas. 1933 y 1939. En sta dcada, se construyeron ms de 4 mil unidades de vivienda para los obreros, como parte del plan por neutralizar la violencia social. ste ambicioso programa promovido por el estado en favor de los obreros, especialmente en materia de vivienda, qued cancelado en 1939 con la llegada al poder de Manuel Prado, quien dej a la iniciativa privada la construccin de viviendas y barrios para los sectores ms pobres de Lima. Pero ya el destino de La Victoria como barrio popular estaba trazado.En el plano textil y comercial continuaba el afincamiento de nuevas empresas:En 1941, Alfredo Ferrand funda en La Victoria la empresa La Parcela, donde se empezaron a fabricar productos de algodn y sintticos[footnoteRef:17]. [17: http://www.gamarra.com.pe/historia-de-gamarra/]

La Zona Textil:Ya en 1950 existan establecimientos formales dedicados a la venta de telas en los alrededores del Jirn Gamarra pertenecientes a familias de origen rabe, como Emilio Farah Sedan. Se instalan tambin Los Mufarech, as tambin otros empresarios textiles como Eduardo Salem y Ral Abusabal. En el Jirn Antonio Bazo cuadra 7, Moiss Zilberman, de origen judo, fund la empresa ZILTEX, fbrica de tapasoles, cortinas y confecciones con fibras sintticas.Esto facilit la oferta y transaccin de productos textiles en la zona ya que se convirtieron en proveedores de almacenes, comerciantes interprovinciales, as como de ambulantes de productos textiles que se establecieron en la zona de La Parada y especialmente para la zona del cruce de Aviacin con Unanue

Gamarra hasta el momento, era una zona no comercial pero de trnsito entre las fbricas textiles proveedoras y el mercado de La Parada; curiosamente era ya el centro de masa de un insospechado movimiento textil que recin arrancara de manera notoria una dcada despus.En 1955, la Municipalidad entreg a los ambulantes la berma central de la Avenida Aviacin.

El Jirn Gamarra:A finales de los 50s, el Jirn Gamarra paralela al oeste de la Av. Aviacin, era de zonificacin residencial, proyectada a casas y pequeos edificios multifamiliares, como las que hasta hoy podemos encontrar en calles aledaas y donde era posible solo instalar un negocio con puerta a la calle. Es en sta poca donde aparecen ya algunos de los conocidos personajes que son considerados en la Historia de Gamarra. Esto fue un proceso donde participaron muchos personajes, incluso precursores annimos, que propusieron, impulsaron e impusieron el comercio textil en la zona, pero lamentablemente no trascendieron en el tiempo.Historias similares a sta la tuvieron muchos precursores a inicios y a lo largo de toda la dcada de los 60s donde existan ya muchos negocios textiles de produccin y comercio, pertenecientes a los rabes, judos, as como italianos, chinos, etc.; es decir todas las sangres, pero era necesaria una consolidacin, pues tambin haban muchos otros negocios o giros que pudieron imponerse tambin en Gamarra, como terminales terrestres, continuacin del mercado de abastos, incluso bares, etc.

Gamarra inicia el conglomerado de pequeos ncleos de produccin:En los aos 60s la proliferacin de talleres de confeccin y negocios textiles se hace ya notoria en Gamarra, estando limitados por la zonificacin que no permita el crecimiento y dejaba en la ilegalidad a los ncleos productivos instalados y negocios sin puerta a la calle.Los 2 principales motivos del rpido crecimiento y rentabilidad fueron: Los servicios tercerizados, fabricantes basados en el ncleo familiar y la informalidad, abarataban costos de produccin. El mercado provinciano y clase trabajadora era un mercado desatendido para la moda, lo que generaba una gran oportunidad y Gamarra la tom. ste segmento no era muy exigente en cuanto a calidad ni diseo, se trataba de precio y funcionalidad lo que dio esa flexibilidad para el aprendizaje en campo del nuevo confeccionista provinciano y su proliferacin en la zona[footnoteRef:18]. [18: http://www.gamarra.com.pe/historia-de-gamarra/]

Era de Las Galeras:Es en 1972, donde Gamarra ingresa a la era de las galeras, producto de una resolucin de alcalda, que permiti el cambio de zonificacin, solucionando un problema de aos que limitaba el crecimiento. Para ste ao existan ya numerosos empresarios textiles consolidados, del perfil migrante-provinciano, con la capacidad de inversin y gestin, quienes con mucha visin ingresaron al segmento inmobiliario.

Las personas que integraron este movimiento social han producido una simbologa y una forma de vestir especficos de todas las razas por decirlo de alguna manera. La moda no slo ha permitido mostrar una pertenencia de rango, de clases, de nacin, ha sido adems un vector de individualizacin e identidad. Y tiene un impacto sobre la vida poltica y social como hemos visto en su desarrollo. Los medios de comunicacin ahora ayudan a promover los productos elaborados y confeccionados en el Emporio de Gamarra Fashion. En ese sentido la moda trabaja en la democratizacin de las sociedades. Aspirar a vivir bien y a disfrutar la vida nos aleja del mundo de grandes vuelos y de las aventuras nacionalistas o revolucionarias. Esto permite crear democracias ms cool, ms flexibles, con menos pasin, pero al mismo tiempo con menos violencia poltica hasta cierto punto. No podemos decir que la moda ha creado ideales, pero fortalece la bsqueda del bienestar, la felicidad y la autonoma de las personas.

Segn mi punto de vista, el hecho de que el arte relacional tiene actualmente un lugar central, y tambin como consecuencia de la necesidad urgente de preguntarse por nuevas formas participativas de moldear la sociedad a travs de la moda. La gente tiene cada vez ms necesidad de participar y formar parte de esos procesos de cambio como vemos en la historia comercial de Gamarra. Creo que precisamente los proyectos de arte-moda basados en la colaboracin entre ciudadanos, artistas y agentes urbanos, constituyen un medio apropiado para estudiar. El arte moda ofrece un espacio de posibilidad y experiencia que no es tan fcil de producir, socialmente es necesario este campo de experimentacin para desarrollar y probar formas de participacin potenciales. Algunos proyectos con futuro tienen la posibilidad de desarrollarse localmente gracias a la colaboracin equilibrada entre personas provenientes de distintas profesiones, como lo realizan en El Emporio Comercial de Gamarra: El Per Moda & Per Gift Show es plataforma perfecta para mostrar al mundo, lo mejor de los productos peruanos de este sector en cuanto accesorios de moda.

Para Gustavo Jurez, catedrtico de la Escuela de Direccin de la Universidad de Piura, aunque se han producido mejoras, falta mucho para que se consolide como un conglomerado de confecciones. Como punto de venta le falta mejorar la seguridad y limpieza y otros servicios adicionales como la eficiente atencin de bancos, centros de entretenimiento y restaurantes, dice. Como centro de manufactura, muy pocas empresas tienen marcas propias y no todas son reconocidas. Se han dedicado a repetir o copiar productos y tienen poco poder de negociacin. Es algo irnico pero, muchas de las prendas de Gamarra son re-etiquetadas en otros pases.[footnoteRef:19] [19: http://americaeconomia.com/negocios-industrias/gamarra-un-emporio.]

Peroni, de la SNI, concuerda: Gamarra tiene tres problemas fundamentales: no logran homologar sus calidades y por ello no estandarizan sus producciones (...) y a pesar de que tienen un excelente diseo, porque son muy hbiles para copiar modas, al no estar estandarizar sus procesos productivos, pierden fuerza.

Segn Gladys Triveo, presidenta ejecutiva de la consultora Pro expansin, los problemas que de Gamarra estn vinculados a una evolucin muy desordenada y no planificada. Nadie pens que Gamarra crecera tanto. Ni el Estado, ni los municipios, ni los propios empresarios que lo fundaron[footnoteRef:20]. [20: http://americaeconomia.com/negocios-industrias/gamarra-un-emporio.]

No obstante, y pese a que todos los especialistas coinciden en que los empresarios de Gamarra tienen algunas debilidades de gestin, tambin comparten la idea de que enfrentan muchos obstculos que no han sido resueltos por ninguna institucin privada ni pblica. Para Juan Infante, gerente general de la consultora Diempresa, Gamarra puede convertirse en el centro de confecciones de Amrica del Sur, pero no tiene apoyo estatal ni presencia de la sociedad civil empresarial[footnoteRef:21]. Pero Gracias a Promper, los pequeos empresarios y grandes empresarios del Emporio Comercial de Gamarra, algunos empresarios han tenido la oportunidad de conocer otros mercados de Amrica en y algunos sectores de Europa con el objetivo de seguir exportando productos de calidad de acuerdo a la moda, elaborados con algodn peruano, mejorando sus diseos y confecciones. [21: Ibdem.]

Las opciones de los empresarios (de Gamarra) son varias para salir adelante. Al tener un centro de manufactura deben crear una propuesta de valor y de marca e identificar las competitivas dice Gustavo Jurez, de la Universidad de Piura. Es comn escuchar a los empresarios hablar sobre la amenaza china, principalmente en productos de imitacin como el algodn, pero es un hecho que no podemos competir en precios. Gamarra es conocida por su flexibilidad en tiempo y tamao[footnoteRef:22]. Asimismo, existe una nueva generacin de empresarios y diseadores que son conscientes que el mercado hoy no es el mismo que hace 40 aos, cuando sus padres o abuelos se iniciaron en el negocio. Hay jvenes que estn enfocados en profesionalizar el negocio de sus padres que, en algunos casos, han dado un paso al costado, dejando que los hijos desarrollen marcas, introduzcan nuevos diseos, exporten, profesionalicen algunos puestos que antes ocupaban personas de confianza, esto es un gran punto que nos lleva al optimismo empresarial. [22: Ibdem.]

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