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Venimos de 21 países, tenemos una misma fe LA MONTAÑA: lugar para cargar las pilas. Jesús hace un regalo especial a tres de sus discípulos: les invita a subir con él a una montaña para tener allí un encuentro espe- cial. Cuanlquier judío hubiera dado todo lo que se le pidiera por tener la posibilidad de poder contemplar a Moisés y Elías, aun- que fuera sólo por unos segundos. Eran personajes a los que todo judío piadoso admiraba. Pedro, Sanago y Juan están tan impresionados de esa expe- riencia que quieren que tanto Elías como Moisés se queden allí más empo y proponen contruir para ellos unas chozas, pen- sando también en quedarse ellos allí. Jesús estropea sus planes porque aquella visión, aquel momento inolvidable, era sólo para cargar las pilas, ya que tenían una misión que cumplir en otra parte y no se debían quedar allí arriba. La iglesia como edificio, como lugar donde nos reunimos para escuchar la Palabra, celebrar la Eucarisa, para rezar y cantar... es el lugar maravilloso donde nosotros también cargamos las pilas, ya que luego regresamos a nuestros lugares de convi - viencia donde realmente debe llevarse a cabo nuestro trabajo como crisanos. Aún queda gente que piensa en “mi Dios” y “mi Virgencita”, se queda embelesado -como los tres apóstoles- y no baja después a la realidad. JUAN MARIA GARCIA LATORRE

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Page 1: LA MONTAÑA: lugar para cargar las pilas. · Venimos de 21 países, tenemos una misma fe LA MONTAÑA: lugar para cargar las pilas. Jesús hace un regalo especial a tres de sus discípulos:

Venimos de 21 países, tenemos una misma fe

LA MONTAÑA: lugar para cargar las pilas.

Jesús hace un regalo especial a tres de sus discípulos: les invita a subir con él a una montaña para tener allí un encuentro espe-cial. Cuanlquier judío hubiera dado todo lo que se le pidiera por tener la posibilidad de poder contemplar a Moisés y Elías, aun-que fuera sólo por unos segundos. Eran personajes a los que todo judío piadoso admiraba. Pedro, Santiago y Juan están tan impresionados de esa expe-riencia que quieren que tanto Elías como Moisés se queden allí más tiempo y proponen contruir para ellos unas chozas, pen-sando también en quedarse ellos allí. Jesús estropea sus planes porque aquella visión, aquel momento inolvidable, era sólo para cargar las pilas, ya que tenían una misión que cumplir en otra parte y no se debían quedar allí arriba. La iglesia como edificio, como lugar donde nos reunimos para escuchar la Palabra, celebrar la Eucaristía, para rezar y cantar... es el lugar maravilloso donde nosotros también cargamos las pilas, ya que luego regresamos a nuestros lugares de convi-viencia donde realmente debe llevarse a cabo nuestro trabajo como cristianos. Aún queda gente que piensa en “mi Dios” y “mi Virgencita”, se queda embelesado -como los tres apóstoles- y no baja después a la realidad.

JUAN MARIA GARCIA LATORRE

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Gén 22,1-2.9-13.15-18:

En aquellos días, Dios puso a prueba a Abraham, llamándole: «¡Abraham!» Él respondió: «Aquí me tienes». Dios le dijo: «Toma a tu hijo único, al que quieres, a Isaac, y vete al país de Moria y ofrécemelo allí en sacrificio, en uno de los montes que yo te indicaré». Cuando llegaron al sitio que le había dicho Dios, Abraham levantó allí el altar y apiló la leña, luego ató a su hijo Isaac y lo puso sobre el altar, encima de la leña. Entonces Abraham tomó el cuchillo para degollar a su hijo; pero el ángel del Señor le gritó desde el cielo: «¡Abraham, Abraham!» Él contestó: «Aquí me tienes». El ángel le ordenó: «No alargues la mano contra tu hijo ni le hagas nada. Ahora sé que temes a Dios, porque no te has reservado a tu hijo, tu único hijo». Abraham levantó los ojos y vio un carnero enredado por los cuernos en la maleza. Se acercó, tomó el carnero y lo ofreció en sacrificio en lugar de su hijo. El ángel del Señor volvió a gritar a Abraham desde el cielo: «Juro por mí mismo —oráculo del Señor—: Por haber hecho esto, por no haberte reservado tu hijo único, te bendeciré, multiplicaré a tus descendientes como las es-trellas del cielo y como la arena de la playa. Tus descendientes conquistarán las puertas de las ciudades enemigas. Todos los pueblos del mundo se bendecirán con tu descendencia, porque me has obedecido».

Markus 9,2-10:

En aquel tiempo, Jesús se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, subió únicamente con ellos a una montaña alta, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de una blancura des-lumbrante, como nadie en el mundo podría blanquearlos. Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús. Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús: «Maestro, ¡qué bien se está aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías». No sabía lo que decía, porque estaban asustados. Se formó una nube que los cubrió, y salió una voz de la nube: «Éste es mi Hijo amado; escúchenlo». De pronto, al mirar alrededor, no vieron a na-die más que a Jesús solo con ellos. Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: «No cuen-ten a nadie lo que ustedes han visto, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muer-tos». Esto se les quedó grabado, y discutían qué querría decir aquello de «resucitar de entre los muertos».

LACIGARRA Y LA HORMIGA

Era un día de verano y una hormiga caminaba por el campo recogiendo granos de trigo y otros cereales para tener algo que comer en invierno. Una cigarra la vio y se sorprendió de que fuera tan laboriosa y de que trabajara cuando los demás animales, sin fatigarse, se daban al descan-so. La hormiga, de momento, no dijo nada; pero, cuando llegó el in-vierno y la lluvia deshizo el heno, la cigarra, hambrienta, fue al encuentro de la hormiga para pedirle que le diera parte de su comida. Entonces, ella respondió: "Cigarra, si hubieras trabajado entonces, cuando yo me afanaba y tú me criticabas, ahora no te faltaría comida."

MORALEJA: Cada uno debe aprender a responder de su propia conducta.

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Iván Dávalos Morán “Un día opté por cambiar el ‘asistir’ por el ‘participar’ en la vida de la Misión” Iván Dávalos (Riobamba / Ecuador 1966) es - entre otras muchas cosas - el responsable de las proyecciones con los textos de las canciones durante las celebracione li-túrgicas en Bonn. Gracias a su trabajo todos podemos leer los textos de las canciones y cantar-las. Casado y con dos hijas, su familia es todo un equipo litúrgico: lectoras, monaguillas y canto-ras forman parte de la misma. Su trabajo profesional es el que todo niño quisiera hacer al me-nos algún día en su vida: Iván trabaja en una empresa que prepara la materia prima para la con-fección de chocolate, dulces, caramelos, bombones, etc. Trabajo más dulcificante es casi impo-sible de imaginar. ¿Cuánto tiempo llevas viviendo en Bonn? Llegué a Bonn hace 10 años, después de haber vivido un año y medio en Madrid. ¿Cuándo y por qué te enganchaste al trabajo como voluntario en la Misión? Cuando mi hija Estefanía se preparaba para la Primera Comunión, entonces aún en la Igle-sia de St. Paulus, pidieron la colaboración de los padres. Yo me afrecí a ello y desde entonces sigo enganchado. Esta colaboración me hizo descubrir algo importante: yo era hasta en-tonces un simple asistente a las celebraciones de la Misión y a partir de ahí me convertí en un participante en las mismas. Este cambio llenó un hueco importante en mi vida y además he intentado siempre transmitirlo a mi familia. ¿Hay alguna participación o colaboración que recuerdas de forma especial? A mí siempre me han gustado las celebraciones festivas y religiosas entre la comunidad de lengua española y la de lengua alemana u otras lenguas. Son un buen signo intercultural. Recuerdo con algo de nostalgia las celebraciones en St. Paulus, cuando la Misión estaba en Bonn-Beuel. Fueron momentos muy importantes para nuestra comunidad y también para la comunidad alemana. Aún hay mucha gente alemana en Beuel que se acuerda de aquellas fiestas parroquiales conjuntas... ¿Ves mucha diferencia entre la religiosidad que has vivido en tu país de origen y la que vi-

ves aquí en Alemania? Sí, la diferencia es bastante grande. Yo creo que aquí es todo más participativo y además se incentiva a la gente para que participe. En mi país está todo un poco más centrado en el sacerdote y aunque muchos de ellos han intentado abrir las puertas a la participación de los laicos, a veces se han encontrado con dificultades para llevar a la práctica sus ideas. ¿Cuál sería para ti la definición de una “misión viva”? Aquélla en la que los miembros activos son más que los miembros pasivos. Una Misión en la que unos pocos organizan cosas para muchos es una Misión en peligro de extinción porque cuando desaparezcan esos pocos... se le acaba la vida a la Misión.

JUAN MARIA GARCIA LATORRE

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ASAMBLEA NACIONAL DE LAS MISIONES Durante los días 25 al 27 de mayo 2012 se celebrará en Mainz la Asamblea Nacional de las Misiones, en la que nuestra Misión también estará representada. Ya hemos recibido el encargo de preparar alguna de las celebraciones litúrgicas. La Asamblea Nacional, que se celebra cada tres años, supone siempre un impulso positivo para la vida de las Misiones.

UN CURA DE OTRA MISIÓN NOS QUIERE “COPIAR”

“Felicitaciones por la Hoja Parroquial: es genial. Y ayuda dando ideas. ¿Tienen "copyrigth" los textos?¿Tenemos que pagaros derechos de autor los que practicamos el noble arte de "copiar y pegar" (antes llamado: plagiar) o es suficiente con copiar también la firma del autor?”

· Venga, colega, aquí es todo gratis et amore! Copia lo que quieras!

CELEBRACIÓN COMUNI-TARIA DE LA PENITENCIA Recordamos de nuevo las fechas:

VIERNES: 19.00 horas 16 de marzo: Colonia 23 de marzo: Bonn

REUNIONES... Los sacerdotes de las Mi-siones de Lengua Espa-ñola de Remscheid, Aa-chen, Düsseldorf y Colo-nia nos reunimos cada dos meses para inter-cambiar opiniones y pro-yectos, así como para tra-tar temas comunes. El próximo lunes nos reuni-remos en Aachen-

300 Es el número actual de suscriptores por E-Mail de esta sencilla Hoja Parro-quial. Sabemos que mu-chos de ellos la reenvían a conocidos, amigos y fami-liares, con lo que el núme-ro de lectores aumenta. Nuestra meta es llegar a los 500 suscriptores hasta diciembre 2012.