La multiplicidad del ajedrez

Lina Fuentes Amaya

Filosofía del ajedrez

Grupo:2

Libro: Ajedrez de la filosofía

Universidad del Atlántico

"En la vida ocurre lo que en el ajedrez. Trazamos un plan, pero ese plan está condicionado por lo que quiera hacer, en el ajedrez, el adversario, y en la vida, el destino. Las modificaciones que el plan sufre con ello son casi siempre tan grandes que en su ejecución apenas resulta ya reconocible en algunos de sus rasgos básicos". – Arthur Schopenhauer.

Tome está indicada y acertada frase para empezar a hablar del libro el ajedrez de la filosofía porque el autor relaciona su vida con este juego de una forma cronológica y filosófica. Contándonos su historia desde dos tipos de vertientes que son la teórica y la práctica, además nos muestra como llego a adquirir el conocimiento de este juego sin las planificaciones que él se había propuesto.

No manejarse entre signos es una de las principales problemáticas que nos plantea el libro porque no dominar el léxico ajedrecístico demuestra de alguna forma que estamos creando un mundo donde todo es posible y careciente de reglas, lo que trae consigo más ignorancia y así nunca se podrá comprender este juego que a su vez es una ciencia.

Hay que cuestionarse para descubrir tu mundo y el de los demás, es por eso que el autor se pregunta si sabe jugar y se responde que no. Ni siquiera recuerda haber aprendido a hacerlo. Pero algo que tiene muy claro es que el ajedrez en su vida tiene una presencia contante y atenuada. También se autodenomina como un tipo arriesgado que le gusta sacrificar aquí y allá, no especifica si es solamente en el ajedrez o en su vida, aunque se deduce que en los dos aspectos.

El interés por el ajedrez crece exponencialmente en su vida, como todo lo que nos hace sentir vivo y causa gran interés. Es por eso que quiso apuntar en un cuaderno las partidas que jugaba para así progresar en el juego e inmortalizarse en esta ciencia.

Al estar en constante contacto con el ajedrez, empieza a encontrarlo y conocerlo en diferentes ramas. Es por eso que nos muestra la fotografía de 1963 de Julian Wasser que hizo de Marcel Duchamp jugando al ajedrez con la escritora Eve Babitz y que a mi parecer llama mucho la atención porque utiliza la provocación y transgresión como fuente principal para que el espectador relacione estas dos características en el juego del ajedrez que normalmente no consideramos de forma natural y estética.

“Enseñar no es transferir conocimiento, sino crear las posibilidades para su producción o su construcción”- Paulo Freire

Hago alusión a esta frase del gran pedagogo brasileño porque al no tener contertulios para compartir inquietudes intelectuales, el autor del libro se pone en la tarea de enseñar ajedrez pero con el proceso de que los alumnos disfruten aprendiendo.

¿Cuál es el Gran maestro que disponemos en casa para aprender constantemente ajedrez?

Los jugadores actuales cuentan con una ayuda maravillosa que son los ordenadores que si sabemos utilizarlo, sacaremos un gran provecho, como el autor del libro lo hizo.

Tomando la multiplicidad del ajedrez, se llega a comparar la naturaleza epistemológica del ajedrez con jurisprudencia, esto con la teoría de aperturas. Llego a un punto en que pensó al ajedrez como herramienta utilizada auxiliarmente como ejemplo, como metáfora, como ilustración pero no por si mismo.

"Cuanto más vulgar e ignorante es el hombre, menos enigmático le parece el mundo; todo lo que existe y tal como existe le parece que se explica por sí solo, porque su inteligencia no ha rebasado aún la misión primitiva de servir a la voluntad en calidad de mediadora de motivos".- Arthur Schopenhauer

Cada día sabía más, pero pareciera que estaba jugando peor que cuando no sabía tanto. Por eso atesoraba esos tiempos felices de total ignorancia.

Al interesarse por los grandes ajedrecistas llego a tener un gran conocimiento acerca de sus biografías, esto le hizo ver el ajedrez como algo orientado a sí mismo.

Tomo la definición de genio dada por Kant que precisa en general este termino de la siguiente forma: originalidad, naturalidad y ejemplaridad y la planteo de modo que se relaciones con el juego de ajedrez como se muestra a continuación:

Originalidad: Referencia a crear algo nuevo.

Naturalidad: Capacidad de inventar sin esfuerzo aparente.

Ejemplaridad: Capacidad de convertirse en modelo.

Se creen en las virtudes intelectuales del ajedrecista, pero no es así porque la destreza a la hora de jugar no garantiza la inteligencia general de una persona. Es por eso que en el libro definen al genio desde la perspectiva del juego para no caer en un error de conceptos.

El pensamiento ajedrecístico utiliza la jugada que es una unidad, la cual se constituye con la abstracción de su composición. Ocasionando gran flexibilidad mental para dar con la respuesta correcta.

Viendo el ajedrez de una forma introspectiva, el autor dice que cuando juega el ajedrez con el mismo, pierde siempre. Es que al jugar contigo mismo, estas fingiendo con una actitud omnisciente, capaz de encontrarse a la vez en los dos polos de la dialéctica para convertirnos en un sujeto absoluto.

Las reglas del juego han ido inventando, imponiendo, modificando, es decir son históricas. Es por eso que el ajedrez impide lanzar una pieza a la cabeza del contrario, pues ya se estaría jugando a otra cosa. Al igual que el que el quebranto de las reglas del juego deriva de la trampa o el engaño.

En conclusión, todo necesita un tratamiento más concienzudo, considerando varias ramas difíciles o aisladas que expliquen el manejo entre signos y la multiplicidad de un tema. En este libro el autor lo hace con el ajedrez de forma que entrelaza lo cotidiano, teórico y práctico para entender este juego de forma más fácil y general. En sí, un diario que nos muestra la forma de pensar de un jugador que juega con el pensamiento.