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la otra cara de la almohada DAMIÁN C. LÓPEZ

la otra cara de la almohada

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tapa y tres poemas del libro de poesía "la otra cara de la almohada" de Damián López, disponible para su compra por pedido a www.edicioneselandamio.blogspot.com o [email protected]

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la otra cara de la almohada

DAMIÁN C. LÓPEZ

la otra cara de la almohadapoemas

Damián C. López

elandamio ediciones

esto

lo Único

lo que queda

lo que sucede

lo que no

lo que nos

lo que no nos

lo que une

lo que mutila

las lágrimas

la ebullición de las formas

el exterminio

las heridas

el sabor de la sangre

hacerse cargo

de lo que amanece

lo que se pudre ahí, en el fondo

o lo que florece

lo que nos hilvana en uno

lo que dejamos mas allá

la lluvia de a veces

el pánico

la nostalgia de los pájaros

el filo salado de una expectativa

esto y todo esto

la otra cara de la almohada

I.

hoy

esta madrugada corriente de improductividad en flor

los versos se me pegan se me pasan de punto y de largo

se apelmazan en el fondo de esta olla agazapada

en el violoncello germinal de la vigilia

un taxi desocupado una radio un bebé que no se duerme

o una rata entre los libros bastarían

otras veces para pasar el rato pero hoy

anda corta de manzanas la culebra de mi pantalla

y el árbol de todos los dones no es más que un poste

de luz en la vereda como un guapo en falsa escuadra

un señor ministro firma con una media sonrisa

la garantía solemne

de un velorio a todo trapo para sus nietos

y el diablo se muere de envidia

(capitales extranjeros le quitaron la delantera)

un sereno toma mates y la radio le dice baila baila

toda la noche goza goza esta es mi cumbia porque

en un ratito nada más puede estar pasando por su puerta

no el cadáver de su enemigo sino otro taxi desocupado

IX.

cuando el bebé que no se duerme pida como sabe una

teta que lo salve y por lo pronto las ratas duerman

hoy empachadas de Victoria Ocampo o tal vez

hoy en el taxi viaje un señor ministro que busca dónde

comprar a buen precio ratas que le coman las orejas

que le coman los gritos del bebé que pide teta como sabe

hoy y no pedirá pan porque desde ya no le dan

y mejor que no le den mejor dejar que pida hueso

y que la madrugada le corte el pescuezo

que la madrugada de hoy supure engendros

de rata y taxi vacío de bebé que llora

y señor ministro y al revés y al revés

que la madrugada sea un espasmo largo de alucinaciones

mientras me pongo los auriculares

a ver si me concentro un poco

y fue nomás el silencio de la ceniza

era de esperarse

hubo una madrugada larga sin broche rosado

y el último vientre hinchado de miedo y de preguntas

sufrió mucho humo, mucha ruina

con el beneplácito indiferente de todos los profetas

corroborando cada uno en su lugar

los detalles aportados al vaticinio de lo obvio

fue nomás la dinastía del polvo y del gatillo

la llegada del hombre al punto del total retorno

era de esperarse también el decrescendo

irregular de botas por el pavimento

la voz acaudillada en los comunicados oficiales

y un Rivero de cascotes llorando su absurda coherencia

era de esperarse el derrumbe de la espera

cotizó bien alto el odio y más alto todavía

el sol quedó fuera de servicio para plantas y poetas

la luna brilló más que nunca porque brilló para nadie

porque fue sosiego negado paz velada por el fuego

XX.

fue nomás la hora del patíbulo

y era de esperarse poco llanto

los enamorados lloraron sudor de amarse sin tregua

de comerse mutuamente en eso de querer ser uno

los chiquitos lloraron bastante sus juguetes rodar por la escapada

y los padres lloraron nada su nada de nada

nada de explicaciones nada de excepciones

nada de tiempo y espacio

fue nomás el fin de todo lo que defendimos

y era de esperarse el ruido del colectivo,

los movimientos bancarios, los secuestros corrientes

los comunicados oficiales

que nos dicen que todo marcha en orden,

que las negociaciones se han reestablecido

que no hay que perder el sueño

que otra vez marchamos sonámbulos