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La Panera 20 PERIÓDICO MENSUAL DE ARTE Y CULTURA I septiembre 2011 Distribución gratuita FOTO: ZABALAGA-LEKU EDUARDO CHILLIDA SU LEGADO POR PRIMERA VEZ EN CHILE BALENCIAGA el arquitecto del cuerpo La Flauta Mágica CON LOS OJOS DE PETER BROOK Los primeros setenta años de RAÚL RUIZ

La Panera Num. 20

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La Panera Num. 20

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La Panera 20Periódico mensual de arte y cultura i septiembre 2011 Distribución gratuita

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Eduardo

Chillida su legado Por Primera vez en chile

Balenciagael arquitecto del cuerpo

La Flauta Mágicacon los ojos de Peter Brook

los primeros setenta años de RaúL Ruiz

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Proyecto acogido a la ley de donaciones culturales nº18.985

La Panera

Periódico mensual de arte y cultura editado Por la corPoración cultural arte+

[email protected]

Presidenta Patricia Ready K. Directora y Editora Jefa Susana Ponce de León G. Coordinadora Pilar Entrala VergaraDirección de arte y diseño Rosario Briones R. Colaboradores Carolina Andonie - Jessica Atal - Rosario Briones - Elisa Cárdenas - Fresia CastroClaudio di Girolamo - Pilar Entrala - Teresa Gazitúa - Ferreira Gullar - Willy HaltenhoffMiguel Laborde - Pamela Marfil - Carlos Navarrete - Mónica Oportot - Edison Otero - Paola PinoJuan Carlos Ramírez - Heidi Schmidlin - Pabla Ugarte - David Vera-Meiggs - Antonio Voland Corporación Cultural Arte+ Espoz 3125, Vitacura, Santiago, Chile Fono +(562) 953-6210 Representante Legal Rodrigo Palacios Fitz-Henry. Imprenta Gráfica Andes.

Esta publicación se distribuye gratuitamente en Chile y en el extranjero.

Para auspicios, escribir a [email protected] Contacto: roxana Varas

Vea la versión digital de La Panera enwww.lapanera.miracultura.clwww.galeriapready.cl

LAS OPiNiONES VERtiDAS EN EStA EDiCióN SON DE ExCLUSiVA RESPONSAbiLiDAD DE qUiEN LAS EMitE.

Artes Visuales10 Francis Bacon a dos bandas Literatura14 Flaubert, Joyce y beckett Los comediantes estoicos

16 Edward Gorey El ilustrador dark que iluminó a una generación Retratos 21 Raúl Ruiz según Claudio di Girolamo

Gestión Cultural 22 La llegada de los “miradores” culturales

Jazz24 bill Evans El jazzista más influyente de la era moderna

Música26 Carmen Prieto lanza su disco número once

Chile Profundo33 Santos Rubio, el rockstar de la Décima

Identidad Cultural34 Lota a través de su cerámica

El Arte de la Vida36 Amor, la frecuencia más alta del planeta 37 Miguel Laborde La riqueza ignorada de América Latina

Testimonio38 Mónica Oportot en el reino de los sherpas Agenda44 Panorama cultural, nacional e internacional38

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24

10 21

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16

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Artes Visuales

4 I La Panera

Por Paola Pino a.

L a regla dice que las evaluaciones se hacen una vez terminados los even-tos. Pero esta vez quisimos ir en contra de la norma y antes de que

Ch.ACO 2011 abriera sus puertas al públi-co nos reunimos con Irene Abujatum, una de sus directoras, para analizar lo que ha sido la intensa vida de esta feria cuya historia se remite a dos versiones y que este año debu-ta en la Estación Mapocho. Un recinto que suele albergar eventos masivos, criterio que esta vez se aplicará al arte, un ámbito que en Chile sigue siendo de elite… a excepción de Ch.ACO.

Por eso preguntamos a Irene si alguna vez imaginó que la primera versión reuniría a 25 mil personas y luego, a 40 mil, como suce-dió el año pasado en Casas de Lo Matta: “La verdad es que no lo pensé, lo busqué. Hace unos años me preguntaba cómo hacer que las artes visuales impactaran tanto como la Mu-ñeca gigante de Santiago a Mil... y lo único que aparecía era la obra de Christo cubriendo La Moneda. Pero, ¿quién iba a financiar un proyecto así y para qué? En un país donde las artes visuales es tema de tan pocos, que una empresa apoyara esa idea era inconcebible”.

La idea siguió dándole vueltas hasta que en 2009 -junto a Elodie Fulton, Florencia Loewenthal y Soledad Saieh- dieron vida a Ch.ACO: “Y lo más alucinante fue su éxito. Porque no sólo se trataba de arte, sino de arte contemporáneo. Son las obras que se están haciendo hoy las que convocaron a un públi-co de miles de personas”.

-¿Crees que esta versión, en la que se arries-gan y llevan la Feria a la Estación Mapocho, marca su consolidación?

“Ch.ACO dejó de ser un fenómeno en el momento en que inauguramos la primera versión, cuando vimos la recepción del públi-

El ArtE

le toma el pulso A lA ciudAd

A días de inaugurada la tercera versión de la Feria de Arte

ch.Aco, quisimos repasar lo que ha significado para el arte y el país este encuentro. A pesar de su corta vida, ya es un referente que se espera y

que este año proyecta recibir a más de 50 mil visitantes.

co, la acogida y el buen trabajo de las galerías participantes. Recién ahí nos dimos cuenta de lo que estábamos haciendo. En principio pensamos en un espacio más reducido para las galeristas y sus artistas, pero el entusiasmo de todos los que estaban participando lo transfor-mó en un evento masivo que generó curiosidad y ganas de participar. Los primeros años llevamos la feria a un público obje-tivo (el comprador) y eso significó subir a la ciudad y llevar toda la infraes-tructura a donde debía mostrarse. Hoy aposta-mos por lo que debe ser: una plataforma de encuentro, difusión, pro-moción y comercialización del arte contem-poráneo. Elementos que tienen que estar en el centro de la ciudad para que sean abiertos, transversales y participativos. El único riesgo que estamos corriendo es que ese público ob-jetivo en el que nos enfocamos en las prime-

ras versiones tenga “susto” y “flojera” de “bajar” al centro histórico de la ciudad. Pero todas esas frases que se escuchan no tienen ningún sentido y menos si se trata de arte contempo-ráneo, el arte debe estar al tanto del pulso de

una ciudad”.

-¿Notas cambios en el mercado del arte? ¿Se puede, por fin, decir que en Chile hay coleccio-nistas? ¿Con qué crite-rios se compra arte hoy?

“Más que surgir, los coleccionistas se han identificado, se han vin-culado entre ellos y se han comprometido a ser

lo que son. Pero dejemos de lado a los colec-cionistas, una palabra que tanto se ha usado y que sigue siendo tan lejana a nuestra realidad. Hoy lo que hay es interés por ver, apreciar y comprar arte. Y estos compradores no son pocos, la diferencia es que son inconstantes y no compran de manera informada ni a con-

Ch.ACO

2011

“hA logrAdo moVEr

A lA gEntE, Abrir lAs

AgEndAs dE los AgEntEs

dE ArtE, incEntiVAr lA

Producción y APoyAr lA

comErciAlizAción”.

Soledad Saieh, Irene Abujatum y Elodie Fulton.

Page 5: La Panera Num. 20

La Panera I 5“No tengo por qué estar de acuerdo con lo que pienso”, Carlos Caszely (1950), famoso jugador de fútbol chileno.

El ArtE

le toma el pulso A lA ciudAd

ciencia. Son más bien personas que quieren lucir sus hogares con arte contemporáneo, y eso es ¡excelente! A ellos los queremos en Ch.ACO. Pero también queremos a los que compran con gusto, pero se preocupan de su inversión”.

“Ch.ACO ha logrado mover a la gente, abrir las agendas de los agentes de arte, incentivar la producción, apoyar la comercialización, di-fundir el arte en un espacio menos exclusivo y más transversal. La cadena de producción está en pleno desarrollo y espero que gracias a esta plataforma se sigan profesionalizando varias instancias que antes luchaban solas”, señala Irene.

-¿Qué aporta al país una feria como esta?“Hay pocos encuentros masivos en Chi-

le. Sanfic, Santiago a Mil y Ch.ACO cum-plen con tres áreas de la creación, pero ob-viamente no son suficientes para una gran población con intereses que van más allá de lo cotidiano. Lo que hace Ch.ACO es desmitificar la comercialización del arte y abrir posibilidades para quienes están en el mundo del arte. Pero tanto o más impor-tante es lo que un evento como este hace por la imagen del país. Los agentes inter-nacionales que vienen transmiten lo que ven en Chile y mientras mejores proyectos, galerías y programas de contenido presen-temos, mejores embajadores tendremos. Es vergonzoso cuando vienen extranjeros y quieren conocer el Museo de Bellas Artes, la primera puerta al arte en Chile, que no tiene programación de excelencia porque no hay un presupuesto destinado a ello, y estatalmente nadie se ha hecho cargo. Pero creo que el mayor aporte es que en esta Fe-ria los agentes están con agenda abierta y ello permite que se produzcan situaciones que hacen de las artes visuales un mercado que refleja la productividad de esta discipli-na en el país”.

Aunque bajo los parámetros tradicionales de público, ventas y nivel artístico, la Feria es un éxito, no se queda en los

seis días que dura el evento. La necesidad de generar proyectos educativos para incentivar y apoyar la producción nacional de arte contemporáneo, así como fomentar la especialización a través de residencias artísticas, dio vida a la Fundación Ch.ACO, oficialmente presentada este año. En todo caso, desde su primera versión se han desarrollado programas paralelos bajo el amparo de «Ch.ACO se moviliza». Uno de estos trabajos es el que se realiza con Bal-maceda Arte Joven y el programa «Acciona», del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, que busca educar por medio del arte contemporáneo a jóvenes en edad escolar que viven en comunas periféricas y con riesgo social.Otro programa es el que tiene lugar en regiones. En su primera versión, un grupo estuvo en Concepción revisando el quehacer ar tístico de la zona, material con el cual se organizó una muestra que se exhibirá en la Feria y que además alimentará a «Móvil», un proyecto que llevará en vitrinas una selección de obras de ocho

artistas penquistas y las instalará en lugares como restoranes y otros recintos, de manera de sacar el ar te a la calle a provocar el encuentro con el público. Este año, el equipo está trabajando en la Quinta Región y la próxima temporada se trasladará a la Segunda.Parte fundamental del fomento a la creación es el concurso «Entre Ch.ACO y Finlandia». Para este año se recibieron más de 300 pos-tulaciones, lo que según Irene Abujatum responde a la necesidad de espacios para la creación y producción de los artistas jóvenes. Muestra de ello es la visibilidad que ha logrado Carolina Illanes, ganadora de la versión 2010. La artista fue inmediatamente con-tactada por la Galería Patricia Ready en Chile, y viajó al extranjero, donde también ya tiene una galería que la apoya. Actualmente, Carolina Illanes está desarrollando una monografía y tendrá un project room en Ch.ACO.La versión 2011 del concurso la ganó Johanna de Lourdes Unzue-ta, cuya instalación realizada en torno a llaves de agua hechas en fieltro será parte de Ch.ACO 2011.

Ficha 2011

Desde el 8 al 13 de septiembre

Estación Mapocho

Más de 40 galerías, entre nacionales y extranjeras

Siete Project Rooms

Metro Estación Mapocho

1.000 estacionamientos

Buses Turistick desde Parque Arauco

www.feriachaco.cl

Estas son algunas de las obras de la Galería Patricia Ready presentes en la versión 2011.

Rodrigo Canala Claudio Correa

FOMENTO A LA CREACIÓN

«Grilla Local» de Carolina Illanes, Premio Concurso Arte Joven «Entre Ch.ACO y Finlandia 2010».

Cristián Silva-Avaria Paula Anguita

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Artes Visuales

6 I La Panera

Por Elisa CárdEnas

E n sus obras y en las reflexiones que siempre se preocupó de transmitir se conjugan la filosofía y el arte en su totalidad. Considerado uno de

los artistas visuales más importantes del siglo XX, a través de sus trabajos, especialmente de sus esculturas urbanas (situadas en España, Alemania, Suiza, Francia, Finlandia, Estados Unidos o Japón), Eduardo Chillida (1924-2002) planteó un nuevo paradigma respecto a la conexión entre la materia, el espacio y también el vacío.

Vivía interrogándose sobre las cuestiones más elementales y, a la vez, las más trascen-dentes. Cuando niño se sentaba frente al mar en el monte Igueldo y se preguntaba de dón-de vienen las olas. Siendo ya un artista famo-so, construyó allí mismo, como un regalo para la ciudad de San Sebastián, su «Peine de los Vientos», una de sus creaciones más conoci-das y valoradas. Son tres estructuras de acero incrustadas en el roquerío donde rompen las olas, sus brazos se entrelazan como una ma-raña que parece peinar el viento. Es decir, la escultura, el mar, el viento y el aire están en

LA Acción y refLexión de

Eduardo Chillida irrAdiAn chiLe

A partir del 22 de septiembre, la Galería Patricia ready exhibe un montaje con 65 obras de uno de los pilares del arte del siglo xx.

El artista junto a Pilar Belzunce, su mujer. Ella fue sustento, madre de familia numerosa, intuición, protección y musa.

Reflexión-Materia22 de septiembre al 5 de noviembreGalería Patricia Ready (Espoz 3125, Vitacura)

una misma conjunción. Chillida construyó a lo largo y ancho de toda España, pero fue en su tierra natal donde dejó esta obra maestra que se ha convertido en un destino turístico indispensable.

Sus avances en este campo rozaron el infor-malismo, el minimalismo, el land art y todos a la vez. El recordado artista vasco puso en el ambiente y en la discusión los conceptos profundos de lo que hoy concebimos como Arte Público, llevado a territorios socioló-gicos y políticos, a realidades puntuales res-pecto a lo social, en la obra de artistas como Santiago Sierra o Alfredo Jaar, entre muchos otros. Eduardo Chillida estaba buscando este diálogo alrededor de 1950 y en ese proceso, el mar fue siempre su interlocutor fundamental y su fuente de inspiración.

Su relación con “la mar”, como él la llama-ba, será un aspecto importante de la exposi-ción que llegará a la Galería Patricia Ready el 22 de septiembre. «Chillida. Reflexión-Ma-teria» consta de 65 obras representativas de su constante investigación y experiencia con los diferentes materiales. Estarán presentes muchas esculturas de hierro, piedra y alabas-tro; obras de papel, dibujos, gravitaciones y

grabados. Es una colección que pertenece a la numerosa familia Chillida (tuvo 8 hijos y más de una veintena de nietos). El clan fundó un espacio dedicado al estudio, la conservación y la difusión de su trabajo y fue su hijo Ignacio quien escogió las obras y conceptualizó este montaje, junto al curador Julio Niebla.

En sus textos de presentación de la mues-tra, Niebla relaciona a Eduardo Chillida con nuestro Pablo Neruda, por el amor que am-bos profesaron al océano.

Desde España, este especialista comenta: “Para mí, que he organizado y comisariado unas cuantas exposiciones de Chillida en va-rios países del mundo, ésta significa un pla-cer y un orgullo por ser la primera vez que su trabajo se presenta en Chile, y porque cada exposición que he curado ha sido un aprendi-zaje en muchísimos aspectos. Chillida no deja de asombrarme por la capacidad que tiene siempre de enseñarme cosas nuevas”.

Citando el ensayo de Aldous Huxley que inspiró el nombre del grupo The Doors y que Chillida tenía entre sus favoritos, Julio Niebla asegura que el artista vasco le ha abierto con-tantemente “las puertas de la percepción”. Su obra tiene esa cualidad: nunca se descubre por

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La Panera I 7

completo, siempre contiene en sí una pregun-ta. Esto es producto de su curiosidad obsesa y de un inconformismo en el más positivo de los sentidos. Chillida estudió arquitectura, ca-rrera que abandonó en el camino porque no quería ser dirigido en sus apreciaciones sobre esta disciplina. El dibujo le fluía en forma es-pontánea: “No sé vivir sin dibujar… Pero mi mano iba demasiado rápido y dejaba atrás la cabeza, la sensibilidad, la emotividad y todas las cosas que tienen que acompañar al arte. Lo único que había era una mano hábil pero, yo tenía que frenar los peligros de esto”.

“Todos Los hombres somos hErmanos”

Así llegó a la escultura, descubriendo tem-pranamente y en su propio terruño geográfico las potencialidades del hierro. Trabajó hasta sus últimos días. Y siempre ese trabajo con-tuvo en sí mismo sus conocimientos de ar-quitectura, sus investigaciones en el ámbito literario y filosófico, su pasión por la poesía y la música, especialmente la de Johann Se-bastian Bach. Para él, la obra artística era un complemento de poesía y construcción, “si no, no hay nada válido”, manifestaba.

Según Julio Niebla, “Chillida es uno de los mejores maestros que ha dado la historia del arte. En todas sus esculturas ubicadas en el

entorno público existe siempre una perfecta armonía entre ella y su entorno, eso es muy importante para que la obra funcione de un modo total e integral. En ese aspecto, Chilli-da estuvo preocupado siempre de la relación con el espacio y los límites”.

Y afortunadamente, esas preocupaciones y reflexiones que lo mantenían permanentemen-te activo y con ganas de crear, fueron transmi-tidas generosamente a lo largo de su vida en muchas charlas en distintos países de Europa y en nume-rosas entrevistas a medios de comunicación. Por otra par-te, el conflicto del país vasco nunca le fue indiferente, su propia comunidad le solici-tó manifestarse a través de la radio, casi diariamente, aprovechando su popularidad y liderazgo para transmitir un mensaje de paz. El artista nunca estuvo de acuerdo con las acciones de ETA, sin embargo, luchó por la liberación de sus miem-bros encarcelados, y fue uno de los principales representantes de “Gestoras Pro Amnistía”, defendiendo las reivindicaciones de estos de-tenidos y de sus familiares, incluso les creó un logo que fue utilizado por mucho tiempo. Su compromiso era con la paz: “Este drama ha in-fluido en mi obra porque he estado metido en

todo esto, quizás para darme cuenta que quiero mucho a mi país, pero también para saber que todos los hombres, de cualquier color, de cual-quier lugar, somos hermanos”, declaró en una ocasión.

Versátil y con una inquietud intelectual que brotó desde la más temprana infancia, Eduar-do Chillida fue a la vez un hombre de acción y de reflexión. Pudo haberse convertido en todo un crack del deporte, jugó como arquero de la

Real Sociedad y el Barcelona estaba pensando seriamente en ficharlo a los 19 años. Pero una rotura de su menisco durante un partido con-tra el Valladolid fue cambiando poco a poco el panorama, se sometió a varias operaciones y su destreza no volvió a ser la misma. Esa “bendita lesión” lo condujo a convertirse en uno de los escultores más señeros, universa-les y de una contemporaneidad imperecedera, cuyo legado tendremos el privilegio de tener durante más de un mes en Chile.

Siendo ya un artista famoso, construyó, como un regalo para la ciudad de San Sebastián, su «Peine de los Vientos», una de sus esculturas más conocidas y valoradas.

ViVíA inTerroGándose sobre LAs cuesTiones más

eLemenTALes y, A LA Vez, LAs más TrAscendenTes. cuAndo

niño se senTAbA frenTe AL mAr en eL monTe iGueLdo y se

PreGunTAbA de dónde Vienen LAs oLAs.

GURE AITAREN ETXEA (1ª versión nº2), 1985. Acero. 17,5 x 35 x 23 cm.

LURRA M-28, 1996. Tierra chamota. 21 x 35 x 18,5 cm.

ARQUITECTURA HETERODOXA III, 2000. Alabastro. 53,5 x 57,5 x 52,5 cm.

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“Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera”, poeta Pablo Neruda (1904-1973), Premio Nobel de Literatura 1971.

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Testimonio

8 I La Panera

TexTo y foTos: Teresa GaziTúa

E s extraordinariamente valiosa la oportunidad que ofrece a Chile la exposición de Eduardo Chillida que la Galería Patricia Ready ex-

hibirá por casi dos meses. Porque tanto los artistas como el público tendrán ocasión de profundizar en la obra de un artífice que mar-có un antes y un después en la escultura y en la manera de enfrentar la creación artística. Y se encontrarán con un mundo que le reso-nará, aunque no sea un arte netamente “figu-rativo”. Porque si bien la obra de Chillida no es tan conocida en nuestro país -como puede ser la de Claudio Bravo- sí tiene mucho del alma chilena, entre otras cosas, por su gran sentido de la sobriedad. No acostumbro usar adjetivos para hablar de arte, pero si tuviera que hacerlo para definir el trabajo de Chilli-da, escogería la palabra bello en su austeridad, en su economía de medios, en su peso, en su trascendencia.

Primer encuenTro

Fue en casa de una coleccionista de Quito,

dueña de una galería, que vi por primera vez grabados originales de Eduardo Chillida. Y de inmediato me impresionaron la austeri-dad, la calidad del papel y, sobre todo, lo de-cidido de la composición: no había duda, era en blanco y en negro y con gofrados (moti-vos estampados en seco en relieve o en hueco sobre papel u otras materias). Más adelante me di cuenta que se trataba de un grabado

DescubrienDo a

Chillidaa pedido de «La Panera», la artista visual

Teresa Gazitúa aceptó narrar -en un tono coloquial, no académico-

sus primeros encuentros con el trabajo del artista vasco y comentar la importancia de tener su obra en chile.

“construido”, en el cual es tan importante el papel como la plancha y la forma. Son ele-mentos muy simples, pero que te hablan de una unidad a partir de lo esencial de cada uno de los componentes de la pieza. Normalmen-te en el grabado lo importante es el dibujo, el papel sólo es el soporte, que debe ser bueno para que dure pero no tiene relevancia para la composición misma, o para lo que te quiere decir la obra. Y también uno se olvida de la plancha, porque está viendo la imagen.

Luego, en 1997, viajé a San Sebastián para conocer al artista. Por desgracia, ya estaba en-fermo y no pude verlo. La familia lo protegía mucho y él tenía todas sus fuerzas puestas en la creación de su museo. Afortunadamente, el

escultor Carlos Lizariturry me invitó al taller de Chillida (de quien había sido ayudante), donde conocí a Ignacio, hijo del artista, quien era el editor de los grabados y el que imprimía todas sus ediciones, así que tenía un cabal co-nocimiento del trabajo de su padre. Con gran generosidad, Ignacio me explicó todos los as-pectos de este trabajo, aclarando una serie de detalles técnicos que eran muy importantes para mí.

Junto con interiorizarme del quehacer ar-tístico de Chillida, pude ahondar un poco en su vida.

Primero que nada, el taller estaba en la vi-vienda primitiva, donde habían nacido sus ocho hijos. Era una casa muy grande, con un

Hacia los años 80, junto a su mujer compraron esta parcela en la cual él fue distribuyendo sus creaciones. La idea era que la gente se paseara entre ellas como por un bosque.

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La Panera I 9

DescubrienDo a

Chillidapa en él. Y también por ello buscaba en los materiales la máxima resistencia, las máxi-mas posibilidades. Por ejemplo, nos conta-ba su ayudante que para hacer las torsiones de «Los Peines del Viento», debían calentar el acero durante varios días para ponerlo al rojo y trabajarlo.

Enamorado de los materiales de su País Vasco, Chillida usaba la piedra, así como las tierras -como él decía- para sus esculturas de terracota. Y en la gráfica utilizaba el pañete en lugar de papeles y hacía los gravitantes, que no son móviles, sino que cuelgan, for-mando un relieve.

con Los brazos abierTos al mundo Esta aproximación al mundo de Chillida

me ayudó a definir varias cosas. También soy muy esencial y tal vez podría haber llegado a lo mismo sin haber visto su arte, pero, bue-no, lo vi… Es difícil saber hasta qué punto te puede influir otro artista. Eso depende de cómo resuene su obra en ti. Lo importante es que encuentres tu propio camino y que éste sea tan personal como universal. Chillida de-cía: “Soy de los que piensan que lo importan-te es que seamos de algún sitio, que tengamos las raíces en un lugar, pero que nuestros bra-zos lleguen a todo el mundo y nos valgan las ideas de cualquier cultura, todos los lugares son perfectos para el que está adecuado a ellos y aquí en mi país vasco me siento como en mi sitio, como un árbol que está adecuado a su territorio, en su terreno, pero con los brazos abiertos a todo el mundo”.

Hoy el arte parece estar al alcance de la mano (Internet da esa ilusión), pero no es tan así. Siempre hay un lugar, unas raíces como punto de partida, una fuerza inicial, algo que te ha formado, que te ha dado para poder dar, y entender eso exige una mirada más profunda. Claro que puedes hacer co-sas que no cumplan con este requisito, pero se quedan como en un plano superficial. En cambio, los artistas que tienen una obra en evolución, una madurez, sí poseen un baga-je que se debe conocer para comprender su obra a cabalidad.

Reconstruyó esta vivienda sin planos, según lo que la casa le iba pidiendo, pues estas construcciones se hacen siguiendo la sabiduría del lugar.

De inmediato me impresionaron la austeridad, la calidad del papel y, sobre todo, lo decidido de la composición: no había duda, era en blanco y en negro y con gofrados.

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antiguo jardín, donde se desarrollaba una cá-lida vida hogareña. Ignacio me contó que su mamá estaba muy involucrada con el trabajo de su marido y como eran tremendamente unidos, toda la familia solía acompañar a su padre en sus viajes. Fue una visita muy en-riquecedora, que me dejó un grato recuerdo.

una rica pereGrinación Siete años más tarde, estando con mi hija

en Bilbao, decidimos visitar el Museo de Chi-llida-Leku. Fuimos por el día en un bus de recorrido que nos dejó en el lugar, una gran extensión de verdes lomajes. Parece ser que hacia los años 80, Chillida y su mujer com-praron esta parcela en la cual él fue distribuyendo sus crea-ciones. La idea era que la gen-te se paseara entre ellas como por un bosque. Me sentí una peregrina. Y tan fantástico como recorrer este museo al aire libre, fue encontrar una casa vasca muy antigua, como de 1550. Una de esas típicas construcciones de piedra, con enormes vigas de madera a la vista, que en el primer piso tiene los establos y tal vez una cocina, y en el segundo, los dormitorios y las salas de estar para la familia.

Chillida (que también era arquitecto) reconstruyó esta vivienda sin planos, según lo que la casa le iba pidiendo, pues estas construcciones se hacen siguiendo la sabiduría del lugar. Luego, instaló en ese espacio sus piezas más pequeñas, tanto esculturas como trabajo gráfico. Este último me llamó mucho la atención, porque uno piensa en lo difícil que resulta armonizar un grabado con un muro de piedras, que de por sí es como una escultura. Sin embargo, allí vivían en perfecto equilibrio con su entorno. Incluso, vi algunas

piezas colgadas entre dos pequeñas ventanas. La misma armonía emergía de las esculturas. Ahí te das cuenta cómo nace esta obra des-de el lugar, o casi como desde la arquitectura, porque tienen mucho que ver estas ventanas chicas, cuadradas y profundas con los pedazos que él saca de las esculturas, con los vacíos que éstas producen.

Esto fue para mí sumamente interesante, porque me confirmó que cuando un artista es auténtico, la obra nace de su cultura y su cultura es su terruño, su manera de vivir, su

arquitectura. Los materiales que están en ese lugar repre-sentan la naturaleza de su ancestro cultural, por eso su escultura se parece a una ar-quitectura que es tradicional y ése es el mejor sitio donde podía estar. Así, resulta un privilegio apreciar la obra en ese espacio.

Estas son reflexiones que he ido madurando. Porque con el tiempo te das cuenta que lo que queda de tu obra como artista también es lo que debería quedar de la cul-tura que uno tiene.

Claro, intervienen tam-bién otras cosas, pero siem-pre enraizadas en su origen. Por ejemplo, él era muy me-tafísico, en el sentido que siempre hacía la obra sacan-do, no poniendo. Ahí está la idea más filosófica del tema del equilibrio entre lo que es la figura y el fondo. Entre lo que está y lo que no está. Es decir, si no tienes fondo, no

tienes figura. En cualquier cosa que ves, si no hubiera nada detrás, no existiría la figu-ra. Especialmente en la escultura: Chillida va sacando material en vez de agregar. No me atrevo a opinar mucho de escultura, por-que no es lo mío, pero se da lo mismo en el grabado. Por ello, para Chillida el papel era tan importante como la forma que se estam-

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10 I La Panera

Francis BaconPintura y rePresentación de la condición humana

Francis Bacon en ChileHasta el 30 de octubre se exponen en forma paralela en Espacio ArteAbierto de Fundación Itaú (Apoquindo 3457) y en la Corporación Cultural de Las Condes (Apoquindo 6570), 43 dibujos (40 en blanco y negro, y tres a color) provenientes de la Francis Bacon Drawing Foundation, cuya curatoría ha sido realizada por Massimo Scaringella.

[ consideraciones en torno a la pintura | por Carlos Navarrete ]

«Tres estudios para una

Crucifixión» (1962).

Los fondos monocromos

en rojos o anaranjados

intensos centran nuestra mirada en

el cuerpo como foco de atención

y son a la vez una tortura visual.

m e d i a d o s d e l o s 8 0 , la figura de Francis Bacon (1909-1992) era, sin duda, uno de los pa-radigmas de la pintura inglesa y de

la llamada Escuela de Londres, donde militaban Lucian Freud (1922-2011) y R.B. Kitaj (1), entre varios otros artistas dados a la vida de bares y a la conversación sin ninguna pretensión. Sin que-rer dominar el mercado del arte internacional con una pintura marcadamente figurativa, los integrantes de este grupo sabían que para los curadores internacionales era la escultura con-temporánea de esos años la llamada a ocupar las páginas de las revistas de arte y los envíos bri-tánicos a las bienales de moda. Por tanto, Bacon y sus amigos no tenían el más mínimo interés en ocupar el sitial de Tony Cragg o de Richard Deacon, ya que la división de las aguas se había dado un par de años antes, cuando en 1981 la Royal Academy of Art en Londres organizó la emblemática exposición de pintura A New Spirit in Painting (2), donde la idea de la London School cobró fuerza y un sitial en el escenario inglés que ninguno de ellos esperaba. Por tanto, nadie en los sucesivos años vendría a poner en tela de juicio la vigencia de la pintura de caballete, ni mu-cho menos el valor del gesto académico vertido en la representación de la naturaleza humana.

AL BoRDE DE la FiguraCióN

Ahora bien, ¿cuál es la importancia de Bacon si, por una parte, era el único del grupo sin for-mación académica en la lides de las Bellas Artes

y, por otra, era el que más se escapaba de una pintura abiertamente figurativa? Podría decirse que el peso de su obra radica en esa aparente carencia de formación regular en el área de las Bellas Artes y su permanente tensión entre lo que solemos llamar arte representativo y expre-sionista. Además, esa militancia a ultranza a una pintura de gestos levemente deformados instala su cuerpo de obra al borde de la figuración. Lo que en cierto sentido se comprende desde su propia biografía al comprobar que, nacido en Dublín el 28 de octubre de 1909 -en medio de las tensiones religiosas-, este segundo hijo entre cinco hermanos debió mudarse a Londres tem-pranamente con su familia, ya que su padre, el capitán Edward Anthony Mortimer Bacon, debió cumplir funciones militares durante la Primera Guerra Mundial.

Alternando su residencia entre Dublín y Lon-dres, desde joven Francis mostró un carácter reservado, a ratos parco. Entendible por la fal-ta de arraigo a un lugar específico y, además, por el asma que desde niño le afectó. Dato no menor este último que explica su adicción por esos años a la morfina, la cual, sin ser depen-diente, era capaz de relajarlo y sacar a la luz su deseo homosexual, primero frente a la figura paterna, con la cual tuvo roces y conflictos. En su adultez, esta droga sería reemplazada por el alcohol y la vida de bares, que le otorgaban la vitalidad necesaria para aventurarse con sus amantes por diversos rincones de Europa, sien-do Madrid su destino favorito en los últimos años de su vida.

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La Panera I 11

Carlos Navarretees artista visual y crítico de arte. Desde 1990, su obra ha sido expuesta en diversas ciudades de Chile y del mundo, destacando en 2008 su participación en la 28 Bienal Internacional de Arte en Sao Paulo, Brasil, y en 2009 en la 2 Trienal Poli Gráfica en San Juan, Puerto Rico.

Notas

1. En 1976, durante el apogeo del Arte Minimal y Conceptual, el pintor R. B. Kitaj organizó para la Hayward Gallery de Londres la exposición The Human Clay, considerando sólo dibujo y pintura figurativa. La muestra causó gran revuelo, porque se apartaba de las prácticas conceptuales y minimalistas. En el texto para ese catálogo, Kitaj usó el término “Escuela de Londres” para describir a los artistas que habían crecido juntos.

2. Una secuencia detallada de esta exposición y los alcances de la misma, aparece en www.tate.org.uk/collections/glossary/definition

3. Jean Clair, «Rostros de Dioses: Rostro del Hombre. Las Crucifixiones de Fran-cis Bacon». En «Elogio de lo Visible» (Seix Barral. Barcelona, 1999 . p. 178).

DESDE jovEN MoSTRó uN

CARáCTER RESERvADo, A

RAToS PARCo. ENTENDiBLE

PoR LA FALTA DE ARRAiGo

A uN LuGAR ESPECíFiCo y,

ADEMáS, PoR EL ASMA quE

DESDE Niño LE AFECTó.

Serie de dibujos, parte de las obras exhibidas en el Instituto Cultural de Las Condes.

“La muerte es un hábito colectivo”, Nicanor Parra (1914), considerado uno de los grandes poetas nacionales.

LA NuEvA Belleza

Habitualmente, al observar la pintura de Ba-con, un halo de misterio e incertidumbre emana de su obra, ello se explica porque temprana-mente se fue de casa e hizo de Londres su base de operaciones al margen de la tutela familiar, tal vez como una forma de dar estabilidad a su agitada vida. Lo cierto es que, alternando el tra-bajo de decorador y diseñador de muebles, el oficio de la pintura llegó a su vida cuando de visita en Ber-lín vio una muestra de Pablo Picasso y consideró que él también podía dedicarse a esos menesteres.

Lo que sigue en su vida es ya una historia conocida y ampliamente difundida por el gran circuito del arte, del cual siempre buscó escapar. Sin embargo, la observación del escritor, curador y crítico de arte jean Clair (1940) resume de buena manera su diagrama de trabajo pictórico cuando señala: “En 1933, Francis Bacon pinta dos ‘Crucifixiones’. obras asombrosas, no tanto por su factura con-vencional como por su tema. El dolorismo de Cristo en la cruz ha inspirado poco a los artis-tas del siglo XX. Se comprenden los motivos por los que el italiano Renato Guttuso (1911-1987), próximo a la resistencia y miembro del partido comunista, pinta en 1943 una monumental ‘Cru-cifixión’, motivos poco diferentes de los que lle-varon a Pier Paolo Pasolini a realizar una ‘Pasión según San Mateo’. Pero que un joven inglés, in-fluido sin duda por Picasso y su ‘Crucifixión’ de 1930, estrene sus armas con un tema tan ajeno a la pintura británica, da qué pensar”(3). idea que perfectamente puede explicar un deseo de mos-trar la condición humana a través de un tema eminentemente religioso y católico, heredado de

su origen irlandés pero que al estar desarrollado desde la pintura inglesa es claramente un acto de crítica a la religión anglicana.

Sin embargo, lo verdaderamente importante es comprender la lucidez del artista para -des-de este tema aparentemente poco tratado por el arte en el siglo XX- indagar en las nociones de dolor, desesperanza, miedo y fragilidad. Ellas se convierten en el santo y seña de un tipo de pintura que perfectamente puede hacer frente

a la abstracción en todas sus posibilidades y, de paso, otorga un salvoconducto a los cultores del “feísmo” como nueva belleza.

En ese orden de pensa-miento, el diagrama pictóri-co de Bacon es tremenda-mente eficiente, porque se vale de ciertos elementos propios de la misma aven-tura de la abstracción para condicionar más aún a los

cuerpos que habitan en sus pinturas. Por ejemplo, los fondos monocromos en rojos o anaranjados intensos centran nuestra mirada en el cuerpo como foco de atención y son a la vez una tor-tura visual. utiliza elementos propios del Surrea-lismo figurativo para dotar a sus realizaciones de un aura psicoanalítica como pocas veces se ha visto en la pintura contemporánea. Ejemplo de ello es el mobiliario en que muchas veces sus cuerpos se nos presentan, el diván del paciente en el estudio del psiquiatra, la silla o el taburete como los objetos básicos y precisos donde la arquitectura transformada en prisión somete a este cuerpo enfermizo a una auscultación por parte nuestra. La deformidad del cuerpo como un reflejo de nuestra condición humana y, a la vez, como retrato de su propia fragilidad, hacen que constantemente el espectador se pregunte por el horror de la guerra y por la herencia de la

vida moderna más allá de toda frontera.Su repentina muerte en 1992 en Madrid dio

inicio a la construcción del mito en torno a Ba-con. Por ello, cuando hace algunos años apareció la serie de dibujos (que se exponen en el institu-to Cultural de las Condes), el mismo mercado del arte que tanto detestó se encargó de poner un manto de misterio en torno a la veracidad de estas realizaciones. Asunto que inmediatamente hizo pensar a sus estudiosos en la idea de taller que habitaba en la mente del artista. obviamen-te, en esa noción de estudio el dibujo no ocu-paba un lugar preponderante, porque muchas de sus pinturas así no lo requerían. Prueba de ello fue la gran cantidad de fotografías sacadas de diarios, revistas y postales que en un estado de total dispersión convivían con ese caos calmo que sólo el genio del pintor supo comprender.

Sin embargo, ello no significaba que no tuviese interés por el oficio gráfico. De hecho, en sus viajes por italia y España dedicó parte del tiempo a esta actividad y el acto de dibujar representó para él una manera íntima y privada -a la manera de un diario de vida- de analizar su fascinación por la condición humana, constituyendo con los años otra rareza que se agregó a su ya complejo mito artístico.

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«I mpresión, sol naciente». Este cuadro, expuesto por prime-ra vez en el Salón de 1874, dio nombre a la nueva pin-

tura que surgía -el Impresionismo. Pero el interés del cuadro no se limita a este dato histórico: más de un siglo después, él mantiene su capacidad de emocionar-nos, en la simplicidad de sus elementos y en la intensidad de su atmósfera lumino-sa. Si él señala históricamente el inicio del Impresionismo, anuncia también el surgimiento de un nuevo y extraordina-rio pintor cuya obra marcará la visión pictórica de nuestro tiempo. No cabe duda que, en este amanecer brumoso e incendiado, hay un soplo de Turner, pero hay igualmente un nuevo sentido del color y del espacio, la pincelada viva y sensible que diluye los objetos y deja en evidencia la pintura, el acto de pintar.

Monet descubre una armonía mez-clada de lo concreto y de lo abstracto, las fronteras impalpables del mundo objetivo y de la subjetividad. A través de las décadas, a través de paisajes y figuras, de montes de heno y campos floridos, de catedrales, de marinas y nenúfares, cami-nará hasta la sinfonía final y apoteósica de los paneles del Orangerie. Como en un templo -una Capilla Sixtina al revés, sin figuras humanas ni divinas, en tono bajo, música de cámara, nocturno para piano, allí puede vivirse la experiencia de un lenguaje que quiere decir lo indecible, o lo invisible: de determinada distancia se ven, aunque imprecisas, las flores, las hojas, los ramos, que las pinceladas sugieren… pero, un paso al frente y ellas en manchas se transforman; otro más, y es como si nosotros mismos, especta-dores, fuésemos a caer en aquel abismo, asimilados por su espacio de sueño -el abismo de la pintura.

[ poética visual | por ferreira gullar ]

No cabe duda que, eN

este amaNecer brumoso e

iNceNdiado, hay uN soplo

de turNer.

Ferreira Gullar es el poeta y crítico de arte vivo más importante de Brasil. Fundador, en 1959, del grupo poético Neo-concreto, el también biógrafo, dramaturgo y pintor tiene decenas de trabajos publicados, y la incuestionable calidad de su obra le ha significado tres nominaciones al Nobel de Literatura.

Claude Monet «Impresión, sol naciente» (1872).Óleo sobre lienzo48 cm x 63 cm

William Turner«Lluvia, vapor y velocidad. El gran ferrocarril del Oeste» (1844).Óleo sobre lienzo91 x 121,8 cm

MONET Y LO INVISIBLE

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Literatura

La Panera I 13

brújuLa Literaria

Feliz a través de los sentidos

Hay libros que encantan desde el comienzo. «La mujer que buceó dentro del corazón del mundo» es uno de ellos. Su autora, la

mexicana Sabina Berman, es psicóloga, dramaturga, na-rradora, ensayista, directora de teatro y cine. Su tema es la diversidad (humana y animal). Hay en ella ciertas constantes, como el humor y la ironía; la desconfianza ante el discurso oficial y la subversión. Todo lo que ha plasmado en esta nueva entrega, que ha sido un éxito rotundo. Y razones no faltan.

Su protagonista, Karen Nieto, se define como un ser con capacidades diferentes. así es como, durante cua-renta años, ha sabido llevar su autismo, el que nos narra en su cuaderno de notas. Si bien tiene claros proble-mas de adaptación (no mira a los ojos, no da la mano para saludar, se cuelga de un arnés para pensar mejor), va enamorando al lector con sus elucubraciones y su incapacidad para disfrazar la realidad con metáforas o eufemismos.

Karen no miente, no sabe cómo hacerlo. Dice las co-sas tal cual se le ocurren y, entre frase y frase, va des-plegando un discurso ecológico que cala profundo. De hecho, estudia Zoología, aunque la suspenden de la ma-yoría de los cursos. Con todo, llega a ser la empresaria más grande de la pesca del atún a nivel internacional.

Su historia, por momentos, recuerda a la de Forrest

Gump. Claro que con más jalapeño y menos sucralo-sa. Su periplo va más o menos así: a los 13 años pen-só en una pesca del atún sin violencia ni congelación. una década después, un multimillonario se apareció en su casa de Mazatlán con vistas a internacionalizar el negocio. Luego, Karen creó unas atuneras paraísos, que los atunes agradecieron desovando en el lugar y fertilizando los huevos. No tardó en intervenir la Mili-cia de Liberación de los animales, que destruyó la fase industrial del proceso, de lo que le surgió una nueva idea: transformar sus atuneras en la única reserva viva del planeta.

La novela deja en claro que el autismo de la prota-gonista le ha proporcionado una serie de capacidades cognitivas que la convierten en un verdadero genio. Karen ama a Darwing y odia a Descartes. ella existe, luego piensa… si puede. “Creo que sostener a diario la fantasía de que uno primero piensa y luego existe es lo que hace tan cansado ser un ser humano, o en mi caso, pretender serlo. Creo que es lo que hace a los humanos estar siempre incómodos ahí en donde están; y creo que esa incomodidad es la que los hace estar siempre pensando en otras cosas en lugar de lo que tienen ante los ojos”.

La novela se lee fácil, divierte y conmueve. un tratado sobre la diferencia y la libertad de ser uno mismo.

[ retweet]

anagrama_mexico: “La mayor cualidad de este libro es, sin duda, su honestidad”. Michel Houellebecq, a cargo del prólogo de «Una novela francesa». edeljuarez: En «Una novela francesa», Beigbeder pasa de la melancolía del recuerdo al relato de su detención. paolatinoco: Buen comienzo de lunes con una nueva obra de Frédéric Beigbeder, ¡divertida como él! Belategui: Beigbeder se pone tierno y nostálgico en «Una nove-la francesa» (Anagrama). Unos días en prisión por consumo de coca tienen la culpa. MedelElena: Buena racha de buenas lecturas: «Una novela francesa», de Frédéric Beigbeder. ¿La mejor de las suyas? Sí, al menos para una servidora.

erika_alvarez: Después de un buen libro de Beigbeder, a ver qué tal están los «Cuentos de la selva», de Horacio Quiroga. morenokarlos: «13,99 euros», de F. Beigbeder, todo un bálsa-mo venenoso y antídoto iracundo para quienes pasamos por la producción publicitaria. MattijsGlas: Beigbeder, Bret Easton Ellis, Jay McInerney, Jack Kerouac, Henry Miller, Georges Pérec, Sylvia Plath, J.D. Salinger, José Saramago.... storytellerve09: Beigbeder es un autor fantástico. rodrigorojas1: “Lo fastidioso de la resurrección es que antes hay que morir”, dice Beigbeder en el libro que que estoy leyen-do ahora. Yo suscribo.

Retweet (RT): Mensaje (tweet o enlaces) de un usuario de Twitter reenviado a sus seguidores.

DURAnTE DIEz AñoS, FRéDéRIC BEIGBEDER MEzCLó SU TRABAJo PUBLICITARIo Con CoLABoRACIonES CoMo CRonISTA DE LA noCHE o CRíTICo LITERARIo. Con «13, 99 EURoS» EnCABEzó PoR MESES LAS LISTAS DE BEST-SELLERS Y, DE PASo, FUE DESPEDIDo DE LA AGEnCIA DE PUBLICIDAD En LA QUE ERA Un BRILLAnTE CREATIvo. SU nUEvA PRoPUESTA ES «UnA novELA FRAnCESA».

quora

Marc Bodnick (adicto a la literatura):1. «Moby Dick», de Herman Melville.2. «orgullo y prejuicio», de Jane Austen.3. «Cien años de soledad», de Gabriel García Márquez.4. «Lolita», de vladimir nabocov.5. «Anna Karenina», de León Tolstói.6. «Finnegans Wake», de James Joyce.7. «1984», de George orwell.8. «Las aventuras de Huckleberry Finn», de Mark Twain. 9. «Si una noche de invierno un viajero», de Italo Calvino.10. «El guardián entre el centeno», de J. D. Salinger. Ani Ravi (lectora):1. «orgullo y prejuicio».2. «Anna Karenina».3. «Historia de dos ciudades», de Charles Dickens.

Sarah K. Cowan (doctora en Sociología):1. «El extranjero», de Albert Camus. Bob Hillman (lector): 1. «Las aventuras de Augie March», de Saul Bellow. 2. «Los detectives salvajes», de Roberto Bolaño. Danielle Maurer (escritor):1. «Duna», de Frank Herbert. 2. La segunda serie de «Las cróni-cas de Amber» (Trumps of Doom), de Roger zelazny.3. «Jane Eyre», de Jasper Fforde.4. «La comunidad del anillo», de J.R.R. Tolkien.5. «El retrato de Dorian Gray», de oscar Wilde. 6. «La travesía del viajero del Alba» (Las crónicas de narnia), de C.S. Lewis. Sarah E. Rogers (graduada en Escritura Creativa):1. «Mrs. Bridge», de Evan Connell.

¿QUé novELAS TIEnEn LoS MEJoRES CoMIEnzoS?

«La mujer que buceó dentro deL corazón deL mundo»Sabina bermanDestino316 páginas$12.300

“Soy católico, apostólico y romano, pero no ingenuo”, general Augusto Pinochet (1915-2006).

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Literatura

14 I La Panera

Flaubert, Joyce y beckettLos comediantes estoicos

Un ensayo sobre la novela como la entendemos hoy, donde no hay una oralidad que la acompañe, sino un complejo aparataje de palabras y signos que sólo encuentran sentido en la lectura silenciosa y en la obra impresa. es lo que nos propone el crítico literario Hugh Kenner en tres vertientes íntimamente ligadas: la ilustración, el inventario y el impasse.

«Flaubert, Joyce y beckett. los comediantes estoicos»Hugh kennerFondo de Cultura Económica150 páginas$7.500

Flaubert y sus principales herederos, Joyce y Beckett, llevaron adelante la novela como una máquina de saber.

Por Carolina andonie draCos

G racias al Fondo de Cultura Eco-nómica llega al mercado en cas-tellano un libro que conjuga a tres grandes de la literatura mundial:

Gustave Flaubert, James Joyce y Samuel Beckett. Su autor, Hugh Kenner, uno de los más reconocidos críticos literarios de lengua inglesa, publicó en 1962 un volumen a par-tir de una serie de charlas cuyo centro era “la escritura sin voz”, es decir, alejada de la tradi-ción oral, determinada por la distancia entre el lector y quien escribe, que se convertiría en la base de la literatura moderna.

«Flaubert, Joyce y Beckett. Los comedian-tes estoicos» parte señalando que estoico es aquel que considera, sin pánico y sin indife-rencia, que el abanico de posibilidades que está a su alcance tal vez es grande, tal vez pe-queño, pero cerrado, “como un novelista que llena cuatrocientas páginas vacías mediante el arte de combinar veintiséis letras diferentes o un héroe consciente de que al desafiar a los dioses obedece, no obstante, su voluntad”.

Bajo esta premisa, Kenner se remonta a la revolución de Guttenberg como hito fun-dacional, ya que transformó la composición literaria en un acto potencialmente estoico. Recordemos que antes de la imprenta, escri-bir era una actividad sujeta a la presunción de que las palabras elegidas serían animadas por el habla.

En la actualidad, nos hemos acostumbrado a leer en silencio, es más, hemos sido adies-trados en una cultura totalmente tipográfica y, para Kenner, tal vez ésa sea la habilidad que distingue al hombre del siglo XX.

“Flaubert y sus principales herederos, Joyce

y Beckett, llevaron adelante la novela como una máquina de saber. Los comediantes es-toicos supieron mantener a raya la máquina productora de novelas. Los tres son sus pro-pias y más perfectas invenciones, y los libros que crearon registran un siglo de historia in-telectual con fidelidad”.

Página a página, este ameno ensayo nos de-muestra que al comediante estoico le resulta evidente que el trabajo del escritor consiste en escribir, aunque con cierta desventaja, ya que, a diferencia de otros, redactar un libro le toma por lo general más de cinco años. ¿La razón? Su trabajo implica diccionarios, listas, investigación y atados de documentos.

FlaUBerT,comediante de La iLUstraciÓn

Flaubert es el primero de los comediantes estoicos que, obedeciendo escrupulosamente las reglas del juego, se dio cuenta de que cues-tionaba al conjunto de la Ilustración, en cuyo curso el propio juego había sido inventado. Puesto que la Ilustración había concebido el mundo moderno, Flaubert desembocó final-mente en la redacción de una narración de alcance enciclopédico.

Nos encontramos, pues, frente al artesano más escrupuloso de prosa narrativa que el mundo haya visto, el hombre para quien la historia de un adulterio de provincia se con-virtió en la obra de cinco años («Madame Bo-vary»). “Emma y León han sido creados para hablar como se habla en los libros, y los diá-logos de Flaubert alcanzan sus mejores regis-tros cuando los libros se encuentran a cierta distancia”.

«Madame Bovary» es una obra acerca de

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una mujer que ha leído novelas. “La propia Emma Bovary hubiese sido inimaginable sin libros, cantidad de libros como aquellos a los que la propia novela se aproxima, llena de diá-

logos muy al estilo de los que ella tenía con su esposo y sus diversos amantes”.

Para demostrar su punto, Kenner trabaja además con «Bouvard y Pécu-

chet» y «Diccionario de los lugares co-munes». Respecto a este último, afirma

que es un manual para escritores: “Puesto que el arte tiende a lo general y el com-portamiento humano tiende al estereotipo,

volvemos al hecho de que el artista supre-mo es el experto en clichés y no puede hacer nada mejor que imitar, tan cerca como le sea

posible, los métodos del escritor mediocre. Si el ‘Diccionario’ es inútil como guía de con-versación, no lo es para el escritor, y el escri-tor que lo usó fue el mismo Flaubert, quien parecía haber recorrido entrada por entrada precisamente como quien quiere convertirse en novelista por correspondencia”.

JaMes JoYCe, comediante deL inVentario

Para entender a Joyce, lo mejor es visualizar las dificultades de un lector extranjero para lidiar con las palabras. Es fácil advertir la ma-nera característica de escritura de Joyce, quien continuamente evade patrones normales del inglés, por ejemplo, colocando la locución adverbial antes del objeto (“con la punta del dedo se llevaba a la boca algunas migas olvi-dadas”), además de situar el adverbio donde ejercerá un acento frente a los demás miem-bros de la oración.

Claramente, estas no son las maniobras de un hombre que habla, sino de uno que escribe: un hombre que toma doce o catorce palabras escogidas y determina en qué orden deben desplegarse. Para Joyce, un día muy produc-tivo eran dos oraciones. En una ocasión, un amigo le preguntó si estaba buscando la pala-bra exacta, a lo que él contestó: “La palabra la tengo, lo que busco es su perfecta disposición en la oración”.

Como vemos, las exigencias que Joyce plan-tea a su lector serían imposibles si el lector no tuviera el libro en sus manos. Más aún, la concepción entera del «Ulises» depende de la existencia de algo que los escritores anteriores consideraron como la simple envoltura para sus mercaderías: un texto impreso cuyas pági-nas están numeradas.

Kenner apunta que los estudiosos de Ale-jandría vivieron en una cultura de manuscritos, cuyas convenciones proyectaron sobre su autor. “Joyce, sin embargo, sí se demoró en un ma-nuscrito y leyó con atención pruebas de galera y también pruebas finas. ‘La Odisea’ es para Homero una transcripción de lo que el bardo recitaba: algo que vivía con toda exactitud en su memoria, y que se transfiere a la memoria del escucha de una manera menos exacta”.

La más profunda de las transformaciones homéricas de Joyce es que el texto de «Uli-ses» no está organizado en la memoria y des-plegado en el tiempo, sino que se organiza y despliega en páginas impresas para las que fue concebido desde un principio.

saMUel BeCKeTT, comediante deL IMPASSE

Beckett tomó la novela en el punto en el que su precursor la había dejado. Hay una especie de justicia simbólica en su larga amistad per-sonal con Joyce, y en el hecho de que ambos prefiriesen realizar sus operaciones con el capital de Flau-bert. Pues Beckett es el heredero de Joyce de la misma manera que Joyce lo es del francés. Cada uno de estos irlandeses encon-tró un nuevo comienzo en el impasse al que su predecesor parecía haber llevado la forma narrativa. “Beckett en particular, por un acto de superantagonismo, buscó resolver el pro-blema: cómo salir de un impasse, eliminando los hechos y escribiendo sobre el hombre solo. Por ello, comenzó donde el ‘Ulises’ había lle-gado con la comedia del inventario. Hizo eso en ‘Watt’, su última novela escrita en inglés, y el punto de partida de ‘Watt’ es el capítulo de Ítaca del Ulises”.

De este modo, como lo evidencia también “Cómo es”, Beckett ha sido el primer escritor que aprovecha de manera directa la verdad más general acerca de las operaciones de un comediante estoico: que él elige elementos de un conjunto cerrado y luego los ordena den-tro de un campo cerrado.

«Flaubert, Joyce y Beckett. Los comedian-tes estoicos» es un libro imperdible, una pro-puesta exhaustiva sobre las posibilidades de la ficción.

“Los tres son sUs ProPias y

más Perfectas inVenciones,

y Los Libros qUe crearon

registran Un sigLo de Historia

inteLectUaL con fideLidad”.

Rosa

Rio

BRio

nes

”Nosotros somos Junta, porque estamos Juntos”, Almirante José Toribio Merino (1915-1996), integrante de la Junta de Gobierno.

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Libros

16 I La Panera

Por J.C. RamíRez

n los años 50 no había otro ilustra-dor como Edward St. John Gorey (1925-2000). Y eso complicaba a los jefes de las editoriales que recha-

zaban sus trabajos una y otra vez. Sus dibujos, hermosos pero oscuros; demasiado detallistas para jugar con el absurdo; infantiles pero con adultas referencias a la muerte, contrastaban con la luminosidad de la postguerra estado-unidense.

Para más remate, Gorey gustaba del con-cepto nonsense heredado de Lewis Carroll (1832-1898) o Edward Lea (1812-1888). Un recurso literario (fácilmente aplicable a las ilustraciones) donde el absurdo y lo humorís-

tico alteraban el relato convencional, llevándolo a otro territorio.

Sin embargo, el trabajo de Gorey (desperdigado en un centenar de libros-objeto) era esencialmente triste. O, si queremos usar una metáfora meteorológica, como esos momentos antes

de un temporal, con nubes negrísimas, mucho viento y

marejadas. No por nada sería la máxima influencia de Tim

Burton, del personaje Emily The Strange y de cierta estética dark que jamás

pierde vigencia. Es que Gorey era un excéntrico: enfundado

en un abrigo de piel de mapache, zapatillas Converse, un aro en cada oreja y anillos en todos los dedos, recorría la ciudad, asistien-do cada noche a una función del New York City Ballet. Al terminar la temporada se iba a una casa victoriana de doscientos años de antigüedad, donde tenía una colección de ca-laveras, ositos de peluche, cruces celtas y gra-baciones del «Mesías», de Händel.

Y aunque odiaba que lo trataran de góti-co, alguna vez confesó que antes de cumplir siete años en su casa de Chicago ya se había devorado «Drácula», «Alicia en el país de las maravillas» y «Frankenstein».

UNa LÁPIDa CoMo ESCrITorIo

Su fama de bicho raro creció durante su vida universitaria. Mientras estudiaba fran-cés en Harvard -y ayudado por su amigo, el poeta Frank O´Hara- robó una lápida de un cementerio cercano, convirtiéndola en escri-torio. Allí iría naciendo el estilo que lo haría célebre. Primero, diseñando portadas de libros de Franz Kafka (1883-1924) o Marcel Proust (1871-1922) para la editorial Doubleday. O las ilustraciones de textos de T.S. Eliot (1888-1965), Charles Dickens (1812-1870) y John

El oscuro caballEro

quE ILuMInó a una gEnEraCIón

Se paseaba por la nueva York de los años 50 con abrigo de piel, aros y zapatillas. usaba de escritorio una lápida. Disfrutaba

del ballet, los gatos y el diseño de vestuario. no le gustaban ni las mujeres, ni los hombres. Y cuando sus extraordinarios

dibujos fueron rechazados, armó una editorial independiente. así construyó un universo poblado de casas victorianas y de

personajes melancólicos. adivinen de dónde vienen el estilo de Tim Burton, Emily The Strange y la estética dark moderna.

Edward Goreymítico ilustrador

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La Panera I 17

Updike (1932-2009). Pero ya se estaba cansando de vivir de las

obras de los otros. Recorrió varias editoriales con su primer libro, «El arpa sin encordar», que trata, con un detalle exquisito, sobre la vida del señor Earbrass, un escritor que asiste a cócteles, revisa reseñas y se desespera con la página en blanco.

Pero a nadie le interesó publicarlo, así que Gorey inventó una editorial: Fantod Press. Era 1953. Recién quince años después este li-bro comenzaría a repuntar en las ventas, gra-cias a su estatus de “escritor de culto”. Algo que le sorprendía.

Su consagración vendría en los 70, cuan-do se editaron las imprescindibles antologías «Amphigorey» (1972) y «Amphigorey too» (1975). Una panorámica de su obra donde abundan los árboles-esqueletos, niños perdi-dos, ausencia de sol y un extrañísimo sentido del humor.

“Mis admiradores son desde dulces viejeci-tas a adolescentes distraídos que a veces gol-pean mi puerta. Voy al mismo local a desayu-nar y almorzar. La mayoría de los clientes son los mismos. Pero de vez en cuando alguien se acerca a mi mesa y dice ‘tengo un libro suyo en el auto, me lo podría firmar?’. Y yo pienso, ¿Qué hace un libro mío en tu coche...? ”.

ToDoS FuIMoS NIÑOS-mONSTRUOS

“No sé si de verdad recuerdo cómo era ser niño. En mi obra uso mucho a los niños, porque son tan vulnerables...”, decía Gorey. Porque, aunque su obra sea básicamente para

niños, él ha reconocido que no le gustan. Bas-ta leer «Los pequeños macabros», donde cada letra del alfabeto corresponde a un chico tris-te. “La A es de Amy, que rodó por una esca-lera. La B es de Basil, atacado por unos osos. La C es de Clara, que se consumió sin reme-dio”; “La E es de Ernest, que se atragantó con un melocotón”; “la G es de George, asfixiado bajo una alfombra”; “la N es de Neville, que falleció de puro tedio”; “la Z es de Zillah, que bebió demasiada ginebra...”.

En «El dios de los insectos» desaparece una niña que juega en el parque, mientras la niñe-ra se vuelve loca y sus padres esperan noveda-des en su mansión victoriana.

«La pareja odiosa», otra historia parti-cularmente inquietante, fue rechazada por Robert Gottleb, editor de Simon & Shuster. ¿Su trama? Una pareja infértil mata niños en venganza por su condición. Hasta que dejan olvidadas en un bus las fotos de sus asesinatos y son descubiertos. “Robert me dijo que no era gracioso. Y yo le dije: ‘Claro que no es gra-cioso, Bob, qué forma tan peculiar de pensar la tuya’ ”, contaba Gorey.

EL aNTI-NOVeLISTa grÁFICo

Según el escritor y profesor mexicano Al-berto Chimal (1970), lo más interesante de Gorey es su carácter de “anti-novelista grá-fico” con un trabajo que cuestiona desde el principio, y explícitamente, las rutinas de la narrativa occidental.

“Su aspiración es evocar y sugerir, apuntar a lo que se encuentra en los límites del lenguaje

(de los lenguajes: el texto y la imagen) y, por lo tanto, no puede ser sino marginal, un ‘raro’ entre los meros repetidores y adaptadores de la for-ma novelesca. Pero su ejemplo es análogo, por lo tanto, al de Georges Pérec, Milorad Pavic y otros grandes experimentadores del siglo XX: su labor, incluso ahora, sigue siendo mostrar las zonas inexploradas de su arte y las sombras de la conciencia humana que aguardan en ellas”, escribió para Literalmagazine.com.

Nunca sabremos si el viejo Gorey estaba de acuerdo. Para él era un asunto mucho menos cerebral:

“Simplemente confío en mi inconsciente para producir nuevas ideas. Recuerdo que cuando era más joven y sólo había publicado un par de libros, pensaba ‘Oh, Dios mío, ¿qué pasa si no tengo otra idea en mi vida?’. Pero nunca he tenido un bloqueo de escritor por más de dos minutos”.

Además de dibujante, talentoso diseñador de vestuario (en 1978 ganó el prestigioso Tony) e interesado en el teatro Kabuki y en el Surrealismo francés, cuando le preguntaban por qué un tipo tan interesante como él no tenía pareja, contestaba: “Creo ser afortuna-damente hiposexuado. En realidad, prefiero estar solo”.

Aunque aseveraba que “no se puede vivir para siempre, pero me siento perfectamente bien”, ya reconocía su legado. “Sé lo que es ser una pequeña celebridad. Mi nombre ha aparecido en reseñas o dicen que algo es muy edwardgoreyiano. Eso sucede bastante segui-do. Así que siento que he dejado una pequeña marca en alguna parte”.

la reedición que llega a chile

La editorial Zorro Rojo está publicando la obra de Gorey en el formato original. Libros-objeto, pequeños y ordenados en cajas como «La fábrica de vinagre», un tríptico que incluye «El dios de los insectos», «El ala oeste» y «Los pequeños macabros», además de una guía del universo Gorey. También están disponibles los libros individuales (y tal como el autor los quiso ver editados) «La niña desdichada» y «La bicicleta epipléjica».

Disponible en www.prosaypolitica.com

“Se abre la tumba y al fondo se ve el mar”, el poeta Vicente Huidobro (1893-1948) pidió este verso de «Altazor» como epitafio.

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Cine

18 I La Panera

Por Vera-Meiggs

N o hay brújula posible para nave-gar en los canales del archipié-lago Raúl Ruiz, porque aquí no hay norte magnético, más bien

hay sur, pero no es muy magnético, sino una inclinación que no niega otras posibilida-des. Todas las posibilidades son explorables e igualmente valederas: ni de izquierda ni de derecha, sino todo lo contrario. Cualquier ca-nal abierto puede no tener salida y cualquier estrechez improbable se abre a océanos in-conmensurables. Ruiz era un barroco, por lo que ser hijo único de una chilota le quedaba muy bien. Que su padre fuera marino mer-cante era tan adecuado como la improbable fecha de nacimiento de Roberto Matta (11-11-11).

Puerto Montt en 1941 comenzó a contar el reloj vital de este hijo único, tímido y ju-guetón, cuyo imaginario estaba desde siem-pre poblado de mitología chilota y filmes de vaqueros, de Flash Gordon y de películas de matinée, como se decía en la época. Navega-ciones y regresos eran los componentes prin-cipales de una vida de provincia profunda y rica en referencias geográficas que nunca lo-graron abandonarlo. Por eso definía su vida por el vaivén de ir y volver, pero siempre mi-rando en el sentido opuesto al del viaje.

El laberinto fue una de sus figuras retóricas favoritas y se los anduvo inventando de una u otra manera desde los años puertomonti-nos, que terminarían antes de su adolescencia con el traslado a la zona central. Para aquel entonces ya se devoraba todo lo que pudie-ra estimular su imaginación y sería así para siempre: un omnívoro.

ProDUCTIVIDAD siN rePresas Quiso estudiar música, para la que recono-

ció pronto no tener talento, pero se dio una amplia cultura sobre el tema, lo que después le permitiría una gran fluidez en su utilización para el cine. Jorge Arriagada, su mayor cola-borador en este terreno, afirma que las peti-ciones de Ruiz no iban por el lado de “ponme una musiquita por acá”, sino que eran del tipo “necesito un glisando en tono menor y des-pués siete compases con percusión en sordina

INDICACIONES PARA UN LABERINTO SIN SALIDA«Tres TrisTes Tigres» (1968)su debut partió en dos la historia del cine chileno. Posee algunas de las secuencias que mejor nos definen como cultura, debidas a la feliz coincidencia de la imaginación visual de ruiz y la extraordinaria habilidad del camarógrafo argentino Diego Bonacina, cuya cámara se funde con el deambular etílico del mundo que retrata, borrando toda frontera eventual entre encuadre y acción. si no fuera por su famoso Chacal, Nelson Villa-gra igualmente merecería la inmortalidad por su rol protagónico. shenda román es un prodigio de actuación cinematográfica, Luis Alarcón era ya la encarnación perfecta del hombre medio chileno que tan bien desarro-llaría después. Difícil encontrar otra película chilena tan bien actuada.

«LA exProPiACióN» (1971)Casi un chiste sobre la reforma Agraria y sobre la situación general del país en aquellos difíciles años. Nemesio Antúnez y Delfina guzmán son una pareja de terratenientes que deciden entregar el fundo fami-liar, pero los fantasmas de la familia se oponen. Una verdadera alegoría de lo que estaba por suceder.

«PALomiTA BLANCA» (1973)Uno de los mayores éxitos de la literatura chilena y una de las películas más célebres del autor. Nuevamente rr se las arregla para resumir en algunas cuantas secuencias las claves de los tiempos que se viven y en las que el humor es protagonista. si bien no todo está resuelto y la técnica era un tema pendiente en la época, la película es el cierre brillante del primer período chileno de ruiz.

Todas las posibilidades son explorables e igualmente valederas: ni de izquierda ni de derecha, sino que todo lo contrario. El torrente de su producción francesa, que supera las cien películas, lo consagró entre los más grandes cineastas de la segunda mitad del siglo XX.

RAúL RUIzLos PrImEros sETEnTA Años DE

Vera Meiggs es director artístico

con mención en cine (U. Católica);

historiador y crítico de cine (universi-

dades de Florencia, siena y roma). se ha desempeñado

como director escénico; director y guionista cinemato-

gráfico; comen-tarista de cine en prensa escrita y

televisión; profesor de cine en varias

universidades.

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La Panera I 19

descendente”. Después quiso ingresar a un seminario (sí, para ser sacerdote) e intentó le-yes también. No perseveró en ninguna de las dos cosas porque estaba creando cien obras de teatro y no precisamente “en la medida de lo posible”. Las escribió porque simplemente no podía contenerse. La mesura fue siempre una cualidad faltante en Ruiz, el desparramo ba-rroco y la incontinencia narrativa lo habrían ahogado si no fuera por su capacidad de so-breponerse a todo ello a través de una destre-za formal de enjundia y a una cultura amplísima con la que buscaba cubrir to-das las distancias posibles y que lo traían siempre de vuelta a su punto de partida. Después de todo, la redondez (raíz de toda concepción barroca) del mundo impide que algo se encuentre demasiado lejos de Puerto Montt.

Sergio Bravo («Mimbre») y Nieves Yanko-vich («Andacollo»), padres del documental chileno, alguna vez polemizaron sobre cuál de los dos le había prestado primero una cámara al joven genio para filmar uno de sus dramas. Se trataba de «La maleta» (1960), una peli-culita inconclusa de la que intentó borrar su existencia, pero que fatalmente vendría a ser recuperada en años recientes.

Estudiaría cine en la argentina Escuela de Santa Fe e intentaría un largometraje en Buenos Aires con Lautaro Murúa de prota-gonista, que quedó inconcluso, como otros intentos similares, pero lo más definitivo de su formación serían los dos años de escritura de folletines televisivos vividos en México. A estas alturas, sus héroes gringos se habían ido empequeñeciendo y en paralelo los france-ses habían comenzado a crecer con peligrosa desmesura. Para entonces, Godard aparecía como la redención del cine desde sus ataduras industriales y Ruiz se reconocía fácilmente en ese modelo. Con el tiempo, Godard seguiría la suerte del Llanero Solitario.

Cuando pudo estrenar «Tres tristes tigres» (1968), financiada con las jubilaciones de los amigos de su padre, Ruiz ya era famoso como autor, aunque nadie había visto sus películas. Basada en una conocida obra de teatro de

Alejandro Sieveking, la película fue un es-perado fracaso de público, pero eso no hizo sino cimentar una fama que se veía venir. No estrenaría nada en nuestro circuito comercial hasta veinticinco años después, cuando «Pa-lomita blanca» le daría su mayor éxito de ta-quilla en Chile, hasta ahora.

Filmaba ya sin represas productivas, aun cuando la realidad local estaba lejos de alcan-zar niveles satisfactorios en lo cuantitativo. Era también profesor de taller de la primera

generación de cineastas de la Escuela de Artes de la Comunicación de la UC, pero no tardaría mucho en entrar en conflicto con las autoridades. Sin embar-go, sus peculiares estrate-gias pedagógicas dejarían una profunda huella en los estudiantes, incluyen-do a quien escribe, y es-pecialmente en Cristián

Sánchez, quien con el tiempo se reconocería como su más cercano discípulo y el único que puede exhibir una obra numerosa.

CHisTeCiTOs CHILEnos

Pero vino el golpe de estado y sus nefastas consecuencias para el cine nacional. En 1974, Ruiz y su esposa, Valeria Sarmiento (porte-ña, montajista y luego realizadora), llegaron a Alemania Oriental “muertos de la risa” para iniciar un largo exilio. Reían como respuesta a la catástrofe y se inventaban todo tipo de his-torias y recopilaban chistes de humor negro, lo que no agradó nada a los alemanes. Llegaron rápidamente a Francia y poniéndose un poco más serios realizaron, en conjunto con un gru-po de amigos ( Jacqueline Mouesca, Ely Menz, Carla Cristi, Luis Poirot, Sergio Hernández, Percy Matas), una película encantadora, pero que caería aún peor que los chistes en Alema-nia: «Diálogo de exiliados» (1974). La pruden-cia les aconsejó algunos viajes por el norte de África mientras se calmaba la tormenta políti-ca que el “chistecito” había suscitado.

Después vendría el torrente de su produc-ción francesa que supera las cien películas y que lo consagró entre los más grandes cineas-tas de la segunda mitad del siglo XX.

«DiáLogo De exiLiADos» (1974)Un chiste corrosivo como pocos, pero también lúcido y valiente. Atre-verse a desmitificar el exilio en aque-lla época fue un acto de indepen-dencia que hoy se aprecia en toda su magnitud. el uso de los espacios cerrados, del plano-secuencia y de los contrapuntos anuncian las obras geniales del período siguiente.

«HiPóTesis De UN CUADro roBADo» (1978)suerte de sátira de los pedantes documen-tales de arte de la TV europea, la película sirvió para consagrarlo ante el público de ese continente como uno de los cineastas más originales del mundo. exasperante en su ritmo, pero fascinante como enigma especulativo, admite múltiples lecturas, aun cuando parece imposible llegar al fondo de su laberinto de referencias.

LIBROS ESENCIALES:

«Poética del cine» raúl ruiz (editorial sudamericana, 2000).

«Conversaciones con raúl ruiz» edición a cargo de eduardo sabrowsky (ediciones Universidad Diego Portales, 2003).

«el cine de raúl ruiz» Ascanio Cavallo (Uqbar, 2010).

«Aventura del cuerpo» Cristián sánchez (ocho libros, 2011).

HIjo únICo, TímIDo y

jUgUETón, sU ImAgInArIo

EsTAbA PobLADo DE

mIToLogíA CHILoTA y fILmEs

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«LAs Tres CoroNAs DeL mAriNero» (1982)era una de sus películas favoritas. Parecía pro-venir tanto de la mitología chilota, como de los relatos de Conrad o Klossowski y del «Holandés errante», de Wagner. De prodigioso virtuosismo formal y notable inventiva narrativa, rr llega a la cumbre de su madurez como autor, a pesar de que extrañamente pareciera esconderse en los abundantes rincones de esta barroca aventura sobre el eterno retorno.

“Es que a mí no hay que creerme nunca: a un surrealista no hay que creerle”, pintor Roberto Matta (1911-2002).

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Cine

20 I La Panera

Ruiz siempre había tenido un sentido del humor muy chileno: delirante, corrosivo, ne-gro y falsamente ingenuo. Sostenía que el 50% de las posibilidades de éxito de una pelí-cula chilena había que concedérselo al humor. Y la verdad es que toda su obra no hizo sino reafirmar dicha postura. Comentando la exhi-bición en Londres de su versión de «Ricardo III» (en la que las reinas están interpretadas por travestis, los muertos son acarreados en coches de guagua y se supone que la acción ocurre en Liliput), Ruiz señaló: “A los ingle-ses les encantó. Como yo soy chilote, a ellos les pareció perfectamente legítimo que le fal-tara el respeto al tal Shakespeare”.

“Entre Condorito, Nicanor Parra y Roland

Barthes está la cosa”. Así se podría intentar una aproximación -y no muy próxima- de lo que es su obra, tan enorme como ecléctica, tan pedante como chistosa, inevitablemente chile-na y exasperadamente cerebral, como si tuviera miedo de las emociones básicas y simples: eso corresponde al dominio “del doctor Schwarze-negger”, es decir, a la industria de Hollywood.

De su obra, lo más fácilmente verificable es que sigue siendo exigente con el espectador. Ruiz siempre jugó contra las expectativas y los lugares tópicos, produciendo algunos jue-gos fascinantes y otros desconcertantes, nin-guno anodino.

Si su imaginación era desbordante, su pro-ducción enorme y sus registros múltiples, su

inteligencia se nutría de toneladas de litera-tura que lucían mucho más en París, su centro de operaciones, que en nuestros iletrados pa-gos. De esta forma se pudo evitar la confesión personal -o al menos neutralizarla pudorosa-mente bajo múltiples citas-, lo que es otra de las formas chilenas de la inhibición mestiza.

“No cito cosas que me hayan pasado, sino cosas que se me han pasado por la cabeza”.

Pero cuando los disfraces se guardan, los libros se cierran, los malabares de la forma se someten a la línea de un relato único y la dis-ciplina de la lógica se impone sobre todos los aspectos de la puesta en escena. Cuando todo eso se da ¿dónde esconderse? “Mi cerebro no es nada más que un pequeño país”.

«DíAs De CAmPo» (2006)segundo período chileno. Una serie de cuentos costumbristas de Federico gana mezclados con algunas historias propias y ajenas, con referencias a sus lugares canónicos y familiares. Concentración y magnetismo en grado sumo, mucha seducción visual y una desconcertante sensación de melancolía total.

«Los misTerios De LisBoA» (2010)Cuatro horas y media de folletín portugués ambientado a todo lujo y exquisítamente filmado. su último gran éxito internacional, aún no exhibido en Chile. se estrenó con cincuenta copias en estados Unidos, lo que es todo un fenómeno.respetuosa del género y de su lenguaje, la película no posee las biza-rrías acostumbradas, pero postula a ser la telenovela mejor filmada nunca vista.

«LA NoCHe De eNFreNTe» (2011)siguiendo a los autores menores de nuestra literatura, en este caso Hernán del solar. Cuando falleció, rr estaba afinan-do los detalles de la post-producción de esta última película filmada en Chile. será sin duda un próximo gran acontecimiento.

«eL TiemPo reCoBrADo»(1999)La más espectacular de sus películas, la más suntuosa y la más desafiante. Adaptar Proust al cine dejó varias víctimas ilustres en el camino: Visconti, Losey, Pinter y schlöndorff. rr triunfó sobre todos ellos y miró a estos aristócratas franceses desde la perspectiva de siempre: la de un niño asom-brado por los absurdos comportamientos de los adultos. Un golpe a la cátedra y, como dijo su autor, “casi una obra maestra”.

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INDICACIONES PARA UN LABERINTO SIN SALIDA

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La Panera I 21

Querido Raúl,

Si te escribo estas pocas líneas, ahora que te has ido, no es con la pretensión de contarme entre tus AMI-GOS, así, con mayúscula, esos con los cuales tejiste una larga y profunda relación en el tiempo, entre luchas ju-veniles, historias y biografías compartidas.

Más bien lo hago para contarte que, desde que tuve la suerte de que nuestras vidas se toparan, me he senti-do un poco hermano tuyo en el transitar por rutas pa-ralelas pero parecidas, labradas en latitudes diferentes, lejos de la tierra en que nacimos, tú por allá y yo por acá; aprendiendo, de a poco, de golpe en gol-pe, a vivir lo ajeno como propio y lo propio con otros ojos, cargados de distancia.

Aprendiendo a ejercer primero el oficio de inmigrante, después ese de la doble na-cionalidad, que es casi como una doble mi-litancia con los afectos, el alma y las raíces partidas en dos… A sonreír con gentileza prefabricada frente a las preguntas inevita-bles y desatinadas: ¿Usted, se siente más chi-leno o francés?... ¿Más italiano o chileno?...

Como si eso fuera relevante o le importa-ra a alguien o que no bastara con los nuevos acentos de la lengua, de acá o de allá, que se van deslizando, lenta, pero inexorablemente en la otra, de allá o de acá, aquella que es la madre, hasta componer una nueva mu-sicalidad, que funde en una sola voz los dos ritmos, los diferentes tonos y tempos y que termina siendo, tal vez, más propia y auténti-ca que la primera, porque es con la que uno termina pensando…

Y todo eso y más, a pesar de que tú afir-mes una y otra vez que el chileno no per-tenece al habla castellana, que es un idioma “flotante”, que se puede usar sin verbos y sin sujeto, o a veces con varios sujetos a la vez, y que tiene la espectacular ventaja de permitirte entender lo que estás diciendo, incluso después de estar un buen rato hablando…

Pero, ¿cómo explicar entonces a los demás que las raíces que permanecían casi olvidadas, logran quebrar esa superficie y se introducen en el nuevo edificio a la menor provocación?… ¿Y que lo hacen sin aspavien-tos, apareciendo en los momentos menos pensados, con los recuerdos, las cosas y la geografía de nuestra infancia a cuestas? Una ronda infantil… La Niña María ha salido en el baile…, un trompo de madera girando, con su púa clavada en un patio de tierra apisonada, unas bolitas de vidrio con su bolón y el “tirito”, un emboque, el infaltable quiltro callejero, las charadas, las adivinanzas, bastan para que, indefensos, nos volvamos a sumergir con renovado asombro en ese mundo que sigue vivo y presente a pesar nuestro y de todo, en nuestro vivir lejos del lugar en donde comenzamos a inventar nuestro recorrido cotidiano al encuentro de nosotros mismos…

En cuanto a ti, Raúl, naciste en Puerto Montt, es cierto, pero, por donde te miren, siempre fuiste chi-lote, por dentro y por fuera, habitado por esa calma reflexiva de isleño acostumbrado al mar, a la lluvia y a unos cielos cubiertos e imprevisibles, capaces de re-

galar su azul de transparencia inigualable a la mínima provocación de ese sol de allá, espléndido y esquivo… Alimentado por un imaginario en el que todo no sola-mente es posible, sino que pertenece a la realidad, con brujos volando o “con perros rosados colgando de los árboles”, como aseguraba tu abuelo…

Como uno más de allí, fuiste brujo y santero, inven-tor de imágenes y narrador infatigable de innumera-bles cuentos, mágicos y reales a la vez. Te atreviste a pasar de un camino a otro, hacia adelante, hacia atrás, hacia el lado, siempre en la infatigable persecución de tus propios sueños, reinventándote a cada paso…

En ese transcurso, lograste juntar y proyectar una enorme multitud de imágenes soñadas, de todos tipos y portes: chicas, grandes, sencillas, menudas, y hasta de rutilante estética barroca. Las fuiste entregando al mundo una tras otra, en una larga e inagotable he-rencia, sin filtros ni adobo, ni acomodos a los gustos estéticos festivaleros. Lo hiciste, juntando y revolvien-do todo en un menjunje, sencillo y sabroso a la vez, sazonándolo a tu gusto, como una de esas humeantes pailas marinas que sólo se crean en la mágica isla que siempre fue tu verdadera patria.

Pero, a nosotros, aquí, en el borde de ese mismo mundo, nos regalaste algo más... Y de eso quiero hablar hoy contigo, amigo Raúl.

De cómo, entre tantas obras que nos has dejado, de esas en las que has volcado lo mejor de tu creatividad y de la estética depurada de tus imágenes, hay una que tiene resonancias más íntimas, más reveladoras de la no identidad que identifica este suelo y nuestra manera de pensarlo, de hablarlo y de vivirlo…

Sí, por supuesto, se trata de “Cofralandes”, tu saga más rica y jugosa, más auténtica y certera. En ella reco-rres los paisajes y la entera geografía del alma de Chile con tu mirada socarrona y llena de ternura. En un ca-leidoscopio de imágenes y personajes, que por su pro-pia cotidianeidad y cercanía se vuelven casi invisibles

a nuestros ojos, nos devolviste el rostro verdadero y casi oculto de esta tierra, bendita “a su manera”.

Como un alquimista, con tu visión de Chile, debajo de la piel de nuestra aparente realidad, desvelaste ante nuestros ojos los huesos, las entrañas y la sangre de nuestro propio cuerpo escondido e inexplorado… Nos lo mostraste completo, sin ahorrar ni “maquillar” nada. Sin mentiras ni eufemismos, confiando en que, al exponer así nuestra realidad, la transmutabas en su mejor metáfora.

Allí vuelven los chinchineros, los viejos pascueros a pleno sol, jurando respetar y honrar su uniforme… Una ronda cantando “la Niña María” con la cara llena de risa… Un tren-cito traqueteando a todo vapor entre un enjambre de animitas… O esos camareros, impecablemente formados e impasibles, golpeando con piedras sus grandes ban-dejas redondas… Todo mezclado en una avalancha de sugerencias que, sin obstáculo alguno, se la enfilan libres hacia la emoción y el recuerdo.

Allí lograste depositar como en ninguna otra parte, sin resistencia alguna, sin falsos pudores, todo tu amor por esta tierra “en la que todo puede pasar”, extraña y en-trañable, que sigue tratando de convertir-se en país, y que, sin embargo, no puede esconder ni negar los anticuerpos que la hacen desconfiar de los espejismos pri-mermundistas de la competitividad, del crecimiento económico, del aumento del PIB, y del volumen de nuestras exportacio-nes, del mercado auto regulador y de otras tantas lindezas parecidas.

Un suelo y un pueblo siempre “en vías de…”, inconclusos, vagos, abiertos e impenetrables a la vez. Provistos de un claroscuro cambiante e inconstante que desconcierta la mirada y la mente de ese trío de cándidos personajes exploradores que inventaste: un gringo, un francés y un alemán, esa especie de cocktail europeo que aterriza de bruces en una realidad que “flota” y que, al igual que el idioma que se usa por es-tas latitudes, se construye y se de-construye a sí misma paso a paso, mientras se va desenvolviendo frente a ellos… y a nosotros, sin preocuparse de que la entien-dan… y la entendamos.

Todo ha terminado aquí abajo, en Cofralandes. Ya se te rindieron los honores merecidos y siempre tardíos, como se estila aquí. Ya se apagaron los sones majes-tuosos y tremendos del “Réquiem” de Mozart y de la cálida voz de Verónica Villarroel, hasta los aplausos es-truendosos que sacaste al irte… La gran iglesia vuelve a su apacible y fresca soledad.

Al salir de allí, en la puerta, me doy vuelta para mi-rar ese espacio ya vacío… Me parece divisar tu silueta que se aleja… Te vas con tu mismo paso calmado que no sabe de apuros, en tu misma postura de siempre: las manos entrelazadas detrás de las espaldas, apenas encorvadas, tu pelo canoso y rebelde que hoy, el 26 de agosto del año del Señor de 2011, brilla de una manera extraña, contra la luz gris de esta tarde nublada de San-tiago de Chile…

A “RAOUL”, ciUdAdAnO de cOfRALAndes

Claudio di girolamoMuralista, ex Director Ejecuti-vo de Canal 13 (1969-1971). Integrante del Ictus, se destaca por su trabajo audiovisual y el largometraje «VI° A 1965» es seleccionado en el primer festival F.I.P.A. de Cannes. Como director tea-tral recibe el premio otorgado por el CELCIT. Creador de la Escuela de Cine U. Arcis. Conductor de «Bellavista 0990». En 1997 asume como Jefe de la División de Cultura. En 2001 recibe la Orden Gabriela Mis-tral por su aporte al arte y la cultura.

[ retratos | POR Claudio di girolamo ]

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Gestión Cultural

22 I La Panera

Por Pilar Entrala V.

Ilustración: Mathias Sielfeld

E n Chile, pocos saben de su exis-tencia, sin embargo, los hay en el mundo relacionados con el estudio de temas que van desde la xenofo-

bia hasta las nuevas tecnologías. Incluso las autoridades del Museo del Louvre han lanza-do su propio Observatorio con la finalidad de conocer en detalle quiénes visitan la afamada pinacoteca.

Por cierto, a la hora de enfocar un Observa-torio de Cultura, el asunto es aún más desco-nocido. Los expertos adelantan: “La cultura de la innovación debe ser hoy la innovación de la cultura, por lo que estos centros no de-berían ser -a estas alturas- un lujo sino un ar-tículo de primera necesidad”.

Estudios preliminares registran a nivel ibe-roamericano aproximadamente 31 centros con distintas especializaciones, enclavados en las principales ciudades de al menos 10 países de este bloque subregional. España sería el país con más Observatorios Culturales (14), seguido de Brasil (5), Colombia y Argentina (3 cada uno), mientras que en Bolivia funcio-na el Observatorio de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC).

Una cultura en red, sin centro ni periferia, es lo que hoy se visualiza en la ruta interna-cional de estos “miradores”. Mientras la Real Academia Española los define simplemente como “lugar o posición para hacer observacio-nes”, las redes y las estadísticas son el eje esencial para sustentar su modalidad de trabajo.

“¿Cómo los imagino? Como uno de esos lugares ubicados en la punta de un cerro desde donde los astróno-mos miran las estrellas. Está constituido por gestores culturales, artistas, estudiantes, investigadores, docentes, público en general, gente que quizá no trabaja en el medio, pero que se interesa. Todo eso forma lo que vamos a llamar la Montaña de la Cultura. Hay un par de personas elegidas con pinzas que han estudiado mucho y observan por un telesco-pio, pero en vez de mirar hacia el cielo, lo ha-cen hacia abajo y se preguntan: ‘A ver… ¿Qué está pasando en mi país, con mi ciudad, qué está pasando con las personas?’ ”.

Aunque ésta es sólo una aproximación he-cha por una de las tantas jóvenes que asistió al lanzamiento del Primer Observatorio de Políticas Culturales de Chile (OPC Chile), invita a descubrir esa nueva forma de mirar cultura, hoy vigente en Europa, pero que en nuestro país recién comienza a tomar forma.

Actualmente se multiplican por el mundo y aun cuando no están en el imaginario colectivo nacional, próximamente serán una herramienta

esencial para artistas, creadores y gestores que apuestan por la innovación de la cultura.

obServAtorIoS CulturAleS

¿un ProduCto

de lujo?

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La Panera I 23

El “PEliGrO” Que IMPlICAn

Haciendo una revisión de estas institucio-nes, vemos que una de las más exitosas sería el Observatorio Europeo del Audiovisual, a la vez que el Observatoire des politiques culturelles de Grenoble, Francia, se enfocaría hoy más ha-cia la investigación que a la recolección y estu-dio de la información cultural. Unos cuantos, como INTERARTS en España, cuentan con financiamiento privado, pero la mayoría sobre-vive al alero de los gobiernos o de las agencias intergubernamentales existentes. UNESCO y el Consejo Europa en particular se han in-volucrado en la formación y consolidación de este tipo de entidades. En los últimos años, ciertas organizaciones africanas, asociadas con la Fundación Ford y con la Red Culture Link, tra-bajan para establecer el Observatorio de Políti-cas Culturales de África, con el fin de establecer el mapa de la riqueza cultu-ral de ese continente.

En Europa, el debate sobre la formación de un Observatorio está vigente y oscila entre el entusiasmo y una pro-funda desconfianza, ya que su impacto es tal que muchas organizaciones temen que pue-dan ser empleados para centralizar la toma de decisiones políticas en la Unión Europea: “El peligro que implican estas iniciativas conti-nentales que intentan abarcarlo todo, es que sean la simple réplica de las pesadas burocra-cias de las organizaciones que las cobijan y que aporten escasa utilidad significativa para la implementación de políticas y análisis efi-caces para el desarrollo”, advierten a través de las redes sociales algunos detractores con el objetivo de “contrarrestar los efectos homo-geneizadores de la mundialización sobre la cultura” (www.incd.net).

“no SÉ SI POnErlE nOta”

Aun cuando aquí funcionan el Observato-rio de Medios FUCATEL y la Fundación El Observatorio (este último se define como “un lugar para mirar Chile”), el recientemente lanzado proyecto bajo la sigla OPC sería el primero en su género dedicado al análisis de políticas públicas en cultura.

¿La misión? Profundizar el conocimiento del sector a nivel nacional, potenciar el de-bate de alto vuelo y aportar al mejoramiento de la oferta formativa en gestión cultural. En el comité asesor destaca la participación, en-

Su IMPACto eS tAl, Que

MuChAS orGAnIzACIoneS

teMen Que PuedAn

Ser eMPleAdoS PArA lA

CentrAlIzACIón de lA toMA

de deCISIoneS PolítICAS en

lA unIón euroPeA.

za a partir de la segunda mitad de los 90 en Europa, para predecir y modificar el compor-tamiento de sectores, agentes y actividades relacionados con la información en torno a la cultura y las artes. Ámbitos que tienen un rol estratégico en la transmisión de compor-tamientos y valores, y en la construcción de identidades, pero que a la vez generan impac-to económico, tanto en la producción, como en los indicadores de empleo y consumo.

¿Contribuye la labor de estos centros a la re-flexión pública? ¿Tienen una verdadera capa-cidad de influir en los agentes que controlan la producción cultural? Son sólo algunas de las interrogantes en torno a un tema que dista mu-cho de estar en el imaginario colectivo nacio-nal. Al respecto, el cineasta Silvio Caiozzi dice: “Se necesita un espacio donde se dé a conocer qué diablos está pasando con la cultura. Es que lo único que tenemos los ciudadanos es la tele-visión, la cajita aquella que nos está entregando la cultura a la pinta de ellos, esa que podríamos decir que es casi la anticultura. Qué se está ha-ciendo, qué está pasando, para dónde enfocar el desarrollo cultural de Chile que tanto necesita-mos, de eso se trata el Observatorio”.

“Que FlorezCAn tODaS laS FlOrES”

Ante la buena nueva, el poeta y guionista Jorge Montealegre comenta: “Un embajador dijo que la cultura no se decreta, se discute. Y eso es así. Lo terrible que puede pasar con es-tas iniciativas es que no tengan interlocución, que no exista quién haga una pregunta intere-sante para que estos trabajos se incrementen con aportes y se enriquezcan con la discusión. Si hay una contraparte que no participa o hace oídos sordos, condena estos proyectos a no tener eco y no tiene sentido hacerlos”.

-¿Invitarías a alguien en especial?“En cultura no puede haber invitados de pie-

dra. Hay varios mundos que tienen que empe-zar a tocarse, a toparse, a comunicarse. Vivimos muy fragmentados. Están el mundo oficial, el político, pero existen otros en la marginalidad que deberían tener también un contacto con este proyecto. Imagino que se desarrollan mu-chas iniciativas en regiones, en sectores margi-nales de las grandes ciudades, en subculturas que coexisten en nuestro país y que deberían enterarse, participar y tener un espacio”.

-¿Algún deseo?“Que exista la posibilidad de trabajar co-

lectivamente en este Observatorio me parece una buena cosa, y una visión de país muy po-sitiva… Y ojalá, como dicen, florezcan todas las flores”.

¿QUÉ SE VIENE?

El segundo tomo de la colección «Observatorios de Políticas Cultura-les» junto a LOM, un seminario internacional (mayo de 2012), el desarrollo de un sistema de seguimiento con información centralizada sobre las acciones del Estado, un estudio sobre el funcio-namiento de los privados, y la ac-tualización de un Catastro de estos “miradores” en el mundo. En alianza con la Universidad de Chile, el apoyo de la Embajada de Francia y la SCD, esta flamante propuesta cuenta con el patrocinio de UNESCO.

tre otros, del sociólogo José Weinstein, que marca la historia de la institucionalidad como el primer Ministro de Cultura que tuvo este país: “Es una posibilidad de empezar a discu-tir en serio estas políticas. Existen pocos lu-gares donde hacerlo. Hay necesidad de tener instancias en las que documentadamente se pueda debatir respecto a la acción pública en cultura. Entregando información, estudios, haciendo un foro de discusión y mostrando experiencia internacional, se constituye en una referencia. Creo que muchos jóvenes lo van a ver así”.

-¿El proyecto le pondrá nota al desarrollo de las políticas culturales actuales?

“No sé si ponerle nota, pero sí hacerle un seguimiento. Es difícil encontrar otras políticas que sean menos monito-readas que las culturales. Habitualmente son poco conocidas, hay escasa ins-talación del tema, muchas veces no hay comisiones que las sigan, incluso en la Cámara de Diputados, y eso tiene que ver con la juventud de la institu-cionalidad pública. Pero,

pensando en el futuro, es evidente que ésta se fortalece si tiene la capacidad de ser monito-reada por la ciudadanía, y la propuesta que hoy vemos nacer sí va a hacerlo”.

“QuÉ dIAbloS EStÁ PaSanDO”

En plena era del acceso, este es un novedo-so tipo de organismo que irrumpe con fuer-

El ex Ministro José Weinstein presentó el OPC.

“Mi misión americana ha concluido. Ahora soy sólo ciudadano”, Bernardo O’Higgins (1778-1842), General Libertador de Chile y primer Director Supremo de la Nación.

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Por Antonio VolAnd

Ilustración: rosario Briones

A bierto al público en 1932 con el nom-bre de Village Fair, debido a que esta-ba emplazado en el barrio bohemio del Greenwich Village en Manhattan, el

club presentaba programas de música irlandesa, co-media, cabaret y lectura de poesía. Sólo en los años 50 llegó a consolidarse como uno de los mejores clubes de jazz de Nueva York, categoría que hoy gana con amplio margen a nivel mundial. El Vi-llage Vanguard no es más que un sótano, en el 178 de la Séptima Avenida, con capacidad para unas cuantas mesas.

Fue allí donde la leyenda de Bill Evans co-menzó a escribirse. Max Gordon, su propieta-rio, recibió al pianista en los tiempos en que era un desconocido. Le permitió presentarse en 1955 entre los descansos del Modern Jazz Quartet, el número principal. “Cuando ellos tocaban, la gente guardaba silencio, pero cuan-do llegaba el turno de Evans, la sala se llenaba de murmullos. ¿Quién diablos era Bill Evans? Nunca habían oído hablar de él”, explicaría Gordon.

El trío de Bill Evans venía tomando ritmo des-de un par de temporadas antes del día D, el 25 de junio de 1961. Estaba formado por el contrabajista

GenealoGía de tríos

La reactivación (1962-65)a la muerte de LaFaro, evans, deprimido, no volvió a tocar el piano, ni siquiera en su casa. Su mujer, Pat, recuerda a evans vagando por la ciudad vestido con las ropas de LaFaro. Pero el trío se reconstruyó un año después con la inclusión de chuck israels, un joven contrabajista a quien había conocido en un concierto en la Universidad Brandeis en 1957, y el baterista Larry Bunker. el proyecto del trío estaba encaminado otra vez.

eL maniFieSto (1959-61)con el contrabajista Scott LaFaro y el baterista Paul motian, evans expone en toda su dimensión el discurso del trío tridimensional, basado en el equilibrio, la libertad y la interacción.

e l primer trío de Bill evans, de 1958, apenas duró una semana. Lo completaban Jimmy

Garrison (contrabajo) y Kenny Dennis (batería). el pianista había sido contratado para tocar tres sema-nas en el club Basin Street east, pero la desastrosa experiencia lo hizo alternar a siete contrabajistas y cuatro bateristas en ese lapso. Los últimos en sumarse a la línea fueron los músicos que encamina-rían para siempre las ideas de evans.

«Sunday at the village vanguard» (1961)

«time remembered» (1963)

Dos pases en la tarde y tres más durante la noche del 25 de junio de 1961. Hace cincuenta años se realizó en ese sótano de la Séptima Avenida en Manhattan la fabulosa grabación del trío de Bill Evans, un pianista blanco, con aspecto de empleado público, de formación clásica e influencia impresionista.

ESE DoMIngo En

el VillaGe VanGuard

billevAns

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La DeSPeDiDa (1978-80)marc Johnson (contrabajo) y Joe La Barbera (batería) acompañaron a Bill evans en la última etapa de su vida musical. el pianista ya se encontraba muy deteriorado por su enfer-medad hepática. el último concierto de un trío de evans se celebró el 9 de septiembre de 1980, en el club neoyorquino Fat tuesday’s. evans murió el día 15, a los 51 años.

La continUiDaD (1966-77)el contrabajista portorriqueño eddie Gó-mez tenía 21 años cuando se unió al trío de evans. estaba impresionado e influen-ciado por el papel de Scott LaFaro en este microsistema musical. el pianista encontró por fin al sustituto de LaFaro. Junto con el baterista marty morell, evans consolidó el trío más estable de su carrera.

La exPeriencia (1963)cuando israels y Bunker se tomaron un descanso, Bill evans reactivó de inmediato el proyecto echando mano a su antiguo baterista, Paul motian, y al contrabajista Gary Peacock. ambos eran por entonces músicos del trío del pianista Paul Bley. con ellos hizo su primera grabación para el sello verve, la única con esta formación.

Scott LaFaro, un sorprendente músico que se había desmarcado primero que nadie de la función tradi-cional de acompañamiento y había ido de gira junto a Chet Baker, y el baterista Paul Motian, cinco años mayor que LaFaro y por lo tanto con una trayectoria más definida como sideman de Thelonious Monk, Lennie Tristano y George Russell, entre otros.

El trío llevaba muchas noches de depuración de su funcionamiento colectivo en el Village Vanguard. A ello añadía un componente de música introspectiva. “Siempre he preferido tocar algo sencillo a recorrer el piano de arriba abajo sin saber muy bien qué ha-cer”, decía el pianista. Descendiente de galeses y ru-sos, Evans había aprendido los rudimentos con una formación clásica, estudiando a los románticos e impresionis-tas -Schumann, Rachmaninoff, Debussy-, y prefiriendo el vals al blues. Para cuando apareció al piano en el sexteto de Mi-les Davis de 1959, fue critica-do por el público negro que le enrostraba su incapacidad para swingear.

Pero sus ideas iban en otra dirección, y no le tomó dema-siado tiempo alejarse de la raíz negra del jazz. Evans llevó esa propuesta a su máxima altura junto a La-Faro y Motian: tres músicos blancos.

“Cada uno tenía su propio estilo, pero tocaban con sincronía. Aunque parecían absortos, no deja-ban de escucharse y de responderse, como si fueran un microrganismo. Y lo eran, por supuesto. Se veía en su funcionamiento, como sucede en cualquier relación gobernada por las emociones”, escribió Pe-ter Titelman, un aficionado inglés que asistió a uno de esos conciertos en el Village Vanguard en 1961.

Vermouth y noche: cInco SAlIDAS Orrin Keepnews, productor de Riverside, fue

quien convenció a Bill Evans de registrar un con-cierto del trío, aprovechando la acústica sorpren-dente del espacio en forma de campana, el piano Steinway de 1921 y el brillante momento por el

que pasaba el conjunto. En ese tiempo, el Villa-ge Vanguard abría los domingos en una sesión de vermouth con conciertos de sobremesa. Ese 25 de junio de 1961, el trío hizo cinco salidas, dos en la tarde y tres más por la noche. Cada una de unos treinta minutos. Todas fueron grabadas por el inge-niero Ray Fowler.

«Alice in wonderland» demuestra el cariño de Evans por los valses de la Disney, mientras que en «My foolish heart» se advierte su cercanía a la ba-lada y el amplio vocabulario musical que permite su reinterpretación. El grupo también tocó «I loves you Porgy», de George Gershwin; «Solar», de Miles Davis, y la fantástica «Waltz for Debby», su com-

posición más famosa. “Veo los temas como algo redondo, pero no me gusta alcanzar demasia-do pronto un grado de intensi-dad muy elevado. El contraste me parece importante”, dijo Evans, mientras su biógrafo Peter Pettinger apuntó: “Los frutos de la imaginación des-plegada aquel día por el grupo tienen hasta hoy un efecto re-juvenecedor en la energía men-

tal y emocional del oyente. Del resultado de aquella tarde se ha dicho que recoge al mejor Bill Evans, y poca gente se atrevería a discrepar”.

Riverside editó la serie en tres discos: «Sunday at the Village Vanguard», «Waltz for Debby» y «More from the Vanguard». Para cuando apareció el pri-mero de ellos, en septiembre de 1961, Scott LaFaro ya había muerto (ver recuadro). Evans estaba em-pecinado en destacar el papel de su amigo contra-bajista, quien había aportado con dos piezas propias («Gloria’s step» y «Jade visions») y había sido el componente aglutinante del conjunto, incluso más que el propio Evans, según Evans. Por eso en la cu-bierta del disco se puede leer el subtítulo “Featuring Scott LaFaro”. El conjunto, que duró poco más de dos temporadas, representa el trío camerístico más influyente del jazz en la era moderna. No es un con-junto de tres instrumentos. Como dice Pettinger: “Es un instrumento por sí mismo”.

scott lAFAro: música inconclusa

n acido en 1936 en una familia de nueva Jersey de origen siciliano, la aparición de Scott LaFaro

a mediados de los años 50 le daría la investidura del “Jimmy Blanton moderno” (contrabajista que definió el uso del instrumento en el jazz tradicional y que fue de gran importancia en la orquesta de Duke ellington). es probablemente el primer contrabajista “armoló-dico” de la historia, y tal vez por eso llamara tanto la atención de ornette coleman, el impulsor de ese concepto que reúne en una sola palabra tres adjetivos inherentes a la música: armónico, melódico y rítmico. LaFaro se unió así al proyecto liderado por coleman en 1960.LaFaro integra uno de los dos cuartetos que impro-visaron en simultáneo en la sesión original del disco «Free jazz»; aquél que se oye por el canal izquierdo, junto a ornette coleman (saxo alto), Don cherry (trompeta) y Billy Higgins (batería). esa grabación de-finió el futuro de la vanguardia jazzística, con LaFaro en una posición determinante en las antípodas de la función metronómica de su instrumento.Diez días después de la grabación de esos conciertos dominicales del 25 de junio de 1961 con el trío de Bill evans en el village vanguard, Scott LaFaro regresaba por la noche a la casa de sus padres en Geneva, al norte de nueva York. La carretera 20 era una vía rural sin iluminar. Su automóvil se salió del pavimento y se estrelló contra un árbol. Scott, de 25 años, murió instantáneamente, desmoronando de la noche a la mañana el proyecto de Bill evans.Scott LaFaro hizo toda su vida musical estrictamente como sideman, desde chet Baker a Barney Kessell y desde Stan Getz a Bill evans, por lo que no existen ediciones discográficas a su nombre. en 2009, el sello resonance publicó una serie de registros que hoy son considerados un milagro. «Pieces of jade» incluye cinco tomas en formato de trío, junto a Don Fried-man y al baterista Pete La roca, con intervenciones superlativas en el contrabajo armolódico, además de un largo ensayo de «my foolish heart», junto al trío de Bill evans.

Sólo en los años 50, el village vanguard llegó a consolidarse como uno de los me-jores clubes de jazz de nueva York. cate-goría que hoy gana con amplio margen a nivel mundial.

El conjunto, quE Duró

Poco MáS DE DoS

tEMPorADAS, rEPrESEntA

El trío cAMEríStIco MáS

InfluyEntE DEl jAzz En lA

ErA MoDErnA.

«trio 64» (1963)

«the Bill evans album» (1971)

«the Paris concert» (1979)

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Música

26 I La Panera

Por largo tiempo este título perteneció a Sonia La Única, una voz magistral en el bolero cubano. Hoy, la cantante de Concepción ha

tomado el testimonio desde su aparición a fines de los 80. «Puñales» es su más reciente trabajo. El número once de una discografía imparable.

Pasional y descarada “Dióscoro Rojas fue quien me descubrió y me inició como actriz. Pero después de trabajar con él, con Roberto Parra y Lalo Parra, nunca más volví a actuar”. Eso, has-ta 2010, cuando Carmen Prieto regresó a las tablas: “Hacía veinte años que no me enfrentaba a un texto y cuando lo hice fue como andar en bicicleta: automático”, dice.Carmen se unió al elenco de «Descaradas», una comedia blanca y a la vez picaresca, dirigida por Cristián Villarreal. Hace más de un año y medio llena cada función en el Centro Cultural Montecarmelo. Son cinco mujeres (Norma Ortiz, Jeannette Moenne-Leccoz, Pamela Leiva, Simoney Romero y Carmen Prieto) que pierden sus trabajos -algunas hasta al marido- y deben ingeniárselas para ganarse la vida. Algo así como la historia de la película inglesa «The full monty» (1997). Entre las trabas que produce el cobro del seguro de cesantía, optan entonces por resolver el problema de mil maneras diferentes. Todas muy femeninas.“Me sentí en forma actoral inmediata-mente. No estuve de secretaria todos estos años. Me presenté frente a públicos grandes. Además, yo me meto en las patas de los caballos: una vez canté para 60 mil personas en el Estadio Nacional y otra vez actué después de Los Jaivas, ¡y en el norte más encima! ¡Qué les costaba ponerme antes!”.

La primera dama dEL boLEro

“Uno se lo vive todo en las letras. El bolero también tiene traiciones y el puñal es el arma de los traidores”, cuenta la mezzosoprano.

Serg

io g

arri

do

Carmen

Prieto

Por Antonio VolAnd

F ue un breve muestrario de lo que iba a ser unos años después «La Negra Ester» a car-go de Andrés Pérez. En las tres funciones de esta obra presentadas en 1986 en el teatro

Abril, Carmen Prieto interpretó el papel protagónico, dirigida por Dióscoro Rojas y con el propio Roberto Parra en el canto y la guitarra.

“No sólo estaba don Roberto, también participaba don Lalo Parra. Y yo, una actriz debutante, de 20 años, metida con todos estos maestros… Suena extraño, pero sí, yo fui la primera Negra Ester. Más que nada, funcio-nó como recital poético cantado, una combinación del canto de Roberto Parra y sus versos, con mi actuación. Se basaba en la declamación de las décimas, no en las canciones que se conocieron después. Eso es otra cosa. Cuando apareció la obra con Rosa Ramírez, creo que me dio un poquito de envidia”, confiesa.

Fue el debut y despedida de la Carmen Prieto actriz (ver recuadro), porque su historia larga se describe des-de el canto. De hecho, así fue como llegó a ese primer montaje: Dióscoro Rojas la descubrió cantando bole-ros en la Escuela Teatro Imagen dirigida por Gustavo Meza, donde Carmen estudiaba.

“Al final me decidí por la canción, por el bolero cuba-no y mexicano. Ahora también interpreto boleros por-torriqueños. Todo viene desde la familia. Mis padres viajaron a Cuba y volvieron con un montón de discos. La música que escuchaba me entraba más por los poros que por otra cosa. Estaba también la trova cubana con Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, pero el bolero era muchísimo más fuerte”, dice la mezzosoprano.

Sus dos primeros discos llevan el título de «Bole-ros», y fueron publicados en 1988 (año en que se

estrenó «La Negra Ester» con la Compañía del Gran Circo Teatro) y en 1991. Ambos fueron grabados en el formato de cantinas: el bolero de tríos.

“Los hice con Sergio Sepúlveda (guitarra) e Iván Díaz (bongó), que ahora toca con Los Rumberos del 900. Es un formato bien del sur del mundo, más que la moda-lidad con orquesta”, comenta, en relación al bolero que hizo famoso en todo el planeta al chileno Lucho Gatica, cuya interpretación orquestada y estilizada de «Bésame mucho», de la mexicana Consuelo Velásquez, llegó a oí-dos del propio Paul McCartney en los años 60.

LoS trES vértiCES del triángulo Luego de pasearse por la música de Sudamérica en

sucesivos álbumes (con repertorios de la canción co-lombiana, música afroperuana y tango junto al maestro Leo Maslíah), Carmen Prieto está estrenando hoy su décimo primer disco. «Puñales» fue grabado en una ac-tuación en vivo efectuada el 4 de enero pasado en la Sala SCD de Bellavista. Allí recuperó a autores que no siempre se cantan: Pedro Flores («Esperanza inútil» y «Obsesión»), Bobby Capó («Juguete»), Ignacio Izcaray («Entre tus piernas»).

“ ‘Puñales’ es un título magnífico que se escogió de entre las sugerencias que dio el público esa noche. Re-presenta muy bien al bolero, que tiene tantas cosas, porque es muy intenso. Uno se lo vive todo en las letras. El bolero también tiene traiciones y el puñal es el arma de los traidores”, señala la cantante.

-En el triángulo amoroso uno puede estar en cual-

quiera de los tres vértices: el que engaña, el engañado y el que ayudó a engañar.

“Alguna vez yo estuve en los tres”.

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Varios músicos«Réplicas»(2011, 001 Records)

movimientos telúricos asociados a un episodio principal es lo

que los sismólogos identifican como “réplicas”: los residuos de la energía que no se alcanzó a liberar del todo. En el año en que la mitad del país se sacudió violentamente un 27 de febrero, estas réplicas estuvieron a la orden del día, a veces más de tres o cuatro veces por jornada, y cada lec-tor de estas notas lo recordará con claridad. Este disco es una antología del jazz chileno que se siguió tocando noche a noche en los clubes, entre réplicas de distinta jerarquía. Y por eso aquí se muestran obras de dis-tinta estatura.

La pieza más representativa de este terremoto es la que grabó el contrabajista de Concepción Rodrigo Álvarez, uno de los músicos que vivió el efecto del 27/F en carne propia: el cierre de los locales, la falta de trabajo durante los meses posteriores, el mie-do de los penquistas. Su composición para quinteto «Creciente», la única que incluye un vibráfono, tiene un ca-rácter melancólico, tal vez de pérdida y de silencio prolongado. Es además el único contrabajista-líder de una selección encabezada por brillantes tenoristas capitalinos como Andrés Pérez («Santiago 7 p.m.») e Ignacio González («Vals para Gaspar»), y por los modernos guitarristas Nicolás Vera («Cinemática») y Sebastián Prado («Cronos»), en cuyos respec-tivos quintetos se oye la música más abstracta de toda la serie.

Sebastián Jordán se arroja tam-bién en la compleja aventura que supone tocar con toda contundencia la trompeta sobre un grupo piano-less, es decir sólo con contrabajo y batería como apoyo. Su composición «Autoatentado» describe entre lí-neas ese propósito. Y, como todas las antologías publicadas por este sello de descarga gratuita, incluye una obra nueva, el pianista Mario Feito llega aquí para liderar la colección con la rítmica, fraccionada y telúrica «Réplica». Una más en esta cadena sísmica, que llega hasta bien aden-tro el 2011 y no tiene para cuándo finalizar.

John scofield«EnRoute»(2004 / 2010, Verve)

e l reciente concierto que el guita-rrista John Scofield ofreció en el

Teatro Nescafé de las Artes de San-tiago nos confirmó por enésima vez una máxima que no debemos perder de vista: la experiencia jazzística nun-ca será más satisfactoria que en el directo. Ni un disco de estudio toca-do en casa podrá superar la audición in situ. La grabación de uno de estos conciertos puede acercarnos enton-ces a esa verdadera dimensión de un músico en acción, porque se trata del aquí y del ahora.

Volver a escuchar a John Scofield en vivo, como en este set de «En-Route», resulta fantástico. Micro-foneado conforme al contexto del club Blue Note de Nueva York por el ingeniero David Baker, el super-trío de Scofield se oye como en tu propio dormitorio. Steve Swallow en el contrabajo y el exquisito Bill Stewart, baterista asociado a Sco-field por más de veinte años, reapa-recen en la órbita del guitarrista tras varios años, pero es como si nunca hubieran suspendido el trabajo.

Lo que parece difícil será un juego de niños entre “la triple S”: Scofield, Swallow y Stewart. La serie de temas firmados por el guitarrista («Toogs», «Hammock Soliloquy», «It is Written», «Bag», «Over Big Top»), alternan tempos y estados anímicos, desde momentos más calmos (con el epítome del standard «Alfie») hasta pasajes de gran velocidad, rit-mo y groove, como si el trío estuviera desafiando el frío neoyorquino de diciembre, cuando se grabó este disco. Con ese sonido eléctrico que parece estar siempre mal conectado al suministro, Scofield muestra su identidad y valía como solista y líder, otra vez en el vivo y directo. Y de verdad que nada se compara con es-cucharlo en el fragor de una batalla de club.

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FOTOGRAFÍA

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Presente en Feria Chaco 2011“Transfiguraciones: El flujo de la Materia” Intervenciones en espacio público de las artistas egresadas:

Francisca CastroDaniela GibsonMarlis LundCarolina NavarroCamila TéllezPilar UndurragaNatalia Valdivia

Curadoras Universidad Finis Terrae:Macarena RakosAmanda Salas

Ingresa desdetu celular.

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Teatro

28 I La Panera

Por Vera-Meiggs

T eatro a Mil aprovecha un festival teatral en Buenos Aires para traer «Una flauta mágica», versión de la ópera de W.A. Mozart dirigida

por el genial Peter Brook (Londres, 1925), quien anunció que éste sería su último tra-bajo. A los ochenta y cinco años, el director británico siente haber hecho todo lo que de-bía hacer. Y eso es tanto que no se puede en-tender la historia de la escena contemporánea sin considerarlo.

Sólo un breve resumen. Dirige desde los veinte años y destaca en la década del 40 con una serie de montajes de Shakespeare que cimentan su carrera, varios de ellos con Paul Scofield, y un «Tito Andrónico» con Olivier y Vivien Leigh que se considera de lo mejor de su primera etapa. En los sesenta, es nombrado codirector de la Royal Shakespeare Company donde dirige un «Rey Lear» de antología, nue-vamente con Scofield y que lleva a la pantalla. Hará lo mismo con su más célebre montaje: «Marat-Sade» (1967), de Peter Weiss, donde debuta una joven Glenda Jackson.

En la cumbre de su fama abandona su cargo al no permitírsele contratar actores extranje-ros y se va a trabajar en los márgenes experi-mentales parisinos. Influenciado por Artaud y Grotowski, despoja su estética de todo lo accesorio y profundiza en la idea original del teatro, es decir, recupera la ritualidad misté-rica de sus inicios, la solemnidad religiosa de la que proviene todo gesto teatral, para desde ahí restaurar la dimensión espiritual de los espectadores, ya adormecidos por el virtuo-sismo técnico de la escena actual.

Funda el Théâtre des Bouffes du Nord con un grupo heterogéneo de actores de distintas procedencias culturales y étnicas, algunos de los cuales ni siquiera son profesionales. Con ellos monta en su segunda etapa algunos de sus mejores espectáculos, a menudo basados en creaciones colectivas: «L’ os de Mor Lam»,

«La conferencia de los pájaros» y algunas vi-sitas a textos clásicos: «La tragedia de Car-men», «El Mahabharata», «La tempestad».

el TesTamenTo de Mozart Paralelamente, se concede algunas direc-

ciones cinematográficas bastante discuti-bles, como su famosa «Moderato cantabile» (1960), de ritmo catatónico; «El señor de las moscas» (1963), según la novela homónima de William Golding; «Encuentro con hom-bres notables» (1979) sobre la vida de Gurd-jieff, y sus adaptaciones de Lear, Carmen, y probablemente el mejor de sus trabajos: «El Mahabharata» (1986), reducción a seis horas del texto más largo de la humanidad, que lo-gró con la ayuda de Jean Claude Carrière, el guionista de Luis Buñuel.

Por otra parte, el singspiel de Mozart goza de una buena salud envidiable. Recientemen-te el sitio web Operabase.com reveló que en los últimos cinco años la ópera más represen-tada en todo el mundo era justamente «La flauta mágica».

¿Qué la hace ser tan popular? Aparte de las típicas interpretaciones a la luz de la masone-ría, aparecen estas respuestas inmediatas:

-Es la obra de la madurez de su autor. Algo innegable. Su habilidad para crear melodías complejas, pero que dan cuenta del carác-ter de los personajes, que son a su vez parte esencial de la trama, hacen de ella una delicia constante.

-Mozart buscó con esta pieza un éxito in-mediato que le ayudara a equilibrar sus finan-zas. Es probable que también sea cierto, por eso algunos paladares exquisitos han objetado que junto a arias tan finas como las de la Rei-na de la Noche, hay otras de gusto grosolano o populachero, como el famoso dúo de Pa-pageno y Papagena.

-Es para grandes y chicos. Eso es indudable. Su aspecto de fábula encantadora, con humor, príncipe, princesa y contrariedades múltiples,

la óPera más PoPular

del mundo«La flauta mágica» vuelve en una particular versión dirigida por Peter Brook, el más grande director de teatro viviente. Se presentará los días 5, 6 y 7 de octubre, en el Teatro Municipal de Las Condes.

EL MonTajE anunCia dESPojo

ESEnCiaL, auSEnCia dE

ESCEnografía, uTiLizaCión dE

aLgunoS ELEMEnToS naTuraLES:

CañaS dE BaMBú, aLgunaS

TELaS y La dESaPariCión dE La

orquESTa Para SEr rEduCida a

un SoLo Piano.

El riTo pErdido

Peter Brook integra la creación teatral con un impulso reflexivo. Así ha generado diversas obras donde intenta pensar las vetas de sentido que atraviesan el hecho teatral.

Page 29: La Panera Num. 20

La Panera I 29

hace que también la historia y su ambienta-ción seduzcan por sí mismas. No hay padres que resistan la tentación de introducir a sus hijos al género lírico con un título así.

Pero ¿será eso todo?

Si dejáramos de lado sus virtudes musicales, lo que puede aparecer como una herejía com-pleta, podríamos aventurarnos en el terreno ambiguo de las interpretaciones simbólicas del argumento, para lo cual no se necesita ningún bisturí demasiado afilado, ya que todos los elementos del relato parecen llamar nuestra atención desde la ribera opuesta a la de nues-tro ser racional. Y no podría ser de otra ma-nera, ya que el argumento utiliza materiales folclóricos de antigua matriz mítica, lo que da como resultado un inconsciente involucrarse en la trama por parte del espectador.

Por ejemplo, el comienzo con Tamino, el príncipe, en un bosque huyendo de un dra-gón, desmayándose ante él y siendo protegido

por tres damas, es una de esas situaciones que bordean lo onírico, o más aún, lo arquetípico. Es decir, nuestro héroe está perdido en un os-curo y espeso mundo femenino y acosado por sus bajos deseos y pasiones, representados por el dragón, o serpiente. En general, los prín-cipes enfrentan estas bestias armados de es-padas, pero Tamino huye y es defendido por damas del bosque. Evidentemente, el prínci-pe no las tiene todas consigo ya que necesita de ayuda femenina para salvarse. Como con-traste, aparece Papageno, cazador de pájaros, un hombre más necesitado de cariño que el príncipe y que efectúa un trabajo más deci-didamente varonil, pero que es sirviente (al igual que las damas) de la Reina de la Noche, principio femenino arquetípico y universal.

La aventura que se desarrollará a continua-ción será pues la del enfrentamiento del héroe a sus debilidades y temores para hacerlo todo un hombre digno de la mano de la princesa, que es Pamina, hija de la Reina de la Noche y de Sarastro, sacerdote de lo luminoso, de lo

«El Mahabharata» (1986)

solar. Así instalados, los valores simbólicos no encuentran dificultad para identificarnos a todos, especialmente a los más jóvenes, que ven la diáfana representación de las propias tensiones y aspiraciones vitales. No falta-rán flaquezas y heroísmo, amor y desafíos y más de algún pliegue oscuro que nos haga reflexionar sobre nuestras propias sombras. Pero, a diferencia de un cuento de hadas tra-dicional, las variantes que presenta el relato son tantas como las que presenta la partitura, lo que regocija a quien busca novedad dentro de las convenciones de un género.

Quizás ande por ahí el secreto de su be-lleza. También por ahí es donde se explica el interés de Peter Brook de medirse con una obra tan conocida y explorada por tanto di-rector prestigioso. «Una flauta mágica» busca recordarnos que nuestra vida está hecha de pruebas, de misterios y de umbrales desa-fiantes. Después de todo, esa es la misión del teatro; es decir, servir como reflejo de nues-tra realidad interna bajo la apariencia de una imitación externa: “La escena debe represen-tar aquello que más necesitamos enfrentar», afirma el director.

Que Brook haya encontrado en esta ópe-ra la puerta precisa para cerrar su prolífica creatividad no ha sido evidentemente una elección casual. El montaje anuncia despojo esencial, ausencia de escenografía, utilización de algunos elementos naturales: cañas de bambú, algunas telas y la desaparición de la orquesta para ser reducida a un solo piano. Todo lo cual ayuda a colocar el énfasis en los significados míticos y la pedagogía moral de esta historia de iniciación a la vida.

Como hiciera Shakespeare con «La tem-pestad», Peter Brook elige este Mozart para dar paso a la juventud, rompiendo de paso la vara de virtud de su magia escénica.

Al menos esas son las declaraciones oficiales, porque en el Théâtre des Bouffes du Nord ya se anuncia otro montaje para noviembre…

«El señor de las moscas» (1963)

«Marat-Sade» (1967)

«Rey Lear»(1971)

“Aún tenemos patria, ciudadanos”, Manuel Rodríguez (1785-1818), uno de los principales gestores de la Independencia, luego del desastre de Cancha Rayada.

4 Clásicos

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Moda

30 I La Panera

Por RosaRio BRiones

E l siglo XX fue testigo de cambios profundos que modificaron para siempre la historia de la moda. Durante la década del 30, Coco

Chanel libera a la mujer del corset; luego, en 1937, Christian Dior lo vuelve a incorporar en sus espectaculares vestidos de su aclama-do New Look.

Sin embargo, es el diseñador vasco Cris-tóbal Balenciaga Eizaguirre quien sienta las bases de la modernidad con la introducción de un concepto totalmente nue-vo hasta entonces: el cuerpo abstracto.

Nacido en Getaria (Gui-púzkoa), en 1895, desde muy joven se inicia en el oficio, ayudando a su madre que es costurera de distinguidas fa-milias de la zona. Gracias a ella conoce a la Marquesa de Casa Torre, quien inmedia-tamente reconoce en el joven un gran talento y se convier-te en su mentora, recomendándolo para que trabaje en las mejores sastrerías y casas de moda de San Sebastián.

A los 23 años abre su primera tienda en esa ciudad, le siguen Madrid y Barcelona. Viaja regularmente a París, donde compra modelos de grandes diseñadoras, como Elsa Schiapa-relli y Madeleine Vionnet, para estudiarlos. Disecciona cuidadosamente los modelos en busca de sus secretos, quiere saber cómo están construidos, cuál es su esctructura.

A medida que este autodidacta aprende y se impregna de los maestros de la costura, se va convirtiendo en uno de ellos y todos quieren aprender de él. Por sus talleres pasan André Courrèges y Emanuel Ungaro, y Givenchy y Dior lo califican de “Maestro”.

La Guerra Civil española le obliga a cerrar sus tres casas y en 1937 se instala en París. En el número 10 de la Avenida Georges V

sus creaciones le valen el título de “Rey de la costura parisina”. El éxito inmediato que sus primeras colecciones obtienen le permiten re-abrir sus sedes en España.

Impone sus estilo por la perfección de su corte, su fascinación por el negro profundo y un asombroso manejo del color. Crea un nue-vo ideal del cuerpo, al dejar un espacio extra entre éste y la prenda, lo que la hace increí-blemente cómoda al no requerir ropa interior especial que moldee el cuerpo. A él le debe-mos la línea tonneau, el look semientallado, la

falda globo, el vestido túnica de dos piezas, el vestido saco y el vestido baby doll, siluetas que marcaron tendencia y que son imitadas hasta hoy.

Es de los pocos diseñadores que maneja a la perfección las técnicas de la costura. Chanel dice sobre el modisto: “Él es el único de nosotros que es un verdadero couturier”. En cada temporada, Balenciaga sorprende a su público con un atuendo confeccionado ente-ramente por él. Mientras más

trabaja, más perfecciona y depura su técnica, hasta transformar sus creaciones en verdaderas esculturas. Para esto utiliza tejidos rígidos de excelente calidad, como el gazar, creado espe-cialmente para él por la firma Abraham.

Aunque su etapa parisina representa su me-jor momento como profesional, nunca olvida sus raíces, de donde extrae su inspiración. En sus obras están presentes las capas de torero, los vestidos de infanta y las mantillas de en-caje negro que nos recuerdan a las pinturas de Goya y Velázquez.

El maestro dedica toda su vida a la explo-ración de materiales y técnicas de costura que lleva al más alto nivel con un corte que se convierte en leyenda. En 1968, desilusionado por el curso que había tomado la alta costura y la masificación del prêt à porter, decide ce-rrar todos sus talleres. Según sus propias pala-bras: “La moda se ha vuelto vulgar”.

Arquitecto del cuerPo

Getaria, su ciudad natal, le rinde homenaje con la reciente apertura de un museo dedicado a su obra: el cristóbal Balenciaga Museoa, que

cuenta con más de 1.200 piezas del creador.

Ficha

El Museo Balenciaga,

abierto al público el 10 de junio, se ubica en un edificio nuevo

anexo al Palacio Aldamar (éste fue la antigua residencia de

los marqueses de Casa Torre,

mentores del diseñador).

Su colección es una de las más extensas y valiosasdel

mundo.

DErEChA Vestido «Arum», de 1965. Está

formado por dos piezas de color

rosado y es una escultura en sí

mismo. A lo largo de su trayectoria,

Balenciaga fue de-purando cada vez

más sus formas, eliminando todo lo

superfluo.

www.cristobalbalen ciagamuseoa.com

Page 31: La Panera Num. 20

La Panera I 31

Arquitecto del cuerPo

“el Modisto deBe ser arquitecto Para saBer

cortar, escultor Para dar forMa, Pintor Para

escoGer los colores, Músico Para encontrar

las arMonías, y filósofo Para crear estilo”.

cristóbal Balenciaga

Notre Dame du haut, ronchamp, Francia (1956).

Una de las obras más conocidas

de Le Corbusier, considerado uno

de los exponentes más influyentes

del Modernismo y quien dijo:

“La Arquitectu-ra es el juego

sabio, correcto y magnífico de los volúmenes bajo

la luz”, frase que describe perfecta-mente las formas

escultóricas del modisto español.

Vestido de novia de 1967.

La sencillez de sus formas nos

recuerda el hábito de una monja.

Balenciaga Hoy

Cristóbal Balenciaga presentó su última colección en 1968. Treinta años más tarde, Nicolas Ghesquière, considerado uno de los diseñadores más interesantes del momento, asumió la dirección artística de la maison. Sus diseños conservan la pureza de formas que caracterizan a la casa, pero con una nueva mirada futurista.La marca pertenece al grupo PPr, fundada en 1963 por François Pinault. Actualmente es dirigida por su hijo, François-henri Pinault (marido de Salma hayek). La multinacional, especializada en marcas de lujo, cuenta entre sus firmas a Gucci, Bottega Veneta, Yves Saint Laurent, Alexander McQueen, Boucheron, Girard Perregaux, Sergio rossi y Stella McCartney.

Sus mujeres

Balenciaga vistió a las mujeres más bellas y elegantes de su época. Entre ellas figuran las actrices Marlen Dietrich, Ingrid Bergman y Grace Kelly.

También diseñó el vestido de novia de Fabiola de Mora y Aragón para su matrimonio con el rey Balduino de Bélgica

La condesa Mona von Bismarck, ícono de estilo y considerada una de las mujeres mejor vestidas de su época, estuvo tres días en cama cuando el modisto se retiró.

No sólo sus pares lo consideraban un maestro, el escultor vasco Eduardo Chillida también le manifestó su admiración con el grabado «homenaje a Balenciaga I».

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[ Tecnología | por Ediso otEro ]

Un renegado admirable

Edison otEro BEllo

es Licenciado en Filosofía y profesor

titular por la Universidad de Chile. Se ha especializado

en las áreas de la epistemología, el desarrollo del

pensamiento crítico y la teoría de la

comunicación. Actualmente es investigador y

editor del Centro de Estudios

Universitarios (CEU) de la Universidad

Uniacc.

a p a l a b r a “ r e n e g a d o ” debe estar en la lista de las más aborre-cidas. Nadie querría que le imputaran semejante condición. Nadie podría en-

contrar en ello motivo alguno de orgullo. Dicho esto, cabría preguntarse si ha habido alguien que se ufanara de serlo.

por de pronto, nadie es “renegado” de naci-miento. Se trata de una cualidad que se adquiere. Lo más crucial es que se trata de una denomina-ción que difícilmente alguien elija para sí mismo y, por tanto, es un epíteto que otros aplican. Habitualmente, los grupos califican de “renegado” a quien se aleja, se desafilia, y es-tablece distancias. La historia de las religiones y de las pasiones políticas ha tenido abundantes ejemplos de semejante conduc-ta de desautorización. En estos ámbitos, los sinónimos han sido “hereje” y “traidor”.

resulta claro que la exclusión -deseada o impuesta- no se li-mitaba al ejercicio lingüístico de motejar o maldecir mediante palabras sino que se acompa-ñaba de persecución y eventual eliminación. La cacería de brujas es, probablemente, el caso típico. Sin caer en optimismos ingenuos, cabe sostener que tales prácticas eran mucho más frecuentes es-tadísticamente en los tiempos pretéritos. Aparentemente.

Quien supo bastante de la renegación sufrida y sus com-plicaciones fue Arthur Koestler (1905-1983), escritor húgaro de origen judío. Los sesgos que se le aplican a la hora de saber de él y leerlo, hablan mucho del desagrado que significa hablar abiertamente de estos temas. Sin embargo, su trayectoria de renegación es, en varios sentidos, simplemente admirable. La más memorable de ellas es su abandono del parti-do comunista, en el que militó desde 1931, y su desilusión respecto del régimen soviético, al que terminó por considerar como una dictadura sin más. Con la publicación de «oscuridad a Me-diodía» (1941), Koestler pasó a convertirse en el anticomunista por antonomasia, el sujeto más

despreciado por las izquierdas europeas y mun-diales. Esta novela, traducida al francés como «El Cero y el Infinito», narra las últimas semanas de rubashov, un ex dirigente revolucionario juzgado por traición y condenado a muerte. Claramente, está inspirada en los juicios de Moscú, que termi-naron en el fusilamiento de figuras relevantes del partido comunista soviético.

En los años 20, Koestler se había convertido al sionismo, al que abandonó para abrazar las cau-sas revolucionarias de la entreguerra. Su expe-

riencia en un kibutz está narrada en «Ladrones en la noche» (1946).

En 1937, del lado de los republicanos en plena Guerra Civil Española, fue detenido por los fran-quistas y condenado a muerte. Luego de vivir un fusilamiento simulado, lo canjearon por un prisionero franquista, todo lo cual está descrito en «Testamento Español». Durante la Segunda Guerra Mundial fue internado en un campo de concentración alemán en Francia, experiencia que retrató en «La escoria de la tierra».

Desilusionado de la revolución e impactado por las locuras de la guerra, decidió abandonar

la política. Este período de su vida está marcado por «El Rastro del Dinosaurio» (1950) y su au-tobiografía en tres tomos, reunida bajo el título de «La escritura invisible» (1954). Como es de rigor, también coqueteó con las filosofías orien-tales para luego abandonarlas junto con una áci-da denuncia de superstición, lo cual consigna en «El loto y el robot».

Con el brillante libro «Los Sonámbulos» (1959), dedicado a la historia de grandes figu-ras e ideas de la física y la astronomía, Koestler

inició un período de fructífera relación con la ciencia y, en par-ticular, con paul McLean. Este neurofisiólogo estaba formulan-do su hipótesis de la presencia de tres cerebros en el homo sapiens, uno reptilíneo, otro paleo-mamífero y uno mamífe-ro propiamente tal. Koestler se sumó a la tesis de que esta con-dición neurofisiológica permitía explicar la esquizofrenia de la conducta humana, que oscila entre la creatividad y la patolo-gía. El viaje de Arthur Koestler por la ciencia está argumenta-do notablemente en su libro «El Fantasma en la Máquina» (1968). Parte de su prestigio como escritor científico resultó hipotecado por sus flirteos con la parapsicología, simpatía que le atrajo muchos sarcasmos.

Koestler encabezó, igualmen-te, algunas campañas memora-bles. Una, en contra de la pena de muerte. Sus conmovedores

argumentos están recogidos en el notable libro «Reflexiones sobre la Pena de Muerte» (1957), en compañía de Albert Camus. Hacia el final de su vida, defendió el derecho a la eutanasia voluntaria. Fiel a sí mismo, atormentado por la leucemia y por el parkinson, que le impedía leer y escribir (sus pasiones), renegó de la vida, junto con su esposa treinta años menor que él.

Sería un error creer que Arthur Koestler fue simplemente un aventurero, más audaz que los aventureros promedio. Fue un pensador profun-do, con una inquietud que nunca conoció des-canso y jamás tocó fondo.

NADiE QUErríA QUE LE iMpUtArAN SEMEjANtE CoNDiCióN.

NADiE poDríA ENCoNtrAr EN ELLo Motivo ALGUNo DE

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ALGUiEN QUE SE UFANArA DE SErLo.

Arthur Koestler

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La Panera I 33

[ Chile Profundo | por Heidi ScHmidlin ]

l 2 4 d e m a y o p a s a d o , un cáncer de estómago se tragó la vida de Santos Rubio morales, el más destacado pueta pircano de

Canto Humano y Divino de su generación. Can-to cultivado en la forma pura de tradición oral, entroncado en la lógica campesina de sabiduría popular. pionero en abrir esta forma musical de literatura a universidades, escenarios y escuelas públicas, Santos fue considerado por folcloristas, por sus pares y por los académicos como un “oído absoluto”.

Caminamos muchos años juntos. Fui uno de sus tantos ojos; porque, aunque quedó ciego a los ocho meses de edad, Santos rubio nunca usó bastón. para nosotros, sus amigos y amigas, hacer de lazarillo transformaba el día y la noche en un ancla para el alma. Andando en sus pasos, se punteaba la vida in-visible. Con el “Santito”, que de Santo tenía poco y de rubio menos, aprendimos a mirar sin ver y a observar lo que no se nota. Como dijo el antropólogo Claudio Mercado, su amigo, y collera de larga duración en el guitarrón y el Canto a lo Divino: “Andar con él era una joya, que se haya muerto es como si se hubiera muerto una montaña en pirque”.

La magia de su compañía empezaba al engan-char su brazo en el mío y encender la “mulita tordilla” (mi fiel Corsa)... Que al pago de la man-da a la Virgen de Vizcachas o pelequén, que a la casa de don Segundo, que a ver a su fabricante de guitarrones, que al encuentro de payadores en portezuelo, Chillán; que a comer empanadas donde “las primas”, que a las vigilias del Canto a lo Divino o a cuánto solidario lo invitaban. Inolvi-dable el solidario para su hermano, que de fiesta pasó a velorio en una sola noche cuando una de las visitas, la más bailarina, posó su cabeza sobre el hombro del cantor Jorge Yáñez, dijo que se sentía cansada y así; sin más, enfiestada y feliz, se despidió de la vida.

Caminamos también por los cerros del Cajón del Maipo, levan-tando rodillas y tanteando, como los caballos cuando cruzan los riscos, y la úni-ca vez que casi nos caímos fue cuando tropecé al subir a una tarima llevándolo a él; y si no es por su rápida re-acción, habríamos saludado a la concurrencia de rodillas.

No fui ojos cotidianos como los de su amiga Gloria, que le manejaba su furgón (el ‘submarino amarillo’), o como los de su hija Marcela, que mantuvo lim-pias sus camisas cuadrillé, planchado el panta-lón de huaso y alisada la manta de Castilla: sus “aperos” favoritos, los que engalanaron su último viaje al Eterno. Tampoco fui sus ojos domésticos, como los de su hija paola, con quien vivió cuan-do “apartó bultos” con Adalina, su esposa, una

Caminamos juntos Casi quinCe años

“Que se haya muerto el payador

santos rubio es Como si se hubiera

muerto una montaña en pirQue”.

gent

ileza

la te

rcer

a

profesora tan delgada de cuerpo como ancha de espíritu. Ni fui ojos inspiradores, como los de sus trece hermanos y de su potente madre, todos músicos de alta alcurnia. pero sí fui sus ojos de exploraciones y encuentros; y, a riesgo de equi-

vocarme, la que más supo cuánto pebre echarle al pan, la sopa, las papas, la cazuela, el asado y lo demás: “Todo mejora con pebre, Heidita, hasta la salud y la pena, póngale otro poquito no más”.

Es que el Santos era ciego, pero veía. El propio Manuel Saavedra, último payador natural vivo, formado en la tradicional escuela oral, donde el aprendiza-je de décimas enseña la astrono-mía, las matemáticas, la historia y el castellano; él, que le mostró

la “guitarra grande” a Violeta parra, dijo de Santos: “En esos años, los 40, habían sólo tres to-quíos (melodías que se tocan en el guitarrón), ‘la dentradora’, ‘la arcayina’ y la ‘ay sí, sí’. Ahora, Santos, le toca a cada cantor una entonación distinta. por eso yo decía… Dios le quitó los ojos, pero le dio un oído absoluto. Santitos fue sin duda el mejor alumno que tuvieron Juan de Dios reyes, Lázaro

Salgado y Joaquín Cantillana; también recibió edu-cación grande de su abuelo, el payador Francisco Arturo Morales, y de su tío Daniel Morales”.

Los abuelos tutores, el internado para ciegos, Santa Lucía, y su bendita paciencia (que adminis-traba con un humor sutil y astuto) le permitieron ser, en 1962, el primer profesor formal de la paya y del guitarrón en Chile, a petición del investiga-dor y escritor Juan uribe echeverría. hoy, santos rubio es considerado el maestro de maestros. Con él se formaron los cotizados cantores a lo divino rodemil Jerez, Manuel Gallardo y ricardo Gárate. También varias generaciones de niños de la Escuela de pirque, donde fue director musical de la Corporación Educacional por diez años. Y con el tiempo han llegado los que expandieron los registros del guitarrón, sin perder su tradición. Como las propuestas de crossover que grabó el musicólogo José pérez de Arce con Café Tacu-ba en «nometomesencuenta» (Fondart 2004), o los toquíos hiphoperos de Manuel Sánchez y el giro más clásico de Natalia Contesse en su repertorio trovador.

Siguió enseñando hasta antes de la Víspera (el día que llega la muerte) en talleres Fondart, muni-cipalidades, en fiestas, comedores, colegios, casas, plazas, escenarios, en caseríos, pueblitos, ciudades y en lejanos países. Donde le pidieran, aplicaba su prodigioso oído “a lo amigo y a lo pecuniario”, porque no habían quintas flojas que se le pasaran.

RockStaR del mundo Campesino

Creador de varios toquíos, como la “puntillana”, santos rubio era el rockstar de la décima. una característica que se hacía evidente en lugares como el Mercado de Chillán. Desde cualquier caja frutera, de semillas, yerbas o souvenirs aparecía un corazón agradecido estirando la mano: “Amigo Santito, qué gusto verlo, ¿se acuerda de mi?...”, y le recordaba alguna rama de su árbol genealógi-co, que por supuesto, Santos, que tenía memoria de registro civil, terminaba por identificar. y así no más, con el aporte de los ancestros de locatarios vecinos, se armaba comitiva para una fiesta fami-liar. por ello, el que recibiera el premio presidente de la república, mención música popular en 2004, fue sólo un acto de justicia.

Y en un gesto de agradecimiento por todo ello es que le dedicamos esta tonada de “coleo” (la última estrofa inicia el verso siguiente) que grabó en el disco, «Guitarroneros de pirque», producido por Gonzalo Henríquez, una de las pocas grabaciones que registran su maestría y diversidad sonora:

“Teneme en tu corazón/ como yo te tendré en el mío/ que yo te tendré en el mío/ no me vayas a olvidar/ ni pienses de que te olvido/ ni pienses de que te olvido/ porque mi pecho se cansa/ para no padecer tanto/ dame una corta esperanza/ dame una corta esperanza/ si es lo que quiero tanto/ teneme en tu corazón/ por-que esta pena no aguanto/…”.

“Tan mal me siento que no me doy cuenta de lo bien que estoy”, Violeta Parra (1917-1967), versátil artista, cantautora e incansable investigadora del folklore de Chile.

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Identidad Cultural

34 I La Panera

Por Jessica atal K.

Fotos: gentileza ril Editores

S eptiembre, tiempo de hacer patria, de rescatar cultura chilena. Viajare-mos a Lota o “Louta” en mapudun-gun (que significa pequeño caserío

o lugarejo), una ciudad ubicada 42 kilóme-tros al sur de Concepción, la cual fue, en su momento, un gran eje industrial y que -junto a Coronel, Curanilahue y Lebu- constituyó uno de los importantes centros carboníferos de la región del Bío Bío.

Aquí se palpa de lleno la “cultura del carbón”, entendiendo por ésta todo aquello que rodea a su gente, el quehacer cotidiano, sus fiestas, cele-braciones y música, pero especialmente los tes-timonios de una época: los relatos de mineros sobre el arduo y peligroso trabajo en las minas y también los relatos de aquellas mujeres que trabajaron en la Fábrica de Cerámica de Lota, dando forma a un arte único en Chile.

Héctor Uribe Ulloa ha escrito el valioso libro «Cerámica de Lota. Patrimonio cultu-ral de un pueblo», que rescata el resultado de este oficio desarrollado a fines del siglo XIX e inicios del XX. Lo que comenzó para Uri-be como una recopilación y estudio sobre las tradiciones de la gente del carbón, terminó en una exhaustiva investigación sobre la produc-ción de piezas de cerámica que se fabricaron en esta ciudad. En sus recorridos por la zona, el autor encontró figuras de cerámica en prác-ticamente todos los hogares. Y es a partir de conversaciones con los dueños de casa -ya de cierta edad- que va recreando la historia de la Fábrica de Cerámica de Lota, la cual funciona-ba junto a la Fábrica de Ladrillos Refractarios (1854), única en Sudamérica en su época.

MatÍas cOUsiÑO Lota es entonces uno de los pueblos indus-

triales más pujantes de nuestro país, con ser-vicios y adelantos que evidencian el poderoso imperio económico de la familia Cousiño. A

mediados del siglo XIX, viven alrededor de cinco mil habitantes en pequeñas casas de es-tilo europeo. Hay 600 obreros y 45 familias inglesas contratadas para trabajar en las mi-nas (la producción es de 200 toneladas dia-rias), en la fundición de cobre (1857) y en la Fábrica de Ladrillos.

Matías Cousiño se preocupa de construir la primera escuela, el primer hospital y la pri-mera iglesia de Lota. Al morir, en 1863, Luis -su único hijo- asume la dirección y, además de continuar con la empresa, comienza la construcción del Parque, destinado como lu-gar habitacional de la familia. Cuando Luis muere, su viuda, doña Isidora Goyenechea, se ocupa de los negocios, y más tarde, entre 1880 y 1902, lo hace su hijo Carlos. En esa época se instala la planta hidroeléctrica de Chivi-lingo, se crea el mercado, el cementerio, un teatro, un club social y la aduana, obras que demuestran el auge urbanístico, empresarial y cultural de Lota.

LA FÁBrICA De ceRÁMica La producción artística de Lota se desarro-

lla paralelamente a la producción de ladrillos refractarios. Si bien no existen registros fo-tográficos de la época, se puede deducir que las primeras piezas -seguramente a pedido de doña Isidora Goyenechea- fueron grandes figuras de ornamentación exterior, como esta-tuas y jarrones destinadas a parques y jardines. Es a principios del siglo XX cuando se expe-rimenta sobre el vidriado y la producción de artículos para el hogar. En 1929, la fábrica ya cuenta con dos secciones específicas: la fábri-ca de ladrillos y la fábrica de porcelanas. Unos cien obreros -entre hombres, mujeres y niños- trabajaban produciendo unos tres millones de piezas anuales. Destacan los tubos vidriados, los aisladores eléctricos y las baldosas.

En los años 30, se amplían las instalaciones, se aumenta la capacidad de los hornos exis-tentes y se compran nuevos. Así, entre 1936 y 1937 comienza a funcionar la sección de

El reciente libro de Héctor Ulloa Uribe es una pieza tan original como muchas de las obras que rescata. Y nos otorga identidad al incorporar la voz de quienes protagonizaron el auge de una industria única en Chile.

«CerámiCa de Lota. Patrimonio CuLturaL de un PuebLo»Héctor uribe ulloaRil Editores Santiago, 2011 185 páginas

CerámiCa HErEnCIA CULtUrAL dE LotA

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La Panera I 35

cerámica decorativa y utilitaria. Hay un auge en la fabricación de loza, vajillería y cerámica artística, así como mayólicas similares a las europeas. En 1940, la industria es reconocida en el país entero y, aunque no se conoce exac-tamente el número de piezas cerámicas que se llegan a fabricar, se estima que son unas mil quinientas. El único folleto existente, elabo-rado por la fábrica, destaca que “la Cerámi-ca de Lota ha estado produciendo artículos de cerámica fina y cada año se esfuerza por poner su técnica y experiencia industrial al servicio de una mejor calidad y belleza, para hacer de cada objeto, aun el más pequeño, una verdadera obra de arte”.

En el proceso de producción se utilizan materias primas de la mejor calidad, como la arcilla y el caolín. La arcilla se obtiene de los cerros de Colcura y Lara-quete y de una propiedad de la empresa minera. El caolín lo extraen de un yacimien-to ubicado en San Javier. Se utilizan moldes de yeso para la elaboración de los más di-versos artículos decorativos.

Ceramistas, como José Miguel Zárate, recuerdan cada detalle de este pro-ceso: se comenzaba con la molienda y mezcla de las materias primas; la solución acuosa llenaba moldes que se dejaban reposar alrede-dor de veinte minutos. Luego se realizaba el vaciado y, pasada una hora, se desmoldaban y las figuras iban a una cámara de secado. En seguida se les aplicaba un barniz, volvían al horno y una vez que las piezas estaban bien cocidas, se procedía a la decoración de las mismas con el brillo y los colores que les im-primían la identidad única de Lota.

clasiFicaciÓN dE PIEZAS Cada una de las piezas hechas en Lota po-

see un sello, una numeración y una inscrip-ción que las identifica. Así, se pueden estable-cer tres períodos de fabricación: el primero se extiende entre 1936 y 1940; el segundo, entre 1941 y 1945; y el tercero, entre 1946 y 1951.

Entre las inscripciones que se encuentran junto a los sellos, se distinguen: “Lota”, “Lota hecho en Chile”, “Lota Chile” y “Lota J. S. G. Mkamin Manley England”. En general, estas inscripciones se graban en la base de los objetos, sobre relieve y bajo relieve. A veces se indica, además, alguna característica, como “pintado a mano” o el nombre de la figura.

La cerámica también se puede clasificar según su estilo, dependiendo del período de su fabricación. Un primer estilo proveniente de Europa, el Art Nouveau, por ejemplo, se representa en piezas definidas por su sensua-

lidad, delicadeza y la libertad en el uso de la forma. Se trata, principalmente, de asientos, troncos de árboles y mesas ubicadas en plazas y parques del país.

A fines de los años 30 se impone el Art Déco, cuyas características se plasman en fi-guras de formas geométricas y colores vivos. Tal vez el estilo más valorado es el de la ico-nografía vernácula, que resalta lo netamente nacional. Por un lado, están las figuras criollas, como la cantora con guitarra, el huaso a caba-llo y una china bailando cueca. Por otro, las figuras mapuches, como el jugador de chueca. También destacan las piezas que represen-tan el mundo carbonífero, como el cenicero con un minero de pie. Sin embargo, el estilo decorativo que ubica la cerámica de Lota a nivel mundial es la porcelana mayólica, cuyos

modelos inspirados en cerá-micas antiguas o influencias italianas y españolas, usan colores muy vivos.

Otra manera de clasificar las piezas de cerámica es se-gún el uso que se les da, es decir, si están destinadas a la decoración o son de tipo utilitario. Entre las prime-ras, destacan imágenes reli-giosas, figuras típicas de la tradición chilena, personajes de cuentos populares, pre-ciosas figuras de mujeres, candelabros, platos murales,

animales y flores. Los floreros y jarrones son las piezas más fabricadas y prácticamente no existe hogar en Lota donde no se aprecie uno de ellos. Dentro de las piezas utilitarias, se encuentran juegos de té, bandejas, licoreras, ceniceros y hasta artículos de escritorio.

Sin duda, la obra de Héctor Uribe formará parte integral del patrimonio cultural chile-no. Rescata en sus páginas testimonios que estaban en peligro de perderse para siempre y logra reconstruir un pedazo muy valioso de nuestra historia. La parte final consta de un catálogo fotográfico de más de cien piezas, donde se aprecia la diversidad de estilos, for-mas y colores, así como la variedad temática de los objetos producidos en los talleres de Lota, las más de las veces decorados por las manos de mujeres que llegaron a manejar con excelencia las técnicas en el decorado.

Este libro se constituye así en una pieza original, como muchas de las obras de arte que aquí reúne. Nos otorga identidad al in-corporar la voz de quienes protagonizaron el auge de una industria única en Chile. Las piezas de cerámica, conservadas como tesoros en los hogares de Lota, son el recuerdo de una época, de familiares y amigos que alguna vez entregaron esfuerzo y dedicación a un oficio que desarrolló inigualables obras de arte, fie-les reflejos de su gente.

“La educación es, tal vez, la forma más alta de buscar a Dios”, poeta y educadora Gabriela Mistral (1889-1957), Premio Nobel de Literatura 1945.

Purísima de Lo Vásquez n. 168

Susana n. 94.Pintada a mano.

Rana n. 42. Pintada a mano.

Globera n. 121.Pintada a mano.

Florero n. 29. Calcografía y dorado.

Catálogo

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36 I La Panera

u e g o d e l b o o m d e l a s

Profecías Mayas que tanto revuelo causan frente a la inminencia del 2012 y su relación con el ca-lendario de esa sabia cultura ancestral mexicana,

surge desde esas mismas raíces el vocablo In’lakesh (“Yo soy tú, tú eres yo, Todos somos Uno”, en lengua náhuatl), que está revolucionando la forma de vernos como colectivo mundial.

Dado el avance de las investigaciones de la física cuántica, esta palabra adquiere una relevancia inusitada, a la cual debe-ríamos poner atención. Veamos por qué.

Jacobo Grinberg, científico de la Universidad Autónoma de México (UNAM), desaparecido misteriosamente en 1994, postuló una interesante teoría que hoy cobra mucha fuerza. Se trata de la Lattice, una especie de malla (o red neuronal del universo) que es modificada permanentemente a través del pensamiento. “Un cerebro funcionando en un nivel muy elevado de coherencia desarrolla Campos Neuronales de energía que no son muy diferentes en sus morfologías a la es-tructura básica del Espacio-Tiempo. Son, por así decirlo, una copia de esa estructura. Desde allí pueden ejercer un control sobre la misma, creando en ella vórtices energéticos en los cuales el Espacio se curva. Focalizan-do esas curvaturas se crean verdade-ros focos tensionales en movimiento vertiginoso. La aceleración de esos movimientos incrementa la energía cinética de la Lattice”.

Una visión más simple para com-prenderla sería imaginar nuestras neuronas y las neuronas del univer-so como un todo, interactuando en constantes sinapsis, dependiendo de la calidad e intensidad de nuestras intenciones en todo acto que gene-remos en la vida cotidiana.

También hoy crece la certeza cien-tífica de la existencia de Cuerdas y Supercuerdas, que, entre otras muchas características, en cada manifestación creadora son pulsadas en un tono y una onda que impactan en el universo cuántico, para dar un resultado en alguno de los multiversos que lo componen. Esta teoría tan reciente ya está dando paso a la teoría M, o teoría Membrana, aún en ciernes, pero que de comprobarse podría cambiar la concepción filo-sófica del Universo. De acuerdo a estas propuestas científicas, todo en el Universo estaría conformado e interrelacionado por un solo tejido, cuya manifestación estaría condicionada a los procesos creadores de sus habitantes, considerando como tales no sólo a la humanidad, sino a todo ser viviente en el Cosmos, así como a la gran creación misma.

Su resultado es abismante, pues indicaría que estamos comprometidos totalmente en el devenir del macro y del micro cosmos, en una responsabilidad que escapa a nuestra comprensión, pero no a nuestro rol como seres creadores.

En conocimiento de nuestra calidad de seres-energía emi-sores y receptores electromagnéticos, podemos estar se-guros de que somos artífices de eventos y manifestaciones planetarias, así como de los de nuestra propia existencia. Una responsabilidad que ya debería hacernos reflexionar sobre nuestro rol frente a lo que diariamente creamos en nuestras vidas. Es simple, no son necesarias grandes obras, sólo ser conscientes de nosotros y del enorme poder creador que nos distingue. Entre otras cosas, aprender a ser felices e irra-diar ese estado al entorno.

Desde esta nueva perspectiva, sabemos que nada viene de fuera de nosotros, sino que incluso eventos de la Naturaleza tienen su impronta según sea la calidad de nuestras creacio-

nes o, dicho de otra manera, según sea el resultado vibratorio de la malla. Parece algo increíble y cuestionable, sin embargo, quienes poseen el suficiente conocimiento que engloba tanto las distintas áreas de la ciencia como los preceptos de índo-le espiritual, logran percibir la posibilidad que tendríamos de controlar incluso las fuerzas de la Naturaleza.

AMor, lA frecUeNciA Más AltA Del PlANetA

El que estas máximas ancestrales sean acogidas de inme-diato por gran número de individuos que las expanden con inusitada vehemencia, aun sin comprender externamente la profundidad de su significado, expresa esa sabiduría interna que el ser posee (pese a su racionalidad y limitación intelec-tual). Esta sabiduría corresponde a una memoria original ins-crita en ese 90% de ADN no descifrable ni utilizable en esta forma de existencia… a menos que apliquemos la ley que lo haga posible: la frecuencia más alta del Planeta que se llama AMor. Pues sólo se puede acceder a ella desde un campo

superior a la vibración de este plano físico, y lo único que se homologa a ese campo superior es el más gran sentimiento amoroso que se pueda expresar.

¿Estaremos entonces alcanzando como humanidad esa cualidad? Si es así, ello nos permitiría generar procesos que tal vez aún nos asombren pero que en verdad son una posi-bilidad real de controlar el tiempo y de modificar situaciones. en fin, una gran oportunidad de terminar con las predicciones catastróficas que existen ante la proximidad del 2012, fecha que a estas alturas se ha convertido en un hito mundial.

Por increíble que parezca, desde los años 60 existen expe-rimentos de control, no sólo del tiempo sino de todo el deve-nir de esta humanidad, a través de diversas fórmulas aplicadas en instituciones dedicadas a ello y que, por supuesto, sólo es-tán en el conocimiento de una minoría comprometida. Pero todas ellas forman parte de la tecnología, una extensión de la creación del hombre, lo que de inmediato nos lleva a pensar que si logramos desde nosotros mismos despertar esas facul-tades creadores de transformación, podríamos, sin necesidad de elementos externos, llegar a crear un planeta feliz.

¿Cómo puede suceder algo así...? El «Efecto del Mono 100» sirve de referencia para comprender lo dicho. En este experimento realizado en 1952 en la isla japonea Koshima, los científicos comenzaron a alimentar a los monos con unos camotes que les lanzaban a la arena. Como el sabor de la arena era desagradable, a una mona se le ocurrió lavar el camote en el mar antes de comerlo. Esta acción fue imitada por su madre y luego por otros macacos hasta completar un número X considerado como el “factor 100”, a partir del cual todos los simios del archipiélago, sin haber estado en contac-to con los imitadores, comenzaron a su vez a lavar el tubér-

culo. Ahí tenemos un factor de multiplicación de un efecto que se conoce como “masa crítica”. el físico teórico rupert Shaldrake fue quien dio la partida a esta experiencia al hablar de una red creativa que, una vez cumplido un cierto número de practicantes, se completa en toda la malla y da lugar a nuevas expresiones emanadas de esa saturación, todo esto dicho de manera simple. ello significa que cualquier evento que un individuo manifieste creativamente, influyendo en el medio, de inmediato abre una puerta para que otros vayan incorporándose a esa red hasta que intempestivamente en un momentum se transforme en un resultado planetario.

DEL “EFECTo MArIPoSA”

en 1963, el matemático y meteorólogo edward lorenz (1917-2008) quería describir en unas cuantas ecuaciones el comportamiento de la atmósfera terrestre para predecir el tiempo con exactitud, pero al incorporar en su ordenador ciertos cálculos, obtuvo dos resultados totalmente opuestos.

Los llamó “Efecto Mariposa”: peque-ños cambios en una posición inicial pueden tener enormes consecuen-cias en sistemas complejos. Dice un proverbio chino que el aleteo de una mariposa puede sentirse en el otro extremo del mundo, aunque la for-mulación más conocida del propio Lorenz era una pregunta: ¿el batir de las alas de una mariposa en Brasil puede provocar un tornado en Tejas? Fue Lorenz quien por primera vez analizó el proceso, de enormes re-percusiones no sólo en el mundo de las matemáticas, sino en la biología y la física. Una de sus conclusiones recuerda que en meteorología es im-posible prever una situación a largo plazo si se emplean cálculos determi-

nadores. Al confirmar que ciertos sistemas deterministas tie-nen límites de predictibilidad, sepultó el universo cartesiano y fomentó lo que algunos han llamado la tercera revolución científica del siglo XX, pisándole los talones a la relatividad y a la Física Cuántica.

¿De qué depende entonces el devenir de la humanidad y del planeta? Pues, de nuestra creación. De poder cambiar el efecto y que un huracán en Tejas se transforme en el aleteo de una mariposa en Brasil, o al menos mantener la misma fre-cuencia del mensaje original, para que el propósito deseado desde el principio se manifieste correctamente. sin embargo, no es un proceso fácil. De ahí la importancia del sabio men-saje ancestral que nos llega a través de esta hermosa palabra: iN’lAKesH, la conciencia de que todos somos UNO, res-ponsables y creadores de lo que queremos manifestar como ViDA. la perfección está a nuestra puerta, podemos elegir, y elegir bien significa ser consciente en cada acto de nuestra existencia cotidiana, aprender a crear con AMOr.

Grinberg postuló un modelo perfecto de creación, el Pro-totipo, y lo definió como un mecanismo que logre concen-trar grandes cantidades de información y que active campos energéticos coherentes y de altísima frecuencia. Dos o tres campos enfocados en un mismo punto lograrían sumar sus efectos, haciendo algo similar a lo que hemos obtenido con el cerebro humano.

Vale la pena terminar esta columna con la frase que sinteti-zó el descubrimiento de este científico, el que tal vez le valió su misteriosa desaparición “…el verdadero Prototipo no es una máquina, sino el producto de una transformación colosal de la raza humana”.

¡iN’lAKesH!

IN’laKesH, Todos somos uNo¿uNa fórmula aNcesTral para coNsTruIr NuesTro uNIverso?

[ El artE dE la Vida | POr FrESIA CAStro ]

Alej

Andr

A Ac

ostA

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La Panera I 37

La hora de américa Latina

Miguel laborde es Director Cultural de la Fundación El Observatorio (Centro de Estudios Geopoéticos de Chile), director de la Revista Universitaria de la UC, profesor de Urbanismo (Ciudades y Territorios de Chile) en Arquitectura de la UDP, miembro del directorio de la Fundación Imagen de Chile, miembro honorario del Colegio de Arquitectos y de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía, y autor de varios libros.

[ fundación el observatorio | por miguel laborde ]

¿por qué no?

Ya se ha dicho que la luz del conocimiento viaja de oriente a occidente, del Lejano oriente al Medio oriente, del Cercano al norte de África, de Atenas a roma, de roma a la Europa occidental, y entonces a la América del Norte…

¿No sería justo, por geografía e historia, que antes de volver a China y a la India, antes de empezar un ciclo nuevo, se detuviera un rato en esta América nuestra?

Así lo piensa raúl rivera, el autor de «Nuestra hora. Los latinoamericanos en el siglo XXI», que según Vargas Llosa debiera leer todo latinoamericano. Efectivamente, ya lo han invitado a presentarlo en varios países de la región, para que no se produzca la profecía del editor de «Foreign policy», Moisés Naim: “América Latina se asemeja hoy a la Atlántida, el continente perdido”.

¿para siempre?

rivera ha vivido décadas en Eu-ropa y Estados Unidos. Se nota que sufrió indiferencias, menosprecios, ig-norancias también, de su región natal. porque es muy preciso para enfren-tar, uno a uno, todos los prejuicios.

pone ojo en los detalles. Se pre-gunta por qué aceptamos que la oNU, el FMI, e incluso nosotros, estemos hablando de una Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEpAL), nombre que nos sustrae al Caribe, que deja fuera de América Latina a cubanos y domini-canos: ¿quién tiene intereses ahí?

o por qué utilizamos en nuestros propios libros de geografía la proyección Mercator, que agranda a Europa y achica a América del Sur, ocultando que ésta es dos veces más grande, o que Bolivia es tres veces mayor que Alemania en kilómetros cuadrados. La geo-grafía, los mapas, siempre han sido producto de arte y cultura, de ciencia y tecnología, pero también de uso geopolítico. Un arma.

olvidamos así que la región completa de América Latina es más de cuatro veces mayor al área de los 27 países de la Unión Europea. Hablamos de Chile como “este pequeño país” cuando sólo la superficie continental de 742 mil kilómetros cuadrados más que duplica los 300 mil de Italia.

En nombre de la historia se tuerce la geografía, se nos achica el imaginario y finalmente nos dejan fuera de las grandes ligas de la historia. Ésa que, en frase de Henry Kissinger citada en el libro de rivera, “nunca se ha pro-ducido en el Sur. El eje de la historia empieza en Moscú, pasa a Bonn, cruza hacia Washington y luego llega a Tokio. Lo que sucede en el Sur no tiene importancia”.

No nos interesa competir región contra región, en todo caso. Ni cuál sea más grande. o lo que piensen los demás. Lo que sí importa, y de ahí el interés de este libro, es lo que nosotros pensamos de nosotros mismos.

En ese contexto conviene que nos acariciemos un poco, por tener, por ejemplo y como región, la mayor biocapacidad del mundo, biodiversidad que es belleza, variedad de aves, colores, flores, un espectáculo natu-ral extraordinario que desconocemos. Un parque na-tural boliviano, Madidi, tiene más variedad de aves que muchos países juntos. Venezuela, Colombia, Ecuador, México, Brasil, suman una vida ambiental lujuriosa aún ausente del imaginario que tenemos los latinoame-ricanos; no hemos viajado lo suficiente por nuestros países. recién, masivamente, lo están haciendo las nue-vas generaciones que han descubierto, por ejemplo, las selvas de Bolivia y Ecuador.

¿Cómo conocerlos sin ir...? La geografía se abre a través de la gente. poetas, pintores, artesanos, cineas-tas, hacen hablar la tierra.

No es pobre América Latina, tampoco. Hay ahí otro mito que denuncia rivera. Afortunadamente, hemos crecido y ya somos de clase media. Asia y África to-davía sufren esa condición, con productos per cápita varias veces menores.

Los metales finos y minerales son aquí cuantiosos, de las regiones más ricas del mundo, aunque el oro y la plata que se fueron durante la Colonia aumentaron la masa monetaria mundial en… más de un 60%.

¿puras riquezas naturales? No, rivera se deleita en una historia diferente, de otros ejes; los primeros complejos sociales precolombinos aparecen más de cinco mil años atrás, cuando algo comparable sólo se podía encontrar en Mesopotamia. Aquí surgen en la costa peruana, sustentada en la rica fauna marina de la Corriente de Humboldt. La misma que ahora, ante el cambio climático, refresca, alimenta y enfría nuestras mismas costas.

De las seis civilizaciones creadoras de la agricultu-ra, dos están acá: Mesoamérica y la andina. La escritu-ra mesoamericana sólo es comparable a la sumeria, el calendario maya es más preciso que el romano gracias a sus sofisticadas matemáticas, la medicina andina se adelanta a la europea y se compara con la árabe…

Estando aparte, separados de las rutas, no tuvimos el beneficio de los europeos, por ejemplo, que acogen los hallazgos de egipcios, chinos y árabes que fundamenta-ron el nacimiento de su cultura. A pesar de ello, cuando llega aquí el europeo hay arquitectura y urbanismo, agri-cultura y metalurgia, artes y creencias, todo cuanto con-forma una civilización. Es el fenómeno de civilizaciones que nacen y logran crecer en la mayor soledad.

El encuentro de dos mundos produjo el horror de “la primera guerra biológica en la historia de la huma-nidad”. En medio siglo baja la población de 90 millones a quince. Y siguió cayendo; sobrevive apenas del 5 al 10% de la población indígena.

Medallas olímpicas, cetros de belleza, alimentos fun-damentales, expansión de la lengua castellana, música,

literatura, artes visuales, danzas, urbes (“los aztecas fundaban ciudades al son de melodías”), aportes en los temas más diversos conforman un panorama que no está ni en nuestra educación ni en los medios.

Curioso vehículo, por ejemplo, es la te-lenovela. «Kassandra», venezolana, trans-mitida en más de cien países. «La esclava Isaura», brasileña, tuvo más de 500 millo-nes de fieles seguidores chinos.

El tema de la expansión en Estados Unidos es asombroso, al grado que su Oficina del Censo calcula que hacia el año 2016 los latinos serán mayoría en su población. Los cientistas políticos calcu-lan que ya nadie llegará a la Casa Blanca sin su apoyo. Que en más de un sentido, la nación del norte se estará integrando a América Latina. Que finalmente, de verdad, surgirá una América.

Es interesante el esfuerzo de rivera por aclarar que no somos solamente mano de obra barata y recursos naturales, como quiere el mito denigrador. Es creativi-dad, talento, necesarios para alcanzar nuevos estadios de desarrollo. Afortunadamente existen porque, a la larga, es lo primordial: “Si la riqueza de los pueblos de-pendiera de los recursos naturales, como sustenta el mito, los ciudadanos de países como Inglaterra, Japón o Singapur aún vivirían en la miseria”.

¿Seguiremos, al final, fragmentados? ¿Sin construir una identidad real, apéndice de la cultura occidental, o de Estados Unidos? ¿Tal vez más prósperos pero sin identidad? ¿o empantanados en el populismo? ¿o en juegos de guerra?

Sí, podría la flecha pasar de largo, hacia China e In-dia, sin detenerse en esta estación. Y vivir, nuevamente, mil años de soledad.

Sin que aparezca, realmente, “un Nuevo mundo en-tre oriente y occidente”.

Al final del siglo XXI se sabrá si pasó de largo, a Chinaindia, o si América Latina fue un actor capaz de decir algo más que dos frases, algo más que “la comida está servida”.

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Testimonio

38 I La Panera

TEXTO Y FOTOS: Mónica OpOrtOt

V olamos en un aguerrido Twin Ot-ter que lucha contra el viento sal-vaje que nos estremece en medio de una enorme cordillera nevada.

Descendemos al tercer intento, extenuados por un estimulante contacto con el peligro, y con una viva emoción entramos al dominio de los sherpas (guías y porteadores) en el co-razón de los Himalayas, donde todavía exis-ten los legendarios tigres de las nieves.

Lukla está orientada hacia el este de Nepal, en el distrito de Solu Khumbu. La mayoría de los que llegan a escalar el monte Everest ate-rrizan en el desafiante aeropuerto Tenzing-Hillary. El terreno circundante, las variables climáticas y la corta longitud de la escarpada pista de aterrizaje, lo hacen ser el aeropuerto más extremo del mundo.

Inspirada en los sherpas, camino por las alturas que dominan los valles cercanos al Everest, mientras manadas de jaks se cruzan en el camino… ¡¡Tigiling tingiling!! suenan las campanas atadas en sus cuellos.

Con su sudor, los sherpas humedecen los peldaños esculpidos en piedras de montaña, soportando cargas de a veces 100 kilos. Sus rostros serios van contemplando la tierra. Enmarcados por un escenario magnífico, re-corrido por stupas (ver nota), pueblos que se funden en el cielo y, sobre todo, por la blan-cura de la nieve de los Himalayas, caminamos en un silencio imponente hacia un destino remoto. A veces escucho una canción llena de magia y belleza que hace más llevadero el lento ascenso de los escaladores.

CélEbrE pOrTEadOr de las alturas

Fue en 1953 cuando Sir Edmund Hillary de Nueva Zelanda y el sherpa Tenzing Nor-gay escalaron por primera vez en la historia la cima del remoto, admirable y temible monte Everest, de 8.848 metros. Su nombre tibetano es Chomolugma, que significa Diosa Madre del Universo. Es tan alto que ningún pájaro puede volar sobre él. El retrato de Tenzin en la cumbre expresa el anhelo interno de todos nosotros de explorar los límites y alcanzar metas extraordinarias.

Tenzin Norgay nació entre la gente más común de los valles al sureste del Tíbet. Allí creció junto a sus 12 hermanos en una familia nómade, su padre era pastor de yaks por lo que su infancia transcurrió en el campo, donde el hombre y la mujer trabajan la tierra, mientras las guaguas duermen en cajas de madera y los hermanos mayores acarrean a los menores. A los 17 años, Tenzin siguió su destino emi-grando a la India. Fue a Darjeeling, el punto de partida de las primeras expediciones a los

En la cumbre del Kalapathar me encontré con un tributo a Michael Jackson entre las banderas de oración.

Porteador de altura.

Jak y sherpas en el valle

Chomolungma diOSa MadrE dEl UnivErSO

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La Panera I 39

EnMarCadOS pOr Un ESCEnariO MagníFiCO, rECOrridO pOr

STUpaS, pUEblOS qUE SE FUndEn En El CiElO Y, SObrE TOdO, pOr

la blanCUra dE la niEvE dE lOS HiMalaYaS, CaMinaMOS En

Un SilEnCiO iMpOnEnTE HaCia Un dESTinO rEMOTO. a vECES

ESCUCHO Una CanCión llEna dE Magia Y bEllEza qUE HaCE MáS

llEvadErO El lEnTO aSCEnSO dE lOS ESCaladOrES.

esplendores de Los Himalayas. Al principio, por ser emigrante, fue mirado con recelo en-tre los sherpas, pero persistió trabajando en la montaña hasta lograr ser contratado en las expediciones. Con el tiempo, llegó a ser el Príncipe de todos los sherpas.

Un FragMEnTO de cielO

El sentido de lo sagrado en el sur del Asia esta íntimamente relacionado con la imagen concreta de las montañas. ¿Dónde más elegi-rían los dioses para vivir?

Hay una sensación intensificada de la con-ciencia, fuertemente remecida por la energía emanada de los montes Makalu, Dhaulagiri, Lhotse, Manaslu y Kancgenjunga, que sobre-pasan los 8.000 metros, y producen constan-temente una serie de temblores, desprendi-mientos de tierra, estruendosas avalanchas en lo alto de los glaciares, fuertes vientos y una visibilidad cambiante.

Pemba Sherpa tiene un aire soñador, es nues-tro porteador durante el trekking al campo base del Everest, atesora una gran fuerza natural y desde su nacimiento está acostumbrado a la al-tura y al frío. Es compacto y pequeño, leal, mo-

desto y sincero. Mientras más nos vemos, más nos gustamos y nos respetamos. Como budista, él tiene gran devoción al servicio, no es temero-so. Pemba Sherpa dice que a veces la montaña reclama una víctima y que si está escrito que ellos mueran en el Everest, allí morirán y sus espíritus volverán al lugar de la muerte.

La vida de un porteador -que carga enor-mes bultos por las montañas más peligrosas de la Tierra- es frágil e insegura. Algunos sherpas ahorran dinero, otros enfrentan la ve-jez con pobreza o invalidez por las heridas del congelamiento. En su etapa útil, la mayoría vive estrictamente al día.

Caminamos por varios pueblos y valles de excepcional belleza, rocas esculpidas con ora-ciones y banderas luminosas pendiendo de un hilo en lugares altos, enfatizando la conexión espiritual de los sherpas y la Tierra. Las ca-sas lucen los cachos de un yak clavados en las puertas de entrada, que te obligan a agachar-te para dejar los malos espíritus afuera antes de pasar. El estiércol de yak es pegado en los muros exteriores para que se seque al sol y sea utilizado como combustible.

En la altura, el frío y el aire estremecen, el viento quiere volar tejados, el polvo se intro-

duce por todos los orificios… A los visitantes esto puede parecer inhóspito, pero para los lugareños es la vida simplemente. Un sherpa camina por las piedras como si fueran nubes. Los yaks detienen la marcha. ¡Zum zum! or-dena mi sherpa y avanzamos sorteando char-cos. Pasamos por el cementerio de los valero-sos que se quedaron dormidos en el techo del mundo. Banderas y stupas frente a los montes Pumori y Nuptse, recupero el aliento, respira-mos a 5.000 metros entre los penitentes (múl-tiples formaciones de grandes estalactitas que brotan desde el suelo) y la nieve, ¡sobre todo la nieve! Cruzando el umbral, al atardecer nos adentramos en una nube de finos cristales de hielo. Cae la noche de plenilunio con misterio-so silencio, expira el paso fatigado de los yaks y el movimiento de los porteadores y turistas. Somos los únicos trashumantes que vamos por el cementerio al aire libre, subiendo la colina, Pemba Sherpa marcha adelante, cantando ex-tasiado por el resplandor nocturno. Siento una desbordante alegría, experimento un excep-cional estado de conciencia, semejante a bailar con rítmicos movimientos, ¡la Diosa Madre del Universo nos ha liberado de las fastidiosas restricciones de la vida moderna!

NOTA:

Stupas son bases de ofrendas o Monumentos Espirituales que simbolizan la mente iluminada de los budas. El impacto visual de un stupa trae enormes benefi-cios al espectador, es una experiencia directa de con-ciencia y dignidad intrínsecas.

Pemba Sherpa y el Everest.

“Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica”, médico Salvador Allende (1908-1973), Presidente de Chile entre 1970 y 1973.

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Gestión

40 I La Panera

Por Willy HaltenHoff nikiforos

Foto: Chris Heyerdahl

A poco más de dos años de su naci-miento, el Teatro Nescafé de las Artes (TNA) es un fenómeno de convocatoria de público. Rápida-

mente, su flexible parrilla de oferta cultural logró seducir y empatizar con los gustos del cada vez más exigente espectador nacional.

Entre el 6 de agosto de 2009 y la misma fecha de 2011, más de medio millón de per-sonas ha ingresado a la espaciosa sala.

“Sabíamos que en Santiago había una gran necesidad de una oferta, porque antes de em-barcarnos en este proyecto hicimos un estudio de mercado. Además, Alfredo (Saint-Jean, Director Ejecutivo del Teatro) ya conocía mucho del tema pues tiene 40 años de expe-riencia en producción de eventos y espectá-culos”, señala Irene González, Directora de Programación del TNA.

Uno de los principales pilares de esta exito-sa incursión es la exhibición de óperas trans-mitidas directamente desde el Metropolitan Opera House de Nueva York (MET). A esta iniciativa se suma una notable diversidad de géneros y estilos artísticos en la programación, la que se rige sólo por un concepto: calidad.

Otro aspecto medular de la estra-tegia es una parrilla programática en permanente rotación. Eso pro-voca que el menú satisfaga holga-damente a un público que va de los cinco a los 80 o más años. En una temporada, este teatro presenta 85 espectáculos con aproximadamente 250 funciones.

ÓPera Como en el Cine

La inversión para dotar al tea-tro de la tecnología necesaria para transmitir la ópera en directo fue alta: “Colocamos una pantalla gi-gante que tiene diez por cinco me-tros, un proyector Full HD, único en Chile, y se instaló una antena parabólica en el techo para recibir la señal del satélite, fue una inversión de varios millones realizada por Nescafé, nuestro sponsor”, ex-plica Irene.

Ya han transmitido 20 títulos en los dos ciclos que se han realizado. La próxima Tem-

porada Ópera 2011-2012/MET FULL (con la que cubrirán 10 obras más) partirá con «Anna Bolena», de Gaetano Donizetti (sába-do 15 de octubre, a las 14:00 horas). El elenco está integrado por Anna Netrebko, Ekaterina

Gubanova, Ildar Abdrazakov, Ta-mara Mumford y Stephen Costello.

Matta Para los fieles

Para lograr la fidelización de su público, el TNA creó la llamada Co-munidad Teatro Nescafé de las Ar-tes. A través de un link en su página web, los espectadores se inscriben y pasan a ser socios. Ya se han afilia-do más de 10 mil personas, las que opinan, sugieren, reclaman o felici-tan. El teatro responde con premios, sorpresas, regalías, descuentos y pro-mociones, así como con el envío de toda la programación vía mail.

“Esta Comunidad ha resultado fantástica, porque es un ida y vuel-ta con nuestro público, que va más allá de ser un simple espectador. Ya vamos identificando a quiénes les

gusta el jazz, la ópera, el teatro argentino, el rock… Se va produciendo una familiaridad con la gente, conversamos y hasta nos propo-nen obras o shows. Es un público muy par-ticipativo que por lo general se queda luego de las funciones para ‘conversar un cafecito’ e

intercambiar impresiones sobre lo que acaban de ver”.

Los socios van obteniendo puntaje según sean las veces que asistan al teatro y, a modo de premio, entre el 11 de noviembre de este año (en ocasión de la celebración del natalicio de Roberto Matta) y el 11 de noviembre de 2012, cada mes, los mejores puntajes recibi-rán de regalo un grabado del artista chileno.

el plaCer del riesgo

Otro aspecto importante a la hora de elegir producciones para la sala es el riesgo: “Vimos al grupo Tricicle (compañía española de tea-tro cómico basada en el lenguaje gestual), nos gustó, lo trajimos por primera vez a Chile y fue un tremendo suceso”.

El éxito de público logrado por el Teatro se debería a la versatilidad de los espectáculos y a la calidad de éstos: “Se monta lo mejor de afuera y lo mejor de acá. Por ejemplo, en enero pasado dimos tres clásicos del teatro chileno: «Entre Ga-llos y Medianoche», «La Pérgola de las Flores» y «La Negra Ester». Las entradas se agotaron, por eso en septiembre volverán las dos últimas piezas y ofreceremos un homenaje a Isidora Aguirre”.

También se nos adelanta que «La Negra Ester», protagonizada por Claudia Pérez, se repondrá entre el 15 y el 19 de septiembre. En tanto, los días 17 y 18, estará «Un circo diferente» (también a cargo del Gran Circo Teatro).

Su versátil programación, una bien calculada osadía en la elección de algunos espectáculos, y un trato

amigable con su comunidad parecen ser las claves de los notables resultados.

La prestigiosa com-pañía chilena Embrujo Flamenco, dirigida por el coreógrafo y bai-laor Pedro Fernández, actuará el viernes 23 y el sábado 24 de septiembre.

Los días 11 y 12 de octubre volverá el guitarrista Vicente Amigo, uno de los más grandes virtuo-sos del flamenco en el mundo.

También en octubre (días 21 y 22) se presentará el coreó-grafo y bailaor Israel Galván, famoso por proponer un lenguaje expresivo desconoci-do hasta el momento en este arte.

Entre el 17 y el 20 de noviembre podre-mos conocer a Los Vivancos, “los siete milagros de la genéti-ca” (su padre tuvo 39 hijos). Este grupo de baile flamenco tiene a Europa a sus pies.

Del 3 al 6 de noviem-bre, la notable actriz argentina Norma Aleandro presentará su monólogo, éxito en España y Argentina.

Los Pagagnini (ver-sión española de Les Luthier) son cuatro desopilantes virtuo-sos que repasan con humor algunos mo-mentos cumbres de la música. Actuarán los días 25, 26 y 27 de noviembre.

El triunfo de la diverSidad

CifrAs

Esta sala, que nació en 1940, fue totalmen-te renovada, empezando por la instalación de casi mil butacas: 387 butacas en platea alta, y 593 en platea baja. Su escenario tiene 14 metros de boca, por nueve de pro-fundidad, y posee tecnología de pun-ta en iluminación, audio y proyección audiovisual.

TeaTro neSCaFé de laS arTeS

iMPrEsCiNDiBLEs

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[ notascul | por pamela marfil ]

>y ahora… a lucir la comida

C ierto, nuestra sociedad occidental desarro-lla su vida en torno a la comida. Comemos

celebrando, pasando las penas, conversan-do, conquistando, haciendo negocios, viendo tevé, en el cine. También por placer, por culpa, compartiendo, degustando, homenajeando, re-tribuyendo, recaudando fondos, sellando com-promisos. Algunos hacen importantes anuncios y acuerdos en una cena, otros apasionados se tiran los platos por la cabeza y hasta se envene-nan. Conseguimos alimentos en grandes super-mercados, en pequeños locales o en ferias,; por teléfono, en la red, en servicentros, farmacias o clínicas. En la calle o esperando el semáforo. Vie-nen congelados, frescos, enlatados, al vacío, en conserva, preparados, salados, deshidratados…¡Ionizados! No es de extrañar entonces que un fotógrafo como fulvio Bonavia haya producido un libro de accesorios de moda que no sólo son estilosos, sino también sabrosos. En «a matter of Taste», cada modelo es totalmente real, pero perecible. La idea del autor es que “si no lo quieres degustar, lo puedes lucir”.

http://www.fulviobonavia.com/

>idea genial

¿ha pensado alguna vez qué hacer con los libros que ya no le interesan o le sobran? Aquí va una

selección de ingeniosas ideas para darle un uso extra lite-rario a nuestros tesoros de papel. Ya sabe, si tiene algunos títulos demás, visite:

wwww.neatorama.com/2011/04/27/cool-non-literary-uses-for-books

>pasión por enseñar

“nikolai rimski Korsakov nació en ru-sia. Desde pequeño demostró su ta-

lento artístico. Escribió obras para orquesta como «Scheherezade», «El capricho espa-ñol» y también óperas como «El cuento del zar Saltán» en la que se encuentra el famoso interludio «El vuelo del moscardón». Se dice que el talentoso músico tenía sinestesia, ese extraño don que permite hacer una corres-pondencia entre sonidos, colores y sabores de forma involuntaria y que con seguridad le permitió representar con música un verdade-ro vuelo de moscardón…”. Con esta seductora explicación inicia su clase un profesor de música en uno de los tantos blogs que están al aire en Internet. para que sus alumnos virtuales descubran el popular interludio, les muestra la brillante ejecución de la joven china Yuja Wang, considerada ac-tualmente una de las mejores pianistas del

mundo. para tales efectos, los invita a visitar el siguiente link (1).pero su aula no termina ahí, entonces se pro-yecta y les propone ver una adaptación es-pecialmente realizada para niños en el sitio «Wesley CHU-flight of the Bumble Bee» (2); luego les enseña una interpretación vocal para reír un poco a través de malena ernman & martin fröst in «Flight of the Bumblebee» (3), y por último los cautiva con esta teatral y divertida interpretación en la Tevé española: www.youtube.com/watch?v=bb2o8mDstIk&feature=player_embedded#at=70

En estos tres pasos, sin duda Internet sir-ve para colaborar con un verdadero lujo de profesor.

>MoMentos mÁgicos

«Black tribe found in white man's backyard» es un video que está disponible en youtu-be. Se trata de una de esas preciosidades que nadie debiera dejar de ver y compartir. ¿Exageración? puede ser, pero lo cierto es que si alguien busca momentos mágicos

en el mundo real, esta es una opción. En sólo 15 minutos, el documentalista y activista Jean pierre Dutilleux muestra un resumen del material que capturó en Nueva Guinea en los años 70, del primer encuentro de la tribu nómade Toulambis con el hombre blanco. Inicialmente los aboríge-nes se asustaron pensando que los visitantes eran espíritus… Cuando comprendieron que eran seres vivos, intentaron limpiar sus pieles para librarlas del aparente polvo blanco que las dejaba tan pálidas. En sus rostros el temor a lo desconocido, el instinto, la adrenalina van dando paso a la sorpresa, al asombro... para finalmente experimentar relajo, confianza, entrega. Uno de esos imperdibles momentos mágicos sucede cuando unos cuantos granos de sal en el arroz provocan una explosión maravillosa, indescriptible, casi incontenible de sabores en sus bocas simples, básicas, suficientes. ¡No se lo pierda!

Más información del autor en:http://jpdutilleux.com/http://www.youtube.com/watch?v=5aV_850nzv4&feature=related

www.youtube.com/watch?v=8alxBofd_eQ

www.youtube.com/watch?v=EMTPEszdv6Y&

feature=player_embedded

www.youtube.com/watch?feature=player_

embedded&v=sbQwQetKm2g

1.

2.

3.

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42 I La Panera

Exposiciones que usted no debe perderse

Al cerrar este primer semestre expositivo en Santiago, un par de galerías en Vitacura exhiben dos importantes extremos de la creación contemporánea: en una de ellas se despliega con mucho vigor la vigencia del oficio pictórico al servicio de la historia personal; en la otra, el valor del arte objetual como dispositivo reflexivo del viaje y la identidad.

Patricia Israel«GEOGRAFÍAS»Galería Patricia Ready (Espoz 3125, Vitacura)Hasta el 16 de septiembre

[ por carlos navarrete ]

DoS MirADAS

Pedro Tyler«LUZ PROPIA»Galería Isabel Aninat (Espoz 3100, Vitacura)Hasta el 22 de septiembre

Patricia Israel exhibe en la Galería Patricia ready sus pinturas recientes, llenas de brío y energía al

servicio de un relato ligado a su historia personal, la cual se va entrelazando a la historia reciente de Chi-le. Una patria herida, diezmada por una accidentada geografía en constante transformación producto de los desastres naturales. Ante ella, la artista decide sen-tar presencia por medio de un gesto certero dado por los gruesos trazos en negro dispuestos sobre el territorio blanco del lienzo, como si se tratase de un diario de vida, en el que se van dejando breves anota-ciones de su paso por esta tierra. A ese respecto, en algunas de sus pinturas es posible advertir la fragilidad del sujeto ante la inmensidad del territorio; o bien, los diversos objetos que pueden constituir el cotidiano inmediato se transforman en simbólicos restos -a la manera de mudos testimonios- de las vicisitudes hu-manas. De ahí entonces que cada una de estas obras de gran formato se conviertan en verdaderos mapas mentales de su tránsito por esta larga y angosta faja

de tierra, transfigurando el espacio del cuadro en un rico territorio para que el color y la textura decla-men una proveniencia. Desde su natal Temuco a su residencia en Santiago, desde una infancia lejana a un exilio abrupto, donde la propia pintura se va transfor-mando en algo más que gamas de grises o imágenes borroneadas. Lo que lleva a la artista a investigar en las posibilidades que le ofrece el grabado en madera y luego el collage. Algunos de ellos ligados a las tareas del “Corte y Confección”, otros más centrados en las posibilidades del “Texto y la Imagen”. En ambos cam-pos de exploración, Patricia Israel se deja llevar por la memoria como vehículo capaz de rearmar su propio puzzle de victorias y derrotas. Amén de los sueños y omisiones a los que ella y su generación se vieron expuestos a partir de un fatídico 11 de septiembre de 1973. Data siempre presente por medio de sutiles elementos visuales en cada una de sus realizaciones. Sin ser una serie de obras oscuras y desesperanza-doras, la actual posición que la artista ofrece a su público es consecuente y muy fiel al momento que Chile vive hoy. Por lo mismo, esas notas y referencias que se observan en cada uno de los collages y pin-turas deben ser mirados con la referencia de un hoy imaginando cómo podría haber sido el ayer.

A l cruzar la calle, en las amplias dependencias de Galería Isabel aninat, expone el artista chileno-

uruguayo Pedro tyler. Formado en la escuela de Arte de la Universidad Finis Terrae, este creador se ha destacado con un arte basado en el trabajo con objetos de uso cotidiano, centrando su foco de aten-ción en tres vertientes visuales: retrato, territorio y texto. Todos ellos aunados por el uso insistente de la regla de medir (sea ésta de madera, metal o plástica), la que actúa como el soporte de sus realizaciones y, a la vez, es el hilo conductor de sus investigaciones en estas tres áreas de pensamiento visual. Lo que el artista dispone en su proyecto «Luz Propia» es una indagación al problema del territorio como identidad y pertenencia, construyendo con reglas de madera la

silueta de Inglaterra, Chile y el área de las tres Amé-ricas, para que nosotros, en el rol de espectadores nos preguntemos cómo opera en nuestra mirada el recorte de estas geografías que contienen paisajes y culturas muy distintas entre sí. Mientras lo hacemos, Tyler se da el tiempo de ir instalando estratégicamen-te en otros muros de la galería retratos y piezas tridi-mensionales, algunos de los cuales aluden a la cultura de masas, o bien, a la relación del soporte regla so-metido a la construcción de una cosa. Varias de estas sorprenden por su factura y relación del objeto en el espacio. Tal gesto guía nuestro recorrido al punto de ofrecer nuevas pistas en torno a cómo él observa la idea de geografía transformada en mapa. A ese res-pecto, su modo de proceder se vuelve un sugerente acto en cómo la idea de luz, al transformarse en ob-jeto, es capaz de iluminar al viajero frecuente más allá del territorio conocido. Ya que, en las siluetas de los territorios creados por el artista, la medida de la re-gla no hace sino desbordar el particular e identitario tamaño del paisaje.

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[ por Pabla uGarte ]

«CHILE AÑOS 70 y 80. MEMORIA y ExPERIMEnTALIdAd»Museo de Arte Contemporáneo (Parque Forestal)Hasta el 09 de octubre

Francisca Sutil«MUTE»Sala Gasco (Santo Domingo 1061)Hasta el 30 de septiembre

Estas cuatro exhibiciones reúnen la obra de más de 50 artistas nacionales que muestran una producción desconocida para la mayoría de los chilenos.

Una época con grandes movimientos políticos y sociales vuelve a ser tema de reflexión. Esta vez,

de la mano de más de 50 artistas chilenos. La estra-tegia inicial se relaciona con el llamado a los artistas que ya trabajaban en esa época para que donaran obras y con ello se ampliara la colección del museo, una forma de rescatar la memoria, darles visibilidad y, además, hacerlos partícipes de la celebración del Bicentenario de la República.

La muestra se compone de cuatro exhibiciones. La más extensa es «colección: arte experimental», que expone más de cien obras, algunas correspondien-tes al período señalado, junto a otras temporalmente antecesoras y sucesoras que se incluyen curatorial-mente con el resto por su pertenencia estilística y/o conceptual.

Artistas que se tomaban las calles, recortes de diario, fotocopias, fotografías análogas, diapositivas, videos, elementos en desuso y muchas otras cosas, fueron el material desde donde artistas como Car-los Altamirano, Elías Adasme, Juan Dávila, Alfredo Jaar, Víctor Hugo Codocedo y Carlos Flores, entre tantos otros, nutrieron la agitada escena de los años 70 y 80. Formidable resulta la muestra «Inés Paulino:

Autorretrato/27 años después». De esta fotógrafa (quien retrató a más de 160 diversos actores clave de la escena cultural entre 1981 y 1984) se exhibe un re-montaje del proyecto que mostró en Gale-ría Sur, en 1984. Ella, enviándoles dos retratos vía correo postal, les solicita que intervengan una de sus propias imágenes (la segunda se la quedan los retratados) y que se la devuelvan para luego formar parte de esta gran instalación. Estos más de 100 retratos, que cuentan con su montaje original, nos transportan a una legendaria exhibición, y nos acer-can a los épicos años 80.

«Human Rights/Copy Rights» y «Archivos en Ten-

sión», por su parte, nos ayudan a situar el contexto en el cual fueron generadas este tipo de produccio-nes artísticas: importantes archivos documentales-gráficos, junto a algunas obras escogidas, pueden ser revisados en ambas salas.

Aun cuando la exposición es una pequeña selec-ción de todo lo que se realizó en los años 70 y 80, en muchos de los trabajos se aprecia la precariedad de tecnologías disponibles que fomentaba la creatividad y factura de varias de las obras que aquí vemos.

Sin duda, es una gran oportunidad para ver una producción notable y experimental que es casi des-conocida para la mayoría de los chilenos.

A más de 100 años de la primera pintura abstracta, asombra que estas problemáticas sigan vigentes.

Como una de las expresiones más significativas del siglo XX, el arte abstracto deja de considerar justi-ficada la necesidad de la representación figurativa y tiende a sustituirla por un lenguaje visual autónomo, dotado de sus propias significaciones.

Aquí todas las obras son sobre papel, experimen-tando con la pintura aplicada a éste: gouache, tinta

china, acuarela, óleo, gesso pigmentado o combinaciones de los anteriores. Con la rigu-rosidad y oficio que caracterizan a Francisca sutil, en un principio uno cree que está fren-te a obras hechas con sellos que va ordenan-do, pero la realidad es que todas las formas están ejecutadas con pinceles, y esa primera idea de homogeneidad se transforma en una infinita diversidad, generando en las obras una especie de tramas que de lejos en su mayoría nos evocan textiles o tejidos: trazos

que cuestionan la problemática de la composición desde la continuidad, contigüidad y la superposición; sumado a que cada pincelada es única, explorando la

capacidad de cada uno de los materiales con los que se han ejecutado: su color, su textura, su luminosidad, su transparencia.

Cuando comienza a trabajar, Sutil no tiene resuelta la obra por completo. En palabras de la artista: “Proba-blemente ya lo he ‘pensado’ desde antes. Sucede que mientras preparo y mezclo los colores, pienso (no sólo con la cabeza) y, además, hago unas pequeñas pruebas de la calidad de la pintura, de su plasticidad y liquidez. Entonces, cuando comienzo a aplicar color, todo fun-ciona. De alguna manera, yo impongo y llevo el control, pero también la pintura me va hablando”*.

Esta exhibición -que como siempre es una serie- nos muestra la continua exploración alquímica de la artista, tanto de soportes como de materiales e instrumentos. Uno tiene la impresión que su traba-jo dio un gran giro, pero a medida que recorremos la exposición llegamos a entender que ésta es una estación más en la inagotable investigación pictórica de Francisca Sutil, una estación que tiene nombre en inglés y que en español significa MUDO.

*Conversaciones de la artista con José Zalaquett, 2006.

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Agenda

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Agenda internacional / septiembre

innovadoras instalaciones

La artista de origen suizo Pipilotti rist, considerada uno de los principa-les talentos contemporáneos del mundo, debuta en el Reino Unido con una exposición en la Hayward Gallery de londres. Reconocida por sus innovadoras propuestas en video, también exhibe esculturas, fotografías y performances que abarcan su carrera desde la década de los 80 a la actualidad. A partir de un despliegue técnico y del empleo de colores deslumbrantes, la práctica de Rist fusiona imágenes sensuales, música y texto, para mostrar sus obras en instalaciones arquitectónicas concebidas especialmente para espacios muy particulares.

HAYWARD GALLERY, LONDRES28 de septiembre al 8 de enero de 2012ticketing.southbankcentre.co.uk/find/hayward-gallery-visual-arts

Homenaje a matta La nueva instalación de los cinco grandes lienzos del ciclo l’Honni aveuglant (el proscrito deslumbrante) de roberto matta, perteneciente a la colección del museo thyssen-Bornemisza, reproduce el modo en que el artista los montó en su primera presentación al público en la Ga-lería Alexandre Lolas de París, en 1966. El creador chileno desplegó esta serie con su sistema de “cubos abiertos”, una especie de políptico de la era contemporánea con que creaba la idea de una caja orientada a en-volver al espectador. Dos de ellos aparecían horizontalmente suspendidos desde el techo. Con este espectacular montaje, Matta conseguía sumergir al visitante en su universo pictórico, un espacio hermético y alucinante, cargado de referencias literarias, espirituales y artísticas. Ahora, cuarenta y cinco años más tarde y con motivo del centenario de su nacimiento, el ciclo se vuelve a presentar en su todo su original esplendor.

THYSSEN-BORNEMISZA, MADRID 09 de septiembre al 23 de octubrewww.museothyssen.org

esPacio y tiemPoEn el marco de los festejos de su décimo aniversario, el malba de Buenos Aires presenta «El color en el espacio y en el tiempo», la primera gran retrospectiva en Argentina del artista franco-venezolano carlos cruz-diez (Caracas, 1923). Es una selección de más de 120 obras realizadas desde 1940 a la fecha, que acerca al público a la extensa producción de un artista central para el arte del siglo XX, gracias a sus contri-buciones teóricas y plásticas sobre la percepción del color. Se incluyen pinturas, dibujos, serigrafías, estructu-ras y ambientes cromáticos, además de maquetas y un video documental sobre sus proyectos de interven-ciones urbanas. Organizada por The Museum of Fine Arts de Houston (MFAH) y la Cruz-Diez Foundation -creada en Houston en 2005-, las piezas provienen de la colección de esa Fundación, del Atelier Cruz-Diez en París y Panamá, del propio MFAH, así como de otras grandes colecciones públicas y privadas de distintas partes del mundo: Tate Modern (Londres), Centre Georges Pompidou (París) y la Colección Patricia Phelps de Cisneros (Nueva York y Caracas).

MALBA, BUENOS AIRES21 de septiembre al 5 de marzo de 2012 www.malba.org.ar

oPortunidad sin PrecedentesWillem de Kooning es considerado uno de los artistas más importantes y prolíficos del siglo XX. La muestra que ofrece el moma de Nueva York es una ocasión sin precedentes para estudiar el desarrollo del artista durante casi siete décadas, comenzando con sus primeros trabajos académicos realizados en Ho-landa antes de mudarse a Estados Unidos en 1926, y concluyendo con sus últimas pinturas abstractas de los 80. Son más de 200 obras procedentes de coleccio-nes públicas y privadas, entre las que destacan «Pink Angels» (1945), «Excavation» (1950) y la célebre serie «Mujer III» (1950-53), una obra figurativa y de técnica descarnada. “Woman hizo algo en mí: eliminó la composición, el orden, las relaciones, la luz. Toda esa charla absurda sobre la línea, el color y la forma”, dijo el propio De Kooning de su inédito ciclo.

MoMA, NUEVA YORK18 de septiembre al 9 de enero de 2012www.moma.org

colores BrillantesMedio centenar de grandes esculturas en torno a la obra de tony cragg en Gran Bretaña, desde hace más de una década, anuncia la national Gallery of modern art de edimburgo, Escocia. Con una extraordinaria variedad de materiales, Cragg alcanzó la fama en los 70 con una atractiva propuesta compuesta de objetos de plástico de colores brillantes, entre otros múlti-ples elementos originales. Pero a mediados de los 80 comenzó a trabajar extensamente con bronce, vidrio, acero inoxidable y madera. Esta seductora exposición es una excelente oportunidad para apreciar la obra de uno de los escultores actuales más importantes.

SCOTTISH NATIONAL GALLERY OF MODERN ART, EDIMBURGOHasta el 6 de noviembre www.nationalgalleries.org

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La Panera I 45

JEU DE PAUME, PARÍSHasta el 25 de septiembrewww.jeudepaume.org

PalaBra de artista Con motivo de su vigésimo aniversa-rio, el museum Für moderne Kunst de Frankfurt (Alemania) presenta la expo-sición de mayor envergadura dedicada a su colección permanente. La misma que por primera vez se exhibe en su totalidad en un triple escenario: la sede del museo, diseñada por Hans Hollein; el MMK Zolla-mt, recinto adyacente, y el MainTor-Areal, un edificio de 4.000 metros cuadrados a orillas del río Main. Los trabajos de gran formato han sido realizados por conoci-dos artistas, como christian Boltanski, ai Weiwei, nam june Paik o Franz erhard Walter, y se exhibirán junto a las piezas nunca antes mostradas al público de Mi-chael Majerus, Ceal Floyer o Holger Bunk. La muestra se prolongará hasta octubre y contará con las obras estrella del MMK: «Yellow and Green Brushstrokes», de roy lichtenstein; «Green Disaster», de andy Warhol; «Perfect Balance», de Bru-ce nauman, y «Fußgänger», de Gerhard richter; así como con los trabajos de Francis alÿs, carl andre, Francis Bacon y john Baldessari, entre muchos otros.

Piedra anGularNacida en Cuba, ana mendieta llegó a Estados Unidos como refugiada a los 12 años. El trauma de la separación de su familia, de su cultura y la patria se convirtieron en la piedra angular de su obra arraigada a las conexiones físicas y espirituales entre el cuerpo y el mundo natural. «la silueta», que expone en el art institute de Chicago, contempla una serie de imá-genes de mujer sobre la tierra, basadas inicialmente en su propio cuerpo, convertido en toda una gama de figuras de diosas arquetípicas y formas humanas, en una mezcla única de efectos rituales procedentes de diversas religiones. Es el reflejo de un período de intensa producción de sus viajes a Cuba, donde sintió que su práctica se volvía a conectar con sus orígenes. En representación de cada uno de los momentos más significativos de la breve pero prolífica carrera de esta artista, fallecida prematuramente, esta muestra resalta la contribución singular de la joven creadora a la prác-tica contemporánea.

cautivante selecciónEn 2004, Zaha Hadid se convirtió en la primera mujer en recibir el premio Pritzker de Arquitectura. Inmersa en el vocabulario de la arquitectura contemporánea y del diseño vanguardista a través de la exploración de geometrías complejas y del empleo de técnicas de vanguardia y tecnologías de fabricación, debuta en Estados Unidos con esta exposición en el museum of art de Filadelfia. Hadid ha creado un entorno escultó-rico a partir de una selección de mobiliario, artes de-corativas, joyería y calzado que la vuelven única en su estilo. Logra reinventar el equilibrio entre los objetos y el espacio para armar sus propios paisajes interiores. Sofás de elegante curvatura, mesas y sillas -hechos de materiales que van desde la madera, acero, aluminio hasta el poliuretano- habitan el imaginario de esta artista, mientras que las formas biomórficas repre-sentan los estilos nuevos e inusuales de esta creadora experta en diseño. Entre los aspectos más destacados se menciona una colección de cristales incrustados en collares y pulseras junto a seductores zapatos de espiral para la novedosa marca brasileña Melissa.

artista nada comÚnclaude cahun (1894-1954) fue a la vez escritora, actriz y fotógrafa. Íntima, poética y autobiográfica, sus autorretratos han atraído el interés del público hasta hoy. Utiliza su propia imagen para eliminar uno por uno los tópicos relacionados con la identidad. Cahun se reinventa asimismo a través de la fotografía, posando para el lente con un sentido de resignación, vestida de hombre, con pelo largo o la cabeza rapada (lo más incongruente para una mujer en el momento), siempre llama la atención. Ignorada por mucho tiempo, la fotografía de Claude aparece como una de las más originales a partir de la prime-ra mitad del siglo XX. Mirando hacia atrás, marca un hito en la historia del surrea-lismo. La exposición en el jeu de Paume, en el corazón de París, es la primera de esta envergadura en Francia desde hace dieciséis años. Reúne una amplia gama de importantes obras, entre ellas, algunas piezas menos conocidas, poniendo de relieve tanto la diversidad como la unidad del enfoque y punto de vista de esta talentosa artista.

BENRIMON CONTEMPORARY Hasta el 22 de octubrewww.bcontemporary.com

ART INSTITUTE, CHICAGOHasta el 15 de enero de 2012www.artic.edu/aic/

MUSEUM OF ART, FILADELFIA17 de septiembre al 25 de marzo de 2012www.philamuseum.org

aleGoría contemPoráneaCon el despliegue de tres esculturas a gran escala, esta insólita muestra de matthew Barney en la Glads-tone Gallery de Nueva York recorre sus primeras obras importantes producidas a partir de metales tradicionales industriales, como el hierro, bronce, plomo y cobre. La exposición incluye nuevos dibujos que develan delicadamente el mapa y el desarrollo temático del proyecto.«Ancient Evenings» es una proyección de la propues-ta de Barney en los últimos veinte años, en que la escultura narrativa se sustenta en un sistema complejo de narración que entrelaza los relatos personales con las mitologías históricas y modernas. De este modo, el artista promulga los ciclos recurrentes del concepto de la Reencarnación nada menos que a través del uso del automóvil Chrysler Imperial 1967, creando así una alegoría contemporánea de la muerte y del renaci-miento, en pleno corazón del paisaje industrial de los Estados Unidos.

GLADSTONE GALLERY, NUEVA YORK17 de septiembre al 22 de octubrewww.gladstonegallery.com

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Agenda

Manuel Montt 032, Providencia - Teléfono: 236 3333 - www.teatro-nescafe-delasartes.cl - www.ticketmaster.cl

Agenda[ POR Pamela marFil ]

«la neGra ester»15, 16, 17, 18 y 19 de septiembre, a las 20:00 horas; 19 de septiembre, a las 18:00 horas. Entradas $ 8.000 a $18.000

Reestreno de uno de los grandes musicales del teatro nacional que revive las pícaras déci-mas de Roberto Parra y rinde homenaje a su

recordado director andrés Pérez. El mítico personaje de la prostituta del puerto de San Antonio será alter-nado entre las actrices claudia Pérez y rosa ramírez.

«un circo diFerente» 17 y 18 de septiembre, a las 16:00 horas. Entradas $5.000 a $7.000 pesos (por la compra de cuatro entradas, una gratis)

Estreno de la adapta-ción hecha en 2006 por la Compañía Gran cir-co teatro, a partir de un texto del visionario director andrés Pérez.

La historia se centra en don Cloro, empresario viejo y dueño de un circo, y también en el querido Josecito (rosa ramírez).

Para la FamiliaUn panorama gratuito imper-dible es la visita a una de las dos Zonas interac-tivas mustakis (ZIM) hasta el 4

de diciembre, en el museo artequín (Avenida Portales 3530, Estación Cen-tral); y hasta el 21 de noviembre, en el centro cultural el Bosque (Eleuterio Ramírez 10.264, El Bosque). Los niños junto a sus padres se entretienen y aprenden de manera audiovisual con pantallas táctiles y las actividades plásti-cas creativas. No se pierda esta iniciativa interactiva multimedia. Visite: www.zonainteractivamustakis.cl

talleres dieciocHerosPara el mes de septiembre el museo de artes visuales, MAVI, ha preparado origi-nales talleres para niños en torno a

diversos temas de interés y aprendizaje: Guirnaldas de Fiestas Patrias, Volantines, Títeres, Arte-terapia y Música, entre otros. El valor de inscripción es de $5.000 (incluye materiales). Se reco-mienda inscripción previa, los cupos son limitados. Para información de fecha y horario ingrese a: www.mavi.cl Inscripciones en: [email protected]

46 I La Panera

Teatro Nescafé de las Artes

Teatro Universidad de ChileProvidencia 043, Metro Baquedano - Teléfono: 978 2480 - www.feriaticket.cl - www.teatro.uchile.cl

Ballet nacional cHileno29 de septiembre, a las 20:30 horas; 30 de septiembre, a las 19:30 horas ; 1, 7 y 8 de octubre, a las 19:30 horas; 6 de octubre, a las 20:30 horas. Entradas: plateas baja y alta $ 5.000, balcón $3.000, anfiteatro $2.000. Estudiantes U. de Chile $1.000, otras universidades $1.500 Incluye dos estrenos mundiales de coreógrafas nacio-nales: «liaison», de Beatriz. Alcalde; y «simulacro de alta costura», de Isabel Croxatto. La primera, es un collage de imágenes de Chile y Francia; la segunda, un diálogo que aborda el mundo del prêt a porter, pero que va más allá de la moda. Música en vivo, a cargo de la banda post rock La fábula del conejo y la tortuga; intérprete, la cantante francesa myriam Pruvot.

«tras las Huellas de manGoré» 13 de septiembre, a las 20:30 horas. Entradas: plateas $ 12. 000, balcón $ 8.000, anfiteatro $ 5.000El famoso saxofonista y clarinetista cubano Paquito d’rivera actúa con la destacada guitarrista paragua-ya Berta rojas y los músicos chilenos Luis Orlandini, Romilio Orellana y José Antonio Escobar. El concierto forma parte de la gira titulada «Tras las Huellas de Mangoré», proyecto artístico que rinde homenaje a Agustín Barrios, uno de los principales compositores guitarristas de todos los tiempos y el más importante nacido en América Latina.

nocHes de jaZZ12, 13, 14 de septiembre, a las 21:00 horas. Entradas: $5.000El Ciclo «noche de jazz» invita a disfrutar en 6 sesiones las distintas corrientes del jazz con destacados exponentes nacionales. Claudio Rubio Cuarteto (12 de septiembre), Pacific Ensemble de Martin Joseph (13 de septiembre), y La Marraque-ta (14 de septiembre).

«don Pasquale» 20,23, 26, 27 y 30 de septiembre, a las 19:00 horas; 24 de septiembre y 1 de octubre, a las 17:00 horas. Entradas: $6.000 a $115.000Ópera del compositor Gaetano donizetti, llena de humor y picardía. La Orquesta Filarmónica de Santiago, bajo la batuta de Antonello Allemandi, acompaña a un elenco liderado por el barítono italiano alessandro corbelli, en el rol de Don Pasquale.

iván martín28 de septiembre, a las 19:00 horas. Entradas: $1.500 a $12.000El joven pianista de origen espa-ñol, iván martín, es el encargado de dar vida al quinto recital de

piano del ciclo denominado «Grandes Pianistas». Reconocido por su participación en la Orquesta de París, así como en la Orquesta Filarmónica de Estrasburgo, su programa contempla piezas de Antonio Soler, M. Clementi, F. Liszt y F. Chopin.

«romeo y julieta»21 de septiembre, a las 20:00 horas, entrada liberada, previa inscripción;7, 8, 10 y 11 de octubre, a las 19:00 horas. Entradas $2.000 a $42.000

Con la Orquesta Filarmónica de Santiago, música de Sergei Prokofiev y coreografía del sudafricano ya fallecido John Cranko. Su musa inspiradora, la destacada bailarina Marcia Haydée -hoy Directora Artística del Ballet de Santiago- alcanzó renombre internacional con esta interpretación. Escenografía y vestuario Elizabeth Danton.

Agustinas 794, Metro Santa Lucía - Fono Venta: 800 471000 Abonos: 463 8888 Boulevard Parque Arauco, Local 352-A Teléfono: 432 9696 - www.municipal.cl

Teatro Municipal

Agenda

susPenso en cine ucEntradas $2.000, convenios 2x1

El centro de extensión uc (Alameda 390) invita al ciclo de cine «Hitchcock en Hollywood». El famoso director bri-tánico es recordado como uno de los mejores de todos los tiempos, a pesar de nunca haber recibido un premio Os-car. Domingo 11 de septiembre: «Vér-tigo», a las 16 horas; «Intriga Interna-cional», a las 19 horas; «Pero… ¿quién mató a Harry?», a las 21:30 horas. Jueves 15 de septiembre: «Los Pájaros», a las 16 horas; «Marnie, la ladrona», a las 19 horas; «Psicosis», a las 21:30 horas. Viernes 16 de septiembre: «Rebeca», a las 16 horas; «Encadenados», a las 19 horas; «Frenesí», a las 21:30 horas.

«Flamenco arraBalero»23 y 24 de septiembre, a las 20:30 horas. Entradas $8.000 a $25.000Con más de 10 años de trayectoria, la compañía embrujo figura como una de las más destacadas de Chile. Su director, el famoso coreógrafo Pedro Fernández, presenta junto a la bailaora Carmen Rivas, más conocida como la talegona, uno de sus trabajos más premiados: «Flamenco arrabalero».

alBert Pla y dieGo cortés28 de septiembre, a las 20:30 horas. Entradas: $10.000 a $35.000El excéntrico artista del pop español, apoyado en una potente banda encabezada por el guitarrista de flamen-co diego cortés, teatralizan sus mejores canciones en un espectáculo de movimiento e inusual poesía.

Parsons dance comPany30 de septiembre, a las 21:00 horas; 1 de octubre, a las 21:00 horas; 2 de octubre, a las 18:00 horas. Entradas: $20.000 a $53.000La compañía que fusiona la danza contemporánea con la ópera y el rock, está dirigida por david Parsons. Ha recorrido desde su creación en 1985, más de 235 ciu-dades y 30 países. Ahora aterriza en Chile para presen-tar «Remember me», acompañado de la potente banda de rock ecléctica «east village opera company».

Homenaje a doWney Entrada liberada

El Centro Cultural Palacio La Moneda anuncia una programación especial en el marco de la Semana de las Artes Visuales (28 de septiembre al 4 de octubre). El sábado 1 de octubre, el Centro de Documentación de las Artes Visuales exhibirá parte del patrimonio de juan downey, reconocido como el precursor del video arte a nivel internacional, a través de una selección de obras realizadas por la curadora e historiadora del arte, Carla Macchiave-llo. Ese mismo día se realizará un taller de apreciación para niños, organizado en conjunto con Fundación Telefónica. Información y horarios en:www.centroculturallamoneda.cl

Santiago / septiembre

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