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LA PARTICIPACIÓN DEL CONSEJO ESTUDIANTIL COMO REFERENTE
PARA LA CONSTRUCCIÓN DE CULTURA DEMOCRÁTICA Y CIUDADANÍA
EN EL COLEGIO VILLAS DEL PROGRESO.
EDIE DE JESÚS GÓMEZ MARRUGO
CÓDIGO 20152484007
Trabajo de Grado Maestría
Absalón Jiménez Becerra
Director
Universidad Distrital Francisco José de Caldas
Facultad de Ciencias de La Educación
Maestría en Educación con énfasis en Ciencias Sociales
Bogotá D. C. enero de 2017
II
pág.
INTRODUCCIÓN: .............................................................................................................. 3
Estado del arte .................................................................................................................... 8
Consideraciones metodológicas .......................................................................................... 14
Unidad didáctica, enfoque y técnica de investigación ......................................................... 14
Los lineamientos curriculares .............................................................................................. 22
CAPÍTULO 1: ALGUNOS REFERENTES CONCEPTUALES ....................................... 25
1. 1. Participación .......................................................................................................... 25
1. 2. Democracia y Cultura democrática ...................................................................... 27
1. 3. Ciudadanía ............................................................................................................. 30
CAPÍTULO 2: CONTEXTO DE LA PARTICIPACIÓN EN COLOMBIA Y EN
BOGOTÁ ................................................................................................... 34
2. 1. Contextualización de la experiencia – Institución ................................................. 36
2. 2. Colegio Villas del Progreso IED ............................................................................ 37
CAPÍTULO 3: SISTEMATIZACIÓN DE LA EXPERIENCIA ........................................ 39
3. 1. Cómo la innovación rompe con las prácticas tradicionales .................................... 39
3. 2. Presentación de la experiencia desarrollada en la institución educativa ................ 41
3. 3. La participación estudiantil .................................................................................... 41
3. 4. Democracia en la escuela ....................................................................................... 50
3. 5. Ciudadanía activa ................................................................................................... 59
CAPÍTULO 4: CONCLUSIONES ...................................................................................... 72
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ................................................................................ 79
ANEXOS ............................................................................................................................. 83
3
INTRODUCCIÓN
La función social que desempeña la escuela permite evidenciar la importancia que tiene
para la sociedad, aparte de enseñar los conocimientos disciplinares; utilizar la pedagogía
como su principal estrategia para la enseñanza y difundir la cultura establecida de tal modo
que se enriquezca y se transforme permanentemente; contribuye además, con la formación
de ciudadanos mediante el ejercicio de la participación democrática. A las instituciones
escolares ingresan los niños, niñas y jóvenes que van a asumir las responsabilidades
económicas, políticas, sociales y culturales en el orden familiar, local y si se quiere
nacional; por supuesto que, es condición indispensable que la escuela ofrezca la mejor
educación posible que le permita a los estudiantes comprender el entorno social, así como
las problemáticas generalizadas que afectan al país y el mundo para que haciendo uso de
herramientas útiles y acciones colectivas aporten a su mejora teniendo como punto de
partida la transformación personal.
Es innegable la misión de la escuela por todo lo que ella implica; sin embargo, al considerar
la realidad nacional con relación a la participación, democracia y ciudadanía, encontramos
insatisfacción en los ciudadanos por la forma como el gobierno utiliza el poder para fines
individuales. A pesar del descontento, un gran número de las personas no generan procesos
colectivos y los pocos que se han dado son invisibilizados. La situación se complica por las
actitudes e importancia que las personas atribuyen a la política puesto que en el imaginario
colectivo se ha perdido el sentido de la misma debido a las prácticas ejercidas por los
gobernantes. Allí tiene un desafío la sociedad en la medida en que “la educación cumple su
función política cuando el estudiante se apropia de la cultura históricamente acumulada por
la humanidad” (Saviani, 2010, p. 10). Si la escuela es unos de los escenarios que propicia la
formación ciudadana debería permitir que los educandos comprendan la realidad histórico –
social a partir de la reflexión y acciones colectivas en el contexto donde desarrollan la vida,
precisamente porque la sociedad demanda otro tipo de ciudadano, un ciudadano crítico,
propositivo, comprometido con la comunidad y de la que se esperaría que llene las
expectativas de vida individual y colectiva.
Acorde con lo anterior, la escuela por ser un espacio de interacción social, genera procesos
en torno a la formación ciudadana y participación democrática en la comunidad educativa
especialmente en los estudiantes, procesos que si son bien dirigidos pueden generar
cambios en la sociedad; conviene subrayar aquí que esta es la razón por la cual se llega al
tema de este trabajo de investigación: La participación del Consejo Estudiantil como
referente para la construcción de cultura democrática y ciudadanía en el colegio Villas del
Progreso, buscando responder la pregunta ¿Cómo los espacios de participación escolar
inciden en la construcción de ciudadanía y de una cultura democrática en el Consejo
Estudiantil del Colegio Villas del Progreso? Y las subpreguntas que orientan la
investigación son ¿Por qué se presenta mayor participación en las actividades entre pares
(estudiantes) y no en aquellas de carácter institucional? ¿Es posible considerar que las
4
acciones de los estudiantes son una forma de construir ciudadanía? Cabe anotar que el
trabajo se realizó con los educandos del Consejo Estudiantil de la institución mencionada y
en el desarrollo del escrito aparecen algunos de los comentarios que surgieron a propósito
de las actividades realizadas; en la referencia se omite el nombre de quien habla por ser
menor de edad y se relaciona como estudiante de grado cuarto, quinto, décimo, etc.
La apuesta investigativa que se pretende demostrar está en relación con la participación
estudiantil, democracia en la escuela y la construcción de ciudadanía activa. En cuanto a la
participación estudiantil, es un proceso que se desarrolla en la medida en que los educandos
ganan los espacios que garantizan la interacción entre pares y expresan a través de ellos sus
ideas, intereses, actitudes y comportamientos que van dando sentido a su paso por la
escuela; así mismo, son elementos que por su relevancia coadyuvan a la construcción de
ciudadanía, lo cual genera identidad por la institución; en tanto, se tenga en cuenta el sentir,
pensar, acciones y decisiones de los niños, niñas y jóvenes, frente a lo que les interesa,
siempre que esto aporte a la mejora del contexto escolar. Considerando que la participación
a decir de Santos Guerra (2006), es un derecho y un deber democrático de la comunidad
educativa, corresponde a la escuela propiciar los espacios reales de interacción estudiantil
para que por medio de ellos se fortalezca el proceso de construcción del ciudadano que se
quiere.
A su vez, la democracia en la escuela, está en consonancia con los espacios reales de
participación, es decir, las acciones en torno a ella, deben tener sentido para los educandos,
hay un acercamiento a lo planteado cuando se supera el ejercicio democrático del
momento; caso particular la elección del Gobierno Escolar, proceso que trasciende el
contexto educativo en la medida en que se comprende que la democracia no corresponde
únicamente a elegir y ser elegido; también implica, acciones, estilo de vida e incidir en las
decisiones que se toman. Se debe agregar que “la democracia es una conquista; no es una
dadiva” (Saviani, 2010, p.82). La democracia en la escuela implica, por un lado, cambiar
las prácticas que se hacen de ella, empezando por involucrar a todos en los procesos que se
adelantan y en las decisiones que se toman. Independientemente del rol que desempeñe el
individuo todos formamos parte de la comunidad, así que, se le debe tener en cuenta en las
decisiones que se toman y en caso de no estar preparado para tal fin, corresponde a la
escuela acompañar el proceso formativo que el estudiante requiere. Por otra parte, se
entiende que los procesos democráticos no están terminados, se fortalecen en la medida en
que se garantizan los espacios que los posibilitan, y quienes están involucrados en él,
contribuyen con acciones concretas a la vivencia de la participación democrática mediante
la interacción de la comunidad, pensando en el bienestar general.
Igualmente la ciudadanía activa aduce cambios en la sociedad siempre que en la escuela los
estudiantes tengan el soporte y el acompañamiento pedagógico que permita el encuentro
con el otro - los otros -, sin importar en qué posición se esté. La formación ciudadana toma
sentido al reconocer lo social como elemento constitutivo, es decir, el ciudadano se
construye en la interacción permanente entre los sujetos, que se reconocen en la
5
identificación del contexto para superar sus necesidades. En otras palabras el ciudadano
activo desarrolla la “dimensión ética con sentido colectivo en donde no bastan las
soluciones individuales sino van acompañadas de un sentido de bien común” (Magendzo,
2004, p.19). El ejercicio de la ciudadanía activa, obedece al trabajo entre todos de manera
responsable al asumir la cotidianidad como el contexto social susceptible de mejora o
transformación, proceso que requiere del conocimiento de lo que se quiere cambiar y de
qué manera se pretende hacer.
El trabajo consta de la presente introducción y cuatro capítulos, organizados de la siguiente
manera:
En el primer aparte de manera introductoria se presenta el estado del arte acerca de la
participación, democracia y ciudadanía; es así que, se manifiesta lo que se ha dicho y como,
frente a las categorías mencionadas. El trabajo desarrollado está soportado en referentes
teóricos de índole nacional, regional y mundial que de alguna forma contribuyeron por un
lado, a especificar las categorías de análisis y por otra parte, permitieron ampliar las ideas
que se tienen de ellas para una mejor comprensión.
Un segundo momento comprende las consideraciones metodológicas utilizadas para dar
cuenta de la pregunta de investigación. La unidad didáctica, que permitió organizar la
práctica educativa con los estudiantes; el enfoque cualitativo, de gran utilidad porque
permite partir del contexto de los educandos para interpretar lo que allí ocurre; el método
etnográfico, con el cual se supera el dato en sí, para entender el significado de las acciones,
actitudes y comportamiento de los sujetos y, el grupo focal como técnica de investigación,
que en este caso, fue El Consejo Estudiantil. La unidad didáctica, el enfoque, el método y la
técnica de investigación se aplicaron de manera coherente cuyo resultado es el trabajo que
se presenta; así mismo, en este apartado, se hace referencia a los Lineamientos Curriculares
de Ciencias Sociales ya que se utilizó la pregunta problematizadora como una estrategia
diferente de presentar la propuesta de trabajo a los estudiantes; lo planteado se podría
considerar, conjuntamente con el foro estudiantil (de carácter de institucional) como
acciones de innovación por el impacto que tuvieron en los estudiantes y la comunidad
educativa.
Seguidamente se hace una presentación conceptual de las categorías participación
estudiantil, democracia escolar y ciudadanía activa, que constituyen el primer capítulo. Allí
se muestra los conceptos que varios autores manifiestan sobre las categorías mencionadas,
los cuales permitieron orientar la problemática a intervenir con forme a la concepción que
se tiene de ellas, su incidencia en la escuela y sociedad; de igual modo, la forma como
puede ser posible a través de la práctica de las mismas, resultados positivos. Según esto, se
destacan las ideas planteadas por Hart (1993), sobre la participación de los niños en la
escuela; la democracia y la cultura democrática en el contexto escolar, analizados por
Aguilar & Betancourt (1999) y; el ciudadano activo, del que hablan León & Pulgarín
(2009), entre otros.
6
En el capítulo segundo, se evidencia el contexto de la participación en Colombia y en
Bogotá, partiendo de la Constitución Política de 1991, la Ley General de Educación y el
Decreto 1860 de 1994, como parte del marco legal para el ejercicio de la participación, la
democracia y la ciudadanía. Para el caso de Bogotá, se tuvo en cuenta algunas de las
estrategias metodológicas planteadas en el Plan Sectorial de Educación (2012 – 2016)
aplicadas en colegios del distrito por la Secretaría de Educación (PECC, INCITAR, etc.)
para la formación ciudadana y el fortalecimiento de la convivencia con participación de la
comunidad educativa. Al mismo tiempo se tiene en cuenta la contextualización de la
experiencia y las características relevantes del colegio Villas del Progreso, ubicado en la
localidad séptima de Bosa, entre los barrios el Recuerdo y Santafé donde se realizó la
investigación.
El capítulo tres aborda la sistematización de la experiencia con respecto al trabajo realizado
con los educandos que formaron parte del Consejo Estudiantil en el año 2016. Hay que
mencionar además, el análisis que se hizo en este capítulo sobre las actividades realizadas
por los estudiantes para dar cuenta acerca de la participación estudiantil, democracia en la
escuela y ciudadanía activa, todo en relación con el contexto escolar. La estrategia
metodológica utilizada fue la unidad didáctica, la cual consta de diez actividades enfocadas
a fortalecer la participación, democracia y ciudadanía en los estudiantes a través del
reconocimiento y reflexión de las problemáticas del contexto para contribuir con acciones
efectivas a su mejora.
Y por último, en el capítulo cuatro, se presentan las conclusiones donde se recogen los
aspectos relevantes de la investigación destacando el proceso realizado, la sistematización,
la importancia de la innovación, los avances respecto a las categorías de análisis, la
metodología abordada y su implementación; de igual modo, el impacto que tuvo en la
institución el trabajo desarrollado con los estudiantes y en el investigador.
7
OBJETIVO GENERAL
Identificar las formas de participación de los estudiantes y su incidencia en la
construcción de ciudadanía y cultura democrática.
Objetivos específicos
Potenciar las formas de participación de los estudiantes en la formación de
ciudadanía y cultura democrática.
Acompañar y motivar las iniciativas de los estudiantes en relación con la
participación que les permitan reconocerse como ciudadanos en construcción.
Implementar estrategias metodológicas que les permitan a los estudiantes desde sus
acciones y reflexiones aportar en la construcción de cultura democrática.
8
Estado del arte
Participación, democracia y ciudadanía, son categorías connaturales a la sociedad puesto
que de la forma como se practiquen depende en gran medida la mejora y transformación de
las comunidades al considerarlas como alternativas de cambio y bienestar colectivo. Dichas
categorías ocupan un espacio relevante en el ámbito académico (la escuela) por ser este uno
de los escenarios vitales en lo que tiene que ver con la formación del ciudadano
participativo y democrático que la sociedad demanda; de allí que es importante un
acercamiento a las ideas, análisis y reflexiones planteadas por teóricos de orden nacional,
regional y mundial con las cuales se espera generar expectativas y algunas claridades frente
a la pregunta de investigación de la que me ocupo, en este caso ¿cómo los espacios de
participación escolar inciden en la construcción de ciudadanía y de una cultura democrática
en los niños, niñas y jóvenes del Consejo Estudiantil del Colegio Villas del Progreso?
La pregunta por la participación es el punto de partida para aludir al estado del arte, en
tanto es el marco referencial que permite establecer lo dicho y cómo se ha dicho en torno a
la participación, democracia y ciudadanía. Según Jiménez (2006), el estado del arte se
aborda desde tres aspectos: como apropiación del conocimiento; como una propuesta de
investigación (mi interés está centrado en este aspecto) y, como punto de partida a lo
inédito.
Con el estado del arte se pretende conocer las ideas y las experiencias que se han
desarrollado con relación a las categorías planteadas, con lo cual se tiene un referente que
permite orientar la propuesta de investigación de la que se habló antes; es decir, se desea
conocer el punto de vista y el pensamiento que los autores indagados tienen sobre
democracia, participación y ciudadanía; se espera que los resultados obtenidos se
conviertan en insumo para trabajar la propuesta de investigación. Así mismo, al considerar
ideas, acciones y reflexiones diferentes, es posible replantear las maneras como se han
asumido estas categorías en el contexto escolar, lo cual puede contribuir con la formación
de ciudadanos participativos y democráticos en el entorno educativo.
El presente estado del arte se estructura de la siguiente manera: en primer lugar, se aborda
la participación como factor indispensable en la formación de sujetos críticos y propositivos
frente a la realidad que les ha tocado vivir; en segundo lugar, se aborda la democracia como
una categoría que trasciende lo que comúnmente se dice y expresa de ella y; en tercer lugar,
se hace hincapié en la ciudadanía y su importancia para asumir la democracia como debería
ser.
9
Uno de los escenarios donde tienen cabida los procesos de participación, de aprendizaje de
la democracia y de la ciudadanía es la escuela; la tarea no solo es de las instituciones
escolares, involucra también a la familia, al barrio, a los grupos juveniles, etc., aunque los
aprendizajes que estos escenarios aportan deberían ser un complemento a los que la escuela
enseña, lo cual no ocurre porque las relaciones de poder que se viven en el contexto escolar
rompen con esos aprendizajes. Aun así, la escuela por su responsabilidad con la sociedad,
es la institución llamada a garantizar la participación como factor indispensable en la
construcción de ambientes democráticos y la formación para el ejercicio de la ciudadanía
en sus estudiantes.
Hablar de la escuela implica replantear las practicas metodológicas al momento de abordar
un tema crucial como el de la participación, al respecto Hart (1993), reconoce que la
comprensión de la participación democrática y la confianza, así como la capacidad para
participar, solo se pueden adquirir gradualmente por medio de la práctica; no se pueden
enseñar como una abstracción. Reevaluar las acciones metodológicas sobre la educación
para la participación requiere del compromiso de la comunidad educativa, de tal manera
que los estudiantes ejerzan protagonismo en los cambios a que haya lugar para mejorar la
enseñanza y las prácticas democráticas que permitan la construcción de estudiantes
propositivos, atentos a las decisiones que se toman, siendo parte de ellas a través de sus
ideas, propuestas y prácticas de las mismas. A raíz de esto, se podría considerar la
participación, retomando a Hart (1993), como el derecho fundamental de la ciudadanía; es
decir, los estudiantes haciendo uso de su derecho a participar y de paso construirse como
ciudadanos desde lo que proponen y realizan en la cotidianidad escolar y fuera de ella.
Para Murcia, (1994); Hart, (1993); la participación adquiere sentido en la toma de
decisiones y en las acciones conjuntas que afectan la vida propia y la vida de la comunidad
en la cual se vive. De acuerdo con Muñoz (1995), en consonancia con Santos Guerra, la
participación se debe asumir no solo como derecho sino como deber; de igual modo, los
ciudadanos pueden intervenir en la actividad pública a través de distintos tipos de
participación: ciudadana, social, política y comunitaria. Respecto a la participación
comunitaria ésta se orienta a la acción de los mismos ciudadanos tendientes a resolver las
necesidades de la vida cotidiana. Este tipo de participación al abordarse en la escuela podría
generar otras maneras de relación entre los estudiantes y la institución empezando por
fortalecer los lazos de identidad y cambiar el imaginario que se tiene de ella; al respecto,
“la escuela se preocupa más por el adoctrinamiento político que por el debate crítico que
permite que los niños adquieran sus propias convicciones” (Hart, 1993, p. 44). Los espacios
que posibilitan la reflexión de las dinámicas y/o problemáticas que le afectan, fortalecen la
interacción y acciones conjuntas en doble sentido, de los individuos entre si y hacia la
comunidad, la escuela es uno de ellos.
La sociedad requiere sujetos participativos con capacidad de incidir de manera directa en
los asuntos que les afectan; es decir, con cierto nivel de empoderamiento tanto individual
como colectivo que facilite las condiciones necesarias para intervenir o mejorar el contexto
10
del que forman parte a través de la participación democrática y el ejercicio de la ciudadanía.
En segunda instancia la participación y la democracia van de la mano, se complementan; en
tanto la participación real contribuye con la construcción de una democracia sólida,
incluyente, que permita el desarrollo individual y social de las personas. Esto es un proceso
bastante complejo puesto que la situación de la participación y la construcción de
ambientes democráticos en la práctica, presenta obstáculos que la dificultan; por tanto, la
formación de sujetos participativos y democráticos se convierte en punto de reflexión que
debe ser visto con la rigurosidad que ello amerita. Este proceso formativo implica cambiar
las maneras como se manifiesta la democracia en los diferentes escenarios donde es posible
su aprendizaje; uno de estos escenarios, es la escuela, por el papel que desempeña en la
sociedad: la difusión, afianzamiento y enriquecimiento de la cultura; desafortunadamente
en lo que concierne a la formación de ciudadanía ha tomado un rumbo equivocado al
contribuir a la heteronomía en lugar de facilitar la autonomía (Santos Guerra, 1995) en los
estudiantes, de tal modo que sean estos los gestores de cambios importantes tanto en lo
personal como en lo colectivo.
Ahora bien, ¿qué se ha dicho sobre la democracia? Bayona, Escobar & Molina, (1999);
García, (1999); coinciden en que la escuela es el espacio socializador por excelencia, es el
escenario propicio para vivenciar la democracia, pero por la forma como se toman las
decisiones y se establecen las relaciones de poder se convierte en uno de los lugares más
antidemocráticos; hay distanciamiento entre lo que se piensa y lo que se dice. Por su parte
Castillo (2003), insiste en que la democracia en la escuela se aleja de la tensión entre poder
y participación política, la democracia es parcializada; es decir, los procesos que se dan son
el resultado de lo establecido por la normatividad (Ley General de Educación, Decreto
1860); por tal razón se dejan de lado acciones reflexivas que implican trabajar en función
de procesos democráticos reales. Las elecciones de Gobierno Escolar son un ejemplo de la
parcialización de la democracia en la escuela porque el desarrollo de este proceso se limita
a cumplir con el cronograma establecido desee la Secretaría de Educación, dejando de lado
el debate y la discusión rigurosa que ello amerita. Castillo es contundente respecto a lo
anterior, al plantear que las elecciones desde esta instancia de participación, son
expresiones burocráticas que opacan el interés de estudiantes, docentes y padres de familia,
estos actos se convierten en eventos del momento porque no hay procesos reales de
socialización política dejando todo tal como estaba. Así mismo, dicha autora ve pertinente
que la reflexión pedagógica incluya entre su agenda la democracia como experiencia de
conocimiento y desarrollo humano, y a su vez, permita comprender la democracia como
proyecto político y no como valor idealizado, lo cual implica, hacer del ejercicio político un
acto más cualificado, razonable y ético.
¿Es posible la democracia en la escuela? para Aguilar & Betancourt (1999), la democracia
escolar solo es posible mediante una práctica renovada, que busque establecer una
pedagogía crítica del fenómeno educativo. De igual forma es importante priorizar en la
cultura democrática como una posibilidad de innovación en la formación de ciudadanos
11
críticos y reflexivos con capacidad de aportar a la construcción de ambientes armónicos,
propicios al crecimiento individual, trabajo en grupo; es decir, construcción de normas y
establecimiento de acuerdos con participación de todos los integrantes de la comunidad
escolar. La cultura democrática, de acuerdo con los autores ya mencionados, implica ver la
democracia como un proceso en construcción; así mismo, hacer de la escuela un lugar
donde se genere comunidad participativa y se fortalezcan las relaciones de horizontalidad
maestro - estudiante, mediante acciones prácticas como el autogobierno y los procesos de
participación encaminados a contribuir con la interacción comunicativa para dinamizar
procesos en beneficio de la comunidad mediante el trabajo en equipo.
Al considerar otra perspectiva de la democracia, para Bobbio (1984), ésta se halla en
consonancia con las reglas que establecen quien está autorizado para tomar las decisiones y
el procedimiento que permite hacer esto posible; al respecto, el escenario escolar es
portador de una tradición dada desde la normatividad y a quienes favorece, es obvio que no
son los estudiantes ni la democracia los beneficiados de estas acciones, por el contrario, la
forma como se llevan a cabo los procesos democráticos poco contribuye a que a través de la
participación se haga realidad el objetivo fundamental de la escuela, la formación
ciudadana.
Retomando la idea de cultura democrática, explicada por Aguilar & Betancourt, su
existencia implica una escuela renovada, con acciones efectivas en el ejercicio de su
compromiso social, por lo que su quehacer debe favorecer la interacción consciente de los
niños, niñas y jóvenes que van a ser los adultos del mañana procediendo de manera
autónoma frente a la realidad en la que están inmersos. Tal como lo plantea Bobbio, si
“continua siendo reducida la participación de los ciudadanos en los espacios en los que
puede ejercer sus derechos” (1984, p. 22) todo intento por buscar una sociedad con
posibilidades reales para todos es cada vez más lejana.
De allí que es un compromiso moral de la escuela y la sociedad en su conjunto trabajar
arduamente para transformar “el ciudadano no educado” del que habla Bobbio, -aquel que
conviene a los poseedores del poder porque no los critica ni los cuestiona-, por un
ciudadano reflexivo, participativo, con conocimiento de sus derechos y libertades; es decir,
un ciudadano con capacidad de ejercer su ciudadanía mediante el ejercicio de la
participación en los escenarios donde desarrolla su vida individual y en comunidad.
Por último, con relación a la ciudadanía y practicar la democracia como un modo de
interacción social demanda “la formación de ciudadanos” (Bobbio, 1984; Bayona, Escobar
& Molina, 1999) activos. La formación ciudadana posibilita la construcción de sujetos
comprometidos con su realidad y con capacidad de participar de manera crítica y reflexiva
en el destino de su comunidad y/o de la nación. Esto puede ser posible siempre y cuando
haya corresponsabilidad entre la familia, la sociedad y la escuela. En la sociedad lo ideal
sería cambiar las prácticas políticas de los gobernantes, porque sus acciones y decisiones
han generado (Santisteban & Pages, 2011; Arias & Alvarado, 2015), desprestigio de la
12
política y los partidos políticos; no menos importante, poca credibilidad, especialmente en
los jóvenes, porque asocian la política con el gobierno.
En lo que concierne a la escuela, León & Pulgarín (2009), exponen que la formación de
ciudadanía implica todo un reto para la educación, por cuanto debe primar el trabajo
colectivo entre organizaciones públicas y privadas que conduzcan a la formación de sujetos
encaminados a la búsqueda del bienestar general. La participación democrática puede
considerarse como la posibilidad para que los ciudadanos se construyan a través de la
interacción social y del trabajo conjunto, lo cual redunda en mejores condiciones de vida
que beneficien a todos. De la misma manera la participación ciudadana, es la forma práctica
de aprender democracia y ser democrático y es así como se construye el ciudadano
participativo, social, político, activo y crítico, descrito por León & Pulgarín.
De los tipos de ciudadano expresados por estos autores destaco el ciudadano activo, el cual
se inclina más por la convivencia social que por la política institucional; este tipo de
ciudadano se caracteriza por participar activamente en los asuntos de su comunidad. Las
instituciones escolares al generar espacios de construcción colectiva fortalecen la
participación y la construcción del ciudadano activo para que con sus ideas, motivaciones e
intereses aporte a mejores ambientes democráticos en beneficio de la sociedad.
Los ciudadanos democráticos, participativos, sociales, políticos, activos y críticos, en
consonancia con León & Pulgarín, tienen la capacidad para transformar la realidad
cotidiana, teniendo como escenario el territorio donde luchan para materializar sus sueños;
son ciudadanos que no nacen, se forman y, para su estructuración se requiere del sistema
educativo que a través de los procesos de enseñanza desarrollen las habilidades, valores y
competencias para que intervengan su contexto. El aporte de la escuela en este sentido es
fundamental y se verá reflejado cuando esta institución cambie sus prácticas democráticas y
permita que los estudiantes hagan de la participación un derecho fundamental. Se debe
permitir que el estudiante se forme en la cotidianidad, desarrolle sentido de pertenencia
frente al territorio que habita, porque lo conoce, sabe de sus necesidades y se siente
comprometido en la búsqueda de soluciones a las dificultades que lo afectan.
Como proceso permanente, la formación ciudadana requiere de una fundamentación íntegra
y de escenarios que la propicien; es decir, se debe incorporar la interdependencia entre
ciudadanía y territorio para gestar la democracia territorial que se anhela. Esta construcción
precisa del fortalecimiento de la identidad entre los estudiantes y la institución, porque la
escuela es uno de los escenarios en donde se desarrollan como individuos y aprenden a
convivir en comunidad.
Si la pretensión es la construcción de ciudadanía en la escuela, un paso importante para
hacerla realidad es la formación de ciudadanos comprometidos con la mejora del contexto
educativo y con capacidad para incidir en las decisiones que afectan su vida escolar. En
palabras de Castillo (2003), los estudiantes deben ver y sentir la escuela como su primer
13
espacio de actuación pública, puesto que permite el desarrollo cognitivo, interpersonal e
intrapersonal en sus educandos.
Las categorías de participación, democracia y ciudadanía, requieren ser abordadas con
profundidad desde distintos autores que han reflexionado sobre ellas, para replantear los
procesos de formación ciudadana que se han venido implementando desde el aula.
Los procesos de formación ciudadana que se pretenden desarrollar se constituyen en
verdaderos retos debido a la concepción que se tiene de la política a propósito de la forma
como se aplica tanto en el ámbito nacional como local. A nivel nacional son cuestionables
las decisiones de altos dignatarios del Estado procediendo a favor de un grupo o élite, lo
que va en contravía de la democracia; desde lo local, es cuestión de ver la forma como en la
escuela los directivos y docentes toman las decisiones desconociendo a los otros actores de
la comunidad educativa; es decir, estudiantes y padres de familia.
Por todo esto es importante trabajar mancomunadamente: escuela y sociedad en general en
vía de alcanzar el empoderamiento (capacidad de incidir en las decisiones que le afectan)
de los ciudadanos para que a través de experiencias participativas coadyuven a la
construcción de la democracia; esto no es nada fácil teniendo en cuenta las condiciones
económicas, políticas y sociales que vive el país.
Ahora bien, con este proceso de formación ciudadana que debe emprender la escuela y la
sociedad tal como se ha planteado, no se busca que los estudiantes resuelvan los problemas
del país; sino que comprendan la democracia como la opción válida para la reivindicación
de sus derechos y el cumplimiento de sus deberes, por tanto es necesario que conquisten los
espacios de participación que les han sido negados por su condición de estudiantes y por el
contrario, puedan ejercer la ciudadanía de tal manera que la democracia en la escuela se
convierta en eje movilizador para la transformación de las prácticas que se dan al interior
de sí misma.
14
Consideraciones metodológicas
Las siguientes consideraciones pretenden dar cuenta de las características relevantes de la
unidad didáctica, estrategia metodológica utilizada para la recolección de información; del
enfoque cualitativo, del método etnográfico, del grupo focal como técnica de investigación
y de la sistematización de la experiencia para analizarla e interpretarla a la luz de las
categorías planteadas. Asimismo, poner en discusión la intervención o innovación en la
escuela desde las acciones realizadas por los niños, niñas y jóvenes del Consejo Estudiantil
del Colegio Villas del Progreso IED. Lo anterior está en consonancia con los lineamientos
curriculares del área de Ciencias Sociales por su relevancia en los procesos de reflexión a
partir de preguntas que suscitan la búsqueda y el aprendizaje de lo social.
La Unidad didáctica, enfoque, técnica de investigación y sistematización de
experiencia educativa
La unidad didáctica como estrategia metodológica tiene vigencia en el ámbito escolar
debido a las reflexiones epistemológicas suscitadas en relación a ella, en tanto guarda
relación con el acto pedagógico, es decir, la interacción entre maestro - estudiante, relación
que trasciende lo cognoscitivo, abarcando entre otras cosas, lo social y lo afectivo; de allí
que la información y /o aprendizajes recopilados se pueden considerar como insumos para
el trabajo que se adelanta en el marco del proceso de investigación desarrollado.
La estrategia metodológica mencionada permite dinamizar los procesos pedagógicos que
acercan a nuevos conocimientos sin dejar de lado los saberes previos de los estudiantes, sus
intereses, su creatividad, el trabajo en equipo, el rol del docente como facilitador, y no
menos importante, el desarrollo del carácter investigativo en el educando a partir del
contexto en el que interactúa, ya sea interno, la escuela, o externo, su barrio.
El acto educativo se materializa en la escuela, vista ésta por algunos teóricos como el micro
espacio que permite el aprendizaje y enriquecimiento de la cultura. Al interior de ella toma
vida de manera permanente un escenario que a veces pasa desapercibido tal vez porque no
se conoce todo lo que allí sucede; me refiero al aula de clase como el entorno físico que
permite el desarrollo del proceso enseñanza – aprendizaje, el cual es posible, gracias a la
interacción entre el educador y el educando (Cerda, 2002). Dicho esto, el aula se convierte
en cómplice de un saber que se constituye desde conocimientos, experiencias y la estrategia
metodológica aplicada por el docente a través del juego pedagógico que a diario desarrolla
en su interior; así mismo, es relevante el papel del estudiante, en tanto haya voluntad de
acceder al saber pretendido; en caso contrario, se intensifica la labor del docente, es decir,
tendrá que plantear alternativas provocadoras en los estudiantes, despertando en ellos, su
interés por el tema o asignatura, motivación, creatividad, autonomía y pensamiento crítico.
Ahora bien, ¿Qué se entiende por estrategias metodológicas? Estas se entienden como “las
formas de lograr nuestros objetivos en menos tiempo, con menos esfuerzo y mejores
15
resultados. En éstas, el investigador amplía sus horizontes de visión de la realidad que
desea conocer, analizar, valorar, significar o potenciar” (Quiroz, 2003, p. 63). El asunto que
investigo es la participación estudiantil, se quiere saber cómo a través de ella es posible la
construcción de ciudadanía en la escuela, por tal razón, indagar respecto al concepto,
vivencia y maneras de fortalecerla, permite un acercamiento al objetivo propuesto.
Dicho esto, si el propósito es la promoción de competencias básicas en los estudiantes, la
unidad didáctica es una herramienta clave para hacer posible lo propuesto; además, este
instrumento de trabajo, según Rodríguez (2010), le permite al docente organizar su práctica
educativa, articular y orientar los procesos de enseñanza con miras a mejores aprendizajes
ajustados tanto al grupo como al educando en su diversidad. Entre los elementos que
contempla para su ejecución se encuentran: definición, contextualización, aprendizaje y
metodología a aplicar con sus respectivas fases de tarea, el espacio, los recursos y por
último la evaluación.
Con relación a las características de la unidad didáctica, se resaltan:
“Su elaboración y desarrollo está centrado en el alumno, sus características e
intereses; posibilitar y adoptar la planificación a las características del aula (recursos
humanos, materiales, instrumentos) y del alumno; dar sentido al trabajo docente y
del alumnado potenciando las capacidades de cada cual y favoreciendo el
crecimiento personal y profesional; y, posibilitar la evaluación formativa interna de
la acción educativa y del proceso enseñanza y aprendizaje”. (Estaire, 2004, p. 252).
Apostarle a trabajar con el Consejo Estudiantil, permite centrar la atención en el grupo para
entender la forma como conciben la participación en el aula de clase y en la institución; a
raíz de esto, se plantean acciones dentro de la unidad didáctica teniendo en cuenta el interés
y la homogeneidad en los niños, niñas y jóvenes.
Considerando el objeto de estudio que desde esta investigación se pretende, es de gran
utilidad la unidad didáctica para estructurar las actividades que se van a desarrollar en el
sentido de que permite dinamizar los procesos en relación a mejores aprendizajes, en este
caso la participación; lo cual debe permitir: comprender su importancia, reflexionar sobre
ella, vivenciarla y desde allí, contribuir a la construcción de espacios democráticos y por
consiguiente, la formación de ciudadanía; de igual forma, las actividades contempladas en
la unidad didáctica favorecen la participación de los estudiantes en el sentido de que son
ellos los protagonistas del proceso que se desarrolla en el contexto escolar teniendo como
referente el fortalecimiento de las capacidades del individuo y del grupo de trabajo, como
ocurre con el Consejo Estudiantil.
La unidad didáctica que se aplicó contempla diez actividades donde se especifica el
objetivo que persigue cada una de ellas; los tiempos requeridos para su desarrollo,
generalmente fue un promedio de hora y media de clase; los actores en el proceso, que en
este caso fueron los educandos del Consejo Estudiantil del año 2016; el espacio adecuado
para tal fin; los materiales y la evaluación del ejercicio como tal.
16
La experiencia se desenvolvió a través de encuentros previamente programados entre el
docente facilitador y el Consejo Estudiantil. Inicialmente se hizo la inducción y/o
motivación a los participantes teniendo como referentes: la participación en la escuela y el
rol del Representante de curso; esto porque, son ellos los que integran el Consejo
Estudiantil, instancia que acoge las ideas, propuestas e iniciativas de los educandos a nivel
institucional; y además, porque fue el grupo focal con el que se desarrolló el trabajo de
investigación. Los cuestionamientos suscitados de alguna forma generaron inquietudes en
aquellos estudiantes que no habían dimensionado la magnitud de la responsabilidad que
habían asumido, en tanto el compromiso aparte de ser personal, también es con el grupo
que lo eligió y la comunidad educativa en general. Se escucharon diferentes
planteamientos, unos más elaborados que otros; algunos prefirieron callar, especialmente
los niños y niñas de primaria y aceleración; sin embargo, se resalta, la actitud con la que fue
acogida la propuesta por parte de la mayoría de los asistentes de conocer otros referentes,
acerca de la participación, la democracia y la ciudadanía; así mismo, analizar la forma
como se vivencian dichas categorías en la escuela para contribuir con la construcción de
ambientes escolares democráticos y participativos que permitan la construcción de
ciudadanía desde las propuestas e iniciativas estudiantiles.
Ahora bien; ¿qué pasó? Y ¿por qué pasó lo qué pasó en el desarrollo de la experiencia? A
partir del análisis del acta de elección del Representante de curso del grado 801, se inicia el
proceso de sistematización, lo cual se evidencia en la unidad didáctica que se muestra a
continuación. Conviene señalar aquí, que en el desarrollo de las actividades propuestas
inicialmente, se observó interés y motivación por parte del grupo, asistiendo a las
convocatorias que se conocían con anterioridad e involucrándose en los grupos de trabajo
que se fueron construyendo entre los niños y niñas de primaria, los jóvenes de aceleración y
los estudiantes de los otros cursos. El trabajo se comenzó a hacer de manera individual,
posteriormente, entre todos, para fortalecer el colectivo y contribuir con la participación
desde las acciones y decisiones que se fueron considerando. Con respecto a las
individualidades, los estudiantes que poco intervenían en las discusiones generadas, en la
medida en que se avanzaba, hacían comentarios al respecto; tal vez, el trabajo en equipo,
contribuyó para que se hayan dado cambios, así sean pequeños en la forma de ver y pensar
lo que en su momento se trabajó.
Las actividades propuestas y el compromiso con el que se llevaron a cabo, generaron cierta
confianza en el grupo, tanto, que los encuentros en adelante fueron liderados por ellos
mismos, encargándose de revisar la asistencia y los compromisos pendientes; aunque, en
algunos momentos y en actividades específicas, aquellas que implicaron trabajar con los
compañeros de curso (Los Estudiantes y el Manual de Convivencia), no tuvieron la misma
acogida por todos debido a la falta de apoyo del grupo o porque la socialización de la
propuesta no se hizo adecuadamente para que generara el impacto esperado, -la
participación de los educandos-. No solo lo anterior, sino también, la coincidencia de
actividades de clases (exposiciones, evaluaciones, cierre de período, etc.), y la
responsabilidad que implicó algunas de las actividades propuestas, es el caso del foro
17
estudiantil, influyeron para que no se alcanzaran los objetivos en el tiempo previsto; de allí
que fue necesario replantear entre todos la dinámica del trabajo para retomar el rumbo que
se había planteado.
Es necesario recalcar que, en el desarrollo de la unidad didáctica, tanto el compromiso
como el liderazgo manifestado por un alto porcentaje de los estudiantes, motivó la
participación de los demás, especialmente los compañeros del curso; y las actividades con
mayor impacto en la institución (Plebiscito por la paz, foro estudiantil), dejaron ver que los
educandos si tienen que decir, que hay iniciativas e intereses, que si son tenidos en cuenta
contribuyen con la construcción de los ciudadanos críticos y propositivos que la sociedad
requiere para su desarrollo.
En cuanto a porqué pasó lo qué pasó, diversos factores podrían dar respuesta a este
interrogante; en primer lugar, cuando se socializó la propuesta de trabajo al Consejo
Estudiantil, se generaron expectativas e interrogantes por lo que se iba a hacer y el impacto
que podría tener en la institución, más, si era la primera vez que dicha instancia de
participación asumía un papel protagónico que afectaría a la comunidad educativa en
general, el resultado de esto es la motivación, el compromiso y el liderazgo que los
participantes expresaron en lo que hicieron; en segundo lugar, hay que decir que las
dinámicas de la escuela son complejas, por todo lo que en su interior ocurre, a los
estudiantes les corresponde cumplir con las tareas, las evaluaciones, el cierre de período e
innumerables acciones académicas que requieren ser atendidas con el mayor compromiso
posible; así las cosas, procesos complementarios inherentes a ella, como lo son, la
construcción ciudadana y el fortalecimiento de espacios democráticos, se ven afectados por
que está de por medio la nota y con ella, la amenaza, el sometimiento y el abandono de la
crítica constructiva que los estudiantes podrían aportar a la educación que reciben y a la
situación de la sociedad de la que forman parte. Aun así, el compromiso en la consecución
de los objetivos planteados fue constante por el interés de quienes lideraron los procesos
que con su actitud proactiva, ganaron la confianza y el apoyo del grupo para expresar su
sentir y pensar sobre los temas que les afectan; por consiguiente, todo esto sirvió para
entender que la democracia, va más allá de elegir y ser elegido y que el ciudadano se
construye entre todos por medio de las acciones y decisiones que benefician a la mayoría.
A continuación se presenta la estructura de la unidad didáctica aplicada, en la cual se
expresa el objetivo de cada una de las actividades:
Actividad Objetivo Materiales/fecha y
lugar de
realización
Evaluación
Análisis del acta de
elección del
representante de
curso del grado
Identificar las particularidades
de la elección del
representante de curso en el
grado 801 mediante la
observación del acta de
15 de julio de
2016; biblioteca
de la institución.
Para el desarrollo
Llama la atención el
ejercicio por la
discusión que se
generó con relación a
la responsabilidad con
18
801. escrutinio para analizar la
responsabilidad al elegir a
quien va a representar el
grupo.
de la misma, se
utilizó el acta de la
elección y el
formato de diario
de campo.
la que se debe asumir
este tipo de
situaciones; así mismo
se cuestionó la actitud
de aquellos estudiantes
que no le dan el valor a
las actividades en las
que participan.
Aplicación de la
encuesta sobre
participación,
democracia y
ciudadanía
Conocer las ideas que los
estudiantes tienen de
participación, democracia y
ciudadanía.
4 de agosto de
2016; biblioteca.
Se aplicó un taller
con 14 preguntas
relacionadas con
las categorías de
análisis; se tuvo
en cuenta, acta de
reunión y diario
de campo.
Asisten los 18
estudiantes que forman
parte del Consejo
Estudiantil.
La actividad es
asumida con seriedad,
cada quién realiza lo
que se le indaga de
manera responsable.
Organización del
foro estudiantil
Planear las actividades que se
van a desarrollar en el foro
estudiantil, estableciendo roles
y responsabilidades
específicas.
19 de agosto;
biblioteca de la
institución.
Acta de reunión,
diario de campo.
Participación y
asistencia de 14
estudiantes; se
expresan ideas,
propuestas e
inquietudes frente la
forma como se va a
realizar el evento. La
estrategia que se
acuerda para el foro es
a través de ponencia.
Una mirada
conceptual de la
participación,
democracia y
ciudadanía.
Indagar sobre participación,
democracia y ciudadanía para
ampliar la idea que se tiene y
expresar los conceptos a través
de cartelera.
25 de agosto;
biblioteca.
Carteleras, diario
de campo, registro
fotográfico.
Hubo consulta,
participación y trabajo
por parte de los
asistentes (15
estudiantes).
Lo que quieren
decir los
estudiantes en el
foro
Analizar el contenido de las
ponencias enviadas para
realizar las sugerencias
pertinentes.
29 de agosto;
biblioteca.
Diario de campo.
Los estudiantes se
organizan para discutir
respecto a la
información recibida
con relación a las
ponencias enviadas.
Plebiscito Aplicar uno de los 8 de septiembre; Participación de los
19
estudiantil mecanismos de participación
establecido en la Constitución
Política para entender su
importancia en la construcción
de ciudadanía
patio del colegio. estudiantes de sexto a
once.
Foro estudiantil Fomentar la participación de
los estudiantes a través del
aprovechamiento de espacios
que posibiliten expresar ideas,
sentir y pensar respecto a
temas de su interés.
9 de septiembre;
auditorio del
colegio.
Formato de
ponencias, registro
fotográfico,
videos, diario de
campo.
Asistencia masiva al
evento, participación
de estudiantes de las
tres sedes y colegio
invitado, profesores y
padres de familia.
Los estudiantes y
el Manual de
Convivencia.
Plantear ajustes al manual de
convivencia desde las
iniciativas y necesidades de
los estudiantes para fomentar
la partición y la construcción
de ambientes democráticos en
la escuela.
23 de septiembre;
biblioteca.
Guía de trabajo y
audio.
Hubo interacción en el
grupo, se hizo el
ejercicio, aunque los
aportes fueron pocos;
se resalta porque es la
primera vez que los
estudiantes hacen
propuestas al manual.
Pensando en el
proyecto de
democracia.
Establecer el o los
mecanismos de participación
para cubrir la vacante dejada
por un estudiante elegido
democráticamente.
4 de octubre;
salón 22 de la
institución.
Guía, registro
fotográfico y
video.
Los estudiantes
estuvieron dinámicos y
propositivos en la
actividad.
La participación
desde adentro.
Realizar video donde se
exprese la forma como
vivencian la participación los
estudiantes en la institución.
14 de octubre;
salón de música.
Video
Participación, el
trabajo se lideró y
realizó
responsablemente.
En consonancia con la estrategia metodológica de la que se ha venido hablando y, para
abordar el objeto de estudio, se utilizó el enfoque cualitativo, porque permite partir del
contexto de los sujetos para interpretar los fenómenos que allí ocurren, desarrollar
conceptos y comprensiones, teniendo como referente los elementos propios que se
evidencian en los escenarios y actores que interactúan en un momento determinado. El
enfoque cualitativo por ser inductivo, humanista y holístico, es adecuado para la
investigación en educación debido a su carácter social. Es inductivo porque los conceptos
que se elaboran parten de los datos obtenidos de los estudiantes; es humanista debido a que
20
está centrado en “…el aspecto humano de la vida social” (Taylor & Bogdan, 1987, p.21),
lo cual significa que no se desconoce el contexto de los estudiantes, sino que todo el tiempo
está presente en la interacción dentro de las actividades que se aplicaron en la unidad
didáctica; y es holístico en cuanto “…las personas, los escenarios, o los grupos no son
reducidos a variables, sino considerados como un todo” (Taylor & Bogdan, 1987, p.20), de
manera que, la escuela, la sociedad y la familia inciden en los modos como los estudiantes
se comprenden así mismos y comprenden el mundo.
A partir del enfoque cualitativo se considera que el carácter de este trabajo es comprensivo,
puesto que se ha desarrollado con los estudiantes del Colegio Villas del Progreso que hacen
parte del Consejo Estudiantil y porque, a través de la comprensión, es posible que las
personas estén constantemente explicando las situaciones que ocurren a su alrededor con lo
cual se puede contribuir a dar cuenta de los procesos de participación de los educandos.
Conocer la forma como los estudiantes ven y piensan la participación al determinar los
factores que la dificultan y la posibilitan favorece la comprensión de la realidad social, y
que mediante acciones conjuntas generen espacios participativos y democráticos que
permitan mejorar el entorno donde desarrollan su vida.
La pertinencia del enfoque cualitativo respecto a lo planteado está en la capacidad de los
estudiantes para comprender lo que ocurre en la cotidianidad escolar, de tal modo que a
partir de la reflexión del contexto se utilice el diálogo para establecer acuerdos que
permitan la construcción de espacios democráticos mediados por la participación
estudiantil, cuyo horizonte es mejorar las relaciones sociales en la comunidad educativa.
El conocimiento y la comprensión de la realidad como parte del enfoque cualitativo nos
pueden dar cuenta de los procesos de participación de los estudiantes que se desarrollan
desde sus propias iniciativas y que no hacen parte de las propuestas dadas por la
institucionalidad, pero que son formas de manifestación de ciudadanía, que involucran la
participación para la construcción de ambientes escolares participativos por medio de
ejercicios democráticos con sentido y que involucre a todos, independientemente del nivel
en el que se encuentre el educando.
Conforme con el enfoque y el carácter del estudio, se define que el método investigativo
que se correlaciona con el objeto de estudio es la etnografía, porque implica superar el dato
empíricamente registrado para interpretar sus significados y, además se podrá desarrollar la
observación participante, la conversación, la entrevista y el grupo de discusión, como
técnicas para la recolección de datos. En este sentido, la etnografía se refiere “al trabajo, el
proceso o la forma de investigación que nos permite realizar un estudio descriptivo y un
análisis teóricamente orientado de una cultura o de algunos aspectos concretos de una
cultura” (Serra, 2004, p. 165). Puede cambiar la idea que se cree, tienen las personas sobre
un tema en particular al hacer un acercamiento a la forma como ven y viven tal aspecto,
mucho más, al analizar porque dicen lo que dicen de él, y la manera de expresarlo.
21
Según Páramo & Otálvaro (2006), la etnografía es una estrategia de investigación que
utiliza el diario de campo, la entrevista en grupo o en profundidad, la observación
participante y el análisis del discurso como técnicas apropiadas para hacer investigación.
Dentro de las técnicas etnográficas se utilizó para esta investigación el diario de campo, el
cual, da cuenta por un lado, de las observaciones descritas por el investigador respecto a las
actitudes, comportamientos, puntos de vista y acciones de los estudiantes en cada una de las
actividades emprendidas; y por otra parte, los comentarios de quienes acompañan el
proceso expresando su percepción de lo que observan.
En coherencia con el enfoque y el método, se utilizó el grupo focal como técnica de
investigación. El grupo focal es un instrumento utilizado para la recolección de
información; por tanto, la entrevista en grupo es la herramienta fundamental en esta técnica
para acercarse a lo que se desea saber. Este se definido como una “técnica de recolección
de datos mediante una entrevista grupal semiestructurada, la cual gira alrededor de una
temática propuesta por el investigador” (Escobar & Bonilla, 2009, p.52). Su objetivo es
recolectar información para resolver preguntas de investigación. Por su parte Mella (2000),
plantea que los grupos focales son básicamente grupos de discusión colectiva.
La técnica de grupo focal se implementó con el Consejo Estudiantil como estrategia que
permite dar cuenta de cómo se entiende y vivencia la participación, la democracia y la
ciudadanía en la escuela; así mismo, para construir espacios de interacción que fortalezcan
las estructuras sociales organizadas y lideradas por los educandos.
El trabajo consistió en encuestar a los educandos sobre las categorías mencionadas a
quienes se les dio a conocer los temas con anterioridad para que al momento del encuentro
estuvieran informados sobre el trabajo que se iba a realizar. Dada la complejidad de la
temática se realizaron tres sesiones con la particularidad de que en la medida en que se
avanzaba se observaba un discurso un poco más consolidado y el estudiante tomaba
posición frente al tema con el que se identificaba tal vez porque tenía cierto dominio y
seguridad en sus afirmaciones.
El grupo estuvo conformado por dieciocho (18) estudiantes desde grado tercero a once; los
encuentros se realizaban en la biblioteca del colegio dos veces al mes, en horarios
acordados entre todos para que no afectara las clases de otras asignaturas. Como todo
proceso reflexivo, hubo unos acuerdos iniciales, dentro de ellos, el respeto a la palabra y las
ideas de los demás, independientemente del grado en el que el estudiante se encontraba; la
pertinencia tanto del proceso como de la técnica se observa en la organización de los
estudiantes como grupo y en la responsabilidad al momento de asumir las tareas y
compromisos correspondientes.
Por otro lado, la sistematización como herramienta metodológica fue importante en el
análisis e interpretación del trabajo realizado, puesto que permitió replantear el concepto
que se tenía de participación, democracia y ciudadanía entre los estudiantes, a partir de las
22
diferentes actividades llevadas a cabo, en las que ellos fueron protagonistas desde las
acciones y propuestas que promovieron.
En la evolución del trabajo con los estudiantes se generó la dinámica de retroalimentar los
procesos para entender la forma cómo se evidencia la práctica de las categorías abordadas
de tal manera que se lograra una mirada más amplia de las mismas, tanto en lo conceptual
como en el contexto concreto de la escuela.
“La sistematización de experiencias implica la reconstrucción del proceso vivido, es
decir, la recuperación de su historia, desde una perspectiva que va más allá de la
descripción de lo realizado pues se propone además realizar el análisis y la
interpretación de los momentos más significativos, de los cambios que se llevaron a
cabo en su recorrido y del contraste entre lo planeado y lo realizado, de los logros y
las dificultades, de la relación de la experiencia con su contexto específico y con
contextos más amplios, de los referentes explícitos o implícitos en la experiencia y
de las elaboraciones que se puedan inferir a partir de ella […]” (Aguilar, 2008)
A propósito de lo planteado por Aguilar, pensar o reflexionar sobre lo que hacemos permite
diferentes perspectivas del trabajo pedagógico, de allí que es indispensable este ejercicio
para dar sentido a eso que se está haciendo en función de evaluar el proceso, proyectar
nuevas acciones y generar conocimientos que permitan dinamizar las prácticas educativas,
a través de la interacción de los estudiantes en el contexto escolar; lo cual facilita que las
personas se aproximen a su práctica con una actitud reflexiva y autocrítica, con disposición
para aprender de aquello que sucedió en la experiencia (Jara, 2012)
La relevancia de la participación estudiantil, la democracia y formación de ciudadanía
ameritan ser observadas e interpretadas para comprender los matices que las caracterizan;
de allí, el objetivo de la propuesta y la pertinencia del enfoque, el método, la técnica de
investigación y la sistematización, tenidas en cuenta para tal fin.
Lineamientos curriculares
Las Ciencias Sociales constituyen un factor importante para la comprensión del engranaje
social, político, económico y cultural de la sociedad; estas disciplinas aportan elementos
valiosos para la formación de ciudanía en la escuela, de tal modo que los estudiantes
conozcan su contexto y comprendan las dinámicas socio – económicas que ocurren en el
mundo; de igual forma, su estudio permite el fortalecimiento de la identidad nacional y el
conocimiento de la historia, con lo cual se comprenden los procesos sociales que han
marcado la consolidación del Estado – nacional.
A partir de la década de los ochenta del siglo XX, las Ciencias Sociales son objeto de
discusión y reflexión por la importancia que tienen para el conocimiento de lo social, razón
por la cual se han realizado ajustes desde el Ministerio de Educación Nacional con el
beneplácito de la dirigencia magisterial, estas instituciones acuerdan lo que en su momento
23
fue considerado como toda una innovación educativa, me refiero a los Marcos Generales de
los Programas Curriculares para el área de Ciencias Sociales (1984). Dos aspectos
sustentan dicha iniciativa: en primer lugar, la demanda en torno a las problemáticas socio-
económicas que se presentaban en el mundo las cuales requerían otro tipo de interpretación
para su comprensión, es decir, las Ciencias Sociales requerían de un método de estudio que
permitiere comprender de manera holística el fenómeno social en forma integral y no
sectorizada como se venía haciendo; así mismo, el dinamismo producto de los cambios
sustanciales en las sociedades exigía otras miradas, cruzada por la transversalidad de las
disciplinas sociales. Por otro lado, las criticas reiteradas desde el plano académico sobre la
forma como se venían enseñando la historia y la geografía. La historia se cuestionaba al ser
enseñada como sucesos y gestas de héroes, además tenía un carácter memorístico y se
alejaba de la generación de identidad en los ciudadanos; por su parte, la geografía, se centró
en la elaboración de mapas, un ejercicio bastante distante de la realidad del estudiante
cuyas actividades terminaban en un hacer incomprendido y con poco significado.
Otros puntos de vista sobre el particular argüían que las disciplinas en mención, ofrecían un
saber fragmentado, por tal razón se hacía indispensable determinar su quehacer
epistemológico con miras a un carácter interdisciplinar, holístico, global, etc., tanto de la
realidad local, regional y mundial. El resultado de todo esto son las Ciencias Sociales
Integradas (historia, geografía, constitución política y democracia) tal como se plantea en el
artículo 23 y 31 de la Ley General de Educación. Según esta ley, las Ciencias Sociales,
deben ayudar a entender el mundo, para abordarlo y transformarlo.
Ya en el aula, persiste tensión entre quienes siguen al pie de la letra lo establecido desde lo
estipulado por la normatividad y, quienes favorecen la historia y la geografía con la
rigurosidad disciplinar que su enseñanza exige. Si bien es cierto que ambas disciplinas
tienen concepciones epistemológicas propias, guardan relación en los sucesos históricos y
geográficos acontecidos.
Para el año 2002 los Lineamientos Curriculares de Ciencias Sociales plantean cambios de
fondo que vale la pena mencionar; me refiero a fundamentaciones pedagógicas como los
ejes generadores y la pregunta problematizadora. Respecto a los ejes generadores, muestran
cierta claridad y organización del trabajo académico, optimizan y potencian las tareas
asumidas por estudiantes y profesores. La gran fortaleza de los ejes generadores es su
globalidad, lo cual permite diferentes perspectivas para abordar el estudio de las Ciencias
Sociales, por citar un ejemplo, a través de ellos, se posibilita el estudio de problemas
actuales y vitales en la comunidad estudiantil (la participación) que pueden ser abordados
desde diferentes estrategias metodológicas y técnica de investigación, por ejemplo la
unidad didáctica y el grupo focal.
La pregunta problematizadora (MEN, 2002), promueve la investigación y la generación de
nuevos conocimientos en el aula. Esta metodología genera nuevas preguntas que surgen de
manera particular en cada grupo donde se aplica; de igual modo, facilita trabajar ciertos
aspectos a los que no se les ha dado la pertinencia que requieren por no corresponder
24
claramente a ninguna asignatura, - la construcción de los sujetos a través de la
participación, es uno de ellos.
Estos ajustes al currículo de la disciplina en cuestión se sustentan en la Constitución
Política de 1991 al propiciar la democracia participativa en la sociedad; además, en el
artículo 41 de dicha norma, se orienta fomentar prácticas democráticas para el aprendizaje
de los principios y valores de la participación ciudadana desde la escuela. Lo anterior
requiere del aporte de las Ciencias Sociales en la formación de ciudadanos activos que
promuevan cambios sustanciales en la comunidad que posibiliten buenas relaciones
sociales y mejores condiciones de vida; es así que, uno de los objetivos de ésta área, según
el MEN (2002), es la formación de hombres y mujeres que participen activamente en su
sociedad con una consciencia crítica, solidaria y respetuosa de la diferencia y la diversidad
existentes en el país y en el mundo.
Los lineamientos curriculares son el soporte para que las instituciones educativas,
especialmente los profesores de Ciencias Sociales a través de estrategias metodológicas
efectivas (ejes generadores, preguntas problematizadora, unidad didáctica, etc.), promuevan
la formación de ciudadanos críticos, propositivos y democráticos que comprendan y
participen en su comunidad de manera responsable teniendo en cuenta los cambios que la
sociedad demanda. La práctica de este tipo de estrategias abre el abanico de posibilidades
de las que el docente de Ciencias Sociales puede disponer para el ejercicio educativo si su
propósito es plantear otro tipo de procesos escolares (innovación – intervención educativa)
que permitan la formación de ciudadanos comprometidos con los cambios que su
comunidad requiere para superar las dificultades y contribuir con una sociedad democrática
y participativa que posibilite cierto bienestar para todos.
El trabajo realizado con el Consejo Estudiantil es un ejemplo de esto, las acciones
realizadas con el grupo generaron cambios sustanciales con relación a la participación y la
democracia en la escuela, uno de ellos tiene que ver con el foro estudiantil organizado y
liderado por los educandos, el cual se ha convertido en un evento de carácter institucional
por el impacto que tiene en la comunidad educativa del Colegio Villas del Progreso. El
primer viernes del mes de septiembre, los estudiantes de las diferentes sedes y jornadas
(sede A, B y C) previa organización, planeación y desarrollo se dan cita para expresar sus
ideas y reflexiones respecto al tema acordado para el foro estudiantil cuyo propósito es que
guarde relación con los educando y las dinámicas de la institución. En el 2016 se trabajó
sobre convivencia y ciudadanía, y para el 2017, el tema de reflexión son los derechos
humanos.
25
CAPÍTULO 1: ALGUNOS REFERENTES CONCEPTUALES
1. 1 Participación
La participación vista como una forma de expresión de la democracia al ser utilizada
conscientemente puede generar cambios sustanciales en el entorno familiar, escolar y local;
participar implica también que los ciudadanos se involucren de manera activa y constante
en las decisiones que afectan su vida de manera individual y en colectivo. Lo anterior puede
ser posible, en tanto sea cambiado el imaginario que se tiene de ella, iniciando por ampliar
y construir otras maneras de verla, interpretarla y asumirla cotidianamente.
Ampliar y construir otras miradas de la participación exige indagar puntos de vista que
permitan complementar el concepto que se tiene y, reorientar las prácticas que usualmente
se hacen en los diferentes escenarios donde hay interacción con los otros. En este sentido
“la participación se refiere a los procesos de compartir las decisiones que afectan la vida
propia y la vida de la comunidad en la cual se vive” (Hart, 1993, p. 5). Encaminar esfuerzos
hacia este propósito se podría constituir en un paso importante para hacer de la
participación una posibilidad real de transformación social, de allí que las implicaciones
para los ciudadanos se convierten en todo un desafío, puesto que requiere de esfuerzos
tanto personales como colectivos hacia la toma de decisiones pensando en el bien común.
Para Murcia (1994), la participación representa todo un proceso donde está implícito: la
comunicación, la toma de decisiones y la ejecución de acciones conjuntas, lo cual, debe
estar en consonancia con el intercambio permanente de conocimientos y las experiencias.
Así mismo considera que la participación debe ser activa, deliberada, organizada, eficiente
y decisiva.
Ahora bien, ¿Cuál es el panorama de la participación en nuestro país? La realidad nacional
muestra que en gran parte de la ciudadanía hay desinterés y apatía respecto a los procesos
asociados a la participación porque existe en el imaginario la idea de que los políticos son
corruptos y siempre están en función de sus intereses particulares, desentendiéndose de su
compromiso para con la población; de allí que la participación se reduce a procesos
electorales, aun cuando existen mecanismos de participación ciudadana que están
contemplados en la ley, pero que se desconocen y apenas se hace uso de unos pocos de
estos y en situaciones aisladas, por ejemplo, la revocatoria del mandato, la consulta popular
y el voto, siendo este último, el mecanismo de participación más utilizado por la
comunidad, quienes terminan creyendo que al acudir a las urnas están haciendo uso del
derecho a la participación, sin embargo, no es consultada o escuchada respecto de las
decisiones que le afectan.
Dicho esto, la pregunta que surge es ¿cómo se podría contribuir para que los ciudadanos
sean cada vez más participativos? Respecto al ciudadano es el “hombre o la mujer que
pertenecen a una colectividad, a una nación o a un país; que es resultante de una
construcción histórica” (Petris, 2005, p. 23). Hacerse ciudadano en el día a día explorando
26
otras maneras de entender y practicar la participación podría acercarnos al interrogante
planteado en tanto se supere el estado del ciudadano no educado descrito por Bobbio
(1984); es decir, aquella persona que poco se interesa por las situaciones que afectan su
vida.
Si el propósito es que los sujetos a través de acciones participativas contribuyan con
cambios sustanciales en su entorno familiar, escolar, etc., se hace indispensable
complementar la teoría con la praxis, ésta según Freire (1970), se refiere a la reflexión y
acción del hombre sobre el mundo para transformarlo. Hablar de sujeto requiere de la
interacción del ser humano, es decir, se es sujeto cuando se tiene la posibilidad de actuar,
puesto que “el sujeto no es un “alma” presente en el cuerpo o en el espíritu de los
individuos, sino la búsqueda, emprendida por el individuo mismo, de las condiciones que le
permitan ser actor de su propia historia” (Touraine, 2000, p. 65). Al respecto, la escuela
podría propiciar ambientes democráticos que permitan el desarrollo de libertades e
interacciones del sujeto con sus pares de manera permanente con los cuales contribuiría a la
construcción de espacios participativos donde se tenga en cuenta los saberes propios de su
experiencia y el reconocimiento de las “[…] demandas individuales y colectivas”
(Sarmiento et al., 2013, p 5). Una escuela que atiende las voces de los estudiantes
contribuye con la consecución de ambientes participativos al propiciar escenarios de
interacción que permitan el desarrollo de la persona y por consiguiente aunar esfuerzos para
mejorar las condiciones sociales que se tienen de manera conjunta.
Teoría y práctica se deben complementar, siendo esta relevante, puesto que evidencia las
acciones y decisiones que las personas asumen de manera voluntaria haciendo uso de su
ciudadanía de manera responsable. Este hacer ciudadano, en teoría, lo contempla La
Constitución Política de 1991, que en su artículo uno, establece entre otras cosas, que
Colombia es una República democrática y participativa, lo cual implica que el Estado debe
garantizar y fomentar la participación ciudadana en todos los espacios de interacción social.
En relación a lo anterior, la participación como capacidad en la educación para la
ciudadanía se relaciona con la acción de ser parte, tomar parte y sentirse parte de algo como
lo señala Salazar (2011). Lo dicho es una muestra del deber concerniente a todo ciudadano
de hacer uso del derecho a participar de manera activa en todos los escenarios posibles.
Este cometido, requiere de la formación de ciudadanos críticos, políticos, democráticos y
participativos, características expresadas por León & Pulgarín (2009). Tal como se planteó
antes, en este proceso de hacerse ciudadanos participativos, tiene incidencia de manera
directa la escuela, vista como un espacio “para elaborar la cultura, construir un saber más
allá de la experiencia que se hace instrumento de lucha, para transformarse en sujeto de su
propia historia” (Freire, 2007, p. 19). Según Santos Guerra (2000), esta tiene como misión
fundamental contribuir a la mejora de la sociedad a través de la formación de ciudadanos
críticos, responsables y honrados.
Desde la escuela como espacio de interacción social es condición indispensable dejar de ver
a los niños con poca capacidad para asumir retos, tomar iniciativas y/o decisiones por
27
cuenta propia. Los niños deben ser protagonistas de esa sociedad que se requiere, en tanto
esa nueva sociedad que se necesita construir “[...] es una en la cual los niños aprendan a ser
ciudadanos competentes y sensibles por medio de la participación con adultos competentes
y sensibles” (Hart, 1993 p.6). La construcción del ciudadano es una responsabilidad
compartida, es importante acompañar a los educandos en este proceso de la mejor manera
posible; es decir, debe haber coherencia entre lo que el profesor dice y hace; y por parte de
los educandos se espera disposición y compromiso en las tareas y responsabilidades que les
corresponde.
Entender la participación, implica cambios sustanciales desde la cotidianidad de la familia,
la escuela y la sociedad en general. El asunto de la participación dada su trascendencia en el
ámbito escolar exige ser reevaluada casi que a diario. Por tal motivo la escuela se convierte
en punto de encuentro de saberes y experiencias, siendo esta una situación podría generar
cambios y transformaciones en los sujetos, así como en la comunidad a partir de procesos
participativos que permitan entre otras cosas, el convidarse a sí mismo en torno a intereses
colectivos relacionados con asuntos políticos o no. Con estos planteamientos a favor, se
estaría avanzando hacia la construcción de cultura democrática, fundamentada en un pilar
estratégico de vital relevancia en la transformación de sí y del entorno, cual es la
participación real de los ciudadanos.
1. 2. Democracia
La democracia desde su origen ha sido y sigue siendo pensada, analizada, reflexionada,
etc., por sus implicaciones políticas, económicas, sociales, culturales e ideológicas en la
sociedad. Desde su creación en la antigua Grecia, la democracia ha tenido cambios
dependiendo de las necesidades de la población y del momento histórico que se vive. La
democracia directa vivenciada por los griegos; la democracia representativa, en la
modernidad y; la democracia participativa como un referente actual, son algunos de los
cambios que a través de la historia las personas han pensado y construido para hacer
posible una mejor sociedad; con esto se ratifica que “la democracia no es un hecho natural
y su desarrollo soporta un alto valor de individuación a la vez que implica un gran nivel de
institucionalización de los aspectos de la vida de los sujetos” (Castillo, 2003, p. 34). Cabe
preguntar ¿Cuál es la democracia que se quiere? Y ¿Cómo es posible conseguirla?
Necesariamente hay que conocer la comunidad y el contexto que indaga por esto para
acercarse a lo que se desea.
Ahora bien, el que se continúe reflexionando la democracia, en la forma como se vive, se
siente y se piensa, es una muestra de su importancia, más aún, cuando se han superado
regímenes de gobierno contrarios a ella - es el caso de la dictadura por citar un ejemplo-.
Las sociedades contemporáneas en su gran mayoría han asumido la democracia como la
mejor forma de gobierno en comparación con los regímenes totalitarios que en su proceder
atentan contra los derechos humanos y la dignidad de las personas.
28
Respecto a lo planteado, la democracia es un tema del que se habla en diferentes
escenarios, tanto mundial, nacional y local, por su significado para los ciudadanos y el
impacto que podrían tener unas buenas prácticas democráticas en la comunidad, esto dadas
las circunstancias actuales, donde se cuestiona el proceder de los gobernantes en quienes se
ha depositado la confianza para dirigir el rumbo de una nación.
En este sentido la democracia es una “forma de gobierno que se caracteriza por un conjunto
de reglas que establecen quien está autorizado para tomar las decisiones y bajo qué
procedimientos” (Bobbio, 1984, p.14). Por su parte, Dewey, va un poco más allá al
considerar que “una democracia es más que una forma de gobierno; es primariamente un
modo de vivir asociado, de experiencia comunicada conjuntamente” (1997, p. 82). La
interacción de los sujetos, el trabajo conjunto, la consecución de acuerdos y consensos, se
constituyen en factores que podrían posibilitar la construcción de espacios democráticos y
dicho sea de paso un modo de vivir asociado; es decir, vivir con otros, con los otros,
independientemente de su forma de ver, sentir y pensar el mundo.
También, Zuleta, dice que la democracia “es el derecho del individuo a diferir contra la
mayoría; a diferir, a pensar y a vivir distinto, en síntesis, al derecho a la diferencia, es dejar
que los otros existan y se desarrollen por sí mismos” (2001, p. 47). La democracia
vivenciada de esta forma es una muestra de madurez desde todo punto de vista, por ello es
necesario que haya en la población unos niveles de formación cultural que potencien entre
otras cosas, los valores democráticos indispensables para la construcción de una sociedad
mejor donde quepamos todos; es el caso del reconocimiento y respeto por las diferencias
entre los seres humanos, el respeto por el otro, la solidaridad, la equidad, la justicia y la
libertad, etc. Dichos valores “fundamentan no solo la formación de ciudadanos sino
también la construcción de una sociedad democrática” (Aguilar & Betancourt, 1999, p. 38).
El conocimiento y la práctica de los valores democráticos es un deber de la persona y la
sociedad, puesto que de ello depende, entre otros factores, la construcción y el
fortalecimiento de ambientes que propicien prácticas de tolerancia, solidaridad y
participación en todo sentido.
En el país estamos lejos de vivir la democracia tal y como se ha planteado; el irrespeto al
otro por pensar diferente, la indiferencia, la amenaza, la persecución y hasta la pérdida de la
vida, son algunas de las expresiones de intolerancia que han impedido que los otros existan
y se desarrollen por sí mismos, tal como lo plantea Zuleta.
La situación actual del país muestra un conflicto interno aún sin resolver que afecta directa
e indirectamente a todos los ciudadanos independientemente de su condición social, del
credo que profesan o la ideología que defienden. Esto deja ver efectos contradictorios en el
ejercicio democrático; es el caso de la desigualdad social generadora de pobreza en la
población, así como la corrupción y el incumplimiento de los deberes propios de los
gobernantes; y qué decir del poco interés de gran parte de la población de incidir en los
asuntos que les afecta, actitud que expresa según Santos Guerra (1995), citado por Aguilar
29
& Betancourt (1991), un desaprovechamiento de la participación como principio básico de
la democracia.
La situación del país no puede ser ajena a una institución clave en la construcción de la
cultura como lo es la escuela. En su interior tienden a repetirse algunas de las situaciones
ocurridas en otros contextos, no por esto sin conexión con ella, puesto que los estudiantes
vienen con actitudes, comportamientos, saberes, en últimas un estilo de vida que se
convierte en todo un reto desde el ámbito escolar ya sea para fortalecer la cultura propia o
intervenirla. Ahora bien, reconocer y aprovechar los saberes de los estudiantes podría ser
útil como insumo para continuar su proceso de construcción conjuntamente con la escuela
como ciudadanos activos a través de la participación y el pleno ejercicio de la democracia.
La democracia como el derecho a diferir, como un estilo de vida o, el resultado de la
construcción colectiva ¿qué hay de esto en la escuela? A decir de Bayona, Escobar &
Molina (1999), la escuela ha sido el espacio socializador por excelencia, pero a la vez, ha
sido y es uno de los lugares más antidemocráticos, por ser réplica de las instituciones
políticas y administrativas, porque la práctica individual refleja que los actores educativos
son resultado de modelos autoritarios que establecen el divorcio entre lo que se piensa y lo
que se dice. Lo planteado es reafirmado por García (1999), al considerar que la práctica
democrática se circunscribe a la distribución del poder, el Consejo Directivo lo determina
prácticamente todo, al momento de tomar determinaciones el rector procede a nivel
institucional, los docentes en el aula y, los estudiantes y padres de familia con poca o
ninguna incidencia en las decisiones que se toman; para dar soporte de legalidad al proceso
se utiliza el sistema electoral como mecanismo de legitimación. Según esto, la construcción
de ciudadanos democráticos es un proceso complejo, teniendo en cuenta la realidad de la
escuela, aunque no imposible de lograr. Para pensar en su transformación, un buen
comienzo es ahondar en la cultura democrática, pero, para que ella haga presencia en las
instituciones escolares es necesario modificar una serie de discursos, acciones y prácticas
que no le permiten avanzar (Santos Guerra, 1995), dentro de ellas el autoritarismo y las
relaciones de verticalidad que aún persisten.
Luego, ¿qué se entiende por cultura democrática? La cultura democrática:
“[...] es el complejo de significados que estructuran los comportamientos, las
prácticas, los saberes, valores y representaciones que configuran el marco de las
relaciones de convivencia en el ámbito escolar, los cuales están basados en
principios democráticos, aspectos que les confiere un sentido particular a este tipo
de convivencia” (Aguilar & Betancourt 1999, p. 33).
La cultura democrática implica transformaciones tanto individuales como colectivas, donde
se tengan en cuenta valores, actitudes, discursos, las prácticas que se tienen y las que
realmente se necesitan, además de estimular la participación; para el caso de la escuela,
debe haber interacción de toda la comunidad educativa, que se tenga en cuenta la voz de
30
todos, independientemente de la edad, maneras de ver y representar el mundo. Respecto a
los estudiantes es necesario, retomando a Freire (2007), estimularlos a que pregunten,
critiquen, creen y recreen su mundo.
“El reto para la escuela es por tanto no solo formar para la democracia, sino también
formar en democracia, es decir, construir ambientes y escenarios propicios que no
solo enseñen la democracia, sino que faciliten aprendizajes de la praxis, la reflexión,
la convivencia democrática y el reconocimiento del conflicto”. (Aguilar &
Betancourt, 1999, p. 37).
Bajo esta perspectiva ¿cuál podría ser la apuesta frente a la democracia en la escuela? Y
¿cómo se llevaría a cabo? Las preguntas suscitadas invitan a pensar en otras maneras de
ver, sentir y vivir la democracia; mejor aún, la cultura democrática. A mi modo de ver, la
cultura democrática es un aspecto de vital importancia que bien aplicado desde diferentes
escenarios, no solo desde la escuela, contribuye con vivencias democráticas reales y lo más
importante en beneficio de todos. Lo anterior requiere ser pensado en tanto la cultura
democrática exige ciudadanos activos conocedores de sus derechos, deberes y de la
realidad en la que se está inmerso para su transformación; así mismo, implica esfuerzos
tanto individuales como colectivos que fortalezcan los procesos de formación esenciales
para que los ciudadanos sean reconocidos como sujetos de derechos.
1. 3. Ciudadanía
La ciudadanía se constituye en factor fundamental para la vivencia de la democracia. A
través de la participación los ciudadanos podrían contribuir con la construcción de
relaciones democráticas producto de la interacción de los sujetos. En palabras de Gimeno
(2005), citado por León & Pulgarín (2011), sin ciudadanía la democracia no es posible; sin
ciudadanos, la ciudadanía tampoco lo será. Ciudadanía, participación y democracia, son
conceptos que se entrelazan mutuamente, es decir, se requieren entre sí, para un
empoderamiento de los ciudadanos respecto a la comunidad de la que forman parte. La
ciudadanía para su realización “requiere de derechos civiles como la vida, la libertad, la
propiedad e igualdad frente a la ley; políticos, es el caso del voto, la participación y la
representación; de igual forma, sociales, representados en la educación y el trabajo”
(Jiménez, 2003, p. 22). Los derechos humanos son consustanciales a la construcción de
ciudadanía, por medio de ellos, los sujetos se fortalecen siempre que interactúan
activamente con sus pares en el contexto del que forman parte.
Los cambios surgidos en la modernidad desde lo económico, político, social y cultural de
alguna forma han contribuido para que la ciudadanía se ponga en actualidad en la última
década del siglo XX. Situaciones como la desigualdad, la pobreza, el autoritarismo y la
exclusión, entre otros factores, son detonantes para que los ciudadanos utilizando
estrategias organizativas de formación, interacción y acción colectiva se encaminen a la
31
conquista de sus derechos que garanticen el bienestar general y la adquisición de mejores
condiciones de vida. De allí que la ciudadanía se ha convertido en un tema susceptible de
reflexión en tanto se podría considerar como factor fundamental para que sea posible la
participación y la construcción tanto de espacios como de sociedades democráticas que
posibiliten la interacción de todos y cada uno de quienes la integran.
Para Sánchez Praga (1995), citado por Castillo & Sánchez (2003), la ciudadanía hace
referencia al grado de control sobre el destino que una persona posee al interior de una
sociedad, además confluyen el grado de sujeción a su grupo y su influencia sobre el
gobierno o la manera como este conduce la sociedad. Por otra parte, “el concepto de
ciudadanía se compone del reconocimiento de la sociedad hacia sus miembros y su
consecuente adhesión por parte de estos a los proyectos comunes” (Cortina, 1997, p. 23).
En la medida en que la sociedad involucra al ciudadano, hay un proceso de
corresponsabilidad en donde cada quien debe asumir, por decirlo así, roles específicos. De
esta manera la ciudadanía se convierte, siguiendo las ideas de Cortina, “en un tipo de
relación que tiene una dirección doble: de la comunidad hacia el ciudadano y del ciudadano
hacia la comunidad” (1997, p. 79). El ciudadano es y con los demás, no está solo ni se hace
solo, requiere de los otros para su construcción permanente en un contexto social
determinado.
La ciudadanía establece una conexión fuerte con la vida, de allí que el ciudadano debe velar
por que se garantice lo necesario para aprovecharla lo máximo posible; es por esto que la
ciudadanía “[...] es una actitud de vida proactiva que busca mejorar las condiciones de vida
propias y de la colectividad” (Milani, 2005, p.13). Claro está que esto se ha convertido en
una lucha incesante entre el ciudadano y las instituciones que ostentan el poder, llámese
gobierno, escuela, etc., es por ello que los individuos buscan ejercer su ciudadanía a través
de la exigencia de sus derechos, especialmente en lo referente a la participación en la
construcción de comunidades democráticas que le podrían permitir pensar y trabajar en
función de otro tipo de sociedad; si de lucha por la ciudadanía se trata, nuestro país no ha
sido la excepción, por citar un ejemplo, el conflicto por la ciudadanía en el siglo XX, para
que se reconocieran sus derechos, los ciudadanos optaron por un tipo de “ciudadanía
informal, aquella forma de participación política popular, no reconocida dentro de los
derechos políticos oficiales” (Jiménez, 2003, p. 23). La conquista por la ciudadanía ha sido
una búsqueda incesante por parte de las personas siguiendo el deseo de vivir bien; y en
contra de esto, un gobierno que privilegio el interés particular en lugar del bien colectivo.
Las referencias en torno a la ciudadanía tienen cada vez más relevancia en escenarios de
orden mundial, regional, nacional y local, en el sentido de que al constituirse
organizaciones con la mirada puesta en la búsqueda de intereses comunes, se estaría dando
paso a procesos de transformación que permitan la construcción de una sociedad mejor; es
decir, una sociedad que garantice posibilidades reales para todos independientemente de la
condición social de cada uno de los individuos que la integran. Pareciera que la constante
en las sociedades modernas es y ha sido, más en unos lugares que en otros, la negación de
32
los derechos por parte de gobernantes cuya prioridad son los intereses particulares y de
gremio.
Lo planteado se convierte en razón suficiente para reflexionar sobre la importancia de la
ciudadanía y el cómo de su materialización; tanto así que se ha enfatizado en diferentes
tipos de ciudadanía con unas particularidades bien definidas permitiéndole a los individuos
identificarse con alguno, o algunos de ellos, el que más se ajusta a su punto de vista, estilo
de vida e intereses. Cortina (1997), deja ver en sus reflexiones la importancia de la
ciudadanía para la sociedad, de allí que pone de manifiesto cinco tipos de ciudadanía que se
consideran relevantes en los contextos donde nos desenvolvemos, es el caso de la
ciudadanía política, orientada a la participación de los individuos en las deliberaciones que
se toman; la ciudadanía social, que busca proporcionar a todos los ciudadanos un mínimo
de bienes materiales, que no queden al juego del mercado; la ciudadanía económica,
encaminada a hacerles a los ciudadanos activamente participantes de los bienes sociales; la
ciudadanía civil, coexiste con la participación de los ciudadanos en las comunidades y
asociaciones de la sociedad civil, siendo este, el mejor modo de aprender a ser un buen
ciudadano; por último, la ciudadanía intercultural, fijada en la defensa por parte del Estado
de la convivencia pluralista, así como la autonomía de sus ciudadanos.
Adicional a lo anterior está la ciudadanía activa, la cual tiene asidero en diferentes
escenarios, dentro de ellos la escuela al hacer posible una de sus responsabilidades para con
la sociedad, la cual es según Puig (1996) preparar para la democracia siendo democrática.
¿Qué se entiende por ciudadanía activa? “el ciudadano como agente activo cuestiona la
definición y la conformación que uno guarda con la esfera política y con el resto de la
sociedad” (Giroux, 1993, p. 54); siguiendo este autor, el ciudadano activo “[...] no reduce
los derechos democráticos a la mera participación en el proceso de la votación electoral,
sino que extiende la noción de los derechos a la participación en la economía, el estado y
otras esferas públicas” (p. 56); la escuela puede ser una de esas otras esferas al considerarse
espacio de construcción del ciudadano. El ciudadano activo se convierte en agente de
cambio, quien a través de la acción y el trabajo colaborativo debe incidir en y desde su
comunidad.
Llaman la atención Cortina (1997); y Lechner (2000), al relacionar la ciudadanía activa con
la participación en la comunidad de manera responsable. Además, esta “se preocupa por
conocer y cumplir las normas y derechos de los ciudadanos con un espíritu crítico” (Arcadi,
2005, p. 35). La ciudadanía activa al identificarse con un colectivo es consciente de sus
deberes y derechos; este tipo de ciudadanos, tal como lo expresan León & Pulgarín (2009)
se interesa menos por la política institucional, es decir, son más atentos a la vida social que
al sistema político. Es así que “un ciudadano activo resulta decisivo que comprenda lo que
se quiere cambiar y como ellos deben participar activamente en ese cambio” (Hart, 2005, p.
61). Para este tipo de ciudadano es fundamental involucrarse en lo que pasa en el contexto
con relación a las problemáticas que le afecta, los procesos que se adelantan y las
decisiones que se toman.
33
La construcción de ciudadanía, al igual que la democracia, es un proceso complejo por
todas las implicaciones que se pueden suscitar para su consecución, de allí que la escuela es
un escenario propicio para este fin; empezando por permitir que se escuchen las voces de
todas las personas que la integran para así, superar las limitaciones que al interior de ella
condicionan el desarrollo de nuevas subjetividades y ciudadanía que propicien cambios
relevantes en lo personal y social. Un ciudadano activo debe velar por la comunidad, su
comunidad, en tanto aprende a ser reflexivo frente a la organización institucional y las
decisiones que se toman; asume responsabilidades, entre ellas la participación,
cumplimiento y construcción de las normas por las que se rige; aprende a convivir en
sociedad con la mirada puesta en el bienestar de todos; y no menos importante, conocer lo
que le afecta para su eventual cambio y/o transformación.
Por lo visto es una tarea ingente, dado que el ciudadano no se hace solo, se requiere el
apoyo del otro, del adulto responsable, de la escuela, para dar un paso a favor de la
superación del “ciudadano no educado” del que habla Bobbio, de esta manera, podría ser
posible superar la manipulación ejercida por quienes tienen el poder; además de reaccionar
contra las injusticias generadoras de condiciones de vida injustas y deplorables.
Estos ciudadanos no nacen, se construyen, en consonancia con lo que expresa Cortina, de
allí que la formación de ciudadanía se convierte en un reto para la educación, vista como el
desarrollo de capacidades intelectuales y éticas que le permitan al ciudadano
responsabilizarse de sí mismo, e interactuar con sus pares en la transformación de su
realidad. Aquí se pone en evidencia, la necesidad que tienen las personas de asociarse con
otros, es cuando, la ciudadanía se relaciona con la pertenencia a una comunidad (Beltrán, et
al., 2009). Se puede decir que la ciudadanía es equiparable a búsqueda incesante; es un
proceso de formación permanente que involucra a los ciudadanos interesados en hacer de
su comunidad una oportunidad mejor para construirse, mantenerse y fortalecerse cada vez
más mediante prácticas democráticas renovadas que permitan el desarrollo de ciudadanos
con capacidad de intervenir con acciones y decisiones en los problemas que les afectan en
la actualidad y a futuro.
La participación como forma de expresión de la democracia amerita ser reflexionada con
toda la rigurosidad que su vivencia demanda, de allí que se hace necesario ampliar el
imaginario que se tiene de ella para una mejor comprensión y práctica. Al indagar
diferentes puntos de vista respecto a la participación permite establecer relación entre la
teoría y la forma como se ha establecido en la sociedad. Esta búsqueda se convierte en un
ideal cuando hay un acercamiento a las virtudes de la participación en relación a la
transformación de los sujetos y de la sociedad a la que se pertenece. Para el caso nuestro, el
que los ciudadanos poco se interesen por el asunto de la participación es un tema que nos
debería preocupar; por tanto, la escuela que tiene entre sus objetivos misionales aportar a la
mejora de la sociedad a través de la formación de ciudadanos comprometidos con su
entorno, es vital que contribuya con la construcción de ambientes democráticos desde las
acciones y decisiones de los sujetos que la integran.
34
Así mismo, la democracia, al igual que la ciudadanía, ha sido motivo de análisis en
diferentes escenarios al ser consustancial a la participación. A lo largo de la historia, la
democracia se ha transformado dependiendo del momento por el que se atraviesa y de
quien la estudia. Hablar de ella como forma de gobierno, como estilo de vida o como
derecho del otro a diferir, muestra las diferentes concepciones que al respecto se han hecho
dada su relevancia en la construcción de sociedades justas, solidarias y participativas.
Por su parte la ciudadanía se constituye en el factor fundamental para materializar tanto la
participación como la democracia. Una ciudadanía comprometida con su comunidad, se
construye en el día a día, es decir, el ciudadano se hace permanentemente en la medida en
que se involucra en las decisiones que se toman en su entorno social. Este tipo de
ciudadano requiere de alguna forma, para su construcción del apoyo de otros, llámese
adulto responsable o escuela. Y si el objetivo es contribuir a la transformación de su
contexto, la ciudadanía activa puede aportar a este propósito al asumir responsabilidades
frente a los derechos y deberes mediante la participación y la construcción de cultura
democrática.
CAPÍTULO 2: CONTEXTO DE LA PARTICIPACIÓN EN COLOMBIA Y EN
BOGOTÁ
El ejercicio de la participación ciudadana tiene sustento legal en la Constitución Política de
1991; según lo establecido, el estatus de Estado Social de Derecho que posee Colombia,
exige que se garantice a los ciudadanos la formación democrática y el aprendizaje de la
participación en los contextos instituidos para tal fin, de tal modo que las personas puedan
incidir en las decisiones que los afectan económica, política, social y culturalmente. La ley
establece que todo ciudadano tiene derecho a participar con acciones y decisiones en el uso
del poder político al elegir y ser elegido, constituyendo organizaciones políticas y al tomar
parte en los diferentes mecanismos de participación (plebiscitos, referendos, consultas
populares, revocatoria del mandato, etc.) consagrados en dicha constitución.
En relación a la participación, las instituciones de educación tienen un papel
preponderante, en tanto deben fomentar prácticas democráticas que posibiliten la formación
de ciudadanos críticos, responsables y comprometidos con su entorno social, este proceso
no es responsabilidad únicamente de la escuela; de acuerdo con el artículo 45 de la
constitución política, el Estado y la sociedad garantizan la participación activa de los
jóvenes en los diferentes organismos de carácter público o privado que tengan a cargo la
educación, protección y progreso de la juventud. Es así que la participación adquiere
importancia en la sociedad en la medida en que las instituciones encargadas de garantizar
su aprendizaje permitan que lo establecido en la normatividad se haga realidad y los
individuos asuman la construcción de ciudadanía como parte fundamental del desarrollo de
la persona, así como del colectivo al que pertenece o del que forma parte.
35
Es un deber del ciudadano entender la realidad social en la que está inmerso, para que esto
ocurra, se requiere fortalecer la interacción entre el individuo y las instituciones que tienen
responsabilidades en este proceso (Estado, sociedad, familia y escuela), de tal modo que
haya un trabajo conjunto orientado a la mejora de la sociedad a partir de la formación de los
niños, niñas y jóvenes que son los ciudadanos en proceso de formación.
En consonancia con lo anterior, la Ley General de Educación ratifica el papel de las
instituciones escolares en la formación de la participación en los niños, niñas y jóvenes a
través de ejercicios democráticos que estimulen la construcción de ciudadanía; esto con el
fin de que los educandos participen en las decisiones que se toman por los efectos que
tienen en su vida, y además porque ser parte, tomar parte y sentirse parte, es un derecho;
asimismo, se busca que por medio de acciones participativas los jóvenes encuentren
alternativas de solución a los problemas cotidianos que afectan el progreso social
(corrupción, desigualdad, poco credibilidad en las instituciones y gobernantes, etc.) y el
buen funcionamiento económico del país.
Los espacios democráticos se consolidan en la escuela en la medida en que se garantiza la
participación a través del fortalecimiento y dinamismo del Gobierno Escolar en las
instituciones educativas. Tal como está establecido legalmente, la instancia de participación
en mención, tienen en cuenta las iniciativas de los estudiantes, profesores, padres de familia
y administradores en aspectos afines a la educación. Haciendo alusión a los estudiantes,
ellos son el eje principal en el proceso de formación ciudadana, desde su ingreso al colegio
participan en la elección de Personero, Contralor, Cabildante, Vigía Ambiental,
Representante de Curso y en la organización del Consejo Estudiantil, entre otras instancias
legalmente constituidas; es a través de la interacción en las organizaciones mencionadas y
en su intervención en actividades que tienen un carácter distinto a lo institucional (grupos
de danza, deportes, teatro, etc.) como se fortalecen los procesos participativos en la escuela,
los cuales de alguna forma contribuyen con la formación del ciudadano activo que la
sociedad requiere para su transformación.
Respecto a la participación en Bogotá, se ha incentivado en instituciones educativas
oficiales mediante la práctica de estrategias metodológicas como el “Proyecto de
Educación para la Ciudadanía y la Convivencia” (PECC), que entre otras cosas pretende
la formación de estudiantes en el reconocimiento y aprendizaje de capacidades ciudadanas
(las capacidades ciudadanas son los conocimientos, habilidades, actitudes, motivaciones y
prácticas para conocerme, conocer mi contexto, imaginarme su transformación y actuar con
otros), donde se espera que la existencia y el reconocimiento del otro sea el centro de las
relaciones entre todos los integrantes de la comunidad. Reconocer y respetar a los demás, es
un proceso que se fortalece en al ámbito escolar por ser uno de los escenario que permite
visibilizar en los estudiantes costumbres, tradiciones y estilo de vida propios de la cultura
que han aprendido; es así que, al realizar procesos de reflexión del contexto en relación con
las problemáticas comunes, se fomenta la participación de la comunidad educativa al
36
vincularse con la búsqueda de alternativas de solución frente a los factores que afectan la
vida escolar.
En consonancia con lo anterior, surgen los Planes Integrales de Educación para la
Ciudadanía y la Convivencia (PECC), el cual pretende incentivar la participación de la
comunidad educativa con el fin de establecer iniciativas y proyectos que permitan
desarrollar capacidades ciudadanas esenciales y mejorar las relaciones de convivencia. Otra
instancia que se deriva del proyecto en mención son las Iniciativas Ciudadanas de
Transformación de Realidades (INCITAR), por medio de ella se establecieron acciones
pedagógicas encaminadas a la construcción de relaciones de convivencia y el ejercicio de la
ciudadanía dentro y fuera del ámbito escolar.
El proyecto de Educación para la Ciudadanía y la Convivencia y las estrategias que de él
se derivan, aportan considerablemente a la participación, convivencia y construcción de
ciudadanía en instituciones escolares oficiales de Bogotá D. C, al incentivar a estudiantes,
docentes, directivos, administrativos, padres de familia y demás actores involucrados en
este proceso a que conozcan los factores que afectan la convivencia escolar para que por
medio del diálogo y la reflexión, contribuyan con el fortalecimiento del contexto educativo
y el desarrollo integral de los educandos a través del compromiso que la situación amerita y
el trabajo entre todos.
2. 1. Contextualización de la experiencia – Institución
La propuesta de investigación que se presenta, se desarrolló en el Colegio Villas del
Progreso IED, sede C, jornada mañana, con los educandos que formaron parte del Consejo
Estudiantil del año 2016; con ellos se trabajaron diez actividades (unidad didáctica) las
cuales se realizaron entre los meses de agosto y noviembre; cabe anotar que el grupo focal,
estuvo conformado por niños, niñas y jóvenes de grado tercero a once, quienes fueron
elegidos como representantes de curso en elecciones efectuadas el 8 de abril del mismo
año.
Habría que decir también que el grupo se caracterizó por la heterogeneidad en la edad y en
el nivel cognitivo. Este factor fue favorable en la medida en que se fortaleció el trabajo en
equipo y la interacción de los educandos de manera que en la organización para el
desarrollo de las actividades hubo equilibrio en la conformación de los mismos; es decir,
los niños y niñas de primaria se integraron con jóvenes de bachillerato. Así mismo, se
resalta el dinamismo y la responsabilidad en gran parte de los estudiantes frente a las tareas
y acciones asumidas tanto individuales como de manera colectiva; compromiso expresado
en el desempeño con el que cada quien hizo lo que tenía que hacer; a causa de esto se
generó motivación en aquellos educandos (estudiantes de aceleración) que poco se
interesaron en el cumplimiento de las tareas asignadas que generalmente tuvieron unos
tiempos y espacios de socialización.
37
Los encuentros con los educandos fueron en la biblioteca del colegio por espacio y porque
el lugar es propicio para la organización, planeación y reflexión de actividades que por su
relevancia aportan al fortalecimiento de la participación, la democracia y la ciudadanía,
ejemplo de esto fue la unidad didáctica desarrollada con el Consejo estudiantil. Cabe anotar
que este es el único espacio disponible en la institución, en horas de clase no es posible
encontrar aulas desocupadas debido al número de estudiantes matriculados (cuatro mil
seiscientos setenta y cinco); además, aquí, se encontró comodidad, tranquilidad y acceso a
información, factores favorables para que los educandos cumplieran con las tareas y los
compromisos adquiridos. Al interior de este espacio se escucharon ideas, reflexiones,
discusiones, propuestas y preguntas que enriquecieron sustancialmente el ejercicio
planteado; así mismo, están dadas las comodidades para la elaboración de carteleras,
murales, encuestas y talleres donde quedó plasmado el sentir, pensar y las habilidades de
los estudiantes al momento de responder sobre la forma como conciben la participación, la
democracia y la ciudadanía en el contexto escolar.
Los educandos poco a poco se fueron apropiando del lugar, situación que se observó al
establecer horas determinadas de reunión (los encuentros se acordaron dos o tres veces al
mes en horarios diferentes dependiendo de la complejidad de la actividad o actividades
propuestas) para que no se cruzaran con otro tipo de acciones que también tienen cabida en
este espacio. Aparte de ser el sitio apropiado para el trabajo, la biblioteca también brinda
las herramientas para profundizar en temas disciplinares utilizando los libros, revistas y
aprovechando el servicio de internet que allí se encuentra. Es así que, utilizar dicho lugar
para fines determinados fue de gran utilidad porque se logró el acercamiento a un saber
específico; así también, los estudiantes de alguna forma fortalecieron los lazos de identidad
hacia la institución, me refiero a los educandos del Consejo Estudiantil puesto que es
común a la hora del descanso y en otros espacios verlos hacer uso de la biblioteca; además,
este lugar brindó tranquilidad para el trabajo de los niños, niñas y jóvenes en el desarrollo
de las actividades, el fortalecimiento de las habilidades individuales y el trabajo en equipo.
2. 2. Colegio Villas del Progreso IED
El Centro Educativo Distrital Villas del Progreso, es una institución de carácter oficial que
pertenece a la Secretaría de Educación de Bogotá; hasta el 2016 contaba con tres sedes
ubicadas en la localidad de Bosa; la sede A, se encuentra en el barrio Villas del Progreso,
allí se ofrecen los grados de primero a quinto, mañana y tarde; la sede B, localizada en el
barrio Santa Lucía, brinda los grados de primero a once en ambas jornadas; y la sede C, en
el barrio el Recuerdo, trabaja con niños, niñas y jóvenes de primera infancia a once,
también en doble jornada. La matrícula registrada en este año fue de 4675 estudiantes,
número que bajó en el 2017 a 3879 porque la sede B dejó de ser parte de la institución,
actualmente pertenece al colegio Porfirio Barba Jacob por ubicación geográfica. Aun así, es
considerable la población estudiantil con la que se trabaja, lo cual exige que haya las
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condiciones físicas, logísticas y el personal tanto docentes como administrativos y de
mantenimiento que se requiere para brindar la mejor educación posible.
Dentro de las características relevantes que se presentan en la comunidad estudiantil se
resaltan las siguientes: algunos de los niños, niñas y jóvenes que llegan a la institución
pertenecen a familias víctimas del conflicto armado que se vive en el país; se presenta la
modalidad de madre o padre cabeza de familia, lo cual implica que la responsabilidad
económica del hogar recae un una sola persona; un número considerable de estudiantes
trabajan para aportar económicamente en la casa, situación que de alguna forma dificulta
los procesos académicos y convivenciales que se desarrollan. Asisten al colegio educandos
con extra edad, de allí la existencia del programa volver a la escuela; por otro lado, influye
considerablemente el proceso de urbanización que se presenta en la localidad, así como
llegan familias, también se van por trabajo o porque compraron vivienda en otro sector; a
causa de esto, en la institución se presenten rasgos de inestabilidad o fluctuación en algunos
estudiantes puesto que las familias están pensando en tener mejores condiciones de vida
independientemente de que tengan que abandonar el lugar donde viven. La dinámica de la
población escolar se manifiesta en que unos salen y otros entran, a raíz de esto se
complejiza un poco los procesos académicos por la diferencia, tanto en el nivel, como en
los ritmos de aprendizaje de los educandos.
Es de resaltar que la gran mayoría de los estudiantes forman parte de familias nucleares,
hijos acompañados de dos adultos que generalmente están al tanto de sus acciones y que de
alguna forma aportan al proceso académico y convivencial que la escuela realiza. En sí, el
estudiante del Colegio Villas del Progreso, tienen cierto grado de responsabilidad con sus
deberes escolares, tal vez por el acompañamiento que se hace al proceso educativo por
parte de la familia, especialmente la madre, quien cumple un papel importante por la
disponibilidad de tiempo para estar pendiente de su acudido (por estar dedicadas al hogar),
no en todos los casos, pero si es bastante notoria esta situación; este es un proceso que poco
a poco se ha ido fortaleciendo en la medida en que el colegio involucra a la familia en los
procesos que allí se desarrollan para alcanzar los fines académicos y convivenciales
establecidos.
Otro punto tiene que ver con las actividades que la institución ofrece, las cuales generan
gusto y sentido de pertenencia por el impacto que producen, es el caso de los encuentros
deportivos, culturales, grupo de danza, teatro, y las salidas pedagógicas dentro y fuera de la
ciudad; este tipo de acciones generan interés en los educandos, tanto que no se necesita
convidarlos para que se vinculen a ellas, lo hacen por voluntad propia; es decir, son
expresiones de participación que toman fuerza en la medida en que se crean espacios de
interacción fuera del aula y que permite a los niños, niñas y jóvenes involucrase en las
actividades de su interés.
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Otro rasgo importante en la institución es el respeto hacia el docente, como todo, se
presentan situaciones contrarias a esto, lo importante es resaltar los valores que los
estudiantes practican en la cotidianidad escolar, por ejemplo: el diálogo, la escucha activa,
la socialización de saberes y experiencias, entre otros, son factores que podrían
considerarse como indicadores para el fortalecimiento de la convivencia y la construcción
de ciudanía a partir del aporte que cada persona hace en el contexto donde desarrolla gran
parte de su vida, es el caso de la escuela.
CAPÍTULO 3: SISTEMATIZACIÓN DE LA EXPERIENCIA.
3. 1. Cómo la innovación rompe con las prácticas tradicionales.
La conexión del ámbito escolar con el saber establecido genera cierta tensión entre las
prácticas pedagógicas que a diario se realizan y las innovaciones educativas. El quehacer
de la escuela con relación a los procesos académicos y convivenciales que desarrolla, son
motivo de discusión por el método que continúa aplicando para su consecución. Tiende a
ser “normal” hasta cierto punto, el bajo rendimiento académico, la deserción escolar y la
desmotivación de los educandos en el desarrollo de las actividades que se han planteado
para alcanzar unos objetivos específicos en un tiempo y lugar determinado. Las situaciones
mencionadas evidencian la importancia de reflexionar sobre las prácticas pedagógicas que
se vienen aplicando para pensar en metodologías que se ajusten al contexto, al grupo con el
que se trabaja, el momento histórico por el que se atraviesa y los recursos didácticos
pertinentes, etc. Hay que mencionar además, los cambios por los que atraviesa la sociedad
y las nuevas generaciones; por tanto, es pertinente romper con las prácticas tradicionales de
tal modo que se produzcan otras maneras de pensar la educación y la escuela tenga el
impacto que la sociedad demanda.
A causa de esto, la innovación educativa puede ser una opción válida para dinamizar los
procesos con los estudiantes pensando en mejores aprendizajes que posibiliten el desarrollo
de capacidades cognitivas, axiológicas y ético – morales, las cuales son indispensables
para dar cuenta de los conceptos disciplinares y para que las personas interactúen
responsablemente en la sociedad. En efecto, las innovaciones educativas señala Aguilar
(1998), surgen como una opción válida, si se quiere, para asumir el hecho educativo de otra
manera; de allí que, la innovación implica un proceso de transformación ya sea como
experiencia pedagógica innovadora o como experiencia pedagógica alternativa, de esta
manera las innovaciones rompen con lo convencional y lo alternativo, se manifiestan como
el cambio ocurrido en lo existente. Así mismo, “la innovación educativa debe ser vista
como una herramienta, no solo para la intervención en el salón de clase, sino también para
la interacción, la comunicación y la investigación pedagógica entre el docente y el
estudiante” (Jiménez, et al, 2012, p. 42). Acercarse a los educandos con propuestas
diferentes favorece la motivación y se encuentra el gusto a las actividades propuestas, de
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donde se infiere que la innovación educativa genera cambios sustanciales si se desea, en el
contexto escolar.
Los cambios son posibles siempre que haya la intención del profesor de hacer la tarea
pedagógica de forma diferente; acorde con lo anterior, Los Lineamientos Curriculares,
permiten problematizar un tema en particular con lo que se presenta el trabajo de otra
manera para que los estudiantes hagan el ejercicio de pensar e indagar. Así, por ejemplo, a
los niños, niñas y jóvenes se les preguntó si ¿es posible considerar la democracia como un
estilo de vida? a propósito de lo planteado surgieron nuevos interrogantes, algunos de los
encuestados se acercaron a otras personas (compañeros, docentes) para dar una respuesta
oportuna; otros utilizaron mecanismos prácticos como la consulta en libros e internet. De
esto se resalta el interés de los participantes por encontrar las respuestas que atendieran a lo
que se quería saber; así que, la búsqueda de soluciones generó disposición en el grupo
(Consejo Estudiantil), dejando ver la importancia de presentar lo que se va a hacer de otra
forma.
Es necesario recalcar que aprovechar el interés de los estudiantes frente a un tema
específico propuesto por el profesor o por iniciativa de ellos, da cuenta de las características
e intereses de cada cual; al mismo tiempo, por intermedio de este tipo de acciones se
fortalecen las competencias que se requieren para enfrentar el trabajo individual y en
colectivo. La estrategia metodológica que se ajustó a lo descrito, la cual fue tenida en
cuenta para el trabajo realizado con los estudiantes fue la unidad didáctica; por medio de
ella se obtuvieron cambios en relación con la metodología, es decir, la forma como se
presentaron y desarrollaron las actividades; también es importante, las actitudes y
comportamiento que los estudiantes fueron manifestando frente al trabajo y en la
interacción con sus compañeros.
En definitiva, las acciones mencionadas por su relevancia e impacto en la institución, se
podrían considerar como innovación educativa puesto que demanda cambios en el hacer del
profesor e involucra directamente a los estudiantes en los procesos pedagógicos que tienen
lugar en la escuela.
Mención aparte merece el foro estudiantil, evento que movilizó a la comunidad educativa a
participar mediante la socialización de temas relacionados con los educandos y el colegio,
es el caso de la convivencia, la contaminación ambiental y el consumo de sustancias
psicoactivas, entre otros aspectos. Este tema se ha convertido en una de las problemáticas
con gran afectación en los jóvenes del sector puesto que se ha incrementado el consumo por
parte de estudiantes y personas que oficialmente no pertenecen a la institución, de allí su
relevancia en el foro.
El foro estudiantil es una actividad que se institucionalizó por lo que ella implica para los
estudiantes y el colegio; a partir del mes de abril los educandos comienzan los preparativos
para el evento, el cual se desarrolla el primer viernes del mes de septiembre; es así que
estudiantes, profesores, padres y madres de familia, así como colegios invitados se dan cita
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para expresar ideas, reflexiones, preocupaciones y salidas respecto a las problemáticas que
afectan a nivel personal e institucionalmente. En el proceso realizado se resalta el liderazgo,
la motivación y la participación de los educandos, cuyas acciones dejan ver el compromiso
y la responsabilidad con la que asumen las tareas correspondientes por cuenta propia; es de
señalar que el interés es personal y se manifiesta en la organización, desarrollo y en la
evaluación del acontecimiento como tal, así se lleva a cabo el foro estudiantil visto como
una experiencia pedagógica alternativa en el colegio Villas del Progreso.
3. 2. Presentación de la experiencia desarrollada en la institución educativa.
A continuación se presenta el análisis de la participación estudiantil, democracia en la
escuela y ciudadanía activa, categorías que surgieron a propósito de los referentes
conceptuales con los que inició la investigación; es decir, la participación, la democracia y
la ciudadanía. Dichas categorías, fueron tomando sentido en la medida en que se fue
explorando información pertinente de carácter nacional, regional y mundial. En la búsqueda
se encontró diversidad de ideas, conceptos y reflexiones que aportaron en cierta medida a
especificar el objeto de estudio implícito en cada una de ellas, pero también la indagación
realizada generó incertidumbre por la diversidad de información que existe, de allí que fue
necesario abordar los conceptos convenientes que permitieran centrar la atención en un
ámbito específico de las categorías mencionadas para realizar el trabajo de manera riguroso
y de esta forma comprender y dar cuenta de lo que se desea saber. Conviene subrayar que
los planteamientos e ideas sobre participación, democracia y ciudadanía utilizan un
lenguaje general, diferente a cuando se habla de participación estudiantil, democracia en la
escuela y ciudadanía activa, cuyo interés está centrado en la escuela.
3. 3. La participación estudiantil.
Considerando la importancia de la participación en el momento histórico por el que
atraviesa la sociedad, en el sentido de que es necesario construir mejores prácticas
democráticas que permitan la interacción de los individuos independientemente de su edad,
condición social y cultural por medio del ejercicio de la ciudadanía para la transformación
de sí mismo, si se quiere, y de la comunidad en la que se está inmerso. Vista de esta manera
la participación desde la escuela constituye un factor importante que debe ser pensado con
todo el rigor para su realización, en tanto es uno de los escenarios en donde se hace el
ciudadano y se ejerce la ciudadanía desde la exigencia que su entorno demanda.
Al indagar el concepto de participación entre los miembros del Consejo Estudiantil, a través
del taller: “Participación, democracia y ciudadanía: una mirada desde el colegio”,
realizado el 4 de agosto de 2016, se encontraron planteamientos en los que se evidencian
diferentes maneras de verla y en algunas es posible observar un mayor grado de
conceptualización, lo cual permite considerar que hay una apropiación de conocimientos y
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desarrollo de experiencias que conllevan a expresar la participación como la manera de
“involucrarse en algo y aportar alguna idea, o iniciativa para que ese proyecto o lo que sea
que se planee sea realizado, ayudar para hacer eso posible” (Estudiante de grado 10º). Al
respecto, se puede decir que lo expresado por el estudiante se relaciona con el concepto de
participación señalado por Natalia Salazar (2011), en el sentido de ser parte, tomar parte y
sentirse parte; es decir, hay una intención de involucrarse en todo aquello que le interesa,
que afecta su vida y la de su comunidad. Se plantean como opciones de participación las
ideas e iniciativas con las que se puede aportar con determinación a la realización de un
ideal que tiene que ver con la escuela y por consiguiente con los educandos.
Las iniciativas de los estudiantes son acciones de participación que trascienden las prácticas
democráticas en el ámbito escolar; de allí que cuando las acciones vienen de ellos, se
pueden considerar como evidencia de su liderazgo y ameritan tener el respaldo necesario
para su realización; lo planteado se relaciona con “la influencia que uno tiene en la
institución aportando o apoyando en ella”, afirmación de un estudiante de grado séptimo,
refiriéndose a la participación. Dos razones argumentan la importancia de las iniciativas de
los educandos: en primer lugar, cuando el estudiante expresa su intención de ayudar para
hacer algo posible, se entiende que hay intención de contribuir para que un proyecto logre
sus objetivos; por otra parte, cuando las iniciativas tienen acogida en la comunidad
estudiantil generan motivación por parte de sus compañeros y se fortalecen a través del
trabajo conjunto; es decir, se involucra a más personas, por consiguiente, nuevas ideas que
mejoran la propuesta. Estas acciones son un convidarse a hacer entre todos, un hacer
colectivo, una expresión de participación; tal como lo plantea Hart (1993), la participación
es un proceso de compartir las decisiones con afectación personal y en la comunidad donde
se vive.
Lo anterior se manifiesta en el liderazgo que los estudiantes asumen cuando llevan a cabo
propuestas surgidas desde intereses propios; por ejemplo, la planeación, ejecución y
evaluación del foro estudiantil: “Construyendo convivencia y ciudadanía se aporta a la
paz” realizado en el colegio en el mes de septiembre de 2016. En este evento se pudo
observar que los aspectos con gran afectación en los estudiantes son referentes para llamar
la atención de la comunidad educativa y de esta forma buscar salidas entre todos a las
problemáticas que afectan la cotidianidad escolar. El consumo de sustancias psicoactivas, la
basura tanto en el patio de descanso como en el aula de clase, el mal ejemplo por parte de
los padres de familia, la participación de los estudiantes en la institución, fueron algunos de
los temas trabajados en dicho foro; asuntos que han tenido relevancia en la institución
puesto que se trabaja para contribuir con mejores ambientes escolares que posibiliten
relaciones de bienestar para todos.
Al indagar sobre la pertinencia del foro estudiantil, es oportuno resaltar las voces de los
protagonistas del evento (los comentarios corresponden en su orden a estudiantes de
octavo, aceleración, once y noveno) “sería muy bueno la realización del foro para hablar
sobre la delincuencia en el colegio y la seguridad en él, por el porte de armas blancas en la
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institución”; “en el foro se podrían abordar varios temas como el bullying, sensibilización
familiar, para que la familia pase más tiempo juntos, y el robo dentro de la institución”;
“me gustaría que se abordaran temas sobre la enseñanza, que se hable de temas interesantes
como por ejemplo una ingeniería”; “me parece una buena idea ya que los estudiantes
podríamos estar más al tanto de lo que sucede en la institución. Con respecto a los temas
me gustaría que se trataran temas culturales”. Sobre lo dicho se observa interés y
preocupación de los estudiantes por los factores que afectan la convivencia y los procesos
académicos en la institución; de igual modo el foro se percibe como la posibilidad de
expresarse; es decir, asumir una postura frente a lo que les inquieta porque dichos factores
afectan la convivencia, y socializarlos puede permitir visibilizar los efectos que producen
en la comunidad educativa, especialmente en los niños, niñas y jóvenes.
Visto de esta forma, la participación tiene sentido cuando hay interés de los individuos de
asumir responsabilidad frente a su realidad; es decir, las situaciones ocurridas a su
alrededor permiten mayor compromiso cuando se desarrollan de manera conjunta; no en
vano plantea un estudiante de grado octavo que “participar es involucrarse en cosas
colectivas de nuestra institución”. Tal como se dijo antes, cuando la propuesta viene del
sentir estudiantil, tiene eco en sus pares, lo cual es aprovechado para ganar espacios y
expresar a través de ellos sus ideas respecto a temas que los comprometen.
La participación toma relevancia cuando se apoya y se fortalece desde el hacer, el liderazgo
estudiantil y el trabajo entre todos, lo cual convoca para que más voces se unan a plantear y
desarrollar actividades que vinculen el mayor número de estudiantes posible.
Por otra parte, las actividades conjuntas o trabajo en equipo, facilitaron la interacción y el
acercamiento de los estudiantes que integraron el Consejo Estudiantil en el desarrollo de los
propósitos que como colectivo se habían propuesto. Es el caso de ampliar la idea que se
tiene con respecto a las categorías de participación estudiantil, democracia en la escuela y
ciudadanía activa; todas ellas, en relación con la forma como se evidencian en la
institución. La práctica de este tipo de actividades fomenta la participación, genera
compromiso y afianza el liderazgo en los educandos que permanentemente se destacan por
sus iniciativas, propuestas e interés en lo que se pretende hacer.
Respecto a la participación surge la necesidad por parte de los estudiantes de incidir en las
decisiones que se toman institucionalmente, puesto que afectan de manera positiva o
negativa su paso por la escuela. ¿Cómo hacer posible este propósito? Una forma es
estudiando “de modo que al desarrollarnos como personas, podemos ayudar a los demás a
que también se desarrollen, así se construye una mejor escuela” (estudiante de grado once).
Con este planteamiento, el estudio es considerado importante para la construcción de
mejores seres humanos con sentido de solidaridad e interés por el otro, teniendo como
referente la escuela. Así mismo, es visto como una forma de participación, una manera de
contribuir desde los saberes que se tienen para que los demás se construyan como
ciudadanos y de manera colectiva se trabaje para hacer de la institución educativa, el
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escenario propicio para el acercamiento a un saber específico y el ejercicio de la
ciudadanía, en el sentido de contribuir con un mejor ambiente escolar.
Entonces la participación como derecho y deber de todo ciudadano, dada su importancia,
requiere de un tratamiento especial y este debe empezar por que sea vista, pensada y
practicada de otra forma; el trabajo conjunto, de acuerdo al resultado de la investigación,
fue crucial para ganar experiencia y conocimientos en cada una de las actividades
desarrolladas; mediante este tipo de ejercicios, los estudiantes construyeron ideas puestas
en consideración en la institución; por ejemplo, ajustes al proyecto de democracia en el
colegio, especialmente lo que tiene que ver con la participación estudiantil.
Uno de los resultados del trabajo en equipo, fue el compromiso; ver a los estudiantes en la
lógica de cumplir cada quién con las tareas correspondientes tanto para el grupo de trabajo
como para la comunidad educativa, es importante porque deja en entredicho la creencia de
la falta de propuestas e iniciativas de ellos, cuando de aportar a la construcción de una
mejor escuela se trata. La preparación del foro estudiantil da cuenta de lo planteado por la
forma como los estudiantes se organizaron para su realización, distribuyéndose tareas y
responsabilidades; entre ellas, el interés de los representantes de curso que estuvieron en
comunicación con sus compañeros de aula sobre el evento. La labor realizada permitió
recoger ideas e inquietudes que de alguna forma enriquecieron la propuesta y contribuyeron
con la vinculación de otras voces al evento, aumentando de esta forma la participación
escolar; un estudiante de grado décimo que no formaba parte del Consejo Estudiantil,
sugiere que “una forma de identificar y distinguir al grupo como anfitriones del evento es
portar una camiseta estampada por ustedes mismos”, refiriéndose al grupo. La afirmación
permite decir que las acciones de participación se alimentan de ideas y propuestas que por
su relevancia generan motivación y compromiso en los individuos para materializar las
iniciativas suscitadas; son estas motivaciones e iniciativas las que por su carácter personal
contribuyen para que los objetivos planteados o lo que se desea hacer, se haga de la mejor
manera posible dando cumplimiento a los compromisos adquiridos y de paso, se fortalezca
el trabajo en equipo que tanta falta hace en el contexto escolar.
Las iniciativas y decisiones son acciones de gran valor por los cambios que pueden llegar a
suscitar, más, si provienen de los estudiantes; son expresiones de participación que
fortalecen el compromiso, el trabajo en equipo y la apuesta entre todos para lograr los
objetivos que se han trazado. Una propuesta que viene de un estudiante toma sentido
cuando es acogida por el colectivo de trabajo o estudio; así mismo, si hay reconocimiento
de esta, por parte de adultos “responsables” en este caso, los docentes.
Respecto a las decisiones, generan motivación permanente hacia aquellas personas con
afinidad frente a lo que se plantea. Volviendo al distintivo como símbolo del foro, se
observaron situaciones que ameritaron ser puestas en consideración: es resultado de una
iniciativa estudiantil que aunque pareciera poco significativa llamó bastante la atención por
todo el proceso que conlleva establecer acuerdos y concretar ideas; crear el logo y la frase
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fue motivo de indagación para optar por el modelo ideal que se ajustara al gusto de quienes
lo iban a portar y a los requerimientos del evento; de igual forma hubo vinculación en gran
medida de los estudiantes al expresar su punto de vista frente a un tema de interés colectivo
- el foro estudiantil -, donde la participación fue el aspecto a fortalecer; conviene subrayar
lo que planteó un estudiante de séptimo sobre la misma, “es una intervención en un asunto,
es la opinión que una persona tiene frente algo”. La organización del foro generó espacios
de acciones, decisiones y motivaciones para lograr el objetivo que el evento persigue, cual
fue: fomentar la participación de los estudiantes a través del aprovechamiento de espacios
que posibiliten expresar ideas, sentir y pensar respecto a temas de su interés.
Fortalecer las iniciativas y toma de decisiones en los estudiantes frente a lo que les interesa
se convierte en una necesidad si se está apuntando a ciudadanos participativos y con
capacidades de involucrarse de manera individual y en colectivo en la búsqueda de
soluciones a las problemáticas que les afectan. No en vano, plantea Murcia Florián (1994),
que la participación representa un proceso de comunicación, decisión y ejecución que
permite el intercambio permanente de conocimiento y experiencias, y clarifica el proceso
de toma de decisiones y compromiso de la comunidad en la gestión, programación y
desarrollo de acciones conjuntas.
Al compromiso, iniciativas y decisiones, se suma el liderazgo, otro aspecto que amerita ser
reflexionado por sus implicaciones en los procesos de participación desarrollados con los
integrantes del Consejo Estudiantil en cada una de las actividades que se llevaron a cabo.
Hay liderazgo en cada uno de los estudiantes, el que sean representantes de curso, es una
muestra de ello, por algo sus compañeros los eligieron. Ahora bien, ya en la organización
de subgrupos para la distribución del trabajo, hay otras exigencias y compromisos; por
tanto, surgen otros liderazgos expresados en una responsabilidad mayor puesto que algunas
de las actividades no se piensan únicamente para desarrollarse con un curso sino para la
institución, es aquí donde toma un rol protagónico el ciudadano participativo y
comprometido con su comunidad al liderar actividades que vislumbran tanto las
problemáticas que les afectan como los factores generadores de bienestar.
Acciones sobresalientes como llevar a buen término las responsabilidades asumidas desde
el trabajo individual fortalecen la interacción y el trabajo en equipo, esto se constituye en la
medida en que cada quien desde sus acciones, decisiones y capacidades pone en
consideración el resultado de su búsqueda, lo cual permite que surjan nuevos liderazgos
para apoyar y resaltar la labor realizada individualmente.
A su vez, las dinámicas de la escuela dificultan en algunos casos las tareas y
responsabilidades que los estudiantes por iniciativa propia han asumido, refiriéndome al
Consejo Estudiantil; sin embargo, se mantiene el compromiso y el propósito de lograr el
objetivo trazado. Considerando lo anterior un estudiante de grado quinto expresa que “la
profesora de matemáticas, mi directora de grupo me dijo que me estaba atrasando en los
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temas por las reuniones del Consejo Estudiantil; solicito me den la información lo más
pronto posible para irme a clase”. Situaciones como esta son motivo de reflexión desde el
liderazgo estudiantil para buscar la mejor solución posible de tal modo que el desempeño
académico no se vea comprometido al faltar a una determinada clase.
Una vez más se muestra el impacto que tiene la palabra del profesor en los estudiantes, más
si son de primaria; cuando la nota está de por medio se afecta un poco las actividades que
paralelamente a lo académico se estén desarrollando. La actitud del estudiante es de
resaltar, por su sinceridad al expresar lo que le sucede y por su asistencia a las
convocatorias a pesar de incumplir con los horarios de alguna asignatura. El asunto es de
cuidado porque están en juego los resultados académicos, la tranquilidad del estudiante y
del grupo.
Socializar lo que se vive (el sentir del estudiante) se podría interpretar como un llamado
para que entre todos se planteen posibles soluciones y que otros estudiantes no vivan la
misma situación. La escucha activa, es la estrategia utilizada por quienes lideran los
encuentros, quienes luego de socializar las propuestas y sugerencias, se dan a la tarea de
manera colectiva de encontrar la mejor solución posible. Para algunos educandos, estar en
el Consejo Estudiantil es una responsabilidad que exige sacrificio, de allí que se propone
encontrarse al descanso; para otros es mejor, programar los encuentros que no coincidan
con el mismo día, ni con la misma clase. Este tipo de acciones se convierte en un juego de
palabras, propuestas, acciones y decisiones que fortalecen la participación, el liderazgo y
por consiguiente el trabajo conjunto para buscar solución a una problemática que afecta de
manera directa lo académico y la realización de la actividad – unidad didáctica- o el evento
planteado.
Acciones como estas podrían dar paso a un sujeto participativo, aquel que es consciente del
impacto que tienen sus ideas al ser compartidas con otros. De allí que, buscar soluciones
conjuntas a los problemas que afectan a un grupo, podrían considerarse como ejercicios de
participación que orientan el liderazgo hacia dinámicas de motivación y cambios, lo cual
aumenta el interés de los educandos para involucrarse en aquellas actividades con las que se
identifican y con las cuales es posible la construcción de ambientes escolares que propicien
la participación y por consiguiente la democracia. Por lo que se refiere a la participación
se puede decir que está en relación con lo que afecta la vida de las personas, la acción de
participar fortalece el liderazgo y genera sentido de pertenencia hacia el contexto, ya que
de alguna forma lo que sucede alrededor de los individuos, afecta la cotidianidad de todos
los que interactúan en un espacio determinado. El protagonismo es otro aspecto que cabe
en este escenario, el cual se ejerce partiendo de la construcción de ideas propias respecto a
un tema en particular, por ejemplo la participación; además, el sujeto está en relación con la
reflexión de los problemas comunes y las posibles soluciones a los mismos, sin perder de
vista tanto las acciones y las decisiones conjuntas.
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Lo planteado puede ser visto como un hacer del sujeto desde su ser mismo y el
protagonismo en relación con su realidad; para decirlo en palabras de Touraine (2000), el
sujeto es búsqueda, una búsqueda emprendida por la persona misma, de las condiciones que
le permitan ser protagonista de su propia historia.
Así como es manifiesto el liderazgo respecto a las ideas, propuestas y búsqueda de salidas a
las dificultades que se tuvieron que sortear para el desarrollo de las actividades lideradas
por los estudiantes, también hubo voces críticas que constantemente aparte de guiar u
orientar, fueron exigentes frente a lo que se dice y hace en torno al trabajo que el grupo se
ha planteado; ejemplo de ello es el punto de vista del presidente del Consejo Estudiantil
(estudiante de grado once), quien afirma que “las respuestas dadas por gran parte de sus
compañeros en el cuestionario poco responden a lo que se indaga”. Para avanzar en la
comprensión de los conceptos propuestos (participación estudiantil, democracia escolar y
ciudadanía activa), el grupo acuerda realizar revisión bibliográfica para desarrollar un taller
en el próximo encuentro (actividad que se llevó a cabo el 30 de agosto en la biblioteca de la
institución) con el cual se podría ampliar la idea que se tiene de las categorías en mención.
De lo planteado se podría considerar también que la participación requiere compromiso
desde diferentes perspectivas, conviene subrayar aquí los siguientes aspectos: las ideas
propias al expresar lo que se piensa de un tema específico, al aportar a la toma de
decisiones o consensos a los cuales se quiere llegar; al reconocer el hacer del otro, de los
otros, como una opción de trabajo colectivo que posibilita el crecimiento personal desde los
aciertos y desaciertos encontrados en el desarrollo de las actividades planteadas; al conocer
los objetivos comunes que exigen a los involucrados en su realización y consecución estar
en sintonía con el grupo y las tareas asignadas, de allí que si lo realizado no llena las
expectativas urge revisarlas para hacer los ajustes pertinentes; de igual modo se puede
hablar del trabajo en grupo, cuyos beneficios se observaron cuando dichos objetivos se
llevaron a cabo, en lo posible, brindando atención a quienes presentaron ciertas dificultades
en el cumplimiento de sus responsabilidades. El respaldo recibido a través del trabajo
realizado, alentó a las personas a ser protagonistas en sus acciones, también a aprender de
la mano del saber y experiencias que sus compañeros de grupo aportaron, esta situación se
observó cuando los estudiantes de bachillerato se vincularon a trabajar con niños y niñas de
primaria, los resultados fueron positivos por la empatía y el acompañamiento permanente
que se dio.
Participar para un gran número de educandos del Consejo Estudiantil, tiene que ver con
formar parte de las diferentes actividades que se desarrollan en la institución, es el caso del
grupo de teatro, danzas, actividades deportivas y recreativas; así mismo, asistir a las
actividades desarrolladas fuera de la institución: Compensar, Centro Local de Artes para la
Niñez y la Juventud (CLAN) y el programa Paziando; el trabajo realizado por esta
institución pretende fomentar la construcción ciudadana desde el conocimiento de la ciudad
mediante salidas pedagógicas organizadas de tal forma que los sitios a visitar se ajustan a la
edad de los niños, niñas y jóvenes. La participación se tiene en cuenta como una manera de
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involucrarse en las diferentes actividades que ofrece la institución y que genera otro tipo de
vinculación entre el estudiante y la escuela; “participo en IDRD, pues es deporte y
participamos activamente y en el Consejo Estudiantil como representante de curso”,
“también en Clan y en Compensar” (estudiante de grado octavo). Las actividades
deportivas y culturales despiertan interés en los estudiantes y de manera consciente son
asumidas como acciones de participación en tanto permiten dinamismo e interacción con
sus pares realizando ejercicios distintos a lo académico y en espacios diferentes muchas
veces a la escuela.
El Consejo Estudiantil, es visto como una manera de participar; esta instancia aparte de ser
representativa al delegar el liderazgo a un estudiante que lleva la voz, sugerencias e ideas
de sus compañeros, también se convierte en una opción válida para incidir en las decisiones
que se toman en la institución. La elección del estudiante que va a representar al colectivo
estudiantil ante el Consejo Directivo, es todo un ejercicio democrático exigente donde se
pone a prueba: el liderazgo, el poder de convencimiento, el compromiso y los
conocimientos que se tienen frente a temas como la participación; aunque hay deseos de
varias personas para desempeñarse en este cargo, dicho rol, generalmente es asumido por
un estudiante de grado superior. La importancia de esto radica en que es el estudiante quien
tiene voz y voto en la toma de decisiones a nivel institucional. Su participación y
desempeño cuenta y de qué manera por su incidencia en las decisiones que se tomen, que
por obvias razones tienen que ver con los educandos.
Las acciones descritas aportan a la construcción del estudiante participativo del que se
habló antes, lo cual se observa en el interés de los educandos de “sentirse parte” en lo que
tiene que ver con lo que les afecta en el colegio. El liderazgo, el trabajo en equipo, las
iniciativas, decisiones, así como, el compromiso individual y grupal, incentivaron y
fortalecieron la participación por el protagonismo que se vivenció en las actividades que se
realizaron. Mejorar este tipo de acciones, demanda de la escuela la generación de espacios
y acompañamiento para que los estudiantes se construyan como ciudadanos desde lo que
viven y hacen, pensando en el bien común. Cuando ocurre lo contrario, es decir, no se
presta atención a lo que los niños, niñas y jóvenes proponen o por el contrario, se rechaza
de plano lo que se manifiesta sin evaluar su pertinencia, es causal de desmotivación y por
consiguiente se aleja de la construcción de espacios de participación que fortalezcan el
hacerse ciudadano desde las actitudes y quehacer cotidiano. En este sentido se estaría en
contravía de los ideales de la escuela en lo concerniente a la mejora de la sociedad
contribuyendo con la formación de ciudadanos con capacidad de proponer, cumplir con sus
deberes y ser honestos (Santos Guerra, 2000).
Por otra parte, se encuentran ideas que se quedan cortas frente a lo que implica participar,
es decir, hay limitación respecto al concepto como tal. “Es cuando por ejemplo uno pide la
palabra alzando la mano, dar una opinión cuando estemos metidos en un determinado grupo
de personas” (estudiante de grado quinto). Socializar lo que se piensa está en relación con
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la participación, aunque, participar va mucho más allá de este tipo de acciones; es un
convidarse entre todos para hacerle frente a lo que interesa a un colectivo, ya sea desde el
fortalecimiento de una acción o vivencia por lo que significa para el grupo o para buscar
salidas debido a los efectos producidos en contravía del bien común. Es un hacer de todos y
para todos priorizando en el interés y el trabajo por la construcción del ciudadano y de una
mejor sociedad.
Retomando la idea del estudiante sobre la participación, influye, el concepto que el docente
tiene y aplica desde el saber que enseña. Pedir la palabra para expresar lo que se piensa y se
siente, si es que se permite; así como, respetar la opinión de quien habla, son expresiones
que se contemplan dentro del imaginario de participación que el estudiante ha ido
construyendo a partir de lo que vive y aprende de las personas que lo rodean. El asunto está
en reaprender el concepto o ampliar la idea que se tiene; si este es el caso de la
participación, a participar se aprende participando, esto significa: indagar en otras fuentes
para contrastar los saberes; aceptar que las diferentes actividades desarrolladas en la
institución en las cuales el estudiante se quiera vincular son escenarios de participación;
aportar en la construcción de espacios que fortalezcan la convivencia en la escuela
partiendo de las actitudes y los comportamientos individuales, está en relación con la
participación y llevar propuestas para su estudio, discusión y aprobación, son expresiones
de participación.
El aprendizaje y la vivencia de la participación son procesos continuos puesto que la
persona se fortalece en la medida en que hay interacción con los demás. El trabajo realizado
con el Consejo Estudiantil dio cuenta de las motivaciones por parte de los educandos que
en principio poco intervenían en las actividades planteadas y aquellos estudiantes que en
ocasiones no asistían a las reuniones. En los niños de primaria (tercero, cuarto, quinto) y
estudiantes de aceleración se observó esta situación. Los primeros se abstenían de
expresarse al creer que no lo hacían bien; y los segundos, veían sus trabajos muy sencillos
en comparación al trabajo presentados por los estudiantes de los grados superiores. Se
resalta el apoyo brindado por los demás compañeros al motivarlos a través de su
participación, al escucharlos e invitarlos a involucrarse en grupos de trabajo sin tener en
cuenta la edad ni el grado al que se pertenece.
Lo anterior refuerza la importancia del trabajo en grupo porque genera confianza para
expresar las ideas y aprender de los compañeros de trabajo; en concordancia con Touraine,
el sujeto se construye siendo protagonista de su propio proceso y mediante acciones de
interacción proactivas. El sujeto no se hace solo, requiere de otras contribuciones para su
realización, de allí que la escuela está en mora de contribuir con la formación de
ciudadanos participativos permitiendo su desarrollo desde las propuestas e iniciativas que
manifiestan puesto que estas generalmente no se tienen en cuenta y por tanto restringen la
participación; además, a los estudiantes hay que acompañarlos en la formación como
ciudadanos, luego, hay que trabajar conjuntamente centrando la atención en ellos o en las
50
formas como vivencian la participación para que se sientan parte y aporten a los cambios
que sean posibles.
3. 4. Democracia en la escuela
La escuela por lo que significa para la sociedad, es referente de observación teniendo en
cuenta la forma como desarrolla ciertos procesos pedagógicos; sobre el particular, se
cuestiona su rezago respecto a las dinámicas de la sociedad, pareciera que los jóvenes
tienen intereses que generalmente van en contravía de los principios institucionales; así
mismo es cuestionada por su poca contribución en la generación de espacios democráticos
que permitan la participación y la construcción de ciudadanos críticos y propositivos. Aun
así, es un escenario propicio entre otras cosas, para entender los procesos democráticos que
se producen en su interior y establecer relaciones con lo que ocurre fuera de ella en este
aspecto; no en vano, dice Puig (1996), la escuela debe enseñar a los estudiantes a ser
democráticos.
Construir escuelas democráticas no es tarea fácil por las implicaciones que trae consigo las
relaciones sociales y académicas que ocurren en ella, empezando por sacar del currículo la
democracia y darle sentido a lo que se hace teniendo como referentes la participación e
interacción de la comunidad educativa (especialmente en los estudiantes) en los procesos
democráticos que se desarrollan en el contexto escolar; en esta medida es pertinente utilizar
el diálogo como instrumento generador de confianza para que el estudiante interactúe con
el profesor sin temor a no ser escuchado o señalado por lo que dice y piensa, tal situación es
un asunto que requiere de análisis permanente por todas las personas involucradas en el
proceso educativo; de igual manera, se podría pensar en otra forma de establecer los
acuerdos y tomar las decisiones para que la balanza no se incline para un solo lado;
habitualmente se observa que la voz del docente se impone frente a las iniciativas de los
estudiantes dejando de lado cualquier indicio de participación y construcción colectiva.
El carácter de espacio social que tiene la escuela debe ser aprovechado para mirar las
prácticas democráticas que desarrolla para orientar otras maneras de comprenderla y
ejercerla. Al tener en cuenta puntos de vista de los estudiantes, se demanda esto; es decir,
una forma de practicar la democracia es “estar en opinión con nuestra escuela y consenso
estudiantil, con sus respectivos actos y esfuerzos en todo el año” (estudiante de noveno). La
referencia en mención da cuenta de que la mirada está puesta en la institución educativa,
ratificándose una vez más, que es un lugar propicio para establecer acuerdos, llevar acabo
procesos que contribuyan con cambios sustanciales en lo personal y social en los cuales el
protagonismo de los estudiantes es esencial para la construcción de espacios democráticos;
dicho esto, “no se enseña democracia a través de prácticas pedagógicas antidemocráticas”
(Saviani, 2010, p.81). Una escuela que fomenta la participación genera cambios sociales,
culturales y políticos en la comunidad educativa; por tanto los procesos que allí ocurren
deben tener impacto en el nivel de participación y el ejercicio democrático ejercido por los
educandos a través de sus acciones y el modo de hacer con los otros.
51
La condición de espacio de interacción social en la que está inmersa la escuela convoca a
un encuentro de saberes y experiencias en el cual se debe revisar la forma como se toman
las decisiones, puesto que este ha sido uno de los factores que más ha alejado a la
construcción de espacios democráticos a partir del desarrollo de liderazgos y el
fortalecimiento de la participación estudiantil. Las relaciones desiguales e injustas entre
profesor - estudiante, para nada aportan a la construcción de escuelas democráticas, es un
factor que está arraigado profundamente puesto que implica que el profesor se desestabilice
respecto a la forma cómo piensa la participación desde el ámbito escolar, por tal razón se
complejiza su viabilidad. No por esto, se debe perder el referente en cuestión, por el
contrario, es cuando más se requiere de la reflexión profunda desde la escuela como
espacio de interacción social para ajustar los cambios que posibiliten la vivencia de la
participación democrática; al respecto, Castillo & Sánchez (2002), agregan que la
existencia de la democracia en la escuela es posible en la medida en que cada colegio
modifique la cultura que lo identifica. El sentir de una estudiante de grado cuarto va en
consonancia con esto cuando afirma que la democracia en la escuela “se evidencia con
respeto y eligiendo con dignidad”; como se ha dicho, los espacios democráticos implican
involucrar a niños, niñas y jóvenes en las decisiones que se toman puesto que de esta
manera se reconoce al educando desde lo individual y colectivo.
Cada escuela tiene su particularidad que se sustenta en las prácticas, costumbres y hábitos
que determinan de alguna forma el estilo de vida y las acciones académicas que se
desarrollan en la cotidianidad institucional. Un factor preponderante en este escenario tiene
que ver con el proceder del docente frente a procesos con gran impacto institucional como
es la democracia; con esto se quiere decir que se hacen juicios respecto a que el estudiante
participa muy poco en clase o en la institución, se cuestionan los comportamientos con
cierto matiz de intolerancia y disposición para escuchar, lo cual involucra al profesor, pero
también, se cuestiona al estudiante cuando sus ideas van en contravía de lo planteado por
este, en efecto estas son actitudes que tocan la comodidad del docente en cuanto a su forma
de ver, pensar y expresar la democracia en el espacio escolar.
Lo anterior genera tres situaciones que ameritan ser reflexionadas por los efectos que
producen al considerar como propósito la democracia en la escuela: el cuestionamiento de
los estudiantes al proceder del docente, frente a esto pareciera que su poder o autoridad está
en juego; a lo anterior se suman las dificultades que deben sortear los estudiantes para hacer
posible espacios que les permitan interactuar con sus compañeros y, la discusión de
propuestas o actividades sobre temas de interés colectivo, en este caso la nota se convierte
en el obstáculo a superar lo cual lleva a que los niños, niñas y jóvenes desistan de su
intención de involucrarse en procesos alternos a lo académico para evitar tener bajas
calificaciones en un área específica del conocimiento, de allí que las iniciativas que se
tienen van en retroceso. Acorde con lo planteado, los procesos democráticos dificultan la
participación real “porque casi siempre tienen democracia algunos…” (Estudiante de sexto)
52
Volviendo al primer aspecto, la situación se agudiza cuando no solo es un docente, por la
costumbre de algunos profesores de crear subgrupos al interior de la escuela, algunos son
propositivos, otros dedicados a alejar la consecución de procesos diferentes a lo que se
viene haciendo, luego ya no es un docente sino varios en contra del estudiante o de los
estudiantes que manifiestan su inconformismo respecto a las actitudes, acciones y
decisiones, a veces injustas, ejercidas en contra de ellos. En lo planteado se observa una
lucha de poderes en la que el docente somete e impone su autoridad desconociendo al
sujeto estudiante de quien se dice que no sabe nada o no está en capacidad de hacer y
pensar los procesos educativos que se llevan a cabo en el contexto escolar y que lo
involucran a él, en tanto es parte del mismo.
La escuela dentro de su ideario requiere poner en consideración los aspectos antes
expuestos para hacer posible los cambios que sean necesarios. Para ello, su horizonte
requiere estar en correspondencia entre quienes forman parte de la institución,
independientemente de la edad y el rol que desempeña cada quien; estar en consonancia
implica favorecer encuentros que posibiliten la construcción ciudadana a partir de la
discusión, reflexión y posibles salidas a las situaciones que se ponen en consideración, más
aún cuando “la democracia se asocia a la toma de decisiones todos los días” (estudiante de
séptimo). La democracia es un quehacer permanente relacionado con la vida de las
personas ya que está implícita en las acciones y decisiones que se toman. Teniendo en
cuenta lo mencionado, Hart (1993), manifiesta que la escuela se debe preocupar más por el
debate crítico que permita que los niños adquieran sus propias convicciones; si esto se tiene
como un objetivo, puede ser posible a través del fortalecimiento de espacios donde los
estudiantes interactúen con otras ideas, saberes y experiencias para constituirse como
sujetos participativos, democráticos y propositivos frente a la búsqueda de otras maneras de
relacionarse y tomar las decisiones teniendo como referente su entorno escolar.
El trabajo realizado con los estudiantes en relación con la democracia en la escuela pasó
por conocer la idea o concepto que los estudiantes del Consejo Estudiantil tienen de ella; la
forma como se vivencia en la institución; las acciones que realizan y las propuestas que
plantean para acercarse o hacer posible un escenario de cultura democrática que impacte en
la institución educativa; es decir, que los estudiantes comprendan la importancia de ser
ciudadanos interesados en participar en las diferentes situaciones que afectan su vida
escolar; por ejemplo: involucrarse en las decisiones que se toman, contribuir con propuestas
que aporten en la solución pacífica de los conflictos, plantear iniciativas encaminadas a la
participación estudiantil y tomar parte en los procesos académicos en los que están
involucrados.
Esto puede sonar ambicioso, teniendo en cuenta que fue necesario sortear de alguna forma
los tres condicionantes de los que se habló antes; aun así, el trabajo permitió un
acercamiento a lo que piensan los estudiantes de la escuela, de la manera como se sienten e
53
involucran en los procesos que en su interior ocurren (democracia escolar) y de cómo les
gustaría que fuera la institución, para futuras generaciones.
El concepto que tienen los estudiantes de la democracia es diverso por las diferentes
interpretaciones que se encontraron y está en relación con la participación, el voto, la
representación, el gobierno, las acciones y decisiones. Hay quienes la ven como una forma
de gobierno, relacionándola con instituciones de carácter gubernamental; “la democracia es
el gobierno en el que el pueblo ejerce soberanía. Esto significa que el pueblo elige a quien
quiere que lo lidere en las instancias como el Senado de la República” (estudiante de grado
séptimo). Considerando lo expresado, para el estudiante el voto se convierte en la
herramienta que las personas utilizan para legitimar a quienes van a representar al pueblo
desde una instancia oficial. Este mecanismo permite elegir a aquellos que están autorizados
para tomar las decisiones en el país; el voto es la expresión de confianza que el pueblo tiene
en sus representantes y se espera que actúen en consonancia con ello, tomando decisiones
que realmente beneficien al colectivo, al igual que su proceder genere confianza en la
comunidad a la que representa.
También son comunes las perspectivas de democracia donde no se relaciona con una forma
de gobierno, se podría decir que va más allá de esto. Un estudiante de grado octavo, dice
que “la democracia es cuando todos luchamos por un ideal que sea benéfico para todos”.
Poner de manifiesto la lucha para la obtención de un ideal es actitud del ciudadano activo
del que habla Bobbio (1984), es este tipo de ciudadano el que requiere la democracia. Así
como se pone de manifiesto en la definición la lucha, también hay un llamado al trabajo en
equipo, el estudiante da cuanta en sus ideas de la importancia de que la comunidad se
organice para trabajar por lo que se quiere; lo cual exige abrirse paso en la vida o trabajar
para construir ambientes escolares que garanticen las condiciones básicas para el desarrollo
de la persona como ser social. Una comunidad organizada con la mirada puesta en los
intereses colectivos tiene fuerza con que luchar y acercarse a lo que quiere, puesto que los
objetivos son comunes, interesan a todos y convienen a todos. El trabajo en equipo
contribuye con el fortalecimiento de la democracia al incentivar y motivar la participación;
así mismo, favorece el liderazgo y el desarrollo de actitudes críticas y propositivas en los
educandos, factores que aportan a la realización de las propuestas que se han pensado
desarrollar en beneficio de todos.
En esta línea “la democracia es una forma de convivencia en la cual buscamos la libertad de
expresión y hacer cumplir nuestros derechos; la democracia es respeto, solidaridad,
compromiso” (estudiante de grado décimo). La democracia implica un pensar en el ser, en
el hacer y en el estar con el otro. Importa establecer reglas de juego claras que permitan que
cada uno de los integrantes de una colectividad se sienta bien, esto es un factor importante
en la convivencia; la relevancia de esto radica en la participación de los estudiantes en la
construcción de la norma. Establecer buenas relaciones de convivencia genera identidad de
las personas hacia su comunidad, en tanto se reconoce la construcción de los acuerdos
54
como un trabajo donde hay participación de los educandos cuyo resultado es interiorizado y
toma sentido en la práctica, puesto que es algo que no se ha impuesto, es producto del
trabajo colectivo que tiene en cuenta la forma de ser, ver y pensar de sí mismo y del
contexto del que se forma parte.
Con respecto a la libertad de expresión, se podría interpretar como el deseo de los
estudiantes de decir, de expresar lo que piensan y sienten, de comunicar ideas que muchas
veces callan por temores o miedos consustanciales a la escuela. Este tipo de ambientes
toma el carácter de participativo y democrático cuando la escuela propicia el derecho a la
libre expresión respetando el interés que cada persona tiene de ser distinto y pensar distinto.
Desde esta perspectiva amerita volver al concepto de democracia que plantea Zuleta
(1985); es decir, el derecho a ser distinto, a desarrollar la diferencia, a defenderla en contra
de la mayoría; a esto debe apuntar la democracia, no porque una decisión tenga el aval de la
mayoría conviene a todos, y no por tener acogida se debe callar lo que se piensa, aun siendo
pocos quienes hacen oposición. Nuevamente entra en escena la ciudadanía activa, en el
sentido de conocer su entorno con sus problemáticas, fortalezas y maneras de asumirlas,
partiendo de los argumentos que le permitan al individuo defender sus ideas y desarrollarse
como ser social. Respecto a la forma como el estudiante o los estudiantes defienden sus
ideas u opiniones es una tarea pendiente tanto para ellos como para la escuela; aparte de ser
contundentes en lo que dicen y como lo dicen, es importante que los adultos comprendan
que los educandos están en proceso de construcción como ciudadanos, por tanto es
imprescindible alejar de las prácticas educativas, actitudes que pueden llevar a producir
incomodidad en el estudiante por el hecho de pensar distinto.
La democracia también conlleva a la práctica de valores que estructuran de alguna forma el
carácter de la persona y de la comunidad en la que se encuentra inmerso; en la definición
puesta en consideración, están de manifiesto la solidaridad, el respeto y el compromiso. En
diferentes escenarios y desde tiempo atrás se viene diciendo que el aprendizaje de los
valores es una tarea de la familia, pareciera que esto no se está dando como debería pasar,
de allí que en los hombros de la escuela recae una responsabilidad más. El que la
institución escolar profundice en la comprensión y práctica de los valores tiene sus
ventajas, aparte de fortalecer las relaciones de convivencia, posibilita aportar a la
democracia como forma de vida porque se estaría dando pasos en la construcción de cultura
democrática.
Cuando los estudiantes hablan de libertad de expresión, derechos, convivencia y valores, se
podría ver como la búsqueda de bienestar para todos, entre todos; es otra manera de
entender la democracia donde no es el voto lo que marca el ejercicio democrático, sino, las
acciones en las que están involucrados directamente porque las viven, son parte de ellas y
afectan su vida; es algo cotidiano, susceptible de ser reflexionado para evaluar su
efectividad o debilidades.
55
Retomando el tema de la convivencia es un aspecto de gran trascendencia en la escuela
puesto que afecta de una u otra forma a todos, de allí que al ser relacionada con la
democracia es un paso importante que puede conducir a pensar en otras formas de
entenderla y construirla; una de estas formas es a través de la participación de los
estudiantes de manera consensuada en la construcción de las normas en la institución, es
esto un ejercicio democrático.
Al indagar a los estudiantes respecto a la forma como se vivencia la democracia en la
escuela, las opiniones coinciden en que desde la organización del Gobierno Escolar se
contribuye con este propósito porque dicha instancia permite la participación de ellos con
voz y voto; especialmente en la elección de Personero, Contralor, Cabildante y Consejo
Estudiantil. A través de estas instancias de participación los estudiantes dinamizan procesos
y aportan al fortalecimiento de la democracia institucional al llevar propuestas para ser
consideradas en el colectivo que toma las decisiones de manera institucional, es el caso del
Consejo Directivo; por otra parte, se fortalece el liderazgo estudiantil en la medida en que
los estudiantes elegidos para representar a sus compañeros con funciones específicas ya sea
Personero (a), o como integrante del Consejo Estudiantil, etc.; contribuyen con la mejora de
la participación al ganar espacios que propician el desarrollo de actividades encaminadas a
despertar interés en sus pares, cabe resaltar aquí, los grupos de danza, teatro, actividades
deportivas, encuentro de estudiantes; igualmente el foro estudiantil, la emisora escolar, etc.
Al respecto surge el interrogante, ¿hay fortalecimiento del liderazgo estudiantil desde las
prácticas democráticas en la escuela?
Aparte de lo anterior, hay dos factores que ameritan ser considerados por lo que significan
para los educandos: la participación de los estudiantes en la toma de decisiones y el papel
del Consejo Estudiantil en la institución. Respecto a lo primero se “evidencia la democracia
cuando los estudiantes pueden tener voz y voto en nuestra institución” (estudiante de grado
décimo) y “en el momento en el cual las directivas del colegio tienen en cuenta a los
estudiantes para que sean partícipes en el gobierno del colegio” (estudiante de grado
noveno). Expresar sus ideas, puntos de vista y decidir frente a algo, es una forma de
participación teniendo en cuenta los comentarios planteados; este proceso se fortalece en la
medida en que se comprenda cómo los niños, niñas y jóvenes ven y entienden el mundo de
la escuela. Relacionar la democracia con la expresión de lo que se piensa que también es el
sentir del grupo o comunidad estudiantil; con la toma de decisiones, es decir, avalar o
rechazar algo que se pone en consideración y ser tenidos en cuenta para participar en las
disposiciones institucionales evidencia el reconocimiento de los educandos como sujetos de
derechos con capacidad de aportar al fortalecimiento de espacios democráticos al interior
de la escuela.
El fortalecimiento de espacios democráticos que permitan el reconocimiento y perspectivas
de los estudiantes frente a la sociedad favorecen el desarrollo de identidad hacia la
institución, la cual se expresa a través de las acciones que los educandos realizan y las
decisiones que toman, tratándose de situaciones que les interesa y afecta; en consecuencia,
56
a los educandos de alguna forma les inquieta lo que pasa en la escuela, así por ejemplo
plantea un estudiante de octavo “me gustaría ayudar con cambios que se dieran en las aulas,
en la toma de algunas decisiones como conseguir profesores fijos y la puntualidad en el
colegio”. Lo dicho puede ser vista como una forma de participación; por tanto conviene
señalar que “los jóvenes, antes que jóvenes son ciudadanos con la capacidad de participar
en muy distintos aspectos de la vida pública, cultural y económica de las comunidades”
(Cajiao, 1996, p. 12). La construcción de ciudadanía está en relación con la participación de
las personas independientemente de la edad que se tenga, se requiere involucrarse en los
procesos de manera propositiva y tener en cuenta las ideas de los demás.
Ahora bien, sobre el Consejo Estudiantil, es la instancia de participación con mayor
acogida en la institución, tanto que se considera la elección del representante de curso y la
instalación de este colectivo como una expresión de la democracia en la escuela porque hay
representación de todos los grupos cuya responsabilidad en gran parte recae en la persona
elegido en quien los compañeros confían para llevar las ideas y propuestas surgidas al
interior del curso.
Sobre la práctica de la democracia en el colegio “esta es posible al tener en cuenta que todo
el Consejo Estudiantil está al tanto de lo que pasa y se tiene en cuenta la opinión de todos”
(estudiante de grado octavo). La interacción de los estudiantes en la institución toma
relevancia con el trabajo realizado desde este colectivo por las actividades que lideraron,
las cuales tuvieron el respaldo de todos y son reconocidas como una expresión de
participación estudiantil al tener en cuenta el punto de vista u opiniones de la mayoría.
El Consejo Estudiantil se visualiza como una institución democrática porque las decisiones
no las toma una persona, son el resultado del consenso de un colectivo que atiende las
propuestas y/o sugerencias por parte de quienes lo integran y las personas que tengan ideas
que aportar. Un factor importante reconocido por los estudiantes tiene que ver con la
escucha; en los encuentros realizados fue tenido en cuenta el sentir, pensar y las propuestas
de todos para luego tomar la decisión que mejor se ajustara a los propósitos convenidos.
Los acuerdos establecidos estuvieron alejados de la imposición de una persona o grupo; de
manera análoga, se concedió relevancia a las ideas expuestas por quienes tenían que decir,
para luego proceder de manera convenida y democrática.
Una de las acciones que evidencia la relevancia del Consejo Estudiantil en la institución, la
cual se toma como punto de partida para la consolidación del mismo, tiene que ver con la
rendición de cuenta; es decir, quien asumió como representante de curso pone en
consideración la gestión realizada por él y por el colectivo el año anterior. Los aciertos,
aparte de ser reconocidos como fortalezas se constituyen como objetivos sobre los que se
debe continuar trabajando para fortalecer la participación y la construcción de ciudadanía
desde los liderazgos estudiantiles; los aspectos en los que se falló (poco apoyo del grupo en
alguna actividad, no informar oportunamente sobre una decisión que se tomó en el consejo,
57
etc.) son parte del trabajo que inicia, el propósito es centrar toda la atención posible para
que los ajustes proporcionen los resultados esperados; en lo posible se evita buscar
culpables por algún resultado que no llenó las expectativas, puesto que esto no contribuye
con el fortalecimiento de la participación; por el contrario, el estudiante al ponerse en
entredicho su desempeño se aleja de volver a involucrarse en estos procesos tanto él, como
otros compañeros.
La elección del representante de curso se convierte en un ejercicio participativo y bastante
exigente. En lo primero se observa que los estudiantes considerando el liderazgo de algunos
de sus compañeros, son postulados para que los representen, queda a consideración de
quienes son reconocidos por ciertas cualidades, dentro de ellas la que se mencionó, si
aceptan o no la propuesta; de igual forma están los que de manera voluntaria quieren
asumir esta responsabilidad porque se sienten con capacidades para realizar una buena
labor desde el Consejo Estudiantil; así mismo, es visto como un pretexto para abrirse
espacios que permitan interactuar con jóvenes de otros grupos y continuar el proceso de
construcción de ciudadanía tanto individual como de manera colectiva. La exigencia del
ejercicio radica en las cualidades que debe tener el estudiante que de alguna forma va a
liderar las decisiones que se tomen en el curso; frente a esto, hay escenarios donde la mayor
votación la obtiene el voto en blanco o dos estudiantes tienen el mismo número de votos, lo
cual indica según lo establecido desde el proyecto de democracia de la institución que se
repiten elecciones con nuevos candidatos, en el primer caso; respecto a la segunda situación
se procede a realizar elecciones nuevamente con quienes obtuvieron resultado similar. Para
los estudiantes elegir a quienes los van a representar es una acción que implica
responsabilidad cuando de tomar decisiones se trata, no es elegir por elegir, ni por salir del
paso, es un ejercicio donde se pone de manifiesto el interés del educando respecto a una
forma de participar y la confianza hacia la persona elegida o la instancia que va a liderar y
propiciar espacios que permitan la interacción y el fortalecimiento de la participación
democrática en el colegio.
Conformado el Consejo Estudiantil - máxima instancia de representación y participación
escolar, quienes lo integran, se dan a la tarea de organizarse como colectivo, el punto de
partida es elegir a quien va a representar a la comunidad estudiantil ante el Consejo
Directivo. El otro punto importante tiene que ver con el plan de trabajo que van a
desarrollar durante el año (2016), dentro de esto cabe señalar, el preguntarse por la
participación, la ciudadanía y la democracia en la escuela; así mismo, pensar sobre qué
actividades aportan al fortalecimientos de estas, para este caso el evento acordado fue el
foro estudiantil organizado y desarrollado por el colectivo en mención. Con la realización
del foro se generaron espacios que contribuyeron en gran medida al fortalecimiento de la
participación democrática y el reconocimiento de las iniciativas estudiantiles por parte de la
comunidad educativa. Los encuentros de reunión para pensar y decidir frente al desarrollo
de lo planteado sobrepasaron las dificultades que se encontraron en el camino; las
evaluaciones que se cruzaron con alguna de las reuniones acordadas no fueron
58
impedimento para que la actividad perdiere su sentido y la motivación por parte de quienes
estaban liderando el proceso. Dichos espacios fortalecieron las iniciativas y el trabajo en
equipo, además de considerarse como escenarios que fortalecen la democracia y la
construcción de ciudadanos participativos en la escuela; de modo que “no es posible la
democracia sino existe una ciudadanía individual y colectiva actuando permanentemente, lo
que a la vez, demuestra que el sujeto de la democracia es el ciudadano participante” (León
& Pulgarín, 2009, p. 37). La participación implica la incidencia de los ciudadanos en su
cotidianidad, una cotidianidad que debe ser conocida y pensada para luego aportar a su
mejora mediante acciones propias del individuo y de la comunidad.
Las acciones del Consejo Estudiantil en el sentido de reflexionar y proponer actividades en
donde se vivencie la participación y la democracia en la escuela se constituyen en un punto
a favor para propiciar posibles escenarios que permitan un acercamiento a la cultura
democrática desde y para la escuela, pero que no queden allí, por el contrario que
trasciendan a otros espacios con el trabajo y las decisiones de los ciudadanos en
construcción. Contrario a lo que se cree los estudiantes al encontrar apoyo en la escuela,
especialmente por parte de los docentes cuando son escuchados, tenidos en cuenta en las
decisiones que se toman y al considerar sus ideas e iniciativas; si tienen que aportar, es más,
se interesan por lo que ocurre a su alrededor, así lo expresa un estudiante de séptimo
cuando se le interroga sobre la práctica de la democracia en la escuela, “es participar con
los demás y con los profesores proponiendo ideas”. Se puede decir que a los educandos les
interesa la escuela, tal vez no a todos, pero sí, se observa un sentir por la institución, por lo
que pasa desde la convivencia, los procesos académicos, la participación de los estudiantes,
lo que piensan, sienten y quieren aportar desde sus intereses e iniciativas para su
mejoramiento; es un trabajo permanente, que no se detiene y que no se agota ni por tiempo
ni por falta de ideas. La conquista de espacios democráticos en las instituciones educativas
requiere de esfuerzo y compromiso conjunto; cambiar las dinámicas de los procesos
participativos en la institución no es fácil, la cuota de trabajo es necesaria y debe partir de la
transformación en lo que tiene que ver con la forma de pensar del estudiante – y docentes -
frente a estos procesos, es un cambio individual con impacto en lo colectivo, es esta la
razón de ser del Consejo Estudiantil.
La democracia en la escuela se construye entre todos con acciones que trascienden los
ejercicios electorales al reconocer actividades participativas que la fortalezcan, es el caso de
la interacción entre estudiantes, la organización de eventos liderados por ellos, pertenecer y
participar en actividades que les interesa ya sean deportivas o culturales, etc.; el otro factor
que incide en el fortalecimiento de ambientes escolares democráticos tiene que ver con las
decisiones que se toman, los estudiantes ven la democracia como la opción para construirse
como ciudadanos al participar en la toma de decisiones en la institución; sus ideas cuentan
porque son parte del colegio, lo que en él pasa les afecta, por tanto, involucrarse en los
procesos es una responsabilidad social que genera cambios en el sujeto y en el colectivo.
59
3. 5. Ciudadanía activa.
La construcción ciudadana es condición fundamental de la participación del individuo en el
escenario de lo público, este proceso tiene asidero en la escuela puesto que las vivencias
que allí ocurren pueden permitirle al estudiante irse construyendo como ciudadano para
interactuar en la sociedad a la que pertenece y de la cual forma parte. La escuela puede ser
vista como un pequeño Estado, es el espacio propicio para que los niños se construyan
como ciudadanos mediante la práctica de la participación a través de acciones generadas
por interés propio en conexión con el trabajo individual y colectivo teniendo como
referente las situaciones que afectan su vida; es así, que se debe dar paso a la reflexión del
contexto si el horizonte es un ciudadano interesado por la sociedad en la que está inmerso y
que por el hecho de formar parte de ella debe desplegar acciones que redunden en la
conquista de ambientes donde se priorice en la convivencia social y la participación
estudiantil para pensar en una mejor sociedad y porque no, en un mejor país.
Dicho de otra forma, la escuela es una de las instituciones que conecta al estudiante con la
sociedad, o lo aísla de la misma; por tanto, la forma como se dan las relaciones de poder,
dentro de ellas la toma de decisiones, es un asunto que le corresponde revisar a las
instituciones escolares por varias razones: por su papel de acercar al estudiante a un saber
específico o universal y por ser uno de los escenarios propicio para la construcción de
ciudadanos mediante la participación democrática de los niños, niñas y jóvenes en las
acciones y decisiones que se toman. De hecho, el estudiante se ve, se siente y se piensa
como ciudadano en la medida en que se involucra en los procesos que se desarrollan en un
contexto determinado; “para mí ciudadano es ser parte de algo…” (Estudiante de octavo).
Es decir, es estar en conexión con un colectivo, una organización social o cultural en un
lugar y momento determinado. Esto exige acciones que se reflejan cuando las personas
hacen uso consciente de su papel como ciudadanos en la sociedad que escogieron para vivir
y compartir con otros. A propósito de lo planteado vale preguntar ¿Cuál es el tipo de
ciudadano que requiere la sociedad a la que pertenecemos y desde que acciones es posible
su construcción? Así la escuela no sea el único escenario donde se forma o se construye el
ciudadano, su compromiso social, sí tiene que ver en este proceso puesto que bajo su
responsabilidad está el cuidado, la formación y la preparación para la vida de todos y cada
uno de los educandos que por ella pasan; es por esto que a esta institución le corresponde
replantear el tipo de ciudadano que está formando y desde que otra perspectiva puede ser
posible que los estudiantes se interesen por lo que pasa con su vida y la comunidad.
En esta perspectiva, con relación a la escuela:
“[...] el estudiante se va convirtiendo en ciudadano cuando aprende a tomar
decisiones, resolver problemas por sí mismo, aprende a tomar parte activa en
diversos grupos, entender y respetar las ideas y sentimientos de los demás,
comprender y manejar los sentimientos propios, asumir responsabilidades como ser
individual y social” ( Rodríguez, 1997, p. 15).
60
En todo este proceso de formación está de por medio la escuela al darse en su interior
espacios de interacción donde se encuentran personas con grandes diferencias respecto a la
edad, gustos, intereses, nivel cultural, de participación; así como otras maneras de ver la
vida y el mundo. Articular esas diferencias es una tarea que le atañe, como a otras
instituciones (familia, sociedad, etc.); no es fácil, pero se podría iniciar por el
reconocimiento del otro sin tener en cuenta la situación personal y el rol que cada quien
desarrolla en el contexto escolar.
Una escuela orientada hacia este fin, aporta sustancialmente a la construcción del
ciudadano que reclama la sociedad. La escuela al reconocer a la persona en su
individualidad, al considerar los ritmos de aprendizaje propios de cada quien y, al generar
espacios donde los estudiantes puedan participar en lo que les interesa y beneficia, está
aportando al aprendizaje de la ciudadanía. Una forma de practicar la ciudadanía en el
ámbito escolar se expresa cuando el estudiante se involucra en el contexto donde pasa gran
parte de la vida, al identificarse con un colectivo con el que interactúa poniendo en
consideración actitudes, valores, modo ser y estar con los demás. Por todo esto la escuela es
el escenario propicio para aprender a ser democráticos a través de la práctica de la
democracia, aprender a participar participando y a construirse como ciudadano entre todos
mediante la reflexión permanente de la cotidianidad; de igual modo por la relevancia de
organismos institucionales que fomenten acciones democráticas y por consiguiente el
ejercicio de la ciudadanía. El Consejo estudiantil, es una de esas instancias, de él se dice
que “aporta a la participación porque lo integran estudiantes y nosotros sabemos cómo
quieren nuestros compañeros la organización en el colegio, entonces tendríamos ideas para
los proyectos de la institución” (estudiante de décimo).
Ahora bien, en lo concerniente al trabajo realizado con los niños, niñas y jóvenes del
Consejo Estudiantil, fue un proceso donde ocurrieron cambios que por su relevancia
ayudaron un poco a la construcción ciudadana. Un ejemplo de esto se puede constatar en la
idea que se tiene de ciudadanía en principio, el cual es asociado con la participación, la
elección de las personas que van a estar al frente de una comunidad o País; de igual forma,
es relacionada con la persona que habita en la ciudad, estas personas son portadoras de
derechos y deberes que deben expresarse en la interacción con los demás y con el respeto al
medio ambiente.
Decir que “[...] es llamado ciudadano aquel personaje que tiene derechos y deberes consigo
mismo y su comunidad, así mismo es aquel que convive y respeta su entorno”, (estudiante
de grado décimo), deja ver que la ciudadanía está asociada con los beneficios que requiere
el ser humano para vivir bien; también está en conexión con las responsabilidades que debe
asumir el ciudadano para aportar a la mejora de la comunidad. Respecto a los derechos, se
podría decir que la participación es el mecanismo idóneo para que el individuo se forme
como ciudadano sin dejar de lado sus deberes personales y sociales; de esta manera se
61
estaría hablando de un ciudadano no solamente interesado en su bienestar, sino en el
trabajo colectivo que propicie cierto bienestar para todos; es a través de la participación
como se construyen relaciones de convivencia pacíficas las cuales dinamizan la interacción
social en el entorno; claro, es un espacio vital, el entorno es el territorio que posibilita el
encuentro de los individuos para su continua construcción como ciudadanos de un lugar
específico, llámese escuela, barrio, ciudad, etc. Cuando el educando relaciona la ciudadanía
con el entorno, la escuela asoma en su imaginario por las vivencias que en ella se tienen ya
sea haciendo presencia desde la participación de carácter institucional o la participación
entre pares; es decir, se relaciona con lo que interesa a un gran número de estudiantes:
grupos de danza, actividades deportivas y culturales, salidas pedagógicas, entre otros
aspectos.
El estudiante como ciudadano en construcción aparte de reconocerse con derechos y
deberes, alude a la práctica de los mismos para su transformación personal; es este un paso
importante para orientar las acciones hacia la conquista de la convivencia pacífica de tal
manera que se puedan resolver los conflictos a través del diálogo teniendo en cuenta los
argumentos de las personas implicadas en situaciones que les afectan. Lo dicho son razones
que favorecen ambientes escolares propicios a la construcción de ciudadanos
comprometidos con su entorno social; de allí que, “[...] la ciudadanía como algo más que la
conquista individual; es una categoría que se adquiere en la convivencia con otros, en
sociedad” (León & Pulgarín, 2009, p. 40). La construcción de ciudadanía es un acto
convidado; es decir, el hecho de estar o ser parte de un grupo es condición fundamental
para que los individuos se vinculen en los procesos que se desarrollan en doble sentido: a
través de acciones proactivas que permitan mejorar las relaciones dadas y de manera
personal, nutrirse de los saberes, así como de las experiencias de los demás.
Los encuentros estudiantiles se convirtieron en pretexto para que el Consejo Estudiantil
accediera a espacios de construcción colectiva propiciados por ellos; se resalta esta acción
como un encontrarse entre todos para reflexionar sobre asuntos que les inquieta o interesa,
dentro de ellos la ciudadanía y el ser ciudadano. Ahora bien, si la construcción del
ciudadano es inherente a la existencia de entornos escolares participativos, la existencia de
ellos, obedece al trabajo conjunto y persistente del grupo teniendo claridad de lo que
querían hacer y porque lo deseaban realizar. Los encuentros adquieren sentido para los
estudiantes porque fueron espacios que ganaron, no estaban, o si estaban no se
aprovechaban, las acciones realizadas se quedaban allí; encontrarse para hablar, escuchar
las voces que se dicen en otros cursos permitió reflexionar el sentir estudiantil en el colegio.
Este tipo de acercamiento generó la necesidad de indagar sobre el ciudadano tanto en la
escuela como en la sociedad, sin dejar de lado las acciones que fortalecen la construcción
del ciudadano y el ejercicio de la ciudadanía; los estudiantes se dieron a la tarea de expresar
lo que piensan de él y buscar información que aporte a la idea que se tiene; el resultado se
evidencia al afirmar que el ciudadano “[...] es aquella persona que tiene valores como ser
62
humano y sabe vivir con los demás en un ambiente de paz”, “ser ciudadano es sentirse parte
de una estructura social y política, sobre todo asumir responsabilidades y obligaciones en la
construcción de la sociedad”(estudiante de once).
Con la búsqueda se pretendió que el estudiante entendiera la importancia de acercarse a
otras fuentes de información, que es necesario superar la idea que se tiene producto del
sentido común para saber la importancia de lo que se quiere conocer. La socialización del
trabajo realizado producto de la búsqueda emprendida sobre lo que significa ser ciudadano,
está dentro de los cambios de los que se habló antes. Al afirmar que ser ciudadano es
sentirse parte de una institución y que esta institución tiene su propia estructura que se debe
conocer porque es responsabilidad del individuo aportar a su mejora o transformación. Esta
afirmación, permite entender otro tipo de concepción e interés por parte de los estudiantes;
por un lado, la socialización del trabajo realizado requiere aprender y desaprender sobre un
tema específico, es otra forma de acercarse a un saber por intermedio de sí mismo; por otra
parte, el espacio que se ha ganado cobra relevancia por el significado que obtiene, el cual se
observó en el nivel de asistencia del grupo y el trabajo que allí se realizó, en especial si se
trata de asuntos que generan cierto interés en los participantes, es el caso del protagonismo
ejercido por los educandos en el planteamiento de las actividades que se discutieron y se
acordaron desarrollar con la comunidad educativa.
Desde la reflexión y el hacer de los educandos aparte de entender lo que significa ser
ciudadano y su importancia en la sociedad se pretendió que asumieran un rol específico en
la institución, que sus responsabilidades no estén enfocadas únicamente a cumplir con lo
académico, obviamente es un factor fundamental, de hecho, esto en algunas ocasiones fue
un impedimento que condicionó la participación de algunos en los encuentros organizados
y en el cumplimiento de las tareas encomendadas; sino también, ser ciudadanos
responsables. Lo académico y el ejercicio de la ciudadanía son complementarios; el deber
exige cumplir con las tareas académicas pero también asumir la responsabilidad social
como un compromiso consigo mismo y con la comunidad en general, esto, debe ser motivo
de reflexión, en tanto el estudiante como ciudadano para su construcción requiere de
espacios reales de participación y de personas responsables con deseos y voluntad de
aportar a este fin.
Las reuniones entre estudiantes para interactuar, proponer, planear y desarrollar
actividades, más si son encuentros que se realizan en espacios diferentes al aula de clase
son espacios de construcción de ciudadanía porque allí se expresa lo que se piensa sin
temor a ser censurado por lo que se dice y hace, siempre que, los comentarios aporten
positivamente a lo que se desea hacer; sumado a lo anterior, hay consciencia de que fuera
del salón de clase también se aprende cuando se interactúa con otras personas sobre temas
de interés que por su relevancia fortalecen el ser ciudadano, este tipo de encuentros
permiten al estudiante saber que pasa en la escuela y como desde sus acciones se puede
trabajar en función de las salidas a los problemas que afectan el día a día escolar, tal vez lo
que se propone no responde del todo a lo que se desea mejorar, pero el que sea motivo de
63
reflexión es un paso importante que atañe al ciudadano activo comprometido con su
contexto; no en vano “[...] un ciudadano activo resulta decisivo que comprenda lo que se
quiere cambiar y como ellos deben participar activamente en ese cambio.” (Hart, 2005,
p.61). Comprender las problemáticas implica pensar en los factores que las producen y en
la forma cómo afrontar sus efectos; todo esto son acciones de participación que involucra a
los ciudadanos interesados en su comunidad.
Al reconocer que la participación es un compromiso responsable del ciudadano para
contribuir con el fortalecimiento de la democracia y con mejoras sustanciales en el
ambiente escolar, el acercamiento a los estudiantes mediante el trabajo con el Consejo
Estudiantil fue un ejercicio relevante porque condujo a la conquista de espacios que
posibilitaron el encuentro de estudiantes para estudiantes donde se puso en consideración
un plan de trabajo y la forma como se iba a desarrollar; en principio, se contó con la
presencia del docente, posteriormente los educandos se convocaban dependiendo de las
tareas y las actividades que habían planteado. Dentro de las propuestas llevadas a cabo
donde están implícitas las iniciativas de los educandos y la construcción de ciudadanía, se
resaltan: “el plebiscito por la paz estudiantil”; esto a propósito del proceso de paz entre el
gobierno y las FARC EP; “el foro estudiantil: construyendo ciudadanía se aporta a la
paz”; “los estudiantes y el manual de convivencia”; esta actividad generó inquietud por la
manera como se ha construido la norma, y las afectaciones que tiene para los gustos de los
jóvenes, especialmente; “pensando en el proyecto de democracia” y; un ejercicio de “juego
de roles: la participación desde adentro” con la mirada puesta en la elección y
participación de los estudiantes en el Gobierno Escolar en adelante.
Para el desarrollo de estas actividades el compromiso fue compartido, cada quien asumió
responsabilidades que podía cumplir dependiendo de la edad y el grado en el que se
encuentra cada quién; por ejemplo, los niños de primaria contaron con el apoyo de sus
docentes para cumplir con los compromisos y participar en las actividades organizadas. El
proceso al que tuvo lugar llevar a la práctica lo planteado (el plebiscito por la paz
estudiantil, el foro estudiantil, los aportes de los estudiantes al manual de convivencia, la
contribución del Consejo Estudiantil al documento del proyecto de democracia y juego de
roles) se convirtió en un proyecto común que contó con la participación y responsabilidad
de los estudiantes involucrados y de la comunidad educativa en general al atender el
llamado de los educandos, situación que se observó en la generación de espacios de
participación en los que se discutieron temas de su interés y se visibilizaron algunas de las
problemáticas cotidianas.
Estos eventos se pueden considerar como aportes a la construcción ciudadana porque en su
realización fueron visibles las iniciativas, organización, planeación y desarrollo por parte de
los estudiantes. Así mismo, se resalta el protagonismo ejercido por los niños, niñas y
jóvenes en lo que hacen a través del liderazgo y el dinamismo siempre que haya interés por
algo; el foro estudiantil, tuvo esta particularidad. En dicha actividad se pudo destacar la
64
participación de estos para su desarrollo, en tanto fueron ellos quienes lo propusieron y
establecieron la línea de trabajo que se iba a abordar. El análisis que me permito hacer es
que los educandos si tienen que decir y que proponer con respecto a lo que se vive en la
escuela; la tarea que no se está haciendo como debería hacerse es escucharlos, tenerlos en
cuenta, apoyar sus iniciativas y trabajar conjuntamente para realizarlas. Un modo de
aprender a ser buen ciudadano, expresa Cortina (1997) se logra mediante la participación
del individuo en las comunidades y asociaciones de la sociedad civil.
El interés para la realización del foro obedece a la reflexión que se hace desde el Consejo
Estudiantil sobre la participación y la incidencia de los estudiantes en las decisiones que se
toman. Para este evento, desde su organización hay un llamado decisivo y fraterno al
cumplimiento de las responsabilidades asumidas. El presidente del Consejo Estudiantil
(estudiante de once), es elocuente, respetuoso y sincero al referirse al tema llamando la
atención a sus compañeros en los siguientes términos “nosotros como anfitriones del evento
nos corresponde organizarnos para dejar una buena impresión en el desarrollo del foro y el
impacto que podría tener para el colegio; sabemos que es la primera vez que se realiza en el
colegio esta actividad y esperamos que no sea la última; además, contamos con la visita de
los compañeros de la sedes A y B, de allí que, el trabajo es arduo y requiere del aporte de
todos nosotros para que lo planteado se realice y quedemos bien con todos, empezando por
nosotros mismos”.
Fue directo el mensaje y tuvo impacto en quienes acompañaban en el recinto, gran parte de
los presentes salieron inquietos pensando en el tema con el que el grupo participaría sin
salirse del eje transversal del evento (convivencia y ciudadanía); otros, considerando la
forma de motivar a sus compañeros de grupo para que se hagan participes del evento con
acciones concretas pensadas y socializadas ya sea individual o de manera conjunta; por su
parte los estudiantes más pequeños, me refiero a los niños y niñas de tercero, cuarto y
quinto, al comentar la propuesta en el grupo, contaron con el apoyo permanente de la
docente titular del curso, un aporte importante que favorece el interés de los estudiantes y la
construcción ciudadana a través de la participación consciente en temas comunes a la
escuela; conforme a lo expresado “el tipo de sociedad que necesitamos buscar es una en la
cual los niños aprendan a ser ciudadanos competentes y sensibles por medio de la
participación con adultos competentes y sensibles” (Hart, 1993, p. 6). La ciudadanía es
inherente a la participación, es un proceso que involucra al individuo, al contexto y a las
personas con las que se comparte en un lugar y en un tiempo determinado; la interacción
entre estos elementos aporta a la construcción del ciudadano y a la sociedad que se desea
para el desarrollo de la vida.
De la angustia producida al pensar en que se iba a participar y de qué manera en el foro, se
pasa a un momento de calma y tal vez de tranquilidad cuando hay un trabajo construido de
manera individual, en grupo o con el aporte de algún docente que le interesa lo que pasa
con sus estudiantes, así le ocurrió a tres niños de grado quinto – en su narrativa se les
65
reseña como estudiante uno, dos y tres de acuerdo al orden de intervención -; ellos para el
desarrollo de su ponencia, cuentan en el relato, tuvieron presente, aparte del apoyo de la
directora de grupo, las ideas de sus compañeros de curso, especialmente situaciones que
viven entre ellos y que por los efectos es bueno ponerlas en consideración. La ponencia que
presentaron la titularon “Celebremos la diferencia para una mejor convivencia”, algunos
de sus relatos tienen que ver con la diversidad en donde resalta el estudiante uno que “la
responsabilidad de cada uno de nosotros es importante para reconocernos y entender que
somos diferentes, que debemos respetarnos los unos a los otros tal como somos, que si
queremos conseguir la paz, la diversidad no se debe olvidar, hay que hablar de ella, porque
todos somos diferentes y cada uno puede aportar desde lo que sabe y piensa”; por su parte,
el estudiante dos, agrega que “cada persona es única e irrepetible, nadie es igual a otro en lo
físico o en la forma cómo piensa, menos en lo que quiere y desea para su vida y por eso
debemos respetarnos si queremos vivir en paz”; la presentación la cierra el estudiante tres,
quien hace hincapié en la solidaridad a partir del video “cuerdas”, sobre esto insiste en la
importancia de ayudarnos unos a otros, para él, esta es una forma de aprender a ser
solidarios, ayudarnos entre nosotros permite construir una sociedad en paz porque si
sabemos cuáles son las dificultades que tienen las personas y les ayudamos, ellos pueden
superar los momentos difíciles que viven; de esta manera, puntualiza, estamos aportando a
la paz; termina su intervención diciendo “la paz empieza en casa, en nuestro barrio, en
nuestra escuela, en valorar al otro, reconocer sus virtudes su historia y sus esfuerzos, en
aprender a escucharlos, en aprender a dialogar”.
La interacción en escenarios como el planteado, contribuye con el fortalecimiento de la
educación ciudadana, ella “tiene que estar vinculada con formas de adquisición de
facultades críticas, por parte de las personas, así como de la sociedad, si se quiere que la
escuela se convierta en una fuerza progresista en la incesante lucha de la democracia como
forma de vida” (Giroux, 1993, p.132).
Los estudiantes demandan espacios de participación para expresar de manera crítica la
opinión sobre los problemas que les afecta, no contentos con esto, proponen salidas a los
mismos, se refleja en ello, acciones y anhelos de democracia.
En la narrativa descrita se observa la voluntad de los niños de propiciar el dialogo sobre un
tema crucial inherente al ser humano y la sociedad como lo es la convivencia. Entender que
los seres humanos no estamos solos y que necesitamos el uno del otro para construirnos
como ciudadanos va en sentido correcto hacia la educación ciudadana. Así lo dejan ver los
expositores al expresar sus ideas haciendo participes la familia, el barrio y la cotidianidad
de la escuela en la búsqueda de la paz y la convivencia a través del reconocimiento de la
diferencia, la solidaridad y la aceptación de sí mismo con cualidades y limitaciones.
Conocer el momento histórico que se vive y plantear salidas a las problemáticas que afectan
el desarrollo del individuo son acciones que fortalecen la capacidad crítica en los
estudiantes y su construcción permanente como ciudadanos, lo cual requiere de la
interacción entre pares para pensar en una sociedad que garantice el desarrollo del
66
individuo en cuanto sujeto que forma parte de la comunidad. Los estudiantes en sus
acciones y reflexiones dejan ver la necesidad de que esto sea posible desde la escuela,
cuando los estudiantes de quinto en su ponencia hablan de “la celebración de la diferencia
para una mejor convivencia”, se podría entender como un llamado a que miremos la
sociedad desde otra perspectiva; es decir, una mirada participativa, dialógica e incluyente
que permita las ideas, el conocimiento del contexto y el encuentro de saberes como
elementos que aportan a la educación ciudadana con la cual es más fácil hacer frente a las
situaciones adversas a la convivencia en el ámbito escolar de manera crítica y reflexiva.
Se insiste en la responsabilidad de la escuela en este propósito; la educación ciudadana de
la que habla Giroux, requiere de espacios para que los estudiantes se construyan como
ciudadanos activos a partir de la construcción de relaciones sociales positivas que permitan
bienestar en la institución, estas son conquistas diarias teniendo como estrategia la
participación democrática en todos los niveles de la comunidad con garantía de la escuela
apoyando los procesos e iniciativas estudiantiles, si dentro de sus objetivos está la
construcción de sujetos que se identifiquen con el horizonte y las metas institucionales
planteadas a mediano y largo plazo; dicho esto, “solo puede sentirse parte de una sociedad
quien sabe que esa sociedad se preocupa activamente por su supervivencia, y por una
supervivencia digna”(Cortina, 1997, p.59). La escuela aprende (Santos Guerra, 2006), al
tener en cuenta las voces de los otros; además, se generan mejoras en sus relaciones
sociales, dentro de ellas la convivencia, y de paso contribuye con la construcción ciudadana
fortaleciendo la participación democrática desde las voluntades estudiantiles.
Así como el foro estudiantil generó cambios en los estudiantes al movilizar a la comunidad
educativa en torno a la construcción ciudadana mediante la participación estudiantil; otro
acontecimiento como el plebiscito por la paz estudiantil, hizo su aporte a este propósito.
Los estudiantes del Consejo Estudiantil ven pertinente llevar a la escuela un tema relevante
por la trascendencia que tiene en el orden nacional, de allí que se dan a la tarea de indagar
sobre este tema, aspectos específicos tales como ¿Qué es el plebiscito? ¿Quién lo convoca?
¿Cuál es su importancia? Y discutir la posibilidad de realizar un ejercicio de plebiscito en la
institución. De manera concertada se establece que la consulta se hace individual y luego se
pone en consideración la información recopilada mediante una puesta en escena que dé
cuenta del trabajo realizado; de manera voluntaria una estudiante de grado octavo, se
responsabilizó del asunto y lo asumió como una oportunidad para seguir fortaleciendo la
participación y el liderazgo, acciones que realiza en las actividades en las que se vincula.
En la intervención deja ver su actitud crítica y reflexiva al expresar situaciones como “el
plebiscito es un acontecimiento que nos debería interesar a todos especialmente a los
jóvenes que somos la futura generación, está demostrado que la solución al conflicto que
hemos vivido no es mediante el conflicto armado, el diálogo es la solución”. En plena
exposición preguntó una estudiante de octavo a la expositora, si está de acuerdo con lo que
se está firmando en la Habana, su respuesta es sí, “porque independientemente de los
delitos cometidos por la guerrilla, ellos tienen derecho a otra oportunidad, además es una
67
opción para que las cosas cambien y nosotros como jóvenes no tengamos que vivir lo que
vivieron nuestros padres”; Irrumpe un compañero de clase expresando que “ser malo paga”,
manifiesta “que no es justo que unas personas que han hecho tanto daño no vayan a la
cárcel y se les premie con dinero por dejar las armas”. Además, señala que “las personas de
bien que trabajan todos los días, en especial sus padres, ganan tan poquito, matándose con
lo que les toca hacer, mientras que a los guerrilleros les van a pagar por desmovilizarse, no
es justo”, comenta. En la medida en que se desarrolla la exposición, aumenta la
participación de los estudiantes en el tema, oh sorpresa que la mayoría de los participantes
que intervienen rechazan los diálogos de paz; la expositora es contundente con sus
argumentos y de manera respetuosa expresa a los contradictores que “sus ideas obedecen a
lo que oyen y ven en los medios de comunicación, que esas no son sus ideas”, reitera. El
manejo reflexivo del tema se evidencia cuando la expositora hace una invitación fraterna a
los asistentes “debemos leer el texto de los acuerdo para dejar de decir lo que otros dicen”;
cierra su intervención, insistiendo a sus compañeros “como estudiantes nos corresponde
estar al tanto de lo que ocurre en el país, más si son temas que tienen que ver con los
jóvenes y el futuro del país”.
El estudiante se desenvuelve mejor en temas que generan cierto interés por su relevancia en
la escuela o por su importancia en la nación. Lo que ocurre en la sociedad no es ajeno a las
instituciones educativas, por tanto se requiere desde la escuela poner en contexto a los
educandos sobre la realidad nacional para fortalecer el quehacer institucional y la
construcción de ciudadanía; respecto a los niños, niñas y jóvenes, es tarea de la escuela
acercarse a la lectura que permanentemente están haciendo de la sociedad; así mismo
acompañar sus iniciativas, escuchar sus ideas e inquietudes, porque esto fortalece la
interacción estudiante – escuela, de igual modo aumentan los lazos de identidad al
encontrar espacios que permiten conocer lo que ellos dicen, lo que piensan y lo que se
proponen realizar; estas son maneras de entender su sentir frente a la institución y la
sociedad.
Son responsabilidades compartidas, la escuela propicia espacios reales de participación y
acompaña el proceso de construcción ciudadana; por su parte los estudiantes, utilizan
dichos espacios para el ejercicio de la ciudadanía participando e incidiendo en las
decisiones que se toman. El plebiscito por la paz tuvo esta característica, no contentos con
indagar y discutir sobre el tema, tanto en los estudiantes como en los docentes,
especialmente del área de Ciencias Sociales, Ética y Religión, se observó el interés de
vivenciar este mecanismo de participación en la escuela, el cual se realizó el 8 de
septiembre, un día antes del foro estudiantil; es así que se pregunta ¿apoya usted un pacto
de no agresión, respeto y valoración del otro, comprometiéndose con acciones de paz en
todos los lugares donde se encuentre? El ejercicio movilizó a la institución por ser la
primera vez que esto se presentaba; asimismo, por el respaldo y la reflexión que los
estudiantes hacen al respecto.
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Algunas de las consideraciones de los estudiantes cuando se les preguntó porque participó
en el plebiscito son:
“yo voté porque tengo fe que viviremos en paz en algún futuro no muy lejano y que todo
cambiará para bien”.
“dije si al plebiscito, porque la propuesta es uno de los pasos para alcanzar la paz, para así
tener una buena y mejor sociedad; para lograr esto, como ciudadana me comprometí al
marcar sí, a mantener acciones de paz para mantener en orden la sociedad”.
Hay interés de los estudiantes sobre lo que pasa en la sociedad porque esos acontecimientos
de alguna forma trascienden la escuela, las decisiones que se toman en la nación afectan a
futuro su estilo de vida, el ideal es que sea para mejorarla; ahora bien, si a la escuela le
interesa la construcción de ciudadanos, la generación de espacios se convierte en
herramienta fundamental para la consecución de este propósito de tal modo que los jóvenes
al salir tomen las decisiones adecuadas para aportar sustancialmente a la mejora de la
sociedad de la que forman parte.
Así como los estudiantes se interesan por algunos temas, hay otros a los que poca atención
le dan, entre otras cosas porque las decisiones ya están dadas, es el caso del Manual de
Convivencia; generalmente hay cierto distanciamiento respecto a la norma porque no la
conocen, no han sido convocados para su construcción o van en contravía de sus gustos e
intereses. Desde el Consejo Estudiantil se generaron las motivaciones para que se
propiciaran los espacios por medio de los cuales lo establecido en este documento sea
reconocido y practicado como debe ser. El punto de partida es saber que contempla el
escrito, especialmente la información relacionada con los estudiantes; la tarea fue leer,
socializar y plantear puntos de vista u opiniones respecto a las normas de convivencia;
luego de esto se concluyó que es responsabilidad de todos conocer la normatividad por las
que se rige la institución y la importancia de cumplirlas para una mejor convivencia; “no
solo debemos quedarnos en conocer las normas y cumplirlas”, expresa la personera
estudiantil (estudiante de once) que acompañó este proceso, “es importante participar en
los ajustes anuales que se hacen al manual de convivencia de no ser así seguiremos
haciendo lo que otros dicen ¿y la voz de nosotros qué? Si queremos aportar a esto
necesitamos saber sobre lo que está escrito para participar en la construcción de normas que
no vayan en contra de lo que a nosotros nos gusta”, concluye. Aunque la incidencia de los
estudiantes en este proceso no se dio en el momento, las acciones realizadas contribuyeron
para tener en cuenta su participación en los asuntos que les atañe en la escuela, en especial
la convivencia. Más que aportes al Manual de Convivencia, en el imaginario de algunos
estudiantes está la importancia de incidir en la construcción de la norma y el conocimiento
de la mismo para que se cumpla y mejoren las relaciones convivenciales en el colegio.
No hay mejor referente para la construcción de ciudadanía que la participación; interesarse
por el destino de la sociedad, en este caso la escuela, es una expresión de la participación de
los estudiantes en la vida social que se desarrolla en el ámbito escolar; este es precisamente
el escenario del ciudadano activo. Para Magendzo (2004), el ciudadano activo tiene la
69
obligación de participar en la construcción del Estado, en el fortalecimiento de la sociedad
civil y en el ejercicio activo de la ciudadanía para edificar, fortalecer y mantener el anhelo
democrático. La labor realizada con el Consejo Estudiantil se acercó un poco a este
propósito puesto que el estudiante es consciente de que forma parte de un colectivo que lo
acoge; por tanto, espera de él, contribuciones que redunden en mejoras mediante la
participación en los escenarios a que haya lugar.
Frente al particular, se visibilizan los cambios y la importancia de este organismo en el
colegio. Se mantiene la elección y el funcionamiento del Consejo Estudiantil por sedes (A y
C) y jornadas (mañana y tarde), lo que se empezó a implementar a partir del 2017, son los
encuentros del Consejo Estudiantil Institucional; es decir, se organizó un plan de trabajo
teniendo en cuenta las particularidades de cada sede y jornada el cual se complementa con
el trabajo que se estableció teniendo en cuenta las demandas del colegio. Los encuentros
con los estudiantes se realiza dos veces por semestre con el objetivo de evaluar el trabajo
desarrollado por sede y a nivel institucional, todo apuntando a la interacción y el trabajo en
equipo para fortalecer la participación y la construcción de ciudadanía en los estudiantes.
Con relación al desplazamiento para los encuentros estudiantiles, la institución garantiza los
gastos de movilidad, los niños, niñas y jóvenes son acompañados en el recorrido por un
profesor que nuevamente lleva a los estudiantes a su sitio de origen.
Tal como se dijo antes, la situación descrita se convierte en ganancias por porte de los
educandos tal vez por las acciones y decisiones promovidas las cuales contribuyen en cierta
medida con el mejoramiento de la participación estudiantil y la democracia en la escuela.
En consonancia con lo anterior la profesora de Ética expresa que el trabajo realizado con el
Consejo Estudiantil ha permitido:
“[...] Durante estos dos últimos años en el Colegio Villas del Progreso se ha venido
trabajando de manera un poco más organizada la elección del Gobierno Escolar en este
caso más concreto la elección del Consejo Estudiantil, esto se ha logrado gracias al apoyo
en gran parte de los Docentes que lideran dicho proceso en este caso los docentes del Área
de Ciencias Sociales quienes desde sus clases han hecho grandes aportes en la construcción
de ciudadanos políticos y Democráticos. Los resultados que se han evidenciado con los
estudiantes son los siguientes:
1. Estudiantes que internamente se organizan para analizar las problemáticas que se
presentan en el diario vivir en la institución y cómo poder dar posibles soluciones a
las mismas.
2. Formación en su mayoría de alumnos críticos y proponentes que conocen sus
realidades políticas y ciudadanas y hacen sus aportes para construir una mejor
convivencia
3. Se apropian de los espacios en los cuales pueden participar no solo dentro de la
institución sino en otros contextos diferentes de la localidad y la ciudad.
4. Se ha generado conciencia en los estudiantes sobre su papel como integrantes de
una comunidad educativa y a futuro como ciudadanos políticos.
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5. Estos espacios han permitido que los estudiantes se autorregulen, autogobiernen y
creen sus propias normas y estamento en beneficio de toda la comunidad educativa.
Además de autoevaluar el proceso de participación de cada uno.
Es importante tener en cuenta que esta formación se da poco a poco, ya que algunas en
ocasiones se muestran apáticos frente a lo que tenga que ver con lo político y lo social.
De igual manera se hace necesario en las elecciones que exista una mejor preparación para
los candidatos que desean participar y además que los electores tomen conciencia de que no
es sólo votar por el que más me gusta o porque es mi amigo sin tener en cuenta su perfil de
candidatura, realizando reflexiones frente a al papel del elector, para no caer en el error de
seguir eligiendo por salir del paso sino tomarlo con madurez y autonomía ya que por quien
vote es quien está representando mis ideas durante su mandato o tiempo de gobierno.
También como electores realizar seguimiento a las campañas propuestas por los
candidatos para que estas en realidad se lleven a cabo.
Se hace necesario desde las centrales en este caso Personería, Contraloría y la misma
Secretaria de Educación asignen más tiempo para este proceso dentro del Gobierno Escolar
ya que por los tiempos que se han venido acortando para la elecciones, los jóvenes que
quieren participar deben correr para elaborar sus propuestas y darlas a conocer y en su
mayoría no hay el tiempo para hacer una revisión de sus propuestas orientadas por los
docentes”.
El llamado es urgente para que en la escuela los procesos se desarrollen de manera
participativa, es importante atender la voz del ciudadano estudiante, ellos traen consigo un
saber que se podría fortalecer desde el aula de clase, y de esta manera ubicarlos de nuestro
lado para que los cambios académicos, convivenciales y ciudadanos se construyan entre
todos y no como sigue ocurriendo que el profesor es el que sabe, ordena y decide, por su
parte el estudiante obedece, calla, repite; puesto que esto poco contribuye con la formación
del ciudadano crítico, participativo, propositivo y democrático que la sociedad requiere;
por el contrario se sigue haciendo lo que conviene al sistema: ofrecer una educación para
que no se enseñe a pensar, conocer y criticar de manera coherente la situación que se vive
en el país, generada en parte por los gobiernos aferrados al poder y a sus intereses de
gremio; para ellos es inaceptable la formación del ciudadano activo por su actitud de
involucrarse en todo lo que le afecta con propuestas que si se tienen en cuenta, podrían
generar cambios que beneficien a todos y no a unos como ocurre en la práctica. Esto es un
reto para la escuela que amerita ser analizado y puesto en práctica teniendo en cuenta el
ejercicio democrático que desarrolla, siempre que haya interés en la participación y la
formación ciudadana como referentes para la construcción de ambientes democráticos que
propicien la convivencia y la construcción de ciudadanía.
La participación estudiantil, la democracia en la escuela, así como la ciudadanía activa,
adquieren cada vez más relevancia en el contexto escolar y su fortalecimiento depende de la
71
conquista de los espacios que permitan la práctica efectiva de ellos mediante la interacción
entre estudiantes, docentes y comunidad educativa en general. Es esto, el soporte para
trabajar en función del ciudadano que la escuela y la sociedad demandan para su
transformación.
72
CAPÍTULO 4. CONCLUSIONES
La presente investigación tuvo como principal objetivo identificar las formas de
participación de los estudiantes y su incidencia en la construcción de ciudadanía y cultura
democrática. En este proceso fue importante la implementación de la unidad didáctica
como estrategia metodológica que permitió la participación de los niños, niñas y jóvenes
miembros del Consejo Estudiantil del Colegio Villas del Progreso, ubicado en la localidad
de Bosa; así como el desarrollo de acciones y procesos reflexivos en los estudiantes.
Es importante resaltar que dentro de la investigación se abordaron las categorías:
participación, democracia y ciudadanía, las cuales se aprenden entre otros, en el escenario
escolar, como espacio de formación que la sociedad ha definido y del cual demanda
ciudadanos democráticos, participativos y productivos; se debe agregar que, para ampliar la
idea que se tenía de las categorías mencionadas se hizo un ejercicio de estado del arte, el
cual permitió comprenderlas un poco más y especificarlas para su estudio respectivo. La
participación como categoría de análisis fue el punto de partida para el desarrollo del
trabajo con los estudiantes, porque a partir de esta los estudiantes podrían identificar
distintas formas de participación, plantear sus ideas respecto de la misma en el colegio y,
hacer reflexiones en torno de la toma de decisiones como principal factor en el ejercicio de
la participación, de manera que se sintieran protagonistas al interior de su colegio.
La participación adquiere sentido en tanto que sea comprendida y vivenciada como derecho
y deber por todos y todas, porque las acciones y decisiones inciden o deberían incidir en la
vida individual y colectiva; sin embargo, la escuela ha descuidado en el proceso de
socialización la formación en y para la participación, dedicándose al adoctrinamiento
político y la reproducción de la cultura hegemónica, y por ello mismo, la democracia y la
ciudadanía tampoco son la prioridad en el escenario escolar; ya que no es tan necesario la
formación de ciudadanos críticos que defiendan sus derechos y movilicen procesos de
intervención en sus comunidades.
La democracia es un proceso en construcción que requiere un cambio en las relaciones al
interior de la escuela, para que sean más horizontales (entre docentes y estudiantes) y
promuevan espacios para la toma de decisiones, el establecimiento de acuerdos entre todos
los miembros de la comunidad educativa y el mejoramiento de la comunicación, para el
beneficio de la comunidad y la transformación de la escuela; por tanto, democracia y
participación son dos conceptos y procesos que se interrelacionan y se fundamentan en el
desarrollo de la autonomía, la solidaridad, el trabajo en equipo, la horizontalidad en la
relaciones que muy poco se evidencian en la escuela; ocurre que los estudiantes solo se les
reconoce su participación en los procesos de conformación de los gobiernos escolares y las
instancias de participación al inicio de cada año, pero no se les permite o no son valoradas
las iniciativas que presentan a través de sus representantes en el Consejo Directivo o en el
Consejo Estudiantil , porque se considera que no tienen mucho que aportar, que solo están
para aprender y sus conocimientos no son válidos o importantes.
73
La tercera categoría, es la ciudadanía, que se relaciona con el bienestar general, el trabajo
colectivo, la lucha por los derechos, y por tanto, involucra la participación democrática.
León & Pulgarín identifican al ciudadano activo que se caracteriza por su interés en los
asuntos de la comunidad, y que no nacen, se forman para transformar su realidad; de
manera que la escuela debe aportar en el desarrollo de las habilidades, los valores y las
competencias para que los estudiantes puedan contribuir en la intervención de sus contextos
familiares, escolares y barriales. En la escuela hay que suscitar el fortalecimiento de la
identidad institucional, que el estudiante se apropie de su colegio y se le permita participar
en la búsqueda de soluciones a los problemas que al interior de este se viven, que aprenda a
vivir y convivir en comunidad, para que el ejercicio de la ciudadanía sea verdadero y no se
limite a la participación en elecciones, sino que se evidencie en los procesos de
reivindicación de los derechos y en la consecución del bienestar colectivo.
Para abordar el proceso de investigación se definió el enfoque cualitativo, el método
etnográfico y el grupo focal como técnica de investigación; para lo cual se diseñó y
desarrolló como estrategia metodológica una unidad didáctica que se aplicó con los
dieciocho (18) miembros del Consejo Estudiantil del Colegio Villas del Progreso, sede C,
jornada mañana, abordando inicialmente las tres categorías (participación, democracia y
ciudadanía) haciendo uso de la entrevista grupal semiestructurada y permitir generar un
espacio de discusión colectiva que fuera transformándose en un escenario para proponer
iniciativas entre los estudiantes, que les hiciera ganar confianza en sí mismos, desarrollar
liderazgo y reflexionar sobre sus acciones y su entorno.
Así mismo, como parte del proceso de investigación se plantea que para posibilitar el
desarrollo de habilidades cognitivas, axiológicas y éticas en los estudiantes, es necesario
trabajar procesos de innovación en la escuela que rompan con lo convencional y viabilicen
otras formas de asumir el acto educativo, que favorezcan la motivación, el interés y la
curiosidad de los estudiantes y, se generen cambios en el contexto educativo. De manera
que, este trabajo apostó por ser una propuesta de intervención que permitiese a los
educandos descubrir otras posibilidades al interior de la escuela, en las cuales pudiesen
expresar sus ideas, indagar, proponer y realizar distintas acciones que les facilitaran nuevos
espacios de participación, el reconocimiento de sus habilidades, la interacción con sus
maestros y pares; a través del trabajo individual y colectivo, la discusión, el respeto a la
palabra, la diferencia de ideas; donde ellos mismos, fuesen partícipes de sus procesos de
aprendizaje y se transformasen las relaciones educador – educando.
Hay que señalar que a propósito de la experiencia desarrollada con los estudiantes, para el
análisis de las categorías se tuvo en cuenta que de acuerdo con el contexto donde se
desarrolló el trabajo –escolar-, las categorías fueron tomando un enfoque claro:
participación estudiantil, democracia en la escuela y ciudadanía activa.
Con relación a la participación estudiantil, es importante entender lo que significa en la
escuela por ser esta, uno de los escenarios donde se hace el ciudadano y se ejerce la
ciudadanía; por tanto, reflexionar sobre la forma como se evidencia, se piensa y se práctica,
74
es una labor de la comunidad educativa en su conjunto. Frente al trabajo realizado con el
Consejo Estudiantil, se pudo observar diferentes maneras de verla y en algunos casos las
expresiones dejaron ver un mayor grado de conceptualización en los estudiantes. Acorde
con lo anterior, la participación era percibida por ellos como “levantar la mano o pedir la
palabra”, “es involucrarse, aportar ideas e iniciativas a un proyecto y además, ayudar para
hacerlo posible”.
En la medida en que se avanzó en las actividades propuestas dentro de la unidad didáctica,
fue posible considerar que la participación tiene sentido cuando hay interés de los
individuos de asumir responsabilidad sobre su realidad y toma relevancia en el momento
en que se apoya y se fortalece desde el hacer, el liderazgo estudiantil y el trabajo entre
todos. El foro: “construyendo ciudadanía se aporta a la paz”, contribuyó con el
fortalecimiento de las actitudes descritas, especialmente el liderazgo estudiantil, siempre
que los estudiantes planearon, llevaron a cabo y finalmente realizaron la evaluación del
evento en cuestión. El foro, además de ser un espacio propicio para ejercer la participación
se convirtió en el escenario donde los estudiantes manifestaron las inquietudes y
preocupaciones por los factores que afectan la convivencia y los procesos académicos en la
institución, al identificar problemáticas como el bullying, la contaminación ambiental, el
consumo de sustancias psicoactivas, entre otras.
Algo parecido sucede también con el trabajo en equipo, este fue otro de los aspectos de
gran importancia que coadyuvó con la participación en cada una de las actividades
desarrolladas. A partir de la interacción entre pares, independientemente de la edad y el
grado en el que se encontraba el estudiante; con el trabajo en equipo se ganó experiencia,
conocimientos y se construyeron propuestas que de alguna forma permitieron
complementar la manera de vivenciar, y pensar la participación en la escuela. Conforme a
lo planteado, por medio de este tipo de estrategia, los estudiantes se comprometieron con
las actividades desarrolladas; así mismo, establecieron acuerdos para enriquecer la
propuesta de trabajo, situación que aumentó la participación en el colectivo estudiantil
generando la posibilidad de crecimiento personal desde los aciertos y desaciertos en las
acciones y decisiones tomadas. Caso concreto de lo anterior fue la integración de los niños
de primaria; así como los jóvenes de aceleración con los estudiantes de bachillerato; allí no
hubo reparos, tampoco negativa para el trabajo en equipo, por el contrario hubo aportes a la
realización de las actividades propuestas desde las capacidades de cada quien.
Por lo que se refiere a la participación se puede decir que está en relación con lo que afecta
la vida de las personas, la acción de participar fortalece el liderazgo y genera sentido de
pertenencia hacia el contexto, ya que de alguna forma lo que sucede alrededor de los
individuos, afecta la cotidianidad de todos los que interactúan en un espacio determinado.
La escuela, espacio vital de construcción del sujeto participativo, es trascendente, siempre
que posibilite la incidencia de los estudiantes en las decisiones que se toman. No obstante,
el trabajo realizado por algunos educandos del Consejo Estudiantil, se afectó a raíz de las
exigencias e impedimentos propios de una disciplina académica; a pesar de esto, el proceso
75
avanzó y la situación descrita, generó reflexión, con lo cual se aumentó el liderazgo
estudiantil mediante la búsqueda de la mejor solución posible para llegar a buen término
frente a las tareas y responsabilidades adquiridas individual y colectivamente.
En cuanto a las manifestaciones y los cambios suscitados por los estudiantes a propósito de
la participación, vale la pena retomar el compromiso que el colectivo estudiantil asumió
tanto grupal como institucionalmente en las actividades realizadas; de igual modo, es de
anotar que las iniciativas de los niños, niñas y jóvenes se convirtieron en un elemento que
fomentó la participación al ser escuchados y tenidos en cuenta por su relevancia en el
contexto escolar; así mismo, las decisiones y el liderazgo estudiantil, son virtudes del sujeto
participativo que la sociedad requiere y si la escuela se lo propone, puede contribuir con su
formación permitiendo espacios reales que le aporten a su construcción; por último están el
trabajo en equipo que bien orientado puede contribuir en la construcción de mejores
ciudadanos con sentido de solidaridad e interés por el otro, teniendo como referente la
escuela, espacio socializador o de interacción social y; el concepto de participación que fue
tomando sentido en la medida en que el estudiante reconoce otras acciones que están dentro
de ella; así por ejemplo, participar también es asistir a salidas pedagógicas, pertenecer al
grupo de danzas, de teatro, involucrarse en disciplinas deportivas, proponer salidas a las
problemáticas que afectan la vida escolar, elegir y ser elegido, entre otros aspectos.
Por lo que se refiere a la democracia en la escuela, conviene señalar que es uno de los
escenarios propicios para entender los procesos democráticos a nivel local, nacional y
mundial. Desde allí se aporta a la construcción del ciudadano activo a través de la
interacción social que posibilite el bienestar de la comunidad en general. No obstante, las
acciones, relaciones y decisiones que reproduce la escuela poco contribuyen con el
fortalecimiento de la democracia y la formación de sujetos democráticos, porque las
decisiones se toman de manera unilateral sin tener en cuenta a los estudiantes, no se tienen
en cuenta sus ideas o son subvaloradas y a su vez, esto se ve reflejado en las relaciones de
verticalidad entre profesores y estudiantes, al igual que entre directivas y estudiantes.
Acorde con el trabajo realizado, se podría decir que la construcción de escuelas
democráticas tiene varias implicaciones, entre estas sobresalen: priorizar en la práctica e
interacción de la comunidad educativa de manera participativa en los procesos académicos
y convivenciales, que se desarrollan en las instituciones escolares; utilizar el diálogo como
instrumento generador de confianza en las relaciones docente – estudiante; reflexionar
sobre la forma como se toman las decisiones que generalmente afectan a los estudiantes, en
tanto estas tienen el aval y cuentan con la aprobación de los profesores. A su vez, dicha
reflexión debería conducir a la acción por parte de los estudiantes, apuntando hacia los
procesos participativos y la formación del ciudadano en el contexto escolar.
Ahora bien, considerando las particularidades que identifican a cada una de las
instituciones educativas, es decir, las prácticas, costumbres, procesos de participación,
hábitos que determinan un estilo de vida y las acciones que se desarrollan al interior de las
76
mismas, las cuales están en relación con la democracia, cuyo propósito es fomentar la
participación en la escuela, conviene generar cambios sociales, culturales y políticos que
involucren a todos sus miembros, especialmente al educando, puesto que es el sujeto en
proceso de construcción. Al respecto, cabe anotar que los estudiantes tienen mucho que
aportar al fortalecimiento de la democracia, esto se observó a través de las ideas, acciones y
decisiones asumidas frente a los procesos que se llevaron a cabo en el contexto escolar
(participación, convivencia, toma de decisiones, procesos académicos, etc.) los cuales se
constituyeron en motivo de reflexión por el impacto en el entorno y por el interés que
suscitaron en los participantes. De lo anterior se puede inferir que la escuela está en
correspondencia con la comunidad educativa, esto implica favorecer los encuentros que
posibiliten la construcción ciudadana a partir de la discusión, reflexión y salidas a las
problemáticas que afectan la cotidianidad escolar; por ejemplo, el cuestionamiento de los
estudiantes al proceder del profesor, las dificultades para acceder a espacios de interacción
social y la discusión de propuestas sobre temas de interés colectivo, entre otros.
Algo parecido sucede con la democracia, de ella se podría decir que es un quehacer
permanente relacionado con la vida de las personas ya que está implícita en las acciones y
decisiones que se toman permanentemente. Los estudiantes relacionan la democracia con la
participación, el voto, la representación, el gobierno; de igual modo, las acciones y
decisiones que se toman. Pero también, la democracia está en relación con luchar por un
ideal, con la convivencia, pensar en el ser, en el hacer y en el estar con el otro; así mismo,
ellos la relacionan con la libertad de expresión, priorizando en ser distinto y pensar distinto,
con incidir en la toma de decisiones como ciudadanos dentro y fuera del contexto escolar.
La instancia de participación con mayor acogida en la institución para los educandos es el
Consejo Estudiantil porque se vivencia la democracia en la toma de decisiones, los
acuerdos son concertados entre todos, las opiniones diferentes son tenidas en cuenta para
enriquecer las ideas, y lo acordado beneficia a la mayoría. Además, por medio de este
organismo de participación se fortaleció el liderazgo estudiantil el cual se evidenció en la
interacción de los educandos que entre otras cosas generó cambios sustanciales en la
comunidad educativa, por ejemplo, el foro estudiantil, que fue el resultado de procesos y
construcciones colectivas que posicionaron las ideas e intereses propios frente a la
participación y la democracia en la escuela.
La democracia en la escuela se construye entre todos con acciones que trascienden los
ejercicios electorales al reconocer actividades participativas que la fortalezcan, es el caso de
la interacción entre estudiantes, la organización de eventos en los que ellos son los
protagonistas, pertenecer y participar en actividades que les interesa ya sean deportivas o
culturales y su incidencia activa en la toma de decisiones. Así que, los cambios en los
procesos democráticos requieren de la participación de la comunidad educativa, cuyo
objetivo central son los estudiantes porque son mayoría en la escuela y son los ciudadanos
77
en construcción que requieren del acompañamiento de un adulto que para el caso de la
escuela es el docente.
Acerca de la ciudadanía activa, su construcción es condición fundamental de la
participación del individuo en el escenario de lo público, este proceso tiene asidero en la
escuela puesto que las vivencias que en ella ocurren, pueden permitirle al estudiante irse
construyendo como ciudadano para interactuar en la sociedad a la que pertenece y de la
cual forma parte. La escuela es una de las instituciones que conecta al estudiante con la
sociedad por su papel de acercar al educando a un saber específico o universal, y por ser
uno de los escenarios que podría posibilitar la construcción de ciudadanos mediante la
participación democrática de los niños, niñas y jóvenes en las acciones y decisiones que se
desarrollan en el contexto escolar.
Como se ha dicho antes, la participación, la democracia y la ciudadanía, encuentran en la
escuela el fundamento para su construcción y fortalecimiento permanente. Aporta a la
construcción ciudadana cuando reconoce a la persona en su individualidad, al considerar
los ritmos de aprendizaje propios de cada quien y al generar espacios donde los estudiantes
participen en lo que les interesa y beneficia. Una forma de practicar la ciudadanía en el
ámbito escolar se expresa cuando el estudiante se involucra en el contexto donde pasa gran
parte de la vida al identificarse con un colectivo con el que interactúa poniendo en
consideración sus actitudes, valores, modos de ser y estar con los demás. En efecto, este
escenario conviene a la construcción del ciudadano activo al comprender, según Hart, lo
que se quiere cambiar y la forma de participar en el cambio. El trabajo realizado con el
Consejo Estudiantil se acercó un poco a este propósito, puesto que el estudiante es
consciente de que forma parte de un colectivo que lo acoge; por tanto, espera de él,
contribuciones que redunden en mejoras mediante la participación en los escenarios a que
haya lugar.
También es importante resaltar que la construcción de ciudadanía es un acto convidado. El
hecho de estar o ser parte de un grupo, es condición fundamental para que los individuos se
vinculen en los procesos que se desarrollan en doble sentido: a través de acciones
proactivas que permitan mejorar las relaciones dadas; y de manera personal, nutrirse de los
saberes, así como de las experiencias de los demás. Se debe agregar que aportaron a la
construcción de ciudadanía en los estudiantes el plebiscito por la paz, el foro estudiantil, los
aportes de los estudiantes al manual de convivencia, las contribuciones del Consejo
Estudiantil al documento del proyecto de democracia, porque en la realización de las
actividades descritas, fueron visibles las iniciativas, organización, planeación y desarrollo
por parte de ellos. Al mismo tiempo, el trabajo realizado permitió concluir que ser
ciudadano es sentirse parte de una institución y que esta institución tiene su propia
estructura que se debe conocer puesto que es responsabilidad del individuo aportar a su
mejora o transformación.
78
Por todo esto se podría decir que, la ciudadanía es inherente a la participación, es un
proceso que involucra al individuo, al contexto y a las personas con las que se comparte en
un lugar y en un tiempo determinado. Retomando los términos contexto e individuo, entre
la escuela y los estudiantes hay responsabilidades compartidas, la escuela es conveniente
que propicie espacios reales de participación y acompañe el proceso de construcción
ciudadana; mientras que, los estudiantes, sería bueno que utilizaran dichos espacios para el
ejercicio de la ciudadanía participando e incidiendo en las acciones y decisiones que se
toman.
Por todo esto, es importante considerar que la participación estudiantil, la democracia en la
escuela y la ciudadanía activa, por su incidencia en la escuela son categorías susceptibles de
reflexión, por varios factores: el tipo de ciudadano que se desea formar, por los cambios
suscitados en la sociedad y por la dinámica propia de cada contexto educativo. De allí que
la investigación no se agota en este punto, en tanto la participación es fundamental para los
cambios y/o transformaciones que la sociedad requiere de tal modo que se garantice lo que
no existe –principio de democracia- y en cuyos cambios los protagonistas sean los
estudiantes como ciudadanos en construcción puesto que van a asumir decisiones de
manera personal y social donde quiera que desarrollen su vida.
79
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83
ANEXOS
Los anexos que a continuación se presentan fueron el insumo para indagar respecto a las
categorías de análisis; es decir, participación estudiantil, democracia en la escuela y
ciudadanía activa. Dentro de los registros se encuentran: la entrevista que se trabajó con los
niños, niñas y jóvenes del Consejo Estudiantil, talleres, diarios de campo, fotografías, entre
otros. Dicha información fue de gran importancia para la consecución del trabajo
presentado.
Encuesta
Objetivo: identificar el concepto que los estudiantes tienen de participación, democracia y
ciudadanía mediante la aplicación de encuesta donde se indague sobre las categorías
mencionadas para entender su relevancia individual y socialmente.
Metodología: el docente explica el objetivo del taller y la importancia de la participación,
la democracia y la ciudadanía, siempre que el ideal es, construir una sociedad mejor a
través de la incidencia de ciudadanos participativos y democráticos.
El taller se desarrolla en dos momentos con los educandos del Consejo Estudiantil del
colegio Villas del Progreso IED; después de cada sesión se hace la socialización del trabajo
y se complementa la conceptualización a través de consulta, espacios que posibiliten
aprender a participar participando, etc.
Tiempo: una hora y treinta minutos por sesión.
Primera Sesión
¿Qué es participación? - Dar una opinión cuando estemos metidos en un determinado grupo de personas
(estudiante de cuarto).
- Es cuando por ejemplo uno pide la palabra alzando la mano (estudiante de quinto).
- Es la influencia que uno tiene en la institución aportando o apoyando en ella
(estudiante de grado sexto).
- Es una intervención en un asunto, es la opinión que una persona tiene frente algo.
(estudiante de séptimo).
- Participar es dar a conocer un punto de vista u opinión respecto a un tema
(estudiante de octavo)
- Es participar en algo dar opciones y como buen alumno compartirlos para poder
resolverlo todos y poder darle solución y para no permitir la violencia o del tema
relacionado (estudiante de noveno).
- Es participar en cosas colectivas de nuestra institución (estudiante de décimo).
- Es la acción en su defecto tomar o recibir parte de algo para nombrar a la capacidad
de involucrarse en la política del país o de un colegio institución, etc. (estudiante de
décimo).
- Es aquella donde puede ser oídas nuestra opinión o decisiones (estudiante de once).
- Es involucrarse en algo y aportar alguna idea, o iniciativa para que ese proyecto o lo
que sea que se planee sea realizado, ayudar para hacer eso posible (estudiante de
once).
¿Cuáles son las instancias (institución, organismos) de participación escolar?
- Son la jornada completa y Paziando (estudiante de cuarto).
- Participación democrática, participa democráticamente para tener una organización
estudiantil donde se pueda ver un líder en cada quién (estudiante de quinto).
- Consejos (estudiante de sexto).
- Consejo Directivo, Consejo Estudiantil, Contraloría, Personero (estudiante de
séptimo).
- Son donde podemos convivir mejor con otros compañeros como 40x40 u otros tipos
de deportes para nosotros (estudiante de séptimo).
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- No entendí esa pregunta (estudiante de octavo).
- Dialogar con todo el curso y hacer que ellos reaccionen o reflexionen de lo que está
mal (estudiante de noveno).
- Se ven de varias formas dependiendo de la democracia como se maneja, son las
siguientes: Consejo de padres, Consejo Estudiantil, Secretaría de Educación,
Coordinación, Orientación, Personero, Contralor (estudiante de décimo).
- El Consejo estudiantil, Personero, el Contralor, Representante de curso (estudiante
de once).
- El Consejo Directivo, académico y lo más importante todas y todos los estudiantes
y personas que conforman la institución (estudiante de once).
¿En qué actividades participa en el colegio?
- Yo participo en ayudarle a los profesores a tener más orden en el salón y a barrer o
hacer que cada niño recoja papeles (estudiante de cuarto).
- Elaboración de normas derechos y deberes, convivencia, integridad y los principios
educativos (estudiante de quinto).
- Participo en clan y en Compensar (estudiante de sexto).
- Por el momento en ninguna (estudiante de séptimo).
- Participo en lo de 40x40 en el Consejo Estudiantil y en la participación de
aprendizajes (estudiante de séptimo).
- En las que sea posible: izadas de bandera, día del idioma, bailes, reuniones,
canciones, etc. (estudiante de octavo).
- Por el momento solo en la labor de que escuchen al estudiante si es necesario y se
cuenta el respeto a los docentes (estudiante de noveno).
- En actividades de convivencia, concientización y lo beneficio para los estudiantes
(estudiante de décimo).
- Participo en IDRD, pues es deporte y participamos activamente, y en el Consejo
estudiantil como Representante de curso 8estudiante de once).
- Participo en IDRD en robótica y ayudando algunas veces a profes haciendo
carteleras y murales (estudiante de once).
¿En qué actividades institucionales le gustaría participar?
- En el manejo de los materiales disponibles que nos brinda el colegio (estudiante de
cuarto).
- A mí en realidad me gustaría participar en el colegio con el orden del refrigerio y
con las horas del descanso para que los niños y niñas de quinto no se pasan para el
otro patio porque los grandes le quitan las onces o los niños salen lastimados
(estudiante de quinto).
- En el uso de espacios y materiales otorgados por la institución (estudiante de sexto).
- Representante, Contralor (estudiante de séptimo).
- En la danza y teatro (estudiante de séptimo).
- En los centros de interés, dinámica los sábados estudiante de octavo).
- Me gustaría participar en campeonatos si se hicieran, en servicio social en
coordinación (estudiante de noveno).
- Me gustaría participar en más salidas a bibliotecas y/o centros culturales que nos
beneficien en nuestra labor educativa (estudiante de décimo).
- Me gustaría participar en las decisiones de la institución (estudiante de once).
- Las que tengan que ver con una mejor enseñanza dentro y fuera de la institución
como por ejemplo ir a conferencias con Universidades (estudiante de once).
¿Cree usted qué hay factores que dificultan la participación en el colegio?
- Los factores que dificultan la participación en el colegio son que los de la mañana
para ir al cuarenta se entran por la misma puerta de la tarde y se dificultan las cosas.
Se ponen a discutir y terminan en mal comportamiento (estudiante de cuarto).
- Sí, por ejemplo la timidez o miedo a que le digan cerebrito (estudiante de quinto).
- Sí estudiante de sexto).
- La voz de los estudiantes los cuales no participan por inseguridad o simple
desinterés (estudiante de séptimo).
- Sí, si los hay, porque algunas personas tienen miedo a decir sus opiniones pues
piensan que porque dijo lo van a criticar (estudiante de séptimo).
- La indisciplina, el desorden, la falta de interés en algunos temas, el irrespeto a las
ideas de los demás (estudiante de octavo).
- No creo que hayan factores que dificulten la participación en la institución, antes
85
creo que ellos son los que nos influyen a que participemos (estudiante de noveno).
- Sí hay factores que las dificultan, como falta de participantes, en su defecto los
estudiantes, el 20% participa y el 80% no (estudiante de décimo).
- Sí, ya que el no tener el conocimiento adecuado sobre ciertos temas podría dificultar
la participación de los estudiantes (estudiante de once).
- Muy pocos por que los jóvenes y los chicos tenemos el derecho a ser escuchados
pero a la mayoría le da temor presentar sus opiniones (estudiante de once).
¿Le gustaría pertenecer a un grupo de trabajo sobre derechos humanos en el colegio? Si,
No, por qué?
- No, pues ni conozco de él (estudiante de cuarto).
- Sí, porque me gusta peliar por los derechos de los alumnos o estudiantes (estudiante
quinto).
- Sí, porque podríamos llegar a una gran meta dependiendo el trabajo que se realice y
así instruirnos nosotros y a nuestros compañeros (estudiante de sexto).
- Sí porque lo que hacemos o hagamos acá en el colegio no nos afectará en nada, al
contrario nos ayudaría a todos ser buenas personas (estudiante de séptimo).
- Sí, porque me gustaría saber sobre el tema para dar ejemplo (estudiante de séptimo).
- No, puesto que en nuestra institución los derechos humanos son algo que no se viola
(estudiante de octavo).
- Si me gustaría ya que podríamos conocer mejor hasta donde llegan nuestros
derechos y a donde empieza el de las otras personas y concientizarnos más
(estudiante de noveno).
- No, porque son muy pocos los jóvenes o mejor dicho son muy pocos los estudiantes
que quieren hacer valer su derecho al estudio y sería un poco hipócrita porque en el
mundo en el que vivimos, todas las verdades las esconden y nos distraen con
mentiras (estudiante de décimo).
- Sí porque me parece que los derechos son fundamentales, es decir, muy
importantes para cualquier institución, país, fundación o religión (estudiante de
once).
- Sí, porque en mi opinión todos deberíamos llevar los derechos como clave para la
convivencia y dárselo a conocer a mis compañeros, me gustaría (estudiante de
once).
¿De qué manera aportaría el Consejo Estudiantil a la participación?
- Yo aportaría al Consejo Estudiantil con hacer propuestas y cumplirlas (estudiante de
cuarto).
- Se aportaría que los niños que les están diciendo que es un cerebrito o que lo van a
golpear, denuncie en la Rectoría (estudiante de quinto).
- Pues apoyándonos y dándonos ejemplo del respeto y otros (estudiante de sexto).
- No sé, hablar con nuestros compañeros para que estén pendientes de cada vez que el
colegio da la oportunidad de participar ellos lo hagan (estudiante de séptimo).
- Sería interesante colocando carteleras con frases que incentiven a ello (estudiante de
séptimo).
- Aparte que los del Consejo Estudiantil podemos hablar con nuestros compañeros y
preguntarles que piensan para hablarlo en las reuniones (estudiante de octavo).
- Creo que un buen aporte sería el ejemplo, ya que si nuestros compañeros ven que
podemos opinar y participar; ellos se animarían a también hacerlo (estudiante de
noveno).
- Aportaría mucho porque en el Consejo Estudiantil estamos estudiantes y nosotros
sabemos cómo quieren nuestros compañeros la organización en el colegio, entonces
tendríamos ideas para los proyectos del colegio (estudiante de décimo).
- Ayudando o dando a conocer ese punto de vista en el que todos somos líderes tanto
de una comunidad como de nosotros mismos y podemos aportar para que
participemos en estas actividades que son tan importantes para el beneficio de mi
persona y de los demás hasta el de nuestros hijos (estudiante de once).
- Aportaríamos de tal forma que seríamos la voz de la participación de los estudiantes
y defenderíamos sus derechos (estudiante de once).
¿Qué es ser ciudadano?
- Alguien que pertenece a una ciudad o pueblo que también es parte y aporte a su
comunidad, osea participa para tomar decisiones como elegir su representante
(estudiante de cuarto).
86
- Es ser muy responsable con las cosas que promete (estudiante de quinto).
- Es aportar a la ciudad, ayudar a ser parte de ella (estudiante de sexto).
- Es tener participación para decidir quién o porque queremos que una persona nos
gobierne (estudiante de séptimo).
- Estar bajo las normas y reglas de una sociedad (estudiante de séptimo).
- Ser parte de algo y ser de ciudad (estudiante de octavo).
- Ser ciudadano poder votar en las elecciones del país y poder ejercer plenamente lo
que conocemos como derechos y deberes, normas y reglas (estudiante de noveno).
- Es llamado ciudadano aquel personaje que tiene derechos y deberes consigo mismo
y su comunidad, así mismo es aquel que convive y respeta su entorno (estudiante de
décimo).
- Es ser una persona que habita en un Estado como sujeto de derechos civiles y
políticos (estudiante de once).
- Es aquella persona que tiene valores como ser humano y sabe vivir con los demás
en un ambiente de paz (estudiante de once).
¿Considera pertinente la realización de un foro estudiantil y, que temas le gustaría que se
abordaran?
- No sé qué es un foro, pero si fuera un himno me gustaría que primero hablaran de
las cosas que han sucedido en la institución y que contáramos los himnos, después
hacer una oración e izada de bandera antes de la oración, eso (estudiante de cuarto).
- Me gustaría el tema del bullying y del matoneo y del robo (estudiante de quinto).
- Si considero pertinente (estudiante de sexto).
- Si, pues se podrían abordar varios temas como el bullying, sensibilización familiar,
para que la familia pase más tiempo juntos y el robo dentro de la institución.
(estudiante de aceleración).
- Sí, escuchar más, tener más sinceridad (estudiante de séptimo).
- Sería muy bueno la realización del foro para hablar sobre la delincuencia en el
colegio y la seguridad en él, por el porte de armas blancas en el colegio. (estudiante
de octavo).
- Me parece una buena idea ya que los estudiantes podríamos estar más al tanto de lo
que sucede en la institución. Con respecto a los temas me gustaría tratar temas
culturales. (estudiante de noveno).
- Sí, yo creo que si podríamos hacer un foro estudiantil (estudiante de décimo).
- Si lo considero pertinente ya que podríamos conocer más los temas o problemas de
nuestra institución, los temas que claman a tratar, es sobre el ambiente del colegio y
la agresividad entre los compañeros (estudiante de once).
- Me gustaría que se abordaran temas relacionados con la enseñanza, que se hablen de
temas interesantes como por ejemplo una ingeniería. (estudiante de once).
Segunda Sesión
¿En qué asuntos participan o pueden participar los estudiantes para incidir (influir, causar
efecto una cosa en otra) en las decisiones que se toman a nivel institucional?
- A través del Consejo Estudiantil, el Representante de curso y el Contralor
(estudiante de sexto).
- Al dar una opinión y hacer regar la voz en las reuniones de docentes (estudiante de
sexto).
- Sería por medio del teatro y la danza, pues en mi curso odian o les tienen celos a los
de bachillerato por esta causa (estudiante de quinto).
- En cambios que se dieran en las aulas, en la toma de algunas decisiones, como
conseguir profesores fijos y la puntualidad en el colegio. Estudiante de octavo.
- Pueden incidir en los temas diciendo a alguna persona mayor –docente-, que lo
propuesto se tenga en cuenta esa propuesta y se puedan tratar (estudiante de cuarto).
- No necesitamos participar en todo para tomar decisiones cada quien puede
compartir su opinión (estudiante de séptimo).
- En los que no sean personales y en los que el Consejo estudiantil diga (estudiante de
quinto).
- En muchas cosas como por ejemplo el Sistema de evaluación, proyecto 40x40,
salidas pedagógicas, etc. (estudiante de octavo).
¿Cómo se evidencia la democracia en la escuela?
- Si se pone en práctica porque en el colegio Villas del Progreso, trabajan con eso
haciendo trabajos con el personero, cabildante, contralor y representante de curso
87
(estudiante de sexto).
- La democracia la podemos ver en las elecciones para el gobierno escolar (estudiante
de octavo).
- Se evidencia con respeto y eligiendo con dignidad (estudiante de cuarto).
- Se puede evidenciar la democracia al hacer el llamado a todos los representantes de
curso y demás, para tomar en cuenta la opinión de todos sin excepción (estudiante
de noveno).
- Cuando se elige al representante del curso y de la institución (estudiante de octavo).
- Participando con los demás y con los profesores; proponiendo ideas. Estudiante de
séptimo (estudiante de octavo).
- Se evidencia cuando los postulados ganan por votos democráticos (estudiante de
sexto).
- Se evidencia la democracia cuando los estudiantes pueden tener voz y voto en
nuestra institución (estudiante de décimo).
- Con el gobierno escolar (estudiante de séptimo).
- La democracia se evidencia mediante nosotros como consejo estudiantil y los
directivos del colegio (estudiante de décimo).
- En la escuela se evidencia la democracia tomando en cuenta las opiniones por
medio del voto popular (estudiante de sexto).
- La democracia en nuestro colegio se evidencia al tener en cuenta nuestra opinión
para elegir a nuestros líderes estudiantiles (estudiante de once).
- No, casi siempre tienen democracia algunos, pero se evidencia mucho en unos
cursos al poner en práctica el orden y el respeto (estudiante de sexto).
- Con el gobierno estudiantil (estudiante de cuarto).
- Se evidencia cuando los postulados prometen algo que si pueden cumplir
(estudiante de séptimo).
- Cuando podemos votar por la persona que nos va a representar en el gobierno
escolar, cunado cumplen con nuestros derechos (estudiante de once).
- Se demuestra en el momento en el cual las directivas del colegio tienen en cuenta a
los estudiantes para que sean partícipes en el gobierno del colegio (estudiante de
noveno).
- Se evidencia cuando elegimos a alguien que nos va a representar, bien por ejemplo,
elegimos al personero para que nos represente bien a todos los progresistas
(estudiante de séptimo).
- Estar más pendiente con los llamados del representante tanto en primaria como en
bachillerato Estudiante de quinto).
Se puede decir que en el colegio se pone en práctica la democracia? En qué acciones?
- Sí, porque trabajan con los diferentes gobiernos que se encuentran en el colegio
Villas (estudiante de sexto).
- Dándonos el derecho a votar libremente por algunos candidatos postulados a los
diferentes estamentos del gobierno escolar (estudiante de décimo).
- Sí, eligiendo, trabajo, esfuerzo, defender (estudiante de curto).
- Sí, al tener en cuenta que todo el Consejo Estudiantil, está al tanto de lo que pasa y
se tiene en cuenta la opinión de todos (estudiante de noveno).
- Cuando elegimos o dando nuestras propuestas (estudiante de quinto).
- Sí porque cada vez que entramos a una clase, proponemos y elegimos las ideas y
propuestas hasta elegir una y quedar de acuerdo (estudiante de octavo).
- Cuando se vota democráticamente para escoger al representante (estudiante de
séptimo).
- Sí se pone en práctica cada vez que los estudiantes eligen al representante de curso,
cabildante, contralor, personero, etc. (estudiante de once).
- Sí, a partir del representante, contralor, personero, etc. (estudiante de octavo).
- A través de la toma de decisiones en pro de la institución (estudiante de sexto).
- Sí, por ejemplo en las elecciones a personero se usa el voto popular para tomar una
decisión (estudiante de décimo).
- Sí se pone en práctica porque nosotros votamos para elegir líderes estudiantiles, ya
sean personero, contralor y representantes (estudiante de once).
- Sí, a veces cundo un curso no viene, todo está bien, pero en ocasiones si se nota
mucho la democracia en el colegio (estudiante de séptimo).
- Con reuniones académicas (estudiante de sexto).
- Sí porque cuando nosotros votamos hacemos democracia porque cuando nos dicen
las propuestas les ponemos mucho cuidado y según sus propuestas los elegimos
88
(estudiante de octavo).
- A veces no, porque somos muy individualistas con lo que pasa en nuestra
comunidad progresista (estudiante de séptimo).
- Sí se podría decir porque nos enseñan a ser democráticos teniendo en cuenta las
decisiones de todos los estudiantes, para elegir a alguien que represente a todos los
estudiantes (estudiante de sexto).
- Elegimos al personero, al contralor, al cabildante y al representante de curso
(estudiante de quinto).
- Estar en opinión con nuestra escuela y consenso estudiantil, con sus respectivos
actos y esfuerzos en todo el año. Estudiante de noveno.
¿Para usted qué es democracia?
- Es cuando todos luchamos por un ideal que sea benéfico para todos (estudiante de
sexto).
- La democracia es una forma de convivencia en la cual buscamos la libertad de
expresión y hacer cumplir nuestros derechos (estudiante de séptimo).
- La democracia es respeto, solidaridad, compromiso, etc. (estudiante de sexto).
- Es ser bueno con otras personas y consigo mismo osea ayudar a otras personas
necesitadas, igual con los no necesitados, excepto con los ricos, eso si no (estudiante
de séptimo).
- La democracia es una forma de participación del pueblo, para elegir a nuestros
dirigentes, o en conclusión la democracia es donde el ser humano es libre de
participar en la democracia social eligiendo a nuestros líderes sociales a través del
voto popular (estudiante de séptimo).
- Gobierno en el que el pueblo ejerce soberanía. Esto significa que el pueblo elige a
quien quiere que lo lidere en las instancias como el senado de la república
(estudiante de séptimo).
- Está basada en la intervención del pueblo, defendiendo también los derechos de las
personas (estudiante de sexto).
- La democracia es una instancia donde los estudiantes, ciudadanos, comunidad,
sociedad y país eligen a un representante o a un gobernador (estudiante de sexto).
- La democracia es política, ayudar con leyes y favorecer a quien lo necesita
(estudiante de sexto).
¿Se puede considerar la democracia como un estilo de vida?
- Sí se puede considerar un estilo de vida porque la democracia, es algo que nos
ayuda para que nuestros líderes hagan valer nuestros derechos (estudiante de
séptimo).
- Sí, porque prácticamente en todo lugar se habla de democracia (estudiante de sexto).
- Sí con respeto y cumpliendo porque con esos compromisos se puede (estudiante de
séptimo).
- Sí se puede considerar como un estilo de vida porque la democracia es ayudar a las
otras personas y que la ayuda no es solo con dinero (estudiante de séptimo).
- Sí, la democracia se puede considerar como un estilo de vida frecuente porque
literalmente practicando la democracia se elige a nuestros representantes y voceros
y si no hubiera democracia no habría estilo de vida tanto para nosotros como para
ellos (estudiante de séptimo).
- Sí, porque constantemente los líderes políticos toman decisiones a favor de sus
ciudadanos. Aunque sea un poco esto influye en la vida, ejemplo, si le suben al
transmilenio para construir el metro esto es de nosotros (estudiante de séptimo).
- Sí porque constantemente los líderes están tomando decisiones buenas por nosotros
estudiante de sexto).
- Sí porque todos los días tomamos decisiones de cualquier cosa (estudiante de
séptimo).
- No, porque sería como todos ser políticos y a sí van a ser ladrones o ayudantes con
las personas (estudiante de séptimo).
89
Diario de campo
COLEGIO VILLAS DEL PROGRESO IED
PROYECTO DE DEMOCRACIA
REUNIÓN DE CONSEJO ESTUDIANTIL
DIARIO DE CAMPO
Observador: Edie de Jesús Gómez Marrugo Actividad: Observación del
acta de elección del representante estudiantil del grado 801 jm Fecha: de
2016 Lugar: Biblioteca - Colegio Villas del Progreso IED
Hora: 9: 00 am.
Observaciones Comentarios
El evento inicia con la participación de
42 estudiantes que forman parte del
grado 801.
El docente inicia realizando la lectura
“asamblea en la carpintería”, luego de
esto se retoma la importancia del
Representante de Curso, resaltando las
funciones y responsabilidades
correspondientes.
Hay expectativas en los estudiantes por
lo que pueda pasar en la elección. Se dan
las indicaciones pertinentes para la
elección y se procede a inscribir a los
interesados.
Se escuchan voces como “yo postulo a”
“postúlese, no, no estoy interesado, eso
tiene mucha responsabilidad” “yo
quiero”. Finalmente se escribe en el
tablero el nombre de cinco estudiantes
que voluntariamente aceptaron el
compromiso. Cada uno de ellos pasa al
frente y expresa porque quiere ser
representante y las expectativas que tiene
para tal fin. “me postulé porque tengo
liderazgo en el grupo” “siempre he
querido ser representante” “puedo
trabajar en grupo” “porque creo que
como representante se pueden hacer
cosas para beneficio de todos” “me
postularon”. Estas fueron algunos de los
comentarios manifestados por los
estudiantes. Se escuchan rumores como
“votemos por”, “es mejor elegir bien, al
que nos va a representar como es”.
La votación se hizo de manera secreta,
cada estudiante escribió el nombre de su
candidato favorito y lo depositó en una
urna.
Mientras se hacía el conteo, el grupo
guarda silencio esperando los resultados.
Finalmente se lee en voz alta el resultado
de la votación y el ganador de la misma;
hay consenso en la mayoría frente a
Se resalta la actitud de los estudiantes frente a
este tipo de eventos; los comportamientos son
positivos en su gran mayoría, aunque se
observa displicencia y poco interés en unos
pocos.
La escucha y los cuestionamientos por parte de
los presentes frente a los planteamientos de los
postulados es muestra de la atención e interés
por lo que pasa en el colegio en relación con
una de las instancias de participación
estudiantil.
Para resaltar el interés de participar de manera
voluntaria por parte de los postulados y demás
educandos. Se da por entendido que el trabajo
no es únicamente de la persona elegida, por el
contrario se requiere del trabajo entre todos
para lograr un buen desempeño tanto individual
como de manera colectiva. Esto coincide con
las palabras expresadas por el estudiante a
quien el grado 801 eligió como su representante
en el 2016.
90
quien se llevó la mayor votación.
Se cierra el ejercicio por parte del
representante de la siguiente manera:
“gracias por confiar en mí, espero
representarlos bien y espero su apoyo
porque si trabajamos juntos los
resultados son buenos”.
COLEGIO VILLAS DEL PROGRESO IED
PROYECTO DE DEMOCRACIA
REUNIÓN DE CONSEJO ESTUDIANTIL
DIARIO DE CAMPO
Observador: Edie de Jesús Gómez Marrugo Reunión Consejo Estudiantil
– Organización del Foro Estudiantil y Revisión de Tareas Fecha:
19 de agosto de 2016 Lugar: Biblioteca - Colegio Villas del Progreso IED
Hora: 7:20 – 8:30 am
Observaciones Comentarios
Asisten 14 estudiantes, tres de ellos no son del
Consejo Estudiantil.
En relación a la tarea (decoración, camiseta) los
grados 10 y 11 la hicieron, al igual que 801,
603; los demás cursos están pendiente. Entre las
razones, el Representante de Curso no informó,
o los compañeros no atendieron la invitación a
colaborar tanto con materiales o creación
intelectual.
Ente las responsabilidades se acordó traer
camiseta como distintivo para el foro (anfitrión)
cuatro estudiantes cumplieron, el resto no lo
hizo, aunque se comprometieron nuevamente a
entregarla el día de mañana.
Los estudiantes que faltaban, poco a poco
fueron llegando, uniéndose al grupo de trabajo.
Se nota en algunos asistentes poco interés en los
encuentros por cuestión de trabajo en otras
materias; inclusive, un estudiante de grado
quinto sugirió que le dieran la información lo
más pronto posible porque su directora de grupo
(profesora de matemáticas) le manifestó que se
estaba atrasando por las reuniones de Consejo
Estudiantil.
En vista de las posibles afectaciones en algunas
materias, los estudiantes proponen reunirse en
algunas ocasiones al descanso.
Socialización de las respuestas de los
estudiantes sobre el cuestionario que indagaba
acerca de ¿Qué es la participación? ¿Qué es la
ciudadanía? ¿En qué actividades participa en el
colegio?
La convocatoria que se hace al Consejo
Estudiantil es efectiva en tanto la gran
mayoría de sus integrantes asisten.
Se evidencia el compromiso asumido por
el representante de determinado grupo al
informar de las actividades a desarrollar;
así como, motivar en sus compañeros la
participación. También ocurre lo
contrario, no se informa, tampoco se
motiva.
Al asumir responsabilidades se va
fortaleciendo el liderazgo en los
estudiantes, esto es visto al momento de
expresar sus opiniones frente al tema que
se discute o propone trabajar.
El incumplimiento con los trabajos de
otras asignaturas es preocupación para
algunos estudiantes en espacial los
quinto y aceleración. Estos porque deben
responder evaluaciones y/o talleres
acordados con el profesor, en los
primeros se observa la incidencia del
docente en su proceso. Al respecto, se
percibe distracción y poca participación
en los jóvenes dado que su atención está
en otras actividades.
Encontrar salidas a los factores que
pueden estar afectando las dinámicas del
trabajo es fundamental, en este caso los
tiempos. De allí que la propuesta es
realizar encuentros donde no se afecte lo
académico, aun sacrificando espacios
cruciales para el estudiantado, el
descanso. Se resalta la intención de los
estudiantes para responder tanto a sus
deberes académicos como a las
responsabilidades que demanda el
Consejo Estudiantil.
91
Las voces críticas frente a lo que se
piensa y hace son reiterativas. Por
ejemplo, el presidente del Consejo
estudiantil, estudiante del grado 1101,
manifiesta que las respuestas dadas por
gran parte de sus compañeros en el
cuestionario poco responden a lo que se
indaga. Para avanzar en la comprensión
delos conceptos propuestos
(participación, ciudadanía, cultura
democrática), el grupo acuerda realizar
revisión bibliográfica con la que se
desarrollará un taller en el próximo
encuentro.
COLEGIO VILLAS DEL PROGRESO IED
PROYECTO DE DEMOCRACIA
REUNIÓN DE CONSEJO ESTUDIANTIL
DIARIO DE CAMPO
Observador: Edie de Jesús Gómez Marrugo Foro estudiantil - Ejes
transversales: Convivencia y Ciudadanía Fecha: 9 de septiembre
Lugar: Aula Múltiple - Colegio Villas del Progreso IED
Hora: 7:00 am – 12:00 m
Observaciones Comentarios
Asisten estudiantes de las
tres sedes de la institución
(A, B, C).
Apertura del evento
Primera parte del
desarrollo de ponencias
Los estudiantes conjuntamente con los docentes
acompañantes de las tres sedes de la institución, atienden a la
convocatoria realizada por el Consejo Estudiantil en torno al
desarrollo del primer Foro propuesto y desarrollado por los
estudiantes.
El rector de la institución, da la bienvenida a los participantes,
expresando un mensaje efusivo frente a la importancia de las
futuras generaciones (estudiantes) en la construcción de la paz
desde la escuela y la familia. Asimismo, expresó satisfacción
al ver estudiantes de las tres sedes reunidos por un interés
común: la participación. Cierra su intervención invitando a los
asistentes a dar todo sí en el desarrollo de la actividad
propuesta y, por último expresa “bienvenidos todos los
eventos donde el protagonismo es de los estudiantes”.
El foro estudiantil abrió espacio para que los estudiantes
expresaran su sentir, pensar y vivir sobre temas relacionados
con la convivencia y ciudadanía desde la escuela y sociedad
en general. De allí que hubo participación de niños y niñas de
primaria tanto de la jornada tarde y de la mañana; en este
aspecto fue clave el acompañamiento de los docentes, quienes
apoyaron el trabajo realizado por los alumnos.
Las ponencias contemplaron aspectos como: el respeto y
valoración de la diferencia, superación personal, la paz es
posible cambiando las balas por los lápices, ley de
convivencia y ciudadanía, la contaminación del ambiente por
el mal uso que hacen los estudiantes de las basuras y el mal
ejemplo empezando por la casa; es decir, muchas veces los
92
Receso y muestra de baile
Segunda parte desarrollo
de ponencias
Cierre y conclusiones
padres consciente e inconscientemente se expresan o realizan
acciones que los estudiantes replican en el colegio generando
situaciones complejas de convivencia (bulying) . Una
herramienta bastante utilizada por los ponentes a manera de
complemento y para una mejor comprensión del mensaje
implícito en su exposición fue el video.
El receso aparte de ser aprovechado para departir y disfrutar
el refrigerio, fue motivo de convocatoria para disfrutar la
destreza y habilidades de los bailarines pertenecientes al
grupo de danzas de la institución, quienes deleitaron al
público con una muestra de baile llanero (joropo).
En el segundo momento del evento se contó con la
participación de ponentes quienes abordaron aspectos
relacionados con: la historia de Bosa, la tecnología y la
deshumanización, las realidades de los estudiantes, el
aburrimiento en clase, la droga y el sida, la paz desde la
filosofía socrática y la música, elemento crucial en la
formación de ciudadanía e identidad en los jóvenes.
El cierre del foro estuvo a cargo del presidente del Consejo
Estudiantil, cuyas expresiones se resaltan a continuación:
“Se han presentado ponencias, exposiciones e investigaciones,
cada una con una singularidad especial, cuyas reflexiones se
han de quedar en nuestra conciencia y de allí, se convierten
en mensajes para nuestros corazones, lo que indica que el
mensaje está claro: la paz es el camino, no es fácil pero, con el
inicio de uno mismo, de seguro será posible.
Es para mí un orgullo pertenecer a una generación donde los
jóvenes son críticos de la sociedad en que viven y traten de
transmitir el mensaje a sus familiares, amigos, profesores y
con todas aquellas personas con las que se relacionan, para
que así sea posible la paz”.
Se cumplió con los objetivos planteados, hubo asistencia
masiva en el evento (estudiantes, docentes y padres y/o
madres de familia), la participación de los estudiantes como
ponentes, casi que fue necesario limitarla por cuestión de
tiempo. Esto es muestra de que los educandos tienen que
decir, más sin son temas de su interés donde se resalta el gusto
o aspectos que tocan su vida personal y/o familiar.
COLEGIO VILLAS DEL PROGRESO IED
PROYECTO DE DEMOCRACIA
PLEBISCITO POR LA PAZ
DIARIO DE CAMPO
Observador: Edie de Jesús Gómez Marrugo Actividad: Plebiscito por la
Paz Fecha: 23 de agosto 2016 Lugar: Colegio Villas del
Progreso IED Hora: 8:15 am – 9:15 am
Observaciones Comentarios
La actividad se trabajó con estudiantes del En su gran mayoría los estudiantes
93
Consejo Estudiantil.
Con antelación se sugirió consultar acerca del
plebiscito como mecanismo de participación.
Así mismo, de manera voluntaria una estudiante
de octavo asumió la exposición del tema.
La actividad inicio a las 8:15 am, con el saludo,
el llamado a lista, se retomó la clase anterior
(importancia del proceso de paz en Colombia) y
seguidamente se procede a realizar una
exposición.
La estudiante encargada presentó la exposición
sobre el plebiscito, resaltando aspectos tales
como: ¿qué es? ¿Quién lo convoca? Y su
importancia.
Es una exposición individual.
Los compañeros estuvieron atentos a los
comentarios, toman nota de la información
presentada y, en la medida en que avanzaba la
exposición, se presentan intervención de
algunos estudiantes, con preguntas o
comentarios, teniendo en cuenta lo que ellos
consultaron del tema.
Algunas preguntas realizadas fueron:
Solamente el presidente ¿es quién convoca a un
plebiscito? ¿Nadie más lo puede hacer?
La estudiante responde que es el presidente el
único facultado para convocar el plebiscito.
Preguntaron también ¿cuántos plebiscitos se
han presentado en el país?
A lo que responde que espere un poco que ya va
a tocar el tema, de hecho en la cartelera está la
respuesta a lo que se indaga.
¿Usted que piensa sobre los acuerdos entre el
Gobierno y la guerrilla? ¿Está de acuerdo?
Ella responde que está de acuerdo, porque
independientemente de los delitos cometidos
por la guerrilla, ellos tienen derecho a otra
oportunidad. Manifiesta que es una oportunidad
para que las cosas cambien y ellos como
jóvenes no tengan que vivir lo que vivieron sus
padres.
Algunos estudiantes aprovecharon el tema para
expresar sus ideas a favor y en contra de los
acuerdos firmados entre gobierno y guerrilla.
Quienes estaban en contra manifestaban que no
era justo que unas personas que habían hecho
tanto daño no fueran a la cárcel y se les
premiara con dinero. Además, señalaban que las
personas de bien que trabajan todos los días, en
especial sus papás ganaran tan poquito,
matándose todos los días, mientras que a los
guerrilleros les iban a pagar por desmovilizarse.
Algunos estudiantes comentan que “ser malo
paga”
hicieron el trabajo sugerido en la clase
anterior y hubo interesados en socializar
la información recopilada.
La estudiante que presentó la exposición
hizo un buen trabajo, porque consultó,
fue clara en los comentarios, preparó el
material para exponer, y al momento de
dar sus opiniones y/o responder
preguntas lo hizo de manera clara y
segura.
El tema abordado en la clase generó
interés entre los estudiantes, porque es
un tema de actualidad llevado al aula y
lo que se buscaba era hacer el ejercicio
desde la escuela de aportar en el proceso
de construcción de ciudadanía.
El ejercicio realizado en la clase
promueve la participación de los
estudiantes, ya que el 60% de ellos
intervino, indagaron el tema, se vieron
involucrados, pudieron expresar sus
ideas sin temor a ser rechazados
independientemente de sus puntos de
vista.
El tiempo estimado para el desarrollo del
ejercicio no fue suficiente, quedaron
preguntas por resolver, algunos
estudiantes se fueron con inquietudes y
surgieron comentarios como
“definitivamente hay que leer”.
Por lo general los estudiantes que
defendían la posición en contra de los
acuerdos se basaban en lo que veían y/o
escuchaban a través de los medios de
comunicación; así mismo, influyó el
punto de vista de los padres de familia.
No se evidencia un punto de vista propio
de los estudiantes, por el contrario, dan
cuenta de lo que otros dicen con relación
al tema.
Dado lo anterior se planteó aplicar un
plebiscito para poner en práctica uno de
los mecanismo de participación
establecido en la Constitución Política, el
cual se llevó a cabo el 8 de septiembre
del 2016.
94
Los comentarios a favor de los acuerdos
expresados por otros estudiantes estaban
encaminados a defender la idea de la necesidad
de acabar con la violencia y dejar atrás las
atrocidades de la guerra.
A raíz de las preguntas y los comentarios se
suscita una discusión que conlleva a la
intervención de un 60% del grupo a favor y en
contra, con la particularidad de que una mayoría
estaba en contra de los acuerdos.
En términos generales la discusión se desarrolló
de manera respetuosa, los estudiantes
atendieron las sugerencias respecto a los
tiempos para expresar sus comentarios y
escuchar a los demás (quien daba la palabra era
el docente).
La exposición es finalizada por la estudiante,
quien insiste en la importancia de estar al tanto
de lo que ocurre en el país, más aún si son
temas que tienen que ver con los jóvenes y el
futuro del país.
Al terminar la exposición, el docente hace su
intervención y llama la atención de los
estudiantes acerca de la importancia de leer los
acuerdos, trabajarlos en clase y dejar de creer
todo lo que dicen los medios de comunicación y
las redes sociales. De igual forma, se les sugiere
a los padres de familia por intermedio de los
estudiantes a que hagan la lectura de los
acuerdos y le aportarán a sus hijos sobre el
tema.
De la exposición realizada queda constancia en
el material aportada por la estudiante.
COLEGIO VILLAS DEL PROGRESO IED
PROYECTO DE DEMOCRACIA
REUNIÓN DE CONSEJO ESTUDIANTIL
DIARIO DE CAMPO
Observador: Edie de Jesús Gómez Marrugo Actividad: Elaboración de
carteleras respecto a participación, cultura democrática y ciudadanía Fecha: 23
de septiembre Lugar: Biblioteca - Colegio Villas del Progreso IED
Hora: 9:00 am.
Observaciones Comentarios
El trabajo propuesto se desarrolló con los
estudiantes del Consejo Estudiantil en la
biblioteca de la institución; asistieron 15
estudiantes de 18.
Después de corroborar la asistencia, se comenta
la información consultada sobre participación,
cultura democrática y ciudadanía, la cual había
sido solicitada quince días antes.
Luego de esto, los estudiantes escogen un tema
para trabajar, acuerdan realizar la actividad en
grupo, aunque un estudiante decidió trabajar de
manera individual y se organizaron de acuerdo
Se resalta la importancia del trabajo en
equipo por los resultados que se obtuvo,
el cual está plasmado en las carteleras
construidas donde se deja ver un
concepto un poco más elaborado sobre
las categorías de investigación; además,
se resalta las habilidades para dibujar,
aspecto que se refleja en las ilustraciones
que hacen llamativa la información
escrita.
Por otra parte la actividad realizada
muestra la importancia de continuar
95
al ciclo al que pertenecen.
A cada grupo se le hace entrega del material
requerido (papel craff, marcadores, regla,
colores, vinilos, etc.) para la elaboración de las
carteleras.
Hay disposición de los alumnos para realizar el
ejercicio. Esto se observa en la atención que
cada quien tiene en lo que se está haciendo, así
mismo, se comparte información para que sea
aprovechada por algún estudiante o grupo que
la solicite. De igual modo, se hace uso de
internet y de algunos textos que la biblioteca
provee.
El trabajo en sí, es productivo, a pesar de que
algunos de los estudiantes tenían actividades
que presentar en otras asignaturas, de hecho
quienes no asistieron fue porque el ejercicio se
les cruzó con evaluaciones programadas. Aun
así, cada equipo cumplió con lo acordado,
empezando por traer la información que se dijo,
el trabajo en grupo, los aportes que cada quien
hizo teniendo en cuenta la consulta y los
saberes previos.
En las carteleras quedó plasmado el resultado
de la actividad en relación al tema que cada
grupo tomó.
La dinámica del trabajo en grupo presentó las
siguientes consideraciones: en algunos grupos
se notó el liderazgo de algún estudiante, en
otros, fue manifiesto las iniciativas de todos,
asunto que facilitó lo que se hizo.
Algunos de los aspectos que sobresalieron
fueron:
“los estudiantes consideramos que la
democracia estudiantil es muy importante
debido a que participamos de manera activa en
las actividades y decisiones tomadas dentro de
la institución”.
“la participación de los estudiantes es
evidenciada a través del voto y en la
participación en actividades realizadas por y
para ellos”.
“otras formas de participación en la escuela:
Actividades culturales como las izadas de
banderas, danzas, lecturas reflexivas,
presentaciones que contribuyan con un
conocimiento (obra de teatro), competencias
(día del idioma); salidas pedagógicas hechas
con un fin específico, por lo general para
fomentar la convivencia; estudiando, de modo
que, al desarrollarnos como personas, podemos
ayudar a los demás a hacerlo. Así se construye
una mejor escuela”.
“es importante formarnos como ciudadanos
profundizando respecto a la
participación, cultura democrática y
ciudadanía debido a que al momento de
escribir lo que se piensa se observa cierto
grado de dificultad, más en los
estudiantes de ciclo tres (cuarto, quinto,
sexto).
Varios de los comentarios explícitos en
las carteleras dan cuenta de algunas de
las formas como los estudiantes
vivencian las categorías en la escuela.
Bueno destacar la responsabilidad de los
participantes que aun teniendo otros
compromisos académicos atendieron a la
convocatoria para la consecución del
trabajo planteado. Amerita destacar la
actitud del presidente del Consejo
estudiantil (estudiante de once) por su
liderazgo y motivación a sus compañeros
en cada uno de los encuentros y
actividades desarrolladas.
96
COLEGIO VILLAS DEL PROGRESO IED
PROYECTO DE DEMOCRACIA
REUNIÓN DE CONSEJO ESTUDIANTIL
DIARIO DE CAMPO
Observador: Edie de Jesús Gómez Marrugo Actividad: Aportes de los
estudiantes al manual de Convivencia Fecha: 26 de octubre de 2016
Lugar: Biblioteca - Colegio Villas del Progreso IED
Hora: 9:00 am – 10:15am
Observaciones Comentarios
La reunión fue convocada por el
presidente del Consejo Estudiantil y
la personera; asisten 12 estudiante
desde grado cuarto en adelante.
Hubo dos aspectos referenciados: la
información por parte de la
Personera, respecto al congreso
distrital de Personeros estudiantiles
y acordar la metodología para
recoger los aportes de los
estudiantes al manual de
convivencia 2017, este punto fue
liderado por el presidente del
Consejo estudiantil, quién hace
hincapié en “la importancia de
aportar a este documento para
conocer las normas, contribuir con
los cambios necesarios que cuenten
con el conocimiento y cumplimiento
por parte de todos nosotros”.
La atención de los asistentes está
centrada en quienes explican cómo
se va a desarrollar la actividad
propuesta.
Hay disposición tanto para escuchar
como para el trabajo planteado.
El punto álgido y que llamó la atención en los
estudiantes fue la información respecto a la
Sentencia T- 349/2016, fallad por la Corte
Constitucional, en lo concerniente al libre desarrollo
de la personalidad. Esto motivó a los asistentes al
considerar que lo establecido en el Manual de
Convivencia va en contravía de lo estipulado por la
ley.
Hubo comentarios bastante duros sobre la
información socializada es el caso de “triste que
desde hace tiempo tengan una papa en la boca y no
me la haya podido sacar por no estar informada”
(Personera estudiantil).
Positivo lo expresado dado que esto dio pie para
acordar la forma de recoger los insumos desde los
estudiantes al Manual de Convivencia.
Los estudiantes elaboran un taller explicitando los
conceptos de Gobierno Escolar y Manual de
Convivencia; sumado a esto, el marco jurídico de los
conceptos mencionados y el concepto del libre
desarrollo de la personalidad. Luego se invita a leer
el Manual de Convivencia, en especial los derechos,
deberes y faltas que compete a ellos, para desde allí
hacer los aportes pertinentes.
Se entregó la guía – taller a cada representante de
curso, quién hará la respectiva socialización e
invitación a la lectura del texto sugerido para
escuchar voces u opiniones que conduzcan a incidir
en la actualización de las normas con las que se rige
la institución.
porque si todos somos buenos la sociedad se
fortalece en todos sus ámbitos, ya que si somos
responsables con nuestros derechos y deberes el
mundo sería un lugar mejor”.
“el ciudadano se construye ayudando a la
construcción ciudadana y transformación
social”.
“la participación se puede incentivar en la
escuela concientizando en la importancia del
poder participativo (voz y voto) y su influencia
significativa”.
“en la escuela participan estudiantes, padres y
madres de familia, docentes, cada uno de ellos
desde las instancias establecidas”.
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Talleres
COLEGIO VILLAS DEL PROGRESO IED
PROYECTO DE DEMOCRACIA
PROPUESTA DE TRABAJO - CONSEJO ESTUDIANTIL, PERSONERO (A)
Y CONTRALOR (A) 2016
Tema: los estudiantes y el Manual de Convivencia
Objetivo General:
Reconocer la importancia del Manual de Convivencia respecto a la
construcción de acuerdos colectivos que permiten la sana convivencia en la
institución.
Objetivos específicos:
Realizar aportes al Manual de Convivencia desde la lectura del mismo para
contribuir con la construcción de las normas que posibiliten la participación
estudiantil y la sana convivencia en la institución.
Fortalecer el liderazgo estudiantil a través de la convocatoria de estudiantes
por estudiantes para aportar desde sus iniciativas y necesidades al Manual de
Convivencia 2017.
REFERENTES CONCEPTUALES
Qué es el Gobierno Escolar?
“Es la máxima instancia de participación y toma de decisiones. El Gobierno Escolar es el
mecanismo para garantizar la representación de toda la comunidad educativa en la
discusión y decisiones que afectan al colegio”.
Recuperado de:
http://www.educacionbogota.edu.co
Qué es el Manual de Convivencia?
“Documento que recoge acuerdos de la comunidad educativa sobre los marcos valorativos
y las normas que guiarán la vida en la escuela y que facilitarán la construcción de
convivencia en el entorno”.
Recuperado de:
http://repositoriosed.educacionbogota.edu.co
Marco Jurídico
Gobierno Escolar Manual de Convivencia
Conformado por: el rector, el Consejo
Directivo y el Consejo Académico.
Art. 142. “En el gobierno escolar serán
consideradas las iniciativas de los
estudiantes, de los educadores, de los
administradores y de los padres de familia
en aspectos tales como la adopción y
verificación del reglamento escolar, la
organización de las actividades sociales,
deportivas, culturales, artísticas y
comunitarias, la conformación de
organizaciones juveniles y demás acciones
que redunden en la práctica de la
participación democrática en la vida
escolar”.
Está contemplado entre el PEI (Proyecto
Educativo Institucional) como uno de los
aspectos para lograr la educación integral en
los educandos.
Art. 17. “El reglamento o manual de
convivencia debe contener una definición
de los derechos y deberes de los alumnos y
de sus relaciones con los demás estamentos
de la comunidad educativa”.
Decreto 1860 de Agosto 3 de 1994
98
Ley 115 General de Educación de febrero 8
de 1994
DOCUMENTACIÓN PARA LA ACCIÓN:
Para tener en cuenta:
El Gobierno Escolar te posibilita hacer aportes al
Manual de Convivencia de la institución.
Luego, leerlo, interpretarlo y practicarlo es un deber de
todos y cada uno de los integrantes de la comunidad
educativa.
Manos a la obra:
Con el liderazgo de la Personera estudiantil, La Contralora y el Consejo estudiantil,
te invitamos a:
1. Leer el Manual de Convivencia (capítulo IV derechos y deberes de los
integrantes de la comunidad educativa), en especial el artículo 24 – De los y las
estudiantes respecto a los derechos, deberes, faltas y sanciones.
2. ¿Qué ajustes se deben considerar a los aspectos antes mencionados?
3. ¿Cuáles son sus aportes, es decir, que no están en el Manual de Convivencia,
respecto a derechos, deberes, faltas y sanciones?
Recuerda que a participar se aprende participando.
Es hora de hacer tú aporte frente a
la convivencia en la institución.
Puedes indagar en: Manual de Convivencia 2016 o en
http://villasdelprogreso.edu.co/files/Manual_conv.pdf
COLEGIO VILLAS DEL PROGRESO IED
PROYECTO DE DEMOCRACIA
Tema: Aportes de los estudiantes al proyecto de democracia frente a los líderes
estudiantiles elegidos como representante de curso, personero, contralor y
cabildante menor
Objetivo General:
Reconocer la importancia de los líderes estudiantiles haciendo seguimiento a
su desempeño frente a su labor como voceros y representantes de sus
compañeros.
Objetivos específicos:
Realizar aportes al Manual de Convivencia sobre los procedimientos a
seguir con relación a los estudiantes elegidos mediante voto popular
Establecer el o los mecanismo de participación viable que permitan suplir
vacante de estudiantes elegidos por sus compañeros durante el año escolar
vigente.
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REFERENTES CONCEPTUALES
El Manual de Convivencia de las instituciones educativas se ampara legalmente en Ley 115
General de Educación de febrero 8 de 1994 y el Decreto 1860 de Agosto 3 de 1994, con
relación al Gobierno Escolar. En esta instancia de participación se consideran entre otras
cosas, las iniciativas de los estudiantes, la conformación de organizaciones juveniles y
fortalecimiento de las acciones que redunden en la práctica de la participación democrática
en la vida escolar; por ejemplo: el Consejo estudiantil, el Personero (a), Contralor (a) y
Cabildante menor.
El Manual de Convivencia en su
artículo 17, contempla las instancias
de participación estudiantil
mencionadas; sus funciones,
vigencia y la forma de elegirlos, lo
que no está es como llenar la
vacante cuando un estudiante desiste
voluntariamente o es destituido.
Tú me eliges, yo te elijo, todos elegimos. Tú me apoyas, yo te apoyo, todos trabajamos
conjuntamente.
La elección de los líderes estudiantiles es tú responsabilidad
¿Cuáles son los motivos para revocar a un líder estudiantil elegido por voto popular?
Escríbalos.
Representante de
Curso
Personero (a) Contralor (a) Cabildante Menor
“Cuando no cumple
con sus labores, por
no colaborar con la
disciplina dentro y
fuera del aula”.
“al incumplir con
las normas del
Manual de
Convivencia”.
“Al incumplir con sus
propuestas de campaña, por
faltar a su palabra
continuamente; y además,
por desatender el bienestar
de los estudiantes”.
“desinterés por el cargo y por
los problemas del colegio”.
“Bajo
rendimiento
académico”.
“al no
presentarse a
rendir cuenta
sobre su
gestión”.
“Porque ha cometido
faltas y por no influir
significativamente en la
construcción de la
sociedad progresista”.
“por falta de cultura
ciudadana”.
¿Qué mecanismo de participación se propone para suplir la vacante dejada por un
estudiante que desistió de su cargo voluntariamente o fue destituido?
“Llamarlo al orden para que explique porque ha incumplido, dar un tiempo prudente para que
cumple con los compromisos adquiridos, después de esto, realizar una nueva elección”.
Fotos