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CIENCIA POLITICA, DERECHO POLITICOy DERECHO CONSTITUCIONAL(APOR TES DlDACTICOS)l. La ciencia poltica es una especie de ciencia de moda. Aunque se la-eultiva desde muy antiguo. Aristteles la llam as, ciencia poltica, en sin, guIar. El sabio griego divida las ciencias en tericas y prcticas, y creadoras0 ciencias poticas. A la ciencia poltica la ubicaba dentro de las ciencias prcticas, y le otorgaba jerarqua suprema, a la que todas las dems ciencias le estaban subordinadas, o, al menos, condicionadas en sus conclusiones.Esta rama del saber era para Aristteles la ciencia de la ciudad-Estado, pero en el sentido de ciencia de la constitucin, que as llamaban los griegos a ciertas formas fundamentales de tipo arquitectural. En el pensamiento del filsofo griego esta disciplina aparece, en su significacin profunda, como la ciencia del gobierno de los Estados, en sentido amplio: todo lo atinente al.gobierno de la comunidad, al mejor gobierno de la comunidad. Sin olvidarla especial ptica poltica de los griegos: el dato de la ciudad-Estado. La polis como principal y bsica categora. Acaso, tambin el lmite de su con cepcin poltica.Hoy asistimos a un renacimiento de la ciencia poltica. Luego de la se gunda guerra mundial de modo particular, y esto fue algo que tuvieron pre sente las Naciones Unidas cuando en 1950 encomendaron, por intermedio de la U. N. E. S. C. O., un estudio especial que ayudara a determinar el objeto propio y los lineamientos bsicos de la metodologa. Acaso porque esa poca, la postguerra mundial, se caracterizaba espiritualmente por una apetencia pro funda de elementos para impedir las guerras, para asegurar una paz defini tiva, y no falt quien pensara en la ciencia poltica como uno de los instrumen tos fecundos para tan altos objetivos.2. No ha decado ni la evolucin ni el inters que suscita en el mundo intelectual, periodstico, social y poltico esta antigua y siempre renovada ciencill poltica. Alguien ha dicho que vivimos una poca acorde. Que no es269CESAR ENRIQUE ROMEROcorrecto, en profundidad, definir este siglo como el Siglo Atmico; que ste

es -decididamente- el Siglo de la Poltica.

A propsito de la ubicacin de dicha disciplina en la llamada Era At~ mica es oportuno recordar aqu 10 afirmado por Amold Toynbee, durante unas. conferencias que dict en Costa Rica hace unos seis aos. Refirindose al drama de los pases subdesarrollados, acosados por el atraso. el hambre y la insen sibilidad de las oligarquas nativas, Toynbee lleg a sostener que se necesi tara una bomba de quinientos megatones para hacer estallar las causas ckl subdesarrollo latinoamericano. Si se observa la experiencia de la ltima dcada.y cualquiera sea el ngulo ideolgico con que se hagan las apreciaciones per tinentes. parece evidente que la poltica est oficiando de artefacto nuclear. Incluso. desde hace ms de una dcada la accin poltica de los pueblos co menz a imponer el proceso de descolonizacin. logrando la independencia de las antiguas naciones sometidas a vasallaje econmico y poltico. La inde pendencia de las colonias fue seguida. en forma inmediata, por la lucha con tra el subdesarrollo. y all se plante el problema -an plenamente vigente-,de cul es la forma poltica para acceder al mismo, a la industrializacin. Durante cierto tiempo, bajo la influencia de los economistas. se pens que el desarrollo era un problema de inversin, de radicacin de industrias, de ca pitalizacin. Luego la experiencia. sumamente dura y complicada. demostr que todas esas formulaciones econmicas deban pasar por la prueba de fuego del mtema juridico-social. Esto fue lo que dio mxima actualidad a la ciencia poltica. porque para construir soluciones era preciso previamente un diag nstico cientfico, objetivo, del proceso; y era necesario, adems, una metodo loga cientfica para que las planificaciones adoptadas ofrecieran un mnimo de garantas en cuanto a eficiencia. La problemtica del mundo subdesarro lIado puso de manifiesto la importancia de contar con una ciencia poltica, algo que -como es elemental- oblig a una revisin profunda de fas me todologas y a una reelaboracin casi integral de los conceptos y proposiciones.3. Claro est que para cumplir semejante misin era inoperante una cien ca si es que se mantena en los niveles de abstraccin, de carencia de vincula cin con los grupos sociales. con las tendencias concretas protagonizadas por las multitudes, ausentes de las realidades operantes del Poder. Los estudios de la U. N. E. S. C. O. resultaron harto tiles, porque se adopt el punto, de vista realista. U na serie de encuestas -de acuerdo a los mtodos ms acta les de las ciencias sociales-, llegaron a la conclusin de su realismo en pri mer trmino. considerndola en cierto modo una CIENCIA DE SfNTESIS, cien cia cuyos aportes tienden al mejor y ms eficaz gobierno de la comunidad. y como tal recibe el aporte de las otras ciencias sociales. Hay un inte1's selec-270CIENCIA POLITJCA, DEREo-tO POLITICO y DEREo-tO CONSTITUCIONALtivo propio, un objeto que reclama -y esto hay que destacarlo pues muchos le niegan el carcter de ciencia- en cuanto solamente recoge aportes de otras disciplinas y hace sntesis. Sin embargo, s es ciencia. Puesto que no sola mente realiza esa tarea sintetizadora. ese objetivo de formular sntesis con los aportes de otras ramas del saber. Tambin tiene un objeto propio. que es el estudio de toda LA PROBLEMTIa DEL PODER POLTICO; del poder poltico como ltima instancia decisiva dentro de una comunidad.Esto no comporta un tema pacfico. Hay y ha"br polmica en torno a sus direcciones. No se trata de atribuir a la ciencia poltica el estudio de todas las relaciones de poder; puesto que existen poderes sociales. centros de poder comunitario. que despliegan energas y efectividades con alta incidencia en la marcha de la estructura social. Pero hay un tipo de poder, el PODER POL~ TICO, con mxima capacidad para vencer cualquier otra resistencia y condu ci1 a la comunidad. Se trata de un poder con capacidad de CONDUCCIN. Es la empresa de gobierno de que habla Hauriou; la voluntad de dirigir una comunidad a buen puerto.El hecho de que el objeto propio de la ciencia poltica reciba contribucio nes de otras disciplinas. no destruye la garanta cientfica del objeto propio. Lo que hay que distinguir. s, es el tipo de inters selectivo que mueve a una y otra disciplina. No hay incompatibilidad epistemolgica, ni lgica, entre el inters de la sociologa, la economa, el derecho constitucional y la ciencia poltica por esa rea de la realidad que llamamos el poder o las relaciones de poder. Cada disciplina concurre con su propia ptica cognoscitiva. tiene inte rs en una determinada vertiente del problema, reclama una de entre las va rias caras del prisma. Los socilogos hablan tambin del poder. lo estudian pero 10 hacen desde su punto de vista como estructura, como producto de la interaccin social. Los economistas trabajan las bases materiales y la inci dencia del poder como capacidad financiera. comercial.Con el nombre de poder se designan dos cosas: por una parte. las mltiples formas histricas que reviste la autoridad; en esta acep cin. el poder se exterioriza a travs de sus encarnaciones poltico sociales. Es un hecho que pertenece al mundo de lo concreto; por otra parte. la energa difundida en toda sociedad poltica, que asegura su coherencia y desarrollo. Aqu, la palabra poder designa una sn tesis de fuerzas, un equilibrio entre tensiones contradictorias; en este sentido. el poder responde a la idea que el grupo se forma de esta energa que lo mueve. Deja de ser un hecho identificable por sus manifestaciones exteriores para constituir una representacin inte lectual. Justamente porque en l se dan estos caracteres de dato con-271CESAR ENRIQUE ROMEROcreto y de representacin o creencia. el poder es capaz de desempear el papel de nocin 'bsica que le asigna la ciencia poltica. Pues estos dos caracteres le permiten sintetizar, en s mismo, los dos elementos-fsico y espiritual-- que se entretejen en toda vida social. Como la tierra de los hombre, el poder es espritu y materia (1).4+ Llegamos ahora a un punto interesante. Esto de compartir su objeto propio con otras disciplinas, no aniquila la autonoma de la ciencia pol tica? Recordemos cmo en las viejas concepciones de principios de siglo -vi, gentes hasta hace poco en nuestras Universidades- habase hecho un dogma de la pureza ontolgica y metdica. Lo nico que garantiza la identidad de objeto -sealaban los prejuicios neokantianos- es la unidad de mtodo; un solo mtodo para cada objeto y recprocamente. El desarrollo de las ciencias sociales logr respuesta para esto y caminos para superar los prejuicios con tra el sincretismo. Los estudios sobre los fenmenos de comportamiento hu mano (y el poder 10 es, ciertamente) se dirigen a una realidad compleja, din mica. polifactica; lo humano no es nunca puramente poltico. etc. Es cada una de esas vertientes y todas a la vez. El hombre -su conducta-, importan una unidad psicofsica en cuyas secuencias de comportamiento se hacen pre sentes todas las caras del prisma, la pluralidad de vertientes y niveles cuyo conjunto dinmico dan la imagen total. Un enfoque unilateral o parcelado es cientficamente deficitario; requiere ayudarse, completarse con las otras aportaciones. De ah que aquel despreciado sincretismo haya triunfado al final. a travs del moderno criterio interdisciplinario.5. Otra aclaracin relativa siempre al objeto de nuestra disciplina de la ciencia poltica. Desde cierto ngulo terico se sostiene que el campo especfico de conocimiento que realmente interesa es el Estado, la ciencia poltica como teora del Estado. Nosotros no compartimos esa afirmacin t creemos, en cam bio, que la realidad del poder desborda los lmites estatales. Fuera del Estado hay tambin centros de poder poltico que suelen no estar institucionalizados; son centros productores de energas sociales lanzados hacia actividades, pre siones y acciones polticas. Hay poder poltico al margen del Estado, debajo del Estado y algunas veces sobre el Estado. Es verdad que cada centro de poder poltico, cada grupo organizado o no que despliega poder poltico, as pira, en una u otra medida, a controlar el poder del Estado, a convertirse l mismo en poder estatal. para de ese modo imponer sus ideas. intereses u obje-(1) Cfr. GEoRGES BUROEAU: Mtodo de 14 ciencia poltica, Ed. Depalma, BuenosAires, 1964. pg. 184272CIENCIA POUTICA, OEREOiO rotmco y OEREOiO coxsrrrucroae,

zivos, Pero la verdad de esto no debe llevar a confundir uno y otro nivel de anlisis. El Estado tiene poder, pero no agota la temtica del poder. Fuera

.de l, sobre l, debajo de l, tambin hay poder. El Estado ofrece la estruc tura poltica ms amplia y acaso compleja, con sus niveles institucionales, mi litares, administrativos. etc. De ese campo son las llamadas relaciones de po

.der, las que se presentan como el inters selectivo de la ciencia poltica.6. Si se trata de ordenar, clasificando, las mltiples vertientes que con'-curren a ofrecer antecedentes y elementos de juicio para la tarea sintetizadora de la ciencia poltica. podramos sealar las ms inmediatas e importantes .sin excluir otras:a) La historia de las ideas polticas.-Es muy importante, y for ma uno de los captulos ms ricos y sugeridores de las llamadas cien' cas polticas. as en plural. En algunas ctedras de Derecho poltico se ha hecho, a veces, una suerte de identificacin de la ciencia pol tica con la historia de las ideas polticas. Ello no es cientficamente correcto. La revisin de acontecimientos. personalidades. corrientes ideolgicas. etc., es, por supuesto, insoslayable, pero no basta ni agota nuestra disciplina.b) La perspectiva filosfica.-En toda poltica verdadera subyaceuna concepcin de la vida, del hombre y de las cosas; una ptica profunda de las cuestiones esenciales del proceso poltico, estrecha mente unida a la historia de las ideas polticas. Ese es el rol de una filosofa poltica. Durante cierto tiempo el auge de las posiciones positivistas desalojaron transitoriamente el inters por la filosofa y pa recia posible edificar el mundo poltico con prescindencia de una re flexin profunda sobre las causas finales del gnero humano, de sus problemas y de su destino. Hoy, sin recaer en dogmatismo ni en sim ples metafsicas. ha quedado reivindicada la labor de los filsofos po' lticos y jerarquizado el rol de las aportaciones filosficas, especial mente en el campo metodolgico.c) La perspectiva econmica.~Es altamente relevante. Al mar xismo se debe haber puesto el acento en los contenidos econmicos de las relaciones polticas. No cabe aceptar las exageraciones con que el marxismo llev esa comprobacin a la categora de un dogma, negador en el fondo de la vocacin cientfica de la ciencia poltica. Nadie ha demostrado jams que pueda hablarse en serio de puras relaciones econmicas. o de un homus economicus puro; incluso el mismo Marx se cuid bien de aclarar que, en el fondo. las relaciones273CESAR ENRIQUE ROMERO

economicas son, ante todo, relaciones entre hombres. La poca COIl" tempornea muestra, sin duda. el auge de las motivaciones econ micas sobre las determinaciones polticas colectivas; no en vano las: crisis econmicas se han convertido en el epicentro de la fenmeno loga poltica. Es sta la Era de la economa poltica, y es evidente que, en la conduccin del Estado, en la direccin del poder, las pla nificaciones econmicas tienen prioridad y lugares de primer orden .d) Hay, asimismo, una dimensin extranacional y que llev a la:ciencia poltica a integrar sus captulos con uno que se denomina re laciones internacionales. Est a la vista cmo el contexto de los pro blemas que ocurren ms all de las fronteras ejercen una poderosa' influencia sobre todo lo que polticamente se hace de las fronteras. hacia adentro. No ha desaparecido la nacin ni ha tenido xito la. filosofa internacionalista que alguna vez se predicara en Occidente y en Oriente. Pero es un hecho que cada nacin existe dentro de una complicada y dinmica trama de relaciones con otros pases, ya por razones comerciales, culturales. militares, etc. De manera que el estu dio (o el manejo) de la poltica interna reclama controlar ese otro campo que le est adicionado: el de las relaciones internacionales ..e) La quinta perspectiva, que quiz puede ser el eplogo de las.otras. porque all se van a concretar sus conclusiones, es el aspecto' jurdico. Constituye la base de 10 que se aspira a obtener, que es el mejor orden de convivencia poltica en una comunidad de hombres libres. El fin ltimo de una ciencia poltica es sustancialmente prctico: ofrecer los elementos para que el grupo social realice su ccns truccin jurdica. Las Constituciones y leyes Fundamentales -la ma- tena prima de nuestra disciplina-e-, resulta ser la obra concluida de los procesos polticos, ya se concrete ello mediante constituciones escritas y rgidas, o por el tipo de derecho anglosajn con alta inci dencia de las costumbres y los precedentes jurisprudenciales. La di mensin jurdica de la ciencia poltica es, sin duda. la ms importante; porque en ello remata todo este quehacer. Las Constituciones y leyes' constitucionales son el fruto ms relevante de los estudios polticos : ellas contienen lo que es fundamental para organizar el poder estataly la situacin jurdica de los habitantes, sus derechos y posibilidades.De ah que desde esta perspectiva la ciencia poltica se propone in dagar toda la problemtica jurdica del poder. lo que lo limita. su dis tribucin, las competencias supremas del Estado.2'74CIENCIA POlmCA.- DEREO-IO POUTlCO y DF.RE.O-!O CONSTITUGlONAL.

La dimensin jurdica de la ciencia poltica es, sin duda, la ms importante. porque con ella epiloga todo ese quehacer poltico a que hemos aludido antes. Los procesos de cambio social, las transformaciones econmicas. incluso aqu llas que tienen un trmite violento. con guerras, luchas civiles, pacficas o armadas, en definitiva buscan un cauce, para institucionalizarse. para ser el nuevo orden de la sociedad. Siempre es oportuno recordar que un nuevo orden es tal en la medida que ha sabido plasmarse en normas jurdicas coac tivas. obligatorias, acatadas, que sustituyen la estructura normativa del viejo orden. Un prestigioso jurista francs, George Ripert, escribi alguna. vez algo que es definidor: Cuando el ruido de las revoluciones cesa, Jo que queda en pie es siempre la obra de los juristas,7. Con respecto a las leyes Fundamentales o constitucionales, el objetivo de la ciencia poltica es dirigirse a ellas para indagar toda la problemtica del poder, las prescripciones que lo facultan y las que lo limitan. las pautas de su distribucin en competencias y niveles institucionales. todo cuanto hace a la pirmide jerrquica de instancias y jurisdicciones. Acaso la importancia de la dimensin jurdica. del Derecho constitucional -porque no otra sera la dimensin jurdica que construye y explicita la ciencia poltica-, ha hecho que algunos politiclogos de nuestros das sostengan que dicha disciplina, ms que una ciencia autnoma es un mtodo para el mejor aprovechamiento del Derecho constitucional, o mejor un mtodo que sirva al Derecho consti tucional.Georges .Burdeau, en Francia, una de las mentalidades ms lcidas en cien cia poltica, sostiene esa tesis. Los franceses contemporneos, en general, le dan una importancia extraordinaria al aspecto jurdico. No con la visin cl sica. formalista, sino en el sentido de que el Derecho expresa las conclusiones normativas de toda la indagacin poltica. Es que los autores franceses --de acuerdo a la comente occidental ms destacada-, atribuyen al campo del eons titucionalisrno esos caracteres de fundamentalidad, de primigeneidad, de su premaca, que son los rasgos principales de nuestra disciplina.Si existe. pues -advierte Burdeau- entre la ciencia poltica y el Derecho constitucional una jerarqua, sta no puede ser otra que la que se establece entre una ciencia de sntesis y una de las ciencias particulares cuyas enseanzas aqulla utiliza. La ciencia del Derecho constitucional no es en este sentido ms que una de las ciencias po-275CESAR ENRIQUE ROMERO

lticas cuyos resultados sistematiza la ciencia poltica. Pero... nada "autoriza a suponer que la ciencia poltica sea una simple prolon gacin. un complemento de aqul" (2).8. No estamos, empero. como podra suponerse. en un callejn sin salida, aunque sea cierto que la introduccin del Derecho constitucional por los cami nos ms fecundos del realismo jurdico han planteado complicaciones. El cre ciente maridaje entre la ciencia de lo poltico y la ciencia de 10 jurdico-institu cional, ha desalojado el mundo lleno de quietud que las ctedras universitariasheredaron del ciclo normativista presidido por los grandes tericos del llamado Derecho poltico, Ahora. en cambio. un confuso panorama. plagado de proble mas y conflictos, somete al jurista y al politiclogo a compromisos y aventuras que a diario lo llenan de temor a los errores o a invadir senderos peligrosos.Pero es indispensable. La poca, el siglo, est demasiado cargado de tensiones.de cambios de procesos. de transformaciones como para que siga el Derecho reposando sibarticamente en los anquilosados moldes puramente normativos que construy el pasado. Si el Derecho constitucional aparece actualmente revita lizado. es precisamente porque sus relaciones estrechas con la ciencia poltica le abrieron horizontes nuevos en cuanto a problemtica, a sistema. a mtodos.a criterios bsicos. Conviene, sin embargo, que se precisen las respectivas esfe ras de una y otra disciplina y, sobre todo. el modo como se ponen de acuerdo para servir.En lo que respecta al Derecho constitucional -prosigue Bur deau-, ante todo, es inexacto que pueda concretarse. como ciencia. al anlisis de las reglas jurdicas. Sin duda que su objeto directo, como10 es el de toda disciplina jurdica, es el de exponer un sistema normativo. Pero las normas que lo constituyen son funcin de un me dio que hay que conocer, aunque no sea ms que para interpretarlas desde el punto de vista jurdico estricto. Quin podra jactarse de que puede exponer las particularidades del parlamentarismo francs sin referirse al clima de nuestras Asambleas, a las divisiones de la opinin. a la influencia de las agrupaciones ocultas. etc? Y se dir acaso del civilista que para exponer la reglamentacin del divorcioaludiera a los perjuicios sociales del adulterio, que renuncia a la togaroja del jurista para revestir la amarilla del socilogo. Lo cierto es que siendo el Derecho una ciencia social, no puede hacer abstraccin de la realidad viviente.(2.) Cfr. Mtodo de la ciencia poUtica, Ed, Depalma, Buenos Aires. 191}4, pg. 14I.CIENCIA POLITICA, DERECHO rotrnco V DERECHO CONSTITUCIONAL

En cuanto a la ciencia poltica -agrega-, tampoco su objeto admite que se la coloque en relacin de dependencia con respecto al Derecho constitucional. No est. hecha para amenizar con anc dotas la rida exposicin de las normas jurdicas. Por cierto.' y ya he, mos insistido suficientemente sobre este punto. que debe conside rar con atencin muy particular las instituciones del Derecho posi tivo. Pero stas no limitan su campo de investigacin. Para el politi clogo son muchos ms tos problemas que plantean las instituciones polticas de un pas que los que resuelven. y los que le interesan son justamente los problemas; ms an que saber cmo se comportan. frente a la realidad, las soluciones imaginadas por los autores de las Constituciones. 9. Pero esta distincin constituye, a la vez, el compromiso de aportar una versin que resuelva, sintticamente, la dicotoma elaborada. No basta, en efecto, demostrar que el Derecho constitucional y la ciencia poltica poseen. cada uno y ambos a la vez, personalidad y autonoma; tampoco se agota la exigencia probando las relaciones recprocas a que estn permanentemente sujetos. Precisa decir, asimismo, que son uno para el otro. Y veamos cul es la solucin desde el punto de vista del eminente profesor francs:Tocarnos as el papel, en nuestra opinin irreemplazable, que el Derecho constitucional debe desempear en relacin con la ciencia poltica. Decamos que en cada pas existe un receptculo de respues, tas a los problemas que plantea el gobierno de Jos hombres. Ahora bien, al coleccionar las resoluciones, vemos dibujarse las cuestiones. y esto es 10 importante, porque sabemos que la primera resistencia que los fenmenos polticos oponen a nuestra curiosidad es su multi plicidad, su complejidad. su inextricable imbricacin. No sabemos por donde asirlos. Pero justamente el Derecho constitucional nosmuestra el camino, indica.nM, impUcitamente por sus reglas, los problemas que es necesa.rio resolver. As proporciona a nuestras inves tigaciones el punto de partida y su primer cuadro Algo que vale decir: HEl Derecho constitucional como instrumento metodolgico de la ciencia poltica (3).10. La comente que emparenta estrechamente a la ciencia poltica con el Derecho constitucional tiene otras expresiones igualmente ilustradas. Mau-(3) Cfr. Ob. cit . pgs, 142-143.277CESAR ENRIQUE ROMEROrice Duverger, profesor de la Facultad de Derecho y Ciencias Econmicas de Pars, se ha prestigiado a travs de obras que alcanzaron amplia consagracin en los medios editoriales y universitarios. Una de sus ltimas producciones es. empero, la que marca su adhesin a las orientaciones definidamente realistas del Derecho Constitucional; o, tambin, su militancia en una concepcin de la ciencia poltica siempre dispuesta a reconocer la dimensin jurdica de su esfera de conocimiento. De ah que la obra se denomine no simplemente De, recho constitucional, sino en la forma ms moderna de Instituciones polticas y Derecho constitucional {4}.uno de cuyos prrafos merece reproducirse:Asentar las reglas de conducta obligatoria para los individuos. establecer sanciones para el caso de violacin de las mismas, centre lar su obediencia y. en ltimo caso, aplicar las sanciones. tales son las formas distintas de actuacin del poder en los Estados modernos. Por 10 tanto. es as cmo en torno de la actividad jurdica. en tomo al derecho, se organiza el poder. En los grupos sociales, en los que la nocin del Derecho no se ha' elaborado an, en donde el conjunto de reglas sociales permanece confuso, en donde todo' es al mismo tiempo uso y moral. donde las reglas jurdicas no estn diferenciadas. el poder queda dbil. inorganizado, en embrin. El desarrollo tanto del Derecho como del poder corren parejos. porque el Derecho da al poder sus rganos. asegura la diferenciacin progresiva de los mis mos, as como su perfeccionamiento. ... el Derecho ha desempea do un papel capital en la institucionalizacin del poder. Las Consti tuciones. los Cdigos, las leyes. forman 10 esencial del poder institu cionalizado: incluyendo en los textos jurdicos tanto a los rganos del poder como su estructura, se ha desviado sobre ellos la obediencia primitivamente acordada a los jefes individualizados. hacindose. en suma. su instucicnalizacin, Cierto que no todas las instituciones del poder son jurdicas; en esta obra tendremos ocasin de estudiar las instituciones no jurdicas (por ejemplo: los partidos. los grupos de presin, la prensa), las cuales gozan de gran importancia. A' pesar de todo, las instituciones esenciales, las ms numerosas y las ms fcil-. mente obedecidas son las instituciones jurdicas (5).1I. En cuanto a las otras escuelas o corrientes de pensamiento, en general, debemos decir que la tendencia realista se ha impuesto. aunque en al,(4} Cfr. Edic, Ariel, Barcelona. 1962.(5) Ob. cir., pga. 47-48.CIENCIA POLmCA, DERECHO POLmCO y DEREO-iO CONSTITUCIONAL

:gunos casos se mantenga. acaso ms formalmente que en sustancia. el rigor de los antiguos esquematismos. Tal el caso de los alemanes en cuyas Universi dades se sigue hablando de teora del Estado).Decamos que los alemanes siguen la lnea de la (teora del Estado, con forme a una larga tradicin de las Universidades y de los tericos. Hubo, claro est, una profunda crisis de dicha disciplina cuando la teora del Estado envolvi de tal modo a la ciencia Poltica y al Derecho constitucional --'bajo la influencia de las comentes polticas de la ltima preguerra-, que prctica mente todo se redujo a una versin domesticada de dichas disciplinas. Es que el Estado apareca no solamente como el supremo objeto del pensamiento poltico y jurdico, sino, sobre todo. como el supremo sujeto de las contruc cienes y decisiones polticas y jurdicas. Fue la poca del nacional-socialismo y de la construccin del Estado totalitario. Se explica porque, en un sentido ms prctico que terico, el Derecho constitucional y la ciencia poltica per dieron absolutamente toda autonoma. Despus de la segunda guerra mun dial carecieron de vigencia aqullas orientaciones extremas y otra vez se re tom la tradicin doctrinaria en las Universidades alemanas. Claro que no en aquel sentido absorbente. La teora del Estado se reconstituye en la reelabo racin de la ciencia poltica y del Derecho pblico conforme a la experienciainstitucional de una de las democracias ms avanzadas de la tierra, y nos re' Ierimos, por supuesto. a la Repblica Federal Alemana, tambin conocida comoAlemania Occidental. All se ha sabido conciliar, en un proceso dinmico. popular. las condiciones del Estado de Derecho con los "pasos adelante de un orden econmico-social [planificacin econmica, cogestin obrera en "las Em presas. alto desarrollo de la cultura y el sindicalismo. notorio crecimiento in dustrial. ete.], como forma de llegar aceleradamente a una democracia: social. Lo que se llama modernamente un Welfare,State o Estado de Bienestar Social o Estado Social de Derecho. .12. En cuanto a los espaoles, cuyos avances en el campo de la crencia poltica son innegables, siguen denominndola Derecho poltico, aferrados a una tradicin acaso ms nominal que de contenido, pero que tambin tiene su sentido. En Espaa, la expresin Derecho poltico es algo ms que un en foque normativista de los problemas institucionales. Aunque sea cierto que en Espaa s recepcion a fines del "siglo pasado, con Adolfo Posada y otros, la corriente juridizadora ---de lo poltico, incluso, las vertientes logicistas del pen~ samiento jurdico y ms concretamente del Derecho pblico-- tambin es verdad que no se reneg nunca de la buena tradicin. Nos referimos a aquella que exige para el Derecho poltico un soporte de filosofa poltica, una con cepcin del hombre, de la sociedad y del Estado como" fundamento ltimo.279CESAR ENRIQUE ROMERO

profundo. de las expresiones normativas e institucionales. De all que Derecho poltico en Espaa significa algo ms que un enfoque terico -normativo de la problemtica poltica y estatal-. Y acaso. en ello est. a la vez. la explica...cin de por qu el Derecho poltico espaol. cualquiera que sean sus limita ...clones. haya accedido a una etapa bastante avanzada como ciencia polticay como Derecho pblico fundamental. y, a la vez, haya podido incorporal" una metodologa realista, cientfica y bsicamente moderna. Son sealados ejemplos las ctedras eminentes de Snchez Agesta, [irnnez de Parga, Lucas Verd, Murillo Ferrol, Ferrando Bada y otras igualmente prestigiosas.13. Con 10 dicho creemos que puede perfectamente ubicarse al Derecho constitucional en sus relaciones con la ciencia poltica. En toda indagacin poltica est siempre de por medio la bsqueda de un orden de ideas que se considera ms adecuado para la mejor convivencia de la comunidad. y el Derecho constitucional aparece as como la disciplina del Derecho pblico, o tambin la parte de la ciencia poltica que tiene asignado estudiar el aspecto jurdico fundamental de la comunidad, en cuanto esa esfera jurdica nos va a dar las bases fundacionales del rgimen poltico de la comunidad. Las bases jurdicas fundamentales, supremas, de este orden de convivencia comunitaria. Por eso, aparece como objetivo del Derecho constitucional: estudiar el conjunto de instituciones fundamentales de una comunidad, estn en la Conrti~tucin o fuera de elI'a. Basta que tengan vigencia.'La orientacin realista de la ciencia poltica que nosotros reconocemos para: nuestra disciplina nos conduce. en definitiva. a que el Derecho constitucional estudie no solamente el Derecho de la Constitucin sino ---