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Autora: Garazi Alkorta
Tutora: Luzia Alberro Goikoetxea
Institución: Universidad de Deusto
Fecha: 29/05/2015
La prensa escrita y la interculturalidad: un análisis basado en los atentados de Charlie Hebdo Trabajo de Fin de Grado GRADO EN COMUNICACIÓN
ÍNDICE
1. Prólogo 1
2. Introducción: Los atentados de Charlie Hebdo 1-5
3. Marco teórico: la interculturalidad en la comunicación 5-20
3.1. Aclarando conceptos: multiculturalidad e interculturalidad 5-7
3.2. Comunicación y cultura 7-8
3.3. La comunicación intercultural 8-10
3.4. Barreras de la comunicación intercultural 10-11
3.5. La comunicación intercultural mediada 11-13
3.6. Los medios de comunicación construyendo realidades 13-14
3.7. Medios de comunicación, periodismo y la comunicación
intercultural 14-16
3.8. Los medios de comunicación entre dos culturas: la árabe y la
occidental 17-20
4. Metodología de investigación y fuentes 20-27
4.1. Hipótesis y sub-hipótesis 20-21
4.2. Objeto de estudio y fuentes 21-24
4.3. Metodología cualitativa 24-25
4.4. Llegar detrás de las líneas 25-26
4.5. “Trata” de datos 26-27
5. Resultados del análisis 28-52
5.1. El día después: las portadas del 8 de enero del 2015 28-30
5.2. Charlie Hebdo presente en EL PAÍS 30-31
5.3. ¿Qué nos dicen los conceptos? Cuantificación y relaciones 31-33
5.4. Selección de autores: elemento a tener en cuenta 34
5.5. Las libertades como elemento principal e intocable 35-37
5.6. Suis-je Charlie Hebdo? 37-39
5.7. Nosotros y las responsabilidades 39-40
5.8. ¿Más control, más seguridad? 41-42
5.9. Atacantes: yihadistas, terroristas, barbarie 42-43
5.10. Yihadismo: una guerra 43-44
5.11. La religión: eje del yihadismo 44-46
5.12. ¿Y qué dicen los demás?: comunidad musulmana, sociedad y
políticos 47-49
5.13. Una mirada hacia el pasado 49-52
6. Conclusiones 52-63
6.1. Ataque contra un medio de comunicación 54-55
6.2. Los medios de comunicación y la interculturalidad 56-60
6.3. Un debate que se encuentra más cerca de lo que creemos 61
6.4. ¿Y el profesional de la comunicación? 62-63
7. Bibliografía y fuentes 64-69
7.1. Fuentes 64
7.2. Bibliografía 64-69
Anexos 70-82
1. Prólogo
En este informe recogeremos el Trabajo de Fin de Grado de los estudios en
Comunicación, siendo el objetivo de este trabajo el demostrar los conocimientos
adquiridos en él. Para ello, reflejaremos los conocimientos de pensamiento
analítico, crítico y sistémico que hemos trabajado en estos cuatro años de grado;
así como las aptitudes de investigación interiorizadas que han sido necesarias para
llevar a cabo este trabajo. Como veremos más adelante, nos acercaremos a la
relación existente entre la prensa escrita y la interculturalidad, a través del estudio
de un caso concreto: el reflejo del atentado a Charlie Hebdo en la edición digital
de los periódicos EL PAÍS y ABC.
Cabe destacar que existen otros estudios parecidos, en los que se ha tratado el
tema del rol que juega la prensa escrita en la interculturalidad y se han usado
como referentes para realizar este trabajo de investigación: Min Jeong Ko (2008):
A case study of intercultural communication in a multicultural classroom in the
Brisbane Metropolitan area; Cristina Villalobos (2004): Los inmigrantes y la
delincuencia en prensa. Una imagen distorsionada; Andreu Casero (2007):
Inmigración e ilegalidad: La representación mediática del “otro” como
problema; César Rina Simón (2013): La definición del enemigo tras el 11S.
Análisis comparativo de ABC y EL PAÍS, entre otros.
2. Introducción: Los atentados de Charlie Hebdo
El objetivo de esta investigación es la siguiente: partiendo de un acontecimiento
cercano y basándonos en aquello que la prensa escrita ha plasmado, analizar la
forma en la que la comunicación escrita afecta en las relaciones y el diálogo entre
las culturas, es decir, en la interculturalidad. Para ello, nos basaremos en el
análisis del reflejo que la prensa escrita, en las ediciones online del ABC y EL
PAÍS, ha hecho de los atentados del 7 de enero del 2015, en las oficinas del
periódico satírico francés Charlie Hebdo, durante el periodo que transcurre entre
el 7/01/2015 y el 21/01/2015. Así nos adentraremos en dos debates diferentes que
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giran en torno a este hecho: el trato que un medio de comunicación da a un
atentado contra otro medio de comunicación; y, a su vez, la forma en la que los
medios de comunicación influyen en la interculturalidad.
Somos conscientes de que el trasfondo de este atentado trasciende lo propiamente
cultural: La cuestión religiosa, la adaptación de los inmigrantes a las culturas de
acogida, las desigualdades económicas entre la población y/o el intervencionismo
occidental en Oriente Próximo… son aspectos de igual relevancia en esta
problemática. Es decir, nosotros basaremos nuestro análisis en la forma en que los
medios de comunicación plasman estos atentados; y en qué forma ayuda o
dificulta el trabajo que hacen los medios de comunicación en las relaciones entre
diferentes culturas, es decir, en las relaciones interculturales de cara al lector de
determinada prensa española.
Según dice Praxmaxer, doctor experto en comunicación intercultural, en su
artículo Charlie Hebdo and Intercultural Dialogue (2015), este acontecimiento a
analizar es una consecuencia clara de una falta de integración social, política,
económica, psicológica y también cultural. En ese mismo artículo añade que:
“Francia, así como otros países europeos, no ha sido capaz de dar a los otros el
espacio y oportunidades para desarrollar y crecer junto al nosotros. Si a esto
añadimos el estigma y la enemistad que Europa muestra hacia los musulmanes,
poco a poco, se ha ido creando un clima social y político, donde la violencia
prospera. Por otra parte, este clima que se vive en Europa se ve agravado por lo
que ocurre en muchos de los países de culturas regidas por el islam, de regímenes
no democráticos o corruptos, tajantemente respaldados por occidentales debido a
razones económicas o geopolíticas” . 1
No obviamos el hecho de que tampoco las culturas occidentales son monolíticas y uniformes. Tampoco que 1
muchas veces bajo el paraguas de problemas interculturales se esconden problemas cuya raíz se hunde en la injusticia social.
!2
Poco a poco, hemos ido siendo conscientes del hecho de que la interculturalidad y
la comunicación están presentes en las sociedades actuales; dicha presencia ha ido
haciéndose mayor durante estos últimos años, un proceso en el que la declaración
del “Año Europeo del Diálogo Intercultural” (2008) por parte del Parlamento
Europeo y la Comisión de la Unión Europea, ha jugado un papel fundamental.
Además, la globalización nos ha acercado a la diversidad cultural, la cual se ha
convertido en uno de los principales patrimonios de la humanidad en el siglo XXI.
Además, existen una serie de indicios mencionados por Alsina (1999) que
remarcan que el interés por la interculturalidad es cada vez mayor en la
ciudadanía: el crecimiento de movimientos migratorios, mayor contacto con
personas de diferentes culturas, la globalización de la economía y la
comunicación, la intervención de organismos internacionales en conflictos, el
hecho de que el Estado-nación deje de ser el principal referente político y, por
último, la multiplicación de conflictos interculturales.
Podemos afirmar que Europa es intercultural. Y es que, si recurrimos a los últimos
datos ofrecidos por EUROSTAT, a principios de 2014 había 1,7 millones de
inmigrantes en Europa. De entre los países que recibieron más inmigrantes,
Francia se encuentra en el cuarto puesto con 327.400 personas recibidas. Hoy en
día, en Francia unas 5-6 millones de personas son parte de la comunidad árabe. Es
decir, podemos ver que, hoy en día, la multiculturalidad en Europa, y en Francia
especialmente, es un hecho. Por otro lado, en dicho país, en los últimos años cada
vez son más aquellos que están a favor del Frente Nacional , la crisis económica 2
continúa y cada vez es más común oír palabras en contra de la inmigración;
siendo el debate entre la libertad de expresión, el multiculturalismo y el Islam,
diario en Francia.
Partido político francés nacionalista de extrema derecha. Sus pilares principales son: el nacionalismo 2
francés, conservadurismo nacional, conservadurismo social, el populismo de derecha, la inmigración controlada, la anti-globalización, el proteccionismo, y el euroescepticismo. Fuente: http://en.wikipedia.org/wiki/National_Front_(France) (Cuenta con fuentes contrastadas de diarios e investigaciones).
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La relación conflictiva entre estos dos mundos, entre culturas occidentales y
árabes, es evidente; además, ha ido empeorando sobre todo a partir de los últimos
acontecimientos. Así, en Occidente se ha creado una imagen de la cultura árabe,
que Said definió en 1978 como Orientalismo: “una línea de pensamiento basada
en una distinción ontológica y epistemológica entre Oriente y Occidente, en la
cual la cultura y las sociedades occidentales son esencialmente y de forma
inherente superiores a las orientales”. Por otro lado, el mundo árabe ve a
Occidente como el otro desafiante, transmitiendo la imagen del islam como un
“agresor global […]; la idea del que el Islam supone un problema, una amenaza
para la visión de una globalización occidentalizada”. Algunos como Gottscalk y
Greenberg (2008), defienden que aquel Orientalismo del que hablaba Said, se ha
convertido, hoy en día, en islamofobia.
Por todo esto, es importante aprender a convivir en este nuevo ámbito. Tal y como
bien comenta Adela Cortina en su artículo “Europa Intercultural” de EL PAÍS,
“Hacer intercultural la vida cotidiana es asegurar que cada cultura dará lo mejor
de ella, por eso la integración en la ciudadanía ha de hacerse desde el diálogo
intercultural de la vida diaria”. La comunicación es uno de los pilares más
importantes en el diálogo. Como bien remarca Alsina (2004), una comunicación
es eficaz cuando se llega a un grado de comprensión aceptable para los
interlocutores. Es decir, “cuando ambos interlocutores son capaces de comprender
acertadamente lo que unos y otros quieren decir, porque comparten
significaciones en un grado suficiente o muy profundo. La búsqueda de la eficacia
intercultural conduce a crear competencia comunicativa: poder sentirse
competente para comunicarse con los miembros de otra cultura” (Delgadová,
2008, p. 2).
Empezaremos esta investigación definiendo el marco teórico, donde recabaremos
aquello que otros autores han dicho en torno a la interculturalidad en la
comunicación; tras definir una hipótesis, la cual terminaremos probando o
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desmintiendo, y definir una metodología de investigación y basándonos en ella,
analizaremos todo aquello que nos ha dado la información recogida anteriormente
de la edición digital de los diarios ABC y EL PAÍS; tras mostrar los resultados del
análisis, terminaremos con las conclusiones que hemos extraído de la
investigación.
3. Marco teórico: la interculturalidad en la comunicación
Antes de empezar con cualquier trabajo de investigación, es necesario tener una
base literaria, unos conocimientos concretos y verídicos, de aquello que
analizaremos. Para ello, en este apartado conoceremos lo que expertos en la
materia han dicho en torno a la interculturalidad en la comunicación.
3.1. Aclarando conceptos: multiculturalidad e interculturalidad
Antes de empezar a adentrarnos en el tema principal, es decir, la comunicación
intercultural, conviene tener claros una serie de conceptos relacionados con la
cultura: la multiculturalidad y la interculturalidad.
Partiendo de una concepción interaccionista,
“la cultura es una construcción del ser humano. A grandes rasgos podríamos decir que cada persona ha nacido en una comunicad de vida en la que se ha socializado. La persona interioriza unas maneras de pensar, de sentir y de actuar. A partir de esta interiorización no sólo comprende el mundo de su comunidad, sino que éste se va a convertir en su mundo. Pero al mismo tiempo esta persona va a ser un elemento constitutivo de esa cultura, e inevitablemente, va a ayudar a su transmisión, su conservación y su transformación. Puede parecer contradictorio, pero téngase en cuenta que una cultura es dinámica y cambiante. Por ello, algunas de sus manifestaciones se conservan, otras cambian y otras desaparecen. […]. La cultura se construye por la interacción de los seres humanos, pero al mismo tiempo jamás está definitivamente construida, porque, continuamente por la propia interacción de los seres humanos, está en proceso de construcción. […] La cultura debe su existencia y su permanencia a la comunicación. Así
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podríamos considerar que es en la interacción comunicativa entre las personas, donde, preferentemente la cultura se manifiesta” (Alsina, 1999, p.67). 3
Partiendo de este concepto de cultura, nos encontramos con la multiculturalidad y
la interculturalidad. Son dos conceptos que aunque se encuentren estrechamente
relacionados, distan entre sí en algunos aspectos. Por un lado, tenemos la
multiculturalidad que “tal y como indica su prefijo multi hace referencia a la
existencia de varias culturas diferentes, pero no ahonda más allá, con lo que nos
da a entender que no existe relación entre las distintas culturas.” (Hildago, 2005,
p. 78)
Por otro lado, tenemos el término intercultural que “implica interacción” (Fries,
2010, p. 2), tiende “a la integración de las minorías étnicas y culturales en la
sociedad, conservando su propia cultura y pasando inevitablemente por el
necesario respeto a los derechos humanos” (Blanco, 2010, p. 1). El proyecto
número 7 del CDCC (Council for Cultural Cooperation) del Parlamento Europeo
encuadra el fenómeno del interculturalismo en el siguiente contexto:
1. La mayor parte de las sociedades son ya y tienden a ser cada vez más
multiculturales.
2. Cada cultura tiene sus especificidades, que como tales deben ser
respetadas.
3. El multiculturalismo es potencialmente una riqueza para las sociedades.
4. Para que lo sea también de hecho, es preciso instaurar una interpretación
de esas culturas, sin menoscabo de la identidad de cada una de ellas. Es
necesario pasar de la muticulturalidad a la interculturalidad, provocando un
dinamismo de comunicación y de interacción.
Sabemos que el concepto de cultura abarca muchos ámbitos más allá de lo que hemos mencionado, hemos 3
querido recalcar, debido al objetivo de nuestra investigación, la relación entre el concepto de cultura y la comunicación. Sobre el concepto de cultura, hoy en día, se subraya un valor simbólico “y es porque la noción de cultura penetra directamente en el orden simbólico, en aquello que se vincula con el sentido, es decir, en aquello sobre lo cual es complicado ponerse de acuerdo” (Cuche; 2002, p. 6)
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La interculturalidad sería “un proyecto integrador de culturales diferentes en un
plano de igualdad, basándose en el respeto mutuo y en el derecho a la diferencia,
posibilitando una convivencia democrática y participando en el intercambio
cultural en un mismo plano de igualdad” (Blanco, 2010, p. 13). En otras palabras,
la interculturalidad se produce “cuando dos o más culturas entran en interacción
de una forma horizontal y sinérgica. Ésto supone que ninguno de los grupos se
encuentra por encima de otro, lo que favorece la integración y la convivencia de
las personas. Este tipo de relaciones interculturales supone el respeto por la
diversidad; aunque la aparición de conflictos es inevitable, éstos se resuelven con
respeto, diálogo y concertación” (Parra, 2010, p. 64).
Podemos ver las diferencias entre estos dos términos en la siguiente tabla:
Tabla 1. Fuente: Carlos Giménez Romero, Pluralismo, multiculturalismo e interculturalidad, 2010, p. 5.
3.2. Comunicación y cultura
La comunicación en un contexto intercultural, es entendida como “una
experiencia compartida, no como un acto personal con actores individuales, y
demuestra que la diversidad cultural es la matriz de la comunicación” (Parra,
2010, p. 59). Es decir, nos comunicamos precisamente porque somos diversos y
diversas. Entre las variables culturales, “las que mejor explican el éxito o fracaso
de la comunicación son: el idioma, los códigos no variables, la concepción del
mundo, los roles que desempeñamos en las relaciones y los patrones de
pensamiento” (Parra, 2010, p. 52).
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MULTICULTURALIDAD INTERCULTURALIDAD
Diversidad cultural, lingüística y religiosa
Relaciones interétnicas, interlingüísticas e interreligiosas
Principio de igualdad y de diferencia Principio de igualdad, diferencia y interacción positiva
Adentrándonos en la relación entre la cultura y la comunicación, podemos decir
que la cultura es por sí misma “un sistema de comunicación, ya que las complejas
interconexiones de los hechos culturales transmiten información a sus
participantes” (Parra, 2010, p. 60). Tal y como dice Hall (1996) la cultura es
comunicación y la cultura se demuestra en el proceso de la comunicación
intercultural.
Existe un concepto muy importante que puede utilizarse como puente en el
diálogo entre estos dos conceptos: la identidad cultural. Este concepto, según
Servaes (1989) se refiere a dos fenómenos complementarios. Por un lado, se da
una mirada endógena de asociación o identificación con una cultura específica.
Por otro lado, implica una mirada exógena por la que esta cultura escénica va a
compararse con otras culturas. Por lo tanto, este concepto se basa “en la
pertenencia a un grupo -identidad- y la diferenciación del “otro” -alteridad-. […]
La función de la identidad cultural, es la de la diferenciación, la de construcción
de «el otro» para poder ser” (Alsina, 1990, p. 52).
3.3. La comunicación intercultural
A lo largo de estos últimos años, ha habido varias ciencias que han estudiado la
comunicación intercultural, es por ello que existen varias definiciones de dicho
término. Parra (2010) en su artículo Comunicación Intercultural recoge tres
definiciones propuestas por expertos en la materia: en primer lugar, Asunción y
Lande definieron la comunicación intercultural como el proceso de intercambio de
información entre individuos y grupos que poseen diferencias culturales
reconocidas en las percepciones y formas de conducta que pueden afectar
significativamente la forma o resultado del encuentro; en segundo lugar, según
José Samuel Arango Martínez la comunicación intercultural se refiere a la
habilidad de una persona o empresa de poder moverse entre distintas culturas y
evitar errores fatales por choques culturales con clientes, colaboradores y
proveedores extranjeros; en tercer y último lugar, nos encontramos con la
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definición de Ernesto Zierer, que dice que esta comunicación se refiere a los
procesos comunicativos entre personas de culturas diferentes.
Haciendo una síntesis de estos autores, la comunicación intercultural es un
proceso interpersonal, es decir, un tipo de comunicación que ocurre entre personas
de diferentes pueblos o culturas que presentan diferentes sistemas socioculturales.
La comunicación intercultural es entendida como “un proceso social, que pretende
alcanzar la interculturalidad” (Parra, 2010, p. 62). En dicho proceso, “dos
instancias «culturales», dos universos simbólicos e interpretativos diferentes
entran en contacto e intercambian, no sin conflictos, informaciones” (Rizo y
Romeu; 2006, p. 9).
Parra (2010) en su artículo Comunicación Intercultural habla sobre el hecho de
que entre los objetivos que debe tener todo proceso comunicativamente
intercultural se encuentran los siguientes:
• Establecer los fundamentos de los procesos de interculturalidad, basándose
para esto en un diálogo crítico y auto-crítico. • Eliminar los estereotipos negativos que cada cultura produce o forma de las
otras culturas. Muchas veces, los pueblos han deshumanizado a otros pueblos,
porque han querido representarlos como inferiores y hasta como sus
enemigos. • Iniciar procesos de negociación entre culturas diversas, en un eje transversal
con respeto y a partir de una posición de igualdad. • Relativización de nuestra cultura que nos llevará a la comprensión de otros
valores alternativos y, eventualmente, su aceptación.
En definitiva, “la comunicación permite llevar a cabo la interculturalidad, la hace
manifiesta, objetivable; y como principio de contacto, la comunicación contribuye
a la interculturalidad en tanto que puede privilegiar -en contextos de negociación
o conflicto- el respeto entre sujetos. Comprender las relaciones interculturales en
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una situación comunicativa concreta, supone comprender la cultura de dos
mundos en contacto” (Rizo y Romeu, 2006, p.15).
3.4. Barreras de la comunicación intercultural
Debido a las diferencias que existen entre las culturas, hay muchas probabilidades
de que haya diferencias entre los participantes en el acto comunicativo
intercultural, así como que ésto traiga consigo dificultades. Aquí recogemos las
posibles barreras que mencionan diferentes autores:
• Buscar similitudes. Debido al hecho de buscar similitudes con otros, “la gente
intenta excluir aquellas características culturales distintivas” (Samovar y
Porter, 2004 en Jeong Ko, 2008, p. 28). • Reducción de la incertidumbre. Cuando nos encontramos con desconocidos,
miembros de diferentes grupos desconocidos para nosotros, creamos una
cierta incertidumbre; “es importante reducir dicha incertidumbre intentando
entender los comportamientos de los demás” (Gudykunst y Kim, 1997 en
Jeong Ko, 2008, p. 28). • Retirada. Los humanos intentamos evitar las situaciones ante las cuales nos
sentimos incómodos; en este caso, “la gente tiende a evitar encuentros
interculturales” (Samovar y Porter, 2004 en Jeong Ko, 2008, p. 28) • Estereotipar. La estereotipación puede llegar a ser una barrera en la
comunicación intercultural debido a la “tendencia a simplificar, generalizar o
exagerar demasiado. Además, estereotipar suele traer consigo “un sentimiento
de superioridad hacia la otra cultura” (Samovar y Porter, 2004 en Jeong Ko,
2008, p.28). Jandt (2004) resume en cuatro puntos los problemas que puede
acarrear la estereotipación en actos comunicativos interculturales: - Hace que la gente asuma que las creencias estereotipadas son
verdaderas, aunque no lo sean. - Existe una continua adopción de creencias estereotipadas que se
convierten en un refuerzo falso de las creencias.
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- Las creencias prevalecientes hacen que la gente las asuma y las aplique a
los individuos. - Las personas que estereotipan pueden afectar el comportamiento de las
personas estereotipadas, ya que estos últimos se comportan de acuerdo a
las creencias de las primeras. • Prejuicios. Los prejuicios “están estrechamente relacionados con los
estereotipos; la diferencia es que estos últimos incluyen creencias positivas y
negativas, en cambio, los primeros únicamente las negativas” (Jandt; 2004, p.
90). Según Allport (1958), los prejuicios traen consigo una serie de
consecuencias que pueden afectar el acto comunicativo: anti-locución,
abstinencia, discriminación, ataques físicos y exterminación. • Racismo. Es la “creencia de que ciertas razas son superiores a otras” (Barnett
y Lee; 2003, p. 32). Esta creencia trae consigo que el acto comunicativo
intercultural no sea equitativo, convirtiendo a una cultura en dominante hacia
la otra. • Etnocentrismo. El etnocentrismo es considerado un problema para la
comunicación intercultural ya que esta creencia trae consigo el “pensar que
nuestra cultura es superior a las otras, y juzgarlas basándonos en estándares
de nuestra propia cultura” (Jandt; 2004, p. 83). Como veremos
posteriormente, esta barrera tiene gran importancia a la hora de analizar la
relación entre la interculturalidad y los medios de comunicación.
3.5. La comunicación intercultural mediada
Rodrigo Alsina hace una diferenciación entre la comunicación intercultural
interpersonal y la comunicación intercultural mediada. Aunque estos dos
conceptos contengan diferentes características comunicativas, “ni la comunicación
mediada puede no tener en cuenta la comunicación interpersonal, ni la
comunicación interpersonal puede estudiarse sin tener en cuenta el contexto
cultural y mass mediático” (Alsina, 1990, p. 31); aspecto que nos interesa
especialmente en nuestro trabajo de investigación.
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Durante estos últimos años, cada vez son más los investigadores que están
hablando del hecho de que la comunicación de masas “ha quedado superada por
las más recientes tecnologías de la comunicación y por las nuevas realidades
sociales” (Gifreu, 1991, p. 73). Es por eso que se empieza a hablar de la
comunicación intercultural mediada, el cual está estrechamente relacionado con
lo que antes se conocía como comunicación de masas comparada. Muchos
autores se han olvidado de que aunque el diálogo entre culturas se sitúa en la
comunicación interpersonal, no podemos olvidarnos del importante papel de los
medios de comunicación; ya que “muchas de las imágenes e ideas que tenemos
sobre culturas remotas han sido suministradas por los medios de
comunicación” (Alsina, 1990, p. 31).
Rodrigo Alsina (1999) hace una propuesta de las cinco principales características
que contiene la comunicación mediada de hoy en día:
• La intervención tecnológica. Al hablar de mediada, hablamos de
tecnológicamente mediada; es decir, la tecnología es una condición necesaria
en este tipo de comunicación intercultural. • Doble instancia del comunicador. Por un lado, tenemos al sujeto individual
que puede ser una persona anónima o una estrella de la radio; por otro,
tenemos al sujeto colectivo, que sería la propia empresa comunicativa. • Mediación en la producción del mensaje. El medio no se utiliza como mero
transmisor o canal, sino que como constructor de discursos. • Tiempo y/o espacio plus-mediático. Ha aparecido un tercer espacio, el cual es
virtual; es decir se puede «estar» sin estar en otros espacios. Para decirlo con
otras palabras, recibimos información detallada de todos los rincones del
mundo, sin estar presentes en esos sitios. • Separación entre sistemas de producción y de recepción. El sistema de
producción esta vinculado a las industrias de la comunicación que distribuyen
un contenido, principalmente, a partir de criterios comerciales. El sistema de
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recepción se refiere a cómo los individuos, insertos en un sistema social, se
apropian de los contenidos de los medios.
Además de Alsina, otros autores también han hablado de la comunicación
intercultural mediada, como por ejemplo Anderson y Meyer (1998) que aseguran
que la mayor diferencia entre la comunicación interpersonal y la mediada es que
en esta última, los sistemas de producción y recepción son casi independientes.
3.6. Los medios de comunicación construyendo realidades
El papel de los medios de comunicación hoy en día es esencial a la hora de
construir realidades; incluso podríamos llegar a decir que “la noción general que
se tiene de ella (la realidad) está determinada por lo que nos transmiten
(Guinsberg, 1995, p. 1). Ésto ha sido afirmado por varios expertos en el tema
durante años, como por ejemplo, Christian Doelker (1982) que considera que “la
construcción de nuestra imagen del mundo se realiza cada vez más a través de los
medios, que a su vez proporcionan una imagen del mundo; por consiguiente,
nuestro concepto de la realidad nace -según nuestra proporción- del consumo de
los medios, asimismo de experiencias mediadas y no tan sólo de experiencias
inmediatas” (p. 177).
Además, es bien sabido que “no siempre los medios informan y transmiten una
visión más o menos objetiva de lo que acontece, sino su visión de la misma, en no
pocos casos deformada no sólo por la particular perspectiva que se tiene de los
hechos sino también intencionalmente” (Guinsberg, 1995, p. 2). En este sentido,
muchos estudios de comunicación hablan del agenda-setting, el cual sostiene que:
“Como consecuencia de la acción de los periódicos, de la televisión y de los demás medios de información, el público es consciente o ignora, presta atención o descuida, enfatiza o pasa por alto, elementos específicos de los escenarios públicos. La gente tiende a incluir o excluir de sus propios conocimientos lo que los media incluyen o excluyen de su propio contenido. El público además, tiende a asignar a lo
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que incluye una importancia que refleja el énfasis atribuido por los mass media a los acontecimientos, a los problemas, a las personas. Los media, al describir y precisar la realidad externa, presentan al público una lista de todo aquello en torno a lo que tener una opinión y discutir […]. El presupuesto fundamental de la agenda-setting es que la comprensión que tiene la gente de gran parte de la realidad social es modificada por los media” (Wolf, 1987, p. 163).
En definitiva, esa realidad de la que nosotros no paramos de hablar, no siempre es
la auténtica realidad; es una perspectiva que nos hemos creado basándonos en
aquello que los medios nos han hecho ver y saber. Por lo tanto, no hay ninguna
duda de que los medios de comunicación tienen un efecto directo en los
pensamientos y conductas de las personas, ya que éstos se basan en la idea que
tenemos de la realidad.
3.7. Los medios de comunicación, el periodismo y la comunicación intercultural
No hay duda de que los medios ocupan hoy en día una posición central en la
sociedad y tienen un enorme potencial para informar sobre los acontecimientos de
la actualidad. Los medios no sólo transmiten información e ideas, sino que
generan opinión y presentan una visión particular de la realidad. Pese a ello, cabe
destacar que esta visión es, más o menos, nueva, ya que durante estos últimos
años:
“Hemos cambiado de la visión meramente instrumental de la información y de los mensajes, basada en códigos perfectamente estructurados, lineales y transparentes (donde es suficiente por parte del destinatario descodificar de la misma manera como ha codificado el emisor para que haya entendimiento del mensaje), para pasar a la dimensión subjetiva del comunicar, la que permite reflexionar sobre la participación activa de los sujetos involucrados que asignan, desde posiciones culturales y cognitivas distintas, el sentido a lo que acontece o incluso a lo que leen u observan en la televisión. Debemos pensar en la comunicación no como un mero intercambio, sino como un espacio conflictivo en el que se reconoce competencia comunicativa, que es cultural o mejor dicho intercultural , a los interlocutores” (Cerbino, 2002, p. 6).
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El etnocentrismo es uno de los elementos que hemos mencionado a la hora de
hablar de las barreras de la comunicación intercultural; aplicándolo a los medios
de comunicación Alsina (1990) sostiene que “es inevitable” (p. 84). Cuando los
medios de comunicación “reciben el material informativo, sólo para hacer los
acontecimientos más comprensibles los adaptan a los patrones culturales de su
audiencia […], suelen hacer la interpretación hegemónica o al menos la más
fácilmente consensuable” (Alsina, 1990, p. 85). “Este etnocentrismo, que se puede
apreciar en el lenguaje, forma parte del punto de vista que se adopta y del
destinatario construido en la narración. La construcción de este «espacio mental»
se hace necesaria ya que se narran los acontecimientos a un destinatario-modelo
determinado. Quizás el mayor problema se puede plantear precisamente en la
construcción del «espacio sentimental». Es decir, cuál es el contenido de la
identidad construida. Aquí es donde empieza a ser necesaria una actitud
responsable de los medios de comunicación. Sin embargo, para los periodistas no
siempre es fácil construir una alterada exenta de connotaciones negativas” (Alsina
y Gaya, 2001, p. 107).
Es más, “los medios de comunicación establecen un horizonte espacial cognitivo
y emotivo por el que se crean unas fronteras que marcan los límites entre el
nosotros y el ellos. Es decir, los medios de comunicación llevan a cabo “procesos
de construcción identitaria” (Alsina y Gaya, 2001, p. 107), así como un proceso
de producción cultural: “visiones del mundo, modelos de representación,
suministran a los sujetos unas determinadas creencias y valoraciones que
contribuirán a formar el sentido común. Los medios afectan, condicionan,
producen y reproducen los procesos cognitivos y emocionales de las audiencias,
ofreciéndoles modelos de representación de lo que acontece” (Cerbino, 2002, p.
7).
En cuanto a la información que ofrecen los medios de comunicación, siempre y
cuando traten temas relacionados con la interculturalidad, Cohen y Roeh (1992)
!15
señalan que las noticias raramente son puestas, en pantalla o en papel, tal y como
son recibidas (p. 86). Es decir, “todo tipo de información se hace a partir de una
perspectiva determinada” (Alsina y Gaya, 2001, p. 107). Esta perspectiva es la del
nosotros, la de nuestra cultura, y es que “en todas las informaciones, incluso en
ocasiones explícitamente, se establece un «nosotros», que es la comunidad que se
toma como marco de referencia” (Alsina, 1990, p. 86). En cuanto al ellos, por otro
lado, “se destacan las diferencias y semejanzas con la propia cultura […] o se
convierte en una abstracción, en un colectivo indiferenciado, en un estereotipo y
se presta atención a las diferencias generalizantes y a las características más
inasimilables para la propia cultura” (Alsina, 1990, p. 86).
Existe una teoría sobre el trato en los medios de comunicación del concepto de
ellos, que diferencia cuatro tipos de enfoques:
“En primer lugar, la teoría reflectiva, según la cual el significado radica en el objeto, la persona, ladilla o el hecho del mundo real, y el lenguaje actúa como un espejo que refleja la realidad tal y como es. Por otro lado, está el enfoque intencional, que proporciona todo el poder de la representación al autor, quien impone su forma de ver el mundo a través del lenguaje. También tenemos el enfoque construccionista, según el cual no es el mundo material el que expresa el significado, sino el sistema lingüístico que utilicemos para representar los conceptos. Pero quizás lo que más se ajuste al tema que estamos analizando […] es un enfoque ideológico de la representación del otro, que tiene la capacidad de cambiar o acomodar la realidad de acuerdo con la visión ideológica que quiere representar. Esto da lugar a tres formas de discurso:
• El discurso etnocéntrico, que sitúa al yo, al propio grupo, en la parte central del discurso. Es el nosotros y ellos o nosotros contra ellos.
• Un discurso de mediación, en cuya base está el poder y la influencia. De acuerdo con este discurso, la representación de ellos y nosotros, se basa en la superioridad del nosotros y en la debilidad o inferioridad de ellos.
• Un discurso de denominación, hipócrita y malintecionado.” (Mesa, 2010, p. 9)
En definitiva, “los periodistas y la prensa en general, a pesar de las nuevas
tecnologías que muchos habían predicho que podrían crear una aldea global, […]
!16
siguen hablando la lengua de sus respectivas culturas/tradiciones/
audiencias” (Cohen y Roeh, 1992, p. 32).
3.8. Los medios de comunicación entre dos culturas: la árabe y la occidental
Los medios tienen la capacidad de articular determinados discursos y definir los
marcos a partir de los cuales la sociedad puede entender la realidad de las
minorías. La representación mediática de las minorías y de los temas relacionados
con éstas, o incluso su falta de representación, su ausencia del panorama
mediático, supone un factor determinante en cómo las audiencias mayoritarias
perciben las minorías.
En este ámbito y tal y como hemos visto hasta ahora, el uso del nosotros y ellos es
constante, y es que al hablar de interculturalidad, hablamos del contacto con los
otros; al hablar de la convivencia entre culturas, estamos hablando del ya tan
conocido binomio nosotros-ellos. Pese a que éste sea un binomio conflictivo, es
considerado natural por muchos autores que aseguran que: “no se puede concebir
una cultura sin ninguna relación con las demás culturas; […] una cultura no
evoluciona si no es a través de los contactos: lo intercultural es constitutivo de lo
cultural” (Todorov, 1996, p. 22)
Por un lado, con el nosotros nos referimos a nuestra cultura con principios
occidentales, “que implica el reconocimiento del valor supremo de la razón y la
del ser humano. Sobre esta base humanística, la religión cristiana (base de estas
culturas) apoyó otros tres grandes valores desconocidos en la cultura clásica, los
de la persona, la libertad o libre albedrío en sentido pleno, y el amor supremo o
caridad” (Formet, 2011, p. 2).
!17
Por otro lado, con el ellos nos referimos, en nuestro caso, a las culturas árabes , 4
donde ciertas actitudes se consideran irrespetuosas. La cultura árabe se extiende
por 22 países de todo el mundo, los cuales forman la conocida como “Liga
Árabe”. Uno de los pilares más importantes de la cultura árabe es la religión: el
Islam. Esta religión predica la no violencia, el respeto y la solidaridad; sin
embargo, muchas veces, ha sido utilizado, al igual que otras religiones, para
justificar actos violentos. Cabe destacar que frente a lo que muchos piensan, la
cultura árabe y el islamismo no son lo mismo: no todos los árabes son
musulmanes, ni todos los musulmanes son árabes . 5
Tal y como bien dice Daniel Innerarity en su artículo Nosotros y ellos: contra los
estereotipos (2015), en los últimos años estamos cayendo en este error de
generalizar y confundir realidades: “bastantes análisis en torno al terrorismo
yihadista recurren a […] generalizaciones y hablan, sin matices, de «terror
islamista frente a la civilización occidental» […]. Estamos dando a entender que
con el terrorismo se expresa una comunidad entera”. Para decirlo de otra manera,
es importante recordar que al referirnos al ellos, en la definición del binomio que
acabamos de formular, no estamos hablando de yihadistas y/o terroristas, sino a la
cultura árabe, en general; la cual no queda representada, de ninguna de las
maneras, por ese pequeño grupo.
En el caso de la trata de las relaciones entre la cultura árabe y la cultura occidental
en los medios de comunicación, se produce una “generalización
excluyente” (Alsina, 1990, p. 88) en cuanto al ellos. Es decir, existe cierta
tendencia a “dirigirse más a los sentidos que a la razón, acercándose más a
seculares estereotipos que a una comprensión de las poblaciones de las que se
habla” (Alsina, 1990, p. 88). Hall (1997) denominó esto como “poder simbólico”,
Nosotros hacemos regencia a la cultura árabe por el objetivo de nuestro estudio de investigación, es por esto 4
que, en el caso de que el objetivo fuese distinto, podríamos hablar de otro ellos.
Fuente: “El traje y el mundo: Cultura árabe”, 2008. Disponible en: https://eltrajeyelmundo.wordpress.com/5
asia/cultura-arabe/
!18
el cual es el poder de marcar, asignar y clasificar la representación del ellos. De
hecho, de acuerdo con Poole (2002), citado por Mesa (2010, p.12), una “visión
etnocéntrica domina las actuales representaciones de la cultura árabe, que son
reduccionistas y predominantemente negativas. Los musulmanes son
representados generalmente como atrasados, irracionales, fundamentalistas,
misóginos, una amenaza, manipuladores en el uso de su fe para réditos políticos y
personales y también con gobiernos y movimientos políticamente inestables”.
Tal y como explica Karim (2006) citado por Mesa (2010, p.11), de los
innumerables acontecimientos que cada día suceden en torno a los alrededor de
mil millones de musulmanes que hay en el mundo, sólo aquellos hechos
dramáticos, trágicos o al margen de la ley logran aparecer en las portadas de los
periódicos. En definitiva, la idea general que transmiten los medios es que la
cultura árabe es el “otro” ante el cual el “yo” colectivo debe permanecer en
guardia.
Si analizamos trabajos que expertos ya han realizado anteriormente, donde se ha
analizado el trato que la prensa escrita otorga a este tema, veremos que todas
llegan a las mismas conclusiones y que lo anteriormente citado por Karim se
cumple en la práctica: “describiendo al inmigrante como negatividad pura, se
prepara el camino para su exclusión e incluso su persecución” (Giordano, 1996, p.
176); Chaffe (1992) dice que los medios de comunicación no se refieren ni tan
siquiera a naciones, sino a un grupo de naciones -el Islam, la OTAN, el África
Negra, el Tercer Mundo… Definiéndolo además, como “buenos” o “malos” (p.
41-44); “sí que se transmite una imagen negativa y en cierta medida estereotipada
del mundo árabe y musulmán, […] en algunos diarios nos encontramos un
tratamiento informativo orientado a la denominación y el estigma, en otros,
simplemente, estamos ante una selección muy limitada de temas relacionados con
este mundo, temas que al ser generalmente negativos, contribuyen de por sí a
generan una determinada imagen” (Mesa, 2010, p. 146).
!19
Y es que, la opinión generalizada concluye que “los medios de comunicación
occidentales transmiten una imagen negativa y estereotipada del mundo
árabe” (Mesa, 2010, p. 13) Como consecuencia de esta manera de tratar dicha
cultura, en occidente se crean imágenes erróneas sobre ésta. Paul Balta (1994)
citado por Alsina (1999, p.89), apunta los cuatro estereotipos que los europeos
tienen de los árabes: el terrorista; el pobre trabajador inmigrante; el rico emir del
Golfo; y/o el integrista fanático (p. 31).
4. Metodología de investigación y fuentes
Para poder empezar a analizar la información recogida anteriormente de los
diarios ABC y EL PAÍS, es importante definir una metodología a seguir que
concretaremos en este apartado: tras aclarar la hipótesis, el objeto de estudio y las
fuentes que utilizaremos, necesitamos un conjunto de instrumentos y técnicas que
nos ayudarán en el camino de crear conocimiento, en nuestro caso nos
decantaremos por el método cualitativo; éste nos ayudará a conocer aquello que se
esconde detrás de las líneas. En este trabajo, también utilizaremos un programa
informático, llamado atlas.ti, que nos ayudará en la codificación y categorización
de datos.
Antes de adentrarnos en la metodología y fuentes, cabe destacar el hecho de que
analizar realidades en las Ciencias Humanas no es nada fácil. “La realidad no
existe como tal, sino que se interpreta […]. Haber conseguido agotar el número
posible de interpretaciones posibles de un fenómeno o hecho es haber conseguido
la objetividad” (Zapata, 2011, p. 44).
4.1. Hipótesis y sub-hipótesis
Antes de comenzar definiendo la metodología para llevar a cabo nuestra
investigación, es importante tener definida una hipótesis que comprobaremos o
desecharemos tras llegar a las conclusiones. En primer lugar, según nuestra
hipótesis, EL PAÍS y ABC muestran diferentes discursos a los atentados del 7 de
!20
enero del 2015 contra el semanario satírico Charlie Hebdo; dificultando o
facilitando así las relaciones interculturales.
En segundo lugar, creemos que la razón por la cual ocurre esta variación en el
discurso, recurre en la línea editorial distintiva que tiene cada periódico, Tal y
como dice Van Dijk (1990) en su trabajo La noticia como discurso, los medios de
comunicación juegan un papel realmente importante a la hora de construir
realidades. Debido a que crean y recogen diferentes interpretaciones mediante sus
discursos. Estas realidades están condicionadas por las personas y sus ideologías.
Es por ello, que según nuestra sub-hipótesis los discursos que mostrarán EL PAÍS
y ABC en torno a los atentados contra el semanario satírico Charlie Hebdo del día
7 de enero del 2015, serán coherentes a las líneas editoriales que cada periódico
tiene detrás.
4.2. Objeto de estudio y fuentes
El objetivo de nuestro estudio, es el de conocer las diferentes interpretaciones del
atentado a la redacción de Charlie Hebdo que han hecho los diarios digitales ABC
y EL PAÍS; es por eso, que en nuestra investigación nos hemos decantado por la
metodología cualitativa. Tal y como bien dice Zapata (2011), el investigador debe
decantarse por una metodología u otra, según la pregunta de investigación, y sobre
todo, el objetivo de la investigación (p. 29). Nuestro objeto de estudio, tal y como
hemos mencionado, es el análisis del discurso creado por EL PAÍS y ABC , en su
edición digital, en torno a los atentados del 7 de enero del 2015 en París contra
Charlie Hebdo.
Al principio de esta investigación no dudamos en decantarnos, como elemento a
analizar, por el diario EL PAÍS. Pero surgieron más dudas en si elegir LA RAZÓN
o ABC, por razones de tirada, fechas y accesibilidad. Al final, los diarios elegidos
para el análisis han sido EL PAÍS y ABC en su edición digital, dos diarios de
tirada nacional; las razones por las que nos decantamos por éstas, las iremos
desgranando poco a poco, a continuación.
!21
Hemos elegidos dos diarios diferentes y cada uno muestra una línea editorial
diferente. Por un lado, la ideología política del ABC, es considerada monárquica,
católica y conservadora; por otro lado, la de EL PAÍS es considerada de centro-
izquierdas. Es por esto por lo que los hemos elegido, porque basándonos en la 6
hipótesis formulada anteriormente, nos interesa conocer discursos de diferentes
líneas editoriales.
Además, en cuanto a tirada y basándonos en los datos ofrecidos por OJD (Oficina
de Justificación de la Difusión), ABC tuvo un promedio de difusión de 198.553
durante el último periodo analizado (Julio 2013 - Junio 2014), frente a los 118.853
en ese mismo periodo de LA RAZÓN, diario que, como hemos dicho
anteriormente, fue barajado como una opción para efectuar el análisis; el
promedio de EL PAÍS, por otro lado, fue de 276.883. Por lo tanto, de entre los tres
mencionados, los dos diarios más potentes, en cuanto a tirada son ABC y EL
PAÍS; este último siendo el más leído en el Estado, y el anterior siendo el sexto.
Por otro lado, otra de las razones por la que nos hemos decantado por estos dos
diarios ha sido el número de publicaciones con los que nos hemos encontrado.
Según Parrat (2008), todo diario tiene dos funciones principales: “informar sobre
acontecimientos y dar opiniones en torno a ellos” (p. 17). Nosotros estamos
interesados en las opiniones, ya que queremos conocer cómo interpretan y definen
un mismo acontecimiento; esa interpretación será más visible tanto en artículos de
opinión, como en editoriales. Y es que, ese es el objetivo de dichos tipos de textos
periodísticos: mostrar la opinión del autor (artículos de opinión) o del periódico
(editorial).
Es por ello que a la hora de delimitar el contenido y hacer la criba entre las
publicaciones que teníamos a mano, nos hemos decantado por analizar artículos
Ambas consideraciones están basadas en análisis previos de sus editoriales y artículos de opinión, donde 6
debido a su posicionamiento se les ha definido de esta manera.
!22
de opinión y editoriales . En ABC, analizaremos 37 artículos de opinión y 5 7
editoriales; en EL PAÍS serán 31 y 10, respectivamente. Por otro lado, el diario
ABC le dedicó al altercado su portada completa del día 8 de Enero, bajo el titular
“Ataque a la libertad”; EL PAÍS, por su parte, también le dedico una buena parte
de su portada a este acontecimiento, bajo el titular “Ataque terrorista a la libertad
de prensa en el corazón de Europa”. Este último también le dedicó dos páginas
interiores, donde recogían dos hojas de viñetas que se publicaron el día 14 de
enero del 2015 en la revista Charlie Hebdo. Otro criterio, por lo tanto, ha sido el
del equilibrio entre ambos periódicos, como vemos la cantidad de publicaciones
que tienen EL PAÍS y ABC es igual; en cambio, las publicaciones en LA RAZÓN,
no llegaban a la treintena, con 21 artículos de opinión y 1 editorial y 1 portada.
La última razón por la que analizaremos los periódicos ABC y EL PAÍS es la
accesibilidad a estas publicaciones, ya que ambos ofrecen todos sus contenidos
íntegramente en la versión online del diario; en cambio, en el caso de LA
RAZÓN, sólo existe acceso gratuito a las noticias y editoriales, y no a los
artículos de opinión (los cuales son los que realmente nos interesan).
Como ya hemos mencionado anteriormente, el intervalo de fechas a analizar es el
siguiente: 7/1/2015-21/1/2015. Los atentados ocurrieron el 7 de enero del 2015, es
por ello, que los diarios empezaron a reaccionar ante lo ocurrido y publicaron
varios artículos de opinión y editoriales a partir de este día y sobre todo durante
los días siguientes. Pensamos que la mayoría de noticias en torno a los altercados
se reúnen durante la primera semana posterior a los ataques. Por otro lado, el día
14 de enero de ese mismo año (justo una semana después de los atentados),
Charlie Hebdo volvió a los quioscos con una portada dedicada exclusivamente a
Mahoma, que aparecía con un cartel en mano bajo el lema “Je Suis Charlie”; y
con un mensaje de cabecera diciendo que “Todo está perdonado”. Este
acontecimiento, también fue muy debatido y también nos ha parecido interesante
Ver: Anexos 2 y 37
!23
analizar las reacciones ante ello. Es por eso, que el análisis se alarga una semana
más. Por lo tanto, será un análisis de quince días, los cuales nos darán margen e
información necesaria para la investigación.
Como podemos ver en la siguiente cronología, durante estos 15 días, los tiroteos
del 7 de enero del 2015 contra la revista no fueron los únicos que levantaron un
debate en la sociedad:
1. 7 de enero del 2015. Los hermanos Kouachi entran y atacan las oficinas de
Charlie Hebdo en París, matando a 11 personas y hiriendo a otros 11.
2. 8 de enero del 2015. Una persona armada mata a tiros a un policía en un
supermercado judío.
3. 11 de enero del 2015. Más de 2 millones de personas, incluyendo 40
mandatarios mundiales, se unen en una manifestación en París, mostrando
su apoyo a la revista, bajo el lema “Je Suis Charlie Hebdo”.
4. 14 de enero del 2015. Se publica el llamado “Número de supervivientes”,
la publicación número 1178 de la revista Charlie Hebdo.
5. 15 de enero del 2015. El Papa Francisco da su opinión sobre los atentados
de Charlie Hebdo; palabras que tuvieron mucha controversia.
4.3. Metodología cualitativa
Teniendo en cuenta los objetivos de esta investigación, seguiremos el conocido
como paradigma interpretativo. El paradigma interpretativo, tal y como lo aclara
Zapata (2011), admite que la realidad no es objetiva, y que, por lo tanto, existen
varias maneras de entender una misma realidad (p. 32). La realidad se construye
basándose en los significados que cada uno le otorga. En nuestro caso, la hipótesis
principal, como hemos podido ver al principio de este apartado, es el hecho de que
los diarios crean diferentes realidades en torno a un mismo hecho; un elemento
que ayudará o dificultará las relaciones interculturales en la sociedad.
!24
La metodología “es el conjunto de instrumentos y de técnicas que se usan para
adquirir el conocimiento, esto es, la vía o la forma de adquisición de conocimiento
(Zapata, 2011, p. 40). Existen dos tipos de metodologías: cuantitativa y
cualitativa: Nosotros nos decantaremos por la segunda. Denzin y Lincon (2005)
definen la investigación cualitativa como: “una actividad localizada en un cierto
lugar y tiempo que sitúa al observador en el mundo. Consiste en una serie de
prácticas interpretativas y materiales que hacen al mundo visible. Estas prácticas
transforman el mundo. Convierten al mundo en una serie de representaciones,
incluyendo notas de campo, entrevistas, conversaciones, fotografías, grabaciones,
y memorándums personales” (p. 3). Además, “en la metodología cualitativa […]
encontramos una amplia gama de tradiciones para la interpretación (etnografía,
análisis del contenido, análisis del discurso…) o de métodos y técnicas
(entrevista, observación, grupos de discusión…)” (Zapata, 2011, p. 46).
En la investigación cualitativa, “no existen hechos puros, objetivables, sin
relación con los significados que les asignamos y los valores que suponen. El
análisis cualitativo es inevitablemente una construcción de la realidad. […]
Interpretar es consustancial a la misma naturaleza humana y es la única manera
que tenemos de aproximarnos a los hechos y de producir conocimiento sobre
ellos” (Zapata, 2011, p. 42-43). Por ello, esta metodología tiene como base el
hecho de que el “mundo sea nuestra interpretación”. (Zapata, 2011, p. 44). Ya
que, a la hora de analizar una noticia, tal y como dice Van Dijk (1990) hay varios
factores que tienen efecto: contexto, conocimiento, perspectiva, cogniciones
sociales, estrategias de transmisión, fuentes utilizadas… Es decir, conviene tener
en cuenta que los diarios efectuarán una propia interpretación de la realidad, y
nosotros, al mismo tiempo, nos encontraremos dentro de ese grupo de
in terpretadores . Para decir lo de ot ra manera , “ interpretaremos
interpretaciones" (Zapata, 2011, p. 45).
!25
4.4. Llegar detrás de las líneas
Utilizaremos dos diferentes técnicas de investigación: el análisis del contenido y
el análisis del discurso. Mediante el análisis del contenido, descompondremos el
mensaje que EL PAÍS y ABC intentan transmitir a los lectores mediante sus
publicaciones en torno al atentado de Charlie Hebdo. Esta es una técnica en la que
se contabilizan los elementos básicos de los artículos de opinión y editoriales a
analizar. Trataremos de “conocer cuáles son los temas principales y cómo se
tratan, con qué frecuencia y cómo se relacionan con categorías externas,
principalmente conceptuales (Zapata, 2011, p. 171). Para llevar a cabo este
análisis es necesario “descontextualizar, para volver a contextualizar” (Zapata,
2011, p. 171).
Por otro lado, el análisis del discurso nos ofrecerá una mayor profundización, ya
que para poder conocer el discurso, debemos llegar a aquello que Cassany define
como detrás de las líneas. Cassany (2006) diferencia tres planos de la lectura: las
líneas, que se refiere a comprender el significado literal; entre líneas, deducir todo
aquello que se concluye de las palabras utilizadas por el autor, así como aquello
que se muestra implícitamente; y detrás de las líneas, tratar de llegar a conocer la
ideología, el punto de vista, la intención y la argumentación que apunta el autor.
En nuestro caso y para poder hacer una interpretación profunda del discurso, es
necesario ir más allá de la lectura entre líneas; tal y como hemos dicho, tenemos
que llegar a aquello que se esconde detrás de ellas. Examinaremos “los
fenómenos a través del uso de la palabra. Esta tradición está interesada en conocer
cómo se cuenta la historia y qué relaciones, identidades, actividades o significados
comunes se crean en torno a un lenguaje concreto” (Zapata, 2011, p. 170-171).
4.5. “Trata” de datos
Para poder llevar a cabo el análisis, debemos hacer una codificación y
categorización de datos; elegiremos algunos códigos y conceptos que se han ido
repitiendo en las noticias de los periódicos que se han recogido, definiéndolos
!26
como conceptos, especificando su uso y añadiendo un ejemplo . Técnicamente, 8
“interpretar significa codificar y categorizar la información. El análisis
interpretativo es un proceso de categorización, con el objetivo de reducir la
información en cantidad, pero conservando la cualidad. Categorizar la
información implica clasificar y ordenar la información mediante un proceso de
inclusión en nociones más abstractas que ayuden al conocimiento de la
realidad” (Zapata, 2011, p. 75).
Existen una serie de programas informáticos que “nos pueden ayudar a gestionar y
procesar la información […]. Son herramientas para la interpretación de la
información, es decir, será el paso que nos llevará de la información en bruto a la
generación de conocimiento” (Zapata, 2011, p. 216). Los programas funcionan
mediante “la construcción de redes de conceptos, o de redes semánticas o
cognitivas, formados a través de representaciones gráficas […]. Pese a ello, no
podemos olvidar que el uso de estos programas informáticos no legitima los
resultados de investigación (Zapata, 2011, p. 169).
El programa con el que trabajaremos es atlas.ti, para el cual primeramente hemos
identificado unos códigos que serán utilizados para plasmar los elementos clave
que hemos detectado en la lectura de detrás de las líneas que hemos realizado
anteriormente. Aunque no en todos los casos ocurre así, en la codificación de
nuestra investigación, algunos códigos están organizados en parejas; es decir, por
cada palabra se han creado dos códigos, los cuales muestran un uso diferente de la
misma palabra/idea . El hecho de que se haya tomado esta decisión es simple: 9
teniendo en cuenta la hipótesis de que los dos diarios mostrarán discursos
opuestos, cada palabra, en la mayoría de las ocasiones contará con una
Ver: Anexo 4. 8
Ver Anexo 49
!27
connotación diferente. Esta diferenciación se muestra mediante el uso de los
símbolos (+) y (-). 10
5. Resultados del análisis
Tras recoger todos los códigos en atlas.ti y analizar los artículos de opinión y
editoriales publicados durante las fechas seleccionadas, en este apartado
mostraremos y analizaremos los resultados. Tras analizar las portadas que
dedicaron los periódicos a los atentados, analizar los conceptos más utilizados por
cada uno de los periódicos y autores, pasaremos al análisis del contenido, donde
recogeremos diferentes aspectos y temas que han tratado tanto ABC, como EL
PAÍS, en su edición digital, al hablar de los atentados de Charlie Hebdo.
Antes de comenzar mostrando los resultados del análisis, cabe destacar que
observando la cantidad de publicaciones (41 artículos de opinión y editoriales por
periódico) que hemos encontrado y analizado en los periódicos, ambos lo
consideran un tema de relevancia.
5.1. El día después: las portadas del 8 de enero del 2015 11
Ambos periódicos dedicaron su portada del día 8 de enero del 2015 a los
atentados de París. Pese a que se hable de un mismo atentado, los ataques contra
la revista satírica Charlie Hebdo, EL PAÍS y ABC varían en la forma en la que
muestran el hecho a sus lectores.
Ambos periódicos seleccionan la misma imagen para llevar a portada: una imagen
sacada del vídeo que un aficionado grabó, donde podemos ver a dos yihadistas
armados y uno de los muertos en el atentado, un policía, en el suelo. Pese a que el
ABC incluya la imagen a página completa y en el caso de EL PAÍS la imagen sea
Los signos (-) y (+) que podemos ver en algunos códigos de la tabla, son utilizados para determinar la 10
diferenciación en el uso y significado de un mismo concepto. Para conocer más sobre la diferenciación de conceptos y los significados que se han atribuido a cada código y símbolo, ver Anexo 4
Para ver las portadas, ver: Anexo 111
!28
más pequeña (sigue siendo lo que más llama la atención), el hecho de que se haya
seleccionado esta imagen es de importancia en ambos casos: la persona que se
encuentra abatida en el suelo es policía. Con ello, se nos transmite una imagen de
peligro. Es decir, al ver estas imágenes, el lector puede llegar a la conclusión de
que estos atacantes, además de haber matado a periodistas de Charlie Hebdo,
también han atacado contra las fuerzas de seguridad, es decir, son peligrosos y
será difícil pararlos en su camino.
Analizando los titulares elegidos por ambos periódicos, el diario ABC abre con
“Ataque a la libertad”, es decir, entienden las libertades de una manera muy
amplia. Además, en el subtítulo hacen referencias a los periodistas y la prensa, es
decir, al hecho de que es un ataque contra un medio de comunicación. EL PAÍS,
por su parte, abre con “Ataque terrorista a la libertad de prensa en Europa”. En EL
PAÍS son mucho más específicos a la hora de elegir el titular y con la mera
selección de esas palabras, dejan claro su punto de vista y los aspectos a remarcar:
se hace referencia a la libertad de prensa y a Europa, remarcando así que ha sido
un ataque a un medio de comunicación, que de alguna manera u otra nos afecta a
todos, es decir, a Europa entera.
Adentrándonos más en la portada y en primer lugar, tanto EL PAÍS como ABC,
hacen referencia al hecho de que haya sido un ataque contra un medio de
comunicación. Como hemos dicho, en el caso de EL PAÍS la referencia empieza
desde el titular, donde hablan de un ataque contra la libertad de prensa.
Posteriormente, en el texto informativo que incluyen al lado de la imagen, se hace
especial referencia al hecho de que uno de los muertos era director de Charlie
Hebdo, periodista éste también. En el caso del ABC, no dan tanta importancia en
la portada, al hecho de que sea un ataque contra un medio de comunicación, pero,
se hace referencia a que diez de los doce muertos en los ataques, eran periodistas.
Las referencias a los medios de comunicación están relacionadas con la libertad
!29
de prensa y la libertad de expresión. Ambos hacen referencia en sus portadas a
estos elementos, así como a las democracias occidentales. En el caso de EL PAÍS,
además, en la portada existe una referencia al editorial Seguiremos publicando
que se publicó ese mismo día, así como a las palabras de François Hollande
hablando de la fuerza de las libertades, dejando clara su posición ante los
atentados que podríamos resumir en: “Je Suis Charlie Hebdo”, es decir, apoyan a
la revista satírica, ya que defienden la libertad de expresión completa que,
entienden, ejercía Charlie Hebdo.
Las referencias a la cultura árabe son palpables en ambos casos. Por un lado, en el
caso del ABC, se hace referencia a la raíz religiosa del problema, remarcando que
Charlie Hebdo “publicó viñetas satíricas de Mahoma”; pero no existen referencias
a la cultura árabe o a los musulmanes. Por otro lado, en el caso de EL PAÍS, las
referencias a éstos son más constantes: “huyeron tras cometer su matanza al grito
de ¡Alá es grande!” o “todos de origen árabe”.
Por último ambos periódicos traen los atentados a España y hablan de las medidas
que ha tomado el Gobierno Español ante estos hechos. ABC habla de un blindaje
de infraestructuras, recordemos según la RAE se blindan zonas ante “efectos de
balas, fuego, etc.”; EL PAÍS, por su lado, le dedica más sitio en la portada a las
medidas tomadas por el Gobierno y hablan de ficheros del análisis de ficheros
sospechosos, den una mayor vigilancia o de la restricción de acceso a
infraestructuras que se consideren críticas. Es decir, son más específicos en cuanto
a las medidas que ha tomado el Gobierno y transmiten un mensaje de mayor
tranquilidad y control que ABC; el cual ya habla de balas y fuego.
5.2. Charlie Hebdo presente en EL PAÍS
En el caso de EL PAÍS, además, en su publicación del día 14 de enero del 2015 el
diario publicó una doble página central del nuevo número del semanario satírico
atacado Charlie Hebdo, en muestra de apoyo.
!30
Doble página central que EL PAÍS publicó el 14 de enero del 2015. Fuente: EL PAÍS
Mediante la mera publicación de estas viñetas, EL PAÍS deja clara su posición
ante los atentados contra Charlie Hebdo: muestra su apoyo hacia la revista y no
tolera que la libertad de prensa se vea limitada. Los primeros elementos que
llaman la atención del lector entre estas viñetas a doble página, son el titular en
rojo y letra mayúscula y el dibujo que lo acompaña debajo. Por un lado, el titular
dice “Más gente con Charlie que en misa”, haciendo una clara referencia a las
religiones; mostrando que ninguna de ellas está por encima de las libertades y
derechos humanos que los ciudadanos apoyaron en las manifestaciones del 11 de
enero del 2015 en varios rincones de todo el mundo. Además, debajo del titular
vemos un dibujo del Arco del Triunfo de París, símbolo de la ciudad y del espíritu
de lo colectivo.
5.3. ¿Qué nos dicen los conceptos?: Cuantificación y relaciones
Antes de empezar mostrando los resultados de análisis extraídos del programa
utilizado (atlas.ti), es necesaria una pequeña explicación. Como hemos
mencionado en la sección de “Metodología”, hemos hecho una codificación de
conceptos que han sido definidos . Además, basándonos en estos códigos, 12
Ver: Anexo 412
!31
también hemos creado dos networks o mapas conceptuales, uno para el ABC y
otro para EL PAÍS, que han sido de gran utilidad a la hora de analizar el uso de las
palabras que hace cada uno. 13
Tabla 2: Numeración de códigos que se han utilizado en atlas.ti
Primeramente y por un lado, en el caso de ABC, vemos que los dos conceptos que
más se han codificado han sido: “libertades” y “religión”. Estos conceptos los
podemos ver marcados en rojo en la tabla superior. Más allá de ello, el concepto
central en el network que hemos concluido del análisis es el de “religión”, así
como el concepto con mayor densidad; es decir, el que cuenta con más
conexiones con otros conceptos.
El hecho de que el término “religión” sea el más usado y se muestre como
CÓDIGO ABC CÓDIGO EL PAÍS
democracias occidentales
22 democracias occidentales
35
libertades (-) 37 libertades (+) 35
yihadismo 25 yihadismo 23
crítica a UE (-) 17 crítica a UE (+) 27
“Yo no soy Charlie” 24 “Je suis Charlie” 16
condena cultura árabe
15 condena cultura árabe 10
comunidad musulmana
31 comunidad musulmana
30
religión (-) 35 religión (+) 23
nosotros (+) 13 nosotros (-) 15
guerra para musulmanizar
28 guerra Europa 25
Ver: Anexos 5 y 6 para más información sobre los networks.13
!32
elemento central en el network, es realmente significativo. Es decir, podemos
decir que ABC piensa y defiende que la raíz de este atentado, así como la de otros
problemas relacionados con el yihadismo, se encuentra especialmente en la
religión musulmana. Es por ello, que como hemos visto anteriormente, describen
la religión musulmana negativamente, dándole un tono claramente peyorativo;
mostrándolo así como inferior al cristianismo, el cual ven como la mejor opción
religiosa. Cabe destacar que este argumento con el que muestra ABC su idea
general en torno a los atentados de Charlie Hebdo, encaja perfectamente con su
línea editorial. Y es que, si volvemos a la descripción de diarios que hemos
efectuado anteriormente y analizamos la rama ideológica en la que trabajan,
veremos que el catolicismo es uno de sus pilares más importantes.
Por otro lado, si recurrimos al análisis efectuado con los artículos de opinión y
editoriales recogidos en EL PAÍS, veremos que en este caso los conceptos más
utilizados son “democracias occidentales” y “libertades”; concluyendo así que los
derechos humanos y las libertades (de prensa, de opinión…) de las que todos los
habitantes legales de las democracias occidentales gozamos, son los elementos
que más quieren realzar ante estos atentados. Y que además, para ellos estos dos
conceptos siempre van de la mano, de hecho, siempre aparecen juntos, es por ello
que tienen un número igual de códigos. Estos dos conceptos que acabamos de
mencionar, los podemos ver marcados en verde en la tabla superior. Además, cabe
destacar que en el network que se ha deducido del análisis, todos los términos
parten de uno: “libertades”.
El hecho de que el concepto “libertades” sea el más usado y además sea la raíz del
mapa conceptual, nos dice que para el periódico EL PAÍS las “libertades” son la
raíz del problema; para decirlo con otras palabras, el objetivo de estos ataques
yihadistas se encuentra en atacar las libertades de las personas, principalmente, la
libertad de expresión, pero también otras, como la de prensa.
!33
5.4. Selección de autores: elemento a tener en cuenta
Es bien sabido que los periodistas, escritores, profesores… que escriben en los
periódicos, suelen ser afines a las ideologías que marca el diario. En estos casos,
si analizamos los perfiles de las personas que firman los artículos de opinión,
veremos y entenderemos mejor las conclusiones y posiciones que posteriormente
mostraremos.
Por un lado, en cuanto al diario ABC, podemos ver entre los participantes a
personas como Juan Manuel de Prada, Ignacio Camacho o Javier Rupérez, entre
otros. Tras hacer un pequeño análisis de los recorridos profesionales y creencias
ideológicas de ellos, veremos que se posicionarían como conservadores. Por
ejemplo, Javier Rupérez, fue vicepresidente del Partido Popular; Vargas Llosa fue
propuesto a presidente por el partido centro-derechista Frente Democrático (Perú)
y en España ha mostrado su apoyo al partido Unión Progreso y Democracia, el
cual se posiciona en la ideología derecha-liberal; Juan Manuel de Prada, durante
todos estos años que lleva escribiendo, se ha ido definiendo como conservador y
tradicionalista, defendiendo los valores de la doctrina católica oficial más
fundamentalista: se ha mostrado en contra del aborto, la eutanasia o el matrimonio
homosexual, entre otras cosas.
Por otro lado, en cuanto a EL PAÍS, entre los autores que firman los artículos de
opinión que hemos analizado, podemos ver a: Hector Schamis, Luz Gómez
García, Antonio Elorza, Mario Vargas-Llosa, Lluis Bassets, Diego García-Sayan,
Christine Ockrent o Carlos Boyero, entre otros. Entre estos nos encontramos con
profesoras titulares en Estudios Árabes e Islámicos, como Luz Gómez García;
expertas en medios de comunicación franceses como Christine Ockrent; pero
también personas con una clara ideología izquierdista, como Antonio Elorza,
militante en el Partido Comunista de Euskadi y fundador del partido político
español Izquierda Unida.
!34
5.5. Las libertades como elemento principal e intocable
El resultado principal del análisis que hemos efectuado, es que tanto ABC, como
EL PAÍS, muestran su apoyo al diario satírico Charlie Hebdo. Ambos piensan que
este diario ejercía una libertad básica de la que todos los seres humanos gozamos;
es decir, la libertad de expresión. Por ello, en las noticias podemos encontrarnos
con constantes referencias a este elemento con el uso de términos como,
“derechos humanos”, “libertad de prensa” o “libertad de expresión”, directamente.
Cabe destacar que el derecho a la libertad de expresión se señala en el artículo 19
de la Declaración de los Derechos Humanos y está reflejado en la mayoría de las
constituciones de los Estados democráticos.
En el editorial del 14 de enero titulado Con “Charlie Hebdo” de EL PAÍS,
podemos leer frases como “Es importante defender la libertad de expresión frente
a los fanáticos que intentan matarla”, “dar vida al deseo de sostener las libertades
democráticas, las libertades que los autores de la carnicería de París han tratado de
matar” o cuando Mario Vasgas-Llosa en su artículo de opinión del día 9 de enero
titulado Je Suis “Charlie Hebdo” dice lo siguiente: “quieren que la cultura
occidental, cuna de la libertad, de la democracia, de los derechos humanos,
renuncie a ejercitar esos valores, que empiece a ejercitar la censura, poner límites
a la libertad de expresión, establecer temas prohibidos, es decir, renunciar a uno
de los principios más fundamentales de la cultura de la libertad: el derecho de
crítica”. En el diario ABC, también podemos recoger referencias a estos
conceptos: “La importancia de la libertad de expresión rebasa incluso su
condición de derecho fundamental, pues por ella se vehiculan buena parte del
resto de las libertades del individuo recogidas en la Declaración Universal de
1948 y en la mayoría de constituciones de los sistemas democráticos del
mundo” (Recogido del editorial del 17 de enero: La ley, el límite de la libertad de
expresión).
Pese a que ambos periódicos hablen de la libertad de expresión, la manera en la
que lo entienden, es decir, los valores con los que la relacionan son diferentes. Por
!35
un lado, ABC se une a las palabras del Papa: “aunque la libertad de expresión sea
un derecho fundamental, hay límites. […] No puedes insultar la fe de otros. No
puedes burlarte de la fe de otros”. ABC no entiende como una libertad la
provocación, es decir, lo que según ellos ejercía Charlie Hebdo “insultar, burlarse
o jugar con una religión o con la fe de otro es provocar” (Recogido del editorial
del 17 de enero: La ley el límite a la libertad de expresión); es decir, el derecho a
la blasfemia, lo consideran “un dislate” (Recogido de: Yo no soy “Charlie
Hebdo”, 10 de enero, por Juan Manuel de Prada). Entienden la libertad absoluta
como una “libertad sin responsabilidad; como libertad para dañar, injuriar,
calumniar, ofender y blasfemar; libertad para sembrar el odio y extender la
mentira entre las masas cretinizadas” (Recogido de: Libertad de expresión, 12 de
Enero, por Juan Manuel de Prada). Es por ello, que no entienden el hecho de que a
los periodistas fallecidos se les llame “mártires da la libertad de
expresión” (Recogido de: Yo no soy “Charlie Hebdo”, 10 de enero, por Juan
Manuel Prada). Cabe destacar en este ámbito, en las publicaciones de Charlie
Hebdo se recogen críticas a todas las religiones, incluyendo la religión cristiana;
una religión que es uno de los pilares más importantes de el ABC, por lo tanto,
podemos decir se sienten “atacados” de alguna manera por la revista satírica.
Por otro lado, EL PAÍS apoya las libertades y derechos que “les garantiza la
arquitectura del constitucionalismo liberal” (Recogido de: Halcones y palomas de
la libertad de expresión, 10 de enero, por Hector Schamis), las “libertades
democráticas” (Recogido del editorial del 14 de enero: Con “Charlie Hebdo”)
incluyendo aquí: el derecho a la blasfemia, derecho a la crítica, derecho a dar el
mismo reconocimiento y legitimidad a todos los ciudadanos, la libertad de prensa,
derecho a declinar la autocensura, la libertad religiosa, derecho a vivir en
libertad… Y es que: “De la libertad de conciencia nace la libertad de pensamiento,
luego la de opinión y, más tarde, el derecho a la libre información, todos piezas
fundamentales —y fundacionales— de las ideas liberales y democráticas de
hoy” (Recogido de: Tolerancia contra fanatismo, 7 de enero, por Francesc de
!36
Carreras). Este periódico se uniría a aquello que la Convención Americana de los
Derechos Humanos dictamina: el ejercicio de la libertad de expresión no puede
estar sujeta a previa censura, pero sí a responsabilidades ulteriores, las cuales
deben estar fijadas por la ley y son necesarias. Es decir, para EL PAÍS los límites
de la libertad de expresión se encuentran en la ley, “mientras las expresiones en
cuestión no inciten a la violencia, por lo general son legales, es decir, son
libres” (Recogido de: Je Suis Charlie, Su Santidad, 18 de enero, por Hector
Schamis, escritor).
Cabe destacar que tanto el ABC, como EL PAÍS, ven estas libertades, que
acabamos de especificar y las cuales cada uno “entiende a su manera”, como la
base de las democracias occidentales. Por ello, las referencias, siempre positivas,
hacia estas democracias son constantes y en ambos periódicos están relacionados
con las libertades. En el ABC, por ejemplo, dicen que “las democracias
occidentales deben defender sin perder sus principios básicos”, refiriéndose con
ello a las libertades (Recogido del editorial del 8 de enero: Salvaje amenaza a la
democracia y a la libertad de expresión). En EL PAÍS, también tenemos
referencias a las democracias: “El pensamiento libre, no es sólo un ataque contra
la libertad de prensa y la libertad de opinión. Es además un ataque contra los
valores fundamentales de nuestras sociedades democráticas europeas” (Recogido
del editorial del 8 de enero: Seguiremos publicando).
5.6. Suis-je Charlie Hebdo?
Aunque ambos periódicos muestren su apoyo a Charlie Hebdo, podemos decir que
ésto ocurre meramente ante esta situación concreta, es decir, en el caso de los
ataques por parte de los yihadistas. Podemos diferenciar la posición en la que se
establece cada diario; para lo cual los argumentos que utilizan están
estrechamente relacionados con su visión hacia los valores de la libertad de
expresión que hemos mencionado en el apartado anterior. Y es que, EL PAÍS, por
un lado, se uniría al ya tan conocido lema “Je Suis Charlie Hebdo”, en cambio,
!37
ABC al “Yo no soy Charlie Hebdo”. Ya que el primero, piensa que esa libertad de
expresión de la que hacen uso los “humoristas” de Charlie Hebdo, el cual puedes
estar más a favor o más en contra, no es por ningún lado criticable; en cambio, el
segundo piensa que la blasfemia, aquello que ejercen los periodistas trabajadores
del diario satírico, no es un derecho aceptable en las sociedades democráticas.
En el diario EL PAÍS, se hace una defensa completa a la libertad de expresión de
la que ejerce el diario Charlie Hebdo (incluso le dedican a este tema un artículo
completo el día 17 de enero, titulado En defensa de la sátira). Entre los artículos
analizados podemos leer frases como, “¿Qué clase de civilización somos si
renunciamos a nuestro derecho a publicar opiniones y dibujos que a algunos
pueden resultarles ofensivos? [...] Podemos, como en las sociedades que no son
libres, buscar una falsa armonía criminalizando continuamente nuevas
expresiones [...]. En sociedades como la nuestra, en las que crece la diversidad,
este es el camino hacia la tiranía del silencio” (Recogido de: ¿Qué clase de
civilización somos?, 11 de enero, por Flemming Rose). Además, defienden que la
labor que ejercen los periodistas de Charlie Hebdo es realmente importante: “los
humoristas son como una suerte de niños grandes, gamberros y pernipeludos que
desempeñan la indispensable función social de protegernos contra nuestros
propios ridículos: nos reímos de nosotros al reírnos con los niños o con los
humoristas, aprendemos a no tomarnos demasiado en serio a nosotros mismos al
comprender su broma como broma” (Recogido de: Reírnos de nosotros mismos,
14 de enero, por José Luis Pardo).
En cambio, ABC se muestra reacio a la línea editorial de Charlie Hebdo, define a
s u s t r a b a j a d o r e s c o m o “ e s t r a f a l a r i o s i z q u i e r d i s t a s y á c r a t a s
iconoclastas” (Recogido de: La fatwa, 8 de enero, por Ignacio Camacho) y deja
claro que no comparte ni su forma de trabajar, ni sus ideales. Por ejemplo, en el
artículo de opinión del 10 de enero titulado Yo no soy “Charlie Hebdo”, por Juan
Manuel de Prada, podemos recoger frases como “puede ser ultrajada y
!38
escarnecida hasta el paroxismo, como expresión de la sacrosanta libertad de
expresión. Esa razón demente es la que ha empujado a la civilización occidental a
la decadencia”.
Es decir, en EL PAÍS abogan por una libertad de expresión plena, ya que es uno de
los pilares más importantes de nuestras sociedades, por ello los hemos definido
como “Je Suis Charlie Hebdo”, porque piensan que es un claro ejemplo del hecho
de que gozamos del derecho de la libertad de expresión absoluta; en cambio, en el
ABC sí que apoyan la libertad de expresión, pero no lo ven como una libertad que
está por encima de todo, creen que debería ser regulada y tener límites; en el caso
de Charlie Hebdo, los límites han sido rebasados y no los aceptan, es por ello que
los hemos definido como “Yo no soy Charlie Hebdo”.
5.7. Nosotros y las responsabilidades
Las referencias al nosotros y ellos de los que hemos hablado anteriormente, son
constantes en ambos periódicos. Enfocándonos en el nosotros, primeramente,
cabe destacar que con ello se refieren a los europeos no musulmanes. Son
constantes las referencias, tanto en EL PAÍS como en el ABC, a las “sociedades
democráticas” en las que vivimos en Europa, donde existen una serie de derechos
humanos y libertades que han de ser respetados por todos y cada uno de los
habitantes, sin importar la cultura a la que pertenecen. Sin embargo, estos dos
diarios analizados discrepan entre ellos en cuanto al rol que juega ese nosotros en
altercados como los ocurridos en París; es decir, tratan la responsabilidad que las
sociedades receptoras tenemos a la hora de acoger a personas de otros países y
culturas.
EL PAÍS hace un trabajo de autocrítica, para así decirlo, y comentan que ese
nosotros del que hablábamos en la sección anterior, tiene parte de culpa ante este
tipo de acontecimientos. En el artículo de opinión Ante el atentado de París, del
17 de enero, por Natividad Fernández Sola, por ejemplo, podemos leer que
!39
“Europa no ha facilitado la integración de estos jóvenes con la cultura y los
valores de la sociedad europea que atrajeron a sus padres, sino tan sólo mantener
su lengua de origen y tradiciones, algunas claramente contrarias a la igualdad de
mujeres u otros derechos humanos”; o en El islam no es culpable, del día 8 de
enero por Luz Gómez García, se dice que: “Si Europa rechaza a sus hijos
morenos, de nombre árabe, con barba e hiyab, los brazos abiertos de otro futuro,
por imposible que parezca, les acoge […]. A la islamofobia la alimenta la Europa
parapetada tras los muros de la austeridad, que ha expulsado de su futuro laboral y
educativo a varias generaciones de europeos. Para muchos, como siempre, la
culpa es del «otro», el musulmán, el inmigrante”. Incluso, en EL PAÍS llegan a ir
más allá y en esta misma publicación afirman que “no hemos sabido aplicar el
concepto noble de la multiculturalidad”, ya que no podemos llegar a “obviar
nuestro papel en su creación y mantenimiento, desde los tiempos del colonialismo
hasta ahora, nos lleva a abandonarnos a la otra tentación recurrente en estas
ocasiones: la de afirmar que el terrorismo es simplemente barbarie nihilista sin
sentido” (Recogido de: Es política, no religión, 8 de enero, por José Ignacio
Torreblanca).
Por otro lado, la perspectiva del ABC es totalmente diferente, ya que remarcan
que aunque “una parte significativa de la opinión pública occidental sigue
pensando, por buenismo o por corrección política, que esas tragedias son el fruto
de nuestros errores y que somos nosotros quienes debemos cambiar” (Recogido
de: La fatwa, 8 de enero, por Ignacio Camacho, periodista), el fallo real está en
ellos, porque tal y como dicen en ese mismo artículo “el problema es [...] de
quienes viviendo en ella se niegan a integrarse en sus valores de respeto y
convivencia”. Es decir, de alguna manera, incitan al lector a pensar que existe una
exclusión voluntaria por parte de ellos; creando un “gueto al que ellos mismos en
muchos casos han querido recluirse” (Recogido de: A propósito del islam, 9 de
enero, por Javier Rupérez). Para decirlo de otra manera, el nosotros no es el
culpable, sino que lo es el ellos.
!40
5.8. ¿Más control, más seguridad?
Volviendo al nosotros del que estábamos hablando, a lo largo de las publicaciones,
también existen constantes referencias a la Unión Europea (UE); concretamente, a
la forma de actuar que ha tenido la UE ante este tipo de acontecimientos y
delincuentes, en cuanto al control de los autores de atentados de este tipo. Aunque
ambos apoyan la unión de ciudadanías, países y/o culturas y recalcan la necesidad
de un cambio en las formas de hacer frente a este tipo de actuaciones, las vías a
seguir que sugieren son diferentes.
El diario ABC, por su parte, no duda en remarcar que es necesario un “control
único de inmigración y fronteras de la UE” (Recogido de: No es terrorismo, es
guerra, 12 de enero, por Gabriel Albiac), “pone a las democracias ante la
responsabilidad de defender sus propias fronteras” (Recogido del editorial del 8
de enero: Salvaje amenaza a la democracia y a la libertad de expresión). Para
poderlo de decir de otra manera, ABC detecta el problema en la inmigración en
general, el cual, se debería controlar estableciendo un mayor control por parte de
la Unión Europea.
En cambio, la mejor solución ante este problema, desde los ojos de el periódico
EL PAÍS es la de la colaboración entre los participantes en la Unión Europea;
llevar a cabo “un registro europeo de pasajeros aéreos y reforzar el control de
fronteras” (Recogido del editorial del 12 de enero: Europa vive); “Se hace
necesaria, pues, desde el Estado de derecho, una reflexión profunda y exigir la
cooperación y coordinación internacional proactiva entre los países que
trabajamos en pro de la seguridad internacional” (Recogido de: El terror no
olvida, 9 de enero, por Baltasar Garzón). Es decir, creen que es necesaria la
comunicación entre países, un intercambio de informaciones entre países,
haciendo uso de las herramientas que las nuevas tecnologías nos ofrecen. Además,
también se comenta que “la enseñanza y la formación” (Recogido de: Yihadismo y
claridad, 11 de enero, por Antonio Elorza) son también elementos importantes y
!41
pilares para que en las sociedades del futuro no existan este tipo de problemas.
5.9. Atacantes: yihadistas, terroristas, barbarie
En cuanto a la terminología para referirse a los atacantes, ambos utilizan las
palabras “terroristas”, “yihadista” y “barbarie”; este último término que la Real
Academia Española (RAE) define como “rusticidad, falta de cultura, fiereza,
crueldad”. En definitiva, un concepto con un tono muy peyorativo.
Cabe destacar que en ninguno de los periódicos se hace especial referencia a los
atacantes; más que personalizar el ataque, lo generalizan y se habla más de la
cultura árabe y la religión musulmana. Por un lado, el periódico ABC llega a
“meter en el mismo saco” a todos los europeo-musulmanes, el ellos, y no hacen
ningún tipo de distinción entre los yihadistas y los ciudadanos de a pie de origen
árabe que se muestran en contra de estos actos y/o cualquier tipo de violencia. En
un artículo de opinión del 18 de enero titulado La segunda generación, por José
María Carrascal, el periodista hace una generalización absoluta de esa segunda
generación de hijos de inmigrantes de culturas árabes: “Siguen retrasados respecto
a condiscípulos, faltan a clase, cometen pequeñas fechorías, pierden algún curso y
muchos no terminan los estudios, lo que les impide cursar una carrera. Ya mayores
de edad, las pequeñas fechorías se convierten en delitos y van a la cárcel”.
También podemos encontrar frases donde se generaliza la religión musulmana,
como “No hay más que saber mover el rencor que anida en las
mezquitas” (Recogido de: No es terrorismo, es guerra, 12 de enero, por Gabriel
Albiac). Transmitiendo así a sus lectores el mensaje de que esta cultura y la
religión son una amenaza, pura negatividad, para la ciudadanía europea que vive
democráticamente.
Esta generalización es inexistente en el caso de EL PAÍS, ya que más de una vez
dejan claro el hecho de que no se puede generalizar y de que no todos los
pertenecientes a esta cultura piensan y actúan de la manera en la que lo hicieron
!42
los atacantes a Charlie Hebdo. Por ejemplo, remarcan detalles como: “Tiene que
ver con los sectores más reaccionarios del islam. […] Los occidentales se han
rendido ante el primer objetivo de esos sectores reaccionarios: que se les
considere como los verdaderos representantes de los musulmanes” (Recogidos de:
El auténtico musulmán, 11 de enero, por Soledad Gallego-Díaz), “el recurso fácil
de atribuir las causas a una determinada religión, en este caso la musulmana, es
profundamente erróneo” (Recogido de: Tolerancia contra fanatismo, 7 de enero,
por Francesc Carreras).
5.10. Yihadismo: una guerra
El término “yihad” utilizado por ambos periódicos, es definida por la RAE como
“la guerra santa de los musulmanes”; es decir, como yihadista entienden todo
aquel que participa en dicha guerra. Por lo que podemos ver y tomando como
referencia la definición mencionada, dentro del término yihadista, existen dos
elementos importantes: “guerra” y “santa/musulmana” (religión).
Podemos decir que cada periódico habla de un tipo de guerra, en las que los
objetivos varían. Por un lado, en EL PAÍS, se habla, principalmente, de una
“guerra global que, […] Europa no tiene ni siquiera conciencia de que exista. La
razón es muy sencilla: el enemigo que combaten los yihadistas y al que quieren
vencer en su propia casa desde todo este collar explosivo que rodea a Europa, es
Europa misma, como proyecto, como idea y como continente” (Recogido de:
Europa en guerra, 14 de enero, por Lluis Bassets). Es decir, buscan una
“dominación política” (Recogido de: Es política, no religión, 8 de enero, por José
Ignacio Torreblanca); el objetivo es que Europa renuncie a sus ideas y valores
como la libertad de expresión o los derechos humanos.
Por otro lado, en el caso de ABC, se hace referencia a una guerra mundial del cual
el objetivo es que “Europa sea musulmana en un par de generaciones” (Recogido
de: Yo soy Charlie, 8 de enero, por Gabriel Albiac). Pero éstos también le dan una
!43
connotación política, ya que para conseguir este objetivo quieren “quebrar las
convicciones de un sistema político, doblegar la voluntad de una profesión
esencial para el mantenimiento del sistema y ahogar en sangre nuestros
principios” (Recogido de: Ni un paso atrás, 8 de enero, por Isabel San Sebastián).
Una guerra entre nosotros y ellos, donde el nosotros es el bueno; en cambio, el
ellos es el malo, cretino: “No les hagan caso: vistan con traje y corbata, o con
sotana y solideo, les están engañando, quieren convertirles en masa
cretinizada” (Recogido de: Libertad de expresión, 12 de enero, por Juan Manuel
de Prada). Además, según el ABC, ya vamos un paso hacia atrás en esta guerra, y
es que “la podemos perder porque nosotros dudamos y ellos no […]. Ellos no
dudan, no tienen mala conciencia, no ofrecen fisuras en su designio de combate y
exterminio contra el infiel. […] Ellos hacen la guerra por todo los medios […].
Ellos atacan y nosotros no nos defendemos” (Recogido de: La fatwa, 8 de enero,
por Ignacio Camacho).
La principal diferencia de perspectiva que muestran EL PAÍS y ABC se encuentra
en cómo responder ante esta guerra. Ante este ataque contra el espíritu europeo
que detecta EL PAÍS, afirman que: “la brutal masacre de París nos obliga a
reafirmarnos en nuestros valores y principios y a no aceptar ni una sola renuncia
en la esfera de los derechos” (Recogido de: Es política, no religión, 8 de enero,
por José Ignacio Torreblanca). El ABC, por su lado, piensa que que debemos
actuar y en su editorial del 8 de enero Salvaje amenaza a la democracia y a la
libertad de expresión llega a llamar a las armas a Europa: “Europa no tiene tiempo
para seguir especulando sobre la respuesta a la amenaza yihadista. Tanto el Estado
Islámico como Al Qaida, Boko Haram o Al Sabah, han decidido convertir el
planeta en un campo de batalla para su violencia terrorista y la reacción de los
gobiernos democráticos debe situarse a la altura de las circunstancias. Y esto
puede exigir adoptar medidas…”.
!44
5.11. La religión: eje del yihadismo
El otro término mencionado anteriormente, la religión, también es tratado en los
artículos de opinión y editoriales que hemos seleccionado. Cabe destacar que
existen pocas referencias concretas a los judíos que también fueron asesinados
durante esos días . Las referencias hacia éstos no tratan de los ataques concretos 14
que ocurrieron en París sino que, como vamos a poder ver ahora, se habla del
colectivo judío, en general; es decir, se refieren a la comunidad judía, sin hacer
demasiadas referencias a los atentados ocurridos en el supermercado kosher.
Aunque ambos diarios hablan de una islamofobia creciente en las culturas
occidentales, se diferencian en cuanto al trato que dan a las demás religiones, en
concreto, al cristianismo. El diario ABC, siguiendo su línea editorial, hace una
clara defensa del cristianismo y apoya la idea de que: los musulmanes son los
“malos”, y los practicantes de las demás religiones, en cambio, los “buenos”;
incluso llegan a hablar de otras fobias religiosas que se está esparciendo en
Europa: “a día de hoy sólo puedo constatar que existe la judeofobia y cristofobia
[…] se les está asesinando por no ser musulmanes” (Recogido de: ¿Islamofobia?
Más bien cristofobia y judeofobia, 17 de enero, por Ramón Pérez-Maura).
Además, existe un claro apoyo a la comunidad judía que también sufren atentados
continuos por parte de los musulmanes. Remarcan que, “no se hace la más
mínima mención a los cuatro judíos muertos en esas horas por un tercer terrorista
aparentemente compinchado. Parece ser que hay muertos de primera y de segunda
categoría. Y los judíos están en segunda clase. […] Se finiquita su vida por ser
judíos” (Recogido de: ¿Islamofobia? Más bien cristofobia y judeofobia, 17 de
enero, por Ramón Pérez-Maura). Además, también hacen una comparación entre
el cristianismo y el islamismo, poniendo el primero por encima del segundo:
“Entre Jesucristo y Mahoma hay una diferencia partida. Mientras uno proclamó
que su reino no era de este mundo, el otro se zambulló en la mundanidad, pues
Ver: Metodología (Página 23-24), donde se explica la cronología de los acontecimientos ocurridos durante 14
esos días en París.
!45
además de predicar ejerció de caudillo militar. […] A Mahoma no le tembló el
pulso cuando […] ordenó decapitar a 700 judíos. […]. Jesucristo fue, en cambio,
la revelación del amor, el perdón y la caridad”. (Recogido de: Reloj atrasado, 8 de
enero, por Luis Ventoso).
En cambio, EL PAÍS, por su lado, apoya y da a conocer de alguna manera los
valores verdaderos del islam: “En el islam, misericordia y el perdón son dos
conceptos fundamentales […]. La tolerancia religiosa, como concepto, está en el
Corán.” (Recogido de: En nombre de Dios…, 16 de enero, por Diego García-
Sayan); y además hacen una crítica a todas las religiones, es decir, no realzan el
cristianismo por encima de los demás. Y recuerdan que a lo largo de la historia,
todas las religiones (incluyendo el cristianismo) han fallado: “En nombre de todas
las religiones monoteístas se han cometido, se cometen y se cometerán, crímenes
tan horrendos como el de ayer. A su vez, en nombre de todas las religiones
monoteístas se condenarán tragedias semejantes” (Recogido de: Tolerancia contra
fanatismo, 8 de enero, por Francesc de Carreras).
En el caso del diario ABC y, especialmente al hablar de religión, existen ataques
contra la república francesa y sus valores, sobre todo, al laicismo. La crítica a
Francia se basa en su doble moral, por así decirlo: “Y no olvidemos que el
Gobierno francés que amparaba la publicación de tales aberraciones, es el mismo
que ha financiado en diversos países (y en especial en Libia) a los islamistas que
han masacrado a miles de cristianos, mucho menos llorados que los periodistas
del pasquín Charlie Hebdo” (Recogido de: Yo no soy “Charlie Hebdo”, 10 de
enero, por Juan Manuel de Prada). Además, en esta misma publicación definen el
laicismo como un “delirio de la razón” y en otros como “una Bestia del Mar y
Bestia de la Tierra del Apocalipsis” (Recogido de: La pasarela de los hipócritas,
17 de enero, por Juan Manuel de Prada).
!46
5.12. ¿Y que dicen los demás?: comunidad musulmana, sociedad y políticos
Los ataques ocurridos en París tuvieron gran trascendencia mundial y las
reacciones no se hicieron esperar. Las reacciones que recogen los diarios los
podemos dividir en tres grandes grupos: la comunidad musulmana, la sociedad, en
general, y la reacción política.
Por un lado, al hablar de la comunidad musulmana, en el caso de ABC, se crítica
fuertemente la falta de severidad a la hora de condenar los actos, detectan una
falta de posicionamiento por parte de ellos. Además recogen una serie de
acontecimientos, donde no existe la condena a los atentados, sino el apoyo: “En
Gaza, un numeroso grupo de salafistas paseó ayer las banderas negras del Estado
Islámico entre amenazas a Francia. En Teherán, miles de estudiantes islámicos se
congregaron ante la embajada gala para proclamar su fe en el profeta Mahoma y
gritar «muerte a Francia». La marcha más multitudinaria se produjo en Grozni,
donde un millón de personas secundaron la convocatoria del presidente del país
«contra la vulgaridad, la inmoralidad, la falta de cultura y la desvergüenza de los
que dibujaron las caricaturas del profeta Mahoma»”. (Recogido de: El islam,
contra la blasfemia, 20 de enero, ABC).
En el caso de EL PAÍS, también piensan que la condena debería haber sido más
dura, pero recogen una serie de declaraciones que han hecho, así como la
presencia de árabes en las manifestaciones que se celebraron en París, mostrando
su apoyo a Charlie Hebdo: “«¡Soy musulmán y soy Charlie!»; es el más bello
eslogan que pudimos ver en París en el momento en que todos aplaudíamos a
nuestros amigos muertos” (Recogido de: Todos somos Charlie, 9 de enero, por
Christine Ockrent). En cambio, no encontramos ningún tipo de mención a detalles
como estos, que al final marcan la diferencia, en el ABC; esto lleva a una
generalización de todos los musulmanes europeos, creando así una imagen de
pasividad e incluso de aprobación de estos acontecimientos.
!47
Pero las críticas no se centran solamente en las reacciones por parte de la
comunidad musulmana, ABC también crítica a la sociedad en general debido a su
actitud; una actitud que no es la misma ante todos los atentados que ocurren en el
mundo: “¿Por qué no salió tanta gente a las calles de las ciudades de Europa
cuando el yihadismo mataba a cristianos en Siria o decapitaba a otros periodistas
que no eran los del semanario Charlie Hebdo?” (Recogido de: Ermua en París, 11
de Enero, por Iñaki Ezkerra). En EL PAÍS, también remarcan esto y añaden que
somos muy nuestros y “solo nos sorprende cuando nos afecta de forma
directa” (Recogido de: El terror no olvida, 9 de enero, por Baltasar Garzón).
Por otro lado, también existieron reacciones política ante los atentados, y ambos
periódicos hacen referencia a éstas. Refiriéndose al hecho de que una cantidad de
mandatarios se unió a la manifestación que se hizo en París, en el ABC los tachan
de hipócritas: “porque esos mandatarios que fueron a París son una patulea de la
peor calaña, felpudos del Nuevo Orden Mundial que cada día provocan o
permiten masacres en los arrabales del atlas sin que les tiemble el pulso; pero que,
ante el asesinato de los caricaturistas de Charlie Hebdo, lacayos del Nuevo Orden
Mundial como ellos, se reúnen en un pasarela de los hipócritas para llorar como
meretrices disfrazados de plañideras sobre la leche derramada por ellos
mismos” (Recogido de: La pasarela de los hipócritas, 17 de enero, por Juan
Manuel de Prada) o “París irradió con dificultades como la presencia parasitaria
de representantes de estados que agreden los principios vindicados” (Recogido de:
Plaza de la república, 12 de enero, por David Gistau).
Además, en el caso de ABC, también hacen referencias al PSOE: “El PSOE ya ha
vuelto al tópico de la colisión entre libertad y seguridad para vestir su discurso de
ese garantismo, que no tuvo cuando aprobó la famosa ley de la «patada en la
puerta» o cuando buscaba atajos contra ETA.” (Recogido del editorial del 13 de
enero: Más seguridad para tener más libertad). En cambio, en el caso de EL
PAÍS, solamente critican la actuación del Frente Nacional con Marine Le Pen al
!48
frente, no existen más referencias al resto de políticos: “Lo primero que se le
ocurre a la patriota Marine Le Pen y a sus enfebrecidos acólitos es exigir la
restauración de la pena de muerte en Francia” (Recogido de: A por moros, 10 de
enero, por Carlos Boyero), o “Y ya Le Pen parece volver por donde solía: «La
unidad nacional es una ridícula maniobra política»” (Recogido de: El 11-S
francés, 9 de enero, por Dominique Moisi).
5.13. Una mirada hacia el pasado
Ante los ataques de París, ambos periódicos aprovechan la ocasión para echar una
mirada al pasado y recordar otros ataques a la ciudadanía y a los medios de
comunicación que se han vivido durante estos últimos años. Por un lado, podemos
encontrar referencias a otros atentados relacionados con el terrorismo islámico,
como los atentados del 11-S en Nueva York, donde dos aviones colisionaron
intencionadamente contra las torres gemelas. Por otro lado, también existen
referencias a otros ataque terroristas que se han vivido en Europa, pero
especialmente en España.
En primer lugar, en el diario EL PAÍS, se hace una comparación entre el 11-S y
los atentados de Charlie Hebdo, que aunque a primera vista veamos que existen
grandes diferencias (nacionalidad de los fallecidos, grupo terrorista al que
pertenecían, forma de actuar…), “son en esencia lo mismo: Las dos ciudades
encarnan un sueño universal parecido. Las dos son metáforas de la luz y la
libertad. Las dos pertenecen al mundo, no solo a sus respectivos países. Además,
los objetivos elegidos por los terroristas eran enormemente simbólicos” (Recogido
de: El 11-S francés, 9 de enero, por Dominique Moisi). Lo llegan a definir como
“el 11-S europeo” (Recogido de: París como revulsivo, 16 de enero, por Francisco
Basterra). Pero aún y todo, sí que creen que el tipo de terrorismo ha cambiado,
según dice Loretta Napoleoni en su artículo de opinión del 11 de enero titulado
Un nuevo sistema de terror, “nos enfrentamos a un nuevos sistema de terror […].
El moderno terrorismo islámico ha transformado los medios de masas en una
!49
poderosa arma que le permite ampliar el impacto mediático de sus acciones
armadas”.
En el ABC, por su lado las referencias no son tan directas como en el caso de EL
PAÍS, pero sí que existen, aunque sean más generales: “Esto no es nuevo, pasó
con el 11-S, el 11-M y el 7-J de Londres” (Recogido del editorial del 9 de enero:
No bastan las condenas, el Islam debe actuar contra el terror). Añaden también,
que al fin y al cabo todos estos ataques terroristas contra occidente tienen una
misma raíz: “Desde esas bases militares se planifican los ataques en territorio
infiel: Nueva York en 2001, París hace cuatro días” (Recogido de: No es
terrorismo, es guerra, 12 de enero, por Gabriel Albiac). En el caso de ABC,
también detectan alguna diferencia entre el terrorismo yihadista de entonces y el
de ahora; pero ésta diferencia yace en el apoyo recibido por el resto del mundo y
no en los atacantes mismos: “Porque ayer los franceses estuvieron tan
acompañados como para ejercer una capitalidad mundial y en cambio los
españoles, después del 11-M, nos quedamos sólos, atrapados en un ambiente
claustrofóbico saturado de odios particulares” (Recogido de: Plaza de la
república, 12 de enero, por David Gistau).
En segundo lugar, también se hace referencia, como hemos dicho antes, al
terrorismo “interno” que se ha vivido en Europa. En el caso de EL PAÍS, dedican
el día 15 de enero, un artículo de opinión completo a este tema: Nuestros
terroristas, por Francesc de Carreras, donde dicen, entre otras cosas, lo siguiente:
“Con ello olvidamos a nuestros terroristas, a los terroristas europeos de los
últimos años […]. Recordemos las Brigadas Rojas en Italia o la banda Baader-
Meinhoff en Alemania, terrorismo de corte izquierdista. No olvidemos tampoco el
terrorismo del IRA irlandés, cuyas raíces ideológicas eran nacionalistas y
católicas. Todos mataban, robaban, secuestraban y extorsionaban en nombre de
ideas, en principio, respetables”.
!50
Centrándonos en España, por un lado en el periódico EL PAÍS, hacen referencias
a ETA: “España ha sido especial porque es donde más ha durado el terrorismo, de
hecho, hasta nuestros días: ETA aún no se ha disuelto” (Recogido de: Nuestros
terroristas, 14 de enero, por Francesc de Carreras). Pero no se quedan ahí, ese
mismo periódico también recoge en sus líneas otro tipo de terrorismo que se ha
dado en el Estado y, además, les ha afectado directamente; un terrorismo que
utilizan como un argumento más para posicionarse a favor de Charlie Hebdo:
“«Combatir el terror con la palabra» sigue siendo tan cierta como en 1978 , 15
cuando EL PAÍS utilizó esa expresión en un editorial tras haber sido víctima, a su
vez, de un atentado terrorista en plena transición de España a la
democracia” (Recogido del editorial del 8 de enero: No ceder al terror); “Para EL
PAÍS, que fue objeto en el pasado de un ataque terrorista de otro signo ideológico
en el que murió uno de nuestros trabajadores, es particularmente sencillo
encontrar razones de solidaridad con nuestros colegas franceses” (Recogido del
editorial del 14 de enero: Los atacantes han fracasado rotundamente).
Por su parte, el periódico ABC no recoge
referencias a otro terrorismo centrado en
Europa que no sea el de ETA. Por un lado,
comparan a aquellos que se unen al lema “Je
suis Charlie” con aquellos que estaban/están
a favor de ETA: “Esta patulea considera que
ETA es un movimiento de liberación que
ponía bombas para que su onda expansiva
masajease y realzase las tetas de las
bañistas, según se celebraba una portada
especialmente repugnante de Charlie
El 30 de Octubre de 1978 se produjo un atentado contra la sede de EL PAÍS. Dos ultraderechistas fueron 15
los autores del envío de una carta-bomba a EL PAÍS que causó la muerte del empleado Andrés Faguas. Fuente: http://lahemerotecadelbuitre.com/piezas/atentado-terrorista-de-la-ultraderecha-contra-el-diario-el-pais-asesina-a-un-trabajador-y-hiere-a-varios-andres-fraguas-gomez-alvarez-rodriguez-borlado/
!51
Hebdo” (Recogido de: La pasarela de los hipócritas, 17 de enero por Juan
Manuel de Prada). Además, hacen un símil entre cómo se derrotó a ETA y cómo
se debería actuar ante el terrorismo yihadista: “ETA empezó a ser derrotada
ideológicamente en el momento en que se comprendió que no sólo iba contra la
unidad de España sino contra un valor aún más ampliamente compartido como es
la democracia. Del mismo modo, es preciso que hoy entendamos que el yihadismo
[…] va contra […] las democracias occidentales” (Recogido de: Ermua en París,
11 de enero, por Iñaki Ezkerra).
6. Conclusiones
Como hemos mencionado en la introducción, el objetivo de esta investigación ha
sido analizar la forma en la que la comunicación escrita influye en las relaciones y
el diálogo entre las culturas, es decir, en la interculturalidad. Para ello, es
interesante analizar la forma que tienen los medios de comunicación de tratar la
interculturalidad; así como la fuerza y el reflejo que tiene un atentado contra un
medio de comunicación, desde la perspectiva de otro medio de comunicación.
Puede que como comunicadores este tipo de acontecimientos nos parezcan lejanos
y ajenos a nosotros, pero, tras este análisis hemos podido concluir que en la
Comunidad Autónoma Vasca también podemos encontramos con problemas
interculturales y formas de hacer periodismo parecidos; y que además, como
profesionales de la comunicación podemos hacer mucho para actuar éticamente y,
además, ayudar en las relaciones interculturales.
Antes de empezar a mostrar las principales conclusiones, cabe destacar que tanto
la hipótesis, como la sub-hipótesis que hemos planteado al comienzo de este
trabajo de investigación han sido confirmadas. Es decir, los periódicos 16
analizados, EL PAÍS y ABC, han mostrado discursos diferentes ante el atentando
contra Charlie Hebdo, y esto en consecuencia, facilitará o dificultará la
Ver la formulación de la hipótesis y sub-hipótesis en las páginas 20-21. 16
!52
interculturalidad. En la siguiente tabla hemos recogido un resumen del análisis
efectuado en torno al discurso que muestra cada diario:
Tabla 3: Resumen de la perspectiva de los diarios en torno a los principales puntos analizados
!53
ABC EL PAÍS
Libertad Limitada Ilimitada
Suis-je Charlie Hebdo?
Yo no soy Charlie Hebdo Je Suis Charlie Hebdo
Responsabilidades Ellos Nosotros
Control Inmigración y fronteras Cooperación y coordinación entre países; uso armas si
son necesarias
Atacantes Los europeo-musulmanes simpatizan con ellos como
comunidad
Son una pequeña parte de la religión musulmana más
fanática
Yihadismo Objetivo de musulmanizar Europa. Para enfrentarlos,
llaman a las armas
Contra Europa como proyecto e idea. Para
enfrentarlos no apoyan utilizar la fuerza
Religión La religión cristiana por encima de las demás
Todas las religiones han cometido errores, están al
mismo nivel
Sociedad Diferentes actitudes Ir más allá de aquello que sólo afecta al nosotros
Comunidad musulmana
Se remarca el apoyo a los atentados
Se remarca la condena de los atentados
Reacción política Crítica al PSOE Crítica a Le Pen
Mención de otros atentados
Otros atentados por parte de yihadistas (11-S, 11-M, 6-
J…) y ETA
Especial hincapié al terrorismo de diferentes
ideologías que ha existido en Europa
Estas diferencias entre ambos periódicos y el hecho de destacar algunas cosas 17
por encima de otras, tienen una estrecha relación con la línea editorial que
mantienen. Ya que como hemos dicho en el apartado donde hemos especificado la
metodología, por un lado, la ideología política del ABC es considerada
monárquica, católica y conservadora; por otro lado, la de EL PAÍS es considerada
de centro-izquierdas. Lo que estas ideologías políticas defienden ante la realidad
de la diversidad de culturas, se refleja en los medios de comunicación que hemos
analizado (EL PAÍS y ABC).
6.1. Ataque contra un medio de comunicación
Como hemos podido ver, es un atentado al que, por lo menos, los diarios
analizados le han dado gran importancia y cobertura, ya que se han publicado todo
tipo de noticias, reportajes, artículos de opinión y editoriales; incluso también se
le dedicaron varias portadas el día 8 de enero del 2015. En cuanto a artículos de
opinión y editoriales, en los 15 días posteriores a los atentados, en el ABC, hemos
analizado 37 artículos de opinión y 5 editoriales; y en EL PAÍS han sido 31 y 10,
respectivamente.
Además, cabe destacar que otros atentados que se produjeron durante esos días en
el mundo no tuvieron la misma repercusión en los periódicos analizados, como
por ejemplo, el de Boko Haram, que utilizó a una niña de 10 años que llevaba
bombas encima y las hizo explotar a la entrada de un mercado en Nigeria,
causando así la muerte de 19 personas; o cuando este mismo grupo terrorista
arrasó un pueblo del Norte de Nigeria y mataron a más de 2.000 personas. La
cobertura a estas noticias no es tan destacada como la de los atentados de Charlie
Hebdo, incluso, en algunos casos llega a ser inexistente. Es decir, se le da más
cobertura a una tragedia dependiendo de dónde se produzca, contra quién se
produzca, y quiénes sean los muertos. Como podemos ver, cuando ha ocurrido en
París, contra un medio de comunicación y la mayoría de los muertos han sido
El desarrollo de las mismas en el apartado “Resultados del análisis” del trabajo17
!54
periodistas (cabe destacar que casi no existen referencias a los policías que
también murieron en los ataques de Charlie Hebdo), la repercusión es enorme; en
cambio, cuando ocurren en Nigeria, contra un pueblo sumergido en la pobreza y
los muertos son africanos, casi no existen noticias sobre ello en los medios de
comunicación occidentales.
Al ser un atentado contra un medio de comunicación, ambos lo relacionan
estrechamente con un atentado contra la libertad de expresión: definen la libertad
de expresión como uno de los elementos más importantes en las sociedades
occidentales actuales; lo consideran un derecho que debería ser respetado por
todos. Pese a ello, la forma en la que lo entienden varía: ABC la considera una
libertad limitada, es decir, no aceptan la libertad que injuria, ni calumnia,
especialmente, la fe de los demás. En cambio, EL PAÍS defiende el hecho de que
sea una libertad ilimitada, ya que la consideran eje de las democracias; el único
límite posible de las democracias se halla en la ley.
Además, los medios de comunicación suelen tener unas líneas editoriales
definidas, como hemos mencionado anteriormente; es por ello, que también existe
una connotación ideológica al hablar de un atentado contra otro medio de
comunicación. ABC a la hora de definir los trabajadores del semanario satírico,
utiliza adjetivos como “estrafalarios izquierdistas” o “ácratas iconoclastas”; para
decirlo de otra manera, son mostrados como autoritarios y contrarios al culto a las
religiones , añadiendo una connotación negativa a la corriente “izquierdista”. Por 18
parte de EL PAÍS, la connotación política viene al relacionar los atentados contra
Charlie Hebdo con los atentados ocurridos contra EL PAÍS en el año 1978 por
parte de unos ultra-derechistas; así como en la forma en que tratan “al otro”, tal y
como veremos en el siguiente apartado.
La RAE define el térmico ácrata como: “partidario de la supresión de toda autoridad”; por otro lado, hacen 18
referencia al término iconoclasta, por el hecho de que Charlie Hebdo “desdibuja” la imagen de Mahoma.
!55
6.2. Los medios de comunicación y la interculturalidad
La línea editorial de los periódicos analizados, influye tanto en el punto de vista
que muestran en torno a la interculturalidad, como en las razones que entienden
que existen detrás de estos atentados. En primer lugar, y adentrándonos en la
interculturalidad, recordemos que hablamos de interculturalidad “cuando dos o
más culturas entran en interacción de una forma horizontal y sinérgica. Ésto
supone que ninguno de los grupos se encuentra por encima de otro, lo que
favorece la integración y la convivencia de las personas. Este tipo de relaciones
interculturales supone el respeto por la diversidad; aunque la aparición de
conflictos es inevitable, éstos se resuelven con respeto, diálogo y
concertación” (Parra; 2010, p. 64). Es bien sabido que los medios de
comunicación pueden dificultar, o por el contrario, facilitar la interculturalidad en
una sociedad. Tras analizar tanto el diario ABC y el diario EL PAÍS, en un periodo
de tiempo concreto y ante unos hechos concretos, podemos concluir que el
segundo facilita más la interculturalidad, veamos:
En el caso del ABC, podemos decir que debido a su discurso basado en relacionar
toda la cultura árabe con el yihadismo, dificultan de alguna manera la
interculturalidad. Este discurso mediático se basa mayoritariamente en enfrentar el
nosotros y el ellos; se trata de la técnica mencionada por Villalobos: “nosotros
contra ellos”. En el nosotros introduciríamos a los ciudadanos de las democracias
occidentales, que gozan de unas libertades que son ilimitadas y de los cuales se
acentúan especialmente sus acciones positivas. Por otro lado, en el ellos, se
encuentran los pertenecientes a la cultura árabe, y en este caso, se acentúan
especialmente sus acciones negativas y se eliminan las positivas. Además, es
frecuente encontrar generalizaciones. Por ejemplo, por un lado en cuanto al
nosotros: la UE es definida como democrática y respetuosa hacia las libertades de
sus ciudadanos; los occidentales aparecen como inocentes en este tipo de
conflictos; y la religión cristiana se muestra como tolerante y pacífica. Por otro
lado, en cuanto al ellos, todos son mostrados como fanáticos, agresivos, atacantes
!56
y contrarios a los principios que caracterizan la Unión Europea; y la religión
musulmana es dibujada como conflictiva. Al tratar de esta manera el tema, el
lector ve al ellos como una amenaza para el nosotros y éste lo lleva a la práctica
en su vida cotidiana, dificultando y obstaculizando así la interculturalidad. Es
decir, en esta estrategia se destacan las características negativas y se silencian las
positivas del ellos; mientras se destacan las características positivas del nosotros y
se silencian las negativas.
En el caso de EL PAÍS, podemos decir que la interculturalidad no se dificulta
tanto, ya que intentan mostrar el nosotros y el ellos de una manera igualitaria,
dentro de lo posible. Por ejemplo y por un lado, al hablar del nosotros, aunque se
acentúe que vivimos en democracias y que disponemos de unas libertades, existe
una autocrítica que hace que pensemos qué papel juega realmente el nosotros ante
este tipo de acontecimientos; y las religiones son mostradas de una manera
igualitaria, se critica tanto la religión cristiana, como la musulmana y judía. Por
otro lado, cabe destacar que al hablar del ellos, se hace la aclaración de que no
todos los pertenecientes a la cultura árabe defienden estas posturas y que en
nombre de la religión cristiana también se han cometido barbaridades a lo largo de
la historia. Estos detalles que destaca de alguna manera u otra el periódico EL
PAÍS, son los que hacen la convivencia en la interculturalidad más fácil.
Podemos afirmar que en el caso de EL PAÍS, intentan derribar las barreras. Por un
lado, buscan similitudes para que la gente no tienda a excluir las características
distintivas; esto ocurre, por ejemplo, cuando se hace una comparación entre la
religión musulmana, que muchas veces es tachada como conflictiva, con la
religión cristiana; mostrando así que en ésta también ha habido episodios
conflictivos que no podemos olvidar. Por otro lado, intentan reducir la
incertidumbre, intentan hacernos entender el ellos, mostrándonos sus verdaderos
pilares y valores; dejan claro que no todos son fanáticos y extremistas, la mayoría
es gente pacífica que no apoya este tipo de actos, de hecho, los condenan. En el
!57
caso de ABC, en cambio, mediante los mensajes que transmiten y la connotación
que dan a las palabras, crean barreras ante la interculturalidad; es decir, dificultan
la interculturalidad. Mediante la estereotipación de la cultura árabe (fanáticos
musulmanes, agresivos, conflictivos…), simplifican, exageran y generalizan,
creando un sentimiento de superioridad por parte del nosotros, hacia el ellos. Ésto
fomenta en muchos de los lectores un sentimiento de etnocentrismo, es decir, la
creencia de que la cultura occidental es superior a la árabe.
Pese a la existencia de estas diferencias entre ambos periódicos, es indiscutible
que en el momento en el que sólo se plasman las noticias negativas en torno a la
cultura árabe, de alguna manera, se está dificultando la interculturalidad. Ésto se
conoce como agenda-setting: es decir, basándose en aquello que incluyen o
excluyen los periódicos a la hora de elegir los temas a publicar, los lectores
incluyen o excluyen esos temas, habiendo así temas en cuanto a los que la
ciudadanía no tiene ningún tipo de conocimiento. Y es que, al no recibir noticias
positivas de dicha cultura, se transmite, una vez más, una idea negativa que afecta
a las relaciones entre el nosotros y el ellos: la cultura árabe se relaciona
directamente con conflictos, guerras, dramas y tragedias.
En segundo lugar, la línea editorial del periódico también influye a la hora de
encontrar una principal razón por la que ocurren este tipo de acontecimientos. Por
un lado, para el ABC, como podemos ver en el mapa conceptual extraído del
análisis de conceptos , el problema radica en la religión; es decir, tanto en la 19
manera fanática y extremista de entender la religión musulmana, como la falta de
respeto que, según el ABC, ha mostrado Charlie Hebdo al tratar las religiones. Y
es que el resto de conceptos clave, están relacionados de alguna manera con la
religión, mostrando así que la raíz de todo se encuentra en la religión. Esta
conclusión a la que nos lleva el diario ABC, está estrechamente relacionada con el
hecho de que, como hemos mostrado en la metodología, el ABC tiende a
Ver: Anexo 519
!58
posicionarse en las visiones más tradicionales, conservadoras y se rige por la
religión católica más fundamentalista; los autores de los artículos que hemos
mostrado en el análisis, son afines a estas ideologías y muchos de ellos han estado
afiliados a partidos políticos de ideologías más conservadoras. Por ello, las
religiones que se alejen de la suya son entendidas como llenas de odio y
negatividad, así como amenazas para las sociedades.
Por otro lado, para EL PAÍS, la raíz de los problemas se encuentra en las
libertades . Es decir, se entiende que la raíz de los atentados contra Charlie 20
Hebdo se encuentra en el hecho de que no se han respetado las libertades básicas
de los ciudadanos de las democracias occidentales. Esto que dice EL PAÍS, está
estrechamente relacionado con los atentados que vivió este diario el 30 de octubre
de 1978 por parte de dos ultraderechistas, unos ataques que causaron la muerte de
uno de sus empleados; con la importancia que le da EL PAÍS a las libertades, los
cuales defienden son la base de todas las democracias, las poseen toda la sociedad
y deben ser ilimitadas; así como con el papel que ha jugado el nosotros a la hora
de ayudar a los descendientes de las culturas árabes a sentirse parte de las
democracias occidentales y al no ofrecerles, muchas veces, los mismos derechos,
libertades y oportunidades.
Esta influencia es indirecta; ya que aparentemente y en una primera lectura, que es
lo que se suele hacer al leer las noticias, no se detecta, pero aún y todo, llega a
nuestro subconsciente. Los mensajes nos llegan mediante un uso específico de las
palabras, es decir, se basa en la connotación y sentido que le otorga cada medio de
comunicación a un mismo concepto; por ello un mismo concepto puede variar en
cuanto al significado que se le atribuye, dependiendo del diario . Esto ha quedado 21
claro al codificar las publicaciones analizadas y mostrar los resultados obtenidos
Ver: Anexo 620
Ver: Anexo 4. En las tablas de codificación, hemos utilizado los signos (-) y (+) para determinar la 21
diferenciación en el uso y significado de un mismo concepto.
!59
tras el análisis, mediante el programa atlas.ti. Además, debido al uso continuo que
hacen los medios de comunicación de diferentes palabras, algunos conceptos que
no eran tan comunes en el día a día, como por ejemplo “yihadismo”, hoy los
oímos constantemente en los medios de comunicación de masas.
Cabe destacar que ambos discursos han de ser colocados en un contexto concreto
en el que las tasas de inmigración son cada vez mayores y las relaciones entre las
diferentes culturas son cada vez más conflictivas. Con esto no queremos
relacionar la inmigración con la delincuencia y los problemas, ya que aunque
puede que éste sea el contexto que vea el nosotros, ellos también ven “otro”
contexto que debemos tener en cuenta para entender las claves ante este tipo de
situaciones: la intervención occidental en Oriente Próximo, globalización del
conflicto, globalización del modelo social, económico y político occidental….
Este contexto tiene, obviamente, efectos en los discursos que muestran los diarios,
y así mismo, éstos discursos en torno a la interculturalidad.
Llegando al trasfondo del caso a analizar, podemos decir que detrás de los
acontecimientos de Charlie Hebdo, dejando de alguna manera de lado “las
ideologías” de los diarios, existe un problema relacionado con la religión y su
interpretación. Y es que teniendo en cuenta los aspectos mencionados
anteriormente, por un lado, desde una visión más occidental, para el nosotros la
religión es un elemento más en las sociedades actuales; de hecho, es considerada
como una opción por la que el individuo puede o no decantarse. Por otro lado y en
cuanto a la lectura que la comunidad musulmana, el ellos, pueda hacer, no
podemos generalizar; ya que existe la lectura más extremista y fanática de la
religión, lectura que han hecho en algún momento los yihadistas y que entiende
que la religión está por encima del bien y del mal; pero por otro lado, también
existe una lectura más moderada, que no acepta, ni aprueba, este tipo de ataques.
!60
6.3. Un debate que se encuentra más cerca de lo que creemos
Puede que las diferentes interpretaciones ante un mismos hecho de las que hemos
hablado en el apartado anterior, nos parezcan lejanas y no las llegamos a entender;
pero la realidad es que el debate se encuentra más cerca de lo que muchos creemos.
Salvaguardando las distancias, la indignación ante críticas a diferentes religiones es
algo “habitual” y podemos encontrar ejemplos cercanos y recientes; aunque
obviamente la respuesta dada ante estas críticas sea muy diferente. Como por
ejemplo, las palabras del obispo José Ignacio Munilla, haciendo referencia a la
exposición “Gorputz Grafiak”, relacionada con el feminismo, que se exhibió en la
sala Ganbara del centro cultural Koldo Mitxelena a principios de mayo del 2015. El
obispo cree que la exposición consta de “expresiones violentas y amenazadoras”
hacia la Iglesia Católica, expresiones que considera “ataques y provocaciones contra
la libertad religiosa”. En la exposición se pueden leer frases como “La Iglesia que
más ilumina es la que arde” o “Opus Dei sutara” ; Munilla se preguntaba que 22
pasaría si se exhibiera uno que dijera “La mezquita o la sinagoga que más ilumina es
la que arde”. En el fondo, Munilla está criticando el ateísmo de la sociedad 23
occidental y lo ve como algo malo, cuando, en realidad, en las sociedades actuales
del siglo XXI creer o no debería ser una opción.
Por otro lado, otros muchos no entenderán la forma de hacer periodismo que tenía
Charlie Hebdo, pero también podemos encontrar ejemplos de revistas satíricas en la
Comunidad Autónoma Vasca. Como por ejemplo, la pequeña revista H-28 gestionada
por el periódico Berria . Una revista que fue creada por la chispa que prendieron los 24
atentados contra Charlie Hebdo, donde se critican de manera satírica, siguiendo los
pasos de la revista atacada, diferentes hechos y/o personas del mundo.
“¡Opus Dei al infierno!”22
Fuentes: El Diario Vasco y www.periodistadigital.com 23
Disponible en: http://issuu.com/h28aldizkaria 24
!61
7.4. ¿Y el profesional de la comunicación?
Como profesionales de la comunicación también podemos poner nuestro granito
de arena para facilitar la interculturalidad. Como comunicadores debemos
aprender a aplicar los cuatro pilares enunciados desde la UNESCO: el conocer, el
hacer, el convivir y el ser. Estrella Israel Garzón en su artículo “Bases para el
periodismo cultural” (2000), recoge dos recomendaciones para el comunicador:
“Sitaram y Codgell dan algunas pautas éticas para aproximar posiciones; por ejemplo, el comunicador intercultural no debe juzgar los valores, creencias y costumbres de otras culturas, de acuerdo con sus propios valores. También es necesaria la apertura para comprender las bases culturales de otros pueblos y no crear atmósferas que contribuyan al refuerzo o transmisión de estereotipos. Especialmente, los medios de comunicación deben evitar la elaboración de imágenes falsas, inapropiadas o insultantes de otros pueblos para conseguir intereses o
necesidades propias. También hay que incorporar los argumentos de Rodrigo Alsina,
que propone un cambio de mirada hacia las culturas ajenas entre los que destacan la conciencia del propio punto de vista etnocentrista, la eliminación de los estereotipos, la capacidad de crear una relación de empatía e incluso desarrollar la capacidad de metacomunicarse y concluye diciendo que el diálogo intercultural debe realizarse dentro de la mayor igualdad que sea posible” (p. 2)
Como comunicadores debemos interiorizar la “competencia intercultural”:
Tabla 4: Competencias Transversales Interculturales. Fuente: Aneas; 2003, p.184.
!62
Competencias Culturales Trasversales (CIT)
Diagnosticar
Los aspectos culturales que determinan a las personas de la organización; Incidentes, necesidades y situaciones ocasionados por las diferencias culturales en el desempeño del trabajo en la
empresa
Relacionarse Negociación intercultural; Comunicación intercultural; Trabajo en equipo intercultural
AfrontarPotenciar el autoaprendizaje intercultural; Afrontar y resolver
problemas interculturales; Desarrollar soluciones que consideren las otras culturas
Esta competencia consiste en una serie de conocimientos, habilidades y actitudes
“que permiten valorar los aspectos personales y las demandas generadas por la
diversidad cultural. Permiten negociar, comunicarse y trabajar en equipos
interculturales y hacer frente a las incidencias […] mediante el auto-aprendizaje
intercultural y la resolución de problemas que consideren las otras
culturas” (Aneas, 2013, p. 184).
En definitiva, dejando de lado las líneas editoriales, conceptos y frases de
diferentes periódicos, ante este tipo de situaciones donde existe un no-
entendimiento entre culturas y se involucran los medios de comunicación que
ejercen sus libertades, debemos ser conscientes de las realidades que vivimos.
Informémonos bien. Aprendamos a vivir en la tolerancia. Vivamos en el respeto.
Aprendamos a vivir en la riqueza que nos da la interculturalidad, y reflejemos y/o
comuniquemos las “ventajas” de la interculturalidad. Y ante todo, no olvidemos
que, tal y como dijo Kapuscinski, en su libro Encuentro con el otro (2000, p. 27):
“En este mundo de nuevo cuño, a cada momento nos toparemos con un nuevo otro, que poco a poco irá emergiendo del caos y de la confusión de nuestra contemporaneidad. Es posible que ese Otro nazca de la confluencia de las dos corrientes contrapuestas que influyen decisivamente en la formación de la cultura del mundo contemporáneo: la corriente globalizadora, que uniformiza nuestra realidad, y su contraria, la que preserva nuestros hechos diferenciales, nuestra originalidad e irrepetibildad. Es posible que ese Otro sea su fruto y heredero. Debemos intentar comprenderlo y buscar diálogo con él. Mi experiencia de convivir con Otros, muy remotos, durante largos años me ha enseñado que la buena disposición hacia otro ser humano es la única base que puede hacer vibrar en él la cuerda de la humanidad”.
!63
7. Bibliografía y fuentes
7.1. Fuentes
ABC, 07/01/2015-21/01/2015
EL PAÍS, 07/01/2015-21/01/2015
7.2. Bibliografía
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!69
ANEXO 1: Portadas del ABC y EL PAÍS del día 8 de enero del 2015
!70
!71
ANEXO 2: Artículos de opinión y editoriales sobre Charlie Hebdo en ABC
(07/01/2015-21/01/2015)
LA RAZÓN
N Fecha Título Sección
1 8/1/15 “Reloj atrasado” Opinión
2 8/1/15 “La fatwa” Opinión
3 8/1/15 “Soldados del islam” Opinión
4 8/1/15 “Yo soy Charlie” Opinión
5 8/1/15 “Ni un paso atrás” Opinión
7 8/1/15 "La resistencia francesa” Opinión
8 8/1/15 “Salvaje amenaza a la democracia y a la libertad de expresión” Editorial
9 9/1/15 “A propósito del Islam” Opinión
10 9/1/15 “Ma non troppo” Opinión
11 9/1/15 “Todos somos <<Charlie Hebdo>>” Opinión
12 9/1/15 "Un ejército de policías ceca de los asesinos” Opinión
13 9/1/15 "No basta con las condenas, el islam debe actuar contra el terror” Editorial
14 10/1/15 "Yo no soy <<Charlie Hebdo>>” Opinión
15 10/1/15 “El mal en directo” Opinión
16 10/1/15 “París bien vale una misa” Opinión
17 10/1/15 "Francia vuelve a sangrar” Opinión
18 11/1/15 “Sumisiones" Opinión
19 11/1/15 “Ermua en París” Opinión
20 11/1/15 “Color verdadero” Opinión
21 12/1/15 “No a los fanáticos” Opinión
22 12/1/15 "No es terrorismo, es guerra” Opinión
23 12/1/15 “Libertad de expresión” Opinión
24 12/1/15 “Socializar la resistencia” Opinión
25 12/1/15 “Plaza de la república” Opinión
26 12/1/15 “Democracia a pie de calle” Opinión
27 13/1/15 “Más seguridad para tener más libertad” Editorial
!72
28 13/1/15 "La tontuna se extiende” Opinión
29 13/1/15 "No basta con vigilar” Opinión
30 14/1/15 “Francia llora y honra a sus héroes” Opinión
31 15/1/15 “Sin perdón” Opinión
32 16/1/15 “El puñetazo” Opinión
33 16/1/15 “La resbaladiza senda de la ofensa” Opinión
34 17/1/15 “¿Islamofobia? Más bien cristofobia y judeofobia” Opinión
35 17/1/15 “La pasarela de los hipócratas” Opinión
36 17/1/15 "La ley, el límite a la libertad de expresión” Editorial
37 18/1/15 “La segunda generación” Opinión
38 18/1/15 “Integración y condena frente a la islamofobia” Editorial
39 20/1/15 "El Papa Franciso y <<Charlie Hebdo>> Opinión
40 20/1/15 “Un Papa políticamente incorrecto” Opinión
41 20/1/15 "El Islam, contra la blasfemia” Opinión
!73
ANEXO 3: Artículos de opinión y editoriales sobre Charlie Hebdo en EL
PAÍS (07/01/2015-21/01/2015)
EL PAÍS
N Fecha Título Sección
1 8/1/15 "El islam no es el culpable” Opinión
2 8/1/15 “Es política, no religión” Opinión
3 8/1/15 "No ceder al terror" Editorial
4 8/1/15 “Seguiremos publicando” Editorial
5 9/1/15 “Todos somos Charlie” Opinión
6 9/1/15 "No sé si soy Charlie Hebdo” Opinión
7 9/1/15 "El 11S francés” Opinión
8 9/1/15 "Todos somos franceses” Editorial
9 10/1/15 “Dios del miedo” Opinión
10 10/1/15 "A por moros” Opinión
11 10/1/15 “Halcones y palomas de la libertad de expresión” Opinión
12 10/1/15 “Sin bajar la guardia” Editorial
13 11/1/15 “¿Respeto o miedo?” Opinión
14 11/1/15 “Yihadismo y claridad” Opinión
15 11/1/15 "El auténtico musulmán” Opinión
16 11/1/15 “Lecciones de París” Editorial
17 11/1/15 “Fotografías que hieren, titulares que irritan” Opinión
18 12/1/15 "Europa vive” Editorial
19 12/1/15 “No debemos tolerar esta barbarie” Opinión
20 13/1/15 "Las libertades de todos” Editorial
21 13/1/15 “Suis-je Charlie Hebdo?” Opinión
22 13/1/15 "Una comunidad imaginaria” Opinión
23 14/1/15 "Europa en guerra” Opinión
24 14/1/15 “Con Charlie Hebdo” Editorial
25 14/1/15 “Reírnos de nosotros mismos” Opinión
26 14/1/15 “Un crimen desdibujado” Opinión
27 15/1/15 “Guerra" Opinión
!74
28 19/1/15 “Significado de una ausencia” Opinión
29 16/1/15 "París como revulsivo” Opinión
30 16/1/15 "El deber de memoria al rescate” Opinión
31 17/1/15 “Seguridad y libertad” Editorial
32 17/1/15 “Terror antiterrorista” Opinión
33 17/1/15 “Ardor de guerra” Opinión
34 17/1/15 “Mahoma en el corazón de Europa” Opinión
35 17/1/15 “Ante el atentado de París” Opinión
36 18/1/15 “¿Humorismo?” Opinión
37 18/1/15 “Malditas identidades” Opinión
38 18/1/!5 "Seguridad y libertad” Editorial
39 18/1/15 “Je Suis Charlie, Su Santidad” Opinión
40 19/1/15 "La guerra santa en nuestro tiempo” Opinión
41 20/1/15 “Choque de civilizaciones” Opinión
!75
ANEXO 4: Tablas de códigos utilizados en Atlas.ti, ABC (columna izquierda)
y EL PAÍS (columna derecha) 25
Los signos (-) y (+) que podemos ver en algunos códigos de la tabla, son utilizados para determinar la 25
diferenciación en el uso y significado de un mismo concepto. Para conocer más sobre la diferenciación de conceptos y los significados que se han atribuido a cada código y símbolo,
!76
Cuadro conceptual para codificar
Código/Concepto
libertades (+)
Definición Las libertades que los occidentales tenemos como derecho (expresión, prensa,
religión…)
Cuando utilizar
Cuando se refieren a la libertad ilimitada
Cuando no utilizar
Cuando se refieren a la libertad pero cuando esta es
limitada
Ejemplo “Mientras las expresiones en cuestión no inciten a la
violencia, por lo general son legales, es decir, son libres”
Cuadro conceptual para codificar
Código/Concepto
libertades (-)
Definición
Las libertades que los occidentales tenemos como derecho (expresión, prensa,
religión…)
Cuando utilizar
Cuando se refieren a la libertad pero cuando esta es
limitada
Cuanto no
utilizar
Cuando se refieren a la libertad ilimitada
Ejemplo “Aunque la libertad de expresión sea un derecho fundamental, hay límites. […] No puedes insultar la fe de otros. No puedes burlarte de la fe de otros”
Cuadro conceptual para codificar
Código/Concepto yihadismo
Definición Ataques efectuados en nombre de la guerra santa musulmana
Cuando utilizar Cuando se refieren al yihadismo como ataque hacia Europa
Cuando no utilizar Cuando no se refieren al yihadismo como ataque hacia Europa
Ejemplo “Tiene que ver con los sectores más reaccionarios del islam”
!77
Cuadro conceptual para codificar
Código/Concepto
“Yo no soy Charlie”
Definición Expresión utilizada para mostrar el no-acuerdo con
el diario Charlie Hebdo
Cuando utilizar
Cuando se hace referencia al hecho de que no
comparten sus ideales ni su forma de trabajar y la
consideran inaceptable
Cuando no utilizar
Cuando se hacer referencia al hecho de que Charlie
Hebdo hacía uso de una de las libertades más básicas, la de expresión, y por lo
tanto es respetable y aceptable
Ejemplo “La sacrosanta libertad de e x p r e s i ó n [ … ] h a empujado a la civilización occidental a la decadencia”
Cuadro conceptual para codificar
Código/Concepto
“Je suis Charlie”
Definición Expresión utilizada para mostrar apoyo al diario satírico Charlie Hebdo
Cuando utilizar
Cuando se hace referencia al hecho de que Charlie
Hebdo hacía uso de una de las libertades más básicas, la de expresión, y por lo
tanto es respetable y aceptable
Cuando no utilizar
Cuando se hace referencia al hecho de que no
comparten sus ideales ni su forma de trabajar y la
consideran inaceptable
Ejemplo “¿Qué clase de civilización somos si renunciamos a nuestro derecho a publicar opiniones y dibujos que a algunos pueden resultarles ofensivos?”
Cuadro conceptual para codificar
Código/Concepto condena cultura árabe
Definición La condena que la cultura árabe en general ha ejercido hacia los atentados yihadistas de Charlie Hebdo
Cuando utilizar Cuando se hace referencia a las comunidades árabes
Cuando no utilizar Cuando no se hace referencia a las comunidades árabes
Ejemplo “En Gaza, un numeroso grupo de salafistas paseó ayer las banderas negras del Estado Islámico entre amenazas a Francia”
!78
Cuadro conceptual para codificar
Código/Concepto
religión (+)
Definición Conjunto de creencias o dogmas acerca de la
divinidad, de sentimientos de veneración y temor hacia ella, de normas morales para
la conducta individual y social y de prácticas rituales, principalmente la oración y el sacrificio para dar culto
Cuando utilizar
Cuando todas las religiones se entienden/apoyan por
igual
Cuando no utilizar
Cuando se pone a la religión cristiana por encima y se
subestima especialmente la musulmana
Ejemplo “En nombre de todas las religiones monoteístas se han cometido, se cometen y se cometerán, crímenes tan horrendos como el de ayer. A su vez, en nombre de t o d a s l a s r e l i g i o n e s monoteístas se condenarán tragedias semejantes”
Cuadro conceptual para codificar
Código/Concepto
religión (-)
Definición Conjunto de creencias o dogmas acerca de la
divinidad, de sentimientos de veneración y temor hacia ella, de normas
morales para la conducta individual y social y de
prácticas rituales, principalmente la oración
y el sacrificio para dar culto
Cuando utilizar
Cuando se pone a la religión cristiana por
encima y se subestima especialmente la
musulmana
Cuando no utilizar
Cuando todas las religiones se entienden/
apoyan por igual
Ejemplo “ E n t r e J e s u c r i s t o y M a h o m a h a y u n a d i f e r e n c i a p a r t i d a . Mientras uno proclamó que su reino no era de este m u n d o , e l o t r o s e z a m b u l l ó e n l a mundanidad, pues además de predicar ejerció de caudillo militar.”
!79
Cuadro conceptual para codificar
Código/Concepto
comunidad musulmana (+)
Definición Comunidades de personas que tienen como base principal la religión
musulmana
Cuando utilizar
Cuando no se generaliza y se hacen distinciones entre los yihadistas y la gente de a pie
Cuando no utilizar
Cuando se generaliza y no se hace ninguna distinción
entre yihadistas y la gente de a pie
Ejemplo “Con los sectores más reaccionarios del islam”
Cuadro conceptual para codificar
Código/Concepto
guerra Europa
Definición Independientemente del objetivo que se persigue existe una guerra entre la cultura árabe y occidente
Cuando utilizar
Cuando tratan de que el objetivo de esta guerra es la de atacar contra Europa: sus
valores, elementos…
Cuando no utilizar
Cuando tratan de que el objetivo de esta guerra es la
de musulmanizar Europa
Ejemplo “El enemigo que combaten los yihadistas y al que quieren vencer en su propia casa desde todo este collar explosivo que rodea a Europa es Europa misma, como proyecto, como idea y como continente”
Cuadro conceptual para codificar
Código/Concepto
guerra para musulmanizar
Definición Independientemente del objetivo que se persigue existe una guerra entre la cultura árabe y occidente
Cuando utilizar
Cuando tratan de que el objetivo de esta guerra es
la de musulmanizar Europa
Cuando no utilizar
Cuando tratan de que el objetivo de esta guerra es la de atacar Europa: sus
valores, elementos…
Ejemplo “Europa sea musulmana
en un par de
generaciones”
Cuadro conceptual para codificar
Código/Concepto
comunidad musulmana (-)
Definición
Comunidades de personas que tienen como base principal la religión
musulmana
Cuando utilizar
Cuando se generaliza y no se hace ninguna distinción entre yihadistas y la gente
de a pie
Cuando no
utilizar
Cuando no se generaliza y se hacen distinciones entre los yihadistas y la gente de
a pie
Ejemplo “Las pequeñas fechorías se convierten en delitos”
!80
Cuadro conceptual para codificar
Código/Concepto
crítica a UE (+)
Definición Crítica a la actuación de la UE ante este tipo de
acontecimientos
Cuando utilizar
Cuando se refieren a otro tipo de medidas para prevenir este tipo de
acontecimientos
Cuando no utilizar
Cuando se refieren al control como medio para prevenir
este tipo de acontecimientos
Ejemplo “Exigir la cooperación y coordinación internacional proactiva entre los países
que trabajamos en pro de la seguridad internacional”
Cuadro conceptual para codificar
Código/Concepto
crítica a UE (-)
Definición
Crítica a la actuación de la UE ante este tipo de
acontecimientos
Cuando utilizar
Cuando se refieren al control como medio para
prevenir este tipo de acontecimientos
Cuando no
utilizar
Cuando se refieren a otro tipo de medidas para prevenir este tipo de
acontecimientos
Ejemplo “Ponen a las democracias ante la responsabilidad de defender sus propias fronteras”
ANEXO 5: Network, ABC
Como podemos ver en el mapa de conceptual que tenemos abajo, el concepto
central es el de “religión”. El resto de conceptos, de alguna manera u otra nos
llevan a “religión”, mostrando aquí que la raíz de lo que conllevan el resto de
conceptos se encuentra en este elemento.
!81
ANEXO 6: Network, EL PAÍS
Como podemos ver en el mapa de conceptual que tenemos abajo, todos los
conceptos parten de “libertades”. Es decir, se entiende que la raíz de todos los
problemas relacionados con Charlie Hebdo se encuentra en el hecho de que no se
han respetado las libertades básicas de los ciudadanos de las democracias
occidentales.
!82