12
SOÑEMOS Revista Marista de Pastoral Vocacional j untos n o 35 - Junio - 2016 La Promesa de Fourvière La vida co precto que se csuye... de la mano de Dios.

La Promesa de Fourvière

Embed Size (px)

DESCRIPTION

 

Citation preview

Page 1: La Promesa de Fourvière

S O Ñ E M O SRevista Marista de Pastoral Vocacional

juntos#no 35 - Junio - 2016

La Promesa de FourvièreLa vida como proyecto que se construye... de la mano de Dios.

Page 2: La Promesa de Fourvière

Este año los Maristas estamos celebrando la “promesa de Fourvière”. Un acto público de consagración a María que realizó, hace 200 años, Marcelino Champagnat junto a otro grupo de jóvenes sacerdotes recién ordenados. Recorda-mos este acontecimiento porque en él contemplamos el ini-cio formal, u oficial, de la Sociedad de María: un proyecto que se construirá a través de diversos caminos, distintos esce-narios. No con pocas dificultades, aunque ciertamente con el mejor de los ánimos: el convencimiento de gastar la vida en un proyecto apasionante.

El relato de la promesa

Las crónicas maristas nos narran este episodio haciendo re-saltar un doble compromiso por parte de Champagnat: uno grupal y otro personal. Es a través de la redacción del H. Juan Bautista Furet quien, en la VIDA1, auxiliado por el testimonio de los protagonistas de la promesa (entre ellos Champagnat y Colin) y algunos documentos históricos que confirman el acontecimiento, que nos llega lo sucedido:

Hno. Omar PeñaCoordinación de Pastoral Vocacional - El Salvador.

La Promesa de FourvièreLa vida como proyecto que se construye... de la mano de Dios.

1 Vida de Marcelino Champagnat. Primera biografía de Marcelino Champagnat impresa en 1856.

Page 3: La Promesa de Fourvière

“Llegó por fin el día tan suspirado, para el que tan cuidadosamente se había preparado con largos años de estudio, oración y actos de virtud. El día que su humildad le hacía temer, pero que su amor por Jesucristo le hacía desear y esperar como el más grande y solemne de su vida; en definitiva, el día en que iba a participar del sacerdo-cio del Hijo de Dios y podría inmolar el Cordero sin mancha. Pasó en profundo retiro los ocho días que precedieron a esa fecha para siempre memorable. Fue ordenado de sacerdote por Monseñor Luis Guillermo Dubourg, obispo de Nueva Orleans, comisionado al efec-to por Su Eminencia el cardenal Fesch, el 22 de julio de 1816. Vein-tisiete años y dos meses.

La mayoría de los compañeros del grupo que el señor Champagnat había reunido para fundar la Sociedad de María fueron ordenados con él. Antes de separarse para ir al lugar que la obediencia les iba a señalar, se comprometieron a trabajar y hacer cuanto estuviera en su mano para realizar los planes que habían proyectado. Con-vinieron, pues, en escribirse con frecuencia para mantener la mutua unión y conservar e incrementar el espíritu que los animaba.

Efectivamente, la cronología marista nos narra que fue el 23 de ju-lio de 1816 cuando el grupo de recién ordenados sacerdotes subió el santuario de Fourvière donde celebró una misa en presidida por Juan Claudio Courvielle. Este acontecimiento será recordado por ellos como el día de fundación de la Sociedad de María.

Antes de dejar Lyon, el señor Champagnat volvió a Nuestra Seño-ra de Fourvière para consagrarse de nuevo a la Santísima Virgen y encomendarle su ministerio. Después de la santa misa, postrado a los pies de la imagen de María, pronunció esta consagración que él mismo había compuesto: Virgen Santísima hacia ti como tesoro de la misericordia y canal de la gracia elevo mis manos suplicantes y te pido encarecidamente que me acojas bajo tu protección e in-tercedas por mí ante tu adorable Hijo, para que se digne otorgarme las gracias necesarias a un digno ministro del altar. Quiero trabajar bajo tu auspicio en la salvación de las almas. Nada puedo, Madre de misericordia. Nada puedo, pero tú lo puedes todo con tu inter-cesión. Virgen Santísima, pongo en ti mi confianza. Te ofrezco, te doy y consagro mi persona, trabajo y vida entera”.

El acta de la promesa

Como bien se indica en la introducción al documento histórico de la promesa “El presente formulario es el único documento contem-poráneo sobre el proyecto marista en el seminario mayor de Lyon

“Nada puedo, Madre de misericordia, pero tú lo puedes todo”.

(M. Champagnat)

Page 4: La Promesa de Fourvière

y constituye el primer testimonio histórico existente sobre la Socie-dad de María. El texto editado aquí está conservado en tres copias manuscritas hechas por la mano de Pedro Colin y no tienen ni fe-cha, ni firma, ni indicación de ningún tipo. Una de estas copias, que debió pertenecer al padre Champagnat, está conservada en AFM (Estante 2, carpeta 31) y está designada por la letra D. Las otras dos están conservadas en APM (111); una de ellas (C) fue encontrada entre los papeles del padre Colin (la identificación en cierta, gracias a una transcripción anotada que hizo el padre Detours, conservada la misma en APM (111). La última (B) es de procedencia incierta. Todas están en latín”.

Transcribimos ahora extractos del documento con el objetivo de in-teresarnos y adentrarnos en el espíritu apasionado y de fe que ex-presan las palabras contenidas en él. Son las palabras de aquel que ha encontrado un tesoro valioso: un proyecto en cual apostar toda vida sin vacilar porque le expande a los demás y a la bondad de Dios.

“Nosotros, los infrascritos, queriendo trabajar en la mayor gloria de Dios y de María, Madre de Nuestro Señor Jesucristo, afirmamos y manifestamos que tenemos sincera intención y firme voluntad de consagrarnos, cuando llegue el momento oportuno, a la fundación de la piísima congregación de los Maristas.

Por esta acta, rubricada por nosotros, nos comprometemos irrevo-cablemente a consagrar nuestras personas y cuanto tenemos, en cuanto nos sea posible, a la Sociedad de la bienaventurada Virgen María.

Y contraemos este compromiso, no a la ligera, y como niños, ni por motivos terrenos o esperanza de interés temporal, sino seriamente,

“Virgen Santísima pongo en ti mi confianza”.

(M. Champagnat)

Construir la vida...

Page 5: La Promesa de Fourvière

después de madura reflexión y de habernos asesorado y haberlo sopesado todo ante Dios, y tan sólo para gloria de Dios y honor de María, Madre de Nuestro Señor Jesucristo.

Prometemos solemnemente que ofrecemos nuestras personas y cuanto nos pertenece para salvar las almas por todos los medios posibles, en el nombre augustísimo de la Virgen María y bajo su pro-tección. Salvo, no obstante, el juicio de los superiores. ¡Alabada sea la santa e inmaculada Concepción de la bienaventurada Virgen María! Así sea.”

Nuestra vida como proyecto que se construye… de la mano de Dios

Podríamos quedarnos hasta este nivel de conocimiento y profun-dización. La promesa de Fourvière sería, de esta manera, un boni-to recuerdo de un acontecimiento respetable. Pero los maristas de Champagnat nos sentimos “comprometidos con el futuro” y este deseo pasa por ir más allá de lo aparente de la vida que nos rodea, de la percepción de nuestra propia vida y de la vida de Dios en nosotros.

Para Marcelino, los años que precedieron al día de la consagración en la colina de Fourvière significaron apuestas y retos personales que poco a poco fueron aclarando “lo aparente”. En estos años de seminario se enfrenta a la realidad de sí mismo, a sus incoherencias y desvaríos en búsqueda de sentido; y de igual manera se encuen-tra con la inmensa bondad de su corazón que quiere apostar siem-pre por el bien mayor, y en cuyo interior se esconde la llamada a no desechar a aquellos olvidados que se ha ido encontrando en el camino, en cuyos rostros descubre al Dios de la vida… que le llama a dar la vida.

Todo este descubrimiento y profundización en sí mismo lo hace caer en cuenta de que debe tomar pequeñas decisiones, que vemos reflejadas en sus resoluciones al final de cada año. Algo que hoy llamaríamos proyecto personal de vida. Sin duda alguna Marcelino descubrió que las grandes opciones de vida, la construcción de un proyecto de vida, necesita de pequeñas opciones cotidianas, tan sencillas como decididas.

Cuando nuestro amigo Marcelino pronuncia delante de la ima-gen de la virgen negra “nos comprometemos irrevocablemente a consagrar nuestras personas y cuanto tenemos… y que ofrecemos nuestras personas y cuanto nos pertenece” lo hace, por tanto, con plena consciencia de sus limitaciones y de las muchas posibilidades que atesora en su corazón. Por eso, con toda seguridad y espíritu

“Madre, te ofrezco, te doy y consagro mi persona, trabajo y vida entera”.

(M. Champagnat)

Page 6: La Promesa de Fourvière

de fe, afirma que no es sino bajo la protección de María que es posible esta promesa a Dios, a sí mismo, y a los demás.

Después de 200 años somos testigos de que aquellas palabras no murieron en el papel. Pronto Marcelino buscará los medios oportunos para concretizar aquel proyecto de una vida entregada completamente al servicio callado en favor de los niños y jóvenes menos favorecidos: los hermanitos de María. Y así lo contemplamos en el empeño confiado en Dios, día a día, hasta su muerte. Porque la vida es un proyecto que se construye, y sobre todo se acoge, como lo hizo María, de la mano de Dios.

Recordar y celebrar la promesa de Fourvière es una clara invitación a preguntarnos por nuestra propia vida y nuestro compromiso frente a ella. ¿Tendremos el suficiente coraje y entusiasmo para prometernos, con Dios, apostar la vida en un proyecto que nos expanda y nos llene de sentido?

Para reflexionar, profundizar y orar

Observa el siguiente video: https://www.youtube.com/watch?v=WJLLupeVNSQ

• ¿Qué sentimientos despiertan en ti cuando piensas en tu propia vida como proyecto que se construye de la mano de Dios? ¿por qué?

• ¿Cuáles son las preguntas más importantes que dinamizan este momento de tu vida?

• ¿A través de qué acciones concretas te vas comprometiendo con tu propia vida?

• ¿Qué pequeñas decisiones podrías tomar para fortalecer tu camino de búsqueda vo-cacional (de construcción de tu proyecto de vida)?

La Promesa de Fourvière

Fouvière, Lyon23 de julio de 1816

Page 7: La Promesa de Fourvière

• Completa el siguiente cuadro:

¿Qué experiencias de co-munidad he vivido y han sido significativas porque me han impulsado a crecer?

En calidad de relación con los demás, en salir de mí mis-mo, en sencillez (autentici-dad) en el trato con los otros, en sentido de pertenencia…

¿Qué experiencias de inte- rioridad he vivido y han sido significativas porque me han ayudado a crecer?

En autoconsciencia, en des-cubrir quién soy y fortalecer mi identidad, en encon-trarme con Dios…

¿Qué experiencias de servi-cio he vivido y han sido signi- ficativas porque me han im-pulsado a crecer?

En mi capacidad de servi-cio desinteresado, en com-prometerme en la transfor-mación de mi entorno, en mi capacidad de compasión…

De todas ellas… ¿Cuál te sientes especialmente invitado a fortalecer porque te impul-san a construir tu proyecto de vida?

• Elabora un dibujo, un poema, un cuento, un cartel… lo que más te agrade y mejor te ayude a expresar cómo te percibes en este momento respecto a tu vida como proyec-to que se construye de la mano de Dios.

Hno. Carlos Vé[email protected]

CONTÁCTANOS...C O O R D I N D A D O R P R O V I N C I A L

N I C A R A G U AC O S T A R I C A

P U E R T O R I C O

Hno. Alejandro Herrera [email protected]

Hno. Omar Peñ[email protected]

Hno. José Antonio Gónzá[email protected]

C U B AHno. Héctor Á[email protected]

E L S A L V A D O RHno. René [email protected]

G U A T E M A L AHno. Edgardo Ló[email protected]

Page 8: La Promesa de Fourvière

e-mail: [email protected]: @PVMaristaAC

Facebook:Pastoral Vocacional Marista América Central

Salmo desde el encuentro conmigo mismoAquí estoy contigo y quiero ser «yo mismo» de verdad. Contigo, Jesús, amigo, que eres auténticamente TU y no otro, Contigo: con tu rostro, con tus manos, con tu corazón, con tu ser. Contigo, Jesús de Nazareth; con tu personalidad inconfundible. Me fascina tu persona; me atrae tu palabra; me arrastra tu estilo de vida. En ti no hay ambigüedad, en tí todo es verdad, y en ti sólo hay verdad. Quiero estar ante ti y sentirme ante el HOMBRE pleno y ante DIOS mismo,

Quiero hacer encuentro conmigo mismo; quiero bajar hasta mi fondo; quiero tocar mi hondura y dejar de vivir desde la superficialidad; quiero, Jesús, amigo, descubrirme por dentro y vivir desde dentro; quiero tomar conciencia de lo que no soy y de lo que soy; quiero asumir mis sombras y mis luces, mis miedos y conflictos; quiero tocar mi barro y levantarlo a pulso hacia ti.

Aquí estoy, Señor, cansado de no ser yo mismo; cansado de ser manipulado, manejado, llevado y traído; cansado de mi falta de libertad auténtica; cansado de vivir desde la careta, la máscara, el postizo; cansado de «darme oxígenos» con tantas cosas sin llegar a respirar a fondo; cansado de mi inseguridad, mi inestabilidad, mi vida sin apoyo profundo.

Quiero, Señor Jesús, poner en mi vida razones profundas que me hagan vivir; quiero tener motivaciones verdaderas que me eleven a la altura; quiero tener voluntad propia, fuerza a la hora de decidir; quiero ser libre y optar sin que nadie me empuje ni dé cuerda; quiero, Jesús, dejar la arena y apoyarme en roca firme.

Aquí me tienes en busca de mis raíces, de mi historia; aquí me tienes con ganas de ser verdadero y libre; aquí me tienes con ganas de salir de mi egoísmo y vivir en amor; aquí me tienes sin definirme cómo soy, sin poseerme en mi realidad. Aquí me tienes con ganas de cambiar, de vivir otro estilo; aquí me tienes con ganas de nacer de nuevo.

Ayúdame, Jesús amigo, a no venderme a lo más fácil y vacío; ayúdame, Jesús amigo, a romper con las amarras que me esclavizan; ayúdame, Jesús amigo, a romper la concha donde estoy encerrado; ayúdame, Jesús amigo, a superarme, a buscar la cumbre. Ayúdame, Jesús amigo, a hacer de mi vida un estilo como el tuyo; ayúdame, Jesús amigo, a llegar a la altura del Evangelio y del Reino que es real en el aquí y ahora de mi existencia.

Page 9: La Promesa de Fourvière
Page 10: La Promesa de Fourvière

¿DE QUÉ SE TRATA ESTA INICIATIVA?

Pondremos en marcha, con el apoyo de la Oficina de Comunicaciones y de otras instancias y personas, una serie de actividades y de plataformas bajo el lema:

“To2 Hermanos. Maristas, Religiosos hermanos para la niñez y juventud”.

¿QUÉ BUSCA?

Deseamos favorecer un encuentro entre diversos públi-cos y lo “marista”, específicamente desde elementos fun-damentales de identidad (fraternidad, vocación-op-ción, destinatarios…).

Fomenta la cultura vocacional (todas las personas, dignidad de todas las vocaciones) y especialmente la PV específica marista comenzando por el Hermano.

¿QUÉ MEDIOS UTILIZAREMOS?

Para el logro de los objetivos de la iniciativa y de las estrategias, será necesario:

1. Dar a conocer con claridad la intención de esta iniciativa a todo nivel y la idea clave en que se basa: la fraternidad y su lugar en la identidad y vocación marista.

2. Sensibilizar e involucrar a todas las comunidades educativas.

3. Motivar a los agentes y colaboradores de pastoral.4. Difundir el mensaje integrando diversas plataformas,

incluidas las digitales.5. Organizar las diversas actividades para que cum-

plan el objetivo de la iniciativa y mantener una evaluación continua.

Page 11: La Promesa de Fourvière

Y la utilización de una serie de medios para la transmisión del mensaje a nuestros públi-cos, como son:

Page 12: La Promesa de Fourvière