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Tema PROTESTA SOCIAL Y ESTADO EN LA ARGENTINA (1995 – HASTA LA ACTUALIDAD) Análisis crítico del discurso político y de la prensa escrita sobre los derechos humanos PROTESTA SOCIAL Y ESTADO EN LA ARGENTINA (2003-2007) Análisis crítico del discurso periodístico sobre los derechos humanos y la violencia Marta Edith Moya Directora: Dra. Lelia Marañón 1. Problema ANÁLISIS-JUSTIFICACIÓN-DELIMITACIÓN La presente investigación intentará ocuparse de la construcción de los discursos sobre las luchas sociales por los derechos humanos y el uso de la fuerza por parte tanto de los grupos que las llevan a cabo como del Estado que ordena distintos modos de contención y represión de las manifestaciones. La presente investigación intentará describir las representaciones sociales de los derechos humanos y de la violencia en los discursos que se ocupan de las protestas sociales y las políticas públicas / medidas gubernamentales relacionadas con las mismas que tuvieron lugar desde 1995 hasta nuestros días. De esta manera, se tornarán visibles los conceptos/imágenes del hombre y del ciudadano así como del estado argentino que circularon durante esos años en el discurso institucional público y en la prensa escrita nacional. Se trata de contribuir al debate sobre el tipo de prácticas políticas de los ciudadanos y del Estado, y del modelo político que dichas prácticas construyen en la Argentina. El presente trabajo se interesa por conocer el lugar que el Estado y la prensa escrita –tanto en sus ediciones impresas como en las virtuales– le conceden a los derechos humanos en sus políticas y sus agendas temáticas respectivamente.

La protesta social en la prensa escrita

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TemaPROTESTA SOCIAL Y ESTADO EN LA ARGENTINA

(1995 HASTA LA ACTUALIDAD)Anlisis crtico del discurso poltico y de la prensa escrita

sobre los derechos humanos

PROTESTA SOCIAL Y ESTADO EN LA ARGENTINA (2003-2007)

Anlisis crtico del discurso periodstico sobre los derechos humanos y la violencia Marta Edith MoyaDirectora: Dra. Lelia Maran1. ProblemaANLISIS-JUSTIFICACIN-DELIMITACINLa presente investigacin intentar ocuparse de la construccin de los discursos sobre las luchas sociales por los derechos humanos y el uso de la fuerza por parte tanto de los grupos que las llevan a cabo como del Estado que ordena distintos modos de contencin y represin de las manifestaciones.

La presente investigacin intentar describir las representaciones sociales de los derechos humanos y de la violencia en los discursos que se ocupan de las protestas sociales y las polticas pblicas / medidas gubernamentales relacionadas con las mismas que tuvieron lugar desde 1995 hasta nuestros das. De esta manera, se tornarn visibles los conceptos/imgenes del hombre y del ciudadano as como del estado argentino que circularon durante esos aos en el discurso institucional pblico y en la prensa escrita nacional.

Se trata de contribuir al debate sobre el tipo de prcticas polticas de los ciudadanos y del Estado, y del modelo poltico que dichas prcticas construyen en la Argentina.

El presente trabajo se interesa por conocer el lugar que el Estado y la prensa escrita tanto en sus ediciones impresas como en las virtuales le conceden a los derechos humanos en sus polticas y sus agendas temticas respectivamente.

Para ello se toma en consideracin el concepto y la enumeracin de los derechos humanos enunciados en la Declaracin Universal.Aqu noto que primero hablo de las representaciones y luego de las prcticas sociales.

QUIN: ESTADO MOVIMIENTOS SOCIALES O GRUPOS DE PROTESTA

DNDE: en zonas donde haya represin ordenada por el estado nacional o provincial

POR QU: estn en juego por un lado, los derechos humanos, por otro, la violencia, patrimonio del Estado

CMO investigar: a travs del anlisis del discurso de los diarios nacionales y locales (en el caso de Tucumn)

CUL:

PARA QU: identificar las prcticas de los diferentes actores involucrados en este tipo de acontecimientos (movimientos sociales y/o polticos-Estado nacional-Estado provincial-fuerza/s de seguridad-ciudadanos comunes)

2. Objetivos

2.1. Generales

Describir las representaciones de los derechos humanos y del Estado que circulan en el discurso institucional y en el discurso de la prensa escrita. Distinguir en el discurso poltico y en el periodstico las representaciones sociales sobre la legitimidad y la violencia del accionar de los movimientos sociales y el accionar estatal en torno de la protesta. Revelar el modelo institucional implicado en la protesta social y en las polticas pblicas sobre los derechos humanos.2.2. Particulares Identificar los derechos humanos que enfrentan a los sectores sociales entre s y con el estado nacional a partir de las polticas pblicas de los distintos perodos gubernamentales. Establecer las estrategias del discurso poltico y periodstico sobre la protesta social.

Comparar los modelos de sistema poltico definidos en el discurso institucional y los modelos puestos en juego a travs de los discursos de los movimientos sociales y de los discursos gubernamentales. Tengo que eliminarlo porque el discurso poltico quedar para otra vez Delinear los papeles que asumen los actores de los intercambios comunicativos.

Localizar y analizar las instancias de produccin y de comprensin de los discursos que integran el corpus. Aqu hay una referencia a la SEMITICA3. Justificacin e importanciaLas protestas sociales nos convocan al anlisis y la reflexin acerca de quines somos como sujetos, qu sociedad conformamos, a qu clase de democracia adherimos y, en consecuencia, cmo nos imaginamos la organizacin social y poltica en la que vivimos y la organizacin a la que aspiramos. Por eso, inquietan a la mayora: conmueven sus representaciones de sociedad segura, cmoda, protectora, que promete una constitucin democrtica e instalan el debate a veces urgente- sobre la legitimidad del sistema institucional.

Cuando las protestas persisten en el tiempo, no pueden ser ignoradas; tarde o temprano, la lesin de los derechos de unos cuantos o de una mayora invisibilizada o marginada por el sistema alcanza a los sectores que tradicionalmente /usualmente/ se ven ms favorecidos. Entonces se produce la explosin inmanejable para los sectores dominantes que se ven amenazados por las hordas que protestan. Se termina poniendo en crisis a todo el sistema al punto de que algunos piensan que se enfrentan al principio del fin del sistema y que pronto la ciudadana recuperar su soberana para restituir un pacto social equitativo o bien que, al menos, lograr la reivindicacin de los derechos humanos que haban perdido vigencia.Desde 1983 a esta parte, hemos transitado por las sinuosidades de los caminos democrticos que el pueblo y los sucesivos gobiernos han ido construyendo. Con mayor o menor conciencia, fuerza y entusiasmo, los ciudadanos nos hemos aferrado a nuestro poder soberano que deviene de la democracia y que, por lo tanto, hemos defendido una y otra vez en una lucha que sabemos que es desigual entre los sectores que detentan la autoridad y los que no la poseen. Tambin hemos visto cmo los espacios conquistados por el pueblo han sido avasallados por los sectores dominantes recuperados cada vez que supuestamente la crisis se alej; en esos movimientos oscilantes, sostenemos existen representaciones en pugna que no terminan de imponerse para dar cabida a un proceso institucional continuo a largo plazo.

Hechos como los juicios a los represores de la dictadura militar, la desaparicin de Julio Lpez, la dubitativa poltica sobre los derechos de la tierra (existencia de personas que no la poseen y de espacios que el fisco retiene sin utilidad o que pertenece a grandes propietarios que no tributan por ellas), la todava infructuosa y fragmentaria poltica educativa, mantienen la necesidad de que estos temas sean abordados desde distintos mbitos, especialmente del cientfico dentro del cual debera ser una parte constitutiva de su agenda.

Entender la lucha por los derechos humanos y sus formas de protesta implica acceder al concepto de democracia que se actualiza en ellas y comprender hasta qu punto el Estado es coherente o no con ese concepto. De ah que, requeridos por los principios del ACD, no podemos dejar que estos temas se discutan slo fuera de los claustros universitarios, sino que debemos investigarlos para ofrecer este anlisis a los sectores involucrados, sobre todo a los ms desfavorecidos por el sistema.4. Estado actual del conocimiento y marco terico

Si bien a partir de fines de la dcada del noventa, la escenificacin de los conflictos transcurra principalmente en los medios de difusin masiva y en partidos polticos de la tradicional izquierda argentina, en la actualidad, ha perdido centralidad en esos espacios y, en cambio, abundan los libros, las revistas y las tesis producidas desde las universidades argentinas o desde claustros extranjeros atrados por la originalidad / la novedad del caso piqueteros.

Las protestas sociales as como la poltica de estado respectiva frecuentemente han sido objetos de estudio dentro de las Ciencias Sociales y de las Humanidades. Esos movimientos entraron en este campo despus de los episodios de 2001, desde enfoques sociolgicos, polticos y jurdicos. Dentro de los estudios del discurso y de la pragmtica recin se han dado a conocer una tesis de licenciatura en la Universidad Nacional de Buenos Aires y una tesis de Doctorado en la Universidad Nacional Autnoma de Mxico.

Cules son los supuestos metodolgicos, cientficos, filosficos e ideolgicos

Creo que para esta tesis tendra que conformarme con abordar las cuestiones discursivas y pragmticas y dejar las polticas para la tesis del doctorado de ciencia poltica.

4.1. Concepto de discurso y contextoEl significado que daremos al concepto discurso implica, como lo afirma van Dijk, un determinado evento comunicativo especfico, bastante complejo, integrado por actores sociales en los roles de hablante /escribiente y oyente/ lector en determinada situacin especfica (tiempo, lugar, circunstancias) y limitado por las caractersticas del contexto.

En esta concepcin, el discurso es un fenmeno prctico, social y cultural. Los usuarios del lenguaje que emplean el discurso realizan actos sociales y participan en la interaccin social, construyendo y exhibiendo sus roles e identidades.

En el discurso analizado, se entrecruzan las prcticas discursivas provenientes de la poltica y los medios masivos de difusin para conformar lo que llamamos comunicacin poltica. Es en ese mbito donde se construyen las representaciones sociales de los derechos humanos y de las luchas por la vigencia de su ejercicio. Por su parte, Wodak adscribe al enfoque de Lemke para distinguir discurso y texto. El discurso es un complejo conjunto de actos lingsticos y secuencialmente interrelacionados, actos que se manifiestan en los mbitos sociales de accin como muestras semiticas y muy frecuentemente como textos. Estos actos lingsticos pertenecen a tipos semiticos especficos conocidos como variedades discursivas. (Girnth, 1996).Caractersticas del discurso:

Tienen macrotemas y subtemas. Por ejemplo: democracia, derechos humanos, protesta social, legitimidad, violencia, estado, hombre / ciudadano. Son abiertos e hbridos.

Los textos (Ehlich, 1983; Graefen, 1997; Reisigl, 2000) pueden concebirse como los productos materialmente duraderos de las acciones lingsticas. Los textos que constituyen el corpus de esta investigacin estn organizados como narraciones y argumentaciones producidas bajo las reglas de los discursos institucionales y periodsticos en los que aparecen mencionados nuestro objeto de estudio.Variedad discursiva (Fairclough, 1995) es el uso convencional del lenguaje asociado a una actividad particular, es una forma socialmente ratificada de utilizar el lenguaje en relacin con un particular tipo de actividad social. Las variedades discursivas estn comprendidas en los gneros polticos, administrativos, legales, periodsticos.

Los mbitos de accin pueden pensarse como segmentos correspondientes a los segmentos de la sociedad, que contribuyen a constituir y configurar el marco del discurso. La planificacin gubernamental con respecto de los derechos humanos y los discursos de los movimientos de protesta se exponen dentro de la poltica y el periodismo escrito. El enfoque triangulatorio de la propuesta de Wodak se basa en un concepto de contexto que reconoce cuatro planos:

a. El contexto inmediato, lingstico o interno al texto (cotexto). Nivel descriptivo

b. La relacin intertextual e interdiscursiva entre las afirmaciones, los textos, las variedades discursivas y los discursos.

c. Las variables extralingsticas sociales y sociolgicas y los marcos institucionales de un contexto de situacin especfico (teoras de rango medio).

d. Los contextos sociopoltico e histrico en los que se ubican las prcticas discursivas y con los que se vinculan.

4.2. La nocin de ideologa y poderEntendemos poder como lo define Van Dijk una forma de control sobre los actos y sobre las estructuras mentales de las personas. El poder moderno se ejerce por medio del control mental, la manera indirecta de controlar los actos de los otros. Influir por medio de la persuasin para lograr que los otros hagan lo que se quiere. Los grupos que tienen acceso a esas formas de poder y de control social son generalmente grupos que han sido legitimados y tienen a su vez acceso al discurso pblico. De esta manera logran lo que GRAMSCI llama hegemona

.La teora que explica tales creencias ideolgicas es compleja y multidisciplinaria, y puede ser resumida como sigue: Las ideologas tienen propiedades tanto sociales como cognoscitivas las cuales tienen que ser explicadas por una teora integrada. Cognoscitivamente, las ideologas son una clase especial de sistemas de creencia sociales, almacenados en la memoria de largo plazo. Tanto social como cognoscitivamente, estos sistemas ideolgicos de creencias son socialmente compartidos por los miembros de grupos sociales especficos o comunidades ideolgicas. Las ideologas, como las lenguas, son esencialmente sociales. No hay ninguna ideologa personal o individual sino usos personales o individuales de las ideologas. La identidad de grupos no se basa slo en sus propiedades estructurales, sino tambin en su ideologa. Los sistemas de creencia ideolgicos ideologas - forman la base axiomtica de creencias ms especficas o representaciones sociales de un grupo, tales como su conocimiento grupal y las opiniones de grupo (actitudes). Tienen estructuras y funciones similares, sean compartidas por grupos dominantes o por grupos dominados. No todas las creencias socialmente compartidas por un grupo son ideolgicas. As, los grupos ideolgicamente diferentes u opuestos en una misma sociedad tienen que tener creencias en comn a fin de ser capaces de comunicarse en primer lugar. Este espacio comn consiste en el conocimiento socioculturalmente compartido, que por definicin es preideolgico dentro de esa sociedad (aunque ms tarde o en otra parte pueda ser descrito como conocimiento ideolgico). Las ideologas encarnan los principios generales que controlan la coherencia total de las representaciones sociales compartidas por los miembros de un grupo. Por ejemplo, una ideologa racista puede controlar actitudes ms especficas sobre inmigracin o accin afirmativa. Las representaciones sociales ideolgicamente basadas, son generales y abstractas. A fin de relacionarse con prcticas sociales concretas y discursos sobre acontecimientos especficos, ellas tienen que contextualizarse y especificarse en modelos mentales. Estos modelos mentales (ideolgicamente influidos), almacenados en la memoria episdica, son los constructos mentales que controlan el discurso, la interaccin y otras prcticas sociales. Y, a la inversa, es a travs de modelos mentales que los discursos son capaces de influir en (y reproducir) las representaciones sociales y las ideologas. Las ideologas representan una de las dimensiones de la identidad social o la autoimagen de los grupos. A diferencia de representaciones sociales menos fundamentales y mucho ms que modelos personales variables, las ideologas son relativamente estables. Muchas ideologas son adquiridas durante muchos aos y permanecen activas para toda la vida de los miembros de un grupo. Las ideologas son estructuradas por un esquema social que consiste en varias categoras que cognoscitivamente representan las principales dimensiones sociales de los grupos, tales como sus propiedades distintivas, criterios de asociacin, acciones tpicas, objetivos, normas y valores, grupos de referencia y recursos o intereses bsicos. Muchas ideologas son relevantes en situaciones de competicin, conflicto, dominacin y resistencia entre grupos, es decir, como parte de una lucha social. Esto tambin explica por qu muchas de las estructuras mentales de las ideologas y prcticas ideolgicas son polarizadas sobre la base de una diferenciacin intragrupal-extragrupal, tpicamente entre nosotros y ellos, como se manifiesta tambin en los discursos ideolgicos. Dado que los individuos pueden ser miembros de varios grupos, ellos pueden participar en varias ideologas. Obviamente, cuando esas diferentes ideologas son activadas simultneamente en el discurso u otras prcticas sociales, a veces esto puede conducir a conflictos. Las prcticas sociales y, por ende, los discursos de miembros de un grupo pueden ser (indirectamente) controlados por las ideologas de grupo, pero, por lo general, son mediados por representaciones sociales ms especficas en el nivel de grupo y por modelos mentales concretos, personales en el nivel individual. A la inversa, las ideologas son personalmente adquiridas y socialmente reproducidas por las prcticas sociales, y sobre todo por los discursos de un grupo. Los grupos pueden organizar la adquisicin discursiva y la reproduccin de ideologas, a travs de formas especiales de instituciones y por miembros especializados del grupo. No todos los miembros de un grupo tienen ni tienen que tener el mismo nivel de conocimiento o maestra ideolgicos, ni es necesario que su conocimiento ideolgico se haga siempre muy explcito. Sin embargo, dado que muchas ideologas sociales se desarrollan como parte de relaciones de grupo, conflicto o dominacin y resistencia, e implican el debate ideolgico que es a menudo publicado en los medios de comunicacin, muchos miembros de grupo conocen al menos los principales principios ideolgicos de su grupo y de otros grupos. En efecto, cuando sus intereses son amenazados a menudo ellos saben cmo y por qu protegerlos. stas son algunas de las principales propiedades de las ideologas formuladas a partir de una teora socio-cognoscitiva multidisciplinaria. As, las ideologas son la base axiomtica de las representaciones sociales de un grupo y -por actitudes especficas sociales y luego por modelos personales mentales- controlan los discursos individuales y otras prcticas sociales de miembros del grupo. De esta manera ellos tambin son el recurso necesario de la cooperacin intragrupal, la coordinacin y la cohesin, as como para la direccin de relaciones intergrupales, de competencia, de conflicto o de lucha. Es slo dentro de tal teora que somos capaces de explicar el discurso ideolgico y otras prcticas sociales, tanto las provenientes de representaciones sociales ideolgicamente fundamentadas, como las instancias de relaciones sociales entre grupos. 4.3. Democracia, derechos humanos y protesta social

La protesta social en los aos noventa y las grandes manifestaciones durante los sucesos de diciembre de 2001 llevaron a la discusin sobre el carcter de estas expresiones del pueblo: algunos especialistas las entendan como la pretensin de instalar un nuevo sistema siguiendo la lnea de las revoluciones de los 70; otros, vieron en ellas las luchas democrticas (Norma Giarraca y Germn Prez, 2003), es decir, la reivindicacin de los derechos de la burguesa vinculados a sus valores: el empleo, el capital, el inters-:

la accin es la accin de los sujetos, hay sujetos que llevan adelante la accin, y por otro lado el sentido que esos sujetos les dan a sus acciones es lo ms importante. Y en general estos sujetos, los sujetos de la accin o de la protesta, en mis estudios del caso, se plantean una democratizacin de la sociedad, o sea el tener una mejor posicin dentro del acceso a los recursos de la sociedad. Incluso como deca Germn Prez, hasta llegado muy cerca del fin de la dcada, no se cuestionaban ni siquiera la democracia. Haba una valoracin muy grande, despus de la dictadura, de los procesos democrticos y polticos y no se cuestionaba la democracia; se crea que lo que estaba pasando era bsicamente por la accin de algunos sujetos polticos corruptos que no llevaban adelante procesos de democratizacin. (N. Giarraca)

Lo entiendo de este modo, no considero que ninguna protesta social, que es la unidad de anlisis con la que trabajamos, pueda definirse y trabajarse a partir de determinaciones causales, ni polticas, ni econmicas, ni de ningn tipo. Justamente la misma protesta es una forma de accin que se construye en y a travs de esa prctica. Y que por lo tanto debe ser entendida en tanto proceso. Y en esto no soy nada original, si tomamos dos conceptos, como el de habitus de Bourdeau o el de estrategia de Foucault, vemos que operan en la misma dinmica, indagan en la misma relacin. (G. Prez)

Con respecto de la concepcin de democracia y de los derechos humanos, consideramos que es conveniente postergar su definicin para que esta surja de la investigacin misma, ms all que el resultado pueda ratificar nociones poco sorpresivas, ms bien muy transitadas.4.4. El contexto socio-histrico de las protestas

Hemos limitado el perodo a estudiar entre 1995 y el presente debido a que consideramos que, por un lado, ese ao marca un hito en cuanto a la reforma constitucional que incorpora explcitamente las nuevas formulaciones de los derechos humanos junto a las que ya contena; por otro lado, marca el comienzo de la segunda presidencia de Menem durante la cual se pone en crisis el modelo neoliberal y aparece claramente la protesta social. En adelante, la tensin entre el Estado y los sectores que haban quedado marginados por las nuevas polticas se fueron acentuando hasta los lmites entre la legalidad y la legitimidad de ambos.

Otro hito es diciembre de 2001. La protesta social se multiplic por los reclamos realizados desde distintos sectores que lo nico que compartan era el descontento del gobierno de De la Ra, pero que propici la ruptura institucional que nos conmovi como sociedad y que despert la conciencia soberana del pueblo poniendo en discusin el concepto de democracia y, fundamentalmente, el de representatividad. As, los espacios que haban descuidado los partidos polticos tradicionales fueron tomados por los movimientos sociales y los dirigentes polticos que emprendan alianzas ad hoc o con planes de mayor envergadura-, ambos captaron la adhesin que haban perdido el radicalismo y el peronismo.

No obstante, el grado de participacin ciudadana no super el que se vayan todos y poco a poco se fue acallando bajo la salida institucional de las elecciones de febrero de 2003 que coloc en el gobierno a Nstor Kirchner y asegur la continuidad del poder hegemnico de los grupos nacionales, aunque con variantes propias de las polticas demaggicas. Maristella Svampa muestra esta etapa en los siguientes trminos: En tercer lugar, yo creo que a partir de 2003 hay una cuestin decisiva por tener en cuenta: la redefinicin del escenario poltico por parte del peronismo devuelve a todos esos movimientos a la invisibilidad. Una invisibilidad que se agrava en el ao 2003-2004, con una sola excepcin: las organizaciones piqueteras, que comienzan a tener una gran presencia. Pero al mismo tiempo, y es un punto clave, esa presencia va acompaada de la distorsin y de la estigmatizacin. Porque hay tambin un discurso poltico que apunta a distorsionar el carcter de la nueva demanda y las nuevas organizaciones. En consecuencia, esas organizaciones se repliegan hacia un campo militante que, en los hechos, uno podra decir que se asla cada vez ms. Me parece que es fundamental analizar en qu medida la nueva dinmica poltica tendi a invisibilizar a esos actores polticos. Por otra parte, cuando las demandas se hacen visibles, esa misma dinmica las criminaliza. () El hecho es que el menemismo realmente tuvo un gran xito en impedir la articulacin de las distintas luchas. En realidad, los desocupados recin cobran presencia cotidiana en la ciudad de Buenos Aires entre 2002 y 2003. Algo que para algunos es cada vez ms insoportable de escuchar.

Esta mirada de los acontecimientos en el nivel nacional, ms precisamente, Buenos Aires, se puede proyectar en el nivel provincial, con la salvedad de que la democracia, los derechos humanos y las protestas sociales en Tucumn enfrentan a su poblacin por mitades y que nuestro territorio es un campo de luchas que no cesan desde la dcada del 60.5. Hiptesis de trabajo

Se parte de dos hiptesis:

1. Los movimientos sociales tendra que decir: protestas sociales constituyen acciones que se producen en situaciones lmite de una sociedad que vive aletargada por las prcticas demaggicas del gobierno de turno. Pasada la emergencia y luego de la recuperacin de los espacios de poder por los funcionarios gubernamentales que haban sido sorprendidos en sus habituales polticas pblicas, estos movimientos sern cooptados por el poder hegemnico con las estrategias correspondientes al sector que ocupe en ese momento las instituciones estatales - tal como ocurre desde los inicios de nuestra historia como repblica.

Esto prueba que quien reclama no es el ciudadano argentino sino el hombre y la mujer de nuestro pas urgidos por la prolongada insatisfaccin de sus necesidades bsicas; quien es el destinatario del reclamo, el Estado, no responde adecuadamente en vistas del bien comn -del que es custodio-, sino como protector de los intereses particulares del sector al que verdaderamente representa.

2. La prensa grfica constituye un discurso ms estable y ms reconocible ms que otros discursos que son para la audiencia / los lectores, ya que porta representaciones sociales construidas y puestas en circulacin por los sectores con los que las empresas editoriales establecen relaciones interdependientes casi simbiticas en ciertos momentos. Esos sectores pueden modificar su conformacin, es decir, nutrirse de diferentes grupos humanos a lo largo de la historia; sin embargo, los intereses de clase no cambian y son los que se manifiestan a travs de los discursos polticos y mediticos que manejan. Quien tiene el monopolio de la palabra es quien la concede a quien quiere, por el tiempo que quiere y con el valor que quiere. Dicho de otro modo, la interaccin de los participantes como miembros de grupos definidos y en definicin- pone en evidencia el contexto que produce el discurso y sobre el que ste puede influir.6. Metodologa: Anlisis crtico del discurso (A.C.D.)6.1. Fundamentos terico-metodolgicos

Para abordar el corpus, hemos optado por la aplicacin de los conceptos tericos y metodolgicos del ACD. ste es un instrumento indispensable para entender mejor los mecanismos ms complejos a travs de los cuales se transmite y reproduce la ideologa de quienes tienen el poder.

El inters del anlisis crtico del discurso supera los lmites de sus mtodos y de las disciplinas que desarrollan, pues seala una construccin discursiva de la realidad mediada por el lenguaje. La intervencin del discurso sobre el mundo es indirecta, ya que opera mediante el tiempo, los dispositivos y las diferentes modalidades y gneros. El objetivo del anlisis y aqu se introduce la flexin de crtico- es comprometerse en una tarea que pretende develar estructuras de poder.

Entre los autores inscriptos en esta lnea de investigacin, nos remitiremos principalmente a Van Dijk, Fairclough y WodakNORMAN FAIRCLOUGH: El anlisis crtico del discurso como mtodo para la investigacin en ciencias sociales

* Objeto de investigacin: cules son las particularidades de aparicin del lenguaje en el nuevo capitalismo.

* ACD: por un lado, es una teora y un mtodo; por otro, un elemento o un momento del proceso social material que suscita formas de analizar el lenguaje o la semiosis, formas que se insertan en otros anlisis del proceso social de carcter ms general. La perspectiva del ACD es transdisciplinar ms que interdisciplinar.

* Ubicacin teortica del ACD: el discurso como un momento de las prcticas sociales. La vida social consiste en una serie de redes interconectadas de prcticas sociales de diferentes tipos. Dichas prcticas son prcticas de produccin de la vida social en todos sus aspectos: econmico, poltico, cultural o cotidiano.

RUTH WODAK: el enfoque histrico. La autora defiende un enfoque pragmtico en tanto considera que los conceptos deben usarse como herramientas en funcin de la investigacin que se realiza y no como elementos de una gran teora. Es necesario ocuparse de las prcticas discursivas tanto como de las materiales y las semiticas.Este enfoque opera mediante un complejo concepto de crtica social que incluye tres aspectos interrelacionados:

1. La crtica inmanente del texto o discurso, relacionada con la dimensin cognitiva y dirigido a sealar las contradicciones, paradojas y dilemas en las estructuras internas del texto o discurso.

2. La crtica sociodiagnstica, relacionada tambin con la dimensin cognitiva, pero utilizada para interpretar los acontecimientos discursivos a travs de las teoras sociales.

3. La crtica de carcter pronosticador.

El ACD debera tratar de hacer transparentes las interpretaciones de los acontecimientos discursivos y dar fundamentos o criterios de validez para dichas interpretaciones. Una de las formas de reducir los riesgos de caer en interpretaciones parcializadas es el principio de triangulacin. Por eso, el enfoque histrico trata de integrar el conocimiento disponible sobre las fuentes histricas con el trasfondo de los mbitos social y poltico en los que se insertan los acontecimientos discursivos. Tambin analiza la dimensin histrica de las acciones discursivas, es decir: los cambios en los discursos a travs del tiempo. Finalmente, se considera que todos estos conocimientos sumados a las teoras sociales ofrecern explicaciones adecuadas sobre el contexto.

Estrategias discursivas

Estrategia Objetivos Instrumentos

Referencia

Generalizacin

Argumentacin

Tipificacin de actores sociales y acontecimientos

Establecimiento de principios de validez universal

Formulacin del punto de vista del enunciador

Descripciones

Oraciones afirmativas y negativas, hipernimos.

Modalidades, subjetivemas, citas, ejemplificaciones

6.2. Corpus

El corpus provendr de distintos mbitos: de la prensa escrita, de los discursos producidos por los tres poderes que constituyen el sistema poltico, de los discursos de los dirigentes partidarios y de los movimientos.

normas jurdico-legales; resoluciones de los distintos poderes; crnicas, columnas y editoriales de los diarios de mayor tirada nacional y provincial. planes de gobierno a nivel provincial y nacional; informes de organizaciones gubernamentales y ONGs sobre los derechos humanos.7. Interdisciplinariedad

La interdisciplinariedad de nuestro enfoque radica en la metodologa y abordaje de nuestro objeto de estudio por cuanto, el ACD exige una disciplina multidisciplinaria o interdisciplinaria donde se conjugan las distintas disciplinas lingsticas: la gramtica, la semntica, la lingstica del discurso, la pragmtica, los estudios sobre la comunicacin y la interaccin, la etnolingstica, la lingstica cognitiva, la retrica, disciplinas que se relacionan con los resultados obtenidos de las dimensiones sociales, polticas e ideolgicas, como as tambin con los estudios sobre el poder. La investigacin, entonces, no se limita al estudio de caractersticas lingsticas sino que estas se deben relacionar con condicionamientos sociales, econmicos, polticos, histricos, culturales, cognitivos, etc., es decir, con aspectos relevantes en la relacin discurso-sociedad.

8. Etapas y descripcin del trabajo

ETAPA 1: 6 meses

1. Revisin biogrfica

Lectura bibliogrfica sobre los diferentes aspectos que componen el marco terico: la protesta social; los derechos humanos; el ACD; ideologa y poder desde el punto de vista discursivo; medios de comunicacin; el contexto socio-histrico, poltico y cultural de Argentina desde el retorno de la democracia, puntualmente desde 1995 hasta la actualidad.

Sistematizacin y elaboracin del marco terico

2. Trabajo de campo

Recopilacin del corpus. El corpus se compone de normas jurdico-legales; resoluciones de los distintos poderes; crnicas, columnas y editoriales de los diarios de mayor tirada nacional y provincial; planes de gobierno a nivel provincial y nacional; informes de organizaciones gubernamentales y ONGs sobre los derechos humanos.

Clasificacin y seleccin del material recogido.

ETAPA 2: 6 meses

Dimensiones textual, interaccional y contextual

Anlisis de las estructuras formales de los textos

Anlisis de las condiciones de produccin e interpretacin; de las condiciones de intertextualidad e interdiscursividad.

Clasificacin de los actos de habla.

Anlisis de los contextos sociales extradiscursivos.

ETAPA 3: 6 meses

1. Anlisis de los temas o macroestructuras semnticas y superestructuras

Anlisis de las variedades discursivas a travs de la determinacin de las superestructuras cannicas.

Anlisis de los temas como macroestructuras y como tpico.

Descripciones de los actores y de los acontecimientos.

2. Anlisis del contexto local y global

Anlisis de las estructuras sociales, culturales e histricas.

Elaboracin del modelo contextual: actores, coordenadas espaciotemporales, intenciones.

3. Anlisis de los significados locales

Anlisis lexical y las estructuras de las proposiciones, estudio de la coherencia y otras relaciones entre proposiciones. Comprende:

el estudio de los significados implcitos o indirectos a partir de la identificacin de implicaciones, presupuestos, alusiones, ambigedades, sobreentendidos.

el anlisis de figuras retricas: metforas, metonimias, hiprboles, eufemismos, ironas, contrafcticos, desmentidos.

ETAPA 4: 6 meses

Anlisis de estrategias

Las estrategias referenciales o estrategias de nominacin y predicacin.

Las estrategias de argumentacin, que se reflejan en determinados topoi utilizados para legitimar/deslegitimar las protestas sociales y las acciones del estado.

Anlisis de las estrategias narrativas y argumentativas.

Anlisis de la intertextualidad.

Anlisis de la dimensin social: el anlisis de las dimensiones textual y comunicativa del discurso.

Anlisis de las polarizaciones de los grupos opuestos (ellos-nosotros): autopresentacin positiva, presentacin negativa del otro.

ETAPA 5: 6 meses

Evaluacin de los resultados y triangulacin

Evaluacin de los resultados a la luz de las hiptesis y objetivos planteados.

Contrastacin de los resultados con otro corpus alternativo.

ETAPA 6: 6 meses

Proceso de escritura

Redaccin final

Correccin

Edicin

9. Bibliografa

9.1. Obras de referencia

Diccionario de la Lengua Espaola (2001) Vigsima segunda edicin. Real Academia Espaola. Versin electrnica: http://buscon.rae.es/draeI/"

Diccionario Panhispnico de dudas. (2005) Primera edicin. Real Academia Espaola. Versin electrnica http://buscon.rae.es/draeI/"

Mara Moliner (2007) Diccionario de uso del espaol. Tercera edicin. Madrid. Gredos.

9. 2. Obras consultadas y citadas

Aznar, L.- De Luca, M. (2006): Poltica. Cuestiones y problemas.1 ed. Ariel. Buenos Aires.

Bobbio, Norberto. Democracy and Dictatorship: The Nature and Limits of State Power. Traducido al ingls por Peter Kennealy. Cambridge: Polity, 1989.

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La difcil construccin de una identidad colectiva: los piqueteros. Mara Antonia Muoz. Candidata a Doctora en el Programa de Postgrado de Ciencias Polticas y Sociales de la Facultad de Ciencias Polticas y Sociales de la Universidad Nacional Autnoma de Mxico, FCPyS-UNAM. E-mail: [email protected].

Resumen: La construccin de la identidad de un movimiento social, piquetero, que nace a mediados de los noventa en la Argentina es analizada en este trabajo. El movimiento est conformado centralmente por un conjunto de organizaciones que articulan y despliegan en la escena pblica reivindicaciones relacionadas con la situacin de la pobreza y la desocupacin. En la investigacin se demuestra que a pesar de la heterogeneidad y competencia entre las diversas organizaciones por protagonizar la escena poltica, la unidad est dada por el tipo de demandas y la forma de irrumpir en la escena pblica que permite exceder en muchos sentidos la dimensin corporativa o sectorial. La construccin de s mismos como pueblo soberano, les permite distinguirse de otros movimientos y, la particularidad de su subjetividad que distorsiona todo intento de fijacin social, le otorga la fuerza para reactivar los sentidos sedimentados en las instituciones polticas tradicionales, al disputar los contenidos acerca de la democracia.

Definimos la comunicacin poltica como el espacio en el que se intercambian los discursos contradictorios de los tres actores que tienen legitimidad para expresarse pblicamente sobre poltica, y que son los polticos, los periodistas y la opinin pblica a travs de los sondeos.

Constituye un punto de enfrentamiento de los discursos referentes a la poltica y cuyo reto es el dominio de la interpretacin poltica de la situacin. Esta definicin hace hincapi en la idea de interaccin de discursos contradictorios que sostienen actores que no tienen ni la misma categora ni la misma legitimidad, pero que, por sus posiciones respectivas en el espacio pblico constituyen en realidad, la condicin de funcionamiento de la democracia masiva. Siendo un proceso continuo la nutren los problemas polticos del momento, pero se concluye de manera regular mediante elecciones, que en el sistema poltico democrtico cierran un espacio de comunicacin poltica y abren otro.

El concepto de hegemona es el centro en torno al cual se organiza el pensamiento de Gramsci sobre poltica e ideologa, y su uso distintivo lo ha convertido en el sello de la perspectiva gramsciana en general. La hegemona es mejor comprendida como la organizacin del consentimiento: el proceso que construye formas subordinadas de conciencia sin recurrir a la violencia o la coercin. El bloque dominante, segn Gramsci, no opera slo en la esfera poltica, sino en toda la extensin de la sociedad. (ZIZEK, 2003)

Van Dijk, Teun (1999): Ideologa. Una aproximacin multidisciplinaria. Espaa, Gedisa.

Protesta social. Conversaciones entre Rolando Astarita, Norma Giarracca, Ins Izaguirre y Germn Prez. Revista Argumentos. Instituto Gino Germani. Universidad Nacional de Buenos Aires. 2003

Svampa, M. Entrevista realizada por Fernando Fagnani para la revista Otra parte y publicada en HYPERLINK "http://www.maristellasvampa.net/archivos/entrevista06.pdf" www.maristellasvampa.net/archivos/entrevista06.pdf