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I l \, \ I 1 .1 I ^ L |iiiul'tiiinlii mininui ión (() ti tr.it.ulo ionio iiilonn.ición nueva y procesarlo en un (oiilrxtu (|iic lonteii^ (). A(ju(, al igual que en otros aspectos del conocimiento, las iiiiisiilciat'ioiii-s sobie la relevancia debcrian ser fundamentales. •'' Tambic'n podriamos dar una caracterización mas formai de las condiciones en las que una contextualización tiene efectos contextuales: supongamos que IO sea el contexto y (P) un conjunto de premisas nuevas. Pongamos que [Conclusiones de (Pi] sea el conjunto de conclusiones deducibles sólo de (Pi, [Conclusiones de ICl] el conjunto de conclusiones deducibles sólo de [Ci, y [Conclusiones de {P} U (C)] el conjunto de conclusiones deducibles de la union de [Pi y [Ci. Pongamos que dos supuestos con el mismo contenido pero diferente fuerza cuenten corno supuestos diferentes. Entonces, la contextualización de {Pi en IO carecera de efectos contextuales si y sólo si se cumplen estas dos condiciones: (i) [Conclusiones de IO] es un subconjunto de [Conclusiones de {P}]; (ii) ci complemento de [Conclusiones de [Pi] con respecto a [Conclusiones de [P] U IO] es un subconjunto de [Conclusiones de IP)]. Si no se cumplen las dos condiciones (i) y (ii), entonces la contextualización de (Pi en (O tiene algun efecto contextual. isn C APÌTULO 3 La relevancia 1. Condiciones para la relevancia En el ùltimo capitulo hemos introducido la noción de efecto contextual y hemos discutido varios de estos efectos: implicaciones contextuales, contradicciones y reforzamientos. La noción de efecto contextual es esencial para una descripción del proceso de comprensión. A medida que un discurso avanza, el oyente recupera o construye y luego procesa una serie de supuestos. Estos supuestos forman un trasfondo gradualmente cambiante contra el que se procesa nueva información. Interpretar un enunciado implica algo mas que la mera identificación del supuesto explicitamente expresado: implica, de forma determinante, extraer las consecuencias que acarrea anadir ese supuesto a un conjunto de supuestos que, a su vez, ya han sido procesados. En otras palabras, implica ver los efectos contextuales de ese supuesto en un contexto determinado, por lo menos en parte, por anteriores actos de comprensión. En cada punto del discurso el oyente tiene en el primer plano de su atención un conjunto de supuestos distinto que, probablemente, nunca haya procesado conjuntamente antes ni nunca vaya a procesar conjuntamente después. Al elaborar las implicaciones sintéticas de este conjunto de supuestos, el oyente puede adquirir nueva información que podria perderse para siempre cuando ese conjunto concreto sea desmantelado y sus supuestos constituyentes sean, o bien olvidados, o bien almacenados en sus respectivas ubicaciones dentro de la memoria enciclopedica del oyente. No se trata sólo de que estos supuestos se encuentren juntos en la mente del oyente en la que tal vez sea la unica y ùltima vez: es que también estan juntos en un orden determinado y, presumiblemente, son procesados en ese orden, de forma que cada supuesto nuevo es procesado en el contexto de un conjunto de supuestos de los que muchos, a su vez, acaban de ser procesados. La noción de efecto contextual ayuda a describir estas dos propiedades esenciales de la comprensión de enunciados: la comprensión implica el procesamiento conjunto de un conjunto de

La relevancia - UNLP · definición de la relevancia. Queremos subrayar que tener efectos contex tuales es una condición necesaria para la relevancia y que, en igualdad de condiciones,

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I l \, \ I 1 . 1 I ^ L

|iiiul'tiiinlii mininui ión (() ti tr.it.ulo ionio iiilonn.ición nueva y procesarlo en un (oiilrxtu (|iic l o n t e i i ^ (). A(ju(, al igual que en otros aspectos del conocimiento, las iiiiisiilciat'ioiii-s sobie la relevancia debcrian ser fundamentales.

•'' Tambic'n podriamos dar una caracterización mas formai de las condiciones en las que una contextualización tiene efectos contextuales: supongamos que IO sea el contexto y (P) un conjunto de premisas nuevas. Pongamos que [Conclusiones de (Pi] sea el conjunto de conclusiones deducibles sólo de (Pi, [Conclusiones de ICl] el conjunto de conclusiones deducibles sólo de [Ci, y [Conclusiones de {P} U (C)] el conjunto de conclusiones deducibles de la union de [Pi y [Ci. Pongamos que dos supuestos con el mismo contenido pero diferente fuerza cuenten corno supuestos diferentes. Entonces, la contextualización de {Pi en IO carecera de efectos contextuales si y sólo si se cumplen estas dos condiciones: (i) [Conclusiones de IO] es un subconjunto de [Conclusiones de {P}];

(ii) ci complemento de [Conclusiones de [Pi] con respecto a [Conclusiones de [P] U IO] es un subconjunto de [Conclusiones de IP)].

Si no se cumplen las dos condiciones (i) y (ii), entonces la contextualización de (Pi en (O tiene algun efecto contextual.

i s n

C A P Ì T U L O 3

La relevancia

1. C o n d i c i o n e s para la relevancia

E n el ùltimo capitulo hemos introducido la noción de efecto contextual y hemos discutido varios de estos efectos: implicaciones contextuales, contradicciones y reforzamientos. L a noción de efecto contextual es esencial para una descripción del proceso de comprensión. A medida que un discurso avanza, el oyente recupera o construye y luego procesa una serie de supuestos. Estos supuestos forman un trasfondo gradualmente cambiante contra el que se procesa nueva información. Interpretar u n enunciado implica algo mas que la mera identificación del supuesto explicitamente expresado: implica, de forma determinante, extraer las consecuencias que acarrea anadir ese supuesto a u n conjunto de supuestos que, a su vez, ya han sido procesados. E n otras palabras, implica ver los efectos contextuales de ese supuesto en u n contexto determinado, por lo menos en parte, por anteriores actos de comprensión.

E n cada punto del discurso el oyente tiene en el primer plano de su atención un conjunto de supuestos dist into que, probablemente, nunca haya procesado conjuntamente antes ni nunca vaya a procesar conjuntamente después. A l elaborar las implicaciones sintéticas de este conjunto de supuestos, el oyente puede adquirir nueva información que podria perderse para siempre cuando ese conjunto concreto sea desmantelado y sus supuestos constituyentes sean, o bien olvidados, o bien almacenados en sus respectivas ubicaciones dentro de la memoria enciclopedica del oyente.

N o se trata sólo de que estos supuestos se encuentren juntos en la mente del oyente en la que tal vez sea la unica y ùltima vez: es que también estan juntos en un orden determinado y, presumiblemente, son procesados en ese orden, de forma que cada supuesto nuevo es procesado en el contexto de un conjunto de supuestos de los que muchos, a su vez, acaban de ser procesados. L a noción de efecto contextual ayuda a describir estas dos propiedades esenciales de la comprensión de enunciados: la comprensión implica el procesamiento conjunto de un conjunto de

I k I i I k I i » i « \ I « k » l » I

Miput'sios y, dentro de ese l o n j i m l o , algunos supuestos sobresalen conio iiilormación rei ieiueniente preseittacla que està siendo procesada en el contexto de información que ya ha sido previamente procesada.

La noción de efecto contextual es fundamental para establecer una definición de la relevancia. Queremos subrayar que tener efectos contex­tuales es una condición necesaria para la relevancia y que, en igualdad de condiciones, cuanto mayores son los efectos contextuales mayor es la relevancia.

Antes de abordar este proyecto, nos gustarla dejar claro qué es lo que estamos intentado hacer y qué es lo que no. N o estamos intentando definir la palabra espanda normal «relevancia» o su cuasi-sinónimo «perti-nencia». «Relevancia» es un termino confuso, empleado de forma diferente por diferentes personas o por las mismas personas en diferentes momentos. N o tiene una traducción concreta en todas las lenguas humanas. N o existen razones para pensar que un anàlisis semantico apropiado de la palabra espanola «relevancia» pueda caracterizar también a un concepto propio de la psicologia cienti'fica.

Creemos, sin embargo, que la psicologia cientifica necesita un concepto que esté suficientemente cerca de la noción de relevancia propia de la lengua coniente; en otras palabras, creemos que existe una importante propiedad psicològica, una propiedad de los procesos mentales a la que la noción de relevancia corriente se aproxima bastante y que, por consiguiente, resulta apropiado denominar también relevancia, uti l izando el termino, en este caso, en un sentido tècnico. L o que estamos intentado hacer es describir està propiedad, es decir, definir la relevancia corno un concepto teòrico ut i l .

Nosotros suponemos que las personas tienen intuiciones de relevancia que pueden distinguir de forma coherente información relevante de información irrelevante o, en algunos casos, una información mas relevante de otra información menos relevante. N o obstante, no es facil sacar a relucir estas intuiciones o utilizarlas corno prueba. E l hecho de que exista una noción de relevancia propia del lenguaje corriente, con un significado confuso e inestable, constituye mas un obstaculo que una ayuda. Ademàs, las intuiciones de relevancia guardan relación con los contextos, y no hay forma de controlar exactamente qué contexto tendra una persona en la cabeza en un momento determinado. Pedirle a alguien que se limite a contextos explicitos artificialmente construidos es tan contrario a los procedimientos naturales de construcción de contextos que las intuiciones resultantes tienen un valor cuestionable.

A pesar de estas dificultades, tenemos intención de recurrir a las intuiciones de relevancia. Deberiamos aclarar primero que cuando afirmamos que un supuesto es intuitivamente relevante y que otro no lo es, o que un

l 4 | | 1 | I | | fc I t I I t I W

supuesto es mas relcvaine qui- otro, lodo lo qui' esperamos es (ine usted pueda percibir alguna difercncia: el hecho que usted, corrientemente, uti l izara o no la palabra «relevancia» para describir esa diferencia es otra cuestión. E n segundo lugar, consideramos que estos juicios intuit ivos sobre la relevancia son sugestivos y dignos de atención, pero no los consideramos concluyentes. N o s proporcionaran un punto de partida pero, indudablemente, no hay que considerarlos corno u n criterio unico y definit ivo. E l valor de nuestra noción teòrica de relevancia dependera, en ùltima instancia, del valor de los modelos psicológicos que la uti l ieen, y , en particular, del valor de la teoria de la comprensión verbal que nos permita formular. Las intuiciones de relevancia no son los ùnicos tipos de intuición implicados en la comprensión.

Si consideramos un determinado conjunto de supuestos {Cj y le anadimos un supuesto P arbitrariamente elegido, no hay razón para esperar que P vaya a tener alguna relevancia en el contexto (C) o que vaya a tener algùn efecto contextual. Por ejemplo, supongamos que [CJ es el conjunto de supuestos que V d . tiene en la cabeza mientras està leyendo està oración. Supongamos que ahora nosotros le dijéramos,

(1) E l 5 de mayo de 1881 fue un dia soleado en K a b u l .

Es poco probable que el supuesto explicitamente expresado por (1) vaya a tener algùn efecto contextual en (CJ o vaya a ser relevante (en algùn sentido) en (C). Es intuitivamente obvio que el supuesto expresado por (1) es irrelevante en [Cj. Podemos explicarlo senalando que (1) no tiene ningùn efecto contextual en (C): no hay ningùn supuesto en el contexto con el que (1) pueda combinarse para producir implicaciones contextuales, ni tampoco afecta a la fuerza de ninguno de los supuestos ya presentes en el contexto. Esto es porque (1) no guarda ninguna relación con el contexto en cuestión.

H a y otras formas en las que un supuesto puede carecer de efecto contextual. Supongamos que ahora le dijéramos,

(2) E n este momento està usted leyendo un l ibro.

Probablemente, el supuesto explicitamente expresado por (2) resuite irrelevante en el contexto de los supuestos (cualesquiera que fueran) que usted tenia en mente inmediatamente antes de leerlo. U n a vez mas, esto puede explicarse indicando que no tiene ningùn efecto contextual en ese contexto. Presumiblemente, usted ya fuera consciente del hecho de que estaba leyendo un l ibro, de forma que todas las implicaciones que (2) pudiera tener en ese contexto ya habrian sido calculadas. Ademas, es

i J i i L i l J I

I ' I ' C M I I I I Ì M I ' <|iif u s t I H ! considerata este supuesto c o n i o cierto, de forma que su fuer/a n o se verta aumentada.

Por poner un tercer ejemplo, que es irrelevante por otras razones diferentes, supongamos que ahora le dijéramos,

(3) Està usted profundamente dormido.

E l supuesto explicitamente expresado por (3) es incoherente con una serie de supuestos irrefutables que en este momento tiene usted en mente. Presumiblemente, usted sea consciente no sólo del hecho de que està leyendo un l ibro en este momento, sino también de que se trata de una actividad incompatible con el hecho de estar profundamente dormido. Puesto que, por mucho que usted pueda confiar en nosotros, en lo que respecta a està cuestión usted confian'a, con razón, mucho mas en usted mismo, la contradicción que resulta de sumar el supuesto expresado por (3) al contexto presente conduciria a la eliminación de (3), tal corno se ha descrito en el capitulo anterior. E n otras palabras, (3) no tendria ningùn efecto contextual en el presente contexto, y està es la razón por la que intuitivamente lo sentimos corno irrelevante.

P o r consiguiente, existen tres tipos de casos en los que u n supuesto puede carecer de efectos contextuales y ser irrelevante en u n contexto: en el primero, ilustrado por el ejemplo (1), el supuesto puede aportar nueva información, pero està información no guarda ninguna conexión con ninguna información presente en el contexto; en el segundo, ejemplificado en el caso (2), el supuesto ya està presente en el contexto y su fuerza no se ve afectada por la información recientemente presentada; està información recientemente presentada, por consiguiente, no resulta en absoluto infor­mativa, y es irrelevante a priori; en el tercer t ipo de caso, ilustrado en el ejemplo (3), el supuesto es incoherente con el contexto y es demasiado débil para perturbarlo; por consiguiente, procesar el supuesto no produce ningùn cambio en el contexto.

H a b r i a que subrayar que en todos estos ejemplos sólo es el supuesto explicitamente expresado por el enunciado el que carece de efectos contextuales y es irrelevante. E l hecho de que alguien decida expresar un supuesto irrelevante puede ser, en si mismo, u n hecho altamente relevante. P o r ejemplo, podria ser una forma de manifestar el deseo de cambiar de tema, y este deseo podria ser perfectamente relevante; o, p o r poner un ejemplo real, nosotros hemos expresado los supuestos irrelevantes (l)-(3) en u n intento de hacer lo que esperamos que hayan sido observaciones relevantes. L a relevancia puede lograrse expresando supuestos irrelevantes siempre y cuando està conducta expresiva sea en si misma relevante.

Sobre la base de estos ejemplos, queremos afirmar que u n supuesto

. H n H n r\- n i » i

que no tenga efectos contextuales en un contexto determinado vs irrelevante en ese contexto. E n otras palabras, tener algùn efecto contextual en un contexto es una condición necesaria para la relevancia.

L a siguiente cuestión parece ser si tener un efecto contextual puede ser no sólo una condición necesaria para la relevancia, sino también una condición suficiente. Ex is ten algunas pruebas de que es asi. Por ejemplo, consideremos el siguiente diàlogo:

(4) Postulante: ^Quiere firmar una suscripción para la C r u z Roja del Mar? Transeunte: N o gracias, yo siempre paso las vacaciones con m i hermana en Soria.

Para captar la relevancia de la respuesta del transeunte, el oyente tiene que ser capaz de aportar algo parecido a las premisas de (5), y derivar algo parecido a la implicación contextual de (6):

(5) (a) Soria està en el interior. (b) L a C r u z Ro ja del M a r es una sociedad benefica. (c) Alguien que pasa sus vacaciones en el interior no necesita los

servicios de la C r u z Ro ja del M a r . (d) De alguien que no necesita los servicios de una sociedad benefica

no puede esperarse que se suscriba a dicha sociedad. (6) N o puede esperarse que el transeunte se suscriba a la C r u z Ro ja del

M a r .

L o interesante de la respuesta del transeunte es la conexión tan estrecha que existe entre percibir su relevancia (o para decirlo de una forma mas exacta, la relevancia que el hablante queria que tuviera) y ser capaz de derivar de dicha respuesta alguna implicación contextual. Parece evidente que alguien que sea incapaz de aportar algo parecido al contexto de (5) y derivar algo parecido a la implicación contextual de (6) sera incapaz de percibir la relevancia que se pretendia dar a està respuesta; y que, a la inversa, alguien que perciba està implicación estarà de acuerdo en que està respuesta es relevante en el contexto apropiado. E l hecho de percibir algùn efecto contextual en un supuesto parece ser suficiente para juzgarlo relevante.

Resulta tentador, pues, proponer la siguiente definición:

(7) Relevancia U n supuesto es relevante en un contexto si y sólo si tiene algùn efecto contextual en dicho contexto.

i^X i l i l i l i l i I

I .M. i dcl ini i lóti i . ip l . i la intuiunti di 1 que para sci' rclcvaiuc cu un conu.xio un supuesto tiene que guardai de alguna mancra alguna conexión cor. ese contexto. Aclara està intuición especificando la naturaleza de la conexión requerida. Por ejemplo, predice que la respuesta del transeunte en (4) sera relcvante en el contexto (5a-e) porque conecta con este contexto Darà producir la implicación contextual (6). E n la vida real, p o r supuesto. (6) seria procesado a su vez en un contexto en el que tendria nuevas implicaciones contextuales y otros efectos contextuales: por ejemplo, el reforzamiento o la debilitación de varios supuestos del oyente, asegurando asi la relevancia de la respuesta en un contexto mas amplio.

Aunque la definición de (7) concuerda con algunos juicios intuitivos sobre la relevancia, seria de esperar que hubiese otros que parecieran ir en contra de ella y, en particular, contra la afirmación de que tener u n efecto contextual , por muy pequeno que sea, es una condición suficiente para la relevancia. Las intuiciones sobre el uso apropiado del termino «relevancia» son corno las intuiciones sobre el uso apropiado de, por ejemplo, el termino «flexibilidad»: cuanto mas difici l resulta doblar un objeto, menos dispuestos estamos a decir que es flexible, aun cuando podriamos reconocer que si un objeto puede doblarse, por poco que sea, entonces tecnicamente es un objeto flexible. L o mismo ocurre con las intuiciones sobre «relevan­cia»: cuanto mas débil es el efecto contextual de un supuesto menos dispuestos estaremos a afirmar que es relevante, aun cuando pueda argumentarse que si un supuesto tiene algùn t i p o de efecto contextual, entonces tecnicamente es un supuesto relevante.

Supongamos, por ejemplo, que ahora fuéramos a informarle de (8):

(8) N o s llevó mucho tiempo escribir este l ibro .

A primera vista, el supuesto expresado por (8) parece irrelevante en el contexto de los pensamientos que usted tendra en mente si està siguiendo la presente discusión sobre la noción de relevancia. Q u e nos llevara mucho t iempo escribir este libro no es el t ipo de consideración que usted se espera en este momento.

N o obstante, esperamos que usted comparta nuestra intuición de que (8) no es tan irrelevante corno (l)-(3) (y en caso de que no sea asi, tenga la seguridad de que nada esencial depende de elio y simplemente sàltese el resto de este pàrrafo). Esto podria guardar relación con el hecho de que (8), a diferencia de (l)-(3), tiene algunos efectos contextuales en un contexto al que probablemente usted tenga acceso. P o r ejemplo, usted podria haberse imaginado ya que nos llevó mucho t iempo escribir este l i b r o : en ese caso, estariamos reforzando de forma independiente esa sospecha, a la vez que cualquier implicación que usted pudiera haber

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dcrivado ya de ella; o podri . i tratat.se de inlot n i .u ión l 'omplrtuinmlr I U I C V J

para usted, en cuyo caso podria combinarla con las otras opiniones tuie ya se hubiese formado sobre el l ibro y derivar algunas implicaciones contex­tuales. Por ejemplo, si no le ha gustado el l ibro, derivar la implicación de que hemos estado perdiendo un montón de tiempo. Si hay efecto contextual, hay relevancia.

Sin embargo, para intentar ir mas alla de la definición de (7) existen razones mas convincentes que unas simples intuiciones debatibles sobre la relevancia o irrelevancia de (8). Las intuiciones sobre la relevancia que es fundamental explicar son intuiciones no sobre la simple presencia o ausencia de relevancia, sino sobre los grados de relevancia: de estos vamos a ocuparnos ahora.

2. Grados de re levancia : efecto y esfuerzo

L a definición de relevancia que acabamos de proponer es insuficiente por lo menos por dos razones: primero, porque la relevancia es una cuestión de grados y no hemos dicho nada de còrno se determina el grado de relevancia; segundo, porque hemos definido la relevancia corno la relación entre un supuesto y u n contexto, pero no hemos dicho nada de cómo se determina el contexto. A s i pues, por el momento, simplemente hemos definido una propiedad formai cuya relación con la realidad psicològica aùn està por describir.

Consideremos primero la cuestión de los grados de relevancia. N o s gustarla comparar, a u n nivel muy general, el concepto de relevancia con conceptos corno el de productividad o beneficio, que implican algùn t ipo de anàlisis de coste-beneficio. U n a empresa que tenga una cierta producción, por muy pequena que sea, es product iva en un cierto grado, exactamente igual que, corno hemos afirmado antes, un supuesto que tenga algùn t i p o de efecto contextual, por muy limitado que sea, es en cierto grado relevante. N o obstante, cuando la producción es muy pequena existe cierta renuencia inicial a decir que la empresa es productiva, aun cuando si se la compara con una empresa cuyo rendimiento real sea cero, resulta obvio que es productiva en cierto grado. E l paralelismo con la relevancia es evidente.

La producción de la empresa, es decir, el valor de los bienes producidos, no es el ùnico factor que hay que tener en cuenta a la hora de evaluar su productividad. Imaginemos dos empresas que logran una producción igual pero sobre la base de aductos diferentes, es decir, con distintos costes de producción. L a mas product iva sera aquella que tenga unos costes de producción mas bajos. E l coste de producción es el segundo factor que

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hay que tener en cuenta para evaluar la productividad. Se trata de un factor negativo: en igualdad de condiciones, cuanto mayor sea el coste de producción menor sera la productividad.

Observaciones semejantes se pueden aplicar a la hora de evaluar la relevancia. Los efectos contextuales de un supuesto en u n contexto determinado no son el unico factor que hay que tener en cuenta para establecer su grado de relevancia. Los efectos contextuales son ocasionados por los procesos mentales. Los procesos mentales, al igual que todos los procesos biológicos, implican un cierto esfuerzo, un cierto gasto de energia. E l esfuerzo de procesamiento implicado en conseguir efectos contextuales es el segundo factor que hay que tornar en consideración para establecer los grados de relevancia. E l esfuerzo de procesamiento es un factor negativo: en igualdad de condiciones, cuanto mayor sea el esfuerzo de procesamiento menor sera la relevancia.

E n la sección anterior hemos considerado una definición de relevancia expresada en términos de condiciones necesarias y suficientes. Es decir, la relevancia se definia corno un concepto clasificatorio. También indicabamos que dicha definición, si bien no es incorrecta, no contempla el hecho de que la relevancia también es, y esto es mas importante, u n concepto comparativo 1 .

L o s conceptos comparativos se definen mejor en términos de lo que podriamos llamar condiciones de «grado» (extent conditions). Consideremos, por ejemplo, el concepto perteneciente al lenguaje corriente de flexible. E n primer lugar, u n objeto no es simplemente flexible, lo es en mayor o menor grado; en otras palabras, la flexibilidad no es sólo u n concepto clasificatorio, sino también un concepto comparativo. E n segundo lugar, los grados de flexibil idad dependen de (por lo menos) dos factores independientes desde el punto de vista lògico, que quedan reflejados en la siguiente definición:

(9) Flexibilidad Condición de grado 1: U n objeto es flexible en la medida en que es fàcil de doblar. Condición de grado 2: U n objeto es flexible en la medida en que la forma que toma al doblarse difiere de su forma inicial.

Si un objeto puede doblarse, por poco que sea, entonces las condiciones 1 y 2 se ven cumplidas en cierta medida, y viceversa. Estas dos condiciones de medida, por consiguiente, implican, lògicamente, una condición necesaria y suficiente: u n objeto es flexible si y sólo si se puede doblar. Puesto que està condición necesaria y suficiente està implicada por la definición (9),

L a definición (9) permite establecer comparaciones sólo cu algunos casos: en igualdad de circunstancias, si u n objeto A es mas fàcil de doblar que un objeto B, entonces es mas flexible; o, en igualdad de condiciones, si un objeto A puede doblarse mas que un objeto B, entonces es mas flexible. Pero si A es fàcil de doblar sin que su forma cambie apenas y sin que sea posible doblarlo mas, y B puede doblarse sólo con dificultad pero puede doblarse mucho mas que A , la definición (9) no permite establecer un juicio comparativo; y esto parece reflejar las limitaciones del uso corriente. Haciendo un inciso, si quisiéramos dar una representación adecuada de la entrada lògica del concepto de flexibilidad en el lenguaje corriente, volveriamos a formular las condiciones de medida de la definición (9) corno reglas de inferencia, cosa que podria hacerse de varias maneras. Pero nuestra razón para discutir los grados de flexibilidad no es la de arrojar luz sobre los conceptos comparativos corrientes; es la de ilustrar la forma que puede adoptar un concepto comparativo teòrico.

Estamos intentando desarrollar u n concepto teòrico de la relevancia que pueda utilizarse en el estudio de la comunicación y el conocimiento. Esperamos que este concepto teòrico ayude a predecir las intuiciones de las personas, pero no necesariamente el uso que éstas hacen de la palabra «relevancia» o de otros términos similares del lenguaje corriente. Podemos mejorar la definición (7) de relevancia adoptando un formato de condiciones de grado comò las que acabamos de ilustrar:

(10) Relevancia Condición de grado 1: U n supuesto es relevante en un contexto en la medida en que sus efectos contextuales en dicho contexto sean grandes. Condición de grado 2: U n supuesto es relevante en un contexto en la medida en que el esfuerzo requerido para su procesamiento en dicho contexto sea pequeno.

Està definición implica la condición necesaria y suficiente de la definición (7) que, por consiguiente, no es necesario formular de forma independiente.

Evaluar la relevancia, comò evaluar la productividad, es una cuestión de contrapesar producción y consumo: en este caso, efectos contextuales y esfuerzo de procesamiento. L a definición (10) de la relevancia, al igual que la definición (9) de la f lexibi l idad, permite establecer comparaciones claras sólo en algunos casos. E n igualdad de condiciones, un supuesto con mayores efectos contextuales e"s mas relevante y, en igualdad de condiciones, un supuesto que requiera un esfuerzo de procesamiento menor es mis relevante.

V i imr»Q a i l u c t r i r a h n r a #*cl-a n n n

algunos ejemplos artiliciales; artificiales espeeialmenle en ci sentido de que los contextos que estamos uti l izando son mucho mas rcstringidos y mas arbitrarios que los contextos empleados para la comprensión en la vida real. Nuestros lectores deberian intentar resistirse a la naturai tendencia de aportar contextos mucho mas ricos y apropiados, tendencia que discutiremos detalladamente mas addante. Consideremos un contexto formado por los supuestos ( l la -c ) :

(11) (a) Las personas que van a casarse tendrian que consultar a un medico sobre el riesgo de que sus hijos padezean posibles enfermedades hereditarias.

(b) Si dos personas padecen de talasemia habria que aconsejarles que no tuviesen hijos.

(c) Susana tiene talasemia.

Consideremos los efectos que los supuestos (12) y (13), ambos por hipótesis igual de fuertes, tendrian en este contexto:

(12) Susana, que padece de talasemia, va a casarse con Fernando. (13) Fernando, que padece de talasemia, va a casarse con Susana.

Tanto (12) corno (13) tienen algunos efectos contextuales en el contexto (11) y, por consiguiente, son relevantes de acuerdo con la definición (10). E n particular, los dos, (12) y (13), conllevan la implicación contextual (14) :

(14) Susana y Fernando deberian consultar a un medico sobre el posible riesgo de que sus hijos padezean enfermedades hereditarias.

Esto corresponde a una primera intuición de que los dos supuestos son relevantes en este contexto.

N o obstante, existe otra intuición mas, la de que en este contexto (13) es mas relevante que (12). Podemos explicarlo sobre la base de la definición (10). E n este contexto , (13) tiene una implicación contextual de la que (12) carece:

(15) Habr ia que prevenir a Susana y a Fernando para que no tuvieran hijos.

Pero, dqué hay del esfuerzo de procesamiento? (12) y (13) tienen la misma estructura conceptual y, por consiguiente, ponen a disposición del mecanismo deductivo las mismas reglas deductivas. Por hipótesis, también

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estan siendo procesados cu ci mismo contexto. jDcbcrlamos suponer, entonces, que requieren un esfuerzo de procesamiento igual? Si , pero sólo después de aclarar un punto.

Tener que escribir y procesar la implicación contextual (15) implica un cierto esfuerzo de procesamiento. Este esfuerzo deberia realizarse durante el procesamiento de (13), que conlleva la implicación (15), pero no en el de (12), que no la conlleva. N o obstante, este esfuerzo de procesamiento es inevitable si se quiere conseguir algùn t ipo de efecto contextual. Si los beneficios de conseguir un efecto contextual nunca fueran suficientes para compensar el coste del esfuerzo de procesamiento necesario para hacer posible dicho efecto, entonces nunca se podria alcanzar un grado posit ivo de relevancia. E l esfuerzo de pensar no mereceria la pena.

Excepto cuando se encuentran en u n estado de total agotamiento, los seres humanos encuentran que merece la pena realizar el esfuerzo de pensar. Por consiguiente, podemos extraer la conclusión empirica de que el esfuerzo de procesamiento necesario simplemente para escribir una implicación contextual o para aumentar o disminuir la fuerza de un supuesto, no es suficiente para compensar la contribución que mediante elio se aporta a la relevancia. Es mas, puesto que este esfuerzo de procesamiento siempre es proporcional a los efectos que ocasiona, puede ignorarse completamente al evaluar la relevancia. Presumiblemente, la propia mente sólo se preocupa de los esfuerzos de procesamiento que son evitables. También nosotros vamos a tornar en consideración sólo los esfuerzos de procesamiento que dan comò resultado u n efecto contextual, y dejaremos de lado los esfuerzos de procesamiento que son el resultado del hecho de que se ha obtenido un efecto contextual .

A h o r a si que, una vez hecha està aclaración, podemos afirmar que (12) y (13) conllevan exactamente el mismo esfuerzo de procesamiento cuando son procesados en el mismo contexto. Es mas, puesto que (13) tiene efectos contextuales mayores que los de (12) en el contexto ( l l a - c ) , nuestra definición predice que deberia ser mas relevante, y està predicción es intuitivamente correcta.

Para ejemplificar ahora de qué forma afecta el esfuerzo de procesamiento a la relevancia relativa, comparemos (13) y (16):

(13) Fernando, que padece de talasemia, va a casarse con Susana. (16) Fernando, que padece de talasemia, va a casarse con Susana, y 1967

fue un gran ano para los vinos franceses.

Cuando (13) y (16) se procesan en el contexto ( l l a - c ) , tienen exactamente los mismos efectos contextuales: la información adicional transmitida por (16) no guarda ninguna relación con el contexto y no tiene ningùn efecto

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contextual. N o obstante, està información ailicional requiere un esluei/o de procesamiento adicional: (16) introduce mas material conceptual y, por consiguiente, mas reglas deductivas y mas procedimientos de comprobación. De acuerdo con nuestra definición de relevancia, (16) deberia ser menos relevante que (13), que consigue el mismo efecto contextual con un esfuerzo de procesamiento menor. Està predicción, una vez mas, es intuitivamente correcta.

Los ejemplos que hemos considerado hasta ahora han implicado sólo un tipo de efecto contextual: la implicación contextual. Vamos a poner ahora un ejemplo en el que se alcanzan simultàneamente varias clases de efecto contextual. Consideremos el contexto (17a-g), en el que la fuerza de cada supuesto està indicada al margen:

(17) (a) Pedro es mas rico que D a v i d . [cierto] (b) David es mas rico que Fernando. [cierto] (c) Fernando es mas rico que Jorge. [cierto] (d) Jorge es mas rico que Carlos. [cierto] (e) David es mas rico que Beatriz. [fuerte] (f) Beatriz es mas rica que Jorge. [muy débil] (g) Beatriz es mas rica que Carlos. [fuerte]

Supongamos que un oyente que tenga en mente el contexto (17a-g) interprete todo lo que dice el hablante corno cierto. Supongamos que el hablante esté en posición de decir o bien (18) o bien (19):

(18) Beatriz es mas rica que Jorge. (19) Beatriz es mas rica que Pedro.

Intuitivamente, el supuesto expresado por (19) es el mas relevante y es el que, en igualdad de circunstancias, el hablante deberia decidirse a expresar.

Esto es fàcil de explicar aplicando nuestra definición de relevancia. E l supuesto (18) sólo tiene dos efectos contextuales dentro del contexto (17a-g): en primer lugar, eleva la fuerza de (17f) de muy débil a cierto, puesto que su contenido es idéntico al de (17f) y es, en si mismo, cierto; en segundo lugar, eleva la fuerza de (17g) de fuerte a cierto, puesto que (17g) està sintèticamente implicado por (17d) y (17f), que ahora son los dos ciertos.

E l supuesto (19) tiene cinco efectos contextuales. Contextualmente implica (20) y (21):

(20) Beatriz es mas rica que D a v i d . [cierto] (21) Beatriz es mas rica que Fernando. [cierto]

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I l NupucMo (,'Q) m n t u i l u r al Mipuexlo (I/e), y purutn que (JG) r« i n i * Inerte (ciato contra ]nvrtv), (l/e) qticdu c l i in i iudo ile L ninnoli,» del mecanismo deductivo, lo que constituye un tercer efecto contextual . FI supuesto (19) también eleva la fuerza de (17f) y (17g) a cierto, un citano y quinto efecto contextual, respectivamente. Estos dos ult imos efectos son idénticos a los dos ùnicos efectos conseguidos por (18).

Puesto que (19) tiene efectos contextuales mayores que (18), y puesto que ambos requieren exactamente el mismo esfuerzo de procesamiento (dejando de lado, comò ya dijimos, el esfuerzo adicional necesario para ejecutar los efectos contextuales en si mismos), entonces, de acuerdo con nuestra definición, (19) deberia ser mas relevante que (18), lo que resulta intuitivamente correcto.

Supongamos ahora que el oyente haya aceptadò los supuestos expresados por (18) y (19) comò meramente débiles. Nuestra definición predice que, en ese caso, (18) deberia ser mas relevante que (19), invirt iendo el orden anterior. E l oyente, que creia muy débilmente que Beatriz era mas rica que Jorge, veria su creencia ligeramente reforzada de forma independiente de muy débil a débil por la afirmación de (18). D e està forma, (18) conseguirla una minima cantidad de relevancia. Por otra parte, si el hablante expresara el supuesto (19) el oyente no lo creerfa, dado que contradice su firme convicción de que D a v i d es mas rico que Beatriz. E l supuesto (19), entonces, seria eliminado y no conseguirla ninguna relevancia. Es to corresponde a la intuición de que una afirmación inaceptablemente exagerada es irrelevante, mientras que una afirmación modesta y aceptable puede alcanzar alguna relevancia, aunque sólo sea por la mera confirmación de nuestros propios supuestos.

Nótese, no obstante, que el hecho de que se realice una afirmación exagerada puede ser en si mismo un hecho relevante, lo que hace mas dif ic i l manejar las intuiciones sobre estos ejemplos. Por ejemplo, el oyente podria no creer en (19) y, no obstante, hacer el razonamiento de que el hablante tiene que haber tenido alguna razón para creer que Beatriz es rica; entonces, podria considerar esto corno un reforzamiento independiente de sus propios supuestos (17f) y (17g). Para que està linea de razonamiento sea posible, el contexto (17a-g) tendria que enriquecerse y, en cualquier caso, la relevancia se conseguirla no sólo sobre la base del supuesto (19), sino sobre la base del supuesto (22):

(22) E l hablante cree en (19).

Siempre suponiendo que el oyente acepte las afirmaciones del hablante sólo corno débiles, consideremos (23):

(23) Beatriz es mas rica que Pedro, o es mas rica que Jorge.

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supuesto expresado por (23) tendila exactamente el mismo efecto contextual que (18), es decir, reforzaria (17f) de muy débil a débil. N o obstante, conseguirla este efecto con un mayor coste de procesamiento: seria necesario seguir una serie de pasos deductivos para rechazar el primer elemento de la disyunción de (23), que es idéntico a (19), y aceptar corno débil el segundo elemento de la disyunción, que es idéntico a (18). Tras este esfuerzo inicial, el procesamiento de (23) seria el mismo que el de (18). Nuestra definición de relevancia, por consiguiente, predice que (23) deberia ser menos relevante que (18), una predicción que, una vez mas, parece ser intuitivamente correcta 2 .

L a definición (10) de relevancia no permite comparar una pareja cualquiera de supuestos inconexos en un contexto cualquiera. Imaginemos, por ejemplo, un contexto muy amplio y dispar, formado, por ejemplo, por el contenido del Times de està mariana, y dos supuestos que tengan efectos contextuales sustanciales pero completamente diferentes en ese contexto. jQué procedimiento habria que ut i l izar para comparar los efectos contextuales resultantes?

O consideremos (24) y (25):

(24) T u jardin estara precioso en primavera si plantas esas flores tan

bonitas. (25) Se ha dicho muchas veces que el agua clorada es menos agradable

para nadar que el agua de mar.

dQué procedimientos se podrian utilizar para comparar el esfuerzo necesario para procesar estos dos supuestos, ya estén aislados de rodo contexto o dentro de un contexto preseleccionado? Y , en términos mas generales, ìseria posible especificar pienamente dichos procedimientos para evaluar los efectos contextuales, el esfuerzo de procesamiento y la relevancia?

Existe otra forma de plantear bàsicamente la misma pregunta: ^podria definirse la relevancia no sólo corno un concepto comparativo, sino comò un concepto cuantitativo? Nuestra respuesta es que s i , se podria. También es bastante probable que dicha noción cuantitativa de la relevancia tenga algùn interés para los lógicos. N o obstante, no es el t ipo de noción que los psicólogos deben proponerse desarrollar.

E n un nivel abstracto, la noción de relevancia es aplicable no sólo a los seres humanos, sino a cualquier dispositivo de procesamiento de información cuyo objetivo no sea simplemente el de conseguir una meta fija a u n coste fi jo. Por ejemplo, se podria intentar caracterizar la relevancia para un autómata abstracto. Supongamos que nuestro autómata sea capaz de conseguir sólo una clase de efectos contextuales: por ejemplo, implicaciones contextuales. Entonces, los efectos contextuales conseguidos mediante la

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suina de un supuesto a un contexto podriuu meduse cucinando las implicaciones contextuales. También podrian medirse los efectos contex­tuales que implican cambios en el valor de confirmación, siempre y cuando estos valores fueran también cuantitativos, es decir, de la clase preferida por los lógicos.

Supongamos, ademàs, que todas las operaciones de nuestro autómata pudieran analizarse corno combinaciones de operaciones elementales igual de sencillas; en ese caso, el esfuerzo de procesamiento necesario para una determinada tarea, por ejemplo, conseguir un determinado efecto contextual, podria medirse calculando las operaciones elementales que se requieren para elio. O , si el autómata funcionara corno un programa de ordenador, el esfuerzo de procesamiento podria medirse de acuerdo con el t iempo empleado para conseguir un determinado efecto. Entonces se trataria simplemente de decidir, bien de forma arbitraria o bien de acuerdo con unos principios, còrno habria que contrapesar efectos contextuales y esfuerzo de procesamiento, y asi, para este autómata, la relevancia podria definirse en términos cuantitativos.

Las cosas son diferentes cuando se pasa a evaluar los efectos contextuales alcanzados por la mente humana y el esfuerzo de procesamiento necesario para conseguirlos. E n lo que respecta a los efectos contextuales, hemos dicho que se trabaja con valores de confirmación no cuantitativos. Si es asi, entonces esos efectos no pueden medirse. E n lo que respecta al esfuerzo de procesamiento, las perspectivas de una evaluación cuantitativa no son mejores; por ejemplo, no sabemos a qué operaciones elementales se reducen los procesos de pensamiento complejo. L o que si sabemos es que la duración de un proceso mental no es un indicador adecuado de su coste para el organismo: un espacio de tiempo dedicado a una profunda concentración mental requiere un esfuerzo mayor que un espacio de tiempo igual dedicado a sonar despierto relajadamente.

Desde luego, los problemas que plantea medir los efectos contextuales y el esfuerzo de procesamiento no son en absoluto problemas especificos propios de la teoria de la relevancia o de la pragmàtica: afectan a la totalidad de la psicologia. Sin embargo, para la teoria de la relevancia estos problemas adoptan una forma mas especifica. Dentro de la teoria de la relevancia, el problema no es tanto evaluar los efectos contextuales y el esfuerzo de procesamiento desde fuera, cuanto describir de qué forma evalùa la mente sus propios logros y esfuerzos desde dentro, y còrno decide, en consecuencia, proseguir sus esfuerzos o redestribuirlos en diferentes direcciones.

Està seria una posible linea de especulación: los efectos contextuales y el esfuerzo mental, al igual que los movimientos corporales y el esfuerzo muscular, deben causar algùn cambio fisicoquimico sintomàtico. Podriamos

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suponcr que la niente evak'ia sus propios esfuerzos y los efectos de éstos liaciendo un seguimiento de estos cambios. Aunque no tenemos nada que decir de los aspectos neurofisicos o neuroquimicos en este proceso, no se trata de un supuesto sin fundamento. Està hipótesis contrasta con otra opinion posible 3 , segun la cual los efectos contextuales se evaluarian, de hecho, contando las implicaciones contextuales, y el esfuerzo de procesa­miento contando los pasos del proceso inferencial. Existen muchas razones para rechazar està opinion. Contar cada uno de los pasos inferenciales supone anadir una operación a cada uno de ellos, lo que alimentaria considerablemente el esfuerzo implicado en cada proceso mental. Esto, a su vez, resultarla paradójico dado que, supuestamente, la ventaja de evaluar el esfuerzo consiste en que aumenta la capacidad de reducirlo. Ademàs, si la evaluación de los efectos contextuales y del esfuerzo de procesamiento fuera el resultado de un càlculo de este tipo, la gente seria capaz de realizar juicios absolutos y de comparar los efectos contextuales y los esfuerzos de procesamiento implicados en cualquier pareja de ejercicios mentales, aunque no guardaran ninguna relación. Està hipótesis no parece estar corroborada.

Los efectos contextuales y el esfuerzo de procesamiento son dimensiones no representativas de los procesos mentales. Existen independientemente de que el individuo los evaliie conscientemente o no, independientemente de que estén o no conceptualmente representados. E n caso de que estén representados, nuestra opinion es que estàn representados en forma de juicios comparativos. Dichos juicios son intuitivos, y se basan en el seguimiento de parametros fisicoquimicos.

Las personas no sólo tienen intuiciones retrospectivas sobre efectos ya conseguidos y esfuerzos ya realizados, sino también intuiciones prospectivas: es decir, tienen intuiciones sobre el esfuerzo que requeriria una determinada tarea y los efectos que podria producir (de la misma forma que tienen intuiciones sobre el esfuerzo que requeriria u n futuro movimiento corporal y sobre sus posibles efectos). Las intuiciones prospectivas tienen que basarse no en el seguimiento de parametros psicoquimicos, sino en factores que modifiquen sistemàticamente el valor de dichos parame­tros.

Seria bastante fàcil identificar varios factores que nos permitieràn predecir qué información va a tener mayores efectos contextuales. Por ejemplo, en igualdad de condiciones, los supuestos mas fuertes tienen efectos contextuales mayores. De igual forma, una serie de factores podrian permitirnos predecir corno habria que comparar el esfuerzo de procesamiento necesario para realizar dos tareas determinadas. Por ejemplo, procesar mas información en un mismo contexto, o la misma información en un contexto mayor, implica un esfuerzo mayor. Las personas pueden

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sacar provecho de estas capacidades comparaiivas para intentai' nuximi/ur la relevancia de la información que protesali.

iCuàl es el equilibrio que existe entre los dos factores que determinali la evaluación de la relevancia? (Qué esfuerzo vale la pena realizar para obtener qué efectos? E n un sistema puramente formai , se trataria mas de establecer un paràmetro que de descubrirlo. E n un ordenador empleado para obtener un beneficio econòmico, esfuerzo y efecto podrian evaluarse, por ejemplo, en pesetas. E n el caso de los procesos psicológicos el problema no parece plegarse a ninguna solución de caràcter general, aunque, examinàndolo con mas detalle, no tiene p o r qué tener un solución general.

Es extremadamente improbable que la importancia relativa de efecto y esfuerzo se mantenga constante en todas las circunstancias y para todos los individuos. Por ejemplo, los cambios en nuestro estado de atención pueden alterar perfectamente nuestra voluntad de abordar un determinado esfuerzo de procesamiento. Algunas veces, la esperanza de conseguir u n determinado nivel de efecto contextual sera suficiente para motivarnos, otras veces no. Por consiguiente, algunas personas suelen estar mas alerta, y todo lo que tenga algun t ipo de relevancia sera mas relevante para éstas que para otras personas mas apagadas. U n hablante que no sea consciente de la disposición de sus oyentes a este respecto se arriesga a exigirles un esfuerzo demasiado grande o a ofrecerles efectos demasiado pequenos.

Los efectos y el esfuerzo mental son propiedades no representativas de los procesos mentales. La relevancia, que es el resultado de contrapesar efecto y esfuerzo, es también una propiedad no representativa. Es decir, la relevancia es una propiedad que no necesita ser representada, y mucho menos calculada, para poder alcanzarse. Cuando se la representa se la representa en términos de juicios comparativos y de juicios absolutos aproximados (es decir, «irrelevante», «débilmente relevante», «muy rele­vante»), pero no en términos de juicios absolutos exactos, es decir, de juicios cuantitativos.

Puesto que lo que nos interesa es la relevancia corno propiedad psicològica, no hay razón para que nos planteemos corno objetivo una definición cuantitativa de la relevancia. L o que tenemos que hacer es anadir material empirico a nuestra definición comparativa, examinando de qué forma se persigue y se logra la relevancia en los procesos mentales y, en particular, en los procesos de comprensión verbal. Nuestra primera tarea consiste en pasar de una definición de contexto meramente formai a una definición mas empirica, y considerar las implicaciones de este paso.

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.1. 1.1 rnnlt-xlo: {pmlclri minado n clcuido?

Hemos dicho que el contexto que se ut i l iza para procesar nuevos supuestos es esencialmente un subconjunto de los viejos supuestos del individuo con el que se combinan otros supuestos nuevos para producir una serie de efectos contextuales. También hemos propuesto dos criterios para comparar la relevancia de distintos supuestos en un contexto dado. N o obstante, todavia tenemos que enfrentarnos al serio problema de còrno se determina el contexto: còrno se selecciona un determinado subconjunto de los supuestos del individuo. Para facilitar la exposición trataremos este problema haciendo referencia a un caso concreto, el de un oyente que procese un supuesto explicitamente expresado por un hablante. E n la sección 6 generalizaremos nuestra explicación para ocuparnos de los supuestos manifestados mediante cualquier t ipo de estimulo.

E n està sección vamos a analizar varios enfoques que dan por sentado que, en un determinado momento, hay u n solo contexto disponible para el individuo, e intentaremos demostrar que su fallo consiste precisamente en està hipótesis de base. E n la próxima sección sugeriremos una alternativa a este enfoque.

E n muchos de los estudios sobre el tema se da explicita o implicitamente por supuesto que el contexto para la comprensión de un determinado enunciado no es una cuestión de elección; en cualquier punto de un intercambio verbal el contexto se considera corno un contexto dado, univocamente determinado 4 . Ademas, suele suponerse que el contexto està determinado de forma previa, antes del proceso de comprensión. Se considera que el supuesto explicitamente expresado por un enunciado se combina con un contexto que està presente en la mente del oyente al comienzo del acto de enunciación. L a versión mas simple de este planteamiento es la hipótesis de que el contexto para la comprensión de un determinado enunciado es el conjunto de supuestos explicitamente expresados por enunciados precedentes en el mismo diàlogo o discurso. Està primera hipótesis pareceria corroborada por el siguiente intercambio verbal:

(26) (a) Pedro: Estoy cansado. (b) Maria: Si estàs cansado, yo preparare la comida.

Es fàcil imaginar una situación en la que la respuesta de Mar ia resultara intuitivamente relevante. E n un contexto discursivo constituido por el supuesto expresado por Pedro, el supuesto expresado por M a r i a implicarla contextualmente (27) y, gracias a elio, su relevancia quedaria aparentemente explicada:

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l \. T M V V I V I r 1 r

(27) Mar ia prepararà la comida.

N o obstante, consideremos otra versión del diàlogo:

(28) (a) Pedro: Es toy cansado. (b) Maria: Y o preparare la comida.

Intuitivamente, hay muy poca diferencia entre la respuesta de Mar ia en (26) y su respuesta en (28): ambas son relevantes mas o menos de la misma manera. Sin embargo, si el contexto para la comprensión fuera sólo el supuesto explicitamente expresado por Pedro, tendriamos que tratar las dos respuestas de Mar ia de forma completamente diferente. (28b), a diferencia de (26b), no tiene ningùn efecto contextual en ese contexto y , por consiguiente, no deberia ser relevante en absoluto.

Vamos a considerar, entonces, corno segunda hipótesis, la afirmación de que el contexto para la comprensión incluye no sólo todos los supuestos explicitamente expresados por los enunciados precedentes del discurso, sino también todas las implicaturas de esos enunciados. Podemos suponer razonablemente que en una situación en que la observación de Pedro fuera relevante, implicarla algo corno (29):

(29) Pedro quiere que Mar ia prepare la comida.

Si (29) forma parte del contexto, tanto (26b) corno (28b) implican contextualmente (30):

(30) Maria va a hacer lo que Pedro quiere.

De està manera, las dos respuestas son relevantes en este contexto y , ademàs, relevantes de una forma parecida. Aunque (26b) tiene dos implicaciones contextuales mientras que (28b) tiene sólo una, esto se compensa por el hecho de que (26b) tiene una forma lògica mas compiej a que (28b) y necesita un procesamiento mayor. E l hecho de que las dos respuestas tengan intuitivamente una relevancia parecida podria quedar asi fàcilmente explicado.

Consideremos, sin embargo, una tercera versión del diàlogo:

(31) (a) Pedro: Es toy cansado. (b) Maria: E l postre ya està listo. Y o preparare el primer piato.

Ninguna de las hipótesis consideradas hasta ahora puede dar cuenta del hecho de que la respuesta de Mar ia (31b) sea relevante aproximadamente

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dt* la 111ìsi11a m . u i r u qui' sus irspurslas cu las dos m i t r i i o i r * vrisuinrs del diàlogo. (3ll>) no tiene clcctos contextuales en un contexto iortnado l)ien por los supuestos explicitamente expresados previamente en el discurso o bien p o r los supuestos previamente expresados e implicado.s. Para dar cuenta de la relevancia de (31b), el contexto ut i l izado por el oyente tendria que incluir una premisa comò (32):

(32) U n a comida consiste, por lo menos, en un primer piato y un postre.

Anadiendo (32) al contexto, de (31b) podria derivarse la implicación contextual (33):

(33) M a r i a prepararà la comida.

Luego, a partir de (33) y (29) (Pedro quiere que Maria prepare la comida), puede derivarse la implicación contextual (30) (Maria hard lo que Pedro quiere), de la misma manera que podia derivarse en un sentido mas restringido de (26b) o (28b).

Es una cuestión de mero sentido comiin dar por sentado que para procesar la respuesta de Maria (31b) se uti l izarla una premisa contextual corno (32). N o obstante, esto es incompatible con la hipótesis de que el contexto para la comprensión es el conjunto de supuestos expresados o implicados por enunciados previos. L a observación de Pedro de que està cansado no expresa o implica que una comida consista p o r lo menos en un primer piato y un postre. E l supuesto (32) tiene que ser recuperado especificamente de la entrada enciclopedica del concepto de comida.

Entonces, podriamos considerar corno tercera hipótesis la afirmación de que el contexto para la comprensión no consiste sólo en los supuestos expresados o implicados por los enunciados precedentes, sino también en las entradas enciclopédicas ligadas a cualquier concepto que aparezea en dichos supuestos. Por ejemplo, si la observación inicial de Pedro implica que desea que Mar ia prepare la comida, entonces la entrada enciclopèdica del concepto de comida, y en particular el supuesto (32) (una comida consiste en un primer piato y un postre), se anade automàticamente al contexto en el que va a interpretarse la respuesta de M a r i a . C o n està tercera hipótesis queda explicada la relevancia de (31b).

D e todas formas, consideremos una cuarta versión del diàlogo:

(34) (a) Pedro: Estoy cansado. (b) Maria: E l postre ya està listo. V o y a hacer un ossobuco.

Intuitivamente, existe poca diferencia entre la relevancia de la cuarta

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lespuesia de Maria ( Mh), y la dr M I t r u c i a impurità (3ll>). l a l u m i a obvia de cxplicarlo consiste cu stipulici' que ci contexto cu ci que se interpreta (34b) contiene un supuesto corno (35):

(35) U n ossobuco es u n primer piato.

C o n (35) incluido en el contexto , el supuesto explicitamente expresado por la tercera respuesta de M a r i a (31b) («El poscre està listo. Y o preparare el primer piato.») està contextualmente implicado por su cuarta respuesta (34b), que explica la semejanza entre la relevancia de (31b) y de (34b).

Sin embargo, el supuesto (35) pertenece a la entrada enciclopedica de ossobuco. E l concepto de ossobuco no aparecia ni en los supuestos expresados ni en los supuestos implicados por Pedro: es introducido p o r primera vez por la respuesta de Mar ia . Esto no es compatible con la hipótesis de que el contexto para la comprensión consiste en los supuestos expresados o implicados por enunciados.precedentes junto con las entradas enciclopédicas ligadas a todos los conceptos que aparecen en dichos supuestos.

Llegados a este punto, se siente la tentación de formular una cuarta hipótesis para adaptar la cuarta versión del diàlogo: el contexto para la comprensión de un enunciado consiste en los supuestos expresados e implicados por los enunciados precedentes, mas las entradas enciclopédicas ligadas a todos los conceptos que aparecen en cualquiera de dichos supuestos, mas las entradas enciclopédicas ligadas a todos los conceptos que aparecen en el nuevo enunciado. Nótese que, segùn està hipótesis, el contexto, aunque determinado especificamente, no està fijado antes del proceso de comprensión. E n lugar de eso, està cuarta hipótesis implica que una de las etapas preliminares de la comprensión consiste en identificar los conceptos utilizados en el nuevo enunciado y anadir sus entradas enciclopédicas al contexto. E n cualquier caso, seguimos sin poder hablar de elección del contexto.

C o n està cuarta hipótesis, (35) forma parte del contexto en el que se interpreta la respuesta de M a r i a (34b), y la relevancia de su respuesta queda asi explicada.

Consideremos, sin embargo, una quinta versión del diàlogo:

(36) (a) Pedro: Estoy cansado. (b) Maria: E l postre ya està l isto. V o y a preparar la especialidad del

Restaurante C a p r i .

Para establecer la relevancia de la respuesta de Maria (36b) el oyente tendria que acceder en pr imer lugar a la entrada enciclopedica del

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Restaurante Capr i y encontrar que su especialidad cs ci ossobuco, y luogo acceder a la entrada de ossobuco y encontrar que el ossobuco es un primer piato, es decir, el supuesto (35). N o obstante, el concepto de ossobuco no aparece ni en la respuesta de Mar ia ni en los supuestos expresados o implicados por la observación inicial de Pedro. A s i pues, de acuerdo con nuestra cuarta hipótesis, (35) no forma parte del contexto para la interpretación de (36b).

Esto podria llevarnos, si todavia nos quedan fuerzas, a formular una quinta hipótesis: el contexto para la comprensión de un enunciado consiste en los supuestos expresados e implicados por los enunciados precedentes, mas las entradas enciclopédicas ligadas a todos los conceptos que aparecen en dichos supuestos y en el propio enunciado, mas las entradas enciclopédicas ligadas a todos los conceptos que aparecen en los supuestos contenidos en las entradas enciclopédicas previamente aiìadidas al contexto. C o n nuestra cuarta hipótesis se sumaba al contexto un nivel de entradas enciclopédicas, con nuestra quinta hipótesis se suman dos niveles.

Los defectos de està linea de especulación se estàn volviendo cada vez mas patentes. C o n las dos ultimas hipótesis ya hemos dado por sentado que el contexto se llena automàticamente de una enorme cantidad de información enciclopèdica de la que la mayor parte, y a veces la totalidad, no sirve para aumentar los efectos contextuales de la nueva información que està siendo procesada. Puesto que toda ampliación del contexto supone un aumento del esfuerzo de procesamiento, este mètodo de formación del contexto llevaria a una pérdida general de relevancia. Imaginemos, por ejemplo, el siguiente diàlogo:

(37) (a)" Pedro: (Dónde vive Juan? (b) Maria: Juan vive cerca del Restaurante C a p r i .

Si nuestra cuarta hipótesis fuera correcta, el contexto en el que Pedro interpretarla la respuesta de Mar ia tendria que incluir la información de que la especialidad del Restaurante Capr i es el ossobuco. Si nuestra quinta hipótesis fuera correcta, también tendria que incluir la información de que el ossobuco es un pr imer piato. Esto no tendria ninguna uti l idad (en realidad seria una distracción), a la hora de comprender dónde vive Juan.

Ademàs, seria muy fàcil encontrar ejemplos que mostraran que dos capas de información enciclopèdica podrian no ser suficientes. Supongamos que, en respuesta a la observación de Pedro de que està cansado, Mar ia dijera:

(38) E l postre ya està l isto. V o y preparar la especialidad de ese restaurante que està cerca de donde vive Juan.

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Primero, habria que anadir al contexto la entrada enciclopedica de Juan (y la información de que vive cerca del Restaurante Capri) , lo que nos Ilaria anadir la entrada del Restaurante C a p r i (y la información de que su especialidad es el ossobuco). N o obstante, el oyente todavia necesitaria la información de que el ossobuco es un pr imer piato, y esa información se encuentra en la entrada de ossobuco. Para asegurarnos de que la entrada de ossobuco forma parte de un contexto predeterminado y unico, habria que anadir automàticamente tres capas de información enciclopèdica. Otros ejemplos demostrarian que podrian ser necesarias mas y mas capas de información enciclopèdica: pronto se demostraria que el contexto està formado por la totalidad de la memoria enciclopèdica.

Si el contexto incluyera la totalidad del conocimiento enciclopèdico del oyente, pràcticamente cualquier nueva información que un hablante pudiera expresar seria relevante, puesto que pràcticamente cualquier información nueva tendria algùn t ipo de efecto contextual en un contexto tan enorme. Por otra parte, dado el tamano de dicho contexto, se requeriria un enorme esfuerzo de procesamiento, por no hablar del tiempo de procesamiento necesario para lograr esos efectos. Puesto que cuanto mayor es el esfuerzo requerido menor es la relevancia, esto significarla que mientras cualquier información lograria fàcilmente tener relevancia, ninguna información alcanzaria nunca mas que un nivel de relevancia minimo. Por anadidura, los recordatorios no podrian ser relevantes, puesto que un recordatorio, segùn este planteamiento, consistiria meramente en repetir información ya incluida en el contexto. Està claro que no merece la pena proseguir en està linea.

Hasta el momento, hemos aceptado la opinion ampliamente difundida de que el contexto en el que va a interpretarse un supuesto concreto està determinado univocamente. H e m o s visto el contexto o bien corno algo formado antes de que el proceso de comprensión se ponga en marcha, o bien comò una etapa preliminar de dicho proceso. C o m o hemos intentado demostrar, suponer que el contexto es ùnico y predeterminado conduce a resultados absurdos. N o obstante, no hay nada en la naturaleza de un contexto o en la naturaleza de la comprensión que excluya la posibil idad de que la formación de contextos esté abierta a elecciones y revisiones en el curso del proceso de comprensión. E n la próxima sección exploraremos mas profundamente està posibil idad.

4. Selección de contextos

E n la sección anterior hemos hablado del contexto de la comprensión en términos mas bien generales. Vamos a ser ahora mas especificos y

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vainoli .i intentar anadir algùn fluidamente" psicologico a la noción de contexto introducida en el capitulo 2. E l conjunto de supuestos presentes en la memoria del mecanismo deductivo al comienzo de un proceso deductivo puede dividirse en dos subconjuntos propiamente dichos, cada uno de los cuales actùa corno contexto en el que se procesa el otro subconjunto. Hasta aqui, se trata de una propuesta meramente formai. Nos permite distinguir las implicaciones sintéticas cuya derivación implica realmente los dos subconjuntos de supuestos, y describirlas comò implica­ciones contextuales de un subconjunto de supuestos en el contexto del otro. Por consiguiente, puede utilizarse para esclarecer la distinción, mas significativa desde el punto de vista psicològico, entre la información que està en el primer plano de nuestra atención, que suele ser nueva, y la información que se toma en cuenta pero que permanece en el fondo y que suele ser vieja, distinción que, generalmente, suele aplicarse a los procesos inferenciales corrientes.

Nosotros partimos del supuesto de que un paso decisivo en el procesamiento de nueva información, y especialmente de información verbalmente comunicada, es el de combinar dicha información con un conjunto adecuadamente seleccionado de supuestos de fondo (que pasan a constituir el contexto), en la memoria del mecanismo deductivo. Para cada uno de los elementos de la nueva información podrian seleccionarse corno contexto muchos conjuntos de supuestos diferentes procedentes de distintas fuentes (memoria a largo plazo, memoria a corto plazo, percepción). Sin embargo, esto no significa que cualquier subconjunto arbitrario del conjunto total de supuestos de que dispone el organismo pueda convertirse en un contexto. L a organización de la memoria enciclopedica del individuo y la actividad mental en la que està inmerso l imitan la clase de contextos potenciales de la que realmente puede elegirse un contexto en un momento concreto.

Por ejemplo, generalmente se admite que la información enciclopèdica en la memoria a largo plazo està organizada en bloques de algùn tipo. E n la bibliografia especializada, dichos bloques se han tratado bajo el nombre de esquemas, marcos, escenarios y prototipos. Las entradas enciclopédicas que hemos mencionado también son bloques de un tamafio determinado que podrian, a su vez, estar agrupados en bloques mas amplios y contener blo­ques mas pequenos. Parece razonable suponer que las unidades mas peque-iìas que pueden transferirse de la memoria enciclopèdica a la memoria del mecanismo deductivo sean bloques y no supuestos individuales. Por ejemplo, probablemente seamos incapaces de recordar y anadir al contexto la infor­mación de que la especialidad del Restaurante Capri es el ossobuco sin recordar y anadir también otros elementos de información sobre ese restaurante, corno, por ejemplo, que el vino tinto de la casa es un Valpolicella.

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Ademàs, no todos los bloques de información enciclopèdica sou igual de accesibles en un momento dado. N o disponemos de una teoria precisa y bien fundamentada sobre la recuperación de información conceptual, pero se nos ocurren varios supuestos plausibles. Podria muy bien ocurrir, por ejemplo, que la entrada enciclopèdica de u n concepto sólo se vuelva accesible cuando ese concepto aparezea en u n supuesto al que ya se ha tenido acceso. Por ejemplo, podria ser imposible recordar que la especialidad del Restaurante Capri es el ossobuco a menos que estuviéramos ya pensando en ese restaurante (o en el ossobuco). Habrà veces, por consiguiente, en las que està información resuite accesible en un sólo paso, veces en las que resuite accesible en varios pasos (cada uno de los cuales implicarà una ampliación del contexto), y veces en las que el nùmero de pasos implicados harà que en la pràctica esa información resuite inaccesible.

Pensemos en alguien que està a punto de procesar una nueva informa­ción. Todavia tiene en mente algunos de los supuestos que ha estado procesando momentos antes. Las personas no Degan a procesar nueva información con la «mente en bianco»: tienen algùn t ipo de almacén de memoria a corto plazo (o varios almacenes de està clase, o mecanismos funcionalmente equivalentes a almacenes de memoria a corto plazo), cuyos contenidos nunca se borran sin mas, por lo menos no mientras el individuo està despierto.

N o obstante, no basta con senalar que la información puede guardarse de un proceso conceptual para el siguiente; nos gustarla saber qué información se conserva en el almacén de memoria a corto plazo, qué información se transfiere a la memoria enciclopèdica, y qué información se elimina sin mas. A este respecto, no tenemos ni argumentos formales ni pruebas empìricas a favor de ningùn conjunto de hipótesis en especial. N o obstante, en bien de la exactitud y de la claridad, vamos a hacer algunas sugerencias, en particular sobre la memoria del mecanismo deductivo, que son compatibles tanto con lo poco que se sabe hasta ahora corno con la teoria que estamos intentando desarrollar.

A l principio de cada proceso deductivo la memoria del mecanismo deductivo contiene un conjunto inicial de supuestos, es decir, u n conjunto de premisas. A partir de ahi se derivan todas las implicaciones no triviales derivables a partir de este conjunto de premisas y se llevan a cabo todos los reforzamientos que puedan efectuarse. A l final del proceso, si no ha surgido ninguna contradicción, la memoria del mecanismo deductivo contendria todas las premisas originales, probablemente reforzadas, y todas las conclusiones recientemente derivadas. {Qué ocurre ahora con estos supuestos? Nosotros suponemos que todas las implicaciones sintéticas recientemente derivadas, todas las premisas que se han sometido a una regia sintètica y todas las premisas que han sido reforzadas, permanecen

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en la memoria tifi meeamsino deduci ivo. Los dcmas supuestos. que todavia cslàn I M I la niLMiioria del mecanismo deductivo al l inai del proceso deductivo, es decir, las premisas que no han afectado a la deducción ni han sido afectadas por ella, son eliminadas de la memoria. C o n esto no queremos decir, no obstante, que no se conserven durante un tiempo en algùn otro almacén de memoria a corto plazo.

Existen buenas razones para pensar que la memoria del mecanismo deductivo no es el ùnico almacén disponible de memoria a corto plazo. Considérese el hecho de que alguien pueda div id i r su atención entre dos tareas, por ejemplo, mirar la televisión y discutir los asuntos familiares al mismo tiempo. Cuando esto ocurre, parece que el individuo podria estar saltando de uno a otro contexto entre dos contextos completamente diferentes 5. Esto sugiere firmemente la existencia de alguna memoria conceptual a corto plazo diferente de la del mecanismo deductivo, en la que se almacenaria el contexto que temporalmente no està en uso. Vamos a suponer que los supuestos que se borran de la memoria del mecanismo deductivo se conservan durante un cierto tiempo en este t ipo de almacenes de memoria a corto plazo de caràcter general.

P o r consiguiente, los supuestos del proceso deductivo inmediatamente precedente que quedan en la memoria del mecanismo deductivo constituyen un contexto dado de forma inmediata, en el que podria procesarse deductivamente el nuevo elemento de información.

Examinàndolo con mas detalle, un oyente que acabe de interpretar un enunciado y esté a punto de interpretar otro se caracteriza por la siguiente distribución de información: tiene en la memoria de su mecanismo deductivo el conjunto de supuestos que conforman su interpretación del enunciado precedente (incluidas las premisas que han sido efectivamente utilizadas para conseguir dicha interpretación). Otros supuestos que estaban en la memoria de su mecanismo deductivo, pero que no han desempenado ninguna función en la interpretación del enunciado precedente, han sido transferidos ahora a su almacén general de memoria a corto plazo. Siempre en ese almacén, tiene también la interpretación de algunos enunciados anteriores (junto con otros pensamientos y elementos de información a los que podria haber estado prestando atención en un pasado inmediato). Probablemente haya sido transmitida a la memoria enciclopèdica una parte de la interpretación del enunciado precedente y de los enunciados anteriores. Los supuestos que quedan en la memoria del mecanismo deductivo, es decir, la interpretación del enunciado precedente, consti tuyen un contexto dado de forma inmediata en el que podrà procesarse el próximo enunciado.

N o s gustarla puntualizar, sin embargo, que este contexto dado de

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la iàt ier inmedialo es meramente un contexto inieial que puede ampliane en dilerentcs direcciones.

E l contexto puede ampliarse «volviendo atràs en el tiempo» y anadién-dole supuestos empleados o derivados en anteriores procesos deductivos. E l hecho de que dichos supuestos sean fàcilmente accesibles, cosa que introspectivamente y experimentalmente està bien córroborada, es una razón mas para pensar que permanecen durante un cierto t iempo en un almacén general de memoria a corto plazo. E n el caso de la comprensión verbal, el oyente podria tener que incluir en el contexto no sólo la interpretación del enunciado inmediatamente precedente, sino también la interpretación de enunciados que han aparecido anteriormente en el intercambio verbal. Consideremos otra versión del diàlogo entre Pedro y M a r i a :

(39) Maria: Està noche me gustarla cenar ossobuco; ;me muero de hambre! H o y me ha ido muy bien en el juzgado. iQué tal te ha ido a ti?

Pedro: N o tan bien. Demasiados pacientes, y el aire acondicionado se habia estropeado. Estoy cansado.

Maria: ; O h , lo siento! Bueno està bien. L o preparare yo misma.

Para comprender la observación final de Maria , es decir, que «lo» prepararà ella misma, Pedro necesita la información que le ha proporcionado su observación inieial de que le gustarla corner ossobuco. Sin embargo, si nuestras hipótesis anteriores son correctas, la interpretación de Pedro de la observación inieial de M a r i a habrà pasado mientras tanto de la memoria de su mecanismo deductivo a su memoria general a corto plazo. P o r consiguiente, està interpretación tiene que ser transferida otra vez a la memoria del mecanismo deductivo ampliando asi el contexto dado de caràcter inmediato (que consiste en lo que quedaba en la memoria del mecanismo deductivo de Pedro después de haber interpretado la penùltima observación de Mar ia de que stente que haya tenido un mal dia).

U n a segunda forma de ampliar el contexto consiste en anadirle las entradas enciclopédicas (o probablemente bloques mas pequenos de infor­mación enciclopèdica tomados de esas entradas) de los conceptos que ya estàn presentes bien en el contexto o bien en el supuesto que està siendo procesado. H e m o s demostrado la necesidad de tales ampliaciones c o n los anteriores ejemplos (31)-(38). También hemos demostrado que el supuesto de que dichas ampliaciones enciclopédicas se efeetùan automàticamente para todos los conceptos y en todos los casos conduce a un resultado absurdo, y esto lo hemos empleado corno argumento en contra de la opinion de que el contexto està univocamente determinado. P o r otra

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iurte , u i u ve/ t|ue licnins i o n s u l c u d n mie determinai un l o n l e x i u es una cuestión ile elección y lonna parte ilei proteso ile interpretación en si mismo, parece razonablc suponer que dichas ampliaciones se producen sólo cuando parecen necesarias, y sólo entonces.

U n a tercera forma de ampliar el contexto consiste en anadirle informa­ción sobre el entorno inmediatamente observable. Las personas estàn registrando constantemente el entorno fisico, a la vez que llevan a cabo tareas conceptuales que pueden estar parcialmente relacionadas con éste o no estar relacionadas en absoluto. (Dónde se almacena està información registrada de forma subconsciente? U n a vez mas, no lo sabemos, pero podemos especular. T o d a està información se retiene durante u n breve espacio de tiempo en almacenes especializados de memoria perceptiva a corto plazo, de los que una parte de la misma puede transferirse a los almacenes generales de memoria conceptual a corto plazo y a la memoria del mecanismo deductivo. Esto ocurre en particular cuando la interpretación de un enunciado lleva al oyente a seleccionar alguna información ambientai y a anadirla al contexto. Por ejemplo, supongamos que M a r i a , mostrando en la mano un trozo de temerà, le dijera a Pedro,

(40) Si tu estas cansado, yo preparare esto.

Pedro tendra que anadir al contexto alguna descripción del objeto que M a r i a tiene en la mano. L a propia forma del enunciado de Maria constituye u n incentivo para elio: de la misma forma que los pronombres anafóricos, corno «lo» en (39), indican que hay que volver atras en el discurso, los pronombres deicticos, corno «esto» en (40), indican que hay que anadir al contexto información del entorno.

Hasta ahora, hemos sugerido que la elección de un contexto para los procesos inferenciales en general y para la comprensión en particular està parcialmente determinada, en un momento dado cualquiera, por los contenidos de la memoria del mecanismo deductivo (los del almacén general de memoria a corto plazo y los del conocimiento enciclopèdico) y p o r la información que puede extraerse de forma inmediata del entorno fisico. Estos factores no determinan un contexto unico, sino una gama de contextos posibles. iQué determina la selección de un contexto particular dentro de esa gama? Nuestra respuesta es que la selección de u n contexto concreto està determinada por la bùsqueda de la relevancia.

E n una gran parte de la bibliografia pragmàtica se da p o r sentado que los acontecimientos se suceden en el siguiente orden: primero se determina el contexto, luego tiene lugar el proceso de interpretación, y después se evalùa la relevancia. E n otras palabras, la relevancia se considera una variable que ha de evaluarse en función de un contexto predeterminado.

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N o obstante, desile el punto de vista psicològico se irata ile un inoilelo ile comprensión bastante inverosimil . Los seres humanos no se dedicati simplemente a evaluar la relevancia de la información nueva: intentan procesar la información de la forma mas productiva posible, es decir, intentan obtener de cada nuevo elemento de información un efecto contextual tan amplio corno sea posible, con un esfuerzo de procesamiento lo mas pequeno posible. L a evaluación de la relevancia no constituye el objetivo del proceso de comprensión, sino sólo un medio para obtener un fin, y el f in es maximizar la relevancia de cualquier información que se procese.

Si esto es cierto, supone una inversión total del orden de los acontecimientos dentro de la comprensión. N o es que primero se evalùe el contexto y luego se evalùe la relevancia, al contrario: las personas esperan que el supuesto que estàn procesando sea relevante (o, de lo contrario, sencillamente no se molestarian en procesarlo), e intentan seleccionar u n contexto que justifique esa expectativa, un contexto que maximice la relevancia. E n la comprensión verbal en particular, es la relevancia lo que se trata corno algo dado de antemano y el contexto lo que se trata comò una variable 6 . E n està sección hemos examinado còrno se determina el campo de està variable.

Este cambio de perspectiva suscita una pregunta obvia: hemos definido la relevancia corno la relación que existe entre un supuesto dado y u n contexto dado. Pero cuando el contexto no està dado, tal corno nosotros afirmamos que ocurre en la comprensión humana, ^cómo hay que definir entonces la relevancia de u n supuesto? Para responder a està pregunta utilizaremos nuestra definición formai de relevancia en un contexto corno base para una descripción psicològicamente mas apropiada de la relevancia para un individuo.

5. L a relevancia para u n i n d i v i d u o

A l final de cada proceso deductivo el individuo tiene a su disposición un conjunto concreto de contextos accesibles. Este conjunto està parcial­mente ordenado: cada contexto (exceptuando el contexto inieial) contiene uno o mas contextos mas pequenos, y a su vez està contenido (exceptuando los contextos màximos) 7 en uno o mas contextos mas amplios. A s i pues, el conjunto de contextos accesibles està parcialmente ordenado segùn la relación de inclusión. Està relación formai tiene un equivalente psicològico: el orden de inclusión corresponde al orden de accesibilidad. E l contexto inieial o contexto m i n i m o està dado de forma inmediata; a los contextos que incluyen sólo el contexto inieial corno subparte puede accederse en un

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I 1 I I I I l l L I I I I l l 1

sólo paso y, por consiguiente, son los contextos mas accesibles. A los contextos que incluyen corno subparte el contexto inieial y las ampliaciones de primer grado puede accederse en dos pasos y, por lo tanto, son los siguientes contextos mas accesibles, etc. Nótese un punto de cruciai importancia para la teoria de la relevancia: al igual que procesar un elemento de información en un contexto implica un cierto esfuerzo, asi también implica un cierto esfuerzo acceder a un contexto. Cuanto menos accesible sea un contexto mayor sera el esfuerzo que se requiere para acceder a él, y viceversa.

Consideremos un supuesto nuevo A. Este supuesto podria ser relevante en todos o en ninguno de los contextos accesibles para un individuo en un momento dado, dependiendo de si algunos, todos o ninguno de estos contextos contienen ya o implican un ejemplar (token) de A, y de la fuerza relativa de los viejos y los nuevos ejemplares. Pueden distinguirse seis situaciones (la lista no es exhaustiva, pero es suficientemente represen-tativa para nuestro propòsito actual):

(41) (a) A ya està contenido en (o implicado por) el contexto inieial, con una fuerza màxima. Entonces, el nuevo ejemplar de A sera irrelevante en este contexto y también en todos los demàs contextos accesibles, dado que todos los contextos incluyen el contexto inieial. E n està situación, no tiene sentido buscar la relevancia mas alla del contexto inieial, puesto que seria una busqueda improductiva.

(b) A no està contenido en (o implicado por) ninguno de los contextos accesibles; en cualquier caso, A no tiene ningùn efecto contextual en ninguno de ellos. U n a vez mas, por consiguiente, A es irrelevante en todos los contextos accesibles, y no tiene sentido ampliar el contexto inieial en busqueda de la relevancia.

(c) A està contenido en (o implicado por) el contexto inieial y todos los contextos accesibles con una fuerza inferior a la màxima. Entonces, un reforzamiento independiente de A mediante el nuevo ejemplar aseguraria su relevancia en todos los contextos accesibles. E n està situación, una ampliación del contexto quedaria justificada siempre y cuando A tuviera mas efectos contextuales en el contexto extendido que en el contexto inieial, y la ventaja en efectos contextuales no se viera sobrepasada por el mayor esfuerzo requerido para procesar A en el contexto ampliado.

(d) A no està contenido en (o implicado por) ninguno de los contextos accesibles, y tiene algunas implicaciones contextuales en el contexto inieial. Entonces, A sera relevante en todos los contextos accesibles en los que conserve estas implicaciones

1 HO

contextuales. A q u i , una vez mas, una ampliación del contexto quedarà justificada siempre y cuando produzea mayores efectos contextuales, y el aumento en efectos contextuales no se vca sobrepasado por el aumento en el esfuerzo de procesamiento requerido.

(e) A no està contenido en (o implicado por) ninguno de los contextos; no tiene efectos contextuales en el contexto inieial, pero tiene algunos efectos contextuales en algunas ampliaciones del contexto inieial. Entonces, A sera relevante en algunos de los contextos accesibles. E n està situación, no se alcanzarà ninguna relevancia a menos que el contexto se amplie. Las ampliaciones deberian seguir la estructura establecida en (e) y en (d).

(f) A no està contenido en (ni implicado por) el contexto inieial, pero està contenido (con fuerza màxima) en alguno de los contextos accesibles mas amplios; A tiene efectos contextuales en alguno de los contextos en los que no està contenido (que pueden incluir o no el contexto inieial). Entonces, A sera relevante en algunos de los contextos accesibles y su relevancia sera la de un recordatorio, un recordatorio relevante sólo en contextos que no contengan la información en cuestión: su función es la de hacer que està información sea accesible con un menor coste de procesamiento del que seria necesario para obtenerla mediante sucesivas ampliaciones del contexto.

Intuitivamente, corno ilustraremos en breve, un supuesto es relevante para un individuo en las situaciones (41c), (41d), (41e) y (41f). E n las situaciones (41c) y (41d) su relevancia es inmediatamente manifiesta; la diferencia entre las dos situaciones es que la relevancia en (41c) se consigue por reforzamiento contextual , y en (41d) por implicación contex­tual. E n la situación (41 e) se necesita una ampliación del contexto y, por consiguiente, un cierto esfuerzo para extraer su relevancia, pero generalmente este esfuerzo no se realiza de forma consciente y, una vez mas, la relevancia es inmediatamente, o casi inmediatamente manifiesta. E n la situación (4lf) la relevancia es la de un recordatorio y, una vez mas, es inmediatamente manifiesta.

A h o r a podemos dar una definición clasificatoria de la relevancia para un individuo:

(42) Relevancia para un individuo (clasificatoria) U n supuesto es relevante para un individuo en un momento dado si y sólo si es relevante en uno o mas de los contextos accesibles para ese individuo en ese momento.

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n r n n n n n r , rihi Sin embargo, por razones ya expuestas en la sección 2, estamos menos

interesados en una definición clasificatoria de la relevancia que en una definición comparativa. A l igual que hicimos para la relevancia en un contexto, ahora vamos a definir la noción comparativa de la relevancia para un individuo en términos de efecto y esfuerzo. E n lo que se refiere al esfuerzo, lo que hay que tornar en cuenta no es sólo el esfuerzo necesario para procesar u n supuesto en un contexto dado, sino también el esfuerzo necesario para acceder a ese contexto. Para cada uno de los contextos accesibles para un individuo, el efecto y el esfuerzo requeridos y, por consiguiente, la relevancia que se consiga, seran diferentes. De hecho, se puede acceder a un mismo contexto de formas diferentes, lo que implica diferentes grados de esfuerzo y, por tanto, distintos valores de la relevancia. Por consiguiente, podriamos intentar caracterizar la relevancia de un supuesto para un individuo en términos de un conjunto de valores de relevancia, uno para cada posible forma de procesar ese supuesto: es decir, uno para cada posible contexto y para cada posible mètodo de acceder a ese contexto.

N o obstante, el resultado de este engorroso procedimiento tendria poco interés psicològico. Nosotros damos por sentado que un individuo tiende automàticamente hacia la màxima relevancia, y que son las estima-ciones de està màxima relevancia las que afectan a su conducta cognitiva. Conseguir una relevancia màxima implica seleccionar el mejor contexto posible para procesar un supuesto, es decir, el contexto que permita conseguir el mejor equil ibrio posible entre esfuerzo y efecto. E n los casos en que se consigue dicho equilibrio, diremos que el supuesto ha sido procesado de forma óptima. Cuando hablemos de la relevancia de un supuesto para un individuo nos estaremos refiriendo a la relevancia conscguida cuando ha sido procesado de forma óptima. Ahora vamos a dar la siguiente definición:

(43) Relevancia para un individuo (comparativa) Condición de grado 1: U n supuesto es relevante para un individuo en la medida en que los efectos contextuales que se consigan procesàndolo de forma óptima sean amplios. Condición de grado 2: U n supuesto es relevante para un individuo en la medida en que el esfuerzo requerido para procesarlo de forma óptima sea pequeno.

C o m o ocurre con la definición (10) (la definición comparativa de relevancia en un contexto), està definición de relevancia para un individuo no permite establecer comparaciones en todos los casos. Tomemos dos uipticstos que no guardar! ninguna relación, cada uno de los cuales sea

h i I i I . I i I i I i F i F i F relevante para un individuo diferente en un momento diferente: <;es ci supuesto Al mas relevante para Fernando en el momento mi que el supuesto Al para Crist ina en el momento m2? N u e s t r a definición, normalmente, no permite responder a està pregunta, n i hay ninguna razón, desde un punto de vista psicològico, por la que deba hacerlo. Las ùnicas comparaciones de relevancia que desempefian una función psicològica son aquellas que sirven al propòsito de maximizar la relevancia: relevancia para uno mismo o, desde el punto de vista de un emisor, relevancia para el receptor.

Vamos a ejemplificar està definición de relevancia para un individuo con un ejemplo menos fragmentario que los anteriores (si bien sigue estando lejos de la complejidad que tienen los procesamientos de informa­ción en la vida real). Supongamos que se hubiese producido el siguiente intercambio verbal:

(44) Maria: L o que me gustarla cenar està noche es un ossobuco. Pedro: H e tenido un dia muy largo, estoy cansado.

Vamos a suponer que Maria , tras interpretar la ùltima observación de Pedro, tenga en la memoria de su mecanismo deductivo un contexto inieial compuesto por tres supuestos, (45a-c), que sean fuertes pero no seguros:

(45) Contexto inieial (a) Pedro està cansado. (b) Si Pedro està cansado, querrà que M a r i a prepare la cena. (c) Pedro desea que Mar ia prepare la cena.

(45a) es el supuesto expresado por el ùltimo enunciado que hay que procesar; (45b) es una premisa que se combina con (45a) para producir la implicación contextual (45c). Otros supuestos que M a r i a habria podido tener en la memoria de su mecanismo deductivo cuando empezó a interpretar la ùltima observación de Pedro no han producido efectos contextuales y, por consiguiente, han sido borrados al f inal del proceso de interpretación. E n la vida real, el conjunto de supuestos que quedaria en la memoria del mecanismo deductivo de M a r i a tras interpretar la ùltima objeción de Pedro seria seguramente mucho mayor.

Mar ia puede ampliar este contexto inieial anadiéndole varios bloques de información, en particular:

Bloque 1. Información enciclopèdica sobre Pedro, inc luido el supuesto Pedro es cirujano.

Bloque 2. Inlorniación enciclopèdica sobre M a r i a . Bloque Información enciclopedica sobre el preparar la cena, incluida la

idea de mirar en la nevera para ver qué hay disponible, y el supuesto una cena consiste, por lo menos, en un primer piato y un postre.

Bloque 4. Información sobre el entorno fisico que està registrando en ese momento.

Bloque 5. Supuestos procesados en fases anteriores del intercambio verbal, incluido a Maria le gustarla corner ossobuco.

A los bloques 1-5 se puede acceder en u n sólo paso desde el contexto micial. Cada una de estas ampliaciones potenciales hace accesible a su vez oiras ampliaciones. Por ejemplo, la información de que Pedro es cirujano da acceso al bloque 6:

Bloque 6. Información enciclopèdica sobre cinigia.

I.a idea de mirar en la nevera en el bloque 3 da acceso al bloque 7:

Bloque 7. L o que Maria recuerda de lo que hay en la nevera, incluido el supuesto en la nevera hay una mousse de chocolate.

LI concepto de ossobuco que aparece en la sección 5 hace accesible el bloque 8:

Bloque 8. Información enciclopèdica sobre el ossobuco, incluidos los dos supuestos un ossobuco es un primer piato y el ossobuco es un piato de temerà.

A los bloques 6, 7 y 8 se tiene acceso sólo corno resultado de una ampliación de dos grados a partir del contexto inieial (45). Estos supuestos hacen accesibles, a su vez, otros bloques de información. Por ejemplo, al bloque 9 se tiene acceso si es que el concepto de bypass coronario aparece en el bloque 6 (información sobre cinigia):

Bloque 9. Información enciclopèdica sobre el bypass coronario, incluido el supuesto realizar un bypass coronario es agotador.

De igual forma, el bloque 10 se vuelve accesible gracias a la presencia del concepto de mousse de chocolate en el bloque 7:

Bloque 10. Información enciclopèdica sobre la mousse de chocolate, incluido el supuesto una mousse de chocolate es un postre.

IH4

Por supuesto, podria haber mas niveles de ampliación y muchas mas ampliaciones dentro de cada nivel, pero vamos a detenernos aqui y a considerar qué efecto podrian tener en la selección del contexto distintas continuaciones del diàlogo entre Pedro y Mar ia .

Caso A. Supongamos primero que Pedro se detiene después de decir: «Estoy cansado». Entonces Mar ia podria pensar en algo que fuera relevante para ella en el contexto (45); por ejemplo, podria decidir preparar la cena ella misma, lo que contextualmente implica que ella va a hacer lo que Pedro quiere. Està implicación contextual hace que su decisión sea relevante no sólo para ella, sino también para Pedro, de forma que podria decidir informarle de elio y decir,

(46) Maria: Si estàs cansado, yo preparare la cena.

Maria también podria ampliar el contexto hasta incluir el bloque 3 (información sobre preparar la cena) y el bloque 5 (en particular, la información de que le gustarla corner ossobuco). Luego puede derivar muchos mas efectos contextuales a partir de su decisión en forma de decisiones mas especificas sobre qué cocinar, por ejemplo un ossobuco, y sobre los distintos pasos que tiene que dar desde el punto de vista pràctico, corno por ejemplo abrir la nevera, etc.

Este caso tiene implicaciones para la función de la relevancia en los procesos de pensamiento en general, no sólo en la interpretación de enunciados. Cada proceso de pensamiento deja la mente en u n estado que se caracteriza por u n contexto dado inicialmente y posibles ampliaciones. Si estamos en lo ' cierto al suponer que el curso de los pensamientos humanos està dirigido por la busqueda de la màxima relevancia, entonces la mente tendria que intentar extraer de todas las fuentes que tenga a su disposición, incluidas sus propias fuentes internas, la información que tenga la mayor relevancia en el contexto inieial, es decir, que tenga los efectos contextuales mas amplios y requiera el menor esfuerzo de proce­samiento. Dicha información hay que buscarla en ampliaciones accesibles del contexto, independientemente de que involucre a la memoria enciclo­pèdica, al almacén de memoria a corto plazo o al entorno. A s i pues, la teoria de la relevancia proporciona hipótesis sobre la forma corno los pensamientos se siguen unos a otros y sobre los puntos en los que el individuo puede recurrir al entorno, en lugar de dirigirse a sus propios recursos internos, para buscar información relevante.

Caso B. Supongamos que el diàlogo (que, por conveniencia, repetimos con la parte nueva en cursiva) continuara corno en (47):

H n r

(•17) Maria: L o que me gustarla cenar està noche es ossobuco Pedro: H e tenido un dia muy largo. Estoy cansado. Me gustarla que prepararas tu la cena.

L a ùltima observación de Pedro («me gustarla que prepararas tù la cena») adquiere relevancia en el contexto inieial (45a-c) al reforzar la implicación contextual (45c) que Maria habia derivado de su anterior observación («Estoy cansado»). A partir de aqui, el curso de los pensamientos de M a r i a tendria que proceder de la misma forma que si Pedro se hubiese parado tras decir «estoy cansado»: es decir, siguiendo las mismas lineas que hemos considerado en el caso A . La relevancia alcanzada tendria que ser mayor, sin embargo, puesto que todas las conclusiones basadas en la premisa (45c) (Pedro quiere que Maria prepare la cena) se verian reforzadas. Este es u n ejemplo, pues, de la situación (41c): se alcanza cierto grado de relevancia en todos los contextos accesibles mediante el reforzamiento de un supuesto ya existente.

Caso C. Supongamos que el dialogo continuara corno en (48):

(48) Maria: Està noche me gustarla cenar ossobuco. Pedro: H e tenido un dia muy largo. Estoy cansado. Si los dos

estamos cansados, preferirla ir al Restaurante Capri en lugar de tener que preparar la cena.

L a ùltima observación de Pedro tiene una implicación contextual en el contexto (45a-c); implica contextualmente (49):

(49) Si Mar ia està cansada, Pedro preferirla ir al Restaurante C a p r i .

L a ùltima observación de Pedro consigue relevancia en todos los contextos accesibles debido a està implicación contextual. P o r consiguiente, se trata de una ilustración de la situación (41d). A l mismo t iempo, su observación alcanza relevancia en todos los contextos accesibles también de otra forma: contradiciendo y, por consiguiente, eliminando los supuestos (45b) (si Pedro està cansado prefiere que Maria prepare la cena) y (45c) (Pedro quiere que Maria prepare la cena).

L a observación de Pedro también da acceso a un ulterior bloque de información:

lìloque 11. Información enciclopedica sobre el Restaurante C a p r i , incluido ci supuesto la especialidad del Restaurante Capri es el ossobuco.

A h o r a bien, claramente algunas posibles ampliaciones del contexto dismi-nuirian la relevancia general. P o r ejemplo, no se ganaria ningùn efecto contextual con anadir el bloque 6 (información sobre cinigia), y el coste extra de procesamiento conllevaria una pérdida de relevancia. Otras ampliaciones, sin embargo, aumentarian la relevancia. Supongamos, por ejemplo, que el bloque 2 incluyera el supuesto (50):

(50) Maria està cansada.

Si se anade (50) al contexto, contextualmente (51):

la ùltima observación de Pedro implica

(51) A Pedro le gustarla que fueran al Restaurante Capri .

A l anadir el bloque 5, y en particular la informaeión de que a M a r i a le gustarla corner ossobuco, y el bloque 11 (información sobre el Restaurante Capri) , se produce otra implicación contextual:

(52) A Pedro le gustarla i r a un restaurante cuya especialidad es lo que a Maria le gustarla corner.

Esto conduce, a su vez, a muchas mas implicaciones contextuales y reforzamientos en un contexto que contenga información sobre M a r i a y sobre Pedro (y sobre el ossobuco).

Caso D. Supongamos que el diàlogo continuara comò en (53):

(53) Maria: Està noche me gustarla cenar ossobuco. Pedro: H e tenido u n dia muy largo. Estoy cansado. Acabo de hacer

un bypass coronario.

L a ùltima observación de Pedro no es relevante en el contexto inieial (45a-c). Sin embargo, si es relevante en un contexto que se haya ampliado hasta incluir el bloque 9 (información sobre bypass coronarios, incluido el supuesto de que efectuar u n bypass coronario es agotador). Està ampliación, a la que se tenia acceso en tres fases partiendo del contexto inieial, se ha hecho ahora accesible en u n solo paso gracias a la presencia del concepto de bypass coronario en el enunciado de Pedro. E n un contexto que se haya ampliado de està forma, el supuesto de que Pedro acaba de hacer un bypass coronario refuerza contextualmente (45a) (Pedro està cansado) y, debido a elio, consigue relevancia. Se trata, pues, de una ilustración de la situación (41e).

Caso /'.'. Supongamos que el dialogo continuara corno en (54):

(54) Maria: Està noche me gustarla cenar ossobuco. Pedro: H e tenido un dia muy largo. Estoy cansado. Me gustarla que

prepararas tu la cena està noche y, por cierto, hay un postre, una mousse de chocolate, en la nevera.

La primera parte de la ultima observación de Pedro («me gustarla que tu prepararas la cena està noche») es relevante tal comò se ha descrito al discutir el Caso B . Esto deberia conducirnos a anadir al contexto la sección 3 (y, en particular, el supuesto de que una cena consiste por lo menos en un primer piato y un postre), tal corno se ha descrito en la discusión del Caso A . Està ampliación en un paso da acceso con un paso mas al bloque 7 (que contiene la información de que hay una mousse de chocolate en la nevera), que en u n tercer paso darla acceso al bloque 10 (que contiene la información de que una mousse de chocolate es un postre).

De estos supuestos, que estarian disponibles en la memoria del dispositivo deductivo de Mar ia si llevara a cabo la ampliación en tres fases del contexto inieial (45a-c), ella podria deducir que todo lo que tiene que hacer para preparar la cena es preparar el primer piato. La segunda parte de la ult ima observación de Pedro («hay un postre, una mousse de chocolate en la nevera») hace que esa misma conclusión esté disponible sin que ella tenga que ampliar el contexto mas alla del bloque 3. También hace que el bloque 10 (información sobre la mousse de chocolate) sea accesible en un sólo paso, sin que ella tenga que pasar por la sección 7 (el contenido de la nevera).

E l Caso E ilustra la situación (41f), y demuestra cual puede ser la relevancia de un recordatorio. E l esfuerzo necesario para recuperar de la memoria una información relevante puede ser superior al esfuerzo necesario para obtener la misma información a partir de la interpretación de u n enunciado. E n estas circunstancias, un recordatorio resulta relevante. Los efectos contextuales que produce podrian haber sido producidos de otra forma, pero mas despacio y con un coste de procesamiento mayor. P o r otra parte, cuando u n recordatorio llega después de que el contexto haya sido ampliado para incluir la información exacta sobre la que el hablante està intentando llamar la atención del oyente, entonces el esfuerzo adicional necesario para procesar un enunciado que no aporta ningùn nuevo efecto contextual està desperdiciado, y el resultado, mas que de relevancia, es de redundancia.

Los cinco casos discutidos arriba demuestran còrno la noción mas bien abstracta de relevancia en un contexto puede ayudar a construir una

t u o

noción, mas significativa desde ci punto de vista psicològico, de relevancia para un individuo. También demuestran la importancia cruciai que tiene la organización de la memoria enciclopèdica para la busqueda de la relevancia. E n efecto, la relación entre memoria y relevancia es tan estrecha que la teoria de la relevancia podria perfectamente arrojar nueva luz sobre la misma organización de la memoria. P o r ejemplo, la forma en que se secciona la información, en principio , puede favorecer o entorpecer la busqueda de la relevancia; probablemente las formas de seccionamiento que tienden a predominar son las que ayudan, y no las que entorpecen. Por el contrario, la busqueda de la relevancia puede conducir a una construcción mas rapida y al enriquecimiento de bloques con unas caracteristicas determinadas.

E n està sección hemos definido y ejemplificado una noción de lo que es la relevancia para un individuo. H e m o s hecho esto con la intención de acercarnos mas a una noción psicològicamente adecuada de la relevancia, que pueda utilizarse para describir y explicar la comprensión verbal y otros procesos cognitivos. Hasta el momento hemos tratado la relevancia corno una propiedad de los supuestos. E n particular, hemos equiparado la relevancia de un enunciado con la relevancia del supuesto explicitamente expresado por dicho enunciado. Sin embargo, los oyentes no se l imitan a captar los supuestos expresados por un enunciado. Hablando en términos mas generales, los individuos no se l imitan a captar supuestos de su entorno. E n ambos casos, existe u n complejo proceso cognitivo que requiere un esfuerzo mental.

A la inversa, un comunicador no puede ofrecer directamente un supuesto a una audiencia. T o d o lo que un hablante o cualquier otro t ipo de comunicador puede hacer es ofrecer un estimulo con la esperanza de que, al ser percibido por los miembros de la audiencia, provoque una modificación del entorno cognitivo de està y desencadene algunos procesos cognitivos. Para la audiencia, inicialmente un estimulo es sólo un fenòmeno entre muchos otros, es decir, no es sino un rasgo perceptible del entorno fisico. Sólo se vuelve identificable comò estimulo cuando es reconocido corno un fenòmeno designado para alcanzar determinados efectos cognitivos.

<:A qué fenómenos presta atención el individuo? ( C o m o se las arregla para procesar la información que hacen manifiesta? Queremos afirmar que tiende a prestar atención a los fenómenos que son relevantes y a procesarlos para maximizar la relevancia. N o obstante, para hacer esto tenemos que caracterizar la relevancia no sólo corno una propiedad de los supuestos que hay en la mente, sino también corno una propiedad de los fenómenos (estimulos: por ejemplo, enunciados) que hay en el entorno, que conducen a la construcción de supuestos. Esto es lo que haremos en la próxima sección.

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6. L a relevancia de fenómenos y est imulos

E l entorno cognitivo de u n individuo es el conjunto de todos los hechos que son manifiestos para él. U n fenòmeno afecta al entorno cognitivo al hacer manifiestos o mas manifiestos ciertos hechos. E n consecuencia, el individuo puede representarse mentalmente estos hechos corno supuestos fuertes o mas fuertes y, tal vez, utilizarlos para derivar otros supuestos que no corresponden a hechos reales pero que, a pesar de elio, también son manifiestos para él (ver capitulo 1, sección 8).

U n fenòmeno puede hacer manifiesta una gran cantidad de supuestos. Sin embargo, esto no quiere decir que el individuo vaya a construir realmente alguno, y tanto menos la totalidad, de esos supuestos. E n la casa se perciben los olores habituales: el individuo no les presta ninguna atención y no establece ningùn supuesto sobre ellos. A h o r a supongamos que haya un inequivoco olor a gas. Es probable que el individuo construya los supuestos (55) y (56):

(55) Huele a gas. (56) H a y un escape de gas en algùn lugar de la casa.

Es menos probable que construya el supuesto (57), aun cuando también se ha vuelto manifiesto:

(57) L a compania del gas no està de huelga.

jPor qué construye unos supuestos y no otros? E n primer lugar, hay ciertos supuestos que no puede evitar construir en un determinado entorno cognitivo. Pensemos, por ejemplo, en la percepción auditiva: la facultad de la percepción auditiva maneja un gran nùmero y una gran variedad de ruidos, de los que pocos alcanzan el nivel de atención. Es decir, pocos conducen a la construcción y manipulación de representaciones conceptuales por parte de los procesos centrales de pensamiento. Los mccanismos de la percepción auditiva actùan corno un f i l tro , procesando y seleccionando la mayoria de la información acùstica a nivel subconsciente. Kstos fenómenos procesados a nivel subconsciente pueden captar la atención del individuo, pero sólo cuando los procesos centrales de pensamiento se vuelven hacia los mecanismos perceptivos para obtener información sobre esos fenómenos.

Sin embargo, algunos fenómenos acùsticos captan automàticamente la atención, suscitati automàticamente supuestos e inferencias a nivel concep­tual. Los mccanismos perceptivos estàn organizados de forma que permiten que ciertos tipos de fenómenos actùen sobre los procesos centrales de

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pensamiento. Probablemente, algunos de estos tipos de fenómenos mas favorecidos estén determinados de forma innata: por ejemplo, la atención que se presta automàticamente a cualquier fuerte ru ido repentino ha contr ibuido a la supervivencia de las especies y es, presumiblemente, un resultado de la selección naturai.

Otros tipos de fenómenos captan la atención corno resultado de alguna forma de aprendizaje. E l llanto de un bebé concreto, aunque apenas resuite audible, captarà la atención de los padres. U n o lor a gas captarà la atención del usuario de gas: una vez que el individuo haya ol ido el gas no podrà evitar establecer el supuesto (55), es decir, el supuesto de que se percibe dicho olor. E l filtrado y la eliminación automàtica de algunos fenómenos y la captación automàtica de la atención p o r parte de otros puede considerarse comò un mecanismo heuristico dir ig ido a maximizar la eficacia cognitiva. E n general, los fenómenos con menos probabilidades de ser relevantes son los que son eliminados, y los que tienen mas posibilidades de ser relevantes son los que captan la atención. E n otras palabras, los mecanismos perceptivos y la importancia perceptiva en si misma estàn orientados hacia la relevancia.

E l supuesto (56), el supuesto de que existe una fuga de gas, es una implicación contextual del supuesto (55) en un contexto que contenga información enciclopèdica de caràcter corriente sobre los usos domésticos del gas. Queremos sugerir que el supuesto (56) se establece en un intento de maximizar la relevancia del supuesto (55); de hecho, resulta particular-mente ùtil a este respecto, puesto que da fàcil acceso a muchos otros efectos contextuales. Precisamente porque el procesamiento de (55) està regido por la busqueda de la relevancia, hay pocas probabilidades de que se establezca el supuesto (57). E l esfuerzo de procesamiento necesario para derivar (57) es mayor que el esfuerzo necesario para derivar (56) y, ademàs, (57) no conduce a ningùn efecto de riqueza contextual que pueda conseguirse con un bajo coste de procesamiento.

U n fenòmeno puede procesarse de forma mas o menos eficaz, depen-diendo de cuales de los supuestos que pone de manifiesto, si es que hay alguno, se construyen realmente. Para algunos fenómenos, el mejor camino consiste en filtrarlos a nivel perceptivo; para otros, consiste en representarlos conceptualmente y procesarlos en u n contexto enciclopèdico rico en datos. L a noción de relevancia puede asi extenderse de forma bastante sencilla a los fenómenos:

(58) Relevancia de un fenòmeno (clasificatoria) U n fenòmeno es relevante para un individuo si y sólo si uno o mas de los supuestos que pone de manifiesto son relevantes para él.

La definición comparativa es igual de sencilla. C o m o de costumbre, vamos a definir la noción comparativa de relevancia en términos de efecto y esfuerzo. E n este caso, lo que hay que tornar en consideración en lo que se refiere al esfuerzo no es sólo el esfuerzo necesario para acceder al contexto y procesar un supuesto dentro de él, sino también el esfuerzo necesario para construir dicho supuesto. L a construcción y el procesamiento de distintos supuestos implicarsi distintos efectos y distintas cantidades de esfuerzo y, por consiguiente, distintos grados de relevancia. Por razones que ya se discutieron en ia pasada sección, vamos a caracterizar la relevancia de un fenòmeno para un individuo corno la relevancia que se consigue cuando dicho fenòmeno es procesado de forma óptima 8 .

A continuación, damos la definición de:

(59) Relevancia de un fenòmeno (comparativa) Condición de grado 1: U n fenòmeno es relevante para un individuo en la medida en que los eiectos contextuales que se consiguen cuando es procesado de forma óptima son amplios. Condición de grado 2: U n fenòmeno es relevante para un individuo en la medida en que el esfuerzo requerido para procesarlo de forma óptima es pequeno.

U n estimulo es un fenòmeno designado para conseguir efectos cogni­tivos. Por consiguiente, la relevancia es para u n estimulo lo mismo que para cualquier otro fenòmeno, y las definiciones (54) y (55) pueden aplicarse directamente. Hemos sostenido que el procesamiento de los fenómenos én general, y por consiguiente de los estimulos en particular, està ajustado para maximizar la relevancia. P o r consiguiente, alguien que quiera conseguir un efecto cognitivo especifico debe intentar producir un estimulo que, en caso de ser óptimamente procesado, consiga exactamente el efecto pretendido. Este efecto puede conseguirse bien a nivel consciente o a nivel subconsciente. Cuando un nino quiere que sus padres se preocupen por él, la via mejor puede ser la de fiorar de una forma manifiestamente sincera: esto captarà la atención de los padres, y el supuesto mas relevante sera que al nino le pasa algo. Por otra parte, supongamos que Pedro quiere que Mar ia se sienta estimulada por el masculino aroma de su loción para después del afeitado, pero teme que se eche atras si adivina su intención. Su mejor elección seria la de utilizarla con moderación, ya que un olor demasiado fuerte podria llamarle a ella la atención y hacer su intención demasiado manifiesta.

L p que nos interesa aqui son los estimulos uti l izados para conseguir efectos cognitivos mas bien sutiles: estimulos empleados para hacer una intención informativa mutuamente manifiesta. Los estimulos ostensivos,

corno vamos a denominarlos, tienen que satisfacci" dos condiciones: primero, tienen que atraer la atención del oyente, y segundo, tienen que enfocarla hacia las intenciones del emisor.

L a comunicación ostensivo-inferencial no puede producirse de forma subconsciente; implica necesariamente la construcción de representacioncs conceptuales y la puesta en marcha de procesos del pensamiento centrai. Està es la razón de que la mayoria de los estimulos empleados en la comunicación ostensiva sean estimulos que captan la atención: suelcn implicar fuertes ruidos repentinos, corno un grito o el t imbre de una puerta; llamativos estimulos visuales, corno agitar una mano; destellos de luz o carteles de colores brillantes, o vigorosos estimulos tàctiles, corno dar una palmada en la espalda o agarrar por un brazo. Pero los mas importantes de todos, los enunciados pronunciados en nuestra propia lengua, actuan automàticamente sobre la atención: si pueden oirse Clara-mente, es casi imposible filtrarlos comò ruido de fondo. Sólo en los casos en que el oyente pueda prestar atención al estimulo ostensivo p o r propia voluntad, corno usted està haciendo en este momento, es cuando los estimulos (corno, por ejemplo, pequenas marcas negras sobre papel bianco) pueden tener un escaso poder de atracción.

L a segunda condición que deben cumplir los estimulos ostensivos es la de enfocar la atención del oyente hacia las intenciones del emisor. Es decir, el supuesto de que el estimulo es ostensivo tiene que ser a la vez suficientemente manifiesto y suficientemente relevante para que pueda conducir a un procesamiento óptimo. Està condición suelen cumplir la generalmente los estimulos que por una parte captan la atención, y por otra son irrelevantes a menos que se los trate comò estimulos ostensivos. Esto es claramente cierto en el caso de las senales codificadas que se ut i l izan en la comunicación ostensiva, en particular en el caso de los enunciados lingiiisticos, que de no ser tratados comò estimulos ostensivos serian meros ruidos o marcas sobre papel totalmente irrelevantes. También es cierto en el caso de los estimulos ostensivos no codificados.

U n estimulo ostensivo no codificado puede ser un movimiento del cuerpo totalmente corriente con poca relevancia intrinseca, que se realiza con una rigidez artificial a la vez que llamativa: por ejemplo, corno cuando Pedro se echa hacia atras ostensivamente para que Maria pueda ver llegar a Guil lermo (ver capitulo 1, sección 9). También puede ser una forma de mimica: por ejemplo, Maria podria imitar el acto de conducir para comunicar a Pedro que quiere irse de la fiesta. L o que este tipo de actos pone de manifiesto tiene, en su mayoria, una relevancia escasa o nula. Supongamos que alguien haya hecho un movimiento corporal bastante corriente: ^y qué? Los linicos supuestos relevantes que pone de manifiesto este t ipo de conducta son supuestos sobre la intención informativa del individuo.

l'I mejor estimulo ostensivo puede resultar completamente irrelevante si no se lo interpreta corno tal. Consideremos un caso en el que un estimulo intrinsecamente de gran relevancia sea uti l izado (o mal util izado) ostensivamente. Supongamos, por ejemplo, que alguien que supuestamente tuviera los brazos paralizados imitara el acto de conducir : entonces, el hecho de que esa persona pudiera mover los brazos tendria una relevancia tan grande, comparado con cualquier otra cosa que esa persona haya querido comunicar, que su intención informativa podria pasar inobservada. O , por poner un ejemplo politico, los actos de terrorismo ideados para dar publicidad a una causa tienen tantas implicaciones importantes que no guardan relación con la intención informativa de los terroristas que rcsultan mucho mas eficaces a la hora de atraer la atención del pùblico que a la hora de transmitir el mensaje pretendido.

Sin embargo, no basta con que el estimulo ostensivo atraiga la atención y la enfoque hacia las intenciones del emisor. También tiene que revelar las intenciones del emisor. (De qué manera? Nosot ros sostenemos que lo que es determinante en este punto es que el estimulo ostensivo llega con lo que podriamos Uamar una garantia de relevancia. E n general, no hay garantias de que un fenòmeno vaya a resultar relevante: algunos fenómenos no son relevantes en absoluto y, por consiguiente, no merece la pena procesarlos a nivel conceptual. Otros pueden ser altamente relevantes, y pueden dar lugar a toda una sucesión de pensamientos. N o puede haber expectativas de relevancia a priori para los fenómenos en general.

E n el caso concreto de los estimulos ostensivos, la situación es bastante diferente. A l emitir un enunciado el hablante solicita la atención del oyente: al solicitar su atención està sugiriendo que su enunciado es suficientemente relevante corno para que merezea la pena dedicarle esa atención. Esto no sólo puede aplicarse al habla, sino a todas las formas de comunicación ostensiva. Los estimulos ostensivos producen esperanzas concretas de relevancia, de una relevancia que puede lograrse una vez que la intención informativa del emisor haya sido reconocida. E n la sección siguiente desarrollaremos està idea y la formalizaremos en u n principio de relevancia. Posteriormente, en la ùltima sección de este capitulo, demos-traremos còrno el principio de relevancia puede explicar la comunicación ostensivo-inferencial.

7. V.\o de relevancia

l'inalizàbamos el capitulo 1 con la siguiente definición de la comunica­ción ostensivo-inferencial:

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(60) E l emisor produce u n estimulo que hace mutuamente manifiesto para el emisor y para el oyente que, mediante dicho estimulo, el emisor tiene intención de hacer manifiesto o mas manifiesto para el oyente un conjunto de supuestos [/].

C o m o ya dijimos, està definición no explica còrno funciona la ostensión, es decir, còrno el estimulo ostensivo hace manifiesta la intención informativa del emisor. Y a indicamos que la respuesta a està pregunta habia que buscarla en u n pr inc ipio de relevancia, pero que dicho principio no resultarla realmente explicativo mientras la propia noción de relevancia no se hubiese definido explicitamente. U n a vez hecho esto, ahora ya podemos regresar al principio de relevancia.

Para tener éxito, un acto de comunicación ostensiva tiene que atraer la atención del oyente. E n este sentido 9 , un acto de ostensión es una solicitud de atención. Si alguien nos pide que nos comportemos de una cierta manera, bien fisica o cognitivamente, està sugiriendo que tiene buenas razones para pensar que al acceder a su petición tal vez vayamos a actuar en nuestro propio interés, a la vez que en el suyo. Està sugerencia puede carecer de fundamento o haberse hecho de mala fe, pero no puede cancelarse por completo. E n el momento en que se ha realizado una solicitud, el solicitante tiene que haber supuesto que el solicitado tendra algùn motivo para acceder a ella. Incluso un chantajista tiene que hacer que para su vict ima cooperar parezea preferible a negarse. De igual forma, cuando un hombre que se està ahogando pide ayuda, la ùnica posibilidad que tiene es que algùn transeunte considere que ayudarle es moralmente preferible, aunque fisicamente incòmodo.

Por poner un ejemplo menos dramatico, el anfitrión que dice a sus invitados que coman està sugiriendo automaticamente que lo que les està ofreciendo es comestible y , por tanto, que merece la pena comerlo. De igual forma que para dar de corner a alguien normalmente se requiere la participación del receptor en forma de un apropiado comportamiento corporal, la comunicación ostensiva requiere la participación del receptor en forma de un apropiado comportamiento cognitivo y, en particular, en forma de atención. Si M a r i a solicita la atención de Pedro senalàndole algo en el paisaje, o mostrandole algo para que lo vea, o hablando con él, Pedro tendrà razones para suponer que el estimulo que le està siendo presentado sera relevante para él o, por lo menos, que ella tiene razones para pensar que lo es. Si ella le indica algo para que piense en elio, debe creer que él lo encontrarà interesante.

Por consiguiente, existe una diferencia sustancial entre la actitud mental con la que el individuo se enfrenta a un estimulo ostensivo dirigido a él y la actitud mental con la que se enfrenta a otros fenómenos.

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Cuando se ocupa de otros fenómenos puede tener alguna esperanza de relevancia: si tales esperanzas no tuvieran ningùn tipo de garantia, entonces no tendria sentido dedicarles ninguna atención. N o obstante, el hecho de que estas esperanzas resulten justificadas depende de varios factores, de los que la mayoria escapa al control del individuo, y de los que probablemente ni siquiera sea consciente. L o que hace que estas esperanzas sean razonables es que los seres humanos tienen una serie de procedimientos heuristicos, algunos de ellos innatos y otros desarrollados a través de la experiencia, dirigidos a identificar fenómenos relevantes. A u n asi, a veces las esperanzas de relevancia resultan injustificadas, y cuando son justificadas lo son en mayor o menor medida. N o puede haber unas expectativas generales de un nivel de relevancia estable y satisfactorio.

C o n u n estimulo ostensivo, por el contrario, el destinatario puede tener no sólo esperanza, sino también expectativas de relevancia bastante precisas. Es manifiesto que un acto de comunicación ostensiva no puede tener éxito a menos que el oyente preste atención al estimulo ostensivo. Es manifiesto que las personas prestan atención a un fenòmeno sólo si les parece relevante para si mismas. Por consiguiente, es manifiesto que u n emisor que presenta un estimulo ostensivo debe querer que le parezea relevante a su oyente, es decir, debe querer hacer manifiesto para el oyente que el estimulo es relevante. Anadiendo una capa de mutualidad a està exposición, vamos a suponer que no sea meramente manifiesto sino mutuamente manifiesto para el emisor y el oyente que se està mostrando un estimulo ostensivo. Entonces no sera meramente manifiesto, sino mutuamente manifiesto que el emisor debe querer que el estimulo le parezea relevante al oyente, es decir, que debe querer que sea manifiesto para el oyente que el estimulo es relevante. De acuerdo con nuestra definición de comunicación ostensivo-inferencial, esto equivale a decir que un emisor ostensivo comunica necesariamente que el estimulo que està ut i l izando es relevante para el oyente. E n otras palabras, un acto de comunicación ostensiva comunica automàticamente una presunción de relevancia.

(Cuàl es exactamente el contenido de la presunción de relevancia comunicada por un acto de comunicación ostensiva? C o m o hemos dicho, lo que se comunica es que, por cuanto se le alcanza al emisor, el estimulo ostensivo es suficientemente relevante corno para merecer la atención del oyente. N i n g u n a garantia inferior a està servirla. Pero la presunción de relevancia es todavia mas especifica. La relevancia de un estimulo està determinada por dos factores: el esfuerzo necesario para procesarlo de forma óptima y los efectos cognitivos que se cortsiguen mediante ese procesamiento óptimo. Queremos afirmar que la presunción de relevancia es difercntc cn lo que respecta al efecto y en lo que respecta al esfuerzo.

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E n lo que respecta al efecto, lo que se presume es que el nivel de efectos conseguibles nunca sera inferior al necesario para hacer que merezea la pena procesar el estimulo; en lo que respecta al esfuerzo, es que el nivel de esfuerzo requerido nunca sera mayor que el necesario para conseguir dichos efectos.

E l emisor tiene intención de comunicar un conjunto de supuestos {/}. Por supuesto, al destinatario le interesa que (/] sea la información mas relevante de que dispone el emisor. S in embargo, aquf los intereses de emisor y destinatario no tienen por qué coincidir: el emisor podria querer conservar para si mismo la información mas relevante de que dispone, o podria tener razones propias para comunicar una información que sea menos relevante. U n emisor no desea comunicar cualquier conjunto arbitrario de supuestos, sino u n determinado conjunto de supuestos {/) que puede tener razones propias para querer transmitir. N o obstante, puesto que necesita la atención del destinatario, no puede sino comunicar que {/j es suficientemente relevante corno para que merezea la pena procesar el estimulo del que puede infense {i}. E n lo que respecta al efecto, por consiguiente, lo que hay es una presunción de idoneidad.

Para conseguir que se cumpla su intención comunicativa, el emisor tiene que elegir, de entre una gama de estimulos diferentes, aquél que haga mutuamente manifiesta su particular intención informativa. Damos por supuesto que eliminarà todos los estimulos que requieran demasiado esfuerzo por su parte (por ejemplo, dibujar un mapa cuando basta con una indicación verbal), o que encuentre objetables (por ejemplo, porque determinadas reglas culturales prohiban el uso de ciertas palabras). E n la mayoria de los casos esto seguirà dejando una amplia gama de estimulos posibles. A l destinatario le interesa que el emisor elija el estimulo mas relevante de toda la gama, es decir, aquél que exija el menor esfuerzo de procesamiento. A q u i los intereses de emisor y destinatario si coinciden: al emisor, a menos que esté f ingiendo, le interesa ser comprendido y, por consiguiente, le interesa facilitar la comprensión para el destinatario todo lo que sea posible. U n destinatario que dude de que el emisor haya elegido el estimulo mas relevante compatible con su intención comunicativa y su intención informativa, es decir, u n oyente que crea que se estàn dirigiendo a él con una deliberada e innecesaria falta de claridad, podria dudar de que realmente se pretenda establecer una verdadera comunicación, y podria negarse justificablemente a realizar el esfuerzo de procesamiento requerido. T o d o esto es mutuamente manifiesto; por consiguiente, es mutuamente manifiesto que el emisor quiere que sea manifiesto para el destinatario que ha elegido el estimulo mas relevante capaz de cumplir sus intenciones. En lo que respecta al esfuerzo, p o r consiguiente, la presunción es mas que de mera idoneidad.

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Se presumirà la existencia de un nivel de relevancia que tome en cuenta los intereses tanto del emisor corno del oyente. Vamos a darle el nombre de relevancia óptima. A h o r a podemos describir la presunción de relevancia óptima comunicada por todo acto de comunicación ostensiva:

(61) Presunción de relevancia óptima (a) E l conjunto de supuestos (/] que el emisor desea hacer manifiesto

al destinatario es suficientemente relevante comò para que al destinatario le merezea la pena procesar el estimulo ostensivo.

(b) E l estimulo ostensivo es el mas relevante que el emisor podria haber ut i l izado para comunicar {/).

Y aqui està el pr incipio de relevancia:

(62) Principio de relevancia T o d o acto de comunicación ostensiva comunica la presunción de su propia relevancia óptima.

Vamos a comentar ahora el principio de relevancia formulando y contestando una serie de preguntas especificas.

^ Puede aplicarse el principio de relevancia a todas las formas de comunicación?

N o : sólo se aplica a la comunicación ostensiva, no a la comunicación codificada directa. P o r ejemplo, de un empleado de telégrafos que comunica mensajes mediante el metodo de codificación se espera que los codifique con precisión, pero no se espera que produzea ningùn estimulo particularmente relevante.

jPara quién se supone que tiene que ser relevante el estimulo cuando no hay un destinatario definido?

Los destinatarios de un acto de comunicación ostensiva son los individuos cuyo entorno cognitivo està intentando modificar el emisor. Puede tratarse de individuos especificos, corno cuando Maria se dirige a Pedro, o de individuos que correspondan a una determinada descripción, corno cuando nosotros dirigimos el presente parrafo a todos los individuos que hayan lcido ci l ibro hasta este punto y lo hayan encontrado relevante. En la comunicación de masas un estimulo puede incluso estar dirigido a

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cualquiera que lo encuentre relevante. E n esc caso, ci emisor està comunicando su presunción de relevancia a cualquiera que desee considerarla.

j Hasta qué punto es fiable la presunción de relevancia?

C o m o todos sabemos, el mundo està lleno de pelmazos. E l principio de relevancia no dice que los emisores produzean necesariamentc estimulos óptimamente relevantes, dice que necesariamente quieren que el destinatario crea que lo hacen. También las personas mas pesadas quieren manifiesta mente que sus oyentes crean que merece la pena escucharlas.

L a presunción de relevancia comunicada por u n enunciado no tiene por qué aceptarse corno verdadera. Puede que el emisor no consiga alcanzar la relevancia, o puede que el destinatario dude de que el emisor sea capaz de ser relevante. Sin embargo, de la presunción de relevancia se desprende la presunción, mas fiable, de que se ha intentado, si es que no se ha conseguido, ser relevante. U n emisor que no consiga hacer manifiesto para sus oyentes que està siendo óptimamente relevante puede, sin embargo, conseguir hacer manifiesto que està intentando ser óptimamente relevante. N o obstante, hay que considerar que la comunicación ostensiva comunica algo mas que una mera presunción de intento de relevancia. Puede que el destinatario desee creer que el emisor ha intentado ser relevante con todas sus fuerzas, pero si, ademàs, cree que no lo ha conseguido en abspluto, no le prestarà atención. A s i que, por mucho que dude de si mismo, un emisor debe intentar hacer manifiesto para ci destinatario que su estimulo ostensivo es suficientemente relevante.

gSe pretende afirmar que todos los emisores ostensivos INTENTAN, por lo menos, ser óptimamente relevantes?

Esto no se desprende del principio de relevancia. E n principio, un emisor puede comunicar su presunción de relevancia con mala fe, de la misma forma que puede comunicar de mala fe cualquier supuesto. N o obstante, suele ser cierto que los emisores ostensivos intentan ser óptima­mente relevantes. Cuando los destinatarios se sienten defraudados en sus expectativas de relevancia, muy raramente consideran corno una posible explicación el hecho de que el emisor no esté intentando realmente scr óptimamente relevante. Seria comò suponer que el supuesto emisor cn realidad no està dirigiéndose a ellos, y que, a lo mejor, n i siquiera se està comunicando. Està situación poco frecuente queda ejemplificada por el caso de las maniobras obstruccionistas en el parlamento inglés.

Los obstruccionistas hacen largos discursos ante una asamblea con ci mero propòsito de retrasar el procedimiento de sus funciones. Todos los

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rasgos habituales de la comunicación verbal estàn presentes en sus cliscursos y son incluso sobresalientes, salvo uno: no hay ningùn intento de alcanzar la relevancia óptima. Aunque lo intentaran, los obstruccionistas no pueden tener ninguna esperanza de seguir siendo relevantes durante las muchas horas, o incluso dias, que puede durar una maniobra obstruccionista. Por tanto, no mantienen la atención del oyente n i , incluso, lo intentan siquiera. L o que hacen los obstruccionistas jes comunicar, aun de forma imperfecta, o meramente fingir que comunican? Para los supuestos desti­natarios, por lo menos, està claro que sólo se trata de una farsa de comunicación, y que no se estàn dirigiendo a ellos realmente. Es corno descubrir que tu anfitrión està poniendo delante de t i cosas cuya comestibilidad ni siquiera se ha preocupado por comprobar, lo que equivale a descubrir que sólo finge darte de corner.

Cuando no se consigue ningùn nivel de relevancia satisfactorio existe un supuesto mas probable, y es que el emisor haya intentado ser óptimamente relevante pero no lo haya conseguido. Los emisores corren riesgos y a veces fallan, y los destinatarios esperan que tales fallos ocurran de vez en cuando. Por ejemplo, si Mar ia sabe que Pedro compra todos los libros de Iris M u r d o c h y ve que estàn poniendo el u l t i m o en el escaparate de la libreria del barrio, seria perfectamente razonable que le dijera a Pedro:

(63) E l nuevo libro de Iris M u r d o c h ya està en las librerias.

Podria resultar que Pedro ya tuviera esa información, en cuyo caso el enunciado (63) seria, de hecho, irrelevante para él. N o obstante, de todas formas habria sido perfectamente apropiado, ya que la presunción de relevancia se habria comunicado en buena fe, desde el momento que Maria , por lo menos, habria intentado ser óptimamente relevante. Ademàs, habria corrido un riesgo razonable: valia la pena correrlo con la esperanza de que si hubiese tenido éxito habria alcanzado un alto nivel de relevancia para Pedro.

L a cantidad de esfuerzo que el destinatario puede esperar que el e m i s o r realice para ser relevante varia de acuerdo con las circunstancias, el emisor y la relación que existe entre emisor y destinatario. De los conferenciantes se espera que intenten con todas sus fuerzas ser relevantes; a los alumnos se les permite, y a veces incluso se les anima, a que se comuniqucn sin que les frene el miedo a ser irrelevantes; un senor que hable con su criado podrà decir lo que quiera y simplemente dar por scntado que sera suficientemente relevante; de un criado que se dirija a su sefior, se esperà que se haya asegurado perfectamente de que tiene algo rclevante que decir.

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jCudnta relevancia hace falta para ser «suficientemente relevante para merecer la atención del destinatario»?

H e m o s dado por supuesto que los recursos cognitivos de un individuo estàn óptimamente distribuidos cuando producen los mayores efectos cognitivos posibles. Podria parecer, entonces, que para merecer la atención del individuo un estimulo tendria que ser mas relevante que cualquier o tro fenòmeno externo o representación interna que el individuo hubiese estado procesando en ese momento. Sin embargo, esto no toma en consideración el factor tiempo.

Algunos fenómenos y algunas representaciones siguen siendo relevantes y accesibles durante mucho tiempo; otros son accesibles y relevantes sólo durante un momento. A veces resulta mas eficaz, es decir, conduce a una mayor relevancia general a largo plazo, prestar atención a u n estimulo menos relevante cuyos efectos cognitivos podrian perderse para siempre si no es procesado inmediatamente, e ignorar una información mas relevante que puede perfectamente procesarse mas tarde. Por ejemplo, seria perfec­tamente acorde con el principio de relevancia interrumpir a alguien que esté leyendo un l ibro fascinante para hacerle una pregunta débilmente relevante pero acuciante, o para llamar su atención sobre un accidente moderadamente interesante del paisaje.

De igual forma, algunos estimulos tienen poca relevancia intrinseca, pero si se los presenta en el momento oportuno aumentan la relevancia de otros estimulos posteriores, de forma que con ellos se obtiene un mayor grado de relevancia general que sin ellos. Esto suele ocurr ir con la primera frase de una novela: aunque por si misma tenga una relevancia l imitada, ayuda a crear un contexto en que las oraciones siguientes tendràn una relevancia mayor. Por consiguiente, resulta suficientemente relevante corno para merecer la atención del lector.

A s i pues, lo que cuenta corno relevancia suficiente varia con la forma en que la información es accesible o puede hacerse accesible para el destinatario a lo largo del tiempo. También varia con el grado de agudeza intelectual del destinatario.

Imaginemos que un grupo de personas està temendo una conversación en un bar o una cafeteria después del trabajo, una simple conversación entre amigos. E n ese caso, una minima cantidad de relevancia deberia ser suficiente: nadie querrà invertir grandes esfuerzos de procesamiento n i esperarà importantes efectos contextuales. Por elio, nadie dedicarà un enorme esfuerzo a producir estimulos que merecerian u n procesamiento muy amplio. Por el contrario, consideremos qué se supone que ocurre en un seminario. E n este caso, se esperarà que todos estén alerta, listos para dedicar una considerable cantidad de esfuerzo intelectual a producir y

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procesar información: en tales circunstancias, la información suficientemente relevante corno para merecer la atención del destinatario es realmente muy relevante. N o tiene mucho sentido en unas circunstancias determinadas esperarse un nivel de relevancia que normalmente sólo se alcanza en circunstancias completamente diferentes, y un destinatario razonable adap-tara sus expectativas de acuerdo con esto.

Los distintos factores que hemos mencionado son rasgos corrientes de la experiencia diaria de cada uno. Calcular el nivel m i n i m o de relevancia que se requiere no deberia exigir grandes dosis de observación o de imaginación por parte del emisor. H a y consideraciones mas especificas que pueden ayudar: en algunos acontecimientos sociales el nivel de relevancia esperado està determinado culturalmente; en el curso de una conversación el nivel puede adaptarse aumentando o disminuyendo en fases sucesivas; el destinatario puede poner de manifiesto cuàl es el nivel min imo de relevancia que espera, por ejemplo, haciendo una pregunta. A u n asi, pueden producirse errores. N o obstante, comò veremos mas addante, basta con que la presunción de relevancia sea comunicada, y siempre ocurre asi. N o es necesario aceptarla corno verdadera para que cumpla su función mas importante: determinar la interpretación del estimulo ostensivo.

jCuales son las diferencias entre la teoria de la relevancia y el enfoque de Grice?

Exis ten muchas. U n a es que el principio de relevancia es mucho mas explic i to que el principio de cooperación y las màximas de Grice . O t r o es que Gr ice supone que la comunicación implica un grado de cooperación mayor del que suponemos nosotros.

Para nosotros, el unico propòsito que un verdadero emisor y un oyente bien dispuesto tienen necesariamente en comun es el de conseguir una comunicación satisfactoria, es decir, que el oyente reconozca la intención informativa del emisor. Grice supone que por encima del objetivo de conseguir una comunicación satisfactoria, la comunicación tiene que tener «un propòsito o un conjunto de propósitos comunes, o, por lo menos, una dirección mutuamente aceptada» (Grice 1975: 45). N o pretcndemos decir que esto no sea cierto en muchas ocasiones, especialmente en la conversación 1 0 . E n un intercambio hablado, un seminario o un l ibro puede haber perfectamente un propòsito, una dirección mutuamente manifiestos. Sin embargo, esto no se desprende del pr inc ipio de relevancia, y no cs algo que sea automàticamente transmitido p o r cualquier estimulo ostensivo. El conocimiento de semejante propòsito comun, cuando existe, cs un factor contextual mas, y sólo corno tal puede desempenar una función en la comprensión.

Alcanzar la relevancia óptima, por consiguiente, es menos costoso que obedecer a las màximas de Grice . E n particular, es posible ser óptimamente relevante sin ser «tan informativo corno lo requiera» el actual propòsito del intercambio (primera màxima de cantidad de Grice): por ejemplo, manteniendo en secreto algo que seria relevante para el oyente. N o s parece que el hecho de que el grado de cooperación descrito por Grice no sea algo que nos esperamos automàticamente de los emisores es una cuestión de experiencia comun. L a gente que no nos da toda la información que quisiéramos y que no contesta a nuestras preguntas tan bien corno podria merece, sin duda, toda nuestra reprobación, pero no por violar los principios de comunicación.

U n a diferencia mas radicai entre el enfoque de Grice y la teoria de la relevancia es la siguiente: el pr incipio y las màximas de Grice son normas que el emisor y el oyente deben conocer para poder comunicarse adecua-damente. Generalmente, los emisores cumplen las normas, pero también pueden infringirlas para alcanzar determinados efectos, y el oyente ut i l iza su conocimiento de las normas para interpretar la conducta comunicativa.

E l principio de relevancia, por el contrario, es una generalización sobre la comunicación ostensivo-inferencial. Los emisores y los oyentes no necesitan conocer el pr inc ipio de relevancia para comunicarse mas de lo que necesitan conocer los principios de la genetica para reproducirse. Los emisores no «siguen» el pr incipio de relevancia, y no podrian violarlo aunque quisieran. E l pr inc ip io de relevancia se aplica sin excepción: todo acto de comunicación ostensiva comunica una presunción de relevancia. L o que el oyente ut i l iza en la comprensión inferencial no es el pr inc ipio general, sino el hecho de que una determinada presunción de relevancia haya sido comunicada p o r y con respecto a un determinado acto de comunicación 1 1 .

N o obstante, la diferencia mas importante entre el enfoque de Grice y el nuestro tiene que ver con la explicación de la comunicación. A l explicar la conversación, Grice parte de una distinción entre lo que se dice explicitamente y lo que se implica. N o se da ninguna explicación de la comunicación explicita; bàsicamente se da por supuesto que lo que funciona es el modelo del código, donde un código se concibe corno un conjunto de convenciones. Las implicaturas se explican corno supuestos que el oyente debe construir para preservar la idea de que el hablante ha obedecido a las màximas o, por lo menos, al principio de cooperación. E l principio de relevancia pretende explicar la comunicación ostensiva en su totalidad, tanto la explic i ta corno la implicita. E n la próxima sección vamos a mostrar cómo lo hace.