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La revolución Argelina Eduardo Jozami © 1972 Centro Editor de América Latina - Cangallo 1228 Impreso en Argentina Índice La dominación francesa. 2 La política de la colonización. 3 La evolución del movimiento nacionalista. 5 El surgimiento del Frente de Liberación Nacional 7 La guerra de la liberación. 8 La organización del Frente. 10 La reacción de Francia. 11 Las negociaciones de paz y reconocimiento de la independencia. 13 Las tareas del nuevo poder y el programa del FLN. 15 El gobierno de Ben Bella. 16 NOTAS. 22 La izquierda francesa. 22 Al término de la segunda guerra mundial comienza la desintegración de los dominios coloniales europeos. En los últimos veinte años la gran mayoría de los países africanos accederá a la independencia aunque en la generalidad de los casos ésta no implicará el logro de una verdadera autodeterminación sino la implantación de nuevas formas de dominio neocolonial. Los 90.000 muertos de Madagascar en 1947, las 200.000 víctimas de la represión en Kenia en 1952 son sólo algunas pruebas de la resistencia que opusieron las naciones europeas al proceso de liberación de las colonias. Pero en pocos casos como el de Argelia fue tan obstinada la negativa a reconocer la caducidad del hecho colonial. Fueron necesarios para ello más de siete años de lucha contra las mejores divisiones del ejército francés equipado por sus aliados de la NATO, dejando en el camino cientos de miles de muertos y un país entero devastado. Pero fue también esta intransigencia francesa la que permitió que la lucha de liberación movilizara a todo el pueblo y que sus objetivos no se agotaran en la conquista de la independencia sino que se orientaran hacia una transformación revolucionaria de la sociedad. La dominación francesa

La Revolución Argelina

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Argelia revolución de independencia

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La revolucin Argelina Eduardo Jozami

1972

Centro Editor de Amrica Latina - Cangallo 1228

Impreso en Argentina

ndiceLa dominacin francesa. 2La poltica de la colonizacin. 3La evolucin del movimiento nacionalista. 5El surgimiento del Frente de Liberacin Nacional 7La guerra de la liberacin. 8La organizacin del Frente. 10La reaccin de Francia. 11Las negociaciones de paz y reconocimiento de la independencia. 13Las tareas del nuevo poder y el programa del FLN. 15El gobierno de Ben Bella. 16NOTAS. 22La izquierda francesa. 22Al trmino de la segunda guerra mundial comienza la desintegracin de los dominios coloniales europeos. En los ltimos veinte aos la gran mayora de los pases africanos acceder a la independencia aunque en la generalidad de los casos sta no implicar el logro de una verdadera autodeterminacin sino la implantacin de nuevas formas de dominio neocolonial. Los 90.000 muertos de Madagascar en 1947, las 200.000 vctimas de la represin en Kenia en 1952 son slo algunas pruebas de la resistencia que opusieron las naciones europeas al proceso de liberacin de las colonias. Pero en pocos casos como el de Argelia fue tan obstinada la negativa a reconocer la caducidad del hecho colonial. Fueron necesarios para ello ms de siete aos de lucha contra las mejores divisiones del ejrcito francs equipado por sus aliados de la NATO, dejando en el camino cientos de miles de muertos y un pas entero devastado. Pero fue tambin esta intransigencia francesa la que permiti que la lucha de liberacin movilizara a todo el pueblo y que sus objetivos no se agotaran en la conquista de la independencia sino que se orientaran hacia una transformacin revolucionaria de la sociedad.

La dominacin francesa

Por su proximidad al territorio metropolitano y su estratgica posicin en el Mediterrneo, la conquista de Argelia era un primer paso necesario para la extensin del dominio de Francia sobre el continente africano.

Ya Napolen I haba mostrado su inters en la regin y aunque no pudo realizar su proyecto, los planes entonces esbozados se aplicarn en julio de 1830, cuando, bajo el reinado de Carlos X, el cuerpo expedicionario francs desembarca en la pennsula de Sidi Ferruch. Desde el siglo XVI cuando se establece el dominio turco, la monarqua francesa haba considerado a Argelia como parte de su zona de influencia y casi permanentemente desde entonces dispuso de importantes privilegios comerciales y militares. Pero el desarrollo de la piratera no tard en crear conflictos con Francia como con las otras potencias europeas. En los siglos XVI y XVII los corsarios argelinos asolaban el mediterrneo, haciendo adems de Argel el centro de una importante actividad comercial y martima. Los conflictos suscitados motivaron ms de una accin de represalia; en 1628, 48 argelinos, entre ellos un embajador, son masacrados en Marsella; en 1664, los franceses desembarcan en territorio argelino y en 1682 y 1683 el puerto de Argel ser violentamente bombardeado. Sin embargo, en la mayora de los casos imperaron relaciones diplomticas normales. Francia dispuso de enclaves militares y del derecho exclusivo a la pesca del coral en las costas argelinas, pag como la mayora de los pases europeos un tributo al bey de Argel para protegerse de la actividad corsaria, y las relaciones llegaron a ser tan cordiales que en 1793 el bey Hussein acudi con envos de dinero y vveres para aliviar las penurias que entonces soportaba el Estado Francs. Las guerras napolenicas implicaron un debilitamiento de la presencia europea y despus del restablecimiento de la paz en 1815, las naciones coaligadas en la Santa Alianza debern enfrentar la actitud del bey que reforz sus instalaciones militares y trat de impedir el restablecimiento de los antiguos privilegios de que aqullas gozaban.

Presurosos por adelantarse a Inglaterra que tambin planeaba la ocupacin de la regin nordafricana, los franceses crearon un incidente diplomtico que permiti justificar la invasin. El cnsul general francs recibi instrucciones para provocar de cualquier modo una ruptura y la ocasin se present cuando ante los reclamos del bey por la falta de pago de los crditos argelinos, aqul respondi que Carlos X tena ocupaciones ms importantes que responder a un bey de Argel. El golpe de abanico que habra recibido el representante francs ha sido relatado puntualmente por todos los historiadores colonialistas que niegan que existiera en principio ninguna intencin de conquista, sino slo el propsito de reparar la ofensa inferida al honor francs y el deseo de protagonizar una aventura que permitiera acrecentar el prestigio de la corona. Es cierto que la monarqua de la Restauracin poco despus reemplazada por la revolucin de 1830 necesitaba recurrir a cualquier medio para levantar su alicado prestigio, pero si resulta difcil aceptar que hayan sido cuestiones de honor las determinantes de la invasin francesa; ms dudoso es an que esas mismas razones sean las que movieron a la Banca Rotschild a correr con todos los gastos de la expedicin. Los ocupantes debieron librar cientos de enfrentamientos contra fuerzas dispersas que resistan en las distintas regiones, especialmente en las zonas montaosas de Kabilia. Slo en 1832, cuando entra en accin el sultn Abdel Kader en la regin occidental del Oranesado, los franceses se enfrentarn con un poder relativamente centralizado con el que podrn discutir el control de toda Argelia. Tratando de suprimir las diferencias tribales y de modificar las condiciones de explotacin de las masas campesinas, Abdel Kader intent echar las bases de una nacin moderna, constituyendo un gobierno central que sacudiera los cimientos del poder de los feudales. Pero, la disposicin de stos a colaborar con el invasor y los prejuicios localistas de quienes, como Ahmed rey de Constantina, enfrentaban resueltamente al ocupante extranjero pero se negaban a toda accin comn contra l, facilitarn la victoria francesa que pese a ello demandar 17 aos. El mariscal Bugeaud, primero de los gobernadores franceses, responde a quienes no comprenden las dificultades que su ejrcito afronta:

Se equivocan quienes piensan que slo combatimos con un jefe de irregulares que lleva con l setecientos u ochocientos hombres de caballera es con la nacin rabe entera con la que hoy nos enfrentamos.[1]La derrota de Abdel Kader no termin con la lucha antifrancesa. Luego fue necesario emprender la conquista de Kabilia, en donde los levantamientos se prolongaron por veinte aos. El ltimo de los movimientos importantes, el que lidera en 1871 Mohamed El Mokrani, muestra el carcter esencial que desde entonces tendr la resistencia antifrancesa; sus protagonistas sern las masas campesinas que se haban visto privadas de sus mejores tierras y atacadas en los fundamentos de su existencia comunitaria.

Los ejrcitos coloniales han protagonizado en todas partes hazaas similares. No nos detendremos en el detalle de los actos de genocidio practicados por los invasores de Argelia. Carlos Aguirre[2] reproduce algunos relatos en los que los mariscales de Francia cuentan con fruicin el degollamiento de hombres y mujeres argelinas, el incendio y la devastacin de las poblaciones. Como si se tratase de un torneo deportivo, los generales franceses competan entre s. El mariscal Randon a quien los laureles de Saint Arnaud impiden dormir, sube al asalto de la Kabilia para entrenar a sus 25.000 hombres y reanudar los incendios de sus predecesores. Y los laureles de Saint Arnaud parecen bien ganados a juzgar por lo que el mismo cuenta en sus cartas:

La zona de Beni Monasser es soberbia, una de las mejores que he visto en Africa. Las aldeas y casas estn muy cerca. Hemos quemado todo, destruido todo. Oh, la guerra, la guerra, cuantas mujeres y nios del Atlas murieron de hambre y de fro.

Escapando a esta euforia, uno de los miembros de una comisin investigadora francesa deca en su informe de 1853: Nosotros desbordamos en barbarie a los brbaros que venamos a civilizar.

La poltica de la colonizacin

La constitucin de un ncleo importante de poblacin europea fue uno de los primeros objetivos fijados por el Gobierno Francs.

El poblamiento era entonces el mtodo habitual de colonizacin y muchos miles de europeos haban emigrado a Amrica y Australia. Los franceses no haban participado demasiado en este movimiento migratorio, pero ya en momentos de la invasin de Argelia comenzaban a sentirse en la metrpoli problemas de desocupacin y conflictos con los campesinos pobres. Adems, la hostilidad manifiesta de la poblacin argelina haca necesario fortalecer el dominio francs, apoyndolo no slo en la fuerza militar sino tambin en un amplio sector de colonos europeos.

Pero, Argelia no era una tierra vacante como afirmaban los invasores, y el poblamiento francs slo poda cumplirse desalojando a los nativos de las tierras aprovechables que se encontraban entonces totalmente ocupadas y cultivadas. Distintas variantes se propusieron para ello. Montagnac, un coronel que olvid que los franceses no slo necesitaran tierra sino tambin mano de obra para explotar, propuso la deportacin masiva a Oceana de la que slo se exceptuaran los menores de quince aos, que seran exterminados.

El informante del presupuesto para Argelia de 1838, sealaba con mayor moderacin: Hay que resignarse, sino a exterminarlos, a empujar muy lejos a los indgenas. Ser el ya citado Bugeaud quien fijar la orientacin que habr de seguirse. Rechazando la exterminacin masiva y la idea de empujar a todos los rabes hasta el desierto, sostena que deba de entrelazarse lo ms posible a los rabes con los colonos, para de este modo destruir en ellos la fuerza de conjunto y la nacionalidad.[3] La religin musulmana constitua uno de los principales elementos de cohesin de la comunidad argelina y por ello, all atacaron las primeras medidas del colonizador. Se confiscaron los bienes de las hermandades y se control toda la actividad religiosa, y por una disposicin del Senado Francs de 1865 se ofreci a los argelinos la posibilidad de abandonar el estatuto cornico y acceder a la ciudadana francesa por demanda individual. No fue importante el xito en este sentido ya que slo 2.500 personas reclamaron tal honor hasta 1934.

Pero, el aspecto central en el que la colonizacin afect las races mismas de la organizacin social preexistente fue en la poltica sobre el rgimen de la tierra. A partir de la ocupacin turca se haba desarrollado la apropiacin privada y un rgimen feudal de explotacin, pero para la mayora de la poblacin la forma dominante era la propiedad colectiva del suelo y los rebaos, la llamada propiedad arch, cuyos orgenes se remontan a los primeros ncleos de la comunidad bereber. Un doble propsito guiaba a los franceses: aduearse de las mejores parcelas y destruir las formas tradicionales que aseguraban la cohesin de la poblacin sojuzgada. Luego de confiscarse los dominios del bey y de las comunidades musulmanas se dispuso el traspaso al patrimonio francs de todas las tierras cuyos propietarios no presentaran papeles que acreditaran la titularidad. Tales papeles no existan y si algn argelino pudo presentar un comprobante es difcil que reuniera los requisitos exigidos por el Cdigo Civil Francs. En otros casos, se recurri a la ocupacin lisa y llana de las tierras alegando razones militares y slo se detuvo en parte la prctica de las expropiaciones ante las resistencias masivas de la poblacin que amenazaba con desatar una verdadera insurreccin rural, segn reconocen los principales cronistas de la colonizacin. Las disposiciones tendientes a fraccionar la propiedad tribal crearon un mercado que permiti la proliferacin de especuladores y usureros y, por otra parte, el Estado Francs dispuso generosamente entre los grandes colonos y los consorcios capitalistas metropolitanos de las tierras confiscadas. Como resultado, en momentos del levantamiento de 1954 las tres cuartas partes de las tierras irrigadas estn en poder de colonos europeos.

La poblacin europea, compuesta no slo por franceses sino tambin por gran nmero de italianos, malteses, israelitas y espaoles creci aceleradamente hasta llegar a las 600.000 personas a principios de siglo. Posteriormente el incremento fue ms lento, pues las oportunidades ya no eran brillantes para quienes emigraban; la colonizacin adquira un marcado carcter capitalista en provecho de los grandes propietarios que tendan a limitar cada vez ms la incorporacin de los pequeos colonos. De cualquier modo, la minora europea ascenda aproximadamente a un milln de personas en 1954. Ms curiosa fue la evolucin de la poblacin argelina que ascenda a cuatro millones de personas segn los clculos franceses contemporneos a la conquista. En 1872, ao siguiente de la derrota de la Insurreccin Kabilia, se contabilizan slo 2.100.000. Puede dudarse de la exactitud de ambas cifras, pero teniendo en cuenta el elevado indice de nacimientos podemos imaginar el nmero de vctimas que fue necesario para reducir la poblacin aproximadamente a la mitad. A principios de siglo se recuperarn las cifras anteriores; 4.446.000 en 1906, llegarn a 8.784.000 en 1955 y a 9.380.000 en 1960.

El objetivo de asimilar a los argelinos, convirtindolos en franceses por la religin, la lengua y la cultura, implicaba atender principalmente al desarrollo de la educacin. Sin embargo, en 1954 el 43% de los nios en edad escolar provenientes de familias europeas reciban instruccin primaria mientras lo mismo slo ocurra con un 18% de los argelinos. Las proporciones eran an ms desiguales en los niveles ms altos de enseanza y as mientras uno de cada 175 europeos reciba educacin superior, por cada 16.000 argelinos slo uno concurra a las universidades. Tal vez donde ms claramente se aprecie la deformacin a que la colonizacin someti a la sociedad argelina es en las transformaciones operadas en la economa rural. El xodo campesino redujo en un 50% las existencias de ganado y los colonos dieron prioridad al desarrollo de una agricultura orientada hacia el mercado francs. Cuando la filoxera arras con los viedos franceces, se desarrollaron los cultivos en toda Africa del Norte. Los argelinos no consumen vino por razones religiosas, pero an hoy la vid sigue siendo el principal de los productos del campo. Los olivares y frutales, as como otros cultivos de exportacin, tambin se producan en las mejores tierras de propiedad de los colonos, mientras la poblacin nativa se dedicaba a los cereales y otros productos para su propio consumo. Casi las tres cuartas partes de la poblacin habitaba en zonas rurales, un tercio de ellos eran desocupados o slo trabajaban 50 das en el ao y muchas familias slo subsistan por los envos de los obreros argelinos que trabajan en Francia. Privadas de sus mejores tierras, reducidas a la desocupacin y la miseria, atacado su patrimonio religioso y cultural, despojados adems de todo derecho poltico, no es extrao comprender por qu las masas de Argelia participarn activamente en la guerra de liberacin.

La evolucin del movimiento nacionalista

La ocupacin de Kabilia y la derrota de la insurreccin de 1871 cierran el perodo de la resistencia armada a la invasin. El enfrentamiento contra el ocupante continuar expresndose en las protestas contra la expropiacin de tierras y contra todas las manifestaciones de discriminacin poltica y social. Las masas rurales eran siempre las ms decididas en su rechazo a la colonizacin, pero el centro de la accin poltica se desplazar desde entonces a los sectores de la burguesa urbana. El movimiento de los jvenes argelinos no reclamar la independencia sino las reformas que permitan a los sectores ms acomodados de la poblacin rabe ocupar un lugar en la sociedad colonial. Entre otros puntos, reivindican la igualdad de derechos con los colonos, la supresin del estatuto discriminatorio del indigenado, la difusin de la instruccin y una mayor representacin en las funciones pblicas. El movimiento, que se nutra especialmente del proceso de modernizacin que contemporneamente se desarrolla en todo el mundo islmico, es acogido en Francia con cierto paternalismo. Pero, fueron los colonos europeos beneficiarios directos de la poltica de discriminacin quienes adoptaron una actitud intransigente de rechazo a las mnimas reformas reclamadas. La organizacin de la Estrella Nordafricana (ENA), creada en Pars en 1924, entronca ms claramente con el moderno nacionalismo argelino puesto que la reivindicacin independentista aparece planteada con mayor consecuencia. Surgido entre la colonia argelina residente en Francia, sus objetivos incluirn especialmente la lucha contra la discriminacin que los trabajadores marroques, argelinos y tunecinos sufran en territorio metropolitano. Su primer dirigente fue un comunista, Hadj Abdel Kader, y el ENA mantuvo estrechas relaciones con el P.C. francs hasta que el gobierno del Frente Popular de 1936 mostr su tubio reformismo frente al problema colonial, defraudando las esperanzas que los obreros argelinos de Francia haban depositado en l.

El grupo de los jvenes argelinos y la Estrella Nordafricana sealan las dos vertientes por las que se desarrollara el movimiento nacionalista. Los sectores obreros y la pequea burguesa urbana, as como las masas rurales, sern rpidamente atrados por la agitacin anticolonialista que despliega el ENA, sobre todo desde que asume su direccin Messali Hadj, el lder ms importante del nacionalismo hasta el surgimiento del FLN. Por su parte, entre los estratos privilegiados continuar desarrollndose una orientacin reformista que no cuestionar las bases de la dominacin colonial.

Hacer evolucionar las condiciones polticas de Argelia en el mbito de las leyes francesas, es el objetivo proclamado por la Federacin de los Elegidos, creada entre 1927, entre cuyos integrantes ya figura Ferhat Abbas, futuro presidente del gobierno de la revolucin argelina en 1960 y principal de los dirigentes del nacionalismo moderado. Los elegidos reclamaban una reforma del estatuto colonial basada en reivindicaciones similares a las que en su momento plantearon los jvenes argelinos. Expresin de la burguesa culta de la regin oriental de Constantina, la Asociacin de los Ulemas (1931) tena en principio slo objetivos religiosos y culturales, pero la exaltacin de la religin musulmana y de las tradiciones argelinas adquirieron un sentido cada vez ms marcado de enfrentamiento al poder francs. El Islam es mi fe, el Arabe mi lengua y Argelia mi patria[4] era la divisa que expresaba sus objetivos y que implicaba el cuestionamiento abierto de la concepcin asimilacionista que negaba la personalidad nacional del pueblo colonizado. Los ulemas se inclinarn progresivamente hacia la accin poltica y dentro de la corriente que aspiraba a una reforma del estatuto colonial. Pero, estas tendencias reformistas no encontrarn posibilidades de desarrollo frente a la cerrada intransigencia de los colonizadores. En 1937, el gobierno del Frente Popular sostiene que es imposible conceder los derechos polticos a toda la poblacin rabe y el llamado Estatuto Blum-Violette slo otorga estos derechos a unos cuantos miles de argelinos, titulares de un certificado de estudios o de una condecoracin. Los elegidos valoran la reforma como un avance, Messali la denuncia como una trampa tendiente a garantizar la dominacin colonial. La reaccin de los colonos impedir que se concreten esas mnimas reformas y ello contribuir a desalentar a los grupos que cifraban esperanzas en la evolucin de las relaciones con el gobierno francs.

La segunda guerra mundial tambin contribuy a reavivar las reivindicaciones nacionalistas. Los principios liberales contenidos en la Carta del Atlntico y en las proclamas de De Gaulle encontrarn eco en Argelia y muchos de los futuros dirigentes revolucionarios revistarn en los ejrcitos aliados. Las expectativas que entonces se generaron motivan la aparicin del Manifiesto Argelino, redactado por 28 intelectuales inspirados por Abbas, que recoga reivindicaciones importantes tales como la supresin del rgimen feudal de apropiacin de la tierra, la igualdad de todos los habitantes sin distincin de raza o religin, la enseanza del rabe como lengua obligatoria y el reconocimiento del derecho a la autodeterminacin. An no se reclamaba la independencia, sino que se encaraba la perspectiva de una asociacin libre con el Estado Francs. El primer aniversario de la derrota del nazismo, en mayo de 1945, fue la ocasin escogida por todos los sectores polticos argelinos para movilizarse tras las consignas nacionalistas. Entre los miles de manifestantes que salieron a la calle en las principales ciudades, la bandera nacional de Argelia se mezclaba con carteles que saludaban la victoria aliada. En Setif, Constantina, cuando un oficial de polica mat a un argelino, la reaccin masiva desat una ola de violencia antifrancesa que caus la muerte de varios colonos y la destruccin de muchas propiedades. La represin que ordenaron las autoridades francesas no estaba tanto dirigida a mantener el orden, puesto que la rebelin espontnea iba apagndose con la misma rapidez con que haba nacido, sino a afirmar el cuestionado principio de autoridad. Ms de cuarenta aldeas fueron bombardeadas por fuerzas militares, los barrios rabes de las grandes ciudades incendiados y saqueados, centenares de argelinos fusilados sin proceso o ultimados sumariamente en donde se los encontrara. 1.500 muertos reconoci el ejrcito francs inmediatamente despus de la masacre; 15.000 seala el informe posterior de la comisin militar investigadora que nunca ser publicado; 45.000 vctimas calcularon los patriotas argelinos.

La matanza de Constantina fue la ms rotunda de las pruebas que mostraron la imposibilidad de toda evolucin pacfica hacia la autonoma en el marco del status colonial. Desde el rgimen absolutista de la Restauracin hasta el gobierno de la Francia Liberada, todos haban recurrido a la represin y manifestado un similar desprecio por los reclamos de la poblacin argelina. Entre la intransigencia racista de los colonos europeos y el paternalismo hipcrita de los reformistas franceses, las diferencias se borraban rpidamente cuando se cuestionaba la misma legitimidad de la dominacin colonial. En todo el mundo se celebraba entonces la derrota del nazismo y fueron pocos los que conocieron el genocidio de Constantina. Tampoco hicieron mucho por difundirlo los comunistas franceses, cuyo secretario general Maaurice Thorez ocupaba en mayo de 1945 el cargo de vicepresidente del Consejo de Ministros de la IV Repblica Francesa.

En 1947 se sanciona un nuevo Estatuto que recoge y profundiza las disposiciones de la Reforma Blum-Violette, ampliando la representacin de los argelinos en los rganos legislativos y consultivos, pero manteniendo las facultades esenciales del poder en manos del gobernador francs. La medida es la ltima de las tentativas del gobierno francs por evitar la lucha frontal con el movimiento nacionalista y an es considerada como positiva por los ulemas, el grupo de Abbas y el Partido Comunista Argelino creado en 1936 y estrechamente ligado al P.C. de Francia. Pero el fraude y la represin escandalosos que acompaarn a las elecciones que entonces se realizan, terminarn de mostrar que la poltica de las reformas graduales no poda lograr ningn cambio significativo de la sociedad colonial.

La corriente radical del nacionalismo expresada por el ENA y por los sucesivos movimientos orientados por Messali, aumentaba su influencia entre las masas y quedaba demostrado que el logro de la independencia era el nico camino por el que podran alcanzarse las reivindicaciones reclamadas por la poblacin argelina. Sin embargo, pasarn an varios aos hasta que el movimiento nacionalista defina ms claramente su programa, depure sus filas y encuentre las formas de organizacin que en noviembre de 1954 permitirn el inicio de la lucha armada.

El surgimiento del Frente de Liberacin Nacional

El rechazo del proyecto Blum-Violette y la persistente agitacin anticolonialista provocarn la disolucin del ENA por el gobierno del Frente Popular. Messali Hadj crear entonces un nuevo movimiento, el Partido Popular Argelino, que adoptar una postura ms radical que el ENA y obtendr un apoyo importante en las clases populares del campo y la ciudad. Su gran aporte histrico consiste en haberse diferenciado claramente de todas las tendencias reformistas, desde los ulemas hasta el P.C. argelino, sealando la necesidad de la ruptura de la relacin colonial. Constituido, al igual que su antecesor, por una mayora de militantes obreros, el P. P. A. desplegar una incesante agitacin anticolonialista e impulsar la movilizacin de masas. Sin embargo, la falta de una clara perspectiva ideolgica, el personalismo y la concepcin paternalista de Messali comenzarn ya a manifestarse como una traba para la profundizacin de la estrategia poltica y la organizacin del movimiento nacionalista. En las grandes manifestaciones urbanas posteriores a la segunda guerra mundial, surgir el Movimiento por el Triunfo de las Libertades Democrticas (MTLD), continuador del PPA reducido a la clandestinidad. En sus filas, integradas ya mayoritariamente por la pequea burguesa urbana, militarn muchos de los jvenes que luego formarn el FLN. La victoria en las elecciones municipales de 1946 mostr que el MTLD representaba ya a la mayora de la poblacin argelina, claramente orientada hacia posiciones independentistas. Pero si el MTLD rechazaba las posiciones reformistas no haca nada por avanzar en el camino de la preparacin de la accin armada. En 1945 haba surgido en su seno la Organizacin Secreta (OS), encargada de preparar los ncleos clandestinos de accin directa que deban extenderse por toda Argelia. Por otra parte, el exilio haba debilitado la influencia de Messali y ste slo atinaba a recurrir a la demagogia nacionalista, mientras trataba de mantener a cualquier precio su liderazgo personal. La disolucin de la OS en 1949 pondr en evidencia la contradiccin entre los nuevos cuadros partidarios de iniciar la lucha armada y la direccin del Movimiento. En 1953, un Congreso del MTLD excluye a los principales dirigentes messalistas de la direccin del Comit Central. El lder, detenido en Francia, no acepta las decisiones y ello llevar a la ruptura en dos fracciones: centralistas y messalistas. Los viejos militantes del PPA clandestino, los cuadros de la OS y la mayora de los militantes de base partidarios de la iniciacin inmediata de la accin directa, no se alinean con ninguno de los dos sectores en pugna. Luego de una infructuosa gestin para evitar la dispersin del partido, surgir el Comit Revolucionario de Unidad de Accin (CRUA), que plantea que slo a travs del desarrollo de la lucha ser posible superar la crisis en el seno del movimiento nacionalista. Cuando este grupo desat la insurreccin en noviembre de 1954, constituyendo el FLN, no contaba an con un aparato poltico que le permitiera nuclear a las grandes masas argelinas, pero qued demostrado que expresaba sus aspiraciones por el aporte masivo que desde el principio stas prestaron a la guerra de liberacin.

Messali denuncia la insurreccin y en 1955 crea un nuevo grupo, el Movimiento Nacionalista Argelino (MNA), que adoptar una posicin cada vez ms colaboracionista con las autoridades francesas. El viejo lder mostraba su incapacidad para superar la mera agitacin anticolonialista y terminaba defeccionando de la lucha por la liberacin nacional. La debilidad ideolgica, la demagogia, el paternalismo y la corrupcin que haba ganado a las esferas dirigentes del messalismo eran un lastre demasiado pesado que el movimiento nacionalista tuvo que echar por la borda para afirmar su orientacin revolucionaria y emprender el camino de la guerra anticolonial.

La guerra de la liberacin

El inicio de la lucha sorprendi a las autoridades francesas que consideraban debilitado al movimiento nacionalista a partir de la crisis del MTLD. El 1 de noviembre de 1954 se producen unos cuarenta ataques y atentados contra destacamentos policiales, oficinas pblicas, convoyes militares y depsitos de armas, con un saldo de siete muertos e importantes prdidas materiales; posteriormente los combatientes se internaron en las regiones montaosas de los Aurs, para seguir actuando como guerrilla rural. La repercusin poltica de las acciones ser muy grande tanto en Francia como en Argelia. El ejrcito francs, que con escasa originalidad atribuy la rebelin a la presencia de elementos extranjeros, dirigi de inmediato la represin contra los campesinos. Numerosas aldeas fueron arrasadas y reagrupados los pobladores para evitar su contacto con los militantes nacionalistas.

Junto con la iniciacin de las acciones se hace conocer una proclama suscrita por el Frente de Liberacin Nacional, nombre adoptado por los rebeldes para reflejar claramente su intencin de nuclear a todos los patriotas argelinos de todas las categoras sociales y de todos los partidos

Las diferencias y contradicciones existentes entre todos los sectores sinceramente argelinos deban subordinarse al logro del fin supremo, la conquista de la independencia. Esta permitira la reimplantacin del Estado Argelino, soberano, democrtico y social, en el marco de los principios islmicos, que asegurase el respeto a todas las libertades fundamentales, sin distincin de raza o religin. El aniquilamiento de todos los residuos de corrupcin y reformismo, deba llevar a superar la crisis del movimiento nacionalista y permitira unir a todas las energas sanas del pueblo argelino en la lucha para la destruccin del sistema colonial[5]. Estas predicciones no resultaron infundadas. Los grupos que hasta el 1 de noviembre se oponan a adoptar el camino violento, terminarn incorporndose a la rebelin en los dos primeros aos. Messali perder su influencia en sus dos bastiones fundamentales, la colonia argelina de Francia y los ncleos obreros de la ciudad de Argel y el liderazgo del FIN se extender por todo el pas. La incorporacin de la mayora de los dirigentes provenientes de los ulemas o del grupo de Ferhat Abbas al movimiento, impedir la concrecin de la maniobra francesa tendiente a crear una fraccin moderada como interlocutor para la negociacin , aunque contribuir a incrementar la heterogeneidad poltica y las contradicciones en el seno del Frente de Liberacin. El apoyo masivo de la poblacin, especialmente en las zonas rurales ms atrasadas del Aurs, Kabilia y Constantina, garantiz el rpido desarrollo de la accin armada. En un principio sta consista en pequeas acciones de guerrilla destinadas a mantener la presencia de la rebelin, mientras se desarrollaba una estructura poltico-militar. Los combatientes efectivos del Ejrcito de Liberacin Nacional (organismo militar del Frente) no eran ms de 500 en 1954, a los que se sumaban algunos miles de auxiliares encargados de tareas de informacin, abastecimiento y apoyo poltico y algunos voluntarios que cumplan acciones de terrorismo y represalia en centros urbanos. En pocos meses las acciones se extendern a todo el pas y dos aos despus de iniciada la lucha los efectivos nacionalistas se calculaban en ms de 100.000 hombres. La accin entre el campesinado tenda fundamentalmente a la movilizacin poltica de la poblacin y fue all donde el FLN tuvo su apoyo esencial, en la medida en que la reivindicacin independentista se ligaba con el problema de la tierra que desde haca un siglo enfrentaba a las masas rurales con la opresin colonial.

La lucha en las ciudades tena por objeto mostrar la inseguridad del poder francs, golpear a la minora europea y provocar la repercusin internacional. La internacionalizacin del conflicto era uno de los objetivos bsicos planteados en la proclama inicial y aunque sta alertaba acerca del carcter prolongado de la guerra, es evidente que los dirigentes argelinos tenan expectativas de obligar a Francia a una rpida solucin. A este fin responde la accin diplomtica que ser considerada como una de las tareas centrales desde un primer momento. Chaliand[6] seala que en un principio el FLN subestim la importancia que Francia otorgaba a su presencia en Argelia y que esta confianza en una rpida victoria explica la constitucin en 1955-57 de grandes batallones que sufrieron serias prdidas en los enfrentamientos con el ejrcito francs, hasta que se comprendi la necesidad de volver a la tctica guerrillera. Esa misma confianza en una solucin rpida, llev a promover grandes movilizaciones de masas en las ciudades y acciones de represalia y terrorismo urbano de la envergadura de la Batalla de Argel, que permitieron extender la influencia del FLN y otorgar una mayor repercusin internacional a la lucha, pero que provocaron el desmantelamiento de la organizacin urbana, por la feroz represin desatada por las tropas francesas. Desde entonces stas institucionalizaron la prctica de la tortura como medio de interrogatorio.

La organizacin del Frente

La lucha contra el personalismo haba sido uno de los elementos aglutinantes entre los cuadros nacionalistas que contribuyeron a organizar la insurreccin y ello explica el nfasis que desde un comienzo pusieron en afirmar el carcter colectivo de la direccin. El Comit Revolucionario de Unidad de Accin (antecedente del FLN) estaba constituido por nueve miembros que a travs de los aos sern conocidos como los jefes histricos de la revolucin. Tres de ellos (Ben Bella, Ait Ahmed y Mohamed Khider) se establecieron en El Cairo para asegurar el apoyo de los pases rabes y los pertrechos en dineros y armas. Los otros seis (Larbi Ben Midi, Mohamed Boudiaf, Ben Boulaid, Didouche, Rabat Bitat y Belkacem Krim) desarrollaron la organizacin del interior. El territorio argelino se dividi en seis regiones llamadas willayas, cada una de las cuales tena un comando poltico-militar, que fue ganando en autonoma a lo largo de la guerra, ante las crecientes dificultades de comunicacin.

El FLN impuls tambin la creacin de organismos autnticamente argelinos que nuclearon a los distintos sectores sociales. Los obreros hasta entonces integrados en una filial de la CGT francesa, crearn la Unin General de Trabajadores Argelinos. Igualmente se organizarn la UGEMA, Unin General de Estudiantes Argelinos y la UGCA, Unin General de los Comerciantes Argelinos. Especial importancia en el transcurso de la guerra tendr la organizacin de la Federacin del FLN de Francia, que desarrollar tareas de recoleccin de fondos, propaganda y represalias contra policas torturadores y que lleg a nuclear a casi la totalidad de la colonia argelina. En 1956, el primer congreso del Frente sesiona en el Valle de la Soumman, profundiza las definiciones polticas del movimiento y establece criterios de organizacin poltica y militar. El manifiesto entonces aprobado contiene una severa crtica al Partido Comunista Argelino que en noviembre de 1954 haba condenado el terrorismo y ordenado que no tomaran las armas a sus militantes de la regin de los Aurs. Se acusa al P.C.A. de aceptar ciegamente los dictados del P.C. francs, de haber guardado silencio cuando ste vot en la Asamblea Francesa los poderes especiales para la guerra de Argelia y se sostiene que su poltica est basada en la errnea creencia de que es imposible la liberacin nacional de Argelia antes del triunfo de la revolucin proletaria en Francia. Polemizando siempre con los comunistas, el manifiesto afirma el carcter revolucionario del campesinado, sealando que su predominio en las filas del Ejrcito de Liberacin Nacional ha marcado profundamente el carcter popular de la resistencia argelina. La verdadera reforma agraria agrega ms adelante, solucin patritica de la miseria en el campo, es inseparable de la total destruccin del rgimen colonial. El FLN debe emplearse a fondo en esta poltica justa, legtima y social. En cuanto a la clase obrera, el manifiesto saluda la constitucin de la UGTA sealando que a diferencia de lo que ocurra con las filiales de las organizaciones sindcales francesas, la nueva entidad est integrada, no por una aristocracia obrera (funcionarios y ferroviarios), sino por los estratos ms numerosos y explotados: obreros portuarios, mineros y trabajadores agrcolas[7]. La plataforma de la Soumman est an lejos de las definiciones socialistas que el FLN proclamar hacia el final de la guerra, pero expresa la profundizacin de los objetivos revolucionarios y el carcter cada vez ms popular que la lucha va adquiriendo con la participacin creciente de los sectores ms afectados por la explotacin colonial.

El Congreso estableci dos criterios bsicos en materia de organizacin, la primaca de lo poltico sobre lo militar y de los combatientes del interior sobre los dirigentes que se desempeaban en el exterior. Pero fueron muchas las razones que afectaran la aplicacin de estos principios. En 1956, las autoridades francesas obligaron a desembarcar en Argel a un avin que conduca a cuatro de los jefes histricos (Boudiaf, Ben Bella, Bitat y Ait Ahmed) y al intelectual revolucionario Mostefa Lacheraf, desde El Cairo hasta Marruecos. Permanecern detenidos en Francia hasta el fin de la guerra y ello no slo privar al FLN de algunos de sus ms capaces dirigentes, sino que ser tambin fuente de rivalidades en la direccin revolucionaria que estallarn al triunfo de la Revolucin. Por otra parte, la represin desatada en la Batalla de Argel, en la que haba muerto en la tortura Larbi Ben Midi, obligar a trasladar al exterior a la mayor parte de la direccin. Las barreras erigidas por el ejrcito francs para impedir la comunicacin con Tnez y Marruecos, llevar a crear un importante ejrcito regular al mando del coronel Boumedienne que realizar tareas de infiltracin, pero permanecer ajeno a los frentes principales de lucha y perder contacto con las direcciones de willaya que sobrellevan el peso principal de la guerra. Por ltimo, cuando luego del ascenso de De Gaulle comienza a haber mayores posibilidades de negociacin, se crear un gobierno residente en el extranjero que har de las negociaciones diplomticas su tarea fundamental.

Todos estos elementos llevarn a producir una mayor disociacin entre los cuadros dirigentes y el conjunto de los militantes. Distinta era la situacin en los primeros aos de la guerra, cuando como seala Chaliand[8] la mayora de los cuadros de condicin humilde, pese a su bajo nivel poltico, expresaban claramente las aspiraciones de las masas con las que mantenan estrecha relacin. A las dificultades de comunicacin entre los distintos frentes, se sumarn luego las contradicciones entre polticos y militares, miembros del ejrcito regular y combatientes de las willayas y militantes del interior y del exterior. Estas no pueden explicarse fcilmente por razones polticas, en la medida en que no se marcan lneas precisas dentro del frente durante los aos de guerra. Pero, la heterogeneidad poltica se muestra en toda su dimensin cuando en 1958, aparece como presidente del Gobierno Provisional de la Repblica Argelina, integrado por los principales lderes revolucionarios, el viejo moderado Ferhat Abbas.

Sin embargo, estas contradicciones en el seno de la direccin y el debilitamiento progresivo del FLN como estructura poltica nacional, no debilitarn la confianza de las masas en la direccin ni su activa participacin en la lucha. El objetivo de la independencia estaba claro para todos y la represin brutal del ejrcito francs no haca sino refirmar cotidianamente su necesidad.

La reaccin de Francia

En noviembre de 1954, Pierre Mendes France presida en Pars un gabinete integrado por radicales y socialistas. Era el mismo gobierno que haba firmado los acuerdos de Ginebra, aceptando la derrota de Indochina y ello hizo pensar a muchos que adoptara una actitud conciliadora frente a la rebelin. Pero rpidamente, los liberales franceses mostraron que no haban aprendido la leccin. Once das despus del levantamiento, el primer ministro declaraba ante la Asamblea Nacional:

Los departamentos de Argelia forman parte de la repblica, son franceses desde hace mucho tiempo. Su poblacin dotada de ciudadana francesa y representada en el Parlamento ha dado demasiadas prueba de su compenetracin con Francia, para que sta pueda permitir que su unidad se vea comprometida.[9] Para el ejrcito francs, la de Argelia fue desde un principio la guerra que no poda perderse. Haba que reparar la humillacin sufrida en Vietnam y defender a cualquier precio el ltimo bastin Importante del imperio colonial. El contingente inicial de 54.000 hombres se elev hasta llegar a los 500.000, fue empleado el ms moderno material blico con que estaban equipadas las fuerzas de la NATO, las aldeas y barrios rabes fueron devastados y se ejercit la tortura contra todo sospechoso, en un vano esfuerzo por derrotar la rebelin. Por su parte, los colonos europeos fueron desde el comienzo quienes adoptaron la posicin ms irreductible, concientes de que el triunfo revolucionario implicaba el fin del status privilegiado de que gozaban, basado en la marginacin poltica y social de los argelinos. Cuando Guy Mollet, jefe del gobierno francs, se atrevi a sugerir la posibilidad de negociar con los rebeldes, los colonos lo recibieron a tomatazos en Argel, en febrero de 1956 y bast esta acogida para que el dirigente socialista refirmara en trminos solemnes la prioridad de la derrota de la insurreccin. Hostilizados por los ultras de Argel que rechazaban toda solucin negociada, los polticos de la IV Repblica haban dejado pasar el momento de las concesiones al movimiento nacionalista. Ante el progreso de la lucha, hasta los sectores ms moderados no aceptaban otra solucin ms que la independencia.

La intervencin de los colonos en la represin fue muy activa, sobre todo a partir de la creacin en 1956 de los cuerpos de voluntarios, lo que sirvi para legalizar los ataques y vejaciones contra la poblacin argelina. La caza al rabe, los asesinatos y linchamientos fueron prcticas habituales en los aos de guerra y alcanzarn su punto ms alto cuando los colonos y los generales franceses den rienda suelta a su racismo con la organizacin de la OAS. La imposibilidad de controlar la rebelin y la repercusin internacional que sta alcanzaba, provocaron la cada sucesiva de los gabinetes franceses. El racismo, la utilizacin de la tortura y las prcticas autoritarias y facistas, que haba desarrollado la guerra colonial, se haban introducido en la vida poltica francesa. Se acrecentaba la militarizacin del poder y los militares aceptaban cada vez menos las directivas del gobierno civil. Los polticos reformistas, pese a la buena voluntad demostrada para reprimir, eran sospechosos de conciliar con los insurrectos y no eran por lo tanto los mejores dirigentes para conducir la guerra. Con el apoyo de los colonos europeos y del gobernador residente Soustelle, las fuerzas francesas de Argelia se rebelan y se constituye el Comit de Salud Pblica, orientado por los grandes colonos europeos, que desconoce al gobierno de Pars. Preside el Comit el general Massu, el jefe de los paracaidistas que recoga as el prestigio adquirido durante la batalla de Argel, cuando ordenara la aplicacin masiva de la tortura y los asesinatos indiscriminados contra miles de habitantes del barrio rabe de la ciudad. El putsch facista del 13 de mayo, provoc la cada de la IV Repblica y trajo nuevamente al poder al general de Gaulle, que desde haca varios aos estaba alejado de la escena poltica francesa. Suficientemente lcido como para comprender que no poda reimplantarse la situacin previa al levantamiento, De Gaulle no tard en dar la espalda a los ultras que lo llevaron al gobierno. De inmediato, formul la promesa de mejorar la situacin econmica y social de la poblacin argelina y de la concesin de derechos polticos, como medio de promover una negociacin con sectores moderados que permitiera mantener la soberana francesa. Pero, para asegurar estas negociaciones, lo mejor era intensificar la represin contra el movimiento revolucionario para obligarlo a capitular. A este objetivo responda el Plan Challe (nombre del comandante en jefe de las tropas francesas). Este fue el perodo ms duro para los patriotas argelinos. Se crearon grandes campos de concentracin para alejar a la poblacin de la influencia del FLN, los sospechosos entre una cuarta y quinta parte de todos los argelinos fueron reagrupados, se instalaron barreras electrificadas a todo lo largo de las fronteras para impedir los contactos con Marruecos y Tnez y se realiz un rastrillaje sistemtico de todo el territorio. Estas medidas permitieron asestar fuertes golpes al Ejrcito de Liberacin Nacional, pero lejos estuvieron los franceses de controlar la rebelin que renaca en una y otra parte sobre la base de la creciente adhesin de las masas argelinas. En 1957, la liquidacin de la estructura urbana de Argel haba obligado a concentrar en el campo las acciones principales; ms tarde en 1960, cuando las fuerzas rurales se encuentran debilitadas, la poblacin de las ciudades tomar el relevo desplazndose nuevamente el centro de la lucha. A fines de 1960, cuando de Gaulle visita Argelia, durante varios das en las calles de las principales ciudades se realizarn manifestaciones multitudinarias de apoyo al FLN. Desde entonces, el mundo supo que la revolucin argelina conservaba toda su fuerza y el presidente francs comprendi que ya no haba solucin negociada que no pasara por la independencia. En favor de sta se pronunci en febrero de 1961 por abrumadora mayora el electorado francs y si las negociaciones an duraron un ao fue por los esfuerzos gaullistas por conservar la presencia francesa, es decir por someter al nuevo Estado argelino a una relacin neocolonial.

Las negociaciones de paz y reconocimiento de la independencia

En 1956, los franceses descubrieron importantes yacimientos de petrleo en el Sahara argelino y desde entonces se agreg una nueva razn de la mayor importancia para tratar de mantener el dominio de Argelia. Cuando result evidente que no haba solucin posible sin el reconocimiento de la independencia, los negociadores gaullistas reclamaron que del futuro Estado argelino se excluyera la regin del Sahara y que sta siguiera bajo el control de Francia. Rpidamente los intereses petroleros acuaron el mito del sahara francs, aunque no haba ninguna razn para sostener que esa inmensa regin, la menos poblada por europeos, era ms francesa que el resto de Argelia. Pero la integridad territorial era una de las reivindicaciones bsicas del FLN y las negociaciones se interrumpieron hasta que los franceses debieron ceder. Para concertar la paz, De Gaulle debi enfrentar el alzamiento de gran parte del ejrcito francs, activamente apoyado por los colonos europeos. Luego del fracaso del golpe militar de abril de 1961, destinado a impedir la capitulacin ante el enemigo, estos grupos formaron la OAS y desarrollaron una sistemtica accin de destruccin y terrorismo para provocar la reaccin del FLN e impedir la firma definitiva de la paz. La contradiccin de intereses entre los colonialistas de ambos lados del mediterrneo se hizo entonces evidente. Para los colonos, la concesin de la independencia implicaba el fin de su situacin privilegiada, de un siglo de explotacin de las mayoras argelinas. Por el contrario, para el gobierno francs y los grandes monopolios metropolitanos la guerra resultaba ya demasiado gravosa y sus consecuencias se hacan sentir no slo en la vida poltica francesa sino tambin en la relacin con las ex colonias de ultramar. La poltica neocolonialista que De Gaulle impulsaba en toda Africa se resenta por la reaccin internacional contra la guerra argelina. Por otra parte, Francia no entenda renunciar a sus intereses en Argelia y los acuerdos de paz deban imponer una estrecha cooperacin en el campo econmico y el cultural.

En marzo de 1962, fueron suscritos finalmente los acuerdos de Evian por los que se estableca el alto el fuego y se reconoca la independencia e integridad territorial de Argelia. A partir de entonces recrudecer la accin de la OAS. Ms de 20.090 muertos entre los habitantes rabes de Oran y Argel, fue el saldo de los 100 das entre el alto el fuego y la definitiva votacin de la independencia en los que los colonos europeos se despidieron de Argelia. Las condiciones ms importantes impuestas por los franceses en los acuerdos de paz eran las que tendan a proteger a la minora europea, reconocindoles un status poltico especial y el respeto de sus propiedades. Pero la fuga masiva de los colonos inmediatamente despus de la independencia, torn inaplicable estas clusulas. Por otra parte, se otorgaba a Francia el derecho de disponer de bases militares en territorio argelino y se creaba un rgano paritario integrado por representantes de ambos pases para la explotacin del petrleo del Sahara.

En vsperas de la independencia, en su Congreso de Trpoli en junio de 1962, el FLN sealaba que los acuerdos implicaban el mantenimiento de vnculos de dependencia en los sectores econmico y cultural. Destacaba el conflicto que a partir de la guerra de Argelia se produca en el seno del imperialismo francs, entre

los sostenedores de la colonizacin agraria segn los viejos esquemas del conservadorismo colonial y sus aliados militares y facistas y los paladines del gran capital industrial que tratan de llegar a un compromiso con el nacionalismo argelino.

De all se deduca que, si bien la primer tarea era terminar con los ultras de la OAS, el peligro ms grave lo constituan los planes neocolonialistas que se presentaban bajo las seductoras apariencias del liberalismo y de la cooperacin econmica financiera. Pese a estos sealamientos, la gran mayora de la direccin nacionalista aceptar los acuerdos, considerndolos una victoria poltica irreversible que pone trmino al rgimen colonial. Casi diez aos demandara luego al nuevo Estado argelino lograr el control de sus fuentes energticas y terminar con los condicionamientos de los acuerdos de paz. Casi ocho aos de lucha armada haban dejado su marca profunda en la conciencia del pueblo argelino.

Esta masa de famlicos y analfabetos escribe Fanon, estos hombres y mujeres sumergidos durante aos en la oscuridad ms espantosa, hicieron frente a los aviones y a los tanques, al napalm y a las servicios psicolgicos. Este pueblo se mantuvo pese a los dbiles, los vacilantes y los aprendices de dictador, porque su lucha le ha abierto dominios cuya existencia ni siquiera sospechaba[10].

En el transcurso de la guerra, las masas argelinas redescubrieron su unidad nacional, terminaron con mucho de los mitos e instituciones retrgradas de origen feudal y fueron dando a la rebelin un nuevo contenido que trascenda de la independencia, para reclamar una transformacin radical de la estructura econmico-social en la que se asentaba el dominio colonial.

En aquellos pases en que la independencia pudo lograrse gracias a una menor intransigencia de la metrpoli, la implantacin del neocolonialismo ser ms sencilla. Se apoyar en la negociacin con las nuevas lites nativas que se hacen cargo del aparato estatal, mientras que la mayora de la poblacin permanece marginada de la vida poltica. Cuando, como ocurri en Argelia, la guerra ha obligado a movilizar todas las energas de la poblacin y a apoyarse en los sectores ms humildes y explotados, el cuadro resultante ser distinto. Pese al atraso secular y al bajo nivel poltico y cultural, la necesidad de los cambios revolucionarios es rpidamente comprendida por el pueblo que, mientras participa en el combate, construye las instituciones y las formas de organizacin que servirn de base al nuevo Estado nacional.

Las tareas del nuevo poder y el programa del FLN

Muy complejas eran las tareas que se imponan a la direccin nacionalista luego de la independencia. Se ha reconquistado la soberana, pero queda todo por hacer para dar un significado a la Liberacin Nacional, deca el ya mencionado Programa de Trpoli que constituye un lcido anlisis de las carencias con las que el FLN enfrentaba la nueva situacin. El lanzamiento de la rebelin haba representado el surgimiento de una vanguardia que rompa con las concepciones y mtodos de los viejos partidos nacionalistas, que deba acompaarse de un vigoroso esfuerzo de diferenciacin ideolgica. Este no se ha realizado, puesto que el FLN nunca se ha preocupado por ir, en forma positiva, ms all del nico objetivo inscrito en el programa tradicional del nacionalismo, la independencia. La subsistencia de prcticas autoritarias y paternalistas, agregaba, muestra que el frente enemigo encarnizado del feudalismo no ha hecho nada por quedar inmune a l en ciertos niveles de su misma organizacin. Adems, el espritu pequeo burgus predominante y la indigencia ideolgica de muchos de los cuadros, se profundizaron por la separacin que se creo entre direccin y masas populares; fundamentalmente a partir del traslado al exterior de los principales organismos dirigentes. Por otra parte, luego de sealar que la confusin de roles entre el Gobierno Provisional y el FLN haba reducido a ste a un aparato de gestin administrativa, conclua: la experiencia de siete aos y medio de guerra demuestran que sin una ideologa elaborada en contacto con la realidad nacional y con las masas populares, no puede haber partido revolucionario. La sola razn de ser de un partido es su ideologa, cuando sta desaparece, deja de existir tambin el partido[11]. El jbilo con el que todos los pueblos recibieron el triunfo de la Revolucin Argelina y la justificada exaltacin de su epopeya, hicieron olvidar en los anlisis de los primeros aos de independencia, los sealamientos del Programa de Trpoli. Recordarlos hoy en toda su importancia no implica desmerecer la lucha de liberacin, ni ignorar la consecuencia, el patriotismo y la abnegacin evidenciados por sus principales dirigentes. Simplemente adoptar un punto de partida que nos permita explicar ms claramente las dificultades que la direccin revolucionara encontrar al hacerse cargo del poder. El documento de Trpoli seala el objetivo de la revolucin democrtica-popular cuyas principales medidas deban ser la reforma agraria, la nacionalizacin del crdito y el comercio exterior, la planificacin de la actividad econmica por el Estado con la participacin democrtica de los trabajadores y la adopcin de urgentes medidas para enfrentar el analfabetismo, la desocupacin, los problemas sanitarios y la falta de viviendas. Podemos tener una idea de la magnitud de la tarea, considerando que en momentos de la independencia dos millones de personas abandonaban los campos de concentracin, decenas de aldeas haban sido arrasadas, sumaban decenas de miles los nios hurfanos y la mayor parte de la poblacin no tena trabajo.

El gobierno de Ben Bella

Luego de los acuerdos de Evian, los cinco dirigentes presos en Francia haban sido liberados y se haban reincorporado a los organismos de direccin del FLN. Estos enfrentaban una seria crisis en momentos de la reunin de Trpoli y el mismo Congreso que vot el Programa qued sin nmero cuando se quiso integrar el nuevo Bur Poltico.

Dos sectores aparecen enfrentados; por una parte el Gobierno Provisional encabezado por Ben Khedda que haba sustituido a Ferhat Alabas junto con los dirigentes de las principales willayas y Boudiaf y Ait Ahmed, dos de los liberados por Francia; el otro grupo ser liderado por Ben Bella, con el respaldo de algunas willayas y fundamentalmente del ejrcito de fronteras del coronel Boumedienne. Este sector ser quien controlar el poder luego de atravesarse una seria crisis en los dos primeros meses de vida independiente apoyndose en la habilidad poltica de Ben Bella, a quien la prensa internacional haba convertido en el dirigente ms notorio de la revolucin, y en la fuerza del ejrcito de Boumedienne. Es difcil encontrar explicaciones polticas claras para este enfrentamiento en la medida en que la composicin de ambos grupos es altamente heterognea, a los dos alcanzan las crticas de no haber respetado las disposiciones orgnicas del FLN. Lo importante es recordar que el triunfo del equipo Ben Bella-Boumedienne se logr sobre la base de la liquidacin de muchas de las estructuras que el Frente haba creado en el curso de la guerra y que ello convirti al ejrcito de fronteras en el nico organismo estructurado para hacerse cargo del poder. El mismo Ben Bella sera vctima tres aos ms tarde de este incremento de la influencia del ejrcito, transformado en el verdadero sustento del nuevo gobierno. Las masas argelinas se manifestaron activamente en contra de la lucha entre los dirigentes del FLN y cuando las fuerzas de Boumedienne se abrieron paso hasta Argel, librando combate contra las direcciones de willaya que se les oponan, slo la enrgica decisin de la poblacin civil impidi que continuaran los combates que dejaron un saldo de mil vctimas. Cuando las tropas ocupan la capital y se impone el control del Bur Poltico orientado por Ben Bella, se realizan las elecciones que reflejarn la escisin producida en el movimiento revolucionario. De las listas electorales presentadas por el FLN, sern excluidos los dirigentes de la Unin de Trabajadores de clara orientacin socialista que se haban pronunciado contra la lucha fratricida; los responsables de la Federacin del Frente de Liberacin en Francia, Boudiaf y muchos de los principales dirigentes de willaya que haban participado activamente en la guerra de liberacin. El 29 de setiembre de 1962, Ben Bella ser elegido primer ministro y ms tarde presidente de Argelia. El xodo de los colonos haba dejado abandonadas las mejores tierras de cultivo y muchas empresas comerciales e industriales, cuya produccin era esencial para la economa argelina. La entrega de estos bienes vacantes a los trabajadores bajo el rgimen de la autogestin, fue la ms importante de las reformas adoptadas por el nuevo gobierno. Los decretos de marzo de 1963 pusieron en manos de los trabajadores agrcolas ms 1.500.000 hectreas, creando el llamado sector socialista de la economa. Las tierras seran administradas por

consejos de gestin elegidos por los trabajadores y por un director designado por el Estado. Los beneficios de la explotacin se distribuiran entre los trabajadores, luego de cubrirse los gastos e inversiones y los distintos impuestos.

El sistema de la autogestin alcanz tambin a las empresas industriales y comerciales, pero aunque algunas eran individualmente importantes, el sector industrial de autogestin es delimitado. Slo 450 establecimientos con un total de 10.000 obreros estaban sometidos al rgimen de los decretos de marzo, mientras que la autogestin agrcola beneficiaba a ms de 200.000 trabajadores. El sistema de la autogestin se apoyaba en la experiencia yugoeslava y ello dio origen en Argelia y fuera de ella a grandes controversias. Sus sostenedores alegaban que permita la participacin directa de los trabajadores en la gestin econmica. Los crticos alegaban que esta participacin no deba llevar a la distribucin de los beneficios entre los productores de cada predio o empresa, pues de ese modo se debilitaba la propiedad social de la economa y se creaban sectores privilegiados sobre la base de las diferencias de productividad entre las explotaciones. Estas reservas parecen haberse confirmado en buena parte en la experiencia argelina, donde la autogestin debi enfrentar adems serias dificultades. El dbil desarrollo de las fuerzas productivas, la hostilidad de muchos funcionarios al crecimiento del sector socialista y la falta de una organizacin poltica de las masas que permitiera convertir en realidad su participacin en los organismos creados por los decretos de marzo. Diez aos despus de implantado el rgimen, an son muchos los trabajadores que desconocen los principios bsicos de la autogestin y no pueden participar en la administracin de las empresas. Pero, ms all de todas sus limitaciones el nuevo sistema que reconoca la ocupacin de tierras que espontneamente haban realizado los campesinos y obreros agrcolas defina una orientacin positiva. Su suerte dependa, por una parte de la firmeza con que se encarara el fortalecimiento del sector socialista frente a los sectores de economa privada y de la organizacin del FLN como partido que permitiera orientar y canalizar la participacin de las masas a todos los niveles.

La burguesa nacional argelina era econmicamente dbil, puesto que los colonos europeos haban monopolizado las principales actividades; sin embargo en momentos de la independencia haba 25.000 propietarios de tierras de ms de 50 hectreas y sumaban 50.000 los comerciantes y pequeos industriales. Era importante el peso en el aparato estatal de los grupos de la pequea burguesa urbana, comerciantes pequeos y artesanos fundamentalmente, que no favorecan el crecimiento del sector socialista; y, fundamentalmente, los sectores ms importantes de la industria seguan en manos del capital extranjero, favorecido por las garantas que le otorgaban los acuerdos de cooperacin.

Las dificultades para la afirmacin de la orientacin hacia el socialismo tambin provenan de la falta de cuadros tcnica y polticamente idneos. En 1964, el 20% de los funcionarios estatales eran franceses que se desempeaban segn los tratados de cooperacin; el 30% argelinos salidos de las escuelas coloniales de formacin y slo el 50% restante eran cuadros del FLN, la mayora ocupando funciones subalternas. Frente a este cuadro, no se comprende el optimismo del entonces ministro de Economa, Boumaza, cuando al informar el presupuesto para 1964 deca: el importante sector nacionalizado del que hoy disponemos asegura el triunfo de la Argelia socialista.[12] Las crticas que entonces se hicieron por las garantas que an se otorgaban a la propiedad privada y a las inversiones extranjeras, fueron contestadas sealando el carcter necesariamente gradual y pausado que debera seguir el proceso de ampliacin del sector socialista.

La realizacin de los congresos de los trabajadores de la autogestin agrcola e industrial, en 1963 y 1964, y la convocatoria del Congreso del Partido fueron avances en el camino de la organizacin de las masas tras el programa de orientacin socialista y marcaron tambin la tendencia de Ben Bella por darse una base de poder que le permitiera independizarse de los cuadros del Ejrcito Nacional Popular que controlaban la mitad de los ministerios y seguan constituyendo el apoyo bsico del gobierno. El Congreso del FLN sancion la llamada Carta de Argel que desarrolla las conclusiones del programa de Trpoli define ms claramente las tareas del perodo de transicin. En su intervencin ante el Congreso, Ben Bella defina los tres principios bsicos del socialismo argelino, justo reparto de las riquezas, reparto igual de la cultura, el poder a los productores.

En el plano internacional, se defini una orientacin antiimperialista de apoyo a los movimientos de liberacin nacional. Sus frecuentes llamamientos en favor de la resistencia palestina y de lucha contra el colonialismo portugus, le granjearon a Ben Bella una fuerte popularidad entre los pueblos del tercer mundo y los sectores progresistas de la opinin internacional. No fue casual que su derrocamiento en junio de 1965, se produjera das antes de la celebracin en Argel de la Conferencia Afroasitica, que le permitira aumentar su prestigio internacional y fortalecer su posicin interna.

Cuando en un rpido golpe de mano, el ejrcito depone a Ben Bella que an en 1973 permanece cautivo las debilidades de su poltica aparecern claramente. Salvo algunas manifestaciones en Argel y Orn, no se producirn grandes reacciones en defensa del lder derrocado. Ben Bella habla afirmado una poltica avanzada en muchos aspectos, creando el sector social y alentando cierta participacin poltica de las masas, pero no habla podido desarrollar al FLN como una estructura poltica real y la falta de una orientacin ms clara y consecuente le impidi cohesionar una tendencia a nivel de los cuadros dirigentes. Las masas argelinas le haban otorgado todo su apoyo en un principio, pero siete de los ocho millones de campesinos no haban visto mejorar en nada sus condiciones de vida. La autogestin era una iniciativa interesante, pero no alcanzaba a los pobladores de las regiones ms atrasadas que haban sido protagonistas principales de la guerra de liberacin.

El documento dado a conocer por el Consejo

de la Revolucin formado a la cada de Ben Bella, acusaba a ste de falsificacin, charlatanera poltica y apego morboso al poder, lo calificaba como un dictador que pretenda la liquidacin sistemtica de los cuadros y disponer del poder como de una propiedad personal, creyendo que slo l encarnaba a Argelia, la revolucin y el socialismo.[13] La crtica de personalismo no era la primera vez que se diriga contra Ben Bella, pero los cargos eran tan infundados como los que se hicieron desde muchos pases calificando como fascista al rgimen de Boumedienne. El juicio sobre el golpe no puede ser sino negativo, porque implicaba la resolucin en trminos burocrticos de la lucha por el poder y porque el absoluto control del Ejrcito deba llevar a debilitar an ms la organizacin poltica de las masas y acentuar la subordinacin del Partido al aparato de gobierno. Pero, es importante sealar que no cambi la orientacin esencial de la poltica econmica y social y que el elenco gobernante, salvo pocas excepciones, era el mismo que haba acompaado al presidente derrocado desde 1963.[14]El ascenso de Boumedienne afirm an ms los lmites de la experiencia socialista. El nfasis se puso desde entonces ms en el desarrollo y la eficiente planificacin econmica que en la organizacin de las masas y su educacin poltica. En materia internacional Argelia no modific sustancialmente su orientacin de apoyo a los movimientos de liberacin nacional, tal como lo prueban sus posiciones en los organismos internacionales y su adhesin a la lucha vietnamita, pero la actitud militante de tiempos de Ben Bella fue reemplazada por una mayor sobriedad. Un periodista francs de visita a fines de 1970 poda constatar con sorpresa que es difcil encontrar otro pas donde se mencionen tan poco los problemas internacionales.[15]Despus de enfrentar con xito en 1967, el golpe preparado por su jefe de Estado Mayor el coronel Sbiri, antiguo jefe de Willaya al que algunos atribuan una orientacin ms revolucionara, el gobierno de Boumedienne consigui estabilizarse y ello le permiti encarar dos objetivos fundamentales: la recuperacin de las riquezas bsicas de manos del capital extranjero y la planificacin de un desarrollo econmico acelerado.

El control por el Estado Argelino de las actividades petroleras, mineras y bancarias y de los principales sectores industriales se fue logrando a travs de progresivas nacionalizaciones que modificaron el cuadro resultante de los acuerdos de Evian. El aspecto principal de esta poltica estuvo referido a la produccin de hidrocarburos que representan el 60% de las exportaciones argelinas y el 20% del producto interno. Esta poltica de nacionalizaciones ha provocado la disminucin de la ayuda francesa y redujo lgicamente el peso del capital extranjero en la economa argelina.

Sobre la base de los ingresos provenientes de las exportaciones de petrleo y gas, se han realizado inversiones importantes en el campo de la industria petrolera, la siderurgia, la energa elctrica y la fabricacin de materiales de construccin. El criterio que orienta la industrializacin es el de crear un sector moderno, importando las tcnicas ms avanzadas que permitan producir en condiciones de competencia en el mercado internacional. Los logros en algunos aspectos son importantes y el plan cuadrienal 1969-1973 destina a la industria el 45% de las inversiones. Pero esta poltica que privilegia el desarrollo de una industria pesada sobre la base de la ms moderna tecnologa, tiene dos puntos crticos. Por una parte, acenta la dependencia tecnolgica en relacin con el sistema capitalista mundial y por la otra, no ha servido para resolver el principal de los problemas sociales que presenta ndices tan elevados como en 1962. La falta de trabajo provoca la emigracin y la mano de obra en el extranjero es tan numerosa que los ingresos provenientes de los envos que hacen a sus familias los argelinos que trabajan en Europa, representan la segunda de las fuentes de divisas extranjeras. Ms de un milln y medio de personas continan subsistiendo en Argelia gracias a estos recursos. sacrificada hasta ahora en aras de la prioridad En 1973 debe iniciarse la Revolucin Agraria, otorgada a la industrializacin. Se debern expropiar las tierras de los grandes propietarios y se tender a formar cooperativas que permitan integrar al medio milln de campesinos sin tierra. En cuanto al sector de autogestin, su desarrollo ha sido reducido ya que slo emplea hoy a 230.000 trabajadores rurales. Las campaas realizadas para hacer conocer a los interesados el funcionamiento de los comits de gestin no han dado gran resultado y slo una mnima parte de los trabajadores, quienes desempean funciones ejecutivas estn en condiciones de participar en la administracin de los dominios. Por otra parte, esta tarea en la prctica est a cargo de organismos estatales que son quienes fijan los precios y deciden los gastos e inversiones; en los hechos los beneficiarios de la autogestin perciben un salario, sin que puedan participar en el clculo de los beneficios.

Revolucin Africana peridico editado por un grupo de intelectuales de la confianza de Ben Bella, publicaba en 1964 un lcido anlisis de las corrientes en pugna en el gobierno argelino.[16] Se sealaban tres orientaciones. La primera es la que se orienta hacia el capitalismo privado, dbil en el aparato administrativo, pero fuerte en las capas ms acomodadas de la poblacin. Aunque afectada por la poltica llevada a adelante desde la independencia, mantiene muchas de sus posiciones econmicas. La segunda es la corriente que se orienta hacia el capitalismo de Estado, muy poderosas en parte de la alta administracin. Plantea amplias nacionalizaciones y la creacin de grandes empresas pblicas, lo menos sujetas que sea posible al control popular. Generalmente no es hostil a las inversiones pblicas extranjeras y se vera obligado a buscarlas en amplia escala, puesto que la orientacin del capitalismo de Estado no puede tampoco asegurar el rpido y armnico desarrollo de la economa argelina porque hara al Estado incapaz de movilizar a las masas, degenerara en una orientacin burocrtica de la economa. Luego de sealar que algunos sectores del capital extranjero no seran necesariamente hostiles al desarrollo de esta corriente y que los sectores del capitalismo burocrtico tenderan a asociarse con los grupos de propietarios privados, sealaba tanto desde el punto de vista del desarrollo y el subempleo y el aumento del nivel de vida de las masas, el triunfo de una de estas dos corrientes o de su combinacin tendra resultados altamente negativos.

La tercera orientacin es la que tiene por objetivo el socialismo. Fuerte entre las capas ms modestas de la poblacin urbana y entre los obreros agrcolas de las grandes explotaciones, cuenta tambin con la simpata de los campesinos, pero es verosmil que stos hoy aspiren como primera medida a obtener un poco ms de tierra y mejores condiciones de trabajo personal. Luego de sealar que esta corriente responde a las exigencias del desarrollo econmico y social de Argelia, seala las tres limitaciones que es necesario superar. En primer lugar, la falta de precisin ideolgica y de un programa concreto de transicin al socialismo; segundo, que sus sostenedores estn menos capacitados en el plano tcnico y administrativo que los tecncratas que se orientan hacia el capitalismo de Estado y por ltimo, se seala como una debilidad particularmente grave que esta corriente no se apoya en una organizacin apta para movilizar y orientar a las masas y concluye afirmando que de la capacidad del FLN para reformar su base de militantes y cuadros, de defender la revolucin, del refuerzo de su trabajo en el sector econmico, depende, en definitiva, la suerte del socialismo en Argelia. Nueve aos despus de publicado, este trabajo sigue siendo un buen punto de partida para analizar la naturaleza del poder revolucionario y la evolucin operada en los ltimos aos.

Dos escritores franceses que han seguido activamente la evolucin del proceso argelino, concluyen en trminos categricos el balance de diez aos de gobierno independiente. La estructura del Estado es la del capitalismo de Estado, bastante parecido a la del Egipto nasseriano. Contina dependiendo de los modelos occidentales tanto como del sistema capitalista mundial[17]. Estos autores comparan la situacin argelina con la del Vietnam del Norte, sealando que en este ltimo pas la prioridad otorgada a la industria pesada se acompa de la modificacin de las relaciones de produccin en el campo y del progreso de la agricultura, asegurando el pleno empleo por la movilizacin total de las masas orientadas por el Partido Revolucionario y beneficiando al conjunto de la poblacin con el desarrollo de una infraestructura sanitaria y escolar que llega hasta el ltimo de los villorios vietnamitas. En Argelia, por el contrario, sostienen, la planificacin econmica ha afirmado la marginacin de las masas y una acentuacin de las diferencias sociales entre ellas y los sectores de la pequea burguesa que ocupan funciones en el aparato estatal.

Distinta es la opinin de Ahmed Akkache,[18] quien sostiene que en las actuales condiciones la primer tarea consiste en la liquidacin de la dependencia del capital extranjero y que no es justo considerar como expresin de los intereses de la burguesa la actual poltica orientada a la edificacin de una economa independiente. Para apreciar si existe un avance en la va del socialismo, el autor analiza tres cuestiones. En primer lugar constata que ha existido un mayor desarrollo de las fuerzas productivas, evidenciado en la multiplicacin de fbricas, la puesta en marcha de los primeros altos hornos y la multiplicacin de industrias de avanzada. Adems agrega el conjunto de la actividad econmica tiende a someterse al imperativo de la planificacin. En segundo lugar, es necesario determinar si la distribucin del ingreso evoluciona en favor de las masas o en su contra. Si bien seala que ha aumentado la masa total de salarios por la creacin de mayor cantidad de empleos permanentes, agrega:

no teniendo el Estado el dominio de todos los mecanismos econmicos, las remuneraciones tienden a fijarse por el libre juego de la aferta y la demanda. Lo que en una economa caracterizada por la desocupacin estructural determina la fijacin de niveles muy bajos para las categoras no calificadas y muy importantes para el personal superior.

El ltimo problema a considerar segn Akkache es si el desarrollo del sector pblico es ms rpido que el del sector privado. La parte del sector pblico ha crecido sensiblemente, pero esto se debe ms al volumen de inversiones ordenadas por el Estado que a la capacidad de acumulacin de las empresas estatales. Por otra parte, la disminucin relativa del capital privado se debe a la retraccin del capital extranjero, especialmente en el sector petrolero, pero ha existido un importante avance en la formacin de capital privado nacional en la industria y el comercio. Sin embargo, este avance es menor que el del capital estatal que controla las industrias claves y juega el rol de motor del desarrollo econmico. Para Akkache, la lucha entre ambos sectores es la contradiccin principal hoy en Argelia, la coexistencia no implica ms que una transicin, la expresin provisoria de un matrimonio forzado que no podra convertirse en estable. Este autor, que tambin considera vlidos los lineamientos generales del modelo vietnamita, el presidente Boumedienne plantea con claridad el problema; pero los riesgos que acechan al desarrollo del sector pblico son inmensos, por la oposicin directa del capital extranjero (dumping, accin sobre los precios, cierre de mercados) por el sabotaje, la especulacin y otras prcticas de la burguesa interna y por el riesgo de degeneracin que enfrenta el sector pblico. En la medida en que no se apoye en el entusiasmo y el espritu de sacrificio a los trabajadores, el esfuerzo creador de las masas y la racionalidad de la planificacin, se corre el riesgo de llegar a la formacin de una casta burocrtica, una neoburguesa que sin tener la posesin personal de los medios de produccin nacional no deja de tener por ello su disposicin efectiva.

La creacin de un Estado Nacional que asume el control de sus riquezas y encara un desarrollo econmico independiente, es un hecho relevante en un continente donde, pese a los disfraces revolucionarios, los regmenes neocoloniales constituyen el fenmeno habitual. Adems, las dificultades con las que Argelia se enfrent al iniciar su vida independiente deben ser tenidas en cuenta, para evaluar los logros obtenidos en materia de desarrollo econmico. Pero, no es menos cierto que la simple constatacin de las condiciones de vida de la mayora de la poblacin muestra que no se avanza claramente en el camino socialista proclamado hace diez aos, que recoga las aspiraciones desarrolladas por las masas a travs de la larga lucha de liberacin.

La falta de un claro sealamiento de las diferencias de clase en el seno de la sociedad argelina; el rol subordinado del partido respecto al aparato estatal, la marginacin de grandes sectores de masas en todos los niveles de la vida social, constituyen aspectos que deben ser superados para que la orientacin socialista pueda convertirse en realidad. La unidad ideolgica, el funcionamiento democrtico, la formacin de los cuadros, la educacin poltica de las masas, son condiciones necesarias para que el Partido pueda desarrollar su funcin de gua iluminado del pueblo y encontrar en el pueblo mismo los medios para la realizacin de su poltica, deca hace ya ms de diez aos el Programa de Trpoli y la experiencia de la construccin socialista en los pases atrasados, demuestra que esa es la principal de las fuerzas materiales en las que se apoya el desarrollo econmico y la creacin de la nueva sociedad.

NOTAS1) Mohamed Sahli, Decolonizer lHistoire, introduction a lhistoire du Magreb, Mspero, Pars 1965.

2) Carlos Aguirre, Argelia ao 8, Buenos Aires, 1963, Campana de Palo.

3) Sahli, op. cit., pg. 105.

4) Gian Paolo Calchi Novati, La Revolucin Argelina, Bruguera, Madrid, pg. 48.

5) Proclama del Frente de Liberacin Nacional, en Calchi Novati, op. cit., pg. 291.

6) Gerard Chaliand, Aigerie est elle socialiste?, Pars, 1964, pg. 38, Mspero.

7) Plataforma Poltica de la Soumman, en Calchi Novati, op, cit

8) Chaliand, op. cit, pg.

9) Calchi Novati.

10) Camus Albert, Croniques Algeriennes, Pars, 1958, Gallimard.

11) Realits Algeriennes et Marxisme, Recopilacin, Mosc, 1962.

12) Maxme Rodinson, Marxisme et Monde Musulman.

13) Fanon, Les damnes de la terne

14) Programa de Trpoli-Argel, en Calchi Novati.

15) Estier, Claude, Pour LAlgerie, Pars, 1964, Mspero.

16) Declaracin del Consejo de la Revolucin, Argel, 1963.

17) Chaliand, Gerard, De Ben Bella a Boumedienne, Partisan, 1965.

18) Andr Fontaine, Le Monde, diciembre 1970.

19) Chaliand, op. cit.

20) Chaliand, Gerard et Jeannette Minees, Bilan de 10 anns de une revolution nationale, Le Monde Diplomatique, diciembre 1972.

21) Akkache, Ahmed, Capitan etrangers et liberation, Mspero, Pars, 1971.

La izquierda francesaEn los primeros aos de la rebelin, desde las pginas de El Moudjahid, peridico del FLN, se hicieron frecuentes llamamientos a la solidaridad de la izquierda francesa, sin que los resultados fueran demasiados halagadores. Ya hemos visto la actitud de los socialistas que aplicaron en Argelia la misma actitud colonialista que sostuvieron en Medio Oriente e Indochina, en Madagascar y el Camern. Otros sectores de la llamada izquierda democrtica reaccionaban contra los excesos de la represin, reconocan la necesidad de incorporar a las mayoras argelinas a la vida poltica, pero seguan considerando a Argelia como parte de Francia y repudiaban los mtodos violentos a que apelaban el FLN. Albert Camus, el ms claro ejemplo de esta actitud humanitaria que no rompe los marcos del pensamiento colonizador. Argelino de origen haba nacido en Orn Camus desarroll una vasta labor periodstica en favor de la unin y la igualdad de derechos entre los colonos europeos y la mayora rabe. Pero nunca supo distinguir entre la violencia clasista de los colonizadores y, la respuesta del pueblo agredido; conden la tortura y la represin del ejrcito francs, pero denunci con ms fuerza la rebelin del FLN. Por muy bien dispuestos que estemos hacia la reivindicacin rabe deca en 1958 debemos reconocer que en lo concerniente a Argelia, la independencia nacional es slo una frmula pasional. Nunca ha existido hasta ahora una nacin argelina. Por cierto que las masas argelinas ignoraron las opiniones de quien les adverta que el pas quedara sumido en el atraso si se vea privado del concurso francs; los colonos, por su parte, rechazaron siempre a quien siendo uno de los suyos se atreva a predicar la conciliacin con el enemigo. Mientras la izquierda liberal caracterizada por su anticomunismo condenaba una rebelin que consideraba una creacin de Mosc, distinta debera ser la posicin del Partido Comunista Francs y ste era el principal destinatario de los llamamientos del FLN. Al da siguiente del levantamiento del 1 de noviembre, los comunistas argelinos haban difundido una resolucin caracterizada por su ambigedad. Se responsabilizaba a los colonialistas por su poltica de explotacin y negacin de las libertades que haba provocado los hechos armados del da anterior, pero no se pronunciaba claramente en favor o en contra de la insurreccin. Agregaba que la mejor manera de evitar las efusiones de sangre, instaurar un clima de entendimiento y de paz consiste en reconocer el derecho que asiste a las reivindicaciones argelinas, pero no hablaba de la independencia que era la reivindicacin fundamental.[19]Pocos das ms tarde, el 8/11/54, un editorial de LHumanit fijaba la posicin del partido francs en solidaridad con la lucha de las masas argelinas en defensa de sus derechos, lo que no le impeda considerar a las acciones del 1 de noviembre como actos individuales susceptibles de hacer el juego a los colonialistas. En 1956, todava hablaba el P.C.F. de la necesidad de mantener lazos durables entre Francia y Argelia, segua ignorando al FLN y propona un alto el fuego inmediato que no contemplaba las condiciones fijadas por la direccin revolucionaria. Recin despus de julio de ese mismo ao, cuando el partido argelino invite a sus militantes a sumarse a la lucha los comunistas francesas que pocos antes haban votado los poderes especiales reclamas por el gobierno de Mollet se pronunciar ms claramente por la independencia. Ello no les impedir seguir considerando como sus aliados polticos a los sectores radicales y socialistas directamente comprometidos en la guerra colonial. La prensa nacionalista reprochar en muchas ocasiones al P.C.F. la no realizacin de acciones de masas en solidaridad con la guerra y la condena como izquierdistas de quienes predican la desercin de las filas del ejrcito francs. Los desencuentros entre los comunistas franceses y el movimiento nacionalista norafricano eran, por otra parte, de antigua data. En el Congreso del Partido celebrado en 1937, Maurice Thorez planteaba que el avance del nazifacismo era el principal de los peligros que acechaban a las poblaciones de Argelia, Marruecos y Tnez, cuyo verdadero inters estaba en la unin con el pueblo de Francia. Aunque reconoca el derecho a la independencia, parafraseaba a Lenin diciendo que el derecho al divorcio no implica la obligacin de divorciarse. Pero mientras Lenin, afirmando el derecho a la autodeterminacin de las nacionalidades que integraban el imperio zarista, las llamaba a constituir un Estado federado y socialista; Thorez peda los pueblos norafricanos que, en inters de la lucha antifacista, continuarn aceptando la dominacin colonial. 13 Para completar el cuadro de la incomprensin que caracteriz a la izquierda francesa, sealemos que tambin algunos grupos trotskistas se opusieron en principio a la rebelin y prestaron su apoyo a Messali Hadj. Seducidos por la presencia de algunos activistas obreros alrededor del viejo lder, slo modificaron su actitud cuando fue evidente el colaboracionismo de aqul con el gobierno francs. Pese a esta defeccin de las organizaciones de izquierda, fueron muchos los franceses que se sumaron individualmente a la lucha del FLN, incorporndose a sus filas, creando redes de apoyo, promoviendo la desercin del ejrcito francs. Asimismo, el conocimiento de los numerosos casos de tortura y de las prcticas brutales de represin aplicadas en Argelia fue generando un movimiento de repudio, especialmente en los sectores intelectuales, que se hizo mayor hacia finales de la guerra. Uno de los episodios ms importantes por su repercusin internacional, lo constituy el manifiesto condenando la guerra colonial firmado en julio de 1960 por 121 intelectuales, encabezados por Sartre y Simone de Beauvoir.

[1] Mohamed Sahli, Decolonizer l'Histoire, introduction a l'histoire du Magreb, Mspero, Pars 1965.

[2] Carlos Aguirre, Argelia ao 8, Buenos Aires, 1963, Campana de Palo.

[3] Sahli, op. cit., pg. 105.

[4] Gian Paolo Calchi Novati, La Revolucin Argelina, Bruguera, Madrid, pg. 48.

[5] Proclama del Frente de Liberacin Nacional, en Calchi Novati, op. cit., pg. 291.

[6] Gerard Chaliand, Aigerie est elle socialiste?, Pars, 1964, pg. 38, Mspero.

[7] Plataforma Poltica de la Soumman, en Calchi Novati, op, cit

[8] Chaliand, op. cit, pg.

[9] Plataforma Poltica de la Soumman, en Calchi Novati, op, cit

[10] Fanon, Les damnes de la terne

[11] Programa de Trpoli-Argel, en Calchi Novati.

[12] Estier, Claude, Pour L'Algerie, Pars, 1964, Mspero.

[13] Declaracin del Consejo de la Revolucin, Argel, 1963.

[14] Camus Albert, Croniques Algeriennes, Pars, 1958, Gallimard.

[15] Andr Fontaine, Le Monde, diciembre 1970.

[16] Chaliand, op. cit.

[17] Chaliand, Gerard et Jeannette Minees, Bilan de 10 anns de une revolution nationale, Le Monde Diplomatique, diciembre 1972.

[18] Akkache, Ahmed, Capitan etrangers et liberation, Mspero, Pars, 1971.

[19] Realits Algeriennes et Marxisme, Recopilacin, Mosc, 1962.