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LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA Esculturas de Alcora del Museo Nacional de Cerámica (1742-1995)

LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

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Page 1: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIAEsculturas de Alcora del Museo Nacional de Cerámica (1742-1995)

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La seducción de la eleganciaEsculturas de Alcora del Museo Nacional de Cerámica (1742-1995)

Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias “González Martí”Valencia, 17 de mayo - 3 de noviembre de 2019

Page 3: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

Catálogo de publicaciones del Ministerio: www.culturaydeporte.gob.esCatálogo general de publicaciones oficiales: https://cpage.mpr.gob.es

Edición 2020

Fotografías de cubiertaJoaquín Ferrer Miñana,Toro Farnesio. Ca. 1828. Real Fábrica de Loza de Alcora. Loza de pipa. CE1/14478. Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias "González Martí".Pedro Pablo Abarca de Bolea, X conde de Aranda, Ca. 1790. Real Fábrica de Alcora. Loza de pipa. CE1/01242. Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias “González Martí”.

MINISTERIO DE CULTURA Y DEPORTE

Edita:© SECRETARÍA GENERAL TÉCNICA Subdirección General de Atención al Ciudadano, Documentación y Publicaciones

© De los textos: sus autores© De las fotografías: sus fotógrafos© De las imágenes: sus autores© Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias “González Martí”

NIPO: 822-20-026-0

Page 4: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

3

El presente catálogo recoge la totalidad de la colección

de escultura de Alcora perteneciente al Museo Nacional

de Cerámica, así como otras relacionadas por concepto,

formato o época. La cerámica de Alcora es uno de los

episodios más brillantes de la historia de la cerámica

española y valenciana, ya destacado en su día por

autores pioneros como Juan Francisco Riaño en su

The Industrial Arts in Spain (1890), seguido de unas

menciones y analíticas que le dedicó Albert Granger

en La Céramique Industrielle (1905), y que culminaron

con la primera aproximación monográfica de

entidad, realizada por Manuel Escrivá de Romaní,

Historia de la Cerámica de Alcora (1919), obra de

referencia hasta el renacer de su investigación, ya a

finales del siglo xx o en los inicios del siglo xxi, que ha

añadido precisiones históricas, nuevas ópticas de análisis

y una mejor comprensión de fenómenos industriales

e históricos relacionados con la loza de Alcora.

Gran parte de la colección del Museo procede

de su fundador, don Manuel González Martí, entre

ellas el busto de santa Teresa o el del conde de

Aranda, don Pedro Pablo. Otras llegaron gracias a

numerosos benefactores, como los jarrones decora-

tivos donados por la Caja de Ahorros de Valencia,

o también por compras efectuadas a lo largo de los

años. Un fondo numeroso y de calidad es el que

se incorporó con la adquisición de la colección

Laia-Bosch, merecedor de un catálogo realizado

en su día por nuestra compañera María Paz Soler

Ferrer. Esta colección incluía varias figurillas de la

Commedia dell’Arte, una escultura de fauno de gran

calidad, así como representaciones de los cuatro

continentes o un toro Farnesio de grandes dimensiones.

La presente publicación incluye un estudio siste-

mático de nuestra colección que es esencial en relación

con la identificación de la producción escultórica de la

fábrica de loza de Alcora. Destaca que la información

contenida proviene principalmente de las propias

fuentes documentales. El estudio se centra en

la producción meramente escultórica, en la que se

incluyen bajorrelieves o cerámicas utilitarias con

elementos escultóricos aplicados, y rechaza otros

objetos utilitarios de mesa, de escritorio, de higiene,

de aseo, de iluminación, de jardín, etc.

Page 5: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

4

Una aportación novedosa fundamental es el hecho

de que por primera vez se establece una cronología

diferenciada y razonada entre el modelado de las

esculturas y el de su vaciado o fabricación en serie, al

tiempo que se analiza y se precisa, con información

contrastada, la cronología propuesta para la famosa

escultura del Toro Farnesio. Finalmente, dada la

perseverancia del autor del estudio en aclarar aspectos

biográficos de los autores, sin duda de suma relevancia

para esclarecer algunos oscuros problemas de autoría

y cronología, ya presentados por él mismo en los

diccionarios biográficos online de la Real Academia

de Historia, el estudio incluye un apartado con las

biografías actualizadas de los principales artífices.

Además de lo dicho, un primer hecho relevante que se

destaca en el texto es el impulso dado a la producción

de escultura por don Pedro Pablo de Abarca y Bolea,

X conde de Aranda, nacido en 1719, de quien se

cumple el tercer centenario de su nacimiento. El conde

heredó la casa de Aranda en 1742 y con ello la fábrica.

Bajo su gobierno, tras la aportación inicial de José

Olerys en la primera época de la fábrica, se contrataron

los más famosos escultores que trabajaron en ella,

como Julián López, Joseph Ochando, Joaquín Ferrer

Miñana y José Ferrer Pardo. Sus modelos perdurarían

durante casi dos siglos, desde 1798 en la fábrica de

los duques de Híjar y en las sucesoras de Girona,

Aicart, e incluso desde la Fundación de Gremios de

Madrid. Los moldes de Alcora se dispersaron y fueron

utilizados hacia finales del siglo xix y principios del

siglo xx incluso por fabricantes de Manises o Valencia.

Por ello es relevante el segundo aspecto que se desvela

en el estudio, como la diferenciación entre la época

del modelado, de su molde y de su vaciado o tiraje.

Estos factores se descubren a través de aspectos que

afectan al acabado de la escultura, como la concordancia

entre la época de modelado y el acabado de la peana

y su morfología, también con el tipo de soporte

cerámico elegido (barro cocido, tierra de pipa,

porcelana tierna…), e incluso la presencia de cubiertas

utilizadas en el acabado, que incluyen, en épocas tardías,

la pintura en frío. El estudio atento de la documentación

permite llegar a otras conclusiones, como la que afecta

al origen de la famosa escultura del Toro Farnesio,

cuyo original, tras la interpretación de Bianchi y Miguel

Ángel, se instaló en 1828 en el Museo de Nápoles.

De este modelo no hay referencias a su fabricación en

la fábrica anteriores a este momento.

Creemos que estas páginas arrojan nueva luz sobre

la escultura originada en Alcora y deseamos agradecer

y felicitar a su autor por el resultado y el esfuerzo

vertido en su estudio, al tiempo que deseamos extender

nuestra gratitud a todos los que han colaborado en

conseguir que este proyecto saliera a la luz.

Jaume Coll

Director del Museo

Museo Nacional de Cerámica y Artes

Suntuarias “González Martí”

Page 6: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

EXPOSICIÓN

Organiza

MINISTERIO DE CULTURA Y DEPORTE

Subdirección General de Museos Estatales

Museo Nacional de Cerámica y Artes

Suntuarias “González Martí”

Comisariado

Ximo Todolí Pérez de León

Dirección científica

Jaume Coll Conesa

Coordinación

Rocío Álvarez Sánchez

Conservación y restauración

Inma Félez

Carolina Mei

Andrés Ballesteros

Textos

Ximo Todolí Pérez de León

Traducción al valenciano

María José Badenas Población

Revisión

María José Badenas Población

Liliane Inés Cuesta Davignon

Fotografía

Javier Rodríguez Barrera

Diseño expositivo y diseño gráfico

Tuttiplein

Montaje

Veolia

CATÁLOGO

Coordina

Rocío Álvaro Sánchez

Liliane Inés Cuesta Davignon

Textos

Jaume Coll Conesa

Ximo Todolí Pérez de León

Revisiones

María José Badenas Población

Liliane Inés Cuesta Davignon

Fotografía

Javier Rodríguez Barrera

Fabián Álvarez Martín

Diseño y maquetación

Tuttiplein

Agradecimientos

El Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias “González Martí” desea

expresar su agradecimiento a las siguientes instituciones por su inestimable

colaboración en la elaboración del presente catálogo:

Archivo de la Diputación Provincial de Castellón; Archivo Histórico Provincial

de Zaragoza; Colección Duque de Alba, Palacio de las Dueñas, Sevilla;

Colección Schreuder, Amsterdam; Colección Serra de Alzaga, Valencia;

Convento de Arenas de San Pedro, Ávila; Diputación Provincial de Zaragoza;

Fundación Rocamora, Barcelona; Hispanic Society of America, Nueva York;

Instituto Valencia de Don Juan, Madrid; Museo Arqueológico Nacional,

Madrid; Margot Riofrío (Tietarteve); Museo de Historia, Madrid; Museu del

Disseny, Barcelona; Museo Lázaro Galdiano, Madrid; Museu de Belles Arts

de Castelló; Museu de la Ceràmica de l’Alcora; Palau Antiguitats, Barcelona;

Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción, Valladolid;

Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid; Rijksmuseum,

Ámsterdam; TORRECID Group.

Page 7: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

6

ABREVIATURAS

ADPCS Archivo de la Diputación Provincial de CastellónAHPZ Archivo Histórico Provincial de ZaragozaAGS Archivo General de SimancasBAECID Biblioteca de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el DesarrolloBNE Biblioteca Nacional de España (Madrid)BNF Bibliothèque Nationale de France (París)CF Colección Feit (Alemania)CN Calcografía Nacional (Madrid)CS Colección Schreuder (Amsterdam)CSA Colección Serra de Alzaga (Valencia)CSIC Centro Superior de Investigaciones Científicas (Madrid)CT Colección Torrecid (Alcora)DIA The Detroit Institute of ArtsDPC Diputación Provincial de CastellónDPZ Diputación Provincial de ZaragozaFBS Fundación Banco Santander (Madrid)FC Fondazione Cariplo (Milán)FR Fundación Rocamora (Barcelona)HSA Hispanic Society of America (New York)HM Hunteriane Museum (Glaslow)IVDJ Instituto Valencia de Don Juan (Madrid)MAN Museo Arqueológico Nacional (Madrid)MANN Museo Archeologico Nazionale di NapoliMAO Museo Arqueológico de Olimpia. Archeologiko Musio Olympias (Grecia)MH Museo de Historia (Madrid)MBA Museu de Belles Arts de CastellóMBA Museu de Belles Arts de ValènciaMCA Museu de Ceràmica de l’AlcoraMCR Musei Capitolini (Roma)MDB Museu del Disseny de BarcelonaML Musée du Louvre (París)MLG Museo Lázaro Galdiano (Madrid)MM Metropolitan Museum of New YorkMNAD Museo Nacional de Artes Decorativas (Madrid)MNCGM Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias “González Martí” (Valencia)MNCS Musée National de la Céramique de SèvresMNP Museo Nacional del Prado (Madrid)MV Musei Vaticani (Roma)PA Palau Antiguitats (Barcelona)PD Palacio de Dueñas (Sevilla)PM Philadelphia MuseumRABAPC Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción (Valladolid)RABASF Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid)RM Rijksmuseum (Amsterdam)SDM Smithsonian Design Museum (Washington)VAM Victoria and Albert Museum (Londres)

Page 8: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

ÍNDICE

Pág.La seducción de la eleganciaEsculturas de Alcora del Museo Nacional de Cerámica (1742-1995)

Presentación ...................................................................................................................................................3

Jaume Coll Conesa

Esculturas de Alcora (1742-1995): modelos y principales artífices ...............................................9Ximo Todolí Pérez de León

Catálogo de obras expuestas ...................................................................................................................80

Ximo Todolí Pérez de León

Biografías ....................................................................................................................................................207

Ximo Todolí Pérez de León

Bibliografía ..................................................................................................................................... 224

Ximo Todolí Pérez de León

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NOTA ACLARATORIA

Según las fuentes documentales (memoriales, muestrarios, tarifas, ordenanzas,

planos, cartas, recetarios, contratos, contenciosos, etc.), los términos referidos

a los soportes cerámicos utilizados, como: «barro común», «media porcelana»,

«porcelana», «pipa», «pipa blanca», «loza de pipa», «loza fina», «porcelana

natural» y «estampado», o los referidos a las series escultóricas, como: «luchas»

y «quatro tiempos», o, incluso, referidos a la categoría laboral de los altos

cargos de la empresa, como: «maestro principal», «director principal»

e «intendente», son comúnmente utilizados en la fábrica de cerámica

de Alcora. Se han usado estos mismos términos en el texto y las fichas

de catálogo para referirse de manera precisa a las técnicas, cargos y series

o tipologías de la fábrica de Alcora.

Page 10: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

ESCULTURAS DE ALCORA (1742-1995): MODELOS Y PRINCIPALES ARTÍFICES

A mi nieto Lluc

Page 11: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

Detalle de la escultura Minerva (CE1/01219)

Page 12: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

En mayo de 1727 comenzó a producir una fábrica de cerámica,

instalada en el pueblo castellonense de Alcora, que iba a suponer

un cambio radical en el panorama cerámico nacional. Su fundador

y propietario único, el noble aragonés Buenaventura Pedro Abarca

de Bolea Ximénez de Urrea (abril 1699-enero 1742), IX conde de

Aranda (Todolí, 2011-2013), tenía un objetivo principal: fabricar

a gran escala un producto utilitario de calidad que estuviera a la

última moda europea, lo que obligaba a distribuirlo no solo por la

nación, sino también por países extranjeros.

El ambicioso proyecto empresarial del conde empezó a gestarse

unos años antes, cuando en 1725 tuvieron lugar dos circunstancias

que se dieron casi simultáneamente: en junio el conde contrató al

ceramista marsellés José Olerys, personaje clave en la puesta en

marcha de la producción, y en noviembre se levantó oficialmente

el secuestro de su amplia herencia.

El ilustrado conde pretendía que su fábrica compitiera en calidad

y en cantidad con las principales fábricas cerámicas europeas. Para

ello se adoptó un sistema formativo y organizativo novedoso en

el país, en el que cada empleado tenía que estar cualificado para

desempeñar una tarea concreta, y se implantó lo más parecido a

lo que hoy conocemos como una cadena de producción, y no era

menos importante evitar los férreos controles de las asociaciones

gremiales que controlaban los obradores del país desde la Edad

Media, que mantenían unos procedimientos formativos, técnicos

y organizativos anticuados que impedían su desarrollo.

11

Introducción

Page 13: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

12

No cabe duda de que una importante baza con la que contó

el conde fundador para rentabilizar su fábrica fue la política

proteccionista del primer monarca Borbón, Felipe V, inspirada en

el modelo francés impulsado por Jean Baptiste Colbert (1619-1683),

ministro de finanzas del rey francés Luis XIV. Este modelo se basaba

esencialmente en la protección de las instalaciones fabriles que

tuvieran capacidad de manufacturar, a gran escala, objetos de calidad,

como tapices, cerámicas, vidrios, muebles, armas, etc., adscritos

a lo que desde el siglo xix se distingue como artes decorativas. Para

ello, el país vecino adoptó medidas como la supresión de aduanas

internas, creación de puertos francos, reforma y mejora de las

vías de comunicación terrestres, limitación de importaciones, etc.,

a la vez que se creaban y subvencionaban manufacturas reales, que

tendrían su máximo exponente en los Gobelins, fábrica de tapices

que fue adquirida por la monarquía de Luis XIV. En esta fábrica,

Colbert instaló en 1667 la Manufactura de Muebles de la Corona,

bajo la dirección artística de uno de los más reconocidos pintores

barrocos del siglo xvii, Charles le Brun (1619-1690). Este contaba

con una mano de obra perfectamente formada y cualificada para

realizar los trabajos de tapices, muebles, armas, vajillas de oro

y plata, etc. Todas estas disposiciones llevadas a cabo en Francia,

encaminadas a favorecer e impulsar el desarrollo de la actividad

comercial, dieron excelentes resultados.

Seguramente en esta empresa francesa se inspiró el conde

Buenaventura para proyectar y levantar su fábrica de cerámica,

que también contempló la manufactura de muebles –es necesario

recalcar, de madera– que según todos los indicios no llegó a

materializarse. Así contestaba el rey Felipe V a la petición de

privilegios formulada por el conde en la cédula real de mayo

de 1729, que reproduce sus mismas palabras:

«que se avia empezado a trabajar muebles, y esperava los mejores

artífices de Inglaterra, para que ayudada la loza con la madera de

talla Dorada, Encarnada, y de otros colores, se execute todo género

de muebles que adornen las Casas, y Jardines» (Todolí, 2002: 283,

doc. 1).

Page 14: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

13

El conde Buenaventura, al amparo de la aplicación de la nueva

política industrial en España, no tardó en apelar al monarca Felipe V

para que su fábrica pudiera gozar de la inestimable protección de la

Corona, que se materializó en una serie de privilegios concedidos

por Felipe V en una primera Real Cédula de mayo de 1729 (Todolí,

2002: 283-286), a la que siguieron otras solicitadas periódicamente

hasta los primeros años del siglo xix (Todolí, 2002: 39, 40). Estos

privilegios afectaban, por una parte, a la rentabilidad directa del

negocio, gracias a la exención del pago de impuestos por la venta de

cerámicas, la libertad para importar materias primas y para vender

cerámicas en cualquier mercado nacional y, por otra, al beneficio

a los empleados a través de la exención del pago de impuestos,

de la obligación del alojamiento, del servicio de quintas, de la

construcción de cuarteles y fortificaciones, etc.

Sin duda, la fábrica del IX conde de Aranda se adelantó a

su tiempo. En efecto, del análisis de las fuentes documentales

se desprende que la empresa utilizó durante los siglos xviii

y xix conceptos administrativos, productivos y laborales absoluta-

mente modernos, como rentabilización y rendimiento productivo,

optimización de la plantilla, adaptación y racionalización de

infraestructuras a la demanda del mercado, gestión del excedente

de producción, fraude fiscal, espionaje industrial, exención fiscal,

producción a destajo, reducción de la jornada laboral en épocas

de crisis, servicio de pedidos a domicilio, ajustes entre oferta

y demanda, campañas publicitarias de promoción y venta, control de

cantidad y calidad, formación del personal, etc, que incluía premios

y becas, competitividad comercial, primas a la productividad de

los operarios, seguro de accidentes, jubilación con la percepción

del salario íntegro, patente de una técnica decorativa, etc. Estos

conceptos, que no se contemplaban o apenas se tenían en cuenta

en otras instalaciones de producción cerámica en el país, cobraron

su verdadera importancia en esta empresa alcoreña, como pusimos

de manifiesto en un estudio sobre la historia documentada de la

fábrica que publicamos en 2002.

En cuanto a las primeras cerámicas fabricadas en Alcora, no

es casual que recibieran la influencia decorativa y formal de las

Page 15: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

14

provenzales, especialmente de las manufacturadas en Moustiers,

centro cerámico francés de gran prestigio que abastecía a la Corona

del Rey Sol, Luis XIV.

En efecto, para poner en marcha su proyecto, el conde fundador

Buenaventura, además de contratar a unos pocos expertos españoles,

contrató a un grupo de experimentados ceramistas formados en

el entorno de la renombrada fábrica de Pedro Clerissy, instalada,

precisamente, en Moustiers. El grupo de franceses, cuyos miembros

iban a ocupar la dirección de las principales secciones o «quadras»

–dibujo, pintura, moldes y tornos– estaba comandado por el

marsellés José Olerys (1697-1749) (Todolí, 2011-2013), al que,

sin duda, se refiere un memorial de 1729 en el que se dice que hay

«un director y maestro principal de toda la fábrica de nación francés,

que éste da las disposiciones y forma dibuxos, istorias y otras

cosas primorosas» (Olucha, 1987-1988: 368). Por tanto Olerys fue,

de hecho, el primer «maestro principal» de la fábrica alcoreña que,

por estas fechas, equivalía a ostentar la dirección artístico-técnica.

Así pues, ellos se ocuparon de la puesta en marcha de la producción

de cerámicas, cuya materia prima era una arcilla calcáreo-ferruginosa

o «barro común» que, una vez cocida y vidriada con una cubierta

estannífera blanca que eventualmente se podía decorar, recibía el

nombre de «loza fina» tras una segunda cocción.

En comparación con otros talleres cerámicos nacionales,

sorprende la envergadura de sus instalaciones que, con casi 2000

metros cuadrados de extensión al principio, daba cabida a una

media de algo más de 100 empleados, que producían una media

de 600 piezas al día, cifras que, no obstante, crecieron durante los

siguientes años del siglo xviii. Se alcanzó así una media estimada

de 1000 piezas diarias durante todo este siglo1.

1 Cifra obtenida al extrapolar los datos entre 1728-1735 y 1743-1763, expuestos

en las tablas I, II y III (Todolí, 2002: 83-85), donde se ofrecen las cifras de

producción, se calculan los rendimientos y los porcentajes de pintores,

torneros y moldistas, así como también de los aprendices encuadrados en

las secciones correspondientes.

Page 16: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

15

Es destacable el nivel de autosuficiencia en la fábrica

alcoreña, pues no solo tenía en su plantilla a personal ocupado

en la fabricación del producto (pintores, escultores, torneros,

dibujantes, moldistas, horneros, etc.), a los que la fábrica propor-

cionaba una formación académica –especialmente de dibujo

a los pintores y escultores– en la escuela que había para tal fin,

sino que también tenía en nómina a personal para tareas de

mantenimiento (herreros, albañiles, carpinteros, leñadores, etc.)

y para la distribución del producto (arrieros-transportistas).

Así pues, abastecida de arcillas que obtenía de minas cercanas

a Alcora –no olvidemos que Alcora era la cabeza de la tenencia

de Alcalatén, propiedad del conde–, la fábrica solo necesitaba

comprar cubiertas y colorantes cerámicos para fabricar el

producto y acercarlo al cliente a través, principalmente, de una

red absolutamente novedosa en el país de almacenes de gran

capacidad, las «factorías». Estas vendían preferentemente al por

mayor y se abrieron, además de la del interior de la fábrica,

en ciudades estratégicas como Zaragoza, Madrid, Barcelona,

Valencia, Alicante y Cádiz, de donde partía la mercancía rumbo

a las Américas. Incluso se habilitó un servicio a domicilio del

cliente que así lo solicitara.

Además de la fabricación en arcilla calcáreo-ferruginosa, la

fábrica contempló tempranamente la producción de porcelana a

semejanza de la china que, desde principios del siglo xviii, producían

las fábricas cerámicas sajonas de Meissen, y que conocemos como

porcelana dura.

En el arduo camino emprendido casi desde el principio en

los talleres de Alcora por la consecución de la porcelana china,

participaron el propio José Olerys, que abandonó la fábrica

definitivamente en 1737, y un secretista francés, Francisco Haly*.

Contratado ex profeso en 1751, este dejó como legado la construcción

de una maqueta de horno fechada en 1756 que, teóricamente,

debía alcanzar las altas temperaturas necesarias para su obtención.

Sin embargo, todo indica que estos primeros intentos por obtener

un soporte cerámico diferente al barro común –arcilla calcáreo-

ferruginosa–, fueron meramente testimoniales y, desde luego, no

pasaron a la cadena de producción.

Page 17: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

16

La fábrica no cejó en su empeño y, como señalan las fuentes

documentales, se fabricaron otras pastas cerámicas exitosas,

distintas al barro común, a partir de la contratación de sucesivos

secretistas extranjeros. Juan C. Knippfer* que, contratado en 1761

en sustitución de Haly, elaboró la «media porcelana», soporte

cerámico con el que se manufacturó un amplio muestrario de

esculturas desde 1768. Francisco Martin*, contratado en 1774,

obtuvo un año después la «pipa», arcilla calcárea con un bajo

contenido en hierro que, una vez vidriada –a menudo con una

cubierta estannífera blanca–, recibía el nombre de «loza de pipa»

o también, como se denomina en algunos muestrarios, «pipa blanca».

Pedro Cloostermans*, que fue contratado en 1787 en sustitución

de los dos anteriores, mejoró sensiblemente la composición

y tecnología de la pipa, soporte con el que se manufacturó gran

parte del muestrario general desde la última década del siglo xviii.

Cloostermans, también elaboró la «pasta tierna llamada francesa»,

con la que se manufacturó buena parte del muestrario de vajilla

neoclásica, y también, probablemente, la porcelana natural que

asociamos a la porcelana fosfática o de huesos, con la que se

fabricaron algunas esculturas. Los dos últimos soportes cerámicos

fueron analizados recientemente en el Consejo Superior de

Investigaciones Científicas.

Sin embargo, según los muestrarios, los soportes cerámicos más

utilizados para fabricar esculturas en Alcora fueron el barro común

y, sobre todo, la media porcelana y la pipa.

Como analizamos a continuación, Alcora no tuvo en cuenta

la fabricación de esculturas hasta 1742, año que coincide con el

relevo del propietario por la defunción prematura, en enero de ese

mismo año, del fundador Buenaventura Pedro Abarca de Bolea,

IX conde de Aranda. El nuevo propietario, su hijo Pedro Pablo

Abarca de Bolea y Ximénez de Urrea (agosto 1719-enero 1798),

X conde de Aranda, heredó título nobiliario y hacienda cuando

contaba 22 años de edad. Pedro Pablo alcanzó notables éxitos en

su dilatada trayectoria vital, primero como militar pero, sobre todo,

como político, siendo embajador en Portugal, Polonia y Francia,

Ministro de Carlos III y, finalmente, presidente del Consejo de

Castilla y secretario de Estado de Carlos IV, aunque lo que más nos

Page 18: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

17

interesa resaltar es su faceta empresarial durante su gobierno en la

fábrica de Alcora, entre 1742 y 1798.

En efecto, durante su gobierno la fábrica experimentó un periodo

de esplendor que se sustanció, esencialmente, en una ampliación

considerable de sus infraestructuras e instalaciones (Figs. 1b y 1c),

que daba, lógicamente, una mayor envergadura al negocio;

en la apertura de nuevos mercados interiores y exteriores; en la

consecución de soportes cerámicos; en la introducción de nuevas

técnicas cerámicas y en la ampliación del muestrario formal y

decorativo, aunque lo que más nos interesa en este trabajo es que

Pedro Pablo impulsó en la cadena de producción la fabricación

de esculturas para la decoración de interiores, en la misma línea

comercial que las fábricas cerámicas punteras en Europa, como las

sajonas de Meissen. Su reducido tamaño, que raras veces supera

los 50 cm de altura, las hacía idóneas para depositarlas sobre

el mobiliario, con lo que encajaban perfectamente con la cultura

hedonista de las clases más privilegiadas que caracterizó al siglo xviii2.

Es incuestionable el éxito de la fábrica durante el siglo xviii,

como acredita objetivamente la ampliación del edificio y de sus

infraestructuras en el transcurso de este, y que alcanzaron en los

primeros años del siglo xix una extensión que multiplicaba casi por

seis la construcción del edificio inicial. Gracias a la información

contenida en las fuentes documentales, pudimos, por primera vez,

abordar la reconstrucción virtual de las cuatro fases de su ampliación

que publicamos en 2006 (Todolí, 2006)3 (Figs. 1a, 1b, 1c y 1d).

2 Para ampliar sobre la historia documentada de la fábrica, que incluye la

transcripción íntegra y literal de documentación original, véase: Todolí,

2002.3 Se ofrecen la evolución del edificio fabril y su reconstrucción virtual desde

su construcción en 1727 hasta los primeros años del siglo xix.

Page 19: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

18

Fig. 1a

Fig. 1b

Fig. 1c Fig. 1d

Figura. 1a. Reconstrucción virtual

del estado del edificio de la Fábrica

de Alcora hacia 1727 con

una superficie aproximada

de 2 000 m2 (Todolí, 2006: 45).

Figura. 1b. Reconstrucción virtual

del estado del edificio de la Real

Fábrica de Alcora hacia 1748

con una superficie aproximada

de 4 000 m2 (Todolí, 2006: 47).

Figura. 1c. Reconstrucción virtual

del estado del edificio de la Real

Fábrica de Alcora hacia 1798

con una superficie aproximada

de 7 000 m2 (Todolí, 2006: 49).

Figura. 1d. Reconstrucción virtual

del estado del edificio de la Real

Fábrica de Alcora hacia 1805

con una superficie aproximada

de 11 000 m2 (Todolí, 2006: 51).

Page 20: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

19

Esculturas

Las fuentes documentales, que recogen muestrarios de piezas

fabricadas de nueva factura, evidencian que el grueso de la

producción de la fábrica alcoreña lo constituyó la manufactura

de objetos para el uso de la casa, especialmente vajilla. Sin

embargo una parte de ella, difícil de cuantificar, también se

ocupó de la producción de esculturas, entre las que se incluyen

en este trabajo los objetos exentos tridimensionales y las placas

en bajorrelieve, dedicadas exclusivamente al adorno, así como también

se aceptan, excepcionalmente, las figuras citadas expresamente en

los muestrarios que adornan cerámicas de uso, como la mona

de un candelero (Fig. 7a) o Baco con el tonel (Fig. 7b). Por tanto,

es importante aclarar que se excluyen otros objetos utilitarios: de

mesa, de escritorio, de higiene, de aseo, de iluminación, de jardín, etc.

El máximo responsable del diseño y modelado de las esculturas

en Alcora era un escultor con formación académica que, a menudo,

era también el maestro principal, cargo equivalente al director

artístico-técnico al que, a partir de 1735, sumó el de jefe de producción

gracias, precisamente, al empeño de José Olerys que, no obstante,

abandonó Alcora en 1737 (Todolí, 1996a: 34-41; 1996b: 36-43;

2002: 56-61).

La obra de dos escultores, absolutamente fundamentales, marcó

la producción de esculturas en la fábrica de cerámica de Alcora.

Por un lado, Julián López* (1711-1792), máximo referente de

la escultura barroca y rococó, caracterizada por la teatralización

elegante y detallista, una de cuyas referencias estéticas obligadas

es la obra del escultor italiano Gian Lorenzo Bernini (1598-1680).

Page 21: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

20

Por otro, Joaquín Ferrer Miñana* (1749-1837), introductor en

Alcora de las esculturas neoclásicas, caracterizadas por la sencillez

y severidad no exenta de expresividad, inspiradas en la estética

de la obra de los escultores de la Antigüedad clásica.

Del análisis de las fuentes documentales, que incluyen muestrarios

de la manufactura alcoreña, se puede afirmar que antes de 1742

no se fabricaron cerámicas que cumplieran con las condiciones

señaladas para las esculturas. En efecto, aunque la primera referencia

documental de la producción en Alcora de objetos de cerámica

para el adorno la recogemos de un memorial de 1735, que ofrece

información desde 1729, donde se informa que la fábrica estaba

preparada para producir «en ambas oficinas [tornos y molduras]…

quanto se quiere y pide, tanto para el uso como para el adorno»

(Sánchez Adell, 1973: 71), entre estas cerámicas «para el adorno»,

en referencia más bien a placas o «láminas» planas pintadas, que

eventualmente se fundían a un marco, no había ninguna escultura.

Tras pasar por diversas vicisitudes en los primeros años, que

llevaron a la fábrica al borde del cierre en 1735, como desvela la

lectura de la documentación publicada por Sánchez Adell en 1973

y que analizamos exhaustivamente en 2002, el nuevo propietario

y heredero desde 1742, Pedro Pablo Abarca de Bolea, X conde

de Aranda, tenía la voluntad de prestigiar la fábrica ampliando sus

infraestructuras e introduciendo en la cadena de producción la

manufactura de esculturas, aunque fuera a expensas de elevadas

inversiones en su elaboración, sobre todo en la confección de

moldes. Esta inversión resultó, según todos los indicios, poco rentable

económicamente, por lo que, en consecuencia, no es probable que

se repitiera la fabricación de un molde de una misma escultura,

a menos que presentara desgastes insalvables. Sin embargo, es

incuestionable que bajo su mandato, entre 1742 y 1798, las esculturas

de Alcora llegaron a su máximo esplendor.

Seguramente, el éxito comercial de las pequeñas esculturas para el

adorno de interiores, manufacturadas en Meissen en porcelana dura,

a imagen y semejanza de la porcelana china y modeladas a partir de

1731 por el escultor Johann Joachim Kändler (1706-1775) (Ducret,

1962: 16), alentó al conde Pedro Pablo a fabricar en Alcora esculturas

de reducido tamaño para la misma función: el adorno de interiores.

Page 22: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

21

Sin embargo, a diferencia de las figuras germanas de porcelana

dura, pintadas con una vistosa policromía a la grasa o petit feu,

que requería de tres cocciones, Alcora prefirió, salvo excepciones,

fabricarlas sin decoración pintada, cubriendo el soporte cerámico

con una capa de barniz estannífero blanco. Esto, además de

requerir de una cocción menos, hacia posible prescindir de los

pintores, con el consiguiente abaratamiento de costes y, lo que

era más importante comercialmente, ocultaba la coloración rosada

de la arcilla ferruginosa, único soporte cerámico utilizado en las

primeras décadas, que permitía finalmente imitar a la porcelana

china, apreciada y demandada en el mundo occidental en aquella

época. Así, se expresaba en un anuncio de objetos fabricados

en Alcora en 1749 que «la perfección y hechura, y blanco quitarán

la embidia a la porcelana» (Escrivá de Romaní, 1919: 174; Todolí,

2011-2013), cuya consecución, a pesar del empeño de los técnicos,

no se llegó a producir. Sin embargo, consiguieron otras pastas con

las que se fabricaron esculturas, como la media porcelana, la pipa,

la porcelana natural, que asociamos a la porcelana fosfática o de

huesos, y la porcelana tierna o francesa (Todolí, 2016: 32-47).

En efecto, aunque en Alcora se fabricaron distintas porcelanas en

el siglo xviii, es muy significativo que todavía en 1825 su propietario,

a la sazón José Rafael Fadrique de Silva Fernández (1776-1863),

XIII duque de Híjar, conminaba al responsable de la elaboración

de pastas a «adelantar cuanto sea dable en la composición de la

porcelana» (Escrivá de Romaní, 1919: 517, art. IV), en referencia

inequívoca a la porcelana china o su homóloga la porcelana dura

sajona, que se producía en el país germano.

Como se comprueba en los muestrarios, Alcora se dedicó

a modelar un variado repertorio de esculturas que representaban

personajes costumbristas como bailarines, músicos, pastores, etc.

Sin embargo, los que más abundan son personajes históricos,

alegóricos o mitológicos extraídos de la antigüedad clásica como

el senador Marco Curcio, la reina Semiramis, el emperador

Heliogábalo, Alejandro Magno, Julio Cesar, Neptuno, Baco, Lucrecia,

las cuatro estaciones, los cuatro continentes, las cuatro monarquías,

el Toro Farnesio, etc. Es significativo que la temática religiosa esté

poco presente en sus obradores, hasta el extremo de que en las

Page 23: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

22

ordenanzas de 1825, dictadas por el propietario de la fábrica,

el citado XIII duque de Híjar, se daban instrucciones al «intendente»,

otrora «director principal», máximo cargo administrativo, para que

«en mi fábrica no se hagan, ni adornen piezas con atributos ni

efigies destinadas al culto», excepto si eran encargadas expresamente

(Escrivá de Romaní, 1919: 484, art. XIX).

Las fuentes iconográficas utilizadas por los escultores de Alcora

provenían, en su inmensa mayoría, de la obra grabada de afamados

artistas europeos, entre ellos algunos españoles. La publicación

de estas obras en la época facilitó su acceso a los responsables

de la fábrica. Como sabemos, muchos de estos trabajos formaban

parte de los fondos de la biblioteca de la fábrica, algunos de los

cuales, recopilados y publicados por Olucha Montins en 2016,

forman parte de los fondos del Museo de Bellas Artes de Castellón.

Los grabados se trasladaban posteriormente a tres dimensiones.

Así pues, en la obra academicista de los escultores de Alcora

se comprueba la influencia de grabados realizados por Franz

Xaver Habermann (1721-1796), que diseñó unos característicos

jarrones de paredes retorcidas que inspiraron los jarrones alcoreños

(N.os 1a y 1b); Balthazar Sigismund Setletsky, en cuyos grabados

se inspiraron muchas de las esculturas del muestrario que consta

fabricado en media porcelana a partir de 1768, aunque algunas

fueron fabricadas en otros soportes cerámicos, como Alejandro el

Grande (Fig. 11) o Lucrecia (Figs. 13a, 13b y 13c); Adriaen Colaert

(1560-1618), cuyos grabados entre 1551 y 1600 pudieron inspirar

los grupos de «las quatro partes del mundo» alcoreñas (N.os 5 y 6)

reproducidos hasta la saciedad desde 1768; Antonio Tempesta

(1545-1630), que grabó una serie de planchas que muestran a

distintos animales en actitud hostil o de pelea, que pudo inspirar la

serie de «luchas» que se modelaron en Alcora; Diana Ghisi (1581),

François Perrier (1638), Doménico de Rossi (1704), Jean Audran

(1719) o Antoni Zücher (c. 1800), que grabaron el Toro Farnesio,

según la escultura en mármol copiada del bronce de los hermanos

Apolonio y Taurisco de Tralles (c. 130 a.C.), uno de cuyos grabados

debió servir para levantar la escultura de Alcora (N.os 20a, 20b

y 20c); Francisco de Goya (1746-1828), una de cuyas estampas de

la serie Tauromaquia (1814-1816) inspiró la lucha que muestra

Page 24: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

23

a un toro acosado por perros (N.º 19); Manuel Salvador Carmona

(1734-1820) (Blanco, 2011-2013), cuyos grabados inspiraron las

placas en bajorrelieve fabricadas en Alcora, como La apoteosis

de Carlos III (Figs. 2a y 2b), La conmemoración de la boda de

Carlos IV y La apoteosis de san Pedro de Alcántara (N.º 15), según

la obra escultórica de Francisco Gutiérrez Arribas (1727-1782);

Adamo Ghisi (1530-1587), que grabó en 1580 a un león atacando a un

caballo (Fig. 21) e inspiró la famosa escultura de Alcora (N.º 23), que

a su vez se pudo inspirar en los bronces de los célebres escultores

renacentistas Giovanni Bologna (1529-1608) y Antonio Susini

(1585-1653) (Frothingham, 1957: 59-63; Connors, 2005: 349); y Fidias

(490 a.C.- 431 a.C.), cuyos bajorrelieves de la Antigüedad clásica

inspiraron los homólogos alcoreños neoclásicos (N.os 14a y 14b).

Figura 2a. Modelado atribuido

a Joaquín Ferrer Miñana,

Apoteosis de Carlos III (1716-1788).

c. 1788. Placa. Loza fina pintada

sobre cubierta estannífera blanca.

Bajorrelieve. 60 × 45 cm. Alcora.

Marca A, privativa de la fábrica

en 1784, pintada en el reverso.

N.º inv. 20135. Museu del Disseny

de Barcelona. Fotografía: Guillem

Fernández-Huerta. (Casanovas,

1995a: 112, lám. 443).

Fig. 2a

Page 25: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

Ciertamente, no abunda la temática religiosa, aunque existen

algunas figuras de carácter religioso que se pueden considerar como

excepciones que confirman la regla: son las esculturas de San Elías,

de San Vicente (N.º 16), de Santa Teresa (N.º 7) y la de San Bruno

(N.º 12) que, como justificamos en la ficha correspondiente, Alcora

copió fidedignamente de una escultura en piedra de Manuel Pereira

(1588-1683), conservada en la Real Academia de Bellas Artes de

San Fernando de Madrid (Fig. 3).

Figura 2b. Manuel Salvador

Carmona (1734-1820),

Apoteosis de Carlos III. 1761-1763.

Grabado según pintura alegórica

de Luis XIV de Francesco Solimena.

Carmona sustituyó el retrato de

Luis XIV por el de Carlos III.

Calcografía Nacional.

Real Academia de Bellas Artes

de San Fernando (Madrid).

Fig. 2b

24

Page 26: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

25

Es una obviedad asegurar que la fábrica pretendía la máxima

rentabilidad de la producción. Para ello, era imprescindible su

producción en serie empleando moldes. Su uso generalizado en la

fabricación de toda clase de objetos, incluidas las esculturas, hasta

las más complejas, se dio en la fábrica alcoreña por primera vez en

el país. En esta fundamental labor cabe destacar a un empleado que

encabezaba la sección de moldes, a menudo obviado: Francisco

Gómez*, cuya dotación entre 1743 y 1763 llegó a los 19 empleados,

además de algunos aprendices (Todolí, 2002: 84, tablas II y III).

El proceso de producción en Alcora por medio de moldes,

detallado exhaustivamente por Roig Cardells (Grangel Nebot; Roig

Cardells, 2004: 58-75), se puede resumir en los siguientes pasos:

a) Se modela la escultura en barro.

b) Se elabora el molde de escayola a partir de la escultura de

barro, previo razonamiento del modelo, que consiste en discernir los

Figura 3. Manuel Pereira. San Bruno.

1652. Escultura. Mármol.

Museo de la Real Academia de

Bellas Artes de San Fernando (Madrid).

Fig. 3

Page 27: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

26

diferentes moldes que hacen falta para poder abrirlos posteriormente

sin ninguna dificultad. Normalmente una escultura necesita varios

moldes.

c) Con los moldes anteriores se vacía la escultura en escayola.

d) Sobre la escultura de escayola se elaboran nuevos moldes,

también de escayola, que se utilizarán finalmente para obtener

o vaciar, repetidamente, la escultura de barro por medio del método

tradicional conocido entre los alfareros como apretón, consistente

en aplastar el barro contra las paredes del molde, método empleado

en la escultura alcoreña en los siglos xviii y xix. Sin embargo, algunas

esculturas manufacturadas en Alcora en el siglo xx emplearon un

nuevo método de seriación: la colada, que presentaba ventajas

frente al apretón tradicional. La colada, que facilitaba y aumentaba

la productividad de las fábricas cerámicas, consiste, básicamente,

en verter el barro líquido o barbotina en el interior del molde

cerrado, al que se le ha practicado un orificio, bebedor, para el

vertido del barro líquido, y otro orificio, respiradero, por donde

escapa el aire contenido en el interior del molde. Es entonces

cuando las paredes porosas del molde de escayola absorben el agua,

quedando la arcilla depositada sobre ellas con una capa de mayor

o menor espesor. Terminado el proceso de vaciado, los orificios

que quedan en la escultura se deben recubrir para que no queden

visibles, cosa que no ocurre en la escultura de Minerva (N.º 26), en

la que ha quedado visible el orificio respiradero sobre el hombro

derecho, que el retocador de turno olvidó disimular.

Es importante tener en cuenta que las esculturas, además de

poder ser fabricadas en diferentes soportes cerámicos, también

se pueden manufacturar en distintas épocas, aunque sea en fechas

alejadas de su modelado y de la fabricación del eventual molde, con

la condición de que este se conserve. Por tanto, es imprescindible

distinguir la cronología de la elaboración del molde de la de su

vaciado, no necesariamente coincidentes en el tiempo, aspecto que

se ha tenido en cuenta en la redacción de las fichas del catálogo.

Como es lógico, Alcora intentó corregir los defectos de los moldes

de escayola provocados por el uso excesivo; para ello los retocó,

incluso cambió u obvió alguna de sus partes. En efecto, en 1763

se indica que «se han renovado todo género de moldes variando

Page 28: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

27

y perfeccionando su hechura» a la vez que «se han inventado y

hecho de nuebo» (Todolí, 2002: 370)4, palabras que revelan que

se hicieron nuevos moldes y que, en esos años, se renovaron

y perfeccionaron otros. El recurso a la corrección de moldes también

se cita algunos años después, cuando a finales de los años 80

del siglo xviii, la obra rococó del escultor Julián López*, fallecido

en 1792, fue corregida para adaptarla al neoclásico de moda en la

época, como veremos.

Por tanto, hay que tener muy en cuenta que estas operaciones

de corrección de las obras de López, evidentemente poco acertadas,

dieron lugar a una serie de esculturas que suponen la pervivencia del

rococó, ya que se pueden adscribir a un rococó tardío, que incluye

esculturas rococó originales y otras adaptadas o retocadas al nuevo

estilo neoclásico que dan lugar a esculturas híbridas, cuya estética

se queda a medio camino entre el realismo detallista y elegante

del rococó y la severa expresividad neoclásica.

Todas estas razones, a las que habría que añadir, en su caso,

el desgaste por el uso excesivo de los moldes, causan la erosión o,

incluso, la desaparición de los detalles más delicados y provocan que

la solución cronológica de las esculturas tenga una complicación

añadida por lo que, en ocasiones, no podemos precisar más su

manufactura.

Es un hecho constatado que las esculturas de Alcora han

merecido poca atención por parte de los especialistas. Tan solo un

meritorio estudio, L’escultura a la Reial Fàbrica del comte d’Aranda,

de Grangel Nebot y Roig Cardells, publicado en 2004, ha abordado

monográficamente esta cuestión. Así mismo algunos trabajos se

han ocupado del estudio de una escultura en concreto, como los

realizados por Frothingham del busto del conde Pedro Pablo Abarca

de Bolea (Frothingham, 1960: 32-45) y del grupo del león atacando

a un caballo (Frothingham, 1957: 59-63).

4 «Adelantamiento de la fábrica», comprendido en la «Relación del estado en

que existe la fábrica», entre septiembre de 1761 y agosto de 1763.

Page 29: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

28

Las fuentes documentales aportan información sobre los

muestrarios, que permiten repasar cronológicamente los distintos

modelos escultóricos producidos desde su inicio en 1742.

En efecto, en un memorial de noviembre de 1745 que recoge

información desde mayo de 1742, se hace por primera vez alusión

a la fabricación de esculturas en Alcora, diciendo que «se han

inventado […] animales de cuerpo entero, medio cuerpo» (Todolí,

2002: 296)5. Esta descripción coincide plenamente con las figuras

conservadas en el MAN de Madrid, que están posadas sobre unas

peculiares y elaboradas bases caladas o trepadas (Figs. 4a y 4b), lo

cual supone una laboriosa y delicada labor especializada, realizada

cuando el barro ha adquirido rigidez y antes de la primera cocción.

5 Memorial de noviembre de 1745 del subdelegado y juez privativo de la

fábrica, a la sazón José Bermudo, dirigido a la Junta de Comercio.

Fig. 4a Fig. 4b

Figura 4a. Animal fantástico.

1742-1745. Alcora. Escultura.

Loza fina. Alt. 27 cm. N.º inv. 59430.

Museo Arqueológico Nacional.

Fotografía: Ángel Martínez Levas.

(Mañueco, 2006: 103, lám. 91).

Figura 4b. Sirena sin brazos,

1742-1745. Alcora. Escultura.

Loza fina. Alt. 27 cm. N.º inv. 59429.

Museo Arqueológico Nacional.

Fotografía: Ángel Martínez Levas.

(Mañueco: 2006, 103, lám. 90).

Page 30: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

29

Cabe atribuir el modelado de estas primigenias esculturas

alcoreñas al escultor de Almazora, José Ochando Navarro*,

contratado desde el principio, en 1727, como «dibujante y maestro

de talla, formando los dibujos necesarios, así de pintura como para

el bulto de las piezas» (Sánchez Adell, 1973: 41)6.

Efectivamente, según las nóminas de los empleados entre agosto

de 1743 y diciembre de 1745, Ochando era, en solitario, el «maestro

principal, dibuxante, tallista y modelista, a cuya instrucción están

los aprendizes pintores y moldura» (Todolí, 2002: 297)7, por lo que

en este periodo, que coincide con la fabricación de las primeras

esculturas, tenía todas las competencias del diseño, modelado

y también el razonamiento del modelo, además de instruir a los

aprendices en pintura y modelado.

Sin embargo, con la intención de potenciar la producción de

esculturas, dadas las frecuentes ausencias injustificadas de Ochando,

se contrató en agosto de 1746 a un nuevo escultor, Julián López*

( José i Pitarch: 2005: 59), cuya meritoria labor iba a proporcionar

un largo y fecundo periodo de esplendor para la escultura alcoreña,

que se extendió durante casi todo lo que quedaba de siglo.

En las nóminas de noviembre de 1745 a octubre de 1748, López

figura como «maestro de dibuxo talla y de enseñar a los aprendizes»,

encabezando en solitario la nómina de empleados (Todolí, 2002:

320, 331, 338), aunque recordemos que López fue contratado en

agosto de 1746. Las esculturas anotadas entre noviembre de 1746

y octubre de 1747 fueron «figuras de cuerpo entero hadornadas con

frutas, y flores, y con flores solas», así como las de medio cuerpo

adornadas con flores (Todolí, 2002: 335). Su descripción coincide

con la figura conservada en el MAN (Fig. 5), cuyo modelado

atribuimos a Julián López y que, como las anteriores, está posada

sobre una base de paredes caladas o trepadas.

6 Contrato de trabajo de José Ochando de marzo de 1727.7 Las nóminas completas del periodo entre 1743 y 1763, a excepción de la

etapa comprendida entre 1750 y 1752, se conservan en el ADPCS.

Page 31: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

30

Poco después, entre noviembre de 1747 y octubre

de 1748, López modelaría el llamado Teatro de los

dioses falsos (Todolí, 2002: 342), del que no tenemos

ninguna otra referencia.

En enero de 1749 se fabricaron «estatuas de medio

cuerpo y entero con sus repisas» y «figuras de todos

animales, y pájaros» (Escrivá de Romaní, 1919: 174),

época en la que Ochando, de regreso, y López –por

ese orden– eran, como indica la nómina de noviembre

de 1748 a junio de 1750, responsables de su modelado

como «maestro principal, dibujante, tallista y modelista»

(Todolí: 2002: 344), aunque la contribución de ambos

apenas amplió el repertorio escultórico anterior.

Tuvieron que pasar diez años desde el inicio de

la fabricación de este exiguo muestrario para que

en la fábrica alcoreña hubiera un auge notable en el

repertorio de esculturas, que se prolongaría durante

décadas, en lo que supone un largo periodo de

esplendor para la escultura de la manufactura.

En efecto, entre octubre de 1752 y agosto de 1761,

con Ochando ausente, el escultor López encabezaba, de nuevo

en solitario, la nómina de empleados, como «maestro principal,

dibujante, tallista y modelista» (Todolí, 2002: 353). En estos años hubo

un aumento considerable de esculturas al que sin duda contribuyeron

tres «oficiales de talla», categoría laboral establecida por primera

vez en la empresa: Gabriel Andrés*, José Vilar y Manuel Mas Vilar

(Todolí, 2002: 355), aunque fue el primero de ellos el que tuvo un

papel más destacado en la empresa en los siguientes años (Grangel

Nebot; Roig Cardells, 2004: 24). En este periodo se fabricaron en

loza los modelos que constan en el «Adelantamiento de la fábrica en

este tiempo» (Figs. 6a, 6b, 6c y 6d). De este interesante documento

entresacamos las figuras anotadas como estatuas de dioses de medio

cuerpo; dioses y diosas desnudas; jarros rematados por estatuas de

dioses; surtido de estatuas de cuerpo entero; figuritas (N.os 2a, 2b

y 2c); tritones; animales para adorno de bufete y escritorios; dios

Baco sentado sobre un tonel (Fig. 7a); estatuas de las cuatro

estaciones o «quatro tiempos»; figuras de medio cuerpo con sus bases;

Figura 5. Joven semidesnudo

sentado sobre base calada

sosteniendo flores y frutos

en ambas manos, 1746-1747.

Alcora. Escultura. Loza fina pintada

sobre cubierta estannífera blanca.

Alt. 28,5 cm. N.º inv. 64049.

Museo Arqueológico Nacional.

Foto: Ángel Martínez Levas.

(Mañueco, 2006: 102, lám. 89).

Page 32: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

31

jarros de «adorno moderno» con sus estatuas por remate, en referencia

a unos exuberantes apoyos en forma de copa o balaustre de paredes

retorcidas, adornados con flores, frutas y hojas tridimensionales

y potentes rocallas talladas (N.os 1a y 1b); candeleros adornados

con «monas» (Fig. 7b) y otros con ángeles; imágenes de san Elías

y santa Teresa (N.º 7), santos carmelitas por antonomasia.

Fig. 6bFig. 6a

Page 33: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

32

En este documento podemos observar que, junto a esculturas

barrocas, se incluyen, por primera vez, figuras que muestran la

rocalla, elemento decorativo característico del rococó.

En efecto, sendos ejemplos de figuras que adornan cerámicas de

uso, incluidas excepcionalmente como esculturas por estar anotadas

expresamente en un muestrario, nos lo demuestran: por un lado,

la escultura barroca del dios Baco que representa al dios del vino,

que se anota literalmente como «Dios Baco de dos cuartas y media

con su tonel de una y media, donde está asentado», cuya descripción

coincide con la escultura conservada en el MDB (Fig. 7b), que

guarda una similitud estética y formal evidente con la figura vista

anteriormente (Fig. 5); por otro, la escultura de una mona, que se

anota literalmente como «Monas vestidas que sirven de candeleros,

Figuras 6a, 6b, 6c y 6d.

Documentos. Relación de objetos

fabricados entre octubre de 1752

y agosto de 1761. Copia fidedigna.

Archivo de la Diputación Provincial

de Castellón. (Véase la transcripción

íntegra y literal en: Todolí, 2002:

358-360).

Fig. 6dFig. 6c

Page 34: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

33

figuras ridículas de una q.ta1/3» (Fig. 6c), que coincide con la figura

conservada en el MDB (Fig. 7a). Símbolo de la transgresión, la mona

se abraza a un candelero vistiendo pantalón y casaca con amplio

cuello tallado con rocallas, que la sitúan no antes de 1753, como

se analiza a continuación.

Para situar cronológicamente la introducción de la rocalla

en Alcora, es imprescindible revisar la relación de piezas cuyo

documento original se ha mostrado anteriormente (Figs. 6a, 6b, 6c y

6d). Allí se anota, por primera vez en la fábrica, el llamado «adorno

moderno», «talla a lo moderno» o «a la francesa», tres denominaciones

que se refieren, inequívocamente, a la presencia de la rocalla tallada

o modelada, cuando Julián López, recordemos, era el único «maestro

principal, dibujante, tallista y modelista» y ocupaba la cabecera de

la nómina de empleados (Todolí, 2002: 353).

Para acotar la presencia de la rocalla tallada en Alcora se puede

analizar la relación de cerámicas anotadas en un documento de

diciembre de 1753, donde se incluyen, entre otras piezas utilitarias,

estatuas grandes, medianas, de medio cuerpo, animales, tritones

Fig. 7a Fig. 7b

Figura 7a. Mona. Candelero.

1753-1761. Alcora. Loza fina pintada

sobre cubierta estannífera blanca.

Alt. 28,8 cm. Museu del Disseny

de Barcelona. N.º inv. 4159

(Casanovas, 1995b: 122, lám. 488).

Figura 7b. Dios Baco. 1752-1761.

Alcora. Escultura. Loza fina pintada

sobre cubierta estannífera blanca.

Alt. 64 cm. N.º inv. 4443. Museu del

Disseny de Barcelona. Fotografía:

Guillem Fernández-Huerta.

(Casanovas, 1995b: 124, lám. 496).

Page 35: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

34

con y sin pechina (Sánchez Adell, 1973:

106-108)8. En este amplio muestrario no

se alude a las diferentes denominaciones

de la rocalla anotadas anteriormente, por

lo que se puede deducir que esta no se

fabricó en Alcora antes de diciembre

de 1753, al menos regularmente.

Por otra parte, una placa o «lámina»

adornada con un marco que se man-

tiene unido a ella en una sola pieza,

conservada en el MDB, nos ofrece una

valiosa información que sirve para fijar

la introducción de la rocalla en Alcora

en 1755 como muy tarde. En efecto, la

placa ovalada, con un marco que muestra

en la crestería tallada una ligera asime-

tría y una incipiente rocalla, contiene

la leyenda pintada: “FABRICA REAL DE

ALCORA. AÑO 1755” (Fig. 8).

El marco de esta placa coincide con

la descripción de una «cornicopia de talla

ovalada y adorno moderno de tres quartas» (Fig. 6b) anotada en el

muestrario anterior entre 1752 y 1761. Sin duda esta placa o lámina,

enmarcada con la cornicopia, quería, no solo dar publicidad a la

empresa sino, también, mostrar a su clientela la adopción del estilo

rococó en Alcora y que su producción adoptaba la moda vigente

en Europa desde hacía ya algunos años.

Por tanto, cabe asegurar que la rocalla tridimensional tallada fue

introducida en Alcora por el escultor Julián López*, entre 1753 y 1755.

Siguiendo con las fuentes documentales que se refieren a la

manufactura de esculturas, sabemos que entre septiembre de 1761

y agosto de 1763 se incorporó de nuevo Ochando*, con el mismo

empleo que López, «maestro principal, dibujante, tallista y modelista»,

8 Relación de lozas que se envían como muestras a la Junta de Comercio

en diciembre de 1753.

Figura 8. Ángeles sosteniendo

una cartela con inscripción

publicitaria, 1755. Alcora. Placa

enmarcada («cornicopia de talla

ovalada y adorno moderno»).

Loza fina pintada en claroscuro

azul sobre cubierta estannífera

blanca. 53,5 × 36 cm. N.º inv.

100507. Museu del Disseny de

Barcelona. Fotografía: Guillem

Fernández-Huerta. (Casanovas,

1995a: 110, lám. 433; Todolí, 2002:

2002: 257, lám. 22; Todolí, 2015:

42- lám. 4).

Page 36: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

35

aunque esta vez estaba por debajo de él en la nómina. Por tanto,

teniendo en cuenta que los empleados se anotaban en las nóminas

por riguroso orden jerárquico, López sería el máximo responsable

del diseño y del modelado de esculturas (Todolí, 2002: 364)9, que

es lo que nos interesa resaltar en este trabajo. Sin embargo, como es

lógico, Ochando, como los «oficiales de talla» Andrés*, Vilar y Vicente

Carnizer, que sustituyó a Mas (Todolí, 2002: 367), colaborarían en

esta tarea.

En estos años, entre 1761 y 1763, se repiten en el muestrario

algunos modelos relacionados anteriormente fabricados entre 1752

y 1761, y se añaden otros, como la pareja de bustos de un «viexo y

viexa» y las parejas de «bustos o figuras de medio cuerpo de militar

y madama» y de «negro y negra» (Todolí, 2002: 372)10.

9 Nómina de empleados entre septiembre de 1761 y agosto de 1763.10 «Adelantamiento de la fábrica» contenido en la «Relación del estado en que

existe la Rl. Fábrica», entre septiembre de 1761 y agosto de 1763.

Figuras 9a y 9b. Bustos de

«militar y madama». 1761-1763.

Alcora. Esculturas. Loza fina

pintada sobre cubierta estannífera

blanca. Alt. 41,6 y 42 cm.

N.º inv. 100001 y 100002.

Museu del Disseny de Barcelona.

Fotografía: Guillem Fernández-

Huerta. (Casanovas, 1989: 66 y 67;

Casanovas, 1995: 123, láms. 490

y 491; Mañueco, 2006: 101,

láms. 86 y 87).

Fig. 9a Fig. 9b

Page 37: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

36

Las tres parejas de bustos presentan una decoración parcialmente

pintada con rocallas que coinciden con las figuras conservadas en

el MNCGM (N.os 3a y 3b) y en el MDB (Figs. 9a, 9b, 9c y 9d).

Una importante novedad tecnológica se materializó en la

fabricación de esculturas a partir de 1768. La utilización de un

soporte cerámico novedoso, la media porcelana, que se añadía al

barro común fabricado exclusivamente hasta ese año, al menos

regularmente, y que, una vez barnizado, recibía la denominación

de loza fina.

Bajo la dirección artística de López se fabricaron esculturas en

media porcelana, un departamento que trabajaba bajo la dirección

técnica del sajón Juan C. Knipffer*, que consta entre 1761 y 1763

como «maestro pintor y para la porzelana» (Todolí, 2002: 364)11.

11 Nómina de empleados entre septiembre de 1761 y agosto de 1763.

Figuras 9c y 9d. Bustos de

«negro y negra», 1761-1763. Alcora.

Esculturas. Loza fina pintada sobre

cubierta estannífera blanca.

Alt. 39 y 39,5 cm. N.º inv. 4446

y 4450. Museu del Disseny de

Barcelona. Fotografía: Guillem

Fernández-Huerta. (Casanovas,

1995b: 123, láms. 492 y 493).

Fig. 9c Fig. 9d

Page 38: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

37

En marzo de 1764 redactó un amplio recetario: «Secretos de

Christian Kniffer sobre la loza y porcelana» (Escrivá de Romaní,

1919: 321-361) en el cual, entre otras cosas, se anotan recetas para

fabricar «porzelana» y «media porzelana», aunque ninguno de los

dos soportes, como se comprueba en los compuestos anotados en

las respectivas recetas, cumplía con la formulación de la porcelana

china o la dura sajona, puesto que su principal componente, el caolín

–mineral arcilloso refractario cuyo principal compuesto, la caolinita,

responde a un silicato de aluminio hidratado– no está presente.

Efectivamente, según las recetas de la «porzelana» y de la «media

porzelana» de Knipffer*, ninguno de estos soportes contenía caolín

y no eran más que arcillas con bajo contenido de óxido de hierro

y de sílice y un alto contenido de fundentes alcalinos y alcalinotérreos

(de potasio y sobre todo de calcio) (Escrivá de Romaní, 1919:

352- 354) que poco o nada se parecen a la composición de la

porcelana dura.

Sin embargo, si la «porzelana» parece que no tuvo el éxito esperado

–solo así se justifica la contratación en 1774 de otro secretista

francés, Francisco Martin, para dirigir este mismo departamento,

cuando Knipffer estaba todavía en la fábrica–, hay que reconocer

que la «media porzelana» dio buen resultado comercial, a tenor

de la extensa relación de esculturas fabricadas con este soporte

cerámico. La lista de esculturas quedó registrada en un memorial

redactado en septiembre de 1775 por el director principal, Mamés

Lalana (Todolí, 2011-2013), donde se anota que el departamento

de media porcelana está «corriente haze cerca de siete años»

y que, por tanto, comprende las esculturas fabricadas entre 1768

y septiembre de 1775.

De este fundamental documento conservado en el Archivo de

la Diputación Provincial de Castellón, se transcribe íntegramente

la relación de los modelos fabricados en media porcelana.

Page 39: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

«Originales hechos para el Ramo de la media porcelana»

[Nota al margen]

Las figuras q.e siguen son todas historiadas

«Se han hecho dos bustos del natural con sus pedestrales adornados

de trofeos de guerra vajo relieve muy delicado, estando las Insignias muy

correspondientes al original.

Los quatro tiempos figuras de quatro palmos, y medio con las Insignias,

y adornos, qua â cada una le corresponde en su excepción.

Las quatro figuras historiadas de un palmo y medio de altas, representando

estas las quatro monarquías de Roma, Persia, Grecia, y Asirios, con todos los

atributos anexos â la historia; teniendo un ardo de talla moderna muy delicada,

y guarnecidas de flores los vestidos que les corresponden.

El Grande Alexandro acavallo en acto de carrera atropellando un Rey,

y un adlante, cargado con el glovo del mundo, teniendo cada figura de estas

un palmo, con su pedestral de talla de buen gusto, estando colocada en èl

una pirámide de las antiguas de Roma.

La estatua de Marco Curcio Senador Romano, manifestando en el acto de

su carrera a cavallo, el despeño en la cima. Tiene un pedrestal de talla,

y colocado en el vestigios de las ruinas de Roma. Esta figura es igual,

y compañera de la de Alexandro.

Otra estatura de igual magnitud â las dichas, del emperador Eyogabalo vaxo

de su trono, ô pavellón con todos los adornos, y atributos que corresponden

â su historia. El pavellon està hecho de talla muy primorosa, manifestando

las guarniciones, y bordador del cortinaje devaxo de relieve muy delicado.

Otra estatua igual â la dicha de la Reyna Semiramis colocada vajo pavellón

de gusto muy agradable con los adornos significativos, y correspondientes

â la historia, haviendo en su grupo colocado otra figura igual de una matrona

romana, gerrera con todo lo perteneciente â su adorno.

Otra estatua de Lucrecia en el acto de pasarse el pecho con la daga manifestando

las ansias de muerte con dos figuras muy alusivas â historia, que colocadas

en este grupo, y su adorno, se hace muy agradable â la vista.

Un soldado montado de igual tamaño con todo lo perteneciente de armas

para su adorno con uniforme.

Otra figura de Neptuno desnuda colocada sobre un delfin dentro de una

concha, ô pechina manifestando el Agua, y teniendo las Insignias que

corresponden â esta fábula.

38

Page 40: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

Quatro figuras de esclavos sujetos con cadenas hechas de buen gusto.

Dos figuras de â palmo de un pastorelo, y pastorela con vestidos â la Italiana

muy graciosas= Otros dos pequeños de la misma idea.

Dos estatuas de un Rey Moro, y un Armenio con vestidos propios de sus

naciones de igual magnitud al pastorelo.

Los quatro tiempos figuras de tres tercios de palmo hechos por tres términos

diferentes, siendo todas doze figuras.

Un juego de figuritas que representan à quatro niños.

El retrato de los Dioses figuras sueltas, ê historiadas.

Los quatro elementos por dos términos diferentes, q.e componen ocho figuras.

Quatro bustos del natural, Historia fabulosa con sus pedestrales correspon-

dientes de rincón, adornos, y atributos â la misma historia siendo todo del

mejor gusto.

Diez bustos para sobre mesas cada dos diferentes en asumptos.

Otros quatro màs pequeños tambien para sobremesas, y repisas muy agradables.

Diferentes figuritas de tres tercios de palmo, cuyo número son más de

ciento, assi para ramilletes, como gavinetes, por términos muy graciosos,

y diferentes, haviendo entre ellas baylarines, y baylarinas, con otras de músicos

de toda clase de Instrumentos, jardineros, y jardineras â lo burlesco, serio,

y fisgonadas, y de otros asumptos muy graciosos.

Para el ornato de dichos gavinetes hay laminas correspondientes, que â màs

de ser del mejor gusto, se haràn de cualquiera magnitud, como igualmente

repisas, y pedestrales todo de adorno moderno, y arquitectura.

Se han hecho también en este tiempo diferentes juguetes para agua de olor

â las señoras, como igualmente muchos conegitos, doguitos, pajaritos, liebres,

frasqueritas, y otras invenciones graciosas, con la rosca tan ajustada que no

se exalarà lo q.e se ponga en dhas piezas.

Hay igualmente travajadas diferentes expecies de caxas de rosca son de tres

tamaños, con mucha variedad de figuras graciosas sobre el tape de vaxo relieve,

y en otras de medio relieve, estando todas ellas con el mayor arte, y primor.

Està la medalla del Excmo S.or Conde de Aranda de tres tercios de palmo

su diàmetro.

Las quatro partes del mundo figuras historiales de más de palmo de vara

sobre los animales que corresponden â cada parte, con los adornos,

y atributos pertenecientes â su historia, estando todo de buen gusto.

Sobre las figuras que se dejan dichas, hay otras muy particulares por el

término de escoltura.

39

Page 41: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

La composición de la pasta de dicha media porcelana permite el que se

hagan toda clase de piezas assi de servicios de mesa, como de té, café,

y chocolate.

Se vacían todo género de moldes de estatuas grandes, y pequeñas con tanta

delicadeza, que por sutil que sea la figura, y vaxos relieves de escultura,

y adornos, nada desmerecen sus sentidos.

Admiten las piezas las diferentes cubiertas, q.e se hacen el Mtrô Saxon, que

la fabrica tiene para la dirección de este Ramo, siendo todas ellas de la mayor

brillantez, y tersura.

Sirven también las expresadas cubiertas para toda clase de estatuas, y figuras

que se hagan por sutiles que sean con vaxos relieves, sin que se confundan

sus sentidos, y adornos, ella admite igualmente mucha variedad de colores

finos que en este ramo hay, y en particular la purpura que se gasta en el día

en las delicadas pinturas.

Se emplean dichos colores con tal delicadeza, y suavidad, q.e se pintan

laminas, y retratos de miniatura con una suma perfección. y en el diametro

de un real de plata se colocaràn si se quiere tes, ô quatro figuras por entero.

Últimamente es el mayor realce de esta vajilla el hacerse, como se deja dicho

todo género de piezas, assí de mesa, como de estatuas, y figuras grandes,

y pequeñas con sus adornos correspondientes, quedando los perfiles, y toques

de oro con el mayor brillante, de manera que no excede el oro màs bruñido.

Todo lo que se deja dicho mira al Ramo de la media porcelana hallándose

corriente haze cerca de siete años.

El coste del molino hecho para moler los materiales de la media porcelana.

Los patios construidos para colocarse la pasta, y la oficina executada para

travajar los empleados en ella, asciende â siete mil pesos, sin incluir la

ocupacion de los Maestros en estos años en hacer los originales de quantas

piezas quedan dichas.»

40

Page 42: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

41

Figura 10. Alegoría de la

Primavera, c. 1768-1775. Alcora.

Escultura. Modelado de Julián

López. Media porcelana con

cubierta estannífera blanca.

Alt. 15 cm. Colección privada

(Todolí, 2002: 249, lám. 1; Todolí,

2006: 72, lám. 7; Todolí: 2015: 30,

lám. 3).

En resumen, las esculturas mencionadas en esta lista

son: bustos con sus pedestales adornados de trofeos

de guerra; los cuatro tiempos: primavera (Fig. 10)

(N.º 29), verano, otoño e invierno (N.º 27); las cuatro

monarquías: Roma, Persia, Grecia y Asirios; Marco Curcio,

senador romano, a caballo despeñándose entre ruinas de

Roma; el emperador Eyogabalo en su trono; las cuatro

partes del mundo con los animales correspondientes,

de los que el MNCGM conserva dos fabricados en loza

de pipa (N.os 5 y 6), alegorías de las que se conocen

los grabados correspondientes realizados por Marten

de Vos y Adriaen Collaert entre 1551 y 1600, aunque no

concuerdan exactamente con las esculturas conocidas

de Alcora; la reina Semíramis bajo un pabellón con una

figura de una matrona romana guerrera; Lucrecia en el

acto de pasarse el pecho con la daga; soldado montado

con uniforme; Neptuno sobre un delfín en el interior de

una concha; Alejandro el Grande a caballo atropellando

a un rey y un atlante cargado con el globo del mundo

sobre una pirámide (Fig. 11), que corresponde fielmente

a un grabado realizado entre 1758 y 1760 por el grabador

germano Balthazar Sigismund Setletsky (1690-1771);

cuatro figuras de esclavos con cadenas; figuras de un

pastor y una y pastora vestidos a la italiana; estatuas de

un rey moro y un armenio; los cuatro tiempos con tres figuras en

cada una de ellas; cuatro niños; el retrato de los dioses; los cuatro

elementos, con dos figuras en cada una de ellas; bustos del natural;

más de cien figuritas de bailarines, bailarinas, músicos, jardineros

y jardineras.

El memorial de Lalana citado12 contiene, además del «ramo de

la media porcelana» desde 1768, otras secciones donde se anotan

las novedades fabricadas desde 1764 en el «ramo de la pintura

en barro común», los «originales echos con molduras para todas

12 Véase la transcripción íntegra y literal y también la copia fidedigna en:

Todolí, 2002: 410-414; 2015: 115-132.

Page 43: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

42

clases de vajillas», los «originales hechos vaxo relieve de un buen

gusto» y el «ramo de porcelana», departamento instalado en 1774

–que incluyó la elaboración de pipa desde 1775–, a cargo de otro

secretista francés, Francisco Martin*, en vista del escaso éxito de

la «porzelana» de Knipffer, aunque, según todos los indicios, ni

la porcelana ni tampoco la pipa de Martin consiguieron el éxito

esperado.

Algunas esculturas en media porcelana se anotan también en

1777, como tritones, soldados, las cuatro estaciones, bailarines,

tritones en forma de niños, figuras con cesta, animales, jardineros

a estilo de Dresden, bailadores estilo alemán, grupos del Neptuno,

reyes armenios, las cuatro partes del mundo, campesinos, músicos,

diferentes monarquías, personajes históricos, historia de Alejandro,

Marius Curtius, elefantes, hombres montados en ellos, chinos,

Heliogábalos, caudillo a caballo, granadero sosteniendo candelabros,

Julio César, diferentes trajes españoles y grupos de chinos. Incluso

algunas de estas esculturas se fabricaron en soportes cerámicos

distintos a la media porcelana, que constan en la misma lista

de 1777. En «biscuit china blanco» se fabricaron tipos españoles,

Figura 11. Alejandro Magno,

c. 1791. Alcora. Escultura. Modelado

de Julián López manufacturado en

media porcelana entre 1768 y 1775.

Porcelana fosfática o de huesos

con cubierta estannífera blanca.

Alt. 40,5 cm. N.º inv. 2004/74/I.

Museo Arqueológico Nacional

(Madrid). Fotografía: Raúl Fernández

Ruiz. (Mañueco, 2006: 141, lám. 143;

Feit, 2017: 527).

Page 44: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

43

de los que el MNCGM conserva La Petimetra, fabricada en loza

de pipa (N.º 10), varios grupos, las cuatro partes del mundo y las

cuatro estaciones. En «porcelana vidriada pintada» se fabricaron las

cuatro estaciones, grupos de dos figuras, un rey moro, músicos,

cazadores, chinos, jardineros y soldados de estilo alemán (Escrivá

de Romaní, 1919: 221-223).

Además de los soportes cerámicos citados, también podemos

asegurar que se emplearon otros soportes cerámicos que no constan

en las fuentes documentales. Contamos en efecto con dos grupos

que ilustran este hecho. El primero corresponde a la «estatua de

Lucrecia en el acto de pasarse el pecho con la daga manifestando

las ansias de muerte con dos figuras muy alusivas a historia, que

colocadas en este grupo, y su adorno, se hace muy agradable a la

vista», que coincide con el grupo escultórico conservado en el IVDJ,

manufacturado en barro común o arcilla calcáreo-ferruginosa cocida

o terracota, y no en media porcelana como cabría esperar (véase

p. 38). Este excepcional grupo, firmado por Julián López, muestra

a Lucrecia sentada en un rico trono, adornado de rocallas, clavándose

un puñal en el pecho, mientras a sus pies escapa huyendo Cupido,

representado por un amorcillo ciego y con la cuerda rota de su

arco. La escultura se remata con una figura femenina que sujeta una

columna alusiva a la Fortaleza (Figs. 12a, 12b y 12c). Este grupo nos

sirve de inestimable referencia estético-artística para atribuir otras

esculturas del muestrario rococó, la inmensa mayoría sin firmar,

a la mano de Julián López.

La escultura, inspirada en un grabado del germano B. S. Setletsky,

que conserva la RABAPC de Valladolid (Fig. 13), escenifica

la leyenda de la romana Lucrecia, que vivió en el siglo vi a. C.

y que, tras ser violada, se quitó la vida con una daga antes de verse

acusada de adulterio. El MDB y el MAN conservan otra figura de

Lucrecia de manufactura neoclásica posterior, en la que la dama

romana, de pie, se clava el puñal en el pecho (Casanovas, 1995b:

12713; Mañueco, 2006: 147).

13 Reproducida en la lámina 509.

Page 45: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

E l

Figura 12a. Julián López, Lucrecia.

c. 1768. Alcora. Escultura. Terracota.

Fotografía cedida por el Instituto

de Valencia de Don Juan (Madrid).

(Escrivá de Romaní, 1919: lám. 45;

Feit, 2017: 521).

Figura 12b. Julián López, Lucrecia

(detalle). Fotografía cedida por el

Instituto de Valencia de Don Juan

(Madrid).

Figura 12c. Julián López, Lucrecia.

Detalle de la firma: «Julián López».

Fotografía cedida por el Instituto

de Valencia de Don Juan (Madrid).

Fig. 12a

Fig. 12b Fig. 12c

44

Page 46: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

45

Figura 13. Balthasar Sigismund

Setletsky (1690-1771), Muerte de

Lucrecia. Mediados siglo xviii.

Grabado. Real Academia de Bellas

Artes de la Purísima Concepción

(Valladolid).

segundo grupo, «El Grande Alexandro acavallo en

acto de carrera atropellando un Rey, y un Adlante,

cargado con el globo del mundo», que coincide

con la escultura conservada en el MAN (Fig. 11),

tampoco está manufacturada en media porcelana,

como cabría esperar (véase p. 38) sino, como analizó

el Consejo Superior de Investigaciones Científicas,

en porcelana fosfática o de huesos (Pascual; Recio;

De Aza, y Criado, 2006: 153-155), cuya receta se anota

en una libreta manuscrita fechada en 1791 (Figs. 16a

y 16b), conservada en el MCA. Este grupo también

se inspiró en un grabado de B. S. Setletsky, al igual

que otras esculturas del muestrario rococó alcoreño

modelado por Julián López, como La monarquía

persa, que formaba parte de otras tres monarquías:

Roma, Grecia y Asiria, Marco Curcio, Heliogábalo y

la reina Semiramis, inspiradas también en un grabado

de Setletsky (Feit, 2017: 524, 526, 528 y 529), del que,

según parece, López era un gran admirador.

En las esculturas conocidas de estos muestrarios,

observamos un modelado delicado, elegante y grácil,

propio de la teatralidad de la escultura rococó, que

cuida los detalles, incluso los más triviales, confiriéndoles realismo

y movimiento. En ellas se evidencia la impronta del maestro escultor

López, cuya referencia en muchas de sus obras escultóricas fue el

grabador germano Setletsky, por lo que se le atribuye el modelado

de las esculturas anotadas en «media porcelana», entre 1768 y 1775,

y las anotadas en la lista de 1777. Ochando* pudo igualmente

participar en la tarea, pero solo hasta 1773, año en que se le cita

como difunto (Todolí, 2002: 401, doc. 83.)14, así como el escultor

Gabriel Andrés*, antes mencionado.

14 Carta de enero de 1773, de Juan Villalonga, director de la fábrica, a Nicolás

del Río, subdelegado y juez privativo de la fábrica.

Page 47: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

46

Las esculturas alcoreñas rococó representan, sobre todo,

personajes históricos de la Antigüedad clásica, figuras alegóricas

y mitológicas, debido sin duda al descubrimiento unos años antes

de las antiguas ciudades de Herculano (1738) y Pompeya (1748),

que puso de moda esta temática, pero también personajes galantes,

pastoriles o exóticos. En general, estas esculturas se posan sobre

una base a modo de isleta, adornada con rocallas en relieve

y elementos vegetales tridimensionales, como muestra la alegoría de

la primavera (Fig. 10) (N.º 29) o la figura mitológica del dios Pan,

medio humano y medio cabra, conservada en el MNCGM (N.º 4).

Aires de cambio recorrían las salas de la fábrica cuando, apremiado

por las ausencias de los dos secretistas Knipffer y Martin, el conde

de Aranda, Pedro Pablo, siendo embajador en París (1773-1787),

optó por enviar a esta ciudad en junio de 1786 a dos de los más

insignes empleados de su fábrica: el técnico Cristóbal Pastor Cros*

y el pintor Vicente Álvaro Ferrando para «instruirse en el ramo

de la porcelana» (Escrivá de Romaní, 1919: 213-216)15, solución

que abortó poco más de un año después haciéndoles volver a la

fábrica. Poco antes había contratado en París, en mayo de 1787,

a un nuevo «maestro principal» –recordemos que este cargo equivalía

al de director artístico-técnico y jefe de producción–, el ceramista

francés Pedro Cloostermans* (Escrivá de Romaní, 1919: 193-197)16,

figura esencial en la fábrica, como demuestra su sueldo de 800

pesos anuales en 1789, que casi triplicaba al de los otros maestros

(Fig. 19). Este personaje, que provenía de las afamadas fábricas

de Sèvres y Limoges, donde ocupó cargos de responsabilidad, se

encargó de adaptar la producción de la fábrica alcoreña a las nuevas

corrientes de inspiración clasicista, de moda en Europa desde hacía

algunos años.

En efecto, a partir de la llegada de Cloostermans* a la fábrica

en diciembre de 1787, se instalaron paulatinamente los cánones

neoclásicos y no solo las vajillas se adaptaron «al gusto [clásico] más

15 «Contrata de Pastor y Alvaro para hacer estudios en París» fechada en junio

de 1786.16 El autor ofrece información sobre su contratación.

Page 48: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

47

agradable y decente de el día» (Escrivá de Romaní, 1919: 198)17,

sino también las esculturas, como demuestra la dura crítica que el

«director principal» –máximo cargo de orden administrativo, que no

hay que confundir con el «maestro principal»–, a la sazón Domingo

Abadía (Todolí, 2011-2013), hacía a finales de los años 80 del siglo

xviii de la obra del veterano y anciano escultor López*, máximo

exponente del rococó en Alcora, al decir que:

«Ha tenido mérito, pero hoy todos sus trabajos se van corrigiendo

por ser de un gusto pesado y nada conforme a lo que en el día se

trabaja en todas partes» (Ainaud de Lasarte, 1952: 295).

Este comentario es clave y evidencia, por un lado, que en esos

años los cánones rococó, de «gusto pesado», se habían agotado

en la fábrica alcoreña y se imponían aquellos que «se trabaja en

todas partes», en referencia a los neoclásicos y, por otro, que

ese repertorio escultórico fabricado bajo la dirección de López,

se intentaba corregir para adaptarlo a la nueva estética imperante.

Había nacido el estilo neoclásico en Alcora que se extenderá hasta

finales de los años 50 del siglo xix.

Sin embargo, no por ello se dejaron de fabricar los modelos

anteriores rococó y desde entonces confluirían en el muestrario de

la fábrica las esculturas neoclásicas y rococó, originales, adaptadas

o corregidas, en una corriente que se encuadra en un rococó tardío

que, en definitiva, supone la prolongación del estilo.

Las correcciones de las esculturas se podían realizar en la

figura de escayola (Fig. 14) que había servido para sacar el molde

original, de donde se procedía a sacar un nuevo y definitivo molde.

El responsable de las correcciones y, sobre todo, de modelar las

esculturas neoclásicas sería, en sustitución de López, que fallecía

en 1792, un escultor formado en la casa, Joaquín Ferrer Miñana*.

17 «Anuncio de la Factoría de la calle Luzón» de Madrid, de enero 1791.

Page 49: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

48

Además de las figuras corregidas, también se

vaciaron en este periodo algunas de las esculturas

originales de López sin retocar. Buena muestra de ello

son las esculturas de El Grande Alexandro (Fig. 11) que

conserva el MAN, y de la diosa Ceres (Fig. 15 y N.º 28),

que conserva el MNMCGM que, fabricadas en porcelana

fosfática y pipa, respectivamente, compartieron espacio

productivo con el muestrario neoclásico. Las dos

esculturas incluyen detalles formales neoclásicos, como

la base donde se asienta Alejandro y la escribanía en

la que se apoya Ceres.

Figura 14. Europa. c. 1787. Alcora.

Escultura. Escayola. Alt. 25 cm.

N.º inv. 54772. Museo Arqueológico

Nacional (Madrid). Fotografía:

Ángel Martínez Levas.

(Mañueco, 2006: 104, lám. 92).

Figura 15. Ceres. 1787-1858.

Alcora. Escribanía. Loza de pipa.

Alt. 21 cm. N.º inv. CE1/16823.

Museo Nacional de Cerámica y

Artes Suntuarias “González Martí”

(Valencia). Fotografía:

Javier Rodríguez Barrera. Fig. 15

Fig. 14

Page 50: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

49

Sin embargo, es fácil deducir que las correcciones y, en su caso,

el uso excesivo de los moldes e incluso, también, la eliminación de

algunas partes de la propia escultura, fueron decisiones desacertadas

desde un punto de vista artístico. Esto solo se puede justificar

por la precariedad gradual de la casa Híjar, propietaria de la

fábrica entre 1798 y 1858, que no era ajena a la convulsa situación

política y social del país desde finales del siglo xviii, y que dió lugar

a esculturas que carecen de su personalidad estilística original.

Así pues, el muestrario escultórico del rococó tardío se sumó

a otro neoclásico de características sobrias en las que la expresividad

prima sobre el detalle. Por tanto, se puede afirmar que las dos

corrientes estilísticas compartieron obrador entre finales de los años

80 del siglo xviii y finales de los años 50 del siglo xix.

Este muestrario se realizó mayoritariamente en un soporte cerámico

de origen inglés llamado pipa, conocido en Inglaterra como loza

creamware, que los alfareros de la zona de Staffordshire empezaron

a utilizar como sustituto, tanto de la loza tradicional como de la

porcelana oriental, desde comienzos del siglo xviii (Burton, 1922).

La fabricación de pipa en Alcora desde 1775 compartía espacio con

el departamento de porcelana, abierto un año antes bajo la dirección

técnica de un «Mtro. Francés» (Todolí, 2002: 414)18, en referencia a

Francisco Martin*, aunque todo indica que Cloostermans*, que tenía

dificultades con la fabricación en porcelana, mejoró sensiblemente

este rentable soporte cerámico de origen inglés a partir del año

de su contratación en 1787 (Escrivá de Romaní, 1919: 193-197)19,

como él mismo comunicaba en 1792 a su amigo personal Alluaud,

director de la fábrica de porcelana de Limoges, denostando la pipa

de Martin: «la pipe qui s’y faisait de même n’était rien et aujourd’hui

elle est aussi belle que l’anglaise». Sobre la porcelana añadía:

«J’ai une terre ici qui me donne une porcelaine assez jolie mais elle

a peu de soutien pour les grandes pièces» (D’Albis, 1986: 583-588).

18 «Ramo de Porcelana», contenido en la «Noticia individual del actual estado

en que se halla la R. l. Fábrica» entre 1764 y septiembre de 1775.19 El autor ofrece información sobre su contratación.

Page 51: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

50

Por todo ello, aunque es indudable que con la pipa elaborada

por Francisco Martín* se fabricaron algunas cerámicas, como los

medallones en bajorrelieve para conmemorar el enlace matrimonial

del conde Pedro Pablo en 1784, como veremos más adelante,

podemos afirmar que la pipa no se comercializó masivamente en

Alcora hasta la contratación en 1787 del técnico francés, Pedro

Cloostermans*.

Seguramente, Cloostermans* contaba en Alcora con el caolín,

mineral insustituible para la consecución de la porcelana china

que, en definitiva, no se alcanzó. En su defecto podemos decir

que se logró otra porcelana que, teniendo en cuenta una libreta de

recetas de 1791 conservada en el MCA, donde se anota literalmente

la «cal de uesos» en la composición de la «porselana» (Figs. 16a

y 16b), era la porcelana fosfática o de huesos a la que seguramente

se refería Cloostermans cuando comentaba el defecto que afectaba

a las piezas grandes, atribuible a que su tecnología presentaba

dificultades.

Figuras 16a y 16b. Libreta de

recetas (parcial). 1791. Alcora.

Museu de Ceràmica de l’Alcora.

Donación d’Antonio Nomdedéu

Medina (Cabrera, 2015: 80).

Fig. 16a Fig. 16b

Page 52: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

51

Así pues, los problemas en la consecución de un soporte

que pudiera estar a la altura técnica de la porcelana china, cuyo

componente principal era el caolín, decantaron la producción de

esculturas, sin despreciar otros soportes, hacia el empleo de la

pipa, utilizada a menudo en las esculturas del periodo neoclásico y

del rococó tardío, de cuya composición, tratamiento y fabricación,

tras la muerte de Cloostermans* en enero de 1798, se ocupó,

como indican las ordenanzas de 1799, 1800 y 1810, un antiguo

empleado de la casa, Cristóbal Pastor Cros* (Escrivá de Romaní,

1919: 436, 453, 462)20. Este abandonó la fábrica en 1814 para instalar,

con otros socios, una fábrica en Alcora de cierta envergadura con 30

empleados, especializada en la fabricación, precisamente, de tierra

de pipa, como informa el expediente de solicitud de privilegios para

esa fábrica, entre junio de 1817 y marzo de 1818, que dirigido a la

Junta de Comercio, recoge interesantes declaraciones de algunos

testigos. Finalmente, tras las deliberaciones pertinentes de la Junta de

Comercio de Madrid, fueron concedidos los privilegios demandados

«que disfrutan las demás [fábricas] de su clase»21.

No hay duda de que este soporte cerámico de origen inglés, con

un elevado contenido de óxido de calcio y uno muy bajo de óxido

de hierro que, dependiendo de su proporción, oscila del color blanco

al marfileño, era muy importante para los intereses comerciales de

la fábrica, como demuestran las múltiples dependencias dedicadas

a su elaboración, reflejadas en un plano diseñado alrededor

de 1800 por el intendente José Delgado (Todolí, 2011-2013), máximo

cargo administrativo de la fábrica, otrora director principal (Fig. 17).

20 Escrivá de Romaní lo menciona en el capítulo VI, en el punto 12 y en

capítulo VIII, respectivamente.21 Para la transcripción íntegra de este documento conservado en el Archivo

General de Simancas, véase: Todolí, 2002: 443-453, doc. n.º 109. Expediente

de petición de privilegios de la fábrica de loza fina de Cristóbal Pastor y

cia., instalada en Alcora, 1817-1818.

Page 53: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

52

Figura 17. José Delgado. Plano del edificio de la fábrica.

Alzado y planta. c. 1800. Fondo Híjar, sala V, s.n.

Archivo Histórico Provincial de Zaragoza. (Todolí, 2006: 10 y 11).

Page 54: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

53

Así lo avalan también sendas «Tarifas de precios» que incluyen,

por orden alfabético, un variado muestrario de objetos de uso

fabricados en 1825 en «pipa en blanco y estampada», en el que

también se incluyen algunas esculturas, solamente en blanco (Escrivá

de Romaní, 1919: 273-284)22, y otra «Tarifa» de 1849 donde consta

una larga lista de cerámicas manufacturadas en pipa blanca, entre

las que también se anotan diversas esculturas, como se detallará

más adelante.

Desde luego, la elección de la pipa no era casual, ya que

presentaba algunas ventajas sobre otros soportes, como afirmaban

los alfareros de Staffordshire antes mencionados. Ciertamente,

admitía por ejemplo una cubierta de barniz blanca más fina que

la empleada en el barro común –arcilla calcáreo-ferruginosa–, de

coloración rosácea, que tenía que ser necesariamente de mayor

espesor para ocultar esa coloración, lo que inevitablemente

provocaba el encubrimiento de las partes más minuciosas (manos,

rostro, etc.) como se comprueba, por ejemplo, en unas figuritas

inspiradas en la Commedia dell’Arte (N.os 2a, 2b y 2c). Además, su

aspecto exterior se asemejaba, como sucedáneo, a otras pastas que

se fabricaban, como la media porcelana, la porcelana tierna y la

porcelana fosfática o de huesos. Finalmente, su tecnología ahorraba

costes de producción.

Como se ha apuntado anteriormente, encuadramos en un rococó

tardío las esculturas rococó de López, originales o retocadas para

adaptarlas a la estética neoclásica, que en Alcora situamos entre

1787 y 1858.

Fabricadas en distintos soportes cerámicos, el MNCGM

conserva algunas de ellas fabricadas en «loza de pipa» en este

periodo, como dos de «las quatro partes del mundo [....] sobre

los animales que corresponden a cada parte» (Todolí, 2002: 412)

(N.os 5 y 6), anotadas en «media porcelana» entre 1768 y 1775; petimetra

(N.º 10) que forma parte de los «trajes españoles» anotados

en «media porcelana» en 1777 (Escrivá de Romaní, 1919: 222);

22 «Tarifa de los precios a que se debe vender la loza de pipa de mi fábrica

de la villa de Alcora» de 1825.

Page 55: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

54

Los «quatro tiempos», cuyos moldes se anotan por primera vez entre

1752 y 1761 (Fig. 6c) (N.º 8) y que, no obstante, se modelaron

también siguiendo la estética neoclásica a partir de 1787, como

muestran las figuras, fabricadas en loza de pipa, conservadas en el

MDB (Figs. 18a, 18b, 18c y 18d).

El máximo responsable del repertorio escultórico neoclásico fue

un escultor formado en la casa, Joaquín Ferrer Miñana*. Contratado

en mayo de 1775 para trabajar en el departamento de escultura,

Ferrer era «oficial tallista» en 1782 y, según consta en la nómina de

los principales cargos de marzo de 1789, era el único empleado que

consta como «sculptor» que, a diferencia de aquellos que cobraban

anualmente, él lo hacía por día trabajado (Fig. 19). Ese mismo año

firmaría su obra más emblemática, que muestra a un león atacando

a un caballo, sin duda una de las primeras esculturas neoclásicas

fabricadas en Alcora que, vaciada más de un siglo después, conserva

Figuras 18a, 18b, 18c y 18d.

Los cuatro tiempos (Primavera,

Verano, Otoño e Invierno).

1787-1858. Alcora. Esculturas. Loza

de pipa. Alt. 12,5-13 cm. N.º inv.

100018, 100007, 100019 y 100073.

Museu del Disseny de Barcelona.

Fotografía: Guillem Fernández-

Huerta. (Casanovas, 1995b: 124,

láms. 499, 500, 501 y 502).

Fig. 18a Fig. 18b Fig. 18c Fig. 18d

Page 56: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

55

el MNCGM (N.º 23). Ferrer alcanzó en los siguientes años cargos

de más responsabilidad en la fábrica, como se verá a continuación.

Hay que destacar que en 1799, un año después de la defunción

del maestro principal Pedro Cloostermans*, se produjo un cambio

sustancial en el organigrama de la fábrica al ser

abolido ese importante cargo. Las razones de este

cambio están muy claras en las ordenanzas, dictadas

ese año por su propietario, a la sazón Pedro Pablo

Alcántara de Silva, X duque de Híjar:

«A ninguno nombro por Maestro principal de

toda la Fabrica, porque no siendo capaz de hallar

sugeto que entienda con perfeccion de todos los

ramos de que se compone» (Escrivá de Romaní,

1919: 434)23.

Con esta decisión el duque pretendía, con buen

criterio, favorecer la especialización distribuyendo

todas las competencias que ostentaba el maestro

principal entre algunos altos empleados de la fábrica.

Un año después, en 1800, el duque nombró

oficialmente a los principales cargos de la fábrica,

entre los que estaba Joaquín Ferrer Miñana* como

maestro de escultura, lo que significa que era el

máximo responsable de esta sección. Como veremos,

Ferrer no solo siguió modelando esculturas cuyos

protagonistas son distintos animales en actitud de

pelea, sino que también cabe atribuirle una magnífica miniatura

de San Bruno fabricada en terracota (N.º 12), así como también el

modelado de bajorrelieves y bustos. Además, también se ocupaba

de la formación de su hijo José y de retocar los moldes, como reza

en las ordenanzas de ese mismo año de 1800:

23 Ordenanzas de 1799, «Maestros en general», cap. III.

Figura 19. Nómina de los

principales cargos de la fábrica de

cerámica de Alcora, 1789. Courtesy

of The Hispanic Society of America,

New York. (Frothingham, 1945: 75).

Page 57: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

56

«Joaquín Ferrer, Maestro de escultura, parece que está desocupado

la mayor parte del día, y tiene solo por discípulo a su hijo Josef,

el que tengo entendido se ocupa todo el día en la escultura, y vasta

que se emplee dos horas y las restantes en moldear hacer otras

y demás propio de su oficio, y lo mismo digo en quanto a su padre,

y ambos deberán retocar los moldes a fin de que este todo con la

maior perfección» (Escrivá de Romaní, 1919: 451, 452)24.

Estas instrucciones dadas a Joaquín Ferrer* por el duque están de

acuerdo con las palabras del director principal, Domingo Abadía,

recogidas anteriormente, en lo que respecta a la rectificación de la

obra de López* y el retoque de moldes excesivamente utilizados,

labores que dependían directamente de Joaquín Ferrer y de su

hijo José.

Parece claro que el declive de la casa Híjar dificultó la inversión

en la fabricación de nuevos moldes acordes al nuevo estilo clásico.

Esto, junto a otros factores que se han expuesto, impidió a Joaquín

Ferrer Miñana* la consecución de una obra más extensa, materializada,

no obstante, en una temática original de la fábrica denominada

genéricamente «luchas», que consistía en la representación de

distintos animales en actitud hostil. Las «luchas» de Alcora cumplen

con la estética neoclásica, cuyas principales características son la

adopción de formas severas y sobrias, no exentas de una marcada

expresividad y violencia.

Esta temática, en la que podría decirse que Joaquín Ferrer

Miñana* se especializó, constituye una serie escultural en Alcora

que merece un estudio más detallado.

El antecedente de los grupos que representan distintos animales

en actitud hostil o «luchas», a los que Alcora dedicó buena parte

de su producción escultórica entre finales de siglo xviii y mediados

del siglo xix, proviene de antiguo. Es un hecho que esta temática

ha sido recurrente a través de la historia.

24 «Copia de las Adiciones que en 15 de julio de 1800, puso S. E. a las

Ordenanzas que estableció en 19 de marzo de 99», capítulo octavo.

Page 58: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

57

En efecto, son conocidos los frisos que

adornaban la antigua ciudad de Persépolis de

512 a. C., algunos de los cuales muestran en

bajorrelieve a diferentes animales en actitud

hostil, como un león atacando a un toro,

reproducido en un grabado de Lemaître de

mediados del siglo xix (Fig. 20). Estos animales

ocupaban un espacio principal en la mitología

persa.

Otra de las esculturas que muestran a un

león atacando a un caballo, tallada en mármol

en el siglo iv a. C., se conserva en los Museos

Capitolinos de Roma. Más recientemente, en

el siglo xvi, se realizaron esculturas en bronce

de esta misma escultura, tanto del escultor

Giovanni Bologna (Frothingham, 1957) como

de Antonio Susini. La escultura de este último

se conserva en el Detroit Institute of Arts

(Connors, 2005: 349).

También en este mismo siglo xvi, algunos

grabadores renacentistas profundizaron en

esta misma temática, como Antonio Tempesta

(1555-1630), prolífico dibujante, pintor

y grabador florentino que, entre su variada

obra, representó violentos enfrentamientos

entre animales en una serie de 24 planchas

grabadas por Hondius que, recogidas en el

tratado titulado Non vi sed virtute, fueron publicadas en Ámsterdam

en 1610; o como Adamo Ghisi (1530-1587), cuyo grabado realizado

en 1580 (Fig. 21) inspiró, según todos los indicios, la escultura del

león atacando a un caballo modelada en Alcora por Joaquín Ferrer

Miñana* en 1789.

El escultor Joaquín Ferrer Miñana*, al que atribuimos el modelado

de la mayoría de grupos alcoreños que muestran animales

en actitud hostil, firmaría en 1789 su lucha más emblemática y

conocida, la del león atacando a un caballo, de la que el MNCGM

conserva un ejemplar vaciado en el siglo xx (N.º 23).

Figura 20. Augustin François

Lemaître (según un dibujo de

Vernier), León atacando a un toro,

Persépolis. c. 1850. Grabado.

Colección privada.

Figura 21. Adamo Ghisi

(1530- 1585), León atacando

a un caballo, 1580. Grabado.

N.º inv. 42.72 (2.175). Metropolitan

Museum of New York.

Fig. 20

Fig. 21

Page 59: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

58

Esta escultura, que se puede considerar la primera realizada en

Alcora de esta serie se inspiró, según todos los indicios, en el citado

grabado de Adamo Ghisi (1530-1587) (Fig. 21), que a su vez pudo

inspirarse en los bronces de los célebres escultores citados, Giovanni

Bologna (1529-1608) (Frothingham, 1957: 59-63) o Antonio Susini

(1558- 1624) (Connors, 2005: 349), a los que tradicionalmente se les

ha considerado como la fuente iconográfica del grupo alcoreño.

A esta lucha alude, según parece, la «lucha de león» registrada en

1789, 1790 y 1792 (Connors, 2005: 346).

Otros grupos de manufactura posterior, cuyo protagonista también

es un león, símbolo de fuerza y poder, como el león atacando

a un toro (Fig. 22) y león atacando a un águila (N.º 18), muestran

una característica singular, pues el león adopta un rostro humano

con un poblado mostacho que tiene un evidente parecido con el

héroe de la Guerra de Independencia (1808-1814) Juan Martín Díez,

apodado el Empecinado, que nos permite situar su manufactura

no antes de 1814.

Figura 22. León atacando

a un toro. c. 1814. Alcora. Escultura.

Loza de pipa. Alt. 27,5 cm.

Fundación Rocamora, Barcelona.

(Grangel, 2004: 108).

Page 60: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

59

En efecto, cabe hacer un análisis más pormenorizado de esta

lucha (N.º 18), alegoría de la Guerra de Independencia (1808- 1814),

en la que el león español se dispone a devorar al águila francesa.

Esta escultura, conservada en el MNCGM, presenta un rasgo

singular. Con toda intencionalidad y con claro simbolismo patriótico,

el escultor Joaquín Ferrer, al que atribuimos su autoría, quiso

inmortalizar al héroe de la Guerra de Independencia, Juan Martín

Díez, El Empecinado (1775-1825), confiriendo al león el rostro de

este héroe de la contienda contra el francés.

La popularidad de este personaje, que infringió graves pérdidas

al ejército bonapartista, se evidencia cuando el mismo Francisco de

Goya lo inmortalizó en un lienzo pintado alrededor de 1809. Sin

embargo, cabe asegurar que el escultor Joaquín Ferrer* se inspiró

en un grabado de Tomás López Enguídanos (Fig. 23) (Carrete:

2011-2013b) para trasladar el rostro de el Empecinado al león.

Figura 23. Tomás López Enguídanos

(1775-1814), Juan Martín Díez,

alias El Empecinado. Grabado.

Palau Antiguitats (Barcelona).

Fig. 23

Page 61: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

60

Para situar la cronología de este grupo escultórico, como la de

otros que también muestran al león con esta característica singular,

cabe afirmar que ni los responsables de la fábrica ni el escultor

Ferrer se arriesgarían durante la contienda (1808-1814) a modelar,

y menos a fabricar, un león con el rostro de un personaje que

infringía cuantiosas pérdidas a las tropas francesas y que además,

en el caso del león y el águila, se representaba mordiendo al águila

francesa. La escultura no se realizaría por lo tanto al menos hasta el

final de la contienda en 1814, sobre todo teniendo en cuenta además

que en los años 1811, 1812 y parte de 1813, las tropas francesas

saquearon la fábrica y «entraron varias veces y la ocuparon por

temporada» (Todolí, 2002: 450)25.

En consecuencia, se puede afirmar que estos singulares grupos

que muestran al león con el rostro de el Empecinado, se fabricaron

no antes de 1814.

Desde luego, también se manufacturaron otras «luchas» que no

están protagonizadas por un león, como el toro acosado por perros

(N.º 19), inspirada en un grabado de la serie Tauromaquia (1814- 1816)

de Francisco de Goya, titulado Echan perros al toro, de la que se

hizo una primera edición en 1816. Por tanto, su manufactura

no se puede situar antes de ese año.

Las «luchas» siguieron fabricándose años después. En efecto,

en 1818 se registra, en una lista de precios, una escultura que

«representa una de las luchas de león y el toro», en la cual, según

todos los indicios, el león mostraría el rostro de el Empecinado,

como en la escultura conservada en la HSA (Connor, 2005: 347).

En 1825 seguían contando con el favor de la clientela, pues en

una relación de los precios de las cerámicas fabricadas ese año

en pipa, «en blanco», se anotan «las luchas de todas clases», junto

a otras esculturas como «figuras medianas de todas clases» en tres

25 La Junta Particular de Comercio de Valencia remite informe a la Junta

General de Comercio de Madrid en noviembre de 1817.

Page 62: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

61

tamaños, «gallos grandes» y «general a caballo» (Escrivá de Romaní,

1919: 276 y 277). En 1849 todavía se producían luchas de animales

(Fig. 24) utilizando probablemente moldes antiguos, habida cuenta

de la precaria situación que la empresa arrastraba desde hacía años,

la cual, desde luego, no estaba para dispendios en la confección

de nuevos moldes. Esta situación la abocó a su alquiler en 1851

a los hermanos Girona y, finalmente, a su venta a esta misma familia

en 1858. Por tanto, es previsible que, en evitación de la confección

de nuevos moldes, la falta de calidad detectada en algunas de

estas esculturas sea achacable, especialmente, al reiterado uso de

los mismos.

Mención aparte merece un grupo escultórico que pudiera ser,

según la hipótesis de trabajo que manejamos, una de las últimas

esculturas que podemos atribuir a Joaquín Ferrer Miñana*,

el Toro Farnesio, de la que el MNCGM conserva tres grupos de

distinto tamaño fabricados en Alcora (N.os 20a, 20b y 20c) y otro

de manufactura italiana (N.º 20d), lo que evidencia su popularidad.

En esta obra, todo un clásico de la escultura neoclásica alcoreña,

se escenifica el suplicio de Dirce, que merece un análisis más

detallado.

En efecto, la escultura conocida popularmente como Toro

Farnesio, realizada en Alcora, ha provocado desconcierto entre

los investigadores, pues no consta en las relaciones conocidas

de piezas que la fábrica alcoreña elaboraba en el siglo xviii, para

cumplir con distintas obligaciones, especialmente con la Junta

de Comercio. Ello resulta muy sorprendente habida cuenta de que

ha sido una de las más reproducidas de su repertorio escultórico.

El propio Escrivá de Romaní se hacía eco de esta circunstancia en

1919 y reconocía su extrañeza al no encontrar este grupo en el

«Inventario general del año 1800» (Escrivá de Romaní, 1919: 249),

cuya relación completa aporta (Escrivá de Romaní, 1919: 246-249),

aunque habría que añadir que tampoco se encuentra en ninguno

de los muestrarios de fechas anteriores, como se ha apuntado.

Descartada la posibilidad de que se anotara en las relaciones de

piezas de forma distinta a su denominación conocida, existen dos

razones para que se pueda dar esta sorprendente circunstancia: que

no se conozca el documento donde se pudo anotar, cosa bastante

Page 63: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

62

improbable, o que, sencillamente, la popular escultura se modelara

en Alcora después de la elaboración del inventario de 1800, incluso

después de 1825, año en el que se fabricó un extenso muestrario

en loza de pipa en el que podemos constatar que tampoco se

anota (Escrivá de Romaní, 1919: 273-284)26, posibilidad por la que

nos inclinamos.

Todo parece encajar cuando encontramos que en el documento

«Tarifa de los precios de toda clase de Loza que se construyan en

la Fábrica de la Villa de Alcora propia del Excmo. Señor Duque

de Híjar, Marqués de Orani» de 1849, se anota, por primera

y única vez, esta escultura. Aparece literalmente como «grupo

del Toro Farnés», fabricada en dos tamaños en pipa blanca, junto

a otras esculturas. Esto se puede comprobar en el documento

conservado en el Archivo Histórico Provincial de Zaragoza, cuyo

muestrario de esculturas fabricadas en pipa blanca, que consta

en esa misma «Tarifa» de 1849 (Fig. 24), incluye figuras grandes,

medianas y pequeñas, luchas de animales y las cuatro partes

del mundo. Entre las figuras de pipa, además del toro Farnés

en dos tamaños, se incluyen «las estaciones del año medianas;

pastor griego, indio del Perú con una cabra; la Europa; la América;

el África; el Asia; Júpiter niño con un león; Neptuno tocando un

caracol; estaciones del año grandes de una figura; Marte; bustos

medianos de medio cuerpo; Neptuno grande de dos figuras; grupo

de trajes de España y grupos de trajes de España iluminados».

Sin embargo, hay que insistir en que, según todos los indicios, los

moldes utilizados para vaciar estas esculturas eran inevitablemente

de fabricación anterior.

26 «Tarifa de los precios a que se debe vender la loza de pipa de mi fábrica

de la villa de Alcora».

Page 64: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

En consecuencia, a falta de datos del muestrario fabricado entre

1825 y 1849, la hipótesis más plausible sobre la cronología de esta

popular escultura es que se modelara precisamente entre esos

años, seguramente a partir de 1828, cuando la colección Farnesio,

que incluía esta emblemática escultura en mármol de casi cuatro

metros de altura, se depositó en el MAN de Nápoles (Fig. 25),

que la muestra desde entonces al público. Esto pudo provocar

su popularidad y, por tanto, su fabricación en algunas fábricas

cerámicas como la de Alcora, que conserva el MNCGM (N.os 20a,

20b y 20c), y también italianas, como el grupo conservado en

el mismo museo, fechado en 1884, como recuerdo de la ciudad

italiana de Nápoles (N.º 20d).

Figura 24. «Tarifa de precios»

(fragmento). 1849. Documento.

Archivo Histórico Provincial de

Zaragoza. N.º inv. P/3-123-10.

63

Fig. 24

Page 65: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

64

En efecto, la escultura en mármol, heredada por Isabel de Farnesio,

segunda esposa de Felipe V, fue trasladada en 1786 a su reino

de Nápoles por su nieto Fernando, y desde 1828 se encuentra

con el resto de la colección Farnesio en el MAN de Nápoles.

Desde luego, mucho antes, este grupo escultórico de mármol

sirvió de modelo para que algunos grabadores como Diana Ghisi

en 1581, François Perrier en 1638 (Fig. 26a), Doménico de Rossi

en 1704, Jean Audran en 1719 y Antoni Zücher hacia 1800 (Fig. 26b),

entre otros, la representaran. Es plausible que la escultura alcoreña

se inspirara en alguno de estos grabados para modelar la figura en

tres dimensiones (N.os 20a, 20b y 20c).

Figura 25. Toro Farnesio,

siglo iii. Mármol. Escultura.

Museo Archeologico Nazionale,

Napoli.

Page 66: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

65

Figura 26a. François Perrier,

Toro Farnesio. 1638. Grabado.

Rijksmuseum, Amsterdam.

Figura 26b. Antoni Zücher,

Toro Farnesio. c. 1800 Grabado.

Rijksmuseum, Amsterdam.

Fig. 26b

Fig. 26a

Page 67: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

66

Todas estas consideraciones nos llevan a proponer que la

emblemática escultura neoclásica del Toro Farnesio, modelada

según todos los indicios por Joaquín Ferrer Miñana* (1749-1837),

pudo haberse fabricado, efectivamente, hacia 1828 y podría ser

una de las últimas esculturas modeladas en la fábrica de los Híjar

en Alcora.

Al escultor Joaquín Ferrer* también se le atribuye el modelado

de medallas y placas en bajorrelieve.

En efecto, según las fuentes documentales, la primera referencia

a la manufactura de bajorrelieves, cuyo modelado probablemente se

le puede atribuir, se anota en el memorial de Lalana de septiembre

de 1775 (véase p. 39). Allí se cita, fabricada en media porcelana,

una «medalla del Excmo. Sor Conde de Aranda de tres tercios de

palmo su diámetro» que, de formato circular, muestra el busto

del conde Pedro Pablo, que conservan algunas instituciones

como el MAN (Mañueco, 2006: 14427) y el Palacio de Dueñas en

Sevilla (Casanovas; Álvaro Zamora, 1998: 40628), así como algunas

colecciones privadas. En ellas se aprecia que el busto del conde

no se adorna, lógicamente, con la condecoración de la Orden

del Espíritu Santo con forma de una cruz de ocho puntas, que

le concedió Luis XVI en febrero de 1777 y, por tanto, debieron

fabricarse antes de ese año.

Otros medallones se modelaron para celebrar el segundo

matrimonio del conde Pedro Pablo con su sobrina-nieta, María

Pilar Fernández de Hijar y Palafox, en 1784.

Efectivamente, la pareja de medallones fabricados con la pipa

de Martin, esta vez ovales, que contienen el busto del conde

y el de su esposa en bajorrelieve (Escrivá de Romaní, 1919: lám. 6729;

Frothingham, 1945: 86; Frothingham, 1960: 4130; Feit, 2017: 59), se

manufacturaron con esta indudable intencionalidad, pues se adornan

27 Reproducida en la lámina 148.28 Reproducida en la lámina 433.29 La reproducción de ambos medallones aparecen con los números 1 y 2.30 Las referencias en Frothingham de 1945 y 1960 corresponden a las colecciones

del conde de Casal y de la marquesa de Centelles, respectivamente.

Page 68: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

67

con un copete que contiene un gran lazo y un aro trenzado que,

además, servía para su eventual anclaje a la pared. Ambos elementos

se incorporaron al medallón en clara alusión a su enlace matrimonial.

Sin embargo, cabe destacar, por su calidad artístico-técnica,

los llamados jasperware que el insigne ceramista inglés Josiah

Wedgwood (1730-1795) inventó en la década de los años 70 del

siglo xviii (Burton, 1922; Towner, 1977: 259-280) y se pusieron de

moda en prácticamente toda Europa. En esencia, el jasperware trata

de sobreponer un bajorrelieve de pasta, en general blanca, sobre

un fondo de una pasta de otro color, a menudo azul.

Un buen ejemplo de jasperware realizado en Alcora es un

minucioso medallón oval en bajorrelieve del busto de perfil

en blanco sobre fondo azul de Pedro Pablo, que porta la insignia

del Toisón de Oro concedida en abril de 1756 y también la medalla

de la Orden del Espíritu Santo concedida por Luis XVI en febrero

de 1777. Este medallón en bajorrelieve, conservado en la HSA, fue

manufacturado, según todos los indicios, con motivo de la visita

del conde a la fábrica en 1790 (Fig. 27). Otro medallón similar con

fondo marrón rojizo se conserva en el IVDJ (Casanovas; Álvaro

Zamora, 1998: 40731).

En efecto, así lo confirman las palabras pronunciadas ese mismo

año por el «director principal», Domingo Abadía, en referencia

a estas singulares cerámicas cuya dirección técnica estaba a cargo

de Cloostermans*: «Ha hecho Cloostermans que se pueda satisfacer

a cualquiera, que pide porcelana azul (en bizcocho) guarnecida

a vajo relieve según se hace en Inglaterra» (Connors, 2005: 356).

31 Reproducida en la lámina 436.

Page 69: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

68

Las medallas o medallones del conde se modelaron en bajo-

rrelieve mostrando su perfil derecho, que ocultaba su evidente

estrabismo, perceptible en las múltiples pinturas y grabados en los

que se retrató de frente.

Además de las medallas, se modelaron placas policromadas

en bajorrelieve, como la realizada sobre una placa rectangular

que representa la apoteosis del rey Carlos III. Manufacturada para

conmemorar la defunción del monarca en 1788, este bajorrelieve

se inspiró en un grabado de Manuel Salvador Carmona (Fig 2b).

Una de estas placas, enmarcada con potente bocel jaspeado,

se conserva en el Museu de Disseny de Barcelona (Fig. 2a).

El modelado de los medallones en bajorrelieve del conde,

mayoritariamente barnizados en blanco, primero circulares, sin

la condecoración de la Orden del Espíritu Santo antes de 1777,

y posteriormente ovalados, que sí portan dicha condecoración, así

como la placa reseñada de Carlos III, se pueden atribuir, como se

ha dicho anteriormente, al escultor Joaquín Ferrer Miñana*.

Este se ocupó, como hemos visto, de instruir a su hijo José en

el modelado de esculturas, entre las que estaban, lógicamente,

los bajorrelieves.

En efecto, a partir de los últimos años del siglo xviii, José Ferrer

Pardo* (1777-1843) simultaneó su obra con la de su padre y maestro

Joaquín Ferrer Miñana* (1749-1837). Formado en la casa, no hay

duda de que desarrolló un destacado trabajo en la manufactura

alcoreña. José, sobrino del polifacético José Ferrer Miñana*

Figura 27. Pedro Pablo Abarca

de Bolea. X Conde de Aranda.

1790. Alcora. Medallón en

bajorrelieve. Porcelana tierna.

Jasperware. Alt. 12 cm.

N.º inv.: LE1891. Courtesy of

The Hispanic Society of America,

New York. (Connors, 2005: 355).

Page 70: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

69

(1745-1815) (Feliu, 2011-2013), con el que a veces se le confunde,

mostró desde su aprendizaje una especial aptitud en el modelado

de bajorrelieves; muchos de ellos han llegado hasta nosotros

firmados y fechados, de los que el MNCGM conserva una

muestra excepcional. Modeladas por él son también algunas

esculturas firmadas de tipología clásica, como El silencio

y La humildad (Figs. 28 y 29), ambas conservadas en el MDB, que

se recubren con la técnica decorativa de reflejo metálico ambarino

que, aplicado sobre una cubierta estannífera blanca, requiere de

una tercera cocción. Es plausible que, como analizamos en 2017,

esta técnica se iniciara en Alcora entre 1825 y 182732, coincidiendo

con la Primera Exposición de Industria Española celebrada en 1827,

cuyo principal objetivo era estimular la industria nacional a través

de la participación de las principales fábricas nacionales, invitadas

a presentar el «adelantamiento» de sus respectivas empresas. En este

certamen, la fábrica alcoreña obtuvo la Medalla de Oro presentando,

precisamente, algunas cerámicas decoradas con esta técnica de

coloración ambarina peculiar, característica de la fábrica de Alcora

(Todolí, 2017). Estas mismas figuras se conservan en el MDB con

el baño de barniz estannífero blanco, así como La humildad, en la

Fundación Rocamora de Barcelona.

Sin embargo, de su trabajo cabe destacar, como se ha dicho, los

bajorrelieves sobre placas de formato diverso (circulares, ovales,

ochavadas, rectangulares, etc.). A la vista de la calidad de estos

trabajos, se deduce que era un alumno aventajado de su padre.

Es llamativo que, a menudo, José firmara y fechara sus bajorrelieves,

seguramente para que se distinguieran de los de su padre, del que

no se conocen ejemplares firmados.

En efecto, José Ferrer Pardo* era, a tenor de su obra firmada,

especialista en bajorrelieves. De él se conocen algunas placas cuyos

personajes se inspiran en la Antigüedad clásica, que recuerdan

a los modelados por Fidias para el Partenón en el siglo v a. C.

32 Véase el análisis dentro del estudio dedicado al reflejo metálico en Alcora:

Todolí, 2017.

Figura 28. El silencio, c. 1825.

Alcora. Escultura. Pasta porcelánica

vidriada pintada en reflejo metálico

ambarino. Alt. 38,5 cm. Inscripción

en el lateral de la base: «La modeló

Jose Ferrer». N.º inv. 15110.

Museu del Disseny de Barcelona.

Fotografía: Guillem Fernández-

Huerta. (Grangel, 2004: 116).

Page 71: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

70

Entre los bajorrelieves de Ferrer Pardo* más conocidos, se

pueden citar la placa dedicada al rey David de 1800, con firma

incisa «Josef Ferrer i Pardo, Marzo 1800» (Alcalá Subastas, 2007:

190), así como otras placas conservadas en el MNCGM: la alegoría

del verano representada por una joven campesina, con firma incisa

«Jose Ferrer y Pardo, Año 1800, Marso» (N.º 13); las dos placas

que representan a un personaje ataviado con ropajes clásicos,

ambas con su firma incisa y una de ellas fechada en 1799 (N.os 14a

y 14b); el retrato de Fernando VII, en el que se muestra el busto

de perfil del monarca Borbón (N.º 17); la apoteosis de san Pedro

de Alcántara, placa de gran tamaño que, sin duda, es su obra más

destacada (N.º 15) y de la que el Museo de Bellas Artes de Castellón

conserva un ejemplar excepcionalmente firmado y fechado con

inscripción: «La modeló Jose Ferrer y Pardo Año 1807» (Fig. 30).

Realizada con equilibrada delicadeza, Ferrer Pardo muestra en esta

obra su madurez como escultor (N.º 15).

Figura 29. La humildad, c. 1825.

Alcora. Escultura. Pasta porcelánica

vidriada pintada en reflejo metálico

ambarino. Alt. 38,2 cm. Inscripción

en el lateral de la base: «La modeló

Jose Ferrer». N.º inv. 15109.

Museu del Disseny de Barcelona.

Fotografía: Guillem Fernández-

Huerta. (Casanovas, 1995b: 125,

lám. 510; Grangel, 2004: 117).

Figura 30. José Ferrer

Pardo, Apoteosis de san Pedro

de Alcántara.1807. Alcora. Placa

en bajorrelieve. Loza de pipa.

63x36 cm. Museu de Belles Arts

de Castelló (Vilaplana Zurita, 1999:

170-173, tomo 2).

Fig. 29

Fig. 30

Page 72: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

71

Otra de las piezas que atribuimos a Ferrer Pardo es una pequeña

medalla delicadamente modelada, vidriada en blanco, con imagen

en bajorrelieve de la Virgen María (N.º 21).

Es oportuno advertir que el escultor José Ferrer Pardo* ha sido

confundido, a menudo, con su tío José Ferrer Miñana, debido a la

coincidencia del nombre y primer apellido, aunque el polifacético

tío, intendente de la fábrica de Alcora, cargo que desempeñó durante

un escaso año y medio (1799-1800), como informa el también

intendente José Delgado en su Historia sucinta de la fábrica de

loza fina en Alcora, de 1805, que analizamos en 2006 (Todolí,

2006: 32), fue el propietario fundador de la primera fábrica imitadora,

establecida en Ribesalbes en 1780 (Grangel, 2000: 18). El pintor

y empresario José Ferrer Miñana llegó a ser académico de mérito de

la Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia (Feliu, 2000:

99-104) y, desde luego, nada tuvo que ver con el departamento de

escultura de la fábrica de Alcora.

Por su relevancia, hemos dejado para el final la representación

de bustos a los que la fábrica alcoreña dedicó buena parte de su

producción escultórica.

En efecto, la representación de bustos tridimensionales de

personajes relevantes (reyes, nobles, aristócratas, etc.) proviene

de la antigüedad clásica, aunque en el siglo xviii se puso de moda

en las principales fábricas cerámicas europeas. Alcora se apuntó

a esta moda con la fabricación de bustos anónimos entre 1761

y 1763, fabricados en loza fina (Figs. 9a, 9b, 9c y 9d) (N.os 3a

y 3b) y «dos bustos del natural» entre 1768 y 1775, como consta

en la relación de piezas fabricadas en media porcelana expuesta

anteriormente. La temática de bustos continuó en el siglo xviii y xix,

con la representación del busto de alguno de los propietarios de

la fábrica y también regios, como el de Fernando VII que conserva

el MNCGM (N.º 22).

La realización de los bustos de alguno de los seis propietarios

de la fábrica pertenecientes a la casa Aranda y a la casa Híjar

evidencia la intención de inmortalizarlos. En su defecto, citamos

algunos retratos pictóricos que nos desvelan su apariencia física.

Los propietarios nobiliarios de la fábrica citados en orden cronológico,

fueron los siguientes:

Page 73: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

72

1. Buenaventura Abarca de Bolea Ximénez de Urrea (1699-1742),

IX conde de Aranda, fue fundador y propietario de la fábrica de

cerámica de Alcora entre 1727 y 1742. No se le conoce ningún busto

pero sí un retrato que se le atribuye, pintado en los primeros años

de funcionamiento de la fábrica sobre una placa cerámica ovalada

en claroscuro azul (Fig. 31), con el zafre importado de Holanda.

2. Pedro Pablo Abarca de Bolea y Ximénez de Urrea (1719- 1798),

X conde de Aranda, hijo y heredero del anterior, propietario de

la fábrica entre 1742 y 1798 es, con diferencia, el propietario

de la fábrica alcoreña más representado.

De él se fabricaron, además de los medallones citados anterior-

mente, algunos bustos de distintos tamaños y cronologías. Varios de

ellos fueron realizados alrededor de 1775, cuando era embajador en

París, entre 1773 y 1787, la inmensa mayoría sin decoración pintada,

aunque existe un modelo excepcionalmente policromado con la

insignia del Toisón de Oro concedida en abril de 1756, pero todavía

no porta la medalla de la Orden del Espíritu Santo. Es por tanto

anterior a la concesión de esta condecoración en 1777 por Luis XVI,

por lo que su autoría es atribuible al escultor Julián López* (Fig. 32).

Figura 31. Buenaventura Abarca

de Bolea y Ximenez de Castro,

IX conde de Aranda. c. 1727.

Alcora. Placa oval. Loza fina pintada

en claroscuro azul sobre cubierta

estannífera blanca. 19,5 × 15 cm.

Colección Serra de Alzaga, Valencia

(Feit, 2017: 46).

Figura 32. Modelado atribuido

a Julián López. Busto de Pedro

Pablo Abarca de Bolea, X conde de

Aranda. c. 1775. Alcora. Escultura.

Pasta pintada sobre cubierta

estannífera blanca con óxidos

metálicos. Alt. 70 cm. N.º inv. E879.

Courtesy of The Hispanic Society of

America, New York. (Frothingham,

1960: 35; Connors, 2005: 283).

Page 74: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

73

Otros bustos posteriores que se adornan con la medalla de la

Orden del Espíritu Santo se fabricaron, mayoritariamente, en loza

fina y pipa vidriada en blanco o loza de pipa. Ejemplo de ello es un

busto del MNCGM que se puede datar hacia 1790, cuyo modelado

atribuimos a Joaquín Ferrer Miñana* (N.º 11). También se fabricaron

bustos en pasta teñida de negro, incluso en barro común cocido

o terracota (Casanovas; Álvaro Zamora, 1998: 406-408).

Pedro Pablo también fue inmortalizado por algunos pintores,

como Ramón Bayeu y Subía (1744-1793) y Joaquín Inza Ayssa

(1736-1811), entre otros, y también por multitud de grabadores,

como Joaquín Ballester y Ballester (1740-1808), Mateo González

Labrador (1755-1807) y Francisco Asensio y Mejorada (1725-1794)

(Olaechea; Ferrer Benimeli, 1998; Ferrer Benimeli, et al., 1998:

277-281) entre otros. Algunos de estos retratos pudieron servir de

modelo para modelar los medallones y los bustos cerámicos citados.

En los bustos del conde realizados en Alcora es fácil advertir

el paso del tiempo. En los más antiguos, atribuibles a Julián López*,

en los que tenía unos 55 años, presenta una mirada altiva dirigida

al frente (Fig. 32). En los retratos posteriores, atribuibles a Joaquín

Ferrer Miñana*, contaba unos 70 años y se le representa con la cabeza

inclinada (N.º 11).

3. Pedro Pablo Alcántara de Silva Fernández (1741-1808),

X duque de Híjar, sobrino, suegro y heredero del anterior propietario,

fue titular de la fábrica entre 1798 y 1808. No se le conoce ningún

busto, pero sí un retrato pintado por Antonio González Velázquez

en 1774, conservado en el Palacio de Dueñas de Sevilla (Fig. 33),

que ha sido confundido a menudo con el de su hijo Agustín, que

le sucedió33.

33 Agustín se ha confundido, a menudo, con su padre Pedro, cuyo retrato no

se parece a los que muestran los bustos que se le han atribuido.

Figura 33. Antonio González

Velázquez, Retrato de Pedro Pablo

Alcántara de Silva, X Duque de

Híjar. 1774. Óleo sobre lienzo.

Colección Duque de Alba, Palacio

de Dueñas (Sevilla).

Page 75: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

74

4. Agustín Pedro Gonzalo Telmo Fadrique de Silva Fernández

(1773-1817), XI duque de Híjar, hijo y heredero del anterior, fue

propietario de la fábrica entre 1809 y 1817. Confundido en ocasiones

con su padre, se le conoce un retrato pintado alrededor de 1820 por

Jean-Baptiste Isabey (1767-1855), conservado en el Museo Lázaro

Galdiano de Madrid (Fig. 34a), cuya fisonomía coincide con los

bustos realizados en Alcora alrededor de 1810 (Fig. 34b). Este busto

se puede atribuir al escultor Joaquín Ferrer Miñana*.

En efecto, poco después de heredar la fábrica, Agustín ordenaba

que uno de sus bustos adornara la sala de exposición de la fábrica

creada por él mismo, como rezan las ordenanzas redactadas

en 1810: «En el frontis de esta pieza [la sala de exposición que se

tenía que inaugurar] se colocará el busto mio que está haciendo

el maestro de escultura [ Joaquín Ferrer] con manto ducal y la gran

Cruz [de la Orden del Espíritu Santo] como fundador del gabinete»

(Escrivá de Romaní, 1919: 471, 472)34.

34 Ordenanzas de 1810, capítulo XXVI.

Figura 34a. Jean-Baptiste Isabey,

Retrato de Agustín Pedro Gonzalo

Telmo Fadrique de Silva Fernández,

XI duque de Híjar. c. 1820.

Miniatura. Gouache sobre cartón.

N.º inv. 03703. ©Museo Lázaro

Galdiano. Madrid.

Figura 34b. Atribuido a Joaquín

Ferrer Miñana. Retrato de Agustín

Pedro Gonzalo Telmo Fadrique de

Silva Fernández, XI duque de Híjar.

c. 1810. Alcora. Escultura. Loza fina

pintada sobre cubierta estannífera

blanca con óxidos metálicos.

Alt. 82 cm. N.º inv. 20402. Fotografía:

Guillem Fernández-Huerta.

Museu del Disseny de Barcelona.

(Casanovas, 1995b: 131, lám. 528).

Fig. 34a Fig. 34b

Page 76: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

75

5. Francisca Javiera de Silva Fernández (1795-1818), XII duquesa

de Híjar, hija y heredera del anterior, fue propietaria de la fábrica

entre 1817 y 1818. No se conoce ningún retrato ni ningún busto

suyo, seguramente por su muerte prematura y, en consecuencia,

por su corto mandato como propietaria de la fábrica.

6. Finalmente, José Rafael Fadrique de Silva Fernández (1776- 1863)

XIII duque de Híjar, tío y heredero de la anterior, fue el último de

los propietarios de la fábrica de la casa Híjar, entre 1818 y 1858

(Casaus, 1997: 238)35. Se le conoce un retrato pintado por Bernardino

Montañés entre 1863 y 1870, que conserva la Diputación Provincial

de Zaragoza (Fig. 35a).

35 Anexo I. Genealogía de los duques de Híjar, propietarios de la fábrica de

Alcora.

Figura 35a. Bernardino Montañés,

Retrato de José Rafael Fadrique

de Silva Fernández, XIII duque

de Híjar. 1863-1870. Óleo sobre

lienzo. Diputación Provincial de

Zaragoza.

Page 77: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

76

Probablemente, a este último personaje, joven, corresponden

los dos bustos conservados en el Museu del Disseny de Barcelona,

uno barnizado en blanco y otro policromado, que mostramos

(Fig. 35b), que fueron modelados, según todos los indicios, por

Joaquín Ferrer Miñana* hacia 1818.

Cabe reiterar que los responsables de la fábrica reutilizaron en

el siglo xix, especialmente en la primera mitad, los moldes antiguos

fabricados en el siglo xviii, retocados u originales, lo que acabó

provocando, no solo el estancamiento anacrónico en el muestrario

escultórico sino, también, una irremediable y evidente merma de

calidad en su acabado final al perder algunos de los detalles en

los reiterados procesos de vaciado, como se puede comprobar

en algunas esculturas conservadas en el MNCGM.

Esta situación no fue ajena a la precaria situación financiera

de la casa Híjar, heredera de la casa Aranda y de la fábrica desde

1798, hasta el punto de que el último de los propietarios de la casa

Híjar, José Rafael Fadrique de Silva Fernández, tuvo que afrontar

a partir de 1845 la liquidación de la práctica totalidad de su amplio

patrimonio, entre el que se encontraba la fábrica de cerámica de

Alcora. Esta fue vendida en 1858 a los hermanos Ramón y Matías

Girona, después de tenerla arrendada desde 1851 (Grangel Nebot;

Roig Cardells, 2004: 30). En este año precisamente tuvo lugar la

primera Exposición Universal celebrada en el Londres victoriano,

concebida para mostrar los progresos en maquinaria, productos

manufacturados, esculturas, materias primas y, en general, todos los

frutos de la creciente industrialización de los países más avanzados

de la época a los que los Girona se quisieron acoger.

En este contexto histórico, la familia Girona optó por la fabricación

de vajilla decorada con sencillos filetes granate, contratando

a algunos ceramistas ingleses procedentes de Staffordshire para que

modernizaran, especialmente, la técnica decorativa del estampado.

No podemos soslayar, que la técnica del estampado fue pionera

en España, precisamente en los talleres de la fábrica alcoreña

desde 1819, realidad que, a menudo, es injustamente obviada en

los estudios dedicados a la implantación de esta técnica en España.

Su propietario, a la sazón, José Rafael Fadrique de Silva Fernández

(1776-1863), XIII duque de Híjar, elevó en 1819 una petición a la

Figura 35b. Retrato de José Rafael

Fadrique de Silva Fernández, XIII

duque de Híjar. c. 1818. Alcora.

Escultura. Loza fina pintada sobre

cubierta estannífera blanca con

óxidos metálicos. Alt. 33 cm. N.º

inv. 17749. Museu del Disseny de

Barcelona. Fotografía: Guillem

Fernández-Huerta. (Casanovas,

1995b: 130, lám. 525).

Page 78: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

77

Junta de Comercio para que le fuera concedida la patente de esta

técnica en España por doce años36, cosa que, según parece, no

se le concedió, aunque no por ello dejó de fabricarla. Por tanto,

la técnica del estampado sobre cerámica, descubierta en Inglaterra

en 1756, se empleó en Alcora mucho antes que en otras fábricas

cerámicas nacionales cuya producción se especializó en la

decoración estampada, como Sargadelos, iniciada entre 1845 y 1862,

La Amistad, en Cartagena, fundada en 1842, o La Cartuja de Sevilla

en 1841.

En cuanto a las esculturas, los Girona fabricaron un exiguo

repertorio de manufactura, más bien tosca y de escasa relevancia

artística, reconocible por la utilización de una pasta amarillenta,

como se puede comprobar en las figuras publicadas (Grangel Nebot;

Roig Cardells, 2004: 122-124).

En 1895, fruto de un largo pleito, la fábrica pasó a manos de

Cristóbal Aicart Moya (Todolí, 2011-2013) que, ajeno a las nuevas

tendencias artísticas marcadas por el modernismo, decidió apostar

por la producción de un repertorio revival de esculturas a partir

de la reutilización de los antiguos moldes de los que disponía.

Todo este repertorio quedó plasmado en el catálogo Fábrica de

Loza y Azulejos de Cristóbal Aicart Moya, publicado alrededor

de 1910 (Figs. 36a, 36b y 36c), que incluye muchas de las esculturas

del repertorio de Julián López* y de Joaquín Ferrer*, incluso de su

hijo José, la inmensa mayoría de ellas sin recibir el baño de barniz

(N.os 22, 23, 24 y 25).

36 Para la transcripción íntegra del expediente de dicha petición conservado

en el Archivo General de Simancas, véase: Todolí, 2002: 457-466. Expediente

de petición de la patente del estampado por el duque de Híjar. 1819-1820.

Page 79: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

78

Los distintos avatares por los que atravesó la

fábrica alcoreña en la primera mitad del siglo xx,

que a continuación se resumen, han sido analizados

exhaustivamente por Grangel (Grangel Nebot;

Roig Cardells, 2004: 30-43).

En efecto, la muerte de Cristóbal Aicart en

1925, provocó un franco declive en la fábrica

que la condujo a su inactividad desde 1931,

momento desde el que se dedicó al alquiler de sus

dependencias y a la venta de diversos materiales. La

situación caótica de la fábrica se vislumbra cuando

en 1932 recibió la visita del ilustre ceramólogo

valenciano Manuel González Martí, que la describió diciendo que

había «centenares de moldes esparcidos por el suelo o en grandes

rimeros que se utilizaban para la obtención de figuritas caprichosas».

Diversos avatares, con la guerra civil por medio y el fracaso de

las negociaciones con las distintas administraciones públicas para la

compraventa de distintos elementos de la fábrica (dibujos, estarcidos,

moldes, grabados, planchas, documentos, etc.), condujeron, en

1943, al intento de reflotar la empresa por parte de María Aicart

Roca, hija y heredera de Cristóbal, quien contrató a ceramistas

valencianos de prestigio para dirigirla, como Juan Bautista Huerta

Aviñó. A pesar de que se llegaron a fabricar algunas esculturas con

los moldes antiguos, el proyecto acabó abortando pocos meses

después y finalizó definitivamente su actividad en 1944.

Figuras 36a, 36b y 36c. Catálogo

de la Fábrica de Loza y Azulejos de

Cristóbal Aicart Moya (fragmento),

c. 1910. Donación de Antonio

Nomdedéu Medina. Museu de

Ceràmica de l’Alcora.

Fig. 36a Fig. 36b

Fig. 36c

Page 80: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

79

Cabe cerrar la primera parte de este trabajo haciendo mención de

dos epígonos que basaron parte de su producción en la reproducción

de esculturas de Alcora, sobre todo del muestrario neoclásico.

En efecto, la diáspora de los antiguos moldes de la fábrica

alcoreña impulsó su reutilización en una fábrica establecida en

1944 en la misma Alcora: Ramos y Cia., sociedad formada por

Severino Ramos Feltrer y Jaime Bellver. En esta fábrica se produjo

un renacimiento del repertorio escultórico alcoreño del siglo xviii

y xix (N.os 26, 27 y 30) junto a un muestrario original de escaso

relieve artístico. Desavenencias entre los dos socios la llevaron

a su prematuro cierre en 1948, no sin antes dejar importantes

novedades en el vaciado de las esculturas, sobre todo en cuanto

a la utilización de la colada en detrimento del apretón tradicional,

como se evidencia en la figura de Minerva (N.º 26).

Otro de los epígonos que podemos destacar fue la Fundación

Francisco Franco, más tarde Fundación de Gremios, empresa pública

que, instalada en Madrid en 1941, tenía como objetivo recuperar

antiguos muestrarios artesanales relacionados con las artes suntuarias.

Como consecuencia de la adquisición de moldes originales de la

fábrica de cerámica de Alcora en los años 50 del siglo xx, esta empresa

reprodujo algunos de sus modelos escultóricos en porcelana tierna

hasta su cierre definitivo en 1995 (N.os 31, 32a y 32b).

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80

CATÁLOGO DE OBRAS EXPUESTAS

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Como se ha manifestado en la primera parte de este estudio, las

esculturas, entre las que incluimos figuras exentas tridimensionales

y placas en bajorrelieve dedicadas, unas y otras, exclusivamente

al adorno –incluidas las figuras que acompañan a cerámicas de

uso que son citadas expresamente en los muestrarios– son, en

general, susceptibles de poder ser fabricadas en fechas distintas a

la confección del molde siempre, claro está, que se disponga de

dicho molde.

Precisamente, esta circunstancia la observamos a menudo en

Alcora, cuando la fabricación del molde, que presupone el modelado

de la escultura, está alejada en el tiempo de su vaciado, tiraje

o fabricación en serie. En este caso, el molde y el vaciado de la

escultura pueden corresponder a distintos directores artísticos,

incluso a propietarios de la fábrica diferentes.

En consecuencia, por primera vez un estudio sobre las esculturas

manufacturadas en la fábrica de cerámica de Alcora, entre 1742

–cuando se anotan por primera vez en sus talleres– y 1995

–cuando se decide finalizar este estudio–, aborda sistemáticamente

una cronológica razonada y diferenciada entre la fabricación del

molde –que en las fichas designamos molde– y su fabricación

en serie –que en las fichas denominamos vaciado–, no siempre

coincidentes en el tiempo.

Para establecer la cronología razonada de las esculturas alcoreñas,

se han tenido en cuenta, en primer lugar, los muestrarios donde consta

la manufactura de modelos escultóricos y/o su molde, obtenidos

de las fuentes documentales y, en segundo lugar, la aproximación

a su vaciado teniendo en cuenta tres factores principales:

Prólogo

81

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82

a) El estilo artístico de la escultura dado en Alcora, según sea

Barroco (1742-1753), rococó (1753-1787) o neoclásico (1787-1858)

que, como se razona en la primera parte del catálogo, convivió con

la obra adscrita a un rococó tardío. Este incluye esculturas rococó

originales y adaptadas o retocadas al estilo neoclásico, con los

escultores Julián López* y Joaquín Ferrer Miñana* como máximos

representantes del rococó y del neoclásico, respectivamente.

Sus características, expuestas en la primera parte del estudio, son

básicamente la teatralización elegante y detallista del primero

y la severidad no exenta de expresividad del segundo, como se

evidencia en las esculturas que a continuación se estudian. A partir

de las postrimerías del siglo xix, el muestrario escultórico de Alcora

se fabricó, básicamente, con los moldes rococó y neoclásicos, en

lo que representa una corriente escultórica revival, que perduró

hasta finales del siglo xx.

En resumen, las esculturas de Alcora se pueden situar en los

siguientes periodos: Barroco y rococó, entre 1742 y 1787; neoclásico,

que incluye el rococó tardío, entre 1787 y 1858, y revival, entre

1895 y 1995. Se ha obviado la producción escultórica entre 1858

y 1895 por ser prácticamente irrelevante.

b) Los principales soportes cerámicos fabricados regularmente

en Alcora son: el barro común, de coloración rosada, desde

el principio; la media porcelana, de coloración blanquecina, a

partir de 1768; la pipa, de coloración marfileña, fabricada regular

y masivamente a partir de 1787; y la porcelana natural, que vinculamos

a la porcelana fosfática o de huesos, de coloración blanca, fabricada

en la última década del siglo xviii, a los que habría que añadir la

llamada porcelana tierna, de coloración blanca, desde las últimas

décadas del siglo xviii. Hay que advertir que una misma escultura

se puede vaciar en distintos soportes cerámicos.

c) Las características morfológicas de un elemento auxiliar

ajeno a la propia escultura, presente en Alcora, como es la base

o plataforma donde se asienta la escultura, que en el Barroco

y en el rococó (1742-1787) evolucionó desde una base de paredes

caladas (Fig. 4a, 4b y 5), estriadas (N.os 2a, 2b y 2c), escalonadas o

tronco-piramidales (N.os 3a y 3b) a una isleta irregular tridimensional

que intenta simular una pequeña parcela de terreno natural, con

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83

rocallas y elementos vegetales en relieve (N.º 4). En el neoclásico

(1787-1858) se usó un montículo rocoso asentado posteriormente

sobre una plataforma de planta rectangular (N.º 5 y 29), con esquinas

redondeadas (N.º 6), ochavada (Fig. 22) o poligonal, que evolucionó

a otra circular (N.os 7, 8, 9, 10, 11, 16, 18, 19, 20a, 20b y 20c), a

menudo adornada con las típicas hileras perladas que circundan su

circunferencia. Finalmente, las esculturas revival, fabricadas desde

1895, se asientan a menudo sobre pequeñas y sencillas bases de

planta circular o cuadrada.

N.º 1a

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84

N.º 1a. N.º 1b

Jarros

N.º inventario: CE1/01195 y CE1/01196

Altura: 44,5 cm

Molde: 1753-1761

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Abarca de Bolea,

X conde de Aranda, entre 1742 y 1798

Dirección artística: Julián López (1711-1792)

Vaciado: 1753-1761

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Abarca de Bolea,

X conde de Aranda, entre 1742 y 1798

Dirección artística: Julián López (1711-1792)

Materia y técnica cerámica: Arcilla calcáreo-ferruginosa (barro común)

pintada sobre cubierta estannífera blanca con óxidos metálicos (loza fina).

Dos cocciones. Apretón.

N.º 1b

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85

Las figuras que estudiamos, en forma de copa de paredes

retorcidas con potentes molduras y rocallas modeladas, de la que

sobresalen frutas, hojas y flores coloreadas tridimensionales, servía

de apoyo para estatuas, aunque también se empleaba como adorno.

Esta pareja de cerámicas constituye una excepción aunque, por

su significativa relevancia estética que abría el rococó en Alcora,

merecen ser incluidas en este estudio.

Las primeras referencias documentales de su fabricación en Alcora

datan de 1761, cuando en una relación de piezas de nueva factura

desde 1752 se anotan «2 moldes de jarros de adorno moderno

con sus estatuas por remate […] sirven para sobremesas y repisas»

(Fig. 6c), que se reiteran en la producción del periodo entre 1761

y 1763 (Todolí, 2002: 371). Esta descripción coincide con las cerámicas

estudiadas que contienen el «adorno moderno» modelado en sus

paredes, en referencia inequívoca a la rocalla tridimensional, cuya

introducción en Alcora se puede situar en 1753, como se ha analizado

en la primera parte del estudio (véase p. 33). Otros jarros se fabricaron

por estas mismas fechas (Fig. 6a) (Todolí, 2002: 359, 370), aunque

la ausencia del «adorno moderno» en su descripción indica que no

contenían rocallas modeladas como los que nos ocupan.

El modelo de jarrón que estudiamos fue fabricado en loza fina

por el escultor Julián López*, «maestro principal, dibujante, tallista y

modelista», el máximo responsable de la sección de escultura. Todo

indica que López se inspiró en el modelo de jarro diseñado por

el grabador, dibujante y escultor alemán, Franz Xaver Habermann

(1721-1796), cuyas planchas, fundamentales para la propagación

del estilo rococó en Europa, se publicaron a partir de 1746 ( José

y Pitarch, 2005: 66, 67). Otros trabajos excepcionales de Habermann,

vinculados a la más genuina estética rococó, fueron publicados por

Rudolf Berliner en 1928 (Berliner, 1928: 102, 103)37.

37 Se reproducen en las láminas 402, 404, 405, 406, 407 y 408.

Page 87: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

86

Es también común en la época la fabricación de objetos de

plata de paredes retorcidas, entre los que podemos destacar

una pareja de vinagreras (c. 1770) y el jarro de un aguamanil

(c. 1768)38. Se conservan jarros similares en el MAN (Mañueco, 2006:

97, 98)39 y en la FBS (Casanovas, 1989: 88, 89).

Bibliografía: Soler, 1987: 102; Coll, 2009: 182.

38 Se reproducen en el catálogo de subastas de Alcalá, mayo 2009,

pp. 83 y 85, respectivamente.39 Se reproducen en las láminas 79, 80 y 81.

N.º 2a

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87

N.º 2a

Page 89: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

88

N.º 2b

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89

N.º 2c

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90

N.º 2a. N.º 2b. N.º 2c

Figuritas

N.º inventario: CE1/14469, CE1/14470 y CE1/14471

Altura: 21-22 cm

Molde: 1753-1761

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Abarca de Bolea,

X conde de Aranda, entre 1742 y 1798

Dirección artística: Julián López (1711-1792)

Vaciado: 1753-1761

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Abarca de Bolea,

X conde de Aranda, entre 1742 y 1798

Dirección artística: Julián López (1711-1792)

Materia y técnica cerámica: Arcilla calcáreo-ferruginosa

(barro común) pintada sobre cubierta estannífera blanca

con óxidos metálicos (loza fina). Dos cocciones. Apretón.

N.º 2c

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91

Estas figuritas, ataviadas con una indumentaria extravagante,

muestran una actitud festiva, bailando, voceando, cantando, soste-

niendo frutas o castañuelas en sus manos. Asentadas sobre bases

tronco-piramidales estriadas verticalmente, de planta rómbica con

esquinas redondeadas, están vinculadas a la Commedia dell’Arte.

La Commedia dell’Arte nació en Italia en el siglo xvi, cuando

algunas compañías de cómicos comenzaron a difundir por Europa

un teatro cuya finalidad era la de divertir al público con la recreación

grotesca y burlona de pasajes de la vida cotidiana, sobre todo

enredos amorosos de celos, conflictos cotidianos, etc., que todo el

mundo podía reconocer fácilmente.

Contrapuesto al teatro erudito, cuyo texto se escribía de antemano,

la Commedia dell’Arte era pura improvisación, aunque los actores que

intervenían en él eran profesionales y cada uno tenía un repertorio

de frases y bromas a partir de las cuales construía su papel.

Las obras se dividían en tres actos, tenían una trama definida

y algunos de los personajes salían a escena con máscaras que

salvaguardaban su identidad. Los personajes más famosos eran

Arlequín, Colombina, Pierrot, Polichinella, Scaramuz, Martina y

Pantalone.

El teatro, la música y la danza, actividades artísticas impres-

cindibles en la Commedia dell’Arte, son también referencias

iconográficas de primer orden en el panorama cerámico europeo

en el siglo xviii. Las fábricas punteras del viejo continente, como las

alemanas de Meissen, con Böttger y Tschirnhaus, quienes trabajaron

en la consecución de la porcelana dura, y Kaendler; Frankental,

con Lanz; Nynphenburg, con Bustelli; las italianas de Capodimonte,

con Gricci, etc., manufacturaron en las décadas centrales del

siglo xviii un repertorio de figuras alusivas a estas populares artes

escénicas, especialmente las referidas a la Commedia dell’Arte

(Wilhelm; Reber, 1980: 183-204).

Uno de los máximos exponentes de la recreación de estos

personajes arquetípicos en cerámica fue Anton Bustelli (1723- 1763).

Sus figuras fabricadas en porcelana, alusivas a la Commedia dell’Arte,

recogidas en un inventario de 1760 e inspiradas en la obra grabada

de Martin Engelbrecht (1719-1756), impulsaron su popularidad en

Europa (Von Pechman, 1981).

Page 93: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

92

Ciertamente, las figuritas alcoreñas que nos ocupan encajan

perfectamente con el espíritu festivo de los personajes de la

Commedia dell’Arte, aunque las que se conocen no concuerdan con

ninguno de los personajes aludidos, por lo que cabe deducir que

son una versión libre, fruto de la invención del escultor alcoreño.

Según un memorial de agosto de 1761, que contiene datos

desde octubre de 1752, en el «Adorno extraordinario para una

quadra grande de las siguientes 8 piezas», se fabricaban en

loza fina –arcilla calcáreo-ferruginosa con cubierta estannífera–,

«14 moldes de figuritas de una quarta, vestidas y adornadas según

lo que les corresponde, con sus vassas [bases] y repisas» (Fig. 6b)

(Todolí, 2002: 359), que se vuelven a mencionar en agosto de 1763

(Todolí, 2002: 371). Su descripción encaja perfectamente con las

tres presentes figuras.

Se da la circunstancia de que algunas de estas figuras muestran

en sus ropajes rocallas talladas y pintadas, por lo que su manufactura

se podría situar a partir de 1753, cuando tiene lugar la irrupción de

las rocallas en Alcora (véase p. 35).

Por otra parte, en el memorial de Mamés Lalana de septiembre de

1775, que recoge información desde 1764, en pleno rococó alcoreño,

se anotan «diferentes figuritas de tres tercios de palmo, cuyo número

son más de ciento, assi para ramilletes, como gavinetes, por terminos

muy graciosos, y diferentes, haviendo entre ellas baylarines, y

baylarinas, con otras de musicos de toda clase de instrumentos,

jardineros, y jardineras a lo burlesco, serio, y fisgonadas, y de

otros asumptos muy graciosos» (véase p. 39). Por su tamaño de un

palmo40 y su descripción, también encajan con las figuritas que aquí

se estudian, aunque estos modelos están reseñados en el «ramo de

la media porcelana hallándose corriente haze cerca de siete años»

(véase p. 40) que, por tanto, comenzó a producirse en Alcora

a partir de 1768. En consecuencia, cabe la posibilidad de que estas

figuritas se hubieran podido fabricar también en media porcelana

a partir de 1768 aunque, posiblemente, vidriadas en blanco y sin

decoración pintada.

40 El palmo valenciano, al cual seguramente se refiere, equivale a 22,65 cm.

Page 94: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

93

Se conservan otras figuras de la misma serie en el MDB

(Ray, 2000: 227)41, en la Colección Torrecid (Grangel Nebot;

Roig Cardells, 2004: 85) y en la colección Feit (Feit, 2012: 444, 445;

Feit, 2017: 150).

Bibliografía: Soler, 2010: 97.

41 Se reproduce en la lámina 56.

N.º 3a

Page 95: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

94

N.º 3a. N.º 3b

Viexo y viexa

N.º inventario: CE1/01255 y CE1/01256

Altura: 32 y 30 cm, respectivamente

Molde: 1761-1763

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Abarca de Bolea,

X conde de Aranda, entre 1742 y 1798

Dirección artística: Julián López (1711-1792) / José Ochando Navarro

(c. 1700 - 1773)

Vaciado: 1761-1763

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Abarca de Bolea, X,

conde de Aranda, entre 1742 Y 1798

Dirección artística: Julián López (1711-1792) / José Ochando Navarro

(c. 1700 - 1773)

Materia y técnica cerámica: Arcilla calcáreo-ferruginosa (barro común)

pintada sobre cubierta estannífera blanca con óxidos metálicos (loza fina).

Dos cocciones. Apretón.

N.º 3bN.º 3a

Page 96: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

95

N.º 3b

Page 97: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

96

El descubrimiento de restos arqueológicos de las villas romanas

de Herculano en 1738 y Pompeya en 1748 favoreció la fabricación

de toda clase de esculturas que aludían a la Antigüedad clásica, entre

las que se encontraban la representación del busto de personajes

históricos realizados en diversos materiales, como la piedra,

el mármol, el bronce o la cerámica.

Atenta a esta realidad, la fábrica de cerámica del conde de Aranda

en Alcora también fabricó bustos, no solo de personajes ilustres

(N.os 7, 11, 22), sino también de personas anónimas, como los

presentes, cuya única intención era decorativa. De tal modo que la

burguesía adinerada de la época podía tener bustos en sus casas, 

aunque fueran de personajes inventados, y así emulaban a las clases

aristocráticas.

La pareja de bustos que estudiamos, como otras que se fabri-

caron, se asientan sobre una base tronco-piramidal invertida que

descansa sobre una plataforma de planta octogonal.

Las fuentes documentales nos informan que en diciembre

de 1753 se enviaron unas muestras a la Junta de Comercio entre

las que se encontraban, por primera vez, «estatuas medio cuerpo»

(Sánchez Adell, 1973: 108). Sin embargo, mucho más explícita

es la cita que se hace en una relación de piezas fabricadas entre

septiembre de 1761 y agosto de 1763, entre las que se encuentran,

además de los «bustos [...] de militar y madama» y de «negro y negra»

(Figs. 9a, 9b, 9c y 9d), un «viexo y viexa» (Todolí, 2002: 372) que

coinciden con la presente pareja.

En cuanto al modelado de esculturas en este periodo, Julián

López* y José Ochando Navarro* compartían la cabecera artística

en la fábrica alcoreña, ambos como «maestro principal, tallista

y modelista» (Todolí, 2002: 364), por lo que también compartían las

tareas de creación y modelado de esculturas durante esos tres años.

Se conservan otras parejas semejantes en el MDB (Casanovas,

1995b: 123) y en el MAN (Mañueco, 2006: 100, 101).

Page 98: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

97

N.º 4

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98

N.º 4

Pan

N.º inventario: CE1/14477

Altura: 21 cm

Molde: 1768-1775

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Abarca de Bolea,

X conde de Aranda, entre 1742 y 1798

Dirección artística: Julián López (1711-1792) / José Ochando Navarro

(c. 1700 - 1773)

Modelador: Julián López (1711-1792)

Vaciado: 1768-1775

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Abarca de Bolea,

X conde de Aranda, entre 1742 y 1798

Materia y técnica cerámica: Media porcelana con cubierta blanca

ligeramente azulada. Dos cocciones. Apretón.

Page 100: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

99

Este grupo escultórico representa a un fauno sentado sobre un

tocón con una oveja a su lado, que corresponde según la mitología

griega al dios Pan. Se asienta sobre isleta irregular con rocallas en

relieve.

Pan, dios de los pastores y rebaños, de la fertilidad y de

la sexualidad masculina, estaba dotado de una gran potencia

y apetito sexual, como se muestra explícitamente en esta figura.

Cazador, curandero y músico, habitaba en los bosques con

sus ovejas ahuyentando a los hombres que penetraban en su

territorio. Portaba el cayado de pastor y tocaba una flauta, que se

conoce como flauta de Pan.

Su tratamiento escultórico, elegante y detallista, denota su

adscripción al rococó y, por tanto, no es extraña la presencia de

rocallas talladas en la isleta donde se apoya.

No encontramos descrito este modelo en las fuentes docu-

mentales, que nos informan del muestrario de piezas de nueva

creación, aunque un detalle puede servirnos para situar su

cronología.

En efecto, en el repertorio de los «originales hechos para

el ramo de media porcelana» a partir de 1768, contenido en el

memorial de Lalana de septiembre 1775, se escribe que «admiten

las piezas las diferentes cubiertas que se hacen el maestro saxon

[en referencia a Juan C. Knipffer] que la fábrica tiene para la

direccion de este ramo, siendo todas ellas de la mayor brillantez

y tersura» (véase p. 40). Pues bien, entre estas cubiertas que elaboró

Knipffer* podría estar la que cubre la escultura que nos ocupa

que, precisamente, destaca por ser llamativamente brillante con

un tono blanco ligeramente azulado. De admitir esta hipótesis,

la manufactura de la escultura del dios Pan se situaría a partir

de 1768, año en que comenzó a funcionar el departamento de

media porcelana en la fábrica alcoreña bajo la dirección técnica

–confección de colores, pastas y cubiertas– del secretista sajón Juan

C. Knipffer*.

En el modelado de esta escultura, delicado y minucioso, apreciable

en manos, cabeza, patas, etc., se puede reconocer al escultor Julián

López*, maestro principal, impulsor de la escultura en Alcora a partir

de su contratación en 1746.

Page 101: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

100

Dado el agotamiento de los modelos rococó de López a finales

de los años 80 del siglo xviii (Ainaud de Lasarte, 1952: 295),

se impusieron en Alcora los nuevos cánones estéticos afines al

neoclasicismo e introducidos por el escultor Joaquín Ferrer Miñana

en 1787, coincidiendo con la contratación, ese mismo año, de Pedro

Cloostermans* (Escrivá de Romaní; 1919: 193, 194), que convivió

con esculturas adscritas al rococó tardío.

Bibliografía: Soler, 2010: 109.

Fig. 37

Fig. 37

Figuras 37 y 38. África. América.

Alcora, Alt. 22,1 cm. Esculturas.

Porcelana tierna. N.º Inv. LE1931

y LE1932. Courtesy of The Hispanic

Society of America, New York.

(Connors, 2005: 272-277).

Page 102: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

101

Fig. 38

Page 103: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

102

N.º 5

Europa

N.º inventario: CE1/14473

Altura: 29,5 cm

Molde: 1768-1775

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Abarca de Bolea,

X conde de Aranda, entre 1742 y 1798

Dirección artística: Julián López (1711-1792) / José Ochando Navarro

(c. 1700 - 1773)

Vaciado: 1787-1858

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Abarca de Bolea, X conde de

Aranda, entre 1742 y 1798 / Duques de Híjar, entre 1798 y 1858

Dirección artística: Julián López (1711-1792) / Joaquín Ferrer Miñana

(1749-1837)

Materia y técnica cerámica: Arcilla calcárea (pipa) con cubierta

estannífera blanca (loza de pipa o pipa blanca). Dos cocciones. Apretón.

Page 104: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

103

N.º 5

Page 105: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

104

Hasta épocas relativamente recientes se consideraba que los

continentes eran cuatro: Europa, Asia, África y América. Solamente

a finales del siglo xviii, algunos geógrafos consideraron a Australia

como un quinto continente.

Anteriormente a esta circunstancia, las alegorías para representar

las cuatro partes del mundo, en referencia a los que se consideraba

como únicos continentes en la época, se utilizaron como elementos

propagandísticos de la cultura, la riqueza, el poder político-militar,

etc. De tal modo, artistas como el grabador Adriaen Collaert

(1560-1618), según dibujos de Maarten de Vos (1532-1603), asignaron

una imagen femenina a cada uno de esos cuatro continentes,

acompañada de algunos elementos que podían diferenciarlos, entre

los que destacan un caballo para Europa, un camello para Asia, un

león para África o un cocodrilo para América, aunque también se

representan, en ocasiones, a otros animales. Entre los estudiosos

más destacados de la iconografía antigua se encuentra Cesare Ripa

(1555-1622), cuyos tratados recopilatorios sobre la ciencia iconográfica

son reconocidos mundialmente.

La escultura que estudiamos corresponde a la alegoría de Europa.

En ella se muestra a una dama coronada ricamente vestida, sentada

sobre un caballo recostado engalanado con flores y frutos; a sus

pies se sitúan una corona y un fardo cúbico donde apoya su

pie izquierdo. Es evidente que en esta escultura se han obviado

buena parte de los atributos descritos por Ripa, que se refiere

a Europa como «mujer vestida riquísimamente con traje real de

varios colores con una corona en la cabeza, sentada en medio

de dos cornucopias cruzadas, una llena de toda clase de frutas,

cereales, etc., y la otra de uvas blancas y negras; con la mano

derecha ha de sostener un magnífico templo y con el dedo índice

de la izquierda ha de mostrar reinos, coronas diversas, cetros,

guirnaldas y cosas análogas; al otro lado habrá un caballo con

trofeos y armas de varios tipos» (Revilla, 2009: 254).

La alegoría de Europa, junto a Asia (N.º 6), África (Fig. 37) y América

(Fig. 38), fue fabricada en Alcora. Así se anota por primera vez en

el memorial de 1775 de Mamés Lalana, director principal, donde se

especifica que en el ramo de la media porcelana, instalado en 1768,

se produjeron «las quatro partes del mundo figuras historiales […]

Page 106: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

105

sobre los animales que corresponden a cada parte, con los adornos

y atributos pertenecientes a su historia» (véase p. 39). Por tanto,

su modelado rococó se debe situar entre 1768 y 1775, con López*

y Ochando* responsables del departamento de escultura.

Las múltiples reseñas documentales de estos grupos alegóricos,

referidos a las cuatro partes del mundo, que corresponden

a los continentes conocidos, indican que fueron muy reproducidos,

incluso empleando diversos soportes cerámicos. Ello queda patente

en una lista de 1777 donde se anotan estos grupos fabricados

en «biscuit china blanca» (Escrivá de Romaní, 1919: 223) y en un

inventario de 1800, efectuado en 1799, donde aparecen fabricados

en «frita antigua blanca» (Escrivá de Romaní, 1919: 248) ya en pleno

periodo neoclásico. Sin embargo el soporte más utilizado fue, sin

duda, la pipa. En 1849 se fabricaba en pipa blanca «la Europa» junto

a los otros tres continentes, según se anota en una «Tarifa de los

precios de toda clase de Lozas» de ese año42 (Fig. 24).

Esta escultura fabricada en pipa, barnizada con una cubierta

estannífera blanca, denominada en la fábrica loza de pipa y también

pipa blanca, está, según todos los indicios, adaptada a la austeridad

neoclásica introducida entre 1787 y 1858, como indican este soporte

cerámico de origen inglés y la base sobre la que se asienta, de

planta rectangular, que permite situar su vaciado en este periodo.

En efecto, la pipa comenzó a ensayarse en la fábrica del conde

de Aranda en 1775, bajo la dirección técnica del secretista francés

Francisco Martin* (Todolí, 2002: 414; 2015: 123, 131), aunque su

composición y tratamiento mejoró sensiblemente con la contratación

de Pedro Cloostermans* en 1787 (Escrivá de Romaní, 1919: 193,

194), como él mismo escribía al director de la fábrica de Limoges,

Alluaud (D’Albis, 1986: 583). Un año después de la muerte de

Cloostermans, en 1798, su tratamiento y mejora pasó a manos

del técnico Cristóbal Pastor Cros* (Escrivá de Romaní, 1919: 436,

cap. VI; 453, pto.12 y 462, cap. VIII).

42 Archivo Histórico Provincial, Zaragoza. Expedientes Casa Ducal de Híjar,

P/3-123-10.

Page 107: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

106

Debido a su éxito, la pipa se convirtió, desde luego, en

el soporte cerámico preferido en la fábrica entre finales del

siglo xviii y la primera mitad del siglo xix, a tenor de las múltiples

dependencias dedicadas a su fabricación, como se puede

observar en un plano de la fábrica de 1800 (Todolí, 2006: 10 y 11)

(Fig. 17). Se siguió fabricando en 1825, año en que consta un

variado repertorio, principalmente de objetos de uso, pero también

de esculturas en «pipa en blanco» (Escrivá de Romaní, 1919:

273-284). La pipa seguía utilizándose incluso en 1849, como se ha

comentado anteriormente, precisamente para fabricar, entre otras

esculturas, las alegorías de las cuatro partes del mundo: Europa,

América, África y Asia, a la que pertenece la presente escultura.

En consecuencia podemos asegurar que la pipa fue el soporte

cerámico más utilizado para vaciar esculturas en el periodo

neoclásico a partir de 1787, etapa que damos por concluida en

1858 con la venta de la fábrica a la familia Girona, cuya producción

de esculturas fue testimonial.

Teniendo en cuenta lo expuesto, este grupo es un ejemplo de

escultura perteneciente al rococó tardío, que se simultaneó con

el muestrario escultórico genuinamente neoclásico entre 1787

y 1858.

El desgaste mostrado en los detalles de la escultura se debe al

uso reiterado del molde, por lo que es plausible situar su vaciado

en las últimas décadas del periodo indicado.

Se conservan otras esculturas de Europa más detalladas en el

MDB (Casanovas, 1995b: 12143; Grangel Nebot; Roig Cardells, 2004:

96) y en el MAN (Mañueco, 2006:10444).

Bibliografía: Soler, 2010: 101.

43 Reproducido en la lámina 482.44 Reproducido en la lámina 92.

Page 108: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

107

N.º 6

Page 109: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

108

N.º 6

Asia

N.º inventario: CE1/14474

Altura: 27,5 cm

Molde: 1768-1775

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Abarca de Bolea,

X conde de Aranda, entre 1742 y 1798

Dirección artística: Julián López (1711-1792) / José Ochando Navarro

(c. 1700 - 1773)

Vaciado: 1787-1858

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Abarca de Bolea, X conde de

Aranda, entre 1742 y 1798 / Duques de Híjar, entre 1798 y 1758

Dirección artística: Julián López (1711-1792) / Joaquín Ferrer Miñana

(1749-1837)

Materia y técnica cerámica: Arcilla calcárea (pipa) con cubierta

estannífera blanca (loza de pipa o pipa blanca). Dos cocciones. Apretón.

Page 110: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

109

La escultura, alusiva a la alegoría de Asia, muestra a una dama

con turbante sentada sobre un camello recostado portando en

su mano derecha una vara –posiblemente una rama de canela–,

con un incensario humeante a sus pies, un turbante y un fruto

de gran tamaño donde apoya su pie izquierdo.

En esta representación, como en la anterior escultura

(N.º 5), se han obviado buena parte de los atributos referidos

por Cesare Ripa (1555-1622), que describe al continente asiático

como «mujer coronada con una bellísima guirnalda de flores

y adornada de diversas frutas. Su traje, magnífico, recamado

de oro, perlas y piedras preciosas. En la mano derecha, ramos

de hojas y frutos de canela y en la izquierda un incensario

humeante. Junto a la mujer, un camello» (Revilla, 2009: 64).

Mamés Lalana, director principal, anota en su memorial

de septiembre de 1775, las figuras fabricadas en el ramo de

la media porcelana, en el cual se incluye el grupo escultórico

de Asia junto al de Europa (N.º 5), África (Fig. 37) y América

(Fig. 38): «las quatro partes del mundo figuras historiales de

más de palmo de vasa sobre los animales que corresponden

a cada parte, con los adornos y atributos pertenecientes a su

historia» (véase p. 41). El departamento de media porcelana,

instalado en 1768, estaba a cargo de un «maestro saxón», Juan C.

Knipffer*.

En consecuencia, el modelado se deben situar entre 1768

y 1775, en pleno rococó en Alcora, con López* y Ochando*

como responsables de la sección de escultura.

Las múltiples reseñas documentales de estos grupos referentes

a las cuatro partes del mundo, en referencia a los continentes

más conocidos, indican que fueron muy reproducidos, incluso

empleando diversos soportes cerámicos, como demuestra una

lista de 1777 donde se anotan estos grupos fabricados en «biscuit

china blanca» (Escrivá de Romaní, 1919: 223) y en un inventario

de 1800, efectuado un año antes en «frita antigua blanca» (Escrivá

de Romaní, 1919: 248), en pleno periodo neoclásico. Todavía hay

constancia de la fabricación en pipa blanca de la figura de Asia

y de los otros tres continentes, en una «Tarifa de los precios de

Page 111: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

110

toda clase de Lozas» de 184945 (Fig. 24), aunque todo indica que

se utilizaron para su vaciado moldes de factura anterior.

El soporte cerámico aquí utilizado, la pipa, barnizada con

una cubierta estannífera blanca que se denominaba en la

fábrica loza de pipa y también pipa blanca, así como la base

o plataforma sobre la que se asienta de planta rectangular con

esquinas redondeadas, sitúa su vaciado en la etapa neoclásica

entre 1787 y 185846.

Bibliografía: Soler, 2010: 103.

45 Archivo Histórico Provincial, Zaragoza. Expedientes Casa Ducal de Híjar,

P/3-123-10.46 Para ampliar información sobre el empleo de la pipa en la fábrica, véase

la ficha n.º 5.

Page 112: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

111

N.º 7

Page 113: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

112

N.º 7

Santa Theresa

N.º inventario: CE1/01282

Altura: 64 cm

Molde: 1752-1761

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Abarca de Bolea,

X conde de Aranda, entre 1742 y 1798

Dirección artística: Julián López (1711-1792)

Modelador: Julián López (1711-1792)

Vaciado: 1787-1858

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Abarca de Bolea,

X conde de Aranda, entre 1742 y 1798 / Duques de Híjar,

entre 1798 y 1758

Dirección artística: Julián López (1711-1792) / Joaquín Ferrer

Miñana (1749-1837)

Materia y técnica cerámica: Arcilla calcáreo-ferruginosa

(barro común) con cubierta estannífera blanca (loza fina).

Dos cocciones. Apretón.

Esta escultura de medio cuerpo representa a la santa

carmelita Teresa de Jesús en actitud mística, con los

elementos iconográficos que la distinguen: el birrete, como

doctora de la Iglesia, y una pluma de ave y el libro abierto

de las Santas Escrituras, como escritora. La base de planta

circular neoclásica, sobre la que se asienta, que se adorna

con hilera perlada a su alrededor, sitúa su vaciado entre

1787 y 1858.

La notoriedad de la santa castellana, nacida en Ávila

en 1515 y fallecida en Alba de Tormes en 1582, traspasó

fronteras, como indica el magnífico grupo escultórico,

Éxtasis de santa Teresa de Ávila, realizado por el reconocido

escultor napolitano Gian Lorenzo Bernini entre 1647 y 1652

y que adorna la capilla Cornaro de la iglesia de Santa María

de la Victoria de Roma.

Page 114: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

113

La primera escultura de santa Teresa fabricada en Alcora, y de la

que hay constancia documental, se anota entre las piezas de nueva

factura realizadas en el periodo entre octubre de 1752 y agosto de

1761. Entre ellas constan: «2 moldes de imágenes de San Elías y

Sta. Teresa de 4 quartas» (Fig. 6d), santos carmelitas por antonomasia,

modelados siendo maestro principal o director artístico el escultor

Julián López* (Todolí, 2002: 353, 360).

No cabe duda de que la orden religiosa carmelita mantuvo

una relación comercial con la fábrica alcoreña. En efecto, el

convento del Desierto de las Palmas, cerca de Benicasim, bajo

la advocación de la santa carmelita, poseía, según un manuscrito

de 1777, setenta obras manufacturadas en la fábrica de cerámica

de Alcora donadas en vida por el padre Vicente de la Concepción,

fallecido en 1756 (Mañueco, 2006: 73). Entre estas obras destaca,

por su magnífica factura pictórica, un grupo de placas pintadas

correspondientes a las siete estaciones del ermitaño (Soler, 1987:

135), reflejo de las ideas del padre Martin (1579-1657) expresadas

en su libro El Ermitaño de Christo, con sus siete lecciones, una

para cada día de la semana. Las placas bordean a otras dos

donde se representa la crucifixión de Jesucristo, al que acompaña

san Juan de la Cruz. Como señala Díaz, también estaban en

dicha donación las esculturas de ese mismo santo, san Elías, y de

santa Teresa que, según este autor, firmaba Julián López en 1767

(Díaz, et al., 1996: 139). La figura de santa Teresa debió incorporarse

a los fondos del convento después de la muerte del padre Vicente

de la Concepción, posteriormente santificado. Los tres santos,

san Juan de la Cruz, san Elías y santa Teresa, son santos destacados

de la orden del Carmelo.

En consecuencia, atribuimos a López el modelado de la escultura

de santa Teresa que nos ocupa, aunque todo indica que su vaciado es

posterior y para él se emplearon moldes antiguos. Así lo indica la base

o plataforma de planta circular, de tipología neoclásica, donde se

asienta la figura de la santa abulense.

Alcora también atendió los encargos de otras órdenes religiosas,

como un excepcional aguamanil de pared, conservado en el MCA,

que se decora con el escudo representativo de la orden de los

Dominicos: la cruz flordelisada (Todolí, 2005).

Page 115: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

114

N.º 8

Baco (El Otoño)

N.º inventario: CE1/14475

Altura: 34,5 cm

Molde: 1768-1775

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Abarca de Bolea,

X conde de Aranda, entre 1742 y 1798

Dirección artística: Julián López (1711-1792) / José Ochando Navarro

(c. 1700-1773)

Vaciado: 1787-1858

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Abarca de Bolea, X conde de

Aranda, entre 1742 y 1798 / Duques de Híjar, entre 1798 y 1758

Dirección artística: Julián López (1711-1792) / Joaquín Ferrer Miñana

(1749-1837)

Materia y técnica cerámica: Arcilla calcárea (pipa) con cubierta

estannífera blanca (loza de pipa o pipa blanca). Dos cocciones. Apretón.

Page 116: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

115

N.º 8

Page 117: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

116

Este conjunto escultórico es una alegoría del otoño, representada

por el dios del vino Baco. En esta ocasión Baco, cubierto con un

manto que deja desnudo la mayor parte de su cuerpo, alza un

racimo de uvas en su mano derecha y se apoya en su otra mano

sobre una vid de la que pende otro racimo. Completa el conjunto

un niño sentado a sus pies con un racimo de uvas entre las manos.

Los grupos escultóricos de los «quatro tiempos», alegorías de

la primavera, verano, otoño e invierno, se anotan por primera

vez, fabricados en loza fina, en sendas relaciones de obra de

nueva factura entre 1752 y 1761 (Fig. 6c) y se repiten entre 1761

y 1763 (Todolí, 2002: 360 y 371). Se mencionan de nuevo en

el memorial del 1775 del director principal, Mamés Lalana, esta

vez fabricados en media porcelana, que inició su producción

en 1768 (véanse pp. 38 y 40). En este periodo también se

fabricaron las cuatro estaciones con tres figuras en cada grupo

(véase p. 39). En todos estos periodos adscritos al rococó, el máximo

responsable de la sección de escultura era el escultor Julián López*.

Sin embargo, todo indica que la escultura El Otoño, de la

que el MDB conserva un ejemplar y otros de La Primavera y de

El Verano de la misma serie (Casanovas, 1995b: 125 y 126)47,

es una de las fabricadas algunas décadas después, adscritas al rococó

tardío, que desde finales de los años 80 del siglo xviii compartió

espacio productivo con las esculturas de Joaquín Ferrer Miñana*,

introductor del estilo neoclásico en 1787.

Dos factores sitúan el vaciado de esta escultura entre 1787

y 1858: por un lado, la base de planta circular neoclásica y,

por otro, el soporte cerámico utilizado, la pipa. De origen inglés,

comenzó a ensayarse en la fábrica del conde de Aranda en

1775, bajo la dirección técnica del secretista «Mtro. francés»,

Francisco Martin* (Todolí, 2002: 414; 2015: 123, 131), aunque su

composición y tratamiento mejoró sensiblemente con la contratación

de Pedro Cloostermans* en 1787 (Escrivá de Romaní, 1919: 193,

194), como él mismo escribía al director de la fábrica francesa de

Limoges, Alluaud (D’Albis, 1986: 583).

47 Las obras se reproducen en las láminas 503, 504 y 505.

Page 118: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

117

La pipa, que aquí se barniza con una cubierta estannífera

blanca, que se denominaba en la fábrica loza de pipa y también

pipa blanca, fue el soporte cerámico preferido en la fábrica

entre finales del siglo xviii y la primera mitad del siglo xix,

a tenor de las múltiples dependencias dedicadas a su fabricación,

como se puede observar en un plano del edificio de la fábrica

de 1800 (Todolí, 2006: 10, 11) (Fig. 17). Se siguió fabricando

en 1825, cuando se anota un variado repertorio de objetos de

uso, sobre todo en «pipa en blanco y estampada», pero también

de esculturas de «pipa en blanco» (Escrivá de Romaní, 1919:

273-284), y también en 1849, cuando se anota la «pipa blanca»

en una «Tarifa de los precios de toda clase de lozas» de ese año,

conservada en el Archivo Histórico Provincial de Zaragoza48.

En este documento se anotan fabricadas en pipa las «Estaciones del

año» y «Estaciones del año grandes de una figura» (Fig. 24), de las

que forma parte la alegoría estudiada, aunque todo indica que se

utilizaron para su vaciado moldes antiguos.

Bibliografía: Soler, 2010: 105.

48 Archivo Histórico Provincial, Zaragoza. Expedientes Casa Ducal de Híjar,

P/3-123-10.

Page 119: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

118

N.º 9

Neptuno

N.º inventario: CE1/01300

Altura: 39 cm

Molde: 1799

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Alcántara de Silva,

X duque de Híjar, entre 1798 y 1808

Dirección artística: Joaquín Ferrer Miñana (1749-1837)

Vaciado: 1799-1858

Propietario de la fábrica: Duques de Híjar, entre 1798 y 1758

Dirección artística: Joaquín Ferrer Miñana (1749-1837)

Materia y técnica cerámica: Arcilla calcárea (pipa) con cubierta

estannífera blanca (loza de pipa o pipa blanca). Dos cocciones. Apretón.

Page 120: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

119

N.º 9

Page 121: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

120

Este grupo escultórico representa al dios Neptuno que, envuelto

en un manto que deja buena parte de su cuerpo desnudo, porta

un tridente metálico en la mano derecha y está flanqueado por

dos tritones con amorcillos sobre sus lomos. Uno de ellos parece

soplar una concha marina.

La escultura del dios romano Neptuno –Poseidón en la mitología

griega–, señor de los mares, ha sido utilizada para la decoración de

multitud de fuentes y cascadas renacentistas y barrocas.

En el memorial de Mamés Lalana de septiembre de 1775, que

recoge las esculturas fabricadas en media porcelana desde 1768,

se anota una «Figura de Neptuno desnuda colocada sobre un Delfin

dentro de una Concha, ô pechina» (véase p. 38), cuyo modelo no

coincide exactamente con el grupo que estudiamos.

Pocos años después, en una relación de piezas de 1777, se

anotan en media porcelana «grupos del Neptuno» (Escrivá de

Romaní, 1919: 221) cuando el maestro principal o director artístico

era el escultor Julián López*. Más tarde, en las existencias de la

fábrica de 1799 había «7 [grupos] de Neptunos y tritones» fabricados

en «frita antigua blanca» (Escrivá de Romaní, 1919: 248), descripción

que corresponde mejor con la escultura que nos ocupa, cuyo

modelado se podría atribuir al escultor Joaquín Ferrer Miñana*,

introductor del estilo neoclásico en 1787 y que perduró hasta 1858.

Por tanto, todo indica que esta escultura, asentada sobre una base

de planta circular neoclásica fue modelada en 1799 y vaciada entre

1799 y 1858. Así lo avala también el soporte cerámico preferido

del neoclasicismo, la pipa, pasta de origen inglés que comenzó

a ensayarse en la fábrica del conde de Aranda en 1775, bajo la

dirección técnica del secretista «Mtro. francés» Francisco Martin*

(Todolí, 2002: 414; 2015: 123, 131). Sin embargo, su composición

y tratamiento mejoró sensiblemente con la contratación de

Cloostermans* en 1787 (Escrivá de Romaní, 1919: 193, 194), como

él mismo escribía al director de la fábrica francesa de Limoges,

Alluaud (D’Albis, 1986: 583), coincidiendo, precisamente, con

la introducción del neoclasicismo en Alcora.

La pipa, que en la figura estudiada se barniza con una cubierta

estannífera blanca que se denominaba en la fábrica loza de pipa

y también pipa blanca, fue el soporte cerámico preferido en la

Page 122: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

121

fábrica entre finales del siglo xviii y la primera mitad del siglo xix,

a tenor de las múltiples dependencias dedicadas a su fabricación,

como se puede observar en un plano del edificio de la fábrica de

1800 (Todolí, 2006: 10, 11) (Fig. 17). Se siguió fabricando en 1825,

cuando se anota un variado repertorio de objetos de uso sobre

todo de «pipa en blanco y estampada», pero también de esculturas

de «pipa en blanco» (Escrivá de Romaní, 1919: 273-284), y también

en 1849, cuando se anota la «pipa blanca» en una «Tarifa de los

precios de toda clase de lozas» de ese año, conservada en el Archivo

Histórico Provincial de Zaragoza49. En este documento se relacionan

grupos fabricados en pipa como «Neptuno pequeño tocando un

caracol» y «Neptuno grande de dos figuras» (Fig. 24), aunque todo

indica que se utilizaron para su vaciado moldes antiguos.

Se conoce, al menos, otra escultura alcoreña de Neptuno sobre

carro tirado por caballos (Escrivá de Romaní, 1919)50.

El desgaste mostrado en los detalles de la escultura se debe al

uso reiterado del molde, por lo que es plausible situar su vaciado

en las últimas décadas del periodo indicado.

Bibliografía: Díaz, 1996: 154, lám. 220; Coll, 2009: 185.

49 Archivo Histórico Provincial, Zaragoza. Expedientes Casa Ducal de Híjar,

P/3-123-10.50 La obra se reproduce en la lámina 72-2.

Page 123: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

122

Figura 39. Juan de la Cruz Cano de Olmedilla, Petimetra con manto en la Semana

Santa. Colección de tipos populares, n.º 12. Grabado a partir de un dibujo de Manuel

de la Cruz Cano de Olmedilla. N.º Inv. 4909. Museo de Historia de Madrid.

Page 124: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

123

N.º 10

Page 125: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

124

N.º 10

Petimetra con manto en la Semana Santa

N.º inventario: CE1/14476

Altura: 25 cm

Molde: 1777

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Abarca de Bolea,

X conde de Aranda, entre 1742 y 1798

Dirección artística: Julián López (1711-1792)

Vaciado: 1787-1858

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Abarca de Bolea, X conde de

Aranda, entre 1742 y 1798 / Duques de Híjar, entre 1798 y 1758

Dirección artística: Julián López (1711-1792) / Joaquín Ferrer Miñana

(1749-1837)

Materia y técnica cerámica: Arcilla calcárea (pipa) con cubierta

estannífera blanca (loza de pipa o pipa blanca). Dos cocciones. Apretón.

Page 126: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

125

Esta escultura de una dama ataviada con una detallada indumentaria,

en la que destaca un manto que cubre su cabeza y que sujeta con

la mano derecha, un abanico en su mano izquierda, un lazo atado

al cuello y otro gran lazo sobre el pecho, se inspira en el grabado

de Juan de la Cruz Cano y Olmedilla (Cuesta, 2011-2013) según

dibujo de Manuel de la Cruz Cano y Olmedilla, titulado Petimetra

con manto en la Semana Santa (1777), perteneciente a la colección

de tipos populares del Museo de Historia de Madrid (Fig. 39).

Petimetre, que deriva del francés petit maître, se definía en 1780 como

«el joven que cuida demasiadamente de su compostura, y de seguir

las modas» (Diccionario de la Academia Usual, 1780). Lógicamente,

esta definición puede hacerse extensiva a su homóloga femenina.

Es plausible que esta escultura formara parte de las «figuras de

tipos españoles», vaciadas en «biscuit china», que se anotan en Alcora

precisamente en 1777 (Escrivá de Romaní, 1919: 223), cuando el

director artístico era el escultor Julián López*. Los «trajes españoles»,

que es otra denominación que corresponde a la misma serie anterior,

se retomaron en «frita antigua blanca» como consta en un inventario

de 1800 de las existencias que había en la fábrica en abril de 1799,

entre los que seguramente estaba esta misma escultura (Escrivá de

Romaní, 1919: 248).

La base de planta circular neoclásica sobre la que se asienta

sitúa su vaciado entre 1787 y 1858. Avala esta circunstancia la pipa,

soporte cerámico utilizado en esta escultura51.

En el documento «Tarifa de los precios de toda clase de lozas»

de 1849 se anotan los «trages de España» y «trages de España

iluminados» fabricados en pipa52 (Fig. 24), aunque todo indica que

se utilizaron para su vaciado moldes antiguos.

El MAN conserva una figura similar (Mañueco, 2006: 148)53.

Bibliografía: Soler, 2010: 107.

51 Para ampliar información sobre la pipa y su implantación en la fábrica

alcoreña, véase la ficha n.º 5.52 Archivo Histórico Provincial de Zaragoza. Expedientes Casa Ducal de

Híjar, P/3-123-10.53 Obra reproducida en la lámina 153.

Page 127: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

126

N.º 11

Pedro Pablo Abarca de Bolea, X conde de Aranda

N.º inventario: CE1/01242

Altura: 45 cm

Molde: c. 1790

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Abarca de Bolea,

X conde de Aranda, entre 1742 y 1798

Dirección artística: Julián López (1711-1792)

Modelador: Joaquín Ferrer Miñana (1749-1837)

Vaciado: c. 1790

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Abarca de Bolea,

X conde de Aranda, entre 1742 y 1798

Dirección artística: Julián López (1711-1792)

Materia y técnica cerámica: Arcilla calcárea (pipa) con cubierta

estannífera blanca (loza de pipa o pipa blanca). Dos cocciones. Apretón.

Page 128: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

127

N.º 11

Page 129: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

128

El busto es un retrato de Pedro Pablo Abarca de Bolea, X conde

de Aranda, hijo y heredero en 1742 del conde Buenaventura,

fundador de la fábrica de cerámica de Alcora en 1727.

Ataviado con una peluca con tres tirabuzones a cada lado de su

cabeza que descansan sobre sus orejas y manto ducal recogido en el

hombro izquierdo, su busto se adorna con sendas condecoraciones:

el Toisón de Oro, otorgada en 1756, y la Cruz de la Orden del Espíritu

Santo, otorgada por Luis XVI en 1777, reconocible por adoptar la

forma de una cruz de ocho puntas que aquí permanece semioculta.

La fabricación en cerámica de bustos de personajes importantes fue

un tema recurrente en las principales manufacturas cerámicas europeas

en el siglo xviii. El busto del insigne personaje Pedro Pablo Abarca

de Bolea, propietario de la fábrica de cerámica de Alcora entre 1742

y 1798, no fue una excepción. Su busto fue reproducido en distintas

épocas y en diferentes tamaños.

Sin embargo, es sorprendente que las fuentes documentales no

anoten la fabricación del busto del conde. Ni siquiera consta en el

memorial de Lalana de septiembre de 1775, en el cual se anotan

«dos bustos del natural» anónimos. No podría tratarse de Pedro

Pablo, sobre todo teniendo en cuenta que sí consta una medalla

circular que hace referencia explícita a él, diciendo que «Está la

medalla del Excmo. Sor Conde de Aranda de tres tercios de palmo

su diámetro» (véase p. 39).

Gracias a las condecoraciones que portan los bustos del conde

manufacturados en Alcora, así como otros factores, se puede

proponer una cronología razonada para estos.

En efecto, los bustos del X conde de Aranda adornados con el

Toisón de Oro, pero no con la Cruz de la Orden del Espíritu Santo

están fabricados, lógicamente, entre 1756 y 1777. Así sucede en

sendos bustos excepcionales que se sitúan hacia 1775, cuando era

embajador en París entre 1773 y 1787, uno de propiedad particular

barcelonesa, barnizado con cubierta estannífera blanca (Casanovas;

Álvaro Zamora, 1998: 406)54 y otro pintado en policromía sobre

cubierta estannífera blanca conservado en la Hispanic Society of

54 Obra reproducida en la lámina 432.

Page 130: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

129

America de Nueva York (Frothingham, 1960: 35; Connors, 2005: 283)

(Fig. 32). Los dos bustos tienen unas dimensiones extraordinarias,

cuya altura llega a los 70 cm.

Por el contrario, los bustos que incluyen la medalla del Espíritu

Santo más comunes son obviamente posteriores a 1777.

La mayor parte de los bustos conocidos del conde de Aranda están

vidriados con barniz estannífero blanco sin decoración pintada, como

el presente busto. Se trata seguramente del modelo más reproducido,

que sí porta la medalla del Espíritu Santo y que fue fabricado por

tanto después de 1777, probablemente para conmemorar la visita

personal del conde a la villa de Alcora en 1790 (Escrivá de Romaní,

1919: 196). Sin embargo, existen otros en terracota o en pasta teñida

de negro, conservados en una colección particular castellonense

y en el Palacio de Liria de Madrid, respectivamente (Casanovas;

Álvaro Zamora, 1998: 407, 408).

Los bustos cerámicos del conde se pudieron inspirar en alguno de

los numerosos retratos, estampas o grabados que lo inmortalizaron,

como los firmados por Joaquín Ballester y Ballester (1740-1808),

Mateo González Labrador (1755-1807) o Francisco Asensio y Mejorada

(1725-1794) (Olaechea, Ferrer Benimeli, 1998).

Todo indica que los bustos del conde fueron modelados en

Alcora por los escultores Julián López* (1711-1792), contratado

en 1746 ( José y Pitarch, 2005: 59) como «maestro de dibujo,

talla» (Todolí, 2002: 331), y Joaquín Ferrer Miñana* (1749-1837).

Contratado en 1775, es citado en 1782 como oficial tallista (Grangel

Nebot; Roig Cardells, 2004: 26) y en 1789 como único «sculptor»

en una nómina de los altos cargos –nótese que ni Julián López

ni Gabriel Andrés se anotan como tales– (Frothingham, 1945: 75)

(Fig. 19). En 1793 se le nombró maestro de escultura (Grangel Nebot;

Roig Cardells, 2004: 26), aunque no sería el máximo responsable

de esta sección hasta 1800 (Escrivá de Romaní, 1919: 451, 452).

Como hemos constatado, la reutilización de moldes originales

del siglo xviii y xix de la fábrica condal es una práctica habitual. Los

bustos del conde Pedro Pablo no son la excepción y sus moldes

fueron reutilizados incluso en el siglo xx, como demuestra un

catálogo de la fábrica editado alrededor de 1910 donde se exhibe

dicho busto (Figs. 36a, 36b y 36c).

Page 131: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

130

Seguramente, el busto del conde Pedro Pablo es la escultura de

Alcora más reproducida y se conserva en muchos museos españoles,

como el IVDJ, MAN, MCA y MNAD, y extranjeros, como la HSA,

entre otras colecciones públicas y privadas.

La biografía del conde Pedro Pablo es amplia y polifacética.

Militar, diplomático, político y empresario, el conde, estudiado

exhaustivamente por Olaechea y Ferrer Benimeli, ocupó los

máximos cargos militares, diplomáticos y políticos, y llegó

a ser capitán general de Valencia y Castilla la Nueva, embajador

en Portugal, Polonia y Francia, ministro de Carlos III y secretario

de Estado de Carlos IV (Ferrer Benimeli, et al., 1998; Olaechea,

Ferrer Benimeli, 1998; Ferrer Benimeli, et al., 2000; Ferrer Benimeli,

2011-2013).

Sin embargo, la faceta que más nos interesa resaltar de este

insigne personaje es la de empresario.

En efecto, sus frecuentes viajes por países europeos durante

su longeva vida le proporcionaron un conocimiento cosmopolita

del mundo, que sin duda aprovechó para hacer de su fábrica de

cerámica, instalada por su padre en Alcora en 1727, una manufactura

moderna a la vanguardia de las fábricas españolas y a la altura de las

fábricas punteras europeas. Las fuentes documentales nos informan

que durante su gobierno entre 1742 y 1798 estuvo físicamente en

contadas ocasiones en Alcora, pues solo conocemos su estancia

en el verano de 1790 «para visitar e inspeccionar su industria», hacer

diversas reformas en el reglamento de la fábrica y crear nuevos

cargos, además de fijar nuevos precios a las cerámicas (Escrivá de

Romaní, 1919: 196, 197). Algunos documentos manuscritos desde

la villa de Alcora confirman su estancia entre julio y septiembre de

1790 (Casanovas; Álvaro, 1998: 412, doc. 449). Resulta evidente que

el conde quería modernizar y dar un nuevo impulso a su fábrica

de cerámica que, al parecer, había quedado estancada.

No hay duda de que desde la distancia el conde supervisaba

todo lo que sucedía en su fábrica. Ello queda patente en la puntual

y periódica petición al monarca de turno de exenciones y privilegios,

no solo para su empresa sino también para los empleados,

registrados en las cédulas reales de 1743, 1754, 1761, 1764, 1774,

1785 y 1795 (Todolí, 2002: 39, 40), así como en la redacción de un

Page 132: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

131

reglamento por el que se regía el funcionamiento de la empresa

en julio de 1749. Estas ordenanzas incluían novedades importantes,

como el control de calidad de las decoraciones al obligar a los

pintores a imprimir un “guarismo” o número de identificación,

preasignado, en cada pieza que pintaban (Escrivá de Romaní, 1919:

429, ap. 32). Estas marcas de control de producción estudiadas en

2002 (Todolí, 2002: 190-193) nos han permitido identificar a los

pintores por el número que algunas cerámicas muestran, habida

cuenta que en las nóminas disponibles entre 1743 y 1763, los

empleados, con nombre y apellidos, se anotan con un riguroso

orden jerárquico, como sucede en un plato fabricado entre 1749

y 1764 de la serie decorativa «china azul», con el número «30» pintado

en el reverso, que identifica al pintor Cristóbal Tarazona (Todolí,

2012: 135, 136). El conde también supervisaba y daba el visto bueno

a la contratación de empleados cualificados, tanto españoles, entre

los que cabe destacar al escultor Julián López* en 1746, como

extranjeros, como los secretistas Haly en 1751, Knipffer* en 1761,

Martin* en 1774 y Cloosterman* en 1787.

Por otra parte, no se puede soslayar que durante la segunda

mitad del siglo xviii, que coincide con la mayor parte del mandato

de Pedro Pablo, hubo una significativa ampliación del edificio fabril

(Todolí, 2006) (Figs. 1b y 1c).

El conde Pedro Pablo, nacido en Siétamo (Huesca) el 1 de agosto

de 1719, casó en primeras nupcias con Ana María del Pilar Fernández

de Híjar en 1739, y pocos meses después de su fallecimiento en

1783, en segundas nupcias con María Pilar Fernández de Híjar

y Palafox. De su primera esposa tuvo dos hijas y un hijo que no le

sobrevivieron. Falleció en Épila (Zaragoza), donde había pasado

exiliado sus últimos cuatro años, el 9 de enero de 1798, cuando

contaba 78 años de edad.

Bibliografía: Cirici, 1977: 333; Coll, 2009: 183.

Page 133: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

132

N.º 12

San Bruno

N.º inventario: CE1/01221

Altura: 19,5 cm

Molde: c. 1789

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Abarca de Bolea,

X conde de Aranda, entre 1742 y 1798

Dirección artística: Julián López (1711-1792)

Modelador: Joaquín Ferrer Miñana (1749-1837)

Vaciado: c. 1789

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Abarca de Bolea,

X conde de Aranda, entre 1742 y 1798

Dirección artística: Julián López (1711-1792)

Materia y técnica cerámica: Arcilla calcáreo-ferruginosa (barro común).

Una cocción. Apretón.

Page 134: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

133

N.º 12

Page 135: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

134

Esta magnífica escultura representa a san Bruno, fundador de

la orden de los Cartujos, con los elementos iconográficos propios:

la calavera en la mano izquierda y la mitra de obispo a sus pies.

San Bruno, de origen alemán, vivió en Francia durante el siglo xi

y murió en Italia a principios del siglo xii. Fundó la orden de los

Cartujos después de rechazar cargos de relevancia en la Iglesia.

Canonizado en el siglo xvii, a san Bruno también se le representa con

el hábito blanco propio de los cartujos y, a veces, con una estrella

en el pecho, la mitra y el báculo bajo los pies, que simbolizan su

desprecio a la jerarquía de este mundo, una calavera ante la que

medita, un crucifijo arborescente, una rama de olivo y el dedo

cruzado sobre la boca, que indica el voto de silencio impuesto por

la orden.

Por su evidente similitud, no cabe duda de que esta

escultura está inspirada en una talla esculpida en piedra

realizada alrededor de 1652 por el escultor de origen

portugués Manuel Pereira (1588-1683), hoy en la Real

Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid

(Fig. 40), ciudad donde este escultor desarrolló su obra.

Como se puede observar, las dos figuras, a diferentes

escalas, son casi idénticas, aunque guardan algunas

diferencias, especialmente visibles en lo que se refiere

a la postura de la cabeza. Mientras la de Pereira fija su

mirada intensa en la calavera que sostiene en su mano

izquierda, la de Alcora dirige su mirada mística al cielo.

Esta escultura no se encuentra reflejada en las

relaciones de modelos fabricados en Alcora. Su minucioso

y virtuoso modelado, coincidente con su vaciado, se

podría situar alrededor de 1789, y cabe atribuirlo al maestro

escultor Joaquín Ferrer Miñana*. Este, coincidiendo con

una estancia en Madrid ese mismo año durante unos

meses para trabajar en la Fábrica de Porcelana del Buen

Retiro (Connors, 2005: 348), pudo realizar los dibujos

preliminares de la escultura de Pereira para modelar al

santo posteriormente.

El Museo Nacional de Artes Decorativas conserva otra

escultura de san Bruno manufacturada en Alcora.

Figura 40. Manuel Pereira

(1588-1683), San Bruno. 1652.

Escultura. Piedra. Museo de la Real

Academia de Bellas Artes de San

Fernando (Madrid).

Page 136: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

135

N.º 13

Page 137: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

136

N.º 13

El Verano

N.º inventario: CE1/14049

Altura: 29 × 19 cm

Molde: c. 1800

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Alcántara de Silva,

X duque de Híjar, entre 1798 y 1808

Dirección artística: Joaquín Ferrer Miñana (1749-1837)

Modelador: José Ferrer Pardo (1777-1843)

Vaciado: 1800

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Alcántara de Silva,

X duque de Híjar, entre 1798 y 1808

Dirección artística: Joaquín Ferrer Miñana (1749-1837)

Materia y técnica cerámica: Arcilla calcáreo-ferruginosa (barro común).

Una cocción. Apretón.

Page 138: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

137

El presente bajorrelieve, realizado sobre una placa rectangular

ochavada, muestra a una campesina tocada con un sombrero de

ala ancha para protegerse de los rayos solares, que porta un haz

de trigo en su mano izquierda: representa la alegoría del verano.

En la zona inferior derecha se puede leer la inscripción incisa:

«Jose Ferrer y Pardo, Año 1800, Marso». La firma corresponde al

escultor, formado en la casa, José Ferrer Pardo*, hijo del maestro

de escultura Joaquín Ferrer Miñana* y sobrino del pintor José Ferrer

Miñana*, con el que a menudo se le confunde. Este bajorrelieve

corresponde a la época de su aprendizaje bajo las enseñanzas

de su padre, entre los años finales del siglo xviii y primeros del xix.

No hay duda de que Ferrer Pardo* era especialista en

bajorrelieves de inspiración clásica, como demuestran otras de

sus obras firmadas con su nombre que conserva el MNCGM

(N.os 14a, 14b y 15). Se conoce incluso una placa, de magnífica

factura escultórica, dedicada al rey David, cuya firma «Josef Ferrer

i Pardo, Marzo 1800»55 corresponde al mismo escultor. Otros

relieves, realizados seguramente también por Ferrer Pardo* han

sido publicados por Escrivá de Romaní (Escrivá de Romaní, 1919)56.

Sin embargo, entre todos sus relieves cabe destacar una magnífica

placa cuyo bajorrelieve está dedicado a la apoteosis de san Pedro

de Alcántara que conserva el MNCGM, cuya ejecución se puede

situar alrededor de 1807 (N.º 15) como indica una placa semejante

conservada en el MBAC, firmada y fechada ese mismo año (Fig. 43).

55 Obra reproducida en el catálogo de subastas de Alcalá, mayo 2007, p. 190.56 Obras reproducidas en las láminas 67, 71, 76, 77 y 80.

Page 139: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

138

N.º 14a

Page 140: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

139

N.º 14b

Page 141: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

140

N.os 14a y 14b

Personajes

N.º inventario: CE1/14050 y CE1/14051

Altura: 24 × 13, 5 cm y 24 × 14 cm, respectivamente

Molde: 1799

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Alcántara de Silva,

X duque de Híjar, entre 1798 y 1808

Dirección artística: Joaquín Ferrer Miñana (1749-1837)

Modelador: José Ferrer Pardo (1777-1843)

Vaciado: 1799

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Alcántara de Silva,

X duque de Híjar, entre 1798 y 1808

Dirección artística: Joaquín Ferrer Miñana (1749-1837)

Materia y técnica cerámica: Arcilla calcáreo-ferruginosa

(barro común). Una cocción. Apretón.

Estas dos placas en bajorrelieve de formato rectangular con

esquinas ligeramente achaflanadas muestran similitudes evidentes

con la placa anterior (N.º 13). En ellas se modela a personajes

vestidos con túnica romana.

En ambos relieves se emplea el rayado a punzón que acentúa

los volúmenes y las zonas de luces y sombras.

La primera de las placas presenta la inscripción en el anverso:

«Joseph Ferrer y par.», y en lateral inferior: «Menor Agosto 1799».

La segunda contiene la inscripción en el anverso: «Joseph Ferrer 22»,

y en el reverso: «Jose Ferrer. Menor», alusivas a su autor, el escultor

José Ferrer Pardo*, hijo del escultor Joaquín Ferrer Miñana*, que

introdujo los cánones estéticos neoclásicos en las esculturas de

Alcora a partir de 1787. N.º 14b

N.º 14a

Page 142: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

141

N.º 15

Page 143: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

142

N.º 15

Apoteosis de san Pedro de Alcántara

N.º inventario: CE1/01253

Altura: 63 × 36 cm

Molde: c. 1807

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Alcántara de Silva,

X duque de Híjar, entre 1798 y 1808

Dirección artística: Joaquín Ferrer Miñana (1749-1837)

Modelador: José Ferrer Pardo (1777-1843)

Vaciado: c. 1807

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Alcántara de Silva,

X duque de Híjar, entre 1798 y 1808

Dirección artística: Joaquín Ferrer Miñana (1749-1837)

Materia y técnica cerámica: Arcilla calcáreo-ferruginosa (barro común).

Una cocción. Apretón.

Este bajorrelieve representa la apoteosis de san Pedro de

Alcántara (1499-1562), fraile de la orden franciscana, canonizado

por Clemente IX en 1669. Rodeado de nubes y ángeles, asciende al

cielo. Debajo del santo, se sitúa la urna que guarda sus restos, de la

que sobresale el Ave Fénix, símbolo de la resurrección, flanqueada

por sendas figuras que simbolizan la Fe y la Humildad.

Este magnífico relieve está inspirado en un grabado de Manuel

Salvador Carmona (1734-1820) de 1775, conservado en la BNE

(Fig. 41). Este reproduce una obra en mármol realizada por el

escultor abulense Francisco Gutiérrez Arribas (1727-1782) hacia

1769 para el presbiterio de la capilla funeraria dedicada al santo

en el convento alcantarino de Arenas de San Pedro de Alcántara,

donde murió el santo reformador de la orden (Fig. 42).

El escultor Francisco Gutiérrez se inspiró en un relieve que

representa la apoteosis del jesuita san Juan Francisco de Regis,

realizado en 1716 por el magnífico escultor barroco milanés

Camilo Rusconi (1658-1728), que actualmente preside el retablo

mayor de la iglesia de las Descalzas Reales de Madrid. Gutiérrez

sustituyó la figura del jesuita por la de san Pedro de Alcántara, quien

porta los atributos propios: la cruz, el libro, la calavera, el cilicio

Figura 41. Manuel Salvador

Carmona (1734-1820), Apoteosis

de san Pedro de Alcántara. 1775.

Grabado. Biblioteca Nacional de

España. N.º Inv. 22687.

Page 144: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

143

y disciplinas, según su iconografía particular, fijada en las fiestas

de su canonización en 1669. En el inferior de la placa, se incluye

su urna sepulcral flanqueada por dos figuras que simbolizan la Fe

y la Humildad, la primera como doncella porta un cáliz con la hostia

y la segunda, con semblante sumiso, lleva un manso cordero en

el regazo, según la iconografía descrita por Cesare Ripa de 1603

(Vilaplana, 1999: 170-173).

La escena se enmarca con hojas y puntas talladas ceñidas por

junquillos, interrumpidas por imposición de las esculturas de la Fe

y de la Humildad. La zona superior se adorna con una filacteria,

sostenida por ángeles, con inscripción latina incompleta: «ET ERIT».

Como podemos comprobar en la placa del MBA de Castellón

(Fig. 43), esta cita continuaba: «SEPULCHRUM EJUS GLORIOSUM»,

cuya traducción completa es: «y su sepulcro será glorioso».

Otras obras emblemáticas neoclásicas de influencia italiana,

realizadas por el escultor Francisco Gutiérrez en las últimas

décadas del siglo xviii, que embellecen iglesias, calles y plazas

de la ciudad de Madrid, son el mausoleo de Fernando VI en la

iglesia de Santa Bárbara, que flanquean las figuras de el Tiempo y

de la Fama, así como la archiconocida fuente de la diosa Cibeles,

el escudo borbónico, las figuras de las virtudes cardinales en la

Puerta de Alcalá y las cuatro fuentes del Paseo del Prado, entre otras

(Portela, 2011-2013). Cabe citar al escultor valenciano Francisco

Vergara Bartual (1713-1761), que en 1753 realizó, para la basílica

del Vaticano de Roma, una escultura en mármol de san Pedro

de Alcántara, cuyos dibujos y bocetos preparatorios se conservan

en el Museo de Bellas Artes de Valencia (Urrea, 2006: 248, 249).

Para determinar la indubitada autoría de la placa que estudiamos

contamos con otra análoga, firmada y fechada, con inscripción

inscrita a punzón: «La modeló Jose Ferrer y Pardo Año 1807» (Fig. 43),

conservada en el MBA de Castellón57. Esta obra permite confirmar

el año y la autoría de la placa que estudiamos.

57 Véase el catálogo de la exposición «La luz de las imágenes» que reproduce

esta obra (Vilaplana, 1999: 171).

Figura 42. Francisco Gutiérrez

Arribas, Apoteosis de san Pedro

de Alcántara. 1773. Mármol.

Alt. 6,50 m. Capilla funeraria.

Altar mayor del convento de

Arenas de San Pedro. Convento

de la Inmaculada y San José

(Ávila). Fotografía: Margot Riofrío

(Tietarteve.com).

Page 145: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

144

Este bajorrelieve se puede considerar como una de las mejores

obras del escultor formado en la casa, José Ferrer Pardo*, hijo

del maestro de escultura Joaquín Ferrer Miñana*, que lo instruyó,

y sobrino del polifacético José Ferrer Miñana*, pintor académico

y empresario, con el que se le confunde en ocasiones.

El bajorrelieve de Ferrer Pardo, realizado con equilibrada delicadeza

y que muestra su maestría en esta especialidad, se modeló en 1798

en honor al tercer propietario de la fábrica, Pedro Pablo Alcántara

de Silva (1741-1808), X duque de Híjar, sobrino, suegro y heredero

del anterior propietario, Pedro Pablo Abarca de Bolea, X conde

de Aranda, cuya propiedad mantuvo hasta 1808, año de su defunción.

De Ferrer Pardo se conservan otros relieves firmados, como el

dedicado al rey David, con firma incisa: «Josef Ferrer i Pardo, Marzo

1800»58, así como los que conserva el MNCGM (N.os 13, 14a y 14b),

fechados en 1799 y 1800. En su repertorio firmado, de tipología

neoclásica, se conocen también algunas esculturas, como El Silencio

y La Humildad (Figs. 28 y 29), firmadas con la inscripción «la modeló

José Ferrer», conservadas en el MDB, cuya factura estética conserva

una similitud evidente con las que flanquean el bajorrelieve que nos

ocupa, aunque el reflejo metálico ambarino que las cubre indica

su fabricación no antes de 1825 (Todolí, 2017: 68).

Se conservan otras placas semejantes sin barnizar en la Fundación

Rocamora de Barcelona (Grangel Nebot; Roig Cardells, 2004: 115) y

en el MNAD, aunque mucho más interesante es la que conserva el

MBA de Castellón, firmada y fechada, mencionada anteriormente.

Ninguna de ellas, a excepción de esta última, contiene fecha, marcas

o firmas.

58 Obra reproducida en el catálogo de subastas de Alcalá, mayo 2007, p. 190.

Figura 43. José Ferrer Pardo,

Apoteosis de san Pedro de

Alcántara. 1807. Alcora. Placa

en bajorrelieve. Loza de pipa.

63 × 36 cm. Museu de Belles Arts

de Castelló (Vilaplana Zurita,

1999: 170-173, 2º).

Page 146: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

145

N.º 16

Page 147: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

146

N.º 16

San Vicente Ferrer

N.º inventario: CE1/01218

Altura: 38,5 cm

Molde: c. 1800-1837

Propietario de la fábrica: Duques de Híjar, entre 1798 y 1858

Dirección artística: Joaquín Ferrer Miñana (1749-1837)

Modelador: Joaquín Ferrer Miñana (1749-1837)

Vaciado: c. 1800-1858

Propietario de la fábrica: Duques de Híjar, entre 1798 y 1858

Dirección artística: Joaquín Ferrer Miñana (1749-1837)

Materia y técnica cerámica: Arcilla calcáreo-ferruginosa (barro

común) con cubierta estannífera blanca. Pintada sobre cubierta con

óxidos metálicos (loza fina). Dos cocciones. Apretón.

San Vicente Ferrer, patrón de la Comunidad Valenciana,

nació en Valencia en 1350 y murió en Vannes en 1419.

De familia acomodada, en 1367 tomó los hábitos de la orden

de los Dominicos.

La tradición popular le atribuye multitud de milagros

y numerosos son también los artistas que han representado

su imagen, tanto pintores –Juan de Juanes (1507-1579),

Urbano Fos (1615-1658) o Francisco de Goya (1746-1828)–,

escultores –José Esteve Bonet (1741-1802) o José Cloostermans

(1781-1836) (Fig. 44), hijo de Pedro Cloostermans*–, como

grabadores –Vicente Capilla (1767-1817) o Tomás López

Enguídanos (1775-1814)–, a los que habría que añadir toda

una multitud de ceramistas artesanos anónimos que lo han

pintado sobre azulejos.

Su imagen iconográfica más conocida es la que muestra

la presente escultura, apoyada sobre una base de planta

circular neoclásica, que enfatiza su sermón al alzar el dedo

índice de su mano derecha, que falta en la escultura cerámica.

También se le representa con alas como ángel del Apocalipsis.

En cualquier caso, siempre porta un gran libro cerrado o

abierto de las Sagradas Escrituras, que aquí apoya en su brazo

Page 148: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

147

izquierdo, en cuyas páginas

se puede leer una leyenda

en latín que caracteriza a

este santo: «TIMETE DEUM

ET DATE ILLI HONOREM»,

cuya traducción es: «Temed

a Dios y dadle honor».

El lema de esta orden

religiosa es alabar, bendecir

y predicar. Sus hábitos son la túnica, el escapulario y la cogulla con

capucha de color blanco, y una capa de color negro. Su emblema

es una cruz flordelisada pintada con los colores de la orden.

La orden de los Dominicos encargó algunas cerámicas a la fábrica

del conde de Aranda, como un aguamanil de pared, conservado

en el MCA (Todolí, 2005), que datamos a finales de los años 80 del

siglo xviii, cuya decoración de puntillas tardías adorna el escudo

de la orden: la cruz flordelisada en negro y azul.

Se conocen otras esculturas del santo patrón valenciano realizadas

en Alcora, atribuidas al responsable del departamento de escultura

desde 1800, Joaquín Ferrer Miñana*, que, a diferencia de la que

estudiamos, se representa con el libro cerrado (Escrivá de Romaní,

1919)59.

Esta escultura se marca con la «A» pintada, privativa de la fábrica

a partir de 1784, aunque su atribución al escultor Joaquín Ferrer

Miñana* podría situar su manufactura original hasta 1837, año de

su defunción. Su vaciado podría alcanzar, sin embargo, el final del

periodo neoclásico alcoreño en 1858.

59 Obra reproducida en la lámina 79-7.

Figura 44. José Cloostermans,

San Vicente Ferrer. 1835. Escultura.

Piedra. Plaza de Tetuán (Valencia).

Fotografía: Ximo Todolí. (Aldea

Hernández, 2000: 46-48).

Page 149: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

148

N.º 17

Fernando VII

N.º inventario: CE1/14048

Altura: 29 × 22 cm

Molde: c. 1814

Propietario de la fábrica: Agustín Pedro Gonzalo Telmo Fadrique

de Silva Fernández, XI duque de Híjar entre 1809 y 1817

Dirección artística: Joaquín Ferrer Miñana (1749-1837)

Modelador: José Ferrer Pardo (1777-1843)

Vaciado: c. 1814

Propietario de la fábrica: Agustín Pedro Gonzalo Telmo Fadrique

de Silva Fernández, XI duque de Híjar entre 1809 y 1817

Dirección artística: Joaquín Ferrer Miñana (1749-1837)

Materia y técnica cerámica: Arcilla calcáreo-ferruginosa (barro común).

Una cocción. Apretón.

Esta placa en bajorrelieve representa el busto de perfil de

Fernando VII. Modelado con toda probabilidad por el escultor

formado en la casa, especialista en bajorrelieves, José Ferrer Pardo*,

hijo del escultor Joaquín Ferrer Miñana*, se modeló en Alcora hacia

1814, coincidiendo con el inicio de su reinado, que se extendió

hasta 1833, aunque en 1808 lo fue durante unos pocos meses.

Esta pieza se puede considerar como un apoyo explícito de

la empresa alcoreña al monarca borbón Fernando VII. Con una

clara intencionalidad propagandística, la manufactura ponía a su

servicio todos los recursos a su alcance, incluidas las diferentes

manifestaciones artísticas que, a través de la imagen, consolidaban

y proporcionaban una ilusión de poder y autoridad (Alba, 2006: 339).

El monarca Fernando VII fue pintado por afamados pintores,

como Francisco de Goya en 1814 y Vicente López Portaña en 1831,

entre otros.

En el MNCGM se conservan otros bajorrelieves de este mismo

escultor (N.os 13, 14a, 14b y 15) que muestran idéntico tratamiento

escultórico.

Bibliografía: Escrivá de Romaní, 1919: lám. 80-8.

Page 150: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

149

N.º 17

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150

N.º 18

León atacando a un águila

N.º inventario: CE1/01301

Altura: 23 cm

Molde: c. 1814

Propietario de la fábrica: Agustín Pedro Gonzalo Telmo Fadrique

de Silva Fernández, XI duque de Híjar entre 1809 y 1817

Dirección artística: Joaquín Ferrer Miñana (1749-1837)

Modelador: Joaquín Ferrer Miñana (1749-1837)

Vaciado: c. 1814

Propietario de la fábrica: Agustín Pedro Gonzalo Telmo Fadrique de

Silva Fernández, XI duque de Híjar entre 1809 y 1817

Dirección artística: Joaquín Ferrer Miñana (1749-1837)

Materia y técnica cerámica: Arcilla calcárea (pipa) con cubierta

estannífera blanca (loza de pipa o pipa blanca). Dos cocciones. Apretón.

Page 152: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

151

N.º 18

Page 153: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

152

Este grupo escultórico, asentado sobre montículo rocoso y

plataforma de planta circular con hileras perladas a su alrededor,

que muestra a un león atacando a un águila, flanqueado por un

mortero y un cañón con tres proyectiles esféricos, es una alegoría

de la guerra de la independencia española (1808-1814), en la que

el león español devora al águila napoleónica.

La pipa, barnizada en esta pieza con una cubierta estannífera

blanca, que se denominaba en la fábrica loza de pipa y también

pipa blanca, fue el soporte cerámico preferido en la fábrica entre

finales del siglo xviii y la primera mitad del siglo xix, a tenor de

las múltiples dependencias dedicadas a su fabricación, como se

puede observar en un plano del edificio de la fábrica de 1800

(Todolí, 2006: 10, 11) (Fig. 17). En efecto, en 1825 consta un

variado muestrario de objetos de uso, sobre todo, pero también

de esculturas en «pipa en blanco» (Escrivá de Romaní, 1919:

273-284) y todavía en 1849 se seguía fabricando la «pipa blanca»,

según un muestrario de ese mismo año60. En ambos muestrarios

se anotan esculturas de animales en actitud hostil, como veremos

más adelante61.

Cabe señalar la singularidad de esta escultura, pues el león

muestra un rostro claramente humano que, tras una intensa búsqueda

comparativa de sus rasgos fisonómicos, coincide sin duda alguna

con Juan Martín Díez, alias el Empecinado (1775-1825), figura clave

en el conflicto bélico. Como jefe de una guerrilla, tuvo en jaque

a las fuerzas napoleónicas durante toda la guerra lo que, por otra

parte, demuestra la popularidad de este personaje, inmortalizado

incluso por Goya alrededor de 1809.

En efecto, según Ansón, Goya pintó al Empecinado con el

uniforme de capitán de caballería, graduación que tuvo entre abril

de 1808 y septiembre de 1810, cuando fue ascendido a brigadier.

60 Archivo Histórico Provincial, Zaragoza. Expedientes Casa Ducal de Híjar,

P/3-123-10.61 Para ampliar información sobre el empleo de la pipa en la fábrica, véase

la ficha n.º 5.

Figura 45. Tomás López

Enguídanos (1775-1814), Juan

Martín Díez, El Empecinado.

Grabado. Palau Antiguitats

(Barcelona).

Page 154: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

153

Por otra parte, se sabe que los dos personajes coincidieron

en la misma zona libre de franceses –entre Ávila y Salamanca–

a principios de 1809, por lo que ese mismo año el popular héroe

nacional pudo servir de modelo al insigne pintor (Ansón, Centellas,

1996: 70-81).

Sin embargo, el modelo que sirvió de inspiración al escultor

Joaquín Ferrer Miñana –al que atribuimos su modelado– para conferir

el rostro del Empecinado al león fue, según todos los indicios, un

grabado de Tomás López Enguídanos (1775-1814) (Carrete, 2011-

2013b), según dibujo de José García, que inmortalizó al héroe

nacional al final de la contienda (Fig. 45). Es evidente que el escultor

alcoreño no debió arriesgarse, durante la contienda, a esculpir un

león con el rostro de un personaje que infringía cuantiosas pérdidas

a las tropas francesas y que, además, se representa mordiendo al

águila simbólica. No debió esculpirlo al menos hasta el final de

la contienda en 1814, sobre todo teniendo en cuenta que en los

años 1811, 1812 y parte de 1813, los franceses saquearon la fábrica

y «entraron varias veces y la ocuparon por temporada» (Todolí,

2002: 450).

El antecedente de las «luchas» –así denominadas en la fábrica

por representar diversos animales en actitud hostil, a los que Alcora

dedicó las esculturas neoclásicas más populares desde finales de

la década de los años 80 del siglo xviii– lo encontramos en un

grupo escultórico, león atacando a un caballo, del que el MNCGM

conserva un ejemplar cuyo vaciado es muy posterior (N.º 23).

Inspirado en un grabado de 1580 de Adamo Ghisi (1530-1587),

que a su vez pudo inspirarse en los bronces de los célebres escultores

renacentistas Giovanni Bologna (1529-1608) o Antonio Susini,

(1558-1624) considerados tradicionalmente como la fuente

iconográfica del grupo alcoreño, fue modelado por el escultor de

la casa Joaquín Ferrer Miñana* en 1789 (Frothingham, 1957: 59-63).

Esta escultura es, sin duda, una de las primeras que muestran los

cánones estéticos neoclásicos en la escultura alcoreña.

La popular escultura de león atacando a un caballo (N.º 23)

muestra el mismo tratamiento escultórico que la presente pieza

y, de acuerdo con Escrivá de Romaní, cabe atribuir su autoría al

mismo escultor Joaquín Ferrer (1919: 260).

Page 155: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

154

Las esculturas de animales enfrentados se siguieron fabricando

en Alcora, como indican las listas de precios de 1789, 1790 y 1792,

donde se anotan la «lucha de león» (Connors, 2005: 346) y un

inventario de 1800 de las existencias que había en la fábrica en

abril de 1799, en el que figuran «luchas» en «bizcocho» (Escrivá de

Romaní, 1919: 248). Sin embargo, todo indica que fue en la primera

mitad del siglo xix cuando se fabricaron más asiduamente. Así lo

indica la manufactura de «pipa en blanco» en 1825 y 1849 de las

«luchas de todas clases» (Escrivá de Romaní, 1919: 277) y «luchas de

animales»62 (Fig. 24), respectivamente, en sendas tarifas de precios

de los modelos fabricados en Alcora en las que, además de la que

aquí se estudia, podrían estar otras «luchas» conocidas en las que el

escultor Joaquín Ferrer se especializó. Sin embargo, no es inusual

que, a tenor de la gradual precariedad de la fábrica, los grupos

fabricados en esos años presenten una merma en su definición por

el uso excesivo de los moldes.

El minucioso modelado que muestra esta escultura denota un uso

moderado del molde, por lo que es plausible situar su modelado

y su vaciado en 1814.

Otras «luchas» muestran al león con rostro del Empecinado, como

la del león atacando a un toro que se conserva en la Fundación

Rocamora (Grangel Nebot; Roig Cardells, 2004: 108) y en la HSA

(Connors, 2005: 347), cuya manufactura, en consecuencia, se debe

situar a partir de 1814. Este mismo grupo se conserva en el MDB

manufacturado en porcelana tierna sin barnizar (Grangel Nebot;

Roig Cardells, 2004: 108).

Bibliografía: Díaz, 1996: 182, lám. 234.

62 Archivo Histórico Provincial, Zaragoza. Expedientes Casa Ducal de Híjar,

P/3-123-10.

Page 156: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

155

N.º 19

Page 157: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

156

N.º 19

Toro acosado por perros

N.º inventario: CE1/06892

Altura: 30 cm

Molde: c. 1816

Propietario de la fábrica: Agustín Pedro Gonzalo

Telmo Fadrique de Silva Fernández, XI duque de

Híjar entre 1809 y 1817

Dirección artística: Joaquín Ferrer Miñana

(1749-1837)

Modelador: Joaquín Ferrer Miñana (1749-1837)

Vaciado: 1816-1858

Propietario de la fábrica: Duques de Híjar, entre

1816 y 1858

Dirección artística: Joaquín Ferrer Miñana (1749-1837)

Materia y técnica cerámica: Arcilla calcárea (pipa) con

cubierta estannífera blanca (loza de pipa o pipa blanca).

Dos cocciones. Apretón.

El presente grupo escultórico asentado sobre un

montículo rocoso que a su vez lo hace sobre una

plataforma de planta circular con hileras perladas

a su alrededor, muestra un toro caído sobre las patas

delanteras. En el conjunto completo, dos perros atacan

al toro (Fig. 46).

El soporte cerámico utilizado en esta escultura,

la pipa, comenzó a ensayarse en Alcora en 1775

(Todolí, 2002: 414; 2015: 123, 131) aunque Cloostermans*

la mejoró sensiblemente a partir de su contratación en

1787 (Escrivá de Romaní, 1919: 193, 194), como él mismo

escribía a su amigo Alluaud, director de la fábrica de

cerámica de Limoges (D’Albis, 1986: 583). Fue, como se

deduce a continuación, el soporte cerámico más utilizado

en las «luchas».

Este grupo, adscrito en la fábrica alcoreña a las llamadas

«luchas» por representar animales en actitud hostil,

Figura 46. Toro acosado por

perros. Alcora. Escultura. Colección

Torrecid, Alcora.

Page 158: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

157

está inspirado en un grabado de Francisco de Goya, titulado

Echan perros al toro (Fig. 47), perteneciente a la serie «Tauromaquia»,

que el pintor realizó entre 1814 y 1816. Sin embargo, una primera

edición de los grabados en 1816 sitúa el modelado original de este

grupo no antes de ese mismo año. No obstante podría estar también

entre las «luchas de todas clases» que constan en una relación de

precios de piezas de «pipa en blanco» de 1825 (Escrivá de Romaní,

1919: 277), incluso entre las «luchas de animales» que constan en

una tarifa de «pipa blanca» de 184963 (Fig. 24), aunque no es inusual

que, a tenor de la precariedad de la fábrica, los grupos vaciados

en esos años presenten una gradual pérdida de definición por el

uso excesivo de los moldes.

Se conocen otros grupos de animales en actitud hostil o «luchas»,

como la del león y el toro, el león y el águila (N.º 18) y, sin

duda la más famosa y seguramente la primera de ellas, la del león

atacando a un caballo (N.º 23). Modelada por el escultor Joaquín

Ferrer Miñana* siguiendo un grabado de 1580 de Adamo Ghisi

(1530-1587), está excepcionalmente firmada por el propio Ferrer

y fechada en 1789 (Frothingham, 1957: 59-63).

Al escultor Joaquín Ferrer Miñana* se le puede atribuir el mode-

lado de muchas de las «luchas» fabricadas en Alcora.

La escasa definición de los detalles mostrada en la escultura

estudiada se puede atribuir al desgaste del molde reiteradamente

utilizado, por lo que es plausible situar su vaciado en las últimas

décadas del periodo indicado.

63 Archivo Histórico Provincial, Zaragoza. Expedientes Casa Ducal de Híjar,

P/3-123-10.

Figura 47. Francisco de Goya,

Echan perros al toro (detalle). Serie

«Tauromaquia», n.º 25 (1814-1816).

Grabado. Colección privada.

Page 159: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

158

N.º 20a

Toro Farnesio

N.º inventario: CE1/14478

Altura: 75 cm

Molde: c. 1828

Propietario de la fábrica: José Rafael Fadrique de Silva Fernández,

XIII duque de Híjar, entre 1818 y 1858

Dirección artística: Joaquín Ferrer Miñana (1749-1837)

Modelador: Joaquín Ferrer Miñana (1749-1837)

Vaciado: 1828-1858

Propietario de la fábrica: José Rafael Fadrique de Silva Fernández,

XIII duque de Híjar, entre 1818 y 1858

Dirección artística: Joaquín Ferrer Miñana (1749-1837)

Materia y técnica cerámica: Arcilla calcárea (pipa) con cubierta

estannífera blanca (loza de pipa o pipa blanca). Dos cocciones. Apretón.

Page 160: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

159

N.º 20a

Page 161: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

160

Importantes esculturas de la Antigüedad clásica que adornaban

jardines y villas romanas permanecieron enterradas hasta que fueron

descubiertas, como las Tres gracias y el Apolo de Belvedere a finales

del siglo xv, el Laoconte en 1506, el Hermes Farnesio y el Hercules

Farnesio en 1540 o el Toro Farnesio en 154664.

En efecto, en una excavación llevada a cabo en las Termas de

Caracalla de Roma en el siglo xvi, se encontraron los fragmentos

de una escultura de mármol realizada en el siglo iii d. C. (Fig. 48).

Reconstruida y restaurada bajo la supervisión del mismo Miguel

Ángel, se añadió la cabeza del toro, la parte superior de Dirce y gran

parte de las figuras masculinas (Blewitt, 1853: 173; Cobham, 1894).

El grupo fue bautizado con el nombre de «Toro Farnesio», en honor

al Papa Paulo III Farnesio (1468-1549). La escultura, anónima, era

una reproducción del original en bronce realizado hacia el año 130

a. C. por los hermanos Apolonio y Taurisco de Tralles, formados

en la escuela helenística de Rodas.

La monumental escultura romana de mármol, que alcanza los

cuatro metros de altura, fue trasladada en 1786 a Nápoles y desde

1828 se encuentra depositada, junto con toda la colección de Isabel

de Farnesio, en el MAN de Nápoles.

En esta escultura de mármol se escenifica una de las leyendas

trágicas más conocidas de la Antigüedad clásica: el suplicio de Dirce,

infringido por los hermanos Anfión y Zetos en venganza por haber

maltratado a su madre, Antíope, acusada de haberse acostado con

su marido Lico. Atada a los cuernos de un toro, Dirce es arrastrada

y despedazada en medio de una orgía báquica.

La escultura, ejecutada en un movimiento helicoidal piramidal,

muestra a dos hombres desnudos, Anfión y Zetos, atando al toro

a Dirce, que muestra el torso desnudo en actitud suplicante. Antíope,

de pie, contempla impasible la escena, a la que se suman un perro

y un joven que, sentado sobre una roca, parece dirigirse a Dirce.

64 Véase la exposición «Dessins de la Renaissance», Bibliothèque Nationale

de France. Disponible en: <http://expositions.bnf.fr/renais/arret/2/index.

htm> [Consulta: 8 de agosto de 2019].

Figura 48. Autoría desconocida,

Toro Farnesio. Siglo iii. Escultura.

Mármol. Museo Archeologico

Nazionale, Napoli.

Page 162: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

161

No cabe duda de la popularidad de este grupo escultórico en

la historia del arte, representado por grabadores del Renacimiento,

del Barroco y del Neoclasicismo que lo inmortalizaron, como Diana

Ghisi (1581), François Perrier (1638) (Fig. 49), Doménico de Rossi

(1704), Jean Audran (1719) o Antoni Zücher (c. 1800) (Fig. 50).

La difusión de los grabados del Toro Farnesio permitió a los

escultores que pudieran trasladarlo a tres dimensiones aunque,

como veremos a continuación, inventando parte de la escultura.

No tenemos la certeza del modelo grabado concreto que se siguió

en Alcora, pues todos los aportados guardan pequeñas diferencias,

aunque lo más destacable está, sin duda, en la zona posterior de

la escultura.

En efecto, los escultores, basándose en grabados que en general

muestran solamente la parte frontal de las esculturas, podían

efectuar los estudios pertinentes para levantar la escultura en tres

dimensiones, pero no disponían de la vista posterior de las mismas.

Por lo tanto, los escultores podían modelar la escena principal

representada en el grabado, pero tenían que inventarse la vista

posterior que en los grabados o no se veía o se veía parcialmente.

Así se evidencia cuando en la escultura original romana de

mármol del Toro Farnesio, el personaje de Antíope, representada

en la zona posterior en actitud marcial portando una lanza en su

mano izquierda, no es la misma que la representada en las esculturas

de Alcora. Muestran incluso a Antíope en distintas posturas, como

se puede comprobar en las esculturas que conserva el MNCGM

(N.os 20a, 20b y 20c).

Sin duda, este conjunto es uno de los más conocidos y populares

del repertorio escultórico de la fábrica de cerámica de Alcora.

Sin embargo, paradójicamente, no consta en ninguna de las

relaciones de piezas conocidas del siglo xviii, donde los especialistas

han situado tradicionalmente su manufactura, lo que ha provocado

extrañeza entre los investigadores.

En efecto, la escultura del Toro Farnesio, realizada en Alcora en

varios tamaños y que necesariamente ha necesitado de la confección

de varios moldes, ha provocado desconcierto entre los estudiosos

pues, como tal, no se anota en las distintas relaciones de piezas

de nueva factura que la fábrica alcoreña redactaba en el siglo xviii

Figura 49. François Perrier,

Toro Farnesio. 1683. Grabado.

Rijksmuseum (Ámsterdam).

Figura 50. Antoni Zücher,

Toro Farnesio. Finales

del siglo xviii. Grabado.

Rijksmuseum (Ámsterdam).

Page 163: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

162

para cumplir sus obligaciones de diversa índole. Ello resulta muy

sorprendente habida cuenta que, a tenor de las muchas esculturas

que han llegado hasta nosotros, ha sido una de las más reproducidas

de su repertorio escultórico.

Manuel Escrivá de Romaní se hacía eco de esta anómala situación

en su famosa obra sobre la cerámica de Alcora, escrita en 1919,

cuando reconoce su extrañeza al no encontrar este grupo en el

inventario de la fábrica de 1800 (Escrivá de Romaní, 1919: 246-249).

Pero tampoco se anota en relaciones anteriores del siglo xviii, ni

tampoco en el amplio muestrario-tarifa de 1825 (Escrivá de Romaní,

1919: 273-284).

Adelantamos dos posibles explicaciones a esto: que no conozcamos

la fuente documental donde conste la relación de piezas de nueva

creación, en la cual pudiera estar anotada la popular escultura,

o que se modelara después de la elaboración de la tarifa de 1825,

posibilidad por la que nos inclinamos.

Parece apoyar esta hipótesis un documento absolutamente

fundamental que explica esta aparente anomalía. En efecto, una

«Tarifa de los precios de toda clase de lozas» de 1849 relaciona una

lista por orden alfabético de modelos fabricados y los «Precios de

pipa blanca» «de 1.ª [clase]», «de 3.ª [clase]» y «desecho», obviando

la segunda clase. Pues bien, en esta lista se encuentra, entre las

figuras de pipa, precisamente, el «Grupo del Toro Farnés», en clara

alusión a la famosa escultura del toro Farnesio, fabricada en dos

tamaños, uno grande y otro pequeño, que costaban 500 y 52 reales,

los dos de primera clase (no se anotan los precios en otras clases)65

(Fig. 24). Por tanto, aceptamos que la primera vez que se relaciona

documentalmente la fabricación del toro Farnesio en Alcora es

en 1849, aunque todo indica que se utilizaron para su fabricación

en serie o vaciado moldes de factura anterior.

Desde luego, tanto el soporte cerámico utilizado en la escultura,

la pipa, que barnizada aquí con una cubierta estannífera blanca,

denominada en la fábrica loza de pipa y también pipa blanca,

65 Archivo Histórico Provincial, Zaragoza. Expedientes Casa Ducal de Híjar,

P/3-123-10.

Page 164: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

163

como la morfología de la base donde se asienta,

un montículo rocoso sobre plataforma de planta

circular con hileras perladas a su alrededor, la

vinculan con el estilo neoclásico, cuyo máximo

artífice fue el escultor Joaquín Ferrer Miñana*66.

Con todo lo expuesto, y a falta de relaciones

de piezas que cubran el periodo entre 1825

y 1849, aceptamos que el Toro Farnesio pudo ser

una de las últimas esculturas de Joaquín Ferrer

Miñana*, que murió en 1837, a quien atribuimos

su modelado, pero no antes de 1825. Proponemos

el año 1828 como el de su modelado en varios

tamaños, precisamente cuando la figura original

en mármol, expuesta en el MAN de Nápoles, se

mostró al público y pudo ser mucho más conocida

y popular.

Sin embargo, como sucede en otras esculturas,

no es inusual que, a tenor de la precariedad de

la fábrica en estos años, los grupos fabricados

presenten una gradual merma de definición por

el uso excesivo de los moldes.

Otras muchas colecciones públicas y privadas conservan esta

escultura cerámica manufacturada en Alcora, entre las que cabe

destacar un grupo policromado, perteneciente a la FBS, marcado

con la marca de fábrica «A» (Casanovas, 1989: 97). También se

fabricaron en manufacturas cerámicas extranjeras, como demuestra

un grupo, conservado en el MNCGM, fabricado en Italia (N.º 20d).

Bibliografía: Soler, 2010: 111.

66 Para ampliar información sobre el empleo de la pipa en la fábrica, véase

la ficha n.º 5.

Page 165: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

164

N.º 20b

Toro Farnesio

N.º inventario: CE1/01181

Altura: 45 cm

Molde: c. 1828

Propietario de la fábrica: José Rafael Fadrique de Silva Fernández,

XIII duque de Híjar, entre 1818 y 1858

Dirección artística: Joaquín Ferrer Miñana (1749-1837)

Modelador: Joaquín Ferrer Miñana (1749-1837)

Vaciado: 1828-1858

Propietario de la fábrica: José Rafael Fadrique de Silva Fernández,

XIII duque de Híjar, entre 1818 y 1858

Dirección artística: Joaquín Ferrer Miñana (1749-1837)

Materia y técnica cerámica: Arcilla calcárea (pipa) con cubierta

estannífera blanca (loza de pipa o pipa blanca). Dos cocciones. Apretón.

Véase n.º 20a.

Page 166: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

165

N.º 20c

Toro Farnesio

N.º inventario: CE1/01413

Altura: 45 cm

Molde: c. 1828

Propietario de la fábrica: José Rafael Fadrique de Silva Fernández,

XIII duque de Híjar, entre 1818 y 1858

Dirección artística: Joaquín Ferrer Miñana (1749-1837)

Modelador: Joaquín Ferrer Miñana (1749-1837)

Vaciado: 1828-1858

Propietario de la fábrica: José Rafael Fadrique de Silva Fernández,

XIII duque de Híjar, entre 1818 y 1858

Dirección artística: Joaquín Ferrer Miñana (1749-1837)

Materia y técnica cerámica: Arcilla calcárea (pipa). Una cocción.

Apretón.

Véase n.º 20a.

Page 167: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

166

N.º 20d

Toro Farnesio

N.º inventario: CE1/07419

Altura: 56 cm

Fábrica: Giorgio Sommer (1834-1914). Nápoles.

Modelado: 1884

Materia y técnica cerámica: Arcilla ferruginosa. Una cocción.

Page 168: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

167

El grupo escultórico del toro Farnesio que estudiamos no se

manufacturó en Alcora, pero nos demuestra que fue también muy

popular en otros talleres cerámicos en el siglo xix. Buena muestra de

ello es esta escultura en terracota de manufactura italiana, fabricada

como souvenir para turistas que, perteneciente a la colección del

MNCGM, incluye sendas inscripciones: una impronta «SOMMER

NAPOLI», y otra incisa «Toro Farnese Ricordo di Napoli 1884».

Así pues, su manufactura se realizó en 1884 en el taller del fotógrafo

germano Giorgio Sommer, afincado en Nápoles, a quien atribuimos

la marca.

Giorgio Sommer, nacido en Frankfurt en 1834, fue uno de los

más importantes fotógrafos de Europa de la época, y produjo

miles de imágenes de ruinas arqueológicas, paisajes, objetos de

arte y retratos. Sommer abrió su primer estudio fotográfico en

Suiza, donde realizó imágenes en relieve de montañas para el

gobierno suizo. En 1856 se trasladó a Nápoles y en 1866 formó

sociedad con el fotógrafo alemán Edmund Behles, propietario de

un estudio en Roma. Desde sus respectivos estudios de Nápoles

y Roma, formaron una de las colecciones fotográficas más prolíficas

de Italia. Sommer incluyó imágenes del Museo del Vaticano y del

Arqueológico Nacional de Nápoles –donde, recordemos, estaba

expuesta la escultura de mármol del Toro Farnesio desde 1828–,

así como de las ruinas de Pompeya, escenas callejeras y edificios

de Florencia, Roma, Capri, Sicilia y, especialmente, Nápoles, de la

que publicó un álbum –Dintorni di Napoli– con escenas cotidianas

de esta ciudad.

Después de ganar numerosos premios con su socio, Sommer fue

nombrado fotógrafo oficial del rey Vittorio Emanuele II de Italia.

La sociedad se disolvió en 1874. Sommer murió en Nápoles en

191467.

67 Wikipedia, «Giorgio Sommer». Disponible en: <https://en.m.wikipedia.org/

wiki/Giorgio_Sommer>. [Consulta: 16 de agosto de 2019].

Page 169: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

168

Sin embargo, la actividad de Sommer que más nos interesa en

este estudio es la instalación en Nápoles de un taller de producción

de estatuas de bronce y terracota. Aunque Sommer utilizó en su

taller esculturas de la Antigüedad clásica como modelo, como es el

caso de la que estudiamos, no parece que su producción fuera muy

prolífica en términos cuantitativos, a tenor de las escasas terracotas

que se conocen. La colección Robert Schreuder (Ámsterdam)

conserva una escultura en terracota del dramaturgo y poeta griego

Sófocles que presenta también la inscripción impronta: «SOMMER

NAPOLI» (Figs. 51a y 51b), propia de su taller de Nápoles.

Sobre la escultura del toro Farnesio, véase n.º 20a.

Figura 51b. Detalle de la marca impronta: «SOMMER NAPOLI».

Colección Robert Schreuder Antiquair (Ámsterdam).

Figura 51a. Sófocles. Finales del

siglo xix. Terracota. Altura: 36 cm.

Escultura. Ref. 130-586.

Colección Robert Schreuder

Antiquair (Ámsterdam).

Page 170: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

169

N.º 21

Virgen María

N.º inventario: CE1/15526

Altura: 5,8 × 3,7 cm

Molde: c. 1835

Propietario de la fábrica: José Rafael Fadrique de

Silva Fernández, XIII duque de Híjar, entre 1818 y 1858

Dirección artística: Joaquín Ferrer Miñana (1749-1837)

Modelador: José Ferrer Pardo (1777-1843)

Vaciado: c. 1835

Propietario de la fábrica: José Rafael Fadrique de

Silva Fernández, XIII duque de Híjar, entre 1818 y 1858

Dirección artística: Joaquín Ferrer Miñana (1749-1837)

Materia y técnica cerámica: Porcelana tierna con

cubierta feldespática. Dos cocciones. Apretón.

La medalla, con imagen de la Virgen María,

presenta en el anverso la leyenda: «HE AHÍ A TU

MADRE». Jesús, después de haber confiado a su

discípulo Juan a su madre María con las palabras:

«Mujer, he ahí a tu hijo», desde lo alto de la cruz

se dirigió a su discípulo diciendo: «He ahí a tu

madre» ( Jn 19, 26-27).

El modelo de esta medalla rectangular,

delicadamente tallada en bajorrelieve, lo atribuimos

al escultor José Ferrer Pardo*. En el reverso la

medalla presenta la marca impronta: «P48A». A falta

de información documental sobre la fabricación de

la medalla, la situamos alrededor de 1835.

Page 171: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

170

N.º 22

Fernando VII

N.º inventario: CE1/01220

Altura: 21 cm

Molde: c. 1814

Propietario de la fábrica: Agustín Pedro Gonzalo Telmo Fadrique

de Silva Fernández, XI duque de Híjar, entre 1809 y 1817

Dirección artística: Joaquín Ferrer Miñana (1749-1837)

Modelador: Joaquín Ferrer Miñana (1749-1837)

Vaciado: 1895-1925

Propietario de la fábrica: Cristóbal Aicart Moya, entre 1895 y 1925

Materia y técnica cerámica: Arcilla calcárea (pipa). Una cocción. Apretón.

Este busto representa a Fernando VII, monarca de España

durante unos meses de 1808 y entre 1814 y 1833. La escultura

del monarca Borbón fabricada en Alcora, al igual que la placa en

bajorrelieve (N.º 17), se puede considerar como un apoyo explícito

de la empresa al monarca español. Por ello situamos su modelado

original y su correspondiente molde en 1814, realizados por el

escultor Joaquín Ferrer Miñana*, aunque el vaciado es posterior.

Fernando VII fue pintado por afamados pintores como Francisco

de Goya y Vicente López.

En el modelado cabe destacar la sobriedad hierática de los

rasgos del monarca, que luce el Toisón de Oro. Tanto el modelado

como la base donde se asienta la escultura, de planta circular,

son neoclásicos, aunque su vaciado lo situamos entre 1895 y 1925,

cuando la antigua fábrica del conde de Aranda pertenecía a Cristóbal

Aicart Moya.

En efecto, gracias a un catálogo publicitario editado alrededor de

1910, que conserva el MCA, se sabe que se reprodujeron algunas

de las esculturas más conocidas de la manufactura alcoreña,

modeladas originalmente en los siglos xviii y xix, que conformaron

una corriente revival. En dicho catálogo (Figs. 36a, 36b y 36c),

se encuentra esta misma escultura que, al igual que la mayoría

de ellas, están sin vidriar, lo que abarataba sensiblemente su precio

y las ponía al alcance de una clientela más numerosa.

Page 172: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

171

N.º 22

Page 173: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

172

N.º 23

León atacando a un caballo

N.º inventario: CE1/14772

Altura: 22,5 cm

Molde: 1789

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Abarca de Bolea,

X conde de Aranda, entre 1742 y 1798

Dirección artística: Julián López (1711-1792)

Modelador: Joaquín Ferrer Miñana (1749-1837)

Vaciado: 1895-1925

Propietario de la fábrica: Cristóbal Aicart Moya,

entre 1895 y 1925

Materia y técnica cerámica: Arcilla calcáreo-ferruginosa (barro común)

pintada en policromía en frío. Una cocción. Apretón.

Esta escultura muestra a un león atacando a un caballo sobre un

montículo rocoso que se asienta sobre una base de planta circular

neoclásica. Este grupo escultórico forma parte de las llamadas en la

fábrica «luchas», que muestran distintos animales en actitud hostil.

La primera de las «luchas»68 entre animales en Alcora es, según

todos los indicios, este mismo grupo que aquí se estudia, cuyo

vaciado es, obviamente, posterior al de su modelado original, como

veremos. Esta lucha se inspiró en el grabado de 1580 de Adamo Ghisi

(1530-1587) (Fig. 52), que a su vez pudo inspirarse en los bronces

de los célebres escultores renacentistas Giovanni Bologna (1529-

1608) o Antonio Susini (1558-1624), considerados tradicionalmente

como fuente iconográfica del grupo alcoreño (Connors, 2005: 349).

Esta escultura, fabricada en pipa, modelada por el escultor de la casa

Joaquín Ferrer Miñana*, firmada y fechada en 1789 (Frothingham,

1957: 59-63) es, sin duda, una de las primeras en introducir los

cánones estéticos neoclásicos en la escultura alcoreña.

68 Para mayor información sobre las «luchas», véase la ficha n.º 18.

Page 174: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

173

N.º 23

Page 175: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

174

Además del grupo que se estudia, al que seguramente

se refiere la «lucha de león» citado en 1789, 1790 y 1792

(Connors, 2005: 346), existen otros grupos con un león,

símbolo de fuerza y poder, como el león atacando a un

toro de la Fundación Rocamora (Barcelona) (Grangel

Nebot; Roig Cardells, 2004: 108) y la HSA (Connors, 2005:

347), aunque hay que advertir que estos dos ejemplos

representan al león con el rostro de Juan Martín Díez,

el Empecinado y, por tanto, son posteriores a 1814

(N.º 18). Efectivamente, el león siguió siendo protagonista,

como en la escultura del león atacando a un águila

(N.º 18), pero también otros animales como el toro acosado por

perros de la Colección Torrecid (Grangel Nebot; Roig Cardells,

2004: 109) que, incompleto, conserva también el MNCGM (N.º 19).

El grupo que estudiamos posee una característica singular, pues la

terracota se ha decorado en frío con tres colores en tonos mate: ocre,

negro y verde oscuro, que sitúan su vaciado en el siglo xx, aunque

empleando moldes antiguos, al formar parte de un muestrario revival de

los tiempos en que la fábrica pertenecía a Cristóbal Aicart Moya, entre 1895

y 1925. En efecto, un catálogo publicado alrededor de 1910 reproduce

algunas de las esculturas más conocidas de la manufactura alcoreña,

modeladas originalmente en los siglos xviii y xix (Figs. 36a, 36b

y 36c). En dicho catálogo, editado cuando su propietario era Cristóbal

Aicart, se encuentra esta misma escultura, aunque sin decoración

pintada. Es común en esta fábrica que las esculturas no recibieran

el barniz de cubierta, como muestra el mismo catálogo, lo que

abarataba sensiblemente su precio y las ponía al alcance de una

clientela más numerosa.

Este grupo se conserva en instituciones públicas como el MNAD

de Madrid (N.º inv. CE05444) y el MDB (Casanovas, 1995b: 124)69,

y en colecciones privadas como la Colección Torrecid (Grangel

Nebot; Roig Cardells, 2004: 110).

Bibliografía: Soler, 2010: 99.

69 Reproducido en la lámina 497.

Figura 52. Adamo Ghisi,

León atacando a un caballo.

1580. Grabado. Metropolitan

Museum of New York.

Page 176: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

175

N.º 24

Page 177: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

176

N.º 24

El Verano

N.º inventario: CE1/01286

Altura: 24,5 cm

Molde: 1787-1837

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Abarca de Bolea, X conde de

Aranda, entre 1742 y 1798 / Duques de Híjar, entre 1798 y 1858

Dirección artística: Julián López (1711-1792) / Joaquín Ferrer Miñana

(1749-1837)

Vaciado: 1895-1925

Propietario de la fábrica: Cristóbal Aicart Moya, entre 1895 y 1925

Materia y técnica cerámica: Arcilla calcárea (pipa). Una cocción.

Page 178: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

177

La figura femenina, vestida con túnica y manto clásicos, que recoge

con el brazo derecho una gavilla de trigo apoyada sobre el suelo

y sostiene en su mano izquierda un haz de espigas de trigo, es

una alegoría del verano. Esta figura de pie sobre una isleta circular

asentada sobre una sencilla plataforma de planta cuadrada, señala

la llegada del estío con la consiguiente recolección de la cosecha.

El Verano, constituye con El Invierno, La Primavera y El Otoño,

los «quatro tiempos», figuras individuales que se anotan, por primera

vez en Alcora, en una relación de piezas de nueva factura fabricadas

entre 1752 y 1761, como «4 moldes de estatuas de siete quartas

de altura, que representan los quatro tiempos» (Fig. 6c), cuya

fabricación se reitera entre 1761 y 1763 (Todolí, 2002: 360, 371).

Manufacturados originalmente en loza fina, también se fabricaron

en media porcelana a partir de 1768, como se comprueba en

el memorial del director principal, Mamés Lalana, de 1775, que

los describe como «los quatro tiempos figuras de quatro palmos,

y medio con las insignias, y adornos, que a cada una le corresponde

en su excepción» (véase p. 38).

Además de las esculturas que muestran a un único personaje,

también se manufacturaron, en media porcelana, grupos con tres

personajes anotados como «quatro tiempos figuras de tres tercios

de palmo hechos por tres términos diferentes, siendo todas doze

figuras», según se describe en el memorial de Lalana (véase p. 39).

El modelado rococó de las esculturas mencionadas cabe atribuirlo

al escultor Julián López, «maestro principal».

Sin embargo, el modelado neoclásico de la escultura, que por

su altura y tratamiento escultórico pertenece a la misma serie

que El Otoño (N.º 25), sitúa su modelado original entre 1787

y 1837, periodo entre el inicio del Neoclasicismo y la muerte del escultor

Joaquín Ferrer Miñana*, al cual se le podría atribuir su modelado.

Las alegorías de las cuatro estaciones del año se manufactu-

raron siguiendo otros modelos neoclásicos, como se evidencia

en las piezas que conserva el MDB (Figs. 18a, 18b, 18c y 18d)

(Casanovas, 1995b: 124-126)70 y las escayolas para la extracción

70 Obras reproducidas en las láminas 499 a 502, 503, 504 y 505.

Page 179: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

178

de moldes de La Primavera, El Otoño y El Verano que conserva el

MCA (Grangel Nebot; Roig Cardells, 2004: 147, 151).

La HSA conserva El Otoño y El Invierno con tres figuras en cada

una de ellas, aunque vaciados entre finales del siglo xviii y primeros

años del siglo xix (Connors, 2005: 298-303).

Esta serie de esculturas, anotadas como «estaciones del año»,

todavía se fabricaban en pipa blanca, en 184971 (Fig. 24).

Sin embargo, el vaciado de esta escultura en concreto se efectuó

algunas décadas después y corresponde a la corriente revival de

finales del siglo xix.

En efecto, Cristóbal Aicart Moya, propietario de la fábrica alco-

reña entre 1895 y 1925 publicó, alrededor de 1910, un catálogo de

su producción (Figs. 36a, 36b y 36c) donde se muestran algunas

de las esculturas de los siglos xviii y xix.

Como se puede observar en el catálogo citado, es común que las

esculturas no estuvieran barnizadas, lo que las hacía más asequibles.

Por otra parte, es característico de esta fábrica asentar las figuras

sobre sencillas bases como la que muestra la presente escultura.

71 Archivo Histórico Provincial, Zaragoza. Expedientes Casa Ducal de Híjar,

P/3-123-10.

Page 180: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

179

N.º 25

Page 181: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

180

N.º 25

Baco / El Otoño

N.º inventario: CE1/01287

Altura: 26 cm

Molde: 1787-1837

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Abarca de Bolea, X conde

de Aranda, entre 1742 y 1798 / Duques de Híjar, entre 1798 y 1858

Dirección artística: Julián López (1711-1792) / Joaquín Ferrer Miñana

(1749-1837)

Vaciado: 1895-1925

Propietario de la fábrica: Cristóbal Aicart Moya, entre 1895 y 1925

Materia y técnica cerámica: Arcilla calcárea (pipa). Una cocción.

La alegoría del otoño, simbolizada por el dios Baco, muestra

a una figura masculina vestida con túnica y manto clásicos, que alza

un vaso en su mano derecha en actitud de querer beber y sostiene,

en su mano izquierda, un recipiente en forma de calabaza. La

figura de pie sobre una isleta circular se asienta sobre una sencilla

plataforma cuadrada ligeramente achaflanada.

Page 182: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

181

Baco, en la tradición antigua romana, o Dioniso en la tradición

griega, es el dios del vino y de los bebedores, hijo de Júpiter

y Semele. Se le representa también sosteniendo una copa en una

mano y un tirso o vara enramada simbólica, en la otra.

El modelado de la escultura que estudiamos, que por su altura

y tratamiento escultórico podría pertenecer a la misma serie que la

escultura anterior72, de influencia neoclásica, sitúa su manufactura

original entre 1787 y 1837, entre la introducción del Neoclasicismo

en Alcora y la muerte de Joaquín Ferrer Miñana*, al cual se podría

atribuir su modelado. Sin embargo, el vaciado de esta escultura es,

según todos los indicios, posterior.

En efecto, Cristóbal Aicart Moya, propietario de la fábrica alcoreña

entre 1895 y 1925 publicó, alrededor de 1910, un catálogo de su

producción (Figs. 36a, 36b y 36c) donde se muestran algunas de

las esculturas modeladas en los siglos xviii y xix, entre las que se

encuentra la escultura que estudiamos.

Como se puede observar en el catálogo citado, es común que

las esculturas de este periodo (1895-1925) adscritas a una corriente

revival no estén barnizadas, lo que abarataba sensiblemente su

precio y las hacía más asequibles. Por otra parte, es característico

asentar estas figuras sobre sencillas bases como la que muestra la

escultura estudiada.

Las alegorías de las cuatro estaciones del año se manufacturaron

siguiendo diversos modelos neoclásicos, como se evidencia en las

piezas que conserva el MDB (Figs. 18a, 18b, 18c y 18d) (Casanovas,

1995b: 124, 125, 126)73 y en algunas escayolas para la extracción

de moldes que conserva el MCA (Grangel Nebot; Roig Cardells,

2004: 147, 151).

72 Para mayor información sobre las cuatro estaciones del año, o los «quatro

tiempos», como se denomina esta serie en Alcora, véase la ficha anterior

dedicada a El Verano (N.º 24).73 Obras reproducidas en las láminas 499 a 502, 503, 504 y 505.

Page 183: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

182

N.º 26

Minerva

N.º inventario: CE1/01219

Altura: 25,5 cm

Molde: 1787-1837

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Abarca de Bolea, X conde

de Aranda, entre 1742 y 1798 / Duques de Híjar, entre 1798 y 1858

Dirección artística: Julián López (1711-1792) / Joaquín Ferrer Miñana

(1749-1837)

Vaciado: 1944-1948

Fábrica: Ramos y Cía. (1944-1948)

Dirección artística: Jaume Descals / Godofredo Buenosaires

Materia y técnica cerámica: Arcilla calcárea (pipa). Una cocción. Colada.

Detalle del orificio bebedor situado en la base de la escultura Minerva (CE1/01219).

Page 184: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

183

N.º 26

Page 185: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

184

Esta escultura representa a la diosa romana Minerva –Atenea en

la mitología griega– que, de pie sobre una isleta asentada sobre

plataforma de planta circular, se viste con ropajes clásicos y con los

elementos iconográficos propios: casco de guerra y un voluminoso

libro de legajos en su brazo izquierdo. Con su mano derecha acaricia

la cabeza de un niño que, plantado a su lado y mirándola fijamente,

sostiene un libro en su brazo derecho. La actitud protectora y la

mirada de la diosa se dirigen hacia el niño.

Minerva es la alegoría de la educación, la diosa de la sabiduría

y de la civilización en la mitología clásica y se muestra interesada

por el éxito, la profesión, la educación, la cultura, la justicia social

y la política.

Esta escultura no consta expresamente en las fuentes docu-

mentales que recogen la lista de piezas de nueva factura (Escri-

vá de Romaní, 1919; Sánchez Adell, 1973; Todolí, 2002; 2015).

Dado su modelado de características clásicas, la escultura se sitúa

en el Neoclasicismo alcoreño introducido por el escultor Joaquín

Ferrer Miñana* a partir de finales de los años 80 del siglo xviii.

Según analizamos a continuación, el vaciado de la escultura es

posterior a la confección del molde original. Se trata de un buen

ejemplo que evidencia la complejidad de situar cronológicamente la

manufactura de las esculturas de Alcora, cuyos moldes dieciochescos

y decimonónicos se reutilizaron profusamente incluso bien entrado

el siglo xx.

En efecto, contamos con un detalle que evidencia su vaciado o

fabricación en serie con una técnica distinta al apretón tradicional:

la colada. El orificio de salida o respiradero situado en el hombro

derecho de la figura, que obvió ocultar el retocador de turno, y el

orificio de vertido o bebedero en el reverso de la base indican el

uso de esta técnica. Según Grangel, fue introducida por primera vez

en Alcora en la fábrica de Ramos y Cía. (1944-1948), que contrató

a afamados ceramistas valencianos como Jaume Descals y Godofredo

Buenosaires, quienes propiciaron la remodelación de moldes para

poderla aplicar (Grangel Nebot; Roig Cardells, 2004: 40). Este

método, que permite aumentar la productividad, supone un avance

tecnológico considerable frente al método del apretón tradicional,

característico de la escultura de la fábrica alcoreña hasta entonces.

Detalle del orificio vertedor situado en el hombro derecho de la escultura Minerva (CE1/01219).

Page 186: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

185

N.º 27

Page 187: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

186

N.º 27

El invierno

N.º inventario: CE1/15525

Altura: 20,5 cm

Molde: 1752-1761

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Abarca de Bolea,

X conde de Aranda, entre 1742 y 1798

Dirección artística: Julián López (1711-1792)

Modelador: Julián López (1711-1792)

Vaciado: 1944-1948

Fábrica: Ramos y Cía. (1944-1948)

Dirección artística: Jaume Descals / Godofredo Buenosaires

Materia y técnica cerámica: Arcilla calcárea (pipa). Una cocción. Colada.

Esta escultura es una alegoría del invierno, representado por

un anciano barbudo que, inclinado y cubriendo su cabeza con

un manto, calienta sus manos al calor que desprende un caldero al

fuego. La figura, de pie sobre una isleta asentada sobre una base de

planta circular, conforma con El Verano, La Primavera y El Otoño,

los cuatro tiempos, en referencia a las cuatro estaciones del año.

Detalle de la marca de fábrica

situada en la base de la escultura

El Invierno (CE1/15525).

Page 188: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

187

Las cuatro estaciones del año se anotan por primera vez en

Alcora en una lista de piezas de nueva factura entre 1752 y 1761,

donde se especifica que se fabricaban «4 moldes de estatuas de siete

quartas de altura, que representan los quatro tiempos» (Fig. 6c) y

se reitera entre 1761 y 1763 (Todolí, 2002: 360 y 371). Fabricados

los grupos anteriores en loza fina, «los quatro tiempos» también se

manufacturaron en media porcelana, como indica el memorial de

Mamés Lalana de 1775: «los quatro tiempos figuras de quatro palmos,

y medio con las insignias, y adornos, que a cada una le corresponde

en su excepción» (véase p. 40). El departamento de media porcelana

se instaló en 1768, bajo la dirección técnica de un maestro sajón,

sin duda Juan C. Knipffer*.

La Fundación Rocamora de Barcelona conserva dos esculturas,

El Invierno y La Primavera, de esta misma serie, con la inscripción

«F M Fecite» (Figs. 53a y 53b) y «F M Fecite a Lalcora 1776» (Figs. 54a

y 54b), respectivamente, cuyas iniciales se atribuyen al secretista

Francisco Martin* que, desde 1774, dirigía la sección de porcelana,

como se indica en el memorial redactado por Mamés Lalana en

1775 (Todolí, 2002: 414; 2015: 123, 131). Estas dos esculturas, que

parecen haber sido recubiertas con una sustancia negruzca, que hoy

día se ha perdido en buena parte, podrían ser pruebas de pastas

realizadas por Martin*, que era técnico y no escultor74.

El MAN conserva esta misma figura de El Invierno, vaciada en

porcelana fosfática barnizada, cuyo modelo, al igual que el de

La Primavera (N.º 29) de la misma serie, se atribuye al pintor,

dibujante y grabador, José Camarón y Bonanat (1731-1803)

(Mañueco, 2006: 131; Carrete, 2011-2013a).

Además de estas figuras individuales, existen otros grupos que

representan a los «quatro tiempos figuras de tres tercios de palmo

hechos por tres términos diferentes, siendo todas doze figuras»,

anotados en el mismo memorial de Lalana de 1775 y fabricados

en media porcelana a partir de 1768 (véase p. 39). Esto supone la

presencia de tres figuras en cada estación o grupo. Escrivá de Romaní

74 Véase la figura de La Primavera perteneciente a la misma serie (N.º 29)

(Fig. 10).

Figura 53a. Julián López,

El Invierno. c. 1776. Altura: 14 cm.

Fundación Rocamora, Barcelona.

Figura 53b. Inscripción incisa «FM

Fecite» en el reverso de la base de

El Invierno. Fundación Rocamora,

Barcelona.

Page 189: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

188

publicó los cuatro grupos (1919, lámina 70) y la HSA conserva dos

de ellos en porcelana tierna: El Otoño y El Invierno (Connors, 2005:

298-303). Como maestro principal en esos años, al escultor Julián

López* le corresponde la autoría del modelado original rococó.

Los grupos de los «quatro tiempos» se modelaron también

respondiendo a la estética neoclásica, como las figuras que conserva

el MNCGM (N.os 8, 24 y 25) y las que conserva el MDB (Casanovas,

1995b: 124, 125, 126)75 (Figs. 18a, 18b, 18c y 18d), que se podrían

atribuir al escultor Joaquín Ferrer Miñana* o, incluso, a su hijo José.

A diferencia de la figura de La Primavera, fabricada en media

porcelana entre 1768 y 1775 (N.º 29), el vaciado de la escultura

que estudiamos, de la misma serie, es posterior al de la confección

del molde original y es un buen ejemplo que podría evidenciar

la complejidad de situar cronológicamente la manufactura de las

esculturas de Alcora, cuyos moldes dieciochescos y decimonónicos

se reutilizaron profusamente, incluso bien entrado el siglo xx,

si no fuera por un detalle que aclara indudablemente su cronología:

en el reverso de la base tiene la marca impronta que identifica a la

fábrica de Ramos y Cía., activa en Alcora entre 1944 y 1948.

Según Grangel, la técnica de colada, con la que está vaciada esta

escultura, fue introducida por primera vez en Alcora precisamente

en la fábrica de Ramos y Cía. (1944-1948), que contrató a afamados

ceramistas valencianos como Jaume Descals y Godofredo Buenosaires,

quienes propiciaron la remodelación de moldes para poderla aplicar

(Grangel Nebot; Roig Cardells, 2004: 40). Este método, que permite

aumentar la productividad, supone un avance tecnológico con

respecto a la técnica del apretón tradicional, característico de la

escultura de la fábrica alcoreña hasta entonces.

75 Obras reproducidas en las láminas 499 a 502, 503, 504 y 505.

Page 190: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

189

N.º 28

Page 191: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

190

N.º 28

Ceres / El Verano

N.º inventario: CE1/16823

Altura: 21 cm

Molde: 1752-1761

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Abarca de Bolea,

X conde de Aranda, entre 1742 y 1798

Dirección artística: Julián López (1711-1792)

Modelador: Julián López (1711-1792)

Vaciado: 1787-1858

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Abarca de Bolea, X conde Aranda,

entre 1742 y 1798 / duques de Híjar, entre 1798 y 1858

Materia y técnica cerámica: Arcilla calcárea (pipa) con cubierta

estannífera blanca (loza de pipa o pipa blanca). Dos cocciones. Apretón.

Page 192: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

191

La escultura, que adorna una escribanía de paredes caladas

o trepadas, corresponde a una muchacha joven, sencillamente

vestida, que muestra su pecho izquierdo desnudo, abraza una

gavilla de trigo con su brazo derecho y sostiene una hoz en su

mano izquierda, parcialmente perdida.

La figura corresponde a una de las representaciones de la

diosa Ceres romana o Démeter en la mitología griega. Diosa de

la agricultura, Ceres es la protectora de las cosechas, especialmente

de trigo, que es su atributo más característico, presente en esta

escultura, por lo que también representa la alegoría del verano,

época en la que se realiza la cosecha, especialmente de trigo.

No encontramos anotada explícitamente a la diosa Ceres en las

relaciones de piezas de nueva factura, aunque podría ser una de

las cuatro diosas que cada una «corresponde a los tiempos que

representan», anotadas entre 1752 y 1763 (Todolí, 2002: 359, 370).

Esta misma diosa adorna una placa o «lámina» pintada sobre cubierta

estannífera (Casanovas, 1995a: 11576) cuya manufactura se podría

situar en los años 30 del siglo xviii.

Detallada y delicadamente modelada, la figura de Ceres denota

la mano del maestro escultor Julián López*, «maestro principal,

dibujante, tallista y modelista» en el periodo citado anteriormente.

Por tanto, su modelado rococó no se corresponde con la estética

neoclásica de la plataforma que la sustenta, por lo que cabe asegurar

que el vaciado de la figura se produjo años después de la confección

del molde, coincidiendo con el de la base o plataforma calada

o trepada de la escribanía, entre 1787 y 1858.

Así lo avala también el soporte cerámico utilizado en el vaciado

de la figura y de la plataforma –la pipa–, barnizadas con una cubierta

estannífera blanca denominada en la fábrica loza de pipa y también

pipa blanca, que inició su ensayo en Alcora en 1775 bajo la dirección

técnica de un secretista, «Mtro. francés», sin duda Francisco Martin*

(Todolí, 2002: 414; 2015: 123, 131), (véase p. 40).

76 Reproducido en la lámina 437.

Page 193: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

192

Su composición y tratamiento mejoró sensiblemente con la

contratación de Cloostermans* en 1787 (Escrivá de Romaní, 1919:

193, 194). En esa época, a pesar de la dura crítica del director

principal Domingo Abadía a finales de la década de los años 80 del

siglo xviii (Ainaud de Lasarte, 1952: 295), la obra escultórica corregida

de López*, adscrita a un rococó tardío como se ha detallado en la

primera parte del estudio (véase p. 47), compartió obrador con la

de un escultor formado en la casa, Joaquín Ferrer Miñana*, al que

atribuimos la introducción de la estética neoclásica, dada en Alcora

entre 1787 y 1858.

El exquisito modelado que muestra esta escultura, que conserva

los detalles más minuciosos, denota un uso moderado del molde,

por lo que es plausible situar su vaciado en las primeras décadas

del periodo indicado.

Page 194: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

193

N.º 29

Page 195: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

194

N.º 29

La Primavera

Colección particular

Altura: 15 cm

Molde: 1752-1761

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Abarca de Bolea,

X conde de Aranda, entre 1742 y 1798

Dirección artística: Julián López (1711-1792)

Modelador: Julián López (1711-1792)

Vaciado: 1768-1775

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Abarca de Bolea,

X conde de Aranda, entre 1742 y 1798

Dirección artística: Julián López (1711-1792)

Materia y técnica cerámica: Media porcelana con cubierta estannífera

blanca. Dos cocciones. Apretón.

Page 196: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

195

Esta escultura es una alegoría de la primavera (Fig. 10),

representada por una dama con túnica de tipología clásica, ajustada

a la cintura con un fino cinturón, que deja desnudo su hombro

derecho y sus pies descalzos. Su indumentaria se completa con

un manto recogido en su brazo derecho que parece agitarse al

viento y da a la escultura sensación de movimiento. Sus cabellos,

recogidos en un moño, se adornan con una diadema y cintas.

De pie sobre una isleta con elementos vegetales y rocallas en

relieve, sostiene en su mano derecha un cesto repleto de hojas

y frutos tridimensionales y con su mano izquierda se abraza el

pecho derecho. En su tallado detallista y elegante se evidencia

la mano experta del escultor, padre del rococó en Alcora, Julián

López*. Esta figura, manufacturada en el departamento de media

porcelana, instalado en 1768 bajo la dirección técnica de Juan

C. Knipffer*, conforma, con las alegorías de El Verano, El Otoño

y El Invierno, los «quatro tiempos», en referencia a las cuatro

estaciones del año77.

La Fundación Rocamora conserva una escultura de La Primavera

sin barnizar con la marca en la base: «M.N. fecite a Lalcora 1776»

(Figs. 54a y 54b) cuyas iniciales se atribuyen a Francisco Martin,

que desde 1774 dirigía la sección de porcelana (Todolí, 2002: 414;

2015: 123, 131). Como la alegoría del Invierno de la misma serie

(Fig. 53a y 53b) ambas figuras podrían corresponder a pruebas de

pastas realizadas por Martin que era técnico y no escultor.

Bibliografía: Todolí, 2002: 249, nº 1; Todolí, 2006: 72; Todolí,

2015: 30.

77 Para ampliar información sobre esta serie escultural, los cuatro tiempos,

cuyo modelado se atribuye a Julián López, véase la ficha correspondiente

a El Invierno (N.º 27).

Figura 54a. Julián López,

La Primavera. 1776. Altura: 14 cm.

Fundación Rocamora, Barcelona.

Figura 54b. Inscripción incisa

«MN Fecite a L’Alcora 1776» en el

reverso de la base de La Primavera.

Fundación Rocamora, Barcelona.

Page 197: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

196

N.º 30

Dama de pie

Colección particular

Altura: 24,5 cm

Molde: 1895-1925

Propietario de la fábrica: Cristóbal Aicart Moya, entre 1895 y 1925

Vaciado: 1944-1948

Fábrica: Ramos y Cia. (1944-1948)

Dirección artística: Jaume Descals / Godofredo Buenosaires

Materia y técnica cerámica: Loza de pipa con cubierta estannífera

blanca. Dos cocciones. Apretón.

Page 198: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

197

N.º 30

Page 199: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

198

Esta escultura muestra a una dama de pie, vestida según los

cánones de finales del siglo xix, en una actitud recatada con

sus manos sobre su regazo. La figura se apoya sobre base de

contorno circular. Atribuimos el modelo original al tiempo en que

la fábrica perteneció a Cristóbal Aicart (1895-1925), aunque la marca

impronta sobre el reverso de la base una jarra con el anagrama:

«R y Cia», que forman el asa y la boca, y la leyenda: «ALCORA» en

la base del cuerpo, es propia de la fábrica de Ramos y cia., que

en 1944 fundaron en Alcora Severino Ramos y Jaime Bellver78.

Las desavenencias entre los dos socios fue el origen de su efímera

existencia, pues en 1948 cerró sus puertas, no sin antes reproducir

esculturas del siglo xviii y xix utilizando moldes de la antigua fábrica

e introducir una importante novedad que facilitaba la producción

en serie de esculturas: la colada, que sustituía al apretón tradicional

(Grangel Nebot; Roig Cardells, 2004: 38, 40).

78 Para ampliar información sobre esta fábrica, véase la ficha correspondiente

a El Invierno (N.º 27).

Marca de la fábrica en la base de la escultura Dama de pie.

Page 200: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

199

N.º 31

Page 201: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

200

N.º 31

La Filosofía

Colección particular

Altura: 36 cm

Molde: 1787-1837

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Abarca de Bolea, X conde Aranda,

entre 1742 y 1798 / duques de Híjar, entre 1798 y 1858

Dirección artística: Julián López (1711-1792) / Joaquín Ferrer Miñana

(1749-1837)

Vaciado: c. 1950

Fábrica: Fundación de Gremios (1941-1995)

Materia y técnica cerámica: Porcelana tierna. Una cocción.

Page 202: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

201

Esta escultura es una alegoría de la filosofía, representada

por una dama de pie que, vestida según los cánones clásicos,

con túnica ajustada a la cintura por un ancho cinturón, sostiene en

su mano derecha un libro, que a su vez recoge un manto, y en su

izquierda un cetro. La figura se apoya sobre una base de contorno

redondeado. Su modelado neoclásico se puede atribuir a Joaquín

Ferrer entre 1787 y 1837, año de su defunción, aunque la marca

pintada sobre el reverso de la base indica que se fabricó en

la Fundación de Gremios, que comenzó su andadura en Madrid

en 1941. Esta fábrica, de titularidad pública, se dedicó a la

recuperación de antiguos muestrarios artesanales relacionados

con las artes decorativas. Como consecuencia de la compra de

moldes de la antigua fábrica de Alcora en los años 50 del siglo xx,

se reprodujeron algunas esculturas vaciadas en porcelana tierna

sin barnizar, especialmente del muestrario decimonónico alcoreño,

como la que nos ocupa y las otras dos siguientes (N.os 32a y 32b).

Su falta de competitividad la abocó al cierre en 1995. (Véase p. 79).

El MCA conserva la escultura en escayola (Grangel Nebot;

Roig Cardells, 2004: 146)

Marca de la fábrica en la base de la escultura La Filosofía.

Page 203: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

202

N.º 32a

Músico con dulzaina

Colección particular

Altura: 22 cm

Molde: 1768-1775

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Abarca de Bolea, X conde Aranda,

entre 1742 y 1798

Dirección artística: Julián López (1711-1792)

Vaciado: c. 1950

Fábrica: Fundación de Gremios (1941-1995)

Materia y técnica cerámica: Porcelana tierna. Una cocción.

Marca de la fábrica en la base de

la escultura Músico con dulzaina

Page 204: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

203

N.º 32a

Page 205: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

204

Esta escultura muestra a un músico vestido con levita y sombrero

de tres picos a la moda francesa del siglo xviii que, con su mano

derecha sostiene una dulzaina que se acerca a la boca. La figura

aparece de pie en un montículo sobre una base de planta circular.

Esta figura forma parte de una banda de músicos que se anota

como «músicos de toda clase de instrumentos» en un memorial de

Mamés Lalana que incluye la relación de esculturas manufacturadas

en el departamento de media porcelana entre 1768 y 1775 (véase

p. 39). Uno de estos músicos fue publicado por Escrivá de Romaní

(1919: lámina 65)79. En ella se aprecia la isleta propia del rococó

alcoreño, donde se posa la figura. Estos músicos se fabricaron en

Alcora entre 1768 y 1775 aunque, obviamente, la figura que nos

ocupa de la Fundación de Gremios de Madrid80 es de manufactura

posterior, como demuestra la marca pintada en el reverso de

la base, propia de esta manufactura madrileña abierta en 1941.

Además de este músico dulzainero, reconocemos otros músicos,

como la siguiente escultura, manufacturados también en la

Fundación de Gremios reutilizando moldes antiguos de Alcora:

tocando un fagot, una flauta, una dulzaina, unos platos (Nº 32b),

unos tambores, un violín, etc., incluido el director de orquesta. Estas

figuras en porcelana tierna de la Fundación también se fabricaron

en una vistosa policromía, con casacas rojas, polainas negras y

sombrero negro de tres picos.

En el catálogo del muestrario de la fábrica de Cristóbal Aicart

entre 1895 y 1925, se incluyen diferentes figuras de músicos

(Fig. 36a) fabricados allí. El MCA conserva modelos en escayola de

esta serie de músicos (Grangel Nebot; Roig Cardells, 2004: 150).

79 Obra reproducida en la fotografía 4.80 Para ampliar información sobre la Fundación de Gremios, véase la ficha

anterior dedicada a La Filosofía (N.º. 31).

Page 206: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

205

N.º 32b

Page 207: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

206

N.º 32b

Músico con platos

Colección particular

Altura: 22,5 cm

Molde: 1768-1775

Propietario de la fábrica: Pedro Pablo Abarca de Bolea,

X conde Aranda, entre 1742 y 1798

Dirección artística: Julián López (1711-1792)

Vaciado: c. 1950

Fábrica: Fundación de Gremios (1941-1995)

Materia y técnica cerámica: Porcelana tierna. Una cocción.

Véase ficha n.º 32a.

Marca de la fábrica en la base de

la escultura Músico con platos.

Page 208: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

Biografías

ANDRÉS, GABRIEL(Alcora, Castellón, 24 de marzo de 1733-4 de mayo de 1795).

Escultor.

Contratado por 10 años en la fábrica de cerámica del conde

de Aranda en marzo de 1744, entró como aprendiz, aunque no

agotó ese plazo para su promoción a oficial.

En efecto, en las relaciones de personal que recogen el periodo

entre agosto de 1743 y agosto de 1763, Andrés se encuentra como

aprendiz de moldes en las nóminas de octubre de 1747, que

recoge datos desde agosto de 1743; como aprendiz de ruedas entre

noviembre de 1747 y octubre de 1748 y todavía como aprendiz,

otra vez de moldes, entre noviembre de 1748 y junio de 1750.

Sin embargo, entre octubre de 1752 y agosto de 1763 aparece como

oficial de talla, categoría laboral recién creada, junto a José Vilar

y Manuel Más (sustituido por Vicente Carnicer en septiembre de

1761), bajo el mandato del «maestro principal, dibuxante, tallista

y modelista», el escultor Julián López*. En ese mismo periodo se

experimentó un considerable aumento de modelos escultóricos.

Entre 1768 y 1783 a Andrés se le cita como «lugarteniente

de maestro», sin duda de López*; este último año firmó un contrato

por nueve años como «maestro principal» (director artístico-técnico

y jefe de producción) con un sueldo de 300 pesos anuales.

En 1785, Andrés se quejó al apoderado general del conde

de Aranda del estado lamentable de la fábrica, sobre todo por la

baja productividad de los operarios y por la deficiente organización

de los almacenes.

207

Page 209: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

208

En 1789 se relaciona en la nómina de los principales maestros

de la empresa como responsable de «barros y faenas», con 300

pesos anuales, el mismo jornal percibido por Julián López*

(Fig. 19), muy lejos de los 800 pesos que cobraba Cloostermans.

En 1793, Andrés continuaba en la fábrica como «maestro

principal».

Bibliografía: Escrivá de Romaní, 1919: 187, 188; Frothingham, 1945:

75; Todolí, 2002: docs. 8, 16, 28, 33, 38, 44 y 50; Grangel Nebot;

Roig Cardells, 2004: 24.

CLOOSTERMANS, PEDRO(París-Alcora, Castellón, 27 de enero de 1798).

Ceramista.

Casado con María Francisca Buiza, Pedro Cloostermans fue

contratado en París por el conde Pedro Pablo Abarca de Bolea, X

conde de Aranda –propietario de la fábrica de cerámica de Alcora

entre 1742 y 1798– en mayo de 1787, cuando era embajador en

la capital francesa. Su contrato de trabajo tenía una duración

de 30 años que no llegaron a agotarse. Sin duda, la empresa

necesitaba un ceramista con un conocimiento integral y solvente

de la manufactura cerámica, habida cuenta de la ausencia del

secretista Francisco Martin, fallecido en mayo de 1786 y de Juan

C. Knippfer, que abandonó su empleo poco después, y que eran

responsables de la producción de porcelanas que, en el caso de

Martin, incluía la pipa. En diciembre de 1787, Cloostermans fue

presentado en los talleres de la fábrica alcoreña como «maestro

principal» o director artístico-técnico y jefe de producción.

Cloostermans, llegó a Alcora con una amplia experiencia en el

campo cerámico. Sus trabajos como pintor y técnico en Limoges

y Sèvres, manufacturas que elaboraban desde hacía años porcelana

decorada sobre vidriado (a la grasa o petit feu), lo avalaban. Por este

motivo, el conde le encomendó un amplio abanico de comandas,

como «dirigir la fabricación de la pasta tierna, llamada francesa, de

la dura o sajona; la jaspeada, estilo Strasbourg; la pipa», aunque,

Page 210: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

209

según parece, su labor se centró en el perfeccionamiento de la

manufactura de loza y de pipa, así como en la consecución de

una porcelana que, a pesar de que el conde estaba dispuesto a

premiarla con jugosos emolumentos, se frustró por la oposición

del propio conde a utilizar tierras caolínicas extranjeras para su

elaboración.

Como máximo responsable de la producción, a él se debió la

sustitución de los viejos modelos formales y decorativos rococó

por otros al nuevo gusto neoclásico imperante en la época, que se

presentaron a la clientela de Madrid en enero de 1791, precisamente

en la tienda-almacén o «factoría» sita en la calle Luzón.

En 1789 Cloostermans, «director y fabricante», era, con diferencia,

el empleado mejor pagado de la empresa, con un sueldo anual de

800 pesos, muy por encima de lo que percibían todos los demás

empleados, incluidos máximos directivos y maestros (Fig. 19).

Sin embargo, aunque su trabajo contó con la admiración y el

apoyo incondicional del director de turno de la empresa, Domingo

Abadía, su estancia en Alcora, hasta su muerte en enero de 1798,

no fue todo lo fructífera que hubiera podido ser. Motivos de diversa

índole obstaculizaron su labor, como el prematuro regreso de París

en 1787 de los becados Cristóbal Pastor y Vicente Álvaro, que

interferían en su trabajo. Otro contratiempo fue la oposición radical

del conde Pedro Pablo a utilizar para la fabricación de la porcelana las

arcillas procedentes de Limoges que Cloostermans le había pedido

en junio de 1789 a su amigo personal y director de la manufactura,

François Alluaud, y que, una vez enviadas, el conde se negó a pagar.

Finalmente, el extrañamiento de Alcora: Cloostermans, como todos

los franceses «transeúntes y domiciliados», tuvo que abandonar el

reino de Valencia en cumplimiento de una orden gubernativa con

motivo de la guerra declarada a la república francesa. Cloostermans

y su familia se refugiaron en Barcelona en 1793 y no pudieron

regresar a Alcora hasta 1795. Obviamente, esta adversidad tampoco

favoreció el desarrollo de su trabajo en la fábrica.

Su hijo mayor, de igual nombre, pintor de porcelana, que fue

alabado por el director de la fábrica, Domingo Abadía, se encontraba

en 1797 realizando estudios de pintura académica en la Academia

de Valencia. Tres años más tarde recopiló los trabajos de su padre

Page 211: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

210

en el Compendio Químico. Teórico practico del Arte de Fabricar

Lozas pipas y Porcelanas. Sobre los nuevos descubrimientos y

adelantamientos de Don Pedro de Cloostermans en la Fábrica

de Alcora; siendo su Director y de la de Luis 16 miembro de su

academia en Paris y de Flandes; Austriaca. Dado a luz por su hijo

Don Pedro profesor de pintura. Valencia 1ro. Marzo de 1800. En

1801 se encontraba en Francia y en 1805, cuando trabajaba en una

fábrica de porcelana de Limoges, recibió una medalla acuñada a

su nombre en reconocimiento a su pintura sobre porcelana.

Otro de sus hijos, de nombre José, fue escultor destacado. Formó

parte desde 1790 de la Academia de Bellas Artes de San Carlos de

Valencia, de la que llegó a ser director general en 1835. Se le conoce

una escultura de San Vicente Ferrer realizada en 1835 (Fig. 44)81.

En mayo de 1792 nació en Alcora su única hija María Isidra.

Bibliografía: Escrivá de Romaní, 1919: 193-202; Frothingham,

1945: 70-94; Ainaud de Lasarte, 1952: 295-303; D’Albis, 1986:

583-588; Sierra Álvarez; Tuda Rodriguez, 2000: 14, nota 17; Aldea

Hernández, 2000: 45-54.

FERRER MIÑANA, JOAQUÍN(Alcora, Castellón, 22 de noviembre de 1749-9 de mayo de 1837).

Escultor.

Hijo de Vicenta y Vicente, y hermano menor del afamado pintor

y empresario José, su obra escultórica en la manufactura cerámica

del conde de Aranda, instalada en Alcora en 1727, se sitúa entre

las últimas décadas del siglo xviii y las primeras del xix, aunque su

obra más relevante se emplaza en el periodo neoclásico.

Según las fuentes documentales, Joaquín Ferrer se empleaba

en 1775 en el departamento de escultura y en 1782 era oficial

tallista y de moldes. En 1789, coincidiendo con el modelado de una

de sus obras más emblemáticas, que muestra a un león atacando

81 Véase: https://fallers.es/san-vicente-ferrer-pl-tetuan/.

Page 212: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

211

a un caballo, se encuentra reflejado como único «scultor» entre los

altos cargos de la empresa, y en 1793 se anota como maestro escultor.

En 1800, Pedro Pablo Alcántara de Silva Fernández (1741-1808),

X duque de Híjar, titular de la fábrica entre 1798 y 1808, le nombró

oficialmente máximo responsable del departamento de escultura.

Aunque se le atribuye el modelado de bajorrelieves, del que

era especialista, como las medallas que representan distintos

personajes, o placas de temas diversos e incluso, esculturas de

los bustos de personajes relevantes, su obra escultórica más

representativa responde a la estética neoclásica, caracterizada

por adoptar formas severas y depuradas pero no exentas de una

marcada expresividad.

Buen ejemplo de ello es el grupo escultórico, citado anteriormente,

que muestra a un león atacando a un caballo (N.º 23), firmado por

él en 1789 para el cual se inspiró, según todos los indicios, en un

grabado de Adamo Ghisi (1530-1587) de 1580 (Fig. 21) que, a su vez,

pudo inspirarse en los bronces de los célebres escultores renacentistas

Giovanni Bologna (1529-1608) o Antonio Susini (1585-1653).

Entre sus «luchas» cabe destacar, además del grupo del león y el

caballo, el grupo de león atacando a un águila (N.º 18), alegoría de

la guerra de independencia (1808-1814) con un claro simbolismo

patriótico, en el que se muestra una singular circunstancia, pues

al león se le dio el rostro del héroe nacional en esta contienda,

Juan Martín Díez, el Empecinado (1775-1825), cuya manufactura

es, obviamente, posterior a 1814.

Los grupos de «luchas de todas clases», «luchas de animales»

o simplemente «luchas», en los que Ferrer se especializó, que

muestran diversos animales en actitud hostil o de pelea, todavía se

anotan en sendos muestrarios de 1825 y 1849.

A Joaquín Ferrer también se le atribuye el modelado de algunos

bajorrelieves: la Apoteosis de Carlos III; las medallas de diversos

personajes, como Pedro Pablo Abarca de Bolea, X conde Aranda,

propietario de la fábrica entre 1742 y 1798 y su segunda esposa;

algunos bustos, como el del mismo conde, realizado hacia 1790

(N.º 11), el de Fernando VII, realizado a partir de 1814 (N.º 22)

y el de Agustín Pedro Gonzalo Telmo Fadrique de Silva Fernández

(1773-1817), XI duque de Híjar (Fig. 34b), propietario de la fábrica

Page 213: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

212

entre 1809 y 1817, uno de los cuales adornaría la sala de exposición

de la fábrica, como mandaba el duque en 1810: «En el frontis de

esta pieza [la sala de exposición que se tenía que inaugurar] se

colocará el busto mío que está haciendo el maestro de escultura

con manto ducal y la gran Cruz como fundador del gavinete».

En 1818 figura en la nómina de los altos cargos.

Cabe destacar, por último, la escultura del Toro Farnesio, cuyo

modelado, que atribuimos a este mismo escultor, se puede datar

en 1828 (N.os 20a, 20b y 20c).

Bibliografía: Escrivá de Romaní, 1919: 161, 260, 277, 451, 452, 471,

472, 546; Frothingham, 1945: 75; Frothingham, 1957: 59-63; Grangel

Nebot; Roig Cardells, 2004: 26, 28 y 118; Connors, 2005: 346. Todolí,

2006; Feit, 2017: 58 y 59; AHPZ. Expedientes Casa Ducal de Híjar,

P/3-123-10. 1849.

FERRER PARDO, JOSÉ(Alcora, Castellón, 23 de septiembre de 1777-1843).

Escultor.

Hijo del escultor Joaquín Ferrer Miñana* y sobrino del polifacético

José Ferrer Miñana, desde bien pronto demostró sus dotes innatas

para la escultura, especialmente de bajorrelieves, cuyo aprendizaje

estuvo a cargo de su padre en la fábrica de cerámica de Alcora.

En 1800 su padre se ocupaba personalmente y en exclusiva

de su formación en la manufactura alcoreña, cosa que le valió la

reprimenda del propietario de la fábrica, a la sazón Pedro Pablo

Alcántara de Silva Fernández (1741-1808), X duque de Híjar, titular

de la fábrica entre 1798 y 1808, que cuestionaba su desocupación

«la mayor parte del día, y tiene solo por discípulo a su hijo Josef».

De este mismo año se conoce una placa en terracota con la

representación del rey David modelado en relieve con la firma

incisa: «Josef Ferrer i Pardo, Marzo 1800».

El MNCGM conserva cuatro placas en terracota modeladas en

bajorrelieve: la alegoría del verano, con firma incisa: «Jose Ferrer

y Pardo, Año 1800, Marso» (N.º 13); dos placas que muestran a un

Page 214: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

213

personaje masculino ataviado con ropajes clásicos, con su firma

incisa (N.os 14a y 14b); y por último, la placa dedicada a Fernando

VII en la que se muestra el busto de perfil del rey borbónico

(N.º 17) que también se le atribuye.

Modeladas por él se conocen también algunas figuras

conservadas en el MDB, como las alegorías firmadas de El Silencio

y de La Humildad (Figs. 28 y 29), de corte clásico, aunque su

obra más representativa es, sin duda, una magnífica placa en

bajorrelieve realizada con equilibrada delicadeza, la Apoteosis

de San Pedro de Alcántara (N.º 15) de la que existen algunos

ejemplares. El que conserva el MBA de Castellón presenta la

siguiente inscripción incisa: «La modeló Jose Ferrer y Pardo. Año

1807» (Fig. 43), que deja sin lugar a dudas su autoría y la fecha de su

realización. La placa cerámica está inspirada en el bajorrelieve del

escultor abulense Francisco Gutiérrez que, realizado en mármol en

1769, se encuentra en la capilla funeraria dedicada al santo en el

santuario de San Pedro de Alcántara en Arenas de San Pedro, Ávila

(Fig. 42), aunque el modelo utilizado por el escultor fue un

grabado de Manuel Salvador Carmona (Fig. 41).

Bibliografía: Escrivá de Romaní, 1919: 451; Vilaplana, 1999: 170-

173; Grangel Nebot; Roig Cardells, 2004: 28, 115, 116, 117; Alcalá

Subastas, mayo 2007: 190-lám. 477.

GÓMEZ, FRANCISCOMoldista.

Según las listas de empleados de la fábrica cerámica instalada en

Alcora en 1727, elaborada por Riaño en 1879, Francisco Gómez

figura como modelador entre 1731 y 1750. Sin embargo, según las

relaciones de personal de 1743 a 1763 que conserva el Archivo de

la Diputación Provincial de Castellón, Gómez ocupaba la cabecera

de la sección de moldes en este periodo.

En marzo de 1746, fue interrogado por el juez José Bermudo

(1744-1760) en el juicio interpuesto contra el «factor» –responsable

de la «factoría» o almacén de venta de la fábrica– Pedro Garcés

Page 215: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

214

(Todolí, 2011-2013), acusado de espionaje industrial y de querer

instalar una fábrica de loza en la cartuja de Valldecrist con

la presunta colaboración de algunos empleados. El jefe de los

moldistas, Gómez, declaró que no tenía conocimiento de tal

empresa, aunque años atrás había oído decir que el tal Garcés

había hecho pruebas a modo de porcelana en beneficio de la

fábrica.

Entre octubre de 1752 y agosto de 1761, el muestrario escultórico

se amplió notablemente en la fábrica alcoreña (Figs. 6a, 6b, 6c

y 6d) bajo la dirección del escultor Julián López, «Maestro Principal,

Dibujante, Tallista y Modelista» y de tres oficiales de la recién

creada sección de talla: Gabriel Andrés, Joseph Vilar y Manuel

Más Vilar, momento desde el que adquirió una mayor importancia

la sección de moldes dirigida por el propio Francisco Gómez.

Bibliografía: Escrivá de Romaní, 1919: 543-555; Todolí, 1997: 47-88;

Todolí, 2002: 314, 315, 298, 321, 332, 339, 346, 355.

HALY, FRANCISCOTécnico cerámico.

Haly, posiblemente de Nevers (Francia), fue contratado para trabajar

en la fábrica de cerámica del conde de Aranda en Alcora el 12 de

octubre de 1751.

Su director principal, Cayetano de Allué (Todolí, 2011-2013), fue el

encargado de su contratación en nombre de su propietario, a la sazón

Pedro Pablo Abarca de Bolea, X conde de Aranda. En el contrato,

el técnico francés se obligaba con la fábrica durante un periodo

de 10 años, cobrando un sueldo de 400 pesos anuales abonables

después de cumplir con lo pactado, la obtención de la porcelana,

a satisfacción de Allué y otras personas nombradas por el conde.

En el mismo contrato se estipula que el conde Pedro Pablo

debía pagar 60 pesos para el viaje de su familia desde Francia

y, en caso de su muerte, otros 200 pesos para su regreso. El

maestro francés se comprometía a entregar por escrito sus recetas

al director principal Cayetano Allué.

Page 216: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

215

Haly contó para tal empeño con la colaboración de dos oficiales

de pasta y uno de pintura; se le dió un plazo de un año para

cumplir su objetivo y una gratificación de 1000 pesos franceses si

lo conseguía en medio año.

Los intentos fallidos de Haly por conseguir la porcelana decidieron

al conde a contratar a otro afamado secretista de origen sajón, Juan

Knipffer.

Se conoce una maqueta de horno en el que se puede leer:

«Modele de four pour la porselene naturele, fait par Haly pour Mr.

le Comte d’Aranda. Alcora, 29 Juin, 1756».

Bibliografía: M. Escrivá de Romaní, 1919, 152, 153, 548; Ainaud de

Lasarte, 1952: 290; Coll, 2009: 186.

KNIPFFER, JUAN CRISTIANSajonia.

Pintor y técnico cerámico.

Juan C. Knipffer, pintor y secretista de origen sajón, aparece reflejado

por primera vez en las listas de personal de la fábrica de cerámica

del conde de Aranda, instalada en Alcora en 1727, en el periodo

de septiembre de 1761 a agosto de 1763, como «Maestro Pintor y

para la Porzelana», donde ocupó la cabecera de la nómina junto

a Julián López y José Ochando, los dos como «Maestro Principal,

Dibuxante, Tallista y Modelista», y Jacinto Causada como «Maestro

pintor y para varios barnizes y color».

En marzo de 1764 la empresa le compró por 200 pesos las

fórmulas que recopiló en «Secretos de Christian Kniffer sobre la Loza

y Porcelana», donde, además de ofrecer las recetas para elaborar

«porzelana» y «media porzelana», se detallan las fórmulas de barnices,

colores y del oro y plata metálicos para pintar, aunque «poner oro

fino a la loza de esta fábrica, como también purpura, nacar [plata]»

y otros colores se consiguió a partir de 1761 «a costa de grandes

sumas».

En mayo de 1764 la empresa alcoreña formalizó un contrato

de trabajo por 6 años con el maestro sajón, en el que se obligaba a

Page 217: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

216

fabricar «porcelana y pintura conforme a la de Saxonia», en referencia

a la porcelana china o dura sajona pintada sobre vidriado a la grasa

o petit feu, así como también a elaborar los barnices y los colores

metálicos de oro y plata.

Los fracasos de Knipffer en la obtención de la porcelana dura

llevaron, por un lado, a habilitar en 1768 un departamento

especializado en la llamada media porcelana con el que, bajo su

dirección técnica, se manufacturó un amplio muestrario de esculturas

rococó, y por otro, a dejar en 1774 el departamento de porcelana

en manos de un secretista francés, Francisco Martin.

Knipffer dejó la fábrica al poco tiempo de morir Francisco Martin,

en 1786.

Bibliografía: Escrivá de Romaní, 1919: 157, 192, 321-361; Ainaud

de Lasarte, 1952: 290, 295; Todolí, 2002: docs. 8, 16, 28, 33, 38, 44,

50 y 89.

LÓPEZ, JULIÁN(1711-18 de marzo de 1792).

Escultor.

Julián López fue contratado en la fábrica de cerámica del conde

de Aranda en agosto de 1746, en calidad de «maestro de dibuxo

talla y de enseñar a los aprendizes», encabezando la nómina de

trabajadores o «fabricantes».

Nada se sabe de su origen ni de su formación como escultor

ni como ceramista, ni tampoco de su obra, si la hubo, anterior

a la que desarrolló en los talleres de la fábrica alcoreña. López,

del que tampoco conocemos su segundo apellido, contaba unos

35 años de edad cuando entró a formar parte de la plantilla de

empleados en 1746. Sin embargo, no cabe ninguna duda de que

desarrolló una labor ingente y meritoria en Alcora que perduró

durante más de cuatro décadas, demostrando su extraordinario

talento plasmado, especialmente, en su obra escultórica.

Su ausencia de la fábrica por unos días en julio de 1747 le

salvó de declarar en el contencioso por la importación del zafre,

Page 218: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

217

mineral de cobalto responsable del color azul, que se importaba

de Holanda. En su ausencia, la Junta de Comercio, que abogaba

por el consumo de productos nacionales en las manufacturas

españolas, llamó a declarar al principal pintor, Miguel Soliva

(Todolí, 2011- 2013). Su declaración sustituyó a la de Julián López

«maestro mayor y principal de pintura y talla, por cuyas manos,

y dirección corre la aplicación de este ingrediente». En diciembre

de ese mismo año, el «maestro prin. [principal]» López y el pintor

Soliva, después de los pertinentes controles de calidad a los que

sometieron el zafre aragonés facilitado por la Junta de Comercio,

declararon que era «mui inferior al safre de Olanda» utilizado

comúnmente en las decoraciones pintadas alcoreñas.

En su faceta técnica, López firmó algunas recetas de colores

contenidas en las «Recetas de los colores que se usan» en la fábrica

de Alcora de 1749; entre ellas se detallan algunas preparaciones,

precisamente, del color azul.

Según las nóminas disponibles, hasta octubre de 1748 López

ocupó en solitario el mismo cargo que tenía cuando fue contratado.

A partir de esa fecha y hasta junio de 1750, compartió la cabecera

de la nómina con José Ochando, los dos como «maestro principal,

dibuxante, tallista y modelista». Entre octubre de 1752 y agosto de

1761, volvió a estar en solitario con el mismo cargo anterior. Fue en

este periodo cuando el exiguo muestrario de esculturas realizadas

en loza, iniciado en 1742, se amplió considerablemente. Por primera

vez, algunas de las cerámicas que se anotan en ese mismo periodo,

dedicadas al adorno, como placas, cornucopias, chimeneas, jarrones

(N.os 1a y 1b), etc., muestran el «adorno moderno» o «talla a lo

moderno» o «a la francesa» (Figs. 6a, 6b, 6c y 6d), en clara alusión a

la rocalla tallada, elemento representativo del nuevo estilo artístico

importado de Francia: el rococó.

La incorporación de nuevo en septiembre de 1761 de un

antiguo empleado, el escultor José Ochando Navarro, con el mismo

cargo que López, benefició la ampliación del muestrario rococó,

especialmente de esculturas, pero también, a partir de 1764, de las

series decorativas que adornaron principalmente cerámicas para

uso doméstico manufacturadas en loza fina: «madamita», «jaula

con su pajarito», «navío», «flores naturales», «ramito nuevo», «fuente»,

Page 219: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

218

«trofeos», «perrito», «andrómica fina», «andrómica regular», «ramito

morado» y «países naturales». En 2002 reunimos estas series que

denominamos «series de Lalana», en referencia al director principal

de la fábrica, Mamés Lalana, que las anota y las describe en el

«Ramo de la pintura en el barro común» en un memorial de 1775,

y no, como en ocasiones se ha entendido de forma errónea, porque

las diseñara él. Algunas de estas decoraciones muestran la rocalla

o «adorno de talla» o «talla», como se denominaba impropiamente

a la rocalla pintada en la fábrica, introducida en fechas cercanas

a la tridimensional, dada entre 1753 y 1755, (véase p. 33).

A partir de 1768 el repertorio de esculturas aumentó conside-

rablemente. Manufacturadas en un novedoso soporte, la media

porcelana, bajo la dirección técnica del sajón Juan C. Knipffer, apa-

recieron los «originales hechos para el ramo de media porcelana»,

que incluían cientos de figuritas, alegorías, personajes históricos

y mitológicos (véanse pp. 39, 40), a menudo inspirados en la obra

del grabador alemán Balthasar Sigismund Setletsky (1690-1771), del

que López era, según parece, un gran admirador. En el modelado

de su obra, elegante y detallista, propio del rococó, se desvela la

mano experta del maestro escultor Julián López.

En la nómina de los principales cargos de 1789, el anciano

López encabezaba a los maestros de la empresa con uno de los

mejores sueldos, 300 pesos anuales (Fig. 19), aunque a estas alturas

de siglo el director principal Domingo Abadía decía, refiriéndose

a él, que «ha tenido merito, pero hoy todos sus trabajos se van

corrigiendo por ser de un gusto pesado nada conforme a lo que

en el día se trabaja en todas partes», palabras que demuestran

que la obra escultórica de López, de estética detallista rococó

«de gusto pesado», había pasado de moda y se imponían los modelos

neoclásicos, de estética severa, pero no exenta de expresividad.

Aunque su obra durante los años que trabajó en la fábrica

alcoreña, entre 1746 y 1792, fue variada e ingente, solamente

se le conocen unas pocas obras firmadas, como dos acuarelas sobre

papel de «sartous» –especie de elaborados fruteros– de mediados

de siglo xviii y otra de un barco, perteneciente a una de las series

de Lalana, denominada «navío», manufacturada por primera vez

entre 1764 y 1775; una escultura de santa Teresa fechada en 1767

Page 220: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

219

y otra excepcional en terracota, Lucrecia en el acto de pasarse el

pecho con la daga, conservada en el Instituto Valencia de Don Juan

(Figs. 12a, 12b y 12c), cuyo modelo se anota en media porcelana

entre 1768 y 1775. Por último, se conservan también los diseños

firmados de tres hornos para fabricar cerámica fina y porcelana,

de alrededor de 1787.

En consecuencia, el escultor Julián López, maestro principal, cargo

equivalente al de director artístico-técnico y jefe de producción, que

contó con la colaboración de una dotación de tres especialistas,

oficiales de talla –modalidad laboral creada entre 1752 y 1761–,

de nombres Gabriel Andrés, José Vilar y Manuel Mas –sustituido

por Vicente Carnizer entre 1761 y 1763– es, sin duda, el máximo

exponente del rococó en la manufactura alcoreña.

Bibliografía: Escrivá de Romaní, 1919: 210-213, 293-310;

Frothingham, 1945: 75; Ainaud de Lasarte, 1952: 295; Díaz, et al.,

1996: 139; Todolí, 2002: 134-139 y docs. 8, 16, 19, 28, 29, 33, 38,

44, 50, 89; Grangel Nebot; Roig Cardells, 2004: 16; José i Pitarch,

2005: 21-101; Todolí, 2012: 133-láms. 8a y 8b; Todolí, 2015: 65-67:

121, 122; Feit, 2017: 54, 99, 202.

MARTIN, FRANCISCO(Francia-Alcora, Castellón, 25 de mayo de 1786).

Técnico cerámico.

Francisco Martin, de origen francés, fue contratado en octubre de

1774 personalmente por Pedro Pablo Abarca de Bolea, X conde de

Aranda, propietario de la fábrica de cerámica de Alcora, cuando

era embajador en París (1773-1787). Su salario mensual asignado,

de 100 pesos, le obligaba a la fabricación de la «porcelana transparente,

fayanza japona, de pipa, hornos y muelas».

Un mes después de su contratación, Martin se hizo cargo de

la dirección del «Ramo de porcelana», donde se debía producir

en este soporte cerámico, y también, desde 1775, en loza de

pipa, soporte cerámico de origen inglés muy comercial en la

época, utilizado por primera vez en España en la fábrica alcoreña.

Page 221: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

220

En este departamento era «considerable el caudal consumido»,

aunque contaba con una modesta dotación de ocho empleados.

Según parece, Martin también fabricó dos esculturas que se le

atribuyen, fechadas en 1776. Representan las alegorías del invierno

y de la primavera82, que, con El Verano y El Otoño, completaban

la serie de los «quatro tiempos» o estaciones del año, aunque cabe

señalar que su tallado original, de marcada influencia rococó, lo

atribuimos al escultor Julián López.

En 1782, Martin viajó a París para presentar personalmente

un memorial de quejas al conde de Aranda, Pedro Pablo, por el

espionaje del que eran objeto sus fórmulas y por las rencillas entre

el personal. Prueba de este espionaje es un cuaderno donde se

recogen las «Observaciones que hacía sobre las mezclas usadas

por Mr. Martín, Gabriel Andrés», escultor que era por estas fechas

el «lugarteniente» del maestro principal, director artístico-técnico

y jefe de producción, Julián López. En 1783 llegó a ser también

maestro principal.

Martin puso fin a su vida en Alcora en 1786.

Bibliografía: Escrivá de Romaní, 1919: 160-162, 192; Ainaud de

Lasarte, 1952: 290, 29; Todolí, 2002: 414; 2015: 123, 131; Grangel

Nebot; Roig Cardells, 2004: 22, 23.

OCHANDO NAVARRO, JOSÉ(Almazora, Castellón, c. 1700-1773).

Escultor.

Miembro de una antigua saga de escultores oriundos de Almazora,

José Ochando se casó en Alcora con Josefa María Aycart en 1723.

Poco más de tres años después, en marzo de 1727, fue contratado

para trabajar en la fábrica de cerámica del conde de Aranda

cuando estaba trabajando en el retablo de San Joaquín de Alcora.

82 La Primavera está fechada en 1776. Ambas podrían ser pruebas de pastas

cerámicas (N.os 27 y 29).

Page 222: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

221

Según su contrato, Ochando fue empleado como dibujante

y maestro de talla, «formando los dibujos necesarios, assí para

pintura como para bulto de las piezas» y también debía ocuparse

dos horas al día de la escuela de aprendices para formar a los

alumnos, preferentemente en la talla. Sin embargo, todo indica

que su ocupación exclusiva en los primeros años fue la de dirigir

«la escuela de dibuxo con su maestro dedicado solamente al empleo

de la enseñanza», en horario intensivo durante toda la jornada

laboral.

Ochando compartió con José Olerys, Jacinto Causada y Julián

López la autoría de un recetario de colores de 1749.

La dilatada estancia de Ochando en la fábrica de cerámica de

Alcora estuvo marcada por sus ausencias, más o menos justificadas,

por motivos variados: laboral, familiar, profesional, físico, docente,

etc., que causaron graves perjuicios a la empresa. En sus ausencias

temporales, que afectaban sobre todo a la academia de aprendices,

le sustituyeron en esta labor los maestros principales, el marsellés

José Olerys primero, y Julián López* después.

En las relaciones de personal conocidas, que recogen el

periodo de agosto de 1743 a agosto de 1763, encontramos a José

Ochando entre agosto de 1743 y diciembre de 1745, que ocupa en

solitario la cabecera de la nómina de empleados como «maestro

principal, dibuxante, tallista y modelista, a cuya instrucción están

los aprendices pintores y moldura». Entre noviembre de 1748 y

junio de 1750 y entre septiembre de 1761 y agosto de 1763, aparece

como «maestro principal, dibuxante, tallista y modelista» junto

a Julián López, con el mismo cargo, y en este último periodo

también junto a Juan C. Knipffer, «maestro pintor y para la porcelana»

y Jacinto Causada, «maestro pintor y para varios barnices y color».

En febrero de 1755, José Ochando fue interceptado en Utiel por

presunto delito de espionaje industrial. Detenido y encarcelado,

se le incautaron «27 dibujos y estampas y dos quadernos de

recetas suyas, a excepcion de un dibujo que se le dio Mr Oleri

al establecimiento de la fábrica». Su destino era un lugar cercano

a Burgos donde, a instancias de Juan de Isla, se iba a establecer una

fábrica de loza. La intercesión de altos cargos de la empresa, entre

los que estaba Julián López*, le salvó de males mayores.

Page 223: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

222

En marzo y en diciembre de 1763, Ochando redactó y firmó sendos

documentos junto a otros empleados, a modo de comité de empresa,

dirigidos al subdelegado de la fábrica, Gaspar de Nava (1760-1763)

y Nicolás Mariño (1763-1767), respectivamente, comunicando

diversos atropellos cometidos por el Ayuntamiento de Alcora contra

algunos empleados para persuadirles del pago de tributos.

En enero de 1773, se le cita como difunto.

Bibliografía: Escrivá de Romaní, 1919: 293-310; Codina, 1946: 44;

Sánchez Adell, 1973: 41; Olucha, 1987-1988: 365-373; Pérez Camps,

2001: 14; Todolí, 2002: 65-74, 114-115, docs. 7, 8, 16, 28, 33, 38, 44,

47, 50, 51, 83, 84; Grangel Nebot; Roig Cardells, 2004: 12, 14.

PASTOR CROS, CRISTÓBAL(Alcora, Castellón, 17 de marzo de 1748-18 de julio de 1829).

Técnico ceramista.

Hijo de José Pastor y de María Cros, se casó con María Nebot en 1775.

Desaparecidos Martin, por fallecimiento en mayo de 1786,

y Knippfer, que abandonó su empleo poco después, responsables

de la producción de porcelanas que, en el caso de Martin, incluía

la pipa, el conde Pedro Pablo Abarca de Bolea, X conde de Aranda,

propietario de la fábrica de cerámica de Alcora entre 1742 y 1798,

decidió pensionar en París a dos de sus empleados, el técnico

Cristóbal Pastor* y el pintor Vicente Álvaro (Todolí, 2011-2013),

en junio de ese mismo año. Los dos firmaron un contrato donde se

especificaban las condiciones del viaje y estancia en Paris durante

diez años para «instruirse ambos en el ramo de la porcelana, y otras

calidades». Sin embargo, poco más de un año después, en 1787, Álvaro

y Pastor estaban de regreso. El motivo de su prematuro regreso a la

fábrica se pudo deber a que en mayo de ese mismo año el conde

contrató en París a un nuevo maestro principal, Pedro Cloostermans,

experimentado ceramista de reconocido prestigio, de origen francés.

En 1789 se relaciona a Pastor como responsable, con Vicente

Álvaro, la sección de porcelana con un sueldo de 250 pesos

anuales (Fig. 19).

Page 224: LA SEDUCCIÓN DE LA ELEGANCIA

223

En 1799, un año después de la muerte de Cloostermans, Pastor

fue nombrado por el propietario de la fábrica de cerámica de Alcora,

a la sazón Pedro Pablo Alcántara de Silva Fernández (1741-1808),

X duque de Híjar, titular de la fábrica entre 1798 y 1808, maestro

del departamento de pipa y de porcelana dura, con Francisco

Garcés como agregado. En 1800, Pastor fue el maestro encargado

de mejorar la pipa y la porcelana dura, departamentos que estaban

bajo su dirección. En 1810 se le nombró maestro del departamento

de pipa porque «ha perfeccionado solo este ramo», por lo que

cabe deducir su fracaso en la obtención de la porcelana dura

y que continuó la obra de Cloostermans en cuanto a la producción

de pipa, al menos hasta 1814. Ese mismo año abandonó la fábrica

alcoreña para formar una sociedad junto a los vecinos de Alcora

Joaquín Ten, Francisco Pastor y Pastor y Joaquín Pastor, los tres

fabricantes de loza, y Vicente Granell, de profesión labrador, cuyo

objetivo era la manufactura en Alcora de loza fina, aunque aquí se

refería al soporte cerámico conocido como tierra de pipa barnizada.

La fábrica contaba con 30 operarios.

Este hecho demuestra el éxito comercial en la época de este

soporte cerámico de origen inglés, pipa, con el que se manufacturó

gran parte del muestrario escultórico neoclásico de la fábrica

alcoreña.

Bibliografía: Escrivá de Romaní: 213-216, 1919: 259, 260, 436, 453,

454, 462; Frothingham, 1945: 75; Todolí, 2002: doc. 109; José i

Pitarch: 2005: 79.

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DEL NACIMIENTO DE PEDRO PABLO ABARCA DE BOLEA, X CONDE DE ARANDAIMPULSOR DE LA ESCULTURA EN ALCORA

ANIVERSARIO1719 - 2019

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