La Soberanía de Dios y La Predestinación

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Enseñanza sobre la elección de Dios en la predestinación y en su soberanía de acuerdo a la Biblia. Tomando unas enseñanzas del augustinianismo y del calvinismo.

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La soberana de Dios y la predestinacin.

Introduccin

Historia de la formulacin de la doctrina, La controversia Agustina-Pelagiana. Martin Lutero - Desiderius Erasmus. George Whitefield John Wesley.

Formulacin de la doctrina.

Preordenacin: es todo aquello que sucede con todas las cosas. Nos dice; que no hay nada en todo el universo que est exento de esta preordenacin del Dios Eterno, As, sea una piedra o un animal, sea un hombre o un ngel, sea en este mundo o en otro en el pasado, presente o futuro, todo ha sido preordenado por Dios por medio de su decreto divino.

La predestinacin se refiere solo a una parte de la preordenacin, pero la predestinacin solo aplica a agentes morales; sean ngeles, hombres o demonios.

Dentro de la predestinacin existe la eleccin y la reprobacin:

Eleccin:La eleccin est determinada por Dios y se aplica solamente a aquellos que han de ser salvos una vez se produjo la cada de Adn.

De este modo cuando Dios escoge desde la eternidad salvar a una persona que ha cado en pecado y es incapaz de salvarse a s mismo. Dios debe capacitar a esta persona para aceptar la salvacin que Dios le ofrece. (Debe de abrir su entendimiento, como con Lidia cuando Pablo predicaba. Hechos 16:14)(Esto se llama decreto positivo)

Eph 1:11 tambin1 hemos obtenido herencia2, habiendo sido predestinados segn el propsito de aquel que obra todas las cosas conforme al consejo de su voluntad,

l ha decretado trabajar en el corazn del hombre y atraerlo, cuando las pasiones de una persona son querer venir a Dios; es porque l es una nueva criatura con nuevos deseos, con un corazn nuevo, esa persona es una nacida de nuevo). Ezequiel 11:19, Ezequiel 36:26.

Juan 14:6: " Nadie viene al Padre sino por m". En esta enseanza Jess establece dos verdades, Una de las cuales pertenece a la eleccin y otra a la reprobacin. l dice algo negativo y algo positivo. La cosa negativa es que ningn hombre va a l. Es lo mismo que decir que ningn hombre por s mismo como hombre en su condicin actual viene realmente a Jesucristo. Cristo ha dicho una cosa similar anteriormente en las palabras, "esta es la condenacin que la luz ha venido al mundo y los hombres prefieren la obscuridad antes que la luz".

En Juan 6:44 y v.65."ningn hombre viene a m excepto que el Padre lo trajere". Aqu se ensea que si el Padre conduce a un individuo particular el necesariamente vendr a Jesucristo. En otras palabras, para que una persona venga a Jesucristo debe haber una accin divina anterior en el corazn de esa persona. Esa accin es llamada "escoger" a la persona. En Juan 3 se dice "nacer de nuevo" o que la persona es hecha nueva por un poder superior, que est identificado como el Espritu Santo. Pero como se puede ver, en el instante en que estamos tratando con la venida a Jesucristo de una persona, Dios est activo escogiendo ese individuo para que est inclinado a venir a Jesucristo. Dios no est meramente parado dejando al individuo a s mismo, sino que por el contrario l est produciendo un cambio en el corazn de la persona; est escogiendo a la persona para que sienta ahora la inclinacin de venir a Jesucristo y de esta manera,

Reprobacinl permite que los hombres pequen, no pone en el hombre ningn tipo de inclinacin ni deseo pecaminoso de llevar a cabo pecado. Dios no tienta a nadie ni tampoco l es tentado por nadie. (El hombre apartado de la Gracia de Dios, solo puede practicar el pecado y es hijo del Diablo)Juan 8:44 Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queris hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en l. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.

Ahora, entonces, llamamos reprobacin un decreto permisivo. Lo que se quiere significar es esto: de acuerdo a este decreto Dios predestina los actos de hombres pecaminosos ordenando todas las circunstancias que conducen a la decisin del pecador pecaminosamente sin realmente inclinarlo, o disponerlo o energizarlo al pecador a hacer el acto diablico. Dios simplemente permite la reprobacin de s mismo y su propia instigacin o inclinacin para ser lo malo.

Dios no les otorga la gracia para ser salvos, es decir; las personas son dejadas en su condicin normal despus de la cada de Adn. (Dios los priva de su gracia salvfica, pero no de su gracia comn).Juan 3:19 Y esta es la condenacin: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron ms las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.

Cul es la posibilidad de que un hombre por s solo elija la salvacin?Responder a eso con un versculo. Ninguno puede venir a m. Juan 6:44 y v. 65.

Con base en qu Dios decidi elegirnos?Solo Dios sabe cul fue la razn por la que nos salv. Pero lo que si sabemos, es que fue por su misericordia, ya que cuando Dios vio al hombre en su estado de corrupcin, tuvo misericordia de l.

Tito 4:1-64 Pero cuando se manifest la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, 5 nos salv, no por obras de justicia que nosotros hubiramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneracin y por la renovacin en el Espritu Santo,6 el cual derram en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador,

Aunque no sabemos porque Dios nos eligi, podemos decir la siguiente afirmacin. Cuando Dios nos eligi no vio en nosotros cosa alguna que no fuese pecado.

Salmos 51:1-3Ten piedad de m, oh Dios, conforme a tu misericordia;Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.2 Lvame ms y ms de mi maldad,Y lmpiame de mi pecado.3 Porque yo reconozco mis rebeliones,Y mi pecado est siempre delante de m.

Dios no nos eligi por algo que haba en nosotros, as como tampoco en Israel.Deu 7:7 El SEOR no puso su amor en vosotros ni os escogi por ser vosotros ms numerosos que otro pueblo, pues erais el ms pequeo de todos los pueblos;Deu 7:8 ms porque el SEOR os am y guard el juramento que hizo a vuestros padres, el SEOR os sac con mano fuerte y os redimi de casa de servidumbre1, de la mano de Faran, rey de Egipto.

La diferencia no la hace el intelecto humano o algo que sea superior en unos hombres y en otros no. Pues si el hecho de escoger la salvacin fuese por algo en nuestra naturaleza o debido a nuestra inteligencia, an de eso podramos jactarnos y decir que hemos credo en Dios porque somos inteligentes y que las otras personas no creen en l porque son tontas. Fuimos elegidos solamente por el puro afecto de su voluntad.1Corintios 1:26 Pues considerad, hermanos, vuestro llamamiento; no hubo muchos sabios conforme a la carne2, ni muchos poderosos, ni muchos nobles;1Co 1:27 sino que Dios ha escogido lo necio del mundo, para avergonzar a los sabios; y Dios ha escogido lo dbil del mundo, para avergonzar a lo que es fuerte1Co 1:28 y lo vil y despreciado del mundo ha escogido Dios; lo que no es, para anular lo que es;1Co 1:29 para que nadie1 se jacte delante de Dios.

Eph 1:3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Seor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendicin espiritual en los lugares celestiales en Cristo,Eph 1:4 segn nos escogi en l antes de la fundacin del mundo, para que fusemos santos y sin mancha delante de l,Eph 1:5 en amor habindonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, segn el puro afecto de su voluntad.

Si Dios predestin a alguien para salvacin, esta persona ser salva. La salvacin es un don de Dios y su llamamiento tambin. Ambos son irrevocables.Rom 11:29 Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios.

Rom 8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propsito son llamados. (Me recuerda a Jos narrando su historia a sus hermanos.)Gen 45:5 Ahora, pues, no os entristezcis, ni os pese de haberme vendido ac; porque para preservacin de vida me envi Dios delante de vosotros. Gen 45:6 Pues ya ha habido dos aos de hambre en medio de la tierra, y an quedan cinco aos en los cuales ni habr arada ni siega. Gen 45:7 Y Dios me envi delante de vosotros, para preservaros posteridad sobre la tierra, y para daros vida por medio de gran liberacin. Gen 45:8 As, pues, no me enviasteis ac vosotros, sino Dios, que me ha puesto por padre de Faran y por seor de toda su casa, y por gobernador en toda la tierra de Egipto.

La culpa de sus hermanos.Gen 37:27 Venid, y vendmosle a los ismaelitas, y no sea nuestra mano sobre l; porque l es nuestro hermano, nuestra propia carne. Y sus hermanos convinieron con l. Gen 37:28 Y cuando pasaban los madianitas mercaderes, sacaron ellos a Jos de la cisterna, y le trajeron arriba, y le vendieron a los ismaelitas por veinte piezas de plata. Y llevaron a Jos a Egipto.(B)

Rom 8:29 Porque a los que antes conoci, tambin los predestin para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que l sea el primognito entre muchos hermanos.Rom 8:30 Y a los que predestin, a stos tambin llam; y a los que llam, a stos tambin justific; y a los que justific, a stos tambin glorific.Rom 8:31 Qu, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, quin contra nosotros?Rom 8:32 El que no escatim ni a su propio Hijo, sino que lo entreg por todos nosotros, cmo no nos dar tambin con l todas las cosas?Rom 8:33 Quin acusar a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.Rom 8:34 Quin es el que condenar? Cristo es el que muri; ms aun, el que tambin resucit, el que adems est a la diestra de Dios, el que tambin intercede por nosotros.Rom 8:35 Quin nos separar del amor de Cristo? Tribulacin, o angustia, o persecucin, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?

Otros casos de la predestinacin y la soberana de Dios, se mencionan claramente en pasajes como Hechos 4:27-28.

Nabucodonosor. En Daniel 4:30

Romanos 9La Biblia dice que el rey de Asiria es el hacha en la mano de Dios (Isaas 10). Dios castig a su pueblo con el azote del rey de Asiria (Aunque l no lo pensar as, ni su corazn lo imaginar de esta manera).

Y Dios guard en otra ocasin a un remanente.Romanos 9:27Esa 10:21 El remanente volver, el remanente de Jacob volver al Dios fuerte. Esa 10:22 Porque si tu pueblo, oh Israel, fuere como las arenas del mar, el remanente de l volver; la destruccin acordada rebosar justicia. Esa 10:23 Pues el Seor, Jehov de los ejrcitos, har consumacin ya determinada en medio de la tierra.(B) Esa 10:24 Por tanto el Seor, Jehov de los ejrcitos, dice as: Pueblo mo, morador de Sion, no temas de Asiria. Con vara te herir, y contra ti alzar su palo, a la manera de Egipto; Esa 10:25 mas de aqu a muy poco tiempo se acabar mi furor y mi enojo, para destruccin de ellos.