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UNIVERSIDAD YACAMBÚ
VICERRECTORADO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
La Transcomplejidad y el Cambio Organizacional
Autora: Gladys Sandoval
Yacambú, Octubre 2010
INDICE
RESUMEN Pag. i
INTRODUCCION Pag. 1
CONTENIDO
La tribu de los posmodernos Pag. 2
La organización transcompleja Pág. 4
Características de las organizaciones transcomplejas Pág. 5
Perspectivas futuras de las organizaciones transcomplejas Pág. 6
CONCLUSIONES Pág. 8
BIBLIOGRAFIA Pág. 9
UNIVERSIDAD YACAMBÚ
VICERRECTORADO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
La Transcomplejidad y el Cambio Organizacional
Autora: Gladys Sandoval
RESUMEN
El propósito del presente ensayo es presentar una reflexión sobre la
interpretación de los fenómenos estudiados y la comprensión del hecho
transcomplejidad y cambio organizacional. Las organizaciones en general han
evolucionado bajo la concepción newtoniana-cartesiana del mundo. El ámbito
empresarial se ha negado a ir más allá de sus propias líneas divisorias y con
esto se ha perdido la necesidad de establecer una relación dialógica entre sus
miembros y la comunidad. Relación que enriquezca el talento humano, respete
todos los elementos de la naturaleza y a la vez genere productividad
empresarial. De allí surge la necesidad de establecer la transcomplejidad,
que oriente a reinventar organizaciones efectivas, sólidas, proactivas y
pertinentes. Para el desarrollo del ensayo se planteó el paradigma cualitativo.
Para alcanzar los objetivos, se partió de la investigación teórico-hermenéutica,
tendente a conocer las posturas filosóficas y epistemológicas, así como la
interpretación de los fenómenos estudiados, desde lo tradicional hacia lo
complejo. Partiendo del denominado Círculo Hermenéutico (Hurtado y Toro,
1997), que plantea el entendimiento de los significados y la comprensión de lo
sentido, se analizarán las diferentes posturas de los distintos autores que
defienden la transcomplejidad, en un proceso deductivo que oriente a la
determinación de una postura de la autora, sobre la temática.
Descriptores: Complejidad, Transcomplejidad, Transdisciplinariedad,
Rigoberto Lanz, Edgar Morín.
INTRODUCCION
En Venezuela y el mundo los cambios son eminentes, las
organizaciones públicas y privadas necesitan reinventarse, por dentro y por
fuera. Esto quiere decir aperturarse a las nuevas formas de conocimiento que
le permitan subsistir en un ambiente competitivo y globalizado, grandemente
influenciado por los avances en la tecnología de la información y la
comunicación, la cual afecta de manera directa e indirecta la actividad humana,
y por ende a las organizaciones. Las nuevas organizaciones deben estar
abiertas a asumir un cambio radical de dirección que considere elementos
distintos a los esquemas mecanicistas del pasado.
De lo ingenuo al ingenio
“……Pero que cosa tan curiosa, que hemos corrido tanto, y no hemos
avanzado. Ah –le dice la reina-este país es muy rápido, aquí hay que correr
mucho para estar siempre en el mismo lugar. El país tuyo, a lo mejor es un país
muy lento, en el que uno corre y avanza”.
Lewis Carroll (Alicia en el País de las Maravillas)
De manera que para entender la organización es necesario considerar y
conocer aspectos sobre los diferentes enfoques de la Gerencia bajo las
perspectivas filosófico-epistemológicas. La Transcomplejidad se vislumbra
unida a una nueva visión de auto transformación orientada al conocimiento. El
ensayo presente los argumentos de pensadores transcomplejos y
transdisciplinarios como Rigoberto Lanz, Edgar Morín, entre otros quienes
están dejando un patrimonio intelectual que ha re-creado el “repertorio
epistemológico” en las ciencias sociales, en las ciencias “duras”, en la estética
y en la filosofía.
De igual manera presenta, la caracterización de las organizaciones
transcomplejas, afectadas por la gerencia de lo diverso, debido a factores
multiétnicos, polivalentes e inciertos del mundo empresarial actual.
CONTENIDO
La tribu de los posmodernos
Las redes académico-científicos actúan a través de “redes de negociación”
(Messner, 2003) que impulsan e imponen, desde abajo, nuevos requerimientos
a múltiples espacios de interacción social, entre los que están incluidas las
redes científicas y de investigadores. De manera que asuntos intangibles como
la tolerancia, el respeto a las diferencias y a la diversidad, la libertad de
expresión y de comunicación, la salvaguarda de los derechos humanos, la
defensa del ambiente, la autonomía individual y, en el caso de las comunidades
científicas, el respeto a la libertad de pensamiento y la autonomía epistémica,
teórico y metodológica para producir nuevos conocimientos.
El aspecto de la producción de nuevos conocimientos se ha convertido en el
centro de un debate que ha generado pugnas, inclusive frontales, que son
resueltas por la vía del consenso o por la constitución de comunidades
académicas cerradas y excluyentes. Recientemente ha surgido La complejidad
y la Transcomplejidad como posturas filosóficas contemporáneas en la
búsqueda del conocimiento y como respuesta, entre otros elementos, a alta
especialización del estudio de la ciencia, en todos los campos, otorgando una
parcela de la realidad a cada ciencia. Cuando se analiza la complejidad se
percibe un paulatino proceso de derrumbe paradigmático (el de la modernidad)
iniciado desde hace casi cien años, y que hoy toma cuerpo para convertirse en
una nueva visión del mundo.
La postura de Rigoberto Lanz se fundamenta en la crisis de la modernidad
y de saberes modernos, caracterizada por la agonía de categorías básicas de
la modernidad: razón, sujeto, progreso, historia, método científico, por el
desplazamiento cultural, las mutaciones cognitivas, las revoluciones en todas
las esferas, entre otros. En su lugar, plantea el sociólogo y escritor que solo
mediante una óptica posmoderna, transcompleja y multidisciplinaria se puede
crear conocimiento y construir una adecuada plataforma para pensar los
problemas de la “humanidad agonística”. Este controversial crítico cree en la
necesidad de recurrir a prácticas epistémicas transdisciplinares, trascomplejas
y características de un específico movimiento intelectual (el postmoderno) para
poder crear conocimiento en las complejas sociedades contemporáneas en
plena crisis civilizatoria. En su intención exhorta a los investigadores como
miembros de la “tribu de los posmodernos”, a la cual dice pertenecer, a que
solo con una mirada transcompleja y transdisciplinar se pueden enfrentar los
problemas generados por la crisis de la modernidad y construir una agenda que
se corresponda a la espíteme postmoderna.
En el mismo orden de ideas, Edgar Morín ha propuesto difundir una
“nueva episteme” que responda eficientemente a la complejidad societal
experimentada por el mundo occidental y a las dificultades de la lógica
disciplinaria tradicional, propia de la modernidad. El estudioso plantea que el
pensamiento complejo es ante todo un pensamiento que relaciona,
considerándolo el significado más cercano del término complexus (lo que está
tejido en conjunto). Esto quiere decir que en oposición al modo de pensar
tradicional, que divide el campo de los conocimientos en disciplinas
atrincheradas y clasificadas, el pensamiento complejo es un modo de
religación. Su teoría es opuesta al aislamiento de los objetos de conocimiento;
reponiéndoles en su contexto, y de ser posible en la globalidad a la que
pertenecen. (Morin, 2003, referido por Brito).
Dice Morín, para referirse a complejidad: “la parte está en el todo y el
todo está en la parte” (Morín, 2003, referido por Brito>). Se observa en la
actualidad la disyunción de la totalidad de los procesos humanos, en un afán
didáctico, y esto ha causado la incomprensión y desintegración del todo en
partes, lo que ha llevado a la civilización a un rumbo incierto. En este orden de
ideas, en los últimos treinta años, se puede ver el mayor desarrollo tecno
científico de toda la historia de la humanidad, y sin embargo se percibe también
un retroceso, una involución paulatina de todo aquello que acerca a una mayor
comprensión de lo humano, como parte esencial del progreso.
…”Frente a la crisis de la Modernidad y toda su constelación de categorías agónicas (en particular la madre de todas las categorías: La Razón),
emerge lentamente otra manera de pensar; es esa justamente la “ruptura epistemológica” más importante que puede registrarse en este tránsito
posmoderno que comienza a dar sus frutos. Una óptica transdisciplinaria que pretende ser de la densidad epistemológica de ese nuevo humus intelectual”
Rigoberto Lanz (2003). El discurso político de la postmodernidad. Algunas claves para comprender la subjetividad de las tribus urbanas
La organización transcompleja
En el cambiante y convulsionado mundo actual, las organizaciones se
encuentran navegando sin un norte definido en un mar de incertidumbre por lo
que sería importante impregnar a la gerencia del desarrollo de un matiz
complejo, que le permita erigirse como la herramienta para poner en contacto
lo disjunto, armar el rompecabezas de los procesos y definir el rumbo
inmediato. De todos es más que sabido, ¡es sentido! la ausencia de una visión
gerencial compleja. En una búsqueda desaforada de productividad
organizacional, se ha perpetrado al planeta daños profundos y muchos de ellos
irreversibles, que han puesto en riesgo evidente su propia capacidad de
supervivencia. Se aspira a una sociedad planetaria, local y universal
sustentada en la sustentabilidad y sostenibilidad del planeta, que busque el
respeto de la pluralidad como punto de partida del bien común.
La mayoría de las organizaciones han estado desde siempre ancladas a
la concepción newtoniana-kartesiana del mundo. Vale decir, el pensamiento de
quienes las han conformado y dirigido buscaron solo dar respuesta a los
objetivos organizacionales desde el ángulo de lo establecido, sin ver que hay
más allá de la línea divisoria del mundo empresarial.
En este orden de ideas, las organizaciones ignoraron la creación de
relaciones dialógicas entre sus miembros y la comunidad, la búsqueda de
bidireccionalidad de sus procesos complejos, el enriquecimiento del talento
humano que le permita dar el salto cualitativo a mayores cimas de humanismo
y de productividad empresarial, sin afectación del entrono natural y planetario.
Por otro lado, si la información es el alma de los sistemas, porque
mantiene a la organización orientada hacia sus objetivos (Barroso, 2001,
referido por Gil y Toba), quiere decir que representa una herramienta en la
consecución de los objetivos teleológicos de la organización. Entonces, es
necesario catalizar los procesos desde el poder de la palabra y no desde la
fuerza de lo punitivo, y esto representará el vaso comunicante “empresa-
entorno social”, lo que permitirá levantar las bases de una gerencia efectiva,
sólida, proactiva y pertinente. Hasta este momento se ha discutido las
motivaciones de lo transcomplejo, pero qué características poseen las
organizaciones que lo aplican.
Características de las organizaciones transcomplejas
El pensamiento racional-mecanicista es el que tiene como referencia
histórica a la modernidad, como fue expuesto anteriormente. La adopción de
ideas reduccionistas-mecanicistas en las ciencias sociales tuvo efectos
importantes: el fraccionamiento de un fenómeno en sus partes para el estudio
separado de cada una de ellas, trajo como consecuencia que el conocimiento
ganase en profundidad lo que perdió en amplitud, alejándose de los problemas
del mundo real.
Lo transcomplejo ve la realidad organizacional y social de otra manera.
Las organizaciones, las instituciones sociales y la sociedad pueden ser vistas
como una gran tela de relaciones yuxtapuestas, con propiedades adicionales a
la suma de las propiedades de los elementos que la integran, en donde la
figura a usar no se a la máquina, sino la estructura orgánica, inspirada en los
sistemas orgánicos naturales. En este orden de ideas, las organizaciones
transcomplejas podrían caracterizarse por lo siguiente:
Integradas por seres humanos complejos, porque se componen
de un elemento biológico y uno cultural. De allí que son
considerados como el activo más importante de la organización.
Incorporan la inteligencia artificial dentro de los procesos, como
herramienta útil para el logro de las metas.
Tienden hacia un infinito su búsqueda de la perfección,
estableciendo con lo intangible relaciones que van más allá de su
propio presente.
Explican el proceder humano como una combinación perfecta
entre lo tangible y lo intangible, donde lo espiritual constituye una
suerte de vaso comunicante entre lo físico y lo emocional.
Integran los elementos “ecológico-planetario” y con todos los
seres vivos, encontrando la interrelación armoniosa como sistema
abierto de constante realimentación.
Integran los objetivos individuales, familiares, organizacionales,
sociales y planetarios del individuo a la visión organizacional.
Crean canales comunicativos con su entorno, son perceptivas a
los cambios globales, están atentas a las distorsiones del sistema
y dispuestas a desaprender y reaprender para seguir adelante y a
morir y renacer cada día para proseguir su camino.
Gestan una visión de conjunto, que no desecha lo individual sino
que lo incluya.
La transcomplejidad de los procesos organizativos urge el cambio
paradigmático del talento humano, para producir la sumatoria exponencial de
los esfuerzos y así llegar a la meta durante este siglo que apenas inicia. En
consecuencia, la transcomplejidad no teme al caos ni a la incertidumbre global,
sino que intenta sacar de ello el máximo aprendizaje y el mayor provecho
posible.
Perspectivas futuras de las organizaciones transcomplejas
La naturaleza y conceptualización de las organizaciones transcomplejas
permite inferir sobre el futuro ya cierto de la significación e importancia que
tienen para la sociedad el desarrollo de entidades organizacionales que se
conviertan en paradigmas que construyan sistemas de vida que mejoren y
garanticen un nivel óptimo basado en el conocimiento adquirido a través del
aprendizaje organizacional.
La organización debe hacer énfasis en ciertos elementos o factores que
intervienen directamente y cuyo éxito es proporcional a la aplicación pertinente
que se haga de ellos. Entre ellos pueden observarse algunos que de modo
subjetivo intervienen: la eficacia de los individuos, las relaciones de trabajos
entre dos o más individuos, el funcionamiento de los grupos, las relaciones
entre los grupos y la eficacia de la organización como totalidad. En cada
proceso se deben considerar indicadores de dirección y los de desempeño de
contenido tanto financiero como no financiero a fin de que el proceso de
desarrollo productivo dentro de la organización se pueda establecer de manera
equilibrada utilizando todos los recursos disponibles y obtener las metas
propuestas.
Las organizaciones transcomplejas se sitúan en un plano que requiere el
análisis cuidadoso de los factores filosófico y epistemológico, referido al origen
y la razón de ser de las organizaciones, así como la trascendencia y
conceptualización que se ha hecho en función de su contexto histórico; factor
teórico y metodológico referido a los procesos y métodos llevados a cabo por la
organización; el factor fáctico y tecnológico referido a los instrumentos y medios
utilizados para la implementación de las estrategias; y el factor bioético para
comprender la vida en las organizaciones desde la dimensión humana
vinculada a la tecnología.
De manera que si efectivamente, la gerencia ha cambiado en el tiempo.
Desde las diferentes visiones se puede observar dónde el énfasis es colocado,
Visión Moderna: Alcanza el éxito gerenciando recursos económicos
sobre las leyes del mercado.
Visión Postmoderna: Gerencia valores espirituales liberándose de las
instituciones y colocando al individuo como centro y eje complejo.
Visión Transmoderna: Se gerencia los contenidos tantos sociales como
económicos para propiciar un cambio en la sociedad.
Visión Transcomplejidad: Gerencia la dimensión tecnológica, sociales y
económicos concibiendo a una organización estratégica y flexible. Donde La
evolución y cambio en la sociedad = evolución y cambio en la organización
CONCLUSIONES
La extrapolación de la concepción educativa de Morín en el ámbito
gerencial, orienta a plantear que las organizaciones transcomplejas deberían
“fortalecer las condiciones de posibilidad de la emergencia de una sociedad-
mundo compuesta por ciudadanos protagonistas, conscientes y críticamente
comprometidos en la construcción de una civilización planetaria” (Morín,
Ciurana y Mota, 2003, referido por Gil y Toba)
Los cambios paradigmáticos sucedidos en los últimos tiempos han
permitido a las organizaciones entrar en otros escenarios y realidades de la
posmodernidad, llamados por los investigadores de distintas formas “tercera
ola”, “complejidad”, “holismo” y las han desatado de modelos organizacionales
desfasados en el tiempo.
A la noción organizacional se incorpora lo ecológico y lo planetario, en
una nueva visión del ser humano. En otras palabras: cuerpo-mente-espíritu-
sociedad-ecosistema-planeta constituyen un sistema integrado abierto que
favorece la interrelación, la integralidad, la interconexión y la sinergia, en el
logro de mejores organizaciones y de una mayor calidad de vida para todos los
seres vivos.
Sumados todos los factores de las organizaciones transcomplejas:
filosófico y epistemológico, factor teórico y metodológico, factor fáctico y
tecnológico junto al factor bioético, se convierten en un paradigma de la
gerencia donde se enlazan y confluyen elementos más allá de la propia
naturaleza humana, y más allá de todo instrumento tecnológico pues lo que
garantiza la productividad es la combinación de varios factores en función de
garantizar el bienestar de los miembros de dicha organización y su entorno.
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