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La Voz de Alamos Información desde los portales Vol. 3 Año 4 Álamos, Sonora, México www.festivalortiztirado.gob.mx 27 de enero de 2013 Instituto Sonorense de Cultura Á lamos.- Su voz tiene la cadencia de un pincel so- bre el lienzo. Su mirada es una mirada hacia su in- terior después de haberlo visto todo, o casi todo. En el ejercicio de mirar, Mario Moreno Zazueta encuen- tra los motivos para la construcción de su obra, la que ahora expone (una región) en el Museo Costumbrista de Sonora, dentro del Festival Cultural Alfonso Ortiz Ti- rado. Es un homenaje a su trayectoria, a su constancia. Es la permanencia en el ejercicio de lo que le apasiona, lo que se ama. Moreno Zazueta ayer inauguró lo que él mismo llama Retrospectiva. En el Museo las muchas miradas para acompañar la obra, allí mismo para conversar con el maestro: “La exposición es una retrospectiva, algo de este mate- rial se exhibió en una retrospectiva similar que hubo en la Sociedad de Artesanos de Hidalgo (Hermosillo, Sono- ra), pero que comprendió como cincuenta trabajos, esto es la mitad nada más. En esta mitad se trató de incluir ciertas etapas, las más destacadas, aquí son veinticuatro trabajos que abarcan de 1966 al 2012”. --Hoy recibes un reconocimiento --Sí, se dio hace rato, y se agradeció mucho, Jorge Luis Ibarra (Secretario de Educación y Cultura) fue muy ama- ble, dijo algunas cosas que me gustaron mucho. --¿Qué significa para ti este reconocimiento? --En realidad se agradece porque se hace con toda la buena intención, más allá de cualquier otra visión que yo pueda tener, lo agradezco, definitivamente, creo que he hecho un trabajo de casi cincuenta años, con toda la buena intención, no todo lo que he hecho han sido aciertos totales, algunas cosas muy logradas, otras no tanto, pero todo se ha hecho con buen ánimo. --En esta obra, por los colores, las atmósferas, las historias, hay una tendencia a la nostalgia --Sí. Es muy autobiográfico el asunto. Para el que sepa leer, para el que sepa ver algunas cosas en la pintura, sí va a encontrar cierto ensimismamiento, cierta búsqueda hacia el interior, que es algo que precisamente Miguel Manríquez logra ver muy bien (en la exposición hay un texto sobre la obra de Zazueta, elaborado por el poeta Miguel Manríquez), claro que para esto platicamos un buen rato, y ya él se encargó del asunto poético, lo re- solvió muy bien, bellísimamente. En la mayoría de los cuadros hay cierta idea de nocturnidad, buscando un poco la idea de la noche, de la sombra, de la penum- bra, me gustó mucho en algún momento descubrir el fenómeno de la luz, entonces casi en todos los cuadros hay ese efecto de lo luminoso, pero lo luminoso como destello, como pequeñas señales de luz que están detrás de las cosas. --¿Qué es lo que más gozas de la creación? --Para mí el momento de estar viviendo la obra es apasio- nante, emocionante, gozo mucho cuando veo el objeto terminado, y lo observo como si hubiera sido hecho por otra persona, me apasiona mucho cuando estoy imagi- nando espacios, porque básicamente toda mi pintura es espacial, casi estrictamente atmósferas. --Tu edad es la cercanía con el otoño, ¿la pintura es una manera de saber que puedes permanecer, dejar más huellas? --Es dejar una constancia de que uno vivió, de que uno saboreó esta experiencia que es la vida y que vio las cosas de esta manera, eso me apasiona mucho, y sí, en los cuadros hay una constante del transcurso del tiem- po, siempre hay esa huella, esa señal, y sobre todo el placer por la visión, por las cosas. Me apasiona mucho la idea del paisaje, durante mucho tiempo hice paisa- je, lo aprendí, más o menos entendí ciertos procesos con Martínez Arteche que era un paisajista monumen- tal, pero llegó un momento en que me di cuenta que el paisaje visto como un fenómeno objetivo, externo a uno, pues tenía sus límites, eran límites en que las cosas se repetían, y uno empezaba a hacer automáticamente aspectos de la espacialidad exterior, en algún momento empecé a pintar el paisaje pero ya como una experien- cia interior, y parte de estos cuadros que están aquí se llaman paisajes al interior, me gustó mucho la idea de esa exploración de lo que subyace como experiencia del paisaje dentro de uno. --¿Y hay descubrimientos? --Hay descubrimientos fabulosos, hay obstinación por ciertos colores, por ciertas atmósferas, y uno se engo- losina con eso. --¿Qué es lo que se descubre en este encuentro con los paisajes interiores? --Se descubre más que nada el hecho de que uno habita en atmósferas que allí están, que siempre han estado, y que hasta que se corporizan, hasta que se vuelven obje- to uno las percibe, yo por ahí tengo una frase que me gusta mucho, y creo que alguna vez la escribí, y dice: el arte para mí sólo ha sido trayectos, caminos para llegar a los espacios que me habitan, algunos vienen de oscuras noches de niñez sobresaltadas, y otros de largas, largas madrugadas. Me gusta mucho porque uno va aterrizando, va llegando o descubriendo esos espacios en que uno habita de ma- nera inconsciente y creo que nada más el arte, la poesía, te hacen posible comunicarlo. Carlos Sánchez QUE ME HABITAN CAMINOS A LOS ESPACIOS PARA LLEGAR Mario Moreno Zazueta en retrospectiva

La Voz de Álamos, 27 de enero

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Periodico diario

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La Voz de AlamosInformación desde los portales

Vol. 3 Año 4 Álamos, Sonora, México www.festivalortiztirado.gob.mx 27 de enero de 2013

Instituto Sonorense de Cultura

Álamos.- Su voz tiene la cadencia de un pincel so-bre el lienzo. Su mirada es una mirada hacia su in-terior después de haberlo visto todo, o casi todo.

En el ejercicio de mirar, Mario Moreno Zazueta encuen-tra los motivos para la construcción de su obra, la que ahora expone (una región) en el Museo Costumbrista de Sonora, dentro del Festival Cultural Alfonso Ortiz Ti-rado. Es un homenaje a su trayectoria, a su constancia. Es la permanencia en el ejercicio de lo que le apasiona, lo que se ama.

Moreno Zazueta ayer inauguró lo que él mismo llama Retrospectiva. En el Museo las muchas miradas para acompañar la obra, allí mismo para conversar con el maestro:“La exposición es una retrospectiva, algo de este mate-rial se exhibió en una retrospectiva similar que hubo en la Sociedad de Artesanos de Hidalgo (Hermosillo, Sono-ra), pero que comprendió como cincuenta trabajos, esto es la mitad nada más. En esta mitad se trató de incluir ciertas etapas, las más destacadas, aquí son veinticuatro trabajos que abarcan de 1966 al 2012”.

--Hoy recibes un reconocimiento--Sí, se dio hace rato, y se agradeció mucho, Jorge Luis Ibarra (Secretario de Educación y Cultura) fue muy ama-ble, dijo algunas cosas que me gustaron mucho.

--¿Qué significa para ti este reconocimiento?--En realidad se agradece porque se hace con toda la buena intención, más allá de cualquier otra visión que yo pueda tener, lo agradezco, definitivamente, creo que he hecho un trabajo de casi cincuenta años, con toda la buena intención, no todo lo que he hecho han sido aciertos totales, algunas cosas muy logradas, otras no tanto, pero todo se ha hecho con buen ánimo.

--En esta obra, por los colores, las atmósferas, las historias, hay una tendencia a la nostalgia--Sí. Es muy autobiográfico el asunto. Para el que sepa leer, para el que sepa ver algunas cosas en la pintura, sí va a encontrar cierto ensimismamiento, cierta búsqueda hacia el interior, que es algo que precisamente Miguel Manríquez logra ver muy bien (en la exposición hay un texto sobre la obra de Zazueta, elaborado por el poeta

Miguel Manríquez), claro que para esto platicamos un buen rato, y ya él se encargó del asunto poético, lo re-solvió muy bien, bellísimamente. En la mayoría de los cuadros hay cierta idea de nocturnidad, buscando un poco la idea de la noche, de la sombra, de la penum-bra, me gustó mucho en algún momento descubrir el fenómeno de la luz, entonces casi en todos los cuadros hay ese efecto de lo luminoso, pero lo luminoso como destello, como pequeñas señales de luz que están detrás de las cosas.

--¿Qué es lo que más gozas de la creación?--Para mí el momento de estar viviendo la obra es apasio-nante, emocionante, gozo mucho cuando veo el objeto terminado, y lo observo como si hubiera sido hecho por otra persona, me apasiona mucho cuando estoy imagi-nando espacios, porque básicamente toda mi pintura es espacial, casi estrictamente atmósferas.

--Tu edad es la cercanía con el otoño, ¿la pintura es una manera de saber que puedes permanecer, dejar más huellas?--Es dejar una constancia de que uno vivió, de que uno saboreó esta experiencia que es la vida y que vio las cosas de esta manera, eso me apasiona mucho, y sí, en los cuadros hay una constante del transcurso del tiem-po, siempre hay esa huella, esa señal, y sobre todo el placer por la visión, por las cosas. Me apasiona mucho la idea del paisaje, durante mucho tiempo hice paisa-je, lo aprendí, más o menos entendí ciertos procesos con Martínez Arteche que era un paisajista monumen-tal, pero llegó un momento en que me di cuenta que el paisaje visto como un fenómeno objetivo, externo a uno, pues tenía sus límites, eran límites en que las cosas se repetían, y uno empezaba a hacer automáticamente aspectos de la espacialidad exterior, en algún momento empecé a pintar el paisaje pero ya como una experien-cia interior, y parte de estos cuadros que están aquí se llaman paisajes al interior, me gustó mucho la idea de esa exploración de lo que subyace como experiencia del paisaje dentro de uno.

--¿Y hay descubrimientos?--Hay descubrimientos fabulosos, hay obstinación por ciertos colores, por ciertas atmósferas, y uno se engo-losina con eso.

--¿Qué es lo que se descubre en este encuentro con los paisajes interiores?--Se descubre más que nada el hecho de que uno habita en atmósferas que allí están, que siempre han estado, y que hasta que se corporizan, hasta que se vuelven obje-to uno las percibe, yo por ahí tengo una frase que me gusta mucho, y creo que alguna vez la escribí, y dice: el arte para mí sólo ha sido trayectos, caminos para llegar a los espacios que me habitan, algunos vienen de oscuras noches de niñez sobresaltadas, y otros de largas, largas madrugadas.

Me gusta mucho porque uno va aterrizando, va llegando o descubriendo esos espacios en que uno habita de ma-nera inconsciente y creo que nada más el arte, la poesía, te hacen posible comunicarlo.

Carlos Sánchez

que me habitan

Caminosa los espaCiospara llegar

Mario Moreno Zazueta en retrospectiva

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Festival Cultural Alfonso Ortiz Tirado 2013

Vol 3. www.festivalortiztirado.gob.mx Domingo 27 de enero de 2013, Álamos, SonoraLa Voz de Alamos

Voces del CallejónLo que más disfruto del Festival es la música esta que se escucha en La Alameda, es muy bonita, y que todo es muy tranquilo, se oye bien, hay más trabajo, ayer di como unas veinte boleadas, a veinte pesos. Yo anduve de cantante, iba y venía, pero entre las giras que daba me ponía a bolear aquí en la plaza.

Gilberto Grajeda, bolero

En el entendido de que el doctor Alfonso Ortiz Tirado fue cantante, se comprende que el fes-tival cultural que lleva su nombre en la ciudad

sonorense de Álamos esté dedicado fundamentalmen-te a diversas manifestaciones de música vocal, en par-ticular las que tienen que ver con la ópera y géneros afines. Sin embargo, es preciso recordar que cada año el Festival ofrece al público alamense y a los visitantes, numerosas manifestaciones musicales de otras áreas.

En este sentido, una de las series más exitosas a lo lar-go de los años ha sido la de los conciertos de medio-día (a las 14:00 horas) que se ofrecen tradicionalmen-te en el Templo de la Purísima Concepción, y que por lo general están dedicados a la música instrumental.

En el segundo día de actividades del Festival Alfonso Ortiz Tirado 2013, en ausencia de una gala nocturna de música vocal en el Palacio Municipal, la oferta mu-sical más llamativa del día fue el recital de acordeón ofrecido por Alexander Sevastian, bielorruso de ori-gen y avecindado en Canadá desde el 2001.

Sevastian inició su recital con una sorprendente ejecu-ción de la Toccata y fuga BWV 565 de Juan Sebastián Bach, muy bien articulada, muy clara en el manejo de las voces y el contrapunto, y de una ejemplar claridad sonora. Después, un poco más de música barroca, de cierto modo más difícil que la portentosa obra de Bach.

¿Por qué más difícil? Porque el órgano (instrumento original de la Toccata y fuga) y el acordeón tienen mu-chas semejanzas en cuanto a su modo de producción sonora, mientras que el acordeón y el clavecín están mucho más distantes. Es el clavecín el instrumento original de las tres sonatas de Domenico Scarlatti in-terpretadas después por Alexander Sevastian, quien logró dar al fluido acordeón un buen acercamien-to al sonido más seco y más percusivo del clavecín, dando muestra de una gran sensibilidad. Por cierto, dos de las tres sonatas ejecutadas por Sevastian son conocidas en otra formidable transcripción, la reali-zada para sintetizador electrónico por Wendy Carlos en ese legendario álbum que es El Sintetizador Bien Temperado.

En seguida, música original para acordeón, en la Suite de cámara del ruso Alexander Zolotaryov, quien es-cribió numerosas piezas para el instrumento. Se trata de música concebida en un lenguaje neo-romántico con algunos interesantes toques de modernidad.

Luego vino la obra más interesante del programa, De Profundis, también original para acordeón, de la compositora rusa Sofía Gubaidulina. Al interior de un discurso sonoro totalmente contemporáneo, Gubai-dulina rescata aquí algunos gestos más tradicionales del acordeón, y a la vez propone un uso sorprendente de algunos efectos inesperados. Por ejemplo, usar el acordeón como lo que es básicamente, un fuelle que produce sonidos de aire pero sin notas específicas. Una gran obra original para acordeón, en una gran interpretación.

Para seguir con la música rusa, Alexander Sevastian dio otra muestra de su amplia variedad de estilos al abordar una atractiva Barcarola de Sergei Rajmaninov, en la que destacó el sólido trabajo de mano izquierda para generar el acompañamiento ondulante típico de este género. Fi-nalmente, una transcripción muy extrovertida de la Invi-tación a la danza de Carl María von Weber, cuyo vals fue interpretado por Sevastian a una velocidad endemonia-da (pero sin perder la claridad de líneas melódicas) que lo convirtió en un vals para ser escuchado con atención, pero no bailado.

Fuera de programa, el acordeonista originario de Minsk regaló al público una galopante polka, una extrovertida versión de la Danza del sable de Aram Khachaturian, y un poco de aires de tango, para recordar al público los muchos puntos de contacto que hay entre el acordeón y el bandoneón arrabalero.

En suma, hay que decir que Alexander Sevastian es un acordeonista de primera, que además de todos los re-cursos técnicos indispensables, posee una sensible mu-sicalidad que lo pone en un nivel superior al del mero virtuoso con muchos dedos pero con poca alma. Esta cualidad suya fue especialmente apreciable en las obras de Bach, Scarlatti y Gubaidulina. Un éxito rotundo, y muy merecido, el de este recital de acordeón a cargo de Alexander Sevastian.

Segundo día de actividades del Festival Alfonso Ortiz Tirado 2013

ALEXANDER SEVASTIAN, UN ACORDEONISTA DE PRIMERA

Juan Arturo Brennan

Álamos fue la cuna de Alfonso Ortiz Tirado; el nació aquí y amó esta tierra siempre… sentía la influencia de su madre y el calor de su cariño en todas las cosas que hacía. Cantar para las gentes de Álamos era para él un homenaje a su madre, aun sin decirlo.

Del libro Alfonso Ortiz Tirado, Enriqueta de Parodi