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8/18/2019 La+peste+-+Albert+Camus http://slidepdf.com/reader/full/lapeste-albertcamus 1/117 La peste Albert Camus Tan razonable como representar una prisión de cierto género por otra diferente es representar algo qué existe realmente por algo que no existe. DANIEL DE FOE. 1 Los curiosos acontecimientos que constituyen el tema de esta crónica se produjeron en el año 19... en Or!n. "ara la #eneralidad resultaron enteramente $uera de lu#ar y un poco aparte de lo cotidiano. A primera %ista Oran es& en e$ecto& una ciudad como cualquier otra& una  pre$ectura $rancesa en la costa ar#elina y nada m!s. La ciudad& en s' misma& (ay que con$esarlo& es $ea. )u aspecto es tranquilo y se necesita cierto tiempo para perci*ir lo que la (ace di$erente de las otras ciudades comerciales de cualquier latitud. +,ómo su#erir& por ejemplo& una ciudad sin palomas& sin !r*oles y sin  jardines& donde no puede (a*er aleteos ni susurros de (ojas& un lu#ar neutro& en una pala*ra- El cam*io de las estaciones sólo se puede notar en el cielo. La prima%era se anuncia nicamente  por la calidad del aire o por los cestos de $lores que traen a %ender los muc(ac(os de los alrededores/ una prima%era que %enden en los mercados. Durante el %erano el sol a*rasa las casas resecas y cu*re los muros con una ceni0a #ris/ se lle#a a no poder %i%ir m!s que a la som*ra de las persianas cerradas. En otoño& en cam*io& un dilu%io de *arro. Los d'as *uenos sólo lle#an en el in%ierno. El modo m!s cómodo de conocer una ciudad es a%eri#uar cómo se tra*aja en ella& cómo se ama y cómo se muere. En nuestra ciudad& por e$ecto del clima& todo ello se (ace i#ual& con el mismo aire $rentico y ausente. Es decir& que se a*urre uno y se dedica a adquirir (!*itos.  Nuestros conciudadanos tra*ajan muc(o& pero siempre para enriquecerse. )e interesan so*re todo por el comercio& y se ocupan principalmente& se#n propia e2presión& de (acer ne#ocios.  Naturalmente& tam*in les #ustan las e2pansiones simples3 las mujeres& el cine y los *años de mar. "ero& muy sensatamente& reser%an los placeres para el s!*ado despus de mediod'a y el domin#o& procurando los otros d'as de la semana (acer muc(o dinero. "or las tardes& cuando dejan sus despac(os& se renen a una (ora $ija en los ca$s& se pasean por un determinado  *ule%ar o se asoman al *alcón. Los deseos de la #ente jo%en son %iolentos y *re%es& mientras que los %icios de los mayores no e2ceden de las $rancac(elas& los *anquetes de camarader'a y los c'rculos donde se jue#a $uerte al a0ar de las cartas. )e dir!& sin duda& que nada de esto es particular de nuestra ciudad y que& en suma& todos nuestros contempor!neos son as'. )in duda& nada es m!s natural (oy d'a que %er a las #entes tra*ajar de la mañana a la noc(e y en se#uida ele#ir& entre el ca$& el jue#o y la c(arla& el modo de perder el tiempo que les queda por %i%ir. "ero (ay ciudades y pa'ses donde las #entes tienen& de cuando en cuando& la sospec(a de que e2iste otra cosa. En #eneral& esto no (ace cam*iar sus %idas& pero al menos (an tenido la sospec(a y eso es su #anancia. Oran& por el contrario& es en apariencia una ciudad sin nin#una sospec(a& es decir& una ciudad enteramente moderna. "or lo tanto& no es necesario especi$icar la manera de amar que se estila. Los (om*res y mujeres o  *ien se de%oran r!pidamente en eso que se llama el acto del amor& o *ien se crean el compromiso de una lar#a costum*re a do. Entre estos dos e2tremos no (ay trmino medio. Eso tampoco es ori#inal. En Oran& como en otras partes& por $alta de tiempo y de re$le2ión& se %e uno o*li#ado a amar sin darse cuenta. Lo m!s ori#inal en nuestra ciudad es la di$icultad que puede uno encontrar para morir. Di$icultad& por otra parte& no es la pala*ra justa& ser'a mejor decir& incomodidad. Nunca es a#rada*le estar en$ermo& pero (ay ciudades y pa'ses que nos sostienen en la en$ermedad& pa'ses en los que& en cierto modo& puede uno con$iarse. 4n en$ermo necesita alrededor *landura& necesita apoyarse en al#o/ eso es natural. "ero en Oran los e2tremos del clima& la importancia de los ne#ocios& la insi#ni$icancia de lo circundante& la *re%edad del crepsculo y la calidad de los placeres& todo e2i#e *uena salud. 4n en$ermo necesita soledad. Ima#'nese entonces al que

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La pesteAlbert Camus

Tan razonable como representar una prisión de cierto género por otra diferente es representar algo qué 

existe realmente por algo que no existe.

DANIEL DE FOE.

1Los curiosos acontecimientos que constituyen el tema de esta crónica se produjeron en el

año 19... en Or!n. "ara la #eneralidad resultaron enteramente $uera de lu#ar y un poco apartede lo cotidiano. A primera %ista Oran es& en e$ecto& una ciudad como cualquier otra& una

 pre$ectura $rancesa en la costa ar#elina y nada m!s.La ciudad& en s' misma& (ay que con$esarlo& es $ea. )u aspecto es tranquilo y se necesita

cierto tiempo para perci*ir lo que la (ace di$erente de las otras ciudades comerciales decualquier latitud. +,ómo su#erir& por ejemplo& una ciudad sin palomas& sin !r*oles y sin

 jardines& donde no puede (a*er aleteos ni susurros de (ojas& un lu#ar neutro& en una pala*ra- Elcam*io de las estaciones sólo se puede notar en el cielo. La prima%era se anuncia nicamente

 por la calidad del aire o por los cestos de $lores que traen a %ender los muc(ac(os de losalrededores/ una prima%era que %enden en los mercados. Durante el %erano el sol a*rasa lascasas resecas y cu*re los muros con una ceni0a #ris/ se lle#a a no poder %i%ir m!s que a lasom*ra de las persianas cerradas. En otoño& en cam*io& un dilu%io de *arro. Los d'as *uenossólo lle#an en el in%ierno.

El modo m!s cómodo de conocer una ciudad es a%eri#uar cómo se tra*aja en ella& cómo seama y cómo se muere. En nuestra ciudad& por e$ecto del clima& todo ello se (ace i#ual& con elmismo aire $rentico y ausente. Es decir& que se a*urre uno y se dedica a adquirir (!*itos.

 Nuestros conciudadanos tra*ajan muc(o& pero siempre para enriquecerse. )e interesan so*retodo por el comercio& y se ocupan principalmente& se#n propia e2presión& de (acer ne#ocios.

 Naturalmente& tam*in les #ustan las e2pansiones simples3 las mujeres& el cine y los *años de

mar. "ero& muy sensatamente& reser%an los placeres para el s!*ado despus de mediod'a y eldomin#o& procurando los otros d'as de la semana (acer muc(o dinero. "or las tardes& cuandodejan sus despac(os& se renen a una (ora $ija en los ca$s& se pasean por un determinado

 *ule%ar o se asoman al *alcón. Los deseos de la #ente jo%en son %iolentos y *re%es& mientrasque los %icios de los mayores no e2ceden de las $rancac(elas& los *anquetes de camarader'a ylos c'rculos donde se jue#a $uerte al a0ar de las cartas.

)e dir!& sin duda& que nada de esto es particular de nuestra ciudad y que& en suma& todosnuestros contempor!neos son as'. )in duda& nada es m!s natural (oy d'a que %er a las #entestra*ajar de la mañana a la noc(e y en se#uida ele#ir& entre el ca$& el jue#o y la c(arla& el modode perder el tiempo que les queda por %i%ir. "ero (ay ciudades y pa'ses donde las #entes tienen&de cuando en cuando& la sospec(a de que e2iste otra cosa. En #eneral& esto no (ace cam*iar sus

%idas& pero al menos (an tenido la sospec(a y eso es su #anancia. Oran& por el contrario& es enapariencia una ciudad sin nin#una sospec(a& es decir& una ciudad enteramente moderna. "or lotanto& no es necesario especi$icar la manera de amar que se estila. Los (om*res y mujeres o

 *ien se de%oran r!pidamente en eso que se llama el acto del amor& o *ien se crean elcompromiso de una lar#a costum*re a do. Entre estos dos e2tremos no (ay trmino medio.Eso tampoco es ori#inal. En Oran& como en otras partes& por $alta de tiempo y de re$le2ión& se%e uno o*li#ado a amar sin darse cuenta.

Lo m!s ori#inal en nuestra ciudad es la di$icultad que puede uno encontrar para morir.Di$icultad& por otra parte& no es la pala*ra justa& ser'a mejor decir& incomodidad. Nunca esa#rada*le estar en$ermo& pero (ay ciudades y pa'ses que nos sostienen en la en$ermedad& pa'sesen los que& en cierto modo& puede uno con$iarse. 4n en$ermo necesita alrededor *landura&

necesita apoyarse en al#o/ eso es natural. "ero en Oran los e2tremos del clima& la importanciade los ne#ocios& la insi#ni$icancia de lo circundante& la *re%edad del crepsculo y la calidad delos placeres& todo e2i#e *uena salud. 4n en$ermo necesita soledad. Ima#'nese entonces al que

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est! en trance de morir como co#ido en una trampa& rodeado por cientos de paredes crepitantesde calor& en el mismo momento en que toda una po*lación& al tel$ono o en los ca$s& (a*la deletras de cam*io& de conocimientos& de descuentos. )e comprender! $!cilmente lo que puede(a*er de incómodo en la muerte& (asta en la muerte moderna& cuando so*re%iene as' en unlu#ar seco.

Estas pocas indicaciones dan pro*a*lemente una idea su$iciente de nuestra ciudad. "or lodem!s& no (ay por qu e2a#erar. Lo que es preciso su*rayar es el aspecto $r'%olo de la

 po*lación y de la %ida. "ero se pasan los d'as $!cilmente en cuanto se adquieren (!*itos& y puesto que nuestra ciudad $a%orece justamente los (!*itos& puede decirse que todo %a *ien.Desde este punto de %ista& la %ida& en %erdad& no es muy apasionante. "ero& al menos aqu' no seconoce el desorden. 5 nuestra po*lación& $ranca& simp!tica y acti%a& (a pro%ocado siempre enel %iajero una ra0ona*le estimación. Esta ciudad& sin nada pintoresco& sin %e#etación y sin almaaca*a por ser%ir de reposo y al $in se adormece uno en ella. "ero es justo añadir que (a sidoinjertada en un paisaje sin i#ual& en medio de una meseta desnuda& rodeada de colinasluminosas& ante una *a('a de tra0o per$ecto. )e puede lamentar nicamente que (aya sido

construida de espaldas a esta *a('a y que al salir sea imposi*le di%isar el mar sin ir e2presamente a *uscarlo.)iendo as' las cosas& se admitir! $!cilmente que no (u*iese nada que (iciera esperar a

nuestros conciudadanos los acontecimientos que se produjeron a principios de aquel año& y que$ueron& despus lo comprendimos& como los primeros s'ntomas de la serie de acontecimientos#ra%es que nos (emos propuesto señalar en esta crónica. Estos (ec(os parecer!n a muc(osnaturales y a otros& por el contrario& in%eros'miles. "ero& despus de todo& un cronista no puedetener en cuenta esas contradicciones. )u misión es nicamente decir3 6Esto pasó6& cuando sa*eque pasó en e$ecto& que interesó la %ida de todo un pue*lo y que por lo tanto (ay miles detesti#os que en el $ondo de su cora0ón sa*r!n estimar la %erdad de lo que dice.

"or lo dem!s& el narrador& que ser! conocido a su tiempo& no tendr'a nin#n t'tulo que

arro#arse en semejante empresa si la muerte no le (u*iera lle%ado a ser depositario denumerosas con$idencias y si la $uer0a de las cosas no le (u*iera me0clado con todo lo queintenta relatar. Esto es lo que le autori0a a (acer tra*ajo de (istoriador. "or supuesto& un(istoriador& aunque sea un mero a$icionado& siempre tiene documentos. El narrador de esta(istoria tiene los suyos3 ante todo& su testimonio& despus el de los otros puesto que por el

 papel que desempeñó tu%o que reco#er las con$idencias de todos los personajes de esta crónica&e incluso los te2tos que le cayeron en las manos. El narrador se propone usar de todo ellocuando le pare0ca *ien y cuando le pla0ca. Adem!s& se propone... "ero ya es tiempo& qui0!s& dedejar los comentarios y las precauciones de len#uaje para lle#ar a la narración misma. El relatode los primeros d'as e2i#e cierta minuciosidad.

La mañana del 17 de a*ril& el doctor 8ernard ieu2& al salir de su (a*itación& trope0ó con

una rata muerta en medio del rellano de la escalera. En el primer momento no (i0o m!s queapartar (acia un lado el animal y *ajar sin preocuparse. "ero cuando lle#ó a la calle& se leocurrió la idea de que aquella rata no de*'a quedar all' y %ol%ió so*re sus pasos para ad%ertir al

 portero. Ante la reacción del %iejo :ic(el& %io m!s claro lo que su (alla0#o ten'a de insólito.La presencia de aquella rata muerta le (a*'a parecido nicamente e2traña& mientras que para el

 portero constitu'a un %erdadero esc!ndalo. La posición del portero era cate#órica3 en la casa no(a*'a ratas. El doctor tu%o que a$irmarle que (a*'a una en el descansillo del primer piso&aparentemente muerta3 la con%icción de :ic(el quedó intacta. En la casa no (a*'a ratas/ por lotanto& al#uien ten'a que (a*erla tra'do de a$uera. As'& pues& se trata*a de una *roma.

Aquella misma tarde 8ernard ieu2 esta*a en el pasillo del inmue*le& *uscando sus lla%esantes de su*ir a su piso& cuando %io sur#ir del $ondo oscuro del corredor una rata de #ran

tamaño con el pelaje mojado& que anda*a torpemente. El animal se detu%o& pareció *uscar elequili*rio& ec(ó a correr (acia el doctor& se detu%o otra %e0& dio una %uelta so*re s' mismolan0ando un pequeño #rito y cayó al $in& ec(ando san#re por el (ocico entrea*ierto. El doctor 

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lo contempló un momento y su*ió a su casa. No era en la rata en lo que pensa*a. Aquella san#re arrojada le lle%a*a de nue%o a su

 preocupación. )u mujer& en$erma desde (ac'a un año& i*a a partir al d'a si#uiente para un lu#ar de montaña. La encontró acostada en su cuarto& como le ten'a mandado. As' se prepara*a parael es$uer0o del %iaje. Le sonrió.

; :e siento muy *ien ;le dijo.El doctor miró aquel rostro %uelto (acia l a la lu0 de la l!mpara de ca*ecera. "ara ieu2&

esa cara& a pesar de sus treinta años y del sello de la en$ermedad& era siempre la de la ju%entud/a causa& posi*lemente& de la sonrisa que disipa*a todo el resto.

; Duerme& si puedes ;le dijo;. La en$ermera %endr! a las once y os lle%ar al tren a las doce.La *esó en la $rente li#eramente (meda. La sonrisa le acompañó (asta la puerta.Al d'a si#uiente& 1< de a*ril& a las oc(o& el portero detu%o al doctor cuando sal'a& para

decirle que al#n *romista de mal #nero (a*'a puesto tres ratas muertas en medio delcorredor. De*'an (a*erlas co#ido con trampas muy $uertes& porque esta*an llenas de san#re. El

 portero (a*'a permanecido lar#o rato a la puerta& con las ratas col#ando por las patas& a laespera de que los culpa*les se delatasen con al#una *urla. "ero no pasó nada.

ieu2& intri#ado& se decidió a comen0ar sus %isitas por los *arrios e2tremos& donde(a*ita*an sus clientes m!s po*res. Las *asuras se reco#'an por all' tarde y el auto& a lo lar#o delas calles rectas y pol%orientas de aquel *arrio& ro0a*a las latas de detritos dejadas al *orde delas aceras. En una calle lle#ó a contar una docena de ratas tiradas so*re los restos de lasle#um*res y trapos sucios.

Encontró a su primer en$ermo en la cama& en una (a*itación que da*a a la calle y que leser%'a al mismo tiempo de alco*a y de comedor. Era un %iejo español de rostro duro yestra#ado. =en'a junto a l& so*re la colc(a& dos ca0uelas llenas de #ar*an0os. En el momentoen que lle#a*a el doctor& el en$ermo& medio incorporado en su lec(o& se ec(a*a (acia atr!ses$or0!ndose en su respiración pedre#osa de %iejo asm!tico. )u mujer trajo una palan#ana.

; Doctor ;dijo& mientras le pon'an la inyección;& +(a %isto usted cómo salen-

; )' ;dijo la mujer;& el %ecino (a reco#ido tres.; )alen muc(as& se las %e en todos los *asureros& >es el (am*re?ieu2 compro*ó en se#uida que todo el *arrio (a*la*a de las ratas. ,uando terminó sus

%isitas se %ol%ió a casa.; Arri*a (ay un tele#rama para usted ;le dijo el %iejo :ic(el.El doctor le pre#untó si (a*'a %isto m!s ratas.; >A(?& no ;dijo el portero;& estoy al acec(o y esos coc(inos no se atre%en.El tele#rama anuncia*a a ieu2 la lle#ada de su madre al d'a si#uiente. @en'a a ocuparse del

(o#ar mientras durase la ausencia de la en$erma. ,uando el doctor entró en su casa& laen$ermera (a*'a lle#ado ya. ieu2 %io a su mujer le%antada& en traje de %iaje& con colorete enlas mejillas. Le sonrió.

; Est! *ien ;le dijo;& muy *ien."oco despus& en la estación& la instaló en el a#on;lit. Ella se quedó mirando el

compartimiento.; =odo esto es muy caro para nosotros& +no-; Es necesario ;dijo ieu2.; +Bu (istoria es esa de las ratas-; No s& es cosa muy curiosa. 5a pasar!.Despus le dijo muy apresuradamente que ten'a que perdonarle por no (a*erla cuidado m!s/

la (a*'a tenido muy a*andonada. Ella mo%'a la ca*e0a como pidindole que se callase& pero lañadió3

; ,uando %uel%as todo saldr! mejor. =enemos que recomen0ar.

; )' ;dijo ella& con los ojos *rillantes;& recomen0aremos.Despus se %ol%ió para el otro lado y se puso a mirar por el cristal. En el andn las #entes se

apresura*an y se atropella*an. El sil*ido de la locomotora lle#ó (asta ellos. La llamó por su

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nom*re y& cuando se %ol%ió& %io que ten'a la cara cu*ierta de l!#rimas.; No ;le dijo dulcemente.8ajo las l!#rimas& la sonrisa %ol%ió& un poco crispada. espiró pro$undamente.; @ete& todo saldr! *ien.La apretó contra su pec(o y& ya en el andn& del otro lado del cristal& no %io m!s que su

sonrisa.; "or $a%or ;le dijo;& cu'date muc(o."ero ella ya no pod'a o'rle.A la salida& en el mismo andn& ieu2 c(ocó con el señor Ot(on& el jue0 de instrucción& que

lle%a*a a su niño de la mano. El doctor le pre#untó si se i*a de %iaje. El señor Ot(on& lar#o yne#ro& semejando en parte a lo que antes se llama*a un (om*re de mundo& y en parte a unsepulturero& respondió con %o0 ama*le pero *re%e3

; Espero a la señora Ot(on que (a ido a saludar a mi $amilia.La locomotora sil*ó.; Las ratas... ;dijo el jue0.ieu2 (i0o un mo%imiento en la dirección del tren& pero al $in se %ol%ió (acia la salida.

; )' ;respondió;& no es nada.=odo lo que recorda*a de ese instante era un empleado de la estación que pasó lle%ando uncajón lleno de ratas muertas.

"or la tarde de ese mismo d'a& al comien0o de la consulta& ieu2 reci*ió a un jo%en que le(a*'a dic(o que (a*'a %enido ya por la mañana y que era periodista. )e llama*a aymondam*ert. "equeño& de (om*ros maci0os& de e2presión decidida y ojos claros e inteli#entes&am*ert lle%a*a un traje tipo sport y parec'a encontrarse a #usto en la %ida. Fue derec(o a suo*jeto. Esta*a (aciendo una in$ormación para un #ran periódico de "ar's so*re las condicionesde %ida de los !ra*es y quer'a datos so*re su estado sanitario. ieu2 le dijo que el estado no era

 *ueno& "ero quiso sa*er& antes de ir m!s lejos& si el periodista pod'a decir la %erdad.; E%identemente ;dijo el otro.

; Buiero decir que si puede usted mani$estar una total repro*ación.;=otal& no es preciso decirlo. "ero yo creo que para una repro*ación total no (a*r'a$undamento.

,on sua%idad ieu2 le dijo que& en e$ecto& no (a*r'a $undamento para una repro*aciónsemejante& pero que al (acerle esa pre#unta sólo (a*'a querido sa*er si el testimonio deam*ert pod'a o no ser sin reser%as.

; 5o no admito m!s que testimonios sin reser%as& as' que no sustentar el suyo con misin$ormaciones.

; Ese es el len#uaje de )aint;Cust ;dijo el periodista& sonriendo.ieu2& sin cam*iar de tono& dijo que l no sa*'a nada de eso& pero que su len#uaje era el de

un (om*re cansado del mundo en que %i%'a& y sin em*ar#o inclinado (acia sus semejantes y

decidido& por su parte& a rec(a0ar la injusticia y las concesiones. am*ert& (undiendo el cuelloentre los (om*ros& mira*a al doctor.

; ,reo que lo comprendo ;dijo al $in& le%ant!ndose.El doctor lo acompañó (asta la puerta3; Le a#rade0co a usted que tome as' las cosas.am*ert pareció impacientarse3; )' ;dijo;& yo le comprendo& perdone usted esta molestia.El doctor le estrec(ó la mano y le dijo que se podr'a (acer un curioso reportaje so*re la

cantidad de ratas muertas que se encontra*an en la ciudad en aquel momento.; >A(? ;e2clamó am*ert;& eso me interesa.A las cinco& al salir a (acer nue%as %isitas& el doctor se cru0ó en la escalera con un (om*re

m!s *ien jo%en de silueta pesada& de rostro recio y demacrado& atra%esado por espesas cejas. 5alo (a*'a encontrado otras %eces en casa de los *ailarines españoles que %i%'an en el ltimo piso.Cean =arrou esta*a $umando con aplicación un ci#arrillo mientras contempla*a las ltimas

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con%ulsiones de una rata que e2pira*a a sus pies en un escalón. Le%antó so*re el doctor lamirada tranquila y un poco insistente de sus ojos #rises& le dijo *uenos d'as y añadió que estaaparición de las ratas era cosa curiosa.

; )' ;dijo ieu2;& pero ya %a terminando por ser irritante.; En cierto sentido& doctor& sólo en cierto sentido.

 No (a*'amos %isto nunca nada semejante& esto es todo. "ero yo lo encuentro interesante& s'& positi%amente interesante.

=arrou se pasó la mano por el pelo& ec(!ndoselo (acia atr!s& miró otra %e0 la rata& yainmó%il& despus sonrió a ieu2.

;5 so*re todo& doctor& esto es asunto del portero.Custamente el doctor encontró al portero delante de la casa& adosado al muro junto a la

entrada& con una e2presión de cansancio en su rostro& de ordinario con#estionado.; )'& ya lo s ;dijo el %iejo :ic(el a ieu2& que le señala*a el nue%o (alla0#o;. )e las

encuentra a(ora de dos en dos o de tres en tres. "ero lo mismo pasa en las otras casas."arec'a a*atido y preocupado. )e $rota*a el cuello con un #esto maquinal. ieu2 le pre#untó

cómo se sent'a. El portero no pod'a decir realmente que no se sintiese *ien. Lo nico era que

no esta*a en caja. En su opinión era cosa moral. Las ratas le (a*'an sacudido y todo mejorar'acuando desaparecieran."ero al d'a si#uiente& 1 de a*ril& el doctor& que tra'a a su madre de la estación& encontró a

:ic(el con un aspecto toda%'a m!s desencajado3 del sótano al tejado& una docena de ratassem*ra*an la escalera. Los *asureros de las casas %ecinas esta*an llenos. La madre del doctor reci*ió la noticia sin asom*rarse.

;)on cosas que pasan.Era una mujercita de pelo plateado y ojos ne#ros y dulces.;:e siento $eli0 de %ol%er a %erte& 8ernard ;le dijo;/ eso las ratas no pueden impedirlo.l asintió3 %erdad es que con ella todo parec'a siempre $!cil.ieu2 tele$oneó al ser%icio municipal de desrati0ación& a cuyo director conoc'a. +a*'a o'do

(a*lar de aquellas ratas que sal'an a morir en #ran nmero al aire li*re- :ercier& el director&(a*'a o'do (a*lar de ellas y en sus mismas o$icinas (a*'an encontrado una cincuentena. )e pre#unta*a& en $in& si la cosa era seria. ieu2 no pod'a ju0#ar& pero cre'a que el ser%icio dedesrati0ación de*'a inter%enir.

;)' ;dijo :ercier;& con una orden. )i crees que merece la pena& puedo tratar de o*tener unaorden.

;Eso siempre merece la pena ;dijo ieu2.)u criada aca*a*a de in$ormarle que (a*'an reco#ido %arios cientos de ratas muertas en la

#ran $!*rica donde tra*aja*a su marido.Fue en ese momento m!s o menos cuando nuestros conciudadanos empe0aron a inquietarse.

"ues a partir del 1& las $!*ricas y los almacenes des*orda*an& en e$ecto& de centenares de

cad!%eres de ratas. En al#unos casos $ue necesario ultimar a los animales cuya a#on'a erademasiado lar#a. "ero desde los *arrios e2tremos (asta el centro de la ciudad& por todos lossitios que el doctor ieu2 aca*a*a de atra%esar& en todos los lu#ares donde se reun'an nuestrosconciudadanos& las ratas espera*an amontonadas en los *asureros o alineadas en el arroyo. La

 prensa de la tarde se ocupó del asunto desde ese d'a y pre#untó si la municipalidad se propon'ao*rar o no& y qu medidas de ur#encia (a*'a tomado para li*rar a su jurisdicción de estain%asión repu#nante. La municipalidad no se (a*'a propuesto nada ni (a*'a tomado nin#unamedida& pero empe0ó por reunirse en consejo para deli*erar. La orden $ue dada al ser%icio dedesrati0ación de reco#er todas las mañanas& al amanecer& las ratas muertas. 4na %e0 terminadala recolección& dos coc(es del ser%icio ten'an que lle%ar los *ic(os al departamento deincineración de la *asura& para quemarlos.

"ero en los d'as que si#uieron& la situación se a#ra%ó. El nmero de los roedores reco#idosi*a creciendo y la recolección era cada mañana m!s a*undante. Al cuarto d'a& las ratasempe0aron a salir para morir en #rupos. Desde las ca%idades del su*suelo& desde las *ode#as&

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desde las alcantarillas& su*'an en lar#as $ilas titu*eantes para %enir a tam*alearse a la lu0& #irar so*re s' mismas y morir junto a los seres (umanos. "or la noc(e& en los corredores y callejonesse o'an distintamente sus #rititos de a#on'a. "or la mañana& en los su*ur*ios& se las encontra*ae2tendidas en el mismo arroyo con una pequeña $lor de san#re en el (ocico puntia#udo/ unas&(inc(adas y putre$actas& otras r'#idas& con los *i#otes toda%'a en(iestos.

En la ciudad misma se las encontra*a en pequeños montones en los descansillos o en los patios. @en'an tam*in a morir aisladamente en los salones administrati%os& en los patios de lasescuelas& en las terra0as de los ca$s a %eces. Nuestros conciudadanos& estupe$actos& lasdescu*r'an en los lu#ares m!s $recuentados de la ciudad. Ensucia*an la pla0a de armas& los

 *ule%ares& el paseo de Front;de;:er. Limpiada de animales muertos al amanecer& la ciudad i*aencontr!ndolos poco a poco cada %e0 m!s numerosos durante el d'a. En las aceras (a*'asucedido a m!s de un paseante nocturno sentir *ajo el pie la masa el!stica de un cad!%er anreciente. )e (u*iera dic(o que la tierra misma donde esta*an plantadas nuestras casas se

 pur#a*a as' de su car#a de (umores& que deja*a su*ir a la super$icie los $ornculos y lin$as quela mina*an interiormente. "uede ima#inarse la estupe$acción de nuestra pequeña ciudad& tantranquila (asta entonces& y conmocionada en pocos d'as& como un (om*re de *uena salud cuya

san#re empe0ase de pronto a re%ol%erse.Las cosas $ueron tan lejos que la a#encia ansdoc Gin$ormes& in%esti#aciones&documentación completa so*re cualquier asuntoH anunció& en su emisión radio$ónica dein$ormaciones #ratuitas& 7.J1 ratas reco#idas y quemadas en el solo transcurso del d'a K. Estaci$ra que da*a una idea justa del espect!culo cotidiano que la ciudad ten'a ante sus ojos&acrecentó la con$usión. asta ese momento nadie se (a*'a quejado m!s que como de unaccidente un poco repu#nante. A(ora ya se da*an cuenta de que este $enómeno& cuya amplitudno se pod'a precisar& cuyo ori#en no se pod'a descu*rir& empe0a*a a ser amena0ador. )ólo el%iejo español asm!tico se#u'a $rot!ndose las manos y repitiendo3 6)alen& salen6& con unaale#r'a senil.

El de a*ril& ansdoc anunció una cosec(a de cerca de . ratas y la ansiedad lle#ó a su

colmo. )e ped'an medidas radicales& se acusa*a a las autoridades& y al#unas #entes que ten'ancasas junto al mar (a*la*an de retirarse a ellas. "ero& al d'a si#uiente la a#encia anunció que el$enómeno (a*'a cesado *ruscamente y que el ser%icio de desrati0ación no (a*'a reco#ido m!sque una cantidad insi#ni$icante de ratas muertas. La ciudad respiró.

)in em*ar#o& ese d'a mismo& cuando el doctor ieu2 para*a su automó%il delante de la casa&al mediod'a& %io %enir por el e2tremo de la calle al portero& que a%an0a*a penosamente& con laca*e0a inclinada& los *ra0os y las piernas separados del cuerpo& en la actitud de un $antoc(e. El%iejo %en'a apoyado en el *ra0o de un cura que el doctor reconoció. Era el padre "anelou2& un

 jesuita erudito y militante con quien (a*'a (a*lado al#unas %eces y que era muy estimado en laciudad& incluso por los indi$erentes en materia de reli#ión. Los esperó. El %iejo :ic(el ten'a losojos relucientes y la respiración si*ilante. No se sent'a *ien y (a*'a querido tomar un poco de

aire& pero %i%os dolores en el cuello& en las a2ilas y en las in#les le (a*'an o*li#ado a pedir ayuda al padre "anelou2.

;:e est!n saliendo *ultos. e de*ido (acer al#n es$uer0o.El doctor sacó el *ra0o por la %entanilla y paseó los dedos por la *ase del cuello que :ic(el

le mostra*a3 se le esta*a $ormando all' una especie de nudo de madera.;Acustese& tómese la temperatura/ %endr a %erle por la tarde.El portero se $ue. ieu2 pre#untó al padre "anelou2 qu pensa*a l de este asunto de las

ratas.;>O(? ;dijo el padre;& de*e de ser una epidemia ;y sus ojos sonrieron detr!s de las #a$as

redondas.Despus del almuer0o ieu2 esta*a releyendo el tele#rama del sanatorio que le anuncia*a la

lle#ada de su mujer cuando sonó el tel$ono. Era un anti#uo cliente& empleado delAyuntamiento& que le llama*a. a*'a su$rido durante muc(o tiempo de estrec(e0 de la aorta ycomo era po*re& ieu2 lo (a*'a atendido #ratuitamente.

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;)' ;dec'a;& ya s que se acuerda usted de m'& pero se trata de otro. @en#a en se#uida& le (aocurrido al#o #ra%e a un %ecino m'o.

)u %o0 era an(elante. ieu2 pensó en el portero y decidió ir a %erlo despus. :inutos m!starde lle#a*a a la puerta de una casa pequeña de la calle Faid(er*e& en un *arrio e2tremo. Enmedio de la escalera $r'a y maloliente %io a Cosep( Mrand& el empleado& que sal'a a suencuentro. Era un (om*re de unos cincuenta años& de *i#ote amarillo& alto y encor%ado&(om*ros estrec(os y miem*ros ñacos.

;5a est! mejor ;dijo& yendo (acia ieu2;& pero cre' que se i*a.)e sonó las narices. En el se#undo y ltimo piso& escrito so*re la puerta de la i0quierda con

ti0a roja& ieu2 leyó3 6Entrad& me (e a(orcado.6Entraron. La cuerda col#a*a del tec(o& atada al soporte de la l!mpara& y *ajo ella (a*'a una

silla derri*ada/ la mesa esta*a apartada a un rincón. "ero la cuerda col#a*a en el %ac'o.;Le descol#u a tiempo ;dec'a Mrand& que parec'a siempre re*uscar las pala*ras aunque

(a*lase el len#uaje m!s simple;. )al'a& justamente& y o' ruido dentro. ,uando %i la inscripcióncre' que era una *roma. "ero lan0ó un #emido e2traño y (asta siniestro& le ase#uro.

)e rasca*a la ca*e0a.

;5o creo que la operación de*e ser dolorosa. Naturalmente& entr.Empujaron una puerta y se encontraron en una (a*itación clara& pero po*rementeamue*lada. 4n (om*recito re#ordete esta*a ec(ado so*re una cama de *ronce. espira*aruidosamente y los mira*a con ojos con#estionados. El doctor se detu%o. En los inter%alos dela respiración le parec'a o'r #rititos de ratas& pero no (a*'a nada por los rincones. ieu2 seacercó a la cama. El (om*re no se (a*'a dejado caer de muy alto ni demasiado *ruscamente/las %rte*ras (a*'an resistido. En suma& un poco de as$i2ia. El doctor le puso una inyección deaceite alcan$orado y dijo que mejorar'a en pocos d'as.

;Mracias& doctor ;dijo el (om*re& con %o0 entrecortada.ieu2 pre#untó a Mrand si (a*'a dado parte a la comisar'a y el empleado dijo& un poco

con$uso3

;No. >O(?& no. "ens que lo primero era...;Naturalmente ;atajó ieu2;& ya lo (ar yo."ero en ese momento el en$ermo se a#itó incorpor!ndose en la cama y ase#urando que

esta*a *ien y que no merec'a la pena.;,!lmese ;dijo ieu2;. ,ono0co el asunto& crame& y es necesario que (a#a una declaración.;>O(? ;dijo el otro.5 se dejó caer (acia atr!s& lloriqueando.Mrand& que se atusa*a el *i#ote desde (ac'a rato& se acercó a l.;@amos& señor ,ottard ;le dijo;& procure usted comprender. "odr'an decir que el doctor es

responsa*le. )i por casualidad le da a usted la idea de repetirlo..."ero ,ottard dijo entre l!#rimas que no lo repetir'a& que (a*'a sido sólo un momento de

locura y que lo nico que quer'a era que le dejasen en pa0.ieu2 (i0o una receta.;Entendido ;le dijo;. Dejemos eso por a(ora. 5o %ol%er dentro de dos o tres d'as. "ero no

(a#a usted tonter'as.En el descansillo le dijo a Mrand que no ten'a m!s remedio que (acer una declaración& pero

que i*a a pedir al comisario que no (iciera su in$ormación (asta dos d'as despus.;=endr'an que %i#ilarlo esta noc(e. +=iene $amilia-;5o no le cono0co nin#una. "ero puedo %elarlo yo mismo.Mrand mo%'a la ca*e0a.;=en#a usted en cuenta que a l tampoco puedo decir que lo cono0ca. "ero de*emos

ayudarnos unos a otros.

En los corredores de la casa& ieu2 miró maquinalmente (acia los rincones y pre#untó aMrand si las ratas (a*'an desaparecido totalmente de su *arrio. El empleado no lo sa*'a. )e(a*'a (a*lado en e$ecto& de esta (istoria& pero l no presta*a muc(a atención a los rumores del

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 *arrio.;=en#o otras preocupaciones ;dijo.ieu2 le estrec(ó la mano. =en'a prisa por ir a %er al portero antes de ponerse a escri*ir a su

mujer.Los %endedores de periódicos %ocea*an que la in%asión de ratas (a*'a sido detenida. "ero

ieu2 encontró a su en$ermo medio col#ando de la cama& con una mano en el %ientre y otra enel suelo& %omitando con #ran des#arramiento una *ilis roji0a en un cu*o. Despus de #randeses$uer0os& ya sin aliento& el portero %ol%ió a ec(arse. La temperatura lle#a*a a treinta y nue%econ cinco& los #an#lios del cuello y de los miem*ros se (a*'an (inc(ado& dos manc(asne#ru0cas se e2tend'an en un costado. )e queja*a de un dolor interior.

;:e quema ;dec'a;& este coc(ino me quema.La *oca pe#ajosa le o*li#a*a a masticar las pala*ras y %ol%'a (acia el doctor sus ojos

desor*itados& que el dolor de ca*e0a llena*a de l!#rimas. La mujer mira*a con ansiedad aieu2& que permanec'a mudo.

;Doctor ;dec'a la mujer;& +qu puede ser esto-;"uede ser cualquier cosa& pero toda%'a no (ay nada se#uro. asta esta noc(e& dieta y

depurati%o. Bue *e*a muc(o.Custamente& el portero esta*a de%orado por la sed.5a en su casa& ieu2 tele$oneó a su cole#a ic(ard& uno de los mdicos m!s importantes de

la ciudad.;No ;dec'a ic(ard;& yo no (e %isto toda%'a nada e2traordinario.;+Nin#una $ie*re con in$lamaciones locales-;>A(?& s' por cierto& dos casos con #an#lios muy in$lamados.;+Anormalmente-;8ueno ;dijo ic(ard;& lo normal& ya sa*e usted..."or la noc(e el portero delira*a& con cuarenta #rados& quej!ndose de las ratas. ieu2 ensayó

un a*sceso de $ijación. A*rasado por la trementina& el portero #rita*a3 6>A(?& >coc(inos?6

Los #an#lios se#u'an (inc(!ndose& duros y nudosos al tacto. La mujer esta*a enloquecida.;@lele usted ;le dijo el mdico; y ll!meme si $uese preciso.

Al d'a si#uiente& J de a*ril& una *risa li#era sopla*a *ajo un cielo a0ul y (medo. =ra'a unolor a $lores que lle#a*a de los arra*ales m!s lejanos. Los ruidos de la mañana en las calles

 parec'an m!s %i%os& m!s ale#res que de ordinario. En toda nuestra ciudad& desem*ara0ada de lasorda aprensión en que (a*'a %i%ido durante una semana& ese d'a era& al $in& el d'a de la

 prima%era. ieu2 mismo& animado por una carta tranquili0adora de su mujer& *aja*a a casa del portero con li#ere0a. 5& en e$ecto& por la mañana la $ie*re (a*'a descendido a treinta y oc(o#rados/ el en$ermo sonre'a en su cama.

;+@a mejor& no es cierto& doctor- ;dijo la mujer.

;ay que esperar un poco toda%'a."ero al mediod'a la $ie*re su*ió de #olpe a cuarenta. El en$ermo delira*a sin parar y los

%ómitos recomen0aron. Los #an#lios del cuello esta*an doloridos y el portero quer'a tener laca*e0a lo m!s lejos posi*le del cuerpo. La mujer esta*a sentada a los pies de la cama y por encima de la colc(a sujeta*a con sus manos los pies del en$ermo. :ira*a a ieu2.

;Escc(eme ;le dijo l;& es necesario aislarse y proceder a un tratamiento de e2cepción. @oya tele$onear al (ospital y lo transportaremos en una am*ulancia.

Dos (oras despus& en la am*ulancia& el doctor y la mujer se inclina*an so*re el en$ermo.De su *oca tapi0ada de $un#osidades& se escapa*an $ra#mentos de pala*ras3 6>Las ratas?6&dec'a. @erdoso& los la*ios cerleos& los p!rpados ca'dos& el aliento irre#ular y d*il& todo lcomo cla%eteado por los #an#lios& (ec(o un re*ujón en el $ondo de la camilla& como si quisiera

que se cerrase so*re l o como si al#o le llamase sin tre#ua desde el $ondo de la tierra& el portero se a(o#a*a *ajo una presión in%isi*le. La mujer llora*a. ;+No (ay esperan0a doctor-;a muerto ;dijo ieu2.

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La muerte del portero& puede decirse& marcó el $in de este per'odo lleno de si#nosdesconcertantes y el comien0o de otro& relati%amente m!s di$'cil& en el que la sorpresa de los

 primeros tiempos se trans$ormó poco a poco en p!nico. Nuestros conciudadanos& a(ora seda*an cuenta& no (a*'an pensado nunca que nuestra ciudad pudiera ser un lu#ar 

 particularmente indicado para que las ratas saliesen a morir al sol ni para que los porteros perecieran de en$ermedades e2trañas. Desde ese punto de %ista& en suma& esta*an en un error ysus ideas e2i#'an ser re%isadas. )i todo (u*iera quedado en eso& las costum*res (a*r'an se#uido

 pre%aleciendo. "ero otros entre nuestros conciudadanos& y que no eran precisamente porteros ni po*res& tu%ieron que se#uir la ruta que (a*'a a*ierto :ic(el. Fue a partir de ese momentocuando el miedo& y con l la re$le2ión& empe0aron.

)in em*ar#o& antes de entrar en detalles so*re esos nue%os acontecimientos& el narrador creede utilidad dar la opinión de otro testi#o so*re el per'odo que aca*a de ser descrito. Cean=arrou& que ya encontramos al comien0o de esta narración& se (a*'a esta*lecido en Oransemanas antes& y (a*ita*a desde entonces en un #ran (otel del centro. Aparentemente susituación era lo *astante desa(o#ada como para %i%ir de sus rentas. "ero& acaso porque laciudad se (a*'a acostum*rado a l poco a poco& nadie pod'a decir de dónde %en'a ni por qu

esta*a all'. )e le encontra*a en todos los lu#ares p*licos3 desde el comien0o de la prima%erase le (a*'a %isto muc(o en las playas& nadando con mani$iesto placer. A$a*le& siempresonriente& parec'a ser ami#o de todos los placeres normales& sin ser escla%o de ellos. En $in& elnico (!*ito que se le conoc'a era la $recuentación asidua de los *ailarines españoles& (artonumerosos en nuestra ciudad.

)us apuntes& en todo caso& constituyen tam*in una especie de crónica de este per'ododi$'cil. "ero son una crónica muy particular& que parece o*edecer a un plan preconce*ido deinsi#ni$icancia. A primera %ista se podr'a creer que =arrou se las in#enia*a para contemplar lascosas y los seres con los #emelos al re%s. En medio de la con$usión #eneral se esmera*a& ensuma& en con%ertirse en (istoriador de las cosas que no ten'an (istoria. )e puede lamentar& sinduda& ese plan y sospec(ar que procede de cierta sequedad de cora0ón. "ero no por ello sus

apuntes dejan de o$recer para una crónica de este per'odo multitud de detalles secundarios quetienen su importancia y cuya e2tra%a#ancia& inclusi%e& impedir! que se ju0#ue a la li#era a esteinteresante personaje.

Las primeras notas tomadas por Cean =arrou datan de su lle#ada a Oran. Demuestran desdeel principio una curiosa satis$acción por el (ec(o de encontrarse en una ciudad tan $ea por s'misma. )e encuentra en ellas la descripción detallada de los leones de *ronce que adornan elAyuntamiento& consideraciones *en%olas so*re la ausencia de !r*oles& so*re las casasdeplora*les y el tra0ado a*surdo de la ciudad. =arrou pone tam*in en sus notas di!lo#os o'dosen los tran%'as y en las calles& sin añadir comentario& sal%o& un poco m!s tarde& a una de esascon%ersaciones concernientes a un tal ,amps. =arrou (a*'a asistido a una con%ersación entredos co*radores de tran%'as.

;= conociste a ,amps ;dec'a uno.;+,amps- +4no alto con *i#ote ne#ro-;se. Esta*a en las a#ujas.;>A(?& s'.;8ueno& pues se (a muerto.;>A(? 5 +cu!ndo-;Despus de lo de las ratas.;>:ira? +5 qu es lo que (a tenido-;No s/ unas $ie*res. Adem!s& no era $uerte. a tenido a*scesos en los so*acos. No lo (a

resistido.;5 sin em*ar#o& parec'a i#ual que todo el mundo.

;No/ era d*il de pec(o y toca*a en el Or$eón. )iempre soplando en un cornet'n/ eso aca*a acualquiera.

;>A(? ;concluyó el se#undo;& cuando se est! en$ermo no se de*e soplar en un cornet'n.

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=ras esas *re%es indicaciones =arrou se pre#unta*a por qu ,amps (a*'a entrado en elOr$eón en contra de sus intereses m!s e%identes y cu!les eran las ra0ones pro$undas que le(a*'an lle%ado a arries#ar la %ida por los des$iles dominicales.

=arrou parec'a adem!s (a*er sido $a%ora*lemente impresionado por una escena que sedesarrolla*a con $recuencia en el *alcón que queda*a en $rente de su %entana. )u cuarto da*a auna pequeña calle tras%ersal donde (a*'a siempre #atos adormilados a la som*ra de las tapias."ero todos los d'as& despus del almuer0o& a la (ora en que la ciudad entera esta*a adormecida

 por el calor& un %iejecito aparec'a en un *alcón& del otro lado de la calle. El pelo *lanco y *ien peinado& derec(o y se%ero en su traje de corte militar& llama*a a los #atos con un 6minino&minino6 dulce y distante a un tiempo. Los #atos le%anta*an los ojos& p!lidos de sueño& sindecidirse a mo%erse. l romp'a pedacitos de papel so*re la calle y los animales& atra'dos por esta llu%ia de mariposas *lancas& a%an0a*an (asta  el centro de la cal0ada& alar#ando la patatitu*eante (acia los ltimos tro0os de papel. El %iejecito& entonces escup'a so*re los #atos con$uer0a y precisión. )i uno de sus escupitajos da*a en el *lanco& re'a.

En $in& =arrou parec'a (a*er sido de$initi%amente seducido por el car!cter comercial de laciudad& cuyo aspecto& animación e incluso placeres aparenta*an ser re#idos por las necesidades

del ne#ocio. Esta sin#ularidad Ges el trmino empleado en los apuntesH ten'a la apro*ación de=arrou y una de sus o*ser%aciones elo#iosas lle#a*a a terminarse con la e2clamación3 6>Al$in?6 Estos son los nicos puntos en que las notas del %iajero& pertenecientes a esta $ec(a&

 parecen tener car!cter personal. Es di$'cil apreciar su si#ni$icación y lo que pueda (a*er deserio en ellas. Es as' como& despus de (a*er relatado que el (alla0#o de una rata muerta (a*'alle%ado al cajero del (otel a cometer un error en su cuenta& =arrou (a*'a añadido con una letramenos clara que de ordinario. 6"re#unta3 +qu (acer para no perder el tiempo- espuesta3sentirlo en toda su lentitud. :edios3 pasarse los d'as en la antesala de un dentista en una sillaincon$orta*le/ %i%ir el domin#o en el *alcón& por la tarde/ o'r con$erencias en una len#ua queno se conoce& esco#er los itinerarios del tren m!s lar#os y menos cómodos y %iajar de pie&naturalmente/ (acer la cola en las taquillas de los espect!culos& sin perder su puesto& etc.& etc

"ero inmediatamente despus de estos jue#os de len#uaje o de pensamiento& los apuntescomien0an una descripción detallada de los tran%'as de nuestra ciudad& de su $orma de *arquic(uelo& su color impreciso& su (a*itual suciedad y terminan estas consideraciones con un6es nota*le6 que no e2plica nada.

e aqu'& en todo caso& las indicaciones dadas por =arrou so*re la (istoria de las ratas36oy el %iejecito de en$rente est! desconcertado. No (ay #atos. an desaparecido& en

e$ecto& e2citados por las ratas muertas que se descu*ren en #ran nmero por las calles. En miopinión no se puede pensar que los #atos coman ratas muertas. ecuerdo que los m'os lasdetesta*an. "ero eso no impide que corran a las *ode#as y que el %iejecito est desconcertado.

Est! menos *ien peinado& menos %i#oroso. )e le %e inquieto/ despus de estar un rato en el *alcón se $ue para adentro. "ero (a*'a escupido una %e0 en el %ac'o.

6En la ciudad (oy se detu%o un tran%'a porque se descu*rió en l una rata muerta& que (a*'alle#ado all' no se sa*e cómo. Dos o tres mujeres se apearon. =iraron la rata. El tran%'a partió.

6En el (otel& el #uardi!n nocturno& que es un (om*re di#no de $e& me (a dic(o que l est!%iendo %enir al#una des#racia con todas estas ratas muertas. ,uando las ratas dejan el *arco...Le respond' que eso era cierto en el caso de los *arcos& pero que toda%'a no se (a*'acompro*ado en las ciudades. )in em*ar#o& su con%icción es $irme. Le pre#unt qu des#racia

 pod'a amena0arnos& se#n l. No sa*'a& la des#racia era impre%isi*le. "ero a l no le (u*ierae2trañado que se tratara de un tem*lor de tierra. econoc' que eso era posi*le y me pre#untó sino me inquieta*a3

6;Lo nico que me interesa ;le dije; es encontrar la pa0 interior.6:e comprendió per$ectamente.

6En el comedor del (otel (ay una $amilia muy interesante. El padre es un (om*re alto&del#ado& %estido de ne#ro& con cuello duro. =iene la ca*e0a cal%a en el centro y dos tu$os de

 pelo #ris a derec(a e i0quierda. Ojitos redondos y duros& una nari0 a$ilada y una *oca

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(ori0ontal le dan el aspecto de una lec(u0a *ien educada. Lle#a siempre primero a la puerta delcomedor& se aparta& deja pasar a su mujer& menuda como un ratoncito ne#ro& y entonces entra&lle%ando detr!s a un niño y a una niña %estidos como dos perros sa*ios. Lle#ado a la mesa&espera a que su mujer se coloque& se sienta l y los dos perritos de a#uas pueden al $in posarseen sus sillas. a*la de usted a su mujer y a sus (ijos& dedica corteses maldades a la primera y$rases de$initi%as a los (erederos.

6;Nicole& est! usted mostr!ndose so*eranamente antip!tica.65 la pequeña est! a punto de llorar. Lo que l quer'a.6Esta mañana& el niño esta*a muy e2citado con la (istoria de las ratas. Buiso (a*lar de ello

en la mesa.6;No se (a*la de ratas en la mesa& "(ilippe. En adelante le pro('*o a usted pronunciar esa

 pala*ra.6;)u padre tiene ra0ón ;dijo el ratoncito ne#ro.6Los dos perritos metieron la nari0 en su pastel y la lec(u0a dio las #racias con una

inclinación de ca*e0a que no dec'a #ran cosa.6A pesar de este *ello ejemplo se (a*la muc(o de las ratas en la ciudad. El periódico se

ocupa de ello. La crónica local& que de ordinario es muy %ariada& a(ora queda ocupada todaentera por una campaña contra la municipalidad. +)e (an dado cuenta nuestros ediles del peli#ro que pueden si#ni$icar los cad!%eres putre$actos de esos roedores- El director del (otelya no puede (a*lar de otra cosa. "ero es que est! a%er#on0ado. Descu*rir ratas en el ascensor de un (otel (onora*le le parece inconce*i*le. "ara consolarle le dije3 "ero todo el mundo est!lo mismo.

6;Eso es ;me respondió;& a(ora estamos tam*in nosotros como todo el mundo.6l (a sido quien me (a (a*lado de los primeros casos de esta $ie*re e2traña que empie0a a

inquietar a la #ente. 4na camarera la (a tenido.6;"ero& se#uramente& no es conta#iosa ;dijo en se#uida& con apresuramiento.65o le dije que me da*a i#ual.

6;>A(? 5a %eo. El señor es como yo. El señor es $atalista.65o no (a*'a dic(o nada que lo pareciese y adem!s no soy $atalista. Le dije...6A partir de ese momento los apuntes de =arrou empie0an a (a*lar un poco detalladamente

de esta $ie*re desconocida que inquieta a todos. )eñalando que el %iejecito& con la desapariciónde las ratas (a*'a %uelto a encontrar sus #atos y recti$ica*a pacientemente el tiro& =arrou añad'aque se pod'a citar una docena de casos de esta $ie*re& casi todos mortales.

A t'tulo de documento podemos& en $in& reproducir el retrato del doctor ieu2 por =arrou. A juicio del narrador& es muy $iel.

6"arece tener treinta y cinco años. =alla mediana. Espaldas anc(as. ostro casi rectan#ular.Los ojos oscuros y rectos& la mand'*ula saliente. La nari0 anc(a es correcta. El pelo ne#ro&cortado muy corto. La *oca arqueada& con los la*ios llenos y casi siempre cerrados. =iene un

 poco el tipo de un campesino siciliano& con su piel curtida& su pelam*re ne#ra y sus trajes detonos siempre oscuros& que le %an *ien.

6Anda deprisa. 8aja de las aceras sin cam*iar el paso& pero de cuando en cuando su*e a laacera opuesta dando un saltito. Es distra'do manejando el coc(e y deja muc(as %eces las$lec(as de dirección le%antadas& incluso despus de (a*er dado %uelta.

6)iempre sin som*rero. Aires de (om*re muy al tanto.6Las ci$ras de =arrou eran e2actas. El doctor ieu2 sa*'a al#o de eso. 4na %e0 aislado el

cuerpo del portero& (a*'a tele$oneado a ic(ard para consultarle so*re esas $ie*res in#uinales.;5o no lo comprendo ;(a*'a dic(o ic(ard;. Dos muertos. 4no en cuarenta y oc(o (oras&

otro en tres d'as. 5o (a*'a dejado a uno de ellos por la mañana con todos los indicios de lacon%alecencia.

;A%'seme si tiene usted otros casos ;dijo ieu2.Llamó a al#unos otros mdicos. La encuesta le dio una %eintena de casos semejantes en

 pocos d'as. ,asi todos (a*'an sido mortales. "idió entonces a ic(ard& que era secretario del

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sindicato de mdicos de Oran& que decidiese el aislamiento de los nue%os en$ermos.;No puedo (acerlo ;dijo ic(ard;. ar'an $alta medidas de la pre$ectura. Adem!s& +quin le

ase#ura a usted que (ay peli#ro de conta#io-;Nadie me lo ase#ura& pero los s'ntomas son inquietantes.ic(ard& sin em*ar#o& cre'a que 6l no esta*a cali$icado6. =odo lo que pod'a (acer era (a*lar 

al pre$ecto."ero mientras se (a*la*a se perd'a el tiempo. Al d'a si#uiente de la muerte del portero&

#randes *rumas cu*rieron el cielo. Llu%ias torrenciales y *re%es cayeron so*re la ciudad. 4ncalor tormentoso si#uió a aquellos *ruscos c(aparrones. El mar incluso (a*'a perdido su a0ul

 pro$undo& y *ajo el cielo *rumoso toma*a re$lejos de plata o de acero& dolorosos para la %ista.El calor (medo de la prima%era (ac'a desear el ardor del %erano. En la ciudad& construida en$orma de caracol so*re la meseta& apenas a*ierta (acia el mar& una pesade0 ti*ia reina*a. Enmedio de sus lar#os muros enjal*e#ados& por entre sus calles con escaparates pol%orientos& enlos tran%'as de un amarillo sucio& se sent'a uno como prisionero del cielo. )ólo el %iejo en$ermode ieu2 triun$a*a de su asma para ale#rarse de ese tiempo& y sol'a decir3

;Esto (ier%e& es *ueno para los *ronquios.

er%'a& en e$ecto& ni m!s ni menos que una $ie*re. =oda%'a ciudad ten'a $ie*re. Esta era& almenos& la impresión que perse#u'a el doctor ieu2& la mañana en que i*a (acia la calleFaid(er*e para asistir a la in$ormación so*re la tentati%a de suicidio de ,ottard. "ero estaimpresión le parec'a irra0onada. La atri*u'a al ener%amiento y a las preocupaciones de queesta*a lleno y cre'a que necesita*a poner un poco de orden en sus ideas.

,uando lle#ó& el comisario no esta*a all' toda%'a& Mrand espera*a en el rellano de laescalera y decidieron entrar primero en su cuarto& dejando la puerta a*ierta. El empleado delAyuntamiento ocupa*a dos pie0as amue*ladas muy sumariamente. )e o*ser%a*a sólo unestante de madera *lanca con dos o tres diccionarios y un encerado donde se pod'an leer&medio *orradas& las pala*ras 6a%enidas $loridas6. )e#n Mrand& ,ottard (a*'a pasado *ien lanoc(e. "ero se (a*'a despertado por la mañana con dolor de ca*e0a e incapa0 de la menor 

reacción. Mrand parec'a cansado y ner%ioso. )e pasea*a de un lado para otro a*riendo ycerrando una #ran carpeta llena de (ojas manuscritas.,ontó al doctor que l conoc'a poco a ,ottard& pero que le supon'a un pequeño capital.

,ottard era un (om*re raro. Durante muc(o tiempo sus relaciones se (a*'an limitado a unsaludo en la escalera.

;No (e tenido m!s que dos con%ersaciones con l. ace unos d'as dej caer en el descansillouna caja de ti0as que tra'a. Eran ti0as rojas y a0ules. En ese momento sal'a ,ottard y me ayudóa reco#erlas. :e pre#untó para qu eran esas ti0as de di$erentes colores.

Mrand le (a*'a e2plicado entonces que esta*a repasando un poco de lat'n. No (a*'a %uelto aestudiarlo desde el liceo.

;)' ;dijo el doctor;& me (an ase#urado que es til para conocer mejor el sentido de las

 pala*ras $rancesas.As'& pues& escri*'a las pala*ras latinas en el encerado. ,opia*a con la ti0a a0ul la parte de las

 pala*ras que cam*ia se#n las declinaciones y las conju#aciones y con la ti0a roja la que nocam*ia nunca.

;No s si ,ottard comprendió *ien& pero me pidió una ti0a roja. :e sorprendió un poco& pero despus de todo... 5o no pod'a adi%inar que i*a a ser%irle para su proyecto.

ieu2 pre#untó cu!l (a*'a sido el tema de la se#unda con%ersación. "ero en ese momentolle#ó el comisario acompañado de su secretario y quiso primero o'r la declaración de Mrand. Eldoctor o*ser%ó que Mrand& cuando (a*la*a de ,ottard& le llama*a siempre 6el desesperado6.Incluso en un momento empleó la e2presión 6resolución $atal6. Discutieron so*re el moti%o delsuicidio y Mrand se mostró siempre escrupuloso en el empleo de los trminos. u*o que

detenerse so*re las pala*ras 6contrariedades 'ntimas6. El comisario pre#untó si no (a*'a (a*idonada en la actitud de ,ottard que (iciese sospec(ar lo que l llama*a 6su determinación6.

;Ayer llamó a mi puerta ;dijo Mrand; para pedirme $ós$oros. Le di mi caja. )e e2cusó

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diciendo que entre %ecinos... Despus me ase#uró que me de%ol%er'a la caja. Le dije que sequedase con ella.

El comisario pre#untó al empleado si ,ottard no le (a*'a parecido raro.;:e pareció raro %erlo como deseoso de enta*lar con%ersación. "ero yo esta*a tra*ajando.Mrand se %ol%ió (acia ieu2 y añadió& con aire intimidado3;4n tra*ajo personal.El comisario quiso %er al en$ermo. "ero ieu2 creyó mejor prepararle primero. ,uando

entró en la (a*itación& ,ottard& %estido solamente con un pijama de $ranela #ris!cea& esta*aincorporado en la cama y %uelto (acia la puerta con e2presión de ansiedad.

;Es la polic'a& +no-;)' ;dijo ieu2;& no se a#ite usted. Dos o tres $ormalidades y lo dejaran en pa0."ero ,ottard respondió que era intil& que l detesta*a a la polic'a. ieu2 dijo con

impaciencia3;5o tampoco la adoro. )e trata de responder pronto y claro a sus pre#untas para terminar de

una %e0.,ottard se calló y el doctor $ue (acia la puerta& pero el (om*recillo %ol%ió a llamarlo y le

co#ió las manos cuando estu%o junto a la cama.;No se puede (acer nada a un en$ermo& a un (om*re que se (a a(orcado& +no es cierto&doctor-

ieu2 lo consideró un momento y al $in le ase#uró que no se trata*a de nada de ese #nero yque& en todo caso& l esta*a all' para prote#er a su en$ermo. ste pareció tranquili0arse y ieu2(i0o entrar al comisario.

)e le leyó a ,ottard la declaración de Mrand y se le pre#untó si pod'a precisar los moti%osde su acto. espondió solamente& sin mirar al comisario& que 6contrariedades 'ntimas era lo

 justo6. El comisario le pre#untó si ten'a intención de repetirlo. ,ottard se animó& respondió queno y que lo nico que quer'a era que lo dejaran en pa0.

;=en#o que (acerle comprender ;dijo el comisario en tono irritado; que por el momento es

usted el que tur*a la pa0 de los dem!s."ero ieu2 le (i0o una seña y no pasó de all'.;Fi#rese ;suspiró el comisario;& tenemos otras cosas puestas a la lum*re desde que se (a*la

de esto de la $ie*re."re#untó al doctor si la cosa era seria y ieu2 dijo que no lo sa*'a.;El tiempo& eso es todo ;dijo el comisario.Era el tiempo& sin duda. =odo se pon'a pe#ajoso a medida que a%an0a*a el d'a y ieu2

sent'a aumentar su aprensión a cada %isita. "or la tarde de ese mismo d'a un %ecino del %iejoen$ermo se queja*a de las in#les y %omita*a en medio de su delirio. Los #an#lios eran muc(om!s #ruesos que los del portero. 4no de ellos comen0ó a supurar y pronto se a*rió como un$ruto mali#no. ,uando %ol%ió a su casa ieu2 tele$oneó al depósito de productos $armacuticos

de la localidad. )us notas pro$esionales mencionan nicamente en esta $ec(a3 6espuestane#ati%a.6 5 ya esta*an llam!ndole en otros sitios para casos semejantes.

a*'a que a*rir los a*scesos/ era e%idente. Dos #olpes de *istur' en cru0 y los #an#liosarroja*an una materia me0clada de san#re. Los en$ermos san#ra*an& descuarti0ados. "eroaparec'an manc(as en el %ientre y en las piernas& un #an#lio deja*a de supurar y despus %ol%'aa (inc(arse. La mayor parte de las %eces el en$ermo mor'a en medio de un olor espantoso.

La prensa& tan (a*ladora en el asunto de las ratas& no dec'a nada. "orque las ratas mueren enla calle y los (om*res en sus cuartos y los periódicos sólo se ocupan de la calle. "ero la

 pre$ectura y la municipalidad empe0aron a pre#untarse qu (a*'a que (acer. :ientras cadamdico no tu%o conocimiento m!s que de dos o tres casos nadie pensó en mo%erse. Al $in&

 *astó que a al#uno se le ocurriese (acer la suma. La suma era aterradora. En unos cuantos d'as

los casos mortales se multiplicaron y se (i0o e%idente para los que se ocupa*an de este malcurioso que se trata*a de una %erdadera epidemia. Este $ue el momento que esco#ió ,astel& uncole#a de ieu2 de muc(a m!s edad que l para ir a %erle.

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;Naturalmente& usted sa*e lo que es esto& ieu2.;Espero el resultado de los an!lisis.;5o lo s y no necesito an!lisis. e (ec(o parte de mi carrera en ,(ina y (e %isto al#unos

casos en "ar's& (ace unos %eintitantos años. Lo que pasa es que por el momento no se atre%en allamarlo por su nom*re. La opinión p*lica es sa#rada3 nada de p!nico& so*re todo nada de

 p!nico. 5 adem!s& como dec'a un cole#a3 6Es imposi*le& todo el mundo sa*e que (adesaparecido de Occidente.6 )'& todo el mundo lo sa*e& e2cepto los muertos. @amos& ieu2usted sa*e tan *ien como yo lo que es.

ieu2 re$le2iona*a. "or la %entana de su despac(o mira*a el *orde pedre#oso del acantiladoque encerra*a a lo lejos la *a('a. El cielo& aunque a0ul& ten'a un resplandor mortecino que sei*a apa#ando a medida que a%an0a*a la tarde.

;)'& ,astel ;dijo ieu2;& es casi incre'*le& pero parece que es la peste.,astel se le%antó y $ue (acia la puerta.;5a sa*e usted lo que %an a responderme3 6a desaparecido de los pa'ses templados desde

(ace años.6;+Bu quiere decir desaparecer- ;respondió ieu2 al0ando los (om*ros.

;)'& y no ol%ide usted que toda%'a en "ar's (ace unos %einte años...;8ueno. Esperemos que (oy no sea m!s #ra%e que entonces. "ero es %erdaderamenteincre'*le.

La pala*ra 6peste6 aca*a*a de ser pronunciada por primera %e0. En este punto de lanarración que deja a 8ernard ieu2 detr!s de una %entana se permitir! al narrador que

 justi$ique la incertidum*re y la sorpresa del doctor puesto que& con pequeños matices& sureacción $ue la misma que la de la mayor parte de nuestros conciudadanos. Las pla#as& ene$ecto& son una cosa comn pero es di$'cil creer en las pla#as cuando las %e uno caer so*re suca*e0a. a (a*ido en el mundo tantas pestes como #uerras y sin em*ar#o& pestes y #uerrasco#en a las #entes siempre despre%enidas. El doctor ieu2 esta*a despre%enido como loesta*an nuestros ciudadanos y por esto (ay que comprender sus dudas. "or esto (ay que

comprender tam*in que se callara& indeciso entre la inquietud y la con$ian0a. ,uando estallauna #uerra las #entes se dicen3 6Esto no puede durar& es demasiado estpido.6 5 sin duda una#uerra es e%identemente demasiado estpida& pero eso no impide que dure. La estupide0 insistesiempre& uno se dar'a cuenta de ello si uno no pensara siempre en s' mismo. Nuestrosconciudadanos& a este respecto& eran como todo el mundo/ pensa*an en ellos mismos/ dic(o deotro modo& eran (umanidad3 no cre'an en las pla#as. La pla#a no est! (ec(a a la medida del(om*re& por lo tanto el (om*re se dice que la pla#a es irreal& es un mal sueño que tiene que

 pasar. "ero no siempre pasa& y de mal sueño en mal sueño son los (om*res los que pasan& y los(umanistas en primer lu#ar& porque no (an tomado precauciones. Nuestros conciudadanos noeran m!s culpa*les que otros& se ol%ida*an de ser modestos& eso es todo& y pensa*an quetoda%'a todo era posi*le para ellos& lo cual da*a por supuesto que las pla#as eran imposi*les.

,ontinua*an (aciendo ne#ocios& planeando %iajes y teniendo opiniones. +,ómo (u*ieran podido pensar en la peste que suprime el por%enir& los despla0amientos y las discusiones- )ecre'an li*res y nadie ser! li*re mientras (aya pla#as.

Incluso despus de (a*er reconocido el doctor ieu2 delante de su ami#o que un montón deen$ermos dispersos por todas partes aca*a*a de morir inesperadamente de la peste& el peli#rose#u'a siendo irreal para l. )implemente& cuando se es mdico& se tiene $ormada una idea de loque es el dolor y la ima#inación no $alta. :irando por la %entana su ciudad que no (a*'acam*iado& apenas si el doctor sent'a nacer en l ese li#ero descora0onamiento ante el por%enir que se llama inquietud. "rocura*a reunir en su memoria todo lo que sa*'a so*re estaen$ermedad. ,iertas ci$ras $lota*an en su recuerdo y se dec'a que la treintena de #randes pestesque la (istoria (a conocido (a*'a causado cerca de cien millones de muertos. "ero +qu son

cien millones de muertos- ,uando se (a (ec(o la #uerra apenas sa*e ya nadie lo que es unmuerto. 5 adem!s un (om*re muerto solamente tiene peso cuando le (a %isto uno muerto/ cienmillones de cad!%eres& sem*rados a tra%s de la (istoria& no son m!s que (umo en la

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ima#inación. El doctor recorda*a la peste de ,onstantinopla que se#n "rocopio (a*'a (ec(odie0 mil %'ctimas en un d'a. Die0 mil muertos (acen cinco %eces el p*lico de un #ran cine.Esto es lo que (ay que (acer. eunir a las #entes a la salida de cinco cines& conducirlas a una

 playa de la ciudad y (acerlas morir en montón para %er las cosas claras. Adem!s (a*r'a que poner al#unas caras conocidas por encima de ese amontonamiento anónimo. "ero naturalmenteesto es imposi*le de reali0ar& y adem!s +quin conoce die0 mil caras- "or lo dem!s& esas #entescomo "rocopio no sa*'an contar/ es cosa sa*ida. En ,antón (ace setenta años cuarenta milratas murieron de la peste antes de que la pla#a se interesase por los (a*itantes. "ero en 1<1no (u*o manera de contar las ratas. )e (i0o un c!lculo apro2imado& con pro*a*ilidades deerror. 5 sin em*ar#o& si una rata tiene treinta cent'metros de lar#o& cuarenta mil ratas puestasuna detr!s de otra (ar'an...

"ero el doctor se impacienta*a. Era preciso no a*andonarse a estas cosas. 4nos cuantoscasos no (acen una epidemia& *astar'a tomar precauciones. a*'a que atenerse a lo que sesa*'a& el entorpecimiento& la postración& los ojos enrojecidos& la *oca sucia& los dolores deca*e0a& los *u*ones& la sed terri*le& el delirio& las manc(as en el cuerpo& el des#arramientointerior y al $inal de todo eso... Al $inal de todo eso& una $rase le %en'a a la ca*e0a& una $rase

con la que termina*a en su manual la enumeración de los s'ntomas. 6El pulso se (ace $ili$ormey la muerte acaece por cualquier mo%imiento insi#ni$icante.6 )'& al $inal de todo esto se esta*acomo pendiente de un (ilo y las tres cuartas partes de la #ente& tal era la ci$ra e2acta& eran lo

 *astante impacientes para (acer ese mo%imiento que las precipita*a.El doctor se#u'a mirando por la %entana. De un lado del cristal el $resco cielo de la

 prima%era y del otro lado la pala*ra que toda%'a resona*a en la (a*itación3 la peste. La pala*rano conten'a sólo lo que la ciencia quer'a poner en ella& sino una lar#a serie de im!#enese2traordinarias que no concorda*an con esta ciudad amarilla y #ris& moderadamente animada aaquella (ora& m!s 0um*adora que ruidosa/ $eli0& en suma& si es posi*le que al#o sea $eli0 yapa#ado. 4na tranquilidad tan pac'$ica y tan indi$erente ne#a*a casi sin es$uer0o las anti#uasim!#enes de la pla#a. Atenas apestada y a*andonada por los p!jaros& las ciudades c(inas

cuajadas de a#oni0antes silenciosos& los presidiarios de :arsella apilando en los (oyos loscuerpos que ca'an& la construcción en "ro%en0a del #ran muro que de*'a detener el %iento$urioso de la peste. Ca$$a y sus odiosos mendi#os& los lec(os (medos y podridos pe#ados a latierra remo%ida del (ospital de ,onstantinopla& los en$ermos sacados con #anc(os& el carna%alde los mdicos enmascarados durante la "este ne#ra& las cópulas de los %i%os en loscementerios de :il!n& las carretas de muertos en el Londres aterrado& y las noc(es y d'as(enc(idos por todas partes del #rito intermina*le de los (om*res. No& todo esto no era toda%'asu$icientemente $uerte para matar la pa0 de ese d'a. Del otro lado del cristal el tim*re de untran%'a in%isi*le resona*a de pronto y re$uta*a en un se#undo la crueldad del dolor. )ólo elmar& al $inal del mortecino marco de las casas& atesti#ua*a todo lo que (ay de inquietante y sin

 posi*le reposo en el mundo. 5 el doctor ieu2 que mira*a el #ol$o pensa*a en aquellas piras&

de que (a*la Lucrecio& que los atenienses (eridos por la en$ermedad le%anta*an delante delmar. Lle%a*an durante la noc(e a los muertos pero $alta*a sitio y los %i%os luc(a*an a #olpescon las antorc(as para depositar en las piras a los que les (a*'an sido queridos& sosteniendo

 *atallas san#rientas antes de a*andonar los cad!%eres. )e pod'a ima#inar las (o#uerasenrojecidas ante el a#ua tranquila y som*r'a& los com*ates de antorc(as en medio de la noc(ecrepitante de centellas y de espesos %apores pon0oñosos su*iendo (acia el cielo e2pectante. )e

 pod'a temer..."ero este %rti#o no se sosten'a ante la ra0ón. Era cierto que la pala*ra 6peste6 (a*'a sido

 pronunciada& era cierto que en aquel mismo minuto la pla#a sacud'a y arroja*a por tierra a unao dos %'ctimas. "ero& >y qu?& pod'a detenerse. Lo que (a*'a que (acer era reconocer claramente lo que de*'a ser reconocido& espantar al $in las som*ras intiles y tomar las medidas

con%enientes. En se#uida la peste se detendr'a& porque la peste o no se la ima#ina o se laima#ina $alsamente. )i se detu%iese& y esto era lo m!s pro*a*le& todo ir'a *ien. En el casocontrario se sa*'a lo que era y& si no (a*'a medio de arre#larse para %encerla primero& se la

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%encer'a despus.El doctor a*rió la %entana y el ruido de la ciudad se a#i#antó de pronto. De un taller %ecino

su*'a el sil*ido *re%e e insistente de una sierra mec!nica. ieu2 espantó todas estas ideas. All'esta*a lo cierto& en el tra*ajo de todos los d'as. El resto esta*a pendiente de (ilos ymo%imientos insi#ni$icantes& no (a*'a que detenerse en ello. Lo esencial era (acer *ien suo$icio.

El doctor ieu2 esta*a en este punto de sus re$le2iones cuando le anunciaron a Cosep(Mrand. Aunque era empleado del Ayuntamiento y desempeña*a tareas muy di%ersas se leocupa*a periódicamente en el ser%icio de estad'sticas del #o*ierno ci%il. As'& pues& esta*ao*li#ado a (acer las sumas de las de$unciones y& naturalmente ser%icial& (a*'a accedido a lle%ar l mismo una copia de sus resultados a casa de ieu2.

El doctor %io entrar a Mrand con su %ecino ,ottard.El empleado *landió una (oja de papel.;Las ci$ras su*en& doctor ;anunció;3 once muertos en cuarenta y oc(o (oras.ieu2 saludó a ,ottard y le pre#untó cómo se encontra*a. Mrand e2plicó que ,ottard (a*'a

 puesto empeño en %enir a dar las #racias al doctor y a e2cusarse por las molestias que le (a*'a

ocasionado. "ero ieu2 mira*a la (oja de la estad'stica.;8ueno ;dijo ieu2;& es posi*le que (aya que decidirse a llamar a esta en$ermedad por sunom*re. asta el presente (emos estado d!ndole %ueltas. "ero %en#an ustedes conmi#o& ten#oque ir al la*oratorio.

;)'& s' ;dijo Mrand *ajando la escalera detr!s del doctor. ay que llamar a las cosas por sunom*re& pero +cu!l es su nom*re-

;No puedo dec'rselo& y& por otra parte& no le ser%ir'a para nada sa*erlo.;5a %e usted ;sonrió el empleado;& no es tan $!cil.)e diri#ieron a la pla0a de Armas. ,ottard i*a callado. Las calles empe0a*an a llenarse de

#ente. El crepsculo $u#iti%o de nuestro pa's retroced'a ya ante la noc(e y las primeras estrellasaparec'an en el (ori0onte& toda%'a neto. 4nos se#undos m!s tarde& las luces de las calles en lo

alto oscurecieron todo el cielo al encenderse& y el ruido de las con%ersaciones pareció su*ir detono.;"erdóneme ;dijo Mrand al lle#ar al !n#ulo de la pla0a;& pero ten#o que tomar el tran%'a.

:is noc(es son sa#radas. ,omo dicen en mi pa's3 6No (ay que dejar para mañana...6ieu2 (a*'a notado cierta man'a que ten'a Mrand& nacido en :ontlimar& de in%ocar las

locuciones de su pa's y añadirles $órmulas tri%iales que no eran de nin#n sitio& como 6untiempo de ensueño6 o 6un alum*rado m!#ico6.

;>A(? ;dijo ,ottard;& no se le puede sacar de su casa despus de la cena.ieu2 pre#untó a ,ottard si tra*aja*a en el Ayuntamiento. Mrand respondió que no3

tra*aja*a para s' mismo.;>A(? ;dijo ieu2& por (a*lar;& y +a%an0a muc(o-

;Despus de los años que tra*ajo en ello& $or0osamente. Aunque en cierto sentido no (ay#ran pro#reso.

;"ero& en resumen& +de qu se trata- ;dijo el doctor par!ndose.Mrand $ar$ulló al#o& ajust!ndose el som*rero redondo so*re sus #randes orejas. 5 ieu2

comprendió muy %a#amente que se trata*a de al#o so*re el desarrollo de una personalidad."ero el empleado los dejó tomando el *ule%ar de la :arne& *ajo los $ocos& con un pasitoapresurado. En la puerta del la*oratorio ,ottard dijo al doctor que quer'a (a*lar con l para

 pedirle un consejo. ieu2& que no deja*a de tocar en su *olsillo la (oja de las estad'sticas& lein%itó a ir a su consultorio m!s tarde. Lue#o& cam*iando de opinión& le dijo que l ten'a que ir al d'a si#uiente a su *arrio y que pasar'a por su casa despus de almor0ar.

,uando dejó a ,ottard& el doctor se dio cuenta de que se#u'a pensando en Mrand. Lo

ima#ina*a en medio de una peste& y no de aqulla& que sin duda no i*a a ser seria& sino enmedio de una de las #randes pestes de la (istoria. 6Es del #nero de (om*res que quedan asal%o en estos casos.6 )e acorda*a de (a*er le'do que la peste respeta*a las constituciones

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d*iles y destru'a las %i#orosas. 5 al se#uir pensando en ello& el doctor lle#ó a la conclusión deque en el empleado (a*'a un cierto aire de misterio.

A primera %ista& en e$ecto& Cosep( Mrand no era m!s que el pequeño empleado deayuntamiento que su aspecto delata*a. Alto& $laco& $lota*a en sus trajes que esco#'a siempredemasiado #randes& (acindose la ilusión de que as' le durar'an m!s. ,onser%a*a toda%'a lamayor parte de los dientes de la enc'a in$erior& pero& en cam*io (a*'a perdido todos lossuperiores. )u sonrisa& que le le%anta*a el la*io de arri*a& (ac'a enseñar una *oca llena desom*ra. )i se añade a este retrato un modo de andar de seminarista& un arte especial de ro0ar los muros y de desli0arse por entre las puertas& un olor a sótano y a (umo& con todos losmodales distinti%os de la insi#ni$icancia& se reconocer! que sólo se le pod'a ima#inar delantede una mesa de escritorio& aplicado a re%isar las tari$as de las casas de *años de la ciudad& o areunir para al#n jo%en escri*iente los elementos de una in$ormación concerniente a la nue%aley so*re la recolección de las *asuras caseras. asta para un esp'ritu poco ad%ertido ten'a elaire de (a*er sido puesto en el mundo para ejercer las $unciones discretas pero indispensa*lesdel au2iliar municipal& temporario& con sesenta y dos $rancos treinta cntimos al d'a.

Este era en e$ecto lo que declara*a en el $ormulario de empleo a continuación de la pala*ra

6cate#or'a6. ,uando %eintidós años antes (a*'a tenido que a*andonar su licenciatura por $altade dinero&  (a*'a aceptado este empleo que& se#n le (a*'an prometido& lo lle%ar'a a un6ascenso6 r!pido.

)e trata*a solamente de dar durante un cierto tiempo prue*as de su competencia en lascuestiones delicadas que plantea*a la administración de nuestra ciudad. En resumen& esto es loque le (a*'an ase#urado& no pod'a menos de lle#ar a un puesto de escri*iente que le permitiese%i%ir con (ol#ura. ,iertamente& no era la am*ición lo que impulsa*a a o*rar a Cosep( Mrand. llo a$irma*a con una sonrisa melancólica. "ero la perspecti%a de una %ida material ase#urada

 por medios (onestos y& en consecuencia& la posi*ilidad de entre#arse sin remordimiento a susocupaciones $a%oritas& le sonre'a muc(o. )i (a*'a aceptado la o$erta que se le (a*'a (ec(o&(a*'a sido por ra0ones (onora*les y& perm'tase decirlo& por $idelidad a un ideal.

ac'a muc(os años que este estado de cosas pro%isorio dura*a& la %ida (a*'a aumentado en proporciones desmesuradas y el sueldo de Mrand& a pesar de al#unos aumentos #enerales& eratoda%'a irrisorio. )e (a*'a quejado a ieu2 al#una %e0 pero nadie se da*a por aludido. 5 aqu'estri*a la ori#inalidad de Mrand o por lo menos uno de sus ras#os. u*iera podido (acer %aler&si no sus derec(os& de los cuales no esta*a muy cierto& por lo menos las se#uridades que le(a*'an dado. "ero& primeramente& el je$e del ne#ociado que le (a*'a dado el empleo (a*'amuerto (ac'a tiempo y l (a*'a permanecido all' sin recordar los trminos e2actos de la

 promesa que le (a*'a sido (ec(a. En $in& y so*re todo& Cosep( Mrand no encontra*a las pala*rasadecuadas.

Esta particularidad era lo que retrata*a mejor a nuestro conciudadano& como ieu2 pudoo*ser%ar. Esta particularidad era en e$ecto la que le imped'a escri*ir la carta de reclamaciones

que esta*a siempre meditando o (acer la #estión que las circunstancias e2i#'an. )e#n l&sent'a un particular impedimento al emplear la pala*ra 6derec(o6& so*re la cual no esta*a muyse#uro& y la pala*ra 6promesa6& que parec'a si#ni$icar que l reclama*a lo que se le de*'a y enconsecuencia re%estir'a un car!cter de atre%imiento poco compati*le con la modestia de las$unciones que desempeña*a. "or otra parte se ne#a*a a usar los trminos 6*ene%olencia6&6solicitar6& 6#ratitud6& porque no los estima*a compati*les con su di#nidad personal. As'& pues&

 por no encontrar la pala*ra justa nuestro conciudadano (a*'a continuado ejerciendo sus oscuras$unciones (asta una edad *astante a%an0ada. "or lo dem!s& siempre& se#n dec'a al doctor ieu2& con la pr!ctica se (a*'a dado cuenta de que su %ida material esta*a ase#urada& puestoque no ten'a m!s que adaptar sus necesidades a sus recursos. En %ista de esto reconoc'a la

 juste0a de una de las $rases $a%oritas del alcalde& poderoso industrial de nuestra ciudad& el cual

a$irma*a con ener#'a que& en $in de cuentas Ginsistiendo en esta pala*ra que era la de m!s pesoen todo el discursoH& nunca se (a*'a %isto a nadie morir de (am*re. La %ida casi asctica quelle%a*a Cosep( Mrand le (a*'a& en e$ecto& li*erado de toda preocupación de este orden. As'&

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 pues& se#u'a *uscando sus pala*ras.En cierto sentido se puede decir que su %ida era ejemplar. Era uno de esos (om*res& tan

escasos en nuestra ciudad como en cualquier otra& a los que no les $alta nunca el %alor paratener *uenos sentimientos. Lo poco que mani$esta*a de s' mismo atesti#ua*a& en e$ecto& unacapacidad de *ondad y de ad(esión que poca #ente con$iesa (oy d'a. No se a%er#on0a*a dedeclarar que quer'a muc(o a sus so*rinos y a su (ermana& nicos parientes que conser%a*a y aquienes i*a a %isitar a Francia cada dos años. econoc'a que el recuerdo de sus padres& muertoscuando l era toda%'a muy jo%en& le entristec'a. No se ne#a*a a admitir que adora*aso*remanera cierta campana de su *arrio que sona*a dulcemente a eso de las cinco de la tarde."ero para e%ocar estas emociones tan simples cada pala*ra le costa*a un tra*ajo in$inito.Finalmente& esta di$icultad (a*'a constituido su mayor preocupación.

6>A(?& doctor& quisiera aprender a e2presarme.6 a*la*a de esto a ieu2 cada %e0 que loencontra*a.

El doctor& aquella tarde& al %erle marc(ar comprendió de pronto lo que Mrand (a*'a queridodecir3 de*'a de estar escri*iendo un li*ro o al#o parecido. 5a en el la*oratorio todo estotranquili0a*a a ieu2. )a*'a que esta impresión era estpida& pero no alcan0a*a a comprender 

que la peste pudiera instalarse %erdaderamente en una ciudad donde pod'a (a*er $uncionariosmodestos que culti%a*an man'as (onora*les. :!s e2actamente& no pod'a ima#inar el lu#ar queocupar'an esas man'as en medio de la peste y por lo tanto le parec'a que& pr!cticamente& la

 peste no ten'a por%enir entre nuestros conciudadanos.Al d'a si#uiente& #racias a una insistencia que todos considera*an $uera de lu#ar& ieu2

o*tu%o de la pre$ectura que se con%ocase a una comisión sanitaria.;Es cierto que la po*lación se inquieta ;(a*'a reconocido ic(ard;. Adem!s& las (a*ladur'as

lo e2a#eran todo. El pre$ecto me (a dic(o3 6O*remos r!pido& pero en silencio.6 "or otra parte&est! persuadido de que es una $alsa alarma.

8ernard ieu2 se $ue con su coc(e a la pre$ectura.;+)a*e usted ;le dijo el pre$ecto; que el departamento no tiene suero-

;5a lo s. e tele$oneado al depósito. El director (a ca'do de las nu*es. ay que (acerlotraer de "ar's.;=en#o la esperan0a de que no sea cosa muy lar#a.;5a (e tele#ra$iado ;respondió ieu2.El pre$ecto estu%o ama*le& pero ner%ioso.;,omencemos por el principio& señores ;dijo;. +De*o resumir la situación-ic(ard cre'a que esto no era necesario. Los mdicos conoc'an la situación. La cuestión era

solamente sa*er las medidas que (a*'a que tomar.;La cuestión ;dijo *rutalmente el %iejo ,astel; es sa*er si se trata o no de la peste.Dos o tres mdicos lan0aron e2clamaciones. Los otros parecieron dudar. En cuanto al

 pre$ecto& se so*resaltó y se %ol%ió maquinalmente (acia la puerta como para compro*ar si sus

(ojas (a*'an podido impedir que esta enormidad se di$undiera por los pasillos. ic(ard declaróque& en su opinión& no (a*'a que ceder al p!nico3 se trata*a de una $ie*re con complicacionesin#uinales& esto era todo lo que pod'a decir/ las (ipótesis& en la ciencia como en la %ida& sonsiempre peli#rosas. El %iejo doctor ,astel& que se mordisquea*a tranquilamente el *i#oteamarillento& le%antó (acia ieu2 sus ojos claros. Despus& paseando una mirada *en%ola so*relos asistentes& (i0o notar que l sa*'a *ien que era la peste& pero que& en %erdad& reconocerloo$icialmente& o*li#ar'a a tomar medidas implaca*les. )a*'a que era esto lo que (ac'a retroceder a sus cole#as y& en consecuencia& *ien quisiera admitir que no $uera la peste. El pre$ecto&a#itado& declaró que en todo caso esa no era una manera de ra0onar.

;Lo importante ;dijo ,astel; no es que esta manera de ra0onar sea o no *uena& lo importantees que o*li#ue a re$le2ionar.

,omo ieu2 calla*a le pre#untaron su opinión.;)e trata de una $ie*re de car!cter ti$oideo& pero acompañada de *u*ones y de %ómitos. e

 podido %eri$icar an!lisis en los que el la*oratorio cree reconocer el micro*io rec(onc(o de la

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 peste. "ara ser e2acto& (ay que añadir sin em*ar#o& que ciertas modalidades espec'$icas delmicro*io no coinciden con la descripción cl!sica.

ic(ard su*rayó que esto autori0a*a las dudas y que (a*'a que esperar por lo menos elresultado estad'stico de la serie de an!lisis comen0ada (ac'a d'as.

;,uando un micro*io ;dijo ieu2 despus de un corto silencio; es capa0 en tres d'as decuadruplicar el %olumen del *a0o& de dar a los #an#lios mesentricos el %olumen de unanaranja y la consistencia de la papilla no creo que estn autori0adas las dudas.

ic(ard cre'a que no (a*'a que %er las cosas demasiado ne#ras y que el conta#io& por otra parte& no esta*a compro*ado puesto que los parientes de sus en$ermos esta*an an indemnes.

;"ero otros (an muerto ;(i0o o*ser%ar ieu2;. 5 es sa*ido que el conta#io no es nuncaa*soluto& pues si lo $uera tendr'amos una multiplicación matem!tica in$inita y undespo*lamiento $ulminante. No se trata de %er las cosas ne#ras. )e trata de tomar precauciones.

ic(ard resum'a la situación (aciendo notar que para detener esta en$ermedad& si no sedeten'a por s' misma& (a*'a que aplicar las #ra%es medidas de pro$ila2is pre%istas por la ley/que para (acer esto (a*r'a que reconocer o$icialmente que se trata*a de la peste/ que la certe0ano era a*soluta toda%'a y que en consecuencia ello e2i#'a re$le2ión.

;La cuestión ;insist'a ieu2; no es sa*er si las medidas pre%istas por la ley son #ra%es sinosi son necesarias para impedir que muera la mitad de la po*lación. El resto& es asunto de laadministración& y justamente nuestras instituciones (an nom*rado un pre$ecto para arre#lar esas cosas.

;)in duda ;dijo el pre$ecto;& pero yo necesito que recono0can que se trata de una epidemiade peste.

;)i no lo reconocemos ;dijo ieu2;& nos e2ponemos i#ualmente a que mate a la mitad de la po*lación.

ic(ard inter%ino con cierta ner%iosidad.;La %erdad es que nuestro cole#a cree en la peste. )u descripción del s'ndrome lo prue*a.ieu2 respondió que l no (a*'a descrito un s'ndrome/ (a*'a descrito lo que (a*'a %isto. 5

lo que (a*'a %isto eran los *u*ones& las manc(as& las $ie*res delirantes& $atales en cuarenta yoc(o (oras. +)e atre%er'a el doctor ic(ard a tomar la responsa*ilidad de a$irmar que laepidemia i*a a detenerse sin medidas pro$il!cticas ri#urosas-

ic(ard titu*eó y miró a ieu2.;)inceramente& d'#ame usted lo que piensa. +=iene usted la se#uridad de que se trata de la

 peste-;"lantea usted mal el pro*lema. No es una cuestión de %oca*ulario3 es una cuestión de

tiempo.;)u opinión ;dijo el pre$ecto; ser'a entonces que& incluso si no se tratase de la peste& las

medidas pro$il!cticas indicadas en tiempo de peste se de*er'an aplicar.;)i es a*solutamente necesario que yo ten#a una opinión& en e$ecto& esa es.

Los mdicos se consultaron unos a otros y ic(ard aca*ó por decir3;Entonces es necesario que tomemos la responsa*ilidad de o*rar como si la en$ermedad

$uera una peste.La $órmula $ue calurosamente apro*ada.;+Es esta su opinión& querido cole#a-;La $órmula me es indi$erente ;dijo ieu2;. Di#amos solamente que no de*emos o*rar como

si la mitad de la po*lación no estu%iese amena0ada de muerte& porque entonces lo estar!.En medio de la irritación #eneral ieu2 se $ue. "oco despus& en el arra*al que ol'a a $rituras

y a orinas le implora*a una mujer& #ritando como el perro que alla a la muerte& con las in#lesensan#rentadas.

Al d'a si#uiente de la con$erencia& la $ie*re dio un pequeño salto. Lle#ó a aparecer en los

 periódicos& pero *ajo una $orma *eni#na& puesto que se contentaron con (acer al#unasalusiones. En todo caso& al otro d'a ieu2 pudo leer pequeños carteles *lancos que la pre$ectura(a*'a (ec(o pe#ar r!pidamente en las esquinas m!s discretas de la ciudad. Era di$'cil tomar 

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este anuncio como prue*a de que las autoridades mira*an la situación cara a cara. Las medidasno eran draconianas y parec'an (a*er sacri$icado muc(o al deseo de no inquietar a la opinión

 p*lica. El e2ordio anuncia*a& en e$ecto& que unos cuantos casos de cierta $ie*re mali#na& de laque toda%'a no se pod'a decir si era conta#iosa& (a*'an (ec(o su aparición en la ciudad deOran. Estos casos no eran an *astante caracter'sticos para resultar realmente alarmantes ynadie duda*a que la po*lación sa*r'a conser%ar su san#re $r'a. )in em*ar#o& y con un propósitode prudencia que de*'a ser comprendido por todo el mundo& el pre$ecto toma*a al#unasmedidas pre%enti%as. En consecuencia& el pre$ecto no duda*a un instante de la ad(esión conque el %ecindario cola*orar'a en su es$uer0o personal.

El cartel anuncia*a despus medidas de conjunto& entre ellas una desrati0ación cient'$ica por inyección de #ases tó2icos en las alcantarillas y una %i#ilancia estrec(a de los alimentos encontacto con el a#ua. ecomenda*a a los (a*itantes la limpie0a m!s e2tremada e in%ita*a& en$in& a los que tu%ieran par!sitos a presentarse en los dispensarios municipales. Adem!s& las$amilias de*er'an declarar los casos dia#nosticados por el mdico y consentir que sus en$ermos$ueran aislados en las salas especiales del (ospital. Estas salas& por otra parte& esta*anequipadas para cuidar a los en$ermos en un m'nimum de tiempo posi*le y con el m!2imum de

 pro*a*ilidades de curación. Al#unos art'culos suplementarios somet'an a la desin$eccióno*li#atoria el cuarto del en$ermo y el %e('culo de transporte. En cuanto al resto se limita*an arecomendar a los que rodea*an al en$ermo que se sometieran a una %i#ilancia sanitaria.

El doctor ieu2 se %ol%ió *ruscamente despus de leer el cartel y tomó el camino de suconsultorio. Cosep( Mrand& que lo espera*a& le%antó otra %e0 los *ra0os al %erle entrar.

;)' ;dijo ieu2;& ya s& las ci$ras su*en.La %'spera& una docena de en$ermos (a*'a sucum*ido en la ciudad. El doctor dijo a Mrand

que le %er'a pro*a*lemente por la tarde porque i*a a (acer una %isita a ,ottard.;8ien (ec(o ;dijo Mrand;/ le (ar! usted muc(o *ien porque lo encuentro cam*iado.;+En qu-;)e (a %uelto muy corts.

;+Antes no lo era-Mrand titu*eó. No pod'a decir que ,ottard $uera descorts& la e2presión no ser'a justa. Eraun (om*re reconcentrado y silencioso que ten'a un poco el aire del ja*al'. )u cuarto& la$recuentación de un restaurante modesto y al#unas salidas *astante misteriosas3 eso era toda la%ida de ,ottard. O$icialmente& era representante de %inos y licores. De tarde en tarde reci*'a la%isita de dos o tres (om*res que de*'an ser sus clientes. "or la noc(e& al#unas %eces i*a al cineque esta*a en$rente de su casa. El empleado (a*'a notado incluso que ,ottard parec'a tener 

 pre$erencias por los $ilms de #an#sters. ,asi siempre el representante %i%'a solitario ydescon$iado.

=odo esto& se#n Mrand& (a*'a cam*iado muc(o.;No s cómo decir& pero ten#o la impresión& sa*e usted& de que procura reconciliarse con las

#entes& que quiere que estn de su parte. :e (a*la $recuentemente& me in%ita a salir con l y yono s a %eces ne#arme. "or otra parte& me interesa& y so*re todo& le (e sal%ado la %ida.

Despus de su tentati%a de suicidio ,ottard no (a*'a %uelto a reci*ir %isitas. En la calle& conlos pro%eedores& procura*a (acerse simp!tico. Nadie (a*'a puesto tanta dul0ura al (a*lar a lostenderos& tanto inters en escuc(ar a los %endedores de ta*aco.

;Esa %endedora de ta*aco ;dec'a Mrand; es una %'*ora. )e lo (e dic(o a ,ottard y me (arespondido que estoy en un error& que tiene *uenas cualidades que es preciso sa*er encontrarle.

Dos o tres %eces& en $in& ,ottard (a*'a lle%ado a Mrand a restaurantes y ca$s lujosos de laciudad. l se (a*'a dedicado a $recuentarlos.

;)e est! *ien aqu' ;dec'a;& y adem!s se est! en *uena compañ'a.Mrand (a*'a notado las atenciones especiales del personal para con el representante y (a*'a

comprendido la ra0ón o*ser%ando las propinas e2cesi%as que aqul deja*a. ,ottard parec'amuy sensi*le a las ama*ilidades con que le pa#a*an. 4n d'a en que el encar#ado le (a*'aacompañado a la puerta y ayudado a ponerse el a*ri#o& ,ottard (a*'a dic(o a Mrand3

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;Es un *uen muc(ac(o& podr'a ser testi#o.;+=esti#o de qu-,ottard (a*'a titu*eado.;>En $in?& de que yo no soy una mala persona."or otra parte& ten'a ataques de mal (umor. 4n d'a en que el tendero se (a*'a mostrado

menos ama*le (a*'a %uelto a su casa en un estado de $uror desmedido.;Est! con los otros& este canalla ;repet'a.;+Bu otros-;=odos los otros.Mrand (a*'a incluso asistido a una escena curiosa con la %endedora de ta*aco. En medio de

una con%ersación& la %endedora (a*'a (a*lado de un proceso reciente que (a*'a (ec(o muc(oruido en Ar#el. )e trata*a de un jo%en empleado que (a*'a matado a un !ra*e en una playa.

;)i metieran en la c!rcel a toda esa c(usma ;(a*'a dic(o la %endedora;& la #ente decenterespirar'a.

"ero (a*'a tenido que interrumpirse en %ista de la a#itación s*ita de ,ottard que se (a*'aec(ado a la calle sin decir una pala*ra. Mrand y la %endedora (a*'an quedado *oquia*iertos.

=oda%'a pod'a Mrand señalar a ieu2 otros cam*ios en el car!cter de ,ottard. Este ltimo(a*'a sido siempre de opiniones muy li*erales. )u $rase $a%orita3 6Los #randes se comensiempre a los pequeños6 lo pro*a*a. "ero desde (ac'a cierto tiempo no compra*a m!s que el

 periódico moderado de Oran y era ine%ita*le sospec(ar que incluso pon'a cierta ostentación enleerlo en los sitios p*licos. I#ualmente& d'as despus de le%antarse& %iendo que Mrand i*a alcorreo le ro#ó que le pusiera un #iro de cien $rancos que en%ia*a todos los meses a una(ermana que %i%'a lejos. "ero en el momento en que Mrand sal'a le dijo3

;En%'ele doscientos $rancos& ser! una sorpresa a#rada*le. )iempre cree que yo no pienso jam!s en ella& pero la %erdad es que la quiero muc(o.

En $in& un d'a (a*'a tenido con Mrand una con%ersación curiosa. Mrand se (a*'a %istoo*li#ado a responder a las pre#untas de ,ottard& que esta*a intri#ado por el tra*ajo a que l se

dedica*a por las noc(es.;8ueno ;le (a*'a dic(o ,ottard;& usted (ace un li*ro.;4n li*ro& si usted quiere& pero >la cosa es m!s complicada?;>A(? ;(a*'a e2clamado ,ottard;& *ien quisiera yo (acer otro tanto.Mrand (a*'a mostrado sorpresa y ,ottard (a*'a *al*uceado que ser artista de*'a de

solucionar muc(as cosas.;+"or qu- ;(a*'a pre#untado Mrand.;8ueno& pues porque un artista tiene m!s derec(os& eso todo el mundo lo sa*e. )e le toleran

muc(as cosas.;@amos ;dijo ieu2 a Mrand Gera la mañana en que (a*'an aparecido los cartelesH;& la

(istoria de las ratas le (a trastornado como a tantos otros. O acaso tiene miedo de la $ie*re.

Mrand respondió3;No lo creo& doctor& y si quiere usted sa*er mi opinión...El auto de la desrati0ación pasó *ajo la %entana con un ruido de escape atronador. ieu2

esperó que $uera posi*le (acerse entender y despus le pre#untó su opinión distra'damente. Elotro lo miró con seriedad.

;Es un (om*re que tiene al#o que reproc(arse.El doctor le%antó los (om*ros. ,omo dec'a el comisario& eran otras cosas que esta*an

 puestas a la lum*re.Despus de almor0ar ieu2 tu%o una con$erencia con ,astel/ los sueros no lle#a*an.;"or otra parte ;pre#unta*a ieu2;& +podr'an ser%irnos- Este *acilo es e2traño.;>O(? ;dijo ,astel;& no soy de su opinión. Estos animales tienen siempre un aspecto ori#inal.

"ero en el $ondo todos son los mismos.;"or lo menos usted lo supone. El caso es que no sa*emos nada de estas cosas.;E%identemente& yo lo supon#o. "ero el mundo est! en lo mismo.

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Durante todo el d'a el doctor si#uió sintiendo aquella especie de %rti#o que le acomet'acada %e0 que pensa*a en la peste. Aca*ó por reconocer que ten'a miedo. Entró dos %eces en losca$s que esta*an m!s llenos de #ente. l tam*in& como ,ottard& sent'a necesidad de calor (umano. Esto a ieu2 le parec'a estpido& pero le lle%ó a recordar que le (a*'a prometido una%isita.

"or la tarde& el doctor encontró a ,ottard ante la mesa del comedor. ,uando entró %io so*rela mesa una no%ela policial a*ierta. "ero la tarde esta*a cayendo y& en %erdad& de*'a de ser di$'cil leer en la oscuridad creciente. ,ottard pro*a*lemente (a*'a estado un rato antes sentadoen la penum*ra& re$le2ionando. ieu2 le pre#untó cómo i*a. ,ottard re$un$uñó que i*a *ien yque ir'a mejor si pudiera estar se#uro de que nadie se ocupara de l. ieu2 le (i0o comprender que nadie pod'a estar siempre solo.

;jO(?& no di#o eso. :e re$iero a las #entes que se ocupan en traerle a uno contrariedades.ieu2 se#u'a callado.;No es ese mi caso& crea usted& pero esta*a leyendo esa no%ela. A(' tiene usted a un

des#raciado a quien detienen& de pronto& una mañana. Esta*an ocup!ndose de l y l no losa*'a. Esta*an (a*lando de l en los despac(os& inscri*iendo su nom*re en $ic(as. +,ree usted

que esto es justo- +,ree usted que (ay derec(o a (acerle eso a un (om*re-;Eso depende ;dijo ieu2;. En cierto sentido& e%identemente no (ay derec(o. "ero todo essecundario. Lo que no (ay que (acer es pasar demasiado tiempo encerrado. Es necesario quesal#a usted.

,ottard pareció irritarse& dijo que no (ac'a otra cosa y que& si (iciera $alta& todo el *arrio pod'a declararlo. asta $uera del *arrio no le $alta*an relaciones.

;+,onoce usted al señor i#aud& el arquitecto- Es uno de mis ami#os.La oscuridad se espesa*a en el cuarto. La calle del arra*al se anima*a y una e2clamación

sorda de satis$acción saludó el instante en que se encendieron las luces. ieu2 $ue al *alcón y,ottard le si#uió. "or todos los *arrios de los alrededores& como en nuestra ciudad todas lastardes& una li#era *risa tra'a rumores& olores de carne asada& y. el *ordoneo ale#re de la li*ertad

que (enc('a la calle& in%adida por una ju%entud ruidosa. "or la noc(e los lar#os aullidos de los *arcos in%isi*les& el murmullo que su*'a del mar y de la multitud que pasa*a& esa (ora queieu2 conoc'a tan *ien& y que antes tanto adora*a& le parec'a a(ora deprimente a causa de todolo que sa*'a.

;+"odemos encender- ;dijo a ,ottard.4na %e0 (ec(a la lu0 el (om*recillo lo miró #uiñando los ojos.;D'#ame& doctor& si yo cayese en$ermo +podr'a usted tenerme en su sección del (ospital-;+"or qu no-,ottard le pre#untó entonces si al#una %e0 (a*'an detenido a al#uien en una cl'nica o en un

(ospital.ieu2 respondió que al#una %e0 (a*'a sucedido pero que todo depend'a del estado del

en$ermo.;5o ;dijo ,ottard; ten#o con$ian0a en usted. Despus le pre#untó al doctor si quer'a lle%arlo

a la ciudad en su coc(e.En el centro& las calles esta*an ya menos populosas y las luces eran m!s escasas. Los niños

 ju#a*an delante de las puertas. ,ottard le pidió que parase cuando lle#a*an $rente a uno de esos#rupos de niños. Esta*an ju#ando a los *olos& pe#ando #ritos. "ero uno de ellos& de pelo ne#roen#omado& con la raya per$ecta y la cara sucia& se puso a mirar a ieu2 con sus ojos claros eintimidantes. El doctor miró para otro lado. ,ottard ya en la acera le estrec(ó la mano. a*la*acon una %o0 ronca y di$icultosa. Dos o tres %eces miró detr!s de s'.

;Las #entes (a*lan de epidemia& +ser! eso cierto& doctor-;Las #entes siempre est!n (a*lando& es natural ;dijo ieu2.

;5 adem!s& si (ay una docena de muertes eso ya es el $in del mundo. "ero no es esto lo quenos (ace $alta.

El motor ronca*a ya. ieu2 ten'a la mano en el acelerador. "ero miró otra %e0 al niño que no

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(a*'a dejado de o*ser%arle con su aire #ra%e y tranquilo. 5 de pronto& sin transición& el niño sesonrió a*iertamente.

;+Bu es lo que nos (ar'a $alta- ;pre#untó el doctor sonriendo al niño.,ottard se a#arró de pronto a la porte0uela y #ritó con una %o0 llena de l!#rimas y de $uror3;4n terremoto. >"ero uno de %eras?

 No (u*o terremoto y el d'a si#uiente pasó para ieu2 entre idas y %enidas a los cuatroe2tremos de la ciudad& en con$erencias con las $amilias de los en$ermos& en discusiones con losen$ermos mismos. ieu2 no (a*'a encontrado nunca su o$icio tan pesado. asta entonces losen$ermos le (a*'an $acilitado su cometido/ se (a*'an entre#ado a l. A(ora& por primera %e0& eldoctor los sent'a reticentes& re$u#iados en el $ondo de su en$ermedad& con una especie deasom*ro descon$iado. Era una luc(a a la que no esta*a acostum*rado. 5 ya cerca de las die0

 paró el coc(e delante de la casa del %iejo asm!tico que era el ltimo que %isita*a. ieu2 noten'a $uer0as para arrancarse del asiento. )e queda*a mirando la calle som*r'a y las estrellasque aparec'an y desaparec'an en el cielo ne#ro. El %iejo asm!tico esta*a incorporado en lacama. "arec'a respirar mejor y conta*a los #ar*an0os que (ac'a pasar de una ca0uela a otra.a*'a aco#ido al doctor con cara de satis$acción.

;Entonces& doctor& +es el cólera-;+De dónde (a sacado usted eso-;Del periódico& y la radio tam*in lo (a dic(o.;"ues no& no es el cólera.;En todo caso +e(-& >caen muc(os?;No crea usted nada ;dijo el doctor.a*'a e2aminado al %iejo y a(ora se encontra*a sentado en medio de aquel comedor 

misera*le. )'& ten'a miedo. )a*'a que en el *arrio mismo& una docena de en$ermos esperar'an ald'a si#uiente retorcindose con los *u*ones. )ólo en dos o tres casos (a*'a o*ser%ado al#unamejor'a al sacarlos. "ero para la mayor parte el $inal era el (ospital y l sa*'a lo que el (ospitalquer'a decir para los po*res. 6No quiero que les sir%a para sus e2perimentos6& le (a*'a dic(o la

mujer de uno de sus en$ermos. "ero no ser%'a para e2perimentos& se mor'a y nada m!s. Lasmedidas tomadas eran insu$icientes& eso esta*a *ien claro. En cuanto a las 6salas especialmenteequipadas6& l sa*'a lo que eran dos pa*ellones de donde (a*'a desalojado apresuradamente aotros en$ermos/ (a*'an puesto *urlete en las %entanas& los (a*'an rodeado con un cordónsanitario. )i la epidemia no se deten'a por s' misma& era se#uro que no ser'a %encida por lasmedidas que la administración (a*'a ima#inado.

)in em*ar#o& por la noc(e& los comunicados o$iciales se#u'an optimistas. Al d'a si#uiente& laa#encia ansdoc anuncia*a que las medidas de la pre$ectura (a*'an sido aco#idas conserenidad y que ya (a*'a una treintena de en$ermos declarados.

,astel (a*'a tele$oneado a ieu23;+,u!ntas camas tienen los pa*ellones-

;Oc(enta.;+ay m!s de treinta en$ermos en la ciudad-;ay los que tienen miedo y los que no lo tienen. "ero los m!s numerosos son los que

toda%'a no (an tenido tiempo de tenerlo.;+Est!n %i#ilados los entierros-;No& (e tele$oneado a ic(ard dicindole que (ac'a $alta medidas completas& no $rases& y

que (a*'a que le%antar contra la epidemia una %erdadera *arrera o no (acer nada.;5 +entonces-;:e (a respondido que l no ten'a autoridad. En mi opinión esto %a a crecer.En e$ecto& en tres d'as los dos pa*ellones estu%ieron llenos. ic(ard cre'a sa*er que i*an a

desalojar una escuela e impro%isar un (ospital au2iliar. ieu2 espera*a las %acunas y a*r'a los

 *u*ones. ,astel %ol%'a a sus %iejos li*ros y pasa*a lar#as (oras en la *i*lioteca.;Las ratas (an muerto de la peste o de al#o parecido y (an puesto en circulación miles y

miles de pul#as que transmitir!n la in$ección en proporción #eomtrica& si no se la detiene a

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tiempo.ieu2 se#u'a callado.El tiempo pareció estacionarse. El sol sor*'a los c(arcos de los ltimos c(aparrones. a*'a

(ermosos cielos a0ules des*ordantes de lu0 dorada. a*'a 0um*ido de a%iones entre el calor que comen0a*a& todo en la estación in%ita*a a la serenidad. )in em*ar#o& en cuatro d'as& la$ie*re dio cuatro saltos sorprendentes3 diecisis muertos& %einticuatro& %eintioc(o y treinta ydos. El cuarto d'a se anunció la apertura del (ospital au2iliar en una escuela de p!r%ulos.

 Nuestros ciudadanos& que (asta entonces (a*'an se#uido encu*riendo con *romas su inquietud& parec'an en la calle m!s a*atidos y m!s silenciosos.

ieu2 decidió tele$onear al pre$ecto.;Las medidas son insu$icientes.;=en#o aqu' las ci$ras ;dijo el pre$ecto;/ en e$ecto& son inquietantes.;)on m!s que inquietantes& son claras.;@oy a pedir órdenes al Mo*ierno.ieu2 col#ó el tu*o ante ,astel3;>Prdenes? Lo que (ar'a $alta es ima#inación.

;+5 los sueros-;Lle#ar!n esta semana.La pre$ectura& por mediación de ic(ard& pidió a ieu2 un in$orme para en%iarlo a la capital

de la colonia solicitando órdenes. ieu2 (i0o una descripción cl'nica con ci$ras. Aquel mismod'a se contaron cuarenta muertos. El pre$ecto tomó so*re s'& como l dec'a& la responsa*ilidadde e2tremar desde el d'a si#uiente las medidas prescriptas. La declaración o*li#atoria y elaislamiento $ueron mantenidos. Las casas de los en$ermos de*'an ser cerradas y desin$ectadas&los $amiliares sometidos a una cuarentena de se#uridad& los entierros or#ani0ados por la ciudaden las condiciones que %eremos. 4n d'a despus lle#aron los sueros por a%ión. Eran su$icientes

 para los casos que (a*'a en tratamiento. "ero eran insu$icientes si la epidemia se e2tend'a. Altele#rama de ieu2 respondieron que el stocQ se (a*'a a#otado y que esta*an empe0ando

nue%as $a*ricaciones.

Durante ese tiempo& y de todos los arra*ales pró2imos& la prima%era lle#a*a a los mercados.:iles de rosas se marc(ita*an en las cestas de los %endedores& a lo lar#o de las aceras& y unolor almi*arado $lota*a por toda la ciudad. Aparentemente no (a*'a cam*iado nada. Lostran%'as esta*an siempre llenos al comien0o y al $inal del d'a y sucios durante todo el resto. =a;rrou o*ser%a*a al %iejecito y el %iejecito escup'a a los #atos. Mrand se encerra*a todas lasnoc(es en su casa con su misterioso tra*ajo. ,ottard anda*a dando %ueltas y el señor Ot(on& el

 jue0 de instrucción& se#u'a conduciendo a sus *ic(os. El %iejo asm!tico trase#a*a sus#ar*an0os y a %eces se %e'a al periodista am*ert con su aire tranquilo y e2pectante. "or las

noc(es& la misma multitud llena*a las calles y crec'an las colas a las puertas de los cines.Adem!s& la epidemia parec'a retroceder/ durante unos d'as no se contó m!s que una decena demuertos. Despus& de #olpe& su*ió como una $lec(a. El d'a en que el nmero de muertosalcan0ó otra %e0 a la treintena& ieu2 se quedó mirando el parte o$icial que el pre$ecto lealar#a*a& diciendo3 6=ienen miedo.6 El parte conten'a3 6Declaren el estado de peste. ,ierrenla ciudad.6

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A partir de ese momento& se puede decir que la peste $ue nuestro nico asunto. astaentonces& a pesar de la sorpresa y la inquietud que (a*'an causado aquellos acontecimientossin#ulares& cada uno de nuestros conciudadanos (a*'a continuado sus ocupaciones& como (a*'a

 podido& en su puesto (a*itual. 5& sin duda& esto de*'a continuar. "ero una %e0 cerradas las puertas& se dieron cuenta de que esta*an& y el narrador tam*in& co#idos en la misma red y que(a*'a que arre#l!rselas. As' $ue que& por ejemplo& un sentimiento tan indi%idual como es el dela separación de un ser querido se con%irtió de pronto& desde las primeras semanas& me0clado aaquel miedo& en el su$rimiento principal de todo un pue*lo durante aquel lar#o e2ilio.

4na de las consecuencias m!s nota*les de la clausura de las puertas $ue& en e$ecto& la s*itaseparación en que quedaron al#unos seres que no esta*an preparados para ello. :adres e (ijos&esposos& amantes que (a*'an cre'do aceptar d'as antes una separación temporal& que se (a*'ana*ra0ado en la estación sin m!s que dos o tres recomendaciones& se#uros de %ol%erse a %er 

 pocos d'as o pocas semanas m!s tarde& sumidos en la estpida con$ian0a (umana& apenasdistra'dos por la partida de sus preocupaciones (a*ituales& se %ieron de pronto separados& sin

recursos& impedidos de reunirse o de comunicarse. "ues la clausura se (a*'a e$ectuado (orasantes de pu*licarse la orden de la pre$ectura y& naturalmente& era imposi*le tomar enconsideración los casos particulares. )e puede decir que esta in%asión *rutal de la en$ermedadtu%o como primer e$ecto el o*li#ar a nuestros conciudadanos a o*rar como si no tu%ieransentimientos indi%iduales. Desde las primeras (oras del d'a en que la orden entró en %i#or& la

 pre$ectura $ue asaltada por una multitud de demandantes que por tel$ono o ante los$uncionarios e2pon'an situaciones& todas i#ualmente interesantes y& al mismo tiempo&i#ualmente imposi*les de e2aminar. En realidad& $ueron necesarios muc(os d'as para que nosdisemos cuenta de que nos encontr!*amos en una situación sin compromisos posi*les y quelas pala*ras 6transi#ir6& 6$a%or6& 6e2cepción6 ya no ten'an sentido.

asta la pequeña satis$acción de escri*ir nos $ue ne#ada. "or una parte& la ciudad no esta*a

li#ada al resto del pa's por los medios de comunicación (a*ituales& y por otra& una nue%adisposición pro(i*ió toda correspondencia para e%itar que las cartas pudieran ser %e('culo dein$ección. Al principio& (u*o pri%ile#iados que pudieron entenderse en las puertas de la ciudadcon al#unos centinelas de los puestos de #uardia& quienes consintieron en (acer pasar mensajesal e2terior. Esto era toda%'a en los primeros d'as de la epidemia y los #uardias encontra*annatural ceder a los mo%imientos de compasión. "ero al poco tiempo& cuando los mismos#uardias estu%ieron *ien persuadidos de la #ra%edad de la situación& se ne#aron a car#ar conresponsa*ilidades cuyo alcance no pod'an pre%er. Las comunicaciones tele$ónicas interur*anas&autori0adas al principio& ocasionaron tales trastornos en las ca*inas p*licas y en las l'neas& que$ueron totalmente suspendidas durante unos d'as y& despus& se%eramente limitadas a lo que sellama*a casos de ur#encia& tales como una muerte& un nacimiento o un matrimonio. Los

tele#ramas lle#aron a ser nuestro nico recurso. )eres li#ados por la inteli#encia& por elcora0ón o por la carne $ueron reducidos a *uscar los si#nos de esta anti#ua comunión en lasmaysculas de un despac(o de die0 pala*ras. 5 como las $órmulas que se pueden emplear enun tele#rama se a#otan pronto& lar#as %idas en comn o dolorosas pasiones se resumieronr!pidamente en un intercam*io periódico de $órmulas esta*lecidas tales como3 6)i#o *ien.,u'date. ,ariños.6

Al#unos se o*stina*an en escri*ir e ima#ina*an sin cesar com*inaciones para comunicarsecon el e2terior& que siempre termina*an por resultar ilusorias. )in em*ar#o& aunque al#unos delos medios que (a*'amos ideados diesen resultado& nunca supimos nada porque no reci*imosrespuesta. Durante semanas estu%imos reducidos a recomen0ar la misma carta& a copiar losmismos in$ormes y las mismas llamadas& (asta que al $in las pala*ras que (a*'an salido

san#rantes de nuestro cora0ón queda*an %ac'as de sentido. Entonces& escri*'amosmaquinalmente (aciendo por dar& mediante $rases muertas& si#nos de nuestra di$'cil %ida. 5

 para terminar& a este monólo#o estril y o*stinado& a esta con%ersación !rida con un muro& nos

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 parec'a pre$eri*le la llamada con%encional del tel#ra$o.Al ca*o de unos cuantos d'as& cuando lle#ó a ser e%idente que no conse#uir'a nadie salir de

la ciudad& tu%imos la idea de pre#untar si la %uelta de los que esta*an $uera ser'a autori0ada.Despus de unos d'as de re$le2ión la pre$ectura respondió a$irmati%amente. "ero señaló muy

 *ien que los repatriados no podr'an en nin#n caso %ol%er a irse& y que si eran li*res de entrar no lo ser'an de salir.

Entonces al#unas $amilias& por lo dem!s escasas& tomaron la situación a la li#era y poniendo por encima de toda prudencia el deseo de %ol%er a %er a sus parientes in%itaron a stos aapro%ec(ar la ocasión. "ero pronto los que eran prisioneros de la peste comprendieron el

 peli#ro en que pon'an a los suyos y se resi#naron a su$rir la separación. En el momento m!s#ra%e de la epidemia no se %io m!s que un caso en que los sentimientos (umanos $ueron m!s$uertes que el miedo a la muerte entre torturas. 5 no $ue& como se podr'a esperar& dos amantesque la pasión arrojase uno (acia el otro por encima del su$rimiento. )e trata*a del %iejo ,astely de su mujer& casados (ac'a muc(os años. La señora ,astel& unos d'as antes de la epidemia&(a*'a ido a una ciudad pró2ima. No eran una de esas parejas que o$recen al mundo la ima#ende una $elicidad ejemplar& y el narrador est! a punto de decir que lo m!s pro*a*le era que esos

esposos& (asta aquel momento& no tu%ieran una #ran se#uridad de estar satis$ec(os de su unión."ero esta separación *rutal y prolon#ada los (a*'a lle%ado a comprender que no pod'an %i%ir alejados el uno del otro y& una %e0 que esta %erdad era sacada a la lu0& la peste les resulta*a

 poca cosa.Esta $ue una e2cepción. En la mayor'a de los casos& la separación& era e%idente& no de*'a

terminar m!s que con la epidemia. 5 para todos nosotros& el sentimiento que llena*a nuestra%ida y que tan *ien cre'amos conocer Glos oraneses& ya lo (emos dic(o& tienen pasiones muysimplesH i*a tomando una $isonom'a nue%a. :aridos y amantes que ten'an una con$ian0a plenaen sus compañeros se encontra*an celosos. om*res que se cre'an $r'%olos en amor& se %ol%'anconstantes. ijos que (a*'an %i%ido junto a su madre sin mirarla apenas& pon'an toda suinquietud y su nostal#ia en al#n tra0o de su rostro que a%i%a*a su recuerdo. Esta separación

 *rutal& sin l'mites& sin $uturo pre%isi*le& nos deja*a desconcertados& incapaces de reaccionar contra el recuerdo de esta presencia toda%'a tan pró2ima y ya tan lejana que ocupa*a a(oranuestros d'as. De (ec(o su$r'amos do*lemente& primero por nuestro su$rimiento y adem!s por el que ima#in!*amos en los ausentes& (ijo& esposa o amante.

En otras circunstancias& por lo dem!s& nuestros conciudadanos siempre (a*r'an encontradouna solución en una %ida m!s e2terior y m!s acti%a. "ero la peste los deja*a& al mismo tiempo&ociosos& reducidos a dar %ueltas a la ciudad mortecina y entre#ados un d'a tras otro a los jue#osdecepcionantes del recuerdo& puesto que en sus paseos sin meta se %e'an o*li#ados a (acer todos los d'as el mismo camino& que& en una ciudad tan pequeña& casi siempre era aquel que enotra poca (a*'an recorrido con el ausente.

As'& pues& lo primero que la peste trajo a nuestros conciudadanos $ue el e2ilio. 5 el cronista

est! persuadido de que puede escri*ir aqu' en nom*re de todo lo que l mismo e2perimentóentonces& puesto que lo e2perimentó al mismo tiempo que otros muc(os de nuestrosconciudadanos. "ues era ciertamente un sentimiento de e2ilio aquel %ac'o que lle%!*amosdentro de nosotros& aquella emoción precisa/ el deseo irra0onado de %ol%er (acia atr!s o& alcontrario& de apresurar la marc(a del tiempo& eran dos $lec(as a*rasadoras en la memoria.Al#unas %eces nos a*andon!*amos a la ima#inación y nos pon'amos a esperar que sonara eltim*re o que se oyera un paso $amiliar en la escalera y si en esos momentos lle#!*amos aol%idar que los trenes esta*an inmo%ili0ados& si nos arre#l!*amos para quedarnos en casa a la(ora en que normalmente un %iajero que %iniera en el e2preso de la tarde pudiera lle#ar anuestro *arrio& ciertamente este jue#o no pod'a durar. Al $in (a*'a siempre un momento en quenos d!*amos cuenta de que los trenes no lle#a*an. Entonces comprend'amos que nuestra

separación ten'a que durar y que no nos queda*a m!s remedio que reconciliarnos con eltiempo. Entonces acept!*amos nuestra condición de prisioneros& qued!*amos reducidos anuestro pasado& y si al#unos ten'an la tentación de %i%ir en el $uturo& ten'an que renunciar muy

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 pronto& al menos& en la medida de lo posi*le& su$riendo $inalmente las (eridas que laima#inación in$li#e a los que se con$'an a ella.

En especial& todos nuestros conciudadanos se pri%aron pronto& incluso en p*lico& de lacostum*re que (a*'an adquirido de (acer suposiciones so*re la duración de su aislamiento.+"or qu- "orque cuando los m!s pesimistas le (a*'an asi#nado& por ejemplo unos seis meses&y cuando (a*'an conse#uido a#otar de antemano toda la amar#ura de aquellos seis meses por %enir& cuando (a*'an ele%ado con #ran es$uer0o su %alor (asta el ni%el de esta prue*a/ puestoen tensión sus ltimas $uer0as para no des$allecer en este su$rimiento a tra%s de una lar#a seriede d'as& entonces& a lo mejor& un ami#o que se encontra*a& una noticia dada por un periódico&una sospec(a $u#iti%a o una *rusca clari%idencia les da*a la idea de que& despus de todo& no(a*'a nin#una ra0ón para que la en$ermedad no durase m!s de seis meses o acaso un año o m!stoda%'a.

En ese momento el derrum*amiento de su %alor y de su %oluntad era tan *rusco que lle#a*aa parecerles que ya no podr'an nunca salir de ese a*ismo. En consecuencia& se atu%ieron a no

 pensar jam!s en el trmino de su escla%itud& a no %i%ir %ueltos (acia el por%enir& a conser%ar siempre& por decirlo as'& los ojos *ajos. Naturalmente& esta prudencia& esta astucia con el dolor&

que consist'a en cerrar la #uardia para re(uir el com*ate& era mal recompensada. E%ita*an sinduda ese derrum*amiento tan temido& pero se pri%a*an de ol%idar al#unos momentos la pestecon las im!#enes de un %enidero encuentro. 5 as'& encallados a mitad de camino entre esosa*ismos y esas costum*res& $luctua*an& m!s *ien que %i%'an& a*andonados a recuerdosestriles& durante d'as sin norte& som*ras errantes que sólo (u*ieran podido tomar $uer0asdecidindose a arrai#ar en la tierra su dolor.

El su$rimiento pro$undo que e2perimenta*an era el de todos los prisioneros y el de todos lose2iliados& el su$rimiento de %i%ir con un recuerdo intil. Ese pasado mismo en el que pensa*ancontinuamente sólo ten'a el sa*or de la nostal#ia. u*ieran querido poder añadirle todo lo quesent'an no (a*er (ec(o cuando pod'an (acerlo& con aquel o aquellas que espera*an& ei#ualmente me0cla*an a todas las circunstancias relati%amente dic(osas de sus %idas de

 prisioneros la ima#en del ausente& no pudiendo satis$acerse con lo que en la realidad %i%'an.Impacientados por el presente& enemi#os del pasado y pri%ados del por%enir& ramossemejantes a aquellos que la justicia o el odio de los (om*res tienen entre rejas. Al $in& el nicomedio de escapar a este insoporta*le %a#ar& era (acer marc(ar los trenes con la ima#inación yllenar las (oras con las %i*raciones de un tim*re que& sin em*ar#o& permanec'a o*stinadamentesilencioso.

"ero si esto era el e2ilio& para la mayor'a era el e2ilio en su casa. 5 aunque el cronista no(aya conocido el e2ilio m!s que como todo el mundo& no de*e ol%idar a aquellos& como el

 periodista am*ert y otros& para los cuales las penas de la separación se a#randa*an por el(ec(o de que (a*iendo sido sorprendidos por la peste en medio de su %iaje& se encontra*analejados del ser que quer'an y de su pa's.

En medio del e2ilio #eneral& estos eran lo m!s e2iliados& pues si el tiempo suscita*a en ellos&como en todos los dem!s& la an#ustia que es la propia& su$r'an tam*in la presión del espacio yse estrella*an continuamente contra las paredes que aisla*an aquel re$u#io apestado de su

 patria perdida. A cualquier (ora del d'a se los pod'a %er errando por la ciudad pol%orienta&e%ocando en silencio las noc(es que sólo ellos conoc'an y las mañanas de su pa's. Alimenta*anentonces su mal con si#nos impondera*les& con mensajes desconcertantes3 un %uelo de#olondrinas& el rosa del atardecer& o esos rayos capric(osos que el sol a*andona a %eces en lascalles desiertas. El mundo e2terior que siempre puede sal%arnos de todo& no quer'an %erlo&cerra*an los ojos so*re l o*cecados en acariciar sus quimeras y en perse#uir con todas sus$uer0as las im!#enes de una tierra donde una lu0 determinada& dos o tres colinas& el !r*ol$a%orito y el rostro de al#unas mujeres compon'an un clima para ellos irreempla0a*le.

"or ocuparnos& en $in& de los amantes& que son los que m!s interesan y ante los que elcronista est! mejor situado para (a*lar& los amantes se atormenta*an toda%'a con otrasan#ustias entre las cuales (ay que señalar el remordimiento. Esta situación les permit'a

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considerar sus sentimientos con una especie de $e*ril o*jeti%idad& y en esas ocasiones casisiempre %e'an claramente sus propias $allas. El primer moti%o era la di$icultad que encontra*an

 para recordar los ras#os y #estos del ausente. Lamenta*an entonces la i#norancia en queesta*an de su modo de emplear el tiempo/ se acusa*an de la $ri%olidad con que (a*'andescuidado el in$ormarse de ello y no (a*er comprendido que para el que ama& el modo deemplear el tiempo del amado es manantial de todas sus ale#r'as. Desde ese momentoempe0a*an a remontar la corriente de su amor& e2aminando sus imper$ecciones. En tiemposnormales todos sa*emos& conscientemente o no& que no (ay amor que no pueda ser superado& y

 por lo tanto& aceptamos con m!s o menos tranquilidad que el nuestro sea mediocre. "ero elrecuerdo es m!s e2i#ente. 5 as'& consecuentemente& esta desdic(a que alcan0a*a a toda unaciudad no sólo nos tra'a un su$rimiento injusto& del que pod'amos indi#narnos3 nos lle%a*atam*in a su$rir por nosotros mismos y nos (ac'a ceder al dolor. Esta era una de las manerasque ten'a la en$ermedad de atraer la tentación y de *arajar las cartas.

,ada uno tu%o que aceptar el %i%ir al d'a& solo *ajo el cielo. Este a*andono #eneral que pod'a a la lar#a templar los caracteres& empe0ó& sin em*ar#o& por %ol%erlos $tiles. Al#unos& por ejemplo& se sent'an sometidos a una nue%a escla%itud que les sujeta*a a las %eleidades del

sol y de la llu%ia/ se (u*iera dic(o& al %erles& que reci*'an por primera %e0 la impresión deltiempo que (ac'a. =en'an aspecto ale#re a la simple %ista de una lu0 dorada& mientras que losd'as de llu%ia e2tend'an un %elo espeso so*re sus rostros y sus pensamientos. A %eces&escapa*an durante cierto tiempo a esta de*ilidad y a esta escla%itud irra0onada porque noesta*an solos $rente al mundo y& en cierta medida& el ser que %i%'a con ellos se antepon'a aluni%erso. "ero lle#ó un momento en que quedaron entre#ados a los capric(os del cielo& esdecir& que su$r'an y espera*an sin ra0ón.

En tales momentos de soledad& nadie pod'a esperar la ayuda de su %ecino/ cada uno se#u'asolo con su preocupación. )i al#uien por casualidad intenta*a (acer con$idencias o decir al#ode sus su$rimientos& la respuesta que reci*'a le (er'a casi siempre. Entonces se da*a cuenta deque l y su interlocutor (a*la*an cada uno cosas distintas. 4no en e$ecto (a*la*a desde el

$ondo de lar#as (oras pasadas rumiando el su$rimiento& y la ima#en que quer'a comunicar esta*a cocida al $ue#o lento de la espera y de la pasión. El otro& por el contrario& ima#ina*a unaemoción con%encional& uno de esos dolores *aratos& una de esas melancol'as de serie. 8en%olau (ostil& la respuesta resulta*a siempre desa$inada3 (a*'a que renunciar. O al menos& aquellos

 para quienes el silencio resulta*a insoporta*le& en %ista de que los otros no comprend'an el%erdadero len#uaje del cora0ón& se decid'an a emplear tam*in la len#ua que esta*a en *o#a ya (a*lar ellos tam*in al modo con%encional de la simple relación& de los (ec(os di%ersos& dela crónica cotidiana& en cierto modo. En ese molde& los dolores m!s %erdaderos toma*an lacostum*re de traducirse en las $órmulas tri%iales de la con%ersación. )ólo a este precio los

 prisioneros de la peste pod'an o*tener la compasión de su portero o el inters de susinterlocutores.

)in em*ar#o& y esto es lo m!s importante& por dolorosas que $uesen estas an#ustias& por duroque $uese lle%ar ese %ac'o en el cora0ón& se puede a$irmar que los e2iliados de ese primer 

 per'odo de la peste $ueron seres pri%ile#iados. En el momento mismo en que todo el mundocomen0a*a a aterrori0arse& su pensamiento esta*a enteramente diri#ido (acia el ser queespera*an. En la des#racia #eneral& el e#o'smo del amor les preser%a*a& y si pensa*an en la

 peste era solamente en la medida en que pod'a poner a su separación en el peli#ro de ser eterna.Lle%a*a& as'& al cora0ón mismo de la epidemia una distracción saluda*le que se pod'a tomar 

 por san#re $r'a. )u desesperación les sal%a*a del p!nico& su desdic(a ten'a al#o *ueno. "or ejemplo& si al#uno de ellos era arre*atado por la en$ermedad& lo era sin tener tiempo de poner atención en ello. )acado de esta lar#a con%ersación interior que sosten'a con una som*ra& eraarrojado sin transición al m!s espeso silencio de la tierra. No (a*'a tenido tiempo de nada.

:ientras nuestros conciudadanos se adapta*an a este inopinado e2ilio& la peste pon'a#uardias a las puertas de la ciudad y (ac'a cam*iar de ruta a los *arcos que %en'an (acia Oran.Desde la clausura ni un solo %e('culo (a*'a entrado. A partir de ese d'a se ten'a la impresión de

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que los automó%iles se (u*ieran puesto a dar %ueltas en redondo. El puerto presenta*a tam*inun aspecto sin#ular para los que mira*an desde lo alto de los *ule%ares. La animación (a*itualque (ac'a de l uno de los primeros puertos de la costa se (a*'a apa#ado *ruscamente. =oda%'ase pod'an %er al#unos na%'os que (ac'an cuarentena. "ero en los muelles& las #randes #rasdesarmadas& las %a#onetas %olcadas de costado& las #randes $ilas de toneles o de $ardostestimonia*an que el comercio tam*in (a*'a muerto de la peste.

A pesar de estos espect!culos desacostum*rados& a nuestros conciudadanos les costa*atra*ajo comprender lo que les pasa*a. a*'a sentimientos #enerales como la separación o elmiedo& pero se se#u'a tam*in poniendo en primer lu#ar las preocupaciones personales. Nadie(a*'a aceptado toda%'a la en$ermedad. En su mayor parte eran sensi*les so*re todo a lo quetrastorna*a sus costum*res o daña*a sus intereses. Esta*an mal(umorados o irritados y estosno son sentimientos que puedan oponerse a la peste. La primera reacción $ue& por ejemplo&criticar la or#ani0ación. La respuesta del pre$ecto ante las cr'ticas& de las que la prensa se (ac'aeco G6+No se podr'a tender a un atenuamiento de las medidas adoptadas-6H& $ue sumamenteimpre%ista. asta aqu'& ni los periódicos ni la a#encia ansdoc (a*'a reci*ido comunicacióno$icial de las estad'sticas de la en$ermedad. El pre$ecto se las comunicó a la a#encia d'a por 

d'a& ro#!ndole que las anunciase semanalmente. Ni en eso siquiera la reacción del p*lico $ue inmediata. El anuncio de que durante latercera semana la peste (a*'a (ec(o trescientos dos muertos no lle#a*a a (a*lar a laima#inación. "or una parte& todos& acaso& no (a*'an muerto de la peste& y por otra& nadie sa*'aen la ciudad cu!nta era la #ente que mor'a por semana. La ciudad ten'a doscientos mil(a*itantes y se i#nora*a si esta proporción de de$unciones era normal. Es $recuente descuidar la precisión en las in$ormaciones a pesar del inters e%idente que tienen. Al p*lico le $alta*aun punto de comparación. )ólo a la lar#a& compro*ando el aumento de de$unciones& la opinióntu%o conciencia de la %erdad. La quinta semana dio trescientos %eintin muertos y la se2tatrescientos cuarenta y cinco. El aumento era elocuente. "ero no lo *astante para que nuestrosconciudadanos dejasen de #uardar& en medio de su inquietud& la impresión de que se trata*a de

un accidente& sin duda enojoso& pero despus de todo temporal. As'& pues& continuaroncirculando por las calles y sent!ndose en las terra0as de los ca$s. En conjunto no eranco*ardes& a*unda*an m!s las *romas que las lamentaciones y pon'an cara de aceptar con *uen(umor los incon%enientes& e%identemente pasajeros. Las apariencias esta*an sal%adas. acia$ines de mes& sin em*ar#o& y poco m!s o menos durante la semana de ro#ati%as de la que setratar! m!s tarde& (u*o trans$ormaciones #ra%es que modi$icaron el aspecto de la ciudad."rimeramente& el pre$ecto tomó medidas concernientes a la circulación de los %e('culos y alapro%isionamiento. El apro%isionamiento $ue limitado y la na$ta racionada. )e prescri*ieronincluso econom'as de electricidad. )ólo los productos indispensa*les lle#a*an por carretera o

 por aire a Oran. As' que se %io disminuir la circulación pro#resi%amente (asta lle#ar a ser pocom!s o menos nula. Las tiendas de lujo cerraron de un d'a para otro& o *ien al#unas de ellas

llenaron los escaparates de letreros ne#ati%os mientras las $ilas de compradores se estaciona*anen sus puertas.

Oran tomó un aspecto sin#ular. El nmero de peatones se (i0o m!s considera*le e incluso& alas (oras desocupadas& muc(a #ente reducida a la inacción por el cierre de los comercios y deciertos despac(os& llena*a las calles y los ca$s. "or el momento& nadie se sent'a cesante& sinode %acaciones. Oran da*a entonces& a eso de las tres de la tarde& por ejemplo& y *ajo un cielo(ermoso& la impresión en#añadora de una ciudad de $iesta donde (u*iesen detenido lacirculación y cerrado los comercios para permitir el desen%ol%imiento de una mani$estación

 p*lica y cuyos (a*itantes (u*ieran in%adido las calles participando de los $estejos. Naturalmente& los cines se apro%ec(aron de esta ociosidad #eneral e (icieron #ran ne#ocio.

"ero los circuitos que las pel'culas reali0a*an en el departamento eran interrumpidos. Al ca*o

de dos semanas los empresarios se %ieron o*li#ados a intercam*iar los pro#ramas y despus decierto tiempo los cines terminaron por proyectar siempre el mismo $ilm. )in em*ar#o& lasentradas no disminuyeron.

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Los ca$s& en $in& #racias a las reser%as considera*les acumuladas en una ciudad donde elcomercio de %inos y alco(oles ocupa el primer lu#ar& pudieron i#ualmente alimentar a susclientes. A decir %erdad& se *e*'a muc(o. "or (a*er anunciado un ca$ que 6el %ino puro mataal micro*io6& la idea ya natural en el p*lico de que el alco(ol preser%a de las en$ermedadesin$ecciosas se a$irmó en la opinión de todos. "or las noc(es& a eso de las dos& un nmeroconsidera*le de *orrac(os& e2pulsados de los ca$s& llena*a las calles e2pansion!ndose conocurrencias optimistas.

"ero todos estos cam*ios eran& en un sentido& tan e2traordinarios y se (a*'an ejecutado tanr!pidamente que no era $!cil considerarlos normales ni duraderos. El resultado $ue quese#u'amos poniendo en primer trmino nuestros sentimientos personales.

Al salir del (ospital& dos d'as despus que (a*'an sido cerradas las puertas& el doctor ieu2se encontró con ,ottard que le%antó (acia l el rostro mismo de la satis$acción. ieu2 lo$elicitó por su aspecto.

;)'& todo %a *ien ;dijo el om*recillo;. D'#ame& doctor& esta *endita peste& >e(?& parece queempie0a a ponerse seria.

El doctor lo admitió. 5 el otro corro*oró con una especie de jo%ialidad3

;No (ay nin#una ra0ón para que se deten#a. "or a(ora toda %a estar patas arri*a.Andu%ieron un rato juntos. ,ottard le contó que un comerciante de productos alimenticiosde su *arrio (a*'a acaparado #randes cantidades& para %enderlos lue#o a precios m!s altos& yque (a*'an descu*ierto latas de conser%as de*ajo de la cama cuando (a*'an %enido a *uscarle

 para lle%arle al (ospital. 6)e murió y la peste no le pa#ó nada.6 ,ottard esta*a lleno de estas(istorias $alsas o %erdaderas so*re la epidemia. )e dec'a& por ejemplo& que en el centro& unamañana& un (om*re que empe0a*a a presentar los s'ntomas de la peste& en el delirio de laen$ermedad se (a*'a ec(ado a la calle& se (a*'a precipitado so*re la primera mujer que pasa*ay la (a*'a a*ra0ado #ritando que ten'a la peste.

;8ueno ;añad'a ,ottard con un tono sua%e que no armoni0a*a con su a$irmación;& nos%amos a %ol%er locos todos3 es se#uro.

=am*in& por la tarde de ese mismo d'a& Cosep( Mrand (a*'a terminado por (acer con$idencias personales al doctor ieu2. a*'a %isto so*re la mesa del doctor una $oto#ra$'a dela señora ieu2 y se (a*'a quedado mir!ndola. ieu2 (a*'a respondido que su mujer esta*acur!ndose $uera de la ciudad. 6En cierto sentido ;(a*'a dic(o Mrand;& es una suerte.6 El doctor respondió que era una suerte sin duda y que nicamente (a*'a que esperar que su mujer securase.

;>A(? ;dijo Mrand;& comprendo.5 por primera %e0 desde que ieu2 le conoc'a& se puso a (a*lar lar#amente. Aunque se#u'a

 *uscando las pala*ras& las encontra*a casi siempre como si (u*iera pensado muc(o tiempo loque esta*a diciendo.

)e (a*'a casado muy jo%en con una muc(ac(a po*re de su %ecindad. "ara poder casarse

(a*'a interrumpido sus estudios y (a*'a aceptado un empleo. Ni Ceanne ni l sal'an nunca de su *arrio. l i*a a %erla a su casa y los padres de Ceanne se re'an un poco de aquel pretendientesilencioso y torpe. El padre era empleado del tren. ,uando esta*a de descanso se le %e'asiempre sentado en un rincón junto a la %entana& pensati%o& mirando el mo%imiento de la calle&con las manos enormes descansando so*re los muslos. La madre esta*a siempre en susocupaciones caseras. Ceanne le ayuda*a. Era tan menudita que Mrand no pod'a %erla atra%esar una calle sin an#ustiarse. Los %e('culos le parec'an junto a ella desmesurados. 4n d'a& ante unatienda de Na%idad& Ceanne& que mira*a el escaparate mara%illada& se (a*'a %uelto (acia ldiciendo3 6>Bu *onito?6 l le (a*'a apretado la mano y $ue entonces cuando decidieroncasarse.

El resto de la (istoria& se#n Mrand& era muy simple. Es lo mismo para todos3 la #ente se

casa& se quiere toda%'a un poco de tiempo& tra*aja. =ra*aja tanto que se ol%ida de quererse.Ceanne tam*in tra*aja*a& porque las promesas del je$e no se (a*'an cumplido. 5 aqu' (ac'a$alta un poco de ima#inación para comprender lo que Mrand quer'a decir. El cansancio era la

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causa& l se (a*'a a*andonado& se (a*'a callado cada d'a m!s y no (a*'a mantenido en sumujer& tan jo%en& la idea de que era amada. 4n (om*re que tra*aja& la po*re0a& el por%enir cerr!ndose lentamente& el silencio por las noc(es en la mesa& no (ay lu#ar para la pasión ensemejante uni%erso. "ro*a*lemente& Ceanne (a*'a su$rido. 5 sin em*ar#o (a*'a continuado3sucede a %eces que se su$re durante muc(o tiempo sin sa*erlo. Los años (a*'an pasado.Despus& un d'a se (a*'a ido. ,laro est! que no se (a*'a ido sola. 6=e (e querido muc(o peroya estoy cansada... :e siento $eli0 de marc(arme& pero no (ace $alta ser $eli0 para recomen0ar.6Esto era m!s o menos lo que le (a*'a dejado escrito.

Cosep( Mrand tam*in (a*'a su$rido. l tam*in (u*iera podido recomen0ar& como le dec'aieu2. "ero& en suma& no (a*'a tenido $e.

Adem!s& la %erdad& siempre esta*a pensando en ella. Lo que l (u*iera querido eraescri*irle una carta para justi$icarse. 6"ero es di$'cil ;dec'a;. ace muc(o tiempo que pienso enello. ,uando nos quer'amos nos comprend'amos sin pala*ras. "ero no siempre se quiere uno.En un momento dado yo (u*iera de*ido encontrar las pala*ras que la (u*ieran (ec(odetenerse& pero no pude.6 Mrand se sona*a en una especie de ser%illeta a cuadros. Despus selimpia*a los *i#otes. ieu2 lo mira*a.

;"erdóneme& doctor ;dijo el %iejo;& pero +cómo le dir-& ten#o con$ian0a en usted. ,on usted puedo (a*lar. 5 esto me emociona.Mrand esta*a %isi*lemente a cien le#uas de la peste."or la noc(e& ieu2 tele#ra$ió a su mujer dicindole que la ciudad esta*a cerrada& que l se

encontra*a *ien& que ella de*'a se#uir cuid!ndose y que l pensa*a en ella.=res semanas despus de la clausura& ieu2 encontró a la salida del (ospital a un jo%en que

le espera*a.;)upon#o ;le dijo ste; que me reconoce usted.ieu2 cre'a conocerle pero duda*a.;5o %ine antes de estos acontecimientos ;le dijo l;& a pedirle unas in$ormaciones so*re las

condiciones de %ida de los !ra*es. :e llamo aymond am*ert.

;>A(?& s' ;dijo ieu2;. 8ueno& pues& a(ora ya tiene usted un *uen tema de reportaje.El jo%en parec'a ner%ioso. Dijo que no era eso lo que le interesa*a y que %en'a a pedirle suayuda.

;=iene usted que e2cusarme ;añadió;& pero no cono0co a nadie en la ciudad y elcorresponsal de mi periódico tiene la des#racia de ser im*cil.

ieu2 le propuso que lo acompañase (asta un dispensario donde ten'an ciertas órdenes.Descendieron por las callejuelas del *arrio ne#ro. La noc(e se acerca*a& pero la ciudad& tanruidosa otras %eces a esta (ora& parec'a e2trañamente solitaria. Al#unos toques de trompeta enel espacio toda%'a dorado atesti#ua*an que los militares se da*an aires de (acer su o$icio.Durante todo el tiempo& a lo lar#o de las calles escarpadas& entre los muros a0ules& ocre y%ioleta de las casas moras& am*ert $ue (a*lando muy a#itado. a*'a dejado a su mujer en

"ar's. A decir %erdad& no era su mujer& pero como si lo $uese. Le (a*'a tele#ra$iado cuando laclausura de la ciudad. "rimero& (a*'a pensado que se tratar'a de un (ec(o pro%isional y (a*'a

 procurado solamente estar en correspondencia con ella. )us cole#as de Oran le (a*'an dic(oque no pod'an (acer nada& el correo le (a*'a rec(a0ado& un secretario de la pre$ectura se le(a*'a re'do en las narices. a*'a terminado despus de una espera de dos (oras (aciendo cola

 para poder poner un tele#rama que dec'a3 6=odo %a *ien. asta pronto.6"ero por la mañana& al le%antarse& le (a*'a %enido la idea *ruscamente de que& despus de

todo& no se sa*'a cu!nto tiempo pod'a durar aquello. a*'a decidido marc(arse. ,omo ten'arecomendaciones Gen su o$icio siempre (ay $acilidadesH& (a*'a podido acercarse al director dela o$icina en la pre$ectura y le (a*'a dic(o que l no ten'a por qu quedarse& que se encontra*aall' por accidente y que era justo que le permitieran marc(arse& incluso si una %e0 $uera le

(ac'an su$rir una cuarentena. El director le (a*'a respondido que lo comprend'a muy *ien& peroque no pod'a (acer e2cepciones& que %er'a& pero que& en suma& la situación era #ra%e y que nose pod'a decidir nada.

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;"ero& en $in ;respondió am*ert;& yo soy e2traño a esta ciudad.;)in duda& pero& despus de todo& tenemos la esperan0a de que la epidemia no dure muc(o."ara terminar& el director (a*'a intentado consolar a am*ert (acindole o*ser%ar que pod'a

encontrar en Oran materiales para un reportaje interesante& y que& *ien considerado& no (a*'aacontecimiento que no tu%iese su lado *ueno. am*ert al0a*a los (om*ros. Lle#aron al centrode la ciudad.

;Esto es estpido& doctor& comprenda usted. 5o no (e %enido al mundo para (acer reportajes.A lo mejor (e %enido sólo para %i%ir con una mujer. +Es que no est! permitido-

ieu2 dijo que& en todo caso& eso parec'a ra0ona*le."or los *ule%ares del centro no (a*'a la multitud acostum*rada. 4nos cuantos pasajeros se

apresura*an (acia sus domicilios lejanos. Nin#uno sonre'a. ieu2 pensa*a que era el resultadodel anuncio de ansdoc que (a*'a salido aquel d'a. @einticuatro (oras despus nuestrosconciudadanos %ol%er'an a tener esperan0as& pero en el mismo d'a las ci$ras esta*an andemasiado $rescas en la memoria.

;Es que ;dijo am*ert& inopinadamente; ella y yo nos (emos conocido (ace poco y nosentendemos muy *ien.

ieu2 no dijo nada.;Lo estoy a*urriendo a usted ;dijo am*ert;& quer'a pre#untarle nicamente si podr'a(acerme usted un certi$icado donde se ase#urase que no ten#o esa maldita en$ermedad. 5o creoque eso podr'a ser%irme.

ieu2 asintió con la ca*e0a y se a#ac(ó a le%antar a un niño que (a*'a trope0ado con sus piernas. )i#uieron y lle#aron a la pla0a de armas. Las ramas de los $icus y palmeras col#a*aninmó%iles& #rises de pol%o& alrededor de una estatua de la ep*lica pol%orienta y sucia. ieu2

 pe#ó en el suelo con un pie primero y lue#o con otro para despedir la capa *lanquecina que loscu*r'a. :ira*a a am*ert. El som*rero un poco ec(ado (acia atr!s& el cuello de la camisadesa*roc(ado *ajo la cor*ata& mal a$eitado& el periodista ten'a un aire o*stinado y mo('no.

;Est usted se#uro de que le comprendo ;dijo al $in ieu2;& pero sus ra0onamientos no

sir%en. 5o no puedo (acerle ese certi$icado porque& de (ec(o& i#noro si tiene o no laen$ermedad y porque (asta en el caso de sa*erlo& yo no puedo certi$icar que entre el minuto enque usted sale de mi despac(o y el minuto en que entra usted en la pre$ectura no est yain$ectado. 5 adem!s...

;+Adem!s- ;dijo am*ert.;Incluso si le diese ese certi$icado no le ser%ir'a de nada.;+"or qu-;"orque (ay en esta ciudad miles de (om*res que est!n en ese caso y que sin em*ar#o no se

les puede dejar salir.;"ero& +si ellos no tienen la peste-;No es una ra0ón su$iciente. Esta (istoria es estpida& ya lo s& pero nos concierne a todos.

ay que tomarla tal cual es.;>"ero yo no soy de aqu'?;A partir de a(ora& por des#racia& ser! usted de aqu' como todo el mundo.am*ert se enardec'a.;Es una cuestión de (umanidad& se lo juro. Es posi*le que no se d cuenta de lo que si#ni$ica

una separación como esta para dos personas que se entienden.ieu2 no respondió nada durante un rato. Despus dijo que cre'a darse muy *ien cuenta.

Desea*a con todas sus $uer0as que am*ert se reuniese con su mujer y que todos los que sequer'an pudieran estar juntos& pero (a*'a leyes& (a*'a órdenes y (a*'a peste. )u misión personalera (acer lo que $uese necesario.

;No ;dijo am*ert con amar#ura;& usted no puede comprender. a*la usted en el len#uaje

de la ra0ón& usted %i%e en la a*stracción.El doctor le%antó los ojos (acia la ep*lica y dijo que l no sa*'a si esta*a (a*lando el

len#uaje de la ra0ón& pero que lo que (a*la*a era el len#uaje de la e%idencia y que no era

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$or0osamente lo mismo.El periodista se ajustó la cor*ata.;Entonces +esto si#ni$ica que (ace $alta que yo me las arre#le- "ues *ueno ;añadió con

acento de desa$'o;& dejar esta ciudad.El doctor dijo que eso tam*in lo comprend'a pero que no era asunto suyo.;)' lo es ;dijo am*ert& con una e2plosión s*ita;. e %enido a %erle porque me (a*'an

dic(o que usted (a*'a inter%enido muc(o en las decisiones que se (a*'an tomado& y entonces pens que por un caso al menos podr'a usted des(acer al#o de lo que (a contri*uido a que se(a#a. "ero esto no le interesa. 4sted no (a pensado en nadie. 4sted no (a tenido en cuenta alos que est!n separados.

ieu2 reconoció que en cierto sentido era %erdad3 no (a*'a querido tenerlo en cuenta.;>A(?& ya s ;dijo am*ert;& %a usted a (a*larme del ser%icio p*lico. "ero el *ienestar 

 p*lico se (ace con la $elicidad de cada uno.;8ueno ;dijo el doctor& que parec'a salir de una distracción;& es eso y es otra cosa. No (ay

que ju0#ar. "ero usted (ace mal en en$adarse. )i lo#ra usted resol%er este asunto yo meale#rar muc(o. "ero& simplemente& (ay cosas que mi pro$esión me pro('*e.

;)'& (a#o mal en en$adarme. 5 le (e (ec(o a usted perder demasiado tiempo con todo esto.ieu2 le ro#ó que le tu%iera al corriente de sus #estiones y que no le #uardase rencor. a*'ase#uramente un plano en el que pod'an coincidir. am*ert pareció de pronto perplejo.

;Lo creo ;dijo despus de un silencio;& lo creo a pesar m'o y a pesar de todo lo que aca*austed de decirme.

=itu*eó3;"ero no puedo apro*arle.)e ec(ó el som*rero a la cara y partió con paso r!pido. ieu2 lo %io entrar en el (otel donde

(a*ita*a Cean =arrou.Despus de un rato el doctor mo%ió la ca*e0a& am*ert ten'a ra0ón en su impaciencia por la

$elicidad& pero +ten'a ra0ón en acusarle- 64sted %i%e en la a*stracción.6 +Eran realmente la

a*stracción aquellos d'as pasados en el (ospital donde la peste com'a a dos carrillos lle#ando aquinientos el nmero medio de muertos por semana- )'& en la des#racia (a*'a una parte dea*stracción y de irrealidad. "ero cuando la a*stracción se pone a matarle a uno& es preciso queuno se ocupe de la a*stracción. ieu2 sa*'a nicamente que esto no era lo m!s $!cil. No era lom!s $!cil& por ejemplo& diri#ir ese (ospital au2iliar G(a*'a ya tresH que ten'a a su car#o. a*'a(ec(o preparar& al lado de la sala de consultas& una (a*itación para reci*ir a los en$ermos. Elsucio (undido $orma*a un la#o de a#ua cresilada& en el centro del cual (a*'a un islote deladrillos. El en$ermo era transportado a la isla& se le desnuda*a r!pidamente y sus ropas ca'anal a#ua. La%ado& seco& cu*ierto con la camisa ru#osa del (ospital& pasa*a a manos de ieu23despus lo transporta*an a una de las salas. a*'a (a*ido que utili0ar los salones de recreo deuna escuela que conten'a actualmente quinientas camas que casi en su totalidad esta*an

ocupadas. Despus del in#reso de la mañana& que diri#'a l mismo/ despus de estar %acunadoslos en$ermos y sacados los *u*ones& ieu2 compro*a*a de nue%o las estad'sticas y %ol%'a a suconsulta de la tarde. A ltima (ora (ac'a sus %isitas y %ol%'a ya de noc(e. La noc(e anterior& lamadre del doctor (a*'a o*ser%ado que le tem*la*an las manos mientras le'a un tele#rama de sumujer.

;)' ;dec'a l;& pero con perse%erancia lo#rar estar menos ner%ioso.Era $uerte y resistente y& en realidad& toda%'a no esta*a cansado. "ero las %isitas& por 

ejemplo& se le i*an (aciendo insoporta*les. Dia#nosticar la $ie*re epidmica si#ni$ica*a (acer aislar r!pidamente al en$ermo. Entonces empe0a*a la a*stracción y la di$icultad& pues la$amilia del en$ermo sa*'a que no %ol%er'a a %erle m!s que curado o muerto. 6>"iedad& doctor?6&dec'a la madre de una camarera que tra*aja*a en el (otel de =arrou. +Bu si#ni$ica esta

 pala*ra- E%identemente& l ten'a piedad pero con esto nadie #ana*a nada. a*'a que tele$onear.Al poco tiempo el tim*re de la am*ulancia sona*a en la calle. Al principio& los %ecinos a*r'anlas %entanas y mira*an. Despus& la cerra*an con precipitación. Entonces empe0a*an las

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luc(as& las l!#rimas/ la persuasión/ la a*stracción& en suma. En esos departamentos caldeados por la $ie*re y la an#ustia se desarrolla*an escenas de locura. "ero se lle%a*an al en$ermo.ieu2 pod'a irse.

Las primeras %eces se (a*'a limitado a tele$onear& y (a*'a corrido a %er a otros en$ermos sinesperar a la am*ulancia. "ero los $amiliares (a*'an cerrado la puerta pre$iriendo quedarse caraa cara con la peste a una separación de la que no conoc'an el $inal. Mritos& órdenes&inter%enciones de la polic'a y (asta de la $uer0a armada. El en$ermo era tomado por asalto.Durante las primeras semanas& ieu2 se (a*'a %isto o*li#ado a esperar la lle#ada de laam*ulancia. Despus& cuando cada en$ermo $ue acompañado en sus %isitas por un inspector %oluntario& ieu2 pudo correr de un en$ermo a otro. "ero al principio todas las tardes (a*'ansido como aquella en que al entrar en casa de la señora Loret& un pequeño cuartito decoradocon a*anicos y $lores arti$iciales& (a*'a sido reci*ido por la madre que le (a*'a dic(o con unasonrisa desdi*ujada3

;Espero que no sea la $ie*re de que (a*la todo el mundo.5 l& le%antando las s!*anas y la camisa& (a*'a contemplado las manc(as rojas en el %ientre

y los muslos& la (inc(a0ón de los #an#lios. La madre miró por entre las piernas de su (ija y dio

un #rito sin poderse contener. =odas las tardes (a*'a madres que #rita*an as'& con un aireenajenado& ante los %ientres que se mostra*an con todos los si#nos mortales& todas las tardes(a*'a *ra0os que se a#arra*an a los de ieu2& pala*ras intiles& promesas& llantos& todas lastardes los tim*res de la am*ulancia desata*an #ritos tan %anos como todo dolor. 5 al $inal deesta lar#a serie de tardes& todas semejantes& ieu2 no pod'a esperar m!s que otra lar#a serie deescenas i#uales& inde$inidamente reno%adas. )'& la peste& como la a*stracción& era monótona.Acaso una sola cosa cam*ia*a3 el mismo ieu2. Lo sent'a aquella tarde& al pie del monumentode la ep*lica consciente sólo de la di$'cil indi$erencia que empe0a*a a in%adirle y se#u'amirando la puerta del (otel por donde am*ert desapareciera.

Al ca*o de esas semanas a#otadoras& despus de todos esos crepsculos en que la ciudad se%olca*a en las calles para dar %ueltas a la redonda& ieu2 comprend'a que ya no ten'a que

de$enderse de la piedad. 4no se cansa de la piedad cuando la piedad es intil. 5 en este %er cómo su cora0ón se cerra*a so*re s' mismo& el doctor encontra*a el nico ali%io de aquellosd'as a*rumadores. )a*'a que as' su misión ser'a m!s $!cil& por esto se ale#ra*a. ,uando sumadre& al %erlo lle#ar a las dos de la madru#ada& se lamenta*a de la mirada ausente que posa*aso*re ella& deplora*a precisamente la nica cosa que para ieu2 era al#o atenuante. "ara luc(ar contra la a*stracción es preciso parecrsele un poco. "ero +cómo podr'a comprender estoam*ert- La a*stracción era para am*ert todo lo que se opon'a a su $elicidad& y a decir %erdad ieu2 sa*'a que el periodista ten'a ra0ón& en cierto sentido. "ero sa*'a tam*in quelle#a a suceder que la a*stracción resulta a %eces m!s $uerte que la $elicidad y que entonces& ysolamente entonces& es cuando (ay que tenerla en cuenta. Esto era lo que ten'a que sucederle aam*ert y el doctor pudo lle#ar a sa*erlo por las con$idencias que am*ert le (i0o

ulteriormente. "udo tam*in se#uir& ya so*re un nue%o plano& la luc(a sorda entre la $elicidadde cada (om*re y la a*stracción de la peste& que constituyó la %ida de nuestra ciudad duranteeste lar#o per'odo.

"ero all' donde unos %e'an la a*stracción& otros %e'an la realidad. El $inal del primer mes de peste $ue ensom*recido por un recrudecimiento marcado de la epidemia y por un sermón%e(emente del padre "anelou2& el jesuita que (a*'a asistido al %iejo :ic(el al principio de suen$ermedad. El padre "anelou2 se (a*'a distin#uido por sus cola*oraciones $recuentes en el8olet'n de la )ociedad Meo#r!$ica de Oran& donde sus reconstrucciones epi#r!$icas eran deautoridad. "ero (a*'a #anado un crdito m!s e2tenso que cualquier especialista pronunciandouna serie de con$erencias so*re el indi%idualismo moderno. )e (a*'a constituido en de$ensor caluroso de un cristianismo e2i#ente& tan alejado del li*ertinaje del d'a como del oscurantismo

de los si#los pasados. En esta ocasión no (a*'a re#ateado las %erdades m!s duras a suauditorio. De aqu' su reputación.

As' pues& a $ines del mes& las autoridades eclesi!sticas de nuestra ciudad decidieron luc(ar 

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contra la peste por sus propios medios& or#ani0ando una semana de ple#arias colecti%as. Estasmani$estaciones de piedad p*lica de*'an terminar el domin#o con una misa solemne *ajo laad%ocación de )an oque& el santo pest'$ero. "idieron al "adre "anelou2 que tomara la pala*raen esta ocasión. Durante quince d'as se arrancó a sus tra*ajos so*re )an A#ust'n y la I#lesiaa$ricana que le (a*'a conquistado un lu#ar aparte en su orden. De naturale0a $o#osa yapasionada (a*'a aceptado con resolución la misión que le encomenda*an. :uc(o antes delsermón& se (a*la*a ya de l en la ciudad y& en cierto modo& marcó una $ec(a importante en la(istoria de ese per'odo.

La semana $ue se#uida por un p*lico numeroso. Esto no quiere decir que en tiemposnormales los (a*itantes de Oran $uesen particularmente piadosos. El domin#o& por ejemplo& los

 *años de mar (ac'an una seria competencia a la misa. No era tampoco que una s*itacon%ersión les (u*iera iluminado. "ero& por una parte& estando la ciudad cerrada y el puerto

 pro(i*ido& los *años no eran posi*les& y por otra& nuestros conciudadanos se encontra*an en unestado de !nimo tan particular que& sin admitir en su $ondo los acontecimientos sorprendentesque les (er'an& sent'an con toda e%idencia que al#o (a*'a cam*iado. :uc(os espera*an&adem!s& que la epidemia $uera a detenerse y que quedasen ellos a sal%o con toda su $amilia. En

consecuencia& toda%'a no se sent'an o*li#ados a nada. La peste no era para ellos m!s que una%isitante desa#rada*le& que ten'a que irse al#n d'a puesto que un d'a (a*'a lle#ado. Asustados& pero no desesperados& toda%'a no (a*'a lle#ado el momento en que la peste se les apareciesecomo la $orma misma de su %ida y en que ol%idasen la e2istencia que (asta su lle#ada (a*'anlle%ado. En suma& esta*an a la espera. especto a la reli#ión& como respecto a otros pro*lemas&la peste (a*'a dado una posición de !nimo sin#ular tan lejos de la indi$erencia como la pasión yque se pod'a de$inir muy *ien con la pala*ra 6o*jeti%idad6. La mayor parte de los que si#uieronla semana de ro#ati%as se manten'an en la posición que uno de los $ieles (a*'a e2presadodelante del doctor ieu2. 6De todos modos eso no puede (acer daño.6 =arrou mismo& despusde (a*er anotado en su cuaderno que los c(inos en un caso as' i*an a tocar el tam*or ante el#enio de la peste& (ac'a notar que era imposi*le sa*er si en realidad el tam*or resulta*a m!s

e$ica0 que las medidas pro$il!cticas. Añad'a& adem!s& que para saldar la cuestión (u*iera sido preciso estar in$ormado so*re la e2istencia de un #enio de la peste y que nuestra i#norancia eneste punto (ac'a estriles todas las opiniones que se pudieran tener.

En todo caso& la catedral de nuestra ciudad estu%o m!s o menos llena de $ieles durante todala semana. Los primeros d'as muc(a #ente se queda*a en los jardines de palmeras y #ranadosque se e2tend'an delante del pórtico para o'r la marea de in%ocaciones y de ple#arias quere$lu'a (asta la calle. "oco a poco& por la $uer0a del ejemplo& esas mismas #entes se decidierona entrar y me0clar su %o0 t'mida a los responsos de los otros. El domin#o& una multitudconsidera*le in%ad'a la na%e y des*orda*a (asta los ltimos peldaños de las escaleras. Desde la%'spera el cielo esta*a ensom*recido y la llu%ia ca'a a torrentes. Los que esta*an $uera (a*'ana*ierto los para#uas. 4n olor a incienso y a telas mojadas $lota*a en la catedral cuando el "adre

"anelou2 su*ió al pulpito.Era de talla mediana pero recio. ,uando se apoyó en el *orde del pulpito& a#arrando la

 *arandilla con sus #ruesas manos& no se %io m!s que una $orma pesada y ne#ra rematada por las dos manc(as de sus mejillas ru*icundas *ajo las #a$as de acero. =enia una %o0 $uerte&apasionada& que arrastra*a& y cuando ataca*a a los asistentes con una sola $rase %e(emente yremac(ada3 6ermanos m'os& (a*is ca'do en des#racia/ (ermanos m'os& lo (a*is merecido6&un estremecimiento recorr'a a los asistentes (asta el atrio.

Ló#icamente& lo que si#uió no esta*a en armon'a con este e2ordio pattico. El resto deldiscurso (i0o comprender a nuestros conciudadanos que por un (!*il procedimiento oratorio el"adre (a*'a dado& de una %e0& como el que asesta un #olpe& el tema de su sermón entero."anelou2& en se#uida despus de esta $rase& citó el te2to del 2odo relati%o a la peste en E#ipto

y dijo3 6La primera %e0 que esta pla#a apareció en la (istoria $ue para (erir a los enemi#os deDios. Faraón se opuso a los desi#nios eternos y la peste le (i0o caer de rodillas. Desde el

 principio de toda (istoria el a0ote de Dios pone a sus pies a los or#ullosos y a los cie#os.

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:editad en esto y caed de rodillas.6A$uera redo*la*a la llu%ia y esta ltima $rase& pronunciada en medio de un silencio

a*soluto& que el repiquetear del c(aparrón en las %idrieras (ac'a aun m!s pro$undo& resonó contal acento que al#unos oyentes& despus de unos se#undos de duda& se dejaron res*alar desdesus sillas al reclinatorio. Otros creyeron que (a*'a que se#uir su ejemplo& (asta que poco a

 poco& sin que se oyera m!s que el crujir de al#n asiento& todo el auditorio se encontró derodillas. "anelou2 se endere0ó entonces& respiró pro$undamente y recomen0ó en un tono cada%e0 m!s apremiante. )i (oy la peste os atañe a %osotros es que os (a lle#ado el momento dere$le2ionar. Los justos no temer!n nada& pero los malos tienen ra0ón para tem*lar. En lasinmensas trojes del uni%erso& el a0ote implaca*le apalear! el tri#o (umano (asta que el #ranosea separado de la paja. a*r! m!s paja que #rano& ser!n m!s los llamados que los ele#idos& yesta desdic(a no (a sido querida por Dios. Durante (arto tiempo este mundo (a transi#ido conel mal& durante (arto tiempo (a descansado en la misericordia di%ina. =odo esta*a permitido3 elarrepentimiento lo arre#la*a todo. 5 para el arrepentimiento todos se sent'an $uertes/ todosesta*an se#uros de sentirlo cuando lle#ase la ocasión. asta tanto& lo m!s $!cil era dejarse ir3 lamisericordia di%ina (ar'a el resto. >"ues *ien?& esto no pod'a durar. Dios& que durante tanto

tiempo (a inclinado so*re los (om*res de nuestra ciudad su rostro misericordioso& cansado deesperar& decepcionado en su eterna esperan0a& (a apartado de ellos su mirada. "ri%ados de lalu0 di%ina& (enos aqu' por muc(o tiempo en las tinie*las de la peste.6

En la na%e al#uien re*ulló como un ca*allo impaciente. Despus de una corta pausa& el padre recomen0ó en un tono m!s *ajo. 6)e lee en la  Leyenda dorada que en tiempos del reyum*erto& en Lom*ard'a& Italia $ue asolada por una peste tan %iolenta que apenas eransu$icientes los %i%os para enterrar a los muertos& encarni0!ndose so*re todo en oma y en"a%'a. 5 apareció %isi*lemente un !n#el *ueno dando órdenes al !n#el malo que lle%a*a un%ena*lo de ca0ador& y le ordena*a pe#ar con l en las casas/ y de las casas sal'an tantosmuertos como #olpes reci*'an del %ena*lo.6

"anelou2 tendió en ese momento los *ra0os en la dirección del atrio& como si se señalase

al#o tras la cortina mo%edi0a de la llu%ia3 6ermanos m'os ;dijo con $uer0a;& es la misma ca0amortal la que se corre (oy d'a por nuestras calles. @edle& a este !n#el de la peste& *ello comoLuci$er y *rillante como el mismo mal. Er#uido so*re %uestros tejados& con el %ena*lo rojo enla mano derec(a a la altura de su ca*e0a y con la i0quierda señalando una de %uestras casas.Acaso en este instante mismo& su dedo apunta a %uestra puerta& el %ena*lo suena en la madera&y en el mismo instante& acaso& la peste entra en %uestra casa& se sienta en %uestro cuarto yespera %uestro re#reso. Est! all' paciente y atenta& se#ura como el orden mismo del mundo. Lamano que os tender!& nin#una $uer0a terrestre& ni siquiera& sa*edlo *ien& la %ana ciencia de los(om*res& podr! ayudaros a e%itarla. 5 (eridos en la san#rienta era del dolor& seris arrojadoscon la paja.6

Aqu'& el "adre %ol%ió a tomar con m!s amplitud toda%'a la ima#en pattica del a0ote. E%ocó

el asta inmensa de madera #irando so*re la ciudad& (iriendo al a0ar& al0!ndose ensan#rentada&#oteando la san#re del dolor (umano& 6para las sementeras que preparar!n las cosec(as de la%erdad6.

Al $inal de tan lar#o per'odo& el "adre "anelou2 se detu%o& el pelo ca'do so*re la $rente& elcuerpo a#itado por un tem*lor que sus manos comunica*an al pulpito y recomen0ó m!ssordamente pero con tono acusador3 6)'& (a lle#ado la (ora de meditar. a*is cre'do que os

 *astar'a con %enir a %isitar a Dios los domin#os para ser li*res el resto del tiempo. a*is pensado que unas cuantas #enu$le2iones le compensar'an de %uestra despreocupación criminal."ero Dios no es ti*io. Esas relaciones espaciadas no *astan a su de%oradora ternura. Buiere%eros ante l m!s tiempo& es su manera de amaros& a decir %erdad es la nica manera de amar.e aqu' por qu cansado de esperar %uestra %enida& (a (ec(o que la pla#a os %isite como (a

%isitado a todas las ciudades de pecado desde que los (om*res tienen (istoria. A(ora sa*is loque es el pecado como lo supieron ,a'n y sus (ijos& los de antes del dilu%io& los de )odoma yMomorra& Faraón y Co* y tam*in todos los malditos. 5 como todos ellos& e2tendis a(ora una

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mirada nue%a so*re los seres y las cosas desde el d'a en que esta ciudad (a cerrado susmurallas en torno a %osotros y a la pla#a. En $in& a(ora& sa*is que (ay que lle#ar a loesencial.6

4n %iento (medo se arremolinó entonces *ajo la na%e y las llamas de los cirios seinclina*an c(isporroteando. 4n espeso olor de cera& un estornudo& di%ersas toses su*ieron (aciael "adre "anelou2 que& %ol%iendo a su tema con una sutile0a que $ue muy apreciada&recomen0ó con la %o0 serena. 6:uc(os de entre %osotros& ya lo s& se pre#untan adonde %oy a

 parar. Buiero (aceros lle#ar conmi#o a la %erdad y enseñaros a encontrar la ale#r'a& a pesar detodo lo que aca*o de decir. No estamos ya en el momento en que con consejos& con una mano$raternal (u*iera podido empujaros (acia el *ien. oy la %erdad es una orden. 5 es un %ena*lorojo el que os señala el camino de la sal%ación y os empuja (acia l. Es en esto& (ermanosm'os& en lo que se muestra la misericordia di%ina que en toda cosa (a puesto el *ien y el mal& laira y la piedad& la peste y la salud del alma. Este mismo a0ote que os martiri0a os ele%a y osenseña el camino.

6ace muc(o tiempo& los cristianos de A*isinia %e'an en la peste un medio de ori#en di%ino&e$ica0 para #anar la eternidad& y los que no esta*an contaminados se en%ol%'an en las s!*anas

de los pest'$eros para estar se#uros de morir. )in duda este $uror de sal%ación no esrecomenda*le. Denota una precipitación lamenta*le muy pró2ima al or#ullo. No (ay queapresurarse m!s que Dios pues todo lo que pretende acelerar el orden inmuta*le que l (aesta*lecido de una %e0 para siempre& conduce a la (erej'a. "ero este ejemplo nos sir%e al menosde lección. A nuestros esp'ritus& m!s clari%identes& les ayuda a %alorar ese resplandor e2celsode eternidad que e2iste en el $ondo de todo su$rimiento. Este resplandor aclara los caminoscrepusculares que conducen (acia la li*eración. :ani$iesta la %oluntad di%ina que sin descansotrans$orma el mal en *ien. oy mismo& a tra%s de este tropel de muerte& de an#ustia y declamores& nos #u'a (acia el silencio esencial y (acia el principio de toda %ida. e aqu'&(ermanos m'os& la inmensa consolación que quer'a traeros para que no sean sólo pala*ras decasti#o las que saquis de aqu'& sino tam*in un %er*o que os apaci#Re.6

)e %e'a que "anelou2 (a*'a terminado. Fuera (a*'a cesado la llu%ia. 4n cielo&entreme0clado de a#ua y de sol& %ert'a el rumor de las %oces& el desli0arse de los %e('culos&todo el len#uaje de una ciudad que se despierta. Los oyentes dispon'an discretamente sus cosas

 para partir& remo%indose sin ruido& en lo posi*le. El "adre %ol%ió& sin em*ar#o& a tomar la pala*ra y dijo que despus de (a*er demostrado el ori#en di%ino de la peste y el car!cter  puniti%o de este a0ote no ten'a m!s que decir y que para concluir no (ar'a uso de unaelocuencia que resultar'a $uera de lu#ar trat!ndose de asunto tan tr!#ico. l cre'a que todo(a*'a quedado claro para todos. Buer'a recordar nicamente que cuando la #ran peste de:arsella& el cronista :at(ieu :arais se (a*'a lamentado de sentirse (undido en el in$ierno& al%i%ir as'& sin ayuda y sin esperan0a. >"ues *ien& :at(ieu :arais era cie#o? "or el contrarionunca como este d'a el "adre "anelou2 (a*'a sentido la ayuda di%ina y la esperan0a cristiana

que alcan0a*a a todos. Espera*a& en contra de toda apariencia& que& a pesar del (orror deaquellos d'as y de los #ritos de los a#oni0antes& nuestros ciudadanos diri#iesen al cielo la nica

 pala*ra cristiana/ la pala*ra de amor. Dios (ar'a el resto.)i esta prdica tu%o al#n e$ecto entre nuestros conciudadanos& es muy di$'cil decirlo. El

 jue0 Ot(on declaró al doctor ieu2 que (a*'a encontrado la e2posición del "adre "anelou26a*solutamente irre$uta*le6. "ero no todo el mundo (a*'a sacado una opinión tan cate#órica.)implemente& el sermón (ac'a m!s sensi*le para al#unos la idea& %a#a (asta entonces& de que

 por un crimen desconocido esta*an condenados a un encarcelamiento inima#ina*le. 5 mientrasque unos continuaron su %ida insi#ni$icante adapt!ndose a la reclusión& otros& por el contrario&no tu%ieron m!s idea desde aquel momento que la de e%adirse.

La #ente (a*'a aceptado primero el estar aislada del e2terior como (u*iera aceptado

cualquier molestia temporal que no a$ectase m!s que a al#una de sus costum*res. "ero de pronto& conscientes de estar en una especie de secuestro& *ajo la co*ertera del cielo donde yaempe0a*a a retostarse el %erano& sent'an con$usamente que esta reclusión amena0a*a toda su

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%ida y& cuando lle#a*a la noc(e& la ener#'a que recorda*an con la $rescura de la atmós$era leslle%a*a a %eces a cometer actos desesperados.

Ante todo& $uese o no coincidencia& a partir de aquel domin#o (u*o en la ciudad una especiede p!nico (arto #eneral y (arto pro$undo como para poder suponer que nuestros conciudadanosempe0a*an %erdaderamente a tener conciencia de su situación. Desde este punto de %ista laatmós$era $ue un poco modi$icada. "ero& en %erdad& el cam*io +esta*a en la atmós$era o en loscora0ones- e aqu' la cuestión.

"ocos d'as despus del sermón& ieu2& que comenta*a este acontecimiento con Mrand&yendo (acia los arra*ales& c(ocó en la oscuridad con un (om*re que se *am*olea*a delante del sin decidirse a a%an0ar.

En ese momento& el alum*rado de nuestra ciudad& que se encend'a cada d'a m!s tarde&resplandeció *ruscamente. El $oco que esta*a colocado en alto& detr!s de ellos iluminós*itamente al (om*re que re'a en silencio con los ojos cerrados. "or su rostro *lancu0co&distendido en una (ilaridad muda& el sudor escurr'a en #ruesas #otas. "asaron de lar#o.

;Es un loco ;dijo Mrand.ieu2& que le (a*'a co#ido del *ra0o para alejarse de all'& sintió que tem*la*a de

ener%amiento.;"ronto no (a*r! m!s que locos entre nuestras cuatro paredes ;dijo ieu2.Añadiendo a todo esto el cansancio& sintió que ten'a la #ar#anta seca.;8e*amos al#o.En el pequeño ca$ donde entraron& iluminado por una sola l!mpara so*re el mostrador& las

#entes (a*la*an en %o0 *aja& sin ra0ón aparente& en la atmós$era espesa y roji0a. En elmostrador& Mrand& con sorpresa del doctor& pidió un alco(ol que *e*ió de un tra#o& declarandoque era $uerte. No quiso quedarse all'. Fuera le pareció a ieu2 que la noc(e esta*a llena de#emidos. En todas partes& en el cielo ne#ro& por encima de los re$lectores& un sil*ido sordo le(ac'a pensar en el in%isi*le a0ote que a*rasa*a incansa*lemente el aire encendido.

;Feli0mente& $eli0mente ;dec'a Mrand.

ieu2 se pre#unta*a qu ir'a a decir.;Feli0mente ;dijo el otro;& ten#o mi tra*ajo.;)' ;dijo ieu2;& es una %entaja.5 decidido a no escuc(ar m!s aquel sil*ido pre#untó a Mrand si esta*a contento de su

tra*ajo.;En $in& creo que %oy por *uen camino.;+=iene usted toda%'a para muc(o tiempo-Mrand pareció animarse/ el calor del alco(ol se comunicó a su %o0.;No lo s. "ero la cuestión no est! a('& doctor& no es esa la cuestión& no.En la oscuridad ieu2 adi%ina*a que a#ita*a los *ra0os. "arec'a prepararse a decir al#o y al

$in empe0ó& con %olu*ilidad.

;:ire usted& doctor& lo que yo quiero es que el d'a que mi manuscrito lle#ue a casa deleditor& ste se le%ante despus de (a*erlo le'do& y di#a a sus cola*oradores3 6)eñores& (ay quequitarse el som*rero.6

Esta *rusca declaración sorprendió a ieu2. Le parec'a que su acompañante (ac'a elmo%imiento de descu*rirse& lle%!ndose la mano a la ca*e0a y poniendo despus el *ra0o(ori0ontal. En lo alto el sil*ido capric(oso parec'a recomen0ar con m!s $uer0a.

;)' ;dec'a Mrand;& es necesario que sea per$ecto.Aunque poco impuesto de las costum*res literarias& ieu2 ten'a sin em*ar#o la impresión de

que las cosas no de*'an ser tan sencillas y que& por ejemplo& los editores en sus despac(osde*'an de estar sin som*rero. "ero& de (ec(o& nunca se sa*e& y ieu2 pre$er'a callarse. A pesar suyo pon'a el o'do en los rumores de la peste. )e acerca*an al *arrio de Mrand y como aqul

queda*a un poco en alto& una li#era llu%ia les re$resca*a y al mismo tiempo *arr'a todos losruidos de la ciudad. Mrand se#u'a (a*lando y ieu2 no capta*a todo lo que dec'a el *uen(om*re. ,omprend'a solamente que la o*ra en cuestión ten'a ya muc(as p!#inas& pero que el

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tra*ajo que su autor se toma*a en lle%arla a la per$ección le era muy penoso. 6Noc(es& semanasenteras so*re una pala*ra...& a %eces una simple conjunción.6 Aqu' Mrand se detu%o. )ujetó aldoctor por un *otón del a*ri#o. Las pala*ras sal'an a trope0ones de su *oca desmantelada.

; ,omprndame *ien& doctor. En ri#or& es $!cil esco#er entre el mas y el pero. 5a es m!sdi$'cil optar entre el mas  y el  y. La di$icultad aumenta con el  pues y el  porque. "erose#uramente lo m!s di$'cil que e2iste es emplear *ien el cuyo.1

;)' ;dijo ieu2;& comprendo.Ec(ó a andar& Mrand pareció con$uso y procuró ponerse a su paso.;E2cseme ;*al*uceó;. >No s lo que me pasa esta noc(e?ieu2 le dio un #olpecito sua%e en el (om*ro y le dijo que *ien quisiera poder ayudarlo y

que su (istoria le interesa*a muc(o. El otro pareció tranquili0arse y cuando lle#aron delante desu casa propuso al doctor su*ir un momento. ieu2 aceptó.

En el comedor Mrand le in%itó a sentarse ante una mesa cu*ierta de papeles llenos detac(aduras so*re una letra microscópica.

;)'& esto es ;dijo Mrand al doctor& que le interro#a*a con la mirada;. "ero +quiere usted *e*er al#o- =en#o un poco de %ino.

ieu2 re(usó y se puso a mirar los papeles.;No mire usted ;dijo Mrand;. Es la primera $rase. :e est! dando tra*ajo. :uc(o tra*ajo.l tam*in contempla*a todas las (ojas y su mano pareció in%enci*lemente atra'da por una

de ellas& que le%antó para mirarla al traslu0& ante la l!mpara sin pantalla. La (oja tem*la*a ensu mano. ieu2 o*ser%ó que la $rente del empleado esta*a (meda.

;)intese ;le dijo y lamela.Mrand lo miró y le sonrió con una especie de a#radecimiento.;)' ;dijo;& creo que ten#o #anas de leerla.Esperó un poco& sin dejar de mirar la (oja. ieu2 escuc(a*a al mismo tiempo el *ordoneo

con$uso que en la ciudad parec'a responder al sil*ido de la pla#a. En ese preciso momentoten'a una percepción e2traordinaria& a#udi0ada& de la ciudad que se e2tend'a a sus pies& del

mundo cerrado que compon'a& y de los terri*les lamentos que a(o#a*a por las noc(es. La %o0de Mrand se ele%ó sordamente. 6En una (ermosa mañana del mes de mayo& una ele#anteama0ona recorr'a& en una so*er*ia jaca ala0ana& las a%enidas $loridas del 8osque de 8olonia.6)e (i0o el silencio y con l %ol%ió el rumor de la ciudad atormentada. Mrand (a*'a dejado la(oja y se#u'a contempl!ndola. Despus de un momento le%antó los ojos.

;+Bu le parece-ieu2 respondió que aquel comien0o le inspira*a la curiosidad de conocer el resto. "ero

Mrand dijo con animación que ese punto de %ista no era acertado. Da*a so*re sus papeles conla palma de la mano& y dec'a3

;Esto no es m!s que una apro2imación. ,uando (aya lle#ado a transcri*ir el cuadro queten#o en la ima#inación& cuando mi $rase ten#a el mo%imiento mismo de este paseo al trote& un&

dos& tres& un& dos& tres& entonces el resto ser! m!s $!cil y so*re todo la ilusión ser! tal desde el principio que (ar! posi*le que di#an3 6ay que quitarse el som*rero.6

1 El p!rra$o del ori#inal $rancs dice te2tualmente3 6A >a ri#eur& cest asse0 $acile de c(oisir entre mais et et. ,est dejS plus di$$icile dopter entre et et puis. La di$$icult #randit a%ec puis

et ensuite. :ais assurment ce quil y a de plus di$$icile& cest de sa%oir sil $aut mettre et ou silne $aut pas6. En la traducción se (an *uscado equi%alentes castellanos m!s o menosapro2imados. (N. del T.H.

"ero para esto ten'a aun muc(o que roer. Nunca consentir'a en entre#ar esta $rase tal comoesta*a al impresor. "ues a pesar de la satis$acción que a %eces le causa*a& se da*a cuenta deque no se ajusta*a enteramente a la realidad y de que& en cierto modo& ten'a una li#ere0a de

tono que le da*a un car!cter& %a#o& por supuesto& pero con todo percepti*le& de clis. Este era almenos el sentido de lo que esta*a diciendo cuando oyeron que unos (om*res pasa*ancorriendo *ajo la %entana.

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;5a %er! usted lo que yo (ar de esto ;dec'a Mrand& y %ol%indose (acia la %entana& añad'a;3cuando todo esto termine.

"ero el ruido de pasos precipitados se repitió. ieu2 *aja*a ya y dos (om*res pasarondelante de l cuando lle#ó a la calle. Al#unos de nuestros conciudadanos& perdiendo la ca*e0aentre el calor y la peste& se (a*'an dejado lle%ar por la %iolencia e intentaron en#añar a los%i#ilantes de las *arreras para escapar de la ciudad.

a*'a muc(os que& como am*ert& intenta*an (uir de esta atmós$era de p!nico naciente&con m!s o*stinación y m!s (a*ilidad& pero no con m!s 2ito. am*ert (a*'a continuado al

 principio sus #estiones o$iciales. )e#n l& la o*stinación aca*a*a por triun$ar de todo y& desdeun cierto punto de %ista& su o$icio le e2i#'a ser desen%uelto. a*'a %isitado a un #ran nmero de$uncionarios y de #entes cuya competencia no se discut'a #eneralmente. "ero& para el caso& estacompetencia no le ser%'a de modo al#uno. Eran& en su mayor parte& (om*res que ten'an ideasmuy concretas y *ien ordenadas so*re todo lo que concierne a la *anca& a la e2portación& a los$rutos c'tricos y (asta al comercio de %inos/ que pose'an indiscuti*les conocimientos en

 pro*lemas de lo contencioso& en se#uros& sin contar los diplomas m!s sólidos y una *uena%oluntad e%idente.

Incluso& lo m!s asom*roso que (a*'a en todos ellos era la *uena %oluntad. "ero en materiade peste& sus conocimientos eran nulos& poco m!s o menos.Ante cada uno de ellos& sin em*ar#o& y cada %e0 que (a*'a sido posi*le& am*ert (a*'a

de$endido su causa. La *ase de su ar#umentación consist'a siempre en decir que l era e2trañoa la ciudad y que& por lo tanto& su caso de*'a ser especialmente e2aminado. En #eneral losinterlocutores del periodista admit'an de *uena #ana este punto. "ero le ad%ert'an que este eratam*in el caso de cierto nmero de #entes y que& en consecuencia& su asunto no era tansin#ular como ima#ina*a. A lo cual am*ert pod'a contestar que ello no ten'a nada que %er conel $ondo de su ar#umentación& y le respond'an que ello& sin em*ar#o& ten'a al#o que %er con lasdi$icultades administrati%as que se opon'an a toda medida de $a%or que amena0ase con sentar lo que llama*an& con e2presión de #ran repu#nancia& un precedente. )e#n la clasi$icación que

am*ert propuso al doctor ieu2& este #nero de ra0onadores constitu'a la cate#or'a de los$ormalistas. Cunto a stos se pod'a encontrar a los elocuentes& que ase#ura*an al demandanteque nada de todo aquello pod'a durar y que& pródi#os en *uenos consejos cuando se les ped'adecisiones& consola*an a am*ert a$irmando que se trata*a de una contrariedad moment!nea.a*'a tam*in los importantes& que le ro#a*an que les dejase una nota resumiendo su situacióny noti$icando quin le (a*'a in$ormado de que ellos estatuir'an so*re tal caso/ (a*'a tam*inlos tri%iales& que le o$rec'an *onos de alojamiento o direcciones de pensiones económicas/ losmetódicos& que (ac'an llenar una $ic(a y la arc(i%a*an& en se#uida/ los des*ordantes& quele%anta*an los *ra0os en alto& y los impacientes& que se %ol%'an a mirar a otro lado/ (a*'a& en$in& los tradicionales& muc(o m!s numerosos que los otros& que indica*an a am*ert otradependencia administrati%a o una #estión distinta.

El periodista se (a*'a a#otado en estas %isitas y (a*'a adquirido una idea justa de lo que puede ser un ayuntamiento o una pre$ectura& a $uer0a de esperar sentado en una *anqueta de(ule& ante #randes carteles que in%ita*an a suscri*irse a *onos del =esoro e2entos de impuestoo a en#anc(arse en la armada colonial& a $uer0a de entrar en despac(os donde los rostros(umanos se deja*an tan $!cilmente pre%er como el $ic(ero de los estantes de le#ajos. La%entaja& como le dec'a am*ert a ieu2 con un dejo de amar#ura& era que todo esto le encu*r'ala %erdadera situación. Los pro#resos de la peste& pr!cticamente& le escapa*an. )in contar quelos d'as pasa*an as' m!s r!pidos y en la situación en que se encontra*a la ciudad entera se

 pod'a decir que cada d'a pasado acerca*a a cada (om*re& siempre que no muriese& al $in de sussu$rimientos. ieu2 tu%o que reconocer que este punto era %erdadero& pero que se trata*a& sinem*ar#o& de una %erdad un poco demasiado #eneral.

En un momento dado am*ert conci*ió esperan0as. a*'a reci*ido de la pre$ectura una(oja de inscripción en *lanco que se le ro#a*a llenar e2actamente. La (oja pre#unta*a por suidentidad& su situación $amiliar& sus recursos económicos anteriores y actuales y por eso que se

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llama su curriculum vitae. =u%o la impresión de que se trata*a de una in$ormación destinada are%isar los casos de personas suscepti*les de ser en%iadas a su residencia (a*itual. Al#unosin$ormes con$usos reco#idos en una o$icina le con$irmaron esta impresión. "ero despus deal#unas #estiones acertadas consi#uió encontrar la o$icina p*lica de donde se (a*'a salido la(oja y all' le dijeron que esas in$ormaciones (a*'an sido tomadas 6por si acaso6.

;+"or si acaso qu- ;pre#untó am*ert.Le e2plicaron entonces que (a*'a sido sólo para poder& en caso de que cayese con la peste y

muriese& pre%enir a su $amilia& y adem!s para sa*er si (a*'a que car#ar los #astos al (ospital& al presupuesto de la ciudad o si se pod'a esperar que los reem*olsasen sus parientes.E%identemente eso pro*a*a que no esta*a tan separado de la que le espera*a& pues la sociedadse ocupa*a de ella. "ero esto no era un consuelo. Lo m!s nota*le era& y am*ert lo notó& ene$ecto& la manera en que en el momento de una cat!stro$e una o$icina pod'a continuar suser%icio y tomar iniciati%as como en otros tiempos& #eneralmente a espaldas de las autoridadessuperiores& por la nica ra0ón de que esta*a constituida para ese ser%icio.

"ara am*ert& el per'odo que si#uió a esto $ue el m!s $!cil y m!s di$'cil a la %e0. Fue un per'odo de em*rutecimiento. a*'a %isitado todos los despac(os& (ec(o todas las #estiones

 posi*les& las salidas por ese lado esta*an totalmente cerradas. @a#a*a de ca$ en ca$. )esenta*a por la mañana en una terra0a delante de un %aso de cer%e0a ti*ia& le'a un periódico conla esperan0a de encontrar en l si#nos de un pró2imo $in de la en$ermedad& mira*a las caras dela #ente que pasa*a& apart!ndose con repu#nancia de su e2presión de triste0a& y despus de(a*er le'do por centsima %e0 las muestras de los comercios de en$rente& la pu*licidad de los#randes aperiti%os que ya no se ser%'an& se le%anta*a y anda*a al a0ar por las callesamarillentas de la ciudad. De los paseos solitarios a los ca$s& de los ca$s a los restaurantes&i*a& as'& esperando la noc(e.

ieu2 lo encontró una tarde& precisamente a la puerta de un ca$ donde esta*a dudando sientrar'a. "areció decidirse y se $ue a sentar al $ondo de la sala. Era la (ora en que& por ordensuperior& retarda*an en los ca$s el momento de dar la lu0. El crepsculo in%adió la sala como

un a#ua #ris& el rosa del poniente se re$leja*a en los %idrios y los m!rmoles de las mesasreluc'an d*ilmente en la oscuridad que aumenta*a. En medio de la sala desierta am*ert parec'a una som*ra perdida y ieu2 pensó que aqulla era la (ora de su a*andono. "ero eratam*in el momento en que todos los prisioneros de la ciudad sent'an tam*in el suyo y era

 preciso (acer al#o para apresurar la li*eración. ieu2 se $ue de all'.am*ert pasa*a tam*in lar#os ratos en la estación. El acceso a los andenes esta*a

 pro(i*ido& pero las salas de espera que se alcan0a*an a %er desde el e2terior se#u'an a*iertas yal#unas %eces (a*'a mendi#os que se instala*an all' los d'as de calor& porque eran som*r'as y$rescas. am*ert %en'a de leer los anti#uos (orarios& los carteles que pro(i*'an escupir y elre#lamento de la polic'a de los trenes. Despus se senta*a en un rincón. La sala era oscura. 4na%ieja estu$a de (ierro colado& $r'a desde (ac'a meses& permanec'a rodeada por las (uellas de

numerosos rie#os que (a*'an tra0ado oc(os en el suelo. En las paredes al#unos anuncios que *rinda*an una %ida dic(osa y li*re en 8andol o en ,annes. am*ert encontra*a all' esa especiede espantosa li*ertad que se encuentra en el $ondo del desasimiento. Las im!#enes que se le(ac'an m!s penosas de lle%ar eran& se#n le dec'a ieu2& las de "ar's. 4n paisaje de %iejas

 piedras y a#ua& las palomas del "alais oyal& los *arrios desiertos del "anteón y al#unos otroslu#ares de una ciudad que no sa*'a que ama*a tanto le perse#u'an entonces impidindole (acer nada til. ieu2 pensa*a que esta*a identi$icando aquellas im!#enes con las de su amor. 5 eld'a en que am*ert le contó que le #usta*a despertarse a las cuatro de la mañana y ponerse a

 pensar en su ciudad& el doctor tradujo con $acilidad& se#n su propia e2periencia& que lo que le#usta*a ima#inar era la mujer que (a*'a dejado all'. sta era& en e$ecto& la (ora en que pod'aapoderarse de ella. En #eneral& (asta las cuatro de la mañana no se (ace nada y se duerme

aunque la noc(e (aya sido una noc(e de traición. )'& se duerme a esa (ora y esto tranquili0a& puesto que el #ran deseo de un cora0ón inquieto es el de poseer intermina*lemente al ser queama o (undir a este ser& cuando lle#a el momento de la ausencia& en un sueño sin orillas que

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sólo pueda terminar el d'a del encuentro."oco despus del sermón empe0aron los calores. Est!*amos a $ines del mes de junio. Al d'a

si#uiente de las llu%ias tard'as que (a*'an señalado el domin#o del sermón& el %erano estalló&de #olpe& en el cielo y so*re las casas. )e le%antó primero un #ran %iento a*rasador que soplódurante %einticuatro (oras y resecó las paredes. El sol se a$incó. Olas ininterrumpidas de calor y de lu0 inundaron la ciudad a lo lar#o del d'a. Fuera de las calles de soportales y de losdepartamentos& parec'a que no (a*'a un solo punto en la ciudad que no estu%iese situado enmedio de la re%er*eración m!s ce#adora. El sol perse#u'a a nuestros conciudadanos por todoslos rincones de las calles& y si se para*an& entonces les pe#a*a $uerte. ,omo aquellos calorescoincidieron con un aumento %ertical del nmero de %'ctimas que alcan0ó a cerca desetecientas por semana& una especie de a*atimiento se apoderó de la ciudad. "or los *arriose2tremos& por las callejuelas de casas con terra0as& la animación decreció y en aquellos *arriosen los que las #entes %i%'an siempre en las aceras& todas las puertas esta*an cerradas y ec(adaslas persianas& sin que se pudiera sa*er si era de la peste o del sol de lo que procura*an

 prote#erse. De al#unas casas& sin em*ar#o& sal'an #emidos. Al principio cuando esto suced'a se%e'a a los curiosos detenerse en la calle a escuc(ar. "ero despus de tan continuada alarma

 pareció que el cora0ón de todos se (u*iese endurecido& y todos pasa*an o %i%'an al lado deaquellos lamentos como si $uesen el len#uaje natural de los (om*res.Las peleas en las puertas de la ciudad& en las cuales los a#entes (a*'an tenido que (acer uso

de sus armas& crearon una sorda a#itación. )e#uramente (a*'a (a*ido (eridos& pero (a*la*ande muertos en la ciudad& donde todo se e2a#era*a por e$ecto del calor y del miedo. Es cierto&en todo caso& que el descontento no cesa*a de aumentar& que nuestras autoridades (a*'antemido lo peor y encarado seriamente las medidas que (a*r'an de tomar en el caso de que esta

 po*lación& mantenida *ajo el a0ote& lle#ara a su*le%arse. Los periódicos pu*licaron decretosque reno%a*an la pro(i*ición de salir y amena0a*an con penas de prisión a los contra%entores.a*'a patrullas que recorr'an la ciudad. De pronto& en las calles desiertas y caldeadas se %e'ana%an0ar& anunciados primero por el ruido de las (erraduras en el empedrado& #uardias

montados que pasa*an entre dos $ilas de %entanas cerradas. ,uando la patrulla desaparec'a& un pesado silencio receloso %ol%'a a caer so*re la ciudad amena0ada. De cuando en cuandocentellea*an los escopeta0os de los equipos especiales& encar#ados por una ordenan0a %i#entede matar los perros y los #atos que pod'an propa#ar las pul#as. Estas detonaciones secascontri*u'an a tener a la ciudad en una atmós$era de alerta.

En medio del calor y del silencio& para el cora0ón aterrori0ado de nuestros conciudadanostodo toma*a una importancia cada %e0 m!s #rande. Los colores del cielo y los olores de latierra que marcan el paso de las estaciones eran& por primera %e0& sensi*les para todos. ,adauno %e'a con (orror que los calores $a%orec'an la epidemia y al mismo tiempo cada uno %e'aque el %erano se instala*a. El #rito de los %encejos en el cielo de la tarde se (ac'a m!s a#udoso*re la ciudad. 5a no esta*a en proporción con los crepsculos de junio que (acen lejano el

(ori0onte en nuestro pa's. Las $lores ya no lle#a*an en capullo a los mercados& se a*r'anr!pidamente y& despus de la %enta de la mañana& sus ptalos al$om*ra*an las aceras

 pol%orientas. )e %e'a claramente que la prima%era se (a*'a e2tenuado& que se (a*'a prodi#adoen miles de $lores que estalla*an por todas partes& a la redonda& y que a(ora i*an aadormecerse& a aplastarse lentamente *ajo el do*le peso de las pestes y del calor. "ara todosnuestros conciudadanos este cielo de %erano& estas calles que palidec'an *ajo los matices del

 pol%o y del tedio& ten'an el mismo sentido amena0ador que la centena de muertos que pesa*aso*re la ciudad cada d'a. El sol incesante& esas (oras con sa*or a sueño y a %acaciones& noin%ita*an como antes a las $iestas del a#ua y de la carne. "or el contrario& sona*an a (ueco enla ciudad cerrada y silenciosa. a*'an perdido el re$lejo dorado de las estaciones $elices. El solde la peste e2tin#u'a todo color y (ac'a (uir toda dic(a.

Esta era una de las #randes re%oluciones de la en$ermedad. =odos nuestros conciudadanosaco#'an siempre el %erano con ale#r'a. La ciudad se a*r'a entonces (acia el mar ydesparrama*a a su ju%entud por las playas. Este %erano& por el contrario& el mar tan pró2imo

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esta*a pro(i*ido y el cuerpo no ten'a derec(o a sus placeres. +Bu (acer en estas condiciones-Es tam*in =arrou el que da una ima#en m!s per$ecta de lo que era nuestra %ida de entonces.l se#u'a en sus apuntes los pro#resos de la peste& en #eneral& anotando justamente que una$ase de la epidemia (a*'a sido señalada por la radio cuando& en %e0 de anunciar cientos dede$unciones por semana& (a*'a empe0ado a dar las ci$ras de no%enta y dos& ciento siete y ciento%einte al d'a. 6Los periódicos y las autoridades quieren ser m!s listos que la peste. )e ima#inanque le quitan al#unos puntos porque ciento treinta es una ci$ra menor que no%ecientos die0...6E%oca*a tam*in aspectos patticos o espectaculares de la epidemia& como el de aquella mujer que en un *arrio desierto& con todas las persianas cerradas& (a*'a a*ierto *ruscamente una%entana cuando l pasa*a y (a*'a lan0ado dos #ritos enormes antes de cerrar los posti#os so*rela oscuridad espesa del cuarto. "ero& adem!s& anota*a que las pastillas de menta (a*'andesaparecido de las $armacias porque muc(as #entes las lle%a*an en la *oca para preca%ersecontra un conta#io e%entual.

=arrou continua*a& as'& o*ser%ando a sus personajes $a%oritos. "or l se sa*'a que tam*in el%iejecito de los #atos %i%'a la tra#edia. 4na mañana& en e$ecto& se (a*'an o'do disparos y& comodec'a =arrou& el plomo escupido so*re los #atos (a*'a matado a la mayor parte y aterrori0ado a

los otros& que (a*'an (uido de la calle. El mismo d'a& el %iejecito (a*'a salido al *alcón a la(ora (a*itual& (a*'a demostrado cierta sorpresa& se (a*'a asomado& (a*'a escrutado los con$inesde la calle y se (a*'a resi#nado a esperar. Da*a #olpecitos con la mano en la *arandilla del

 *alcón. Despus de esperar un rato y de (a*er dejado caer en pedacitos un poco de papel& se(a*'a metido en su cuarto& (a*'a %uelto a salir despus y al ca*o de cierto tiempo (a*'adesaparecido *ruscamente& cerrando detr!s de s'& con cólera& las contra%entanas. En los d'assi#uientes se (a*'a repetido la misma escena& y se pod'a leer en los ras#os del %iejecito unatriste0a y un desconcierto cada %e0 m!s mani$iestos. 4na semana despus& =arrou esperó en%ano la aparición cotidiana3 las %entanas continuaron o*stinadamente cerradas so*re unatriste0a *ien comprensi*le. 6En tiempos de peste& pro(i*ido escupir a los #atos6& esta era laconclusión de los apuntes.

"or otra parte& =arrou& cuando %ol%'a por la noc(e& esta*a siempre se#uro de encontrar en el%est'*ulo la $i#ura som*r'a del sereno que se pasea*a de un lado para otro. El sereno no cesa*ade recordar a todo el mundo que l (a*'a pre%isto lo que i*a a pasar. A =arrou& que reconoc'a(a*erle o'do predecir una des#racia& pero que le recorda*a su idea del tem*lor de tierra& ledec'a3 6>A(& si $uera un tem*lor de tierra? 4na *uena sacudida y no se (a*la m!s del caso... )ecuentan los muertos y los %i%os y asunto concluido. >:ientras que esa porquer'a deen$ermedad? asta los que no la tienen parecen lle%arla en el cora0ón.6

El #erente esta*a i#ualmente a*rumado. Al principio& los %iajeros imposi*ilitados de dejar laciudad (a*'an permanecido en el (otel& pero poco a poco& en %ista de lo que se prolon#a*a laepidemia& muc(os (a*'an pre$erido alojarse en casas de ami#os. 5 la misma ra0ón que (a*'allenado en un principio todos los cuartos del (otel los manten'a a(ora %ac'os& puesto que ya no

lle#a*an m!s %iajeros a la ciudad. =arrou era uno de los pocos que (a*'an quedado y el #erenteno perd'a nunca la ocasión de (acerle notar que si no $uera por su deseo de complacer a susltimos clientes& (a*r'a cerrado (ac'a tiempo el esta*lecimiento. :uc(as %eces ped'a a =arrouque calculase la pro*a*le duración de la epidemia3 6"arece ser& dec'a =arrou& que los $r'os soncontrarios a este #nero de en$ermedades.6 El #erente se enloquec'a3 6"ero aqu' no (acerealmente $r'o& señor. 5 en todo caso& nos $altan toda%'a %arios meses.6 Adem!s esta*a se#urode que durante muc(o tiempo los %iajeros procurar'an e%itar la ciudad. Esta peste era la ruinadel turismo.

En el comedor& despus de una corta ausencia& se %io aparecer al señor Ot(on& el (om*relec(u0a& pero se#uido solamente de los dos perritos amaestrados. La causa era que la mujer (a*'a cuidado y enterrado a su madre y ten'a que su$rir cuarentena.

;Esto no me #usta ;dec'a el #erente a =arrou;. ,on cuarentena o sin ella& es sospec(osa& y enconsecuencia ellos tam*in.

=arrou le (ac'a comprender que desde ese punto de %ista todo el mundo era sospec(oso.

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"ero l era cate#órico y ten'a sus posiciones *ien tomadas.;No& señor =arrou& ni usted ni yo somos sospec(osos. Ellos s' lo son."ero el señor Ot(on no cam*ia*a por tan poca cosa y entra*a siempre i#ual en la sala del

restaurante& se senta*a antes que sus (ijos y les diri#'a $rases distin#uidas y (ostiles. )ólo elniño (a*'a cam*iado de aspecto. @estido de ne#ro& como su (ermana& un poco m!s encerradoen s' mismo& parec'a una pequeña som*ra de su padre. El sereno& que no quer'a al señor Ot(on&(a*'a dic(o a =arrou3

;>A(? ste re%entar! %estido. As' no (ar! $alta mortaja. )e ir! derec(o.El sermón del "adre "anelou2 esta*a tam*in re#istrado en los apuntes& pero con el

comentario si#uiente3 6,omprendo este simp!tico ardor. Al principio de las pla#as y cuando ya(an terminado& siempre (ay un poco de retórica. En el primer caso es que no se (a perdidotoda%'a la costum*re& y en el se#undo& que ya (a %uelto. En el momento de la des#racia escuando se acostum*ra uno a la %erdad& es decir al silencio. Esperemos.6

=arrou anota tam*in que (a tenido una lar#a con%ersación con el doctor ieu2 de la quesólo recuerda que tu%o *uenos resultados. )eñala tam*in el color castaño claro de los ojos dela madre de ieu2& a$irmando capric(osamente que& en su opinión& una mirada donde se lee

tanta *ondad ser! siempre m!s $uerte que la peste& y consa#ra tam*in lar#os p!rra$os al %iejoasm!tico cuidado por ieu2.a*'a ido a %erle& con el doctor& despus de su entre%ista. El %iejo (a*'a aco#ido a =arrou

con risitas& $rot!ndose las manos. Esta*a en la cama& pe#ado a la almo(ada& inclinado so*re susdos ca0uelas de #ar*an0os. 6>A(? otro m!s ;(a*'a dic(o al %er a =arrou;. Esto es el mundo alre%s3 m!s mdicos que en$ermos. La cosa %a de prisa +e(- El cura tiene ra0ón& est! *ienmerecido.6 Al d'a si#uiente =arrou (a*'a %uelto sin anunciarse.

)e#n los apuntes& el %iejo asm!tico& dueño de una mercer'a en su pro%incia& (a*'a cre'doque a los cincuenta años ya (a*'a tra*ajado *astante. )e (a*'a acostado& en %ista de esto& y no(a*'a %uelto a le%antarse. )u asma se relaciona*a con la postura %ertical. 4na pequeña renta le(a*'a ayudado a lle#ar a los setenta y cinco años que lle%a*a ale#remente. No pod'a soportar la

%ista de un reloj y por lo tanto no (a*'a ni uno en su casa. 64n reloj ;dec'a; es una cosa cara yestpida.6 ,alcula*a el tiempo y so*re todo la (ora de las comidas& que era la nica que leimporta*a& con sus dos ca0uelas& una de las cuales esta*a siempre llena de #ar*an0os cuando sedesperta*a. ,on aplicación y re#ularidad i*a llenando ininterrumpidamente la otra& #ar*an0o a#ar*an0o. As' ten'a sus colaciones en un d'a medido por ca0uelas. 6,ada quince ca0uelas;dec'a; necesito un tentempi. Es muy sencillo.6

De creer a su mujer& (a*'a dado ya desde muy jo%en si#nos de su %ocación. Nada le (a*'ainteresado nunca& ni su tra*ajo& ni los ami#os& ni el ca$& ni la msica& ni las mujeres& ni los

 paseos. No (a*'a salido nunca de la ciudad& e2cepto un d'a en que& o*li#ado a ir a Ar#el por asuntos de $amilia& se (a*'a *ajado en la primera estación& incapa0 de lle%ar m!s lejos laa%entura. a*'a %uelto a su casa por el primer tren.

A =arrou& que parec'a asom*rarse de su enclaustramiento& le (a*'a e2plicado que& se#n lareli#ión& la primera mitad de la %ida de un (om*re era una ascensión y la otra mitad undescenso/ que en el descenso los d'as del (om*re ya no le pertenec'an& porque le pod'an ser arre*atados en cualquier momento& que por lo tanto no pod'a (acer nada con ellos y que lomejor era& justamente& no (acer nada. La contradicción& por lo dem!s& no le asusta*a& pues& enotra ocasión& le (a*'a dic(o a =arrou& poco m!s o menos& que se#uramente Dios no e2ist'a

 porque& si e2istiese& los curas no ser'an necesarios. "ero por ciertas re$le2iones que si#uieron aesto =arrou comprendió que su $iloso$'a esta*a estrec(amente relacionada con el mal (umor que le produc'an las $recuentes colectas de su parroquia. Lo que aca*a el retrato del %iejo eraun deseo que parec'a pro$undo y que %arias %eces (a*'a mani$estado ante su interlocutor3 ten'ala esperan0a de morir muy %iejo.

6+Es un santo-6 ;se pre#unta*a =arrou y l mismo respond'a;3 6)'& s'& la santidad es unconjunto de costum*res.6

"ero& al mismo tiempo& =arrou acomet'a la descripción minuciosa de un d'a en la ciudad

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apestada y da*a as' una idea muy justa de la %ida de nuestros conciudadanos durante aquel%erano. 6No se r'e nadie m!s que los *orrac(os ;dec'a =arrou;& y stos se r'en demasiado.6Despus empe0a*a su descripción.

6Al amanecer& li#eros (!litos recorren la ciudad& toda%'a desierta. A esta (ora& que es la quequeda entre las muertes de la noc(e y las a#on'as del d'a& parece que la peste suspende unmomento su es$uer0o para tomar aliento. =odas las tiendas est!n cerradas& pero en al#unas elletrero cerrado a causa de la peste atesti#ua que no a*rir!n tan pronto como las otras. Los%endedores de periódicos& toda%'a dormidos& no #ritan an las noticias& sino que& apoyados enlas esquinas& o$recen su mercanc'a a los $aroles con #esto de son!m*ulos. De un momento aotro los despertar!n los primeros tran%'as y se repartir!n por la ciudad& lle%ando *ajo el *ra0olas (ojas donde estalla la pala*ra "este. +a*r! un otoño de peste- El pro$esor . responde3no. ,iento %einticuatro muertos es el *alance del d'a no%enta y cuatro de la peste.

6A pesar de la crisis del papel& que se (ace cada d'a m!s a#uda y que (a o*li#ado a ciertos periódicos a disminuir el nmero de sus p!#inas& se (a $undado un periódico nue%o3 el ,orreode la Epidemia& que se impone como misión in$ormar a nuestros conciudadanos& #uiado por una escrupulosa o*jeti%idad& de los pro#resos o retrocesos de la epidemia/ aportar los

testimonios m!s autori0ados so*re el por%enir de la en$ermedad/ prestar el apoyo de suscolumnas a todos los que& conocidos o desconocidos& estn dispuestos a luc(ar contra la pla#a/sostener la moral de la po*lación/ transmitir los acuerdos de las autoridades y& en una pala*ra&a#rupar a todos los que con *uena %oluntad quieran luc(ar contra el mal que nos (iere. Enrealidad& este periódico se (a limitado en se#uida a pu*licar anuncios de nue%os productosin$ali*les para pre%enir la peste.

6acia las seis de la mañana todos estos periódicos empie0an a %enderse en las colas que seinstalan en las puertas de los comercios& m!s de una (ora antes de que se a*ran& despus en lostran%'as que lle#an a*arrotados de los *arrios e2tremos. Los tran%'as (an lle#ado a constituir elnico medio de transporte y a%an0an lentamente& con los estri*os y los topes car#ados de #ente.,osa curiosa& todos los ocupantes se %uel%en la espalda& lo m!s posi*le& para e%itar el conta#io

mutuo. En las paradas& el tran%'a arroja cantidades de (om*res y mujeres que se apresuran aalejarse para encontrarse solos. ,on $recuencia estallan escenas ocasionadas nicamente por elmal (umor que %a (acindose crónico.

6Despus que pasan los primeros tran%'as& la ciudad se despierta poco a poco& los ca$sa*ren sus puertas con los mostradores llenos de letreros3 No (ay ca$. =raed %uestro a0car&etc. Despus& los comercios se a*ren& las calles se animan. Al mismo tiempo& la lu0 crece y elcalor cae a plomo del cielo de julio. Es la (ora en que los que no tienen nada que (acer sea%enturan por los *ule%ares. La mayor parte parece que se (u*iera propuesto conjurar la peste

 por la e2(i*ición de su lujo. =odos los d'as de once a dos& (ay un des$ile de jó%enes de am*osse2os en los que se puede o*ser%ar esta pasión por la %ida que crece en el seno de las #randesdes#racias. )i la epidemia se e2tiende& la moral se ensanc(ar! tam*in. @ol%eremos a %er las

saturnales de :il!n al *orde de las tum*as.6Al mediod'a los restaurantes se llenan en un a*rir y cerrar de ojos. !pidamente se $orman

en las puertas pequeños #rupos de #ente que no puede encontrar sitio. El cielo empie0a a perder su luminosidad por el e2ceso de calor. A la som*ra de las #randes cortinas loscandidatos al alimento esperan su turno& al *orde de la acera ac(ic(arrada por el sol. )i losrestaurantes est!n atestados es porque para muc(os simpli$ican el pro*lema dela%ituallamiento. "ero en ellos e2iste la an#ustia del conta#io. Los clientes pierden lar#os ratosen limpiar pacientemente los cu*iertos. No (ace muc(o tiempo al#unos anuncia*an3 Aqu' loscu*iertos est!n escaldados.6 "ero poco a poco renunciaron a toda pu*licidad porque losclientes se %ieron o*li#ados a acudir. Los clientes& por otra parte& #astan $!cilmente el dinero.Los %inos de marca o de cierto renom*re& los suplementos m!s caros son el principio de una

carrera desen$renada. "arece tam*in que en un restaurante se pro%ocaron escenas de p!nico porque un cliente se le%antó tam*ale!ndose y salió apresuradamente.

6acia las dos& la ciudad queda %ac'a3 es el momento en que el silencio& el pol%o& el sol y la

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 peste se renen en la calle. A lo lar#o de las #randes casas #rises& el calor escurre sin parar. )onlar#as (oras de prisión que terminan en noc(es a*rasadas que se desploman so*re la ciudad

 populosa y c(arladora. Durante los primeros d'as de calor& de cuando en cuando& sin que sesupiera por qu& las noc(es eran re(uidas. "ero a(ora el primer $resco trae un consuelo ya queno una esperan0a. =odos salen a la calle& se aturden a $uer0a de (a*lar& se pelean o se desean y

 *ajo el cielo rojo de julio la ciudad& llena de parejas y de ruidos& deri%a (acia la noc(ean(elante. Intilmente& todas las tardes& en los *ule%ares& un %iejo inspirado& con c(am*er#o yc(alina& atra%iesa la multitud repitiendo sin parar3 Dios es #rande& %enid a l. =odos se

 precipitan& por el contrario& (acia al#o que conocen mal o que les parece m!s ur#ente que Dios.Al principio& cuando cre'an que era una en$ermedad como las otras& la reli#ión ocupa*a sulu#ar. "ero cuando (an %isto que era cosa seria se (an acordado del placer. =oda la an#ustia quese re$leja durante el d'a en los rostros& se resuel%e despus& en el crepsculo ardiente y

 pol%oriento& en una especie de e2citación ra*iosa& una li*ertad torpe que en$e*rece a todo un pue*lo.

65 yo tam*in& i#ual que ellos. "ero >qu importa?& la muerte no es nada para los (om*rescomo yo. Es un acontecimiento que les da la ra0ón.6

a*'a sido =arrou el que (a*'a pedido a ieu2 la entre%ista de que (a*la en sus apuntes. Latarde que le espera*a& el doctor ieu2 esta*a mirando a su madre& tranquilamente sentada enuna silla en un rincón del comedor. All' era donde pasa*a sus d'as cuando el cuidado de la casano la ten'a ocupada. ,on las manos juntas so*re las rodillas& espera*a. ieu2 no esta*a muyse#uro de que $uese a l a quien espera*a. )in em*ar#o& al#o cam*ia*a en el rostro de su madrecuando l aparec'a. =odo lo que una lar#a %ida la*oriosa (a*'a puesto de mutismo en eserostro& parec'a animarse un momento. Despus %ol%'a a caer en el silencio. Aquella tarde& la %iomirando por la %entana la calle desierta. El alum*rado nocturno (a*'a sido disminuido en dostercios y sólo muy de cuando en cuando una l!mpara aclara*a d*ilmente las som*ras de laciudad.

;+Es que %an a conser%ar el alum*rado reducido durante toda la peste- ;dijo la señora ieu2.

;"ro*a*lemente.;,on tal que no dure (asta el in%ierno. Entonces resultar'a demasiado triste.;)' ;dijo ieu2.@io que la mirada de su madre se posa*a en su $rente. ieu2 sa*'a que la inquietud y el

e2ceso de tra*ajo de los ltimos d'as lo (a*'an demacrado muc(o.;+oy no (an ido *ien las cosas- ;dijo la señora ieu2.; >O(?& como de ordinario.>,omo de ordinario? Es decir que el nue%o suero mandado de "ar's parec'a menos e$ica0

que el primero y las estad'sticas su*'an. No siempre (a*'a la posi*ilidad de inocular los sueros pre%enti%os en personas no pertenecientes a las $amilias ya alcan0adas por la peste. u*iera(ec(o $alta #randes cantidades industriali0adas para #enerali0ar el empleo. La mayor parte de

los *u*ones se opon'an a ser sajados& como si les (u*iese lle#ado la poca de endurecerse& ytortura*an a los en$ermos. Desde la %'spera (a*'a en la ciudad dos casos de una nue%a $orma dela epidemia. La peste se (ac'a pulmonar. Aquel mismo d'a& durante una reunión& los mdicosa*rumados& ante el pre$ecto& lleno de con$usión& (a*'an pedido y o*tenido nue%as medidas parae%itar el conta#io que se esta*lec'a de *oca a *oca en la peste pulmonar. ,omo de ordinario&nadie sa*'a nada.

ieu2 miró a su madre. )us (ermosos ojos castaños le (icieron re%i%ir años de ternura.;+=ienes miedo& madre-;A mi edad ya no se temen muc(o las cosas.;Los d'as son muy lar#os y yo no estoy aqu' nunca.;No me importa esperarte cuando s que tienes que %enir. ,uando no est!s aqu' pienso en lo

que estar!s (aciendo. +as tenido noticias-;)'& todo %a *ien& se#n el ltimo tele#rama. "ero yo s que ella dice eso por tranquili0arme.)onó el tim*re de la puerta. El doctor sonrió a su madre que $ue a a*rir. En la penum*ra del

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descansillo =arrou ten'a el aspecto de un #ran oso %estido de #ris. ieu2 lo (i0o sentar delantede su mesa de escritorio y l se quedó de pie& detr!s del sillón. Entre ellos esta*a la nical!mpara de la (a*itación& encendida so*re la mesa.

;) ;dijo =arrou& sin pre!m*ulos; que con usted puedo (a*lar a*iertamente. Dentro dequince d'as o un mes usted ya no ser! aqu' de nin#una utilidad& los acontecimientos le (ansuperado.

;Es %erdad ;dijo ieu2.;La or#ani0ación del ser%icio es mala. Le $altan a usted (om*res y tiempo.ieu2 reconoció que tam*in eso era %erdad.;e sa*ido que la pre$ectura %a a or#ani0ar una especie de ser%icio ci%il para o*li#ar a los

(om*res %!lidos a participar en la asistencia #eneral.;Est! usted *ien in$ormado. "ero el descontento es #rande y el pre$ecto est! ya dudando.;+"or qu no pedir %oluntarios-;5a se (a (ec(o& pero los resultados (an sido escasos.;)e (a (ec(o por la %'a o$icial& un poco sin creer en ello. Lo que les $alta es ima#inación. No

est!n nunca en proporción con las calamidades. 5 los remedios que ima#inan est!n apenas a la

altura de un res$riado. )i les dejamos o*rar solos sucum*ir!n& y nosotros con ellos.;Es pro*a*le ;dijo ieu2;. =en#o entendido que est!n pensando en ec(ar mano de los presos para lo que podr'amos llamar tra*ajos pesados.

;:e parece mejor que lo (icieran (om*res li*res.;A m' tam*in& pero& en $in& +por qu-;=en#o (orror de las penas de muerte.ieu2 miró a =arrou.;+Entonces- ;dijo.;5o ten#o un plan de or#ani0ación para lo#rar unas a#rupaciones sanitarias de %oluntarios.

Autor'ceme usted a ocuparme de ello y dejemos a un lado la administración o$icial. 5o ten#oami#os por todas partes y ellos $ormar!n el primer ncleo. Naturalmente& yo participar.

;,omprender! usted que no es dudoso que acepte con ale#r'a. =iene uno necesidad deayuda& so*re toda en este o$icio. 5o me encar#o de (acer aceptar la idea a la pre$ectura. "or lodem!s& no est!n en situación de ele#ir. "ero...

ieu2 re$le2ionó.;"ero este tra*ajo puede ser mortal& lo sa*e usted *ien. 5o ten#o que ad%ert'rselo en todo

caso. +a pensado usted *ien en ello-=arrou lo miró en sus ojos #rises y tranquilos.;+Bu piensa usted del sermón del "adre "anelou2& doctor-La pre#unta (a*'a sido $ormulada con naturalidad y ieu2 respondió con naturalidad

tam*in.;e %i%ido demasiado en los (ospitales para #ustarme la idea del casti#o colecti%o. "ero& ya

sa*e usted& los cristianos (a*lan as' a %eces& sin pensar nunca realmente. )on mejores de lo que parecen.

;4sted cree& sin em*ar#o& como "anelou2& que la peste tiene al#una acción *en$ica& >quea*re los ojos& que (ace pensar?

;,omo todas las en$ermedades de este mundo. "ero lo que es %erdadero de todos los malesde este mundo lo es tam*in de la peste. Esto puede en#randecer a al#unos. )in em*ar#o&cuando se %e la miseria y el su$rimiento que acarrea& (ay que ser cie#o o co*arde pararesi#narse a la peste.

ieu2 (a*'a le%antado apenas el tono& pero =arrou (i0o un mo%imiento con la mano como para calmarlo. )onrió.

;)' ;dijo a ieu2 al0ando los (om*ros;& pero usted no me (a respondido. +a re$le2ionado

 *ien-=arrou se acomodó un poco en su *utaca y dijo3;+,ree usted en Dios& doctor-

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=am*in esta pre#unta esta*a $ormulada con naturalidad& pero ieu2 titu*eó.;No& pero& eso +qu importa- 5o %i%o en la noc(e y (a#o por %er claro. ace muc(o tiempo

que (e dejado de creer que esto sea ori#inal.;+No es eso lo que le separa de "anelou2-;No lo creo. "anelou2 es (om*re de estudios. No (a %isto morir *astante a la #ente& por eso

(a*la en nom*re de una %erdad. "ero el ltimo cura rural que (aya o'do la respiración de unmori*undo pensar! como yo. )e dedicar! a socorrer las miserias m!s que a demostrar suse2celencias.

ieu2 se le%antó& a(ora su rostro queda*a en la som*ra.;Dejemos esto Tdijo;& puesto que no quiere usted responder.=arrou sonrió sin mo%erse de la *utaca.;+"uedo responder con una pre#unta-El doctor sonrió a su %e0.;4sted ama el misterio& %amos.;"ues *ien ;dijo =arrou;& +por qu pone usted en ello tal dedicación si no cree en Dios- )u

respuesta puede que me ayude a m' a responder.

)in salir de la som*ra& el doctor dijo que (a*'a ya respondido& que si l creyese en un Diostodopoderoso no se ocupar'a de curar a los (om*res y le dejar'a a Dios ese cuidado. "ero quenadie en el mundo& ni siquiera "anelou2& que cre'a y cree& nadie cree en un Dios de este #nero&

 puesto que nadie se a*andona enteramente& y que en esto por lo menos& l& ieu2& cre'a estar enel camino de la %erdad& luc(ando contra la creación tal como es.

;>A(? ;dijo =arrou;& entonces& +esa es la idea que se (ace usted de su o$icio-;"oco m!s o menos ;dijo el doctor %ol%iendo a la lu0.=arrou se puso a sil*ar sua%emente y el doctor se le quedó mirando.;)' ;dijo;& usted dice que (ace $alta or#ullo& pero yo le ase#uro que no ten#o m!s or#ullo del

que (ace $alta& crame. 5o no s lo que me espera& lo que %endr! despus de todo esto. "or elmomento (ay unos en$ermos a los que (ay que curar. Despus& ellos re$le2ionar!n y yo

tam*in. "ero lo m!s ur#ente es curarlos. 5o los de$iendo como puedo.;+,ontra quin-ieu2 se %ol%ió (acia la %entana. Adi%ina*a a lo lejos el mar& en una condensación m!s

oscura del (ori0onte. )ent'a un cansancio inmenso y al mismo tiempo luc(a*a contra el deseos*ito de entre#arse un poco a este (om*re sin#ular en el que (a*'a al#o $raternal& sinem*ar#o.

;No s nada& =arrou& le juro a usted que no s nada. ,uando me met' en este o$icio lo (iceun poco a*stractamente& en cierto modo& porque lo necesita*a& porque era una situación comootra cualquiera& una de esas que los jó%enes eli#en. Acaso tam*in porque era sumamentedi$'cil para el (ijo de un o*rero& como yo. 5 despus (e tenido que %er lo que es morir. +)a*eusted que (ay #entes que se nie#an a morir- +a o'do usted #ritar3 6>Cam!s?6 a una mujer en el

momento de morir- 5o s'. 5 me di cuenta en se#uida de que no podr'a acostum*rarme a ello.Entonces yo era muy jo%en y me parec'a que mi repu#nancia alcan0a*a al orden mismo delmundo. Lue#o& me (e %uelto m!s modesto. )implemente& no me acostum*ro a %er morir. No sm!s. "ero despus de todo.

ieu2 se calló y %ol%ió a sentarse. )ent'a que ten'a la *oca seca.;+Despus de todo- ;dijo sua%emente =arrou.;Despus de todo... ;repitió el doctor y titu*eó nue%amente mirando a =arrou con atención;&

esta es una cosa que un (om*re como usted puede comprender. +No es cierto& puesto que elorden del mundo est! re#ido por la muerte& que acaso es mejor para Dios que no crea uno en ly que luc(e con todas sus $uer0as contra la muerte& sin le%antar los ojos al cielo donde l est!callado-

;)' ;asintió =arrou;& puedo comprenderlo. "ero las %ictorias de usted ser!n siempre pro%isionales& eso es todo.

ieu2 pareció ponerse som*r'o.

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;)iempre& ya lo s. "ero eso no es una ra0ón para dejar de luc(ar.;No& no es una ra0ón. "ero me ima#ino& entonces& lo que de*e de ser esta peste para usted.;)' ;dijo ieu2;& una intermina*le derrota.=arrou se quedó mirando un rato al doctor& despus se le%antó y $ue pesadamente (acia la

 puerta. ieu2 le si#uió. ,uando ya esta*a junto a l& =arrou& que i*a como mir!ndose los pies&le dijo3

;+Buin le (a enseñado a usted todo eso& doctor-La respuesta %ino inmediatamente.;La miseria.ieu2 a*rió la puerta del despac(o y ya en el pasillo dijo a =arrou que l *aja*a tam*in& i*a

a %er a uno de sus en$ermos en los *arrios e2tremos. =arrou le propuso acompañarlo y el doctor aceptó. En el $ondo del pasillo se encontraron con la madre del doctor y ste le presentó a=arrou.

;4n ami#o ;le dijo.;>O(? ;dijo la señora ieu2;& me ale#ro muc(o de conocerlo.,uando ella se alejó& =arrou %ol%ió a mirarla. En el descansillo& el doctor intentó en %ano

(acer $uncionar el conmutador de la lu0. Las escaleras esta*an sumer#idas en la som*ra. Eldoctor se pre#unta*a si seria una nue%a medida de econom'a. "ero +quin pod'a sa*er- Desde(ac'a cierto tiempo todo empe0a*a a descomponerse en las casas. Era pro*a*lemente que los

 porteros y la #ente en #eneral ya no ten'an cuidado de nada. "ero el doctor no tu%o tiempo dese#uir interro#!ndose a s' mismo& porque la %o0 de =arrou sonó detr!s de l.

;Buiero decirle al#o& aunque le pare0ca a usted rid'culo3 tiene usted enteramente ra0ón.ieu2 al0ó los (om*ros para s' mismo& en la oscuridad.;No s& %erdaderamente. "ero usted& +cómo lo sa*e-;>O(? ;dijo =arrou sin alterarse;. A m' no me queda nada por aprender.El doctor se detu%o y detr!s de l =arrou res*aló en un escalón. )e sostu%o a#arr!ndose al

(om*ro de ieu2.

;+,ree usted conocer todo en la %ida- ;pre#untó ieu2.La respuesta sonó en la oscuridad con la misma %o0 tranquila.;)'.,uando salieron a la calle comprendieron que era ya muy tarde& acaso las once. La ciudad

esta*a muda& po*lada solamente de rumores. )e oyó muy lejos el tim*re de una am*ulancia.)u*ieron al coc(e y ieu2 puso el motor en marc(a.

;Es preciso que %en#a usted mañana al (ospital para la %acuna pre%enti%a. "ero& paraterminar y antes de entrar de lleno en esto& (!#ase a la idea de que tiene una pro*a*ilidad so*retres de salir con *ien.

;Esas e%aluaciones no tienen sentido& doctor& lo sa*e usted tan *ien como yo. ace cienaños una epidemia de peste mató a todos los (a*itantes de una ciudad de "ersia e2cepto&

 precisamente& al que la%a*a a los muertos& que no (a*'a dejado de ejercer su pro$esión.;Lo sal%ó su tercera pro*a*ilidad& eso es todo ;dijo ieu2& con una %o0 de pronto m!s

sorda;. "ero la %erdad es que no sa*emos nada de todo esto.Lle#a*an a los arra*ales. Los $aros *rilla*an en las calles desiertas. )e detu%ieron. ,uando

an esta*an delante del coc(e& ieu2 pre#untó a =arrou si quer'a entrar y l dijo que s'. 4nre$lejo de cielo ilumina*a un poco su rostro. ieu2 dijo con una sonrisa amistosa3

;@amos& =arrou& +qu es lo que le impulsa a usted a ocuparse de esto-;No s. :i moral& pro*a*lemente.;+,u!l-;La comprensión.=arrou se %ol%ió (acia la casa y ieu2 no %io m!s su cara (asta que estu%ieron en el cuarto

del %iejo asm!tico.Desde el d'a si#uiente& =arrou se puso al tra*ajo y reunió un primer equipo al que de*'an

se#uir otros.

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La intención del cronista no es dar aqu' a estas a#rupaciones sanitarias m!s importancia dela que tu%ieron. Es cierto que& en su lu#ar& muc(os de nuestros conciudadanos ceder'an (oymismo a la tentación de e2a#erar el papel que representaron. "ero el cronista est! m!s *iententado de creer que dando demasiada importancia a las *ellas acciones& se tri*uta un (omenajeindirecto y poderoso al mal. "ues se da a entender de ese modo que las *ellas acciones sólotienen tanto %alor porque son escasas y que la maldad y la indi$erencia son motores muc(o m!s$recuentes en los actos de los (om*res. Esta es una idea que el cronista no comparte. El malque e2iste en el mundo pro%iene casi siempre de la i#norancia& y la *uena %oluntad sinclari%idencia puede ocasionar tantos desastres como la maldad. Los (om*res son m!s *ien

 *uenos que malos& y& a decir %erdad& no es esta la cuestión. )ólo que i#noran& m!s o menos& y aesto se le llama %irtud o %icio& ya que el %icio m!s desesperado es el %icio de la i#norancia quecree sa*erlo todo y se autori0a entonces a matar. El alma del que mata es cie#a y no (ay%erdadera *ondad ni %erdadero amor sin toda la clari%idencia posi*le.

"or esto nuestros equipos sanitarios que se reali0aron #racias a =arrou de*en ser ju0#adoscon una satis$acción o*jeti%a. "or esto el cronista no se pondr! a cantar demasiadoelocuentemente una %oluntad y un (ero'smo a los cuales no atri*uye m!s que una importancia

ra0ona*le. "ero continuar! siendo el (istoriador de los cora0ones des#arrados y e2i#entes quela peste (i0o de todos nuestros conciudadanos.Los que se dedicaron a los equipos sanitarios no tu%ieron #ran mrito al (acerlo& pues sa*'an

que era lo nico que queda*a& y no decidirse a ello (u*iera sido lo incre'*le. Esos equiposayudaron a nuestros conciudadanos a entrar en la peste m!s a $ondo y los persuadieron en partede que& puesto que la en$ermedad esta*a all'& (a*'a que (acer lo necesario para luc(ar contraella. Al con%ertirse la peste en el de*er de unos cuantos se la lle#ó a %er realmente como lo queera& esto es& cosa de todos.

Esto est! *ien/ pero nadie $elicita a un maestro por enseñar que dos y dos son cuatro. )e le$elicita& acaso& por (a*er ele#ido tan *ella pro$esión. Di#amos& pues& que era loa*le que =arrouy otros se (u*ieran decidido a demostrar que dos y dos son cuatro& en %e0 de lo contrario& pero

di#amos tam*in que esta *uena %oluntad les era comn con el maestro& con todos los quetienen un cora0ón semejante al del maestro y que para (onor del (om*re son m!s numerososde lo que se cree/ tal es& al menos& la con%icción del cronista. ste se da muy *ien cuenta& por otra parte& de la o*jeción que pueden (acerle3 esos (om*res arries#an la %ida. "ero (ay siempreun momento en la (istoria en el que quien se atre%e a decir que dos y dos son cuatro est!condenado a muerte. 8ien lo sa*e el maestro. 5 la cuestión no es sa*er cu!l ser! el casti#o o larecompensa que a#uarda a ese ra0onamiento. La cuestión es sa*er si dos y dos son o no cuatro.Aquellos de nuestros conciudadanos que arries#a*an entonces sus %idas& ten'an que decidir siesta*an o no en la peste y si (a*'a o no que luc(ar contra ella.

:uc(os nue%os moralistas en nuestra ciudad i*an diciendo que nada ser%'a de nada y que(a*'a que ponerse de rodillas. =arrou y ieu2 y sus ami#os pod'an responder esto o lo otro&

 pero la conclusión era siempre lo que ya se sa*'a3 (ay que luc(ar de tal o tal modo y no ponerse de rodillas. =oda la cuestión esta*a en impedir que el mayor nmero posi*le de(om*res muriese y conociese la separación de$initi%a. "ara esto no (a*'a m!s que un solomedio3 com*atir la peste. Esta %erdad no era admira*le3 era sólo consecuente.

"or esto era natural que el %iejo ,astel pusiera toda su con$ian0a y su ener#'a en $a*ricar sueros& so*re el terreno& con el material que encontra*a. =anto ieu2 como l espera*an que unsuero $a*ricado con culti%os del micro*io que in$esta*a la ciudad tendr'a una e$icacia m!sdirecta que los sueros %enidos de $uera& puesto que el micro*io di$er'a li#eramente del *acilode la peste& tal como era cl!sicamente descrito. ,astel espera*a o*tener su primer suero con

 *astante rapide0."or todo esto era i#ualmente por lo que Mrand& que no ten'a nada de (roe& desempeña*a

a(ora una especie de secretar'a de los equipos sanitarios. "arte de los equipos $ormados por =arrou se consa#ra*a a un tra*ajo de asistencia pre%enti%a en los *arrios e2cesi%amente

 po*lados. =rata*an de introducir all' la (i#iene necesaria. Lle%a*an la cuenta de las #uardillas y

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 *ode#as que la desin$ección no (a*'a %isitado. Otra parte de los equipos secunda*a a losmdicos en las %isitas a domicilio& ase#ura*a el transporte de los pest'$eros y con el tiempo& enausencia del personal especiali0ado& lle#ó a conducir los coc(es de los en$ermos y de losmuertos. =odo esto e2i#'a un tra*ajo de re#istros y estad'sticas que Mrand se (a*'a prestado a(acer.

Desde este punto de %ista& el cronista estima que& m!s que ieu2 o =arrou& era Mrand el%erdadero representante de esta %irtud tranquila que anima*a los equipos sanitarios. a*'adic(o s' sin titu*eo& con aquella *uena %oluntad que le era natural. )olamente (a*'a pedido ser til en pequeños tra*ajos. Era demasiado %iejo para otra cosa. Desde las seis de la tarde (astalas die0 pod'a dedicar su tiempo a ello. 5 cuando ieu2 le da*a las #racias con e$usión& l seasom*ra*a. 6Esto no es lo m!s di$'cil. ay peste& (ay que de$enderse& est! claro. >A(?& >si todo$uese as' de simple?6

5 %ol%'a a su tema. Al#unas %eces& por la tarde& cuando el tra*ajo de las $ic(as esta*aaca*ado& ieu2 (a*la*a con Mrand. a*'an terminado por me0clar a =arrou en suscon%ersaciones y Mrand se con$ia*a a sus dos compañeros con una satis$acción cada %e0 m!se%idente. Ellos se#u'an con inters el paciente tra*ajo que Mrand continua*a a tra%s de la

 peste. =am*in ellos lo considera*an como una especie de descanso.6+,ómo %a la ama0ona-6& pre#unta*a a %eces& =arrou. 5 Mrand respond'a in%aria*lemente36=rotando& trotando6& con una sonrisa di$'cil. 4na tarde Mrand dijo que (a*'a desec(adode$initi%amente el adjeti%o 6ele#ante6 para su ama0ona y que& de a(ora en adelante& lacali$ica*a de 6es*elta6. 6Es m!s correcto6& (a*'a añadido. Otro d'a leyó a sus dos auditores la

 primera $rase modi$icada en esta $orma3 6En una (ermosa mañana de mayo& una es*eltaama0ona& montada en una so*er*ia jaca ala0ana& recorr'a las a%enidas $loridas del 8osque de8olonia.6

;+No es cierto ;dijo Mrand; que se la %e mejor- e pre$erido3 6En una mañana de mayo6 porque 6mes de mayo6 alar#a*a un poco el trote.

Despus se mostró muy preocupado por el adjeti%o 6so*er*ia6. ste no e2presa*a *astante&

se#n l& y *usca*a el trmino que $oto#ra$iase de una sola %e0 la $astuosa jaca que ima#ina*a.6Opulenta6 no ser%'a& era concreto& pero resulta*a al#o peyorati%o. 6eluciente6 le (a*'atentado un momento& pero tampoco era eso. 4na tarde anunció triun$almente que lo (a*'aencontrado. 64na ne#ra jaca ala0ana.6 El ne#ro siempre indica*a discretamente la ele#ancia&se#n l.

;Eso no es posi*le ;dijo ieu2.;+"or qu-;"orque ala0ana no indica la ra0a sino el color.;+Bu color-;8ueno& pues un color que& en todo caso& no es el ne#ro.Mrand pareció muy a$ectado.

;Mracias ;le dijo;& a$ortunadamente esta*a usted a('. "ero ya %e lo di$'cil que es.;+Bu pensar'a usted de 6suntuosa6- ;dijo =arrou.5 $ue a$lorando a su cara una sonrisa.Mrand le miró y se quedó re$le2ionando.;j)'? ;dijo;/ >s'?"oco tiempo despus con$esó que la pala*ra 6$lorida6 le estor*a*a. Adem!s (a*'a una rima.

,omo no conoc'a m!s ciudades que Oran y :ontlimar& pre#unta*a a %eces a sus ami#os enqu $orma eran $loridas las a%enidas del 8osque de 8olonia. A decir %erdad& ni a ieu2 ni a=arrou le (a*'a dado nunca la impresión de serlo& pero la con%icción de Mrand les (ac'a %acilar.Mrand se asom*ra*a de esta incertidum*re. 6)ólo los artistas sa*en mirar.6 "ero un d'a eldoctor lo encontró muy e2citado. a*'a reempla0ado 6$loridas6 por 6llenas de $lores6. )e

$rota*a las manos. 6Al $in& se las %e& se las siente. >ay que quitarse el som*rero& señores?6Leyó triun$almente la $rase. 6En una (ermosa mañana de mayo& una es*elta ama0ona& montadaen una suntuosa jaca ala0ana recorr'a las a%enidas llenas de $lores del 8osque de 8olonia&6

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"ero le'dos en %o0 alta& los tres #eniti%os que termina*an la $rase& resulta*an pesados y Mrandtartamudeó un poco& a#otado. Despus pidió al doctor permiso para irse. Necesita*are$le2ionar.

Fue en esta poca& m!s tarde se (a sa*ido& cuando empe0ó a dar en la o$icina si#nos dedistracción que resulta*an lamenta*les en momentos en que el Ayuntamiento ten'a que a$rontar o*li#aciones aplastantes& con un personal disminuido. )u tra*ajo se resent'a de ello y el je$e dela o$icina se lo reproc(ó se%eramente (acindole recordar que le pa#a*a para %eri$icar unatarea con la que no cumpl'a. 6"arece ser ;(a*'a dic(o el je$e; que (ace usted %oluntariamenteun ser%icio en los equipos sanitarios& aparte de su tra*ajo. Eso a mi no me interesa. Lo que meinteresa es su tra*ajo aqu'. 5 la mejor manera que puede usted encontrar de ser til en estasterri*les circunstancias es (acer *ien su tra*ajo. )i no todo lo dem!s no sir%e para nada.6

;=iene ra0ón ;dec'a Mrand a ieu2.;)'& tiene ra0ón ;apro*ó el doctor.;"ero estoy distra'do y no s cómo salir del $inal de la $rase. a*'a pensado en suprimir 6de

8olonia6 suponiendo que todo el mundo comprend'a. "ero entonces la $rase parec'a darle a6$lores6 lo que en realidad correspond'a a 6a%enida6. a*'a tanteado tam*in la posi*ilidad de

escri*ir3 6Las a%enidas del 8osque llenas de $lores6 y un adjeti%o& que ar*itrariamentesepara*a& era para l una espina. Al#unas tardes ten'a& %erdaderamente& m!s aspecto de cansadoque ieu2.

)'& esta*a cansado por esa *squeda que lo a*sor*'a por completo& pero no deja*a de (acer&sin em*ar#o& las sumas y las estad'sticas que necesita*an los equipos sanitarios. "acientemente&todas las tardes pon'a $ic(as en limpio& las acompaña*a de #r!$icos y se esmera*a en presentar las (ojas lo m!s e2actas posi*le. :uc(as %eces i*a a encontrarse con ieu2 en uno de los(ospitales y le ped'a una mesa en cualquier despac(o o en$ermer'a. )e instala*a all' con sus

 papeles& e2actamente como se instala*a en su mesa del ayuntamiento& y en el aire pesado por los desin$ectantes y por la en$ermedad misma& a#ita*a sus papeles para (acer secar la tinta. Enestos ratos procura*a no pensar en su ama0ona y no (acer m!s que lo que (ac'a $alta.

)i es cierto que los (om*res se empeñan en proponerse ejemplos y modelos que llaman(roes& y si es a*solutamente necesario que (aya un (roe en esta (istoria& el cronista propone justamente a este (roe insi#ni$icante y *orroso que no ten'a m!s que un poco de *ondad en elcora0ón y un ideal aparentemente rid'culo. Esto dar! a la %erdad lo que le pertenece& a la sumade dos y dos el total de cuatro& y al (ero'smo el lu#ar secundario que de*e ocupar inmediatamente despus y nunca antes de la #enerosa e2i#encia de la $elicidad. Esto dar!tam*in a esta crónica su %erdadero car!cter& que de*e ser el de un relato (ec(o con *uenossentimientos& es decir& con sentimientos que no son ni ostensi*lemente malos& ni e2altan a lamanera torpe de un espect!culo.

Esta era& por lo menos& la opinión del doctor ieu2 cuando le'a en los periódicos oescuc(a*a en la radio las llamadas y las pala*ras de aliento que el mundo e2terior (ac'a lle#ar a

la ciudad apestada. Al mismo tiempo que los socorros en%iados por el aire y por carretera&todas las tardes& por onda o en la prensa& comentarios llenos de piedad o admiración ca'anso*re la ciudad ya solitaria. 5 siempre el tono de epopeya o el discurso *rillante impacienta*anal doctor. )a*'a& ciertamente& que esta solicitud no era $in#ida. "ero %e'a que no eran capacesde e2presarse m!s que en el len#uaje con%encional con el que los (om*res intentan e2presar todo lo que les une a la (umanidad. 5 este len#uaje no pod'a aplicarse a los pequeños es$uer0oscotidianos de Mrand& por ejemplo& pues nadie pod'a darse cuenta de lo que si#ni$ica*a Mranden medio de la peste.

A medianoc(e& a %eces& en el #ran silencio de la ciudad desierta& en el momento de irse a lacama para un sueño demasiado corto& el doctor (ac'a #irar el *otón de su radio& y de loscon$ines del mundo& a tra%s de miles de Qilómetros& %oces desconocidas y $raternales

 procura*an torpemente decir su solidaridad& y la dec'an en e$ecto& pero demostrando al mismotiempo la terri*le impotencia en que se encuentra todo (om*re para com*atir realmente undolor que no puede %er3 6>Oran? >Oran?6 En %ano la llamada cru0a*a los mares& en %ano ieu2

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se manten'a alerta& pronto la elocuencia crec'a y denota*a la separación esencial que (ac'a dose2traños de Mrand y del orador. 6>Oran? Oran?6 6"ero no& pensa*a el doctor& amar o morir 

 juntos& no (ay otra solución. Est!n demasiado lejos.65 justamente lo que queda por su*rayar antes de lle#ar a la cspide de la peste& mientras la

 pla#a estu%o reuniendo todas sus $uer0as para arrojarse so*re la ciudad y apoderarsede$initi%amente de ella& son los continuados es$uer0os& desesperados y monótonos& que losltimos indi%iduos& como am*ert& (ac'an por recuperar su $elicidad y arrancar a la peste esa

 parte de ellos mismos que de$end'an contra toda acec(an0a. Esta era una manera de ne#arse ala escla%itud que les amena0a*a& y aunque esta ne#ati%a no $uese tan e$ica0 como la otra& laopinión del cronista es que ten'a ciertamente su sentido y que atesti#ua*a tam*in& en su%anidad y (asta en sus contradicciones& lo que (a*'a de re*elde en cada uno de nosotros.

am*ert luc(a*a por impedir que la peste le en%ol%iese. a*iendo adquirido la certe0a deque no pod'a salir de la ciudad por medios le#ales& esta*a decidido& se lo (a*'a dic(o a ieu2& ausar los otros. El periodista empe0ó por los mo0os de ca$. 4n mo0o de ca$ est! siempre alcorriente de todo. "ero los primeros que interro#ó esta*an al corriente so*re todo de las penas#ra%'simas con que se sanciona*a ese #nero de ne#ocios. Incluso& en una ocasión& le tomaron

 por pro%ocador. Le $ue necesario encontrar a ,ottard en casa de ieu2 para a%an0ar un poco.Ese d'a estu%o (a*lando con ieu2 de las #estiones %anas que (a*'a (ec(o en todas laso$icinas. D'as despus& ,ottard se encontró con am*ert en la calle y aco#indole con lacordialidad que en el presente pon'a en todas sus relaciones3

;+Nada toda%'a- ;le (a*'a dic(o.;Nada.;No se puede esperar nada de las o$icinas. No est!n (ec(as para comprender.;Es %erdad. "ero yo a(ora *usco otra cosa. Es muy di$'cil.;>A(? ;dijo ,ottard;& ya comprendo.l conoc'a una pista& y le e2plica*a a am*ert& llen!ndolo de asom*ro& que desde (ac'a

cierto tiempo $recuenta*a todos los ca$s de Oran& que ten'a ami#os y que esta*a in$ormado de

la e2istencia de una or#ani0ación que se ocupa*a de ese #nero de operaciones. La %erdad eraque ,ottard (ac'a #astos que so*repasa*an sus in#resos y (a*'a tenido que meterse en ne#ociosde contra*ando de los productos racionados. e%end'a tam*in ci#arrillos y alco(ol malo&cuyos precios su*'an sin cesar& y esto esta*a producindole una pequeña $ortuna.

;+Est! usted *ien se#uro- ;pre#unta*a am*ert.;)'& puesto que ya me lo (an propuesto.;+5 usted no lo (a apro%ec(ado-;No sea usted descon$iado ;dijo ,ottard con aire *onac(ón;3 no lo (e apro%ec(ado porque

yo no ten#o #anas de irme. =en#o mis ra0ones.5 añadió despus de un silencio3;+No me pre#unta usted cu!les son mis ra0ones-

;)upon#o ;dijo am*ert; que eso no me incum*e.;En cierto sentido& no le incum*e& en e$ecto& pero en otro... En $in& lo nico e%idente es que

yo me encuentro muc(o mejor aqu' desde que tenemos la peste con nosotros.am*ert acortó el discurso.;+,ómo ponerse en contacto con esa or#ani0ación-;>A(? ;dijo ,ottard;& no es $!cil& pero %en#a usted conmi#o.Eran las cuatro de la tarde. La ciudad se asa*a lentamente *ajo un cielo pesado. =odos los

comercios ten'an las cortinas ec(adas. Las calles esta*an desiertas. ,ottard y am*ert tomaronciertas calles de soportales y $ueron lar#o rato sin (a*lar. Era una de esas (oras en que la pestese (ac'a in%isi*le. Aquel silencio& aquella muerte de los colores y de los mo%imientos pod'anser i#ualmente e$ecto del %erano que de la peste. No se sa*'a si el aire esta*a preñado de

amena0as o de pol%o y de ardor. a*'a que o*ser%ar y que re$le2ionar para descu*rir la peste& pues no se traiciona*a m!s que por si#nos ne#ati%os. ,ottard& que ten'a a$inidades con ella&(i0o notar a am*ert& por ejemplo& la ausencia de los perros que normalmente (u*ieran de*ido

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estar tum*ados en los um*rales de los corredores& jadeantes& en *usca de una $rescuraimposi*le.

=omaron el *ule%ar de las "almeras& atra%esaron la pla0a de Armas y descendieron (acia el *arrio de la :arina. A la i0quierda& un ca$ pintado de %erde se escond'a *ajo un toldo o*licuode lona amarilla. Al entrar& ,ottard y am*ert se secaron la $rente con el pañuelo. )e sentaronen unas sillas ple#adi0as de jard'n& ante las mesas de c(apa %erde. La sala esta*a a*solutamentedesierta. Uum*a*an moscas en el aire. En una jaula amarilla col#ada so*re la caja& un loromedio desplumado yac'a a#o*iado en su palo. @iejos cuadros que representa*an escenasmilitares col#a*an de la pared& cu*iertos de mu#re y de telarañas en tupidos $ilamentos.Encima de todas las mesas& y en la de am*ert tam*in& (a*'a e2crementos de #allina resecos&de los que no se e2plica*a *ien el ori#en& (asta que de un rincón oscuro& despus de un

 pequeño al*oroto& salió dando saltitos un ma#n'$ico #allo.El calor en aquel momento parec'a se#uir aumentando& ,ottard se quitó la c(aqueta y dio

#olpes en la c(apa. 4n (om*recillo& perdido en un lar#o mandil a0ul& salió del $ondo& saludó a,ottard desde lejos& a%an0ó separando al #allo con un %i#oroso puntapi y pre#untó entre loscloqueos del a%e lo que ten'a que ser%ir a aquellos señores. ,ottard le pidió %ino *lanco y le

dijo que si sa*'a dónde anda*a un tal Marc'a. El renacuajo dijo que (ac'a ya muc(os d'as queno se le %e'a por el ca$.;+,ree usted que %endr! esta tarde-;>O(? ;dijo el otro;& yo no estoy en su pellejo. "ero ya conoce usted su (ora.;)'& pero no es cosa muy importante. )olamente quer'a presentarle a un ami#o.El (om*re se seca*a las manos (medas con el delantero de su mandil.;>A(? +El señor se ocupa tam*in de ne#ocios-;)' ;dijo ,ottard.El renacuajo re$un$uñó3;Entonces %uel%a usted esta noc(e. Le mandar al c(ico.Al salir& am*ert pre#untó de qu ne#ocios se trata*a.

;De contra*ando& naturalmente. acen pasar mercanc'a por las puertas de la ciudad. La%enden a precios muy altos.;8ueno ;dijo am*ert;& +tienen cómplices-;Naturalmente."or la noc(e& el toldo esta*a le%antado& el loro parlotea*a en la jaula y las mesas de c(apa

esta*an rodeadas de (om*res en man#as de camisa. 4no de ellos& con el som*rero de pajaec(ado (acia atr!s y una camisa *lanca a*ierta so*re el pec(o color de tierra cocida& se le%antócuando entró ,ottard. =en'a cara correcta y curtida& ojos ne#ros& pequeños& dientes *lancos& doso tres sortijas en los dedos& y alrededor de treinta años m!s o menos.

;)alud ;dijo;& %amos a *e*er al mostrador.=omaron tres rondas en silencio.

;+)alimos- ;dijo entonces Marc'a.8ajaron (acia el puerto y Marc'a pre#untó qu era lo que quer'an de l. ,ottard dijo que no

era precisamente para ne#ocios para lo que le (a*'a presentado a am*ert& sino solamente paralo que l llama*a una 6salida6. Marc'a i*a derec(o& delante de l& $umando. i0o al#unas

 pre#untas diciendo 6l6 al (a*lar de am*ert& como si no se diese cuenta de su presencia.;+5 eso por qu- ;pre#unta*a.;=iene su mujer en Francia.;>A(?5 despus de cierto tiempo3;+Bu es de pro$esión-;"eriodista.

;Es un o$icio en el que se (a*la muc(o.am*ert se calló.;Es un ami#o ;dijo ,ottard.

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A%an0aron en silencio. a*'an lle#ado a los muelles& el acceso esta*a impedido por #randesrejas& pero se diri#ieron a una pequeña ta*erna donde %end'an sardinas $ritas cuyo olor lle#a*a(asta ellos.

;De todos modos ;concluyó Marc'a;& eso no es a m' a quien concierne& sino a al. 5 (ace$alta primero que yo lo encuentre. No ser! $!cil.

;>A(? ;e2clamó ,ottard y pre#untó con animación;& +se esconde-Marc'a no contestó.,erca ya de la ta*erna se paró y se %ol%ió (acia am*ert por primera %e0.;"asado mañana& a las once& en la esquina del cuartel de aduanas& en lo alto de la ciudad.

i0o adem!n de irse& pero se %ol%ió (acia los dos.;a*r! #astos ;dijo.Esto era una compro*ación.;Naturalmente ;a$irmó am*ert."oco despus& el periodista da*a las #racias a ,ottard.;>O(? no ;dijo l con jo%ialidad;. Es una satis$acción para m' poder (acerle un ser%icio. 5

adem!s usted es periodista& al#n d'a me recompensar!.

A los dos d'as am*ert y ,ottard trepa*an por las calles sin som*ra que lle%an (acia lo altode la ciudad. 4na parte del cuartel de aduanas (a*'a sido trans$ormada en en$ermer'a y delantede la #ran puerta se estaciona*a la #ente %enida con la esperan0a de una %isita que no pod'a ser autori0ada& o en *usca de in$ormaciones que de un momento a otro ya no ser'an %!lidas. Entodo caso& ese a#rupamiento de #ente permit'a muc(as idas y %enidas y esta consideración

 pod'a no ser e2traña al modo en que la cita de Marc'a y am*ert (a*'a sido $ijada.;Es curiosa ;dijo ,ottard; su o*stinación en irse. Despus de todo es *ien interesante lo que

 pasa aqu'.;No para m' ;respondió am*ert.;>O(?& e%identemente& al#o se arries#a. "ero& en $in de cuentas& no se arries#a m!s con la

 peste que con atra%esar el cruce de dos calles muy $recuentadas.

En ese momento el auto de ieu2 se detu%o delante de ellos. =arrou conduc'a y ieu2 i*amedio dormido. )e despertó para (acer las presentaciones.;Nos conocemos ;dijo =arrou;& %i%imos en el mismo (otel.)e o$reció a lle%ar a am*ert a la ciudad.;No& nosotros tenemos aqu' una cita.ieu2 miró a am*ert.;)' ;dijo ste.;>A(? ;dijo ,ottard con asom*ro;& +el doctor est! al corriente-;A(' %iene el jue0 de instrucción ;ad%irtió =arrou mirando a ,ottard.A ,ottard se le mudó la cara. El señor Ot(on *aja*a la calle& en e$ecto& y se acerca*a a ellos

con paso %i#oroso pero medido. )e quitó el som*rero al pasar junto al #rupo.

;>8uenos d'as& señor jue0? ;dijo =arrou.El jue0 de%ol%ió los *uenos d'as a los ocupantes del auto y mirando a ,ottard y a am*ert

que esta*an m!s atr!s los saludó #ra%emente con la ca*e0a. =arrou le presentó a los dos. El jue0 se quedó mirando al cielo durante un se#undo y suspiró diciendo que esta era una poca *ien triste.

;:e (an dic(o& señor =arrou& que se ocupa usted de la aplicación de las medidas pro$il!cticas. No s como mani$estarle mi apro*ación. +,ree usted& doctor& que la en$ermedadse e2tender! an-

ieu2 dijo que (a*'a que tener la esperan0a de que no y el jue0 añadió que (a*'a que tener siempre esperan0a porque los desi#nios de la "ro%idencia son impenetra*les. =arrou le

 pre#untó si los acontecimientos le (a*'an ocasionado un e2ceso de tra*ajo.

;Al contrario& los asuntos que nosotros llamamos de derec(o comn (an disminuido. Noten#o que ocuparme m!s que de las $altas #ra%es contra las nue%as disposiciones. Nunca se(a*'a respetado tanto las leyes anteriores.

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;Es ;dijo =arrou; porque en comparación parecen *uenas& $or0osamente.El jue0 dejó el aire soñador que (a*'a tomado& la mirada como suspendida del cielo& y

e2aminó a =arrou con aire de $rialdad.;+Eso qu importa- ;dijo;. No es la ley lo que cuenta3 es la condenación& y en eso nosotros

no in$luimos.;Este ;dijo ,ottard cuando el jue0 se marc(ó; es el enemi#o nmero uno.El coc(e arrancó."oco despus am*ert y ,ottard %ieron lle#ar a Marc'a. A%an0ó (acia ellos sin (acer un

#esto y dijo a #uisa de *uenos d'as3 6ay que esperar.6A su alrededor& la multitud& en la que domina*an las mujeres& espera*a en un silencio total.

,asi todas lle%a*an cestos pues todas ten'an la %ana esperan0a de que se los dejasen pasar a susen$ermos y la idea toda%'a m!s loca de que ellos podr'an utili0ar sus pro%isiones. La puertaesta*a #uardada por centinelas armados y& de cuando en cuando& un #rito e2traño atra%esa*a el

 patio que separa*a el cuartel de la puerta. Entre los asistentes (a*'a caras inquietas que se%ol%'an (acia la en$ermer'a.

Los tres (om*res esta*an mirando este espect!culo& cuando a su espalda un 6*uenos d'as6

neto y #ra%e les (i0o %ol%erse. A pesar del calor al %en'a %estido muy correctamente. Alto y$uerte& lle%a*a un traje cru0ado de color oscuro y un som*rero de $ieltro de *orde ri*eteado. )ucara era muy p!lida. Los ojos oscuros y la *oca apretada& al (a*la*a de un modo r!pido y

 preciso.;8ajen (acia la ciudad ;dijo;/ Marc'a& t puedes dejarnos.Marc'a encendió un ci#arrillo y les dejó alejarse. Andu%ieron r!pidamente& acompasando su

marc(a con la de al& que se (a*'a puesto en medio de ellos.;Marc'a me (a e2plicado ;dijo;. Eso se puede (acer. De todos modos& eso %a a costarle die0

mil $rancos.am*ert respondió que acepta*a.;@en#a usted a comer conmi#o mañana al restaurante español de la :arina.

am*ert dijo que queda*a entendido y al le estrec(ó la mano sonriendo por primera %e0.,uando se $ue& ,ottard se e2cusó. Al d'a si#uiente no estar'a li*re y por otra parte am*ert yano ten'a necesidad de l.

,uando& al d'a si#uiente& el periodista entró en el restaurante español& todas las ca*e0as se%ol%ieron a su paso. Esta cue%a som*r'a situada a un ni%el in$erior de una pequeña calleamarilla y reseca por el sol& no esta*a $recuentada m!s que por (om*res de tipo español en sumayor parte. "ero en cuanto al& instalado en el $ondo& (i0o una seña al periodista y am*ertse diri#ió (acia l& la curiosidad desapareció de los rostros& que se %ol%ieron (acia sus platos.al ten'a a su mesa a un tipo alto& $laco y mal a$eitado& con (om*ros desmesuradamenteanc(os& cara ca*alluna y pelo ralo. )us lar#os *ra0os del#ados& cu*iertos de pelos ne#ros&sal'an de una camisa con las man#as reman#adas. :o%ió la ca*e0a tres %eces cuando le

 presentaron a am*ert. )u nom*re no (a*'a sido pronunciado y al no (a*la*a de l m!s quediciendo 6nuestro ami#o6.

;Nuestro ami#o cree tener la posi*ilidad de ayudarle.al se calló porque la camarera %ino a pre#untar lo que ped'a am*ert.;@a a ponerlo a usted en relación con dos ami#os nuestros que le (ar!n conocer a los

#uardias que tenemos comprados. "ero con eso no quedar! terminado/ (a*r! que esperar quelos #uardias ju0#uen ellos mismos el momento propicio. Lo m!s $!cil ser! que se aloje usteddurante unas cuantas noc(es en casa de uno de ellos que %i%e cerca de las puertas. "ero antesnuestro ami#o tiene que proporcionarle los contactos necesarios. ,uando todo est concluido&es con l con quien tiene usted que arre#lar las cuentas.

El ami#o %ol%ió a mo%er su ca*e0a de ca*allo sin dejar de re%ol%er la ensalada de tomates y

 pimientos que in#ur#ita*a. Despus (a*ló con un li#ero acento español. "ropuso a am*ertcitarse con l para dos d'as despus& *ajo el pórtico de la catedral.

;=oda%'a dos d'as ;o*ser%ó am*ert.

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;Es que no es $!cil ;dijo al;. ay que encontrar las #entes.El ca*allo asintió una %e0 m!s y am*ert apro*ó sin entusiasmo. El resto de la comida lo

 pasaron *uscando un tema de con%ersación. "ero esto se (i0o m!s $!cil en cuanto am*ertdescu*rió que el ca*allo era ju#ador de $t*ol. l (a*'a practicado muc(o este deporte. )e(a*ló pues del campeonato de Francia& del %alor de los equipos pro$esionales in#leses y de lat!ctica en V. Al $inal de la comida& el ca*allo se (a*'a animado enteramente y tutea*a aam*ert para persuadirle de que no (a*'a mejor puesto en un equipo que el de medio centro.6,omprendes ;le dec'a;& el medio centro es el que distri*uye el jue#o. 5 distri*uir el jue#o estodo el $t*ol.6 am*ert era de esa opinión aunque l (u*iera ju#ado siempre de centrodelantero. La discusión $ue interrumpida por una radio que despus de (a*er mac(acadomelod'as sentimentales& de sordina& anuncia*a que la %'spera la peste (a*'a (ec(o ciento treintay siete %'ctimas. Nadie reaccionó en la asam*lea. El (om*re de la ca*e0a de ca*allo al0ó los(om*ros y s le%antó. al y am*ert le imitaron.

Al irse& el medio centro estrec(ó la mano de am*ert con ener#'a.;:e llamo Mon0!le0 ;le dijo.Aquellos dos d'as le parecieron a am*ert intermina*les. Fue a casa de ieu2 y le contó sus

#estiones al detalle. Despus acompañó al doctor a una de sus %isitas. )e despidió de l a la puerta de una casa donde lo espera*a un en$ermo sospec(oso. En el corredor (u*o ruidos decarreras y de %oces/ a%isa*an a la $amilia de la lle#ada del doctor.

;Espero que =arrou no tarde ;murmuró ieu2.=en'a aspecto cansado.;+La epidemia a%an0a- ;pre#untó am*ert.ieu2 dijo que no y que incluso la cur%a de las estad'sticas su*'a menos de prisa. Lo que

 pasa*a era& simplemente& que los medios de luc(a contra la peste eran insu$icientes.;Nos $alta material ;dec'a;. En todos los ejrcitos del mundo se reempla0a el material con

(om*res& pero a nosotros nos $altan (om*res tam*in.;an %enido de $uera mdicos y personal sanitario.

;)' ;dijo ieu2;. Die0 mdicos y un centenar de (om*res es muc(o& aparentemente& pero esapenas *astante para el estado actual de la en$ermedad. )i la epidemia se e2tiende ser!ninsu$icientes.

ieu2 se puso a escuc(ar los ruidos del interior de la casa& despus sonrió a am*ert.;)' ;dijo;& de*e usted apresurarse a salir.La cara de am*ert se ensom*reció.;4sted sa*e *ien ;dijo con %o0 sorda; que no es eso lo que me lle%a a marc(arme.ieu2 respondió que lo sa*'a& pero am*ert continuó3;5o creo que no soy co*arde& por lo menos la mayor parte del tiempo. e tenido ocasión de

compro*arlo. )olamente que (ay ideas que no puedo soportar.El doctor lo miró a la cara3

;4sted %ol%er! a encontrarla ;le dijo.;Es posi*le&;pero no puedo soportar la idea de que esto dure y de que ella en%eje0ca durante

este tiempo. A los treinta años se empie0a a en%ejecer y (ay que apro%ec(arlo todo. No s si puede usted comprenderlo.

ieu2 murmuró que cre'a comprenderlo& cuando =arrou lle#ó& muy animado.;Aca*o de proponer a "anelou2 que se una a nosotros.;+5 qu- ;pre#untó el doctor.;a re$le2ionado y (a dic(o que s'.;:e ale#ro ;dijo el doctor;. :e ale#ro de %er que es mejor que su sermón.;=odo el mundo es as' ;dijo =arrou;. Es necesario solamente darles la ocasión.)onrió y #uiñó un ojo a ieu2.

;Esa es mi misión en la %ida3 dar ocasiones.;"erdóneme ;dijo am*ert;& pero ten#o que irme.El jue%es de la cita& am*ert esta*a *ajo el pórtico de la catedral cinco minutos antes de las

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oc(o. La atmós$era era toda%'a $resca. En el cielo pro#resa*an pequeñas nu*es *lancas yredondas que pronto el calor ascendente se tra#ar'a de #olpe. 4n %a#o olor a (umedadtrascend'a an de los cspedes& sin em*ar#o& resecos. El sol& detr!s de las casas del lado este&calenta*a sólo el casco de la Cuana de Arco dorada que adorna*a la pla0a. 4n reloj dio lasoc(o. am*ert dio al#unos pasos *ajo el pórtico desierto. @a#as salmodias lle#aron (asta l delinterior& me0cladas a %iejos per$umes de cue%a y de incienso. De pronto los cantos callaron.4na docena de pequeñas $ormas ne#ras salieron de la i#lesia y emprendieron un trotecito (aciala ciudad. am*ert empe0ó a impacientarse. Otras $ormas ne#ras acomet'an la ascensión de las#randes escaleras y se diri#'an (acia el pórtico. Encendió un ci#arrillo y despus se dio cuentade que en aquel lu#ar no esta*a muy indicado.

A los oc(o y quince los ór#anos de la catedral empe0aron a tocar en sordina. am*ert entró *ajo la *ó%eda oscura& al ca*o de un rato pudo distin#uir en la na%e las pequeñas $ormas ne#rasque (a*'an pasado delante de l. Esta*an todas reunidas en un rincón& delante de una especiede altar impro%isado& donde aca*a*an de instalar un )an oque r!pidamente ejecutado en lostalleres de la ciudad. Arrodilladas& parec'an (a*erse empequeñecido aun m!s& perdidas en la

 penum*ra& como jirones de som*ra coa#ulada& apenas m!s espesas& aqu' y all!& que la *ruma

en que $lota*an. )o*re ellos los ór#anos e2tend'an %ariaciones sin $in.,uando am*ert salió& Mon0!le0 i*a *ajando ya las escaleras y se diri#'a a la ciudad.;,re' que te (a*'as ido ;dijo Mon0!le0;. Era natural.Le e2plicó que (a*'a estado esperando a sus ami#os en otro sitio donde les (a*'an dado cita&

no lejos de all'& a las oc(o menos die0. "ero los (a*'a esperado %einte minutos en %ano.;De*e (a*er al#n impedimento& es se#uro. No siempre se est! tranquilo en el tra*ajo que

nosotros (acemos.Le propuso otra cita para el d'a si#uiente a la misma (ora& delante del monumento a los

muertos. am*ert suspiró y se ec(ó el som*rero (acia atr!s.;Esto no es nada ;concluyó Mon0!le0 riendo;. "iensa un poco en todas las com*inaciones y

los pases que (ay que (acer antes de marcar un tanto.

;)in duda ;dijo am*ert;& pero el partido no dura m!s que (ora y media.El monumento a los muertos de Oran se encuentra en el nico lu#ar desde donde se puede%er el mar& una especie de paseo que durante un corto trec(o *ordea los acantilados quedominan el puerto. Al d'a si#uiente& am*ert& anticipado en la cita& le'a con atención la lista delos muertos en el campo del (onor. :inutos despus& dos (om*res se acercaron& lo miraron conindi$erencia& despus $ueron a acodarse en el parapeto y parecieron enteramente a*sor*idos por la contemplación de los muelles %ac'os y desiertos. Los dos eran de la misma estatura& los dosi*an %estidos con un pantalón a0ul y una camiseta marinera de man#as cortas. El periodista sealejó un poco& despus se sentó en un *anco y estu%o mir!ndolos a su #usto. @io entonces queno tendr'an m!s de %einte años. En ese momento lle#ó Mon0!le0 e2cus!ndose.

6A(' est!n nuestros ami#os6& dijo y lo lle%ó (acia los dos jó%enes que le presentó con los

nom*res de :arcel y Louis. )e parec'an muc(o de cara y am*ert pensó que ser'an (ermanos.;8ueno ;dijo Mon0!le0;. 5a se (an conocido. A(ora (ay que arre#lar el asunto.:arcel o Louis dijo entonces que su turno de #uardia comen0a*a dos d'as despus y dura*a

una semana y que (a*'a que señalar el d'a m!s cómodo. :onta*an la #uardia entre cuatro en la puerta del oeste y los otros dos eran militares de carrera. No (a*'a por qu meterlos en elasunto. En primer lu#ar& no eran se#uros& y adem!s& eso aumentar'a los #astos. "ero a %ecessuced'a que los dos cole#as i*an a pasar una parte de la noc(e en la trastienda de un *ar queconoc'an. :arcel o Louis propon'a a am*ert instalarse en su casa cerca de las puertas yesperar a que $uesen a *uscarlo. El paso& entonces& ser'a $!cil. "ero (a*'a que darse prisa

 porque ya se (a*la*a de instalar puestos do*les en el e2terior de la ciudad.am*ert apro*ó y les o$reció al#unos de sus ltimos ci#arrillos. El que toda%'a no (a*'a

(a*lado pre#untó entonces a Mon0!le0 si la cuestión de los #astos esta*a arre#lada y si pod'anreci*ir un adelanto.

;No ;dijo Mon0!le0;& no (ay que preocuparse& es un camarada. Los #astos se ajustar!n a su

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 partida.,on%inieron una nue%a cita. Mon0!le0 propuso otro almuer0o en el restaurante español& al

d'a si#uiente. Desde all' podr'an ir a la casa de los #uardias.;La primera noc(e ;dijo Mon0!le0;& ir a (acerte compañ'a.Al d'a si#uiente am*ert& al su*ir a su cuarto& se cru0ó con =arrou en la escalera del (otel.;@oy a *uscar a ieu2 ;le dijo este ltimo;. +Buiere usted %enir-;Nunca estoy se#uro de no molestarle ;dijo am*ert despus de un momento de duda.;No lo creo3 siempre me (a*la muc(o de usted.El periodista re$le2ionó3;Escc(eme ;dijo;. )i tienen ustedes un momento despus de comer& aunque sea tarde&

%en#an al *ar del (otel los dos.;Eso depender! de l y de la peste.A las once de la noc(e& sin em*ar#o& ieu2 y =arrou entraron en el *ar pequeño y estrec(o.

4na treintena de personas se codea*an y (a*la*an a #ritos. @enidos del silencio de la ciudadapestada& los dos recin lle#ados se detu%ieron un poco aturdidos. ,omprendieron aquellaa#itación cuando %ieron que ser%'an alco(oles toda%'a. am*ert esta*a en un e2tremo y les

(ac'a señas desde lo alto de su ta*urete. )e acercaron. =arrou empujó con tranquilidad a un%ecino ruidoso.;+No le asusta a usted el alco(ol-;No ;dijo =arrou;& al contrario.ieu2 aspiró el olor a (ier*as amar#as de su %aso. Era di$'cil (a*lar en aquel tumulto& pero

am*ert parec'a ocupado so*re todo en *e*er. El doctor no pod'a darse enteramente cuenta desi esta*a *orrac(o. En una de las mesas que ocupa*an el resto del local& un o$icial de marina&con una mujer en cada *ra0o& conta*a a un #rueso interlocutor una epidemia de ti$us en El,airo. 6,ampos ;dec'a;& (a*'an (ec(o campos para los ind'#enas con tiendas para los en$ermosy todo alrededor un cordón de centinelas que tira*a so*re las $amilias cuando intenta*anlle%arles& a escondidas& medicinas de curanderas. Era muy duro& pero era justo.6 En la otra

mesa& ocupada por jó%enes ele#antes& la con%ersación era incomprensi*le y se perd'a entre loscompases de Saint James Infirmary que %ert'a un alta%o0 puesto junto al tec(o.;+Est! usted contento- ;pre#untó ieu2& le%antando la %o0.;)e apro2ima ;dijo am*ert;. Es posi*le que en esta semana.;>Bu l!stima? ;e2clamó =arrou.;+"or qu-=arrou miró a ieu2.;>O(? ;dijo ste;& =arrou lo (a dic(o porque piensa que usted podr'a sernos til aqu'. "ero yo

comprendo *ien su deseo de marc(arse.=arrou o$reció otra ronda. am*ert *ajó de su ta*urete y le miró a la cara por primera %e0.;+En qu podr'a serles til-

;"ues ;dijo =arrou& alar#ando la mano a su %aso& sin apresurarse;& en nuestros equipossanitarios.

am*ert %ol%ió a tomar aquel aire de re$le2ión o*stinada que le era (a*itual y %ol%ió asu*irse al ta*urete.

;+No le parecen a usted tiles esos equipos- ;dijo =arrou& que aca*a*a de *e*er y mira*a aam*ert atentamente.

;:uy tiles ;dijo am*ert& y *e*ió l tam*in.ieu2 o*ser%ó que le tem*la*a la mano y pensó que decididamente esta*a *orrac(o.Al d'a si#uiente& cuando am*ert entró por se#unda %e0 en el restaurante español& pasó por 

entre un pequeño #rupo de (om*res que (a*'an dejado las sillas delante de la puerta y #o0a*ande la tarde %erde y oro donde el calor i*a apa#!ndose. Fuma*a un ta*aco de olor acre. Dentro&

el restaurante esta*a casi desierto. am*ert $ue a sentarse a la mesa del $ondo& donde (a*'aestado con Mon0!le0 la primera %e0. Dijo a la camarera que esta*a esperando. Eran las seis ymedia. "oco a poco los (om*res $ueron entrando e instal!ndose. Empe0aron a ser%ir y la

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 *ó%eda de *aja altura se llenó de ruido de cu*iertos y de con%ersaciones sordas. A las oc(oam*ert esta*a toda%'a esperando. Encendieron la lu0. Nue%os clientes lle#aron a sus mesas."idió la comida. A las oc(o y treinta (a*'a terminado& sin (a*er %isto a Mon0!le0 ni a losmuc(ac(os. )e puso a $umar. La sala esta*a %aci!ndose. Fuera& la noc(e ca'a r!pidamente. 4nsoplo ti*io que %en'a del mar a#ita*a con sua%idad las cortinas de la %entana. ,uando $ueronlas nue%e am*ert se dio cuenta de que la sala esta*a %ac'a y de que la camarera lo mira*ae2trañada. "a#ó y se $ue. En$rente del restaurante (a*'a un ca$ a*ierto. am*ert se sentó almostrador %i#ilando la entrada del restaurante. A las nue%e y treinta se $ue para su (otel&

 *uscando en %ano el medio de encontrar a Mon0!le0& pues no ten'a la dirección& con el cora0óna#o*iado por la idea de todas las #estiones que (a*'a que recomen0ar.

Fue en ese momento& en la oscuridad atra%esada de am*ulancias $u#iti%as& cuando se diocuenta de que quer'a contarle al doctor ieu2 cómo durante todo este tiempo (a*'a en ciertomodo ol%idado a su mujer para entre#arse enteramente a *uscar una *rec(a en el muro que losepara*a de ella. "ero $ue tam*in en ese momento cuando& al compro*ar que todas las %'asesta*an cerradas& %ol%ió a encontrarla en el centro de su deseo y con una e2plosión de dolor tans*ita que ec(ó a correr (acia su (otel& (uyendo de aquel terri*le ardor que lle%a*a dentro&

de%or!ndole las sienes.Al d'a si#uiente& temprano& $ue a %er a ieu2 para pre#untarle cómo podr'a encontrar a,ottard.

;Lo nico que me queda ;le dijo;& es %ol%er a ponerme en la $ila.;@en#a usted mañana por la tarde ;dijo ieu2;. =arrou me (a pedido que in%ite a ,ottard& no

s para qu. Lle#ar! a las die03 %en#a usted a las die0 y media.,uando ,ottard lle#ó a la casa del doctor& al d'a si#uiente& =arrou y ieu2 (a*la*an de una

curación inesperada que (a*'a (a*ido en el distrito que este ltimo atend'a.;4no entre die0. a tenido suerte ;dec'a =arrou.;>O(? 8ueno ;dijo ,ottard;& no ser'a la peste.Le ase#uraron que se trata*a e2actamente de esa en$ermedad.

;Esto es imposi*le& puesto que se (a curado. 4stedes lo sa*en tan *ien como yo3 la peste no perdona.;En #eneral& no ;dijo ieu2;/ pero con un poco de o*stinación puede uno tener sorpresas.,ottard se re'a.;No parece. +a o'do usted las ci$ras de esta tarde-=arrou& que lo esta*a mirando con *ene%olencia& dijo que l conoc'a las ci$ras y que la

situación era #ra%e& pero esto& +qu pod'a pro*ar- Lo nico que pro*a*a era que (a*'a quetomar medidas m!s e2cepcionales.

;>O(? 5a las (an tomado ustedes.;)'& pero (ace $alta que cada uno las tome por su cuenta.,ottard miró a =arrou sin comprender. ste dijo que (a*'a demasiados (om*res que se#u'an

inacti%os& que la epidemia interesa*a a todos y que cada uno de*'a cumplir con su de*er.,ualquiera pod'a in#resar en los equipos de %oluntarios.

;Es una *uena idea ;dijo ,ottard;& pero no ser%ir'a para nada. La peste es demasiado $uerte.;Eso lo sa*remos ;dijo =arrou& con tono paciente; cuando lo (ayamos intentado todo.Durante este tiempo& ieu2& sentado a su mesa& copia*a $ic(as.=arrou mira*a a ,ottard& que se a#ita*a en su silla.;+"or qu no %iene usted con nosotros& señor ,ottard-ste se le%antó como o$endido y co#ió su som*rero.Despus& con aire de *ra%ata3;Adem!s& yo& por mi parte& me encuentro muy *ien en la peste y no %eo la ra0ón para

meterme a (acerla terminar.

=arrou se dio un #olpe en la $rente como si se sintiese iluminado por una %erdad repentina.;>A(?& es %erdad& se me ol%ida que si no $uera por esta situación a usted lo detendr'an.,ottard se estremeció y se a#arró a la silla como si $uera a caerse. ieu2 (a*'a dejado de

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escri*ir y lo mira*a con seriedad e inters.;+Buin se lo (a dic(o- ;#ritó ,ottard.=arrou pareció sorprendido y dijo3;"ues usted/ o por lo menos& eso es lo que el doctor y yo (emos cre'do comprender.5 como ,ottard& arre*atado de pronto por una cólera demasiado $uerte para l& tartamudeó

 pala*ras incomprensi*les3;No se altere ;le dijo =arrou;. Ni el doctor ni yo %amos a denunciarlo. )u asunto no nos

interesa. 5 adem!s& la polic'a& todo eso es cosa que no nos #usta. @amos/ sintese usted.,ottard miró su silla y despus de un momento de duda se sentó. Al ca*o de un rato dio un

suspiro.;Es una %ieja (istoria ;empe0ó diciendo; que a(ora (an %uelto a sacar. 5o cre'a que eso se

(a*'a dado al ol%ido. "ero (a (a*ido al#uno que (a (a*lado. :e llamaron y me dijeron queestu%iese a disposición de la justicia (asta el $inal de las inda#aciones. Entonces comprend' queaca*ar'an por detenerme.

;+Es #ra%e- ;pre#untó =arrou.;Depende de lo que llame usted #ra%e. En todo caso no es un asesinato.

;+,!rcel o tra*ajos $or0ados-,ottard parec'a muy a*atido.;,!rcel& si ten#o suerte..."ero despus de un momento añadió con %e(emencia3;Fue un error. =odo el mundo comete errores. 5 no puedo soportar la idea de que me lle%en

 por eso& de que me separen de mi casa& de mis costum*res& de todo lo m'o.;>A(? ;pre#untó =arrou;. +Fue por error por lo que se le ocurrió col#arse-;)'& una tonter'a& ya lo s.ieu2 inter%ino y dijo a ,ottard que comprend'a su inquietud pero que pro*a*lemente todo

se arre#lar'a.;>O(?& por el momento ya s que no ten#o nada que temer.

;5a %eo ;dijo =arrou; que no entrar! usted en nuestros equipos.l& que da*a %ueltas al som*rero entre las manos& lan0ó a =arrou una mirada indecisa3;No de*en quererme mal por eso.;,laro que no. "ero procure usted& por lo menos ;dijo =arrou;& no propa#ar %oluntariamente

el micro*io.,ottard protestó y dijo que l no (a*'a deseado la peste& que la peste (a*'a %enido porque s'&

y que no era culpa suya si le ser%'a para solucionar sus con$lictos por el momento.,uando am*ert lle#a*a a la puerta& ,ottard añad'a con %o0 enr#ica3;"or lo dem!s& mi idea es que no conse#uir!n ustedes nada.,ottard tam*in i#nora*a la dirección de Mon0!le0& pero dijo que pod'an %ol%er al ca$ del

 primer d'a. Buedaron citados para el d'a si#uiente. ieu2 dijo que no dejasen de in$ormarle de

la marc(a del asunto y am*ert los in%itó& a l y a =arrou& para $ines de la semana a cualquier (ora de la noc(e& en su cuarto.

"or la mañana& ,ottard y am*ert $ueron al ca$ y dejaron un recado para Marc'a& cit!ndolo para la tarde o& si esta*a ocupado& para el d'a si#uiente. "or la tarde lo esperaron en %ano. Ald'a si#uiente Marc'a acudió. Escuc(ó en silencio la (istoria de am*ert. l no esta*a alcorriente pero sa*'a que (a*'a *arrios enteros custodiados durante %einticuatro (oras parae$ectuar compro*aciones domiciliarias. Era muy pro*a*le que ni Mon0!le0 ni los muc(ac(os(u*ieran podido $ranquear las *arreras. "ero todo lo que l pod'a (acer era %ol%er a ponerles enrelación con al. Naturalmente& esto no pod'a ser (asta dos d'as despus.

;5a %eo ;dijo am*ert;& (ay que %ol%er a empe0ar.A los dos d'as& en la esquina de una calle& al con$irmó la (ipótesis de Marc'a3 los *arrios

 *ajos esta*an custodiados. a*'a que %ol%er a tomar contacto con Mon0!le0. Dos d'as despus&am*ert almor0a*a con el ju#ador de $t*ol.

;Bu tonter'a ;dec'a ste;& de*'amos (a*er dejado con%enido el modo de %ol%ernos a

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encontrar.Esta era tam*in la opinión de am*ert.;:añana por la mañana iremos a casa de los c(icos y procuraremos arre#larlo todo.Al d'a si#uiente& los c(icos no esta*an en su casa. Les dejaron una cita para el d'a si#uiente

a las doce en la pla0a del Liceo. 5 am*ert se %ol%ió a su casa con una e2presión que asom*róa =arrou cuando lo encontró al mediod'a.

;+No marc(a eso- ;le pre#untó =arrou.;A $uer0a de recomen0ar ;dijo am*ert. 5 le repitió su in%itación.;@en#an ustedes esta noc(e."or la noc(e& cuando entraron en el cuarto de am*ert& ste esta*a ec(ado. )e le%antó& llenó

los %asos que ten'a preparados. ieu2& tomando el suyo& le pre#untó si todo esta*a en *uencamino. am*ert dijo que despus de (a*er dado una %uelta en redondo (a*'a lle#ado al puntode partida y que toda%'a le espera*a una cita m!s. 8e*ió y añadió3

;Naturalmente& no %endr!n.;No (ay por qu sentar un principio ;dijo =arrou.;4stedes no (an comprendido toda%'a ;o*ser%ó am*ert al0ando los (om*ros.

;+Bu-;La peste.; >A(? ;dijo ieu2.;No& ustedes no (an comprendido que su mecanismo es recomen0ar.am*ert $ue a un rincón del cuarto y a*rió un pequeño #ramó$ono.;+Bu disco es ese- ;pre#untó =arrou;& creo que lo cono0co.am*ert respondió que era Saint James Infirmary.

En medio del disco se oyeron dos tiros a lo lejos.;4n perro& o una e%asión ;dijo =arrou.4n momento despus el disco se aca*ó y la sirena de una am*ulancia se empe0ó a

distin#uir& creciendo al pasar *ajo la %entana y disminuyendo despus (asta apa#arse.

;Este disco es a*surdo ;dijo am*ert;. 5 adem!s es la dcima %e0 que lo oi#o en el d'a.;+=anto le #usta-;No& pero no ten#o otro.5 despus de un momento3;Est! %isto que la cosa consiste en recomen0ar."re#untó a ieu2 cómo i*an los equipos. a*'a cinco ya tra*ajando y se espera*a $ormar 

%arios m!s. am*ert esta*a sentado en la cama y parec'a estudiar sus uñas. ieu2 o*ser%a*a susilueta corta y $uerte& enco#ida en el *orde de la cama& pero de pronto %io que am*ert lomira*a.

;)a*e usted& doctor ;le dijo;& (e pensado muc(o en su or#ani0ación. )i no estoy ya conustedes& es porque ten#o mis moti%os. "or lo dem!s yo creo que sir%o para al#o3 (ice la #uerra

de España.;+De qu lado-;Del lado de los %encidos. "ero despus (e re$le2ionado.;+)o*re qu- ;dijo =arrou.;)o*re el %alor. 8ien s que el (om*re es capa0 de acciones #randes& pero si no es capa0 de

un #ran sentimiento no me interesa.;"arece ser que es capa0 de todo.;No& es incapa0 de su$rir o de ser $eli0 lar#o tiempo. "or lo tanto no es capa0 de nada que

%al#a la pena.am*ert miró a los dos.;D'#ame& =arrou& +usted es capa0 de morir por un amor-

;No s& pero me parece que no& por el momento.;5a lo %e. 5 es usted capa0 de morir por una idea& esto est! claro. 8ueno3 estoy (arto de la

#ente que muere por una idea. 5o no creo en el (ero'smo3 s que eso es muy $!cil& y (e lle#ado

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a con%encerme de que en el $ondo es criminal. Lo que me interesa es que uno %i%a y muera por lo que ama.

ieu2 (a*'a escuc(ado a am*ert con atención. )in dejar de mirarle& le dijo con dul0ura3;El (om*re no es una idea& am*ert.am*ert saltó de la cama con la cara ardiendo de pasión.;Es una idea y una idea pequeña& a partir del momento en que se des%'a del amor& y

 justamente ya nadie es capa0 de amor. esi#nmonos& doctor. Esperemos lle#ar a serlo y si%erdaderamente esto no es posi*le& esperaremos la li*eración #eneral sin (acernos los (roes.5o no paso de a('.

ieu2 se le%antó con repentino aspecto de cansancio.;=iene usted ra0ón& am*ert& tiene usted enteramente ra0ón y yo no quer'a por nada del

mundo des%iarlo de lo que piensa (acer& que me parece justo y *ueno. )in em*ar#o& es precisoque le (a#a comprender que aqu' no se trata de (ero'smo. )e trata solamente de (onestidad. Esuna idea que puede que le (a#a re'r& pero el nico medio de luc(ar contra la peste es la(onestidad.

;+Bu es la (onestidad- ;dijo am*ert& ponindose serio de pronto.

;No s que es& en #eneral. "ero& en mi caso& s que no es m!s que (acer mi o$icio.;>A(? ;dijo am*ert& con $uria;& yo no s cu!l es mi o$icio. Es posi*le que est equi%ocadoeli#iendo el amor.

ieu2 le salió al paso3;No& no est! usted equi%ocado.am*ert mira*a a los dos pensati%o.;4stedes dos creen que no tienen nada que perder con todo esto. Es m!s $!cil estar del *uen

lado.ieu2 %ació su %aso.;@amos ;dijo;& tenemos muc(o que (acer.)alió.

=arrou lo si#uió& pero en el momento de salir se %ol%ió (acia am*ert y le dijo3;+4sted sa*e que la mujer de ieu2 se encuentra en un sanatorio a cientos de Qilómetros deaqu'-

am*ert (i0o un #esto de sorpresa. "ero =arrou (a*'a salido ya.A primera (ora de la mañana am*ert tele$oneó al doctor.;+Aceptar'a usted que yo tra*aje a(' (asta que (aya encontrado el medio de irme-A lo lar#o del (ilo (u*o un silencio y despus3;)'& am*ert. )e lo a#rade0co muc(o.

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3

As'& durante semanas y semanas& los prisioneros de la peste se de*atieron como pudieron. 5al#unos de ellos& como am*ert& lle#aron incluso a ima#inar que se#u'an siendo (om*resli*res& que pod'an esco#er. "ero& de (ec(o& se pod'a decir en ese momento& a mediados del mesde a#osto& que la peste lo (a*'a en%uelto todo. 5a no (a*'a destinos indi%iduales& sino una(istoria colecti%a que era la peste y sentimientos compartidos por todo el mundo. El m!simportante era la separación y el e2ilio& con lo que eso si#ni$ica*a de miedo y de re*eld'a. eaqu' por qu el cronista cree que con%iene& en ese momento culminante de la en$ermedad&descu*rir de modo #eneral& y a t'tulo;de ejemplo& los actos de %iolencia de los %i%os& losentierros de los muertos y el su$rimiento de los amantes separados.

Fue a mediados de ese año cuando empe0ó a soplar un #ran %iento so*re la ciudad apestada&que duró %arios d'as. El %iento es particularmente temido por los (a*itantes de Oran porquecomo no encuentra nin#n o*st!culo natural en la meseta donde est! al0ada la ciudad& se

 precipita so*re ella& arremolin!ndose en las calles con toda su %iolencia. La ciudad& durantetantos meses en que no (a*'a ca'do ni una sola #ota de a#ua para re$rescarla& se (a*'a cu*ierto

de una costra #ris que se (ac'a escamatosa al contacto del aire. El aire le%anta*a olas de pol%oy de papeles que a0ota*an las piernas de los paseantes& cada %e0 m!s raros. )e les %e'a por lascalles& apresurados& encor%ados (acia adelante& con un pañuelo o la mano tap!ndose la *oca."or la tarde& en lu#ar de las reuniones con que antes se intenta*a prolon#ar lo m!s posi*leaquellos d'as& que para cada uno de ellos pod'a ser el ltimo& se %e'an pequeños #rupos de#ente que %ol%'an a su casa a toda prisa o se met'an en los ca$s& y a %eces& a la (ora delcrepsculo& que en esta poca lle#a*a ya m!s pronto& las calles esta*an desiertas y sólo el%iento lan0a*a por ellas su lamento continuo. Del mar& re%uelto y siempre in%isi*le& su*'a olor de al#as y de sal. La ciudad desierta& $lanqueada por el pol%o& saturada de olores marinos&traspasada por los #ritos del %iento& #em'a como una isla desdic(ada.

asta a(ora& la peste (a*'a (ec(o muc(as m!s %'ctimas en los *arrios e2tremos& m!s

 po*lados y menos con$orta*les& que en el centro de la ciudad. "ero& de pronto& parecióapro2imarse e instalarse en los *arrios de los #randes ne#ocios. Los (a*itantes acusa*an al%iento de transportar los #rmenes de la in$ección. 68araja las cartas6& dec'a el director del(otel. "ero& sea lo que $uere& los *arrios del centro sa*'an que (a*'a lle#ado su turno cuandoo'an& de noc(e& sil*ar cerca& cada %e0 m!s $recuentemente& el tim*re de la am*ulancia que(ac'a resonar *ajo sus %entanas la llamada tor%a y sin pasión de la peste.

)e tu%o la idea de aislar& en el interior mismo de la ciudad& ciertos *arrios particularmentecasti#ados y de no dejar salir de ellos m!s que a los (om*res cuyos ser%icios eranindispensa*les. Los que (asta entonces (a*'an %i%ido en esos *arrios no pudieron menos deconsiderar esta medida como una *urla& diri#ida especialmente contra ellos& y por contrasteconsidera*an (om*res li*res a los (a*itantes de los otros *arrios. Estos ltimos& en cam*io&

encontra*an un consuelo en sus momentos di$'ciles ima#inando que (a*'a otros menos li*resque ellos. 6ay quien es toda%'a m!s prisionero que yo6& era la $rase que resum'a la nicaesperan0a posi*le.

En esta poca& poco m!s o menos& (u*o tam*in un recrudecimiento de los incendios& so*retodo en los *arrios de placer& al oeste de la ciudad. )e#n in$ormaciones& se trata*a de al#unas#entes que& al %ol%er de (acer cuarentena& enloquecidas por el duelo y la des#racia& prend'an$ue#o a sus casas (acindose la ilusión de que mata*an la peste. ,ostó muc(o tra*ajo detener esas ocurrencias que& por su $recuencia& pon'an continuamente en peli#ro *arrios enteros& acausa del $urioso %iento. Despus de (a*er demostrado en %ano que la desin$ección de lascasas e$ectuada por las autoridades era su$iciente para e2cluir todo peli#ro de contaminación&$ue necesario dictar casti#os muy se%eros contra esos incendiarios inocentes. 5 no $ue la idea

de la prisión lo que lo#ró detener a aquellos des#raciados& sino la certe0a que todos ten'an deque una pena de prisión equi%al'a a una pena de muerte& por la e2cesi%a mortalidad que secompro*a*a en la c!rcel municipal. )in duda& esa aprensión no carec'a de $undamento. "or 

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ra0ones e%identes& la peste se encarni0a*a m!s con todos los que %i%'an en #rupos3 soldados&reli#iosos o presos. "ues& a pesar del aislamiento de ciertos detenidos& una prisión es unacomunidad y lo prue*a el (ec(o de que en nuestra c!rcel municipal pa#aron su tri*uto a laen$ermedad los #uardianes tanto como los presos. Desde el punto de %ista superior de la peste&todo el mundo& desde el director (asta el ltimo detenido& esta*a condenado y& acaso por 

 primera %e0& reina*a en la c!rcel una justicia a*soluta.Fue en %ano que las autoridades intentasen introducir las jerarqu'as en este ni%elamiento&

conci*iendo la idea de condecorar a los #uardianes muertos en el ejercicio de sus $unciones.,omo esta*a decretado el estado de sitio& y& en cierto modo& se pod'a considerar mo%ili0ados alos #uardianes& les dieron la medalla militar como (omenaje póstumo. "ero& si *ien losdetenidos no protestaron& en los medios militares no cayó *ien la cosa3 (icieron notar& a justot'tulo& que pod'a esta*lecerse una con$usión lamenta*le en el esp'ritu de la #ente. )e escuc(ó sudemanda y se decidió que lo m!s simple era dar a los #uardianes que mor'an la medalla de laepidemia. "ero en cuanto a los primeros el mal ya esta*a (ec(o3 no se pod'a pensar en quitarlesla condecoración& y los centros militares si#uieron manteniendo su punto de %ista. "or otra

 parte& en cuanto a la medalla de la epidemia& ten'a el incon%eniente de no producir el e$ecto

moral que se (a*'a o*tenido con la condecoración militar& puesto que en tiempo de epidemiaera tri%ial o*tener una condecoración de ese #nero. =odo el mundo quedó descontento.Adem!s& la administración penitenciaria no pudo o*rar como (a*'an o*rado las autoridades

reli#iosas y& en una escala menor& las militares. Los $railes de los dos nicos con%entos de laciudad (a*'an sido dispersados y alojados pro%isionalmente en las casas de $amilias piadosas.=am*in& en la medida de lo posi*le& ciertas compañ'as (a*'an sido destacadas de sus cuartelesy puestas en #uarnición en escuelas o en edi$icios p*licos. As'& la en$ermedad& queaparentemente (a*'a $or0ado a los (a*itantes a una solidaridad de sitiados& romp'a al mismotiempo las asociaciones tradicionales& de%ol%iendo a los indi%iduos a su soledad. Esto eradesconcertante.

Es $!cil pensar que todas estas circunstancias& unidas al %iento& lle%aran la idea del incendio

a ciertas mentes. Las puertas de la ciudad $ueron atacadas por la noc(e %arias %eces& pero a(ora por pequeños #rupos armados. u*o tiroteos& (eridos y al#una e%asión. )e re$or0aron los puestos de #uardia y las tentati%as cesaron r!pidamente. )in em*ar#o& *astaron para le%antar enla ciudad un soplo de re%olución que pro%ocó escenas de %iolencia. Al#unas casas& incendiadaso cerradas por ra0ones sanitarias& $ueron saqueadas. A decir %erdad& es di$'cil suponer que esosactos $uesen premeditados. La mayor parte de las %eces& una ocasión s*ita lle%a*a a personas&(asta entonces (onora*les& a cometer acciones a %eces reprensi*les que $ueron pronto imitadas.a*'a insensatos que se precipita*an en una casa en llamas& ante el propietario mismoidioti0ado por el dolor. En %ista de su indi$erencia& el ejemplo de los primeros era se#uido por muc(os espectadores y en la calle oscura& al resplandor del incendio& se %e'a (uir por todas

 partes som*ras de$ormadas por las llamas y por los o*jetos o por los mue*les que lle%a*an a

cuestas. Fueron estos incendios los que o*li#aron a las autoridades a con%ertir el estado de peste en estado de sitio y a aplicar las leyes pertinentes. )e $usiló a dos ladrones& pero esdudoso que eso (iciera impresión a los otros& pues& en medio de tantos muertos& esas dosejecuciones pasaron inad%ertidas3 eran una #ota de a#ua en el mar. 5 a decir %erdad& escenassemejantes se repitieron con (arta $recuencia sin que las autoridades (iciesen nada por inter%enir. La nica medida que pareció impresionar a todos los (a*itantes $ue la institución deltoque de queda. A partir de las once& la ciudad& (undida en la oscuridad m!s completa& era de

 piedra.8ajo las noc(es de luna& alinea*a sus muros *lancos y sus calles rectil'neas& nunca señaladas

 por la manc(a ne#ra de un !r*ol& nunca tur*adas por las pisadas de un transente ni por el #ritode un perro. La #ran ciudad silenciosa no era entonces m!s que un conjunto de cu*os maci0os

e inertes& entre los cuales las e$i#ies taciturnas de *ien(ec(ores ol%idados o de anti#uos #randes(om*res& a(o#ados para siempre en el *ronce& intenta*an nicamente& con sus $alsos rostros de

 piedra o de (ierro& in%ocar una ima#en des%a'da de lo que (a*'a sido el (om*re. Esos 'dolos

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mediocres impera*an *ajo un cielo pesado& en las encrucijadas sin %ida& *estias insensi*les querepresenta*an a mara%illa el reino inmó%il en que (a*'amos entrado o por lo menos su ordenltimo& el orden de una necrópolis donde la peste& la piedra y la noc(e (u*ieran (ec(o callar&

 por $in& toda %o0."ero la noc(e esta*a tam*in en todos los cora0ones y tanto las %erdades como las leyendas

que se conta*an so*re los entierros no eran como para tranquili0ar a nuestros conciudadanos."ues e%identemente (ay que (a*lar de los entierros& y el cronista pide perdón por ello. 8iensa*e el reproc(e que podr!n (acerle a este respecto& pero su nica justi$icación es que (u*oentierros durante todo este tiempo y que en cierto modo se %io o*li#ado& como se %ieron todosnuestros conciudadanos& a ocuparse de los entierros. No es en a*soluto a$icionado a ese #nerode ceremonias3 pre$iere& por el contrario& la sociedad de los %i%os y& por ejemplo& los *años demar. "ero los *años de mar (a*'an sido suprimidos y la sociedad de los %i%os tem'aconstantemente tener que dejar paso a la sociedad de los muertos. Esta era la e%idencia. ,laroque siempre pod'a uno es$or0arse en no %erla. "od'a uno taparse los ojos y ne#arla& pero lae%idencia tiene una $uer0a terri*le que aca*a siempre por arrastrarlo todo. +Bu medio puede(a*er de rec(a0ar los entierros el d'a en que los seres que am!is necesitan un entierro-

"ues *ien& lo que caracteri0a*a al principio nuestras ceremonias >era la rapide0? =odas las$ormalidades se (a*'an simpli$icado y en #eneral las pompas $ne*res se (a*'an suprimido.Los en$ermos mor'an separados de sus $amilias y esta*an pro(i*idos los rituales %elatorios/ losque mor'an por la tarde pasa*an la noc(e solos y los que mor'an por la mañana eran enterradossin prdida de momento. )e a%isa*a a la $amilia& por supuesto& pero& en la mayor'a de los casos&sta no pod'a despla0arse porque esta*a en cuarentena si (a*'a tenido con ella al en$ermo. Enel caso en que la $amilia no (u*iera estado antes con el muerto& se presenta*a a la (oraindicada& que era la de la partida para el cementerio& despus de (a*er la%ado el cuerpo y(a*erlo puesto en el $retro.

)upon#amos que esta $ormalidad se lle%a*a a ca*o en el (ospital donde tra*aja*a el doctor ieu2. La escuela ten'a una salida por detr!s del cuerpo principal del edi$icio. 4na #ran pie0a

que da*a so*re el corredor esta*a llena de $retros. En el corredor mismo& la $amilia encontra*aun solo $retro ya cerrado. En se#uida se pasa*a a lo m!s importante& es decir& se (ac'a $irmar ciertos papeles al ca*e0a de $amilia. )e car#a*a inmediatamente el cuerpo en un coc(eautomó%il que era o *ien un %erdadero $ur#ón o *ien una am*ulancia trans$ormada. Los

 parientes su*'an en uno de los ta2is toda%'a autori0ados y a toda %elocidad los coc(es %ola*anal cementerio por calles poco cntricas. A la puerta& los #uardias deten'an el con%oy& pon'an unsello en el pase o$icial& sin el cual era imposi*le o*tener lo que nuestros conciudadanosllama*an una ltima morada& se aparta*an y los coc(es i*an a colocarse detr!s de un terrenocuadrado donde mltiples $osas espera*an ser colmadas. 4n cura reci*'a el cuerpo& pues losser%icios $ne*res (a*'an sido suprimidos en la i#lesia. )e saca*a el $retro entre re0os& se le

 pon'an las cuerdas& se le arrastra*a y se le (ac'a desli0ar3 da*a contra el $ondo& el cura a#ita*a

el (isopo y la primera tierra retum*a*a en la tapa. La am*ulancia (a*'a ya partido parasometerse a la desin$ección y& mientras las paletadas de tierra i*an sonando cada %e0 m!ssordamente& la $amilia se amontona*a en el ta2i. 4n cuarto de (ora despus esta*an en su casa.

As'& todo pasa*a con el m!2imo de rapide0 y el m'nimo de peli#ro. 5& sin duda& por lomenos al principio& es e%idente que el sentimiento natural de las $amilias queda*a lastimado."ero& en tiempo de peste& esas son consideraciones que no es posi*le tener en cuenta3 se (a*'asacri$icado todo a la e$icacia. "or lo dem!s& si la moral de la po*lación (a*'a su$rido al

 principio por estas pr!cticas& pues el deseo de ser enterrado decentemente est! m!s e2tendidode lo que se cree& poco despus& por suerte& el pro*lema del a*astecimiento empe0ó a (acersedi$'cil y el inters de los (a*itantes deri%ó (acia las preocupaciones inmediatas. A*sor*idas por la necesidad de (acer colas& de e$ectuar #estiones y llenar $ormalidades si quer'an comer& las

#entes ya no tu%ieron tiempo de pensar en la $orma en que mor'an los otros a su alrededor ni enla que morir'an ellos un d'a. As'& esas di$icultades materiales que parec'an un mal secon%irtieron en una %entaja. 5 todo (u*iera ido *ien si la epidemia no se (u*iera e2tendido

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como ya (emos %isto.Lle#ó a suceder que los $retros $ueron escasos& $altó tela para las mortajas y lu#ar en el

cementerio. u*o que re$le2ionar. Lo m!s simple& siempre por ra0ones de e$icacia& $ue a#rupar las ceremonias y& cuando era necesario& multiplicar los %iajes entre el (ospital y el cementerio.As'& en lo que concierne al ser%icio de ieu2& el (ospital dispon'a en ese momento de cinco$retros/ una %e0 llenos& la am*ulancia los car#a*a. En el cementerio& se %acia*an las cajas. Loscuerpos& color de (errum*re& eran car#ados en an#arillas y espera*an *ajo un co*erti0o&

 preparado con este $in. Los $retros se re#a*an con una solución antisptica& se %ol%'an a lle%ar al (ospital y la operación recomen0a*a tantas %eces como era necesario. La or#ani0ación eramuy *uena y el pre$ecto esta*a satis$ec(o. Incluso le dijo a ieu2 que aquello esta*a mejor quelas carretas de muertos conducidas por ne#ros& tales como s descri*'an en las crónicas de lasanti#uas pestes.

;)' ;dijo ieu2;& el entierro es lo mismo& pero nosotros (acemos $ic(as. El pro#reso esincontesta*le.

A pesar de ese 2ito de la administración& el car!cter desa#rada*le que re%est'an las$ormalidades o*li#ó a la pre$ectura a alejar a las $amilias de las ceremonias. )e tolera*a

nicamente que $ueran a la puerta del cementerio y aun esto no era o$icial. "ues en lo queconcierne a la ltima ceremonia& las cosas (a*'an cam*iado un poco. Al $ondo del cementerio&en un espacio %ac'o& cu*ierto de lentiscos& (a*'an ca%ado dos inmensas $osas. a*'a una paralos (om*res y otra para las mujeres. Desde este punto de %ista las autoridades respeta*an eldecoro y sólo m!s tarde& por la $uer0a de los acontecimientos& este ltimo pudor desapareció yse enterraron en%ueltos& los unos so*re los otros& (om*res y mujeres& sin preocuparse de ladecencia. A$ortunadamente& esta con$usión e2trema alcan0ó solamente los ltimos momentosde la pla#a. En el periodo que nos ocupa la separación de las $osas e2ist'a y la pre$ectura pon'aen ello muc(o empeño. En el $ondo de cada una de ellas una #ruesa capa de cal %i%a (umea*ay (er%'a. Al *orde del a#ujero& un mont'culo de la misma cal deja*a estallar en el aire sus

 *ur*ujas. ,uando los %iajes de la am*ulancia termina*an& se lle%a*an todo el cortejo de las

an#arillas& se deja*an desli0ar (asta el $ondo& unos junto a otros& los cuerpos desnudos y m!s omenos retorcidos& se les cu*r'a con cal %i%a& despus con tierra& pero nada m!s que (asta ciertaaltura& reser%!ndose un espacio para los que (a*'an de lle#ar. Al d'a si#uiente& los parienteseran in%itados a $irmar en un re#istro& lo que marca*a la di$erencia que puede (a*er entre los(om*res y& por ejemplo& los perros3 la compro*ación era siempre posi*le.

"ara todas estas operaciones (ac'a $alta personal y siempre se esta*a a punto de carecer del. :uc(os de los en$ermeros y de los enterradores& al principio o$iciales y despusimpro%isados& murieron de la peste. "or muc(as precauciones que se tomasen& el conta#iolle#a*a un d'a. "ero& *ien mirado& lo m!s asom*roso es que no $altaron nunca (om*res paraesta $aena durante todo el tiempo de la epidemia. El per'odo cr'tico se sintió un poco antes quela peste (u*iera alcan0ado su momento culminante y las inquietudes del doctor ieu2 eran

$undadas. La mano de o*ra no era su$iciente ni para los equipos ni para lo que se llama*a eltra*ajo #rueso. "ero a partir del momento en que la peste se apoderó realmente de la ciudad&entonces su e2ceso mismo arrastró consecuencias muy cómodas& porque desor#ani0ó toda la%ida económica y produjo un #ran nmero de desocupados. La mayor parte no se recluta*a

 para los equipos& pero los tra*ajos m!s #ruesos $ueron siendo $acilitados por ellos. A partir deese momento se %io que la miseria era m!s $uerte que el miedo& tanto m!s cuanto que el tra*ajoesta*a pa#ado en proporción al peli#ro. Los ser%icios sanitarios lle#aron a disponer de una listade solicitantes& y en cuanto una %acante se produc'a se a%isa*a inmediatamente a los primerosde la lista que ;si en el inter%alo no (a*'an causado ellos tam*in una %acante; no deja*an de

 presentarse. As'& pues& el pre$ecto& que (a*'a %acilado durante muc(o tiempo en utili0ar a loscondenados a lar#as penas para ese #nero de tra*ajo& pudo e%itarse lle#ar a ese e2tremo.

)e#n su opinión& mientras (u*iera desocupados& se pod'a esperar.8ien o mal& (asta $ines del mes de a#osto& nuestros conciudadanos pudieron ser conducidos

a su ltima morada& si no decentemente& por lo menos con el su$iciente orden para que la

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administración tu%iera la tranquilidad de conciencia de cumplir con su de*er. "ero (ay queanticipar al#o so*re la continuación de los (ec(os para relatar los ltimos procedimientos a que(u*o que recurrir. El #rado en que la peste se mantu%o a partir del mes de a#osto so*repasa*acon muc(o en la acumulación de %'ctimas a las posi*ilidades que o$rec'a nuestro pequeñocementerio. De nada sir%ió tirar lien0os de pared& a*rir a los muertos una puerta de escape(acia los terrenos cercanos3 (u*o que aca*ar por encontrar otra cosa. "rimero& se decidióenterrar por la noc(e& lo que dispensa*a de tener ciertos miramientos. )e pod'a amontonar loscuerpos cada %e0 m!s numerosos en las am*ulancias. 5 los raros paseantes retrasados que&contra%iniendo la re#la& anda*an por los *arrios e2tremos despus del toque de queda& oaquellos que eran lle%ados all' por su o$icio& encontra*an a %eces lar#as $ilas de am*ulanciasque pasa*an a toda marc(a (aciendo resonar& con su tim*re sin %i*ración& las calles %ac'as de lanoc(e. Los cuerpos eran arrojados en las $osas apresuradamente. No (a*'an terminado de caer cuando las paletadas de cal se desparrama*an so*re sus rostros y la tierra les cu*r'aanónimamente en los (oyos que se ca%a*an cada %e0 m!s pro$undos.

"oco m!s tarde (u*o que *uscar otra salida. 4na disposición de la pre$ectura e2propió a losocupantes de concesiones a perpetuidad y todos los restos e2(umados $ueron al (orno

crematorio. "ero pronto (u*o que conducir a los muertos mismos de la peste a la cremación.Entonces (u*o que utili0ar el anti#uo (orno de incineración que se encontra*a al este de laciudad& $uera de las puertas. )e lle%ó m!s lejos el piquete de la #uardia y un empleado delayuntamiento $acilitó muc(o la tarea de las autoridades aconsejando que se utili0aran lostran%'as que lle#a*an al paseo del mirador y que se encontra*an a(ora sin empleo. ,on este $inse acondicionó el interior de los coc(es y de los remolques quitando los asientos y se lle%ó la%'a en dirección al (orno que lle#ó a ser un $inal del trayecto.

5 durante los ltimos d'as del %erano& como *ajo las llu%ias del otoño& se pudo %er a lo lar#odel mirador& en el cora0ón de la noc(e& pasar e2traños con%oyes de tran%'as sin %iajeros

 *am*ole!ndose so*re el mar. Los (a*itantes aca*aron por sa*er lo que era. 5 a pesar de las patrullas que imped'an el acceso al mirador& al#unos #rupos lle#a*an a trepar muc(as %eces por 

las rocas cortadas a pico so*re las olas y arroja*an $lores al paso de los tran%'as. Los %e('culostraquetea*an en la noc(e de %erano& con su car#amento de $lores y de muertos."or la mañana& los primeros d'as& un %apor espeso y nausea*undo planea*a so*re los *arrios

orientales de la ciudad. )e#n la opinión de todos los mdicos& aquellas e2(alaciones& aunquedesa#rada*les& no pod'an perjudicar a nadie. "ero los (a*itantes de aquellos *arriosamena0a*an con a*andonarlos& persuadidos de que la peste se a*atir'a so*re ellos desde lo altodel cielo& de tal modo que (u*o que diri#ir (acia otra parte los (umos por medio de un sistemade complicadas canali0aciones y los %ecinos se calmaron. )ólo los d'as de muc(o %iento un%a#o olor les recorda*a que esta*an instalados en un nue%o orden y que las llamas de la pestede%ora*an su ración todas las noc(es.

Estas $ueron las m!2imas consecuencias de la epidemia. "ero $ue suerte que no creciese

m!s& porque se (u*iera podido temer que el in#enio de nuestros *urócratas& las disposicionesde la pre$ectura e incluso la capacidad de a*sorción del (orno lle#asen a ser so*repasados.ieu2 sa*'a que se (a*'an pre%isto soluciones desesperadas para ese caso& tales como arrojar los cad!%eres al mar& e ima#ina*a $!cilmente su espuma monstruosa so*re el a#ua a0ul. )a*'atam*in que si las estad'sticas se#u'an su*iendo& nin#una or#ani0ación& por e2celente que$uese& podr'a resistir/ sa*'a que los (om*res aca*ar'an por morir amontonados y por pudrirseen las calles& a pesar de la pre$ectura/ y que la ciudad %er'a en las pla0as p*licas a losa#oni0antes a#arr!ndose a los %i%os con una me0cla de odio le#'timo y de estpida esperan0a.

Este era el #nero de e%idencia y de aprensiones que manten'a en nuestros conciudadanos elsentimiento de su destierro y su separación. A este respecto& el cronista sa*e per$ectamente lolamenta*le que es no poder relatar aqu' nada que sea realmente espectacular& como por ejemplo

al#n (roe recon$ortante o al#una acción deslum*rante& parecidos a los que se encuentran enlas narraciones anti#uas. 5 es que nada es menos espectacular que una peste& y por su duraciónmisma las #randes des#racias son monótonas. En el recuerdo de los que los (an %i%ido& los d'as

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terri*les de la peste no aparecen como una #ran (o#uera intermina*le y cruenta& sino m!s *iencomo un ininterrumpido pisoteo que aplasta todo a su paso.

 No& la peste no ten'a nada que %er con las im!#enes arre*atadoras que (a*'an perse#uido aldoctor ieu2 al principio de la epidemia. Era ante todo una administración prudente eimpeca*le de *uen $uncionamiento. As' pues& dic(o sea entre parntesis& por no traicionar naday so*re todo por no traicionarse a s' mismo& el cronista (a tendido a la o*jeti%idad. No (aquerido modi$icar casi nada en *ene$icio del arte& e2cepto en lo que concierne a lasnecesidades elementales de un relato co(erente. 5 es la o*jeti%idad misma lo que le o*li#a adecir a(ora que si el #ran su$rimiento de esta poca& tanto el m!s #eneral como el m!s

 pro$undo& era la separación& y si es indispensa*le en consecuencia dar una nue%a descripciónde l en este estudio de la peste& no es menos %erdadero que este mismo su$rimiento perd'a entales circunstancias muc(o de su patetismo.

 Nuestros conciudadanos& aquellos que (a*'an su$rido m!s con la separación& +sacostum*raron a una situación tal- No ser'a enteramente justo con$irmarlo. )er'a m!s e2actodecir que su$r'an un descarnamiento tanto moral como $'sico. Al principio de la peste seacorda*an muy *ien del ser que (a*'an perdido y lo añora*an. "ero si recorda*an claramente el

rostro amado& su risa& tal o cual d'a en que reconoc'an (a*er sido dic(osos& di$'cilmente pod'anima#inar lo que el otro estar'a (aciendo en el momento mismo en que lo e%oca*an& en lu#aresya tan remotos. En suma& en ese momento no les $alta*a la memoria& pero la ima#inación lesera insu$iciente. En el se#undo estadio de la peste aca*ar'an perdiendo la memoria tam*in. Noes que (u*iesen ol%idado su rostro& no& pero s' al#o que es lo mismo/ ese rostro (a*'a perdidosu carne& no lo %e'an ya en su interior. 5 (a*indose quejado durante las primeras semanas deque su amor ten'a que entenderse nicamente con som*ras& se dieron cuenta& poco a poco& deque esas mismas som*ras pod'an lle#ar a descarnarse m!s& perdiendo (asta los 'n$imos coloresque les da*a el recuerdo. Al $inal de aquel lar#o tiempo de separación& ya no pod'an ima#inar la intimidad que (a*'a (a*ido entre ellos ni el (ec(o de que (u*iese podido %i%ir a su lado unser so*re quien pod'an en todo momento poner la mano.

Desde este punto de %ista& todos lle#aron a %i%ir la ley de la peste& m!s e$ica0 cuanto m!smediocre. Ni uno entre nosotros ten'a #randes sentimientos. "ero todos e2perimenta*ansentimientos monótonos. 65a es (ora de que esto termine6& dec'an& porque en tiempo de pestees normal *uscar el $in del su$rimiento colecti%o y porque& de (ec(o& desea*an que terminase."ero todo se dec'a sin el ardor ni la actitud de los primeros tiempos& se dec'a sólo con las pocasra0ones que nos queda*an toda%'a claras y que eran muy po*res. Al #rande y $urioso impulsode las primeras semanas (a*'a sucedido un decaimiento que (u*iera sido erróneo tomar por resi#nación& pero que no deja*a de ser una especie de consentimiento pro%isional.

 Nuestros conciudadanos se (a*'an puesto al comp!s de la peste& se (a*'an adaptado& comose dice& porque no (a*'a medio de (acer otra cosa. =oda%'a ten'an la actitud que se tiene ante lades#racia o el su$rimiento& pero ya no eran para ellos pun0antes. El doctor ieu2 considera*a

que& justamente& esto era un desastre& porque el (!*ito de la desesperación es peor que ladesesperación misma. Antes& los separados no eran tan in$elices porque en su su$rimiento (a*'aun $ue#o que a(ora ya se (a*'a e2tin#uido. En el presente& se les %e'a en las esquinas& en losca$s o en casa de los ami#os& pl!cidos y distra'dos& con miradas tan llenas de tedio que& por culpa de ellos& toda la ciudad parec'a una sala de espera. Los que ten'an un o$icio cumpl'an conl en el estilo mismo de la peste3 meticulosamente y sin *rillo. =odo el mundo era modesto. "or 

 primera %e0 los separados (a*la*an del ausente sin escrpulos& no ten'an incon%enientes enemplear el len#uaje de todos& en considerar su separación en$oc!ndola como a las estad'sticasde la epidemia. asta all' (a*'an (urtado $uriosamente su su$rimiento a la des#racia colecti%a&

 pero a(ora acepta*an la con$usión. )in memoria y sin esperan0a& %i%'an instalados en el presente. A decir %erdad& todo se %ol%'a presente. La peste (a*'a quitado a todos la posi*ilidad

de amor e incluso de amistad. "ues el amor e2i#e un poco de por%enir y para nosotros no (a*'aya m!s que instantes.

,laro est! que nada de eso era a*soluto. "orque si es cierto que todos los que esta*an

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separados lle#aron a este estado& (ay que reconocer que no lle#aron todos al mismo tiempo ytam*in que& una %e0 instalados en esta nue%a actitud& (a*'a rel!mpa#os& retrocesos& momentosde s*ita lucide0 que %ol%'an a darles una sensi*ilidad m!s jo%en y m!s dolorosa. 8asta*a quelle#asen a uno de esos momentos de distracción en que se pon'an a (acer al#n proyecto queimplica*a el trmino de la peste. 8asta*a que sintiesen m!s pesadamente& a causa de cualquier com*inación de ideas& la $uer0a de unos celos sin moti%o. Otros ten'an tam*in inesperadosrenacimientos& sal'an de su sopor ciertos d'as de la semana& el domin#o& naturalmente& y els!*ado por la tarde& porque esos d'as esta*an consa#rados a ciertos ritos en tiempo del ausente.O tam*in& con cierta melancol'a& al caer la tarde& les lle#a*a la ad%ertencia no siemprecon$irmada& de que i*a a %ol%erles la memoria. Esta (ora de la tarde& que para los creyentes esla (ora del e2amen de conciencia& es dura para el prisionero o el e2iliado que no tiene quee2aminar m!s que el %ac'o. Bueda*an un momento suspendidos de ella& despus %ol%'an a laaton'a y se encerra*an en la peste.

5a queda*a e2plicado que todo consist'a en renunciar a lo que (a*'a en ellos de m!s personal. :ientras que en los primeros tiempos de la peste eran (eridos por una multitud de pequeñeces que conta*an muc(o para ellos y nada para los otros& y (ac'an as' la e2periencia de

la %ida personal& a(ora& por el contrario& no se interesa*an sino en lo que interesa*a a los otros& No ten'an m!s que ideas #enerales y su amor mismo (a*'a tomado para ellos la $isonom'a m!sa*stracta. A tal punto esta*an a*andonados a la peste que a %eces les suced'a no esperar sino ensu sueño y se sorprend'an pensando3 6>Los *u*ones y aca*ar de una %e0?6 "ero& en %erdad& yaesta*an dormidos/ todo aquel tiempo $ue como un lar#o sueño. La ciudad esta*a llena dedormidos despiertos que no escapa*an realmente a su suerte sino esas pocas %eces en que& por la noc(e& su (erida& en apariencia cerrada& se a*r'a *ruscamente. 5 despertados por ella con unso*resalto& tantea*an con una especie de distracción sus la*ios irritados& %ol%iendo a encontrar en un rel!mpa#o su su$rimiento& s*itamente reju%enecido& y& con l& el rostro acon#ojado desu amor. "or la mañana %ol%'an a la pla#a& esto es& a la rutina.

"ero& se dir!& esos separados& +qu aspecto ten'an- "ues *ien no ten'an nin#n aspecto

 particular. O si se quiere& ten'an el mismo aspecto de los dem!s& un aspecto enteramente#eneral. ,ompart'an la placide0 y las a#itaciones pueriles de la ciudad. "erd'an la aparienciadel sentido cr'tico adquiriendo la apariencia de la san#re $r'a. )e pod'a %er& por ejemplo& a losm!s inteli#entes (aciendo como que *usca*an& al i#ual de todo el mundo& en los periódicos oen las emisiones de radio& ra0ones para creer en un r!pido $in de la peste& para conce*ir esperan0as quimricas o e2perimentar temores sin $undamento ante la lectura de ciertasconsideraciones que cualquier periodista (a*'a escrito al a0ar& *oste0ando de a*urrimiento. "or lo dem!s& *e*'an cer%e0a o cuida*an en$ermos& (ol#a0anea*an o tra*aja*an (asta a#otarse.,lasi$ica*an $ic(as o pon'an discos& sin di$erenciarse en nada los unos de los otros. Dic(o deotro modo& no esco#'an nada. La peste (a*'a suprimido las ta*las de %alores. 5 esto se %e'a&so*re todo& en que nadie se preocupa*a de la calidad de los trajes ni de los alimentos. =odo se

acepta*a en *loque."odemos decir& para terminar& que los separados ya no ten'an aquel curioso pri%ile#io que al

 principio los preser%a*a. a*'an perdido el e#o'smo del amor y el *ene$icio que con$orta.A(ora& al menos& la situación esta*a clara3 la pla#a alcan0a*a a todo el mundo. =odos nosotrosen medio de las detonaciones que estalla*an a las puertas de la ciudad& entre los c(oques queacompasa*an nuestra %ida o nuestra muerte& en medio de los incendios y de las $ic(as& delterror y de las $ormalidades& empla0ados a una muerte i#nominiosa pero re#istrada& entre los(umos espantosos y los tim*res impasi*les de las am*ulancias& nos aliment!*amos con elmismo pan de e2ilio& esperando sin sa*erlo la misma reunión y la misma pa0 conmo%edora.

 Nuestro amor esta*a siempre a('& sin duda& pero sencillamente no era utili0a*le& era pesado delle%ar& inerte en el $ondo de nosotros mismos& estril como el crimen o la condenación. No era

m!s que una paciencia sin por%enir y una esperan0a o*stinada. 5 desde este punto de %ista& laactitud de al#unos de nuestros conciudadanos era como esas lar#as colas en los cuatroe2tremos de la ciudad& a la puerta de los almacenes de productos alimenticios. Era la misma

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resi#nación y la misma lon#animidad a la %e0 ilimitada y sin ilusiones. a*'a solamente quelle%ar este sentimiento a una escala mil %eces mayor en lo que concierne a la separación&

 porque en ese caso se trata*a de otra (am*re y que pod'a de%orarlo todo.En ltimo caso& si se quiere tener una idea justa del estado de !nimo en que se encontra*an

los separados en Oran& (ay que e%ocar de nue%o esas eternas tardes doradas y pol%orientas queca'an so*re la ciudad sin !r*oles mientras que (om*res y mujeres se desparrama*an por todaslas calles. "ues& e2trañamente& lo que su*'a entonces (asta las terra0as& toda%'a soleadas& en laausencia de los ruidos de coc(es y de m!quinas que son de ordinario el len#uaje de lasciudades& no era m!s que un enorme rumor de pasos y de %oces sordas& el doloroso desli0arsede miles de suelas ritmado por el sil*ido de la pla#a en el cielo car#ado& un pisoteointermina*le y so$ocante& en $in& que i*a llenando toda la ciudad y que cada tarde da*a su %o0m!s $iel& y m!s mortecina& a la o*stinación cie#a que en nuestros cora0ones reempla0a*aentonces al amor.

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Durante los meses de setiem*re y octu*re toda la ciudad %i%ió do*le#ada a la peste.,entenares de miles de (om*res da*an %ueltas so*re el mismo lu#ar& sin a%an0ar un paso&durante semanas intermina*les. La *ruma& el calor y la llu%ia se sucedieron en el cielo.8andadas silenciosas de estorninos y de tordos& que %en'an del mar& pasa*an muy alto dandoun rodeo& como si el a0ote de "anelou2& la e2traña lan0a de madera que sil*a*a& %olteada so*relas casas& los mantu%iese alejadas. A principios de octu*re& #randes a#uaceros *arrieron lascalles. 5 durante este tiempo no se produjo nada que no $uese ese continuo dar %ueltas sina%an0ar.

ieu2 y sus ami#os descu*rieron entonces (asta qu punto esta*an cansados. En realidad&los (om*res de los equipos sanitarios no lo#ra*an ya di#erir el cansancio. El doctor ieu2 lonota*a al o*ser%ar en sus ami#os y en l mismo los pro#resos de una rara indi$erencia. "or ejemplo& los (om*res que (asta entonces (a*'an demostrado un inters tan %i%o por todas lasnoticias de la peste dejaron de preocuparse de ella por completo. am*ert& a quien (a*'anencar#ado pro%isionalmente de diri#ir una de las residencias de cuarentena instalada desde

(ac'a poco en su (otel& conoc'a per$ectamente el nmero de los que ten'a en o*ser%ación.Esta*a al corriente de los menores detalles del sistema de e%acuación inmediata que (a*'aor#ani0ado para los que presenta*an s*itamente s'ntomas de la en$ermedad& pero era incapa0de decir la ci$ra semanal de las %'ctimas de la peste& i#nora*a realmente si sta a%an0a*a oretroced'a. "ese a todo %i%'a con la esperan0a de una e%asión pró2ima.

En cuanto a los otros& a*sor*idos en su tra*ajo d'a y noc(e& no le'an periódicos niescuc(a*an radio. 5 si se comenta*a con ellos los resultados de la semana (ac'an como si seinteresaran& pero en el $ondo lo aco#'an todo con esa indi$erencia distra'da que se supone en loscom*atientes de las #randes #uerras& a#otados por el es$uer0o& pendientes sólo de nodes$allecer en su de*er cotidiano& sin esperar ni la operación decisi%a ni el d'a del armisticio.

Mrand& que continua*a (aciendo los c!lculos necesarios& (u*iera sido se#uramente incapa0

de in$ormar so*re los resultados #enerales. Al contrario de =arrou& de am*ert y de ieu2&siempre duros para el cansancio& no (a*'a tenido nunca *uena salud. 5 sin em*ar#o acumula*aso*re sus o*li#aciones de au2iliar del Ayuntamiento& la secretar'a de los equipos de ieu2 y&adem!s& sus tra*ajos nocturnos. As' esta*a siempre en continuo estado de a#otamiento&sostenido por dos o tres ideas $ijas tales como la de prometerse unas %acaciones completasdespus de la peste& durante una semana por lo menos& y tra*ajar entonces de modo positi%o enlo que ten'a entre manos& (asta lle#ar a 6a*ajo el som*rero6. )u$r'a tam*in *ruscosenternecimientos y en esas ocasiones se pon'a a (a*larle a ieu2 de Ceanne& pre#unt!ndosedónde podr'a estar en aquel momento y si al leer el periódico lo recordar'a. En una de estascon%ersaciones que sosten'a con l& ieu2 mismo se sorprendió un d'a (a*lando de su propiamujer en el tono m!s tri%ial& cosa que no (a*'a (ec(o nunca. No esta*a muy se#uro de la

%eracidad de los tele#ramas que ella le pon'a& siempre tranquili0adores. 5 se (a*'a decidido atele#ra$iar al director del sanatorio. ,omo respuesta (a*'a reci*ido la noti$icación de unretroceso en el estado de la en$erma& ase#ur!ndole& al mismo tiempo& que se emplear'an todoslos medios para contener el mal. )e (a*'a reser%ado esta noticia y sólo por el cansancio pod'ae2plicarse que se la (u*iera con$iado a Mrand en aquel momento. Despus de (a*larle deCeanne& Mrand le (a*'a pre#untado por su mujer y ieu2 le (a*'a respondido. Mrand (a*'adic(o3 64sted ya sa*e que eso a(ora se cura muy *ien.6 5 ieu2 (a*'a asentido& diciendosimplemente que la separación empe0a*a a ser demasiado lar#a& y que l (u*iera podidoayudar a su mujer a triun$ar de la en$ermedad& mientras que a(ora ten'a que sentirseenteramente sola. Despus se (a*'a callado y (a*'a respondido e%asi%amente a las pre#untas deMrand.

Los otros esta*an en el mismo estado. =arrou resist'a mejor& pero sus cuadernos demuestranque si su curiosidad no se (a*'a (ec(o menos pro$unda& (a*'a perdido& en cam*io& sudi%ersidad. Durante todo ese per'odo lle#ó a no interesarse m!s que por ,ottard. "or la noc(e&

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en casa de ieu2& donde aca*ó por instalarse cuando con%irtieron el (otel en casa decuarentena& apenas escuc(a*a a Mrand o al doctor cuando comenta*an los resultados del d'a.Lle%a*a en se#uida la con%ersación (acia los pequeños detalles de la %ida oranesa& que#eneralmente les preocupa*an.

En cuanto a ,astel& el d'a en que %ino a anunciar al doctor que el suero esta*a preparado&despus que (u*ieron decidido (acer la primera prue*a en el niño del señor Ot(on& cuyo caso

 parec'a desesperado& ieu2 empe0ó a comunicarle las ltimas estad'sticas& cuando se diocuenta de que su %iejo ami#o se (a*'a quedado pro$undamente dormido en la *utaca. 5 anteeste rostro& en el que siempre (a*'a al#o de dul0ura y de iron'a que le da*an una perpetua

 ju%entud& a(ora s*itamente a*andonado& con un (ilo de sali%a asom!ndole en los la*iosentrea*iertos& dejando %er todo su des#aste y su %eje0& ieu2 sintió que se le apreta*a la#ar#anta.

"or todas estas de*ilidades ieu2 calcula*a las dimensiones de su cansancio. )usensi*ilidad se desmanda*a. Encadenada la mayor parte del tiempo& endurecida y desecada&estalla*a de cuando en cuando& dej!ndole entre#ado a emociones que no pod'a dominar. )unica de$ensa era encerrarse en ese endurecimiento& apretar el nudo que se (a*'a $ormado

dentro de l. )a*'a con certe0a que esta era la nica manera de continuar. "or lo dem!s& noten'a muc(as ilusiones y el cansancio le quita*a las pocas que le queda*an. "ues sa*'a que aun&durante un per'odo cuyo trmino no pod'a entre%er& su misión no era curar& sino nicamentedia#nosticar. Descu*rir& %er& descri*ir& re#istrar& y despus desa(uciar& esta era su tarea. a*'amujeres que le co#'an la mano #ritando3 6>Doctor& dle usted la %ida?6 "ero l no esta*a all'

 para dar la %ida sino para ordenar el aislamiento. +A qu conduc'a el odio que le'a entonces enlas caras- 6No tiene usted cora0ón6& le (a*'an dic(o un d'a/ sin em*ar#o ten'a un cora0ón. Leser%'a para soportar las %einte (oras diarias que pasa*a %iendo morir a (om*res que esta*an(ec(os para %i%ir. Le ser%'a para recomen0ar todos los d'as/ pero eso s'& sólo ten'a lo su$iciente

 para eso. +,ómo pretender que le alcan0ase para dar la %ida- No& no era su socorro lo que distri*u'a a lo lar#o del d'a& eran meros in$ormes. A eso no se le

 pod'a llamar un o$icio de (om*re. "ero& despus de todo& +a quin entre toda esa muc(edum*reaterrori0ada se le deja*a la $acultad de ejercer un o$icio de (om*re- A decir %erdad& era unasuerte que e2istiese el cansancio. )i ieu2 (u*iera estado m!s entero& este olor de muertedi$undido por todas partes (u*iera podido %ol%erle sentimental. "ero cuando no se (a dormidom!s que cuatro (oras no se es sentimental. )e %en las cosas como son& es decir& que se las %ese#n la justicia& se#n la odiosa e irrisoria justicia. 5 los otros& los desa(uciados& lo sa*'an

 per$ectamente& ellos tam*in. Antes de la peste lo reci*'an siempre como a un sal%ador. l pod'a arre#larlo todo con tres p'ldoras y una jerin#a y le apreta*an el *ra0o al acompañarlo por los pasillos. Era (ala#ador pero peli#roso. A(ora& por el contrario& se presenta*a con unaescolta de soldados y (a*'a que empe0ar a culata0os con la puerta para que la $amilia sedecidiese a a*rir. A(ora querr'an arrastrarlo y arrastrar con ellos a la (umanidad entera (acia la

muerte. >A(? Era *ien cierto que los (om*res no se puedan pasar sin los (om*res& era *iencierto que tan desamparado esta*a l como aquellos des#raciados y que l tam*in merec'aaquel estremecimiento de piedad que cuando se aparta*a de ellos deja*a crecer en s' mismo.

Estos eran& por lo menos durante aquellas intermina*les semanas& los pensamientos que eldoctor ieu2 re%ol%'a en su ca*e0a me0clados a los que atañ'an a su separación& y eran tam*inlos mismos que %e'a re$lejarse en las caras de sus ami#os. "ero el e$ecto m!s peli#roso dela#otamiento que #ana*a& poco a poco& a todos los que manten'an esta luc(a contra la pla#a& noera esta indi$erencia ante los acontecimientos e2teriores o ante los testimonios de los otros&sino el a*andono a que se entre#a*an. a*'an lle#ado a e%itar todos los mo%imientos que no$ueran indispensa*les o que les pareciesen superiores a sus $uer0as. As' lle#aron a a*andonar&cada %e0 m!s $recuentemente& las re#las de (i#iene que ten'an proscriptas& a ol%idar al#unas de

las numerosas desin$ecciones que de*'an practicar so*re ellos mismos& a correr& sin preca%ersecontra el conta#io& (acia los atacados de peste pulmonar& porque& a%isados en el ltimomomento para acudir a las casas in$ectadas& les (a*'a parecido a#otador ir primero al local

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donde se (ac'an las instalaciones necesarias. En esto esta*a el %erdadero peli#ro& pues era laluc(a misma contra la peste la que los (ac'a m!s %ulnera*les a ella. Lo deja*an todo al a0ar yel a0ar no tiene miramientos con nadie.

)in em*ar#o& (a*'a un (om*re en la ciudad que no parec'a a#otado ni descora0onado y quese#u'a siendo la %i%a ima#en de la satis$acción. Ese (om*re era ,ottard. )a*'a mantenerseapartado de todo y continuar sus relaciones con los dem!s& pero so*re todo procura*a %er a=arrou lo m!s $recuentemente que el tra*ajo de ste se lo permit'a& en parte porque =arrouesta*a *ien in$ormado so*re su caso& en parte porque le aco#'a siempre con una cordialidadinaltera*le. Era un continuo mila#ro/ =arrou& a pesar del tra*ajo que reali0a*a& se#u'a siempreama*le y atento. Incluso cuando ciertas noc(es lle#a*a a aplastarle el cansancio& encontra*a ald'a si#uiente una nue%a ener#'a. 6,on l ;(a*'a dic(o ,ottard a am*ert; se puede (a*lar 

 porque es un (om*re. )iempre est! uno se#uro de ser comprendido.6"or esta ra0ón& las notas de =arrou que corresponden a esa poca recaen poco a poco so*re

el personaje ,ottard. =arrou (a procurado dar un cuadro de las reacciones y las re$le2iones de,ottard& tal como le (a*'an sido con$iadas por ste o tal como l las (a*'a interpretado. 8ajo elep'#ra$e 6elaciones de ,ottard con la peste6 este cuadro ocupa unas cuantas p!#inas del

cuaderno y el cronista cree con%eniente dar aqu' un resumen. La opinión #eneral de =arrouso*re el pequeño rentista se resum'a en este juicio3 6Es un personaje que crece.6 )e#n lasapariencias& crec'a tam*in su *uen (umor. Esta*a satis$ec(o del #iro que toma*an losacontecimientos. A %eces e2presa*a el $ondo de su pensamiento ante =arrou con laso*ser%aciones de este #nero3 6E%identemente& esto no %a mejor. "ero por momentos& todo elmundo est! en el lio.6

6Est! claro& añade =arrou& l est! amena0ado como los otros pero justamente lo est! con losotros. 5 adem!s cree seriamente& estoy se#uro de ello& que no puede ser alcan0ado por la peste.)e apoya so*re la idea& que no es tan tonta como parece& de que un (om*re que es presa de una#ran en$ermedad o de una pro$unda an#ustia queda por ello mismo a sal%o de todas las otrasan#ustias o en$ermedades. +a o*ser%ado usted& me dice& que no puede uno acumular 

en$ermedades- )upón#ase que tu%iese una en$ermedad #ra%e o incura*le& un c!ncer serio o una *uena tu*erculosis/ no pescar! usted nunca el ti$us o la peste/ es imposi*le. 5 la cosa lle#a m!slejos. No (a*r! %isto nunca morir a un canceroso de un accidente de automó%il. @erdadera o$alsa& esta idea pone a ,ottard de *uen (umor. Lo nico que no quiere es ser separado de losdem!s. "re$iere estar sitiado con todos los otros a estar preso solo. ,on la peste se aca*aron lasin%esti#aciones secretas. Los e2pedientes& las $ic(as& las in$ormaciones misteriosas y losarrestos inminentes. "ropiamente (a*lando& se aca*ó la polic'a& se aca*aron los cr'menes

 pasados o actuales& se aca*aron los culpa*les. No (ay m!s que condenados que esperan el m!sar*itrario de los indultos y& entre ellos& los polic'as mismos. As' ,ottard& siempre se#n lainterpretación de =arrou& esta*a dispuesto a considerar los s'ntomas de an#ustia y de con$usiónque representa*an nuestros conciudadanos con una satis$acción indul#ente y comprensi%a que

 pod'a e2presarse por un3 6>Bu %a usted a decirme?& eso yo ya lo (e pasado.665o me (e es$or0ado en (acerle comprender que la nica manera de no estar separado de los

otros era tener la conciencia tranquila3 me (a mirado mali#namente& y me (a dic(o3 Entonces&se#n eso& nadie est! nunca con nadie. 5 despus3 "uede usted creerlo& yo se lo ase#uro. Elnico medio de (acer que las #entes estn unas con otras es mandarles la peste. 5 si no& mireusted a su alrededor. En %erdad comprendo *ien lo que quiere decir y comprendo que le

 pare0ca cómoda la %ida que lle%amos. +,ómo no reconocer'a en los que pasan junto a l lasreacciones que antes tu%o l mismo/ la tentati%a que (ace cada uno de lo#rar que todo elmundo est con l& la ama*ilidad que se desplie#a para in$ormar a un transente desorientado&cuando antes sólo se le mani$esta*a mal (umor/ la precipitación de la #ente (acia losrestaurantes de lujo& la satis$acción que tienen de encontrarse y permanecer all'/ la a$luencia

desordenada que $orma cola todos los d'as en el cine& que llena todas las salas de espect!culosy los dancin#s mismos& que se reparte como una marea desencadenada en todos los lu#ares

 p*licos/ el ec(arse atr!s ante cualquier contacto& y el apetito de calor (umano& sin em*ar#o&

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que impulsa a los (om*res unos (acia otros& los codos (acia los codos& los se2os (acia losse2os- ,ottard (a conocido todo eso antes que ellos& es e%idente. E2cepto las mujeres& porquecon su cara... 5 supon#o que cuando se le (aya ocurrido ir a *uscar prostitutas& (a*r! desistido

 por temor a la mala $ama que ello pudiera acarrearle6.6En resumen& la peste lo (a sepultado *ien. De un (om*re que era solitario sin querer serlo&

(a (ec(o un cómplice. "ues es& %isi*lemente& un cómplice y lo es con delectación. Es cómplicede todo lo que %e& de las supersticiones& de los errores irra0onados& de las suscepti*ilidades detodas esas almas alertas/ de su enloquecimiento y su palide0 al menor dolor de ca*e0a& puestoque sa*en que la en$ermedad empie0a por esos dolores& y de su sensi*ilidad irritada&suscepti*le& inesta*le& en $in& que trans$orma en o$ensas los ol%idos y que se a$li#e por la

 prdida de un *otón.6=arrou sal'a $recuentemente con ,ottard y despus conta*a en sus cuadernos cómo se

(und'an en la multitud som*r'a& de los crepsculos o de las noc(es& (om*ro con (om*ro&sumer#indose en una masa *lanca y ne#ra en la que& de cuando en cuando& ca'an los escasosresplandores de al#una l!mpara y acompañando al re*año (umano (acia los placeres ardorososque lo sal%a*an del $r'o de la peste. Lo que ,ottard *usca*a meses antes en los lu#ares

 p*licos& el lujo& la %ida desa(o#ada& todo lo que soña*a sin poder alcan0ar& es decir& el placer desen$renado& un pue*lo entero se entre#a*a a(ora a l. Aunque el precio de todo su*'ainconteni*lemente& nunca se (a*'a mal#astado tanto dinero& y aunque a la mayor parte le$alta*a lo necesario& nunca se (a*'a despil$arrado m!s lo super$luo. =odos los jue#osaumenta*an& mantenidos por ociosos que eran m!s *ien cesantes. =arrou y ,ottard se#u'an a%eces durante lar#o rato a al#una de esas parejas que antes procura*an ocultar lo que les un'a yque a(ora& apretados una contra otro& pasea*an o*stinadamente a tra%s de la ciudad& sin %er lamuc(edum*re que les rodea*a& con la distracción un poco est!tica de las #randes pasiones.,ottard se enternec'a3 6>A(& son ma#n'$icos?6 ;dec'a;. 5 (a*la*a alto& se esponja*a en mediode la $ie*re colecti%a& de las propinas re#ias que sona*an a su alrededor y de las intri#as que searma*an ante sus ojos.

)in em*ar#o& =arrou cre'a que (a*'a poca maldad en la actitud de ,ottard. )u 6eso yo ya lo(e pasado6 indica*a m!s des#racia que triun$o. 65o creo ;dec'a =arrou; que empie0a a sentir al#o de amor por estos (om*res& presos entre el cielo y los muros de su ciudad. "or ejemplo&creo que de *uena #ana les e2plicar'a si pudiera que la cosa no es tan (orri*le3 5a los oyeusted& me dijo un d'a& ya los oye usted3 despus de la peste (ar esto& despus de la peste (aresto otro... )e en%enenan la e2istencia en %e0 de estar tranquilos. 5 no se dan cuenta de las%entajas que tienen. +Es que yo podr'a decir3 despus de mi condena (ar esto o lo otro- Lacondena es un principio no es un $in. :ientras que la peste... +Buiere usted sa*er mi opinión-)on des#raciados porque no se despreocupan. 5o s lo que di#o.

6E%identemente& l sa*e lo que dice& añade =arrou. l %alora en su justo precio lascontradicciones de los (a*itantes de Oran& que aunque sienten pro$undamente la necesidad de

un calor que los una& no se a*andonan a ella por la descon$ian0a que aleja a los unos de losotros. =odo el mundo sa*e *ien que no se puede tener con$ian0a en su %ecino& que es capa0 dedarle la peste sin que lo note y de apro%ec(arse de su a*andono para in$icionarle. ,uando unose (a pasado los d'as& como ,ottard& %iendo posi*les delatores en todos aquellos cuyacompañ'a sin em*ar#o *usca*a& se puede comprender ese sentimiento. )e est! muy *ien entre#entes que %i%en en la idea de que la peste& de la noc(e a la mañana& puede ponerles la mano enel (om*ro y de que acaso est! ya prepar!ndose a (acerlo en el momento mismo en que uno se%ana#loria de estar sano y sal%o. En la medida de lo posi*le l est! a su #usto en medio delterror. "ero precisamente& porque l (a sentido todo esto antes que ellos& yo creo que no puedee2perimentar enteramente con ellos toda la crueldad de esta incertidum*re. En suma& al mismotiempo que nosotros& los que toda%'a no (emos muerto de la peste& l sa*e que su li*ertad y su

%ida est!n tam*ien a dos pasos de ser destruidos. "ero puesto que l (a %i%ido en el terror&encuentra normal que los otros lo cono0can a su turno. :!s e2actamente& el terror le parece as'menos pesado de lle%ar que si estu%iese solo. En esto es en lo que est! equi%ocado y porque es

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m!s di$'cil de comprender que otros. "ero& despus de todo& es por eso por lo que merece m!sque otros que se intente comprenderlo.6

En $in& las p!#inas de =arrou terminan con un relato que ilustra la conciencia sin#ular quein%ad'a al mismo tiempo a ,ottard y a los pest'$eros. Este relato reconstruye& poco m!s omenos& la atmós$era di$'cil de la poca y por esto el cronista le asi#na muc(a importancia.

a*'an ido a la ópera :unicipal donde da*an el Orfeo de MlRcQ. Era ,ottard el que (a*'ain%itado a =arrou. La compañ'a (a*'a %enido al principio de la peste para dar unasrepresentaciones en nuestra ciudad. 8loqueada por la en$ermedad se (a*'a puesto de acuerdocon el teatro de la ópera para dar un espect!culo una %e0 por semana. As'& desde (ac'a %ariosmeses& todos los %iernes nuestro teatro :unicipal %i*ra*a con los lamentos melodiosos deOr$eo y con las llamadas imponentes de Eur'dice. )in em*ar#o& el espect!culo se#u'a contandocon el $a%or del p*lico y ten'a todos los d'as #randes entradas. Instalados en los puestos m!scaros& ,ottard y =arrou domina*an un patio de *utacas lleno (asta re%entar por los m!sele#antes de nuestros ciudadanos. Los que lle#a*an se preocupa*an %isi*lemente de llamar laatención. 8ajo la lu0 resplandeciente de la sala& antes de le%antarse el telón& los msicosa$ina*an discretamente sus instrumentos& las siluetas se destaca*an con precisión& al pasar de

una $ila a otra se inclina*an con #racia. En el li#ero murmullo de una con%ersación de *uentono& los (om*res reco*ra*an el aplomo que les $alta*a (oras antes por las calles ne#ras de laciudad. El $rac espanta*a a la peste.

Durante todo el primer acto Or$eo se lamentó con $acilidad& al#unas mujeres %estidas contnicas comentaron con #racia su desdic(a y cantaron al amor. La sala reacciona*a con calor discreto. Apenas se notó que Or$eo introduc'a en su aria del se#undo acto ciertos trmolos queno $i#ura*an en la partitura y que ped'a con cierto e2ceso de patetismo al dueño de losIn$iernos que se dejase conmo%er por su llanto. Al#unos mo%imientos o sacudidas que se leescaparon parecieron a los m!s in$ormados e$ectos de estili0ación que enriquec'an lainterpretación del cantante.

Fue necesario que lle#ase el #ran do de Or$eo y Eur'dice del tercer acto Gel momento en

que Eur'dice %uel%e a alejarse de su amanteH para que cierta sorpresa recorriese la sala. 5 comosi el cantante no (u*iera estado esperando m!s que ese mo%imiento del p*lico o& m!se2actamente toda%'a& como si el rumor del patio de *utacas le (u*iera corro*orado en lo quesent'a& en ese mismo momento a%an0ó de un modo #rotesco& con los *ra0os y las piernasseparados& en su ata%'o cl!sico& y se desplomó entre los id'licos decorados que siempre (a*'ansido anacrónicos pero que a los ojos de los espectadores no lo $ueron (asta aquel momento& yde modo espantoso. "ues al mismo tiempo la orquesta enmudeció& la #ente de las *utacas sele%antó y empe0ó a e%acuar la sala& primero en silencio& como se sale de una i#lesia cuandotermina el ser%icio& o de una c!mara mortuoria despus de una %isita& las mujeres reco#iendosus $aldas y saliendo con la ca*e0a *aja& los (om*res #uiando a sus compañeras por el codo&e%it!ndoles c(ocar con los asientos *ajados. "ero poco a poco el mo%imiento se (i0o m!s

 precipitado& el murmullo se con%irtió en e2clamación y la multitud a$luyó a las salidasapret!ndose y empuj!ndose entre #ritos. ,ottard y =arrou& que solamente se (a*'an le%antado&se quedaron solos ante una ima#en de lo que era su %ida de aquellos momentos3 la peste en elescenario& *ajo el aspecto de un (istrión desarticulado& y en la sala los restos intiles del lujo&en $orma de a*anicos ol%idados y encajes des#arrados so*re el rojo de las *utacas.

am*ert& que desde los primeros d'as de setiem*re tra*aja*a seriamente con ieu2& (a*'a pedido un d'a de licencia para encontrarse con Mon0!le0 y los dos c(icos delante del institutode muc(ac(os.

Ese d'a& Mon0!le0 y am*ert %ieron lle#ar a los dos c(icos riendo. Dijeron que la otra %e0no (a*'an tenido suerte pero que (a*'a que con$iar. En todo caso& no era aquella su semana de#uardia/ era necesario tener paciencia (asta la si#uiente. Entonces recomen0ar'an. am*ert dijo

que esa era la pala*ra. Mon0!le0 propuso entonces una cita para el lunes pró2imo& con el propósito de instalar a am*ert ese mismo d'a en la casa de :arcel y Louis. 6Nosotros& t yyo& nos citaremos& pero si yo no lle#o& t te %as directamente a casa de ellos. ay que

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e2plicarte dónde %i%en.6 "ero :arcel o Louis dijo que lo m!s $!cil era lle%arle en aquelmomento. )i no era muy e2i#ente (a*r'a comida para los cuatro& y de ese modo se podr'a dar cuenta. Mon0!le0 dijo que era una *uena idea y se $ueron todos (acia el puerto.

:arcel y Louis %i%'an al $inal del *arrio de la :arina& cerca de las puertas que da*an so*reel mirador. Era una casita española de muros espesos& de contra%entanas de madera pintada&con (a*itaciones desnudas y som*r'as. =en'an arro0 que ser%'a la madre de los muc(ac(os& una%ieja española sonriente y llena de arru#as. Mon0!le0 se e2trañó& pues el arro0 $alta*a ya en laciudad. 6En las puertas se arre#la uno6& dijo :arcel. am*ert com'a y *e*'a& y Mon0!le0 dijoque era un %erdadero camarada& mientras l pensa*a nicamente en la semana que ten'a que

 pasar.La realidad era que tu%o que esperar dos semanas porque los turnos de #uardia se (icieron

de quince d'as para reducir el nmero de los equipos. Durante esos quince d'as am*ert tra*ajósin escatimar es$uer0o& de modo ininterrumpido& como con los ojos cerrados& de la mañana a lanoc(e. =arde ya se acosta*a y dorm'a con un sueño pesado. El paso *rusco de la ociosidad aeste tra*ajo a#otador le deja*a sin sueño y sin $uer0as. a*la*a poco de su e%asión. 4n (ec(onota*le3 al ca*o de una semana con$esó al doctor que& por primera %e0& la noc(e anterior se

(a*'a em*orrac(ado. Al salir del *ar tu%o de pronto la impresión de que se le (inc(a*an lasin#les y de que al mo%er los *ra0os sent'a una di$icultad en las a2ilas. "ensó en se#uida que erala peste& y la nica reacción que tu%o ;tanto l como ieu2 con%inieron en que no erara0ona*le; $ue la de correr (acia la parte alta de la ciudad y all'& en una pla0oleta desde dondeno se lle#a*a a di%isar el mar pero desde donde se %e'a un poco m!s de cielo& llamar a #ritos asu mujer& por encima de la ciudad. ,uando lle#ó a su casa no se descu*rió en el cuerpo nin#nsi#no de in$ección y no quedó muy or#ulloso de aquella *rusca crisis. ieu2 dijo quecomprend'a muy *ien que se pudiese o*rar as'. 6En todo caso& dijo& sucede con $recuencia queten#a uno #anas de (acerlo.6

;El señor Ot(on me (a (a*lado de usted esta mañana ;añadió ieu2 en el momento en queam*ert se i*a;. :e (a pre#untado si le conoc'a3 6Aconsjele usted& me (a dic(o& que no

$recuente los medios de contra*ando. )e (ace notar.6;+Bu quiere decir esto-;Esto quiere decir que tiene usted que darse prisa.;Mracias ;dijo am*ert& estrec(ando la mano del doctor. Al lle#ar a la puerta se %ol%ió.

ieu2 o*ser%ó que por primera %e0 desde el principio de la peste& se sonre'a.;Entonces +por qu no impide usted que me marc(e-ieu2 mo%ió la ca*e0a con su #esto (a*itual y dijo que eso era cosa de am*ert& que (a*'a

esco#ido la $elicidad y que l no ten'a ar#umentos que oponerle. )e sent'a incapa0 de ju0#ar loque esta*a *ien y lo que esta*a mal en este asunto.

;+5 por qu me dice usted que me d prisa-ieu2 sonrió a su %e0.

;Es posi*le que sea porque yo tam*in ten#o #anas de (acer al#o por la $elicidad.Al d'a si#uiente no (a*laron m!s de ello pero tra*ajaron juntos. A la otra semana am*ert

se instaló por $in en la casa de los españoles. Le (icieron una cama en la (a*itación comn.,omo los muc(ac(os no i*an a comer a casa y como le (a*'an ro#ado que saliera lo menos

 posi*le& esta*a solo la mayor parte del tiempo& o se pon'a a c(arlar con la madre de losmuc(ac(os. Era una %ieja madre española seca y alti%a& %estida de ne#ro& con la cara morena yarru#ada *ajo el pelo *lanco muy limpio. )ilenciosa& cuando mira*a a am*ert le sonre'a conlos ojos.

Al#una %e0 le pre#untó si no tem'a lle%arle la peste a su mujer. l cre'a que (a*'a que correr ese ries#o y que& despus de todo& era un ries#o m'nimo/ en cam*io& qued!ndose en la ciudadse e2pon'a a ser separado de ella para siempre.

;+,ómo es ella- ;le pre#untó la %ieja sonriendo.;Encantadora.;+8onita-

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;5o creo que s'.;>A(? ;dijo ella;& es por eso.;+No cree usted en Dios- ;dijo la %ieja& que i*a a misa todas las mañanas.l reconoció que no& y la %ieja repitió que era por eso.;=iene usted ra0ón& de*e reunirse con ella. )i no& +qu le quedar'a a usted-El resto del tiempo am*ert se lo pasa*a dando %ueltas& junto a las paredes enjal*e#adas y

desnudas& tocando los a*anicos que esta*an cla%ados en ellas o contando los madroños que *ordea*an el tapete. "or la tarde %ol%'an los muc(ac(os. No (a*la*an muc(o& sólo lo su$iciente para decirle que toda%'a no era el momento. Despus de cenar :arcel toca*a la #uitarra y *e*'an todos anisado. am*ert se#u'a pensando.

El mircoles& :arcel lle#ó diciendo36=odo est! listo para mañana a medianoc(e. Estate preparado.6 De los dos (om*res que

(ac'an la #uardia con ellos& uno (a*'a ca'do con la peste y el otro& que %i%'a con l& esta*a eno*ser%ación. As'& durante dos o tres d'as& :arcel y Louis estar'an solos. "or la noc(e $ueron aterminar los ltimos detalles. Al d'a si#uiente todo ser'a posi*le/ am*ert les dio las #racias.6+Est! usted contento-6& le pre#untó la %ieja. l dijo que s'& pero pensa*a en otra cosa.

Al d'a si#uiente& *ajo un cielo pesado& el calor era (medo y so$ocante. Las noticias de la peste eran malas. La %ieja española conser%a*a la serenidad& sin em*ar#o. 6ay muc(o pecadoen el mundo& dec'a& as' que >a la $uer0a?6 =anto am*ert como :arcel y Louis anda*an con eltorso desnudo& pero a pesar de todo les corr'a el sudor por los (om*ros y por el pec(o. En la

 penum*ra de la casa& con las persianas *ajas& sus cuerpos parec'an m!s morenos y relucientes.am*ert da*a %ueltas sin (a*lar. De pronto& a las cuatro de la tarde& se %istió y dijo que sal'a.

;,uidado ;le dijo :arcel;& es a medianoc(e. =odo est! preparado.am*ert $ue a casa del doctor. La madre de ieu2 le dijo que lo encontrar'a en el (ospital en

la parte alta de la ciudad. Delante del puesto de #uardia& la muc(edum*re de siempre da*a%ueltas so*re el mismo lu#ar. 6>,irculen?6& dec'a un sar#ento de ojos saltones. La #entecircula*a pero en redondo. 6No (ay nada que esperar6& dec'a el sar#ento& cuyo traje esta*a

empapado de sudor. Ellos ya sa*'an que no (a*'a nada que esperar y sin em*ar#o se#u'an all'.am*ert enseñó un pase al sar#ento que le indicó el despac(o de =arrou. La puerta da*a so*reel patio. )e cru0ó con el "adre "anelou2 que sal'a del despac(o.

Era una pequeña (a*itación& *lanca y sucia& que ol'a a $armacia y a trapos (medos. =arrou&sentado a una mesa de madera ne#ra& con las man#as de la camisa reman#adas& se seca*a conel pañuelo el sudor que le corr'a por la san#r'a del *ra0o.

;+=oda%'a aqu'- ;le dijo.;)'& quisiera (a*lar con ieu2.;Est! en la sala. )i podemos resol%erlo sin l ser! mejor.;+"or qu-;Est! a#otado. 5o le e%ito todo lo que puedo.

am*ert miró a =arrou. @io que (a*'a adel#a0ado& el cansancio le (ac'a *orrosos los ojos ytodas las $acciones. )us anc(os (om*ros esta*an como enco#idos. Llamaron a la puerta y entróun en$ermero enmascarado de *lanco. Dejó so*re la mesa de =arrou un paquete de $ic(as y dijocon una %o0 que la m!scara a(o#a*a3 6)eis6 y se $ue. =arrou miró a am*ert y le enseñó las$ic(as e2tendidas en a*anico.

;+Bu *onitas& e(- >"ues no?& no son tan *onitas& son muertos. Los muertos de esta noc(e.Frunciendo la $rente reco#ió el paquete de $ic(as.;Lo nico que nos queda es la conta*ilidad.=arrou se le%antó y se apoyó en la mesa.;+)e %a usted pronto-;oy a medianoc(e.

=arrou dijo que se ale#ra*a y que tu%iera cuidado.;+Dice usted eso sinceramente-=arrou al0ó los (om*ros3

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;A mi edad es uno sincero $or0osamente. :entir cansa muc(o.;=arrou ;dijo am*ert;& perdóneme& pero quiero %er al doctor.;)'& ya s. Es m!s (umano que yo. @amos.;No es eso ;dijo am*ert con es$uer0o& y se detu%o.=arrou lo miró y de pronto le sonrió.Fueron por un pasillo cuyos muros esta*an pintados de %erde claro y donde $lota*a una lu0

de acuario. Antes de lle#ar a una do*le puerta;%idriera& detr!s de la cual se %e'a un curioso ir y%enir de som*ras& =arrou (i0o entrar a am*ert en una salita con las paredes cu*iertas dearmarios. A*rió uno de ellos y sacó de un esterili0ador dos m!scaras de #asa& dio una aam*ert para que se tapara con ella. am*ert le pre#untó si aquello ser%'a para al#o y =arrourespondió que no& pero que inspira*a con$ian0a a los dem!s.

Empujaron la puerta;%idriera. Era una inmensa sala& con las %entanas (ermticamentecerradas a pesar de la estación. En lo alto de las paredes 0um*a*an los aparatos que reno%a*anla atmós$era y sus (lices cur%as a#ita*an el aire espeso y caldeado& por encima de las dos $ilasde camas. De todos lados su*'an #emidos sordos o a#udos que $orma*an un solo lamentomonótono.

Al#unos (om*res %estidos de *lanco pasa*an con lentitud *ajo la lu0 cruel que %ert'an lasaltas a*erturas de$endidas con *arrotes.am*ert se sent'a mal en el terri*le calor de aquella sala y le costó tra*ajo reconocer a

ieu2 inclinado so*re una $orma #imiente. El doctor esta*a pun0ando las in#les de un en$ermoque sujeta*an dos en$ermeros a los lados de la cama. ,uando se endere0ó dejó caer suinstrumento en el platillo que un ayudante le o$rec'a y se quedó un rato inmó%il& mirando al(om*re mientras lo %enda*an.

;+Bu (ay de nue%o- ;dijo a =arrou& cuando %io que se le acerca*a.;"anelou2 (a aceptado reempla0ar a am*ert en la casa de cuarentena. a (ec(o ya muc(as

cosas. Bueda por or#ani0ar el tercer equipo de inspección sin am*ert.ieu2 apro*ó con la ca*e0a.

;,astel (a terminado sus primeras preparaciones. "ropone un e2perimento.;>A(? ;dijo ieu2;& eso est! *ien.;Adem!s& est! aqu' am*ert.ieu2 se %ol%ió. "or encima de la m!scara #uiñó un poco los ojos al %er a am*ert.;+Bu (ace usted aqu'- ;le dijo;& usted de*iera estar en otra parte.=arrou le dijo que la cosa era para aquella noc(e y am*ert añadió3 6En principio.6,ada %e0 que uno de ellos (a*la*a& la m!scara de #asa se (inc(a*a en el sitio de la *oca.

Esto (ac'a que la con%ersación resultase un poco irreal& como un di!lo#o entre estatuas.;Buerr'a (a*lar con usted ;dijo am*ert.;)aldremos juntos& si quiere. Espreme en el despac(o de =arrou.4n momento despus& am*ert y ieu2 se instala*an en el asiento posterior del coc(e.

=arrou conduc'a.;)e aca*ó la #asolina ;dijo =arrou& al ec(ar a andar;. :añana andaremos a pie.;Doctor ;dijo am*ert;& yo no me %oy3 quiero quedarme con ustedes.=arrou no rec(istó& si#uió conduciendo. ieu2 parec'a incapa0 de salir de su cansancio.;+5 ella- ;dijo con %o0 sorda.am*ert dijo que (a*'a re$le2ionado y se#u'a creyendo lo que siempre (a*'a cre'do& pero

que sa*'a que si se i*a tendr'a %er#Ren0a. Esto le molestar'a para #o0ar del amor a su mujer."ero ieu2 se endere0ó y dijo con %o0 $irme que eso era estpido y que no era en modo al#uno%er#on0oso ele#ir la $elicidad.

;)' ;dijo am*ert;& puede& puede uno tener %er#Ren0a de ser el nico en ser $eli0.=arrou& que (a*'a ido callado todo el tiempo sin %ol%er la ca*e0a& (i0o o*ser%ar que si

am*ert se decid'a a compartir la des#racia de los (om*res& ya no le quedar'a tiempo para la$elicidad. Era necesario que tomase una decisión.

;No es eso ;dijo am*ert;. 5o (a*'a cre'do siempre que era e2traño a esta ciudad y que no

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ten'a nada que %er con ustedes. "ero a(ora& despus de (a*er %isto lo que (e %isto& s que soyde aqu'& quiralo o no. Este asunto nos toca a todos.

 Nadie respondió y am*ert terminó por impacientarse.;>4stedes lo sa*en mejor que nadie? )i no +qu (acen en el (ospital- +Es que ustedes (an

esco#ido y (an renunciado a la $elicidad- No respondieron nin#uno de los dos. El silencio duró muc(o tiempo (asta que lle#aron

cerca de la casa del doctor. am*ert repitió su ltima pre#unta& toda%'a con m!s $uer0a ysolamente ieu2 se %ol%ió (acia l. ieu2 se endere0ó con es$uer0o3

;"erdóneme& am*ert ;dijo;& pero no lo s. Budese con nosotros si as' lo desea.4n trope0ón del coc(e en un *ac(e lo (i0o callar. Despus añadió& mirando al espacio3;Nada en el mundo merece que se aparte uno de los que ama. 5 sin em*ar#o& yo tam*in me

aparto sin sa*er por qu.ieu2 se dejó caer so*re el respaldo.;Es un (ec(o& eso es todo ;dijo con cansancio;. e#istrmoslo y saquemos las

consecuencias.;+Bu consecuencias- ;pre#untó am*ert.

;>A(? ;dijo ieu2;& no puede uno al mismo tiempo curar y sa*er. As' que curemos lo m!s a prisa posi*le& es lo que ur#e.A medianoc(e& =arrou y ieu2 esta*an (aciendo el plano del *arrio que am*ert esta*a

encar#ado de inspeccionar& cuando =arrou miró su reloj. Al le%antar la ca*e0a encontró lamirada de am*ert.

;+Los (a pre%enido usted- ;am*ert apartó los ojos.;a*'a en%iado unas l'neas Tdijo;& antes de %enir a %erlos.asta los ltimos d'as de octu*re no se ensayó el suero de ,astel. Este era& pr!cticamente& la

ltima esperan0a de ieu2. En el caso de que $uese un nue%o $racaso& el doctor esta*a persuadido de que la ciudad quedar'a a merced de la pla#a que pod'a prolon#ar sus e$ectosdurante %arios meses toda%'a o decidirse a parar sin ra0ón.

La %'spera del d'a en que ,astel $ue a %isitar a ieu2& el niño del señor Ot(on (a*'a ca'doen$ermo y toda la $amilia (a*'a tenido que ponerse en cuarentena. La madre& que (a*'a salidode ella poco tiempo atr!s& se encontró aislada por se#unda %e0. espetuoso con los preceptosesta*lecidos& el jue0 (i0o llamar al doctor ieu2 en cuanto %io en el cuerpo del niño loss'ntomas de la en$ermedad. ,uando ieu2 lle#ó& el padre y la madre esta*an de pie junto a lacama. La niña (a*'a sido alejada. El niño esta*a en el per'odo de a*atimiento y se dejóreconocer sin quejarse. ,uando el doctor le%antó la ca*e0a& encontró la mirada del jue0 y detr!sde l la cara p!lida de la madre& que se tapa*a la *oca con un pañuelo y se#u'a los mo%imientosdel doctor con ojos desor*itados.

;Es eso& +no- ;dijo el jue0 con %o0 $r'a.;)' ;respondió ieu2& mirando nue%amente al niño. Los ojos de la madre se desor*itaron

m!s& pero no dijo nada. El Cue0 tam*in si#uió callado y lue#o dijo en un tono m!s *ajo3;>8ueno?& doctor& de*emos (acer lo prescripto.ieu2 e%itó mirar a la madre& que se#u'a con el pañuelo so*re la *oca.;)e (ar! en se#uida ;dijo titu*eando;& si puedo tele$onear.El señor Ot(on dijo que l le acompañar'a al tel$ono& pero el doctor se %ol%ió (acia la

mujer.;Lo siento in$initamente. =endr! usted que preparar al#unas cosas. 5a sa*e lo que es esto.;)' ;dijo ella mo%iendo la ca*e0a;& %oy a (acerlo.Antes de dejarlos& ieu2 no pudo menos de pre#untarles si necesita*an al#o. La mujer 

si#uió mirando en silencio& pero el jue0 des%ió la mirada.;No ;dijo. Lue#o& tra#ando la sali%a añadió;3 pero sal%e usted a mi (ijo.

La cuarentena que al principio no (a*'a sido m!s que una simple $ormalidad& (a*'a quedadoor#ani0ada por ieu2 y am*ert de un modo muy estricto. a*'an e2i#ido particularmente quelos miem*ros de una $amilia $uesen aislados unos de otros& porque si uno de ellos esta*a

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in$icionado sin sa*erlo& (a*'a que e%itar que conta#iase la en$ermedad a los dem!s. ieu2e2plicó todas estas ra0ones al jue0& que las encontró *ien. 5 sin em*ar#o l y su mujer semiraron de tal modo que el doctor sintió (asta qu punto esta separación les deja*adesamparados. La señora Ot(on y su niña pod'an alojarse en el (otel de cuarentena diri#ido por am*ert. "ero para el jue0 no (a*'a m!s lu#ar que el campo de aislamiento que la pre$ecturaesta*a or#ani0ando en el estadio municipal& con la ayuda de unas tiendas pertenecientes alser%icio de %'as p*licas. ieu2 le pidió e2cusas& pero el señor Ot(on dijo que la re#la era unasola y que era justo o*edecer.

En cuanto al niño& $ue transportado al (ospital au2iliar e instalado en una anti#ua sala declase donde (a*'an puesto die0 camas. Al ca*o de unas %einte (oras& ieu2 consideró su casodesesperado. Aquel $r!#il cuerpecito se deja*a de%orar por la in$ección sin reaccionar."equeños *u*ones dolorosos& apenas $ormados& *loquea*an las articulaciones de sus d*ilesmiem*ros. Esta*a %encido de antemano. "or esto ieu2 tu%o la idea de ensayar en l el suerode ,astel. Aquella misma noc(e& despus de la cena& practicaron la lar#a inoculación& sino*tener una sola reacción del niño. Al amanecer del otro d'a& todos acudieron a %erle para sa*er lo que resulta*a de esta e2periencia decisi%a.

El niño (a*'a salido de su sopor y se re%ol%'a con%ulsi%amente entre las s!*anas. El doctor ,astel y =arrou esta*an a su lado desde las cuatro de la mañana& si#uiendo paso a paso los pro#resos o las tre#uas de la en$ermedad. A la ca*ecera de la cama el sólido cuerpo de =arrouse cur%a*a un poco a los pies de ieu2& y a su lado ,astel& sentado& leyendo& con toda laapariencia de la tranquilidad& un %iejo li*ro. "oco a poco& a medida que crec'a la lu0 en laanti#ua clase& los otros $ueron lle#ando. El primero& "anelou2& que se puso al otro lado de lacama $rente a =arrou& con la espalda apoyada en la pared. )e le'a en su cara una e2presióndolorosa y el cansancio de todos estos d'as en que (a*'a puesto tanto de su parte& (a*'aacentuado las arru#as de su $rente. Despus lle#ó Cosep( Mrand. Eran las siete y se e2cusó por lle#ar sin aliento. No pod'a quedarse m!s que un minuto/ %en'a para sa*er si sa*'an ya al#om!s o menos preciso. ieu2& sin decir una pala*ra& le señaló al niño que con los ojos cerrados&

la cara descompuesta& los dientes apretados tanto como le permit'an sus $uer0as& %ol%'a de unlado para otro la ca*e0a so*re la almo(ada. ,uando (a*'a ya lu0 su$iciente para que se pudieradistin#uir en el encerado& que (a*'a quedado en su sitio& la (uella de las ltimas $órmulas deecuación& lle#ó am*ert. )e apoyó en los pies de la cama de al lado y sacó un paquete deci#arrillos. "ero despus de ec(ar una mirada al niño %ol%ió a #uard!rselo en el *olsillo.

,astel& sentado& mira*a a ieu2 por encima de las #a$as.;+=iene usted noticias del padre- ;No ;dijo ieu2;& est! en el campo de aislamiento.El doctor se a$erró con $uer0a a la *arandilla de la cama donde el niño #em'a. No quita*a los

ojos del en$ermito& que de pronto se puso r'#ido& con los dientes apretados& y se arqueó un poco por la cintura& separando lentamente los *ra0os y las piernas. De aquel pequeño cuerpo&desnudo *ajo una manta de cuartel& su*'a un olor a lana y a sudor a#rio. El niño a$lojó un poco

la tensión de su ri#ide0& retrajo *ra0os y piernas (acia el centro de la cama& y& siempre cie#o ymudo& pareció respirar m!s de prisa. La mirada de ieu2 se encontró con la de =arrou queapartó los ojos. 5a (a*'an %isto morir a otros niños puesto que los (orrores de aquellos mesesno se (a*'an detenido ante nada& pero no (a*'an se#uido nunca sus su$rimientos minuto trasminuto como esta*an (aciendo desde el amanecer. 5& sin duda& el dolor in$li#ido a aquelinocente nunca (a*'a dejado de parecerles lo que en realidad era3 un esc!ndalo. "ero (astaentonces se (a*'an escandali0ado& en cierto modo& en a*stracto& porque no (a*'an miradonunca cara a cara& durante tanto tiempo& la a#on'a de un inocente.

En ese momento el niño& como si se sintiese mordido en el estóma#o& se enco#ió de nue%o&con un d*il quejido. )e quedó as' encor%ado durante minutos eternos& sacudido por estremecimientos y tem*lores con%ulsi%os& como si su $r!#il esqueleto se do*le#ase al %iento

$urioso de la peste y crujiese *ajo el soplo insistente de la $ie*re. "asada la *orrasca& se calmóun poco& la $ie*re pareció retirarse y a*andonarle& an(elante& so*re una arena (meda yen%enenada donde el proceso semeja*a ya la muerte. ,uando la ola ardiente le en%ol%ió por 

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tercera %e0& anim!ndole un poco& el niño se enco#ió& se escurrió (asta el $ondo de la cama en elterror de la llama que le en%ol%'a y a#itó locamente la ca*e0a rec(a0ando la manta. Mruesasl!#rimas *rotaron *ajo sus p!rpados in$lamados& que le corrieron por la cara& y al $inal de lacrisis& a#otado& crispando las piernas (uesudas y los *ra0os& cuya carne (a*'a desaparecido encuarenta y oc(o (oras& el niño tomó en la cama la actitud de un cruci$icado #rotesco.

=arrou se le%antó y con su mano pesada enju#ó aquel pequeño rostro empapado de l!#rimasy de sudor. ac'a ya un momento que ,astel (a*'a cerrado el li*ro y mira*a al en$ermo.Empe0ó a (a*lar& pero tu%o que toser antes de terminar la $rase porque su %o0 se (i0o de prontodesentonada.

;No (a tenido mejor'a matinal& +no es cierto& ieu2-ieu2 dijo que no& pero que resist'a m!s tiempo de lo normal. "anelou2& que parec'a

(undido en la pared& dijo sordamente3;)i tiene que morir& as' (a*r! su$rido m!s lar#o tiempo.ieu2 se %ol%ió *ruscamente (acia l y a*rió la *oca para decir al#o pero se calló& (i0o un

%isi*le es$uer0o por dominarse y de nue%o lle%ó su mirada (acia el niño. La lu0 crec'a en lasala. En las otras cinco camas (a*'a $ormas (umanas que se re%ol%'an y se queja*an con una

discreción que parec'a concertada. El nico que #rita*a en el otro e2tremo de la sala& lan0a*a&con inter%alos sin#ulares& pequeñas e2clamaciones que e2presa*an m!s el asom*ro que eldolor. "arec'a que (asta para los en$ermos ya no (a*'a aquel terror de los primeros tiempos3a(ora su manera de tomar la en$ermedad era una especie de consentimiento. )ólo el niño sede*at'a con todas sus $uer0as. ieu2& que de cuando en cuando le toma*a el pulso& sinnecesidad& m!s *ien por salir de la inmo%ilidad impotente en que esta*a& sent'a al cerrar losojos que aquella a#itación se me0cla*a al tumulto de su propia san#re. )e identi$ica*a entoncescon el niño supliciado y procura*a sostenerle con toda su $uer0a toda%'a intacta. "ero& reunidas

 por un minuto& las pulsaciones de los dos cora0ones se desacorda*an pronto& el niño se leescapa*a& y su es$uer0o se (und'a en el %ac'o. Entonces deja*a la manecita so*re la cama y%ol%'a a su puesto.

A lo lar#o de los muros pintados al temple& la lu0 pasa*a del rosa al amarillo. Detr!s de loscristales empe0a*a a crepitar una mañana de calor. Apenas oyeron que Mrand se marc(a*adiciendo que %ol%er'a. =odos espera*an. El niño& con los ojos siempre cerrados& pareciócalmarse un poco. Las manos que se (a*'an %uelto como #arras araña*an sua%emente los ladosde la cama. Las le%antó un poco& arañó la manta junto a las rodillas y de pronto enco#ió las

 piernas& pe#ó los muslos al %ientre y se quedó inmó%il. A*rió los ojos por primera %e0 y miró aieu2 que esta*a delante de l. En su cara (undida& con%ertida ya en una arcilla #ris& la *oca sea*rió de pronto& dejando escapar un solo #rito sostenido que la respiración apenas altera*a yque llenó la sala con una protesta monótona& discorde y tan poco (umana que parec'a %enir detodos los (om*res a la %e0. ieu2 apretó los dientes y =arrou se %ol%ió para otro lado. am*ertse acercó a la cama junto a ,astel& que cerró el li*ro que (a*'a quedado a*ierto so*re sus

rodillas. "anelou2 miró esa *oca in$antil ultrajada por la en$ermedad y llena de aquel #rito detodas las edades. )e dejó caer de rodillas y a todo el mundo le pareció natural o'rle decir con%o0 a(o#ada pero clara a tra%s del lamento anónimo que no cesa*a3 6Dios m'o& sal%a a estacriatura.6

"ero el niño si#uió #ritando y los otros en$ermos se a#itaron. El que lan0a*a lase2clamaciones& al $ondo de la sala& precipitó el ritmo de su quejido (asta (acer de l un%erdadero #rito& mientras que los otros se queja*an cada %e0 m!s. 4na marea de sollo0osestalló en la sala cu*riendo la ple#aria de "anelou2& y ieu2& a#arrado a la *arra de la cama&cerró los ojos& como *orrac(o de cansancio y de asco.

,uando %ol%ió a a*rirlos encontró a su lado a =arrou.;=en#o que irme ;dijo a ieu2;& no puedo soportarlo m!s.

"ero *ruscamente los otros en$ermos se callaron. El doctor notó que el #rito del niño se(a*'a (ec(o m!s d*il& que se#u'a apa#!ndose (asta lle#ar a e2tin#uirse. Alrededor loslamentos recomen0aron& pero sordamente& y como un eco lejano de aquella luc(a que aca*a*a

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de terminar. "ues (a*'a terminado. ,astel pasó al otro lado de la cama y dijo que (a*'aconcluido. ,on la *oca a*ierta pero callado& el niño reposa*a entre las mantas en desorden&empequeñecido de pronto& con restos de l!#rimas en las mejillas.

"anelou2 se acercó a la cama e (i0o los ademanes de la *endición. Despus se reco#ió lasotana y se $ue por el pasillo central.

;+ay que %ol%er a empe0ar- ;pre#untó =arrou a ,astel.El %iejo doctor mo%ió la ca*e0a.;Es posi*le ;dijo con una sonrisa crispada;. Despus de todo (a resistido muc(o tiempo."ero ieu2 se aleja*a de la sala con un paso tan precipitado y con tal aire que cuando

alcan0ó a "anelou2 y pasó junto a l& ste alar#ó el *ra0o para detenerlo.;@amos& doctor ;le dijo."ero con el mismo mo%imiento arre*atado ieu2 se %ol%ió y lo rec(a0ó con %iolencia.;>A(?& ste& por lo menos& era inocente& >*ien lo sa*e usted?Despus& $ranqueando la puerta de la sala antes que "anelou2& cru0ó el patio de la escuela

(asta el $ondo. )e sentó en un *anco& entre los !r*oles pequeños y pol%orientos& y se enju#ó elsudor que le corr'a (asta los ojos. )ent'a #anas de #ritar para desatar el nudo %iolento que le

estruja*a el cora0ón. El calor ca'a lentamente entre las ramas de los $icus. El cielo a0ul de lamañana i*a cu*rindose r!pidamente por una en%oltura *lanquecina que (ac'a el aire m!sso$ocante. ieu2 se a*andonó en el *anco. :ira*a las ramas y el cielo (asta ir reco*randolentamente su respiración& (asta asimilar un poco el cansancio.

;+"or qu (a*larme con esa cólera- ;dijo una %o0 detr!s de l;. "ara m' tam*in erainsoporta*le ese espect!culo.

ieu2 se %ol%ió (acia "anelou2.;Es %erdad ;dijo;& perdóneme. El cansancio es una especie de locura. 5 (ay (oras en esta

ciudad en las que no siento m!s que re*eld'a.;Lo comprendo ;murmuró "anelou2;& esto su*le%a porque so*repasa nuestra medida. "ero

es posi*le que de*amos amar lo que no podemos comprender.

ieu2 se endere0ó de pronto. :iró a "anelou2 con toda la $uer0a y la pasión de que eracapa0 y mo%ió la ca*e0a.;No& padre ;dijo;. 5o ten#o otra idea del amor y estoy dispuesto a ne#arme (asta la muerte a

amar esta creación donde los niños son torturados."or la cara de "anelou2 pasó una som*ra de tur*ación.;>A(?& doctor ;dijo con triste0a;& aca*o de comprender eso que se llama la #racia."ero ieu2 (a*'a %uelto a dejarse caer en el *anco. Desde el $ondo de su cansancio que

(a*'a renacido& respondió con al#o m!s de dul0ura3;Es lo que yo no ten#o/ ya lo s. "ero no quiero discutir esto con usted. Estamos tra*ajando

 juntos por al#o que nos une m!s all! de las *las$emias y de las ple#arias. Esto es lo nicoimportante.

"anelou2 se sentó junto a ieu2. "arec'a emocionado.;)' ;dijo;& usted tam*in tra*aja por la sal%ación del (om*re.ieu2 intentó sonre'r.;La sal%ación del (om*re es una $rase demasiado #rande para m'. 5o no %oy tan lejos. Es su

salud lo que me interesa& su salud& ante todo."anelou2 titu*eó.;Doctor ;dijo."ero se detu%o. En su $rente tam*in aparecieron #otas de sudor. :urmuró 6(asta lue#o6 y

sus ojos *rillaron al le%antarse. 5a se marc(a*a cuando ieu2 que esta*a re$le2ionando sele%antó tam*in y dio un paso (acia l.

;@uel%o a pedirle perdón por lo de antes ;le dijo;& una e2plosión as' no se repetir!.

"anelou2 le alar#ó la mano y dijo con triste0a3; >5& sin em*ar#o& no lo (e con%encido?;+Eso qu importa- ;dijo ieu2;. Lo que yo odio es la muerte y el mal& usted lo sa*e *ien. 5

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quiralo o no estamos juntos para su$rirlo y com*atirlo.ieu2 reten'a la mano de "anelou2.;5a %e usted ;le dijo& e%itando mirarle;. Dios mismo no puede separarnos a(ora.Desde que (a*'a entrado en los equipos sanitarios& "anelou2 no (a*'a dejado los (ospitales

ni los lu#ares donde se encontra*a la peste. )e (a*'a situado entre los (om*res del sal%amentoen el lu#ar que cre'a que le correspond'a& esto es& en el primero. No le (a*'a $altado elespect!culo de la muerte. 5 aunque& en principio& esta*a prote#ido por el suero& la aprensión

 por su propia suerte no (a*'a lle#ado a serle e2traña. Aparentemente siempre (a*'a conser%adola serenidad. "ero& a partir de aquel d'a en que (a*'a %isto durante tanto tiempo morir a unniño& pareció cam*iado. )e le'a en su cara una tensión creciente. 5 el d'a en que dijo a ieu2sonriendo que esta*a preparando un corto tratado so*re el tema3 6+"uede un cura consultar a unmdico-6& el doctor tu%o la impresión de que se trata*a de al#o m!s serio de lo que dec'a"anelou2. ,omo el doctor mani$estó el deseo de conocer ese tra*ajo& "anelou2 le anunció quei*a a pronunciar un sermón en la misa de los (om*res y que en esta ocasión e2pondr'a al#unosde sus puntos de %ista.

;5o quisiera que usted %iniese& doctor/ el tema le interesar!.

El "adre pronunció un se#undo sermón en un d'a de #ran %iento. A decir %erdad& las $ilas delos asistentes no esta*an tan tupidas como en el primero. En las circunstancias di$'ciles queatra%esa*a la ciudad& la pala*ra 6no%edad6 (a*'a perdido su sentido. Adem!s& la mayor parte delas #entes& cuando no (a*'an a*andonado enteramente sus de*eres reli#iosos o cuando no los(ac'an coincidir con una %ida personal pro$undamente inmoral& reempla0a*an las pr!cticasordinarias por supersticiones poco ra0ona*les. "re$er'an lle%ar medallas protectoras o amuletosde )an oque a ir a misa.

)e puede poner como ejemplo el uso inmoderado que nuestros conciudadanos (ac'an de las pro$ec'as. En la prima%era se (a*'a esperado de un momento a otro el $in de la en$ermedad& ynadie se preocupa*a de pedir a los dem!s opiniones so*re la duración de la epidemia puestoque todo el mundo esta*a persuadido de que pronto no la (a*r'a. "ero a medida que los d'as

 pasa*an& empe0aron a temer que aquella desdic(a no tu%iera %erdaderamente $in& y al mismotiempo aquel $in era el o*jeto de todas las esperan0as. )e pasa*an de mano en mano di%ersas pro$ec'as de al#unos ma#os o de santos de la I#lesia ,atólica. ,iertos impresores de la ciudad%ieron pronto el partido que pod'an sacar de aquella no%eler'a y propa#aron en numerososejemplares los te2tos que circula*an. D!ndose cuenta de que la curiosidad del p*lico erainsacia*le& aca*aron por emprender *squedas en las *i*liotecas municipales so*re todos lostestimonios de ese #nero de que la tradición pod'a pro%eerles& y los repartieron por la ciudad.,uando la (istoria misma empe0ó a estar escasa de pro$ec'as se las encar#aron a los

 periodistas& que en este punto& por lo menos& resultaron tan competentes como sus modelos delos si#los pasados.

Al#unas de estas pro$ec'as aparec'an como $ollet'n en los periódicos y no eran le'das con

menos a%ide0 que las (istorias sentimentales de los tiempos en que (a*'a salud. :uc(os deesos %aticinios se apoya*an en c!lculos capric(osos en los que inter%en'an el milsimo del año&el nmero de muertos y la suma de los meses pasados *ajo el imperio de la peste. Otrosesta*lec'an comparaciones con las #randes pestes de la (istoria *uscando similitudes Gque las

 pro$ec'as llama*an constantesH y por medio de c!lculos no menos capric(osos pretend'an sacar enseñan0a para la presente. "ero los m!s apreciados por el p*lico eran sin disputa los que enun len#uaje apocal'ptico anuncia*an series de acontecimientos que siempre pod'an parecer losque la ciudad i*a e2perimentando y cuya complejidad permit'a todas las interpretaciones. Nos;tradamus y )anta Odilia eran consultados a diario y siempre con $ruto. Lo que (a*'a de comnen todas las pro$ec'as es que& en $in de cuentas& eran todas ellas tranquili0adoras. )ólo la pesteno lo era.

,on estas supersticiones (a*'an su*stituido la reli#ión nuestros conciudadanos& y por eso elsermón de "anelou2 se oyó en una i#lesia sólo llena en sus tres cuartas partes. La tarde delsermón& cuando lle#ó ieu2& el %iento que se in$iltra*a en r!$a#as cada %e0 que se a*r'an las

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 puertas de la entrada circula*a li*remente por entre los oyentes. El "adre su*ió al pulpito enuna i#lesia $r'a y silenciosa con una asistencia e2clusi%amente compuesta de (om*res. a*lócon un tono dulce y m!s meditado que la primera %e0 y& en %arias ocasiones& los asistentesad%irtieron cierta %acilación en su sermón. ,osa curiosa& ya no dec'a 6@osotros6& sino6nosotros6.

)u %o0 $ue (acindose m!s $irme. ,omen0ó por recordar que desde (ac'a %arios meses la peste esta*a entre nosotros y que a(ora ya la conoc'amos *ien por (a*erla %isto tantas %ecessentarse a nuestra mesa o a la ca*ecera de los que am!*amos& caminar a nuestro lado o esperar nuestra lle#ada en el lu#ar donde tra*aj!*amos. A(ora& pues& pod'amos se#uramentecomprender mejor lo que nos i*a diciendo sin cesar y que en el primer momento de sorpresaacaso no comprendimos *ien. Lo que el "adre "anelou2 (a*'a predicado en aquel mismo sitiose#u'a siendo cierto ;o por lo menos esta era su con%icción;. "ero acaso& como a todos puedesuceder& y por esto se #olpea*a el pec(o& lo (a*'a pensado y lo (a*'a dic(o sin caridad. Lo quese#u'a siendo cierto es que toda cosa deja al#o en nosotros. La prue*a m!s cruel es siempre

 *ene$iciosa para el cristiano. 5 justamente lo que el cristiano de*e procurar es encontrar su *ene$icio& y sa*er de qu est! (ec(o ese *ene$icio& y cu!l es el medio de encontrarlo.

En ese momento las #entes se arrellanaron un poco en los *ancos y se colocaron en la $ormam!s cómoda posi*le. 4na de las (ojas acolc(adas de la puerta de entrada #olpea*asua%emente3 al#uien se le%antó para sujetarla. 5 ieu2 distra'do por ese mo%imiento escuc(ómal a "anelou2 que se#u'a su sermón. Dec'a& poco m!s o menos& que no (ay que intentar e2plicarse el espect!culo de la peste& sino intentar aprender de ella lo que se puede aprender.ieu2 comprendió con$usamente que& se#n el "adre& no (a*'a nada que e2plicar. )u atención

 pudo intensi$icarse cuando "anelou2 dijo con $irme0a que respecto a Dios (a*'a unas cosas quese pod'an e2plicar y otras que no. a*'a con certe0a el *ien o el mal. a*'a& por ejemplo& unmal aparentemente necesario y un mal aparentemente intil. Don Cuan (undido en los in$iernosy la muerte de un niño. "ues si es justo que el li*ertino sea $ulminado& el su$rimiento de unniño no se puede comprender. 5& a decir %erdad& no (ay nada so*re la tierra m!s importante que

el su$rimiento de un niño& nada m!s importante que el (orror que este su$rimiento nos pausa nique las ra0ones que procuraremos encontrarle. "or lo dem!s& en la %ida Dios nos lo $acilitatodo& y (asta a(' la reli#ión no tiene mrito. "ero en esto nos pone ante un muro in$ranquea*le.Estamos& pues& ante la muralla de la peste y a su som*ra mortal tenemos que encontrar nuestro

 *ene$icio. El "adre "anelou2 no recurrió a las $!ciles %entajas que le permit'an escalar el muro.u*iera podido decir que la eternidad de delicias que espera*a al niño le compensar'a de susu$rimiento& pero& en %erdad& no sa*'a nada. +Buin podr'a a$irmar que una eternidad de dic(a

 puede compensar un instante de dolor (umano- No ser! ciertamente un cristiano& cuyo :aestro(a conocido el dolor en sus miem*ros y en su alma. No& el "adre se#uir'a al pie del muro $iel aeste des#arramiento cuyo s'm*olo es la cru0& cara a cara con el su$rimiento de un niño. 5 dir'asin temor a los que escuc(a*an ese d'a3 6ermanos m'os& (a lle#ado el momento en que es

 preciso creerlo todo o ne#arlo todo. 5 +quin de entre %osotros se atre%er'a a ne#arlo todo-6ieu2 tu%o apenas tiempo de detenerse a pensar que el "adre esta*a *ordeando la (erej'a

cuando ste se#u'a ya a$irmando con $uer0a que en esta imposición& en esta pura e2i#enciaesta*a el *ene$icio del cristiano. A(' esta*a tam*in su %irtud. El "adre sa*'a que lo que (a*'ade e2cesi%o en la %irtud de que i*a a (a*lar desa#radar'a a muc(os esp'ritus acostum*rados auna moral m!s indul#ente y m!s cl!sica. "ero la reli#ión del tiempo de peste no pod'a ser lareli#ión de todos los d'as. 5 si Dios puede admitir& e incluso desear& que el alma repose y #oceen el tiempo de la dic(a& la quiere e2tremada en los e2tremos de la des#racia. Dios (ace (oy end'a a sus criaturas el don de ponerlas en una des#racia tal que les sea necesario encontrar yasumir la %irtud m!s #rande& la de decidir entre =odo o Nada.

4n autor pro$ano& de esto (ace si#los& (a*'a pretendido re%elar los secretos de la I#lesia

a$irmando que no (ay "ur#atorio. Da*a como so*reentendido con esto que no (a*'a trminosmedios& que no (a*'a m!s que "ara'so e In$ierno y que no se pod'a ser m!s que sal%ado ocondenado& se#n se (u*iese ele#ido. Esto era& se#n "anelou2& una (erej'a que sólo (a*'a

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 podido nacer en un alma li*ertina. "ues lo cierto era que (a*'a un "ur#atorio. "ero sin duda(a*'a ciertas pocas en las que ese "ur#atorio no de*'a constituir una esperan0a/ (a*'a pocasen las que no se pod'a (a*lar de pecado %enial. =odo pecado era mortal y toda indi$erenciacriminal. =odo era todo o no era nada.

"anelou2 se detu%o y ieu2 oyó en ese momento& por de*ajo de las puertas& los quejidos del%iento que parec'an redo*larse. El "adre dec'a que la %irtud de aceptación total de que esta*a(a*lando no de*'a ser comprendida en el restrin#ido sentido que se le da*a de ordinario/ no setrata*a de la tri%ial resi#nación ni siquiera de la di$'cil (umildad. )e trata*a de (umillación&

 porque el su$rimiento de un niño es (umillante para la mente y el cora0ón& pero precisamente por eso (ay que pasar por ello. "recisamente por eso ;y "anelou2 ase#ura*a a sus oyentes quelo que i*a a decir era di$'cil de decir; (a*'a que quererlo porque Dios lo quer'a& nicamente as'el cristiano no soslayar! nada& y sin otra salida& ir! al $ondo de la decisión esencial. Ele#ir!creer en todo por no %erse reducido a ne#ar todo. 5 como las *uenas mujeres que en lasi#lesias& en esos momentos& (a*iendo o'do decir que los *u*ones que se $orman son la %'anatural por donde el cuerpo e2pulsa la in$ección& dice3 6Dios m'o& dadles los *u*ones6& elcristiano se a*andonar! a la %oluntad di%ina aunque le sea incomprensi*le. No se puede decir3

6Esto lo comprendo& pero esto otro es inacepta*le.6 ay que saltar al cora0ón de lo inacepta*leque se nos o$rece& justamente para que podamos (acer nuestra elección. El su$rimiento de losniños es nuestro pan amar#o& pero sin ese pan nuestras almas perecer'an de (am*re espiritual.

Aqu'& el pequeño *ullicio que se o'a en las pausas del "adre "anelou2 empe0ó a (acersesentir& pero s*itamente el predicador recomen0ó con ener#'a& como si se dispusiera a

 pre#untar a sus oyentes cu!l era la conducta que (a*'a que se#uir. El "adre "anelou2sospec(a*a que todos esta*an a punto de pronunciar la terri*le pala*ra3 $atalismo. "ues *ien&no retroceder'a ni ante ese trmino siempre que pudiera añadirle el adjeti%o 6acti%o6.,iertamente& ten'a que repetirlo& no (a*'a que imitar a los cristianos de A*isinia& de los cualesya (a*'a (a*lado. =ampoco (a*'a que imitar a los apestados de "ersia& que lan0a*an sus(arapos so*re los equipos sanitarios cristianos in%ocando al cielo a %oces para que diese la

 peste a los in$ieles& que quer'an com*atir el mal en%iado por Dios. "ero tampoco& ni muc(omenos& (a*'a que imitar a los monjes de El ,airo que en las epidemias del si#lo pasado da*anla comunión co#iendo la (ostia con pin0as para e%itar el contacto de aquellas *ocas (medas ycalientes donde la in$ección pod'a estar dormida. Los pest'$eros persas y los monjes peca*ani#ualmente/ pues para los primeros el su$rimiento de un niño no conta*a y para los se#undos&

 por el contrario& el miedo& (arto (umano& al dolor lo (a*'a in%adido todo. En los dos casos& el pro*lema era soslayado. =odos se#u'an )ordos a la %o0 de Dios. "ero (a*'a otros ejemplos que"anelou2 quer'a recordar. )e#n el cronista de la #ran peste de :arsella& de los oc(enta y unreli#iosos del con%ento de la :erced sólo cuatro so*re%i%ieron a la $ie*re& y de esos cuatro tres(uyeron. Esto es lo que dijeron los cronistas y su o$icio no les o*li#a*a a decir m!s. "ero alleer estas crónicas& todo el pensamiento del "adre "anelou2 i*a (acia aquel que (a*'a quedado

solo& a pesar de los setenta y siete muertos y& so*re todo& a pesar del ejemplo de sus tres(ermanos. 5 el "adre& pe#ando con un puño en el *orde del pulpito& #ritó3 6>ermanos m'os&(ay que ser ese que se queda?6

 No se trata*a de rec(a0ar las precauciones& el orden inteli#ente que la sociedad impone aldesorden de una pla#a. No (a*'a que escuc(ar a esos moralistas que dec'an que (a*'a que

 ponerse de rodillas y a*andonarlo todo. a*'a nicamente que empe0ar a a%an0ar en lastinie*las& un poco a cie#as& y procurar (acer el *ien. "ero& por lo dem!s& (a*'a que perse%erar yoptar por encomendarse a Dios& incluso ante la muerte de los niños& y sin *uscar su*ter$u#ios

 personales.Aqu' el "adre "anelou2 e%ocó la $i#ura del O*ispo 8el0unce durante la peste de :arsella.

ecordó que el o*ispo (acia el $in de la epidemia& (a*iendo (ec(o todo lo que de*'a (acer y

creyendo que no (a*'a nin#n remedio& se encerró con %'%eres para su*sistir en su casa e (i0otapiar la puerta. Los (a*itantes de la ciudad& para los que (a*'a sido un 'dolo& por unatrans$ormación del sentimiento& $recuente en los casos del e2tremo dolor& se indi#naron contra

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l& rodearon su casa de cad!%eres para in$ectarlo y (asta arrojaron cuerpos por encima de lastapias para (acerlo perecer con m!s se#uridad. As'& el o*ispo& por una de*ilidad& (a*'a cre'doaislarse en el mundo de la muerte& y los muertos le (a*'an ca'do del cielo so*re la ca*e0a. As'tam*in nosotros de*emos persuadirnos de que no (ay una isla en la peste. No& no (ay trminomedio. ay que admitir lo que nos causa esc!ndalo porque si no (a*r'a que esco#er entre amar a Dios u odiarle. 5 +quin se atre%er'a a esco#er el odio a Dios-

6ermanos m'os ;dijo al $in "anelou2& anunciando que i*a a terminar;& el amor de Dios esun amor di$'cil. Implica el a*andono total de s' mismo y el desprecio de la propia persona. "erosólo l puede *orrar el su$rimiento y la muerte de los niños& sólo l puede (acerla necesaria&mas es imposi*le comprenderla y lo nico que nos queda es quererla. Esta es la di$'cil lecciónque quiero compartir con %osotros. Esta es la $e& cruel a los ojos de los (om*res& decisi%a a losojos de Dios& al cual (ay que acercarse. Es preciso que nos pon#amos a la altura de esta ima#enterri*le. )o*re esa cum*re todo se con$undir! y se i#ualar!& la %erdad *rotar! de la aparenteinjusticia. "or esto en muc(as i#lesias del :ediod'a de Francia duermen los pest'$eros desde(ace si#los *ajo las losas del coro& y los sacerdotes (a*lan so*re sus tum*as& y el esp'ritu que

 propa#an *rota de estas ceni0as en las que tam*in los niños pusieron su parte.6

Al salir ieu2& una %iolenta corriente de aire se arremolinó en la puerta entrea*ierta y a0otóen plena cara a los $ieles. =rajo (asta la i#lesia un olor a llu%ia& un per$ume de aceras mojadasque (ac'a adi%inar el aspecto de la ciudad antes de (a*er salido. A un cura ya de edad& y a un

 jo%en di!cono que sal'a con l& delante de ieu2& les $ue di$'cil sujetar sus som*reros. El m!s%iejo no dejó sin em*ar#o de comentar el sermón. econoc'a y admira*a la elocuencia de"anelou2 pero se inquieta*a por el atre%imiento de las ideas que el "adre (a*'a e2puesto. Le

 parec'a que aquel sermón demostra*a m!s inquietud que $uer0a y a la edad de "anelou2 unsacerdote no tiene derec(o a estar inquieto. El jo%en di!cono& con la ca*e0a *aja para

 prote#erse del %iento& ase#uró que l $recuenta*a muc(o al "adre& que esta*a al corriente de sue%olución y que su tratado ser'a toda%'a muc(o m!s atre%ido y se#uramente no o*tendr'a elimprim!tur.

;Entonces +cu!l es su idea- ;le dijo el %iejo.a*'a lle#ado al atrio y el %iento aullante les en%ol%'a& cortando la pala*ra al m!s jo%en.,uando pudo (a*lar dijo solamente3

;)i un cura consulta a un mdico& (ay contradicción.,uando ieu2 lo comentó con =arrou& ste le dijo que l conoc'a un cura que (a*'a perdido

la $e durante la #uerra al %er la cara de un jo%en con los ojos saltados.;"anelou2 tiene ra0ón ;dijo =arrou;. ,uando la inocencia puede tener los ojos saltados& un

cristiano tiene que perder la $e o aceptar tener los ojos saltados. "anelou2 no quiere perder la$e3 ir! (asta el $inal. Esto es lo que (a querido decir.

Esta o*ser%ación de =arrou +permite aclarar un poco los acontecimientos desdic(ados queso*re%inieron y en los que la conducta de "anelou2 pareció incomprensi*le a los que lo

rodea*an- C0#uese por lo que si#ue.4nos d'as despus del sermón& "anelou2 tu%o que ocuparse de su mudan0a. Fue el momento

en que la e%olución de la en$ermedad pro%ocó en la ciudad constantes traslados. 5 as' como=arrou (a*'a tenido que dejar su (otel para alojarse en casa de ieu2& el "adre tu%o que dejar eldepartamento donde su orden lo (a*'a instalado para ir a %i%ir a casa de una %ieja señora$recuentadora de i#lesias y toda%'a indemne de la peste. Durante la mudan0a& el "adre sintiócrecer su cansancio y su an#ustia& y a causa de ello perdió la estimación de su (ospedadora&

 pues (a*indole sta elo#iado calurosamente los mritos de la pro$ec'a de )anta Odilia& el"adre (a*'a mostrado una li#era impaciencia& de*ido& se#uramente& a su a#otamiento. "or m!sque se es$or0ó despus de o*tener de la señora al menos una *en%ola neutralidad& no pudolo#rarlo3 le (a*'a (ec(o mala impresión. 5 todas las noc(es& antes de irse a su cuarto in%adido

 por oleadas de puntillas de croc(et& ten'a que %er la espalda de su (ospedadora sentada en elsalón y lle%arse el recuerdo del 6*uenas noc(es6 que le diri#'a secamente sin %ol%erse. En unade esas noc(es& al ir a acostarse& 0um*!ndole los o'dos& sintió que se desencadena*a en su

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 pulso y en sus sienes la marea de una $ie*re que %en'a incu*!ndose (ac'a d'as.Lo que sucedió despus& sólo $ue conocido por los relatos de la dueña de casa."or la mañana la señora se (a*'a le%antado temprano. E2trañada de no %er salir al "adre de

su cuarto& despus de muc(o dudar se (a*'a decidido a llamar a la puerta. El "adre esta*atoda%'a acostado& (a*'a pasado una noc(e de insomnio. )u$r'a de opresión en el pec(o y

 parec'a m!s con#estionado que de costum*re. )e#n sus propios trminos& le (a*'a propuestocon cortes'a llamar a un mdico& pero su proposición (a*'a sido rec(a0ada con una %iolenciaque considera*a lamenta*le y no (a*'a podido (acer m!s que retirarse. 4n poco m!s tarde& el"adre (a*'a tocado el tim*re y la (a*'a (ec(o llamar. )e (a*'a e2cusado por su mo%imiento delmal (umor y le (a*'a dic(o que no pod'a tratarse de la peste porque no sent'a nin#uno de loss'ntomas caracter'sticos& sino que de*'a ser un cansancio pasajero. La señora le (a*'arespondido con di#nidad que su proposición no (a*'a sido inspirada por una inquietud en eseorden3 no se (a*'a preocupado por su propia se#uridad que esta*a en las manos de Dios& sinoque (a*'a pensado nicamente en la salud del "adre& de la que& en parte& se sent'a responsa*le.,omo l se#u'a sin decir nada& la señora& deseando se#n ella cumplir enteramente con sude*er& le (a*'a propuesto otra %e0 llamar al mdico. El "adre se (a*'a ne#ado de nue%o& pero

añadiendo ciertas e2plicaciones que ella (a*'a encontrado muy con$usas. ,re'a (a*er comprendido tan sólo& y esto era precisamente lo que le resulta*a incomprensi*le& que el "adrere(usa*a la consulta porque no esta*a de acuerdo con sus principios. La señora (a*'a sacado enconclusión que la $ie*re trastorna*a las ideas de su (usped& y se (a*'a limitado a lle%arle unatisana.

)iempre decidida a llenar con e2actitud las o*li#aciones que la situación le crea*a& (a*'a idore#ularmente cada dos (oras a %erle y lo que m!s le (a*'a impresionado era la a#itaciónincesante en que el "adre (a*'a pasado el d'a. =an pronto arroja*a las ropas de la cama comolas reco#'a& pas!ndose sin cesar las manos por la $rente (meda y endere0!ndose para intentar toser con una tos a(o#ada& ronca y espesa& que parec'a un des#arramiento. Era como si luc(asecon la imposi*ilidad de arrancar del $ondo de su #ar#anta tapones de al#odón que estu%iesen

a(o#!ndole. Al $inal de estas crisis se deja*a caer (acia atr!s con todos los s'ntomas dela#otamiento. "or ltimo se incorporó a medias y se quedó mirando al espacio que esta*a en$rente& con una $ije0a m!s %e(emente que la a#itación anterior. "ero la señora no se atre%iótoda%'a a llamar al mdico por no contrariarle. "od'a ser un simple acceso de $ie*re& por muyespectacular que pareciese.

A primeras (oras de la tarde intentó nue%amente (a*lar al "adre y no o*tu%o comorespuesta m!s que pala*ras con$usas. epitió su proposición& pero entonces el "adre&incorpor!ndose medio a(o#ado& le respondió claramente que no quer'a mdico. En esemomento la señora decidió esperar (asta la mañana si#uiente y si el "adre no (a*'a mejoradotele$onear al nmero que la a#encia ansdoc repet'a die0 %eces al d'a& por la radio. )iemprealerta a sus de*eres ten'a la intención de %isitar a su (usped por la noc(e y tener cuidado de l.

"ero por la noc(e& despus de (a*erle dado la tisana& se ec(ó un poco en su cama y durmió(asta el amanecer. ,orrió al cuarto del "adre.

Esta*a tendido sin mo%imiento. A la e2trema con#estión de la %'spera (a*'a sucedido unaespecie de palide0 tanto m!s sensi*le cuanto que las $acciones de la cara esta*an an llenas. El"adre mira*a $ijamente la pequeña araña de cuentas multicolores que col#a*a so*re la cama. Alentrar la señora %ol%ió la ca*e0a. )e#n ella& parec'a que lo (u*iesen apaleado durante toda lanoc(e y que (u*iera perdido la capacidad de reaccionar. Ella le pre#untó cómo se encontra*a ycon una %o0 que le pareció asom*rosamente indi$erente dijo que se encontra*a mal& que nonecesita*a mdico y que era su$iciente que le lle%asen al (ospital para que todo estu%iese enre#la. La señora& aterrada& corrió al tel$ono.

ieu2 lle#ó al mediod'a. A las e2plicaciones de la señora respondió solamente que "anelou2

ten'a ra0ón y que de*'a ser ya demasiado tarde. El "adre le aco#ió con el mismo aireindi$erente. ieu2 le reconoció y quedó sorprendido de no encontrar nin#uno de los s'ntomas

 principales de la peste *u*ónica o pulmonar& $uera del a(o#o y la opresión del pec(o.

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;No tiene usted nin#uno de los s'ntomas principales de la en$ermedad ;le dijo;& pero enrealidad no puedo ase#urar nada/ ten#o que aislarlo.

El "adre sonrió e2trañamente& como con cortes'a& pero se calló. ieu2 salió para tele$onear y en se#uida %ol%ió y se quedó mirando al "adre.

;5o estar cerca de usted ;le dijo con dul0ura. El "adre se reanimó un poco y le%antó (aciael doctor sus ojos a los que pareció %ol%er una especie de calor. Despus articuló tandi$'cilmente que era imposi*le sa*er si lo dec'a con triste0a o no3

;Mracias. "ero los reli#iosos no tienen ami#os. Lo tienen todo puesto en Dios."idió el cruci$ijo que esta*a en la ca*ecera de la cama y cuando se lo dieron se quedó

mir!ndolo.En el (ospital& "anelou2 no %ol%ió a separar los dientes. )e a*andonó como una cosa inerte

a todos los tratamientos que le impusieron& pero no soltó el cruci$ijo. )in em*ar#o& el caso del"adre se#u'a siendo am*i#uo. La duda persist'a en la mente de ieu2. Era la peste y no era la

 peste. Adem!s& desde (ac'a al#n tiempo parec'a que la peste se complac'a en despistar losdia#nósticos. "ero en el caso del "adre "anelou2 la continuación demostró que estaincertidum*re carec'a de importancia.

La $ie*re su*ió. La tos se (i0o cada %e0 m!s ronca y torturó al en$ermo durante todo el d'a."or la noc(e& al $in& el "adre e2pectoró aquel al#odón que le a(o#a*a3 esta*a rojo. En medio dela *orrasca de la $ie*re& "anelou2 permaneció con su mirada indi$erente y cuando a la mañanasi#uiente lo encontraron muerto& medio ca'do $uera de la cama& sus ojos no e2presa*an nada.)e inscri*ió en su $ic(a3 6,aso dudoso.6

La $iesta de =odos los )antos no $ue ese año como otras %eces. En %erdad& el tiempo era decircunstancias3 (a*'a cam*iado *ruscamente y los calores tard'os (a*'an cedido la pla0a& de#olpe& al $resco. ,omo los otros años un %iento $r'o sopla*a continuamente. Mrandes nu*escorr'an de un lado a otro del (ori0onte& cu*riendo de som*ras las casas& so*re las que %ol%'a acaer& despus que pasa*an& la lu0 $r'a y dorada del cielo de no%iem*re. Los primerosimpermea*les (a*'an (ec(o su aparición. "ero se nota*a que (a*'a un nmero sorprendente de

telas cauc(utadas y *rillantes. Los periódicos (a*'an in$ormado que doscientos años antes&durante las #randes pestes del :ediod'a& los mdicos se %est'an con telas aceitadas para preser%arse y los comercios se apro%ec(a*an de esto para colocar un surtido inmenso de trajes pasados de moda& #racias a los cuales cada uno espera*a quedar inmune.

"ero todos estos ras#os de la estación no pod'an (acer ol%idar que los cementerios esta*andesiertos. Otros años los tran%'as i*an llenos del olor insulso de los crisantemos& y procesionesde mujeres se encamina*an a los lu#ares donde los suyos esta*an enterrados para poner $loresen sus tum*as. Era el d'a en que se trata*a de compensar a los muertos del aislamiento y elol%ido en que se les (a*'a tenido durante lar#os meses. "ero este año nadie quer'a pensar en losmuertos& precisamente porque se pensa*a demasiado. 5a no se trata*a de ir (acia ellos con un

 poco de nostal#ia y melancol'a& ya no eran los a*andonados ante los que (ay que ir a

 justi$icarse una %e0 al año/ eran los intrusos que se procura ol%idar. "or eso el D'a de los:uertos $ue ese año& en cierto modo& escamoteado. )e#n ,ottard& en quien =arrou encontra*aun len#uaje cada %e0 m!s irónico& todos los d'as eran el D'a de los :uertos.

5 realmente los $ue#os de la peste ard'an con una ale#r'a cada %e0 m!s #rande en el (ornocrematorio. Lle#ó un d'a en que el nmero de muertos aumentó m!s/ parec'a que la peste se(u*iera instalado cómodamente en su paro2ismo y que diese a sus cr'menes cotidianos la

 precisión y la re#ularidad de un *uen $uncionario. En principio& y se#n la opinión de las personas competentes& este era un *uen s'ntoma. Al doctor ic(ard& por ejemplo& el #r!$ico delos pro#resos de la peste con su su*ida incesante y despus la lar#a meseta que le suced'a& le

 parec'a enteramente recon$ortante3 6Es un *uen #r!$ico& es un e2celente #r!$ico6& dec'a.Opina*a que la en$ermedad (a*'a alcan0ado lo que l llama*a un rellano. A(ora& se#uramente&

empe0ar'a ya a decrecer. Atri*u'a el mrito de esto al nue%o suero de ,astel que aca*a*a deo*tener al#unos 2itos impre%istos. El %iejo ,astel no lo contradec'a& pero cre'a que& de (ec(o&nada se pod'a pro*ar& pues la (istoria de las epidemias señala impre%istos re*otes. La

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 pre$ectura& que desde (ac'a tanto tiempo desea*a lle%ar un poco de calma al esp'ritu p*lico&sin que la peste se lo (u*iese permitido (asta tanto& se propon'a reunir a los mdicos para

 pedirles un in$orme so*re el cam*io actual& cuando& de pronto& el doctor ic(ard $ue arre*atado por la peste& precisamente en el rellano de la en$ermedad.

La pre$ectura& ante este ejemplo impresionante& sin duda& pero que despus de todo no pro*a*a nada& %ol%ió al pesimismo con la misma inconsecuencia con que primero se (a*'aentre#ado al optimismo. ,astel se limitó a preparar su suero lo m!s cuidadosamente posi*le. 5ano (a*'a un solo edi$icio p*lico que no (u*iera sido trans$ormado en (ospital o en la0areto& ysi toda%'a se respeta*a la pre$ectura era porque (a*'a que conser%ar aquel sitio para reunirse."ero en #eneral& %ista la esta*ilidad relati%a de la peste en esta poca& la or#ani0ación diri#ida

 por ieu2 no lle#ó a ser so*repasada. Los mdicos y los ayudantes que contri*u'an con unes$uer0o a#otador no se %e'an o*li#ados a ima#inar que les esperasen es$uer0os mayores&nicamente ten'an que continuar con re#ularidad aquel tra*ajo& por as' decir& so*re(umano. Las$ormas pulmonares de la in$ección que se (a*'an mani$estado ya antes& se multiplicaron en loscuatro e2tremos de la ciudad& como si el %iento prendiese y acti%ase incendios en los pec(os.En medio de %ómitos de san#re& los en$ermos eran arre*atados muc(o m!s r!pidamente. El

conta#io parec'a ser a(ora m!s peli#roso con esta nue%a $orma de la epidemia. En %erdad lasopiniones de los especialistas (a*'an sido siempre contradictorias so*re este punto. "ara mayor se#uridad& el personal sanitario se#u'a respirando *ajo m!scaras de #asa desin$ectada. A

 primera %ista& la en$ermedad parec'a que (u*iera de*ido e2tenderse& pero como los casos de peste *u*ónica disminu'an& la *alan0a esta*a en equili*rio.

)e pod'a tener tam*in otros moti%os de inquietud a causa de las di$icultades en elapro%isionamiento que crec'an cada %e0 m!s. La especulación (a*'a empe0ado a inter%enir ysólo se conse#u'an a precios $a*ulosos los art'culos de primera necesidad que $alta*an en elmercado ordinario. Las $amilias po*res se encontra*an& as'& en una situación muy penosa&mientras que las $amilias ricas no carec'an casi de nada. Aunque la peste& por la imparcialidade$iciente que usa*a en su ministerio& (u*iera de*ido a$irmar el sentido de i#ualdad en nuestros

conciudadanos& el jue#o natural de los e#o'smos (ac'a que& por el contrario& a#ra%ase m!s en elcora0ón de los (om*res el sentimiento de la injusticia. Bueda*a& claro est!& la %erdadirreproc(a*le de la muerte& pero a sa nadie la quer'a.

Los po*res& que de tal modo pasa*an (am*re& pensa*an con m!s nostal#ia toda%'a en lasciudades y en los campos %ecinos& donde la %ida era li*re y el pan no era caro. "uesto que no se

 pod'a alimentarlos su$icientemente& sent'an& aunque sin ra0ón& que (u*ieran de*ido dejarlos partir. De tal modo que (a*'a aca*ado por aparecer una consi#na que se le'a en las paredes oque otras %eces #rita*an al paso del pre$ecto3 6"an o espacio.6 Esta $órmula irónica da*a lamedida de ciertas mani$estaciones r!pidamente reprimidas& pero cuyo car!cter de #ra%edad no

 pasa*a inad%ertido.Los periódicos& naturalmente& o*edec'an a la orden de optimismo a toda costa que (a*'an

reci*ido. Leyndolos& lo que caracteri0a*a la situación era 6el ejemplo conmo%edor deserenidad y san#re $r'a6 que da*a la po*lación. "ero en una ciudad cerrada& donde nada pod'aquedar secreto& nadie se en#aña*a so*re 6el ejemplo6 dado por la comunidad. 5 para tener unaidea de la serenidad y san#re $r'a en la cuestión& *asta*a con entrar en un lu#ar de cuarentena oen uno de los campos de aislamiento que (a*'an sido or#ani0ados por la dirección. )ucede queel cronista ocupado en otros sitios no los (a conocido y por esto no puede citar aqu' m!s que eltestimonio de =arrou. =arrou cuenta en sus cuadernos una %isita que (i0o con am*ert alcampo instalado en el estadio :unicipal. El estadio se encuentra casi en las puertas de laciudad y da por un lado so*re la calle por donde pasan los tran%'as y por otro so*re terrenos

 *ald'os que se e2tienden (asta el *orde de la meseta donde est! construida la ciudad. El estadioest! rodeado por altos muros de cemento& as' que *astó con poner centinelas en las cuatro

 puertas de entrada para (acer di$'cil la e%asión. I#ualmente& los muros imped'an a las #entesdel e2terior importunar con su curiosidad a los des#raciados que esta*an en cuarentena. Encam*io& stos& a lo lar#o del d'a& o'an& sin %erlos& los tran%'as que pasa*an& y adi%ina*an& por el

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ruido m!s o menos #rande que arrastra*an con ellos& las (oras de entrada o salida de laso$icinas. )a*'an tam*in que la %ida continua*a a unos metros de all' y que los muros decemento separa*an dos uni%ersos m!s e2traños el uno al otro que si estu%ieran en planetasdi$erentes.

Fue un domin#o por la tarde cuando =arrou y am*ert decidieron diri#irse al estadio. I*anacompañados por Mon0!le0& el ju#ador de $t*ol con quien am*ert se (a*'a encontrado y que(a*'a terminado por acceder a diri#ir por turnos la %i#ilancia del estadio. am*ert ten'a que

 presentarse al administrador del campo. Mon0!le0 le (a*'a dic(o a las dos& en el momento deencontrarse& que aquella era la (ora en que antes de la peste se cam*ia*a de ropa paracomen0ar el matc(. A(ora que los estadios (a*'an sido incautados esto ya no era posi*le yMon0!le0 se sent'a& y ese era su aspecto& un (om*re de m!s. Esta era una de las ra0ones que le(a*'an lle%ado a aceptar la %i#ilancia& a condición de no tener que ejercerla m!s que los $inesde semana. El cielo esta*a cu*ierto a medias y Mon0!le0& mirando (acia arri*a& comentó queeste tiempo& ni llu%ioso ni caluroso& era el m!s $a%ora*le para un *uen partido. Empe0ó ae%ocar a su modo el olor de la em*rocación de los %estuarios& las tri*unas atestadas& lascamisetas de colores %i%os so*re el terreno amarillento& las limonadas de la prima%era y las

#aseosas del %erano que pican en la #ar#anta reseca con mil a#ujas re$rescantes. =arrou notótam*in que durante todo el trayecto& a tra%s de las calles del *arrio llenas de *ac(es& el ju#ador no deja*a de dar patadas a todas las piedras que encontra*a. "rocura*a lan0arlas *iendiri#idas a las *ocas de las alcantarillas y si acerta*a dec'a3 6uno a cero6. ,uando termina*a unci#arro& escup'a la colilla (acia delante e intenta*a darle con el pie. ,erca ya del estadio& unosniños que esta*an ju#ando tiraron una pelota (acia el #rupo que pasa*a y Mon0!le0 se apresuróa de%ol%erla con precisión.

Entraron& al $in& en el estadio. Las tri*unas esta*an llenas de #ente& pero el terreno esta*acu*ierto por %arios centenares de tiendas rojas& dentro de las cuales se %e'an catres y morrales.)e (a*'a reser%ado las plata$ormas para que los internados pudieran #uarecerse del calor o dela llu%ia. Lo nico que ten'an que (acer era %ol%er a colocar las tiendas al ponerse el sol.

De*ajo de las tri*unas esta*an las duc(as que (a*'an instalado& y los anti#uos %estuarios de los ju#adores (a*'an sido trans$ormados en despac(os o en en$ermer'as. La mayor parte de losinteresados esta*a en las tri*unas& otros erra*an por las #radas. Al#unos esta*an sentados a laentrada de su tienda y pasea*an so*re las cosas una mirada %a#a. En las tri*unas& al#unosesta*an tum*ados y parec'an esperar.

;+Bu (acen durante todo el d'a- ;pre#untó =arrou a am*ert.;Nada.E$ecti%amente& casi todos lle%a*an los *ra0os col#ando y las manos %ac'as. Esta inmensa

asam*lea de (om*res era e2trañamente silenciosa.;Los primeros d'as& no pod'a uno entenderse aqu' ;dijo am*ert;& pero a medida que pasa el

tiempo %an (a*lando cada %e0 menos.

)e#n sus notas& =arrou los comprend'a& y los %e'a al principio metidos en sus tiendasocupadas en o'r %olar las moscas o en rascarse %oci$erando su cólera o su miedo cuandoencontra*an orejas complacientes. A(ora no les queda*a m!s que callarse y descon$iar. a*'auna especie de descon$ian0a que ca'a del cielo #ris& y& sin em*ar#o& luminoso& so*re el camporoji0o.

)'& todos ten'an aire de descon$ian0a. "uesto que les (a*'an separado de los otros no ser'asin ra0ón& y se les %e'a que *usca*an sus ra0ones y que tem'an. =odos los que =arrou o*ser%a*aten'an miradas errantes& todos parec'an su$rir de la separación de aquello que constituye su%ida. 5 como no pod'an pensar siempre en la muerte& no pensa*an en nada. Esta*an %acantes.6"ero lo peor ;escri*'a =arrou; es que est!n ol%idados y lo sa*en. Los que los conocen los (anol%idado porque est!n pensando en otra cosa y esto es comprensi*le. Los que los quieren los

(an ol%idado tam*in porque tienen que ocuparse de #estiones y proyectos para (acerlos salir.Esto tam*in es normal. 5 en $in de cuentas& uno %e que nadie es capa0 de pensar realmente ennadie& ni siquiera durante la mayor de las des#racias. "ues pensar realmente en al#uien es

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 pensar minuto tras minuto& sin distraerse con nada& ni con los cuidados de la casa& ni con lamosca que %uela& ni con las comidas& ni con las pica0ones. "ero siempre (ay moscas y

 pica0ones. "or esto la %ida es tan di$'cil de %i%ir& y ellos lo sa*en *ien.6El administrador que %en'a (acia ellos les dijo que un tal señor Ot(on quer'a %erles.

,ondujo a Mon0!le0 a su despac(o y despus les lle%ó (acia un rincón de las tri*unas donde elseñor Ot(on& que se manten'a apartado& se le%antó para saludarlos. Esta*a %estido comosiempre y lle%a*a el mismo cuello duro. =arrou notó nicamente que sus tu$os de las sienesesta*an m!s despeinados y que lle%a*a desatado el cordón de un 0apato. El jue0 ten'a aspectomuy cansado y no miró ni una sola %e0 a sus interlocutores a la cara. Dijo que se ale#ra*amuc(o de %erles y que les encar#a*a dar las #racias al doctor ieu2 por todo lo que (a*'a(ec(o. Ellos se callaron&

;=en#o la esperan0a ;dijo el jue0 despus de un rato; de que Cacques no (aya su$ridodemasiado.

Era la primera %e0 que =arrou le o'a pronunciar el nom*re de su (ijo y comprendió que al#o(a*'a cam*iado en l. El sol *aja*a (acia el (ori0onte y por entre dos nu*es entra*an sus rayoso*licuamente (asta las tri*unas& dorando las caras de los tres (om*res.

;No ;dijo =arrou;& %erdaderamente& no creo que (aya su$rido.,uando se retiraron& el jue0 si#uió mirando (acia el lado por donde %en'a el sol.Fueron a decir adiós a Mon0!le0 que esta*a estudiando un cuadro de %i#ilancia por turnos.

El ju#ador les estrec(ó las manos sonriendo. ;"or lo menos (e %uelto a los %estuarios ;dijo;&esa es la cosa.

"oco despus& cuando el administrador les acompaña*a (acia la salida& un enormec(ic(arreo se oyó en las tri*unas3 eran los alta%oces que en otros sitios ser%'an para anunciar elresultado de los matc(es o para presentar los equipos& y que a(ora ad%ert'an #an#osamente quelos internados de*'an %ol%er a sus tiendas para que la comida de la tarde pudiera serlesdistri*uida. Los (om*res dejaron lentamente las tri*unas y se reco#ieron a sus tiendasarrastrando los pies. ,uando todos estu%ieron preparados& dos carritos elctricos& como los que

se %en en las estaciones& pasaron por entre las tiendas lle%ando #randes marmitas. Los (om*resalar#a*an la mano& dos cuc(arones se (und'an en las dos marmitas& saliendo car#ados paraaterri0ar en dos escudillas. El coc(e %ol%'a a ponerse en marc(a y lo mismo se repet'a en latienda si#uiente.

;Es cient'$ico ;dijo =arrou al administrador.a*'a lle#ado el crepsculo y el cielo se (a*'a despejado. 4na lu0 sua%e y $resca *aña*a el

campo. En la pa0 de la tarde se oyeron ruidos de platos y cuc(aras por todas partes. Al#unosmurcila#os re%olotea*an so*re las tiendas y desaparec'an r!pidamente. 4n tran%'a c(irrió enla a#uja& del otro lado de los muros.

;"o*re jue0 ;murmuró =arrou al salir;. a*r'a que (acer al#o por l& pero +qu se puede(acer por un jue0-

a*'a tam*in en la ciudad otros muc(os campos de los que el cronista por escrpulo y por $alta de in$ormación directa no puede decir nada. "ero lo que s' puede decir es que la e2istenciade esos campos& el olor a (om*res que %en'a de ellos& los enormes ruidos de los alta%oces alcaer de la tarde& el misterio de los muros y el miedo de esos lu#ares repro*ados pesa*an so*rela moral de nuestros conciudadanos y añad'an con$usión y malestar. Los incidentes y loscon$lictos con la administración se multiplicaron.

A $in de no%iem*re las mañanas lle#aron a ser muy $r'as. Llu%ias torrenciales la%aron elsuelo& a c(orros& limpiaron el cielo y lo dejaron puro& sin nu*es& so*re las calles relucientes."or las mañanas un sol d*il esparc'a so*re la ciudad una lu0 re$ul#ente y $r'a. acia la tarde&

 por el contrario& el aire %ol%'a a (acerse ti*io. Este $ue el momento que =arrou eli#ió para$ranquearse un poco con el doctor ieu2.

4na noc(e& a eso de las die0& despus de una lar#a y a#otadora jornada& =arrou acompañó aieu2 que i*a a (acer su %isita de la tarde al %iejo asm!tico. El cielo *rilla*a sua%emente so*relas casas del *arrio.

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En los cruces de al#unas calles oscuras& un li#ero %iento sopla*a sin ruido. Del silencio deaquellas calles pasaron al parloteo del %iejo. ste les dijo que (a*'a muc(os descontentos& quelas tajadas son siempre para los mismos& que tanto %a el c!ntaro a la $uente que al $in se rompey que pro*a*lemente& aqu' se $rota*a las manos& (a*r'a #resca. El doctor le prodi#ó suscuidados sin que l dejase de lamentar los acontecimientos.

Oyeron pasos so*re el tec(o. La mujer del %iejo& %iendo el inters de =arrou por aquel ruido&les e2plicó que los %ecinos sal'an a la terra0a. Dijo tam*in que (a*'a muy *onita %ista& desdeall! arri*a& y que las terra0as de casi todas las casas toca*an& comunic!ndose por al#n lado& yas' pod'an las mujeres del *arrio %isitarse sin salir a la calle.

;)' ;dijo el %iejo;& su*an un poco. All! arri*a (ay *uen aire.Encontraron la terra0a sola y pro%ista de tres sillas. De un lado& tan lejos como alcan0a*a la

%ista& no se distin#u'an m!s que terra0as que aca*a*an por quedar adosadas a una masa oscuray rocosa que correspond'a a la primera colina. Del otro lado& por encima de al#unas calles y del

 puerto que no era %isi*le& la mirada se sumer#'a en un (ori0onte en el que el cielo y el mar seun'an en una palpitación idntica. :!s all! de donde sa*'an que queda*an los acantilados& unaclaridad cuyo ori#en no se alcan0a*a a %er aparec'a y desaparec'a re#ularmente3 el $aro del

 paso& desde la prima%era& se encend'a para los *arcos que de*'an des%iarse (acia otros puertos.En el cielo *arrido y pulido por el %iento *rilla*an las estrellas puras y la claridad lejana del$aro esparc'a de cuando en cuando una r!$a#a cenicienta. La *risa tra'a olores de especias y derocas. El silencio era a*soluto.

;Bu *uen tiempo (ace ;dijo ieu2 sent!ndose;. Es como si la peste no (u*iese lle#ado(asta aqu'.

=arrou& de espaldas a l& mira*a el mar.;)' ;dijo despus de un rato;& (ace *uen tiempo.@ino a sentarse junto al doctor y lo miró atentamente. =res %eces se apareció un resplandor 

en el cielo. De las pro$undidades de la calle lle#ó (asta ellos ruido de platos. 4na puerta #olpeódentro de la casa.

;8ueno ;dijo =arrou con un tono enteramente natural;& +usted no (a procurado nunca sa*er quin soy yo- +:e tiene usted al#una amistad-;)' ;respondió el doctor;& se la ten#o. "ero (asta a(ora nos (a $altado el tiempo.;)i es as'& me tranquili0a. +Buiere usted que este momento sea el momento de la amistad-"or toda respuesta ieu2 le sonrió.;8ueno& pues& a(' %a...En al#una calle lejana un auto pareció res*alar en el pa%imento mojado y se#n se aleja*a

se perdieron detr!s de l al#unas e2clamaciones con$usas que (a*'an roto un momento elsilencio. Despus& el silencio %ol%ió a caer so*re los dos (om*res con todo su peso de cielo yde estrellas. =arrou se (a*'a le%antado para apoyarse en la *aranda de la terra0a $rente a ieu2&que se#u'a (undido en su silla. )ólo se %e'a su $i#ura maci0a recortada contra el cielo. a*ló

durante muc(o tiempo y (e aqu' poco m!s o menos su discurso reconstruido.6Di#amos para simpli$icar& ieu2& que yo padec'a ya de la peste muc(o antes de conocer 

esta actitud y esta epidemia. 8asta con decir que soy como todo el mundo. "ero (ay #entes queno lo sa*en o que se encuentran *ien en ese estado y (ay #entes que lo sa*en y quieren salir del. )iempre (e querido salir.

6,uando yo era jo%en %i%'a con la idea de mi inocencia& es decir& sin nin#una idea. No soydel #nero de los atormentados& yo empec *ien. =odo me sal'a como es de*ido& esta*a a mi#usto en el terreno de la inteli#encia y muc(o m!s en el de las mujeres. )i ten'a al#unainquietud se i*a como (a*'a %enido. 4n d'a empec a re$le2ionar.

6=en#o que ad%ertirle que yo no era po*re como usted. :i padre era a*o#ado #eneral& quees una *uena situación. )in em*ar#o& no se da*a nin#una importancia& era de natural *onac(ón.

:i madre era sencilla y apa#ada& no (e dejado de quererla nunca& pero pre$iero no (a*lar deella. l se ocupa*a de m' con cariño y creo que (asta intenta*a comprenderme. )e#uramenteten'a a%enturas por a('& a(ora creo sa*erlo& y claro est! que estoy lejos de indi#narme por ello.

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)e conduc'a en todo como era de esperar& sin (erir a nadie. "or decirlo en dos pala*ras& no eramuy ori#inal& y (oy que ya (a muerto& me doy cuenta de que si no %i%ió como un santotampoco $ue una mala persona. Esta*a en el justo medio& eso es todo& era el tipo de (om*re por quien se puede sentir un ra0ona*le a$ecto& que puede durar.

6"ero ten'a una particularidad3 la #ran #u'a ,(ai2 era su li*ro de ca*ecera. No es que %iajasemuc(o3 sólo %iaja*a en las %acaciones para ir a 8retaña& donde ten'a una pequeña propiedad."ero era capa0 de decirle a usted e2actamente las (oras de salida y de lle#ada del tren "ar's;8erl'n& las com*inaciones de los (orarios que (a*'a que (acer para ir de Lyon a @arso%ia& elnmero e2acto de Qilómetros que (a*'a entre las capitales que usted esco#iese. +"odr'a decir cómo (ay que ir de 8rian#on a ,(amoi2- asta un je$e de estación se perder'a. 8ueno& puesmi padre no se perd'a en modo al#uno. )e ejercita*a todas las noc(es en enriquecer susconocimientos en esta materia y esta*a or#ulloso de ello. A m' me di%ert'a muc(o (acerle

 pre#untas y compro*arlas en la ,(ai2& reconociendo que no se equi%oca*a. Esos pequeñosejercicios nos un'an muc(o& pues yo era para l un auditorio cuya *uena %oluntad sa*'aapreciar. 5o por mi parte cre'a que esta superioridad suya en $errocarriles %al'a tanto comocualquier otra.

6"ero estoy insistiendo en esto y no quiero dar demasiada importancia a este (om*redecente. En resumen3 l no tu%o m!s que una in$luencia indirecta en mi determinación. A lom!s me proporcionó una ocasión. ,uando cumpl' los diecisiete años mi padre me in%itó un d'aa ir a o'rle. )e trata*a de un asunto importante en los =ri*unales y se#uramente l creyó quequedar'a muy *ien a mis ojos. ,reo tam*in que conta*a con que este acto& propio paraimpresionar a las mentes jó%enes& in$luir'a en m' para decidirme a ele#ir la misma carrera quel (a*'a se#uido. 5o acept por complacerle y tam*in porque ten'a curiosidad de %erle y o'rlerepresentando un papel tan di$erente del que (ac'a entre nosotros. No pens en otra cosa. Loque pasa*a en un tri*unal me (a*'a parecido siempre tan natural e ine%ita*le como una re%istamilitar del 1 de Culio o una distri*ución de premios. =en'a de todo ello una idea muy a*stractaque no me desa#rada*a.

6)in em*ar#o& no conser%o de ese d'a m!s que una sola ima#en3 la del culpa*le. 5o creo queera culpa*le& realmente& poco importa de qu. "ero aquel (om*recillo de pelo rojo y ralo& deunos treinta años& parec'a tan decidido a reconocerlo todo& tan sinceramente alterado por lo que(a*'a (ec(o y por lo que i*an a (acerle& que al ca*o de unos minutos yo ya no tu%e ojos m!sque para l. =en'a el aspecto de un *(o deslum*rado por una lu0 demasiado %i%a. El nudo dela cor*ata no se le ajusta*a al nacimiento del cuello. )e mord'a las uñas de una sola mano& laderec(a... En $in& no insisto& ya comprende usted/ esta*a %i%o.

6"ero yo me di cuenta de ello *ruscamente& cuando (asta aquel momento no le (a*'a %istom!s que a tra%s de la cómoda cate#or'a del inculpado. No puedo decir que me ol%idase de mi

 padre& pero (a*'a al#o que me oprim'a el estóma#o y me imped'a toda atención que no $uese laque presta*a al reo. No escuc(a*a nada de lo que dec'an3 sent'a solamente que quer'an matar a

aquel ser %i%iente y un instinto& $ormida*le como una ola& me lle%a*a a ponerme de su lado&con una especie de ce#uera o*stinada. No me despert de este delirio (asta que empe0ó mi

 padre la acusación.6=rans$i#urado por la to#a roja& ni *onac(ón ni a$ectuoso& *ull'an en su *oca las $rases

enormes que sin cesar sal'an de ella& como cule*ras. ,omprend' que esta*a pidiendo la muertede aquel (om*re& en nom*re de la sociedad& y que incluso ped'a que le cortasen el pescue0o.8ueno& no dec'a m!s que3 Esa ca*e0a de*e caer/ despus de todo la di$erencia no era muy#rande. 5 en %erdad& aca*ó siendo la misma cosa& puesto que lle#ó a o*tener aquella ca*e0a.,laro que no $ue l quien (i0o el tra*ajo. 5 yo& que se#u'a todo aquello (asta el $inal& sólo yotu%e con aquel des#raciado una intimidad %erti#inosa que mi padre nunca tu%o. )in em*ar#o&l ten'a que asistir& se#n la costum*re& a eso que llaman& delicadamente& los ltimos momentos

y que (a*r'a que llamar el m!s a*yecto de los asesinatos.6A partir de ese d'a no pude %ol%er a mirar la #u'a ,(ai2 sin un asco in$inito. A partir de ese

d'a empec a interesarme con (orror por la justicia& por las sentencias de muerte& por las

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ejecuciones& y comprend'a con una especie de %rti#o& que mi padre (a*'a de*ido asistir muc(as %eces a esos asesinatos y que eso de*'a pasar aquellos d'as en que se le%anta*a muytemprano. )'& esos d'as pon'a el despertador. No me atre%' a (a*lar de ello con mi madre& peroempec a o*ser%arla y comprend' que entre ellos no (a*'a nada& que lle%a*a una %ida derenunciamiento. Esto& como yo dec'a entonces& me ayudó a perdonarla. Despus (e sa*ido queno (a*'a nada que perdonarle& porque (a*'a sido po*re toda su %ida (asta que se (a*'a casado yla po*re0a le (a*'a enseñado la resi#nación.

6,reer! usted que %oy a decirle que me $ui de casa en se#uida. "ero no& me qued toda%'a%arios meses& casi un año. "ero ten'a el cora0ón en$ermo. 4na noc(e mi padre pidió eldespertador porque ten'a que le%antarse temprano. No dorm' en toda la noc(e. Al d'a si#uientecuando %ol%ió ya me (a*'a ido. =en#o que añadir que mi padre me (i0o *uscar& que $ui a %erley que sin m!s e2plicación le dije tranquilamente que si me o*li#a*a a %ol%er me matar'a.Aca*ó por aceptar& pues era de car!cter m!s *ien d*il& me ec(ó un discurso so*re lo estpidoque era querer %i%ir su %ida Gas' es como se e2plica*a mi decisión y yo no lo disuad'H& me (i0omil ad%ertencias y reprimió las l!#rimas que sinceramente se le salta*an. Lue#o& ya muc(otiempo despus& $ui a %er a mi madre con $recuencia y entonces lo encontr al#una %e0. Estas

relaciones yo creo que le *astaron. 5o por mi parte no ten'a nin#una animosidad contra l&solamente un poco de triste0a en el cora0ón. ,uando murió me lle% a mi madre conmi#o& yconmi#o estar'a si no (u*iera muerto.

6e insistido muc(o en estas cosas del principio de mi %ida porque $ueron realmente un principio. ,onoc' la po*re0a a los diecioc(o años& saliendo de la a*undancia. ice mil o$icios para #anarme la %ida y eso no me salió demasiado mal. "ero se#u'a o*sesion!ndome lasentencia de muerte. Buer'a saldar las cuentas del *(o rojo y& en consecuencia& (ice pol'tica&como se dice. No quer'a ser un apestado& eso es todo. Lle#u a tener la con%icción de que lasociedad en que %i%'a reposa*a so*re la pena de muerte y que com*atindola& com*at'a elcrimen. 5o lle#u por m' mismo a ese con%encimiento y otros me corro*oraron en ello/ de(ec(o era %erdad en #ran parte. Entonces me $ui del lado de los que ama*a y a los que no (e

dejado de amar. Estu%e muc(o tiempo con ellos y no (a (a*ido pa's de Europa donde no (ayacompartido sus luc(as. "ero *ueno& a otra cosa.6Naturalmente& yo sa*'a que nosotros tam*in pronunci!*amos a %eces #randes sentencias.

"ero me ase#ura*an que esas muertes eran necesarias para lle#ar a un mundo donde no sematase a nadie. Esto era %erdad en cierto modo& y despus de todo& acaso yo no soy capa0 demantenerme en ese orden de %erdades. Lo cierto es que yo duda*a& pero pensa*a en el *(o yesto me (ac'a se#uir. asta el d'a que tu%e que %er una ejecución G$ue en un#r'aH y el mismo%rti#o que me (a*'a pose'do de niño %ol%ió a oscurecer mis ojos de (om*re.

6+a %isto usted $usilar a un (om*re al#una %e0- No& se#uramente& eso se (ace en #eneral por in%itación y el p*lico tiene que ser antes ele#ido. El caso es que usted no (a pasado de lasestampas de los li*ros. 4na %enta en los ojos& un poste y a lo lejos unos cuantos soldados. "ues

 *ien& >no es eso? +)a*e usted que el pelotón se sita a metro y medio del condenado- +)a*eusted que si diera un paso (acia adelante se dar'a con los $usiles en el pec(o- +)a*e usted que aesta distancia los $usileros concentran su tiro en la re#ión del cora0ón y que entre todos& consus *alas (acen un a#ujero donde se podr'a meter el puño- No& usted no lo sa*e porque sondetalles de los que no se (a*la. El sueño de los (om*res es m!s sa#rado que la %ida para losapestados. No se de*e impedir que duerman las *uenas #entes. )er'a de mal #usto3 el *uen#usto consiste en no insistir& todo el mundo lo sa*e. "ero yo no (e %uelto a dormir *ien desdeentonces. El mal #usto se me (a quedado en la *oca y no (e dejado de insistir& es decir& de

 pensar en ello.6Al $in comprend'& por lo menos& que (a*'a sido yo tam*in un apestado durante todos esos

años en que con toda mi %ida (a*'a cre'do luc(ar contra la peste. ,omprend'a que (a*'a

contri*uido a la muerte de miles de (om*res& que incluso la (a*'a pro%ocado& aceptando como *uenos los principios y los actos que $atalmente la ori#ina*an. Los otros no parec'an molestos por ello& o& al menos& no lo comenta*an nunca espont!neamente. 5o ten'a un nudo en la

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#ar#anta. Esta*a con ellos y& sin em*ar#o/ esta*a solo. ,uando se me ocurr'a mani$estar misescrpulos me dec'an que (a*'a que pensar *ien las cosas que esta*an en jue#o y me da*anra0ones a %eces impresionantes para (acerme tra#ar lo que yo no era capa0 de di#erir. 5o lesdec'a que los #randes apestados& los que se ponen las to#as rojas& tienen tam*in e2celentesra0ones y que si admit'a las ra0ones de $uer0a mayor y las necesidades in%ocadas por losapestados menores& no pod'a rec(a0ar las de los #randes. Ellos me (ac'an notar que la manerade dar la ra0ón a los de las to#as rojas era dejarles el derec(o e2clusi%o a sentenciar. "ero yome dec'a que si ced'a a uno una %e0 no (a*'a ra0ón para detenerse. ,reo que la (istoria me (adado la ra0ón y que (oy d'a est!n a %er quin es el que m!s mata. Est!n pose'dos por el $uror del crimen y no pueden (acer otra cosa.

6En todo caso& mi asunto no era el ra0onamiento/ era el *(o rojo& esa coc(ina a%enturadonde aquellas coc(inas *ocas apestadas anuncia*an a un (om*re entre cadenas que ten'a quemorir y ordena*an todas las cosas para que muriese despus de noc(es y noc(es de a#on'a&durante las cuales espera*a con los ojos a*iertos ser asesinado. Era el a#ujero en el pec(o. 5 yome dec'a& mientras tanto& que por mi parte me ne#ar siempre a dar una sola ra0ón& una sola& looye usted& a esta repu#nante carnicer'a. )'& me (e decidido por esta ce#uera o*stinada mientras

no %ea m!s claro.6Desde entonces no (e cam*iado. ace muc(o tiempo que ten#o %er#Ren0a& que me muerode %er#Ren0a de (a*er sido& aunque desde lejos y aunque con *uena %oluntad& un asesino yotam*in. ,on el tiempo me (e dado cuenta de que incluso los que eran mejores que otros no

 pod'an a*stenerse de matar o de dejar matar& porque est! dentro de la ló#ica en que %i%en& y (ecomprendido que en este mundo no podemos (acer un mo%imiento sin e2ponernos a matar. )'&si#o teniendo %er#Ren0a& (e lle#ado al con%encimiento de que todos %i%imos en la peste y (e

 perdido la pa0. A(ora la *usco& intentando comprenderlos a todos y no ser enemi#o mortal denadie. ) nicamente que (ay que (acer todo lo que sea necesario para no ser un apestado yque sólo eso puede (acernos esperar la pa0 o una *uena muerte a $alta de ello. Eso es lo nicoque puede ali%iar a los (om*res y si no sal%arlos& por lo menos (acerles el menor mal posi*le y

a %eces incluso un poco de *ien.6"or eso me (e decidido a rec(a0ar todo lo que& de cerca o de lejos& por *uenas o por malasra0ones& (a#a morir o justi$ique que se (a#a morir.

6"or esto es por lo que no (e tenido nada que aprender con esta epidemia& si no es que ten#oque com*atirla al lado de usted. 5o s a ciencia cierta Gs'& ieu2& yo lo s todo en la %ida& ya loest! usted %iendoH que cada uno lle%a en s' mismo la peste& porque nadie& nadie en el mundoest! indemne de ella. 5 s que (ay que %i#ilarse a s' mismo sin cesar para no ser arrastrado enun minuto de distracción a respirar junto a la cara de otro y pe#arle la in$ección. Lo que esnatural es el micro*io. Lo dem!s& la salud& la inte#ridad& la pure0a& si usted quiere& son unresultado de la %oluntad& de una %oluntad que no de*e detenerse nunca. El (om*re 'nte#ro& elque no in$ecta a casi nadie es el que tiene el menor nmero posi*le de distracciones. >5 (ace

$alta tal %oluntad y tal tensión para no distraerse jam!s? )'& ieu2& cansa muc(o ser un pest'$ero. "ero cansa m!s no serlo. "or eso (oy d'a todo el mundo parece cansado& porquetodos se encuentran un poco pest'$eros. 5 por eso& so*re todo& los que quieren dejar de serlolle#an a un e2tremo tal de cansancio que nada podr! li*rarlos de l m!s que la muerte.

6Desde ese tiempo s que yo ya no sir%o para el mundo y que a partir del momento en querenunci a matar me conden a m' mismo en un e2ilio de$initi%o. Los otros ser!n los que (ar!nla (istoria. ) tam*in que no puedo ju0#ar a esos otros. ay una condición que me $alta paraser un ra0ona*le asesino. "or supuesto& no es nin#una superioridad. :e a%en#o a ser lo quesoy& (e conse#uido lle#ar a la modestia. ) nicamente que (ay en este mundo pla#as y%'ctimas y que (ay que ne#arse tanto como le sea a uno posi*le a estar con las pla#as. Esto

 puede que le pare0ca un poco simple y yo no s si es simple %erdaderamente& pero s que es

cierto. e o'do tantos ra0onamientos que (an estado a punto de (acerme perder la ca*e0a y quese la (an (ec(o perder a tantos otros& para o*li#arle a uno a consentir en el asesinato& que (elle#ado a comprender que todas las des#racias de los (om*res pro%ienen de no (a*lar claro.

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Entonces (e tomado el partido de (a*lar y o*rar claramente& para ponerme en *uen camino. As'que a$irmo que (ay pla#as y %'ctimas& y nada m!s. )i diciendo esto me con%ierto yo tam*in en

 pla#a& por lo menos ser! contra mi %oluntad. =rato de ser un asesino inocente. 5a %e usted queno es una #ran am*ición.

6,laro que tiene que (a*er una tercera cate#or'a3 la de los %erdaderos mdicos& pero destos no se encuentran muc(os porque de*e ser muy di$'cil. "or esto decido ponerme del ladode las %'ctimas para e%itar estra#os. Entre ellas& por lo menos& puedo ir %iendo cómo se lle#a ala tercera cate#or'a& es decir& a la pa0.6

,uando terminó& =arrou se quedó *alanceando una pierna y dando #olpecitos con el pie enel suelo de la terra0a. Despus de un silencio& el doctor se endere0ó un poco y pre#untó a=arrou si ten'a una idea del camino que (a*'a que esco#er para lle#ar a la pa0.

;)'& la simpat'a.Dos tim*res de am*ulancia sonaron a lo lejos. Las e2clamaciones que se o'an con$usas poco

tiempo antes& se reunieron en un e2tremo de la ciudad junto a la colina rocosa. )e oyó almismo tiempo al#o que pareció una detonación. Despus %ol%ió el silencio. ieu2 contó dos

 parpadeos del $aro. La *risa pareció (acerse m!s $uerte y al mismo tiempo lle#ó del mar como

un soplo con olor a sal. A(ora se o'a claramente la sorda respiración de las olas que %en'an ac(ocar con el acantilado.;En resumen ;dijo =arrou con sencille0;& lo que me interesa es cómo se puede lle#ar a ser un

santo.;"ero usted cree en Dios.;Custamente. "uede lle#arse a ser un santo sin Dios/ ese es el nico pro*lema concreto que

admito (oy d'a.8ruscamente& un #ran resplandor sur#ió del lado de donde se (a*'an o'do los #ritos y

remontando la corriente del %iento un clamor oscuro lle#ó (asta los dos (om*res. El resplandor desapareció en se#uida y lejos& al $inal de las terra0as& no quedó m!s que un poco enrojecido elespacio. En una r!$a#a de %iento lle#aron #ritos de (om*res& despus el ruido de una descar#a

y el clamor de una multitud. =arrou se le%antó y escuc(ó. 5a no se o'a nada.;Otra %e0 est!n pele!ndose en las puertas.;5a (a terminado ;dijo ieu2.=arrou murmuró que eso no terminar'a nunca y que se#uir'a (a*iendo %'ctimas porque esa

era la norma.;Es posi*le ;respondió el doctor;& pero& sa*e usted& yo me siento m!s solidario con los

%encidos que con los santos. No ten#o a$ición al (ero'smo ni a la santidad. Lo que me interesaes ser (om*re.

;)'& los dos *uscamos lo mismo& pero yo soy menos am*icioso.ieu2 creyó que =arrou *romea*a y lo miró& pero a la %a#a claridad del cielo %io una cara

triste y seria.

El %iento se le%antó de nue%o& ieu2 lo sintió so*re su piel casi ti*io& =arrou se despere0ó.;+)a*e usted ;dijo; lo que de*iramos (acer por la amistad-;Lo que usted quiera ;dijo ieu2.;Darnos un *año de mar. asta para un $uturo santo es un placer di#no.ieu2 sonrió.;,on nuestros pases podemos ir (asta la escollera. Despus de todo& es demasiado tonto no

%i%ir m!s que en la peste. Es e%idente que un (om*re tiene que *atirse por las %'ctimas. "ero si por eso deja de amar todo lo dem!s& +de qu sir%e que se *ata-

;)' ;dijo ieu2;& %amos all!.4n momento despus& el auto se deten'a junto a las %erjas del puerto. La luna (a*'a salido.

4n cielo lec(oso proyecta*a por todas partes som*ras p!lidas. Detr!s de ellos queda*a la

ciudad como estancada y de all' dimana*a un soplo caliente y en$ermi0o que los empuja*a(acia el mar. Enseñaron sus papeles a un #uardia que los e2aminó lar#o rato. "asaron& y por losterraplenes cu*iertos de toneles& entre el olor a %ino y a pescado& tomaron la dirección de la

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escollera. "oco antes de lle#ar& el olor a yodo y a las al#as les anunció el mar. Despusempe0aron a o'rlo.

El mar 0um*a*a sua%emente al pie de los #randes *loques de la escollera. ,uando *ajaronlos escalones apareció a su %ista espeso& como de terciopelo& $le2i*le y liso como un animal. )eacomodaron en las rocas& de cara a la e2tensión. Las a#uas se (inc(a*an y se a*isma*anlentamente. Esta respiración tranquila del mar (ac'a nacer y desaparecer re$lejos oleosos en lasuper$icie del a#ua. Ante ellos la noc(e no ten'a l'mites. ieu2& que sent'a *ajo sus dedos lacara !spera de las rocas& esta*a lleno de una e2traña $elicidad. )e %ol%ió a mirar a =arrou yadi%inó en la e2presión tranquila y #ra%e de su ami#o aquella misma $elicidad que no ol%ida*anada& ni siquiera el asesinato.

)e desnudaron. ieu2 se 0am*ulló el primero. Fr'a al principio& el a#ua le $ue pareciendoti*ia a medida que a%an0a*a. Despus de unas cuantas *ra0adas sintió que el mar de aquellanoc(e era ti*io& con la ti*ie0a de los mares de otoño& que toman a la tierra el calor almacenadodurante lar#os meses. Nadó acompasadamente. El #olpeteo de sus pies deja*a atr!s de l un(er%idero de espuma& el a#ua se desli0a*a a lo lar#o de sus *ra0os& para ceñirse a sus piernas.4n pesado c(apoteo le anunció que =arrou se (a*'a 0am*ullido. ieu2 se ec(ó *oca arri*a y se

quedó inmó%il de cara al cielo lleno de luna y de estrellas. espiró lar#amente& $ue oyendocada %e0 m!s claro el ruido del a#ua remo%ida& e2trañamente claro en el silencio y la soledaddel mar/ =arrou se acerca*a& empe0ó a o'r su respiración. ieu2 se %ol%ió& se puso al ni%el desu ami#o y nadaron al mismo ritmo. =arrou a%an0a*a con m!s $uer0a que l y tu%o que

 precipitar su mo%imiento. Durante unos minutos a%an0aron con la misma cadencia y el mismo%i#or& solitarios& lejos del mundo& li*erados al $in de la ciudad y de la peste. ieu2 se detu%o el

 primero y %ol%ieron (acia la costa lentamente& e2cepto un momento en que entraron en unacorriente (elada. )in decir nada precipitaron su marc(a& a0otados por esta sorpresa del mar.

)e %istieron y se marc(aron sin (a*er pronunciado una pala*ra. "ero ten'an el mismo !nimoy el mismo recuerdo dulce de esa noc(e. ieu2 sa*'a que& como l& =arrou pensa*a que laen$ermedad los (a*'a ol%idado& que esto (a*'a sido ma#n'$ico y que a(ora (a*'a que

recomen0ar.)'& (a*'a que recomen0ar porque la peste no ol%ida*a a nadie muc(o tiempo. Durante el mesde diciem*re estu%o llameando en el pec(o de nuestros conciudadanos& encendió el (orno&

 po*ló los campos de som*ra con manos %ac'as. No cesó& en $in& de a%an0ar en su marc(a paciente e irre#ular. Las autoridades (a*'an contado con que los d'as $r'os detendr'an sua%ance& y& sin em*ar#o& pasó sin decaer a tra%s de los primeros ri#ores de la estación/ (a*'aque esperar toda%'a. "ero a $uer0a de esperar se aca*a por no esperar nada& y nuestra ciudadentera lle#ó a %i%ir sin por%enir.

En cuanto al doctor& el $u#iti%o instante de pa0 y de amistad que le (a*'a sido dado no pod'atener un mañana. A*rieron un (ospital m!s y ieu2 quedó cara a cara nicamente con losen$ermos. Notó& al mismo tiempo& que en esta $ase de la en$ermedad& cuando la peste toma*a

cada %e0 m!s la $orma pulmonar& los en$ermos parec'an querer& en cierto modo& ayudar almdico. En %e0 de a*andonarse a la postración& a las locuras del principio& parec'a que se(ac'an una idea m!s justa de sus intereses y ped'an ellos mismos lo que pod'a serles m!s$a%ora*le. "ed'an de *e*er continuamente y todos quer'an calor. Aunque el cansancio $uera elmismo para el doctor& se sent'a menos solo en estas ocasiones.

acia $ines de diciem*re& ieu2 reci*ió del señor Ot(on& que se encontra*a toda%'a en sucampo& una carta diciendo que el tiempo de la cuarentena ya (a*'a pasado& que en laadministración no encontra*an la $ec(a de su in#reso y que se#uramente le reten'an en elcampo de aislamiento por error. )u mujer& que (a*'a salido (ac'a tiempo& (a*'a ido a protestar a la pre$ectura& donde la reci*ieron de malos modos& dicindole que no (a*'a nunca errores.ieu2 (i0o inter%enir a am*ert y pocos d'as despus %io lle#ar al señor Ot(on. a*'a (a*ido&

en e$ecto& un error y ieu2 se indi#nó un poco. "ero el señor Ot(on& que (a*'a adel#a0adomuc(o& le%antó *landamente una mano y dijo& pesando sus pala*ras& que todo el mundo pod'aequi%ocarse. El doctor notó nicamente que al#o (a*'a cam*iado en l.

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;+Bu %a usted a (acer a(ora& señor jue0- Le esperan sus le#ajos ;dijo ieu2.;No ;dijo el jue0;& quisiera pedir una licencia.;E$ecti%amente& necesita usted descansar.;No& no es eso& quisiera %ol%er al campo.ieu2 se e2trañó.;"ero& >si sale usted de all'?;:e (e e2plicado mal. :e (an dic(o que (ay %oluntarios en la administración en ese

campo.El jue0 re%ol%'a un poco sus ojos redondos y trata*a de asentar uno de sus tu$os.;,omprende usted& as' tendr'a una ocupación. 5 adem!s& aunque es tonto decirlo& me

sentir'a menos separado de mi (ijo.ieu2 le miró. No era posi*le que en aquellos ojos duros y sin relie%es *rotase de pronto

al#o de dul0ura. "ero se (a*'an tornado como *rumosos& (a*'an perdido su pure0a de metal.;:uy e2acto ;dijo ieu2;& %oy a ocuparme de ello ya que usted lo quiere.El doctor se ocupó& en e$ecto& y la %ida de la ciudad apestada si#uió su curso (asta Na%idad.

=arrou si#uió lle%ando a todas partes su tranquilidad e$ica0. am*ert con$ió al doctor que (a*'a

lo#rado esta*lecer& #racias a los muc(ac(os que (ac'an la #uardia& una correspondenciaclandestina con su mujer. eci*'a cartas de cuando en cuando. "ropuso a ieu2 queapro%ec(ase su sistema y ste aceptó. Escri*ió por primera %e0& despus de muc(os meses&

 pero con las mayores di$icultades. Era un len#uaje que (a*'a perdido. La carta partió& larespuesta tardó en %enir. "or su parte ,ottard prospera*a y sus pequeñas especulaciones loenriquec'an. En cuanto a Mrand& el per'odo de las $iestas no de*ió darle resultado.

La Na%idad de aquel año $ue m!s *ien la $iesta del In$ierno que la del E%an#elio. Loscomercios %ac'os y sin lu0& los c(ocolates arti$iciales o las cajas %ac'as en los escaparates& lostran%'as llenos de caras som*r'as& no (a*'a nada que pudiera recordar las Na%idades pasadas.En esta $iesta& en la que todo el mundo& rico o po*re& se re#ocija*a en otro tiempo& no (a*'alu#ar m!s que para las escasas di%ersiones solitarias y %er#on0osas que al#unos pri%ile#iados

se procura*an a precio de oro en el $ondo de al#una trastienda #rasienta. Las i#lesias esta*anllenas de lamentaciones en %e0 de acciones de #racias. En la ciudad (osca y (elada& al#unosniños corr'an de un lado para otro& i#norantes de lo que les amena0a*a. "ero nadie se atre%'a a(a*larles del Dios de otros tiempos& car#ado de o$rendas& anti#uo como el dolor (umano& peronue%o como la jo%en esperan0a. No (a*'a sitio en el cora0ón de nadie m!s que para una %ieja yti*ia esperan0a& esa esperan0a que impide a los (om*res a*andonarse a la muerte y que no esm!s que o*stinación de %i%ir.

El d'a antes& Mrand (a*'a $altado a su cita. ieu2& inquieto& (a*'a pasado por su casa a primera (ora de la mañana& sin encontrarlo. =odo el mundo esta*a alarmado. acia las once&am*ert %ino al (ospital a decir al doctor que (a*'a %isto a Mrand desde lejos& %a#ando por lascalles& con la cara descompuesta& pero que lo (a*'a perdido de %ista. El doctor y =arrou se

$ueron en el coc(e en su *usca.A mediod'a& (elando& ieu2 saltó del coc(e al %er de lejos a Mrand& pe#ado a un escaparate

lleno de ju#uetes toscamente tallados en madera. "or las mejillas del %iejo $uncionario corr'anlas l!#rimas sin interrupción. 5 esas l!#rimas trastorna*an a ieu2& porque las comprend'a ylas sent'a l tam*in en su #ar#anta. ecordó los esponsales del des#raciado& ante unescaparate de Na%idad& y creyó %er a Ceanne %ol%indose (acia l para decirle que esta*acontenta. Desde el $ondo de aquellos años lejanos& en el cora0ón mismo de la locura actual& la%o0 $resca de Ceanne lle#a*a (asta Mrand& era se#uro. ieu2 sa*'a lo que esta*a pensando enaquel momento el po*re %iejo que llora*a& y tam*in como l pensa*a que este mundo sinamor es un mundo muerto& y que al $in lle#a un momento en que se cansa uno de la prisión& deltra*ajo y del %alor& y no e2i#e m!s que el rostro de un ser y el (ec(i0o de la ternura en el

cora0ón."ero Mrand lo %io en el cristal. )in dejar de llorar se %ol%ió y apoyó la espalda en el

escaparate (asta que lle#ó junto a l.

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;>A(?& doctor. >A(?& doctor ;le dijo.ieu2 mo%ió la ca*e0a como a$irmando& incapa0 de (a*lar. Aquella an#ustia era la suya y lo

que le oprim'a el cora0ón en aquel momento era esa inmensa cólera que en%uel%e al (om*reante el dolor que todos los (om*res comparten.

;)'& Mrand ;dijo.;Buisiera tener tiempo para escri*irle una carta. "ara que sepa... y para que pueda ser $eli0

sin remordimiento. ;,on una especie de %iolencia& ieu2 (i0o a%an0ar a Mrand. l se dejóarrastrar& murmurando tro0os de $rases.; ace ya demasiado tiempo que dura esto. =iene uno#anas de no preocuparse m!s& es $or0oso. >A(?& doctor& soy (om*re de aspecto tranquilo& perosiempre (e necesitado (acer un #ran es$uer0o para ser siquiera normal. A(ora& ya esto esdemasiado.

)e paró& tem*la*a y ten'a la mirada enloquecida.ieu2 le tomó la mano& a*rasa*a."ero Mrand se escapó y ec(ó a correr unos cuantos pasos& despus se separó& a*rió los

 *ra0os y empe0ó a oscilar de atr!s adelante& dio media %uelta y cayó so*re la acera (elada& conla cara mojada por las l!#rimas que se#u'an corrindole. Los que pasa*an lo miraron de lejos

detenindose *ruscamente sin atre%erse a a%an0ar. ieu2 tu%o que lle%arlo en sus *ra0os.5a en la cama& Mrand se a(o#a*a3 los pulmones esta*an atacados. ieu2 pensó que Mrandno ten'a $amilia& +para qu transportarlo- )e quedar'a all'& con =arrou para cuidarlo.

Mrand esta*a (undido en la almo(ada& la piel %erdosa& los ojos apa#ados. :ira*a $ijamenteun misera*le $ue#o que =arrou trata*a de encender en la c(imenea con los restos de un cajón.6Esto %a mal6& dec'a& y del $ondo de sus pulmones en llamas sal'a un e2traño crepitar queacompaña*a sus pala*ras. ieu2 le recomendó que se callase y le prometió %ol%er. Mrand sesonrió e2trañamente y una especie de ternura le inundó la cara. Muiñó un ojo con es$uer0o& 6)isal#o de sta& >(ay que quitarse el som*rero& doctor?6 "ero en se#uida cayó en una #ran

 postración.4nas (oras despus& ieu2 y =arrou encontraron al en$ermo medio incorporado en la cama

y ieu2 %io con espanto en su cara los pro#resos del mal& que le a*rasa*a. "ero l parec'a m!slcido y en se#uida& con %o0 e2trañamente ca%ernosa& les ro#ó que le dieran el manuscrito queten'a metido en un cajón. =arrou le dio las (ojas que l apretó contra su pec(o sin mirarlas y selas entre#ó al doctor& indic!ndole con el #esto que las leyese. Era un corto manuscrito& de unascincuenta pala*ras. El doctor las (ojeó y %io que todas aquellas p!#inas no conten'an m!s quela misma $rase inde$inidamente copiada& retocada& enriquecida o empo*recida. )in cesar& elmes de mayo& la ama0ona y las a%enidas del 8osque se con$ronta*an y se dispon'an de manerasdi%ersas. "ero al $inal de la ltima p!#ina una mano atenta (a*'a escrito con tinta que anesta*a $resca3 6:i muy querida Ceanne& (oy es Na%idad...6 De*ajo& con esmerada cali#ra$'a&$i#ura*a la ltima %ersión de la $rase. 6Lea6& dijo Mrand& y ieu2 leyó3

6En una (ermosa mañana de mayo& una es*elta ama0ona& montada en una suntuosa jaca

ala0ana& recorr'a entre $lores las a%enidas del 8osque...6;+Est!- ;dijo el %iejo con %o0 de $ie*re.ieu2 no le%antó los ojos.;>A(? ;dijo l& a#it!ndose;& ya lo s& (ermosa& (ermosa no es la pala*ra e2acta.ieu2 le co#ió la mano.;Djelo usted& doctor. 5a no tendr tiempo...)u pec(o se (inc(a*a con es$uer0o y de pronto #ritó3;>Bumelo?El doctor dudó& pero Mrand repitió la orden con un acento tan terri*le y tal su$rimiento en la

%o0 que ieu2 ec(ó los papeles en el $ue#o ya casi apa#ado. La (a*itación se iluminór!pidamente y una *re%e llamarada la caldeó un momento. ,uando el doctor $ue (acia el

en$ermo& ste se (a*'a %uelto del otro lado y su cara toca*a casi la pared. =arrou mira*a por la%entana& como e2traño a la escena. Despus de (a*erle inyectado el suero& ieu2 dijo a suami#o que Mrand no pasar'a de la noc(e& y =arrou propuso quedarse con l. El doctor aceptó.

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=oda la noc(e le persi#uió la idea de que Mrand i*a a morir. "ero a la mañana si#uienteieu2 encontró a Mrand sentado en la cama (a*lando con =arrou. La $ie*re (a*'a desaparecido.

 No le queda*an m!s que las (uellas de un a#otamiento #eneral.;>A(?& doctor ;dec'a Mrand;& (ice mal. "ero lo %ol%er a empe0ar. :e acuerdo de todo& ya

%er! usted.;Esperaremos ;dijo ieu2 a =arrou."ero al mediod'a no (a*'a cam*iado nada. "or la noc(e& Mrand pod'a considerarse como

sal%ado. ieu2 no pod'a comprender esta resurrección."oco m!s o menos en la misma poca le lle%aron una en$erma que le pareció un caso

desesperado y que (i0o aislar desde su lle#ada al (ospital. La muc(ac(a esta*a en pleno delirioy presenta*a todos los s'ntomas de la $ie*re pulmonar. "ero al d'a si#uiente la $ie*re (a*'a

 *ajado. El doctor creyó reconocer& como en el caso de Mrand& la tre#ua matinal& que lae2periencia lo (a*'a acostum*rado a considerar como un mal s'ntoma. Al mediod'a& sinem*ar#o& la $ie*re no (a*'a %uelto a su*ir. "or la tarde aumentó unas dcimas solamente y alotro d'a (a*'a desaparecido. La muc(ac(a& aunque d*il& respira*a li*remente en su cama.ieu2 dijo a =arrou que se (a*'a sal%ado contra todas las re#las. "ero durante la semana se

 presentaron cuatro casos semejantes en la asistencia del doctor.A $ines de la misma semana& el %iejo asm!tico aco#ió al doctor y a =arrou con muestras deuna #ran a#itación.

;5a est! ;dec'a;& %uel%en a salir.;+Buin-;+Buin %a a ser- >Las ratas?Desde el mes de a*ril no se (a*'a %uelto a %er una rata muerta.;+Es que esto %a a recomen0ar- ;dijo =arrou a ieu2.El %iejo se $rota*a las manos.;>ay que %er cómo corren?& da #usto.a*'a %isto dos ratas %i%as entrar por la puerta de calle. Al#unos %ecinos le (a*'an contado

que tam*in en sus casas los *ic(os (a*'an (ec(o su reaparición. En al#unas tarimas se %ol%'aa o'r su trajinar& ol%idado ya desde (ac'a meses. ieu2 espera*a las estad'sticas #enerales quesal'an al principio de cada semana. e%elaron un descenso de la en$ermedad.

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5

A pesar de este *rusco e inesperado retroceso de la en$ermedad& nuestros conciudadanos nose apresuraron a estar contentos. Los meses que aca*a*an de pasar& aunque aumenta*an sudeseo de li*eración& les (a*'an enseñado a ser prudentes y les (a*'an acostum*rado a contar cada %e0 menos con un pró2imo $in de la epidemia. )in em*ar#o& el nue%o (ec(o esta*a entodas las *ocas y en el $ondo de todos los cora0ones se a#ita*a una esperan0a incon$esada.=odo lo dem!s pasa*a a se#undo plano. Las nue%as %'ctimas de la peste ten'an poco peso allado de este (ec(o e2or*itante3 las estad'sticas *aja*an. 4na de las nue%as muestras de que laera de la salud& sin ser a*iertamente esperada& se a#uarda*a en secreto& sin em*ar#o& $ue quenuestros ciudadanos empe0aron a (a*lar con #usto& aunque con aire de indi$erencia& de la$orma en que reor#ani0ar'an su %ida despus de la peste.

=odo el mundo esta*a de acuerdo en creer que las comodidades de la %ida pasada no sereco*rar'an en un momento y en que era m!s $!cil destruir que reconstruir. )e ima#ina*an& en#eneral& que el apro%isionamiento podr'a mejorarse un poco y que de este modo desaparecer'ala preocupación m!s apremiante. "ero& en realidad& *ajo esas o*ser%aciones anodinas una

esperan0a insensata se desata*a& de tal modo que nuestros conciudadanos no se da*an a %ecescuenta de ello y a$irma*an con precipitación que& en todo caso& la li*eración no ser'a para el d'asi#uiente.

5 as' $ue/ la peste no se detu%o al otro d'a& pero a las claras se empe0ó a de*ilitar m!s de prisa de lo que ra0ona*lemente se (u*iera podido esperar. Durante los primeros d'as de enero&el $r'o se esta*ili0ó con una persistencia inusitada y pareció cristali0arse so*re la ciudad. )inem*ar#o& nunca (a*'a estado tan a0ul el cielo. Durante d'as enteros su esplendor inmuta*le y(elado inundó toda la ciudad con una lu0 ininterrumpida. En este aire puri$icado& la peste& entres semanas& y mediante sucesi%os descensos& pareció a#otarse& alineando cad!%eres cada d'amenos numerosos. "erdió en un corto espacio de tiempo la casi totalidad de las $uer0as que(a*'a tardado meses en acumular. @iendo cómo se le escapa*an presas enteramente

sentenciadas como Mrand y la muc(ac(a de ieu2& cómo se e2acer*a*a en ciertos *arriosdurante dos o tres d'as& mientras desaparec'a totalmente en otros& cómo multiplica*a las%'ctimas el lunes& y el mircoles las deja*a escapar casi todas/ %indola des$allecer o

 precipitarse se (u*iera dic(o que esta*a desor#ani0!ndose por ener%amiento o cansancio y que perd'a& al mismo tiempo que el dominio de s' misma& la e$icacia matem!tica y so*erana que(a*'a sido su $uer0a. El suero de ,astel empe0ó a tener& de pronto& 2itos que (asta entonces le(a*'an sido ne#ados. ,ada una de las medidas tomadas por los mdicos& que antes no da*annin#n resultado& parecieron inesperadamente dar en el cla%o. Era como si a la peste le (u*ieralle#ado la (ora de ser acorralada y su de*ilidad s*ita diese $uer0a a las armas em*otadas quese le (a*'an opuesto. )ólo de cuando en cuando la en$ermedad recrudec'a y de un solo #olpe selle%a*a a tres o cuatro en$ermos cuya curación se espera*a. Eran los desa$ortunados de la

 peste/ los que mata*a en plena esperan0a. Este $ue el caso del jue0 Ot(on al que (u*o quee%acuar del campo de cuarentena y del que =arrou dijo que no (a*'a tenido suerte& sin que se

 pueda sa*er si pensa*a en la muerte o en la %ida del jue0."ero& en conjunto& la in$ección retroced'a en toda la l'nea& y los comunicados de la

 pre$ectura& que primero (a*'an (ec(o nacer tan t'mida y secreta esperan0a& aca*aron por con$irmar& en la mente de todos& la con%icción de que la %ictoria esta*a alcan0ada y de que laen$ermedad a*andona*a sus posiciones. En %erdad& era di$'cil sa*er si se trata*a de una%ictoria& nicamente esta*a uno o*li#ado a compro*ar que la en$ermedad parec'a irse por donde (a*'a %enido. La estrate#ia que se le (a*'a opuesto no (a*'a cam*iado3 ayer ine$ica0&(oy aparentemente a$ortunada. )e ten'a la impresión de que la en$ermedad se (a*'a a#otado

 por s' misma o de que acaso (a*'a alcan0ado todos sus o*jeti%os. Fuese lo que $uese& su papel

(a*'a terminado.)in em*ar#o& se (u*iera podido creer que no (a*'a cam*iado nada en la ciudad. Las calles&

siempre silenciosas por el d'a& esta*an in%adidas de noc(e por una multitud en la que a(ora

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 predomina*an los a*ri#os y las *u$andas. Los cines y los ca$s (ac'an los mismos ne#ocios."ero mirando detenidamente se pod'a %er que las caras esta*an menos crispadas y que a %eces(asta sonre'an. Entonces se da*a uno cuenta de que& (asta ese momento& nadie sonre'a por lacalle. En realidad& se (a*'a (ec(o un des#arrón en el %elo opaco que rodea*a a la ciudad desde(ac'a meses y todos los lunes se compro*a*a por las noticias de la radio que el des#arrón se i*aa#randando y que al $in i*a a ser posi*le respirar. No era m!s que un ali%io ne#ati%o quetoda%'a no ten'a una e2presión $ranca. :ientras que antes no se (u*iera podido o'r sin ciertaincredulidad la noticia de que (a*'a salido un tren o lle#ado un %apor& o *ien que se i*a aautori0ar la circulación de los autos& el anuncio de sos acontecimientos a mediados de $e*rerono pro%ocó la menor sorpresa. Era poco& sin duda. "ero este li#ero mati0 delata*a los enormes

 pro#resos alcan0ados por nuestros conciudadanos en el camino de la esperan0a. )e puede decir& por otra parte& que a partir del momento en que la m!s 'n$ima esperan0a se (i0o posi*le en el!nimo de nuestros conciudadanos& el reinado e$ecti%o de la peste (a*'a terminado.

 No (ay que dejar de señalar que durante todo el mes de enero nuestros conciudadanostu%ieron reacciones contradictorias& pasaron por alternati%as de e2citación y depresión. Fue por esto por lo que (u*o que re#istrar nue%as tentati%as de e%asión en el momento mismo en que

las estad'sticas eran m!s $a%ora*les. Esto sorprendió muc(o a las autoridades y a los puestos de#uardia porque la mayor parte de esos intentos tu%ieron 2ito. "ero en realidad las #entes see%ad'an o*edeciendo a sentimientos naturales. En unos& la peste (a*'a (ec(o arrai#ar unescepticismo pro$undo del que ya no pod'an des(acerse. La esperan0a no pod'a prender enellos. 5 aunque el tiempo de la peste (a*'a pasado& ellos continua*an %i%iendo se#n susnormas. Esta*an atrasados con respecto a los acontecimientos. En otros& y stos se conta*an

 principalmente entre los que (a*'an %i%ido separados de los seres que quer'an& despus de tantotiempo de reclusión y a*atimiento& el %iento de la esperan0a que se le%anta*a (a*'a encendidouna $ie*re y una impaciencia que les pri%a*an del dominio de s' mismos. Les entra*a unaespecie de p!nico al pensar que pod'an morir& ya tan cerca del $inal& sin %er al ser que quer'an ysin que su lar#o su$rimiento $uese recompensado. As'& aunque durante meses con una oscura

tenacidad& a pesar de la prisión y el e2ilio& (a*'an perse%erado en la espera& la primeraesperan0a *astó para destruir lo que el miedo y la desesperación no (a*'an podido atacar. )e precipitaron como locos pretendiendo adelantarse a la peste& incapaces de ir a su paso (asta elltimo momento.

Al mismo tiempo (u*o tam*in señales de optimismo& se re#istró una sensi*le *aja en los precios. Desde el punto de %ista de la econom'a pura& este mo%imiento no se pod'a e2plicar.Las di$icultades se#u'an siendo las mismas& las $ormalidades de cuarentena (a*'an sidomantenidas en las puertas y el apro%isionamiento esta*a lejos de mejorar. )e asist'a& pues& a un$enómeno puramente moral& como si el retroceso de la peste repercutiese por todas partes. Almismo tiempo& el optimismo #ana*a a los que antes %i%'an en #rupos y que a causa de laen$ermedad (a*'an sido o*li#ados a la separación. Los dos con%entos de la ciudad empe0aron a

re(acerse y la %ida en comn recomen0ó. Lo mismo $ue para los militares& que %ol%ieron areunirse en los cuarteles ya li*res& reanudando su %ida normal de #uarnición. Estos pequeños(ec(os eran #randes s'ntomas.

La po*lación %i%ió en esta a#itación secreta (asta el %einticinco de enero. En esa semana lasestad'sticas *ajaron tanto que& despus de una consulta con la comisión mdica la pre$ecturaanunció que la epidemia pod'a considerarse contenida. El comunicado añad'a que por unesp'ritu de prudencia& que no dejar'a de ser apro*ado por la po*lación& las puertas de la ciudadse#uir'an an cerradas durante dos semanas y las medidas pro$il!cticas mantenidas durante unmes. En este per'odo& a la menor señal de que el peli#ro pod'a recomen0ar& 6el  status quo ser'amantenido y las medidas lle%adas al e2tremo6. =odo el mundo esta*a de acuerdo en considerar a estas cl!usulas como de mero estilo y una #o0osa a#itación (enc('a la ciudad la noc(e del

%einticinco de enero. "ara asociarse a la ale#r'a #eneral& el pre$ecto dio orden de restituir elalum*rado& como en el tiempo de la salud. Nuestros conciudadanos se desparramaron por lascalles iluminadas& *ajo un cielo $r'o y puro& en #rupos ruidosos y pequeños.

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Es cierto que en al#unas casas las persianas si#uieron cerradas y las $amilias pasaron ensilencio esta %elada que otros llenaron de #ritos. )in em*ar#o& para muc(os de esos seresenlutados& el ali%io era tam*in pro$undo& *ien porque el miedo de %er a otros de los suyosarre*atados (u*iera desaparecido& o *ien porque la atención necesaria para su conser%ación

 personal pudiera dejar de estar alerta. "ero las $amilias que ten'an que quedar m!s ajenas a laale#r'a #eneral eran& sin discusión& las que en ese momento ten'an un en$ermo de*atindosecon la peste en un (ospital& o las que en las residencias de cuarentena o en sus casas espera*anque la pla#a terminase para ellas como (a*'a terminado para los otros. stas conce*'an tam*inesperan0as& es cierto& pero (ac'an de ellas un depósito que deja*an en reser%a y al que se

 propon'an no tocar (asta tener %erdaderamente derec(o. Esta espera& esta %i#ilia silenciosa amitad del camino entre la a#on'a y la ale#r'a& les resulta*a aun m!s cruel en medio del j*ilo#eneral.

"ero estas e2cepciones no merma*an nada a la satis$acción de los otros. )in duda& la pestetoda%'a no (a*'a terminado y aun ten'a que pro*arlo. )in em*ar#o& en todos los !nimos& yadesde muc(as semanas antes& los trenes part'an sil*ando por %'as sin $in y los *arcos surca*anmares luminosos. Al d'a si#uiente& los !nimos estar'an m!s calmados y renacer'an las dudas.

"ero& por el momento& la ciudad entera se despa*ila*a& dejando los lu#ares cerrados& som*r'ose inmó%iles& donde (a*'a ec(ado ra'ces de piedra& y se pon'a al $in en marc(a con sucar#amento de super%i%ientes. Aquella noc(e =arrou y ieu2& am*ert y los otros& i*an entre lamultitud y sent'an ellos tam*in que les $alta*a el suelo *ajo los pies. :uc(o tiempo despusde (a*er dejado los *ule%ares& =arrou y ieu2 sent'an que esta ale#r'a los perse#u'a cuando yaesta*an en las callejuelas desiertas& pasando *ajo las %entanas con persianas cerradas. 5& acausa de su mismo cansancio& no pod'an separar este su$rimiento& que continua*a detr!s de las

 persianas& de la ale#r'a que llena*a las calles& un poco m!s lejos. La li*eración que seapro2ima*a ten'a una cara en la que se me0cla*an las l!#rimas y la risa.

En un momento en que el ruido se (a*'a (ec(o m!s $uerte y m!s ale#re& =arrou se detu%o."or el empedrado en som*ra& una $orma corr'a li#era/ era un #ato& el primero que se %ol%'a a

%er desde la prima%era. )e quedó quieto un momento en medio de la cal0ada& titu*eó& se lamióuna pata y se atusó con ella la oreja derec(a/ r!pidamente reanudó su carrera silenciosa ydesapareció en la noc(e. =arrou sonrió. El %iejecito estar'a tam*in contento.

"ero en el preciso momento en que la peste parec'a alejarse para %ol%er al i#norado cu*il dedonde (a*'a salido& (a*'a al#uien en la ciudad que esta*a consternado de su partida3 ste era,ottard& a creer los apuntes de =arrou.

A decir %erdad& esos apuntes se (icieron sumamente curiosos a partir del momento en quelas estad'sticas empe0aron a *ajar. )e#uramente era el cansancio& pero el caso es que laescritura se (ac'a di$'cilmente le#i*le y que pasa*an con demasiada $recuencia de un tema aotro. Adem!s& y por primera %e0& a esos apuntes empie0a a $altarles o*jeti%idad y se detienenen consideraciones personales. As' se encuentra& en medio de lar#os pasajes concernientes al

caso de ,ottard& una pequeña di#resión so*re el %iejo de los #atos. De creer a =arrou& la pesteno le (a*'a (ec(o perder nada de su consideración por este personaje& que le interesa*a despusde la epidemia como le (a*'a interesado antes& y que& des#raciadamente& no pudo se#uir interes!ndole a pesar de su *uena intención. "ues (a*'a procurado %ol%er a %erlo. Al#unos d'asdespus de aquella noc(e del %einticinco de enero& (a*'a ido a la esquina de la callejuela. Los#atos esta*an all' calent!ndose al sol& $ieles a su cita& pero a la (ora de costum*re las persianas(a*'an se#uido cerradas. Durante muc(os d'as despus& =arrou si#uió insistiendo& pero no%ol%ió a %erlas a*iertas. )acó la conclusión de que el %iejecito esta*a o$endido o muerto. )iesta*a o$endido& es que cre'a tener ra0ón y la peste se (a*'a portado mal con l& pero si esta*amuerto (a*r'a que pre#untarse& tanto de l como del %iejo asm!tico& si (a*'a sido un santo.=arrou no lo cre'a& pero considera*a que en el caso del %iejo (a*'a un 6indicio6. 6Acaso

;señala*an los apuntes; no se pueda lle#ar m!s que a ciertas apro2imaciones de santidad. Enese caso (a*r'a que contentarse con un santismo modesto y caritati%o.6

)iempre me0clados con las notas so*re ,ottard& se encuentran en los apuntes numerosas

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consideraciones $recuentemente dispersas/ unas tratan de Mrand& ya con%aleciente yreinte#rado al tra*ajo& como si nada (u*iese sucedido& y otras e%ocan a la madre del doctor ieu2. Las pocas con%ersaciones a que la con%i%encia (a*'a dado lu#ar entre ella y =arrou& lasactitudes de la %iejecita& su sonrisa& sus o*ser%aciones so*re la peste& est!n re#istradasescrupulosamente. =arrou insiste& so*re todo& en el modo de permanecer como *orrada de laseñora ieu2/ en su costum*re de e2presarlo todo con $rases muy simples/ en la predilección

 particular que demostra*a por una %entana que da*a so*re la calle tranquila y detr!s de la cualse senta*a por las tardes& m!s *ien derec(a& con las manos descansando en la $alda& y la miradaatenta& (asta que el crepsculo in%ad'a la (a*itación& con%irtindola en una som*ra ne#ra entrela lu0 #ris que i*a oscurecindose (asta disol%er la silueta inmó%il/ en la li#ere0a con que i*ade una (a*itación a otra/ en la *ondad de la que nunca (a*'a dado prue*as concretas delante de=arrou& pero cuyo resplandor se pod'a reconocer en todo lo que (ac'a o dec'a/ en el (ec(o& en$in& de que& se#n l& comprend'a todo sin necesidad de re$le2ionar y de que& con tanto silencioy tanta som*ra& pod'a tolerar ser mirada a cualquier lu0& aunque $uese la de la peste. Aqu'& por lo dem!s& la escritura de =arrou da*a muestras curiosas de $laqueo. Las l'neas que se#u'an erancasi ile#i*les y como para dar una prue*a m!s de aquel $laqueo las ltimas $rases eran las

 primeras que empe0aron a ser personales3 6:i madre era as'& yo adora*a en ella ese mismoapaci#uamiento y siempre quise estar a su lado. ace oc(o años que no puedo decir que murió/solamente se *orró un poco m!s que de costum*re& y cuando me %ol%' a mirarla ya no esta*aall'.6

"ero %ol%amos a ,ottard. Desde que las estad'sticas esta*an en *aja& ste (a*'a (ec(omuc(as %isitas a ieu2& in%ocando di%ersos prete2tos. "ero en realidad era para pedirle siempre

 pronósticos so*re la marc(a de la epidemia. 6+,ree usted que esto puede cesar as'& de #olpe&sin a%isar-6 l era escptico so*re este punto o& por lo menos& as' lo dec'a. "ero las repetidas

 pre#untas que $ormula*a indica*an una con%icción no tan $irme. A mediados de enero ieu2 le(a*'a respondido de un modo (arto optimista. 5& siempre& esas respuestas& en %e0 dere#ocijarle& produc'an en ,ottard reacciones %aria*les se#n los d'as& pero que $luctua*an entre

el mal (umor y el a*atimiento. =am*in (a*'a lle#ado el doctor a decirle que a pesar de lasindicaciones $a%ora*les dadas por las estad'sticas& era mejor no cantar %ictoria toda%'a.;Dic(o de otro modo ;o*ser%ó ,ottard;& no se sa*e nada/ +podr'a recomen0ar de un d'a para

otro-;)'& como dicen& es posi*le que la marc(a de la curación se acelere.Esta incertidum*re& inquietante para todos& (a*'a tranquili0ado a ,ottard y delante de =arrou

(a*'a enta*lado con%ersaciones con los comerciantes de su *arrio en las que trata*a de propa#ar la opinión de ieu2. No le costa*a tra*ajo (acerlo& es cierto. "ues una %e0 pasada la$ie*re de las primeras %ictorias& en muc(os !nimos (a*'a %uelto a renacer una duda que (a*r'ade so*re%i%ir a la e2citación causada por la declaración de la pre$ectura. ,ottard setranquili0a*a ante el espect!culo de esta inquietud. Otras %eces se descora0ona*a. 6)' ;le dec'a

=arrou;& terminar!n por a*rir las puertas y ya %er! usted cómo me dejar!n plantado.6asta el %einticinco de enero todo el mundo notó la inesta*ilidad de su car!cter. Durante

d'as enteros& despus de (a*er procurado conquistar& por tanto tiempo& a las relaciones de su *arrio& de pronto romp'a a*iertamente con ellos. En apariencia& por lo menos& se retira*a delmundo y de la noc(e a la mañana se pon'a a %i%ir a lo sal%aje. No se le %e'a en el restaurante&ni en el teatro& ni en los ca$s que le #usta*an. 5& sin em*ar#o/ no parec'a %ol%er a la %idacomedida y oscura que lle%a*a antes de la epidemia. @i%'a completamente retirado en sudepartamento y (ac'a que le su*iesen la comida de un restaurante %ecino. )ólo por la noc(e(ac'a salidas $urti%as& comprando lo que necesita*a& saliendo de los comercios para lan0arse

 por las calles solitarias. )i =arrou lo encontra*a& no conse#u'a sacar de l m!s quemonos'la*os. Despus& sin transición& aparec'a socia*le otro d'a& (a*lando de la peste

a*undantemente& solicitando la opinión de todos y sumer#indose con complacencia en lamarea de la muc(edum*re.

El d'a de la declaración de la pre$ectura& ,ottard desapareció completamente de la

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circulación. Dos d'as despus& =arrou lo encontró %a#ando por las calles. ,ottard le pidió quele acompañase (asta el *arrio. =arrou se sent'a e2traordinariamente cansado& pero l insistió."arec'a muy a#itado& #esticula*a de un modo desordenado y (a*la*a alto y li#ero. "re#untó asu acompañante si cre'a que realmente la declaración de la pre$ectura pon'a trmino a la peste.

 Naturalmente& =arrou considera*a que una declaración administrati%a no *asta*a por s' misma para detener una pla#a& pero se pod'a creer que la epidemia& sal%o impre%istos& i*a a terminar.

;)' ;dijo ,ottard;& sal%o impre%istos& y siempre (ay al#o impre%isto.=arrou le (i0o notar que& desde lue#o& la pre$ectura (a*'a pre%isto en cierto modo lo

impre%isto& instituyendo un pla0o de dos semanas antes de a*rir las puertas.;an (ec(o *ien ;dijo ,ottard& siempre som*r'o y a#itado;& porque tal como %an las cosas

 podr'a ser que (u*iesen (a*lado en *alde.=arrou no lo cre'a imposi*le& pero le parec'a que era mejor a$rontar la pró2ima apertura de

la puerta y la %uelta a la %ida normal.;Admit!moslo ;dijo ,ottard;& admit!moslo& pero +a qu llama usted la %uelta a una %ida

normal-;A nue%as pel'culas en el cine ;dijo =arrou& sonriendo.

"ero ,ottard no sonre'a. Buer'a sa*er si pod'a esperar que la peste no cam*iase nada en laciudad y que todo recomen0ase como antes& es decir& como si no (u*iera pasado nada. =arroucre'a que la peste cam*iar'a y no cam*iar'a la ciudad& que sin duda& el m!s $irme deseo denuestros ciudadanos era y ser'a siempre el de (acer como si no (u*iera cam*iado nada& y que&

 por lo tanto& nada cam*iar'a en un sentido& pero& en otro& no todo se puede ol%idar& ni aunteniendo la %oluntad necesaria& y la peste dejar'a (uellas& por lo menos en los cora0ones.,ottard declaró a*iertamente que a l no le interesa*a el cora0ón& que el cora0ón era la ltimade sus preocupaciones. Lo que le interesa*a era sa*er si la or#ani0ación misma ser'atrans$ormada& si& por ejemplo& todos los ser%icios $uncionar'an como en el pasado. 5 =arroutu%o que reconocer que no lo sa*'a. )e#n l era cosa de pensar que a todos esos ser%icios

 pertur*ados durante la epidemia les costar'a un poco de tra*ajo %ol%er a le%ar anclas. )e pod'a

suponer tam*in que se plantear'an muc(os pro*lemas nue%os& que (ar'an necesaria unareor#ani0ación de los anti#uos ser%icios.;>A(? ;dijo ,ottard;& eso es posi*le& en e$ecto& todo el mundo tendr! que recomen0ar todo.Los dos paseantes (a*'an lle#ado cerca de la casa de ,ottard. ste se (a*'a animado muc(o&

es$or0!ndose en el optimismo. Ima#ina*a la ciudad re(aciendo su %ida& *orrando su pasado(asta partir de cero.

;8ueno ;dijo =arrou;. Despus de todo& puede que las cosas se arre#len para usted tam*in.En cierto modo& es una %ida nue%a la que %a a empe0ar.

a*'an lle#ado a la puerta y se estrec(a*an la mano.;=iene usted ra0ón ;dec'a ,ottard& cada %e0 m!s animado;& partir de cero& eso ser'a una #ran

cosa.

"ero de la som*ra del pasillo sur#ieron dos (om*res. =arrou tu%o apenas tiempo de o'r a suacompañante pre#untar qu (ar'an all' aquellos dos p!jaros.

Los dos p!jaros& que ten'an aire de $uncionarios endomin#ados& pre#untaron a ,ottard si sellama*a ,ottard& y ste& dejando escapar una especie de e2clamación& dio media %uelta y selan0ó (acia lo oscuro& sin que =arrou ni los otros tu%ieran tiempo de (acer un mo%imiento.,uando se les pasó la sorpresa& =arrou pre#untó a los dos (om*res qu era lo que quer'an.Ellos adoptaron un aire reser%ado y ama*le para decir que se trata*a de al#unos in$ormes& y se$ueron pausadamente en la dirección que (a*'a tomado ,ottard.

,uando lle#ó a su casa& =arrou anotó la escena y en se#uida Gla escritura lo demuestraH notóun #ran cansancio. Añadió que ten'a toda%'a muc(o que (acer& pero que esta no era ra0ón parano estar dispuesto& y se pre#unta*a si lo esta*a en realidad. espond'a& para terminar& y aqu'

aca*an los apuntes de =arrou& que (a*'a siempre una (ora en el d'a en la que el (om*re esco*arde y que l sólo ten'a miedo a esa (ora.

Dos d'as despus& poco antes de la apertura de las puertas& el doctor ieu2& al %ol%er a su

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casa al mediod'a& se pre#unta*a si encontrar'a el tele#rama que espera*a. Aunque sus tareas$uesen tan a#otadoras como en el momento m!s #ra%e de la peste& la esperan0a de la li*eraciónde$initi%a (a*'a disipado todo cansancio en l. Espera*a y se complac'a en esperar. No se

 puede tener siempre la %oluntad en tensión ni estar continuamente $irme/ es una #ran $elicidad poder des(acer& al $in& en la e$usión& este (a0 de $uer0as tren0adas en la luc(a. )i el tele#ramaesperado $uera tam*in $a%ora*le& ieu2 podr'a recomen0ar. 5 su opinión era que todo elmundo recomen0ar'a.

"asó delante de la porter'a. El nue%o portero& pe#ado al cristal& le sonrió. )u*iendo laescalera& ieu2 %e'a su cara p!lida por el cansancio y las pri%aciones.

)'& recomen0ar'a cuando la a*stracción (u*iese terminado& y con un poco de suerte... "ero ala*rir la puerta %io a su madre que le sal'a al encuentro anunci!ndole que el señor =arrou no sesent'a *ien. )e (a*'a le%antado por la mañana& pero no (a*'a podido salir y (a*'a %uelto aacostarse. La señora ieu2 esta*a inquieta.

;"ro*a*lemente no es nada #ra%e ;dijo su (ijo. =arrou esta*a tendido en la cama& su pesadaca*e0a se (und'a en el almo(adón& el pec(o $uerte se di*uja*a *ajo el espesor de las mantas.=en'a $ie*re& le dol'a la ca*e0a. Dijo a ieu2 que cre'a tener s'ntomas %a#os que pod'an ser los

de la peste.;No& no (ay nada claro toda%'a ;dijo ieu2& despus de (a*erle reconocido."ero =arrou esta*a de%orado por la sed. En el pasillo ieu2 le dijo a su madre que podr'a ser 

el principio de la peste.;>A(? ;dijo ella;& eso no es posi*le >a(ora?5 despus3;Dejmosle aqu'& 8ernard.ieu2 re$le2ionó.;No ten#o derec(o ;dijo;. "ero %an a a*rirse las puertas. 5o creo que si t no estu%ieras aqu'&

ser'a el primer derec(o que me tomar'a.;8ernard ;dijo ella;& podemos estar los dos. 5a sa*es que yo (e sido %acunada otra %e0.

El doctor dijo que =arrou tam*in lo esta*a& pero que& acaso por el cansancio& (a*'a dejadode ponerse la ltima inyección de enero u ol%idado al#unas precauciones.ieu2 $ue a su despac(o. ,uando %ol%ió a la alco*a& =arrou %io que tra'a las enormes

ampollas de suero.;>A(?& es eso ;dijo.;No& pero por precaución.=arrou por toda respuesta tendió el *ra0o y soportó la intermina*le inyección que l mismo

(a*'a puesto a tantos otros.;@eremos esta noc(e ;dijo ieu2 y miró a =arrou cara a cara.;+5 el aislamiento& ieu2-;No es enteramente se#uro que ten#a usted la peste.

=arrou sonrió con es$uer0o.;Es la primera %e0 que %eo inyectar el suero sin ordenar al mismo tiempo el aislamiento.ieu2 se %ol%ió de espaldas.;:i madre y yo lo cuidaremos. Estar! usted mejor.=arrou si#uió callado y el doctor& que esta*a arre#lando en la caja las ampollas& espera*a

que (a*lase para %ol%er a mirar. Al $in& $ue (acia la cama. El en$ermo lo miró. )u cara esta*acansada& pero sus ojos #rises se#u'an tranquilos. ieu2 le sonrió.

;Duerma usted si puede. 5o %ol%er dentro de un rato.Al lle#ar a la puerta oyó que =arrou lo llama*a. @ol%ió atr!s."ero =arrou parec'a de*atirse con la e2presión misma de la idea que quer'a e2presar.;ieu2 ;dijo al $in;& tiene usted que decirme todo/ lo necesito.

;)e lo prometo.=arrou torció un poco su cara recia en una sonrisa.;Mracias. No ten#o #anas de morir& as' que luc(ar. "ero si el jue#o est! perdido& quiero

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tener un *uen $inal.ieu2 se inclinó y le apretó un poco el (om*ro.;No ;dijo;. "ara lle#ar a ser un santo (ay que %i%ir. Luc(e usted.A lo lar#o del d'a& el $r'o que (a*'a sido intenso disminuyó un poco para ceder el lu#ar por 

la tarde a c(aparrones %iolentos de llu%ia y de #rani0o. Al crepsculo el cielo se descu*rió un poco y el $r'o se (i0o otra %e0 penetrante. ieu2 %ol%ió a su casa por la tarde/ sin quitarse ela*ri#o $ue al cuarto de su ami#o. )u madre esta*a all'& (aciendo punto de a#uja. =arrou parec'aque no se (a*'a mo%ido& pero sus la*ios& *lanquecinos por la $ie*re& delata*an la luc(a queesta*a sosteniendo.

;+Bu (ay- ;dijo el doctor.=arrou al0ó un poco entre las mantas sus anc(os (om*ros.;ay ;dijo; que pierdo la partida.El doctor se inclinó so*re l. 8ajo la piel ardiendo los #an#lios empe0a*an a endurecerse y

dentro de su pec(o retum*a*a el ruido de una $ra#ua su*terr!nea. =arrou presenta*ae2trañamente las dos series de s'ntomas. ieu2 dijo& endere0!ndose& que el suero no (a*'atenido tiempo toda%'a de (acer e$ecto. 4na onda de $ie*re que su*ió a su #ar#anta so$ocó las

 pala*ras que =arrou i*a a pronunciar.Despus de cenar& ieu2 y su madre %inieron a instalarse junto al en$ermo. La noc(ecomen0a*a para l en la luc(a declarada& y ieu2 sa*'a que ese duro com*ate con el !n#el de la

 peste ten'a que durar (asta la madru#ada. Los anc(os (om*ros y el #ran pec(o de =arrou noeran sus mejores armas& sino m!s *ien aquella san#re que ieu2 (a*'a (ec(o *rotar con laa#uja y en esa san#re al#o que era m!s interior que el alma y que nin#una ciencia ser'a capa0de traer a la lu0. 5 l no pod'a (acer m!s que %er luc(ar a su ami#o. =odo lo que se dispon'a alle%ar a ca*o& los a*scesos que ayudar'a a madurar& los tónicos que i*a a inocularle& era delimitada e$icacia& como se lo (a*'an enseñado tantos meses de $racasos continuos. Lo nicoque le queda*a& en realidad& era dar ocasión al a0ar que muc(as %eces no acta si no se le

 pro%oca. 5 era preciso que el a0ar actuase& pues ieu2 se encontra*a ante un aspecto de la

 peste que le desconcerta*a. 4na %e0 m!s& la peste se esmera*a en despistar todas las estrate#iasdiri#idas contra ella& apareciendo all' donde no se la espera*a y desapareciendo de donde se lacre'a a$incada. 4na %e0 m!s se es$or0a*a la peste en sorprender.

=arrou luc(a*a& inmó%il. Ni una sola %e0& en toda la noc(e& se entre#ó a la a#itación alcom*atir los asaltos del mal3 solamente emplea*a para luc(ar su reciedum*re y su silencio."ero tampoco pronunció ni una sola %e0 una pala*ra& con$esando as' que la distracción no leera posi*le. ieu2 se#u'a solamente las $ases de la luc(a en los ojos de su ami#o& unas %ecesa*iertos& otras cerrados/ unas %eces los p!rpados apretados contra el #lo*o del ojo& otras por elcontrario& la2os& la mirada $ija en un o*jeto o %uelta (acia el doctor y su madre. ,ada %e0 queel doctor encontra*a su mirada& =arrou sonre'a con es$uer0o.

En cierto momento se oyeron pasos precipitados por la calle& que parec'an (uir ante un

murmullo lejano que i*a acerc!ndose poco a poco y que terminó por llenar la calle con su *ar*oteo3 la llu%ia recomen0a*a& me0clada al poco tiempo con un #rani0o que re*ota*a en lasaceras. Los toldos y cortinas ondearon ante las %entanas. En la som*ra del cuarto& ieu2& quese (a*'a dejado distraer por la llu%ia& %ol%ió a contemplar a =arrou iluminado por la l!mpara deca*ecera. )u madre (ac'a punto& le%antando de cuando en cuando la ca*e0a para mirar atentamente al en$ermo. El doctor (a*'a (ec(o ya todo lo que pod'a (acer. Despus de la llu%iael silencio se (i0o m!s denso en la (a*itación& llena solamente del tumulto de una #uerrain%isi*le. E2citado por el insomnio& el doctor cre'a o'r en los con$ines del silencio el sil*idosua%e y re#ular que lo (a*'a acompañado durante toda la epidemia. Indicó a su madre& con el#esto& que de*'a acostarse. Ella mo%ió la ca*e0a ne#ati%amente y& con m!s animación en losojos& se puso a *uscar con cuidado con la a#uja un punto del que no esta*a muy se#ura. ieu2

se le%antó para dar de *e*er al en$ermo& y lue#o %ol%ió a sentarse.Al#unos transentes& apro%ec(ando la calma& pasa*an r!pidamente por la acera. )us pasos

decrec'an y se aleja*an. El doctor reconoció que& por primera %e0& aquella noc(e llena de

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 paseantes trasnoc(adores y limpia de tim*res de am*ulancia& era semejante a la de otrostiempos. Era ya una noc(e li*erada de la peste y parec'a que la en$ermedad espantada por el$r'o& las luces y la multitud& se (u*iera escapado de las pro$undidades de la ciudad y se (u*ierare$u#iado en esta (a*itación& caldeada& para dar su ltimo asalto al cuerpo inerte de =arrou. El$la#elo ya no a0ota*a el cielo de la ciudad. "ero sil*a*a en el aire pesado del cuarto. Eso era loque ieu2 escuc(a*a desde (ac'a (oras. a*'a que esperar que all' tam*in se detu%iese& queall' tam*in la peste se declarase %encida.

"oco antes de amanecer& ieu2 se acercó a su madre.;De*er'as acostarte para poder rele%arme a las oc(o. No ol%ides las instalaciones antes de

acostarte.La señora ieu2 se le%antó& reco#ió su la*or y se acercó a la cama. =arrou (ac'a ya tiempo

que ten'a los ojos cerrados. El sudor ensortija*a su pelo so*re la $rente. La señora ieu2suspiró y el en$ermo a*rió los ojos& %io la dulce mirada so*re l y *ajo las mó%iles ondas de la$ie*re reapareció su sonrisa tena0. "ero en se#uida cerró los ojos. ,uando se quedó solo& ieu2se acomodó en el sillón que (a*'a dejado su madre. La calle esta*a muda y el silencio eracompleto. El $r'o de la madru#ada empe0a*a a (acerse sentir en la (a*itación.

El doctor se adormeció& pero el primer coc(e del amanecer lo sacó de su somnolencia. "asóun escalo$r'o por la espalda& miró a =arrou y %io que (a*'a lo#rado un poco de descanso ydorm'a tam*in. Las ruedas de madera y las pisadas del ca*allo de un carro sona*an ya lejos.En la %entana& el espacio esta*a toda%'a oscuro. ,uando el doctor se acercó a la cama& =arroulo miró con los ojos ine2presi%os como si estu%iese toda%'a en las re#iones del sueño.

;a dormido usted& +no- ;pre#untó ieu2. ;)'.;+espira usted mejor- ;4n poco& +eso quiere decir al#o- ieu2 se calló un momento&

despus dijo3 ;No& =arrou& eso no quiere decir nada. 4sted conoce tan *ien como yo la tre#uamatinal. =arrou asintió.

;Mracias ;dijo;& respóndame siempre as'& e2actamente.ieu2 se sentó a los pies de la cama. )ent'a junto a l las piernas del en$ermo& lar#as y duras

como miem*ros de una estatua yacente. =arrou empe0ó a respirar m!s $uerte.;La $ie*re %a a recomen0ar& +no es cierto& ieu2- ;dijo con %o0 a(o#ada. ;)'& pero almediod'a ya podremos %er. =arrou cerró los ojos& parec'a concentrar sus $uer0as. 4na e2presiónde cansancio se le'a en sus ras#os& espera*a la su*ida de la $ie*re que se re%ol%'a ya en al#nsitio de su propio $ondo. ,uando a*rió los ojos& su mirada esta*a empañada y sólo se aclarócuando %io a ieu2 inclinado (acia l. ;8e*a ;le dec'a.

=arrou *e*ió y dejó caer la ca*e0a. ;Bu lar#o es esto ;murmuró. ieu2 le tomó del *ra0o& pero =arrou& con la ca*e0a %uelta para otro sitio& no reaccionó. 5 de pronto la $ie*re a$luyó%isi*lemente (asta su $rente& como si (u*iese roto al#n dique interior. ,uando la mirada de=arrou se %ol%ió (acia el doctor& ste procuró darle %alor con la suya. La sonrisa que =arrouintentó es*o0ar no pudo pasar de las mand'*ulas apretadas ni de los la*ios pe#ados por una

espuma *lancu0ca. "ero *ajo su $rente o*stinada los ojos *rillaron toda%'a con el resplandor del%alor.

A las siete& la señora ieu2 %ol%ió a la (a*itación. El doctor $ue a su despac(o paratele$onear al (ospital (acindose sustituir. Decidió tam*in dejar sus consultas aquel d'a& seec(ó un momento en el di%!n de su #a*inete& pero se le%antó en se#uida y %ol%ió al cuarto.=arrou ten'a la ca*e0a %uelta (acia la señora ieu2& mira*a aquella menuda som*ra reco#ida

 junto a l en una silla& con las manos juntas so*re la $alda. 5 la contempla*a con tantaintensidad que la señora ieu2 se puso un dedo so*re los la*ios y se le%antó para apa#ar lal!mpara de la ca*ecera. "ero a tra%s de las cortinas la lu0 se $iltra*a r!pidamente y poco a

 poco& cuando los ras#os del en$ermo emer#ieron de la oscuridad& la señora ieu2 pudo %er quese#u'a mir!ndola. )e inclinó (acia l& le arre#ló la almo(ada y puso un momento la mano en su

 pec(o mojado. Entonces oyó& como %iniendo de lejos& una %o0 sorda que le da*a las #racias yle dec'a que todo esta*a muy *ien. ,uando %ol%ió a sentarse& =arrou cerró los ojos y sue2presión a#otada& a pesar de tener la *oca cerrada& parec'a %ol%er a sonre'r.

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Al mediod'a la $ie*re (a*'a lle#ado a la cspide. 4na especie de tos %isceral sacud'a elcuerpo del en$ermo& que empe0ó a escupir san#re. Los #an#lios (a*'an dejado de crecer& perose#u'an duros como cla%os& atornillados en los (uecos de las articulaciones y ieu2 consideróimposi*le a*rirlos. En los inter%alos de la $ie*re y de la tos& =arrou mira*a de cuando encuando a sus ami#os. "ero pronto sus ojos se a*rieron cada %e0 menos $recuentemente y la lu0que ilumina*a su cara de%astada $ue (acindose m!s d*il. La tempestad que sacud'a sucuerpo& con estremecimientos con%ulsi%os (ac'a cada %e0 m!s $recuentes sus rel!mpa#os y=arrou i*a deri%ando (acia el $ondo. ieu2 no ten'a delante m!s que una m!scara inerte en laque la sonrisa (a*'a desaparecido. Esta $orma (umana que le (a*'a sido tan pró2ima&acri*illada a(ora por el %ena*lo& a*rasada por el mal so*re(umano& do*le#ada por todos los%ientos iracundos del cielo& se sumer#'a a sus ojos en las ondas de la peste y l no pod'a (acer nada para e%itar su nau$ra#io. =en'a que quedarse en la orilla con los *ra0os cru0ados y elcora0ón oprimido& sin armas y sin recursos& una %e0 m!s& $rente al $racaso. 5 al $in& lasl!#rimas de la impotencia le impidieron %er cómo =arrou se %ol%'a *ruscamente (acia la paredy con un quejido pro$undo e2pira*a& como si en al#una parte de su ser una cuerda esencial se(u*iese roto.

La noc(e que si#uió no $ue de luc(a& sino de silencio. En este cuarto separado del mundo&so*re este cuerpo muerto& a(ora %estido& ieu2 sent'a planear la calma sorprendente quemuc(as noc(es antes& so*re las terra0as& por encima de la peste& (a*'a se#uido al ataque de las

 puertas. 5a en aquella poca (a*'a pensado en ese silencio que se cierne so*re los lec(os dondemueren los (om*res. En todas partes la misma pausa& el mismo inter%alo solemne& siempre elmismo aplacamiento que si#ue a los com*ates3 era el silencio de la derrota. "ero aquel silencioque en%ol%'a a su ami#o era tan compacto& esta*a tan estrec(amente acorde con el silencio delas calles de la ciudad li*erada de la peste& que ieu2 sent'a que esta %e0 se trata*a de laderrota de$initi%a& la que pone $in a las #uerras y (ace de la pa0 un su$rimiento incura*le. Eldoctor no sa*'a si al $in =arrou (a*r'a encontrado la pa0& pero en ese momento& por lo menos&cre'a sa*er que para l ya no (a*r'a pa0 posi*le& como no (ay armisticio para la madre

amputada de su (ijo& ni para el (om*re que entierra a su ami#o.Fuera queda*a la misma noc(e $r'a& las estrellas con#eladas en un cielo claro y #lacial. En lasemioscuridad del cuarto se sent'a contra los cristales la respiración p!lida de una noc(e polar.Cunto a la cama& la señora ieu2 esta*a sentada en su postura (a*itual& el lado derec(oiluminado por la l!mpara de ca*ecera. En medio de la (a*itación& lejos de la lu0& ieu2espera*a en su *utaca. El recuerdo de su mujer pasó al#una %e0 por su ca*e0a& pero lo rec(a0ó.

Las pisadas de los transentes (a*'an sonado& claras& en la noc(e $r'a.;+=e (as ocupado de todo- ;(a*'a dic(o la señora ieu2.;)'& ya (e tele$oneado.a*'an se#uido %elando en silencio. La señora ieu2 mira*a de cuando en cuando a su (ijo.

,uando l sorprend'a una de sus miradas& le sonre'a. Los ruidos $amiliares de la noc(e se

suced'an $uera. Aunque la autori0ación toda%'a no (a*'a sido dada& muc(os coc(es circula*ande nue%o. Lam'an r!pidamente el pa%imento& desaparec'an y %ol%'an a aparecer. @oces&llamadas& un nue%o silencio& los pasos de un ca*allo& el c(irriar de al#n tran%'a en una cur%a&ruidos imprecisos& y de nue%o la respiración de la noc(e.

;8ernard.;+Bu& mam!-;+No est!s cansado-;No.)ent'a que su madre lo quer'a y pensa*a en l en ese momento. "ero sa*'a tam*in que

querer a al#uien no es #ran cosa o& m!s *ien& que el amor no es nunca lo su$icientemente $uerte para encontrar su propia e2presión. As'& su madre y l se quer'an siempre en silencio. 5 ella

lle#ar'a a morir ;o l; sin que durante toda su %ida (u*iera podido a%an0ar en la con$esión desu ternura. Del mismo modo que (a*'a %i%ido al lado de =arrou y esta*a all'& muerto& aquellanoc(e& sin que su amistad (u*iera tenido tiempo de ser %erdaderamente %i%ida. =arrou (a*'a

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 perdido la partida& como l dec'a& pero l& ieu2& +qu (a*'a #anado- l (a*'a #anadonicamente el (a*er conocido la peste y acordarse de ella& (a*er conocido la amistad yacordarse de ella& conocer la ternura y tener que acordarse de ella al#n d'a. =odo lo que el(om*re puede #anar al jue#o de la peste y de la %ida es el conocimiento y el recuerdo. >Es

 posi*le que $uera a eso a lo que =arrou le llama*a #anar la partida?@ol%ió a pasar un auto y la señora ieu2 cam*ió un poco de postura en su silla. ieu2 le

sonrió. Ella le dijo que no esta*a cansada y poco despus3;=endr'as que ir a descansar un poco a la montaña.;)'& mam!.+"or qu no- Ir'a a reposar un poco. Ese ser'a un *uen prete2to para la memoria. "ero si

esto era #anar la partida& qu duro de*'a ser %i%ir nicamente con lo que se sa*e y con lo que serecuerda& pri%ado de lo que se espera. As' era& sin duda& como (a*'a %i%ido =arrou y con laconciencia de lo estril que es una %ida sin ilusiones. No puede (a*er pa0 sin esperan0a y=arrou& que (a*'a ne#ado a los (om*res el derec(o de condenar& que sa*'a& sin em*ar#o& quenadie puede pasarse sin condenar& y que incluso las %'ctimas son a %eces %erdu#os& =arrou(a*'a %i%ido en el des#arramiento y la contradicción y no (a*'a conocido la esperan0a. +)er'a

 por eso por lo que (a*'a *uscado la santidad y la pa0 en el ser%icio de los (om*res- En %erdad&ieu2 no sa*'a nada y todo esto importa*a poco. Las nicas im!#enes de =arrou queconser%ar'a ser'an las de un (om*re que co#'a con !nimo el %olante de su coc(e paraconducirlo todos los d'as y la de aquel cuerpo recio& tendido a(ora sin mo%imiento. 4n calor de%ida y una ima#en de muerte3 esto era el conocimiento.

"or eso $ue& sin duda& por lo que el doctor ieu2 a la mañana si#uiente reci*ió con calma lanoticia de la muerte de su mujer. Esta*a en su despac(o y su madre %ino casi corriendo atraerle un tele#rama& en se#uida $ue a dar una propina al repartidor y cuando %ol%ió& ieu2ten'a el tele#rama a*ierto en la mano. Ella lo miró& pero ieu2 mira*a o*stinadamente& por la%entana& la mañana ma#n'$ica que se le%anta*a so*re el puerto.

;8ernard ;dijo la señora ieu2.

El doctor la miró con aire distra'do.;+El tele#rama- ;pre#untó.;)'& es eso ;dijo el doctor;. ace oc(o d'as.La señora ieu2 se %ol%ió (acia la %entana. El doctor si#uió callado. Despus dijo a su

madre que no llorase& que l ya se lo espera*a& pero que& sin em*ar#o& era di$'cil de soportar. Aldecir eso sa*'a& simplemente& que en su su$rimiento no (a*'a sorpresa. Desde (ac'a meses ydesde (ac'a dos d'as era el mismo dolor el que continua*a.

Las puertas de la ciudad se a*rieron por $in al amanecer de una (ermosa mañana de $e*rero&saludadas por el pue*lo& los periódicos& la radio y los comunicados de la pre$ectura. Le quedaan al cronista por relatar las (oras de ale#r'a que si#uieron a la apertura de las puertas& aunquel $uese de los que no pod'an me0clarse enteramente a ella.

)e (a*'an or#ani0ado #randes $estejos para el d'a y para la noc(e. Al mismo tiempo& lostrenes empe0aron a (umear en la estación& los *arcos pon'an ya la proa a nuestro puerto&demostrando as' que ese d'a era& para los que #em'an por la separación& el d'a del #ranencuentro.

)e ima#inar! $!cilmente lo que pudo lle#ar a ser el sentimiento de la separación que (a*'adominado a tantos de nuestros conciudadanos. Los trenes que entraron en la ciudad durante eld'a no %en'an menos car#ados que los que salieron. ,ada uno (a*'a reser%ado su asiento paraese d'a en el transcurso del pla0o de las dos semanas& temiendo que en el ltimo momento ladecisión de la pre$ectura $uese anulada. Al#unos de los %iajeros que %en'an (acia la ciudad noesta*an enteramente li*res de aprensión& pues sa*'an en #eneral el estado de las personas queles eran pró2imas& pero no el de las otras ni el de la ciudad misma& a la que atri*u'an un rostro

temi*le. "ero esto sólo conta*a para aquellos a los que la pasión no (a*'a estado quemandodurante todo este espacio de tiempo.

Los apasionados pudieron entre#arse a su idea $ija. )ólo una cosa (a*'a cam*iado para

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ellos3 el tiempo& que durante sus meses de e2ilio (u*ieran querido empujar para que seapresurase& que se encarni0a*an %erdaderamente en precipitar/ a(ora& que se encontra*an yacerca de nuestra ciudad desea*an que $uese m!s lento& quer'an tenerlo suspendido& cuando yael tren empe0a*a a $renar antes de la parada. El sentimiento& al mismo tiempo %a#o y a#udo enellos& de todos esos meses de %ida perdidos para su amor& les (ac'a e2i#ir con$usamente unaespecie de compensación que consistiese en %er correr el tiempo de la dic(a dos %eces m!slento que el de la espera. 5 los que les espera*an en una casa o en un andn& como am*ert&cuya mujer& que en cuanto (a*'a sido ad%ertida de la posi*ilidad de entrada& (a*'a (ec(o todolo necesario para %enir& esta*an dominados por la misma impaciencia y la misma con$usión."ues este amor o esta ternura que los meses de peste (a*'an reducido a la a*stracción& am*erttem*la*a de con$rontarlos con el ser de carne y (ueso que los (a*'a sustentado.

u*iera querido %ol%er a ser aquel que al principio de la epidemia intenta*a correr de unsolo impulso $uera de la ciudad& lan0!ndose al encuentro de la que ama*a. "ero sa*'a que estoya no era posi*le. a*'a cam*iado/ la peste (a*'a puesto en l una distracción que procura*ane#ar con todas sus $uer0as y que& sin em*ar#o& pre%alec'a en l como una an#ustia sorda. Encierto sentido& ten'a la impresión de que la peste (a*'a terminado demasiado *rutalmente y le

$alta*a presencia de !nimo ante este (ec(o. La $elicidad lle#a*a a toda marc(a& elacontecimiento i*a m!s de prisa que el deseo. am*ert sa*'a que todo i*a a serle de%uelto de#olpe y que la ale#r'a es una quemadura que no se sa*orea.

=odos& m!s o menos conscientemente& esta*an como l& y de todos estamos (a*lando. Enaquel andn de la estación& donde i*an a recomen0ar sus %idas personales& sent'an sucomodidad y cam*ia*an entre ellos miradas y sonrisas. )u sentimiento de e2ilio& en cuanto%ieron el (umo del tren& se e2tin#uió *ruscamente *ajo la a%alanc(a de una ale#r'a con$usa yce#adora. ,uando el tren se detu%o& las intermina*les separaciones que (a*'an tenido sucomien0o en aquella estación tu%ieron all' mismo su $in en el momento en que los *ra0os seenrosca*an& con una a%aricia e2ultante& so*re los cuerpos cuya $orma %i%iente (a*'an ol%idado.

am*ert no tu%o tiempo de mirar esta $orma que corr'a (acia l y que se arroja*a contra su

 pec(o. =enindola entre sus *ra0os& apretando contra l una ca*e0a de la que no %e'a m!s quelos ri0os $amiliares& deja*a correr las l!#rimas& sin sa*er si eran causadas por su $elicidad presente o por el dolor tanto tiempo reprimido& y se#uro& al menos& de que ellas le impedir'ancompro*ar si aquella cara escondida en su (om*ro era con la que tanto (a*'a soñado o acaso lade una e2traña. "or el momento& quer'a o*rar como todos los que alrededor de l parec'an creer que la peste puede lle#ar y marc(arse sin que cam*ie el cora0ón de los (om*res.

Apretados unos a otros& se $ueron a sus casas& cie#os al resto de las cosas& triun$ando enapariencia de la peste& ol%idados de todas las miserias y de aquellos otros que& %enidos en elmismo tren& no (a*'an encontrado a nadie esper!ndolos& y se dispon'an a reci*ir lacon$irmación del temor que un lar#o silencio (a*'a (ec(o nacer en sus cora0ones. "ara estosltimos& que a(ora no ten'an por compañ'a m!s que su dolor reciente& para todos los que se

entre#a*an en ese momento al recuerdo de un ser desaparecido& las cosas eran muy de otromodo y el sentimiento de la separación alcan0a*a su cspide. "ara sos& madres& esposos&amantes que (a*'an perdido toda dic(a con el ser a(ora con$undido en una $osa anónima odes(ec(o en un montón de ceni0a& para sos continua*a por siempre la peste.

"ero& +quin pensa*a en esas soledades- Al mediod'a& el sol& triun$ando de las r!$a#as $r'asque pu#na*an en el aire desde la mañana& %ert'a so*re la ciudad las ondas ininterrumpidas deuna lu0 inmó%il. El d'a esta*a en suspenso. Los cañones de los $uertes& en lo alto de las colinas&trona*an sin interrupción contra el cielo $ijo. =oda la ciudad se ec(ó a la calle para $estejar eseminuto en el que el tiempo del su$rimiento ten'a $in y el del ol%ido no (a*'a empe0ado.

)e *aila*a en todas las pla0as. De la noc(e a la mañana el tr!nsito (a*'a aumentadoconsidera*lemente y los automó%iles& multiplicados de pronto& circula*an por las calles

in%adidas. =odas las campanas de la ciudad& ec(adas a %uelo& sonaron durante la tarde& llenandocon sus %i*raciones un cielo a0ul y dorado. En las i#lesias (a*'a o$icios en acción de #racias. 5al mismo tiempo& todos los lu#ares de placer esta*an llenos (asta re%entar& y los ca$s& sin

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 preocuparse del por%enir& distri*u'an el ltimo alco(ol. Ante sus mostradores se estruja*a unamultitud de #entes& todas i#ualmente e2citadas& y entre ellas numerosas parejas enla0adas queno tem'an o$recerse en espect!culo. =odos #rita*an o re'an. Las pro%isiones de %ida que (a*'an(ec(o durante esos meses en que cada uno (a*'a tenido su alma en %ela& las #asta*an en ested'a que era como el d'a de su super%i%encia. Al d'a si#uiente empe0ar'a la %ida tal como es&con sus preocupaciones. "or el momento& las #entes de or'#enes m!s di%ersos se codea*an y$raterni0a*an.

La i#ualdad que la presencia de la muerte no (a*'a reali0ado de (ec(o& la ale#r'a de lali*eración la esta*lec'a& al menos por unas (oras.

"ero esta e2u*erancia super$icial no era todo y los que llena*an las calles al $inal de la tarde&marc(ando al lado de am*ert& dis$ra0a*an a %eces *ajo una actitud pl!cida dic(as m!sdelicadas. Eran muc(as las parejas y las $amilias que sólo ten'an el aspecto de pac'$icos

 paseantes. En realidad& la mayor parte e$ectuaron pere#rinaciones sentimentales a los sitiosdonde (a*'an su$rido. Buer'an enseñar a los recin lle#ados las señales ostensi*les oescondidas de la peste& los %esti#ios de su (istoria. Al#unos se contenta*an con ju#ar a lo #u'as&representar el papel del que (a %isto muc(as cosas& del contempor!neo de la peste& (a*lando

del peli#ro sin e%ocar el miedo. Estos placeres eran ino$ensi%os. "ero en otros casos eranitinerarios m!s $er%ientes& en los que un amante a*andonado a la dulce an#ustia del recuerdo pod'a decir3 6En tal poca& estu%e en este sitio dese!ndote y t no esta*as aqu'.6 )e pod'areconocer a estos turistas de la pasión3 $orma*an como islotes de cuc(ic(eos y de con$idenciasen medio del tumulto donde marc(a*an. :!s que las orquestas en las pla0as eran ellos los queanuncia*an la %erdadera li*eración. "ues esas parejas enajenadas& enla0adas y a%aras de

 pala*ras a$irma*an& en medio del tumulto& con el triun$o y la injusticia de la $elicidad& que la peste (a*'a terminado y que el terror (a*'a cumplido su pla0o. Ne#a*an tranquilamente& contratoda e%idencia& que (u*iramos conocido jam!s aquel mundo insensato en el que el asesinatode un (om*re era tan cotidiano como el de las moscas& aquel sal%ajismo *ien de$inido& aqueldelirio calculado& aquella escla%itud que lle%a*a consi#o una (orri*le li*ertad respecto a todo

lo que no era el presente& aquel olor de muerte que em*rutec'a a los que no mata*a. Ne#a*an&en $in& que (u*iramos sido aquel pue*lo atontado del cual todos los d'as se e%apora*a una parte en las $auces de un (orno& mientras la otra& car#ada con las cadenas de la impotencia&espera*a su turno.

Esto era& por lo menos& lo que salta*a a la %ista para el doctor ieu2& que i*a (acia losarra*ales a pie y solo& al caer la tarde& entre las campanas y los cañona0os& las msicas y los#ritos ensordecedores. )u o$icio continua*a3 no (ay %acaciones para los en$ermos. Entre la lu0sua%e y l'mpida que descend'a so*re la ciudad se ele%a*an los anti#uos olores a carne asada y aan's. A su alrededor& caras radiantes se %ol%'an (acia el cielo. om*res y mujeres seestrec(a*an unos a otros& con el rostro encendido& con todo el arre*ato y el #rito del deseo. )'&la peste y el terror (a*'an terminado y aquellos *ra0os que se anuda*an esta*an demostrando

que la peste (a*'a sido e2ilio y separación en el m!s pro$undo sentido de la pala*ra."or primera %e0 ieu2 pod'a dar un nom*re a este aire de $amilia que (a*'a notado durante

meses en todas las caras de los transentes. Le *asta*a mirar a su alrededor. Lle#ados al $inalde la peste& entre miseria y pri%aciones& todos esos (om*res (a*'an terminado por adoptar eltraje del papel que desde (ac'a muc(o tiempo representa*an3 el papel de emi#rantes& cuya cara

 primero y a(ora sus ropas (a*la*an de la ausencia y de la patria lejana. A partir del momentoen que la peste (a*'a cerrado las puertas de la ciudad no (a*'an %i%ido m!s que en laseparación& (a*'an sido amputados de ese calor (umano que (ace ol%idarlo todo. En di%ersos#rados& en todos los rincones de la ciudad& esos (om*res y esas mujeres (a*'an aspirado a unareunión que no era& para todos& de la misma naturale0a& pero que era& para todos& i#ualmenteimposi*le. La mayor parte de ellos (a*'an #ritado con todas sus $uer0as (acia un ausente& el

calor de un cuerpo& la ternura o la costum*re. Al#unos& a %eces sin sa*erlo& su$r'an por (a*er quedado $uera de la amistad de los (om*res& por no poder acerc!rseles por los mediosordinarios como son las cartas& los trenes y los *arcos. Otros& menos $recuentes& como =arrou

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acaso& (a*'an deseado la reunión con al#o que no pod'an de$inir& pero que para ellos era elnico *ien desea*le. 5 que& a $alta de otro nom*re& lo llama*an a %eces la pa0.

ieu2 se#u'a (acia los *arrios *ajos. A medida que a%an0a*a& la multitud aumenta*a a sualrededor& el *arullo crec'a y le parec'a que los arra*ales que quer'a alcan0ar i*anretrocediendo. "oco a poco $ue con$undindose con aquel #ran cuerpo aullante& cuyo #ritocomprend'a cada %e0 mejor& porque en parte era tam*in el suyo. )'& todos (a*'an su$rido

 juntos& tanto en la carne como en el alma& de una ociosidad di$'cil& de un e2ilio sin remedio yde una sed jam!s satis$ec(a. Entre los amontonamientos de cad!%eres& los tim*res de lasam*ulancias& las ad%ertencias de eso que se (a dado en llamar destino& el pataleo intil yo*stinado del miedo y la re*eld'a del cora0ón& un pro$undo rumor (a*'a recorrido a esos seresconsternados& mantenindolos alerta& persuadindolos de que ten'an que encontrar su %erdadera

 patria. "ara todos ellos la %erdadera patria se encontra*a m!s all! de los muros de esta ciudada(o#ada. Esta*a en las male0as olorosas de las colinas& en el mar& en los pa'ses li*res y en el

 peso %ital del amor. 5 (acia aquella patria& (acia la $elicidad era (acia donde quer'an %ol%er&apart!ndose con asco de todo lo dem!s.

En cuanto al sentido que pudiera tener este au2ilio y este deseo de reunión& ieu2 no sa*'a

nada. Empujado o interpelado por unos y otros& $ue lle#ando poco a poco a otras calles menosa*arrotadas y pensó que no es lo m!s importante que esas cosas ten#an o no ten#an un sentido&sino sa*er qu es lo que se (a respondido a la esperan0a de los (om*res.

ieu2 sa*'a *ien lo que se (a*'a respondido y lo perci*'a mejor en las primeras calles de losarra*ales casi desiertos. Aquellos que atenindose a lo que era no (a*'an querido m!s que%ol%er a la morada de su amor& (a*'an sido a %eces recompensados. Es cierto que al#unos deellos se#u'an %a#ando por la ciudad solitaria pri%ados del ser que espera*an.

Dic(osos aquellos que no (a*'an sido do*lemente separados como al#unos que antes de laepidemia no (a*'an podido construir& con el primer intento& su amor y que (a*'an perse#uidocie#amente durante años el di$'cil acorde que lo#ra incrustar uno en otro de los amantesenemi#os. sos& como el mismo ieu2& (a*'an cometido la li#ere0a de creer que les so*rar'a

tiempo3 sos esta*an separados para siempre. "ero otros& como am*ert& a quien el doctor (a*'a dic(o por la mañana al separarse de l3 6@alor& a(ora es cuando (ay que tener ra0ón6&esos otros (a*'an reco*rado sin titu*ear al ausente que creyeron perdido. sos& al menos por al#n tiempo& ser'an $elices. )a*'an& a(ora& que (ay una cosa que se desea siempre y se o*tienea %eces3 la ternura (umana.

"ara todos aquellos& por el contrario& que se (a*'an diri#ido pasando por encima del (om*re(acia al#o que ni siquiera ima#ina*an& no (a*'a (a*ido respuesta. =arrou parec'a (a*er alcan0ado esa pa0 di$'cil de que (a*la*a& pero sólo la (a*'a encontrado en la muerte& cuando yano pod'a ser%irle de nada. )i otros& a los que ieu2 %e'a en los um*rales de sus casas& al caer lalu0& enla0ados con todas sus $uer0as y mir!ndose con arre*ato& (a*'an o*tenido lo que quer'an&es porque (a*'an pedido lo nico que depend'a de ellos. 5 ieu2 al do*lar la esquina de la

calle de Mrand y ,ottard pensa*a que era justo que& al menos de cuando en cuando& la dic(alle#ara a recompensar a los que les *asta el (om*re y su po*re y terri*le amor.

Esta crónica toca a su $in. Es ya tiempo de que el doctor 8ernard ieu2 con$iese que es suautor. "ero antes de señalar los ltimos acontecimientos querr'a justi$icar su inter%ención y(acer comprender por qu (a tenido empeño en adoptar el tono de un testi#o o*jeti%o. Durantetodo el tiempo de la peste& su pro$esión le (a puesto en el trance de $recuentar a la mayor partede sus conciudadanos y de reco#er las mani$estaciones de sus sentimientos. Esta*a& pues& *iensituado para relatar lo que (a*'a %isto u o'do& pero (a querido (acerlo con la discreciónnecesaria. En #eneral& se (a es$or0ado en no relatar m!s que lo que (a %isto& en no dar a suscompañeros de peste pensamientos que no esta*an o*li#ados a $ormular& y en utili0ar nicamente los te2tos que el a0ar o la des#racia pusieron en sus manos.

a*iendo sido una %e0 lle%ado a declarar en un crimen& #uardó una cierta reser%a& comocon%iene a un testi#o de *uena %oluntad. "ero al mismo tiempo& se#n la ley de un cora0ón(onrado& tomó deli*eradamente el partido de la %'ctima y procuró reunir a los (om*res& sus

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conciudadanos& en torno a las nicas certidum*res que pueden tener en comn y que son elamor& el su$rimiento y el e2ilio. As'& no (a (a*ido una sola entre las mil an#ustias de susconciudadanos que no (aya compartido& no (a (a*ido una situación que no (aya sido la suya.

"ara ser un testi#o $iel ten'a que relatar los (ec(os& los documentos y los (umores. "ero loque l& personalmente& ten'a que decir& su espera y todas sus prue*as& eso ten'a que callarlo. )ise sir%ió de ella $ue solamente por comprender o (acer comprender a sus conciudadanos& y por dar una $orma lo m!s precisa a lo que sent'a con$usamente. A decir %erdad& este es$uer0o de lara0ón no le costó nada. ,uando se sent'a tentado de me0clar directamente sus con$idencias alas mil %oces de los apestados& se deten'a ante la idea de que no (a*'a uno solo de sussu$rimientos que no $uera al mismo tiempo el de los otros& y que en un mundo en que el dolor es tan $recuentemente solitario esto es una %entaja. Decididamente ten'a que (a*lar por todos.

"ero (ay uno entre todos& por el cual el doctor ieu2 no pod'a (a*lar y del cual =arrou (a*'adic(o un d'a3 6)u nico crimen %erdadero es (a*er apro*ado en su cora0ón lo que (ace morir alos niños y a los (om*res. En lo dem!s lo comprendo& pero en eso ten#o que perdonarlo.6 Es

 justo que esta crónica se termine con l& que ten'a un cora0ón i#norante& es decir& solitario.,uando salió de las #randes calles ruidosas& al do*lar por la de Mrand y ,ottard& el doctor 

ieu2 $ue detenido por un #rupo de a#entes& que no se espera*a. El rumor lejano de la $iesta(ac'a que el *arrio pareciese silencioso y l lo (a*'a ima#inado tan desierto como mudo. )acósu carnet.

;Imposi*le& doctor ;dijo el polic'a;. ay un loco que est! tirando so*re la #ente. "eroqudese a(' que puede usted ser til.

En ese momento ieu2 %io %enir a Mrand& que tampoco sa*'a lo que ocurr'a. Le (a*'animpedido pasar dicindole que los tiros sal'an de su casa. )e %e'a desde lejos la $ac(ada& dorada

 por la lu0 ltima de un sol $r'o. Alrededor de ella se recorta*a un #ran espacio %ac'o quelle#a*a (asta la acera de en$rente. En medio de la cal0ada se pod'a distin#uir un som*rero y untrapo sucio. ieu2 y Mrand %ieron muy lejos& al otro lado de la calle& un cordón de #uardias

 paralelo al que les imped'a a%an0ar y detr!s de l pasa*an y repasa*an los %ecinos del *arrio

r!pidamente. Despus de mirar *ien& descu*rieron tam*in que& parapetados en los (uecos delas casas de en$rente& (a*'a a#entes re%ól%er en mano. =odas las persianas de la casa de Mrandesta*an cerradas3 sólo en el se#undo& una de ellas parec'a medio desprendida. El silencio eracompleto/ en la calle se o'an solamente jirones de msica que lle#a*an del centro de la ciudad.

De pronto& de uno de los inmue*les de en$rente de la casa& partieron dos tiros de re%ól%er que (icieron saltar astillas de la persiana desencuadernada. Despus se %ol%ió a (acer elsilencio. Desde lejos y despus del tumulto de aquel d'a& a ieu2 le pareció todo aquello un

 poco irreal.;Es la %entana de ,ottard ;dijo de pronto Mrand& todo a#itado;. "ero ,ottard (ace ya d'as

que (a desaparecido.;+"or qu tiran- ;pre#untó ieu2 al a#ente.

;Est!n entretenindole. @an a traer un camión con el material necesario& porque l tira atodos los que intentan entrar por la puerta de la casa. ay ya un a#ente (erido.

;"ero l& +por qu tira-;No se sa*e. Los a#entes esta*an en la calle di%irtindose. Al primer tiro no comprendieron.

Al se#undo& (u*o #ritos& un (erido& y la (uida de todo el mundo. >4n loco?En el silencio que (a*'a %uelto a (acerse los minutos se arrastra*an lentamente. "or el otro

lado de la calle apareció de pronto un perro& el primero que ieu2 %e'a desde (ac'a muc(otiempo& un podenco muy sucio que sus dueños de*'an (a*er tenido escondido (asta entonces yque %en'a trotando junto a la pared. ,uando lle#ó a la puerta titu*eó un poco& se sentó so*resus patas traseras y se %ol%ió a morderse las pul#as. Los a#entes empe0aron a sil*arle& el perrole%antó la ca*e0a y se decidió a cru0ar la calle para ir a oler el som*rero. En el mismo

momento un tiro partió del piso se#undo y el perro se dio %uelta como un panqueque& a#itando%iolentamente las patas& (asta dejarse caer al $in& de lado& sacudido por lar#osestremecimientos. En respuesta& cinco o seis detonaciones partidas de los (uecos de en$rente

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astillaron nue%amente la persiana. @ol%ió a (acerse el silencio. El sol (a*'a dado un poco de%uelta y la som*ra i*a apro2im!ndose a la %entana de ,ottard. En la calle& detr!s del doctor& seoyó $renar un coc(e.

;A(' est!n ;dijo el a#ente.Los polic'as *ajaron del camión lle%ando cuerdas& una escala y dos paquetes alar#ados

en%ueltos en tela encerada. )e metieron por una calle que rodea*a la man0ana donde esta*asituada la casa de Mrand. 4n momento despus& se pod'a adi%inar m!s que %er cierta a#itaciónen las puertas de las casas de aquella man0ana. Despus (u*o una espera. El perro ya no semo%'a& esta*a tendido en medio de un c(arco oscuro.

De pronto& desde las %entanas de las casas ocupadas por los a#entes& se desencadenó untiroteo de ametralladora. La persiana que ser%'a de *lanco se des(ojó literalmente y dejó aldescu*ierto una super$icie ne#ra& en la que tanto ieu2 como Mrand no pod'an distin#uir nada.,uando pararon los tiros& una se#unda ametralladora empe0ó a crepitar en la esquina de otracasa. Las *alas entra*an sin duda por el (ueco de la %entana porque una de ellas (i0o saltar unaesquirla de ladrillo. En el mismo momento& tres a#entes atra%esaron corriendo la cal0ada ydesaparecieron en el portal de la casa. Detr!s de ellos se precipitaron otros tres y el tiroteo de la

ametralladora cesó. )e oyeron dos detonaciones dentro de la casa. Despus un rumor $uecreciendo y se %io salir de la casa& lle%ado en %ilo m!s que arrastrado& a un (om*recillo enman#as de camisa que #rita*a sin parar. ,omo por un mila#ro& todas las persianas se a*rieron ylas %entanas se llenaron de curiosos& mientras que una multitud de personas sal'a de las casas&apiñ!ndose en las *arreras de cuerdas. En un momento se %io al (om*recillo en medio de lacal0ada con los pies al $in en el suelo y los *ra0os sujetos atr!s por los a#entes. )e#u'a#ritando. 4n a#ente se le acercó y le pe#ó con toda la $uer0a de sus puños dos %eces&

 pausadamente& con una especie de esmero.;Es ,ottard ;*al*uceó Mrand;. )e (a %uelto loco.,ottard (a*'a ca'do. )e %io toda%'a al a#ente tirar un puntapi al matón que yac'a en el

suelo. Despus& un #rupo con$uso comen0ó a a#itarse y se diri#ió (acia donde esta*an el doctor 

y su %iejo ami#o.;>,irculen? ;dijo el a#ente.ieu2 *ajó los ojos cuando el #rupo pasó delante de l.Mrand y el doctor se $ueron3 el crepsculo termina*a. ,omo si el acontecimiento (u*iera

sacudido al *arrio del sopor en que se adormec'a& las calles se llenaron de nue%o del *ordoneode una muc(edum*re ale#re. Al pie de la casa& Mrand dijo adiós al doctor3 i*a a tra*ajar. "eroantes de su*ir le dijo que (a*'a escrito a Ceanne y que a(ora esta*a contento. Adem!s& (a*'arecomen0ado su $rase. 6e suprimido ;dijo; todos los adjeti%os.6

5& con una sonrisa de picard'a& se quitó el som*rero ceremoniosamente. "ero ieu2 pensa*aen ,ottard y el ruido sordo de los puños aporre!ndole la cara le persi#uió mientras se diri#'a ala casa del %iejo asm!tico. Acaso era m!s duro pensar en un (om*re culpa*le que en un

(om*re muerto.,uando ieu2 lle#ó a casa de su %iejo en$ermo& la noc(e (a*'a ya de%orado todo el cielo.

Desde la (a*itación se pod'a o'r el rumor lejano de la li*ertad y el %iejo se#u'a siempre& con elmismo (umor& tras%asando sus #ar*an0os.

;acen *ien en di%ertirse ;dec'a;& se necesita de todo para (acer un mundo. +5 su cole#a&doctor& qu es de l-

El ruido de unas detonaciones lle#ó (asta ellos& pero stas eran pac'$icas3 al#unos niñosec(a*an petardos.

;a muerto ;dijo el doctor& auscultando el pec(o ca%ernoso.;>A(? ;dijo el %iejo& un poco intimidado.;De la peste ;añadió ieu2.

;)' ;asintió el %iejo despus de un momento;& los mejores se %an. As' es la %ida. "ero era un(om*re que no sa*'a lo que quer'a.

;+"or qu lo dice usted- ;dijo el doctor& #uardando el estetoscopio.

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8/18/2019 La+peste+-+Albert+Camus

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;"or nada. No (a*la*a nunca si no era para decir al#o. En $in& a m' me #usta*a. "ero la cosaes as'. Los otros dicen3 6Es la peste& (a (a*ido peste.6 "or poco piden que les den unacondecoración. "ero& +qu quiere decir la peste- Es la %ida y nada m!s.

;a#a usted las in(alaciones re#ularmente.;>O(?& no ten#a usted cuidado. 5o ten#o para muc(o tiempo& yo los %er morir a todos. 5o

soy de los qu sa*en %i%ir.Lejanos #ritos de ale#r'a le respondieron a lo lejos.El doctor se detu%o en medio de la (a*itación.;+Le importa a usted que su*a un poco a la terra0a-;Nada de eso. +Buiere usted %erlos desde all! arri*a& e(- a#a lo que quiera. "ero son

siempre los mismos.ieu2 se diri#ió (acia la escalera.;D'#ame& doctor& +es cierto que %an a le%antar un monumento a los muertos de la peste-;As' dice el periódico. 4na estela o una placa.;Esta*a se#uro. a*r! discursos.El %iejo re'a con una risa a(o#ada.

;:e parece estar oyndolos3 6Nuestros muertos...6& y despus atracarse.ieu2 su*ió la escalera. El anc(o cielo $r'o centellea*a so*re las casas y junto a las colinaslas estrellas destaca*an su dure0a pedernal. Esta noc(e no era muy di$erente de aquella en que=arrou y l (a*'an su*ido a la terra0a para ol%idar la peste. "ero (oy el mar era m!s ruidoso al

 pie de los acantilados. El aire esta*a inmó%il y era li#ero& descar#ado del (!lito salado que tra'ael %iento ti*io del otoño. El rumor de la ciudad lle#a*a al pie de las terra0as con un ruido deola. "ero esta noc(e era la noc(e de la li*eración y no de la re*elión. A lo lejos& una $ranjaroji0a indica*a el sitio de los *ule%ares y de las pla0as iluminadas. En la noc(e a(ora li*erada&el deseo *rama*a sin $renos y era un ru#ido lo que lle#a*a (asta ieu2.

Del puerto oscuro su*ieron los primeros co(etes de los $estejos o$iciales. La ciudad lossaludó con una sorda y lar#a e2clamación. ,ottard& =arrou& aquellos y aquella que ieu2 (a*'a

amado y perdido& todos& muertos o culpa*les& esta*an ol%idados. El %iejo ten'a ra0ón& los(om*res eran siempre los mismos. "ero esa era su $uer0a y su inocencia y era en eso en lo que& por encima de todo su dolor& ieu2 sent'a que se un'a a ellos. En medio de los #ritos queredo*la*an su $uer0a y su duración& que repercut'an (asta el pie de la terra0a& a medida que losramilletes multicolores se ele%a*an en el cielo& el doctor ieu2 decidió redactar la narraciónque aqu' termina& por no ser de los que se callan& para testimoniar en $a%or de los apestados&

 para dejar por lo menos un recuerdo de la injusticia y de la %iolencia que les (a*'a sido (ec(a yd i i l t l d di d l l ( l ( *