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El Mundo Mágico Religioso de las Alasitas Por: Jennyfer Salas Velasquez 50% de avance Tutoria y revisión aldozpuno Ninguna festividad andina o católica tiene una estructura de funciones simbólicas, conductas de religiosidad popular, significado de valores andinos y católicos juntos, como la festividad de las Alasitas, que además han logrado ganar un espacio importante en la colectividad social urbana y aunque su origen está en las prácticas religiosas andinas, hoy forma parte de las conductas sociales urbanas. Además, como lo afirma el doctor Flores Ochoa (2001) el Ekeko, personaje principal de las alasitas se ha globalizado porque no es solo una divinidad de los andes sino que ya esta en Europa, los Estados Unidos y Latinoamérica donde ya reconocen sus dones y atributos de diosecillo de la abundancia y el bienestar y que otorga dones a quienes creen en él, ocupando un lugar entre las divinidades mundiales con esos atributos. Inicialmente en torno al Ekeko se fueron formando las ferias andinas con el carácter y las funciones que las caracterizan. Luego, los sitios con Cruces Católicas y los lugares muy próximos a éstas, fueros los primeros lugares para el desarrollo de todas las creencias relacionadas con la búsqueda de fortuna y bienestar en prácticas concluyentes de religiosidad andino-católica frente a la nueva modalidad de festividad que eran las Alasitas en las que se ofertaban objetos en miniatura con atributos simbólicos. Por eso al ingresar a las ferias de las alasitas en Puno o en cualquier otra similar, los visitantes se sumergen en un mundo mágico religioso de utopías e ilusiones que prometen los objetos ofertados que, por estar en ese tiempo y espacio adquieren una dimensión simbólica. Cada objeto tiene su propio significado y la suma de todos ellos le da a la feria un espacio de profundo contenido mágico religioso que transporta al visitante a un mundo de ilusiones alejándolo de su mundo cotidiano. Este mundo esta estructurado para satisfacer las

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El Mundo Mágico Religioso de las AlasitasPor: Jennyfer Salas Velasquez50% de avanceTutoria y revisión aldozpuno

Ninguna festividad andina o católica tiene una estructura de funciones simbólicas, conductas de religiosidad popular, significado de valores andinos y católicos juntos, como la festividad de las Alasitas, que además han logrado ganar un espacio importante en la colectividad social urbana y aunque su origen está en las prácticas religiosas andinas, hoy forma parte de las conductas sociales urbanas. Además, como lo afirma el doctor Flores Ochoa (2001) el Ekeko, personaje principal de las alasitas se ha globalizado porque no es solo una divinidad de los andes sino que ya esta en Europa, los Estados Unidos y Latinoamérica donde ya reconocen sus dones y atributos de diosecillo de la abundancia y el bienestar y que otorga dones a quienes creen en él, ocupando un lugar entre las divinidades mundiales con esos atributos. Inicialmente en torno al Ekeko se fueron formando las ferias andinas con el carácter y las funciones que las caracterizan. Luego, los sitios con Cruces Católicas y los lugares muy próximos a éstas, fueros los primeros lugares para el desarrollo de todas las creencias relacionadas con la búsqueda de fortuna y bienestar en prácticas concluyentes de religiosidad andino-católica frente a la nueva modalidad de festividad que eran las Alasitas en las que se ofertaban objetos en miniatura con atributos simbólicos.

Por eso al ingresar a las ferias de las alasitas en Puno o en cualquier otra similar, los visitantes se sumergen en un mundo mágico religioso de utopías e ilusiones que prometen los objetos ofertados que, por estar en ese tiempo y espacio adquieren una dimensión simbólica. Cada objeto tiene su propio significado y la suma de todos ellos le da a la feria un espacio de profundo contenido mágico religioso que transporta al visitante a un mundo de ilusiones alejándolo de su mundo cotidiano. Este mundo esta estructurado para satisfacer las aspiraciones, deseos y sueños con el fin de alcanzar las utopías de todos y cada uno de los asistentes a la feria, sin distinción de clase social, edad o sexo. Todo está allí: casas, edificios, vehículos, títulos profesionales de universidades del Perú o del extranjero, dinero en nuevos soles peruanos, dólares americanos o los euros, títulos de propiedad, certificados de matrimonio, lectores de la suerte etc. para colmar los sueños e ilusiones de los asistentes a la feria.Los objetos por si solos no tendrían mayor valor que el de ser objetos en miniatura pero al estar sujetos a tres prácticas rituales sucesivas adquieren un extraordinario valor agregado.El primer ritual es de carácter propiciatorio y se hace con sahumerios y decoraciones de serpentinas y mixturas y se realizan en el momento de entregar la pieza adquirida a sus dueños.El segundo es un rito católico que busca el auspicio de la Santísima Cruz de Bellavista y para ello, el día tres de mayo, se deben presentar todos los objetos adquiridos para la bendición sacerdotal a las doce en punto del medio día frente a la mencionada Santísima Cruz de Bellavista. Esta bendición propicia que el deseo invocado se vuelva realidad.

El tercer rito lo hacen los paqhos y yatiris ubicados hacia el lado Este de la Santísima Cruz de Bellavista, los asistentes a la feria solicitan a éstos que les hagan los ritos propiciatorios a sus objetos y éstos son sometidos a sahumerios e

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invocaciones a los dioses andinos y católicos. Con este rito se finalizan las prácticas rituales propiciatorias.

Luego de estos ritos se ingresa a una fase social que empieza con la búsqueda de padrinos para los objetos adquiridos como casas o vehículos. Cuando los requeridos para ser padrinos aceptan, se dan lugar las “challas” e intercambio de bebidas que consolidan las nuevas relaciones de compadrazgo.

Los productores de los pequeños objetos que se ofertan en las alasitas, se convierten en vendedores de ilusiones, sueños y utopías en un mundo lleno de fantasías en el que el personaje principal es el Ekeko dios de origen aymará, propiciador de ese mercado de miniaturas simbólicasy al que el colectivo social de Puno llega para satisfacer sus sueños personales y familiares considerando que a partir de esta fecha y después de haber cumplido con todos los ritos, éstos se realizarán y la casa, el vehículo o negocio que solicitaron serán adquiridos a corto plazo, estimulados por su fe y bajo el auspicio benefactor del Ekeko y la Santísima Cruz de Bellavista.

Las Alasitas y Ekeko, dios de la abundancia... Las "alasitas" son miniaturas de todo tipo de objetos que se venden en mercados y ferias en varias ciudades de Bolivia al inicio de la época de lluvias, pero especialmente en La Paz el 24 de enero de cada año. « Alasita » es una palabra aymará que significa « compráme ». Es una celebración a Ekeko, dios de la abundancia a quien se regala miniaturas representando los sueños que uno desea ver concretizados en el transcurso del año que empieza (una maleta para un viaje, un coche para tener uno al año, una bolsa de arroz para tener comida todo el año, .). Resultado de una creencia en la magia imitativa: cuando ya se posee la cosa en miniatura, será más fácil tenerlo en grande!

Carnicería Camión Vendedora de fruta Maletas

Ekeko es otro ejemplo del importante sincretismo que existe entre la religión indígena tradicional y la religión católica, entre lo « nativo » y lo « importado » de los españoles. Ekeko es entre otras cosas el dios de la casa en varias comunidades aymará hablantes, tradicionalmente festejado en el solsticio de verano (21 de enero en América del Sur). Su fiesta fusionó con la fecha del 24 de enero elegida por el gobernador Sebastián Segurola para rendir homenaje a la Virgen de la Paz y agradecerla de la liberación de la ciudad del sitio de Tupak Katari. La leyenda del EkekoMucho antes de la conquista española, vivía en el Altiplano un hombre aymará llamado Iqiqu. Era bajito, humilde, generoso y alegre. Su bondad era tal que donde iba, daba

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armonía a las existencias, cultivaba las buenas relaciones, reunía a los enamorados. Por otra parte daba consejos avisados y su sola presencia garantizaba días felices a todos. Para mejorar todavía sus virtudes, "el Apu Qullana Qullo" (Dios el Padre Divino), que vivía en las alturas sagradas del « khuno Qullo » (Montana Sagrada), le regaló unas calidades maravillosas. Así logró realizar grandes hazañas, como mover piedras enormes, secar ríos enteros, abrir o desplazar montañas. Lo hizo con todo corazón, con todo su entusiasmo, todo le obedecía, y por esto mismo, la gente lo seguía sin vacilar. La felicidad se acabó con la llegada del "Awqa" (el ser maligno) y de su ejército destructor. Su aspecto de joven bárbaro y su piel blanca se combinaban con su mente maligna. Tomando nota de los favores que recibía la gente que seguía Iqiqu, arruinó sus tierras, matando ferozmente a cada cual le resistía. Obtuvo la aprobación forzada de las mentes más débiles.

Para que no lo capturen, Iqiqu fue a esconderse en otras regiones, cuidando siempre de no involucrar a las poblaciones de su alrededor, para que no sean las próximas victimas del Awqa. Un día, entró en un Ayllu (territorio político) donde se había reunido la gente para desarrollar un sistema de ayuda entre agricultores. Al mismo tiempo, Awqa y su ejército vinieron a sorprender la reunión. Para evitar la masacra de la gente, Iqiqu prefirió entregarse al Maligno. Sin esperar a más, Awqa dio orden para que torturen al prisionero, y unas horas después, de desmembrarle. La cabeza, los brazos, las piernas, así como las demás partes de su cuerpo fueron entierradas en lugares diferentes y secretos del Altiplano para impedir una reunión futura de su cuerpo que daría vida de nuevo al benefactor. Algunos ancianos creen que el tiempo de la reunión vendrá. Otros aseguran que ciertas partes de su cuerpo ya están en camino hasta « Wiñay Marca » (la ciudad eterna), donde esperan las demás partes del cuerpo de Iqiqu para por fin reunirse, víspera de la emancipación del pueblo aymará.

Ekeko antiguo de piedra Ekeko de metal Ekeko actual de cerámica

Alasitas en Puno y Ayacucho

Las “alasitas” es un juego ritual de procedecia aymara que cada vez gana más terreno en las afueras de la capilla. Se trata de un mercado de fantasia donde se puede comprar y

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vender de todo. Un día antes de la misa central, los jugadores instalan sus puestos al lado del santuario de la Virgen de Fatima y comienzan la voragine de compra-venta de diversos bienes muebles e inmuebles, desde casas y edificios hasta automóviles, artefactos electrodomésticos, pasando también por títulos universitarios y certificados de matrimonio. No existe referencia alguna a la presencia de este juego antes de la década de los setentas. Se sabe que se fue masificando durante la década de los ochentas, tratándose en lo fundamentalmente de un juego que representaba las mercancias a través de piedras, combinado con papeles en blanco que hacían la suerte billetes peruanos y a los que se les ponía con lapiceros las cantidades que buscaba representar. Sin embargo, a fines de los noventas el juego no sólo se ha incrementado más y más, sino también ha ganado más realismo y verosimilitud en la manera de representar las mercancias y el consumo de las mismas por parte de los jugadores del mercado mágico: cientos de ambulantes instalan sus puestos de venta de miniaturas de casas, automóviles, computadoras, cabinas de interet, aviones, etc., muy bien hechas en madera, carton y plastico, las cuales son compradas por los jugadores para poder representar con mayor realismo la compra y venta de los bienes cuyo consumo se desea. Tambíen se puede encontrar puestos de venta de la mercancia que sirve para comprar otras mercancias: el dinero; en este caso representado por copias falsas de billetes de dólares americanos. Los jugadores pueden adquirir cientos de miles de dólares de fantasia a precios reales muy módicos. En la actualidad no se acepta entre los jugadores de las alasitas ninguna transacción que no sea realizada en moneda extranjera. Todo, desde la compra-venta de una caja de cerveza en miniatura, hasta un matrimonio o una computadora, se realiza a través del uso de dólares.

El mercado de las alacitas es la utopia liberal del mercado perfecto. No hay inflación, ni escases de bienes. Tampoco de circulante. El límite para las transacciones lo pone la imaginación y la capacidad para comprar y vender todo lo que quiera el jugador de esta suerte de “monopolio andino”. Es evidente que se trata de una manifestación del deseo de conseguir los bienes más preciados de la modernidad, como lo constituyen las casas y automóviles de moda, así como computadoras y demás artefactos. No se aprecian rituales vinculados con la compra de ganado o especies agrícolas. Todo lo contrario, lo que predominan son bienes urbanos y modernos, procedentes del extranjero.

Sin embargo, no puede faltar en el juego de las alacitas intentos de robo o de estafa. Eso hace que el ritual adquiera mayor verosimilitud. Por eso en el juego de las alacitas no hay solamente un banco o personajes que simulan ser cambistas de dólares, sino también una comisaria y personajes que representan a notarios, abogados y jueces. Son frecuentes los problemas que surgen entre jugadores que alegan tener la propiedad sobre alguna misma mercancia. Fue lo que ocurrió con un caso de venta de un mismo “terreno” a dos diferentes dueños. Cada uno de ellos tenía su título de propiedad, sus “papeles” que con la firma del notario daba legalidad a la posesión del terreno en cuestión. Uno de ellos alegaba que llegó primero y aviso a sus “vecinos” que era el dueno e incluso hizo el ritual de inauguración de la casa (con cajas de cerveza en miniatura, serpentina y una sarta de cohetes que hizo reventar), que le otorgaba legitimidad sobre el mencionado terreno. El otro alegaba que había comprado dicho terreno primero y que no había ningun vecino cuando el hizo la compra, pero tenía sus “papeles” que demostraba que en realidad había hecho la compra. No había forma de ponerse de acuerdo, hasta que el que decidieron ir donde el “comisario”, que no era otra persona que un Ukuko que fungía como dicha autoridad. Para ir donde el “comisario” uno de los litigantes llamó a otro Ukuko que hacia las veces de policia y llevaron su

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caso ante la autoridad correspondiente (comisario/juez), donde cada uno expuso sus argumentos. Antes de eso, cada uno tuvo que contratar los servicios de un “abogado”, que no eran otros que amigos de ellos que habían comprado sus títulos en el juego. Uno de ellos quizó sobornar al abogado del otro con tres mil dólares y al parecer algo similar logro hacer con el comisario, ya que cuando este demando los argumentos de los litigantes puso evidente parcialidad hacía aquellos de quien le había dado el dinero. El comisario/juez hizo rápidamente justicia al preguntarle muy prepotentemente al otro sobre sus “papeles”. Se los quitó y los empezó a revisar, encontrando que tenía la firma de un testigo que se apellidaba de manera similar al propietario: Quispe. El juez rápidamente dictamino que se trataba de uns estafa (en realidad sin ninguna prueba), ya que la firma de la testigo había sido hecha por “su pariente” y por ese motivo no tenía validez. El juez en su fallo dictaminó que la casa le corrrespondia al otro litigante, ya que el interrogado habría cometido el delito de estafa. Su castigo consisitió no sólo en perder el juicio, sino también recibir tres latigazos –suaves- de parte del Ukuko que fungía como policia.

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SEMANA SANTA EN AYACUCHO (MARZO / ABRIL) La Semana Santa se inicia el Domingo de Ramos, con la entrada de Jesús a la ciudad montado sobre un blanco pollino (burro). El lunes, la Oración del Huerto, el martes el Señor de la sentencia y el miércoles, encuentro donde se escenifica el camino de Jesús llevando la Cruz al Calvario, esta escena impresionante, muestra el encuentro de la Madre con el hijo (María y Jesús), escena que conmueve hondamente a todos los participantes. El jueves Santo visita a los templos para ganar las indulgencias necesarias. En la noche del viernes Santo, las luces de la ciudad se apagan para dejar el paso al Señor del Santo Sepulcro.

Las andas llenas de velas blancas, sobrecogen por su magnificencia. Luego se realiza una vigilia con rezos y cantos hasta el sermón de las 3 horas del día sábado. Después de los días de congoja, el Domingo de Resurrección se torna en fiesta, Cristo resucitado aparece en andas y es cargado por las calles.

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