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Las argumentaciones de los estudiantes como punto de partida para la valoración del patrimonio natural

José Miguel Calvo Hernández TEU/ Dpto. de Didáctica de las Ciencias Experimentales, Facultad de Educación

José Carrasquer Zamora TEU/ Dpto. de Didáctica de las Ciencias Experimentales, Facultad CC. Sociales y Humanas

Ángel Luis Cortés Gracia COD/ Dpto. de Didáctica de las Ciencias Experimentales, Facultad de Educación

Milagros de la Gándara Gómez TEU/ Dpto. de Didáctica de las Ciencias Experimentales, Facultad de Educación

Mª José Gil Quílez TU/ Dpto. de Didáctica de las Ciencias Experimentales, Facultad de Educación

Begoña Martínez Peña TU/ Dpto. de Didáctica de las Ciencias Experimentales, Facultad de Educación

Síntesis: Entre las actividades del grupo de investigación Beagle, se ha desarrollado una web dinámica para la participación del alumnado en la elaboración de una base de datos sobre lugares de interés natural: www.unizar.es/naturaragon. NATURARAGON permite proponer puntos de interés patrimonial apoyados en las argumentaciones de los estudiantes, a través de textos y gráficos que resalten los principales valores de las zonas seleccionadas. El objetivo es incluir el punto de vista del estudiante y, a través de su propio lenguaje, utilizar el entorno próximo como elemento de análisis/discusión en torno a problemas ambientales, contribuyendo a la valoración del patrimonio natural. Palabras clave Naturaragon, patrimonio natural, argumentaciones

INTRODUCCIÓN Uno de los objetivos fundamentales de la enseñanza de las ciencias es “enseñar a

hablar y escribir sobre las ciencias”, porque para aprender esta materia los alumnos deben poder expresarse en clase, oralmente, por escrito o mediante dibujos, dado que sólo así podrán contrastar sus ideas y desarrollarlas (Sanmartí, 1997; Jiménez Aleixandre, 1998, 2003; Sardà y Sanmartí, 2000, etc.). Los actuales recursos tecnológicos nos plantean una revisión de los medios didácticos tradicionales, tanto los relacionados con el lenguaje verbal, como con el lenguaje icónico (cuadros, imágenes,

II JORNADAS DE INNOVACIÓN DOCENTE, TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y DE LA COMUNICACIÓN E INVESTIGACIÓN EDUCATIVA EN LA UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA 2008

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mapas, ...), así como del nuevo papel del profesor, la actuación de los equipos docentes y las nuevas relaciones de comunicación que se establecen en el “ciberespacio” para un aprendizaje cooperativo. Para algunos autores, en estos momentos, “el desconocimiento en el uso de las tecnologías y las modificaciones que entrañan en los espacios de vida públicos y privados, son equiparables a lo que, hasta hace pocos años, representaba no saber leer y escribir...” (Area Moreira, 2005).

En la elaboración de material didáctico para trabajar en la red, como el diseñado y aplicado en la herramienta que presentamos a continuación, debe haber una reflexión didáctica, ya que se requiere un material que sea potencialmente significativo y que pueda ser modificado, según objetivos específicos, abriendo paso al desarrollo de conceptos y procedimientos de complejidad epistemológica variable. Para ello, es preciso desarrollar un análisis que permita estudiar su potencial como herramienta de aprendizaje (Roth et al., 1996; Marqués, 1998; Starr, 1998; Sierra, 2000).

Los profesores consideran en general que los alumnos deberían saber utilizar la información para operar sobre el mundo y diseñar nuevas aplicaciones adecuadas a los conocimientos que han adquirido. Los materiales educativos que podemos encontrar por ejemplo en Internet contienen la información organizada a modo de porciones de textos o imágenes que se unen a otros textos o imágenes mediante enlaces y procesos de navegación en red. De este modo cada documento puede leerse de distintas formas y se puede acceder a la información desde diferentes puntos. El usuario organiza finalmente el acceso a los diferentes contenidos según su curiosidad y criterio personal. Para organizar toda esa información adquirida a través de los numerosos recursos didácticos existentes y convertirla en un objeto de aprendizaje con significado en el contexto educativo, los alumnos deben ser capaces de expresarse verbalmente, negociar con los compañeros, explicar, argumentar, etc., es decir, han requerido realizar un esfuerzo para ordenar sus ideas y comunicarlas adecuadamente al profesorado y al resto del alumnado (Jiménez Aleixandre, 1998).

Al mismo tiempo que se está produciendo un imparable desarrollo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), las interacciones de la especie humana con la naturaleza están incrementándose en relación directa con su evolución demográfica, social y cultural. La capacidad de los humanos para modificar su entorno y su relación con los ambientes naturales ha variado a lo largo de los tiempos. Diversos autores, como Giordan (1993) indican que lo que distingue a la sociedad contemporánea de las que le han precedido es la rapidez en la modificación de su entorno, provocada por la revolución científico y técnica, su carácter masivo y la universalidad de algunas de sus consecuencias. En algunos casos estos daños son tan desmesurados que amenazan el equilibrio de la biosfera. Pero para poder conservar los elementos naturales que nos rodean, es decir, que se respeten como mínimo las normas establecidas por las administraciones públicas, es imprescindible trabajar desde los primeros niveles educativos en la divulgación y sensibilización de la población (Wamba y Jiménez, 2005). Hay que resaltar que el énfasis en la educación ambiental hay que realizarlo tanto en las distintas etapas de la educación formal (Primaria, Secundaria, Universidad) como en la educación no formal.

En este trabajo se propone una herramienta que permita a los alumnos de los diversos niveles educativos seleccionar los aspectos naturales más característicos de su entorno próximo como objeto de estudio y hacerlos públicos a través de Internet. Se trata de que elaboren y hagan públicas una serie de fichas sobre el patrimonio natural, para promover la valoración del mismo y adquieran el compromiso con una utilización crítica y responsable del entorno. Para ello, se ha diseñado una base de datos escolar en

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formato web (www.unizar.es/naturaragon) que permite introducir textos descriptivos y explicativos, fotos y mapas que permitan destacar los principales valores patrimoniales según el punto de vista de los estudiantes (en este caso centrado en el patrimonio natural aragonés, que constituye nuestro entorno más próximo). Lo verdaderamente interesante de NATURARAGON es conocer cuáles son los argumentos de los estudiantes a la hora de presentar y/o defender el valor patrimonial de un elemento o un entorno natural. A continuación mostramos algunos datos sobre la estructura de la herramienta diseñada así como algunos de los resultados obtenidos con su aplicación, incluyendo ejemplos de las fichas ya incluidas en la base de datos y un análisis del contenido de la mismas.

DATOS TÉCNICOS SOBRE NATURARAGON

NATURARAGON es una web dinámica (www.unizar.es/naturaragon) consistente en una aplicación PHP con un sistema de base de datos MySQL, que permite la interactividad entre los estudiantes y las fichas sobre el patrimonio natural (figura 1). Es decir, permite que sean los propios estudiantes los que creen los contenidos que luego van a aparecer en la web a partir de una plantilla predeterminada y siguiendo una base de orientación que se puede consultar en la misma herramienta o puede ser presentada y discutida en clase.

Figura 1. Página inicial de la web NATURARAGON (la fotografía de la

presentación va cambiando y mostrando diferentes áreas de interés natural).

Antes de iniciar la introducción de datos es necesario registrarse como usuario, indicando diversos datos personales (que no se hacen públicos), así como otros datos, como el centro educativo o el nivel de estudios, que son mostrados como elementos públicos de la base de datos. Para controlar el acceso de usuarios y datos, se ha creado una estructura jerárquica que evita la introducción de contenidos no deseados, a la vez que puede servir como una herramienta de seguimiento de la participación de los estudiantes por parte de los profesores de los centros participantes. El administrador (desde la Universidad de Zaragoza, en este caso) puede modificar la web, la estructura de la base de datos y todos sus contenidos, además de gestionar las altas de los demás usuarios y de las fichas creadas. Los gestores (por ejemplo, profesores de asignaturas o

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de otros centros colaboradores) pueden dar de alta a sus estudiantes y modificar o permitir la publicación de los contenidos creados por éstos. Los usuarios con menos “privilegios” (editores) pueden enviar sus propuestas de ficha, que serán publicadas tras la revisión y el visto bueno de un gestor o administrador, siempre que cumplan unos requisitos mínimos (los que aparecen en la base de orientación en la propia web o los que establezca el profesorado de acuerdo con sus estudiantes).

Para cada una de las fichas propuestas, además del nombre del lugar y la comarca a la que pertenece, se han creado varios campos de contenidos (ver tabla 1) sobre: su valor patrimonial, descripción particular (incluida foto) y general, importancia para la zona, accesos (incluido mapa) y sugerencias para la visita. Además, se han incorporado mecanismos de búsqueda rápida y avanzada de los contenidos, una página de ayuda al usuario (“Cómo rellenar una ficha”) y un buzón de consultas a través del correo electrónico (naturaragon@unizar.es).

CAMPO ORIENTACIONES PARA EL USUARIO Valor patrimonial

Se deben resaltar las principales características que merecen ser destacadas como de interés patrimonial. También se deben marcar en las casillas que aparecen al final las claves que permiten clasificarlo dentro de un campo temático concreto (o varios).

Descripción particular

Se trata de describir lo más detalladamente posible el elemento patrimonial seleccionado.

Descripción general

Descripción general de la zona que alberga el elemento patrimonial. En este caso, la información podría solaparse parcialmente con la anterior dependiendo de la extensión de la zona (o elemento) elegida.

Importancia para la zona

Se trata de valorar la importancia para la zona (localidad, comarca, región) y puede incluir también una valoración socio-económica, turística, científica, etc.

Accesos Se puede hacer referencia a carreteras, caminos, localidades cercanas, etc. e incluso incluir un mapa (dibujado a mano, escaneado de uno publicado, bajado de Internet, ... o una imagen de satélite o foto aérea donde se señale el lugar seleccionado)

Sugerencias Es un apartado muy abierto que puede recoger datos como la época del año en que se recomienda la visita, recomendaciones sobre calzado, ropa de abrigo en determinadas épocas del año, existencia de miradores para observar el (los) elemento seleccionado, etc.

Además de todo lo anterior, hay que tener en cuenta que: - Es importante tener claro y haber trabajado con anterioridad toda la información que se quiera introducir en la ficha, ya que los usuarios (editores) no pueden modificar el contenido de las fichas una vez enviadas. - Junto con la información en formato texto, se puede aportar una foto y un mapa de la zona de la que se está hablando. - En el caso de querer realizar alguna modificacion, se deben enviar las sugerencias y/o modificaciones a la dirección electrónica vinculada a esta base de datos (naturaragon@unizar.es) indicando claramente qué es lo que se desea cambiar.

Algunas sugerencias: el tamaño máximo de la fotografía y el mapa debe ser de unos 800x600 puntos. De esta manera no se carga innecesariamente el servidor y la transferencia de datos es más rápida. Posibles problemas con los archivos adjuntos: algunos sistemas operativos y programas no aceptan ciertos caracteres al leer la información, por tanto, los nombres de los archivos (mapas y fotos) no deben contener símbolos ( + / - ?), etc. y, si es posible, se deben evitar los acentos y la ñ (sólo en el nombre del archivo, ya que en el texto dentro de la propia ficha no hay problemas)

Tabla 1. Campos que contienen las fichas de patrimonio natural de NATURARAGON y orientaciones para los usuarios.

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Una vez obtenida el alta como usuario, y teniendo en cuenta las recomendaciones que aparecen en la web (o las acordadas con el profesor) se puede proceder a introducir los datos de una nueva ficha, rellenando los campos en una plantilla interactiva que presenta campos abiertos, listados desplegables y herramientas de búsqueda y colocación de archivos adjuntos. La ficha definitiva se envía automáticamente a través de la propia web y es recibida por los administradores de la misma que la pueden revisar (figura 2), editar directamente, proponer modificaciones o sugerencias de mejora al autor/a o, simplemente, rechazarla (o dejarla sin publicar) si los contenidos no son adecuados. En las figuras 3 y 4 se muestran ejemplos de dos fichas publicadas.

Figura 2. Pantalla de edición de las fichas (accesible para gestores y

administradores).

Figura 3. Ejemplo de una de las fichas publicadas en NATURARAGON. En este

caso se hace referencia a una zona amplia (Barranco de Aguilón) en la que se pueden identificar diversos elementos naturales con un importante valor patrimonial (aunque se destacan los rasgos geológicos como principales argumentos).

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Figura 4. El ejemplo mostrado hace referencia a un elemento concreto de interés

patrimonial (las dolinas en sí mismas), aunque en el entorno natural en el que se encuentran se citan una serie de plantas y animales que conforman un medio con destacables valores a conservar.

VALORACIÓN DE LAS ARGUMENTACIONES PRESENTADAS La adecuación de los contenidos enviados por los usuarios de NATURARAGON

va a depender del emisor de la información, de su nivel educativo, de los criterios de evaluación negociados entre profesorado y alumnado, etc. Es decir, no es lo mismo una ficha realizada por un niño o niña (o un grupo) de Educación Primaria que una realizada por estudiantes universitarios. Es de suponer que los argumentos utilizados serán distintos, que las posibilidades de acceso a información complementaria relevante sobre el tema también pueden variar, así como la capacidad de negociación de criterios de evaluación o de reflexión sobre las aportaciones y, por tanto, no existe un único modelo válido de ficha.

A todo esto hay que unir la subjetividad que siempre contiene el punto de vista de quien analiza esa información (por ejemplo, el profesorado ante las producciones del alumnado). Argumentos basados en razones científicas muy específicas podrían ser valorados de formas diversas dependiendo de la formación previa del responsable de evaluar la ficha. No obstante, es posible evaluar la calidad de las argumentaciones de los estudiantes si previamente existe un trabajo en el aula consistente en diseñar, de forma coordinada entre profesores y estudiantes, a) una base de orientación para la elaboración de la ficha, b) una serie de requisitos mínimos para la aceptación de una propuesta y c) un conjunto de criterios de evaluación para valorarla.

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Como ejemplo de este trabajo previo en busca de consenso, en la tabla 2 se muestran los elementos de evaluación de las fichas, discutidos y redactados de forma coordinada entre profesores y un grupo de estudiantes de magisterio antes de iniciar el proceso de elaboración de las fichas. La existencia de esta herramienta debería suponer la aplicación rigurosa por parte del alumnado de las orientaciones allí recogidas. El análisis posterior de las fichas enviadas, sin embargo, muestra como el usuario olvida a menudo estas orientaciones y utiliza diversos recursos que le ayudan a “salir del paso” ante la demanda planteada por el profesorado. Así vemos como, con frecuencia, se dedican a copiar y pegar información existente en Internet, tanto textos como fotografías, o eligen zonas bien conocidas por todos (lugares protegidos como un Parque Nacional o Natural) y resaltan valores públicamente reconocidos aunque el usuario realmente no los conozca tan profundamente.

Valor patrimonial • se especifica claramente cuál es la característica ambiental que confiere a esa zona su peculiaridad • se enfatizan valores ambientales y no valores turísticos u otros • se explica, utilizando aspectos naturales, por qué tiene valor patrimonial

Descripción particular • refuerza y amplia la explicación del apartado de valor patrimonial

Descripción general • permite una macrovisión de la zona, • la zona como sistema, en donde se comentan otros factores relacionados con el objeto patrimonial

Importancia para la zona • señala aspectos ambientales • sociales • económicos • éticos • estéticos • otros

Accesos • comienza con una ciudad o pueblo importante como referencia, señala carretera, camino, desvío etc. que permite llegar al lugar sin equivocaciones. • hay un mapa disponible con las características anteriores

Lenguaje • usa sólo términos científicos • no usa términos científicos • es persuasivo • refleja la “emoción” de quien ha hecho la ficha • otros

Fotografía • es original • refleja la singularidad de la zona

Tabla 2. Criterios de evaluación de las fichas de NATURARAGON redactados de forma coordinada entre profesores y estudiantes.

Tras el proceso de revisión y validación de las propuestas, el resultado final se plasma en una serie de fichas sobre el patrimonio natural que contienen información

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textual y gráfica (figura 3). En el momento de redactar este trabajo la base de datos contenía 84 fichas enviadas, de las que 62 habían sido publicadas. En cualquier caso, el hecho de que todas estas fichas se hayan hecho públicas no implica que cumplan todos los requisitos. En la tabla 3 se muestra, de forma resumida, el análisis de las fichas publicadas de acuerdo con los criterios de evaluación mostrados anteriormente.

Datos generales (muestreo realizado el 25/01/2008) Fichas realizadas: 84 Fichas publicadas: 62 Asignaturas en las que se han utilizado (Facultad de Educación de Zaragoza): Didáctica de los aspectos biológicos-geológicos del medio, Diversidad de los seres vivos, Ecología y Educación Ambiental, La Tierra un planeta vivo: manifestaciones en Aragón. Regiones de las que se ha presentado ficha

• Aragón: 60 • otras CC. AA.: 2 (Navarra)

Temática de la ficha • elementos concretos (árbol, planta, estructura geológica): 19 o biológicos (plantas): 6 o geológicos (estructuras sedimentarias, geomorfológicos,

minerales,…): 13 • zonas determinadas, hacen referencia fundamentalmente a ecosistemas: 43

Valor patrimonial • se especifica claramente cuál es la característica ambiental que confiere a esa zona su peculiaridad

o Si: 59 (aunque en algún caso no se ha concretado suficientemente)

o No: 3 • se enfatizan sólo valores ambientales

o Si: 49 o No, se utilizan también otros valores turísticos u otros: 13

(se han utilizado sobre todo criterios históricos y arquitectónicos y, en algunos casos, turísticos).

Descripción particular

• refuerza y amplia la explicación del apartado de valor patrimonial o Si: 51 o Parcialmente: 5 (en la mayoría de los casos sólo nombra

alguna característica que lo completa y no añade nada más) o No: 6 (hablan de construcciones, de su situación o no aporta

nada) Descripción general • permite una macrovisión de la zona, y la ven como sistema, en

donde se comentan otros factores relacionados con el objeto patrimonial

o Si: 40 o No: 22 (en muchos casos lo único que se hace es aumentar

la descripción particular con más detalles, o bien se habla de la situación o no la han desarrollado)

Tabla 3 (1). Análisis de las fichas aportadas por los estudiantes aplicando la plantilla de evaluación establecida de acuerdo con los mismos.

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Importancia para la zona

• señala sólo aspectos ambientales: 7 • señala aspectos ambientales y otros aspectos: 35 • señala otros aspectos (sociales, económicos, éticos, estéticos): 20

Accesos • comienza con una ciudad o pueblo importante conocido fuera de la comarca como referencia, señala carretera, camino, desvío etc. que permite llegar al lugar sin equivocaciones: 49 • comienza con una ciudad o pueblo importante conocido en la comarca como referencia, señala carretera, camino, desvío etc. que permite llegar al lugar sin equivocaciones: 6 • falta la última etapa para llegar al elemento patrimonial: 2. • no queda clara la descripción de los accesos: 6 (faltan algunos topónimos o la descripción es tan larga que no ayuda) • no los desarrolla: 1 • Aporta mapa:

o Si, con referencias generales: 28 o Si, con referencias sólo de la comarca: 14 o Si, pero no corresponde con la zona o no indica nada: 2 o Si, pero no se distinguen con claridad las referencias de

orientación: 10 o No: 8

Lenguaje • En relación al uso de terminología científica: o Usa algunos términos científicos: 39 (no obstante, en

muchos casos los razonamientos utilizados indican que no conocen su significado)

o No usa términos científicos: 23 • En cuanto a la originalidad (aportación personal) de la propuesta:

o La descripción y la explicación presenta un alto grado de elaboración propia: 31

o La descripción integra tal número de elementos o la explicación está tan elaborada que difícilmente parece realizada por un estudiante o incluye párrafos enteros con aspectos culturales (históricos, etnográficos, senderistas,…) lo que implica en estos casos una trascripción directa desde Internet o desde otra fuente bibliográfica: 31

• Un elemento importante en estas fichas es si utiliza un lenguaje persuasivo.

o Utiliza la persuasión científica: 17 o Utiliza la emotiva, en la que parece estar muy conmovido: 8 o Transmite ambas: 4

• No encaja en ninguno de los anteriores, ya que las razones no son convincentes: 34

Fotografía • Refleja la singularidad de la zona ya que posee un tamaño y definición suficientes: 41 • Sólo se aprecian detalles: 5 • No refleja la singularidad de la zona debido a que es pequeña y/o no se distinguen detalles por la iluminación y/o está borrosa y/o es demasiado general: 16

Tabla 3 (2). Análisis de las fichas aportadas por los estudiantes aplicando la plantilla de evaluación establecida de acuerdo con los mismos.

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Si nos centramos en las argumentaciones de los estudiantes, el análisis del lenguaje pone de manifiesto las diferentes estrategias utilizadas por los mismos. Cabe destacar el uso, por parte de algunos estudiantes, de términos científicos de forma “indiscriminada” y, en ocasiones, poco coherente con el resto del discurso presentado en la ficha. En otras ocasiones (no pocas), su uso parece coherente y la argumentación está muy elaborada, aunque un análisis detallado por parte del profesor (a veces, basta con extraer un párrafo de la ficha y copiarlo en un buscador de Internet) revela que buena parte de los contenidos han sido trascritos literalmente desde otras fuentes de información.

Desgraciadamente y pese a insistir en que se valorará especialmente la originalidad de las fichas, tan sólo el 50% de las mismas parece responder a aportaciones personales de los estudiantes. Ahora bien, ¿cómo sabemos si nuestros estudiantes son capaces de expresarse o no de ese modo? ¿por qué debemos dudar de su autoría ante contenidos extremadamente elaborados que incluyen una terminología que no suele utilizarse en la vida cotidiana? La apreciación anterior sobre la originalidad de los contenidos, que podría considerarse extremadamente subjetiva, se convierte en una evidencia cuando el profesorado pide razones o aclaraciones a los autores de algunas propuestas. El problema no es que los estudiantes busquen recursos en fuentes de información externas (que sería lo deseable a la hora de construir conocimiento) sino que usen los contenidos de estas fuentes como el único sustento argumental de las fichas (existiendo sospechas por parte del profesorado de que en ocasiones la aportación personal es muy escasa o nula).

Dentro del juego argumental, cobran especial importancia las técnicas de persuasión. En este sentido, la persuasión consistiría en convencer al receptor a través de una argumentación racional y provocar en él una acción (en el caso concreto que nos ocupa, el receptor debería quedar convencido del valor patrimonial del elemento presentado). Hay que tener claro que, dependiendo del receptor, un mismo mensaje puede no conseguir los mismos efectos, e incluso que tenga unos efectos no previstos por el autor del mismo. Así podemos distinguir, entre otros, dos tipos de persuasión: la científica y la emotiva (ver tabla 3). Desde el punto de vista de la utilización de técnicas de persuasión en las fichas, en más de la mitad de los casos analizados (34/62) las razones son poco claras o poco convincentes. Muchos estudiantes se limitan a describir los elementos naturales o las áreas que los contienen (a veces, una simple enumeración de rasgos, nombres de plantas o animales, datos técnicos, etc.), sin usar argumentos científicos o emocionales que puedan provocar en el receptor un cambio en la valoración del elemento patrimonial presentado.

En cualquier caso, un importante número de fichas sí que cumplirían con los criterios establecidos y en ellas se detecta un buen trabajo de síntesis de la información necesaria para la justificación científica de la propuesta, acompañado por una serie de datos y apreciaciones personales que denotan el conocimiento del lugar y el grado de sensibilización del autor (o autores) ante un determinado elemento natural.

CONSIDERACIONES FINALES

La principal contribución de esta propuesta sería la promoción entre los estudiantes de desarrollar un compromiso con un conjunto de valores y destrezas que nos permiten participar en la sociedad mediante la utilización crítica y responsable del saber científico. En este caso, el saber se refiere a disponer de las claves necesarias para

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interpretar los fenómenos que ocurren a nuestro alrededor y, especialmente, aquellos que acarrea nuestra actuación sobre la naturaleza.

Para disponer de estos elementos de interpretación del medio que nos rodea, debemos identificar, divulgar y aprender a valorar, desde los primeros niveles educativos, aspectos como la biodiversidad del entorno en el que vivimos así como las características de los ecosistemas que acogen la misma. En principio, la base de datos NATURARAGON se ha centrado en el contexto de la comunidad aragonesa, aunque queda abierta a la introducción de información procedente de otras comunidades.

Así, se pretende concienciar a los estudiantes sobre la importancia patrimonial de muchos lugares que conocen (que podrían ser considerados como el patrimonio natural oculto), así como los posibles impactos de las actividades humanas sobre el medio y la necesidad de su conservación. De esta manera, estos parajes pueden pasar a formar parte del “patrimonio público” (saliendo del patrimonio oculto). Pero para ello, los autores de las propuestas (estudiantes en los distintos niveles educativos) deben ser capaces de divulgar esa información mediante la utilización de argumentos convincentes, previamente elaborados y discutidos, así como a través de la incorporación de datos textuales y gráficos, lo suficientemente claros y explícitos para “convencer al público” (o al menos llamar su atención) sobre su importancia.

La utilización de una base de datos en formato digital y su presencia en Internet, aseguran una serie de posibilidades en la elaboración de materiales y divulgación de los mismos difícilmente comparables a otros medios de difusión tradicionales. Además, desde el punto de vista didáctico, esta herramienta permite a los estudiantes la utilización de diferentes lenguajes (textos, gráficos, fotos) y conlleva la “obligación” de manejar diferentes habilidades cognitivo-lingüísticas como resumir, describir, explicar, argumentar, etc. Por otro lado, la condición abierta y pública de la base de datos tiene un efecto motivador sobre los estudiantes, ya que permite una cierta autonomía a la hora de seleccionar los puntos de interés y, a su vez, se logra un rápido reconocimiento personal del trabajo realizado mediante la publicación de las fichas.

Referencias bibliográficas Area Moreira, M. (2005), La educación en el laberinto tecnológico. De la escritura a las máquinas digitales, Barcelona, Octaedro – EUB. Giordan, A. coord. (1993), Educación ambiental: principios de enseñanza y aprendizaje, Serie de Educación ambiental, 20, Bilbao: Los Libros de la Catarata. Jiménez Aleixandre, M.P. (1998), “Diseño curricular: indagación y razonamiento con el lenguaje de las ciencias”, Enseñanza de las Ciencias, 16 (2), pp. 203-216. Jiménez Aleixandre, M.P. (2003), “El aprendizaje de las ciencias: construir y usar herramientas”, en M.P. Jiménez Aleixandre (coord.), Enseñar ciencias (pp. 13-32), Barcelona: Graó. Marqués, P. (1998), “Usos educativos de Internet: ¿La revolución de la Enseñanza?”, Comunicación y pedagogía, 154, pp. 37-44. Roth, W.M., Woszczyna, C. & Smith,G. (1996), “Affordances and Constraits of Computers in science Education”, Journal of Research in Science Teaching, 33 (9), pp. 995-1017. Sanmartí, N. (1997), “Enseñar a elaborar textos científicos en las clases de ciencias”, Alambique. Didáctica de las Ciencias Experimentales, 12, pp. 51-61. Sardà, A. y Sanmartí, N. (2000), “Enseñar a argumentar científicamente: un reto de las clases de ciencias”, Enseñanza de las Ciencias, 18, pp. 405-422.

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Sierra, J.L. (2000), “Informática y enseñanza de las ciencias”, en F.J. Perales y P. Cañal (eds.), Didáctica de las Ciencias Experimentales (pp. 339-359), Alcoy: Marfil. Starr, D.R. (1998), “Virtual Education: Current Practices and Future Directions”, Internet and Higher Education, 1(2), pp. 157-165. Wamba, A.M. y Jiménez Pérez, R. (2005), “La enseñanza y difusión del patrimonio y la alfabetización científica: relaciones ciencia, tecnología, sociedad y patrimonio”, Enseñanza de las Ciencias, Vol. Extra. VII Congreso.