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Las aventuras de Super Dyke VII: Nuevos comienzos The Adventures of Super Dyke VII: New Beginnings de Alex Tryst (???) Traducido por: Julieta “Meltryth” (2014) Siéntete libre de dejarme un mensaje en [email protected] ¡Disfrútalo! Descargo de traducción: ¿Por qué leí este fanfiction? ¡Obvio que por el título! Cualquiera que le ponga Super Dyke a un escrito automáticamente se gana una sonrisa de mi parte, y no lo traduje como “Super Tortillera” porque a Superman o a Batman no le tradujeron el nombre. Es atrevido y humorístico. Esta es la parte 7 de 11 episodios en total, no tiene sentido leerlo sin haber leído la anterior. Disfruten que es gratis porque no se pretende ganar ni un penique por el texto y, como siempre, espero que si lo copian tengan la amabilidad de dejar los descargos. Texto original en http://xenafiction.net/ Muchas gracias, Julieta “Meltryth”. Era sólo otro día en Johnston Brown. Emily estaba ocupada como siempre tratando de llenar su posición con sus mejores habilidades. El trabajo era su vida más que nunca en estos días. Acabado un informe para Chuck Johnston, lo imprimió y salió de su oficina hacia la de su asistente. La rubia prefería los email, pero Chuck era anticuado. Era partidario del papel para todo, así que ella lo obligaba cuando podía hacerlo. Dejando caer el informe sobre el escritorio de su asistente para él, se dirigió a la sala de correo para comprobar su box. Su propio asistente estaba de vacaciones, así que ella tenía que valerse por sí misma. Todavía le resultaba un poco extraño tener asistente. A veces parecía un poco demasiado ansioso por complacerla, algo que ella consideraba un enamoramiento pasajero que superaría, pero él era muy bueno en su trabajo, y había llegado a depender de él más y más durante el año que había estado allí. Escarbando por su correo fuera de la caja, mientras escudriñaba lo clasificaba por orden de importancia. El correo no deseado inmediatamente fue desechado a la basura. Los correos más importantes fueron organizados cuidadosamente y abiertos uno por uno. La rubia usualmente permitía que su asistente mirara todos los correos, y la mayor parte de éstos generalmente no llegaban a su escritorio. Tenerlo lejos le dio una mejor idea de las tonterías sin importancia que él no dejaba llegar a sus manos. Ordenandolos por segunda vez, ella hizo dos montones, uno para cuando él regresara y luego el propio. Estaba a punto de salir de la sala de correo, cuando oyó una risa profunda y rica procedente de la dirección de la entrada. No puede ser. Conozco esa risa. Oyó de nuevo. Esa es Erin Mahoney. Con curiosidad por saber si tenía razón, Emily rodeó la esquina hacia la zona de recepción donde fue recibida con una sorpresa. No era Erin. "¿Seamus?" cuestionó ante la confusión de su presencia. Estaba allí de pie hablando con Chuck. 1

Las aventuras de Super Dyke VII: Nuevos comienzos de Alex Tryst

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Seamus Mahoney está preparando su boda cuando se reencuentra con Emily Parker. La rubia estará invitada a su casamiento, donde Erin oficiará como padrino de boda.Es una saga de 11 capítulos de Alex Tryst.Título original: The Adventures of Super Dyke VI: New BeginningsTraducción: Julieta "Meltryth"

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Las aventuras de Super Dyke VII: Nuevos comienzos The Adventures of Super Dyke VII: New Beginnings 

de Alex Tryst (???) Traducido por: Julieta “Meltryth” (2014) 

 Siéntete libre de dejarme un mensaje en [email protected] ¡Disfrútalo!  

 Descargo de traducción: ¿Por qué leí este fanfiction? ¡Obvio que por el título! Cualquiera que le ponga                                 Super Dyke a un escrito automáticamente se gana una sonrisa de mi parte, y no lo traduje como “Super                                     Tortillera” porque a Superman o a Batman no le tradujeron el nombre. Es atrevido y humorístico. Esta es la                                     parte 7 de 11 episodios en total, no tiene sentido leerlo sin haber leído la anterior. Disfruten que es gratis                                       porque no se pretende ganar ni un penique por el texto y, como siempre, espero que si lo copian tengan la                                         amabilidad de dejar los descargos. Texto original en http://xenafiction.net/ Muchas gracias, Julieta                       “Meltryth”.  

  Era sólo otro día en Johnston Brown. Emily estaba ocupada como siempre tratando de llenar su                               posición con sus mejores habilidades. El trabajo era su vida más que nunca en estos días.                               Acabado un informe para Chuck Johnston, lo imprimió y salió de su oficina hacia la de su                                 asistente. La rubia prefería los email, pero Chuck era anticuado. Era partidario del papel para                             todo, así que ella lo obligaba cuando podía hacerlo. Dejando caer el informe sobre el escritorio                               de su asistente para él, se dirigió a la sala de correo para comprobar su box. Su propio                                   asistente estaba de vacaciones, así que ella tenía que valerse por sí misma. Todavía le                             resultaba un poco extraño tener asistente. A veces parecía un poco demasiado ansioso por                           complacerla, algo que ella consideraba un enamoramiento pasajero que superaría, pero él era                         muy bueno en su trabajo, y había llegado a depender de él más y más durante el año que había                                       estado allí.  Escarbando por su correo fuera de la caja, mientras escudriñaba lo clasificaba por orden de                             importancia. El correo no deseado inmediatamente fue desechado a la basura. Los correos                         más importantes fueron organizados cuidadosamente y abiertos uno por uno. La rubia                       usualmente permitía que su asistente mirara todos los correos, y la mayor parte de éstos                             generalmente no llegaban a su escritorio. Tenerlo lejos le dio una mejor idea de las tonterías sin                                 importancia que él no dejaba llegar a sus manos. Ordenandolos por segunda vez, ella hizo dos                               montones, uno para cuando él regresara y luego el propio. Estaba a punto de salir de la sala de                                     correo, cuando oyó una risa profunda y rica procedente de la dirección de la entrada. No puede                                 ser. Conozco esa risa. Oyó de nuevo. Esa es Erin Mahoney.  Con curiosidad por saber si tenía razón, Emily rodeó la esquina hacia la zona de recepción                               donde fue recibida con una sorpresa. No era Erin. "¿Seamus?" cuestionó ante la confusión de                             su presencia. Estaba allí de pie hablando con Chuck.  

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 Su sonrisa iluminó el momento en que la vio. "¿Emily Parker? ¿Eres realmente tú?" puso en                               duda, como cerraron su distancia. Se abrazaron. "¡Ha pasado una eternidad desde que te vi!                             ¡Luces genial!"   "Tú también, Seamus. Es bueno verte. ¿Qué estás haciendo en New York?"   “Estoy aquí por negocios. Erin y yo fuimos a comer con Chuck”.  ¿Erin está aquí? "Oh, ya veo. No pensé que eras un tipo de New York".  Justo en ese momento Chuck interrumpió la conversación. Enlazando su mano con la de                           Seamus, dijo, "Voy a dejar que te pongas al día con Emily. Fue bueno verte de nuevo. Espero                                   con ansiedad trabajar contigo en el futuro".  “Igualmente, Chuck. Gracias”. Una vez que estuvieron solos, él le sonrió de nuevo. "No puedo                               creerlo. Aquí estás después de todo este tiempo. ¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿Desde la fiesta                             de aniversario de los padres de Erin?”  La rubia asintió. "Casi tres años. Te ves increíble. Todavía tienes el mejor maquillaje en los ojos                                 que cualquier persona que conozca”.  El hombre se echó a reír. Echando sus lentes de sol hacia atrás a su cabello embebido de                                   iluminación, él se quedó mirando fijamente a sus ojos. “Has mejorado tu técnica. Me encanta lo                               que estás haciendo con la sombra de ojos. Es un buen color para tí”.  "Gracias". En ese momento, Emily sintió una presencia viniendo lentamente detrás de ella. Por                           lo que Seamus miró sobre su hombro, ella sabía de quién se trataba sin siquiera voltear. Es ella.  Erin Mahoney se acercó a su primo mientras miraba a la rubia. "Emily, hola", la saludó de la                                   manera más neutral que pudo.  "Hola, Erin. ¿Cómo estás?"  "Estoy bien. ¿Cómo estás tú?"  “Bien. Sorprendida de ver a Seamus aquí. Estaba poniéndome al día con él. ¿Qué están                             haciendo ustedes dos en New York?”  "He vendido parte de Venus a Seamus. Se estaba convirtiendo en demasiado para mí, y ya que                                 se está mudando aquí, él accedió a entrar conmigo”, respondió la texana.  “¿Te estás mudando aquí? Eso es genial. ¿Por qué te vas de California?” 

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 "Debido a que él pensó que era una buena idea correr y enamorarse de una yankie. Ella es de                                     New York y quiere que vivan aquí después de casarse", Erin dijo en broma.   “¿Te vas a casar? Eso es maravilloso”, dijo la abogada, moviéndose para abrazarlo                         nuevamente.  Él sonrió. “No podía esperarte por siempre”, coqueteó.   Ella se echó a reír. "Está bien. Entiendo”.  Para hacer una conversación educada, Erin le preguntó, "¿Cómo te trata la vida de casada,                             Emily?”  "No lo sé. No estoy casada".  "¿Qué quieres decir? ¿Tú y Gillian no se casaron?”  “No”.  Inquisitivamente Erin le preguntó, "¿Es eso algo bueno o algo malo?"   "Es lo que es. Seamus, cuéntame todo acerca de tu dama especial. ¿Cómo se llama?"   "Su nombre es Natalie Stevens, y tiene treinta. Ella es nativa de New York, creció en el Upper                                   West Side. Esta en la industria de la moda, es profesora en Parsons School of Design. Ella es                                   absolutamente un ángel”, dijo con una sonrisa ensoñadora.  "Suena como una combinación perfecta para ti”.  “He sido bendecido”.  “Sí, él lo es”, Erin estuvo de acuerdo. "Ella es fantástica. La familia sólo puede amarla, incluso si                                   ella es una yankie”.  Seamus miró su reloj. "Emily, tenemos que irnos. Le prometimos a Natalie que no nos                             detendríamos. Sólo estaré en la ciudad hasta mañana, pero me encantaría ponerme al día                           contigo un poco más. ¿Estás por casualidad libre para cenar esta noche? Me gustaría                           presentarte a Natalie".   "Eso sería genial. Me encantaría”.  

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“Maravilloso. Aquí. Déjame escribirte su dirección. ¿Qué tal a las siete?” preguntó, mirando a su                             alrededor por un pedazo de papel.  Emily hizo un gesto a la recepcionista de un poco de papel para él. "Suena bien".  “Genial. Se que ustedes dos se llevarán bien”.  "¿Tengo que llevar algo?"  "No, simplemente tu presencia. Oh, estoy tan feliz de haberte encontrado. Nos vemos esta                           noche”.  "Está bien". Los dos se abrazaron de nuevo. Se giró hacia Erin. “Adios, Erin”.  “Adiós", respondió ella con una sonrisa.  Los dos primos Mahoney fueron a los ascensores. Seamus miró con una sonrisa. "Bueno,                           Emily sin duda se ve bien".  "Sí, así es".  "Todavía no sé por qué la dejaste ir, Erin. Ella era muy buena".  "Sí, lo era", reconoció a la mujer.   De vuelta en la oficina, Emily regresó a su escritorio mientras miraba a las direcciones. Ella                               estaba familiarizada con la ubicación, por lo que no iba a ser difícil de localizar. Ambos se veían                                   bien. En trajes sin duda funcionaría para ambos. Seamus se veía tan feliz. Estoy tan contenta                               de que encontró a la mujer adecuada. Erin se veía feliz, también. Me pregunto si hay alguien                                 especial detrás de eso. ¿Sahar, tal vez? Me pregunto si todavía están juntas después de tanto                               tiempo. Ella parecía ser la única que podía domar a Erin. Ninguna de mis amigas habló de ella                                   nunca más. Ella y Sahar se deben haber asentado. Si no lo hubiera hecho, el chisme habría                                 corrido de nuevo a mí a través de mis amigas solteras que la seguían rondando. Sabiendo que                                 las respuestas no llegarían en ese momento, Emily continuó trabajando.  Esa noche, la rubia se detuvo en la dirección correcta a las siete. Ella había llegado                               directamente del trabajo esa noche, así que no tuvo tiempo de cambiar su traje de pantalón                               negro y zapatos de tacón, pero ella se quitó la chaqueta en el camino hacia el edificio con la                                     esperanza de lograr un look más casual. Subiendo en el ascensor, se miró en el espejo de la                                   pared, esponjando su cabello y enderezar su bufanda que era un sello personal. Ella estaba tan                               contenta de haber tropezado con Seamus ese día. Él era uno de sus Mahoneys favoritos, y ella                                 estaba encantada de que él parecía haber encontrado su pareja perfecta.  

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Yendo a casa de Natalie, ella golpeó la puerta y esperaba con entusiasmo a la mujer que había                                   ganado el corazón de su amigo. Sin embargo, no era la mujer que esperaba la que abrió la                                   puerta. "Erin, hola", saludó, tratando de no actuar sorprendida.  "Hey. Vamos, entra. Estamos terminando de hacer la cena. ¿Puedo tomar tu maletín y abrigo?"  "Gracias", dijo ella, entregando los artículos. Observó a Erin colocar el maletín en la base del                               perchero y luego colgar la chaqueta del traje.  “Por aquí”. La abogada siguió a Erin través de la sala de estar a un comedor abierto y cocina,                                     donde ella vio a Seamus dulcemente besando a una pequeña morena. Emily no pudo evitar                             sonreír ante lo feliz que parecía. "O consiguen una habitación o dejan de chupar sus caras.                               Tenemos compañía aquí", Erin dijo en broma.   Seamus sonrió y se volvió hacia Emily. Él tomó a su novia de la mano. "Gracias por venir,                                   Emily. Me gustaría que conozcas a Natalie Stevens. Cariño, esta es Emily Parker. Ella es una                               vieja amiga de Erin y mía”.  "Es un placer conocerte, Emily. Seamus siempre habla de maravillas de tí”, dijo la morena,                             extendiendo la mano.  Emily sacudió. "Yo siento lo mismo por él y estaba tan emocionada de saber que él encontró a                                   una mujer especial. Es uno de los hombres más maravillosos que he conocido".  "Yo soy ese”, bromeó, lo que le valió una bofetada en el estómago de su prometida.  "¿Quieres un trago? ¿Un poco de vino o algo? La cena no está lista", dijo Natalie. "Sabía que era                                     un error permitir que Erin y Seamus cocinaran".   Ambos Mahoney’s fingieron mirar ofendidos, haciendo que las dos mujeres rieran. “Vino estará                         bien, gracias”. Los cuatro charlaron amigablemente durante la comida, como Emily y Natalie                         llegaban a conocerse mejor. Como Seamus había predicho, las dos mujeres se cayeron bien                           inmediatamente. Por último, aunque su comida llegó a su fin, la conversación cambió hacia la                             boda. “¿Cómo luce su vestido?” Emily cuestionó inocentemente.  "Ella no me va a decir," Seamus juguetonamente refunfuñó.  "No, no lo haré, pero te lo puedo mostrar si deseas verlo, Emily”.  "Me encantaría".  

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"Está bien. Está en el dormitorio". Las dos mujeres dejaron a los primos en el comedor y se                                   dirigieron a la habitación de invitados. Natalie sacó un vestido del armario. "Este es realmente                             uno de los vestidos de la dama de honor".  "Es hermoso. ¿Quién lo diseñó?"  "Yo. Lo diseñé y lo hice".  "Guau. Eres muy talentosa".  "Gracias. Me encanta el diseño de indumentaria".  "Seamus dijo que trabajabas en la Parsons. Debe ser el trabajo perfecto para ti, entonces".  Ella asintió con la cabeza. "No me gustaría hacer otra cosa. He aquí parte de mi vestido. No                                   está completo todavía, pero te puedo mostrar algunos bocetos", mencionó, sacando unos                       papeles de la estantería en el armario.  Emily se sentó en la cama y miró. "Si alguna vez me caso me encantaría tenerte diseñando mi                                   vestido. Eres increíble".  "Erin dijo que estabas comprometida. Debes estar planeando una boda".  "En realidad, yo estaba comprometida, pero ya no lo estoy".  "¿Puedo preguntar qué pasó?"  Emily se encogió de hombros. "Esa es una historia para otro momento. Hablemos de algo más                               alegre, como tu boda".  "Oh, todavía está en la etapa de planificación. Nos vamos a casar en seis meses, así que hay                                   tiempo. Lo único que estamos de acuerdo es en que va a ser una boda irlandesa. Seamus y                                   todos los padrinos van a usar faldas escocesas. Incluso Erin ha accedido a usar una. Ella                               aceptó ser su padrino o madrina en este caso".  "Erin en una falda. Eso sería un espectáculo digno de ver".  "Ella dice que no es una falda. Es una falda escocesa. Son completamente diferentes", dijo                             Natalie con una risa como ella también se sentó en la cama.  La rubia se rió también. "Eso suena como algo que diría ella".  

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"Ella es buena para eso. Adora a Seamus y hará lo que él pide. Ellos se preocupan mucho por                                     el otro".  "Lo sé. Cuéntame cómo se conocieron, tú y Seamus. Eso debe ser una historia interesante".  "Yo estaba en California visitando a un amigo hace unos dos años. Fuimos a una fiesta en la                                   playa, un amigo me llevó a la casa de su amigo. Yo estaba de pie en el bar en el porche trasero                                           hablando con algunas chicas cuando vi a este hombre en el balcón. Estaba hablando con otro                               chico. Recuerdo que pensé para mi misma, qué culo caliente que tenía", dijo con una sonrisa.  "El culo caliente Mahoney. Todos ellos lo tienen".  “Me he dado cuenta. De todos modos, estaba intrigada y perpleja, porque es musculoso, pero al                               mismo tiempo estaba usando lo que era, obviamente, ropa de mujer. Tenía esa blusa de color                               rosa de algodón y un par de capris con sandalias. Luego se dio vuelta y me sonrió.Yo quería                                   desmayarme. Ni siquiera me di cuenta que tenía el maquillaje al principio por esa sonrisa. Tenía                               la camisa desabrochada por completo, y él tiene un buen cuerpo. Pensé que era el hombre más                                 sexy que había visto en mi vida, pero él estaba fuera de los límites, porque era tan obviamente                                   gay. Quiero decir que el hombre tenía manicura y pedicura. Bueno, él se acercó y empezó a                                 hablar conmigo, pero yo no sabía qué hacer con él. Era tan lindo y coqueto. Sólo charlamos por                                   un rato, y luego me invitó a ir a dar un paseo en la playa. Aún confundida, pero sin duda curiosa,                                         me fui con él. Estábamos paseando y hablando, y lo siguiente que sé que sentí su mano                                 agarrando la mía. Por supuesto, estaba bajo la impresión de que no era hetero, le pregunté lo                                 que estaba haciendo. Le pregunté directamente si era gay, pero él me dijo que no lo era. Luego                                   dijo que yo le gustaba y se inclinó para darme un beso en la mejilla. Yo todavía no sabía qué                                       hacer con él, pero sus labios se sentían tan dulces en mi cara. Decidí que iría al infierno con él.                                       Los dos estábamos un poco borrachos después de todo. Incluso si él era gay, me estaba                               haciendo calentar, y él dijo que estaba disponible. Seguimos caminando, tomados de la mano                           por un poco más, antes de encontrar un lugar tranquilo para sentarnos y hablar más, y lo                                 siguiente que sé, es que lo estábamos haciendo. Y al final, el hombre realmente no era gay, lo                                   cual fue un alivio. A pesar de que planteaba otro problema".  "¿Qué era?"  Natalie se sonrojó. "Él me mataría si te digo”.  "Vamos. No voy a decir nada".  La morena asintió. Rompiendo su mirada ella se rió, "Él tiene la cosa más grande... que jamás                                 haya visto. Me dije a mí misma que yo no quería dormir con algo que me podría matar".  

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Ambas mujeres rieron. Dejando que su nueva amiga lo enganchara, ella preguntó, "¿Así que                           esa es la forma en que se conocieron? Supongo que empezaron a salir después de eso.                               ¿Cómo sabías que era el indicado?"  "Eso es una especie de dulce realidad. Habíamos estado haciendolo a larga distancia durante                           unos seis meses. Hablábamos por teléfono y nos enviamos emails todo el tiempo, y él dijo que                                 vendría a New York una vez al mes a verme, pero siempre nos alojabamos en un hotel a pocas                                     cuadras de aquí. Esa vez, sin embargo lo invité a quedarse conmigo en lugar de ir al hotel. No                                     habíamos tenido sexo ni nada, y yo ni siquiera estaba segura de qué haríamos entonces, pero                               estaba cansada de que él se fuera todas las noches cuando estaba aquí. Quería pasar más                               tiempo con él. La primera noche que estuvo aquí yo estaba acostada en la cama esperando a                                 que saliera del baño, y empecé a entrar en pánico. Había conseguido pasar la ropa de mujer y el                                     maquillaje, pero nunca lo había visto en pijama antes. Comencé a preocuparme de que podría                             venir a la cama en ropa interior de mujer o algo así, y yo no estaba segura de cómo iba a                                         responder a eso. Supongo que no estaba tan lista como yo pensaba. Cuando salió del baño, no                                 tenía maquillaje y llevaba un par de pantalones de pijama de los hombres. Se veía tan incómodo                                 y nervioso. Era claro que no estaba siendo él mismo, entonces lo invité a unirse a mí en la                                     cama. Nos abrazamos durante un rato, pero me di cuenta que él estaba asustado. Pensando                             que podría haber sido el hecho de que no tenía maquillaje y usaba ropa masculina, le pregunté                                 si eso es lo que solía llevar para dormir. Él dijo que no. Por supuesto que tenía que saber lo que                                         él usaba, si era un pijama de mujer, él dijo que no, que por lo general no llevaba nada a la cama.                                           Había pedido prestado el pijama de su hermano. Yo estaba un poco aliviada por esa                             declaración, porque no sabía lo que iba a hacer si hubiera sido una respuesta diferente en ese                                 momento.Tratando de hacer que se sienta cómodo le dije que podía dormir desnudo si quería.                             Se quitó el pijama tan rápido como pudo. Fue un poco divertido, en realidad. Empezamos a                               abrazarnos de nuevo, pero la curiosidad inocente retornó a mí. Nunca había tenido una                           conversación seria sobre que él era un travesti, y yo quería saber acerca de eso. Yo ya había                                   caído por el chico, pero todavía no estaba segura sobre esto. Hablamos de ello abiertamente. Él                               dijo que le gustaba usar maquillaje y la ropa deportiva femenina, pero que no le gustaban los                                 vestidos, la falda o la ropa interior. Las cosas de mujer le parecían más a la moda y se sentía                                       cómodo en éstas. Pensé que podría vivir con eso. Me incliné para darle un beso y le dije que lo                                       amaba, no importaba el tiempo que pudiera hacerlo feliz. Tendrías que haber visto la mirada en                               sus ojos. Era como si hubiera esperado toda su vida para oír a alguien decir eso. Empezamos a                                   besarnos, y ya sabes, una cosa llevó a la otra. Luego llegó el momento. Él hizo la cosa más                                     dulce. Como ya he dicho, él es un gran hombre, y fue tan incómodo como yo pensaba que iba a                                       ser en un principio. Él sólo me dejó marcar el ritmo, sin embargo. Sólo me sostuvo en sus                                   brazos y se quedó mirándome fijamente a los ojos, y luego dijo las palabras que me hicieron                                 saber que él era el elegido. Él me dijo que me amaba y que él estaría allí para sostenerme y                                       protegerme durante el tiempo que yo lo quisiera a su alrededor. Supe en ese momento que                               quería que fuera para siempre. Él era el hombre que quería para marido. Él era el que yo quería                                     como padre de mis hijos. Nadie nunca me había hecho sentir tan amada, tan cuidada, tan                               segura en mi vida entera. Sinceramente, no me importa nada más que eso”. Ella suspiró con                               

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satisfacción. Girando hacia Emily de nuevo, ella sonrió. “Seamus tenía razón sobre tí. Es fácil                             hablarte. Mira, no te conozco y ya te he hablado de mi vida sexual”, bromeó.  Emily sonrió y le dio a su amiga un apretón. "Me siento honrada de que pienses de mí de esa                                       manera. Si yo no fuera lesbiana habría peleado por él. Es el mejor muchacho del mundo”.  "Él dijo que tú y Erin… que ustedes dos tenían una historia", vacilante, afirmó.   La rubia asintió. Sintiendo como si debiera revelar algo sobre lo que había sucedido y que le                                 habían contado. "Sí, la tuvimos. Nosotras tuvimos suerte de una relación, pero luego conocimos                           a otras personas. Todavía nos amábamos aún cuando estábamos con esas otras personas,                         pero simplemente no estaba destinado a ser. Nunca era el momento adecuado, y a la hora que                                 lo era, los sentimientos ya no estaban allí".  "Eso es muy malo. Ella es un amor de una mujer. Es tan amable como Seamus lo es. Me                                     gustaría poder verla asentada y feliz como Seamus y yo somos. Ambos esperamos eso”.  Emily asintió con la cabeza con aire ausente. Pasando el tema de encima otra vez, ella le                                 preguntó, “¿Qué piensa tu familia de Seamus?"  Los ojos de la morena se apagaron mientras negaba con la cabeza. "No les gusta lo que ellos                                   no entienden. Ellos no entienden el maquillaje y la ropa de mujer. Piensan que es gay, como el                                   resto del mundo. Aunque, es bueno no tener ninguna competencia con otras chicas porque                           piensan que es gay", bromeó. La rubia se rió entre dientes. “Hablando en serio, no entienden                               que es hetero y que me ama. Él es un hombre típico de muchas maneras. Ya sabes, le gusta                                     ver deportes los fines de semana y sentarse a beber cerveza con sus amigos. Él podría vivir                                 con comida chatarra. A veces olvida bajar el asiento en el baño cuando ha terminado. Él deja su                                   ropa en el suelo en un montón arrugado. Su bolsa de deporte huele a algo muerto dentro de                                   ésta. Puede excitarse por una fuerte ráfaga de viento, y al final del día, tiene una sombra de                                   barba que se siente como papel de lija cuando lo besas. Él es diferente, porque es un travesti y                                     lo sé, pero eso no significa que no es perfecto también. Espero que se den cuenta de que es                                     mucho más que lo que está en el exterior".  Las dos mujeres se abrazaron. "Estoy segura que con el tiempo van a ver lo feliz que eres, y si                                       no, al menos aceptar que él te puede hacer tan feliz. Él va a ganarlos con el tiempo. Nadie                                     puede resistirse al encanto Mahoney. Ya lo verás”.  De vuelta en el comedor, los primos Mahoney estaban sentados alrededor de la mesa bebiendo                             vino. Seamus miró a Erin. "Me pregunto qué hacen en este momento".  "Hablar de cosas de chicas apuesto, de la boda y todo eso”.  ¿Crees que están en la cama?" especuló.  

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 Erin se encogió de hombros. "No lo sé. Tal vez. ¿Por qué?"   Él sonrió. “¿Crees que se están tocando?”  “¡Seamus, tienes la mente podrida! Ella es tu novia”.  "¿Y? Vamos. Sería caliente, ¿no? Emily y Natalie juntas. Puedo imaginarlo”. Erin también podía                           pero no se lo diría. "Te apuesto 100 dólares que están ahí tocándose de alguna forma”, desafió,                                 empujando el tema.  Erin sonrió mientras la imagen persistió en su cabeza también. “Trato”, respondió ella. Ninguno                           se movió por un momento. "Entonces, ¿quién de nosotros va a ir a ver?", preguntó ella.                               Tampoco respondió pero luego al mismo tiempo saltaron de sus asientos y se lanzaron por el                               pasillo, riendo y empujándose uno al otro en el camino para ser el primero en llegar hasta las                                   mujeres. Ambos entraron por la puerta al mismo tiempo.  Emily y Natalie se sobresaltaron mientras saltaban para ocultar los bocetos secretos del vestido                           de boda. “¿Qué están haciendo ustedes dos, niños?” Natalie regañó juguetonamente.   Seamus no le respondió. En lugar de ello se dirigió a su prima y le exigió, "Desembolsando.                                 Cien de los grandes”. Erin entornó sus ojos, pero sacó su billetera y le entregó un billete de cien                                     dólares.  "¿Qué es eso?" Natalie cuestionó.  Erin se echó a reír. "See, Seamus. ¿Por qué no les dices?” Él no dijo nada.  "¿Por qué no me dices tú, Erin?”  “Tu prometido simplemente tenía una fantasía lésbica en su cabeza sobre ustedes dos”,                         bromeó. Seamus se sonrojó, y Emily y Natalie se rieron entre dientes.  "Por supuesto que la tenía”. Natalie sonrió a su amante. "Sabes, cariño, por mucho que me                               guste Emily, ella no es mi tipo. Si yo fuera en busca de lesbianas, sería más con tu sexy prima”.  “Ew”, gruñó, mirando a Erin como si acabara de contraer la peste.  "Oye. Yo no digo eso de ti”, Erin dijo, fingiendo estar ofendida. En cuanto a Natalie ella le sonrió.                                     "¿En serio?" Natalie le dio un meneo de sus cejas, ganando más risas. "Vamos, señoras.                             Vuelvan aquí y nos entretienen, antes de poner a Seamus en una sobrecarga de fantasía erótica                               lésbica".  

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Ambas mujeres asintieron. "Estaremos ahí". Cuando estuvieron solas de nuevo, Natalie sonrió a                         Emily. "Sabes, Emily, Seamus me dijo que fuiste el primer amor de Erin. Él piensa que sería                                 grandioso que las dos pudieran estar juntas de nuevo. Pude ver por qué piensa eso. ¿Crees                               que hay una posibilidad de que ustedes dos podrían trabajar en ello?"  "Yo no sé nada de eso. Ha pasado un largo tiempo”.  “¿Tal vez podrías pensarlo?”  "Tal vez", admitió la rubia. "Vamos. Debemos volver allí antes de que encuentren más                           problemas”.  El cuarteto habló hasta altas horas de la noche antes de que Emily decidiera que necesitaba                               regresar a casa. Dio las gracias a Natalie y Seamus por la cena antes de que Erin se ofreciera                                     a acompañarla a la salida. Las dos mujeres viajaron en el ascensor en silencio antes de salir a                                   la calle. Como Erin trató de llamar a un taxi para la rubia, dijo Emily, "Fue bueno verte, Erin”.  “A tí también, Em. Ha pasado un largo tiempo”.  “¿Cuándo regresas a Texas?”  "Mañana por la noche”.  "¿Tiene algún plan para el almuerzo? Tal vez podríamos reunirnos si estás libre", propuso.  Mirando hacia abajo en la cara de la rubia, Erin contempló el ofrecimiento por un momentoUn                               taxi se detuvo junto a la acera. "Claro. Eso estaría bien", respondió ella, abriendo la puerta para                                 Emily.  "Muy bien. ¿Quieres que nos reunamos en mi casa al mediodía?"  "Eso estaría bien".  "¿Todavía recuerdas cómo llegar allí?"   "Por supuesto. Te veré al mediodía", dijo.   Emily se sentó en el taxi. “Espero que descanses bien”.  “Tu también”.  Erin se puso de pie en la acera viendo como el taxi se detuvo en el tráfico. No sabía por qué                                         había acordado almorzar con la abogada. Ella pensó que lo había superado, pero al mirar en                               

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esos ojos azules en ese momento, se preguntó si realmente había superado todo eso en los                               pasados tres años. De vuelta arriba fue recibida por dos sonrisas maliciosas. Ella sabía lo que                               estaban pensando. "Ni siquiera comiencen”, advirtió.  "Ella es una muñeca, Erin”, dijo Natalie. "Seamus tiene razón, es perfecta para tí”.  Ella negó con la cabeza. "Ella está con alguien”.  "No, no lo está”, dijo Seamus.  "Sí, lo está. Está con Gillian White”.   Natalie sacudió la cabeza. "Ella dijo que no estaba comprometido ya. No rompes un                           compromiso y te quedas con la persona. Ella no llevaba puesto el anillo tampoco. Creo que es                                 seguro decir que Emily Parker todavía está en el mercado”.  "See, estoy de acuerdo. Estropeaste esto ya una vez, Erin. No lo hagas una segunda vez”.  Como para quitárselos de encima, ella dijo, "Me voy a la cama. Ustedes dos mantengan el ruido                                 esta noche cuando tiene relaciones sexuales. Anoche me mantuvieron despierta", bromeó,                     ganando dos rubores de su primo y su novia. "Buenas noches".  "Buenas noches, Erin", dijeron al unísono.  Yendo a la habitación, Erin se cambió de ropa y se acomodó en la cama. Ella se quedó mirando                                     el techo en la oscuridad, mientras pensaba en la noche. Se había dado cuenta que Emily no                                 llevaba su anillo de compromiso, pero había sentido como insensibilidad preguntar por eso. Sin                           embargo, Natalie le había ahorrado la molestia. La texana se preguntó si era cierto, si Emily y                                 Gillian de hecho ya no estaban juntas. Sus pensamientos se dirigieron a la última vez que vio a                                   la rubia hasta que se toparon con ella ese día. Fue el día que Gillian había hecho su propuesta.                                     Le había dolido mucho que ver a la mujer que amaba aceptando la proposición de otra. Cuando                                 Erin la había dejado ese día, ella no estaba segura de si alguna vez volvería a superar esa                                   sensación de pérdida que sintió al alejarse de Emily Parker la última vez. Ella estaba segura de                                 que nunca volvería a verla. Sin embargo, allí estaba de pronto de vuelta en su vida de forma                                   inesperada. El tiempo de separación la había cambiado sólo ligeramente, pero los años habían                           sido amables con ella. Todavía era hermosa, pero parecía mayor. Era casi como si el                             salvajismo que una vez que estaba justo debajo de la superficie ante la presencia de la abogada                                 se había ido.   Erin entendía eso, habiéndose vuelto más moderada en los tres años transcurridos desde su                           último encuentro. Cuando ella se había marchado de la vida de Emily, permitió que su                             comportamiento indisciplinado culminara esa misma noche teniendo un trío con dos chicas                       adolescentes en un esfuerzo por negar su dolor. Todavía recordaba despertarse al día siguiente                           

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como una mujer destrozada. La infame y ruidosa texana por fin se había roto, escindida por la                                 agonía de perder a Emily Parker para siempre, y no había estado segura de que volvería a ser                                   ella misma de nuevo.  Erin suspiró. Se preguntó si iba a ser capaz atravesar su almuerzo al día siguiente. Había                               sentido un poco de algo a la rubia que estaba sentada a la mesa frente a ella esa noche, que la                                         sorprendió, porque pensaba que por fin había llegado a un cierre después de tanto tiempo                             separadas. Sin embargo, era obvio que su corazón podría no haber renunciado a la idea, sobre                               todo con el conocimiento de que ella estaba una vez más disponible.  El mediodía del día siguiente llegó con cierto nerviosismo por parte de Emily. El día anterior                               había sido inesperado. Ella estaba encantada de que Seamus parecía tan feliz. Natalie parecía                           una mujer maravillosa que amaba a su amigo, y se alegró de que él la había encontrado. Erin se                                     veía bien, también. Con toda la charla de Natalie, me pregunto si Erin continúa soltera. Parece                               imposible, pero ella habló de ello como si fuera verdad. Al oír el golpe en la puerta de su                                     departamento, ella fue a abrir. Sonrió al ver a Erin. Los años no habían cambiado el estilo de su                                     amiga demasiado. Ella estaba en sus Levi’s y botas con una camisa azul. "Hey".  "Hey. ¿Estás listo para ir?"  "Si. ¿Tienes idea de lo que quieres comer?" preguntó mientras se dirigían hacia el ascensor.  "Soy fácil. Lo que quieras". Subieron en el ascensor en silencio.  Emily se preguntó lo que la morena podría haber estado pensando en ese momento. Hace                             cuatro años que prácticamente habían tenido relaciones sexuales en ese mismo ascensor.                       Ahora cada mujer se perdía en sus propios pensamientos. La abogada nunca había imaginado                           los lugares que tendrían en la vida. Una vez fuera de ella sugirió. "Hay un restaurante francés, no                                   muy lejos de aquí que nunca he probado. ¿Qué te parece?"  "Claro. Eso suena bien. Guíame".  Su caminata fue tranquila como esquivaron el tráfico peatonal ocupado por unos bloques hasta                           que estuvieron en el restaurante que Emily había elegido. Una vez sentadas y habiendo                           ordenado, ellas se miraron pensativamente. "Así que, ¿cómo está Texas?"  Erin se encogió de hombros. "Está bien. Caliente. Estoy haciendo algunas reformas en el                           rancho, adicionando una sala de juegos".  "¿Una sala de juegos? ¿Quieres decir una sala de juegos para adultos?"  "No. Para los niños, en realidad. Jared y su novia tuvieron una hija hace unos dos años. Ella es                                     la cosa más linda”. 

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 "¿Jared tiene una hija?" preguntó ella, sorprendida. "¿Cómo se llama?"  "Erin Blaine Weiss Mahoney. Ella va por el Blaine”.  "Eso es tan lindo. ¿Se parece a Jared?”  "Casi exactamente. Tenemos genes fuertes como podrás haber adivinado. Ella tiene la                       personalidad dulce de su madre, sin embargo y gracias a Dios”.  "Alguien realmente enganchó a Jared, ¿no?”  “Sep. Ella es toda una mujer. Su nombre es Margaret Weiss. Es decano de estudiantes en                               SMU, tiene un doctorado en historia. La amo. Ella no presta atención alguna a la mierda de                                 Jared. Lo tiene a latigazos. Es divertido”.  "Eso es difícil de imaginar. ¿Ella es mayor o menor que él?”  "Ella tiene cuarenta y dos. Y él tiene treinta y nueve. Tenía que suceder en algún momento.                                 Nadie puede seguir así para siempre. Se vuelve agotador".  "¿Estás diciendo que estás cansada?”  Erin asintió. "Super Dyke colgó su capa hace mucho tiempo. Me he puesto a mí mismo en los                                   pastos antes de que alguien lo hiciera por mí. El noviazgo es como la monta de toros. Consigue                                   que tu corazón se acelere y bombee tu sangre. Es un viaje increíble hasta llegar a que te tiren.                                     Me tiraron fuera demasiadas veces, y me dolió mucho. Soy demasiado vieja para eso en estos                               días. Tengo que seguir el consejo de Margaret. Si parece una buena chica, simplemente ata el                               nudo. La cosa es que ya se han tomado a las mejores chicas. No hay mucho por ahí ahora que                                       tengo 35 años. Yo no estaba interesada en buenas chicas cuando era más joven. No tengo ni                                 idea de cómo encontrar siquiera una, y mucho menos cómo cortejarla. La única vida que he                               conocido con la gente es rápida, y no eran los que se casaban. Creo que mi última oportunidad                                   salió por la puerta cuando Sahar y yo fuimos por caminos separados".  "¿Tú rompiste con Sahar?"  "Hace mucho tiempo, tres años más o menos. Todavía éramos amigas con derecho, pero                           luego se trasladó a París para estar más cerca de su hermana Mercedes”.  La rubia asintió. ¿Hace tres años? ¿Cómo es eso posible? Tendrías que haber roto ya para la                                 época de mi fiesta de compromiso. Por supuesto que todavía se veían como una pareja                             entonces. "Recuerdo que le había dicho a su familia acerca de ella. ¿Su padre la desheredó?"   

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"Si. Nadie en su familia le habla excepto Mercedes. Eso es duro, pero ella hizo que el sacrificio                                   por la vida que quería vivir. Ella está aún más feliz y le encanta estar en París. Fue la decisión                                       correcta para ella, pero era una especie de última razón para mí para estar en New York.                                 Después de que se fue sólo se convirtió en una obligación para mí venir aquí. Venus es un gran                                     club, pero yo no estaba interesada. Afortunadamente, Seamus estaba interesado en tomar una                         participación mayoritaria, así que puedo centrarme en cosas importantes en casa".  "¿Y qué podría ser?"  "Pasar tiempo con Blaine”.  "¿Cómo va el negocio?"  "Vendí mi negocio para la empresa de mi familia el año pasado. Los Mahoneys están tomando                               un mayor interés en el gas natural en estos días, así que mis ex empleados están únicamente                                 trabajando en esa división con mi ex vicepresidente al frente de la línea de negocio. Todavía                               funcionan en nuestra oficina, y nadie perdió su trabajo, así que estaba feliz por eso. El                               movimiento fue bueno en general para todos. En esos días, papá se retiró, por lo que Jared está                                   dirigiendo la empresa familiar, y yo estoy en el Consejo de Directores, haciendo su vida un                               infierno cuando puedo", bromeó.  "Entonces, ¿estás realmente trabajando, entonces?"   "No. Todavía tengo mi oficina en la sede, pero nunca voy. A todos los efectos, estoy retirada.                                 Asisto a las reuniones del consejo a través de teleconferencia la mayor parte del tiempo. Ellos                               me aguantan, porque sé más que Jared y me necesitan, pero yo simplemente no tengo la                               unidad de lo que solía ser. Las únicas empresas comerciales que poseo son Venus y Texas                               Tornado. Gasto una parte del tiempo atendiendo el bar en el Texas Tornado, y he comenzado la                                 cría de pura sangre en el rancho para ayudar a mantenerme ocupada. Basta de hablar de mí,                                 sin embargo. Hablemos de tí. ¿Cómo va el trabajo? Todavía estás a Johnston Brown después                             de todo este tiempo".  "Sí. Me hicieron Vicepresidente Senior y Consejera General Asociado. La mayor parte del                         personal jurídico informa a través de mí en estos días".  "Felicitaciones. Estás a lo grande ahora".  Ella asintió con la cabeza. "Bueno, yo no habría llegado más lejos con ellos a menos que Chuck                                   decidiera retirarse. Recibo ofertas todo el tiempo de otros despachos de abogados, pero he                           decidido que realmente quiero quedarme. Ellos me pagan más que suficiente, y lo disfruto                           muchísimo".  "¿Crees que Chuck alguna vez va a jubilarse?" 

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 "Chuck, Peter y yo hemos hablado de ello. Él está listo para abandonar su cargo de Consejero                                 General. Él permanecerá como CEO de Johnston Brown, Contador y Vicepresidente Ejecutivo                       de Johnston Brown Inversiones, al menos por un tiempo más. Sin embargo, dice que está                             cansado de ser Consejero General. Está en sus primeros años ochenta. Es demasiado para él                             en estos días".  "¿Crees que tienen sus ojos puestos en ti?"  Emily asintió. "Me dijeron que lo hacían. Estoy totalmente en espera de hacerme Vicepresidente                           Ejecutivo y Consejero General de ambas empresas a finales de este año. La transición ya está                               en marcha".  "¿Qué pasa con todos los planes de sucesión? Tanto Chuck y Peter están con edades                             elevadas. Chuck es octogenario. Peter probablemente tiene unos setenta años, ¿verdad?"  "Finales de los sesenta en realidad".  "Muy bien. Seguramente ellos están pensando en el futuro. Es un negocio familiar después de                             todo. ¿Tienen hijos que se hagan cargo?"  "Chuck tiene una hija que está muy ocupada siendo una mujer de ocio. Él tiene tres nietas de mi                                     edad. Ellos no tienen ningún interés en la empresa".  "¿Qué pasa con la familia de Peter?"  "Sus hijos están muy involucrados en el lado de la inversión, como probablemente sabías, pero                             no saben nada acerca de leyes de impuestos".  "Parece que tienes todas las cartas. ¿Lo ven esa manera?" La abogada asintió. "Así que, ¿cuál                               es su plan?"  Emily miró seriamente a Erin. "Realmente no debería estar discutiendo esto contigo ya que eres                             cliente de la empresa”.  "Yo ya le he preguntado a Chuck sobre esto. Él ya me ha dicho que quiere ejecutar la empresa                                     de contabilidad. ¿Va a vendertela? ¿Peter tratará de comprarla? Mi dinero no irá a ninguna parte.                               Sólo quiero saber si lo están haciendo bien contigo".  La rubia se detuvo por un momento más. "Muy bien. Resulta que sé que has hablado con tu                                   padre acerca de esto, así que supongo que puedo decirte. Chuck está buscando un comprador                             para su parte de la asociación en la empresa. Me preguntó si estaba interesada".  

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"Guau, eso es increíble. ¿Ellos quieren hacerte socia?"  Ella asintió con la cabeza. "El problema es que no puedo pagar el precio en el momento. Hemos                                   decidido hacer una compra gradual en el transcurso de cinco años. Cuando me convierta en                             vicepresidente ejecutivo y asesor general al final del año para ambas empresas, voy a comprar                             el 20% de la propiedad de Chuck en las dos empresas. El plan, cuando ya todo esté dicho y                                     hecho, es el de poseer el 75% de la empresa de contabilidad y el 25% de la empresa de                                     inversión tal como lo hace Chuck ahora, y entonces él estará por completo fuera. Cuando llegue                               el momento, los dos hijos de Peter, heredarán el 75% de la propiedad de Peter de la empresa                                   de inversión y el 25% de la empresa de contabilidad. Los tres vamos a continuar Johnston                               Brown".  "Así que, déjame ver si lo he entendido bien. Cuando tengas 38, vas a ser director ejecutivo de                                   Johnston Brown Contabilidad y Vicepresidente Ejecutivo de Johnston Brown Inversiones. ¿Es                     eso correcto?"   "Sí", respondió ella con indiferencia.  "Maldita sea, Emily. Estoy sorprendida. Siempre supe que eras la mejor. No podría haber pedido                             algo mejor que esto. Estoy tan feliz por ti. Te mereces esto. Has trabajado muy duro por ello".  "Gracias. Estoy emocionada”.  “Y deberías estarlo”.  "Sólo hay una cosa que echo de menos, sin embargo. Echo de menos trabajar en cuentas a                                 veces. Las tuyas siempre fueron especialmente desafiantes y gratificantes".  "Bueno, no lo resultan en estos días. Venus está por entrar en las cuentas de Seamus. Todo lo                                   que tengo ahora oficialmente en los libros son de Texas Tornado y cuentas personales".  "Yo podría hacer eso con los ojos cerrados", bromeó la rubia.  Erin se echó a reír. "Estoy segura de que podrías, y aún así lo harías probablemente mejor que                                   nadie".  Emily miró a su amiga sobre la mesa. "Ya sabes, si te sientes de esa así, tal vez podría                                     hacerme cargo de esas por tí otra vez. Como has dicho, no hay mucho en éstas. Las he tenido                                     por años, así que las conoce por dentro y por fuera. Podría ser divertido para las dos trabajar                                   juntas de nuevo".  "Oh, no lo sé. Suenas muy ocupada en estos días. No me gustaría entorpecerte".  

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"No lo harías. Si yo pensara que no podría darte el mejor servicio, yo las reasignaría. Si Chuck                                   puede hacerlo, yo puedo hacerlo".  "Voy a pensar en ello. ¿Cómo suena?”  “Suena bien”.  Hubo una pausa en la conversación. A pesar de que Erin no quería traer a Gillian, , se dio cuenta                                       de que Emily no llevaba su anillo de compromiso. Tenía curiosidad acerca de lo que sucedió                               con esa relación, así que le preguntó suavemente, "¿Puedo hacerte una pregunta?"  "Por supuesto. ¿Qué?"  "Ayer me dijiste que no estabas casada, y luego anoche Natalie me dijo que habías dicho que no                                   estabas comprometida ya. ¿Tú y Gillian terminaron?”  Emily asintió lentamente. "Sí, lo hicimos, hace unos dos años”.  "¿Qué pasó? Parecías tan feliz", admitió.  Tú pasaste, Erin. "Simplemente no estaba destinado a ser. Tuvimos problemas no pudimos                         superar".  "¿Puedo preguntar qué?"  Tú. Nunca he dejado de amarte, y ella lo sabía. Ella nunca volvió a confiar por completo en mí                                     después del viaje a Texas. Ella dijo que me había perdonado, pero en realidad no lo había                                 hecho. Siempre fue un problema entre nosotras, ya sea o no que pudiera ser fiel después de                                 eso. Yo todavía te amaba, y eso la enfureció al extremo. "Nuestras familias. A su familia no le                                   importaba, supongo que se debía a que yo era mucho más joven que el resto de ellos. Nosotras                                   realmente no teníamos mucho en común. Ella era la menor de su familia. Tenía hermanos de                               50 años cuando nos conocimos, y algunos de sus sobrinas y sobrinos estaban cerca de mi                               edad. Sentía que me trataban como a una niña. Entonces estaban mis padres, por la razón que                                 sea, no les importaba mucho ella. Ellos nunca dijeron eso, pero me di cuenta. Al día de hoy,                                   todavía no sé lo que vieron en ella que no les gustaba".  "Pero si se amaban, ¿no pudieron superar eso?"  "Bueno, había otras cosas, también". Como la noche que grité tu nombre en la cama en vez del                                   suyo. Yo sabía que era el final. La expresión de su rostro cuando lo dije lo decía todo. Yo la                                       había destruido. Habíamos luchado tan amargamente, y salió todo, la desconfianza que sentía                         por mí, la animadversión que sentía por ti. Ella me preguntó si yo todavía estaba enamorada de                                 ti, y yo estaba cansado de vivir una mentira. Le dije que sí. "Sabes, yo la amaba, pero creo que                                       

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me estaba acomodando. Era grande, tenía muchas cualidades maravillosas, pero cuando                     acepté su propuesta, yo no había pensado realmente acerca de lo que significaba. Ella me                             pedía que estuviera con ella durante el resto de mi vida. No podía ver que eso sucedería. No                                   podía verla como la última mujer con la que alguna vez iba a estar todo el tiempo que me                                     quedara de vida".  "Bueno, supongo que era lo mejor entonces. Te mereces todo lo que quieras, Emily. No                             deberías tener que conformarte con nada ni nadie".  "Ahora lo sé".  "Entonces, ¿estás saliendo con alguien, entonces?"  "No. El trabajo se ha convertido en mi vida. Creo que estoy en el mismo barco que tú. Sería                                     bueno encontrar alguien para estar, pero todas las que deseaban casarse ya están tomadas.                           Tienen esposas y familiares. A veces creo que he perdido mi oportunidad".  “Sólo tienes 33. Tienes un montón de tiempo”.  "Uno podría pensarlo, pero mi vida sólo va a conseguir ser más movida. Cuando me convierta                               en socia de Johnston Brown, yo no voy a tener tiempo para vida social. ¿Qué mujer va a querer                                     estar conmigo? Los tipos de las mujeres por las que siempre me he sentido atraída son las que                                   quieren cuidar de mí. Necesito una mujer que entienda que yo soy mi trabajo en este momento,                                 pero la mayoría de ellas tienen egos que no les permiten que tengan más éxito que ellas. Eso                                   comenzó a comer a Gillian, aunque ella nunca lo dijo. Me di cuenta de que le molestaba que yo                                     hiciera una considerable cantidad de dinero más que ella. Las mujeres que me atraen tienen                             éxito por derecho propio y simplemente no les gusta lo que yo lo sea, también".  Erin asintió con la cabeza. Ella sabía la clase de mujer sobre la que Emily estaba hablando. En                                   un momento, se preguntó si ese era un camino en el que viajaba. Había parecido de esa                                 manera, pero todo había cambiado una vez que ella había vendido su negocio. Ella se                             sorprendió de lo mucho que le gustaba llenar su tiempo diario con lo que habría que antes                                 consideraba obligaciones intrascendentes, pero su perspectiva había cambiado por completo.                   "Supongo que puedo entender de cómo te sientes. Siempre me ha gustado la idea de cuidar de                                 una mujer, por lo que no tenía que trabajar. Quería darle lo mejor, porque la amaba. Pero me he                                     dado cuenta que el cuidar de una mujer no tiene nada que ver con el dinero. Sahar me enseñó                                     eso. Tenía más que suficiente para comprarse lo que quisiera, así que comprarle cosas no                             mantuvo el mismo significado. Tuve que usar otras maneras para mostrarle lo que sentía. Era                             difícil, pero he aprendido mucho acerca de lo que las mujeres realmente quieren de la vida. No                                 es necesariamente dinero. Es seguridad, seguridad emocional. Quieren saber que son                     queridas, respetadas y hermosas".  "Yo diría que eso es cierto. Eso es todo lo que quiero". 

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 "Bueno, entonces yo diría que todavía quieres ser atendida de una forma, pero no de la forma en                                   la que la mayoría de la gente piensa".  "Supongo".  "Yo sé que tu carrera requiere mucho tiempo, pero creo que el amor es digno en cualquier                                 momento que puedes darlo. Odiaría ver que te das por vencida. Yo estoy tratando de no                               hacerlo. Sigo tratando de creer que hay alguien por ahí, incluso si es difícil a veces. Ahora que                                   he vendido mi negocio y estoy gastando mi vida a un ritmo más lento, me he dado cuenta de lo                                       mucho que realmente quiero tener esa relación con alguien. Veo a Seamus y Natalie, a Jared y                                 Margaret, y son felices de una manera que nunca he sentido. Tienen amor y pronto                             matrimonios, y Jared incluso tiene una hija. Me he dado cuenta de que eso quiero. Quiero                               casarme. Quiero tener hijos. Blaine me trae tanta alegría, y yo sólo soy su tía. Ni siquiera puedo                                   imaginar lo maravilloso que sería tener un bebé con una mujer que realmente amara. Sería                             increíble".  "Sí, lo sería. Aunque no he encontrado a la mujer adecuada, sé que yo todavía estaría encantada                                 de tener hijos. Simplemente no sé cómo hacer todo. Sería casi imposible estar sola y tener hijos                                 con mi trabajo, pero si yo no la encuentro en los próximos años, creo que yo podría ir por ese                                       camino. Ya veremos”.   El resto de la comida pasó con conversaciones como una luz entre ellas. Se separaron en la                                 calle con la promesa de Erin a considerar la propuesta de Emily de hacerse cargo de sus                                 cuentas una vez más, antes de que ella llamara un taxi que la llevara de vuelta a casa de Natalie                                       a ordenar sus pertenencias. Al día siguiente, Emily estaba en el trabajo temprano, cuando                           recibió una llamada de Erin. La texana quería discutir la proposición más de cerca, por lo que la                                   rubia se ofreció a viajar a Texas para revisar las cuentas antes de que tomar una decisión final,                                   a lo que Erin estuvo de acuerdo.  Una semana más tarde, la abogada aterrizó en el aeropuerto de DFW para su viaje de negocios                                 a Texas. Ella fue a la sección de equipajes para recoger sus pertenencias y encontrarse con                               Erin. Cuando llegó, la alta morena ya estaba allí, de pie esperando pacientemente. Se saludaron                             calurosamente, intercambiando un abrazo, su primer abrazo en todos los años que habían                         estado separadas.  "Gracias por venir, Emily. Espero que no haber recortado demasiado tu agenda ajustada”.  "No, en absoluto. No he estado de viaje en un buen tiempo, así que es agradable estar fuera de                                     la oficina. Es bueno tener un poco de tiempo fuera, incluso si es relacionado con el trabajo aún”.  "Bueno, prometo no hacerte trabajar demasiado aquí. Si quieres podemos hablar de negocios                         durante la cena y luego tener todo el día de mañana sólo para pasar el rato". 

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 "Ya veremos. El vuelo hasta aquí siempre toma mucho de mí. Estoy un poco cansada".  "Entonces deja que te lleve de vuelta al rancho y puedes tomar una siesta. Yo no puedo tenerte                                   cansada. No sería una muy buena anfitriona".  "Oh, estoy acostumbrada a estar agotada todo el tiempo. Va con el terreno de trabajo".  "Bueno, esa no es la forma en que estás aquí. Vas a relajarte si te está matando", dijo Erin.                                     Recogiendo los bolsos de su amiga, ella abrió el camino fuera hacia su camioneta. Abrió la                               puerta a la rubia cortésmente y luego guardó el equipaje en la parte trasera de la camioneta.  "Hombre, hace calor. ¿Por qué siempre me sorprende el calor del verano aquí?"  "Simplemente no estás acostumbrada a ello".  El trayecto hasta el rancho fue tranquilo, Emily miró el paisaje que pasaba y luchó por                               mantenerse despierta. Estaba cansada, más que de costumbre y tenía ganas de un poco de                             descanso una vez que llegaran a destino. A su llegada, Erin tomó los bolsos y mostró a su                                   invitada la casa.  "Aquí tienes. Tu habitación de siempre", dijo ella, abriendo la puerta y colocando los bolsos en la                                 cama. Se volvió hacia la abogada y frunció el ceño. "No te ves bien, Em. Tu rostro está                                   sonrojado", mencionó, instintivamente buscando su mejilla. "Se siente como si tuvieras fiebre".  La mano de Emily cubrió la otra contra su rostro. A veces puedes tener el toque más suave,                                   Erin. "Estoy segura de que es sólo calor. Me sentiré mejor después de una siesta".  "Muy bien. Bueno, siéntete como en casa. Quiero que te relajes. Toma una siesta, nada, lo que                                 quieras. Voy a estar abajo en mi oficina si me necesitas".  "Está bien. Gracias". Con que Emily se quedó sola. Miró alrededor de la habitación en la que se                                   había quedado en anteriormente. La mesita de noche la sorprendió pero secretamente estaba                         contenta de ver una docena de rosas de color rosa en un florero de cristal junto a su cama.                                     Todavía lo recuerdas. Poco a poco ella se quitó la ropa y se puso sólo una camiseta larga y                                     luego se metió en la cama. Se sentía bien estar descansando. Sus ojos azules estudiaron las                               flores a pocos metros de ella en la mesa. Sonrió para sus adentros. Después de tanto tiempo                                 todavía me pregunto qué hubiera pasado si las cosas hubieran sido diferentes entre nosotras.                           Teníamos mucho potencial, pero supongo que era lo mejor. Tú no estabas lista y yo tampoco                               Ahora sin embargo pareces tan diferente, tan madura, pero me pregunto cuánto realmente has                           cambiado. ¿Estarás más abierta de lo que solía ser? Has dicho que aprendiste mucho sobre                             tus sentimientos con Sahar. ¿Era uno de ellos?  

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Erin se quedó lejos de la habitación de Emily el resto de la tarde. Pensó que su amiga estaba                                     enferma y probablemente necesitaba dormir que no iba a permitirselo a sí misma si ella estaba                               en su propia casa, y quería que descansara. Alrededor de la hora de comer, sin embargo,                               cuando Emily no había vuelto a aparecer, Erin decidió ir en busca de ella. Llamando a la puerta                                   en silencio en la puerta del dormitorio, ella esperaba una respuesta. Pasaron varios golpes                           antes de una llamada desorientada desde el otro lado le hiciera señas desde la habitación. Abrió                               la puerta y entró con la luz menguante de la habitación para encontrar a la abogado sentada en                                   la cama, obviamente, tratando de sacudirse de su sueño. Su cabello rubio estaba en leve                             desorden mientras se frotaba los ojos con el dorso de sus manos.  Erin se sentó en el borde de la cama y simplemente la miró por un momento, ella estaba                                   teniendo un comportamiento infantil adorable. "¿Cómo te sientes?"  "Cansada", murmuró.  Erin levantó la mano al rostro de la rubia y le tocó la frente con el dorso de la mano. "Todavía te                                           sientes febril. Mejor te pongo el termómetro".  "No, no te preocupes por eso. Estoy bien de verdad".  La texana negó con la cabeza. "¿Sientes ganas de comer algo?"  "Yo no tengo mucha hambre, pero gracias de todos modos".  "tienes que tratar de comer algo. Te voy a decir qué. Te voy a hacer un poco de sopa. Volveré                                       dentro de un rato. Quédate aquí".  "En realidad no es necesario, Erin. Estoy bien".  "Lo digo en serio. Sólo quédate en la cama y descansa. Yo ya vuelvo".  Con un movimiento de cabeza Emily reconoció su derrota. Ella vio como su anfitriona salió de la                                 habitación. Se sentía terrible. De hecho, no se había sentido tan mal en un largo tiempo, pero no                                   quería imponerselo a Erin. Secretamente agradecida por el pequeño respiro, ella se acurrucó                         abajo en la cama y cerró los ojos una vez más.  Como lo prometió, Erin regresó en breve con una bandeja. Colocándola en la cama, tomó el                               termómetro y se lo ofreció a su amiga, pero Emily lo rechazó. "Vas a tomar esto y lo pondrás en                                       tu boca o de lo contrario voy a voltearte y hacerlo por tí de la manera que tenemos que hacerlo                                       con Blaine. No quieres eso ahora, ¿verdad?" ella dijo en tono de broma amenazada.                           Sacudiendo la cabeza Emily tomó y lo puso en su boca. "Bien. Me alegro de que lo veas a mi                                       manera", mencionó Erin. Cuando sonó, la morena lo sacó de la boca de Emily y leyó en voz                                   

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alta, "Tienes 37,8°. Eso no es bueno, Em. Aquí. Trata de comer algo y tomar un poco de                                   ibuprofeno".  Emily asintió con la cabeza antes de tomar la cuchara. No hablaron como Erin miró a su                                 paciente comer un poco de sopa y algunas galletas. Entonces ella obedientemente tomó su                           medicación con el ginger ale le habían proporcionado. "Gracias", dijo en voz baja.  "No hay de qué. Descansa ahora". De pie para recoger la bandeja, ella sonrió a la abogada.  "No te irás, ¿verdad?"  "Si. Tienes que dormir".  "No, yo sólo tenía que tomar una siesta. Quédate aquí y hazme compañía".  "Permíteme llevar esto a la cocina, y luego voy a volver".  Emily asintió con la cabeza. Una vez que Erin se había ido, se deslizó de la cama y se acercó a                                         sus bolsos. Sacó sus artículos de tocador y se dirigió a su cuarto de baño. Se quitó los lentes                                     de contacto y luego se lavó la cara y se cepilló los dientes, antes de regresar a la habitación.                                     Agarrando sus anteojos, se las puso y sacó un libro que había estado leyendo en el avión antes                                   de regresar a la cama.  Cuando Erin regresó de la cocina se sorprendió al encontrar a su invitada sentada encima de la                                 cama. Las piernas desnudas de Emily estaban en exhibición bajo su camisa larga. La texana                             podía sentir su libido responder de una manera que no había sentido en mucho tiempo con ver                                 aquellas pálidas piernas, pero obligó sus sentimientos lascivos a alejarse. En cambio, le dio una                             pequeña sonrisa mientras se sentaba en la cama. "Yo no sabía que usabas anteojos",                           mencionó.  Emily asintió. "Lentes de contacto en verdad, pero que estaban empezando a molestarme. Eso                           es lo que sucede cuando empiezas a hacerte vieja", bromeó.  "Conozco el sentimiento. Tuve que conseguir un par de anteojos para mí recientemente.                         Todavía no estoy acostumbrada a ellos". Sus ojos se movieron a las piernas de nuevo. Ella vio                                 que se rozaban entre sí un momento antes de mirar a la cara de su amiga. Los ojos azules se                                       centraron en ella y sabía que había sido atrapada. Sin embargo, dijo, "Deberías estar en la                               cama".  Emily sonrió. Interesante. Estabas mirando mis piernas de un modo más que amistoso. En                           cuanto a las piernas revestidas de jean de Erin, ella dijo, "No deberías estar usando jeans en la                                   cama. Quitatelos. Pónte cómoda".  

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La texana le dio una sonrisa de medio lado a cambio. "Iré a cambiarme".  "Simplemente quítalos".  "Pero yo no tengo nada a parte de estos", mencionó. "No me gustaría escandalizarte.                           Permítanme ponerme algo más cómodo. Vuelvo en un minuto". Emily vio a Erin bajarse de la                               cama y cruzar el cuarto hasta la puerta. Todavía lo tienes, ¿verdad, Erin? Todavía tienes un                               culo caliente.  Para el momento en que la morena regresó a la habitación de invitados, escuchó a Emily en el                                   baño enferma. Corriendo hacia ella, vio que a la abogada de rodillas dando arcadas en el                               inodoro. Erin se arrodilló a su lado y recogió el largo pelo rubio, algunos de los cuales se había                                     interpuesto en el camino y mantenían restos de su pequeña cena. Lo sostuvo con una mano y                                 frotó la espalda de Emily consolando con la otra hasta que lo peor había pasado, y la mujer más                                     pequeña estaba arrodillada llorando suavemente. "Shh. Está bien. Estás bien. Voy a cuidar de ti,                             Em", Erin susurró suavemente, poniendo un suave beso en la sien mojada. "Vamos. Déjame                           que te ayude a levantarte". Agarrandola por la cintura, ella la ayudó a ponerse en pie. Fue                                 entonces cuando se dio cuenta de que Emily se las había arreglado para conseguir vomitar en                               su camisa de dormir y las piernas desnudas también. "Eres un desastre, hermosa. Tenemos                           que conseguir quitar esto de ti", dijo, tomando el largo de la camiseta por el dobladillo y                                 elevandolo sobre la cabeza de Emily antes de que la abogada pudiera siquiera protestar. Erin                             sintió que su corazón comenzaba a saltar como una forma escasamente vestida apareció a la                             vista, pero lo obligó a desechar la idea. Emily estaba enferma y necesitaba su ayuda. "¿Has                               traído algo más para dormir?" Emily sacudió la cabeza tristemente. "Muy bien. Puedes usar algo                             mío. ¿Puedes estar aquí lo suficiente como para que yo vaya a buscarlo?" Ella asintió con la                                 cabeza. "Muy bien. Aquí. ¿Por qué no te lavas los dientes?" Erin puso la pasta de dientes en el                                     cepillo de dientes y se lo entregó a ella. "Yo ya vuelvo".  Unos minutos más tarde regresó con una camiseta igual cuando Emily se terminó de enjuagar                             la boca. "Hay restos de cena encima tuyo", dijo Erin. "¿Por qué no te metes en el baño?"                                   Cuando Emily asintió, Erin enfiló hacia la ducha y la ayudó a salir de su ropa interior antes de                                     abrir el agua. "¿Necesitas ayuda?" le preguntó cuando se dio cuenta Emily se quedó bajo el                               chorro, apoyada contra la pared sin hacer nada. La joven hizo un gesto débil. Con vacilación                               sólo de momento, Erin se deslizó fuera de su propia ropa y en la ducha con su amiga. Al                                     instante Emily se inclinó hacia ella, abrazándola por los hombros mientras tenía la cabeza                           apoyada en el pecho de Erin. La texana hizo todo lo posible para obligar a todos sus                                 pensamientos sexuales a alejarse y se centró en el lavado de la abogada para limpiarla.                             Ninguna habló durante el proceso como Erin lavaba y secaba a Emily antes de poner una nueva                                 camiseta en ella. "Vamos a llevarte a la cama ahora", dijo Erin, tomándola en sus brazos y                                 llevándola de nuevo a la habitación para colocarla suavemente en la cama. Metiendo la dentro,                             ella le dio una sonrisa consoladora. "Sólo tienes que descansar. No luches, Em. Sólo duerme".  

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Cuando Erin estaba satisfecha de que Emily se había dormido una vez más, volvió al baño para                                 limpiar el lío que había hecho. La abogada había logrado hacer un desastre en el suelo alrededor                                 del inodoro y la alfombra. Poniéndose de rodillas, la morena frotó el baño una vez más para                                 limpiarlo y tomó la alfombra para llevar a la lavandería a lavar antes de volver a la cama de                                     Emily. Por el resto de la noche, Erin se quedó con su amiga cuidándola mientras dormía antes                                 de dormirse a sí misma a altas horas de la noche. A la mañana siguiente cuando despertó se                                   dio cuenta de que las dos se habían acurrucado juntas en algún momento durante la noche, y la                                   cabeza de Emily estaba descansando en el hueco de su cuello. Erin suspiró. Ella había                             imaginado ese momento muchas veces, pero había renunciado a ese sueño hace mucho                         tiempo. Obligando a salir esos pensamientos de su corazón una vez más, ella bajó de la cama                                 para hacer el desayuno a su paciente.  Los próximos dos días seguidos fueron de manera similar con Emily quedándose en la cama                             para dormir y quedar noqueada. Las dos mujeres se quedaron simplemente en silencio en                           compañía de la otra, viendo películas y leyendo cuando la rubia estaba despierta. Erin hizo todas                               sus comidas y se aseguró de que estaba tomando su medicina a tiempo. Ninguno habló de                               trabajo hasta tres días después.  "Realmente tengo que volver a New York", Emily mencionó como ella terminó la sopa que Erin                               había hecho para almorzar ese día. "Chuck se estará preguntando dónde fui".  "No, no lo está. Lo llamé hace un par de días y le conté lo que pasó".  "¿Llamaste a Chuck y le dijiste que estaba enferma?"  "Sí. Dijo que simplemente te centraras en tu recuperación, que habías estado trabajando                         demasiado duro".  "Aún así, me siento lo suficientemente bien como para ir a casa. Yo no quiero molestarte. Has                                 sido genial todo este tiempo, pero estoy segura de que te he quitado cosas importantes".  Erin negó con la cabeza. "En realidad no. Siempre es un placer tenerte aquí, Emily. Es bueno                                 tenerte cerca de nuevo".  La abogada sonrió. "Me gusta estar aquí. Es muy relajante".  "Entonces debes permanecer hasta que estés completamente bien".  "No puedo. Realmente tengo que volver. Voy a hacer los arreglos para volar a casa mañana".  "Sólo si estás segura. Puedes quedarte aquí todo el tiempo que quieras. Mi casa es tu casa",                                 dijo Erin, recogiendo la bandeja de Emily. Una mano en su muñeca la detuvo mientras las dos                                 mujeres se miraron por un momento. 

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 Me siento como estar en casa cuando estoy contigo. "Gracias por todo".  "De nada".  Al día siguiente Erin llevó a Emily al aeropuerto. Después de conseguir que la rubia se                               registrara, Erin llevó su equipaje de mano hacía seguridad. Se detuvieron justo antes de que                             Emily pasara por el punto de control. La mujer más baja abrazó a Erin. "Gracias de nuevo por                                   todo lo que has hecho. Siento haber estado en tan mal estado".  Erin sonrió suavemente mientras ella tomó el rostro de Emily con su mano. "Para eso es la                                 familia, verte en tus peores y todavía quererte de todos modos. Papá siempre ha pensado en ti                                 como Mahoney, Em, y eso es lo que siempre serás para todos nosotros. No importa lo que                                 suceda, tienes un hogar en Texas con personas que te aman y se preocupan por ti. Eso nunca                                   va a cambiar".  "Gracias", susurró, incapaz de ofrecer ninguna otra respuesta en el breve comunicado. Maldita                         sea, pensé que esto era cosa pasada. Y ahora estás aquí de nuevo justo frente a mí. "¿Nos                                   vemos en unos meses cuando llegue la boda?"  "Sí. Estoy segura de que vas a ser invitada, así que te veré entonces".  "Muy bien. Gracias de nuevo por todo".  "De nada. Que tengas un buen vuelo. Voy a hablarte pronto".  Se abrazaron una vez más antes de que Erin renunciara al bolso de Emily. Con un gesto                                 amable, la joven se dirigió a través de la seguridad para tomar el vuelo. Eres tan dulce en estos                                     días, Erin. Es como si fueras una persona diferente, pero uno que sin duda me gusta. Se sentía                                   tan bien cuando me tomaste, y te ocupaste de mí cuando yo estaba en mi peor momento. Estar                                   cerca de ti otra vez es como un sueño. Emily miró por encima del hombro, justo antes de doblar                                     la esquina para ver si la alta texana todavía estaba allí mirando su partida. Lo estaba. Emily hizo                                   un gesto, una vez más. Una sonrisa se dibujó en la comisura de sus labios mientras ella se                                   dirigió por la terminal. Oh, esto podría ser un problema, pero del mejor modo posible.  Continúa en “Las aventuras de Super Dyke VIII: No” (The Adventures of Super Dyke VIII: Don´t) 

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