Upload
others
View
1
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
Las Bardenas Reales
<<Las Bardenas Reales de Navarra es un paraje natural semidesértico que se extiende
por el sureste de Navarra. Sus suelos son de arcillas, yesos y areniscas y han sido
erosionados por el agua y el viento, creando formas sorprendentes en las que destacan
los barrancos, las mesetas de estructura tabular y los cerros solitarios, llamados
cabezos. Su vegetación es muy escasa y las múltiples corrientes de agua que surcan el
territorio tienen un caudal marcadamente irregular, permaneciendo secos la mayor
parte del año.
Los cabezos y cortados son los elementos paisajísticos más llamativos de todo el parque
natural. Se hallan por toda las Bardenas, a excepción del Plano, pero destacan en la
Bardena Blanca.
Los barrancos son otro de los elementos relevantes del paisaje bárdense. Son grandes
surcos excavados por las aguas de escorrentía que forman una extensa red por todas
las Bardenas constituyendo el elemento natural de drenaje, siendo refugio para muchas
especies.>>
Horario 4.00 Horas aprox.
Distancia 44 km. Aprox. (GPS).
Desnivel Altura máx. 457 mts. Altura min. 286 mts. Acumulado 694 mts.
Partida Aparcamiento del Cabezo de Castildetierra. Arguedas (Tudela).
Mapas Mapas del Servicio Cartográfico del Ejército: Alfaro (244), Sadaba (245).
Notas Recorrido de dificultad media.
Este recorrido parte de uno de los rincones más singulares de las Bardenas, el cabezo
denominado, Castildetierra, que es uno de los rincones más característicos, donde se
nos mostrará la realidad naturalística de esta parte de las Bardenas Reales: un lugar
tan extraño como atractivo.
El acceso a la situación de partida
va a realizarse, desde la localidad
de Arguedas en Tudela, a unos 105
kilómetros de Zaragoza, siguiendo
hasta el polígono de tiro, desde allí
cogeremos la pista que nos lleva
justo hasta el monumento natural
de Castildetierra, a unos diez
kilómetros de Tudela.
Punto de partida.
Saliendo del aparcamiento al pie de Castildetierra, se toma un camino ancho y en buen
estado, que nos dirige hacia el noroeste. Después de unos 1300 metros nos desviamos
hacia la izquierda, para vadear el barranco del Vedado, tras subir, nos desviamos a
la izquierda a la altura de la cabaña de López, para volver a atravesar (es posible que
haya agua y barro), el barranco grande, arriba empezamos a circular entre curiosos
caprichos del barro y del agua que hacen parecer pequeños valles y montañas en
miniatura.
Vadeamos el pequeño barranco
del Vedado y en un par de
kilómetros aprox. más adelante
giramos a la izquierda en un
cruce que volveremos a pasar
más adelante, entraremos al
vedado del castillo de Peñaflor
por su entrada oeste para ver
en toda su belleza el entorno
y las ruinas del castillo que
rodearemos y saldremos por la
primera senda de las muchas
que nos vamos a encontrar en
esta ruta. Subiendo al castillo de Peñaflor.
Esta primera senda es muy ciclable y entretenida, el tramo final está un poco más
indefinido, ya que iremos por el costado de un campo de labor, que tras cruzar el
barranquito, nos saca al cruce antes nombrado, esta vez iremos a la izquierda.
Aquí empieza una pendiente de unos dos kilómetros aproximadamente, algo dura, por el
camino del Vedado hasta alcanzar la plana de la Estroza, la cual la recorreremos de un
extremo a otro, hasta lo que llaman la Punta de la Estroza.
Estamos en la parte más alta de este recorrido. Desde este alto podemos observar unas
magnificas vistas de parte de las Bardenas, el vedado de Eguaras, justo detrás del
panel informativo y a nuestra izquierda las ruinas del castillo de Peñaflor.
Reserva del Vedado de Eguaras. Castillo de Peñaflor al fondo.
Una vez en la Punta de la Estroza, tenemos otra bonita panorámica de la zona norte de
las Bardenas. El descenso por esta vertiente es intenso y pedregoso, pasando por la
cabaña de Enrique, a partir de aquí hay muchas pérdidas del camino, ya que se lo han
comido los barranquillos y las roturaciones de los agricultores, por lo que tendremos que
prestar mucha atención a nuestro GPS, porque iremos muchos tramos por campos de
labor y por barrancos poco marcados.
Castillo de Peñaflor.
En uno de estos trayectos que
tenemos que ir por dentro de los
cauces de estos barrancos, nos
encontramos con una poza, el
sitio ideal para reponer fuerzas.
Observamos gran cantidad de
ramificaciones que van a parar a
esta poza, por lo que no podemos
saber a qué barranco pertenece,
lo que si tenemos claro que es un
lugar espectacular.
Un alto en el camino.
Continuamos nuestro recorrido por el barranco que llaman Salto Aragonés, durante
bastante tiempo por senderos y por el medio y los costados de campos de labor, por lo
que tenemos que seguir haciéndole caso al GPS, aunque en ocasiones nos cree dudas.
Al final aparecemos en la cañada de Cornialto, desviándonos a la derecha ya por buen
camino, pasaremos por el corral de las Palomeras y nos encaminaremos al sureste hacia
el cabezo Judío, seguimos atravesando infinidad de barrancos, luego directos al sur
veremos la recién desmoronada losa de la Gorra y por la cañada de los Roncaleses,
pasaremos por la derecha de la zona de los Angarillones, aquí a lo lejos podemos ver el
popular Rallón, el que dejaremos a
nuestra izquierda para desviarnos
hacia la derecha por una senda
que bordea el barranco, que nos
llevara a la senda de los Ciervos.
El Rallón al fondo.
Ya nos encontramos enfrente de la senda, da bastante respeto, es muy técnica y tiene
un fuerte descenso, el terreno agarra muy bien, los primeros metros son los peores
debido a los escalones. Una vez en el fondo, seguiremos la única senda que nos lleva
entre este paisaje tan singular, después de varios toboganes y una trialera pegada al
barranco, hasta la ancha pista que bordea el polígono de tiro.
Senda de los Ciervos.
Una vez hemos salido en la cañada de la cuesta de Lucas, sin dejar la ancha pista,
iremos bordeando el campo de tiro y el aeródromo, cruzando el barranco de Los
Cambrones y el barranco del Canto, continuaremos desechando todos los caminos que
nos encontramos a derecha y a izquierda hasta la zona del Raso de la Junta, donde
después de una curva y en suave descenso en unos dos kilómetros aproximadamente,
empalmaremos con el mismo camino que habíamos salido al principio de la ruta, al fondo
ya podemos ver el Castildetierra, lugar donde hemos iniciado la ruta y donde hemos
dejado los coches.
Paisajes de las Bardenas.
Mapa de la Ruta.
Perfil de la Ruta.
Descarga Track GPS:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=1738495