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.-
Las Fuertes Raíces
del Evangelio
Carlos Canosa/Jerusun www.reyjusticianuestra.com
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Índice
Primera parte
1) el evangelio no es un nenúfar
2) ¿Quién Guía la Historia?
3) el reino de Jeroboam II (782-745 a.C.)
4) Israel en las Naciones, la descendencia de
Abraham multiétnica
5) el juego de desobediencias de Israel y Judá
6) las profecías de Oseas y Amos
Segunda parte
7) el temor de Montesquieu
8) la Virtud imperecedera
9) en los pies de barro
10) el Reino del Dios/Elohim de Abraham,
esperanza para todos los hombres
Glosario
↜∞↝
3
Primera parte
4
1
el evangelio no es un nenúfar
¿ES LA FE BÍBLICA relevante para interpretar la
Historia? ¿Nos dice algo sobre su desenlace final?
¿Es una guía confiable para entender nuestros días?
¿Hay un Pulso secreto de Dios/Elohim –YaHWéH,
el Dios de la Biblia- que mueve los hilos de los
acontecimientos humanos hacia un Propósito ya
establecido? ¿Hay un Designio por detrás de la
conmoción internacional en que vivimos –y en la
que siempre hemos vivido-?
En los países en los que el laicismo excluyente es
cuestión de fe, es común pensar que la fe bíblica es
algo que pertenece exclusivamente al recinto de lo
íntimo y no impacta en el devenir de la Historia
grande o pequeña de los pueblos. Es más, desde ese
punto de vista, la manifestación pública de la fe
cristiana es un obstáculo para la paz y el consenso
social. Es decir, la expresión religiosa se ‘tolera’
dentro de los límites establecidos y solo dentro de
ellos, y se asume que sus dogmas pertenecen al
pasado y aunque a veces puedan resultar útiles, son
un elemento inadecuado para entender el fluir del
devenir humano a través de siglos y milenios (nota 1).
Pero a pesar de este punto de vista, si observamos la
macrohistoria sin los prejuicios habítales, esto es, sin
interpretaciones que exreapolan conceptos de hoy
que no se aplican al pasado, percibimos que es
5
precisamente el tipo de ‘Dios’ o ‘dioses’ a los que un
pueblo sirve lo que desencadena todos los otros
factores, inclusive los llamados ‘objetivos’. En
particular, el testimonio de la acción del Dios/Elohim
de Abraham en las Historia grande de las Naciones –
que es el que nos interesa en estas líneas- explica en
forma excluyente sucesos que no reconocen causas
‘objetivas’ e irrumpen sin aviso conmocionando o
redefiniéndolo todo en la Historia grande. Es más,
alguna de esas irrupciones de lo Alto, como la huida
de Egipto de los hijos de Jacob/Israel, el cruce del mar
Rojo, la destrucción portentosa del ejército de Faraón
y la epopeya de la conquista de Canaán venciendo a
pueblos de tecnología superior son inclasificables
segun los cánones de una racionalidad ajena a lo
sobrenatural. Y por eso en la historiografía
convencional se opta por obviarlos o explicarlos a
partir de ‘causalidades’ caprichosas. La idea de un
Dios/Elohim que llama a Su Pueblo, lo Guía y le da
victoria sobre pueblos mejor preparados para la
guerra no entra en los cánones convencionales de
interpretación histórica. Y más si la causa alegada es
cumplir una Promesa hecha a un patriarca de un
pueblo –Abraham- y/o juzgar una situación de
pecado de pueblos que habitaban Canaán.
Y si seguimos adelante con la historia de ese pueblo
que fue afincado de manera tan portentosa en
Canaán encontramos que a partir de el se originó el
impacto de la predicación de un Anuncio a todas las
Naciones que habla de un Rey y un Reino mundial
venidero al final de la Historia. Este Anuncio se hace
en obediencia a Palabras de Alguien que fue
Ajusticiado por el Imperio Romano y que, según Sus
6
seguidores, habría vuelto a la vida en cuerpo de
Gloria, predicado de nuevo a sus seguidores y
subido al Cielo y luego de haber prometido regresar
para instaurar Su Reino que sería la restauración del
Reino de David. Nada hay de ‘objetivo’ en este
Anuncio que sin embargo conmovió al mundo
cambiando por completo el curso de la Historia. Y
este Anuncio primero se introdujo en el seno del
Imperio Romano en manos de quien murió que era
poseedor de un enorme poder de coacción y pese a
esto fue vencido y transformado por el. ¡Vaya
intervención en la Historia del Dios/Elohim de Abraham a
partir de Su Pueblo! Y ese Anuncio –el evangelio del
Reino- pronto excedió los límites del Imperio
Romano llegando a pueblos germánicos más allá de
sus fronteras que luego acabarían derrotando a
Roma. Y la vitalidad de este Mensaje fue tanta que,
luego de 1492, quince siglos después de su inicio, dio
otro enrome salto y cruzó el océano hacia nuevas
tierras hasta alcanzar en sucesivas oleadas el mundo
entero ¿Cómo se puede explicar una Intervención
tan perseverante provocadora de gigantescos cambios
en la Historia a partir de causas meramente
‘objetivas’? Y El promotor de tan colosales cambios
es el Mismo Dios/Elohim que se apareció a
Abraham e hizo un Pacto con él que involucraba a su
descendencia, y provocó/permitió el refugio de su
nieto –Jacob/Israel- en Egipto en donde su prole se
transformó en multitud. Y a este pueblo –los hijos de
Israel/Jacob- YaHWéH luego liberó con señales y
maravillas convirtiéndola en Nación Santa para Sus
Propósitos. Y los introdujo en Canaán como queda
dicho. Y en el ‘cumplimiento del tiempo’ según el
kairos de Dios/Elohim, se produjo la Encarnación de
7
Su Hijo/Mashíaj de ISRAEL. Y este ser extraordinario
predicó primero a los judíos –el ISRAEL explicito- y
luego sopló a Sus seguidores hacia el Israel(Efraín)
desterrado en las Naciones, la ‘casa de Israel’. Y Sus
seguidores fueron llamados ‘cristianos’ y soplados
por Su Espíritu hasta los extremos de la tierra, tal
como relatamos.
Analicemos entonces ese Anuncio Extraordinario a las
Naciones que es el cerno de la fe cristiana. Este nos
habla de un Rey venidero, pero también de un Dios
que se abajó y se hizo carne “y hallándose en forma de
hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta
la muerte, y muerte de cruz” (Fil 2, 8) con el fin de
obtener redención para los pecados o rebeldías de Su
Pueblo y de todos los hombres. Hay entonces dos
perfiles coexistentes en este Anuncio:
↬uno que habla de un Reino mundial venidero
↬y otro que invita a una perentoria conversión
personal o arrepentimiento de las transgresiones a Su
Consejo a partir de lo cual obtenemos vida eterna.
Y esta es necesaria e imprescindible para
incorporaremos a ese Reino de Gloria que vendrá
mas allá de este tiempo.
Y con ambos perfiles inseparables la fe cristiana
impactó la Historia al punto de dividirla en dos: a.C.
y d.C. ¡Vaya si el evangelio ha provocado un impacto
profundo en la Historia! Tempranamente se anuncia
en Deuteronomio 18, 15, que llegaría un Profeta
Mayor que Moisés y luego se revela que sería
8
descendencia de David. Y los judíos –la tribu de
David- pensaban que la opresión romana era la señal
para esa nueva Intervención libertadora. Es decir,
así como Moisés, en manos de YaHWéH, fue el
libertador y guía de los hijos de Jacob/Israel cuando
estos huyeron de Egipto ahora la terrible opresión
romana hacia evidente que había llegado la hora de
que se manifestara el Libertador Mayor que Moisés
de que hablaban las Escrituras. Pero la promesa
había sido hecha a las doce tribus que componían
ISRAEL y los judíos eran tan solo una de esas doce.
Diez tribus habían ido al exilio sin que nada se
supiera de ellas –por lo menos a nivel popular- y la
pequeña tribu de Benjamín había sido absorbida por
Judá. De modo que visiblemente de las doce solo
quedaban los judíos como únicos testigos de ISRAEL
y guardianes de los oráculos de YaHWéH. Y estos
rechazaron y mataron al Mesías/Mashíaj de ISRAEL
y aun persiguieron a Sus discípulos de lo cual se
dedujo, según la interpretación corriente que hoy
debemos complementar, que el plan de YaHWéH
para Su Pueblo había fracasado y era necesario
redireccionarlo. Y así fue enviada hacia los
“gentiles” la misión de los enviados del Mashíaj de
ISRAEL -los apóstoles de Cristo- dando lugar a la
fundación de la Iglesia de Cristo en las Naciones. Y
fue allí entonces –siguiendo con esta interpretación
limitada que es la tradicional- en donde se halló un
‘nuevo’ Pueblo Santo que dejó atrás al escogido por
YaHWéH en el AT, es decir, apareció un sustituto de
ISRAEL en las Naciones.
Ahora bien, ¿puede ser Verdad esta interpretación?
¿puede un Dios/Elohim que se había mostrado
9
obstinado en el cumplimiento de Su Promesa con la
descendencia de Abraham, Isaac y Jacob/Israel
desistir de Su Pueblo y cambiar sobre la marcha la
dirección de Su Propósito apuntando ahora en el
sentido opuesto al indicado por las profecías del AT?
Si aceptáramos esto como verdadero estaríamos
confesando que el Dios/Elohim de ISRAEL cambió
de “pueblo elegido” a pesar de haber afirmado con
solemnidad que nunca lo olvidaría (Isa 43, 1; 49, 15).
Y de ser así se subvertiría la credibilidad de todo el
relato bíblico fundado en Su Infalibilidad y en Su
Pulso firme como Guía de la Historia. Y por
supuesto nada de esto es posible, ni aceptable, ni
probable. Leemos por ejemplo Jeremías 31, 35-37:
“Así dice el SEÑOR,
el que da el sol para luz del día,
y las leyes de la luna y de las estrellas
para luz de la noche...:
Si se apartan estas leyes
de mi presencia--declara el SEÑOR--
también la descendencia de Israel dejará
de ser nación en mi presencia para siempre”
YaHWéH está atado a Su Palabra porque en Él no
puede haber sombra de variación (Sg 1, 17). En las
“iglesias de Cristo” frecuentemente se interpreta que
los pasajes del AT en donde se lee “Israel” deben
entenderse como una referencia a la Iglesia de Cristo
que al ser integrada por gentiles, es completamente
ajena al pueblo del AT excepto por el hecho de
reconocer por Señor y Dios al Mesías/Mashíaj de
ISRAEL ¡Pequeño detalle! Esta forma de interpretar las
10
Escrituras hace del evangelio un nenúfar, es decir
una flor de seductora belleza –y esto efectivamente
lo es- pero que flota en la superficie de aguas
tranquilas extendiendo sus radículas hacia el fondo
sin sujetarse en el. Es como si no tuviera firmes
raíces, como si hubiera arrancado de la nada sin
involucrarse firmemente con el pueblo del AT salvo
como ambientación histórica de los preciosos
oráculos de YaHWéH y registro de relatos
ejemplares de Su Poder aunque al final parece que
este no sería tan efectivo porque fue rechazado por
Su propio Pueblo. Sin embargo es de obvia
necesidad y coherencia que el transcurrir del
Pueblo/Nación separado por Dios/Elohim para
ejecutar Su Propósito no puede terminar en un
cambio de planes de última hora. Es forzoso aceptar
que tenga que existir una intima relación entre el
pueblo del AT y el pueblo del Nuevo Pacto, que al
evangelio lo unan fuertes raíces con la descendencia
de Abraham y Jacob/Israel a la cual le fue hecha la
Promesa, ya que la Iglesia de Cristo fue instituida por
Quien “es la imagen del Dios invisible…” (Col 1, 15), Su
Hijo increado, que habitó en Su seno desde la
eternidad, hecho carne. Es decir, Jesús/Yeshua es la
imagen de YaHWéH dada a los hombres. Y por
tanto es forzoso que haya una continuidad entre el
Pueblo del AT y el Pueblo levantado por la
predicación del evangelio y congregado en las
iglesias de Cristo. Si esta no existiera habría distintos
Propósitos en el Padre y en el Hijo lo que es una
afirmación sacrílega.
En Isaías 54, 5 el Dios/Elohim del AT –YaHWéH- se
declara “Esposo”, “Hacedor” y “Redentor” de ISRAEL:
11
“Porque tu esposo es tu Hacedor,
el SEÑOR de los ejércitos es su nombre;
y tu Redentor es el Santo de Israel”
¿Exageraba el profeta Isaías cuando atribuía estas
cosas a YaHWéH? Por supuesto que no y es seguro
que moriría antes de negar el Amor Eterno del
Dios/Elohim de Abraham por Su pueblo, ISRAEL. Y
para más comprobación de la conexión existente
entre el Pueblo del evangelio y el Pueblo del AT
leemos en Lucas 1, 54-55 lo que María/Myriam
grávida del Hijo, declara ante su prima Elizabeth,
grávida de Juan el Bautista -¡vaya suma de unciones!-:
"Socorrió a Israel... acordándose
de su misericordia… para con Abraham
y su descendencia para siempre"
Lo que es ratificado en Hebreos 2, 16:
“...no socorrió a los ángeles,
sino que socorrió a la
descendencia de Abraham”
Ante estas declaraciones parece difícil no aceptar
que la descendencia de Abraham se encuentre entre los
seguidores de Cristo –los cristianos- ya que el Hijo de
María/Myriam vino a salvar a ISRAEL y no a un
pueblo ‘gentil’.
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12
nota 1): en realidad países ‘laicos’ son solo los ‘occidentales’ ya
que en los países islámicos este concepto no existe. Se puede
construir una mezquita en un país occidental, pero no una iglesia
cristiana en un país islámico.
13
2
¿Quién Guía la Historia?
Dice Isaías 41, 4 hablando a pueblos lejanos:
"¿Quién ha realizado esta obra?
¿Quién, desde el principio,
ha ordenado el curso de la historia?
Yo, el Señor, el único Dios,
el primero y el último"
Un pasaje que por partida doble nos dice que la
Historia no ha estado nunca a la deriva, que Alguien
“ha ordenado el curso de la historia” y es “el primero y el
último”. Y esto también se lee en Apocalipsis 22, 13:
“Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Último, el
Principio y el Fin”. De modo que la Historia está
contenida en el ámbito contenido por el Padre y el
Hijo –y el Espíritu Santo que da testimonio de
ambos- es decir, transcurre hacia un Fin ya
determinado aunque no lo percibamos -porque
Dios/Elohim actúa y ve la Historia en una escala de
tiempo diferente a la nuestra-. Él es el que le dio
inicio y Él la le va llevar a un Fin y no hay forma de
cambiar este final. A veces se oye hablar de ‘dioses’ o
‘espiritualidades’ que proclaman actuar en el plano
espiritual de las personas, pero el Dios/Elohim de la
Biblia, además de hacerlo verdaderamente y para
bien en ese plano, actúa en la Historia de las Naciones y
tiene un control firme sobre ella.
14
Más adelante, en Isaías 46, 9-10 se lee:
"...porque yo soy Dios... que anuncio lo por
venir desde el principio, y desde la
antigüedad lo que aún no era hecho; que
digo: ‘Mi plan permanecerá y haré todo lo
que quiero’”
y en seguida se agrega:
“lo he pensado, y también lo llevaré a cabo"
El evangelio entonces tiene que encajar a la perfección
en Sus Propósitos, formar parte intrínseca de Su Plan,
no puede provenir de un corte o cambio de dirección
debido a causas que Lo hayan tomado desprevenido.
Debe ser como un árbol recio cuyo tronco emerge
hacia el cielo, pero es alimentado por raíces cuya
existencia se anuncian con rotundidad en su base y
penetran el suelo. En un árbol así, que domina el
paisaje, lo que se ve nos hace presumir la solidez de lo
que no se ve. Los primorosos dibujos celtas son una
demostración de lo que queremos decir, cuando
representaban árboles visualizaban siempre sus raíces,
y veremos más adelante porqué. Y ¡gloria a Dios! por
ese árbol/Propósito inamovible y por sus profundas
raíces porque es un refugio seguro en días de
incertidumbre. Y los cristianos no somos un Pueblo
sustituto, sino descendencia del único ISRAEL
levantado por YaHWéH en las faldas del Sinaí.
15
Sigamos una de las raíces de este árbol/Propósito,
la más profunda y que mas claves nos brinda, ella
desciende hasta el año 2.000 a.C. y se lee así en
Génesis 17, 1-7:
“No te llamarás más Abram,
sino que tu nombre será Abraham,
porque te he puesto por padre
de muchedumbre de gentes.
Te multiplicaré en gran manera,
y de ti saldrán naciones y reyes”
Estas Palabras se las dirige YaHWéH a “Abram”–
nombre que cambiaría para “Abraham” que había
viajado desde “Ur de los caldeos” hasta Canaán -hoy
llamada “Tierra Prometida” o “Tierra Santa” o
“Palestina” o, más precisamente, Sión- obedeciendo
por fe a Su llamado. Y en el momento de recibir estas
Palabras, que eran una Promesa/Pacto a la que se
agregarían otros elementos, Abram tenía 99 años. Y a
partir de ellas se inicia el Pulso del Guía de la
Historia por instalar en la tierra un Reino de Justicia
y Paz que sería corona de la Historia. Paso a paso,
etapa tras etapa -todas ellas muy diferentes-
traspasando centurias y milenios, a veces en
apariencia más rápido y otras más despacio, pero sin
perder el rumbo hacia el cumplimiento final del
Propósito: el advenimiento de un Reino formado por la
descendencia justa de Abraham que haría descender la
Voluntad del Altísimo sobre los hombres.
16
Por ese entonces la humanidad había pasado por
una experiencia dolorosa de autogobierno que
colapsó bajo el peso de la violencia y sensualidad sin
control que subvirtieron todo lo justo y deseable
oponiéndose en forma contumaz al Consejo de
Dios/Elohim. Dice Génesis 6, 5:
“Vio YaHWéH que la maldad de los hombres
era mucha en la tierra, y que todo designio de
los pensamientos de su corazón solo era de
continuo el mal”
Incluso algunos ángeles habían abandonado su lugar
yendo lujuriosamente detrás de las “hijas de los
hombres”, engendrando gigantes (Gén 6, 4) que
aumentaron el caos. Y el resultado fue un fenomenal
y grotesco desorden –ofensivo para Su Santidad–
que obligó a decretar un Diluvio universal para
forzar un nuevo comienzo. Del Diluvio solo se
salvaron ocho personas: Noé y su esposa y sus tres
hijos Sem, Jafet y Cam y sus respectivas esposas. Y
de ellos se originaron todas las Naciones que
comenzaron a repoblar el mundo. El desafío
entonces consistía en inaugurar una nueva etapa
que, respetando el libre albedrío de Sus criaturas, las
guiara hacia el Reino, abierto a todos pero con un
prerrequisito de santidad. Este es el antecedente de
las Palabras que mencionamos y del llamamiento a
Abram desde “Ur de los Caldeos” para convertirlo en
instrumento de Su Propósito. ‘Abram’ quiere decir
‘padre enaltecido’ y fue cambiado para “Abraham”
que significa ‘padre de una muchedumbre de gente’
y alude a ‘pueblos’, superando el ámbito meramente
17
familiar de la palabra ‘padre’. Y a partir de ese
momento YaHWéH va a comenzar a tejer a través de
siglos y milenios la trama de los eventos mundiales,
produciendo algunas veces hechos portentosos y
visibles y otras hechos pequeños y ocultos que Le
permitirán Guiar a las Naciones en la dirección
elegida dándoles la oportunidad siempre a cada
hombre/individuo de participar de Su Propósito. Y
por eso, en la parte final de la Promesa/Pacto, se
dice: “te multiplicaré en gran manera y de ti saldrán
naciones y reyes”. O, como se lee en otra versión:
“Te haré muy, pero muy fértil,
y yo haré que salgan de ti
reyes y naciones enteras“
Véase entonces que no se habla aquí de una nación y
de un solo linaje real para la descendencia de
Abraham -que sería el instrumento de Su Propósito-
sino de muchas naciones –“naciones enteras”– y
muchos reyes. Y para confirmar este Pulso YaHWéH
dice de Sarai/Sara, la esposa de Abram/Abraham:
“vendrá a ser madre de naciones;
reyes de pueblos nacerán de ella"
(versos 15 y 16).
Y si queremos un mayor testimonio de la veracidad
de estas cosas, vemos que YaHWéH hace algo que
nos debería llenar de temor reverente: ¡jura por Si
mismo! y Le dice a Abraham:
18
“multiplicaré tu descendencia
como las estrellas del cielo
y como la arena que está
a la orilla del mar”
lo que marca una obstinada determinación por hacer
surgir de la prole de Abraham una descendencia que
cubriría toda la tierra, inabarcable por nuestra
imaginación, y que incluiría a muchas naciones. Y
agrega un dato no menor:
“tu descendencia se adueñará
de las puertas de sus enemigos"
Y aquí aparece un elemento esencial para modelar la
Historia: las naciones surgidas de la descendencia de
Abraham serían triunfadoras en el campo de batalla.
Resumiendo: una prole numerosísima surgida de los
lomos de Abraham y Sara formaría numerosas naciones y
reinos que serían victoriosas sobre sus enemigos. Esos
son los instrumentos –unidos a Su Misericordia–
diseñados por el Guía de la Historia para mantener
el Pulso hacia Su Reino.
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19
3
e l reino de Jeroboam II
(782-745 a.C.)
La Promesa/Pacto a Abram, en el año 2.000 a.C., es
el comienzo efectivo del Pulso de YaHWéH en la
Historia luego del fracaso del mundo prediluviano,
pero las raíces directamente relacionadas con el
evangelio son más cercanas: están en las profecías
pronunciadas en días del reinado de Jeroboam II (782-745
a.C.). Para ese entonces muchas cosas habían
sucedido en medio de señales poderosas de la mano
de YaHWéH que relataremos brevemente: había
transcurrido la vida de Abraham llena de signos
proféticos, la de su hijo Isaac, y la de su nieto Jacob
cuyo nombre fue cambiado a Israel luego de la lucha
agónica con el Ángel de Peniel. Y con la prole de éste
último –los hijos de Jacob– se había formado la nación
de ISRAEL en las faldas del Sinaí cuando huía de
Egipto hacia Canaán habiendo sido liberados
mediante un hecho portentoso que YaHWéH
recordaría siempre como sello de Su Poder: el cruce
del mar Rojo -posiblemente su brazo oriental llamado hoy
‘Golfo de Aqaba’- por tierra seca y la posterior destrucción
del ejercito de Faraon tragado por el retorno de las aguas.
Y la nación de ISRAEL se organizó según la
pertenencia a cada una las doce tribus, aunque
recordemos que fueron trece las tribus ya que se
adjudicaron dos tribus a José, uno de los doce,
20
lideradas respectivamente por sus hijos Efraín y
Manases, en tanto que la tribu de Levi fue repartida
entre todas las tribus. Y en el centro del campamento
estaba el Tabernáculo de Reunión señalado con una
columna de fuego por la noche en donde Moisés
hablaba cara a cara con YaHWéH, y desde donde se
anunciaba –entro otras cosas- la partida en cada una
de las estaciones, y el rumbo. Y también desde el
recibieron la Ley de YaHWéH por medio del guía y
libertador Moisés, quedando así ISRAEL constituida
como nación santa separada de todas las otras a fin de
redimir a todos los hombres según el Plan para la
instalación en la tierra de un Reino de Justicia y Paz
al final de los tiempos.
Y luego de dudas y murmuraciones y un laberíntico
trayecto por el desierto debido a su incredulidad,
cuarenta años más tarde, este pueblo/nación ungido
con un Propósito tan eminente entró en Canaán
derrotando a todos quienes la ocupaban mucho
mejor armados que los israelitas y en apariencia más
poderosos. Y Josué –sucesor de Moisés- procedió
entonces a repartir la tierra conquistada entre las
doce tribus. Y este pueblo así instalado en la “Tierra
Prometida” fue gobernado primero mediante jueces,
intérpretes y voceros del Altísimo, y luego por reyes
cuando YaHWéH accedió con dolor al pedido de Su
pueblo que clamaba por una forma de gobierno
similar a la de las demás naciones. E instalada la
monarquía uno de los reyes –el segundo- sería
sobresaliente sobre todos: David, hijo de Isaí, quien
unificó a las doce tribus en un solo Reino con capital
en Jerusalem, la que fuera “fortaleza de los jebuseos”.
21
Y aunque de un pueblo/nación con tamañas
credenciales de nacimiento habría de esperarse que
se mantuviera unido, ISRAEL se dividió a la muerte
de Salomón, hijo y heredero de David en dos reinos.
Las diez tribus que ocupaban la parte norte del
territorio, vinculado a las grandes rutas de
comunicación y que eran las más prósperas, se
negaron a aceptar como rey al sucesor de Salomón,
su hijo Roboam, que había dado muestras de muy
poco tino como gobernante. Y lo que sucedió
entonces nos muestra el Pulso firme del Gran Tejedor
que obra según Su Propósito en forma inesperada:
cuando las diez tribus formalizaron sus intenciones
separatistas Roboam marchó contra ellas para
someterlas nuevamente pero fue detenido por
YaHWéH que le transmitió el siguiente mensaje:
"No vayáis, ni peleéis contra vuestros
hermanos ...volveos cada uno a su casa,
porque esto lo he hecho yo”.
1Reyes 12, 24; 2 Crónicas 11, 2-4
Y Roboam obedeció esta orden imperativa y de este
modo se consolidó la partición del reino de ISRAEL,
con la aquiescencia de YaHWéH, convirtiéndose el
reino unificado de David en un paradigma que nunca
sería olvidado y que desde ese entonces quedaría
pendiente de restauración (Am 9, 11). La parte norte,
la que se escindió, tomó el nombre de ‘reino de
Israel’ y quedo formada por diez tribus lideradas por
Efraín y Manasés, hijos de José, en tanto que la parte
sur tomó el nombre de ‘reino de Judá’ formado por
la tribu de Judá y la pequeña tribu de Benjamín.
22
Estos dos reinos serían conocidos en los textos
proféticos como “casa de Israel” y “casa de
Judá/David”-norte y sur- o simplemente “Israel” y
“Judá” con idénticas credenciales de nacimiento
emitidas en las faldas del Sinaí.
Y esto instala una paradoja: el reino que es llamado
“reino de Israel” es el que rompe con el único ISRAEL
–ahí está la paradoja- y el que es llamado “reino de
Judá” es el que permanece fiel a YaHWéH, aunque
luego incurriría también en rebeldía. Ambos fueron
llevados al exilio –por Asiria el del norte y por
Babilonia el del sur- pero ‘los judíos’ mantuvieron su
identidad en el destierro, en tanto que los “hijos de
Israel/casa de Israel/tribus de Jacob” –las diez tribus- se
mezclaron con las naciones de acuerdo a lo
profetizado por Oseas y Amós. Y porque ‘los judíos’
mantuvieron su identidad se convertirían a su vuelta
de Babilonia en la única referencia de la nación de
ISRAEL. Y así “judío” e “israelita” se volvieron
sinónimos ya que el paradero de las diez tribus
extirpadas/excomulgadas del cuerpo de ISRAEL por
causa de su idolatría y desenfreno se volvió un
misterio debido a su mezcla con diversos pueblos
jafeítas perdiéndoles así el rumbo –por lo menos
públicamente- hasta descubrimientos en la Era
Moderna a los que más tarde nos referiremos. Véase
que YaHWéH podría haber respaldado la intención
de Roboam de guardar la unidad del reino davídico
pero lo impidió. Y es que Él estaba apuntando a
irrumpir en todas las Naciones de la tierra con la
simiente de Abraham para incluirlas en el Reino al
final de los tiempos que estaría liderado por Su
Mashíaj. ¡Vaya maravilloso plan!
23
Y así la restauración del Reino de ISRAEL -el
“Tabernáculo de David restaurado” (Am 9, 11)- se
constituyó en una marca de mesianidad que debería
cumplir cualquiera que dijera ser el Mashíaj de
ISRAEL. Por eso la pregunta de los discípulos al
Resucitado:
—Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este
tiempo? (Hech 1, 6)
^^^
El repaso de todos estos hechos tiene el objetivo de
ubicar en contexto al reino de Jeroboam II -782-745
a.C.- y al desarrollo de las profecías mesiánicas.
Desde su implantación, el ‘reino del norte’, separado
de Jerusalem y de su Templo, había ‘importado’ los
dioses/ídolos fenicios Baal y Astarté para sustituir el
culto debido a YaHWéH. Y esto para evitar que la
población sintiera falta de su amputado centro de
culto nacional y se viera atraída a volver a la
situación anterior a la traumática separación. Y así se
estableció en el norte una contumaz apostasía unida
a costumbres paganas. La ‘nueva identidad’
procurada por el reino separatista tenía entonces dos
columnas:
↬la corrupción del culto de YaHWéH a favor de
los dioses fenicios Baal y Astarté
24
↬un comercio internacional muy activo debido
a su estrecha asociación con Tiro, potencia
comercial de la época que llevó a este reino esos
dioses.
Las rutas comerciales de Tiro –esto es, los fenicios-
eran hacia el oeste cercano y lejano por mar, para lo
cual poseían una gran flota. Pero en tiempos de
Jeroboam II se había subordinado al ‘reino del norte’
la ciudad de Damasco a través de la cual este reino
comerciaba también hacia el este, hacia mercados
relacionados al legendario mercado damasquino. Por
eso el reino de las diez tribus norteñas –también
llamado ‘reino de Samaria’ por ser este el nombre de
su capital- tenía una relación muy activa con todo el
mundo, hacia el este y el oeste, especialmente en el
tiempo de Jeroboam II, lo que llevo a la aparición de
grandes fortunas y a la aparición de hábitos
“consumistas” en su población acompañado de un
modo de vida hedonista, esto es, un ocio vicioso y sin
contenidos. En cuanto a riqueza algo similar había
sucedido en tiempos de Salomón –también en
buenas relaciones con el rey de Tiro- pero moderado
por la Sabiduría del Dios/Elohim de ISRAEL. Pero
el ‘reino del norte’ de Jeroboam II era un reino
impío, adúltero desde el punto de vista espiritual, y
en el que las grandes fortunas habían provocado
exclusión y oprobio. Para completar el cuadro, los
jueces eran venales y habituados al cohecho: un
abanico completo de los males de nuestros días que hoy
están repartidos por todo el planeta, aunque con énfasis
desigual.
25
Contra este lamentable estado de cosas se levantaron
de parte de YaHWéH los profetas Oseas y Amós. Y
pronuncian una severísima profecía: la población del
norteño ‘reino de Israel’ sería desterrada entre las
Naciones en castigo por su rebeldía y olvido del
culto a YaHWéH y esto sería sin memoria de de sus
fiestas solemnes, esto es, de sus raíces israelitas (Os 2, 11).
Esto suponía abandonar sus ricas casas con costosos
revestimientos de marfil y volver a vivir en tiendas.
Y este doloroso desarraigo se cumplió efectivamente
en el año 722 a.C. cuando los “hijos de Israel/casa de
Israel/tribus de Jacob” fueron vencidos y capturados
por el emperador asirio Sargón II llevándolos a un
destierro del cual no volvieron hasta el día de hoy,
como pueblo. Ellos eran la parte más numerosa de la
nación de ISRAEL lideradas por los hijos de José,
Efraín y Manasés, siendo el primero de ellos –Efraín-
el primogénito legal de Jacob/Israel (Jer 31, 9) por lo
cual, entre otros nombres, a las diez tribus se les
llama también en la profecía tribus de Jacob –sinónimo
de ‘casa de Israel’-. Y luego del desmembramiento del
Imperio Asirio las diez tribus desterradas se fueron
mezclando con pueblos jafeítas.
Ahora bien, la irrupción en las Naciones de una
población cuya descendencia sería muy numerosa –un
elemento de la Promesa/Pacto de YaHWéH a
Abram/Abraham- y sin memoria de su pasado nacional
y religioso (Os 2, 11) pero con una carga profética que
la presuponía como protagonista de grandes
transformaciones es un elemento clave para develar
muchos misterios de la Historia.
26
Pero su retorno a Canaán/Sion, como vimos, es
imprescindible para la restauración reino de ISRAEL
-“Tabernáculo de David”- en tiempos mesiánicos. Más
adelante volveremos a los días de Jeroboam II para
analizar en detalle las profecías de Oseas y Amos de
las que se deducen los fundamentos del evangelio.
Antes veremos cómo impactaron estas cosas en la
formación de la actual Europa.
↜∞↝
27
4
Israel en las Naciones, la
descendencia de Abraham
multiétnica
En Génesis 49, 22-26 se encuentra la profecía del
patriarca Jacob/Israel sobre José -padre de Efraín y
Manases- que comienza así:
"Ramo fructífero José,
Ramo fructífero junto a una fuente,
Cuyos vástagos se extienden sobre el muro...”
Lo que nos anuncia una descendencia vigorosa que
no podría ser contenida por frontera alguna. Y en
Deuteronomio 33, 13-17 leemos la profecía de Moisés
sobre José que complementa a la de Jacob, una parte
de la cual dice de esta manera:
“...y corneará a todos los pueblos
hasta los extremos de la tierra.
Tales son las multitudes de Efraín;
tales son los millares de Manases"
en donde percibimos la zaga de uno de los
elementos de la Promesa de YaHWéH a
Abram/Abraham: “tu descendência se adueñará de las
puertas de sus enemigos". Y la Historia de las Naciones
no puede comprenderse en su pulso interior a partir
del siglo V a.C. si no reparamos en esta irrupción en
ella de los “hijos de Israel/casa de Israel/tribus de Jacob”
28
portadores de este potente bagaje profético -es útil
leer completas las profecías de Jacob y de Moisés
sobre José en los pasajes citados- sin olvidar además
que serían numerosísimos.
No hay registro de poblaciones en los territorios al
norte del río Danubio antes del siglo VII a.C. Estos
fueron ocupados a partir del siglo V a.C. mediante
dos oleadas de pueblos provenientes de los territorios
trascaucásicos que la historiografía moderna ha
llamado ‘indoeuropeos’ –nombre que es perfecto
para confundir sobre el origen de estos pueblos-. Y
es así que comienzan a poblarse esas vastas tierras
de climas inclementes y extremos en comparación
con los parajes templados y cálidos en torno al Mar
Mediterráneo ocupados en ese entonces por el
Imperio Romano. La primera oleada de ocupantes de
esos territorios del norte del Danubio comenzó en el
siglo V a.C. -como dijimos- la segunda a partir del
siglo II d.C.. Dice así un libro de historia universal
escrito en el año 1854, antes de que comenzaran a
desdibujarse los nombres originales de los pueblos:
“Las naciones de Europa son el producto
incontestable de la distribución y superposición de la
última oleada de escitas... Estos se sobrepusieron a
otra oleada anterior que llegó de un modo igual y del
mismo país, pues que se componía de cimerios, Galos
y Celtas" (nota 1)
De modo que hubo dos oleadas de pueblos que
llegaron a los territorios protoeuropeos del norte y del
29
centro no ocupados por el Imperio Romano: la
primera fueron los pueblos llamados cimerios, la
segunda los llamados escitas y ambas vinieron del
mismo “país” o región, nos dice esta historia
universal. Y también dice que la última oleada fue la
que finalmente conformó a los pueblos y naciones de
la Europa de hoy, superponiéndose a la primera.
Ahora bien, a los pueblos cimerios los romanos los
llamaron “galos” (esto es: “gallos”) por su vistosidad
y constante belicosidad. Pero los griegos los
llamaron “keltoi” de donde se deriva “celtas”, tal
vez por su prodigiosa capacidad de multiplicación
(“keltoi” significa “conejos”, según algunos). De
modo que “galos” y “celtas” son cimerios y son
nombres/apodos para los protagonistas de la primera
oleada.
Y en cuanto a los escitas –los pueblos de la segunda
oleada posterior al siglo II DC- recibieron el nombre
de “godos” o “germanos”. De modo que “godos” y
“germanos” son nombres que refieren al mismo
tronco: los escitas. Entonces las naciones europeas de
hoy se remontan a estos dos orígenes:
↬ cimerios = galos/celtas
↬ escitas = godos/germanos
Pues bien, veremos que por su vez estos dos troncos,
se refieren a la descendencia desterrada de los “hijos
de Israel/casa de Israel/tribus de Jacob”. Esto es, las diez
tribus que vimos penetrar en las naciones al final del
capítulo anterior originadas en el norteño ‘reino de
30
Israel’ desechado por YaHWéH debido a su
contumaz idolatría y desobediencia pero sin memoria
de su pasado israelita.
Para fundamentar esto, en nota al fin de este capítulo
mencionamos los descubrimientos modernos que
indican sin lugar a ninguna duda que los “hijos de
Israel/casa de Israel/tribus de Jacob” fueron llamados
‘hijos de Omri’ por sus captores asirios (nota 2). Y
‘Omri’ fue el rey del norteño ‘reino de Israel’ que
tomó las decisiones directrices que conformaron el
carácter ‘nacional’ de ese reino hasta su expulsión.
Fue también quien construyó la ciudad de Samaria,
su orgullosa capital, por lo cual a ese reino
separatista se le llama también ‘reino de Samaria’. Y
la hizo hermosa para que el pueblo recién separado
no tuviera añoranzas de Jerusalem ni de su Templo.
Y una de sus directrices de ‘Omri’ fue la alianza
política y comercial con Tiro, continuada por su hijo
Acab que, para confirmarla, se casó con la malvada
Jezabel, una princesa fenicia que introdujo los dioses
fenicios Baal y Astarté -un puñal en el corazón del
culto a YaHWéH contra el que se levantó Elías-. Y
este culto idolátrico importado se constituyo en la
segunda gran directriz que conformo ese reino. Y
por estas y otras el rey ‘Omri’ tomó gran relevancia
internacional y su nombre se convirtió en referencia
para toda la población del reino separado del norte. Y
como ese reino practicaba un comercio activo con
muchos países -asociado con Tiro hacia el oeste y con
Damasco hacia el este- según vimos tenìa gran
visibilidad internacional, mientras el “reino del sur”,
o de Judá, permanecía parapetado en sí mismo y en
su hirsuta geografía, siendo esta otra razón por la
31
que ambos reinos –el del norte y el del sur- se
conocieran en las Naciones por nombres diferentes ya
que muy diversas eran sus actitudes nacionales e
internacionales.
Y, como decimos, ‘hijos de Omri’ vino a denominar a
toda la población del norteño ’reino de Israel’ en la
historia secular borrando en ese nombre toda
referencia a su pasado israelita. Y de ‘hijos de Omri’
se deriva ‘khumri’, y de ahí “cimerios”. De modo
que la primera oleada de pueblos que ocuparon los
territorios del norte y centrales de Europa –con una
variedad de nombres– eran descendencia de Israel,
y por tanto de Abraham mezclados con pueblos de
origen jafeíta. Es lo que anuncia Génesis 9, 27:
“¡Engrandezca Dios a Jafet,
que habite en las tiendas de Sem!”
Y en efecto, la investigación antropológica nos dice
que los llamados galos/celtas eran multiétnicos de
variada conformación física.
¿Y los escitas? A estos los persas los conocían como
‘saka’, los babilonios como ‘gimirri’ y los asirios
como ‘khumri’, nombre del cual ya conocemos su
origen. Es decir, la segunda oleada sobre los territorios
protoeuropeos del centro y norte estaba también
compuesta por pueblos descendientes del desterrado
‘reino de Israel’ –“hijos de Israel”/”casa de Israel”/tribus
de Jacob- mezclado con pueblos jafeítas, ahora
llamados escitas. Estos se habían dirigido hacia el
32
oriente, penetrando en Persia, la India y el
continente asiático hasta la China y Japón, en donde
dejaron descendencia. Y, sin poder establecer
exactamente como, digamos que después del siglo II
se volvieron sobre las regiones en donde ya estaban
los celtas/galos. Su principal apodo: ‘saka’ tiene
según algunos el significado de ‘los que viven en
tiendas’ (ver Oseas 12, 9) ya que ‘tienda’ en hebreo se
dice “sukah”. Y aun ‘saka’ puede significar “casa de
Jacob”, nombre para los “hijos de Israel/casa de
Israel/tiendas de Jacob”. De modo que tampoco hay
duda sobre el origen étnico de la segunda oleada y, a
partir de sus guerras entre sí –hubo varios pueblos
en cada oleada- y con el Imperio Romano se
conformaron los pueblos fundacionales de la Europa
sobreponiéndose en general a los galos/celtas a lo
que contribuyó, andando el tiempo, la amalgama de
la fe cristiana que terminarían aceptando ambos.
^^^
Veamos un poco más y descubriremos un gran
secreto: los ‘godos’ –pueblos de la segunda oleada- se
dividieron a su vez en ‘visigodos’ y ‘ostrogodos’
según que se hubieran establecido al oeste o al este
del río Dniester. Y allí estaban cuando irrumpieron
los ‘hunos’ que no pretendían ocupar territorios
para establecerse de modo permanente sino que su
objetivo era la conquista, el saqueo y la depredación
por los métodos más crueles. Esto ocurría en el siglo
a partir del 370 d.C. y conquistaron y dominaron
fácilmente a los primeros pueblos que encontraron
en su camino que fueron los ostrogodos. Los que
venían a continuación eran los visigodos que para
protegerse cruzaron el Danubio constituyéndose en
33
‘pueblo federado’ dentro del Imperio Romano, figura
jurídica que consistía en una forma de vasallaje a
cambio de protección. Y cuando los visigodos estaban
ya en el interior del Imperio Romano fueron
evangelizados por un misionero godo -Ulfilas- pero
con la distorsión doctrinaria arriana que a pesar de
su grueso error en la apreciación de la divinidad de
Cristo era por lo menos una introducción en las
Escrituras hebreas y textos del Nuevo Testamento.
Recordemos que el Imperio Romano a partir del
Edicto de Milán librado por Constantino -313- había
incorporado el cristianismo y que el arrianismo era
una de las disputas doctrinales más virulentas
saldada en el Concilio de Nicea -325- al interior del
Imperio Romano. No obstante no desapareció
completamente luego de ese Concilio. Era el caso de
Ulfilas y así la herejía arriana se introdujo en los
godos/germanos que la convertirían en una especie de
marca nacional. De modo que los que habían sido
excomulgados de la nación de ISRAEL recibieron
en su destierro entre las Naciones, la “buena
noticia/evangelio” de que su Mesías/Mashíaj de
ISRAEL se había manifestado en la tierra de sus
antepasados, en una versión distorsionada, aunque
posteriormente todos los pueblos germanos se
convertirían al catolicismo.
Detengámonos a subrayar este hecho portentoso: el
pueblo que había sido mandado al destierro en el
año 722 a.C. recibía a petición del Mesías/Mashiaj de
ISRAEL (Mat 10, 6; Hech 15, 14) mil años después, la
Noticia o Proclama –que eso es el evangelio- de que
el Rey de ISRAEL se había manifestado a los
hombres. Y Ulfilas tradujo al gótico –convirtiendo a
34
esta lengua en un lenguaje articulado- las Escrituras
hebreas. Solo Alguien poseedor de una visión global
de la Historia y un dominio completo sobre ella
puede planear algo tan magnífico. Recordemos que
una de las señales de mesianidad era/es que el
Mesías/Mashíaj debía congregar de nuevo a Sion a la
parte de Su pueblo desterrada (Is 49, 6) para unir de
nuevo a Judá e Israel en un solo redil (Ju 10, 6; Os 1,
11) restaurando así el “Tabernáculo de David” (Am
9, 11). La predicación del evangelio a las Naciones
fue escuchada por toda criatura porque es abierto a
todos (Gal 3, 28, Hech 10, 38) pero fue dirigido
especialmente a los desterrados mezclados en ellas.
Y esta cerca en el tiempo el momento en que un
remanente santo del Israel del destierro de todos los
tiempos será retornado a Sión en forma portentosa,
juntándolo a un remanente santo de Judá, para
restaurar el REINO DE ISRAEL/JEZREEL por el
cual preguntaron los discípulos en Hechos 1, 6.
^^^
Ahora bien, la predicación del evangelio a los
godos/germanos -escitas- no eliminó la guerra, como
no lo hizo hasta hoy. Y el pueblo visigodo que había
entrado en el seno del Imperio Romano huyendo de
los hunos –a los que en el año 451 ayudaría a
derrotar unido a las fuerzas imperiales en la batalla
de los Campos Catalúnicos- alternaba colaboración con
rebelión por sentirse menospreciados y mal tratados
por sus protectores. El Imperio por esos días estaba
cruzado de intrigas y ambiciones de poder y siempre
al borde de la ruptura. En este contexto fue que
nació el visigodo Alarico que tendría un papel
35
protagónico en sucesos que conmoverían al mundo.
En efecto, Alarico sería nombrado ‘rey de los
visigodos’ sacudiéndose así de hecho la tutela
romana. Y bajo su conducción, en el año 396, los
visigodos avanzaron sobre Grecia destruyendo todo a
su paso –incluyendo sus santuarios- y saqueando
Atenas. Finalmente fueron contenidos por el general
romano Estilicón y luego de negociaciones entre
facciones del Imperio se decidió asentarlos en la
Iliria. Pero aprovechando el estado anárquico
mencionado –y la torpe ejecución de Estilicón
ordenada por el niño emperador de occidente
Honorio a pesar de que su padre el emperador
Teodosio lo había designado antes de su muerte
para protegerlo- los visigodos se levantaron
nuevamente bajo el mando de Alarico contra sus
protectores y esta vez fueron en busca del premio
mayor: la península itálica y Roma. Y en el año 410,
luego de negociaciones frustradas en las que pedían
ser reconocidos y elevados de rango por las
autoridades imperiales –esto es, por Honorio y su
cúpula que se habían refugiado en la ciudad de
Rávena- los visigodos toman y saquean la ciudad de
Roma respetando únicamente los templos cristianos
y el pueblo refugiado en ellos –de hecho la única
autoridad efectiva en la ciudad en ese momento era
la del obispo/papa Inocencio I-. Los días de la Roma
imperial habían llegado así a su fin conmoviendo el
mundo de entonces y algunas voces romanas
señalaron que el abandono de los antiguos dioses y
la conversión del Imperio Romano al cristianismo
fue la razón de esta ignominia (nota 3), lo que dio
lugar a que Agustín de Hipona –luego San Agustín-
publicara una extensa defensa de la fe cristiana y de
su papel en la Historia: “La ciudad de Dios – contra los
36
paganos”. Y este alegato introducía una dimensión
vertical en el análisis de estos temas haciendo
aparecer parámetros nuevos que gravitarían sobre
todo el milenio venidero -y algo más- forjando a
Europa. Un ciclo de la Historia había terminado.
Y así las tribus germánicas –denominación genérica
para los germanos/godos- fueron penetrando el
Imperio y jaqueándolo por fuera hasta que
finalmente tomaron el Imperio Romano de occidente
y el orgulloso espíritu de la ciudad que fuera el
centro del mundo durante por lo menos 500 años.
Luego de que Roma fue saqueada por los visigodos
Alarico escribió:
“Desde que tomé Roma en mis manos, nadie ha
vuelto a menospreciar el poder de los godos. Lo
que fue el afán de conquistas y el deseo de
aventuras dio grandeza a un pueblo necesitado
de patria”.
Reparemos en esta última frase: “un pueblo
necesitado de patria” movido por el afán de
aventuras. Así se veían los llamados godos, “hijos de
Israel/casa de Israel/tribus de Jacob” en misterio. Más
tarde se establecerían en Hispania, se convertirían a
la fe católica abandonando el arrianismo, y luego de
una lucha tenaz contra el islamismo cruzarían los
océanos soplados por YaHWéH extendiendo la fe en
el Dios/Elohim de ISRAEL hasta los “confines de la
tierra” a los que se refirió de muchas maneras el
profeta Isaías (nota 4).
37
¿Por qué es ilustrativo todo este relato? Ya
señalamos una parte y agregamos este otro perfil: el
Imperio Romano había perseguido y martirizado a
los cristianos por desafiar la proclamada ‘divinidad’
del César y de su panteón de dioses greco-romanos.
Pero, en el tiempo de Dios/Elohim, las ‘puertas de
Roma’ –ya conquistada por el evangelio- fueron
vencidas militarmente y antes saqueados y
destruidos los templos de los dioses griegos por
manos de pueblos liderados por los “hijos de
Israel/casa de Israel/tribus de Jacob” en misterio. Estos
habían irrumpido en las Naciones con una carga
profética que incluía “adueñarse de las puertas de sus
enemigos”. Y así el Imperio poderoso que mandaba
en Palestina en días en que fue crucificado el
Mesías/Mashíaj en Su primera manifestación como
Siervo Sufriente, cayó en manos de la descendencia
que irrumpió con la simiente de Abraham en las
Naciones. Es imposible entonces ignorar que existe
un Pulso de YaHWéH que nos acerca cada día a
través de milenios, a pesar de las contradicciones
que vemos y oímos todos los días, a Su Propósito
final que es instalar en la tierra el Reino prometido a
Abraham y su descendencia. Y cuando esto suceda,
en el final de los tiempos que ya percibimos, la tierra
obedecerá gozosa a la Voluntad del Altísimo (Os 2,
21; Rom 8, 19-21) y estará con nosotros YaHWéH
TSIEDKENU.
↜∞↝
nota 1) “Historia Universal” de Césare Cantú, Nemesio
Fernandez - Cuesta - 1854 –.
38
nota 2) En el año 1846 se descubrió en la antigua ciudad
asiria de Nimrod un obelisco de basalto negro. En el
aparece el rey Jehu, un rey del norteño ‘reino de Israel’
que encabezó una dinastía que vino después de la de
Omri -quien fue el que definió los rasgos políticos,
comerciales y religiosos básicos de este reino separado
de la Casa de David-. Y el rey Jehu figura trayendo
tributos al emperador asirio Salmanasar III con la
siguiente inscripción debajo:
"Tributo de Jehú, hijo de Omrí: recibí de él plata,
oro, un cuenco de oro, un recipiente de oro, copas de
oro, cubos de oro, estaño, un bastón para la mano
del rey y venablos"
De modo que Salamasar llama a Jehu: “hijo de Omri”,
aunque Jehu no pertenecía a la dinastía de Omri como
dijimos, siendo evidente que designa con este nombre
genérico a toda la población del ‘reino de Israel’.
nota 3) cien años antes de Alarico hubo otra “toma de
Roma”: la protagonizada por Constantino –el llamado
Cesar de las Galias– cuando derrotó a Majencio, un
candidato a Cesar absolutamente impío, y se hizo con el
control del Imperio Romano de occidente en la Batalla
del Puente Milvio, a la entrada de Roma. Constantino
era hijo de madre celta –Helena- y por lo tanto
descendiente de Israel por línea materna y en su ejército
había 20.000 milicianos celtas. Aunque este era
considerablemente menor al de Majencio le propino
una derrota catastrófica hundiéndolo en las aguas del
Tiber. Poco después Constantino libraba de toda
persecución a quienes habían tenido que vivir en
catacumbas al proclamar el Edicto de Milán -año 313-
que establecía la libertad de cultos y la restitución de los
bienes confiscados. Y en años posteriores la fe cristiana
fue oficializada como la religión oficial de todo el
Imperio Romano unificado cambiando para siempre la
Historia. Por eso quien encontró en Roma Alarico fue
Inocencio I, obispo de Roma y papa y no realizo muchos
39
saqueos respetando a todos los que se refugiaron en los
templos cristianos, y los propios templos.
nota 4) los francos habían comenzado este abandono del
arrianismo por parte de los pueblos germanos cuando el
rey Clodoveo se convirtió al catolicismo. Y los visigodos
lo abandonaron con la conversión solemne de Recaredo
y toda la nobleza goda en el III Concilio de Toledo -589-.
En ese tiempo los visigodos ya se habían instalado
definitivamente en Hispania, estableciendo la capital de
su reino en Toledo. Recordemos que en esos días las
contiendas doctrinales entre arrianos y católicos
implicaban violencia extrema. Debido a esa violencia
que convulsionaba su Imperio, Constantino había citado
al Concilio de Nicea -325- ya que la paz estaba
amenazada por esa contienda doctrinal,. En ese Concilio
fue reivindicada la fe de los apóstoles aunque la herejía
arriana pervivió en los pueblos germánicos que habían
sido ‘evangelizados’ por Ulfilas que era arriano y
adoptando así esta versión deturpada del cristianismo
casi como un elemento de identidad nacional difícil de
abandonar. Y esto complicaba la convivencia y unión
del reino visigodo ya que la antigua población
hispanorromana era fervientemente católica y constituía
la mayoría de la población. Antes de la conversión de
Recaredo su hermano Hermenegildo fue asesinado por
no aceptar la eucaristía lo que nos dice que esa división
violenta había llegado a la propia casa real. De modo
que la conversión solemne de Recaredo –seguida de
toda la nobleza visigoda- al catolicismo fue un hecho
que impactó el destino de Hispania y del mundo al
unificar a los godos –clase gobernante- con los
hispanorromanos –los gobernados- en un solo pueblo lo
que tuvo el efecto aglutinador indispensable para la
posterior epopeya de la Reconquista y aun la conquista
de América. Ambas cosas no hubieran sido posibles sin
esa previa conversión de los godos al catolicismo.
40
5
el juego de desobediencias
de Israel y Judá
En el capitulo anterior analizamos brevemente la
incursión en las Naciones de la parte de ISRAEL
desterrada con olvido de sus raíces israelitas.
Digamos algo ahora sobre la parte que ha sido hasta
hoy referencia de todo el ISRAEL nacido en las faldas
del Sinaí. Esta parte visible, que volvió a su tierra
luego del exilio babilónico, son los judíos. Ellos han
sido los celosos guardianes de los oráculos de
YaHWéH (Rom 3, 2) ¡Gracias a Dios/Elohim por eso!
Pero paradójicamente fueron “endurecidos” en su
entendimiento para no reconocer -como pueblo- al
Mesías/Mashíaj –la Palabra de Dios Elohim (Ju 1, 1)-
cuando este se manifestó como Siervo Sufriente, un
perfil muy diferente al del Libertador que esperaban.
Y, siguiendo con la paradoja, la parte invisible o en
misterio de ISRAEL, o sea, los “hijos de Israel/casa de
Israel/tribus de Jacob” desterrados en las Naciones de
los que hablamos en el capitulo anterior –que en
adelante llamaremos solo “casa de Israel”-, o un
remanente escogido de ellos, tuvieron oídos abiertos
mediante el Espíritu Santo para recibir el Anuncio
predicado por los enviados/apóstoles. Y aquellos que
lo recibieron, fueron transformados/convertidos y
bautizados se congregaron/congregan en las
“iglesias de Cristo” distribuidas por los “cuatro
vientos” de la tierra, especialmente en los países de la
cristiandad. Y a este remanente indiferenciado de las
41
Naciones pero que son en su mayoría israelitas
gentilizados mezclados con diversos pueblos, el
apóstol Pablo los llama “plenitud de los gentiles”. Así
leemos en Romanos 11, 25-26:
"No quiero, hermanos,
que ignoréis este misterio,
para que no seáis arrogantes
en cuanto a vosotros mismo:
el endurecimiento de una parte de Israel
durará hasta que haya entrado
la plenitud de los gentiles.
Luego todo Israel será salvo"
De modo que cuando en el inicio del evangelio de
Juan se hace referencia a “los suyos” (Ju 1, 11)
refiriéndose a los que le dieron la espalda al
Verbo/Hijo de Dios/Elohim sabemos ahora que se
refiere solo una parte de ISRAEL aunque ciertamente
aquella por intermedio de la cual vendría el
Mesías/Mashíaj –Leon de Judá- y por eso quizás se
dice: “vino a los suyos”. Pero la paradoja a la que
nos referimos es que en aquellos días fue la parte
“endurecida” y el propio Jesús/Yeshua lo afirma
citando a Isaías:
"Cegó los ojos de ellos
y endureció su corazón,
para que no vean con los ojos,
ni entiendan con el corazón,
ni se conviertan, y yo los sane".
42
Lo que es reiterado por Pablo en Romanos 11, 8:
"...como está escrito:
--Dios les dio espíritu insensible,
ojos que no vean y oídos que no oigan..."
¿Cómo podrían entonces aceptar la Palabra aquellos
que tenían los ojos y oídos cegados por YaHWéH?
Es que Dios/Elohim endurece a quien quiere y
ablanda a quien Su Misericordia y Propósito indica
(Rom 9, 18). Este es otro misterio que no debemos
olvidar y forma parte de Sus recursos para encauzar
la Historia, aunque nos parezca extraño. Por eso el
apóstol Pablo dice a los ‘gentiles’ creyentes, dentro
de los cuales él sabía que estaba la semilla de
Abraham:
"No quiero, hermanos,
que ignoréis este misterio,
para que no seáis arrogantes”
Romanos 11, 25
Esto es, nos advierte a los cristianos para que no
ignoremos el misterio del “endurecimiento” del
pueblo judío considerándonos superiores por haber
recibido y entendido la Palabra del evangelio. Este
sería un proceder “arrogante” nos dice Pablo. Y
debemos asimismo comprender que este tropiezo de
los judíos como pueblo fue necesario, es decir,
providencia divina, para que el evangelio alcanzara
a la “casa de Israel” gentilizada y a los gentiles como
se dice en Romanos 11, 11:
43
"Ahora pregunto: ¿Será que los judíos,
al tropezar, cayeron por completo?
¡De ninguna manera!
Al contrario, al desobedecer los judíos,
los otros han podido alcanzar
la salvación...”
¡Gracias por la desobediencia de los judíos! deberíamos
exclamar los cristianos según esta revelación. Lo cual
es un llamado de alerta a las “iglesias de Cristo”. No a
las de hoy en que los judíos son amados y
respetados, sino de épocas de tinieblas –aunque en
otros sentidos de luces- que quedaron atrás.
Digámoslo de nuevo: ¡estaba dentro de los planes de
Dios/Elohim que los judíos rechazaran en principio la
Palabra/Verbo de Dios/Elohim!
Y se nos dice en Romanos 11, 25-26 que cuando todo el
remanente salvo de los israelitas gentilizados junto a
los gentiles que hayan recibido la Palabra -la
"plenitud de los gentiles"- entren en el nuevo Pacto con
YaHWéH (ver Isa 59, 20-21) vendrá un Libertador de
Sion para “todo Israel” y no solo la parte que estaba
presente en Judea en Su primera manifestación, o
solo la desterrada que recibió el evangelio. Leámoslo
en esta traducción:
"... les explicaré un secreto...: parte de Israel se ha
puesto terca, pero sólo hasta que se complete el
número de los que no son judíos que llegue a
Cristo. Y así todo Israel se salvará..."Un
libertador vendrá de Sión, y quitará todo el mal de
la familia de Jacob" (Palabra de Dios para Todos)
44
Esto es, cuando todo el remanente de los “no judíos”
-la “plenitud de los gentiles”- entre en un Nuevo Pacto
con YaHWéH ya que el primero fue invalidado (Jer
31, 31-32; Heb 8, 7-10) entonces se producirá un
hecho portentoso y vendrá el Libertador en tiempos
de tinieblas y oscuridad y salvara a “todo Israel”–
siempre se refiere a un remante de la inmensa prole
de Abraham tan numerosa “como las estrellas del cielo
y las arenas de mar”, es decir incontable-. Esto está
relacionado con el Éxodo Mayor de ISRAEL que
transportara primero el trigo de las iglesias de Cristo
a las bodas celestiales del Cordero y luego una Sion
transfigurada por Su Gloria –Sion en Gloria-. Y ese
día está cercano.
^^^
Ahora bien, el apóstol Pablo, hablando a los
creyentes “gentiles”, explica así magistralmente el
juego de desobediencias alternado entre “Judá” e
“Israel” que YaHWéH planeó como para incluir a
todas las Naciones en Su Plan Redentor:
"vosotros erais, en otro tiempo,
desobedientes a Dios, pero ahora
habéis alcanzado misericordia
por la desobediencia de ellos,
así también estos ahora
han sido desobedientes,
para que por la misericordia
concedida a vosotros,
ellos también alcancen misericordia"
Romanos 11, 30-31
45
Y concluye este medular argumento de una forma
sorprendente:
"Porque Dios sujetó a todos por igual
a la desobediencia, con el fin de tener
compasión de todos por igual"
Romanos 11, 32
De nuevo lo que señalamos antes: por se
desobediencia la “casa de Israel” fue esparcida y
mezclada con todas las Naciones pero por la
desobediencia de los judíos nos alcanzo la
Misericordia y el perdón –la Palabra del evangelio-
que ahora por su vez podemos transmitir a ellos ya
que experimentamos esa Misericordia y tenemos la
revelación completa de YaHWéH. Y a continuación
el apóstol explota en una alabanza:
¡Qué grande es la riqueza, la sabiduría y el
conocimiento de Dios! ¡Es realmente imposible
para nosotros entender sus decisiones y sus
camino
Y no es para menos. Es a partir de estas cosas que
entendemos el interés de los celtas –“casa de Israel”
mezclada con pueblos jafeítas, los pueblos de la
primera oleada- por dibujar árboles con sus raíces. Es
que su inconsciente colectivo como pueblo les decía
que había olvidando algo . Las ramas visibles de los
árboles que los cautivaban eran importantes, paro
para ellos sus raíces no podían ser olvidadas. Y así lo
expresaron en encantadores dibujos.
46
Estas raíces expuestas de los árboles son la huella de
las raíces israelitas olvidadas debido a la amnesia
inducida por YaHWéH en castigo por su rebeldía. Y
prueban que el evangelio no es un nenúfar. Cuando
el velo que le fuera impuesto a la “casa de Israel” se
le quite (Isaías 25, 7) recordará su pasado y anhelará
volver a celebrar las fiestas de ISRAEL. Hoy esto está
sucediendo en algunas iglesias de Cristo pero todavía
no está completamente maduro el tiempo y esos
pasos balbuceantes son solo una pálida sombra de lo
que sucederá en la Sión en Gloria venidera cuando el
“Tabernáculo de David” sea restaurado y se manifieste
en todo su esplendor el ISRAEL DE DIOS/JEZREEL.
↜∞↝
47
6
las profecías de Oseas y Amos
Repasemos en el final de esta primera parte los
acentos básicos del Plan del Guía de la Historia que
conduce a la Redención de las Naciones:
↬el destierro entre las Naciones de una parte de
ISRAEL, la más prolifera y bendecida;
↬su “mezcla” (Ose 7, 8) con todas ellas sin que
esta parte desterrada tenga recuerdo de sus
raíces israelitas (Os 2, 11; Am 9,9);
↬la predicación a las Naciones en la plenitud de
los tiempos del evangelio del Reino cuyo
fundamento es el sacrificio expiatorio del Hijo de
Dios/Elohim encarnado –Jesús/Yeshua- para
perdón de los pecados del pueblo desterrado
por su rebeldía y de todos (Hech 10, 36;
↬ quienes recibieron/reciben la Palabra de
Perdón del evangelio -un remanente santo de la
“casa de Israel” gentilizada y de los gentiles-
fueron/son bautizados y congregarlos en las
“iglesias de Cristo”;
↬ y ese remanente santo será retornado al final
de los tiempos a la Sión en Gloria venidera para
restaurar de el reino davídico o “Tabernáculo de
48
David” (Am 9,11), centro del mundo
venidero/athid lavo, integrado ahora por gentes
de todas las naciones según leemos en
Apocalipsis 5,9:
“porque tú fuiste inmolado,
y con tu sangre nos has redimido para Dios,
de todo linaje, lengua, pueblo y nación”
Y también en Isaías 56, 6-7:
"Y a los hijos de los extranjeros
que sigan a YaHWéH...
y abracen mi pacto... yo
los llevaré a mi santo monte...”
En donde es destacable subrayar que la
creación de la nación santa de ISRAEL, de los
lomos de Abraham y Sara, fue el instrumento de
YaHWéH para llevar adelante Su Plan de
Redención de todos los hombres luego de la
amarga frustración de la experiencia de
autogobierno abortada mediante el Diluvio. El
Sacrificio expiatorio del Mesías/Mashíaj de
ISRAEL y la mezcla de la simiente de Abraham
con todas las Naciones abrió el camino de
pertenencia a la Nación Santa para todos los
hombres. Y así pasamos de ISRAEL, el pueblo
levantado en las faldas del monte Sinaí, a
JEZREEL/ISRAEL DE DIOS el Pueblo del
Monte Sion, que es la Nación del milenio que
restaurará el “Tabernáculo caído de David”.
49
Veamos los preanuncios del evangelio en las profecías
de Oseas y Amos:
↬ el drama profético del matrimonio de Oseas
El capítulo primero de Oseas profetiza en forma de
drama conyugal la excomunión/divorcio y
destierro del apostata ‘Efraín’ –otro nombre para
“hijos de Israel/casa de Israel/tribus de Jacob”-
ejemplificándolo con el matrimonio de Su profeta
con la prostituta Gomer (v. 2), los nombres de los
hijos impuros que tendrá con ella (v. 4-9) , y el
posterior rompimiento de ese matrimonio (Os 2,
2). Pero inmediatamente anuncia que seguirá a su
ex esposa prostituta al desierto y le hablará al
corazón (Os 2, 14) para luego restaurarla como
esposa fiel. Este es el drama profético que cubre todo
el planteo del evangelio a las Naciones a partir de
un ejemplo simple -aunque doloroso para Su
profeta como lo es para Sí Mismo- . Leamos algo
obre ese explicito Plan:
"La castigaré por todas las ocasiones en que
quemaba incienso a las imágenes de Baal...
olvidándose de mí por completo»... Pero luego
volveré a conquistarla. La llevaré al desierto y allí
le hablaré tiernamente... Al llegar ese día me
llamarás “esposo mío” en vez de “baal mio”
Oseas 2, 13-16
50
Y el próximo paso es el nuevo casamiento con la
prostituta restaurada -que ejemplifica las Bodas
del Cordero-. Y se dice:
"Te desposaré conmigo para siempre; te desposaré
conmigo en justicia, juicio, benignidad y
misericordia. Te desposaré conmigo en fidelidad”
Oseas 2, 19-20
Que resume las Palabras que nos dirá el Señor en
el nuevo casamiento celestial, luego de que Sus
ángeles nos recojan de los “cuatro vientos” de la
tierra (Mat 24, 31), para concurrir a una
ceremonia que no existen palabras que la
describan por su hermosura y esplendor. Allí
tomará de nuevo por Esposa a un remanente fiel
de la descendencia del reino infiel de
Israel(Efraín). Esto somos nosotros el pueblo
cristiano: ahora Novia del Cordero pero pronto
futura Esposa restaurada de YaHWéH en las
Bodas Celestiales del Cordero.
↬ el retorno de los “hijos del Dios viviente”
Y en el capítulo primero, luego de los nombres
proféticos a los “hijos de prostitución”, se profetiza
también el retorno de los “hijos del Dios viviente”
rescatados del desierto de las Naciones que llegan
a Sión –y que en Isaías 54, 1 son llamados “hijos de
la desamparada”-:
51
"Con todo, el número de los hijos de Israel será
como la arena del mar... Y en el lugar donde se les
dijo: "Vosotros no sois mi pueblo" –el nombre de uno
de los hijos de Oseas con Gomer- se les dirá: “Sois hijos
del Dios viviente"(Oseas 1, 10)
Y también:
"Entonces la tierra responderá a los clamores
sedientos del grano, de las vides y de los olivos. Y
ellos a su vez responderán: “Jezreel”, que significa
“¡Dios siembra!”. En ese tiempo yo sembraré una
cosecha de israelitas y los haré crecer para mí"
(Oseas 2, 22-23)
Lea de nuevo estimado lector, dice: “yo sembraré
una cosecha de israelitas y los haré crecer para mí". Se
está refiriendo a los cristianos, perdonados y
restaurados por la “pura gracia” de YaHWéH (Os
14, 4), el remanente de Israel que volverá a Sion
como ISRAEL DE DIOS/JEZREEL en el athid lavo.
↬el Tabernáculo de David restaurado:
Y partir del Perdón y nuevo matrimonio celestial
un remanente de la descendencia del que fue
pueblo rebelde/Efraín, hoy contenido en las
“iglesias de Cristo”, podrá retornar a Sión como
Esposa restaurada, santa y fiel, de YaHWéH. Y la
otrora “desamparada” traerá consigo una prole de
redimidos nacidos en el destierro/desierto de las
Naciones a una Sión transmutada por Su Gloria y
52
‘sorprendida’. Porque serán tantos los que
vendrán que tendrá que mover las estacas de su
tienda para contenerlos (Isa 54, 1-3). Y el Pueblo
Santo/Esposa será cubierto por un dosel de Gloria
(Isa 4, 5) que es símbolo del matrimonio entre el
Cielo y la tierra. Serán días en que YaHWéH
morará en forma definitiva y presencial con Su
Pueblo y atraerá las Naciones hacia sí:
“Ese día la raíz de Isaí se levantará
como una señal para los pueblos;
las naciones lo buscarán
y el lugar donde él viva será glorioso”
Isaías 11, 9-10
Esto será la restauración del “Tabernáculo de
David” profetizada por Amos que también
menciona Jacobo en el cierre del primer concilio
de Jerusalem al hablar de la evangelización de
los “gentiles” (Am 9, 11; Hech 15, 16-18). Hay
entonces un episodio final bienaventurado para la
Historia de las Naciones en donde veremos los
sazonados frutos del recio árbol/Propósito del
que hablamos en el primer capítulo. Esta Sión en
Gloria venidera, morada de Dios y de Su Pueblo,
es el “reino sempiterno” prometido a Abraham y
su descendencia y es llamado en los evangelios
“reino de los Cielos” o “Reino de Dios” y aún
"Reino de ISRAEL" (Hech 1, 6).
^^^
53
Vemos en todo lo expuesto la concordancia entre las
profecías Oseas y Amos y el contexto del evangelio.
Oseas es el libro más citado en el Nuevo Testamento
junto a referencias implícitas y explícitas a Isaías y
Jeremías estableciendo así una relación evidente entre
el Nuevo Pacto y las profecías sobre el retorno de un
remanente de Israel(Efraín) a la tierra de donde
fueron echados tal como son anunciadas en el AT.
De modo que la predicación del evangelio no es un
precioso nenúfar que solo toca con delgadas
radículas el pasado de ISRAEL, sino parte de un recio
tronco que hunde sus poderosas raíces en toda la
Historia de ISRAEL y las Naciones. Es el último acto
del Pulso de YaHWéH para ejecutar Su Plan de
Redención para todos los hombres de buena voluntad,
definido desde antes de la fundación del mundo. Los
anuncios de YaHWéH son muy confiables, sin duda,
para discernir el futuro.
↜∞↝
54
Segunda parte
55
7
el temor de Montesquieu
El Barón de Montesquieu (1689–1775) fue el
pensador de la Ilustración más influyente en la
concepción del sistema democrático liberal que hoy
es paradigma universal para la organización de un
Estado. Era francés, pero sus ideas eran amadas en
Inglaterra y leídas con devoción patriótica por los
padres fundadores de los Estados Unidos. Y se
impusieron casi como un dogma en todo el mundo.
Aún hoy son una línea roja que no se puede cruzar. A
nosotros se nos enseño desde la escuela lo esencial
de su pensamiento: para garantizar la libertad, un
Estado debe organizarse en torno a tres poderes -
ejecutivo, legislativo y judicial- separados e
independientes, de modo que cada uno sirva de
contrapeso a los otros. Una de las máximas de
Montesquieu reza: "El gobierno debería establecerse
de modo que ningún hombre pueda temer a otro".
Pero su pensamiento fue un poco más complejo que
esto, y, en contra lo que se cree, su paradigma no era
la república, sino la monarquía constitucional. ¿Por
qué? Pues una de sus ideas fundamentales era que
la república se fundamenta en la virtud de sus
ciudadanos. Y descubrió luego de extensos estudios
corroborados por minuciosas observaciones que
este presupuesto imprescindible –la virtud de los
ciudadanos- se corrompe con facilidad y provoca que
56
la república se transforme en una caricatura del buen
gobierno cuya fórmula él aspirada encontrar. Y
advertía otro enemigo para la república: el
crecimiento de la población. Según su pensamiento la
república por su propia naturaleza requería una
implicación profunda de los ciudadanos en la
elección de sus representantes, a los que debía de
sentirse próximo, y esto solo podía suceder en
poblaciones pequeñas o acotadas. Y por esta razón
pensaba que esta sistema de gobierno dependía de
condiciones muy inestables y entonces -para
Montesquieu- la monarquía constitucional tenía la
ventaja de quitar a los ciudadanos el peso de la
práctica constante de la virtud –esto es, la búsqueda
del interés público por encima del particular, según
su concepción- en lo que respecta a la elección del
principal cargo de gobierno. Y al abdicar del derecho
de elección a favor de un monarca en el que
depositaba su confianza para promover leyes justas y
sabias y llevar adelante los temas del país liberaba
tiempo para atender sus problemas particulares.
Pero había un contrapeso al poder del rey –concepto
también constante en su pensamiento- ya que
estaban las leyes generales, la constitución y demás
normativas del Estado a las que este rey debía de
someterse como uno más, además del escrutinio y
corresponsabilidad de las cámaras legislativas cuyos
miembros sí eran electos por voto individual de los
ciudadanos. Un ejemplo de este sistema monárquico
constitucional que a Montesquieu le parecía más
práctico que la república estaría explicitado en el
juramento de los reyes de Aragón ante Dios, el
Justicia y las Cortes bajo la fórmula:
57
“Nos, que cada uno de nosotros somos igual
que vos y todos juntos más que vos, te hacemos
Rey si cumples nuestros fueros y los haces
cumplir, si no, no”.
Ahora bien, según los presupuestos antedichos
¿existen hoy condiciones para la democracia liberal o
la república? El crecimiento de la población y el
decaimiento de la virtud ciudadana parecen
contestar que no. Por otra parte, su obra cúspide “El
espíritu de las leyes” fue escrita en 1748 y muchas
cosas son radicalmente diferentes hoy.
Veamos otro perfil más cercano a estas líneas:
cuando Montesquieu buscaba las claves para
estructurar un estado que fuera ajeno al régimen
monárquico despótico -el Ancien régime– dicen que
encontró su inspiración en Isaías 33, 22:
"Porque YaHWéH es nuestro juez,
YaHWéH es nuestro legislador,
YaHWéH es nuestro Rey,
él mismo nos salvará"
Y a partir de este pasaje discernió cuales podrían ser
las columnas básicas de la organización de un Estado.
“Todo estaría perdido si el mismo hombre…
ejerciese estos tres poderes: el de hacer las leyes,
el de ejecutar las resoluciones públicas y el de
juzgar los delitos o las diferencias de los
particulares" (El Espíritu de las leyes)
58
Hoy estas afirmaciones nos parecen obvias pero en
su momento, cuando se buscaba una fórmula
duradera para sustituir el Ancien régime y su sistema
de monarquía absolutista al que se atribuía
fundamento divino, se estaba comenzando de cero.
Eran días agitados en la búsqueda de un nuevo
paradigma que tuviera bases de tal modo firmes y
convincentes que pudiera darse la vida en su defensa.
Y el sistema de contrapesos definido por Montesquieu
–o que él puso de relevancia en forma brillante-
galvanizó el pensamiento de la época pareciéndoles
a todos un modelo con los fundamentos apropiados
para edificar un mundo nuevo en donde la libertad
personal estuviese garantizada. Y sin detenerse a
meditar sobre el temor de Montesquieu por el peligro
del decaimiento de la virtud ciudadana, sus
contemporáneos y aquellos de las generaciones
siguientes influidos por sus escritos, cerraron filas en
torno a este modelo de gobierno que imaginaron
eterno por su intrínseca consistencia racional y
moral.
Y así la democracia liberal –o la república- se
impusieron como lo definitivo y aún hoy sus
paradigmas están vigentes, aunque es fácil
demostrar que en sus escasas dos centurias de vida -
y un poco más en algunos casos- se han producido
muchos tropezones, grietas y pausas, que han
complicado y atorado su funcionamiento efectivo, en
parte debido a las razones que adelantó el propio
Montesquieu.
^^^
59
En ‘Las Cartas Persas’, que fue su primer libro,
Montesquieu ilustra su pensamiento en forma
dinámica en la ‘Fábula de los Trogloditas’ y vale
recordarla brevemente. En ella unos seres apartados
del mundo –los trogloditas- experimentan con
distintos modos de autogobernarse. Y luego de probar
con uno fundamentado en el individualismo más
craso, esto es, el predominio absoluto del interés propio
sobre el interés público o ajeno, que casi los lleva a su
eutoextinción deben volver a comenzar ¿pero cómo lo
harían ya que habían quedado solo unos pocos y en
torno a que ideas reordenar de nuevo su existencia?
Y entonces descubren un pequeño grupo que se había
apartado del conjunto en el comienzo de esa
experiencia suicida y que parecía feliz viviendo
según normas opuestas, es decir de acuerdo a un
sistema consensuado en que el bien común prevalecía
sobre el particular. Y a partir de este pequeño grupo
recomienzan. Y si bien el nuevo orden tiene un éxito
destacable y todos pueden ejercer, dentro de ese
marco, una libertad efectiva y respetada, al cabo de un
tiempo también fracasa ¿porqué?, pues por el hecho
comprobado de que la virtud ciudadana es una mochila
demasiado pesada de llevar, según el pensamiento de
Montesquieu, y entonces buscan y encuentran a un
anciano sabio al que le piden que acepte ser su rey.
Este accede luego de muchas reticencias no sin antes
decirles:
“¡Oh día desventurado!, ¿por qué he vivido yo
tanto?” “Bien veo, trogloditas, que ya empieza a
seros pesada vuestra virtud.
60
Este es el continuo temor de Montesquieu: el precoz
decaimiento de la virtud en el ciudadano común, sin la
cual es imposible edificar y garantizar un buen
gobierno. Pero, claro, esto hoy no se recuerda.
↜∞↝
61
8
la Virtud imperecedera
¿Pero acaso el sistema de gobierno al que se refiere
Isaías 33, 22 es el de una democracia liberal? ¿Se
menciona allí a un Estado con tres poderes separados
e independientes? no, allí se afirma exactamente lo
contrario: en el estado eterno de la Historia –el reino
mesiánico- UNO será Quien ocupe esos ‘tres
poderes’: YaHWéH TSIDKENU, el Dios/Elohim de
Abraham. Y algo más: Montesquieu promovía la
separación de la Iglesia y el Estado, o, por lo menos,
la libertad de cultos. Esto se imponía como algo
necesario en un sistema de factura humana para
asegurar que no hubiera coerción espiritual y que la
libertad individual alcanzara también esta dimensión
de la vida del ciudadano. Pero en el reino mesiánico el
Rey será también Sumo Sacerdote y tanto es esto
cierto que Su trono no estará en un palacio, sino en
un Templo:
“El edificará el templo de YaHWéH…
y se sentará y dominará en su trono,
y habrá sacerdote a su lado;
y consejo de paz habrá entre ambos”
Zacarías 6, 13
Y estas son las antípodas del lugar en donde
frecuentemente congelamos el pensamiento de
Montesquieu. Aunque véase que Él buscaba un
62
gobierno que asegurara que los hombres no se
hicieran daño unos a otros –como citamos antes-.
Pues bien, esto está dicho en Isaías 11, 9 con
referencia al reino mesiánico:
"No harán mal ni dañarán...
porque la tierra será llena
del conocimiento de YaHWéH,
como las aguas cubren el mar"
Isaías 11, 9
¿Percibe el lector la relación causal entre el principio y
el fin de este pasaje?: “no habrá nadie que haga mal ni
daño”, se dice ¿y cuál es la razón para que este
escurridizo objeto del deseo humano de todos los
tiempos se cumpla?: “porque la tierra será llena del
conocimiento de YaHWéH”. Este es el único
fundamento de una Paz y felicidad duradera: un
conocimiento que no será administrado por hombres
sino por la Gloria de Dios/Elohim que hablará
directamente a corazones que fueron regenerados por
el Espíritu Santo cuando estaban en la carne y que en
esos beatíficos días con más razón escucharán Su
“apacible voz” ya que latirán en cuerpos glorificados
y no habrá velos que se interpongan con el Consejo
de YaHWéH.
^^^
Nos hemos detenido en el análisis de los
fundamentos de la democracia liberal, según el
pensamiento de uno de sus teóricos más influyente,
porque sus dogmas fundacionales son el corsé que
63
obstaculiza imaginar el futuro viéndolo desde
parámetros que hoy parecen intocables. Recordemos
que también los fundamentos del Ancien régime se
creían eternos. Y quien los subvirtiera se colocaba
fuera de la sana razón y del pensamiento
políticamente correcto de aquellos días. Pero
meditemos en lo que dice 2 Pedro 1, 11 sobre las
credenciales que hay que exhibir para entrar en el
reino venidero:
“De esta manera os será otorgada amplia y generosa
entrada en el reino eterno de nuestro Señor y
Salvador Jesucristo”.
¿Y que es lo que otorga “amplia y generosa” entrada al
reino venidero según lo proclama el evangelio? Pues,
si leemos un poco antes, lo sabemos: “todas las cosas
referentes a la vida y la piedad” comenzando por la
Virtud. Pero la Virtud que aquí se hace referencia no
es la virtud que viene del hombre y su conciencia
contaminada sino la que desciende de lo Alto
¿Percibe el lector como estamos en una espiral
ascendente considerando el propio pensamiento de
Montesquieu? Para entrar en el reino venidero es
fundamental la Virtud, solo que esta vez ella no se
va a cargar como una pesada mochila –según el
decir del anciano virtuoso del cuento de los
mencionado- sino que viene de lo Alto. Y por eso no
decae, sino que permanece inmutable. ¡Es la panacea
para asegurar un buen gobierno según el pensamiento de
Montesquieu ya que elimina el temor sobre el cual él
advertía prudentemente! La Virtud venidera no
depende de nuestro esfuerzo sino de nuestra
decisión de revestirnos de ella a partir del momento
64
en que, por propia voluntad, entreguemos nuestro
corazón al Dios/Elohim de Abraham. Los cristianos
debemos esperamos que nuestro cuerpo corrupto se
revista de incorrupción (2 Cor 5, 2-4). De hecho, el
remanente que YaHWéH levantará para establecer el
reino venidero es similar –conceptualmente- al pequeño
grupo a partir del cual pudieron rehacerse de la
autoextinción adonde los llevo el modelo de gobierno
de individualismo extremo a los trogloditas de la fábula
de las ‘Cartas Persas’.
En Isaías 33, 22 –el mismo capítulo del versículo
inspirador que Montesquieu leyó a la inversa- se nos
dice:
“Será ensalzado YaHWéH,
el cual mora en las alturas:
llenó á Sión de juicio y de justicia”.
Isaías 33:5
El juicio y justicia venideros vendrán de lo Alto. Y en
Isaías 62, 2 vemos el efecto de este gozoso modelo de
gobierno venidero en todas las Naciones:
"Entonces verán las naciones tu justicia
y todos los reyes tu gloria”
Creemos que pronto los dogmas fundacionales de la
democracia liberal serán sustituidos por los del
Reino. La virtud, por la Virtud.
↜∞↝
65
9
en los pies de barro
En el capítulo segundo del libro de Daniel se relata un
sueño de Nabucodonosor y su interpretación por
parte del profeta luego de que los sabios y astrólogos
de la corte se confesaran incapaces de hacerlo.
Recordemos: se trataba de una estatua en donde “la
cabeza era de oro puro; el pecho y los brazos, de plata; el
vientre y los muslos, de bronce; las piernas, de hierro; y
una parte de los pies era de hierro, y la otra de barro” (ver.
32-33). Y terminaba así:
"...de un monte se desprendió una piedra...
y vino a dar contra los pies... y los destrozó...
la piedra que dio contra la estatua se convirtió
en una gran montaña que ocupó toda la tierra.”
(Daniel 2, 34 -35)
La estatua era una representación de todos los reinos
de la tierra a partir de Nabucodonosor –los que
gravitaron sobre ISRAEL- y la interpretación que
hizo el profeta Daniel del pasaje en que la piedra
golpeó los pies y la desmenuzó fue la siguiente:
"Durante el gobierno de estos reyes, el Dios del cielo
establecerá un reino que jamás será destruido... y
durará para siempre" (Daniel 2, 44)
66
Esto quiere decir que el tiempo del autogobierno de
las naciones -el período que cuenta la estatua- va a
terminar abruptamente durante el período de los
reyes que están representados por los pies. Y se nos
dice que en su lugar aparecerá un Reino universal -
"una gran montaña"-.
+ ^^^
Ahora bien, la interpretación de cada una de las
partes de esta estatua que representan distintos
reinos/sistemas de gobierno es bien conocida. Y
podemos afirmar que estamos hoy en el sistema de
gobierno representado por los pies ya que es obvio
que transitamos angustiosamente los días postreros –y
por lo demás ninguna otra parte de la estatua cuadra
con nuestros días y en algún lado deben de estar
representados-. Y esta es la descripción que Daniel
hace de este postrero sistema de gobierno:
"Su Majestad veía que los pies y los dedos
de la estatua eran mitad hierro
y mitad barro cocido.
El hierro y el barro,
que Su Majestad vio mezclados,
significan que éste será...
medianamente fuerte
y medianamente débil"
Daniel 2, 41-42
Es decir, el profeta alude a una forma de gobierno en
que cohabitan autoridad y sedición, estabilidad y
desestabilización, fuerza y debilidad, alianzas y
rupturas, legalidad y corrupción, consenso y
67
disenso, esperanza y desencanto, todo lo cual es una
buena descripción de lo que hoy es la ‘democracia’.
Este sistema se demostró fuerte como el hierro
cuando enfrentó y venció a sistemas visceralmente
impíos como el nazismo o el comunismo –entre otros-.
Pero hoy parece minado por la debilidad y es cada
día más angustioso comprobar su dificultad para
cumplir con los objetivos elementales de una
sociedad: seguridad, educación, salud y empleo. Por
otra parte la propia definición de ‘democracia’ se ha
vuelto ambigua habiendo servido tanto para
denominar regímenes despóticos como gobiernos
bajo los cuales existe una libertad política efectiva.
De hecho Montesquieu nos advierte: "No existe
tiranía peor que la ejercida a la sombra de las leyes y con
apariencias de justicia”. ¿Muy apropiado para definir
muchas democracias postizas de nuestros días
verdad? Y la ‘democracia liberal’ es una doncella
sujeta a abusos ignominiosos. Los mecanismos de
elección están corrompidos por falsas noticias en
medios alternativos, por mediciones demoscópicas
sujetas a falsedad, y por dinero espurio. Todo lo cual
atenta contra su propia base de sustento que es el
votp.
Ahora bien, si observamos las diversas encuestas de
a nivel global, veremos que la democracia está
pasando ahora mismo por un agudo desencanto en
muchos países para los cuales, sin embargo, no
existen opciones mejores. El caso es que fuimos
llevados a creer que con el sistema democrático
alcanzábamos la cúspide de la concepción política, el
un sistema de gobierno perfecto que se autorregula y
autoperfecciona al que solo hay que darle tiempo
para experimentar sus benéficos frutos. Pero la
68
revelación nos dice todo lo contrario: hoy estamos en
los pies, no en la cúspide. Y el sistema de gobierno
que "durara para siempre" no es la ‘democracia’ sino
aquel representado por la piedra convertida en una
montaña que es el monte Sión.
Hubo un rey en ISRAEL que por un tiempo fue
padrón de sabiduría: Salomón, el hijo de David. Y
antes de comenzar a ejercer el gobierno le hizo este
pedido a YaHWéH:
“Concede...a tu siervo un corazón
que entienda para juzgar a tu pueblo
y discernir entre lo bueno y lo malo...”
Y Dios/Elohim le respondió:
“Porque has demandado esto,
y no pediste para ti muchos días,
ni...riquezas...sino que demandaste...
inteligencia para oír juicio,
voy a obrar conforme a tus palabras:
Te he dado un corazón sabio y entendido...”
(1 Reyes 3, 9-12)
Y mientras se mantuvo fiel su reinado fue ejemplar
uniendo prosperidad y justicia con Sabiduría de lo
Alto. Luego cayó en la infidelidad y todo se
desmoronó. Pero surge de la Palabra que el pilar de
un sistema de gobierno modelar es la Justicia y
Sabiduría que vienen de lo Alto (Mateo 6, 33).
69
En el Reino venidero, cuyo Gobernante será el Hijo
de David todo estará sujeto a una única Autoridad
que emanará del Monte Sión. Allí morará el Rey y
Sumo Sacerdote –- junto con Su pueblo que son
“reyes y sacerdotes para siempre” (Apo 1, 6; 5, 10; 20, 4)
e implementaran Su Consejo en las Naciones. Ydel
mismo modo que en la primera misión el Hijo -
Jesús/Yeshua- vino como Siervo con el nombre de
"Salvación de YaHWéH", ahora vendrá como Rey
Salvador/Justificador y Su nombre será: YaHWéH
Justicia Nuestra/ YaHWéH TSIDKENU (Jer 23, 6)
porque nos justifico mediante Su Sacrificio
expiatorio. Y porque traerá Justicia y Juicio de lo Alto
a la tierra. Él es la piedra que se volvió montaña, el
Monte Sion, y morará con Su pueblo para siempre.
+^^^
+
De este pasaje se concluye que para Dios/Elohim –
YaHWéH- todos los sistemas de gobierno humanos
tienen como cabeza a Babilonia. Y el Guía de la Historia
ordena al remanente que salga de ella:
+
“Yo fui quien los dispersó por todas las naciones,
pero ahora les ordeno que salgan ya de Babilonia
y regresen a Jerusalém… Yo soy el Dios de Israel,
y les ordeno que así lo hagan”
Zacarías 2:6
+
Y este es un pedido reiterado que se escucha en las
Escrituras -en Jeremías y Apocalipsis-: "salgan de
Babilonia" y significa que los justos debemos de pasar
de los sistemas de gobierno de este mundo. Esto es:
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no esperar de ellos soluciones definitivas porque no
pueden darlas. Y esto se deduce de muchos otros
pasajes, estar como si no estuviéramos, como invitados
amables pero de gesto ausente. Nosotros esperamos
a la "ciudad" que tiene cimientos celestiales (Heb 11,
10), y en este mundo ningún sistema nos representa.
Ni siquiera la democracia liberal que es el mejor de
todos porque permite la predicación del evangelio
sin restricciones. Vivamos en tiendas como Abraham,
Isaac y Jacob –figurativamente hablando- hasta que
la Ciudad celestial, que es el Reino, se manifieste.
Pero seamos testigos íntegros de Dios Elohim,
practicando la caridad y orando por las autoridades.
Y buenos ciudadanos aunque nuestra ciudadanía no
es de aquí, está en los cielos (Fil 3, 20).
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10
el Reino del Dios /Elohim
de Abraham, esperanza
para todos los hombres
Leemos en Malaquías 4, 5-6, el último versículo del
AT:
"Miren, les envío al profeta Elías
antes de que llegue el gran y terrible
día del Señor. Sus predicaciones harán
volver el corazón de los padres hacia
sus hijos y el corazón de los hijos
hacia sus padres”
Quiere decir que en los últimos días los “hijos” –la
descendencia de Israel/casa de Israel desterrada en las
Naciones- sabrán que pertenecen al recio tronco de
ISRAEL, y por su vez los patriarcas se ‘sorprenderán’
por los hijos que les han nacido en el desierto (Isa 54,
1). Lo que señala un evento que esta prestes a
ocurrir. ¡Vaya revelación conmovedora!
La cultura europea, fruto del cristianismo, impactó a
todo el planeta: América, África, Asia y Oceanía
¿cómo fue que desde ese pequeño conglomerado de
pueblos hubo una expansión que llegó hasta tan
lejanos destinos? No es posible comprender al
mundo sin los sucesos, ideas y creencias que se
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generaron en Europa. A consecuencia de ellos, por
acción o reacción, nacieron nuevas naciones en todas
las latitudes. Y estos –los europeos- fueron los
pueblos que con mayor entrega abrazaron en su
inicio la predicación de los enviados/apóstoles del
Mashíaj de ISRAEL –aunque en el caso de los pueblos
germánicos primero fueron alcanzados por una
versión menor como el arrianismo que sin embargo
mantenía en gran parte el armazón básico de las
Escrituras-. Ahora bien, es comprensible que los
árabes se convirtieran a la ‘fe’ de Mahoma, porque
éste era árabe. O los hindúes al hinduismo, porque su
panteísmo parece dar vida a su exuberante
geografía, o el budismo –más sofisticado- porque
Buda nació en esas tierras. O que los chinos profesen
el confusionismo o el taoísmo, porque Confucio y Lao
Tse fueron chinos. ¿Pero porque los pueblos
fundacionales de Europa declararon “Rey de reyes y
Señor de señores” al Mashíaj de ISRAEL siendo esta
una nación lejana y casi moribunda por ese
entonces? ¿No los convertía acaso esta confesión en
israelitas potenciales al hacerse vasallos del venidero
Rey de ISRAEL?
¿Y cómo las naciones cristianas alcanzaron su
invencible desarrollo tecnológico por encima de
todas las otras culturas? Leemos en Éxodo 31, 1-3:
"Luego el Señor le dijo a Moisés: «Mira, he escogido
específicamente a Bezalel… lo he llenado del Espíritu
de Dios y le he dado gran sabiduría, capacidad y
destreza en toda clase de artes manuales y oficios.
Éxodo 31, 1-3
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Según esto es apropiado decir que el Dios/Elohim
de ISRAEL les dio mediante Su Espíritu ese
conocimiento, es decir, le dio sabiduría, capacidad y
destreza en muchas materias por encima de todas las
Naciones (nota 1) Y por eso quizás no leamos
correctamente la Historia cuando constatamos el
ninguneo a que se somete por algunos a la fe que
arrulló a Europa en su temprana infancia. Leamos
las instrucciones de Jesús/Yeshua a sus doce
enviados/apóstoles:
"A estos doce envió Jesús,
y les dio instrucciones diciendo:
'Por camino de gentiles no vayáis,
y en ciudad de samaritanos no entréis,
sino id antes a las ovejas perdidas
de la casa de Israel' Y yendo, predicad...:
"el reino de los cielos se ha acercado".
Mateo 10, 5-7
Se percibe en ellas el urgente deseo del Maestro por
anunciar el advenimiento del Reino –y del Rey- a la
“casa de Israel” en el destierro. Y ya vimos que
cimerios -galos/celtas- y escitas -godos/germanos-
formaban parte de ese objetivo. Pero el apóstol Pablo
no estaba entre los doce que recibieron esas
instrucciones aunque más tarde fue elegido en el
camino a Damasco como “instrumento escogido” para
completar la encomienda al Siervo que consta en
Isaías 49, 6: “ser luz a las naciones” (Luc 2, 30-32). Pero
aun así conocía el cauce principal de la misión
apostólica según declaraciones ante el rey Agripa:
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"Y ahora, por la esperanza de la promesa
que hizo Dios a nuestros padres
soy llamado a juicio; promesa
cuyo cumplimiento esperan
que han de alcanzar
nuestras doce tribus”
Hechos 26, 6
Y en ellas vemos de pronto aparecer a las doce tribus
de ISRAEL y la Promesa a los patriarcas –“nuestros
padres”- como razón de la predicación del evangelio
y de sus cadenas. Está refiriéndose a la Promesa a
Abraham, Isaac y Jacob/Israel y su descendencia y
afirma implícitamente que ese es el fundamento del
evangelio ¿No cambia esta declaración del ‘apóstol a
los gentiles’ la perspectiva corriente del evangelio
introduciéndolo fuertemente en el contexto de la
Historia de ISRAEL cosa que generalmente no se
enseña con el necesario énfasis?
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YaHWéH no cambió entonces de Pueblo en el Nuevo
Pacto y Su Pueblo actual es descendencia de Jacob a la
que podemos sumar gentiles que abrieron su corazón
a la Palabra. De hecho en el ISRAEL que
deambulada por el desierto había también
extranjeros que decidieron unirse al pueblo de Jacob en
su huida. La Palabra dice que Dios/Elohim dio
Gracia a Israel (Ex 12, 36) en ese entonces, hasta para
que los egipcios los llenaran de riquezas, y con más
razón hoy. Dice el Salmo 47, 9-10:
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“Los príncipes de los pueblos se reunieron
como pueblo del Dios de Abraham,
porque de Dios son los escudos de la tierra.
¡Él es muy enaltecido!”
¡Léalo de nuevo estimado lector! Y en Isaías 9, 7 se
describe así el reinado universal del Mashíaj de
ISRAEL, YaHWéH TSIDKENU:
"Se sentará en el trono de David;
extenderá su poder real a todas partes
y la paz no se acabará;
su reinado quedará bien establecido,
... sus bases serán la justicia y el derecho…
Esto lo hará el ardiente amor
del Señor todopoderoso"
¿No es esto algo digno de anhelar? Todos pueden
hoy pertenecer al ISRAEL DE DIOS/JEZREEL
venidero mediante el arrepentimiento y el bautismo.
De hecho este es el Plan de Redención para toda
criatura acordado desde antes de la fundación del
mundo para todos los hombres. Y el Mashíaj de
ISRAEL, que firmó este Designio con Su Sangre, les
dice a todos: "arrepentíos, porque el reino de los cielos se
ha acercado" (Mat 3, 2).
Amen y amen
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nota 1) generalmente asumimos como bueno el argumento
de que el desarrollo tecnológico es algo que sucedió por
fuera de la fe cristiana y de la Iglesia a la que muchos
imaginan inmovilista (citando casi siempre el episodio
muy mal contado del encontronazo entre Galileo y el Papa
de la época). Pero esta oposición no es una verdad
histórica. El presupuesto de que el universo tiene un orden
intrínseco que solo puede venir de Dios es el fundamento
previo de todo saber científico y esto es un firme aporte del
cristianismo a la ciencia. Y no se dice habitualmente que
los avances tecnológicos y de ciencia teórica que dieron
fundamento a la civilización occidental fueron realizados
en universidades creadas e impulsadas por la Iglesia o por
personas de acendrada fe. Y es una constante que allí en
donde llegaron las misiones cristianas también llegó la
escritura y la lectura que es la tecnología de base para
construir el saber científico y permitir la acumulación de
conocimientos. Por lo demás la proeza tecnológica que
significa la construcción de un templo gótico –por ejemplo-
revela un espíritu inquieto que quiere ir siempre hasta el
límite y más allá y ese espíritu de avance convive con la
Iglesia. Y podríamos decir cosas similares en materia de
instituciones de salud vinculadas desde el principio con la
expansión de la fe cristiana, surgidas de la Caridad.
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Glosario
"Dios/Elohim" = "Dios" singular y "Elohim" plural,
confiesa a un único Dios en una pluralidad de personas –
Padre, Hijo y Espíritu Santo- como se nos revela en las
Escrituras.
"iglesias de Cristo" = nos referimos así a todas las
congregaciones o denominaciones que confiesan –y
confesaron- a Jesucristo/Yeshuahamashiaj como Hijo de
Dios/Elohim encarnado, verdadero Dios y verdadero
hombre, muerto para expiación de los pecados de Su
pueblo (Lucas 1, 68; 2, 10) y de todos, resucitado de entre
los muertos luego de descender al Hades/infierno y
ascendido a los cielos victorioso. De allí vendrá de nuevo
en Su Reino como Mesías/Mashíaj de ISRAEL, Juez y
Sumo Sacerdote, a morar en Sión. Esta expresión se usa
en Romanos 16, 16: “Os saludan todas las iglesias de Cristo” y
nuestro Señor en el inicio del Apocalipsis siempre se
refiere a “las iglesias” (en plural), así como en el final (Ap
22, 16). Aunque a veces usamos la expresión Iglesia (en
singular y mayúscula) para referirnos a la Apostólica
Romana.
"hijos de Israel/casa de Israel/tribus de Jacob” o “casa
de Israel” o “Efraín” = nos referimos así a la
descendencia desterrada del norteño ‘reino de Israel’,
capturada y exilada por el emperador asirio Sargón II en
el 722 a.C como lo había sido anunciado en las profecías
de Oseas y Amos. Fueron transportados a la región norte
y noreste del imperio asirio y desde allí, en el correr de
los siglos, migraron a todas las Naciones de la tierra en
completo olvido de sus fiestas solemnes y su
nacionalidad israelita. El texto profético llama a esta
descendencia unas veces "casa de Israel" y otras "hijos de
Israel", otras "Efraín", o “José”, o “Jacob” o “tiendas de
Jacob” o “tribus de Jacob”. Un ramillete de nombres que
confunden la interpretación si no conocemos el contexto.
“athid lavo” = mundo venidero, milenio
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“remanente” o "remanente de Israel" o “remanente de
Israel(Efrain)” = así se refiere la Escritura a aquellos
descendientes del norteño ‘reino de Israel’ que aceptaron
el evangelio del Reino/Salvación que les fue enviado
(Hech 10, 36) en tiempo oportuno durante los siglos de la
gracia y de este modo fueron lavados de la culpa de
rebeldía por la fe en la sangre del Cordero. A veces la
profecía se refiere a estos descendientes salvos del
norteño ‘reino de Israel’ llamándolos simplemente
“remanente” (p.e.: Isaías 10, 21-13; Jeremías 23, 3-4;
Romanos 9, 27-28) otras veces los llama "resto" (p.e.:
Miqueas 2, 12; Ezequiel 6, 8: Apocalipsis 12, 17). Queda claro
que “remanente de Israel” es igual a “redimidos”.
“ISRAEL” = todo con mayúscula se refiere al ISRAEL de
doce tribus nacido en las faldas del Sinaí -arquetípico del
reino davídico- que volverá a conformarse en el athid lavo
cuando se unan el remanente de Israel con un remanente
de Judá. Este será el día de JEZREEL (Os 1, 11) o la
restauración del “Tabernáculo caído de David” (Am 9, 11).
“ISRAEL DE DIOS” = se encuentra en Gálatas 6, 16 y lo
escribimos todo en mayúscula para referirnos al ISRAEL
reunificado del athid lavo, reunión de un remanente de
Israel con un remanente de Judá. El énfasis de esta
expresión es su referencia a las doce tribus de ISRAEL
redimidas, la “gran multitud que nadie podía contar” de
la que se habla en Apocalipsis 7, 9, cuyas primicias son
los 144.000 israelitas sellados que están “de pie” junto al
Cordero sobre el Monte Sión –el sitio en donde están los
justos de todos los siglos a la espera del retorno a Sión en
Gloria del mundo venidero/athid lavo (Ap 14, 1)-.
“JEZREEL” = SIEMBRA DE DIOS, el Pueblo Santo, el
ISRAEL redimido por la Palabra del evangelio que se
establece de nuevo en su tierra. Son el trigo de las iglesias
de Cristo ya separado de la cizaña. Las gavillas de la
gloriosa cosecha del evangelio a las naciones que viene
de las bodas celestiales del Cordero. Tiene el mismo
significado que ISRAEL DE DIOS.
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