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C LAVES PARA LA I NNOVACIÓN E DUCATIVA 18 Las tecnologías de la información y de la comunicación en la escuela E E L 2. a EDICIÓN

Las Tics en La Escuela

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18Las tecnologías de la información y de la comunicaciónen la escuela

EEL

2.aEDICIÓN

Las tecnologías de la información y de la comunicaciónen la escuela

ANSELM ALÀS / ANTONIO R. BARTOLOMÉ /FERNANDO BAUTISTA VIZCAÍNO / ISABEL CABANELLAS /

SILVIA ANDREA CONTÍN / JOSEP M. ESTEVE / MARIONA GRANÉ /MERCÈ IZQUIERDO / AVELINO PERPIÑÁN / ÀNGEL PRATS / NEUS SANMARTÍ

18CLAVES PARA LA INNOVACIÓN EDUCATIVA

Director de la colección: Francesc López Rodríguez

Selección de textos: Antònia Darnés

© Anselm Alàs / Antonio R. Bartolomé / Fernando Bautista Vizcaíno / Isabel Cabanellas /

Silvia Andrea Contín / Josep M. Esteve / Mariona Grané / Mercè Izquierdo / Avelino Perpiñán /

Àngel Prats / Neus Sanmartí

De esta edición:

© Editorial Laboratorio Educativo

Apartado 63050 Caracas 1067-A Venezuela

Tel.: 952 65 30 – 952 61 50 Fax: 952 65 30

e-mail: [email protected]

1.ª edición: noviembre 2002

© Editorial GRAÓ, de IRIF, S.L.

C/ Francesc Tàrrega, 32-34. 08027 Barcelona

e-mail: [email protected]

1.ª edición: noviembre 2002

2.ª edición: febrero 2006

ISBN 10: 84-7827-289-5

ISBN 13: 978-84-7827-289-1

Diseño de cubierta: Maria Tortajada Carenys

Impreso en España

D.L.: B-7993-2006 European Union

Printed by Publidisa

Índice

Introducción, F. López Rodríguez | 9

1. Sociedad del conocimiento, sociedad de la información, escuela, A.R. Bartolomé | 13El volumen de la información | 14. El modo como se codifica la información | 17. El modo como accedemos a la información | 19. Primer cambio: la toma de decisiones en el acceso a la información | 22. Segundo cambio: la integración de medios, multiplicidad de lenguajes | 24. Tercer cambio: cuatro características adicionales de la escuela | 25En broma y en serio | 27Nota | 29Referencias bibliográficas | 30

2. Cambio y conservación en la enseñanza de la ciencias ante las TIC, N. Sanmartí, M. Izquierdo | 31Las nuevas tecnologías y la «productividad» de la enseñanza | 32Aprender ciencias es aprender nuevas formas de mirar y de hablar | 33. A modo de ejemplo | 35. La alfabetización científica: algo más que saber repetir contenidos | 36. Las TIC ante las nuevas necesidades de la escuela del siglo XXI | 40¿Llegará un momento en que la escuela no será necesaria? | 43Referencias bibliográficas | 43

3. La tecnología para el uso y la creación de materiales curriculares en el aula, F. Bautista | 45Recursos tecnológicos | 45. Audio | 46. Vídeo | 47. Instrumentos electrónicos | 48Recursos tecnológicos con la computadora | 48. Audio | 48. Vídeo | 49. Multimedia | 49. La red | 50

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Para aquellos que se manejen más o menos con las tecnologías y quieran organizarse | 50. Proponer la idea y buscar a los entusiastas | 50. Formar a los entusiastas y a los que ya están enganchados | 50. Adquirir un equipamiento básico y sacarle partido lo antes posible | 51. Potenciar el material didáctico creado en el centro | 51. Invitar al resto de profesores a sumarse a la iniciativa | 51. Engancharse a Internet. Éste es el presente y el futuro | 51

Educación infantil y primaria

4. Las nuevas tecnologías en educación infantil, I. Cabanellas | 55Breves reflexiones sobre el tema | 55. ¿Aceptamos esta nueva forma de lenguajes? | 57. Dónde situar el problema: ¿en las capacidades de los niños

o en nuestros propios problemas? | 57. ¿Conocemos el alcance que pueden tener estos lenguajes

en la educación infantil? | 58. ¿Vivimos los nuevos lenguajes desde la forma como ellos se construyen

los significados? | 58. ¿Cómo se va a realizar la puesta en práctica de estos lenguajes

en el día a día escolar? | 59Bibliografía | 59

5. ¿Informática infantil? ¿Por qué una computadora en infantil?, M. Grané | 61¿Podemos aprender con una computadora? ¿Qué podemos aprender? | 63¿Qué tipos de programas utilizamos? | 65¿Qué pasa con la informática en infantil? | 66Notas | 67Referencias bibliográficas | 67

Educación secundaria

6. Taller de cuentos. La informática y los audiovisuales al servicio de la educación, A. Alàs, J.M. Esteve | 71Taller de cuentos | 73. Fase previa | 73. Hardware y software | 73. Realización del cuento en una hoja de papel | 75

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. Realización del cuento con la computadora | 76

. Montaje audiovisual | 76Adaptación | 78Valoración | 78

7. Internautas del idioma: ¿cómo desarrollar la competencia hipertextual en los adolescentes?, S.A. Contín | 79La era de la información | 79Internautas de la era de la información | 80Entre el texto y el hipertexto | 81. ¿Un nuevo concepto? | 81Hipertexto: enseñanza y aprendizaje | 83. Un encuentro pedagógico renovado | 84. Un vínculo diferente con la información | 85. Una oportunidad de trabajo interdisciplinario | 90. Una invitación al trabajo cooperativo | 90. Una ruta multimedia de acceso al conocimiento | 91. Un desafío espaciotemporal | 91. Un espacio para educar en la diversidad | 92Conclusiones | 92Referencias bibliográficas | 92

8. Las nuevas tecnologías y su implicación artística en la educación secundaria, A. Perpiñán | 93Entre la perversidad y la fascinación | 93La gestación de la imagen | 96Fascinación en la perversidad a modo de conclusión | 100Referencias bibliográficas | 102

9. El procesador de textos como soporte de aprendizaje en la educación secundaria, À. Prats | 103La informática como herramienta de aprendizaje | 103Mejora de la comprensión lectora | 104Mejora de la expresión escrita | 105La mediación como elemento clave | 107Efecto compensador, función integradora | 109Referencias bibliográficas | 109

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Introducción

Francesc López Rodríguez

Las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación estáncada vez más presentes en nuestra sociedad. Cada vez tenemos acceso amás prestaciones digamos «domésticas»: podemos adquirir productos decualquier estilo y gama, visitar museos y salas de exposición, asistir a vide-oconferencias, hablar con personas que están a miles de kilómetros... y todoello, entre otras aplicaciones, sin movernos de nuestro domicilio. Pero nosólo disponemos de esas aplicaciones. Desde hace un par de décadas oímoscon insistencia que hemos entrado en la era de la comunicación, que esta-mos en plena revolución de la información. Los expertos indican queactualmente, y gracias a la tecnología, se genera tal cantidad de informacióndisponible que en la práctica es imposible conocerla en su totalidad. Porotro lado está la manera de acceder a ella, ya que hoy en día es posible quedesde cualquier lugar del mundo, con un equipo básico y con un coste rela-tivamente económico, tengamos a nuestro alcance esa ingente información.

Si es cierta la máxima popular de que «quien tiene la información tie-ne el poder», podemos convenir en que estas nuevas tecnologías tienen unpotencial enorme; sin duda pueden contribuir a la democratización de esta«aldea global» que es el mundo, si esa información está al alcance de todos.Se trata de un bien que hay que compartir. Pero también se corre el riesgode mantener y acentuar las diferencias entre los llamados primer y tercermundo. Quizá lleguemos a sustituir el concepto de sociedades ricas y socie-dades pobres por el de pueblos tecnológicamente potentes y con facilidadpara acceder a la información y pueblos vicarios de los primeros para acce-der a la información y a la tecnología.

¿Y la escuela? ¿Qué implicaciones tiene para la escuela esta revolu-ción? ¿Las nuevas tecnologías han de ser instrumentos, herramientas deapoyo en la enseñanza y el aprendizaje? ¿O tienen suficiente corpus comopara no ser subsidiarias de ninguna didáctica y por ello tienen capacidad paracrear o generar su propia epistemología y su propia didáctica?

Los cambios en la escuela son, históricamente, mucho más lentos queen la sociedad. Por este motivo es comprensible (hasta cierto punto) laactual situación donde conviven, en el mejor de los casos, las nuevas tec-

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nologías con una didáctica que no les es propia. En cualquier caso, sea máslentamente o con mayor rapidez, las tecnologías de la información y de lacomunicación están entrando con fuerza en la escuela y con el tiempo vana dar un vuelco histórico a todo lo referente a la misma, desde el currículoy la didáctica hasta la organización y las relaciones personales entre losdiferentes agentes del acto educativo.

Con la idea de acercarnos a esta nueva realidad hemos seleccionadouna serie de artículos que combinando la reflexión desde la teoría y desdela práctica nos pueden ayudar a comprender y a aplicar dichas tecnologíasa las diferentes áreas del currículo escolar. Leeremos textos que propugnanun cambio total de la escuela y experiencias donde se aplican algunas deestas nuevas tecnologías.

Iniciamos la introducción con un extenso artículo de Antonio Bartolo-mé donde fundamenta claramente la necesidad del cambio total de la escue-la, desde el mismo concepto de enseñanza-aprendizaje en el aula hasta laformación del profesorado, pasando –por ejemplo– por reconceptualizar eltiempo y el espacio escolar.

Le sigue un texto de Neus Sanmartí y Mercè Izquierdo que ejempli-fican la manera de incorporar las nuevas tecnologías al área de las cien-cias a partir de la reflexión de la actividad escolar, el papel de loscontenidos, el papel del profesor o la profesora, la organización del gru-po-clase, etc.

Finalizamos este primer apartado con un texto de Fernando Bautistaque nos ejemplifica la utilidad de las nuevas tecnologías en el uso y la crea-ción de materiales en el área de música.

En el bloque de educación infantil y primaria encontramos a IsabelCabanellas que plantea las dudas que genera la incorporación de las nue-vas tecnologías en la etapa infantil, en la certeza de que los niños y las niñasde estas edades están perfectamente capacitados para incorporarse activa-mente a las nuevas tecnologías.

Le sigue un texto de Mariona Grané donde ensalza la convenienciadel uso de los ordenadores en las aulas y el tipo de programas que hayque utilizar.

A continuación, Anselm Alàs y Josep M. Esteve nos explican una inte-resante iniciativa llevada a cabo en el ciclo medio de primaria sobre la uti-lización conjunta de las nuevas tecnologías para realizar una experienciainterdisciplinar: el taller de cuentos.

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Sílvia A. Contín abre el bloque de educación secundaria con unasugestiva reflexión sobre el uso en esta etapa de una herramienta de las nue-vas tecnologías, el hipertexto, en el área de lengua.

A continuación Avelino Perpiñán analiza ecuánimemente las ventajasde incorporar las nuevas tecnologías, sobre todo el ordenador y progra-mas propios, al área de visual y plástica.

Y no queríamos acabar esta aproximación reflexiva a las nuevastecnologías sin hacer referencia a su aplicabilidad para alumnos con nece-sidades educativas especiales o con dificultades de aprendizaje. Para ellohemos seleccionado un artículo de Ángel Prats donde nos explica la expe-riencia llevada a cabo en un centro con alumnos que presentaban dicha pro-blemática y cómo a través del uso del procesador de textos mejoraban elaprendizaje de la expresión y comprensión en el área de la lengua.

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Sociedad del conocimiento,sociedad de la información,escuela1

Antonio R. BartoloméDepartamento de Didáctica y Organización EducativaUniversidad de Barcelona

Gran parte del texto que sigue fue publicado inicialmente en 1977bajo el título «Preparando para un nuevo modo de conocer» en M. RosaGorreta (coord.): Desenvolupament de capacitats: Noves Estratègies. Tresaños después, no sólo sigue teniendo vigencia, sino que los problemas queplanteaba se han agravado. También han ido perfilándose problemas nue-vos, como la calidad de la información o la estabilidad de los documentos.Algunos profesores siguen pensando que el uso de computadoras en laenseñanza se relaciona con el uso de medios didácticos. Y se equivocan: eluso de computadoras en la enseñanza se relaciona con el modo como mani-pulamos la información, el modo como construimos nuestro conocimiento.La pregunta no es: «¿para qué utilizarlos?», pues no es posible plantearsehoy en día ningún trabajo intelectual, incluidos los aprendizajes escolares,sin computadoras. Sería como hablar de cosechar trigo con una hoz o unayunta de bueyes.

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Artículo publicado en Textos de Didáctica de la Lengua y de la Literatura, n. 24, pp. 13-28,abril 2000.

Como consecuencia, ese invento nefasto llamado «aula de computado-ras» queda fuera de lugar, pues hablar de que los alumnos van una o doshoras a la semana a utilizar las computadoras es como decir que utilizare-mos el tractor un día, pero los demás recurriremos a los viejos animales decarga. Las computadoras deben estar en el aula, abiertas todo el día, en elmarco de un proceso conjunto de aprendizaje en el que el viejo modelo magis-tral debería haber sido definitivamente enterrado.

Y, curiosamente, en ese momento se descubre que muchos problemas,por ejemplo, relacionados con el orden o la disciplina en el aula, desapare-cen como por encanto. Pero este artículo plantea las ideas clave y no lasconsecuencias prácticas. Para una concreción será mejor remitirse a otrostextos al libro Nuevas tecnologías en el aula. Guía de supervivencia, publi-cado por Graó en 1999.

La forma como profesores y educadores actúan con relación a la adqui-sición y organización del conocimiento debe cambiar urgentemente. Loscambios en la enseñanza son tan imperiosos que ya en este momento seestaría fraguando un desastre a nivel mundial si no fuera porque desde fuera delsistema educativo se están supliendo las carencias formativas de éste.

Los centros educativos se muestran razonablemente eficaces, a diferen-tes niveles, en los procesos de socialización. También afrontan, aunquecon dificultades importantes, los procesos de educación afectiva y forma-ción ética, aunque en este caso la ausencia de cooperación de otras instanciassociales, por ejemplo, la familia, reduce en gran medida la eficacia deesta acción educativa. Existen otros ámbitos de actuación con resultadosvarios, como el desarrollo de destrezas motoras y psicomotoras. Pero laescuela, la enseñanza secundaria e incluso la universidad no estánpreparadas para afrontar el gran reto del nuevo milenio: el paso de lasociedad industrial a la sociedad de la comunicación está suponiendo unnuevo modo de conocer.

El volumen de la información

Durante miles de años, la información acumulada por la humanidadcreció a un ritmo lento, casi imperceptible. De aquella época todavía nosquedan vestigios en algunas comunidades donde la palabra del anciano serespeta como criterio último. Se trataba de una situación en la que el incre-

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mento de información en el espacio de dos generaciones era tan lento que elconocimiento acumulado por la persona de edad era válido para resolver losproblemas de la comunidad; la sabiduría residía en los ancianos de la tribu.

El incremento en el volumen de conocimientos de la humanidad seproduce de modo irregular, con momentos de gran esplendor y avance de lasletras y las ciencias, valga la socorrida expresión, y con momentos oscurosen la historia.

En los últimos siglos, el volumen de conocimientos se incrementa de unmodo cada vez más rápido, comenzando una curva de despegue con la revolu-ción industrial. Podemos encontrar numerosos indicadores de cómo diferentespersonas perciben este desbordamiento del volumen de información disponi-ble, desbordamiento que la hace difícil de manejar por el hombre. Un indica-dor muy utilizado es la evolución desde el concepto de Homo universalis,ingeniero «y» pintor, hacia el especialista, ingeniero «o» pintor, y la alta espe-cialización, ingeniero de lenguajes informáticos o diseñador gráfico de portadasde libros. Naturalmente, siguen existiendo personas que abarcan varioscampos a pesar del conocido dicho: «aprendiz de mucho, maestro de nada».

Pero el indicador que más me gusta con relación a este desborda-miento de la información es la obra de Vannevar Bush, tal como la conci-bió en 1932 y 1933, la escribió en 1939 y la publicó, finalmente, en 1945:As We May Think («Tal como debemos pensar»). A quien este autor no lediga nada, posiblemente le resulte más familiar la palabra hipertexto. Bushes considerado el «abuelo» del hipertexto por el sistema Memex (Nielsen,1990), abreviatura de memory extender («expandidor de memoria»). Elsiguiente texto de Nielsen, referido a Bush en los años treinta, es suficien-temente ilustrativo:

La principal razón por la que Vannevar Bush desarrolló su propuestaMemex fue su preocupación por la explosión de información científicaque hacía imposible, incluso para los especialistas, estar al día en eldesarrollo de una disciplina.

Hoy, 63 años más tarde, la situación es mucho peor. El incremento delvolumen de conocimientos es tan rápido que cada vez resulta más difícilescribir un libro y publicarlo sin que haya perdido actualidad. Entre 1707 y1715, Tomas Vicente Tosca publica los nueve volúmenes de su CompendioMathematico. Lamentablemente, lo había escrito entre 1680 y 1690, unos 25años antes, inmediatamente antes de la obra de Newton. Así que el autor rehu-

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