46
LAS VACAS SAGRADAS Antología -poetas leyendo en el verano de Buenos Aires- Año 3 – Única edición – marzo 2006

LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

  • Upload
    others

  • View
    0

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

LAS VACAS SAGRADAS

Antología

-poetas leyendo en el verano de Buenos Aires- Año 3 – Única edición – marzo 2006

Page 2: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Carlos Aprea el sol en otoño

a M. M. ponéte bien el pantalón, le dijo, estás poniendo las dos piernas en el mismo agujero ¿y esas hojas en el pelo? vení, peináte un poco cambiá esa cara mamá, y apuráte, saludá a la enfermera y apuráte, salimos a pasear, un ratito no más, a la noche volvés, yo te traigo de nuevo, aquí, a tu nueva casa * * * modestas ilusiones en la morsa, el serrucho, los martillos, en el golpe que hunde el clavo en la madera, en el olor de la madera nueva, buscar la forma de una artesanía personal, manualidades para huir del tiempo, la cocinera se hunde en la cocina para llenar el plato de unos desconocidos que no vendrán jamás, el ama de casa barre y lava la habitación desocupada de una casa vacía, ese huir de la sombra que crece por dentro, huir de toda conversación que no sea descarga, el otro como pararrayos del odio acumulado, regusto del propio dolor frente al eterno infierno de los otros, y desconfiar de los poderes de la palabra, porque las palabras tienen dueños feroces que defienden con ellas sus posesiones como perros, como pequeños o grandes asesinos, y descreer toda dicha posible frente a lo querido o temido, como el deseo antiguo de la carne y sus dos rostros, sólo en el galpón en el fondo del terreno donde disolvías tu no ser rompías el tedio de una espera brutal pagada en infinitas cuotas de usura de vida ¿quién te amargó la sangre?, ¿quién envenenó tu aliento? paciencia larga como la vara de un castigo, colgando el sambenito de un final largamente anunciado por los ancianos:

Page 3: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

o la resignación o el hambre, amenazando resecar el jugo de la libertad, envenenando la justa recompensa del trabajo, encerrando con la rabia de puños apretados las viejas herramientas, los nuevos materiales que serán sojuzgados en venganza, todo lo que no alcanzamos a olvidar, ese sueño absurdo, esa ilusión juvenil, esa alegría que un día nos dejó, solos frente al temor, desnudos frente a la cobardía, y nos espera, en algún tiempo, en algún lugar, frente a nosotros, cargados de asechanzas, zumba embriagadora vieja amante furtiva, ven cualquiera sea tu nombre cualquiera tu destino, lávanos la desdicha, disípanos la rabia, renueva tu promesa para seguir viviendo

Page 4: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Alejo E. Ramírez Baldovino Lentes Miro la luna, su cara, es una sonrisa que rueda por las sábanas. Miro el sol que transforma lujuriosamente la pared. Miro el mar, con ojos enmarcados de sentimientos del ayer. Miro, no, mejor observo cómo aquella mancha de humedad Devora esta tímida habitación. A través de mis lentes.

Page 5: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Daniel Barroso million dollar baby el riesgo de soñar desmantela sombras a tu espalda aunque estés contra las cuerdas no va a dejar de respirarte en la cara babeándose entre el protector y tu mandíbula hasta que devuelvas el golpe por eso vas a quererla tanto hasta dios va ser tu esparring cuando la soledad cuente hasta diez y te levantes chorreando amor por el tajo del alma a pesar de todo no temas nena yo te voy a curar de esa herida que te deja sola y sin piernas le decís mocushla mi latido no te dejes golpear sobre el mismo dolor que estamos los dos esquivando la misma sombra contra el muro del destino empujándola con la bolsa de arena y las manos oscuras de acariciar sombras o tinieblas / simplemente nada le decís y caés de rodillas entre esas cartas que te asfixian cuando la soledad invita a tirar la toalla en el ring side de tu casa y ella mocushla mi latido está contando las moneditas del mundo sobre su falda lanzando golpes al aire o caricias perdidas sobre los desperdicios del alba ahí estás sin embargo mordido de silencio por un perro que no deja de aullar en todas las esquinas temblando de jeringas entre indiferencia de dios y el ruego de sus pestañas mocushla mi latido le decís alejándote del mugriento claroscuro de la derrota hacia el abismo de la pelea final con el amor regresando en su perfecta huida porque todo es al revés y nadie puede remediarlo y aunque nadie lo entienda entre las brumas del bar sos la misma soledad quebrada en la ventana comiendo lemon pai como si la vida alcanzara para pagar la cuenta o exactamente al revés con la herida abierta y la sangre seca

Page 6: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Miguelina Bidegain Pájaros lastimados Como pájaros lastimados siento que estamos, vos y yo…. presintiendo el lamento y la soledad mirando el mismo cielo, las nubes, el sol, la luna…. El mismo aire viaja y nos envuelve pero no nos acerca, no se puede…. Sobre mi piel aún tiemblan tus manos y el timbre de tu voz en mis oídos me llama gritos, susurrándome…. ¡Tanta emoción desperdiciada! Como las hojas de este otoño, amontonadas, dejándose secar, y regalando, en su lento morir, su colorido calido y sereno. ¿sobre qué rostros reposa tu mirada? ¿quien disfruta tu tiempo y tus palabras? ¿adónde van tus pasos que no vienen adonde yo te espero, esperanzada? Miedos, control y poder conforman la jaula que contiene todo eso que yo anhelo. Y estoy afuera, pero sin vos, mi libertad es “libertad condicionada”. Ningún árbol me parece bello para volar y reposar mi alma…. Ningún sonido despierta mis latidos, Ninguna magia se produce ningún hechizo ni milagro llega si me falta tu abrazo y tu cariño…. Como en un gran desierto, aunque calma, camina mi esperanza acongojada, presintiendo el lamento y la soledad, Como pájaros lastimados, vos y yo…

Page 7: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Silvana Bonacci Plancha ¿Por qué aplastar arrugas? Si bien está de moda lo liso e indiferente ocultar desdichas e ideales. Aún así custodiaré mis arrugas. Cueste, lo que cueste. A ellas les soy fiel y aunque me tiente la belleza simulada el disfraz volará en breve. En desnudez se ve lo bello, inquieto y vehemente de las flores. El almidón me aburre. Me quita alas. Sabor me quita. Me quita de mí. de vos. de todo.

Page 8: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Alejandro Mendez Casariego Mensajes De estos sueños obtengo los mensajes, la angosta diferencia entre la realidad, lo que las cosas denotan en su turbia existencia y el tejido que yace en su estructura profunda: su latitud inalcanzable. Todo el valor reside en la palabra que me dictan entonces quienes no hablan bajo la luz excesiva de la vigilia. Invisibles pasajes por donde se escurre el fluido melodioso de lo que no fue ni será dicho Desde allí susurran sin memoria el amigo perdido, el alma del caballo que se escondió en la neblina para siempre, el amor que no pudo ser eterno, la madre arrebatada por el ángel oscuro de la demencia. Mi perro en la agonía de su último ladrido. Pero ignoro las cifras la duración, las formas, el camino; sólo retengo sobre el cuerpo del día los tonos del quebranto.

Page 9: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Ana María Ceraulo

Sin reproches Siento que te quiero más que nunca, Tal vez porque me queda lo mejor de vos, O porque es más fácil decírtelo así, en silencio. Nunca estuvimos más lejos, Tanto que no es posible explicarlo en distancias. Pero también, nunca estuvimos más cerca, Porque te descubro a cada rato en mis adentros. Y ahora ya no podemos discutir. Llanto y ternura, compasión y culpa, Pena por el tiempo perdido, Todo eso me atraviesa al evocarte. Estás en muchos de mis rasgos, Y en mi tendencia a despotricar. Estás en tantas cosas... Tu presencia no se anuncia, Tan solo irrumpe en cualquier momento, es mi nostalgia quien la convoca. Y entonces de pronto me encuentro Rodeada por la sensación de tu imagen, tu voz, tus gestos, tu mirada... Esta nueva forma de presencia tuya Me confirma tu ausencia irrevocable, Por eso, es dulce pero también duele. Fui tu fiscal, tu perseguidora perseguida. También tu orgullo, mi hija la estudiosa. Algunas veces creí que te odiaba, Otras sentí que te temía, y casi siempre te hice frente, Por puro instinto, solitaria rebelde, Abogada de pobres, me decías. Eso fue hace mucho tiempo, cuando tu espalda fuerte Trató de protegerme del mundo que acechaba. Cuando tu sudor ganaba mi pan. Cuando muchos misterios me separaban De la vida, y mucho miedo. Hoy ya no importa, esa historia yace Dormida en los baúles del recuerdo. Cuántos años tardé en comprenderte, En reconocerme tu heredera Al gritar tanta bronca, Rumiando yo también resentimientos, Rebelde solitaria. Ay, si supieras cuánto me hacés falta, Sólo para saber que puedo hablarte, que puedo contarte pequeñas cosas, que puedo preguntarte de tus tiempos. Y tu voz como un soplo de neblina, Tu voz ya ronca, tu voz de soledad, De trueno apaciguado, Tu voz, ya sin reproches, papi, vendría a rescatarme.

Page 10: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Reincidencia

Tu sexo, triángulo sagrado, besaré, besaré, besaré

Hasta que toda tú te enciendas como un farol de papel Que flota locamente en la noche.

Tomás Segovia

En esa noche, negra como ninguna, busqué la luz de tu farol, la que siempre me esperaba encendida. Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra arrasada. Sin confianza, sin futuro, inundado de recuerdos que flotan, sí, locamente a la deriva. Caóticos se cruzan sus senderos, espirales lentificadas por esta pena que lenta se destila. Antes, y después, están los besos, la ilógica pasión, la que resiste la duda triangular. Está el abrazo, eterno y provisorio, que nos funde y enciende en una llama que busca el cielo a cualquier precio, y el fuego líquido que baja a endulzar la tierra seca. Otra germinación, vuelvo a empezar, acepto una vez más tu promesa, siempre incumplida. Abismo del sexo, salto sin red del amor.

Page 11: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Esteban Charpentier Pobredumbres Nena: -¿Qué estamos esperando mamá?

Mamá: -Que pase el día. Nena: -¿Qué día ma? Mamá: -No sé. Andá pédile a ése y no preguntes pavadas. Nena: -¿Me da una moneda, don? ¿Me dice el día? Señor: -No tengo. Y hoy es viernes. ¿No vas al colegio vos? Nena: -Sí a la noche. Mamá: - No hablés con la gente che!! Nena: -Ma, ¿voy a ir al colegio yo? Mamá: -Vamos a ver el año que viene.

Page 12: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Gerardo Curiá Arrojar un cascote hacia un tanque australiano. Debajo de la piedra, en la humedad, pequeños cascarudos negros. La curva no permanece en el calor y del vacío del agua nacen círculos concéntricos, un espiral que teje el vaivén del celaje de pastos y hojas. ¿Se concentra la tarde en piedra o en vacío? La quietud volverá al agua. * * * Construimos en el viento una casa de huesos de ballena. Insectos de fuego en las noches de noviembre. Y al besarnos se apagó una estrella gris. Nosotros que de siempre y nunca hambrientos éramos apenas dos pequeñas piedras acunamos al lobo con el agua de un río de montaña. Lo demás fue el tiempo de un solo largo día. * * *

Page 13: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

La humedad sobre el margen izquierdo del papel trabajó una pasta de ceniza marrón que se deshace al rozarla con los dedos, y esa mujer me mira con una sonrisa frágil desde atrás de los vidrios de esa ventana percudida del boliche de ramos generales de Villa Sarita en noviembre de 1932. * * * Es la hora del mar en invierno, crestas oscuras en la lengua de los vientos más allá del eco de la última tierra. Islas de hielo a la deriva. Sirenas de colas de cobre recitan los verbos de la gran cacería que atraviesan la luna hasta la piel del dragón. Se derretirá la sal sobre las rocas de los golfos y vendrán los cetáceos con su armonía de distancia a parir en las corrientes profundas que continúan como un golpe en la más perfecta quietud de su fuerza, millones de años. cardúmenes... Pero no será ahora. Hoy es la hora del mar en invierno, piedra del silencio de los lobos, nieva sobre la noche del agua.

Page 14: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Carlos Dariel Jornada cierro la puerta enciendo un cigarrillo y gano la calle jirones de luz tenue atraviesan el aire demasiada claridad me digo para estos ojos cansados de ver siempre lo mismo pienso en mi jornada llevo el peso del paisaje que me atraviesa vago entre el sol que hiende mi cara y el deseo roto que exuda el día hoy también derrota hoy y una vez más temor de cerrar el círculo que se abrirá al día siguiente voy de llaga en llaga hacia el dolor me consumo igual que el cigarrillo pero no es placentera esta forma de fumarme no es adicción sino costumbre un rito con cierto desdén a perdurar sí pero insistente no hay manera de evitarlo ni modo de huir de esta claridad que me oscurece

Page 15: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Gastón Di Nápoli Mono negro Mono negro como antiguo delfín de pantano cuerpo de alga incandescente enaltecerá el pubis de la penumbra cuervos celestes sobrevolando dentro del iris cristalino de Dionisio

Page 16: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Ramón Fanelli y Mónica Melo Paso a precisar que la vida es un instante, como la mosca o el relámpago... se figura, boca a boca cicatriz del cielo, una celda pájaros arrancados en la furia del yunque. Un golpe por palabra, un paladar por blasfemia. Punto: una casa, la batalla un círculo sin ley un toro de nieve no bastan para que la voz deje de herirse cuando elige callar. Cada cual tiene su prisa para provocar un silencio, una injuria ante tanta palabra, ese íntimo nudo en la lengua antes de que ellos lleguen. Y pregunten.

Page 17: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Ana María Farías ella era azulada y olía a frutas era irreal en los ojos la apariencia quieta del mar en calma manos de cedro ella era de maderas del oriente de nostalgia pobre mi padre trémulo ante el roble * * * en la cabecera de la mesa celebra el padre noche a noche los misterios a uno da los ojos a otro la lengua del cordero yo elijo los sesos del pensar * * * luz amarilla de la lámpara a todo o nada como dados caen sueños sobre la mesa del azar.

Page 18: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Cristian Gil Fuster Composición: tema “la vaca” La vaca nos da la leche el cuero y el escabeche nos da la leche en Madrás, Bombay y Nueva Delhi el cuero y el escabeche a saber, pampeanos. De sus ubres de ombúes y tarda picardía he intentado hasta ahora, en vano, extraer algo de láctea poesía sólo para enchastrarme, de rima, las manos. Vuelvo a rumiar el tema de la vaca asado con cuero duro de roer para mi molleja de porteño (como todos, he de tener algún defecto en la achura qué le va a hacer) Payador un tanto pajero calentando mi sesera con el rosa de las ubres. Estos acordes descubren paisaje de soledad con una vaca rumiando estos versos, sin saberlo(s).

Page 19: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Carlos Gallegos

“duele el mundo y yo soy el mundo” Paulina Vinderman

Que la muerte es un carro que vuelve de los huertos, una estación dos años hacía atrás. Está llena de abrazos. Esa vaca atada junto al límite de un pueblo, ese pueblo que pasa veloz del otro lado de los vidrios. Esa sensación de ajenidad en todas partes, ese duelo impreciso en la memoria, esa fiesta tendida en mitad del campo, esa mujer que cruza una calle en tus ojos, esa estampilla demasiado negra, esa carta de amor. ========================================

“Si el hombre bajo el firmamento no fuera una rota ausencia.”

Juan Sánchez Peláez Es un golpe de amor la luz del mar entre los ojos, donde un niño y un anciano sueñan la dificultad de su pesca. Yo elijo en cambio el constate movimiento, el espejismo hincado en la visión: esa otra parte de la luz que se sospecha en sombra, elijo ese cuchillo que invisible divide el mar, que hace posible esta distancia: es que amo tu ciudad siempre más allá de mis ojos. ======================================= “desde tus ojos soñé un monograma inocente.” Jorge Zunino Todas las islas tienen secretamente forma de mujer. Un viejo marinero muere en sus orillas, y es la leche de los cocos del color que la locura, (un agua que cruza de una sien a la otra). De la suma de naufragios está hecho el mar: todo esto era un antiguo desierto, una ciudad levantada sobre el espinel de un escualo, una ciudad de vidrio a través de la cual seguir viendo la selva. Todas las cartas siempre se escriben a medias, acá, no existe otro sonido que el silencio. ======================================

“La muchedumbre pasa, grita, y este silencio resplandece puro, como el primer día.”

Silvia Guerra El sonido del tambor es un muerto tirado por un carro de una sola rueda. Cuando la noche es un breve caserío con sus puertas cerradas, el viento que viene desde el mar es continuidad de la sal. No hay un solo puerto en el mundo para esta niebla, para esta mano que talla su rostro en cada uno de nosotros. No hay sitio lo suficientemente hondo en esta selva, donde detener el juego de Dios: este sonido largo de tambor afónico.

Page 20: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Maria Kril Velo de gusano para alcanzar la noche, la baba del diablo está bordando su palabra, no tengo alas, y sin embargo parezco otro insecto que se deshace entre las flores, sed, desmedida sed que se contenta en el pantano chupando restos de otros que también lo han sido, todo mezclado, alimento de resurrección, efímera partida, para volver y otra vez golpear, lo negro, lo oscuro que es incógnita, callar, gritar para siempre la muerte vuelve a despertar mis alas. * * * El silencio Debajo de las aguas, el silencio. Solitario, enfermo y brillante. Un remolino desprende bocas abiertas: la señal del grito muerto hundido en la palabra. Quietud. Esferas que devoran. Extraviado, suelta luz de su lengua líquida, y así es el llanto circular del ojo que busca algún sonido para volverse limpio, a salvo de esas profundidades.

Page 21: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

De Nancy Lamberto Páramo Una pena se desprende de la rosa seca similar a alguna esquina de la vida Mendrugo de pan olvidado queriendo rescatar lo que fue recién concebido La astuta soledad espía por la cerradura del corazón Fragancia de jazmines abraza la vieja reja amparando recuerdos La luna embriagada sueña más allá del tiempo Los pensamientos agobian el alma entumecida por sombras de la ciudad que sangra

Page 22: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Elena LLobera

Arroz amargo Un nombre no redime Infiel a tu carne, a tu raza, a tu género. Rezas, devota a un dios infame. Y tus finezas en el piano te ayudan a amar las estrategias de muerte. ¿Será el recuerdo envenenado de la humillación ancestral que te hace elegir ser bandera arrodillada? Fanática y frenética, juegas y te juegas. No es la niña rubia bajo los almendros de Canterville quien romperá el hechizo. Tampoco el apuesto príncipe encantado te despertará con sus besos. Condolencias, condesa: tu fantasma vagará sin sosiego atravesando los límites que osaste profanar. Lo hará en un esqueleto diminuto con dos colgajos burdos tus ovarios indecentes chorreantes de sangre de tantos inocentes -Por los siglos de los siglos Condoleza Rice-

Page 23: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Irene Maman ansiedad de vivir es el insomnio

Omar Estrella También yo en el amanecer, temprano, cargada de palabras, preñada mi voz, silenciada por un acto. sin embargo, cuñada, continúa nuestro dialogo de hembras voraces, clandestinas, despiertas antes del sol. concurre Omar, no Kaiam, ni Estrella, ni anagrama de rebusques disparadores de otros laberintos, caprichos de mi emoción bruscamente reprimida. música vuelve, revuelve. ausculto con trabajo la voltereta de mi conciencia, y… no me quejo más.

Page 24: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Inés Manzano Estampas de la lluvia Pan con manteca y la sillita de oro de tus abrazos * * * Para la frente me tejo coronitas de pensamientos * * * Tiernas puntillas transparentes y leves de la llovizna * * * El aguacero corta las uñas blancas de los limones * * * Jacarandaes lavan copas celestes en este charco * * * Con hilos de agua el mar cose pañuelos de encaje blanco * * * Y en la laguna una lluvia de peces quiebra el espejo * * * Grillo el poema te despierta de noche y te da suerte

Page 25: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Julián Matías El beso Una lágrima en el espejo y esta caída perpendicular al azul. Con el puño encendido apretando el rayo con la lengua del cielo agitándose en el ojo de la serpiente. Y el paladar en el centro de los sabores acechando palabras en la noche paralela de tus labios. * * * Alunizaje Agua sólida sobre tu boca amaneciendo senderos imaginados por el rayo de tus ojos luciérnagas de niña en tus dedos girando en tu misterio constelado con la mirada en el vacío y los labios en la profundidad del beso escarbando preguntas para tu colección de lunas para tu inventario de leyendas. Y tus divagues a flor de piel estrellando la noche en el espejo. * * * Misterios Quería darte mi alma eras un verso en mis labios dulce como una cascada y me salpicabas gotas de rocío con cada movimiento de tu cuerpo. Tus manos tatuadas de labios tus ojos declinando la noche. Al caminar era como si dialogaras con el universo eras tan natural y te acomodabas a mis palabras como un gorrión en el nido del viento. Entonces pensé: esta noche te daré mi alma y viviré en vos. Y no quería decírtelo más que con los ojos para que no te asustaras para que siguieras jugueteando conmigo como una gatita llena de asombro trepando por los sueños. Todo lo que tocabas se convertía en niño todo lo que decías se volvía pétalo. Pero cuando por fin después de tanto danzar y revolotear ante mis ojos. Te quitaste la ropa. Sólo encontré tu cuerpo.

Page 26: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Mónica Melo De todas las maderas de mi árbol he guardado la cuerda del silencio La savia en las raíces tejerá un resto de paz si la preciso Y sin embargo

Page 27: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Gabriela Migliano Flores negras Flores negras trepando las rejas de la noche, atándose a las almohadas succionando secretos… Flores negras de satén, de carbón, de cenizas: flores que embrujan a un corazón desprevenido -Flores que añoran, flores hambrientas, flores que maduran con humus de instinto: flores negras carcomiendo los sentidos, flores pecadoras… flores de salitre, gritando a las sombras hijas del olvido; flores pisoteadas en las calles del destino, flores reviviendo, otras muchas muriendo- Negros pétalos en incierto sendero, flores afelpadas, ebrias de deseo; flores negras perfumando el tiempo, flores que se aferran al silencio que impera en la noche, con caricias de bruma con besos de viento… Negro y locura - Negro y misterio, flores que al amar regalan hasta su último aliento.

Page 28: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Elizabeth Molver Cruza la vía esquivando la basura que se renueva a diario. Levanta la bolsa que contiene el cartel escrito por su vecina que tiene mejor letra y un hijo que se salvó. Calza las alpargatas viejas porque sabe todo lo que caminará. Sabe también que volverá tarde con pocas o ninguna respuesta. Intenta una sonrisa cuando las ve reunidas. Antes, se reunían en la puerta del colegio a esperar a los hijos. Ahora, los llevan en un cartel, en la foto, en el nombre, en silencio. * * * Hablo de arrancarnos el corazón y ponerlo sobre la mesa. Desechar lo irreparable/ lo que sobra/ lo que dañó mordisquear lo que queda de a poco con algo de desconfianza masticarlo en lento silencio. Ver si así se acomoda como debe.

Page 29: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Ariel Muñoz Oh... Cuanto quisiera no parecerme a los muertos! Y en verdad sería tan fácil lograrlo... sólo debería, deshacerme de mi sombra. (de Poemas del Conquistador Gusano)

Page 30: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Jorge Orozco El viento (II) El viento desparrama la hojarasca el bastión del sueño aletarga los recuerdos la desolación se anida en las entrañas no puedo recordar mi rostro tras la máscara del tiempo no hay piedad en el desierto todo se corroe o se degrada la desilusión es apenas un susurro de mí sólo queda algún poema manuscrito un puñado de sal la verdad de mi intemperie esa ausencia perdurable y la angustia de ser apenas el pasado de un verbo que no me atrevo a conjugar. * * * A cielo abierto A cielo abierto sin mirar atrás desandaré el camino solitario en luna llena volveré al principio aquel que fui junto al emisario me estará esperando callaremos arderá el fuego hasta alborear el día en que el verdugo morirá su muerte vestidos de alba cuando crezca el mar rumbo al horizonte partirá el navío al zarpar todos sabrán que ambos no regresaremos nunca.

Page 31: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Esther Pagano Agua atascada ¡Ay! de nuestros principios no-estáticos bloqueados por la arrogancia de una bandera a media asta por los muertos, por la vida que arrastra el fracaso. ¡Ay! de nuestro pozo de agua en el núcleo de las naciones, negligencia por donde pierde el cántaro al que ya no podrá agregarse demasiado. Tiemblen la tierra nos contiene.

Page 32: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Amalia Perez La pieza vacía Se enroscó en la tarde cuando tenían horas de esperar por él se miró los pies por donde el sol calculó los pedacitos necesarios enlutó el frasco de perfume dobló a la mitad el vaso rodó su mirada más rápida que el vino más densa susurró detrás de la puerta aferró los ojos de su gata fue sábado porque llovía llovía detrás como si todos hubieran muerto las ramas y las claraboyas tenían razón era la oscuridad y él no había vuelto latió el quiebre de la bisagra cayó como los almanaques hipó sobre el vidrio su humo viejo arrojó lo que quedaba untó su boca como una esquina eructó palabras aunque no quería había luz bajo los faroles cuando se fue ayer dolía la raja de su mejilla * * * Finalmente las valijas de irse las arrugas de la ropa la llave de luz falseada la indecisión de despedirme de él - seguro estará trabajando – el vidrio de la ventana que nunca arreglé las cicatrices que ya no importan el botiquín atestado de frasquitos el jazzero piano que nunca fue beetoven lo poco a destiempo a rajatabla los perdigones que no dieron en el blanco los blancos que equivoqué los vendavales que murieron como brisas lo que negué los sobreentendidos y los malos entendidos la vida que se escurrió boletas que no te voy a pasar

Page 33: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Nora Perusín La resaca de dios Los puertos tienen una rara nostalgia tabernas que la memoria alucina como la resaca de dios, como la lluvia que cae mansamente. Los puertos traen una rara nostalgia como costas que salieron de rumbo en la ebriedad del sueño una mujer oscura aborda un piano y su música deja caer el óxido que la marea acompaña como la resaca de dios como puertos acosados en la búsqueda de náufragos, bitácoras, bajos fondos islas que no cesan. * * * Zamba Mi madre canta y un pañuelo levanta el aire de la tarde días de invierno, otoño parecen detenerse alrededor de su voz yo también me detengo justo en el silencio de su garganta

Page 34: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Raúl Pignolino Espiante El poeta rajó, se tomo el piro Se puso al hombro su dolor ausente Y no quiso soñar ni una ventana Para cantar la vida de los otros Mandó al carajo lunas y canciones Jubilado en ardores y banderas Vendió barato sus revoluciones Al amor atorrante y malherido Lo metió en una jaula de orfandades Y se piantó nomás silencio abajo No vaya a ser que por algún descuido Lo vieran desangrarse torpemente Allí donde termina la esperanza Y una lágrima oscura le ganara El corazón gastado de temblores cayendo como un gil hacia la muerte Ayuno de metáforas, bien solo.

Page 35: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Rolando Revagliatti En verso Espantado por tu limpio nombre salí a relucir veteado y calvo cosa que me reconozcas autonomía de espanto Yo te sublimo a medianoche entre gritos desgarradores y paradas de carro En verso impreco consubstanciado te reclamo caten catadura y carisma estofa del armisticio viva.

Page 36: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Lidia Rocha El cielo es hacia abajo Piso la tierra mojada el borde de las hojas. No tomé de tu vino, no me emborraché, igual estoy mareada y pierdo el rumbo. El taxista no entiende por qué camino sola tan tarde. La voz y la guitarra cantan todavía en mis oídos: El suelo tiene sed. Siempre me confundo Sobre todo cuando hago planes Vivo bajo los flecos de una nube. La ciudad no sabe de oscuridad. La ciudad no sabe de estrellas. Por eso los pájaros se anticipan al amanecer en esta plaza breve. Hago fotografías en cada parpadeo, recorto a la mendiga al quiosquero a la adolescente que trastabilla un poco ebria. Cada cuadro podría ser el primero de una película, ¿no escuchás la música? ¿no ves los títulos bajando como los jilgueros hacia el asfalto? Dibujo un cuadro con los dedos, atesoraré esa sonrisa un instante. ¡Si yo pudiera pensar con claridad! La vida me confunde, por eso aprieto con la mano izquierda un puñado de sombra. Mis pensamientos son como una cinta trabada en una sola secuencia. El corazón, en cambio… ¿Nacerán un día flores de mi cuerpo? ¿Yaceré de tu mano sobre la tierra? ¿Me iré penosamente? ¿Despareceré como en un taxi a la madrugada? La voz canta otra vez en mis oídos: El cielo está a mis pies/ El suelo tiene sed/ La vida es imprecisa/ dejate caer. Ya no tendré miedo de dormir.

Page 37: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

No me despertaré en otro sueño donde también soñaba y no era ni yo, ni vos, era otra vida. Me quemaré en silencio arderé como ahora las terrazas. ¿Cómo hemos podido dormir alguna vez? ¿Cómo el esplendor del mundo no nos despertaba? El puñado de sombra que guardaba mi mano izquierda ¿era poesía? ¿es lo que ahora se prende de mis huesos? Escalofrío. La luz parte los vidrios viola cualquier resto de vergüenza que le quedara a la noche Me acostaré bajo este sol brillante me pondré una pastilla en la boca para que se deshaga como un caramelo: dormir es dulce. Ojalá no hubiera parado de llover. Yo siempre me confundo. Yo siempre tengo miedo. Yo rezo a cada rato. Yo no sé vivir. De nada sirve haber callado para escuchar los sonidos del monte. ¿Para qué me hablaba el viento? Me voy a deslizar por el costado invisible de la persiana, chillando. Dormiré cabeza abajo en la oscuridad El suelo está cubierto de hojas de plátano Ya no pienso en nada Ya no cargo nada Estoy sola El cielo es una pared celeste que atropella mi piel se quiebra. Las hojas se acurrucan bajo mis pies, yo, bajo el tronco. No sé a dónde voy, no entiendo este paisaje Rezo a todos los dioses a la vez Conozco más formas de decir adiós que de llegar. Un poema es una cámara fotográfica. Da testimonio. Acredita él momento en que me sumerjo en la madera del plátano. Hace años la misma canción y yo sostenida por una hoja húmeda, por su borde mojado de tierra.

Page 38: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Myriam Rozenberg Del Riachuelo Un hombre es el que flota en el Riachuelo -para ponerle un toque exótico: oriental- Lo traía la corriente del sudeste Vino a ser muerto aquí en estos pagos para que nuestros ojos vieran la cara absurda de la sombra El río maloliente se lleva la fugaz palabra china Otro cuerpo corrupto que se aleja con misterios indescifrables * * * VEs extraño lo azul que vino el tiempo. Parpadeaba su urgencia en la avenida. Una batalla era el movimiento de sus ojos. En ese tiempo la risa era extrañeza -urgencias de residir en la batalla-. No era azul el parpadeo quizás un verde agua. Pero su risa era la marcha de un tiempo extraño. Los ojos de la urgencia ya no batallan con azules. Ahora es tiempo de avenidas

Page 39: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Juan Carlos Serruya Un mundo para mis hijos ¡Cuántos mundos he conocido! ¡Cuántas Argentinas! Pero, sobre todo, ¡cuánta gente buena! Mi mamá, que me servía la leche a la tarde. Mabel, mi primera maestra, la de mis palotes. Aída, la maestra que me orientó a buscar lo bueno. Vázquez, el profe que me enseñó a valorar los dones que Dios me dio. Mi prima Marisa, que me mostró la diferencia entre rebeldía y revolución. Alejandra, mi primera esposa, que me ayudó a bajar nueve estrellas del cielo. Mis hijos, que me enseñaron que ya nunca más tendría motivos para deprimirme. La pequeña Victoria, diciendo: “la vida continúa”. El vendedor callejero, que me prestó una moneda sin conocerme. María Almazán, que me hizo pensar. Jorge Martínez, me recordó lo correcto. Ana. Ana Noemí Orfois. Ana, la mujer de mi vida. Me transformó en Quijote. Me dio fuerzas para no bajar nunca más los brazos. La identidad amor – dar (amar – darse). Y encendió tres estrellas más en mi cielo. Gustavo Grosso, un modelo de amigo. Mis alumnos, que me alentaron a no salirme de la huella. Los N.N. que me dieron una mano. Mis Amigos, mis vecinos, mis compañeros. Mi viejo. Los empleados públicos que no se ampararon en la burocracia y me asistieron. Los excluidos de esta lista. Los heridos y ofendidos que me perdonaron. El Señor, que caminó siempre a mi lado. ¡Qué bueno poder dejarles este mundo a mis estrellas!

Page 40: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Mario Torres Molina Le traté de explicar a la mudadora que la dirección no tenía que ser exacta que, a veces, las paredes se abrazan hasta que desaparecen o simplemente las podemos cruzar ¿no podría dejar mi colchón cinco cuadras atrás? es así, que traté de llegar a tu puerta tocando timbres aquí y allá para después salir corriendo o esperar dependiendo del día de la semana y mis especulaciones sobre tu mesita de luz. * * * La lluvia y sus indecisiones le dan cierta inclinación al día. las nubes van y vienen, con esa bondad de hacernos brincar los charcos y sentirnos náufragos de alguna ciudad donde las zanahorias han florecido sin mayor aviso o quizás atletas de bolsillo y cinturón mientras, los tacos, han desestabilizado más de lo usual a las mujeres. pero hay una continuidad en este barranco de imprevistos y reuniones de oficina por donde descienden nuestros amores torpes como niños ocultando algún secreto. nos queda el deseo para comer de vez en cuando y al llegar la hora de verla siempre queremos que duren más ciertos momentos, como cuando pedimos la cuenta y hay que marcharse y buscamos excusas para seguir juntos, aunque ya cada uno se fue a alguna otra parte.

Page 41: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Graciela Tustanoski ¿No ves que en estas islas los dioses son de piedra? No ceden al amor, los parte el fuego. ¿No ves? No son destellos de alegría, son relámpagos negros en los ojos. ¿No ves que en estas islas es el rostro de siempre, y esas manos que matan las caricias quienes roban las páginas finales? * * * El frío de esperanzas que no abrigo, la resaca de lentas borracheras, y las calles, que como enredaderas, enredan las señales que persigo. En la larga mirada de mendigo, la baldía extensión de las esperas. En el martirio de las horas hueras pregunto si tal vez vendrás conmigo. ¿Y quién no pone a dios como testigo y le escupe blasfemias lastimeras cuando la noche luce sus espadas? ¿Y quién no sangra recias carcajadas cuando despunta "El día que me quieras" en la sombra de un viejo bar amigo?

Page 42: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Héctor Urruspuru eso … eso que se ve flotar en el medio de la habitación: una porquería; y todos en derredor las narices largas contra la pared, la cosa en el medio vista por la nuca del culo, porquería, de no más de tres centímetros por cuatro, ilegible, palabra única, bebé sin posibilidades, pelota por la ventana niño detrás... eso que se ve flotar en el medio es una vieja muerta, sin editar, un ave de un ala respirada, con una nariz de oro, en rayas oblongas aspirada, en Almagro, cosita boba de tres centímetros por cuatro y fluorece, astra-luz, materia que se descompone, como la cuajada olvidada al sol... eso eso - lo que callamos - la vida traída de los pelos - se imprime! - siete tontos contra la pared, luz oscura nuestras sombras, teatro de la palabra muerta proyectada, que flota, una porquería en el aire un socavón, donde quedan sepultados tras un derrumbe, nuestros sexos cansados… nuestras lenguas que no dicen no abren, nunca más nubes, no habilitan no lamen: al cielo del atardecer. eso, la mala poesía, genoma falso de Dios, que no se entiende...

Page 43: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Graciela Varela stanley un mensaje por metáfora: literas arropadas como pasos en la oscuridad del viejo de la bolsa a resguardo de la hora del tren que partía mirando escenas argentinas poste monte poste carretera los gauchos con sus lazos la vaca con su mu la bocina del camión la siesta del chofer bajo el ombú tu tu tu tu ocupado por metáfora de contestador que no podíamos atenderlos no estábamos habíamos salido embozados como el zorro para hacerles justicia marcando las cortezas matando hormigas con los pies sin mala intención sin querer queriendo por nuestra grandísima (...) un mensaje para dios el padre que nos tendiera una red de mariposas sobre los hombros secándonos al sol charque trenzado para que nos voláramos de allí como flor de lino -azules se me ocurre- para que ni nosotros nos acordáramos de nosotros en stanley por la grandísima

Page 44: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Clara Vasco El naufragio de una mujer anfibio Estoy juntando los restos de un naufragio. Llevo la estola de dolor del hombre príncipe el mar y las cigarras. La piel atada con cebo se ahoga en mis pulmones queman los restos del palacio de oro y las anclas oxidadas abren tajos en las manos anzuelos azules que no cesancajones de remedioscajones de palabrascajones de muertos flotando en la laguna yo, sirena de penumbras, me perfumo con las gotas de los cuerpos que hacen un gesto desde la orilla. Allí están todos mis queridos: yo me sumerjo entre las piedras umbrías del amor y la salvaje tormenta del silencio A mi me dieron de mamarpalabras de sangreuna leche inconclusa de flor en el desierto Allí vienen todos los cajones y nos sentamos a tomar el té. Yo tuve humildes que pisaron la tierra con zapatos de hierro. Los frascos de dulce casero se apilan en los estantes con los libros y las flores que pintó mi abuela la tapada que calmaba el bullir de su savia bailando alrededor de la mesa (cuando se quedaba sola y prendía la radio y podía usar sus tripas sus manos delicadas con anillos y zafiros ya extraviados) ¿Qué lluvia qué esperma qué vientre lleno de semillas quedó atrapado entre las algas? Echo un puñado de lágrimas al mar hago un surco en la tierra adiós! - digo - sigo mi camino

Page 45: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

Entre el agua y el fuegonada queda del naufragio.El ave de la vigilia me cubre el cabelloque se vuelve polvo. * * * Flores Ser este dolor en las piernas este mareo en el pecho un pájaro que me cruza cerro de arcilla en el desierto Aún busco, aún espero aún pienso demasiado Cada flor del camino se abrió para mí Esta es mi única riqueza.

Page 46: LAS VACAS SAGRADAS - Pagina de Poesiapaginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/vacas_sagradas.pdf · Noche de incontables horas, aquella larga noche, la que dejó mi corazón como tierra

LAS VACAS SAGRADAS DE LA POESÍA es una idea de Alejandro Mendez Casariego, quien no quiere que la poesía se tome vacaciones de verano. Es un gran micrófono abierto para poetas y músicos, que –democráticamente- pretende que todos los poetas sean vacas sagradas de la poesía.

El primer año lo condujeron Alejandro Mendez Casariego y Gerardo Curiá, con la colaboración de Paola Cescon y Lidia Rocha. En 2005 las conductoras fueron Lidia Rocha, Maru Herrera, Esther Pagano y Paola Cescon.

En 2006 lo llevó adelante Gerardo Curiá, con la colaboración de Alejandro Mendez Casariego, Esther Pagano, Cristian Gil Fuster, Miriam Rozemberg y varios poetas más.

Los poemas incluidos, de unos cuarenta autores, fueron escritos por personas que participaron en el micrófono abierto y los enviaron a [email protected]. Están ordenados alfabéticamente y se utilizó el dinero recaudado en los encuentros para pagar parte de los gastos de la fotocopiadora. Si algún error se deslizó, no fue intencional. Agradecemos la colaboración de quienes lo hicieron posible asistiendo al encuentro, leyendo sus poemas, enviándolos, comprando rifas o donando sus libros para los sorteos y particularmente de Ramón Fanelli, que pasó este archivo a PDF y lo colocó en su página.

Esperamos que los poetas convocados sigan participando de nuestras propuestas, de las que pueden mantenerse informados en:

www.valknutr.blogspot.comwww.paginadepoesia.com.ar

Hasta el año que viene. Maru Herrera - Lidia Rocha