Las Ventajas de Ser Mortal

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Las Ventajas de Ser Mortal

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  • Las Ventajas de ser Mortal

    Miguel Troncoso Castro

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    LAS VENTAJAS DE SER MORTAL

    Miguel Troncoso Castro

    os griegos del tiempo clsico tenan como tradicin colocar una moneda, un bolo,

    bajo la lengua de sus difuntos, para as, una vez llegado a los infiernos, pagar a

    Caronte, el barquero del Hades, el cruce del ro que serva de entrada a los Campos

    Elseos o el Trtaro, segn fuera el designio de los jueces del infierno. Si los deudos olvidaban

    colocar dicha moneda bajo la lengua de sus muertos, stos deambulaban cien aos a la espera que

    el compasivo Caronte accediera a cruzarlos, cosa que, segn se crea, siempre suceda.

    Tanto los griegos, como

    otras culturas de la antigedad,

    crean en un alma inmortal que

    iba ms all de la muerte. Dicho

    de otra forma: la muerte en s no

    exista, sino slo como un cambio

    de estado, donde la esencia del

    ser permaneca eternamente, de

    acuerdo al comportamiento

    moral en la anterior vida (o

    ensayo de vida, pues la autntica

    sera el nuevo estado eterno,

    segn muchos). El hinduismo propone, yendo un poco ms lejos, que las almas pueden ir pasando

    de cuerpo en cuerpo, y que tambin, de acuerdo a una serie de preceptos morales, se medira el

    comportamiento del individuo (o ser, pues todas las almas vivientes son medidas), para luego

    reencarnarse en, por ejemplo, un afortunado raj de la india, propietario de varias esposas y

    riqueza sin lmite, en caso de excelente comportamiento, o

    ms bien, en un despreciable gusano de tierra, si se port

    como un patn. Comentario aparte: no deja de ser

    ventajosa esta creencia para volver permanente un sistema

    de clases y castas rgido, pues deja la alternativa de la

    superacin personal para la otra vida. Moraleja: ms vale

    portarse bien ahora y no terminar siendo un ratn de cola

    pel, despus.

    Por otro lado, el mejor argumento a favor de la

    inmortalidad, lo ha dado, segn mi opinin, Jorge Luis

    Borges quien dijo que "Las pruebas de la muerte son

    estadsticas; luego nadie est a salvo de llegar a ser el

    primer inmortal". Dejando de lado, todas estas posibilidades, ya sea una vida despus de la vida, la

    reencarnacin y, de frentn, la inmortalidad, slo hay tres cosas absolutamente ciertas: la muerte,

    L

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    pagar impuestos y que nuestras planificaciones nunca se cumplen. No hablaremos de poltica

    monetaria ni de administracin esta

    vez, sino sobre la muerte. Pues

    todos sabemos que algn da

    tendremos que morir, obviando

    claro, la remota posibilidad que

    Borges dej expuesta y que por

    cierto l no cumpli.

    Pero no todos los seres son

    mortales, de hecho las bacterias no

    lo son. La primera vez que escuch

    esto pregunt cmo era posible,

    pues por sentido comn se sabe que con un poco de alcohol o agua oxigenada se mata todo tipo

    de bacterias y grmenes. Slo quisiera aclarar que cualquier ser vivo que experimenta la ruptura

    de su coherencia estructural se encuentra con la muerte, ya sea una bacteria al contacto de

    povidona yodada o cuando a un highlander le cortan la cabeza (quien no entiende esto ltimo

    claramente no est al da con la cultura pop de los 80).

    Que las bacterias, levaduras y amebas sean inmortales significa que no estn

    programadas para morir en su cdigo gentico. Su patrn de reproduccin es la divisin celular,

    sin dejar cadveres de ancestros en el camino, a quienes dejar una moneda bajo su lengua para

    que Caronte los llevo al otro lado del Estigia. Esto es como decir que para reproducirme, bastara

    en que me dividiera en mis hijos sin necesidad de

    intercambiar informacin gentica con mi esposa

    y transformndome en un multihombre clonado,

    segn los tantos hijos que pudiera tener

    (cranme: estoy en la lista para romper un

    rcord, al respecto). En estricto rigor no morira,

    sino que me multiplicara as, sucesivamente

    hasta el fin de los tiempos, cuando una povidona

    gigante invada nuestro planeta y nos aniquile.

    Haciendo un poco de historia ficcin, en

    el caso eventual que se cumpliera la remota

    posibilidad de Borges (en verdad no es remota:

    es nula, si no tomamos en cuenta ciertos relatos

    bblicos o mitolgicos, como Enoc, Heracles o

    Jess), estaramos viviendo la pesadilla de Robert Malthus: un planeta sobrepoblado y sin espacio

    para ms seres humanos. De acuerdo a la inquietud de Malthus (preocupacin que se repite cada

    cierto tiempo, ya sea con el nombre de cambio climtico, apocalipsis, globalizacin, calendario

    maya o cmo Uds. quieran llamarlo) como el alimento crece de manera aritmtica y la humanidad

    de manera geomtrica, no seramos capaces de alimentarnos satisfactoriamente en el futuro

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    prximo. Cmo todos los anuncios de fin de mundo, Malthus no consider en este anlisis los

    cambios en el ambiente, en particular la tecnologa y la innovacin, como catalizador de los

    procesos econmicos y sociales.

    El cambio, a fin de cuentas, es

    lo nico permanente. Como deca

    Hesodo jams nos baaremos dos

    veces en el mismo ro (Ni tampoco

    cruzaremos dos veces el ro de

    Caronte, a menos que creyramos en la

    reencarnacin). Luego de millones de

    aos de monotona, donde los

    microorganismos se duplicaban sin

    emocin alguna, para salvar de esta

    rutinaria situacin, afortunadamente,

    apareci el sexo. A travs de este mecanismo, los microorganismos tuvieron que compartir

    material gentico con sus parejas (esta es la mejor parte) y, de esta manera, generar variedad y

    disposicin al cambio. Por qu disposicin al cambio? Algn evento global tuvo que gatillar esta

    necesidad de diversidad. Algo as como la invasin de una povidona yodada gigante, un cambio

    global de temperatura o de los componentes de la atmsfera (o quizs una vuelta de tuerca del

    calendario maya por qu no?). Claramente los microorganismos estaban muriendo por estos

    cambios, sin embargo seguan siendo inmortales. No, no es una paradoja: estoy diciendo que estos

    seres vivos an no estaban programados para morir, o sea que dentro de sus genes no estaba

    escrito el mecanismo que

    disparaba su muerte, luego

    de un determinado ciclo de

    vida.

    Hoy se sabe de la

    existencia de los genes de la

    muerte, gracias a los

    estudios en nemtodos

    Caenorhabditis elegans,

    realizados por Sidney

    Brunner, quien recibi el

    premio Nobel de Medicina

    en el ao 2002. Este bichito ha servido de modelo para el estudio de la biologa del desarrollo,

    biologa molecular y neurologa. Los llamados genes de la muerte, gatillan una muerte programada

    mediante un proceso conocido como apoptosis. En palabras sencillas, existen genes que provocan

    la muerte de un ser vivo, luego de cumplido un ciclo de vida respectivo.

    La historia natural del planeta es la conservacin de la autopoiesis, como ha dicho

    Humberto Maturana. Es la historia de la conservacin de aquellos genes que permiten la

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    supervivencia y la autocreacin de la vida durante la historia geolgica del planeta. En otras

    palabras: los genes que se conservan son los genes que son tiles para la supervivencia y la

    adaptacin al cambio.

    Si la existencia de los genes de la muerte es un hecho, por un lado, y que los genes que se

    conservan a travs de la historia evolutiva son aquellos genes que han resultado ventajosos en la

    adaptacin al cambio y supervivencia de un ser vivo, por otro. Esto significa que los genes de la

    muerte son ventajosos para la adaptacin de la vida en el planeta? En palabras sencillas La

    muerte es una ventaja evolutiva? Examinaremos un poco cul sera esta ventaja.

    "La naturaleza se equivoca, pero tiene en la muerte un mecanismo para corregir sus

    errores" (Cereijido & Blanck-Cereijido, 1997).

    La ltima cita echa por la borda la casi sacralizada idea de la sabidura natural, a menos

    que dijramos que la naturaleza es resiliente y que aprende de sus errores, cualidades que hoy se

    consideran sabias.

    Ms all de los temores de

    Malthus, las ventajas de la muerte

    tienen relacin con que las especies

    expuestas a presin selectiva, por

    millones de aos, han sido

    depuradas, eliminando los

    especmenes defectuosos que no

    transmitieron sus genes a las

    siguientes generaciones. Es de

    sentido comn, que frente a la

    consulta de quien tendra ms

    esperanza de vivir, entre un hombre

    primitivo y uno hipercivilizado, sera

    de perogrullo contestar que el civilizado tendra ms posibilidades, gracias a los avances

    tecnolgicos que Malthus obvi en su anlisis. Sin embargo, si preguntamos a qu curva se parece

    ms la curva de esperanza de vida de un animal salvaje (normalizando su ciclo de vida al de un ser

    humano). Si a la del hombre primitivo o a la del hipercivilizado, un mal presentimiento, quizs, nos

    hara pensar en una relacin esttica entre primitivo y civilizado, y nos hara optar por la primera

    opcin. Sin embargo la curva para animales salvajes (normalizada) que muestra la Curva N1

    (Cereijido & Blanck.Cereijido, 1997) se asemeja ms a la de un hombre hipercivilizado. Pareciera

    que somos una especie inmadura, recin llegada, casi adolescente, como evidencia nuestra actual

    cultura del reclamo de los derechos, y que la muerte an no ha operado sobre nosotros,

    depurando nuestra especie. O quizs gracias al progreso hemos alcanzado esta depuracin, sin

    requerir al mecanismo natural de la muerte y sin an vencerla tampoco. Esto ltimo puede sonar

    mesinico, pero no cabe duda que frente al ventajoso rol del mecanismo de la muerte, nuestra

    cultura ha jugado otro rol como catalizador y ventaja.

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    La misma muerte, junto con las promesas escatolgicas de vida ms all de la muerte, ha

    sido el motor de la civilizacin, pues ha fijado la referencia en el tiempo y la esttica narrativa,

    tanto de nuestras vidas como de la cultura. Cuando hablamos de historia natural, hablamos de una

    narrativa tambin. De una esttica en el tiempo que ordena los hechos y le da un sentido

    (histrico), aunque sea entrpico, pues la muerte en s, es el tiraje de la chimenea del tiempo, es la

    direccin donde crece la entropa. Dentro de las ciencias histricas, la paleontologa en particular,

    es una ciencia de la muerte, toda vez que estudia los cadveres o rastros de seres del pasado, ya

    extinguidos o muertos. Sin muerte no hay paleontologa. Paleontologa, o ciencia de la vida del

    pasado, es una forma eufemstica de decir ciencia de los seres muertos.

    La principal ventaja de la muerte, lejos de hacernos humanos puros y aptos, ha sido

    entonces la construccin de nuestra cultura, entendida sta como la convencin de experiencias

    comunes, que pueden ser repetibles y transmitidas a travs del lenguaje, y que nos resultan

    ventajosas para nuestra sobrevivencia y adaptabilidad. Una forma particular de cultura es la

    ciencia, pero en ningn caso podemos caer en la falacia del progresismo, en creer que la lnea de

    la historia est siendo teleolgicamente laceada y en creer que caminamos al mejor mundo

    posible. La riqueza de la cultura humana radica en su plasticidad, en la permisividad y repeticin

    de los errores, la adaptabilidad moral a travs de la historia, en la poesa y el arte, y la creacin de

    realidades nuevas a travs del pensamiento y la matemtica. Esto ltimo a la larga nos hace

    inmortales, por lo que guardar mi bolo bajo la lengua, paciente a que pueda cumplir con la

    expectativa de Borges. Y en caso que muera, al fin y al cabo, sabr que fue una ventaja.

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    REFERENCIA:

    CEREIJIDO, M. & BLANCK-CEREIJIDO, F. (1997). La Muerte y sus

    Ventajas. Editorial Fondo de Cultura Econmica. Mxico.