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Una interpretación ... lClencla Ismael Ledesma Mateos Escuela de Biología, Universidad Autónoma de Puebla. Hay quienes piensan que la biología existe desdeel momento que el hombre se pone en contacto con la naturaleza y tiene interés en conocer a 105 distintos animales y plantas que lo rodean, darles nombre y encontrarles utilidad. En esta lógica, por ejemplo, seha dicho que en el marco del V Centénario de la llegada de Colón a América, debe tratarse de rastrear las contribuciones a este campo del conocimiento, realizadas desde 1492, en lo que serían 500 años de biología americana. De igual manera, se habla de la .I biología del México prehispánico, o se afim1aque Aristóteles fue , el primer gran biólogo de la antigüedad. Lo que no sevalora al asumir este punto de vista es que toda esaactividad de búsqueda, acumulación, ordenamiento de información y conocimiento, no poseeel estatuto de cientificidad. Tal es la idea fundamental del presente artículo, misma que implica insertarse en el seno de una polémica ya su vez tomar una posición filosófica que parte de la teoría formulada por Thomas s. Kuhn en el año de 1962, en . su obra La estntCtura de las revol~ cientí~! 1de la que se desprendeque la condición para considerar a una ciencia como tal es que cuente con conc¿ptos "centrales" o unificadores, que sean universalmente aceptados y que validen la actividad de investigación en un momento histórico determinado, los cuales son avaladospor un grupo humano que es la comunidadcientíflca. Estosconceptos, que son denominados paradigmas, permiten lá explicación de un conjunto de fenómenos, así como la generación de nuevas preguntas que deberán ser respondidasen los trabajos de investigación!

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Page 1: lClencla - Historia y Estudios Sociales de la Biologia

Una interpretación

...

lClencla

Ismael Ledesma Mateos

Escuela de Biología, Universidad Autónoma de Puebla.

Hay quienes piensan que la biología existe desde el momento que el hombre se pone en contacto con la

naturaleza y tiene interés en conocer a 105 distintos animales y plantas que lo rodean, darles nombre y

encontrarles utilidad. En esta lógica, por ejemplo, se ha dicho que en el marco del V Centénario de la

llegada de Colón a América, debe tratarse de rastrear las contribuciones a este campo del conocimiento,

realizadas desde 1492, en lo que serían 500 años de biología americana. De igual manera, se habla de la

.I biología del México prehispánico, o se afim1a que Aristóteles fue,

el primer gran biólogo de la antigüedad.

Lo que no se valora al asumir este punto de vista es que toda esa actividad de búsqueda, acumulación,

ordenamiento de información y conocimiento, no posee el estatuto de cientificidad. Tal es la idea

fundamental del presente artículo, misma que implica insertarse en el seno de una polémica ya su veztomar una posición filosófica que parte de la teoría formulada por Thomas s. Kuhn en el año de 1962, en .

su obra La estntCtura de las revol~ cientí~! 1 de la que se desprende que la condición para considerar a

una ciencia como tal es que cuente con conc¿ptos "centrales" o unificadores, que sean universalmente

aceptados y que validen la actividad de investigación en un momento histórico determinado, los cuales son

avalados por un grupo humano que es la comunidadcientíflca. Estos conceptos, que son denominados

paradigmas, permiten lá explicación de un conjunto de fenómenos, así como la generación de nuevas

preguntas que deberán ser respondidas en los trabajos de investigación!

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La ciencia: discontinua V productode una comunidad

Precisamente, al confrontaresta idea de la linealidad del conocimientocientífico, Kuhn afirma que la ciencia avanzapor rupturas, de manera que los paradigmasson sustituidos por otros en un proceso quese llama "revolución científica". En este en-foque, la ciencia no es lirieal, es discontinua,de fonna análoga al esquema de la explica-ción de la filogenia, que da la teoría del equi-librio puntuado o intennitente, donde elprogreso evolutivo es discontinuo y por rup-turas.4,5,6

Una característica de los para-digmas es que a su vez generan otras pregun-tas, dejando cuestiones no resueltas o resuel-tas de manera incompleta, a las que se de-nomina enigmas. Para Kuhn, el desarrollocientífico como tal no es lineal, a diferenciade como lo "pintan" los libros de texto, queenseñan que la historia de la ciencia es unasucesión de descubrimientos y de avances,donde poco a poco vamos accediendo alconocimiento de una manera que pudieraII " má ." " .amarse ro ntlca , o como un conJun-

to de relatos de caballería", tal como señalaJean Senet Josá en el prólogo a la Lógica delo viviente de Fran<;ois Jacob, obra en la quese plasma una concepción discontinuista dela historia de la biología.3

Como puede apreciarse, el criterio de Kuhnes de carácter histórico y sociológico, puesdeposita el estatuto de cientificidad en ungrupo que es la "comunidad científica" y, adiferencia de las concepciones anteriormen-te vigentes de la historia de la ciencia, quela enfocan como una acumulación de des-cubrimientos atribuibles al genio individualya una idea metafísica de progreso, para élla categoría de científico posee un atributohistórico y social.

La teoría desarrollada porKuhn, que parte de la base de un sóhdo tra-bajo en historia de la física y la quúnica, tra-tamos de llevarla al terreno de la historia dela biología.

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n CIENCIA y DESARROLLO 110

vLa biología: una ciencia moderna

En el curso de la reflexión realizada bajoeste marco, se concluye que la biología seconstituye como ciencia hasta el siglo XIX,en un proceso que pudiéramos decir ini-cia en 1838 con la formulación de la Teo-ría Celular y que culmina en 1900, con elredescubrimiento de las leyes de la heren-cia. Es en esta etapa cuando se constru-yen paradigmas de orden superior, esto esque abordan problemas de carácter gene-ral y que por ello denominamos paradigmasglobales de la biología, siendo en este pe-riodo cuando por vez primera contamoscon conceptos unificadores de orden ge-neral y con posible aceptación universal!

En este orden de ideas, el pri-mer paradigma global es la Teoría Celu-lar formulada por Teodoro Schwan yMatias J acobo Schleiden, quienes escribenla versión definitiva de su enunciado en1839.

biológico (no a la Biología) se plantearondesde la antigüedad y que son:I) El problema del conocimiento

del cuerpo.2) El problema de la diversidad de

los seres.3) El problema de la generación de

los seres.4) El problema de la noción de vida

El tercer paradigma es la

Teoría de la Homeostasis, esto es, de la

regulación del medio interno de los orga-

nismos, formulada por Claude Bernard y

contenida en la obra Le~ons sur les

phénomenes de la vie communs aux animaux

et aux végétaux (Lecciones sobre los fen6-

menos de la vida comunes a los animales y

los vegetales), publicada en 1878.

El cuarto paradigma es la

Teoría de la Herencia, planteada por el

monje agustino Gregorio Mendel en 1865,

en el texto Experimentos sobre hibridaci6n

de las plantas, pero que carece de impacto

científico hasta su redescubrimiento en

1900, al haber llegado a esas mismas con-

clusiones y trabajando por separado Carl

Correns, Erich Tschermak y Hugo De

Vries.

La biolO~ía posee una ricaacumulacion de antecedentes

Antes del surgimiento de loscuatro paradigmas globales formuladOs enel siglo XIX, lo que tenemos es una granacumtilación de información, tendiente aresolver los cuatro problemas enlistadps,motivo por el que a toda esa etapa previaa la formulación de los paradigmasglobales le 11amaríamos etapa precien-tífica, o bien pudiera decirse la"prehistoria de la biología".

Utilizando un ctiterio histo-riográfico, marcamos esta división de for-ma que la "historia de la biología" partedel momento en que tenemos ya losparadigmas estructurados, siendo la"prehistoria" toda esa enorme etapa quele antecede, rica en información, plena endescripciones y que puede denominarse"naturalismo".

Este conjunto de conceptos unificadoresque forman parte de lo que aquí denomi-namos "paradigmas globales", son fuentede otra serie de paradigmas específicos,particulares, que se desprenden de ellos yque nos permiten explicar los cuatro Ór-denes de problemas que en relación a lo

El segundo paradigma es laTeoría de la Evolución formulada porCharles Oarwin en su obra El origen de lasespecies (1859), la cual, aunque es recha-zada por ciertos sectores, genera una po-lémica que ya se da en el seno de una co-munidad científica constituida.

Page 4: lClencla - Historia y Estudios Sociales de la Biologia

73MAYO/JUNIO DE 1993

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La noción más antigua devida, la más original, es la que la relacio-na con el movimiento, motivo por el cualpor mucho tiempo se consideró que lasplantas no estaban vivas. Tales de Müetodecía que los imanes estaban vivos por-que poseen la capal:idad de atraer el hie-no, y transmitir la capacidad de movi-miento a las partículas del metal, partici-pándoles de esa propiedad vital.Aristóteles mismo considera a los seresvivos como'ubicados en lo que sería una"gran cadena del Ser", donde tenemos elnivel de lo mineral, el de lo vegetal, el delo animal y por último el de lo humano,por lo que para el maestro del Liceo la vidaes entendida como una cuestión de "máso menos"; hay seres más vivos que otros,por lo que las plantas están más vivas quelos minerales, y los anilnales más que lasplantas a lo largo de esa "gran cadena delser".

En el mundo antiguo hay unainquietud por estos problemas que tienenque ver con la vida y los seres que la po-seenj sin embargo, son preocupacionesinconsistentes, por lo que planteamos queen la "prehistoria de la biología" se de-sarrolla una búsqueda en esas cuatrograndes líneas o problemas a los que,luego de la constitución de la biologíacomo ciencia, los paradigmas globalesdarán respuesta.

Esos cuatro grandes proble-mas, "el conocimiento del cuerpo", "ladiversidad de los seres", "la generación delos seres" y la "noción de vida", son partecrucial de la historia del pensamiento enel mundo antiguo, y si hacemos un ras-treo en la historia de la filosofía, tanto enel mundo antiguo como en el medieval,el renacentista o en los albores de la mo-dernidad, incluyendo el siglo XVIII y losinicios del siglo XIX, encontraremos per-sonajes que en distintos momentos y dedistintas maneras trataron de dar respues-ta a estos problemas. Eso, sin embargo, nodebe confundirse con la actividad cientí-fica de la biología.

I

FIgura 1. Arlstóteles, uno de los másImportantes filósofos de la antigüedad,desarrolló uno de los prImeros sistemaspara clasIficar a los organIsmos. Su obracomo naturalista fue sumaITJenteimportante para el conocimiento de la vIda,aunque resulta incorrecto consIderarlo

bIólogo.En la AntiQüedad se conjuntóinformacion de gran riQueza

Uno de los problemas sobre el que se acu-muló más información durante la Anti-güedad, fue el relativo al conocimiento delcuerpo. Desde los presocráticos surgeninteresantes ideas acerca del crecimientoV forma de los órganos, de los humorescorporales, del origen de las enfermeda-des v, en general, del funcionamiento delorganismo, principalmente de los verte-brados. Muchas de esas aportaciones sehicieron dentro de un marco filosóficogeneral, donde la que se buscaba era en-tender la realidad en su totalidad, V porende al cuerpo V la vida como parte de larealidad V del mundo.

La biología es explicar más Quedescribir

Un ejemplo de la concepción tradiciona-lista de la historia de la biología puedeencontrarse en la clásica obra de CharlesSinger Historia de la biologíaS (que es unade las más completas que se han escrito),donde el autor afirma que Aristóteles esel primer gran biólogo de la antigüedad.Es evidente que desde esta posición hayuna completa discrepancia con tal afirma-ción, pues Aristóteles es un filósofo fun-damental para el desarrollo de la culturaoccidental, es un naturalista de altas ca-pacidades, que desarrolla el conocimien-to zoológico, pero no un biólogo en senti-do estricto.

En dicha lógica, podemoSdecir que la botánica y la zoología surgencon antelación, pero no la biología comotal. Hablar de biología es hablar de la ex-plicación del por qué de loS seres viVoS,por qué son como son, por qué están don-de están, así como entender qué es la vidacomo fenómeno.

Michel Foucault, en su libroLas palabras y las cosas,9 dice que antes delsiglo XVIII ni siquiera se podía hablar devida, porque la vida no existía. Esta atre-vida afinnación se entiende en el sentidode que la gente en el Siglo XVIII todavíano tenía claro lo que era la vida, lo cualilustra con un texto que toma de la obrade Gastón Bachelard La fOmIaCi6n del es-píritu científico. donde Robinet, un impor-tante naturalista francés de aquella épo-ca, confiere la propiedad de la vida a loSminerales, e incluso dice que tienen ca-pacidad para nutrirse, lo cual se encuen-tra ligado con su coloración y sus caracte-rísticas; eso revela la confusión que exis-tía acerca de lo que está viVo y lo que nolo está.

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Con el naturalismo todo es vistocomo una historia

Ya más cerca de nosotros tenemos natu-ralistas como Carlos Linneo, que planteael sistema de clasificación que sigue sien-do vigente hasta la fecha, la nomenclatu-ra binoi11ial, que a pesar de su importan-cia no puede ser considerado como un ele-mento principal para la construcción dela biología como ciencia; más bien respon-de a esenaturalismo que fija como nece-sidad prioritaria el ordenar al mundo, co-nocerlo, nombrarlo. Ellos mismos jamás sellaman biólogos, pues la palabra aún noexiste; son naturalistas, se habla de histo-ria natural, se habla de filosofía natural.Esto lleva a recordar la frase de CarlosMarx: "La única ciencia es la ciencia dela historia, dividida en dos partes: la his-toria de la naturaleza y la historia de lasociedad."12

La puesta en marcha de esacientificidad está ligada también alsurgimiento de las sociedades científicas,del periodismo científico, ya una mayordifusión entre toda la gente que hace ac-tividad intelectual ligada a la descripciónde la naturaleza en el mundo.

Es así que llegamos a la fasede cristalización, en la cual surgen los con-ceptos paradigmáticos que van siendo asu-midos por una comunidad científicaestructurada. Es así como llegamos a estesiglo XX, contando ya con fundamentosplenamente establecidos y con una seriede recursos tecnológicos con los que nose contaba en otros momentos, para po-der iniciar ya una explicación cabal de loque es vida y del funcionamiento de losseres que la detentan.

Los cuatro paradigmas globalesdan cuenta de la enorme gama de

problemas biológicos

Para el mismo Lamarck lasplantas no evolucionan porque no tienensistema nervioso, sino sólo los animales.Es por todas estas razones, por estas incon-gruenci~, que no podemos hablar de unaauténtica ciencia, lo cual no le quita vali-dez a los conocimientos o a la acumula-ción de información que se llevó a cabo,pues si algo tiene el enfoque kuhniano, esel llevarnos a tener una actitud muy res-petuosa de cómo pensaban las gentes enotros tiempos y en otros marcosepistémicos, con otras estructuras de asi-milación conceptual, con otras manerasde ver el mundo. Lo que actualmente nospuede dar risa, y que nos puede pareceruna ingenuidad puesta en boca de alguiencomo Aristóteles o el propio Descartes, eraplenamente rigurosa y representa un enor-me esfuerzo intelectual en su época.

Por ejemplo, puede recal-carse el hecho de que a pesar del descu-brimiento de Harvey, donde el mecanis-mo de circulación de la sangre ha queda-do dilucidado, Descartes plantea con pos-terioridad un mecanismo totalmentegalénico, los espíritus animalEs, que comodijimos no son otra cosa que el Pneumagalénico enfocado desde una manera ple-namente mecanicista, y uno se pregunta,¿si Harvey ya había descubierto el meca-nismo de circulación sanguÚleo, por quéDescartes no toma en,cuenta ese conoci-miento? La respuesta es clara: porque nohay ciencia, haypreciencia, porque no hayuna comunidad científica que considereparadigmático ese conocimiento.

El surgimiento de la palabrabiología no significa su

constitución como ciencia

T odavía con el resabio de este pensamien-

to lean Baptiste Lamarck inventa la pala-

bra Biolngía en 1802, en su obra tituladaInvestigaciones sobre la organización del cuer -

po viviente, donde después de una amplia

argumentación nos dice: "...y demos por

nombre a esta nueva ciencia el de Biolo-

gía". Bautizo simultáneo al que hace

Treviranus, que en otro escrito utiliza la

palabra biología sobre la base del uso de

la etimología greco~tina (bias, vida y Ingos,

estudio). Aunque Lamarck inventa lapa-

labra biología, su obra más importante

,para la historia del pensamiento, la Filo-

softazool6gica, recibe precisamen.te ese

nombre -no le llama fundamentos de

biología-, existiendo incluso ahí esa idea

de ruptura entre el mundo llamado vege-

tal y el animal.

En esta formulación hemos dado cuentade cuatro grandes problemáticas en rela-ción con lo viviente, así como de los in-tentos de respuesta al respecto.

A contil'luación cabría pre-guntamos si la biología es sólo eso. La res-puesta es no, pero también es cierto quelas demás cuestiones que puedan ser plan-teadas, de una forma u otra, de maneradirecta, indirecta o derivada, se encuen-tran relacionadas con estos cuatroparadigmas que aquí hemos denominado

globales.

Figura 4. Jean Baptiste Lamarck, naturalistafrancés, al Igual que Trevlranus, es el primero

en emplear el término biología (1802J paradesignar algo que a su julclo sería una nueva

ciencia. Su obra más grande llevó por nombreFilosofía zoológica, en donde plantea una

teoría de la evolución coherente aunqueIncorrecta.

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76 CIENCIA y DESARROLLO 110

El mismo problema de la ge-neración espontánea y la biogénesis loenmarcamos en la esfera teórica delparadigma evolutivo; el planteamiento delorigen de la vida en los ténninos que lohace Oparin, se deriva del previo adveni-miento de la teoría de la evolución.Adicionalmente hay que distinguir entreel problema de la generación espontáneaen la é~oca en que lo afronta FrancescoRedi, de 1!J que es el problema de la gene-ración espontánea en tiempos de LouisPasteur, pues no son lo mismo. Uno es elproblema de la generación de aquellos se-res que existen en este momento, lo cualtiene que ver con la reproducción; por elcontrario, el que afronta Pasteur tiene quever con e[ origen de la vida, y ello implicapensar que en un principio no había vida,lo que se haya ligado a dejar de lado la ideade la creación, cuestión que se une al pen-

samiento evolucionistá.

Podemos cuestionamos so-bre cuáles son los paradigmas fundamen-tales para entender los fenómenos a nivelecológico. Aquí aparece claramente lapresencia del paradigma de la teoría evo-lutiva darwiniana pues, como dice JoséSarukhán, Darwin tuvo como contribu-ción principal la noción de población, nosólo en lo que se refiere a la teoría de laselección natural, sino al sentar las basesde la biología evolutiva,13 insertándoseaquí claramente una vertiente de aque-llo que llamamos ecológico. De hecho,con esta visión, aunque fue ErnestHaeckel quien acuña la palabra, Darwines el pionero de la ecología. De igual for-ma, el conjunto de conceptos de laecología tiene bases en la concepción dehomeostasis de Claude Bernard, pero tras-ladada del milieu interieur {medio i¡)temo) ,al medio externo. Por ello la utilización deltérmino "medio ambiente" no es incorrec-ta, respetando la idea bemardiana de laexistencia de un medio ambiente, que debediferenciarse de un medio interno, siendolos dos medios claramente distintos.

Para la explicación {ya cien-tífica) de la diversidad de los seres, lastaxonomías naturales, las cuales se bus-can constru~r en todos los enfoques ac-tuales de la zoología y la botánica, estándirect8¡Inente ligadas al paradigma de laevolución.

Figura 5. Claude Bernard, fisiólogo francésque con sus Investigaciones acerca delmantenimiento de la constancia del medioInterno de los organismos, condujo alsurgimiento del paradigma de la

Homeostasls.

Conjuntamente con el pen-samiento de Claude Bernard, la teoríacelular da la entrada a la fisiología celu-lar, para que luego se llegue a la biologíamolecular, al hacerse una síntesis con elparadigma de la teoría de la herencia.

Podemos hacer las combi-natorias que queramos con distintos pro-blemas biológicos, y en todos ellos vamosa encontrar el telón de fondo de los cua-tro paradigmas fundamentales.

Antes no había biólogoslpor supuesto)

Ahora una cuestión importante es recor-dar que en esas épocas no había biólogoscomo tales. Entonces, ¿quiénes cultivabaneste problema del conocimiento de lavida? La respuesta es clara: fueron desdefilósofos hasta médicos, o coleccionistasaficionados. No hay una profesiona-lización de quienes se interesaban por es-tascosas en el siglo XIX.

FIgura 6. Charles Darwln, con la publicación de su lIbroEl origen de las especies por medio de la SelecciónNatural o la preservaciÓn de las razas favorecidas en lalucha por la vida en 1859, sentó las bases para elestablecimIento del paradIgma de la Evolución.

Figura 7. Gregor Mendel, monJe agustIno que con susinvestigaciones acerca de la hIbrIdación de las plantas,

llegó a las conclusiones actualmente llamadas "leves"que llevan nombre. El redescubrlmlento de los

fenómenos por él estudiados en 1900, llevó a

establecer el paradigma de la Teoría de la Herencia.

Page 8: lClencla - Historia y Estudios Sociales de la Biologia

77MAYO/JUNIO DE 1993

Herrera y la visión integral de labiología mexicana

Es por eso que la teoría celu-lar es propuesta por Teodoro Schwann,que se dedicaba a la zoología, y por MatíasJ acobo Schleiden, quien originalmente eraabogado y que después de un fallido in-tento de suicidio se convierte en aprendizde botánica en la Universidad de Jena.Claude Bemard era médico; GregorioMendel era monje, Charles Darwin era unnaturalista aficionado y un auténticoaventurero, etc.

Ya en este siglo, durante susprimeras décadas, el saber biológico fueprincipalinente cultivado por los médicos;de hecho, más que por los quúnicos, quie-nes estuvieron más alejados de esto, a di-ferencia de lo que algunas gentes creenhoy en día, cuando se ha llegado inclusoa plantear que los biólogos son una espe-cie de quúnicos de segunda. En realidad,la ligazón de la química y la biología hasido más distante que aquella existenteentre la medicina y la biología como tal.

En los inicios de este siglo losmédicos continúan con la tradición sos-tenida durante el siglo XIX, siendo el mé-dico quien asume el papel naturalista.

Por último quisiera apuntar que corres-ponde a Alfonso L. Herrera el métito deintroducir el pensamiento biológico inte-gral en México, siendo el pionero en te-ner una visión totalizadora y general, lacual le lleva a escribir un libro de biolo-gía, el primero hecho en México por unmexicano, y que tuvo por título Nocionesen biolog(a. Esta obra fue publicada en 1904para dar respuesta a la necesidad de co~-tar con un texto para la cátedra de biolo-gía que Herrera funda e imparte por vezprimera en 1902 en la Escuela Normalpara Profesores. El curso fue luego suspen-dido por considerarlo peligroso para la ju-

ventud y las creencias.Es Herrera quien concibe

una panorámica de la biología que, con lasdebidas distancias tanto en tiempo comoen información, vale la pena rescatar ytomar en cuenta, para contribuir a unavisión auténticamente científica de esta

disciplina en nuestro país.

Agradecimientos

Figura 8. Alfonso L. Herrera, clentlflcomexIcano que dIctó la prImera cátedra de

blologla en nuestro pals 11902), escribiendopara su enseñanza el primer lIbro mexIcanosobre esta naterla: Nociones de biología 11904).Fue además e/Introductor del darwlnlsmo en

MéxIco y creador de una teorla sobre el orIgen

de la vIda denomInada Plasmogenla.

El autor manifiesta su agradecimiento albiólogo Antonio Fernández Crispín y al bió-logo Héctor Julio García Flores, quienes lomotivaron para la escritura del presentetrabajo, con la finalidad de servir de apo-yo teórico en el diagnóstico de la currículade la carrera de biólogo en la UAP .

De igual forma a la M. en C. Edna SuárezDíaz, profesora de Teoría de la Ciencia enla Escuela de Biología de la UAP, quien co-laboró en el análisis y discusión del con-cepto de cientificidad, así como a la pasan.te de biólogo Angélica Rueda y Sánchez dela Vega, quien contribuyó en la fase finalde nuestras discusiones y en la correcciónde la última versión.

Por último agradece a Nohemí Gal-dámez Ruiz ya Ana Ma. Horán Arriaga porel trabajo de captura del texto, ya HeliosHerrera Aranda por la asesoría para el for-

mato del mismo.