Levantemos La Voz en Contra Del Matoneo (1)

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  • Levantemos la voz en contra del matoneo Estoy muy indignado al sentirme recargado en funciones; aunque, no es

    por drmelas pero, todo sale bien solamente porque YO estoy en accin

    y sin embargo, me ignoran. A ver, dganme si no soy yo el que siempre

    seala, responde que s o que no. Soy tan necesario hasta por mi huella

    derecha y por si fuera poco aparezco en clnicas, hospitales y bibliotecas

    indicando silencio.

    Sin mediar palabra, con vehemencia arremeti contra Meicn

    dicindole: Ey! Enano flacuchento e intil, t debes desaparecer, eres

    un bueno para nada; no eres ms que un recargado, que siempre

    espera que los dems hagan el trabajo! - Si no hubiera sido porque

    Corazn y Anularn se interpusieron le hubiera golpeado. Indicn, -

    dijo Corazn -no has hecho ms que quejarte y evidenciar tus funciones.

    Adems, abusas del que consideras ms dbil y no te das cuenta que es

    l, quien siempre est terminando tus labores de limpieza (sealando la

    nariz y la oreja).

    Pulgarcn solicit permiso para intervenir, pero Indicn, se mostraba

    bastante indispuesto y antes que hablar, le grit: ni hables, que

    tambin eres un obeso inservible! En un momento en que Indicn

    pasaba saliva: Pugarcn, subi la ceja, entrecerr los ojos, infl sus

    mejillones y le iba a responder. -Pero en ese momento desde el centro

    se escuch: No ms atropellos, insultos, ni ultrajes! Es el momento de

    sacar conclusiones y en vez de maltratos, es necesario hacer

    reconocimientos.

    Todos quedaron estupefactos, no lo podan creer, el asombro se

    reflejaba en sus rostros. El mediador continu como si no los estuviera

    mirando. Qu sera de nosotros si no fuera por la astucia de Pulgarcn,

    y les record que en ms de una ocasin todos los miembros de la

    asamblea se agachan para que l, aunque pequeo y gordito, muy

    silencioso pueda indicar

    Adems, -si Pulgarcn desaparece, quien aplastar las pulgas, es tan

    trabajador como t Indicn!, recuerda que sin l, no podras coger tan

    cmodamente ni siquiera el lpiz o unas tijeras; tambin te permite ser

    til para agarrar todas las cosas; y con su fuerza y presteza te colabora

  • para abrochar desde un botn, amarrar los zapatos, hasta abrir o

    cerrar una caja fuerte y muchas labores ms

    Se concede la palabra a Meicn quin con vehemencia pide que

    desaparezca su vecino Anularn. Asombrado por su actitud Corazn, le

    increp: Cmo se te ocurre!, no te has dado cuenta que tu vecino,

    largo y encopetado, te colabora en las celebraciones, mientras t

    reluces en la mayora de las galas cuando levantamos la copa para

    brindar; generalmente se encarga de los anillos que hacen relucir toda

    la mano. Despus de esto, cada uno de los participantes en la asamblea

    con voz pausada, se pidieron perdn, se reconciliaron y prometieron

    continuar unidos, reconociendo que cada uno aunque diferente ejerce

    una funcin.

    Repentinamente la mano izquierda se acerc a la mano derecha,

    asignaron una fecha para volver a convocar asamblea y sin decir ms

    palabras se enlazaron en un fuerte abrazo formando un

    Darleny Torres

    Lic. en Educ. Bsica con nfasis en Humanidades y Lengua Castellana.

    Universidad Javeriana.