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Bosque afueraComunicacin saludable y creativaCoordinacin: Juan Ral Rithner

Carlos Ortiz Edita Garrido Francisco Tortarolo Jorge Prez Liln Rodrguez Ral Marn Ruth Ibarra

Comunicacin saludable y creativa

Bosque afuera

Comunicacin saludable y creativa

Bosque afuera

Coordinacin: Juan Ral Rithner

Carlos Ortiz Edita Garrido Francisco Tortarolo Jorge Prez Liln Rodrguez Ral Marn Ruth Ibarra

Comunicacin Interpersonal y Grupal Orientacin Gestin y Produccin Licenciatura en Comunicacin Social Facultad de Derecho y Ciencias Sociales Universidad Nacional del Comahue General Roca, Ro Negro, Patagonia, Argentina, 2006

Diseo interior: Leopoldo Zalazar Diseo y Realizacin de Tapa: Gustavo Gzain Fotografas: Mara Hayde Escudero Correccin de estilo: Zulma Prina

ISBN En trmite Juan Ral RithnerPrimera Edicin: Marzo de 2006 Hecho el depsito que marca la Ley 11.723 Impreso en Argentina

PubliFadecsDepartamento de Publicaciones de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. Universidad Nacional del Comahue. Mendoza y Per (8332) General Roca, Ro Negro. Repblica Argentina [email protected]

Equipo Coordinador de las Jornadas de Atencin Primaria de la Salud, Ro Negro Ministerio de Salud de la provincia de Ro Negro

Corazn. Ya se fueron las nubes. T miras para todos lados y no ves nubes. Slo un cielo azul y una grande pero muy grande esperanza. Desde hace muchos aos, los hombres han luchado por lo que quieren. Muchos, los que no conocen otra ambicin que las cosas materiales, han llegado a odiar la vida porque jams pensaron en ella Carta de Juan Rulfo a Clara Mxico, 1946 Publicada en La Nacin, 1987.

PREFACIO

Cosa linda los bosques! Agua fresca de ro, lago, arroyito o vertiente. Plantas que guarecen plantas y protegen su maravilla entre copas inmensas. rboles frondosos que atraen la mirada y la voluntad con su sola presencia. rboles callados que prefieren esconderse tras el ramaje y el despliegue cromtico de los otros. Pjaros y lianas y ramas y hojas y flores y semillas Un aula es un bosque. Taller de construccin de conocimientos y habilidades es tambin taller de actitudes ante la vida, el tiempo y el escenario que nos toca vivir. Un aula es un bosque. Ms ralo o ms frondoso, ms hmedo y colorido o ms oscuro y penoso de sombras pero siempre pleno de vida que reproduce vida a cada instante. Podemos, en el bosque, ser leadores que eviten palmo a palmo su explosin desaforada para que primen el orden, la sumisin a las normas y el domesticamiento. Podemos, en el bosque, negociar sus flores, su madera, sus frutos, sus semillas y hasta su subsuelo ms oculto y escondido. Podemos, en el bosque, ayudar a que ste se encierre en s mismo y, enamorado slo de su propia imagen, sea diestro en protegerse del afuera. Pero tambin podemos, en el bosque, provocar situaciones para que sus habitantes descubran que no slo las aves tienen alas y que el cielo es muy grande y que la Tierra es muy amplia y est llena de esperas y temblores. Podemos incidir para que el bosque se enmarae en su propia abundancia y belleza y se arraigue y crezca bosque adentro. Pero tambin podemos incidir para que ese bosque salga a sembrar semillas, canto, verde y vida. Bosque comunicacin, bosque prdigo, bosque mano abierta, bosque afuera Juan Ral Rithner

INTRODUCCIN

Cuando las personas nos sentamos alrededor de una mesa, en rueda, tirados en el csped para conversar, tomar mate, leer un libro juntos, contar historias, cuentos, creencias, recuerdos o hablar acerca de lo que nos agrada y anhelamos, nos estamos dando la posibilidad de dejar fluir sentimientos, emociones, aciertos o desaciertos, broncas, alegras y sueos. Y todo aquello que ha ido construyendo nuestra personalidad. En esos momentos, nuestro patrimonio cultural queda a la luz. Los encuentros sirven para conocernos a nosotros mismos vinculndonos con los dems. Es ah donde, a travs de la comunicacin, comenzamos a construir puentes y caminos que nos permitan transitar juntos. Poder estar juntos, mirarnos sin bajar la vista, escucharnos, rer o llorar con el otro son posibilidades que muy pocas veces se nos presentan en esta poca en la que todo pasa fugazmente. Son oportunidades que no debemos desestimar. Es ms, necesitamos aprender a generar espacios en los cuales podamos construir vnculos nobles. Encontrarnos con personas de pensamientos y capacidades valiosas que reconozcan la creatividad de mentes despiertas. Personas que contribuyan a hermosear, y a hacer resplandecer a la humanidad, desde el lugar en que cada uno se encuentre. Constantemente necesitamos comunicarnos, pero son escasas las posibilidades de contar con espacios que nos lo permitan y, cuando ello sucede, por lo general, lo primero que surge es el temor a ser rechazado, a no saber o no poder llegar a realizar tal actividad. An as, debemos disponernos a participar. Esto ayudar a que nuestra riqueza cultural se acreciente y, a la vez, pueda ser transmitida en medio de una sociedad que se desintegra y se deshumaniza cada da ms. Trabajar en grupo no es una tarea sencilla. Tiene su complejidad pero no debe intimidarnos. El hecho de que cada persona posea capacidades y conocimientos diferentes, adquiridos en un tiempo y en un lugar determinados, no implica que sean desestimadas, porque es un todo que conforma lo individual y al mismo tiempo hace a la diversidad. Las dinmicas intragrupales (talleres dentro del grupo) e intergrupales (talleres con integrantes de otros grupos) nos movilizaron para compartir las experiencias adquiridas a lo largo de un ao de actividades. Aprendimos a comunicarnos mejor, adquirimos herramientas y conocimos mecanismos para hacer que el mensaje que queremos comunicar sea claro, atractivo, coherente y eficaz. A travs de esta obra queremos dar a conocer mtodos sencillos de trabajo grupal en los que siempre utilizamos el taller como estrategia comunicativa. El taller, ese espacio libre, de vinculacin humana, en el

que se accede al patrimonio cultural del otro y donde fluye la participacin. En las pginas siguientes, se podr acceder a un material que recupera experiencias individuales significativas de un grupo de personas, con edades y realidades diferentes. Desde nuestro lugar, incentivamos para que otros se animen a generar espacios y se sumen a la tarea de revalorizar, permitir expresarse, cotejar y construir; tanto desde sus cuestiones en comn, como desde sus diferencias culturales. Deseamos estimular para que concreten sus propias experiencias, siempre en funcin del fortalecimiento de los vnculos sociales, por el camino de la comunicacin interpersonal y grupal.

ENTRE RISAS

Y

LGRIMAS

"Los momentos que siempre van a estar en mi memoria Si tuviera que pedir un deseo, pedira volver a mi infancia" Ruth Ibarra.

Para lograr un taller que ilumine los recuerdos de la infancia es necesario que el coordinador, el primero en contar al resto de la ronda, rescate de su memoria algn momento de su infancia. Y lo exprese y lo narre a los dems. Tambin puede utilizarse algn cuento, contada, relato o captulo de novela que tenga como eje la infancia o momentos de ella. La transmisin hacia los dems, de esta iluminacin de su memoria, remarcar aquellas situaciones que movilicen los sentimientos y tiendan puentes posibles de identificacin. La contada de la historia puede durar aproximadamente entre tres y seis minutos. En el caso de que se utilice material impreso o narrado, es deseable que el coordinador comparta, con su pblico, datos bibliogrficos sobre la historia elegida: nombre del libro, autor, otras publicaciones de su autora, etc. La ronda se enciende con cada contada. Una sucede a otra y la atencin crece Luego llega la etapa de produccin, donde el grupo realiza sus propias producciones, ahora en forma individual. Aqu el coordinador plantea la consigna: Al pensar en la infancia qu recuerdos se despiertan en m?" Hoja en mano... Y a recordar! El tiempo estimado para las producciones de los textos ser, aproximadamente, de 10 a 15 minutos. Ya no trabajamos slo con la memoria de lo propio, sino con todas las imgenes, emociones y situaciones que produjo la rueda. Al finalizar, los integrantes del grupo realizarn una puesta en comn para compartir sus escritos. Este taller fue pensado teniendo en cuenta que la infancia es una etapa fundamental de la vida para el desarrollo integral de todo ser humano. De ella depende la evolucin posterior y sus caractersticas primordiales: fsicas, motrices, lingsticas y socioafectivas. El silencio. Los ojos iluminados. Slo el rasguido de las biromes y las lapiceras sobre los papeles. La luz del da que se iba, entraba por la ventana, inundando los rostros y los encuentros de cada uno consigo mismo... Cada participante realiz su obra en la hoja de papel, su propio reencuentro, su empezar a permitirse ser descubierto por los otros Un collage de memorias fue el que qued impreso en esas hojas convirtindolas en perdurables.

Poema colectivo de la infancia"Es una etapa que no se puede olvidar", "son momentos buenos y malos", "lo llevs adentro", "slo importaba el juego", "no importaba la hora", "es olvidarse del tiempo", "es lo que recuerdo todas las noches cuando me acuesto: "jugaba a los ninjas y a los avioncitos", "carrera de triciclos", "mi primera bicicleta color verde", "yo, disfrazada como seora grande", "travesuras de chicos" "Una vez me perd cerca de la estacin del tren". "Eran los chocolates ms ricos", "mis primeros pasos", "es mi barrio de Malarge", "jugaba con mis muequitos", "las tardes juntando hormigas", "mi infancia tiene distintos colores", "la pasbamos o muy bien o muy mal", "creaste castillos de cristal", "cuntos sin problemas", "es aquello hermoso a lo que regreso cuando estoy triste", "fuiste mi mejor amigo". "Infancia lo sos todo" "Palabra que me hace sonrer", "si tuviera que pedir un deseo pedira volver a mi infancia"

A mi mayor amor Jams me cansar de extraar cada momento que vivimos. Jams me dejar de doler cada da que pasa, no porque los viva con tristeza sino porque nos alejan un poco ms de aquellos momentos en donde todo era un juego y no existan problemas. Hicimos del mundo, un lugar mejor, y en aquella infancia con problemas econmicos, me creaste castillos de cristal slo para m: Desde los juegos en la pileta en donde me dejabas ahogarte para luego hacerme llorar porque pensaba que te haba matado, hasta los abrazos y las miradas cmplices cuando mam me retaba. Si algn da de stos pudiera hacer algo para volver el tiempo atrs, slo por unos minutos, viajara haca esas tardes en donde jugbamos a las naves espaciales en el techo de la casa de la abuela. Te acords que no nos dejaban subir? y decamos que bamos a la plaza y cuando no haba nadie en el pasillo, o cuando no haba moros en la costa: Seguime ET, como me decas vos, subamos agachaditos y sin hacer ningn ruido Creaste mundos mgicos para que pierda los miedos y me defendiste siempre que me meta en problemas con mam, con los vecinos, hasta aquella vez que le rob un juguito al quiosquero y vos lo fuiste a pagar con tus moneditas para que no le fueran a decir a mam. Y podra seguir recordando mil millones de cosas que hicimos juntos, porque cuando me daba vergenza salir a buscar amigos, vos fuiste mi mejor amigo. Tu hermanita menor... Natalia Barra Mi infancia ha pasado por muchas etapas, tantas que es difcil recordar alguna de ellas, pero intentar volver al pasado. Tena seis aos cuando tuve que viajar por primera vez a Buenos Aires... Llevamos a mi hermana a lo del mdico. Durante casi un ao estuve all. En un momento, sin darse cuenta mis padres, me qued parada frente a un cartel en la estacin del tren, mientras ellos se alejaban de m... De pronto me di cuenta de que ellos no estaban junto a m, as que corr a buscarlos y los alcanc. En ese momento tuve mucho miedo, pero no perd la calma porque eso sera peor. En otra oportunidad, siendo grande, tambin me perd; recuerdo que no saba dnde estaba. Estuve haciendo zig-zag hasta encontrar la calle principal. Al llegar a casa le coment a mis padres y se asustaron mucho. Ese da no lo olvido ms.

Libet Leal Neuqun, el departamento de mis abuelos, una cocina pequea con una ventanita pequea y una luz que se filtraba por ella, muy grande; yo, disfrazada como seora grande, con vestidos de mi abuela, mucha pintura en la cara, aros, prendedores y zapatos diez nmeros ms grandes que el mo. Papas, cebollas, zanahorias, y todo lo que mi abuela poda darme serva para preparar recetas deliciosas que saldran en directo por televisin. Recitaba tiempos de coccin, modos de preparacin, todo dirigindome a un pblico imaginario, y mi abuela atenta, escuchando la receta inventada. La pobre tena que limpiar, lavar, secar, pero lo haca con todo el amor del mundo. Mujer nerviosa como ella s las hay, hiperkintica como ella, pongo el sello que no. Sin embargo, observaba con paciencia y miraba con cario aprobando con gestos mi preparacin. Virginia Parrotta

Una infancia de colores Mi infancia tiene diferentes colores. Unos muy oscuros y otros maravillosamente luminosos. Prefiero recordar aquellos momentos brillantes, clidos, en que reamos junto a mi papi, que nos enseaba a nadar en el ro Colorado. Hacamos la plancha, disfrutbamos del agua fresca y de la proteccin de ese hombre, que nos daba siempre la seguridad de estar a nuestro lado, jugando. Prefiero recordar que en las noches, cuando pap llegaba cansado de trabajar, se sacaba los borcegos, la pistola, se baaba, y nos llamaba para hacernos marchar como soldados con la escoba o un cucharn; nos haca cosquillas y reamos y reamos, junto a mam, que disfrutaba desde su lugar. Edita Garrido Infancia (nunca cambi la letra... je) Es imposible que hable de mi infancia sin albergar en ella a mi primo Dal y mi prima Maqui. Maqui, cuatro aos mayor, preparaba la merienda para los dos y luego me ayudaba a subir al techo de la casa de nuestra abuela, por el parral. Los dos tombamos la merienda en el techo, hasta que nos encontraban y nos retaban... Je, je (era mgico)

Dal, de mi misma edad, jugaba toda la tarde a los ninjas y a los avioncitos conmigo. Nunca se aburra... Si no cambiaba yo las reglas de juego, l nunca lo haca. Francisco Tortarolo Mi infancia Cuando recuerdo mi infancia, no entiendo por qu me invade un poco de tristeza... No s... Me genera melancola, nostalgia; sin embargo, mi infancia fue feliz. Yo lo pasaba muy bien; viva en un mundo de fantasa y era feliz. Con mis hermanos ramos muy unidos y, a pesar de que nos llevbamos a los golpes, siempre estbamos unidos a la hora de las macanas, de los juegos, o cuando alguien quera hacernos dao. Ahora, de grande, yo me doy cuenta de que en mi infancia y en la de mis hermanos pasaron cosas que no deban pasar, que no estuvieron bien y que deseara borrar aunque no me afligen porque nos hicieron lo que somos hoy: cuatro malcriados que se quieren y se cuidan. Pueden tener encontronazos pero jams van a permitir que alguien o algo dae al otro. Dejando de lado aquella parte de nostalgia que no entiendo por qu aparece, ramos terribles e intensos, lo pasbamos muy bien o muy mal. En lo que respecta a m, era insoportable: La llorona no lloraba, aullaba. Era muy mimada y molesta y toda mi familia (padres, hermanos, tos, primos, etc.) me tena paciencia! Ahora me gastan y se ren bah!, nos remos a causa de ello. Lo nico preocupante de esto es que dej varias sucesoras que hablan como loro, tienen voz de pito y lloran y lloran y lloran. Noelia Canale Mi infancia Los momentos ms inocentes de mi vida. Los momentos ms especiales y no tan especiales, nicos e irrepetibles. Los recuerdos ms tiernos (besos, abrazos). Los momentos que siempre van a estar en mi memoria. Si tuviera que pedir un deseo, pedira volver a mi infancia. Ruth Ibarra Mi infancia Mi infancia est plagada de aventuras y travesas con mis

hermanos. Cuando pienso en cmo fue, recuerdo que fui muy feliz en esa etapa. Agradezco siempre a la vida por la familia en la que crec y el pueblo en donde viv. Mis paps son lo ms importante que tengo. Ellos me hicieron muy feliz y son los responsables de lo que soy hoy. Cuando estoy un poco triste me imagino volver a esa etapa en la que no tena problemas, en la que viva libre, sin ataduras. Y nuevamente agradezco a mis padres por haberme dado lo mejor, por quererme y por ser los mejores. En la infancia conoc a mis mejores amigos, personas que an hoy siguen a mi lado y me cuidan en todo momento. Aquellos recuerdos son muchos, pero de los que siempre nos remos con mis hermanos es de cuando ganamos una carrera en triciclo, cuando me escap del jardn porque no me gustaba la ropa, cuando mi hermana se trag el huesito de la mueca de Sugus, cuando mi primo meti el gato en el lavarropas, cuando mi hermano rompi el vidrio de la vecina y se escondi en el ropero. En fin, travesuras de chicos pero que en su momento fueron tan importantes para nosotros. Tambin pas situaciones muy difciles, pero gracias al amor y a la contencin de todas esas personas que nombr pude salir adelante y hoy son slo malos recuerdos. Mis paps, mis hermanos y mis amigos son lo ms importante que tengo. Fueron parte de esa etapa tan feliz, de mi presente y de lo que me queda por vivir. Annimo Mi infancia... Palabra que me hace sonrer. Llena de risas, travesuras y amigos. El t con pan casero que mi mam me tena a la hora de la merienda, cuando llegaba toda sucia despus de jugar en el patio a la bolita o a hacer tortitas de barro. Esta ltima era la actividad ms peligrosa, porque al tener dos hermanos mayores varones, siempre terminaba embarrada y peleada con mi hermano por meterse y romperla, o usarla como cuartel para sus soldaditos. Despus del t parta con una amiga para folclore. Otra ancdota es cuando mi hermano y sus amigos jugaban a darle al blanco con un palo. El tema era que el blanco no estaba colgado en la pared sino que yo lo tena que sostener y, obviamente, la puntera de los chicos no era la mejor Me pegaron en la cabeza! Todo un tema los hermanos mayores cuando uno es la menor y la nica nena. Pero, bueno, en s la infancia fue uno de mis mejores momentos, me permiti aprender jugando y peleando con mis hermanos, tanto a compartir como a defenderme. Todo esto que viv me form como persona, colores, risas, llanto,

juego de barros, msica, TV, todo.

Vernica F. Fuentes

Mi primera bicicleta, de color verde, me parece que me la haban trado los Reyes. Tena rueditas y todo, bocina... Pero lo ms lindo fue cuando me sub a ella y comenc a andar. Recuerdo la alegra de sentir el movimiento y de sentir que el mundo era mo. Claudio Martnez Mi infancia Durante toda mi infancia fui muy feliz. De esa etapa de mi vida, la cual sin querer me cortaron y se robaron la inocencia, guardo los mejores recuerdos. Creo que es difcil relatar un hecho concreto de algo que tanto signific, pero un buen recuerdo son las tardes juntando hormigas para despus quemarlas al sol, o tal vez la tortuga que tiraba contra la pared y que mis viejos decidieron dejar en libertad, por su bien. Debo confesar que muy tranquila de chica no era; dos por tres me peleaba con algn compaerito de la escuela o terminaba en el rincn por morder a alguna compaerita. Pero al fin, creo que la infancia est para eso, para aprender y jugar; para olvidarse del tiempo y adonde la presin de ser grande, an no est. Soledad Gonzlez La palabra infancia me trae a la memoria muchos recuerdos por lo general buenos: los juegos, esa inocencia que se tiene, el tiempo en el que uno vive sin importarle el afuera ni el qu dirn, esos momentos en que slo importa el jugar y el jugar... Considero que es una etapa que no se debe olvidar. En mi infancia hubo obstculos que quisieron derribarme, buscaron sacar siempre lo peor de m. Quisieron cambiar mi personalidad, en simples palabras, hubo problemas y personas que quisieron borrar mi infancia, sa que gracias a la ayuda de mis padres y de Dios, estoy tratando de conservar en una cajita de cristal para toda la vida... Ral Marn Mi infancia fue aquello hermoso a lo que regreso cuando estoy triste. Es aquello fcil que recuerdo de lo que era de pequea. Mi infancia resuena en m y me da alegra y tambin una enorme

tristeza... Lo tena todo, aunque no es que hoy no tenga nada; tengo todo, pero distinto. En mi infancia pensaba como grande, era responsable, estudiosa, divertida... Ahora vivo en una nube de dudas, estudio pero me cuesta y... A veces quisiera volver de manera completa a aquella infancia feliz en que los problemas eran como agua en un florero. No pesaban porque yo no los llevaba conmigo, no los llevaba encima. Recuerdo muchas cosas bellas, quisiera vivirlas por siempre, pero como slo son fotos borrosas en mi mente prefiero reconstruirlas as, como imgenes: las de mis horas de pintura con mi mam, o cuando quera cocinar con ella, o sino el tiempo, el gran tiempo de mecnica con mi pap, y los eternos juegos de muecas con mi hermana, las travesuras con mi perro, etctera, etctera, etctera. A quin no le gustara volver a aquellos inolvidables momentos en los que todo era fantasa? Romina Perozzi Albaya P. D: Tambin hubo momentos malos pero es preferible no recordarlos.

La infancia qu recuerdos! Cuntas cosas se me vienen a la cabeza. Los juegos, los cuentos de mi abuela, las horas eternas de historias interminables. Recuerdo claramente los olores y los sabores que me vuelven a la infancia, aunque sea un ratito en esta vida, ahora, de grande. Qu linda etapa... Cunta libertad... Cuntos sin problemas. No importaba la hora, el clima, nada, siempre reinaba el juego... Las escondidas, la mancha, el picadito y las charlas interminables con amigos. Podra escribir hojas y hojas de recuerdos... pero hoy prefiero guardarlos conmigo, no por egosmo sino porque el tiempo me ha enseado que en la vida, lo que hoy somos, lo que aoramos, por lo que hoy andamos es reflejo de aquellos aos. Igualmente a veces es bueno, aunque la mierda nos invada y nos ciegue, volver y mirar atrs, algn aroma, sabor o textura que nos quede, para seguir con ms fuerza. Para lidiar con las contradicciones de la vida, pero con una cuota como la de la infancia, de goce, disfrute y placer. Katia Carro

Lo primero que me viene a la memoria de la infancia es mi barrio de Malarge, porque en ese lugar viv una de las pocas ms lindas de la

vida, la infancia. Recuerdo las casitas sobre los rboles, los raspones, las cadas, las siestas arriba de ellos. Me acuerdo tambin del otoo cuando nos tirbamos encima de las hojas amarillas tiradas en el piso; eran esos momentos en los que no importa ni la mugre ni los bichos que haya. Otro lindo recuerdo es en verano, cuando bamos con mis amigas al club; casi se convirti en una tradicin. Las andadas en bicicleta por todo el barrio, el club, las oficinas, el pequeo aeropuerto abandonado. Las cadas en la bici cuando andbamos de a tres. En fin, todas esas cosas son lindos recuerdos que siempre van a quedar en mi memoria, junto con otros tantos que si los escribo ahora se termina la cursada. Esos recuerdos son los ms lindos que he tenido, porque gracias a ellos soy como soy. No hubiera sido la misma persona de haber vivido en otro lugar. Andrea Gmez de Paz Recuerdo interminables juegos... A esa etapa, la infancia, la recuerdo todas las noches cuando me acuesto. La recuerdo porque la extrao. Con mi hermana mayor no nos llevbamos muchos aos y nuestra complicidad y picarda se hacan notar a cada instante. Recuerdo una vez que mis padres no estaban, y Mara Laura (mi hermana) se hizo pasar por muerta frente a mi hermano Daniel, que en ese tiempo era muy pequeo. Yo le hice creer que l haba sido quien la haba matado. Entre llantos de l, gritos mos y mi hermana tirada en el piso, llegaron mis viejos. Ante tremenda actuacin de las dos y el estado de angustia y desesperacin del pobrecito, mi mam se enoj mucho. Recuerdo tambin muchos juegos. Es en esa poca en donde uno nunca se cansa de jugar cinco minutos ms... Y as tambin tuve mis accidentes. Siempre hablando o gritando, mi mam me peda por favor que me callara y mi pap directamente ya ni me escuchaba. Pobres mis viejos, los sustos que se pegaban... Cuando apenas tena dos aos, me escapaba al jardn que quedaba a dos cuadras de casa y cuando llegaba, les deca a las profesoras que mam me haba mandado y que me dejen quedarme ah. Mi hermana se enojaba porque la segua a todos lados, y me echaba. Son muchos recuerdos... Annimo Tengo muchos recuerdos buenos y malos de mi infancia, aunque a veces siento que los malos son ms pesados. Voy a tratar de sealar los buenos: cuando observaba a mi mam

cocinar y ella me explicaba paso a paso las instrucciones de cmo hacer la comida, cuando sala de viaje con mi familia, cuando jugaba con mis muequitos en la pieza... Eso es de lo que ahora me acuerdo. Marcelo Garrido Infancia de mi alma... Infancia de mis recuerdos... Infancia lo sos todo... Siempre presente, te llevo conmigo, tan profundo son mis recuerdos... Que los llevo dentro, que ni en este papel ni en un libro entero podr transcribir lo feliz que fui en ella y lo placentera que fue. Gracias Dios, por permitirme ser feliz en mi infancia. Gracias mam, por tu amor y cario. Gracias pap, por tu amor y ternura. Gracias hermanos... un montn... felices al fin. Gracias a mis seis abuelos por sus carios y mimos. Infancia, sinnimo de travesuras, juegos, globitos de agua, tortas fritas, masitas, helados, muecas y pelotas... Pileta, sol, arena, familia, al fin una infancia feliz Cmo me gustara vivirlas de nuevo, volver el tiempo atrs! Gracias a todos los que me hicieron sentir mimada, querida y quienes ayudaron a que sea una nia muy feliz. Vernica Lovotrico P. D: Cmo deseara volver al jardn de infantes para dibujar, cortar papeles, hamacarme, jugar a la casita y con plastilina!

All donde comenzaba a dar mis primeros pasos... Al escuchar la palabra infancia recuerdo varias ancdotas que llenan de lgrimas y melancola mi alma... historias que ya quedaron en lo ms profundo de mi corazn... aquellas travesuras que solamos hacer con mis hermanos y otros ms. Cmo quisiera volver a mi infancia y hacer las travesuras, aunque mis ojos se llenaran de lgrimas... Por qu te alejaste de m, tan pronto, infancia querida? Hoy ya soy un jovencito predispuesto a todo y dar todo de m para seguir caminando por el camino que me llevar a una alta cima, a la cual llegar un da. Y cuando llegue, qu feliz estar... Jorge Prez

A veces...A veces, cuando duelen las palabras, la herida que no cesa, aquella vena que no cierra, sabe lo que es el dolor. A veces, cuando callan los silencios, y el alma casi toca el suelo, el latido, y el latido es una huella, al comps del corazn. A veces, cuando los sueos nos desvelan, la fuerza que nos falta es un ro que no entiende los acordes de esta cancin. A veces, cuando la esperanza es una estrella, y la vida es un don, estas manos quieren alcanzarla, pero estas manos casi no tienen voz. A veces, cuando lo perfecto encuentra sus detalles, y la tristeza pregunta quin soy, la salida es un camino tan estrecho que la respuesta slo est en el corazn. A veces, cuando el tiempo es como un padre y su amistad es la muralla la derrota no intimida al valiente que la enfrenta. A veces, cuando duelen las palabras, la herida que no cesa, aquella vena que no cierra, sabe lo que es el dolor. A veces, cuando los errores nos corrigen, y la verdad es ms que una prueba, es un espejo que nos muestra que la herida ya cerr. Carlos Ortiz

LA TERQUEDAD

DE LOS

FANTASMAS

Muchas son las creencias que tenemos como individuos, pero pocos son los espacios que propician el intercambio de stas. Las narraciones fantsticas de aparecidos, lo no tangible, lo imaginario, son indispensables para el afianzamiento de la identidad: la propia, la familiar, la grupal y la comunitaria. Es necesario realizar actividades para recuperar las historias, el patrimonio cultural de cada individuo, para favorecer la autocalificacin y el afianzamiento de las identidades individuales. Nosotros, los estudiantes de la Universidad Nacional del Comahue, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, en la ctedra de Juan Ral Rithner (Comunicacin Interpersonal y Grupal) realizamos una actividad para lograr la revalorizacin del patrimonio cultural. La actividad consisti en realizar una ronda entre los estudiantes. Luego el profesor nos dio la consigna de contar, recordar, volver a sentir las horas de la siesta de nuestra infancia; todas ellas nos remontaron a nuestro mundo nico y fantstico de la niez. Aparecieron sus fantasmas tercamente empecinados en sostenerse a travs de los tiempos y ms all de las fronteras de donde emergieron. Al finalizar la ronda, cada uno de nosotros recibimos la siguiente consigna: escribir una carta a nuestro ente o al ente de algn otro participante. Esas cartas fueron las que hoy, ustedes, estn invitados a leer y, as, conocer la ms profunda de las historias de nuestra inocente niez. Con este taller aprendimos, a travs de la iluminacin sobre estas entidades, una nueva manera de jugar, encontrarnos, expresarnos y reconocernos.

Mara del 16 de Abril: Te conoc en la hora de la siesta, saliste de los pensamientos y recuerdos de Mel. Hubieras visto su cara! Le brillaban los ojos al recordarte y su sonrisa se agrandaba sin lmites. Pareciera que te estuviera mirando a la cara, pero al mismo tiempo daba la sensacin de que la abrazabas por detrs. No te preocupes por ella; ya sabe que la quers y que ests ah, a su lado. Yo tambin perd a mi mejor amiga, pero era muy chica, as que poco la recuerdo. Igualmente la siento presente en cada momento. Falleci cuando tena siete aos; era como m hermana. Recuerdo su sonrisa y cmo pelebamos. No s por qu la recuerdo tanto conocindola poco. Ser que me sigui acompaando hasta ahora? La verdad, no s. Pero te encargo que si ves a Noe le avises que yo tambin estoy ac, como Mel lo est para vos. Dbora Escobar En mi infancia, siempre a la hora de la siesta, miraba a Gasparn, comnmente conocido como el fantasma amable. Pero a m me ensearon que esos fantasmas no son en realidad inofensivos fantasmas. Me dijeron que se es el nombre que tienen para volverse amigos nuestros, el nombre para identificarlos. Me dijeron que son presencias que hablan en el mundo espiritual y, como en una pelcula, nosotros tenemos la posibilidad de abrirles la puerta. Lo peor es que podemos abrirles la puerta, pero no es sencillo cerrarla. Creo que todo esto es mentira, pero la realidad me demuestra lo contrario. No s qu hacer. Me pods ayudar? A la abuela que abre la puerta. Un humilde servidor. Alexis Durn Abuelo de Murry: Hola Cmo est? En realidad no lo conozco pero me hubiese gustado conocerlo. La historia de Katia fue una de las que ms me lleg porque vea un brillo especial en sus ojos cuando hablaba de usted. Mi abuela muri y la verdad es que muchas veces pienso las cosas que no le dije a tiempo y quisiera tener la suerte de Katia para poder hablar con alguien a quien quise mucho y que ya no est. Pienso que cuando uno cree mucho lo que quiere se cumple y hoy, mientras los chicos contaban sus historias y hablaban de sus seres queridos que ya no estn, lo puedo

comprobar. No s si lo de Katia fue un sueo o realidad, tal como ella est convencida. Pero lo cierto es que me alegro de que haya tenido la oportunidad de concretar aquello que deseaba y me gustara mucho que me pase a m tambin. Como le dije, no lo conozco pero, con las palabras de su nieta, pude representrmelo y me lo imagino un gran abuelo a quien se puede recurrir cuando parece que las cosas no se solucionan y se acaban las fuerzas, y como un hombre que am mucho a sus nietos y se gan tambin el corazn de ellos. Est donde est, quiero decirle que se quede tranquilo, porque las palabras de Katia hablan muy bien de usted. Esa charla que pudieron tener le sirvi mucho y la recuerda como un buen momento. No tengo ms que decir slo que lo felicito. Beln Llanos Alguien los puede dibujar? Los podemos sentir, los podemos respirar, podemos estar sumergidos en los sentimientos, pero no los podemos ver, no pueden ser explcitos ante nuestros ojos. Sin embargo, no lo necesitamos. No necesitamos verlos para saber que existen y sentir que estn. Es lo mismo! Con ustedes es lo mismo y vos lo comprendiste, dejando que tu hijo sea y avance. Ella no te olvid y vos siempre lo entendiste. Por eso te escrib, porque fuiste el nico que entendi que para ayudar, cuidar y acompaar a tu hijo debas dar un paso al costado. Dejndolo crecer y ser fuerte. Noelia Canale Querida Siesta: hace tanto tiempo que no nos vemos, hace tantos das que no tengo noticias de usted. Djeme decirle que no voy a poder visitarla esta semana porque tengo muchas fotocopias para leer y todava no comenzamos con el proyecto de Comunicacin Interpersonal. Sabe que es lo peor? Que ya no me acuerdo de su cara. Seora Siesta, si lo ve a Ral y a Tito, s que ellos van muy seguido donde usted est, dgales que no se olviden del resumen de Literatura para el lunes. No me enojo ni le tengo celos si usted pasa ms tiempo con ellos que conmigo; no me enojo si los domingos no me da bolilla. As es, doa Siesta, muy prontito, dentro de algunas semanas, nos estaremos viendo. Sepa comprender mi situacin. Al que madruga, Dios lo ayuda y para el que procura la siesta qu hay? Bueno, no es que me enoje pero Nos vemos pronto. Carlos Ortiz

Querido abuelo de Murry: Gracias por haber escuchado a Murry, porque la verdad es que ella se encontraba muy triste. Por suerte haba un espacio para que tu nieta pudiera disfrutarte all, a la hora de la siesta, bajo la parra. Qu justo, qu paradoja. Una vid de frutos, sombra, cobija del sol, o de la brisa; un abuelo con su vida, siembra, recoge frutos, protege, abraza Es maravilloso, abuelo, que quieras siempre hablar con Murry. Ella es buena, inteligente, y algunos fantasmas atormentan su corazn, su mente. Es bueno y alentador saber que la llenaste de alegra, que recuper un poco de tranquilidad gracias a tus mgicas palabras. No te mueras nunca abuelo, nunca en el corazn y en la esencia de Murry. Chau Edita Garrido

A m fugaz luz: Desde que fuimos baados con tu intensidad fugaz aquella noche, se ha desatado un gran misterio entre dos participantes de mi familia. Aunque no hayas llegado por m, agradezco profundamente que me hayas dejado contemplarte por unos segundos. S que lo que vi es slo la cscara de un fruto casi divino y que tu bondad e intenciones slo se hallan en tu pulpa. Creo saber dnde buscarte, pero como simple mortal, creo que la decisin de nuestro encuentro est en tus manos. Y tal vez dependa de mi benevolencia. Hasta ese da Francisco Tortarolo A la abuela que cierra la puerta: En realidad no s por qu te eleg, pero cuando escuch de tu historia me acord de mi abuelo. ste es el motivo de mi carta. M abuelo falleci hace ya algunos aos (aproximadamente seis aos). Siempre lo tuve presente porque lo quera mucho y sufr mucho cuando se fue. Si lo ves, lo que te pido, es que le digas que lo quiero, que m mam se acord de tu cumpleaos y que rezamos una oracin por vos. Tal vez no lo conozcas, o tal vez s. No s, pero todos me decan

cuando era chica que todos se conocan, es por eso que te pido esto. Yo s que muchas veces no me acuerdo de l pero desde que tuve ese sueo, siempre lo recuerdo. Lo nico que me acuerdo del sueo es que lo veo a l, sentado, mirando hacia una ventana, y lo ms importante y lo que me trajo suma tranquilidad y alegra fue verlo sonriendo. Me sent tan bien verlo as porque Paco (m abuelo) sufri mucho antes de morir, es por eso que te pido este favor y que le digas que siempre lo tengo presente. Bueno, te dejo ahora con lo tuyo, para que sigas cuidando y ayudando a tu nieta cuando ms te necesita. Ah! Otro favorcito Saludos a mi amiga Pali. Gracias! Chau! Andrea Gmez de Paz Hoy al escuchar tantas historias y recuerdos quisiera escribirte a vos, a esa personita que supo aprovechar la hora de la siesta y disfrutar de esa etapa tan linda y especial como es la infancia. Recordar travesuras y poder rescatar lo maravilloso que ha sido verte rer, llorar junto a esos inolvidables compaeros del barrio que te acompaaban en las buenas y en las malas situaciones. Jugar a ser explorador y conocer todos los lugares del pueblo. Bueno, quera decirte eso, que realmente lo pasaste bien! Graciela N. Huentenao Estrella de Buta Ranquil: Estrella que te apareciste en aquella ciudad neuquina, almbranos en esta realidad oscura. Con mi inquietud de turista, en aquella tarde de mucho viento te conoc. Alumbrabas con tu luz incandescente todas las ramas y las copas de los montes del campo que, con aroma silvestre, tranquilidad y paz, te reciba con clamor y silbidos de los pjaros. Slo te pido que me sirvas de compaa en mi largo caminar. En mis noches de soledad consulame. Alumbra a toda mi nacin, que tanto te necesita. Jorge Prez Querido Quito: Abuelo, tanto tiempo, tantas cosas, tantos sueos realizados, tantos caminos empinados, tantas risas, tantos sueos en los que las palabras no se hacen, no se escuchan, se extraan. Dicen que no es bueno quedarse en el pasado ni vivir de la memoria. Pero yo creo que

gracias a la memoria ests, vos volvs y te queds. Se quedan tus ojos, tus manos, tu paso tan inquieto, tus miradas que siempre se llenaban de palabras. Y es eso lo que hoy me da nostalgia, quiz. Recordarte pero no escucharte. Se extraa tu voz ronca entabacada que siempre tarareaba algn tango o Vamos River, carajo!. Se extraa, s Pero te acords de aquella siesta que, entre mate, pucho y charla nos encontramos? Fue tu voz la que volvi y se qued. Fue tu voz la que me abraz el alma, que me levant. Pero, principalmente me hizo darme cuenta de que ests, que nunca te vas y que para encontrarnos, slo hace falta soar. Te ama mucho Tu nieta, Murry. Katia Carro Dnde estn los chicos Te cuento que todas las tardes a las tres, sala a recorrer por las calles de mi barrio. Con tan slo tres aos, buscaba un lugar en donde hubiera alguien con quien jugar. La tarde se pasaba rpido, mas mi madre, preocupada, recorra el barrio para encontrar a su hija en la casa de alguna vecina. Ese da una vecina le dijo: - No se preocupe vecina, aqu est segura. El recorrido lo haca todos los das. Otra vez, cuando viva en el Puente Cero, un da con mi amiga y mi vecina salimos a caminar. Yo tena dos aos. Cuando regresamos era de noche y nuestros padres estaban desesperados porque aquel lugar era oscuro y haba muchas chacras. Nosotras llegamos contentas a la casa, pero la cara de preocupacin de nuestros padres no me la voy a olvidar. Las travesuras que uno hace de chico son sorprendentes y de grande uno se da cuenta de la preocupacin de los padres. Por eso dnde estn los chicos? se preguntan los padres y nosotros desaparecemos de un momento a otro. Quin puede entenderlos! Habr alguien que sepa qu hacer con ellos? Libet Leal Querida Mara: Hace muchos aos que te tengo y no te tengo. Te perd un 16 de abril y nunca ms te vi, pero ests en mi corazn, ah prendada, llena de alegra y amor. Mara, te extra por mucho tiempo, hasta que viniste a verme. Te das cuenta cmo sos? Viniste a buscarme y hasta te ped perdn por mi

ausencia. As me queras. Buscaste la forma de hacerme sentir a m misma, menos culpable. Gracias por tu amistad! Me encantara verte, aunque ya s que tu objetivo est cumplido; como siempre hacerme sentir bien. Te quiero Tu amiga eterna Illed Liln Rodrguez Querida Mara: Difcil es escribirte sabiendo que quizs estas lneas nunca te lleguen. Pero lo que s me gustara contarte o decirte es que hoy, en clases de Interpersonal, cont algo que muy pocas personas lo saben. Vos sabs que esto era algo muy mo y tuyo pero senta la necesidad, y ms porque se dio la ocasin de contarles a mis compaeros lo fuerte que fue, es y ser nuestra amistad. Quiz porque, como dicen algunos Ni la muerte nos va a separar. Por eso quiero decirte Gracias!!! Por estar, por ensearme que el amor todo lo puede. Yo s que no te tendra que decir esto, pero quiero pedirte perdn, porque siento que te fall. S, ya s que vos me dijiste que no tengo que pedirte perdn. Pero quiero decirte que nunca me olvid de vos por las cosas que vivimos juntas. Gracias amiga! Y perdn por no estar en ese momento que tanto me necesitaste. Quizs algn da podamos encontrarnos como en los viejos tiempos y yo pueda decirte estas cosas que siempre me quedaron Te quiero amiga, y mucho! Gracias por no dejarme sola sabiendo que a m me aterra la soledad. Pero con vos es diferente porque vos sos mi amiga! Te quiero mucho y, como ponamos en nuestros cartelitos, A.P.S. (Amigas por siempre). Sabs que odio las despedidas, as que te digo hasta luego. Tu amiga incondicional Melani Ciancia Seora de las cartas eternamente tuyo: Pido disculpas a usted por haber violado ese pacto secreto que una vez habamos sellado con la fuerza de nuestras miradas. Tu reloj cronolgico ha dejado de marcar ese bellsimo tic-tac, que tantas veces te olvidaste de escuchar. Y con la llegada de aquel silencio, que tanto dolor provoc en m, march tu sonrisa cmplice que nunca ms volver a ver, pero que jams olvidar. Te marchaste hacia otros pagos como se dice, y en tu maleta empacaste mil secretos. Pero has dejado tu huella en el corazn de aquel joven de pelos grises y ojos color cielo, que hoy ya es un abuelo de 75 aos. Pero que siempre vivir joven en el recuerdo de aquellas letras que alguna vez

supo ordenar, para impregnar una hoja de papel de su mundo de amor para vos. Esas cartas me ayudaron a comprender que, a pesar de que hoy parece que ya nada tiene valor, que se ha perdido hasta la nocin de dar la palabra en nombre del amor, siempre hay un lugar en el mundo para inventar historias maravillosas, para soar en hacerlas realidad y para sentir. Sobre todo para sentir y creer que el amor existe, siempre existi y siempre existir, a pesar de todo lo malo que pueda pasar. Dejo aqu expresadas mis disculpas por haber profanado tu secreto y haber ledo aquellas cartas que guardan m mayor esperanza de algo mejor. Con cario, de ese alguien que jams la olvidar y la amar eternamente, Natalia Barra Querido muchacho de ojos grises: Confieso que, desde el momento en que comenzaste a manifestarte en el departamento donde vivo, por las noches se me hace difcil conciliar el sueo. Confieso tambin, que desde el momento en que vi tus enormes y brillantes ojos, me parecieron hermosos; y aunque esa situacin provoc que el miedo deje de ser tan patente en m, no me gusta para nada la idea de que ests siempre haciendo ruiditos y dems. Sabs toda mi situacin, sabs que soy hija, estudiante, alumna, amiga, novia, hermana, conocs la situacin en la que estoy parada y me molesta que aparte de ser todo eso, tenga que ser detective para saber qu es lo que me quers decir. Agradezco que tus seales y tus apariciones no sean tan frecuentes como antes, porque sabs el pnico que sembrs entre nosotras. Te agradezco tambin que me cuides como me cuidas aunque no te conozca. Para m es todo un misterio tu existencia en mi vida, y aunque s que m relacin con aquel chico de labios gruesos te molesta demasiado, sabs que soy inmensamente feliz. Bueno, sin nada ms que decir, me despido con un fuerte abrazo y por favor, te pido que si tens que comunicarme algo, lo hagas con el mismo mtodo que el mo (la carta) y no con una de tus apariciones ni nada por el estilo. Besos y abrazos Natalia Bertoldi Querido Dios: Cmo va todo por all arriba? Espero que bien, yo ac tengo que hacerte unas preguntas sabes? Hace un rato escuch varias historias de fantasmas y me qued un poco tildada sorprendida!! Me gustara saber

por qu. Con qu propsito la gente ve esos espritus No s Si bien a algunos les hace bien aunque lo dudo, lo dudo porque si hay personas en la tierra para dar un fuerte abrazo o para escuchar o para aconsejar, no hacen falta fantasmas. No entiendo por qu pasan esas cosas anormales. Por ejemplo, lo de la luz de Tito qu me decs y lo de las copas o tazas de porcelana que se movan solas. No entiendo. No s Ac no lo escuch, pero tambin s que hay fantasmas que molestan y asustan como le pasa a Nani, mi ex vecina. No s, mandale a tus ngeles porque ella no puede dormir. Bueno No s si te acords cuando yo tena cinco aos. Tena cinco aos y me asust mucho! Te pido que no dejes que nenitos ni grandes sean asustados por esas cosas El motivo de esta carta es para que contestes mis dudas. S que lo vas a hacer. P.D. Te pido que ayudes a Vero Lovotrico y le puedas contar lo de la mueca de pelo largo a su hermana. Pabla Arias

Querida mujer de rojo: Gran misterio me result su presencia. Ojal pueda verla algn da. Me interesara tomar alguna taza de t con usted y no me asuste nuevamente arrojando lo que tenga a su alcance, ya sea tazas, platos o vasos de vidrio, mire que la situacin en la que est el pas no da para romper todo. Ah, me olvidaba, no vuelva a aparecrsele a mi hermano, ni mucho menos a m mam sin avisarles. Yo le recomiendo que me ubique a m (en cualquier lugar que sea) y me comente quin es usted. Tenga en cuenta que yo no la conozco, slo me guo e imagino por qu, por lo que me contaron mis familiares Qu le parece? Tomamos o no una tacita de t? Bueno, ya para despedirme, me gustara decirle que ese trapo sucio que tiene debajo de la puerta, no queda muy bien; est algo inmundo. Mire si la gente piensa que ah no vive nadie. Por favor Sin otro particular y esperando muy ansiosa su visita, me despido de usted muy atentamente, Ral Marn P.D. Ah, me olvidaba: Abrguese, mire que hace mucho fro all, en mi Mariano Moreno. No me gustara enterarme de que va en busca de alguien que la ayude; esa bata roja no le debe abrigar mucho los pulmones. Mire que usted es una persona muy mayor

Cristian: Te escribo para conocerte, para preguntarte, para que pensemos juntos, para que te encuentres con mi pap. Yo creo que est conmigo; como vos, l me acompaa siempre y aunque s que lo quiere no puede ayudarme. Necesito preguntarte un por qu, cul es la razn de tu visita, porque creo que debe ser para cuidar a Liln como m padre lo hace conmigo y aunque a veces me sienta sola siento su proteccin. Te comprendo, s que tu razn debe ser grande para proteger a alguien sin conocerla tanto, porque a m me pasa, que intento cuidar a todos pero siento que no puedo; que no es que faltan ganas sino que me faltan alegras para compartir y de qu le sirve a otro que uno comparta con l sus tristezas? Es para alivio de uno porque aunque yo escuche o intente ayudar, la respuesta est en uno mismo o no? Quisiera conocer tu razn por haberla elegido a ella y no a tu hermano; quizs ella est ms desprotegida. Quiero decirte que realmente no creo en los llamados fantasmas pero s en personas que nos acompaan, que quiz no las vemos pero estn all para protegernos. Tendra muchas cosas ms para preguntar, pero el tiempo se hace corto o corta esta hoja y hay demasiadas preguntas que me hago y no s si seas vos quien debera responderlas. Muchas gracias, me encantara conocerte ms. Chau Romina Perozzi Albaya Querida Ligui (as es como siempre te decamos en el barrio) espero que ests bien en donde ests. Te acords? Qu grande que ests, che! Cuntos recuerdos, cuntas aventuras que compartimos de chiquitas. Hoy me acuerdo de esas tardes, en las siestas, cuando me pedas que te acompae a visitar a tu pap al cementerio. S, ya s que no es ningn chiste, pero me qued muy marcada esa intencin de confiar en m y no en otras amiguitas para hacer esta visita tan especial. Todava siento el aroma de las flores frescas y dulces del jardn de tu mam, doa Hilda, y el cansancio en las piernas de tanto caminar. Pero ms profundo todava, me es recordar ese momento de silencio en el que quedbamos cuando llegbamos a la tumba. Cuidate mucho! Te quiero aunque no te lo haya dicho en muchas oportunidades. Muchos xitos. Espero que en algn momento de nuestras vidas (tan distintas por cierto) nos encontremos y compartamos

ms recuerdos. Con mucho cario Ruth Ibarra Y/o Vani, como me decas vos. P.D. Escribime! Te quiero! Gracias por haber compartido ese sentimiento tuyo conmigo

Estrella de Buta Ranquil: Hola! Cmo estas? La verdad es que hasta hace un par de minutos casi ni me acordaba de vos, pero ya ves, ac estoy. Si bien siempre nos vimos desde lejos, por una semana llenaste mi vida de intriga y misterio. Pero, sobre todo, me diste un espacio ms para la complicidad con mi abuela. Vos sabs lo que ellos significan para m, y cmo tengo esas ganas locas de tomarme un fin de semana o una semana entera para poder ir a verlos. Slo vos, que por medio de la puerta abierta doraste las tardes, sabs de ese no s qu, que hace de ese do m preferido. Bueno, te voy dejando. Ojal nos podamos encontrar nuevamente muy pronto para que juntas nos podamos acordar de esos viejos tiempos, de ese 95 tan especial y que no voy, ni quiero olvidar. Un beso grande, y cuidate (ya que ests por ah, mir a los viejos que estn medio enfermos) Tu amiga, que ya se encuentra mejor consigo misma y te quiere. Soledad Gonzlez

Al amigo del internado, al abuelo de Katia y al abuelo de Melani, a Cristian, gracias por estar, por guiar y hacer sentir seguridad a partir de lo ilgico, por hacernos saber que nada es eterno, porque en nosotros est la habilidad de hacer presente lo nuestro, lo que es nuestra alma. Por demostrar que el universo de las emociones y el amor es ms fuerte que la vida y la muerte. Que lo nico absoluto e indestructible es el sentimiento y no lo fctico, no lo externo, sino lo que nos compone, lo que no termina cuando nuestras clulas y rganos se desintegran. Gracias por demostrar que no somos realmente materia, sino energa que cambia de forma, que se gua por la fuerza ms poderosa, el amor y el sentimiento, ms all de la razn. Vernica F. Fuentes

Querida mueca: En primer lugar recuerdo peinarte todos los das con el cepillo a la

hora de la siesta. Te pido mil disculpas por dejarte el pelo a la miseria. Finalmente terminaba cortndote el pelo, porque me daba pena ver tu pelo a la miseria. Pero no te olvides que haba ropita bonita, con muchos colores. Eras la nica que se quedaba conmigo a la hora de la siesta. S! Vos! Ya s lo que penss; te acords? Yo s que s, esas horribles horas, esas malditas horas. Que nos moramos de calor. Que desde la ventana mirbamos la puerta llena de agua, y por dentro nos corra la gota de transpiracin. Te pido perdn por aquellos das cuando bamos a pescar pececitos. Sabs que la locura ma son los peces. Te cuento que conoc a un pescador S. Y bueno, algn da me tena que pasar Tantos pescados dando vueltas! Che, vos te acords qu hice en esas vacaciones con la cabeza del mueco gordo? El que tena pelo naranja. Ah! Te acords cuando actuaba frente al espejo y me vesta con ropa de m mam? Bueno, todava lo sigo haciendo. Y eso no es nada, ya no s si es una venganza de parte tuya por cmo te dej el pelo de tanto peinarte a la hora de la siesta. Pero yo ya no s qu hacer con mi pelo. Mir. Me lo he cortado por mis propios medios con una tijera de tercer grado. Todo lo que logr es que me dejen K-Cha-k. Ahora fui a una peluquera, me gast diez mangos y todo lo que logr es que mi cabeza parezca un champignon. Pero, bueno, vos sabs la posta. No hay prenda que no se parezca a su dueo. Vernica Lovotrico P.D. Mueca fea, barata, 90-60-90, despeinada, envidiosa, porque tuviste un mueco.

Querida amiga de rojo (conocida de Ral o de su hermano): Aunque est lejos de ti voy a ayudarte, porque si de algn modo se lo pediste a los chicos e hiciste tanto ruido para que te escuchen, puedo hacer algo por vos. Voy a indagar a ver si puedo encontrar algn dato tuyo para poder dirigirme hacia vos por tu nombre. Lo primero que pienso hacer es rezar, voy a pedir para que descanses en paz y cumplas con lo que tens que hacer. Existe otra posibilidad y es que vos te contactes conmigo. Prefiero que lo hagas cuando duerma, manifestate de alguna forma en particular,

as descubro que sos vos. De ac convendra que te vayas, que encuentres tu luz. Vos sabs bien a quin podes acudir si no es a m. Te pido, por mi experiencia, que no asustes a la gente, que ya vas a encontrar tu lugar. Te entiendo y lo siento. Virginia Parrota

TALLER LA

DE

DANZAS

FORMA EN QUE TU CUERPO SE COMUNICA

El sol alumbraba el recinto, las sillas y las mesas salan de su habitual disposicin para que estudiantes, profesores y pblico en general comenzaran a ubicarse en el lugar donde, desde temprano, haba sido montada una escenografa que ambientaba el saln. Grandes cortinas negras anticipaban lo que pasara esa tarde del martes 25 de octubre de 2005 en el facu-bar de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de General Roca. Casi las cinco de la tarde y uno de los estudiantes de Comunicacin, con un poco de nervios, dio inicio formalmente al taller: La comunicacin es intrnseca en el ser humano. No se puede no comunicar. Desde la manera en que nos paramos y movemos a la hora de hablar, todo forma parte de un universo no verbal, es decir, de lo no expresado a travs de la palabra, de ese lenguaje tan rico a nivel comunicacional que es, en gran parte, inconsciente. Pero existen otras formas conscientes y muy eficaces de comunicar. Y es precisamente una de stas la razn que nos rene aqu: la comunicacin de nuestro cuerpo a travs de la danza. Nuestro cuerpo, guiado por la msica y el ritmo se convierte en elemento comunicativo muy demostrativo. La danza es una manera de suplantar "el lenguaje sobre el cuerpo" por un "lenguaje del cuerpo" que responde a una experiencia existencial, a algo vivencial ms que a un estudio analtico, exclusivo de los smbolos. La danza transmite, no slo nuestra energa y forma de ser, sino tambin una historia. Es una manera de comunicarse con la cultura propia o ajena. Es un acercamiento que da a conocer costumbres, prcticas, hbitos, tendencias, ideologas, credos. Es un conjunto de unidades simblicas que nos acercan y arraigan en una cultura, una forma de aprendizaje completamente diferente a las convencionales, y tambin mucho ms eficaz, que, por medio de su prctica, llega a nosotros de la manera ms natural e impregnante que hay: el sentir a travs del cuerpo y el dejar ser al cuerpo. Es por eso que la danza es muy importante como medio de expresin personal y como sistema de enculturacin, y con esto queremos decir, como mtodo de aprendizaje de nuestra cultura. Con esta pequea introduccin damos comienzo al Taller de Danzas "La forma en que tu cuerpo se comunica" a cargo de la ctedra de Comunicacin Interpersonal y Grupal. Esperamos que disfruten de este encuentro

En el lugar, todos los asientos haban sido ocupados y el pblico esperaba con gran expectativa el desarrollo del encuentro. La presencia de las diferentes agrupaciones se manifest a travs de su indumentaria. En una enorme mesa, cerca de la ventana, se ubicaron las profesoras de cada una de las danzas. Y, desde all, hicieron una pequea resea histrica acerca del folklore argentino, el tango y las danzas rabes. Una de las panelistas, Alejandra Coria, profesora a cargo del grupo de danzas folklricas, expres: Las danzas folklricas que hoy se bailan en nuestro pas tienen su origen en el choque de culturas; las locales y las europeas. En aquellos aos, estas danzas se utilizaban para comunicar, expresar sentimientos y reafirmar los valores. Alejandra estuvo acompaada por sus alumnos, quienes aprovecharon la ocasin para expresarse y contar qu sienten cuando bailan: Cuando yo bailo, lo que primero se me cruza por la cabeza es pensar que lo que estoy bailando en ese momento, lo bailaban mis abuelos, mis parientes o mis bisabuelos. Lo que tambin pienso es que tal vez yo podra ser profesor de folklore, para seguir la cadena. Diego Gutirrez La danza folclrica representa experiencias de nuestros ancestros, que cada bailarn manifiesta en el momento del baile. Adems de sentir placer, libertad, el folklore representa una identidad de la que todos tendramos que formar parte Oscar Morales Yo bailo porque es una forma buena de expresarme y una forma linda de conocer gente Samanta Gutirrez En mi opinin, muchas veces con la danza podemos expresar diferentes sentimientos. Las danzas expresan tambin estados de nimo y, con el rostro y las formas distintas de cada una, entablamos relaciones como por ejemplo, la amistad. Por eso creo que las danzas y todo lo que se expresa con el cuerpo, tambin es una forma de comunicacin social y humana Luca Canteros Simms La rueda continu y se escuch la voz del tango a cargo de Mariela

Perozzi. Para ella, el tango es producto de la inmigracin, con influencias rtmicas andaluzas y negras y melodas italianas. El tango es msica ciudadana, es msica nacional popular, es msica culta, es folklore: es todo eso que dicen los tangueros. El tango surge y se desarrolla dentro de un contexto histrico poltico, social, simblico, econmico, geogrfico y cultural. El tango tambin es una religin, una mitologa, una filosofa. El tanguero es aquel agente social, para quien, el culto del tango en sus mltiples manifestaciones, msica, letra y danza, ocupa un papel central como referente simblico de un estilo de vida. El tango organiza una forma de sentir, de expresar y de actuar. A travs de esta danza trato de expresar al mximo mi sensualidad, que es lo que tambin se propusieron las mujeres de aquella poca en los burdeles y cabarets. Considero que lo que ms tengo que destacar son los movimientos con las piernas y lo delicado, provocador y sutil que deben ser. En s, todo el cuerpo, tanto de la mujer como del hombre, tienen que ser sensuales y llamar la atencin del espectador. Principalmente tiene que agradarle, tiene que lograr un desenlace amoroso pero sin ser grotesco. Con la danza, y especialmente con el tango, que pide expresar estados de nimo como emocin, tristeza, coraje, ritual, suburbio, se pueden expresar muchas cosas, porque el tango atraviesa variados tipos de cultura y distintos momentos de la historia: riqueza, crisis, rebelin, inmigracin, golpes de estado, censura, entre otros hechos sociales, culturales, polticos, econmicos y religiosos Mariela Perozzi Finalmente, fue el turno para las profesoras de danzas rabes Claudia Daz y ngela Soledad Martnez. La danza oriental es una de las ms antiguas del mundo y combina elementos de diferentes pases del Medio Oriente y norte de frica. En los pases rabes esta danza se llama "Raks Sharki". Hay que distinguir entre el Raks Sharki (danza oriental) y el Raks Baladi, (danza del pueblo). El Raks Baladi es una danza ms elemental, prcticamente sin desplazamientos y predominantemente resuelta con movimientos de cadera. El Raks Sharki incluye movimientos del folklore egipcio, con grandes desplazamientos, vueltas y movimientos de todo el cuerpo, pero siempre con predominio del movimiento de cadera. Con el nombre "danza del vientre" la empezaron a utilizar en el siglo XIX los europeos, que viajaron en busca de nuevas culturas, costumbres y paisajes. Estos viajeros acuaron este trmino, sorprendidos por los movimientos del vientre y cadera que existan en las danzas europeas.

Esta danza surgi en Egipto en el ao 3000 antes de Cristo, es decir antes de la llegada de los faraones. Hasta la llegada de estos monarcas, la sociedad egipcia era predominantemente matriarcal y la danza estaba relacionada con varios rituales de la fertilidad femenina. Hay muchas teoras acerca de cmo esta danza sali del mbito sagrado. La ms aceptada es que, despus de que Egipto fue invadido por otras culturas, stas pusieron fin a la pureza de sus costumbres. As fue que la danza del vientre, desprovista de su carcter sagrado, comenz a ser valorada slo por su sensualidad. Siglos despus, cuando el imperio otomano se estableci en Europa, al mezclarse sus costumbres con las ya existentes, dieron origen a otras expresiones folclricas en el sur de Italia y Espaa, como fue el caso del flamenco. La Inquisicin medieval castig las manifestaciones culturales consideradas ofensivas, entre las que se encontraba la danza rabe. Afortunadamente, esta expresin artstica perdur a travs del tiempo y, hacia fines del siglo XIX, comenz a resurgir hasta llegar a nuestros das, en que muchas mujeres la adoptan para reafirmar su feminidad. Es expresin tambin de los pueblos que luchan por su libertad. Claudia Daz, profesora de Danzas Orientales, dijo: Yo buscaba encontrar un estilo diferente, era una persona muy tmida y me costaba relacionarme mucho con otras personas, adems de ocultar mi cuerpo. Gracias a esta danza pude superar este drama y poder comunicarme mucho ms con mi cuerpo y con la gente que me rodea, alumnas, madres, compaeros, familia, etc. ngela Soledad Martnez, profesora de Danzas Clsicas, espaolas y rabes, expres: Mi tarea con la danza comenz desde los cinco aos; por esta razn, forma parte de mi vida. Es una carrera que me dio muchas satisfacciones y que seguir aportndome experiencias y vivencias como las que compart hoy en da con ustedes. Espero que nuestra presencia les ayude y que puedan entender que el cuerpo es una herramienta muy importante para comunicar sentimientos Luego de escuchar todas las voces, comenzaron las exhibiciones de cada danza. Al son de la msica y el movimiento de las caderas, Claudia y ngela bailaron y transmitieron el color y la fuerza de las danzas rabes. Con aplausos y silbidos, sigui el folklore. Los alumnos, preparados para la ocasin, bailaron diferentes ritmos del folklore. Al sonar de las palmas, el clima se llen de alegra y risas. Cuando lleg el

turno del tango, Mariela pidi la colaboracin de alguien del pblico para que la acompae y, as, fue explicando los pasos bsicos del tango, mientras se repartan tortas fritas para acompaar y agasajar a todos los presentes. Para seguir, se pidi a las profesoras que ensearan los movimientos y pasos fundamentales y cmo aprender a bailar e incursionar en estas danzas. Los participantes hicieron a un lado las sillas y en la parte de adelante del Facu Bar se ubicaron, predispuestos a aprender y a seguir las indicaciones que cada una de las profesoras realizaba. As. entre risas y aplausos, el taller concluy. Al finalizar, se entregaron certificados y souvenirs para todos los que realizaron el taller de danzas La forma en que tu cuerpo comunica. Coincidiendo con todo lo que se dijo y todo lo que se disfrut a travs de las exhibiciones podemos decir que, en la danza, el ser humano deja fluir sus sensaciones. Y en ese danzar se lanza a la bsqueda del existir libremente. Con la danza, pensamiento y emociones se disocian, no se piensa, slo se siente. sta, ha sido la expresin ms primitiva del hombre y es as como los pueblos se han manifestado a travs de la historia. Cuando una persona baila, es nica en su mundo, y en esa singularidad est la magia Adems, danzar permite que el ser humano tenga un encuentro consigo mismo, con los dems y con el medio en que se encuentra. Ella permite la exploracin de nuevos saberes, el crecimiento personal y la comunicacin entre los seres humanos. Desde siempre el cuerpo ha revelado la forma de comportarnos y de movernos en la vida cotidiana. Es as como todas personas mostramos ciertas actitudes que reflejan nuestra historia cultural y lo ms importante: nuestra propia identidad. La siguiente es una recomendacin para quienes estn dispuestos a realizar un tipo de taller como el mencionado. Sintticamente explicamos los pasos que se deben tener en cuenta. Es fundamental contar con un grupo comprometido, donde cada uno se responsabilice por la tarea que se le asigna (definicin de roles) y donde la comunicacin se convierta en un puente entre los diferentes actores sociales. Una vez alcanzado este primer paso, se comienza el armado: -reunin del grupo, -toma de decisiones en cuanto al espacio fsico (dnde se va a dictar el taller), -convocatoria a quienes van a dictar el taller, -planificacin y concrecin de la difusin y publicidad para convocar al pblico (radial, grfica, etc.). Luego de conseguir al personal y los recursos tcnicos requeridos, se pactan encuentros para decidir escenografa y ornamentacin del lugar, diseo de certificados, elaboracin de programa y souvenirs, entre otros temas pertinentes.

Un recurso ancestral en tiempos modernos

El TTERE

Martes, da de clases. Los profesores dieron la consigna de gestionar un Taller de tteres dentro de la Facultad. Nos anotamos cinco mujeres, las que rpidamente propusimos, en primer lugar, pensar a qu titiritero profesional convocaramos. Definimos un da de encuentro. Claro est, el Facu Bar nos aguant siempre. Al encontrarnos, por diversas vas, todas habamos desembocado en Lina Destfanis y Ricardo Di Giovanni, de la Compaa de Tteres y Teatro "El Biombo". El segundo paso era entrevistarnos con ellos para darles a conocer el desafo. Nos invitaron a su hogar, tomamos mate, vimos fotos y todo cuanto tuviera que ver con su profesin. Les dimos a conocer el proyecto y se entusiasmaron quiz ms que nosotras. Expertos ellos, nos hicieron soar con un espacio que an en la imaginacin nos llen de energa y las ideas comenzaron a fluir de nuestras mentes. A partir de ese da fue necesario comenzar a organizarnos mejor. Al principio, Natalia deba hacer los afiches de la publicacin del taller, Vernica la demo para la radio, Libet llevara un comunicado de prensa a la televisin, Edita confeccionara los certificados de asistencia, Noelia tena que confeccionar los souvenirs (tteres en miniatura) Se gestion el pedido del aula, la tecnologa que se usara en el taller y la camioneta de la Facultad para ayudar a los titiriteros con el acarreo de todos sus elementos. Al fin lleg el da tan esperado La cita era el 11 de octubre a las 16. Estbamos muy expectantes e inquietas. A las 13, comenzamos a ambientar el aula 5 junto a Lina y Ricardo quienes, como buenos escengrafos, haban imaginado el lugar de la accin. Libet gui al chofer para acercarlos a la Facultad. Mientras unas limpiaban el aula, otras comenzamos a colgar afiches, fotos de tteres y todo lo que ellos nos haban proporcionado para mostrar. Preparamos y colgamos un cartel de ms de dos metros en el pasillo de la Facultad promocionando el taller de tteres.

Y... llegaron los titiriteros a la Facu!Cual hormigas, comenzamos el acarreo de bolsos, cajas, biombo, sogas, alambre, una inmensa valija, etc. Lina y Ricardo fueron muy profesionales en la tarea de preparar un espacio diferente que nos proporcionase una experiencia que pasara a ser parte de nuestro patrimonio cultural. Fueron muy generosos al traer todo lo que hiciera falta para cambiar un aula tan grande y con tantas ventanas. Mientras tanto, Vernica, metida debajo de un gigantesco ttere, se paseaba por los pasillos invitando personalmente al alumnado y mostraba semejante creacin. Qu linda sensacin poder tener en nuestras manos, muy cerca, los

tteres que ellos fabricaron y haban sido utilizados en campaas de vacunacin y de control fitosanitario en las provincias de Ro Negro y Neuqun. stos, sumados a otros tteres que son parte de grandes espectculos en la ciudad de General Roca y en otros lugares. Por un lado, colgados en una red sobre la pared, seorendose, los tteres. An sin tener una mano para que les diera movimiento, ellos tenan una presencia muy especial, una atraccin y una belleza que partan desde la intimidad de su creacin. Ms all, nuestros afiches, que mostraban fotos, recortes, y publicaciones. En una esquina, un biombo muy particular y con mucha historia, desde donde se asomaban otros picarescos y coloridos muecos. Desde el fondo, dos erguidos reflectores daban brillo al do profesional que se encontraba al frente de todos, y a los tteres que se asomaban. As se iniciaba un tiempo trascendente para los alumnos y el pblico, que se hizo eco de la convocatoria. Haba que ver los ojos del profesor Claudio cuando lleg y vio todo aquello! La docente y titiritera Lina Destfanis, inici su exposicin al expresar que "el ttere es una creacin humana casi tan antigua como el hombre y ha permanecido en casi todas las civilizaciones. Record a Ariel Bufano, quien consider que un ttere "es cualquier objeto movido en funcin dramtica". Agreg que es importante el espectador porque el teatro de tteres, como todo arte, comunica ideas, emociones y sentimientos. Para que haya comunicacin tiene que existir un receptor. El nacimiento del ttere est ligado a ceremonias religiosas. En Egipto, en Grecia, en la India, se consideraba al ttere como enviado de los dioses para alegrar al hombre. El primer ttere o figura articulada encontrada fue un monito de terracota al que se lo vincula con rituales religiosos. Los tteres, en general, estn construidos para moverse, y esto implica la utilizacin de materiales ligeros que en general tienen una vida breve, sumada a su uso continuo. Un dato curioso: En Japn, en el teatro Bunraku, los tteres tienen ms de un metro de altura y son manipulados por la espalda, donde est colocado el control de los sistemas de hilo que permiten mover la cabeza, boca, ojos, cejas, brazos y piernas. Son manejados por tres manipuladores. Lina y Ricardo hicieron un recorrido histrico sobre el tema y, al llegar al siglo XIX, contaron que comenz un creciente inters por el teatro de tteres. Se realizaban obras en las plazas, ferias, music hall, carpas y, ya en el siglo XX, ese inters aument vertiginosamente. La actividad se introdujo en el cine y en la televisin. En nuestro pas, Argentina, la tradicin titiritesca se inici con la llegada de inmigrantes italianos en 1930 aunque no prosper sino hasta 1933. Uno de los pioneros fue Javier Villafae, quien recorri el pas y Amrica latina con su carreta "La Andariega". Tambin se destacaron Man Bernardo y Sarah Bianchi.

Aadi que, para manipularlos, existen tcnicas acordes al tipo de ttere y que para su fabricacin se aplican otras disciplinas: carpintera, costura, modelado, tallado, mecnica, artes plsticas, dibujo y pintura, artes musicales, artes lumnicas, entre otras.

Y cmo ayuda el ttere en un acto comunicacional?Ricardo nos habl, entre otras tantas cuestiones, de la magia que se produce en el hecho artstico con los tteres, afirmando que "se crea un sincronismo entre el espectador y el personaje. Esa identificacin hace, si es una buena realizacin, que se logre una devolucin (feedback). Con un mueco se pueden modificar conductas sociales, concientizar acerca de temas relacionados con la salud, la educacin, etc., y hay mucha gente grande que disfruta tambin de los tteres.

Con las manos en la masa!Por supuesto que no podamos terminar el taller si nosotros no hacamos uno. Haba una mesa preparada con materiales de desecho listos para ser usados. Los titiriteros nos invitaron a jugar, a dejar volar la imaginacin, a dejar el temor de lado y a crear tteres mientras la msica nos acompaaba desde un rincn. Hubo mucho jolgorio. Ningn tallerista dej de intentarlo. Algunos se animaron a hacer una puesta en escena y a jugar con las voces. Dos horas fueron pocas para todos. Hubo intercambio de elogios, el deseo de volver a crear otro espacio igual y, ahora que nos conocamos, el asadito era el prximo proyecto de amistad.

Todos al desarme!Lleg la hora de desnudar un aula que perdera la belleza que la visti por unas horas, para quedar solitaria y fra. Con un cuidado amoroso, la Compaa "El Biombo", el profesor Claudio y el grupo organizador nos dedicamos a hacer dormir a los tteres, descolgar los cuadros, la red y los telones. Acarreamos todo hasta el auto de Lina y Ricardo y a la camioneta que, con su chofer y junto a Libet, los llevara de regreso. Seguramente se iran con la sensacin agradable de haber hecho un aporte cultural de envergadura, sin egosmos ni intereses econmicos.

Lina Destfanis: La importancia del ttere en la comunicacin se debe a la identificacin que se produce en el espectador, ya que este vnculo se da principalmente desde lo emocional, apelando a elementos y aspectos primitivos del ser humano, como lo es el animismo. Se crea un espacio mgico donde todo es posible, toca las honduras del alma humana y conmueve por esa mezcla de fragilidad, valenta y herosmo que todos poseemos. Ricardo DiGiovanni: Esa magia que se produce en el hecho artstico y especficamente con los tteres, crea un sincronismo entre el espectador y el personaje. Esa identificacin hace, si est bien hecho, que se logre un ida y vuelta. A pesar de la irrealidad tan marcada entre el mueco-objeto y la persona, facilita ms que el teatro, la creacin de ese momento de comunicacin. Edita M. Garrido: Fue una experiencia impagable el desafo de gestionar un taller de tteres. Al principio, en mi opinin, cost un poco organizarnos pero lo logramos, gracias al esfuerzo que puso cada una en el grupo. Durante el taller, tanto nosotras como todos los asistentes disfrutaban de lo que vean y hacan. Personalmente, comprob que sumando esfuerzos y creatividad, junto a otras personas que tienen el mismo objetivo, salen cosas muy interesantes. No todo es color de rosa, pero ayuda a buscar el equilibrio y es ah donde debe salir lo mejor de uno. Libet Leal: Es algo especial, ya que siempre quise hacer algo como eso. Me gust mucho, fue dinmico, hubo buena predisposicin de parte de los oradores y de todo el grupo que trabaj para esa jornada. Yo pude reflejarme en los titiriteros y sus tteres. Natalia Barra: Fue una experiencia muy enriquecedora. Aprend a trabajar con un grupo de personas con las que nunca haba trabajado y conocer la manera en que los titiriteros de la zona se mueven para dar a conocer su actividad. La gente se prendi con mucha onda en la propuesta y se animaron a viajar en un mundo nuevo. En fin, se era el propsito, que los jvenes, que siempre estn presionados, se permitan volver a jugar. Realmente guardo muy lindos recuerdos del da de la presentacin del taller. El ttere, un recurso ancestral en tiempos modernos". Annimo: La experiencia del taller fue inolvidable. Fue una mezcla constante de sensaciones y sentimientos; por momentos amas a tus compaeros y por momentos los odias. Es impresionante toda la adrenalina que corre por tu cuerpo en ese momento. Fue una muy linda experiencia porque te obliga a utilizar todos tus conocimientos, toda tu personalidad y todas tus actitudes y aptitudes. La responsabilidad es muchsima, pero la gratificacin tambin.

Aprendes a olvidarte un poquito de vos y a compartir tus ideas con los dems, a ceder y tambin a "imponer" (en realidad, sostener posturas con fuerza). El grupo de personas con que trabaj fue el mejor; en un dos por tres llevamos a cabo todo. Cada uno asumi su rol y cuando hubo que hacer algo, se hizo. La dinmica fue brbara y la actividad y ejecucin tambin. Vernica Lovotrico: El sol broncea mi rostro. El viento acaricia mis cabellos... Todos los das, a cada instante, all permanecamos las cinco. Cada reunin, percibamos un olor diferente, cada reunin, quedaba un sabor distinto. Imaginbamos cmo sera la realizacin del taller de tteres: Nuestra propia produccin. Sobamos con colores, luces, pblico y muecos... Rostros felices pintbamos en los afiches... Muecos llenos de magia, de encanto. Mi experiencia... Nunca antes vivida. Experiencia irrepetible. Experiencia que guardo adentro como recuerdo de mi segundo ao de facultad. Recuerdo de la Ctedra de Interpersonal y Grupal que poco a poco fui aprendiendo a disfrutar... Disfrutar del trabajo en equipo... Disfrutar de los distintos mundos que representaban mis compaeros. Compartir mi mundo... Vivir los mundos con mis amigos. Nuestro mundo... Mi mundo...

Agradecemos a Lina Destfanis y Ricardo DiGiovanni por su dedicacin al taller de tteres. Compartir un grupo de trabajo con ellos significa profesionalismo, responsabilidad y lo mejor es que son excelentes personas llenas de ideas brillantes... Gracias a ellos.

Cuando el bosque cobra vida

Voces en el bosquePor un momento imagine un bosque. Seguramente usted no se va a imaginar el mismo bosque que puedo imaginarme yo. Imagine un bosque distinto, le voy a ayudar... Fuimos un da a un bosque nuevo. En l haba rboles de muchas formas y tamaos; algunos estaban viejitos, otros se sentan cansados y no faltaban aquellos que comenzaban a florecer y entraban en la ltima etapa de la juventud. Ms arriba, en el cielo, haba una pequea discusin. El sol estaba ansioso por salir, se asomaba y las nubes lo empujaban, volva a asomarse y nos calentaba. Cada vez que se hizo presente nos abraz y sus brazos extendidos nos confortaron y llenaron de energa. Abajo, el bosque era muy particular. Estaba adornado, haba sillas agrupadas en filitas y hasta haba un escenario. Era un bosque con baldosas y paredes; sin embargo, era un bosque con vida. El canto de los pjaros poda ser la voz de los coordinadores y de los participantes. Las nubes? Perfectamente podran ser la pizza y las galletitas que todos compartan. Porque... Quin dijo que los bosques no pueden estar afuera, en el pavimento, donde hay hospitales o centros de salud? Las jornadas de salud me dejaron sensaciones positivas... Compartir con un grupo el cual no conoces, transmitirles tus palabras, tus movimientos y que los tomen como propios, en medio de la diversidad de opiniones, slo es posible mediante un acuerdo. Creo que si en grupo pequeo nos podemos comunicar, y que el hacerlo nos hace bien, hemos logrado parte del objetivo... Carlos Ortiz En mi opinin la tarea que realic como coordinadora de mi grupo estuvo buena; me sent contenida y tranquila, cmoda, con muchas expectativas. Me fui con sensaciones que nunca antes haba vivido. Si sta fue la base de la casa no me quiero imaginar la chimenea. Vernica Lovotrico Haber participado en una jornada de salud fue una experiencia distinta, y en la cual sent cosas que no esperaba sentir. Fue la primera vez que me tuve que poner en el papel de coordinadora, a pesar de que en la vida cotidiana tiendo a hacerlo de manera casi inconsciente. Asum mi tarea con gran responsabilidad sabiendo el peso que ella significaba. El grupo que me fue asignado era poco numeroso, por lo cual fui con el

grupo de una compaera, as que coordinamos dos personas un mismo grupo de alrededor de quince mdicos y agentes sanitarios. Nos toc una tarea ardua debido a que surgieron confrontaciones en el grupo, que por momentos desvirtuaban las consignas que nosotros proponamos para discutir. Sin embargo, pudimos encauzarlos y regresamos a la tarea que deban desempear. A veces sentamos que no acataban lo que les proponamos, por vernos muy chicas. Algunos nos preguntaban la edad y qu estudibamos. Por momentos ellos crean ser ms autoridad que nosotros, luego tomaron una postura ms distendida y hasta esbozaron algunas risas. Me gust mucho haber participado, fue todo un desafo para m. Agradezco la confianza que nos tuvieron como grupo y el apoyo constante por parte de los profesores. Virginia Parrota

Mi opinin en cuanto a las jornadas de Salud fue muy buena, porque se alcanzaron los objetivos establecidos. En cuanto a lo personal me sent muy cmoda con el grupo que me toc, me desenvolv adecuadamente, pens que iba a estar ms nerviosa. Uno de los puntos fundamentales es que vi una organizacin excelente con el grupo, muy buena comunicacin entre nosotros, que, a mi parecer fue muy importante. Se trabajaron los conceptos vistos en grupo operativo, afiliacin, aprendizaje, cooperacin, comunicacin, pertenencia y pertinencia. Esta experiencia me result muy positiva y me encantara volver a vivirla con personas similares como con las que estuve. Slo me quedara agradecer al equipo de la ctedra de Interpersonal y Grupal por promover este tipo de vivencias. Melanie Ciancia Mi opinin, en cuanto al taller de Salud Pblica ha sido buena, ya que fue mi primera experiencia en este campo. Me sent muy cmodo en funcin del rol que me toc cumplir en esta propuesta. Realmente fue interesante y fructfero para mi propio desarrollo como futuro profesional. Jorge Prez. Fue una experiencia muy buena, ya que pude cumplir con un rol distinto a los dems. El trabajo en grupo es un trabajo animador: las experiencias vividas fueron nicas aunque se me hace difcil valorarlo. Espero que haya otra

oportunidad para compartir jornadas como stas. Adems, fue dinmica y creativa. Libet Leal Las jornadas de salud se convirtieron en el espacio desde el cual pude emplear algunas de las herramientas adquiridas en la ctedra. Por ejemplo, empezamos con mi compaera Ruth dando a conocer aspectos de nuestras vidas. Fue el pie para la interaccin del grupo. Tengo que reconocer que al principio, el hecho de coordinar un grupo me daba un poco de miedo, miedo que se convirti en oportunidad para aportar, mejor dicho, para poner en prctica mis conocimientos y as poder ayudar a que la relacin en el grupo sea satisfactoria. El grupo que nos toc coordinar con Ruth nos ayud mucho; es gente positiva y con muchas ganas de cambiar para que las cosas en sus instituciones marchen bien. Algunos no se conocan entre ellos, pero se integraron rpidamente. Nosotras les dimos el fsforo y ellos hicieron el resto. Puedo decir que las jornadas de salud fueron una experiencia muy linda para m, desde el punto de vista del aprendizaje y una oportunidad para conocer a mis compaeros Pabla Arias Las jornadas de Salud para m fueron una experiencia diferente. Aprend a coordinar un grupo; el actuar como mediador entre las partes, la verdad que me hizo estremecer. Por ser la primera vez tena muchas expectativas, estaba curioso por conocer a la gente y, en verdad, estaba muy nervioso. Lo atrapante era comenzar un dilogo con ellos puesto que no me conocan ni yo tampoco a ellos. De alguna manera haba que demostrar compromiso y seguridad a la hora de dar a conocer las tareas dentro del grupo. Una vez que comenzamos, todo cambi. El grupo que me haba tocado era ameno, se poda llegar a cumplir el objetivo de integrar y socializar a cada miembro del grupo. Claro, esto no fue tarea fcil; me encontr con un grupo que tena pequeas diferencias entre s. Aqu tuve que poner de manifiesto la empata y lograr que los conflictos no fuesen ms all de una discusin. Pero, con la ayuda de Dios, todo sali sobre ruedas... Ral Marn Mi experiencia en las jornadas zonales de atencin primaria fue muy buena. Si bien estaba muy nerviosa, pues no sabia la reaccin de la gente ya profesional y mayor que yo, el grupo me hizo sentir muy a gusto. Me respetaron todo el tiempo. Siguieron al pie de la letra todas las actividades programadas. Eran muy unidos y expresivos. Cuando terminaron las jornadas nos reunimos para hacer la evaluacin.

Si bien a algunos no le fue muy bien, creo que nos ha servido a todos como experiencia. Pienso que todos pudimos rescatar algo y llevarnos algo de estas jornadas. Natalia Bertoldo Mi experiencia en las jornadas de salud fue buensima! Hubo mucha participacin entre los integrantes del grupo, mucho entendimiento, multivocidad Fue una experiencia que cumpli con el objetivo deseado. Muy satisfactorio. Excelente jornada. Estoy muy contenta por ser mi primer trabajo como coordinadora de grupo. Ruth Ibarra. El haber tenido la oportunidad de trabajar con gente de los diferentes centros de salud fue una experiencia muy buena. No slo el hecho de haber podido tener una prctica en el trabajo y en el manejo de grupos, sino, principalmente, haber podido interactuar, conocer y relacionarme con el mbito de salud. mbito que pude descubrir y que resulta ser muy rico para trabajar y aportar desde la comunicacin. Un motivo que tambin me result muy bueno fue el de haber podido aportar, aunque sea un mnimo granito, y tambin el comenzar a trabajar, desde la comunicacin, este espacio tan golpeado. Katia Carro. Realmente fue una experiencia que super mis expectativas, mejor dicho, me sorprendi favorablemente, como ayudante de los coordinadores. Tuve la posibilidad de desplazarme por todo el espacio y detenerme ocasionalmente en todos los grupos. Poder ver cmo la gente se conoce, se presenta, se expresa, cmo algunos logran ponerse de acuerdo ante las problemticas cotidianas. Ver los puentes que hacen a la comunicacin, fue una experiencia inolvidable. Francisco Tortarolo.

rboles iluminadosCuando uno habla de Jornadas se refiere a una serie organizada de reuniones que se llevan a cabo con variedad de propsitos y objetivos, pero sobre el eje de un tema convocante. (OJO: Dejar un espacio) Las actividades que se preparan para esas Jornadas pueden ser tericas o terico-prcticas y pueden durar de diez a doce horas. Claro, a veces todo se resuelve en una sola jornada aunque, por lo general, su duracin alcanza dos das, dos das y medio, tres cuanto mucho. Nuestro grupo de la ctedra de segundo ao de la carrera ya estaba necesitando salir del entorno intragrupal, para realizar una experiencia en el afuera, para probarnos en la comunidad. Pero siendo nosotros quienes coordinramos y buscsemos lograr determinados objetivos. Un subgrupo nuestro acept asumir la coordinacin de una tarea solicitada por Salud Pblica dentro de las I Jornadas Zonales de Atencin Primaria para la Salud, que haban organizado agentes sanitarios, enfermeras y mdicos residentes del Hospital Zonal Francisco Lpez Lima de esta ciudad.

La previaEn el aula 10 de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, unidad acadmica de la Universidad Nacional del Comahue, que tiene su asiento en General Roca, Ro Negro, una maana distinta nos dio la bienvenida. Trece personas: diez estudiantes, Gloria Lacapra (agente sanitario) Adriana Acosta (mdica generalista) y Juan Ral Rithner (profesor), nos reunimos con el propsito de conocer en profundidad la tarea que deberamos llevar a cabo. Tambin desebamos ensayar entre nosotros, coordinadores y participantes, el esquema de trabajo que llevaramos a las Segundas Jornadas. El jueves 8 de septiembre lleg sin pedir permiso. Y nos encontr con los objetivos bien claros y la mente dispuesta. Nos dirigimos al Saln de Convenciones del IUPA (Instituto Universitario Patagnico de Artes de Ro Negro) donde todo haba comenzado al iniciarse la maana. Tuvimos que esperar un rato. El nerviosismo en algunos y la ansiedad en otros no se hicieron rogar. En un par de minutos, la tarea asignada cobrara vida.

Luz, Cmara, AccinLa apertura de nuestro taller estuvo a cargo de nuestro profesor. Sus palabras fueron seguidas con atencin por mdicos, enfermeros y agentes sanitarios mientras, nosotros, los que seramos coordinadores del taller, ya estbamos preparados y a la espera de nuestra entrada en accin. Uno de nosotros coordin la presentacin de los diferentes grupos. Luego, lleg la hora de la divisin del grupo de asistentes en varios subgrupos. (FALTA SEALAR PUNTO APARTE. EN TODAS IGUAL) Los formamos sombrero mediante y la invitacin a introducir la mano y elegir, al azar, un pequeo cartn que portaba un elemento determinado de la tarea cotidiana de los asistentes. Cada uno de los coordinadores de subgrupos portbamos alguno de ellos para permitir que los asistentes se identificaran y se agruparan entre s y con nosotros: balanzas, camillas, estetoscopios, termmetros, radiografas, pastillas, jeringas, gasas, recetarios, etc. Fsforo en mano y miradas perplejas, cada coordinador hizo su presentacin dentro del grupo. La presentacin individual no deba sobrepasar el tiempo de vida de un fsforo pero, a la vez, se deba cuidar que la llama no se apagase antes de encender el que tena el compaero de rueda. (AQU TAMBIN) Cada persona nos acercaba a todos a su mundo interior, a su manera de entender la tarea, a su concepcin del oficio de ser trabajador de la salud, a su personalidad (Y AQU) Despus de estas ruedas comunicativas internas de cada subgrupo, llegara la tarea especfica. La accin fsica de construir juntos se sum a la espiritual y comunicativa que ya haba llegado y segua fluyendo. Sin ms escalas en este viaje. Los subgrupos se encontraron con un afiche, tres marcadores de colores diferentes (rojo, azul y negro) y el desafo de plasmar la imagen que ellos tenan de los Centros de Salud. La imagen actual, la imagen real. Para esta tarea, la estrategia del rbol en el bosque nos fue de gran utilidad. Se trata de imaginar un bosque, un enorme bosque; en este caso, un bosque de Centros de Salud, el bosque de los Centros de Salud de Ro Negro. Se trata, luego, de imaginar el rbol del Centro donde cada uno trabaja, suea, escucha y reconstruye, como puede, la salud de los usuarios que se acercan a l. A travs de las experiencias, observaciones y situaciones compartidas y vividas en esa rueda, los participantes representaron, mediante marcadores de diferente color y sobre un afiche, la imagen que tenan de su Centro de Salud o, en los casos en que los subgrupos estuvieran

integrados por efectores de diferentes Centros, de uno de ellos o de uno que guardase caractersticas identificables en todos ellos. (AQU) Con los aportes que cada uno expresaba, poco a poco, el rbol, o sea el Centro de Salud, iba cobrando forma, textura, color. Luego, en forma participativa, cada uno con un papel en mano, donde estaba escrito el nombre de algn otro de los integrantes del grupo, se dio inicio a la adjudicacin de roles. Cada compaero elega una parte del rbol (del Centro de Salud) y ubicaba al otro que le haba tocado fundamentando el porqu de esa ubicacin. (AQU) Palabras de nimo, vnculos interpersonales que se fortalecan, conflictos que resultaban resueltos o que, siempre ocultos, ahora se evidenciaban se sumaron al consenso y al afecto mutuo. La comunicacin y la vida fueron cobrando forma a medida que los trabajadores de la salud se relacionaban y profundizaban en su tarea cotidiana. Nuevamente el grupo grande, la suma de todos los subgrupos, se volvi a unir, esta vez para compartir las ideas y las imgenes que haban surgido. El momento del plenario final ya llegaba. Pero, antes de esto, a cada grupo, se le sum una nueva consigna: identificar claramente las problemticas y buscar el acuerdo en posibles soluciones. (AQU) Nuevamente un afiche en mano y marcadores (azul para las propuestas y rojo para las carencias) le fueron dando forma a la puesta en comn. Cada uno comparti lo vivido