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Publicación mensual. Año 9, no. 7, octubre de 2008 EL HUMANISTA Los imprescindibles: El motor Los imprescindibles: El motor Los imprescindibles: El motor Los imprescindibles: El motor de la historia es la frivolidad, de la historia es la frivolidad, de la historia es la frivolidad, de la historia es la frivolidad, Antaki Antaki Antaki Antaki De la lengua y otras De la lengua y otras De la lengua y otras De la lengua y otras maravillas: Lady Godiva maravillas: Lady Godiva maravillas: Lady Godiva maravillas: Lady Godiva Todos al unísono del canto Todos al unísono del canto Todos al unísono del canto Todos al unísono del canto del cisne del cisne del cisne del cisne Siqueiros: ideología y estéti- Siqueiros: ideología y estéti- Siqueiros: ideología y estéti- Siqueiros: ideología y estéti- ca regidos por la libertad ca regidos por la libertad ca regidos por la libertad ca regidos por la libertad Libertad, ilustración y pro- Libertad, ilustración y pro- Libertad, ilustración y pro- Libertad, ilustración y pro- greso. Leer en compañía de greso. Leer en compañía de greso. Leer en compañía de greso. Leer en compañía de Kant Kant Kant Kant Palabras y pensamientos: Palabras y pensamientos: Palabras y pensamientos: Palabras y pensamientos: Simón Rodríguez Simón Rodríguez Simón Rodríguez Simón Rodríguez Píldoras de artes: Gablete Píldoras de artes: Gablete Píldoras de artes: Gablete Píldoras de artes: Gablete Boletín Cultural e Informativo del Centro Universitario de Humanidades L I B E R T A D

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Publicación mensual. Año 9, no. 7, octubre de 2008

EL HUMANISTA

• Los imprescindibles: El motor Los imprescindibles: El motor Los imprescindibles: El motor Los imprescindibles: El motor

de la historia es la frivolidad, de la historia es la frivolidad, de la historia es la frivolidad, de la historia es la frivolidad, AntakiAntakiAntakiAntaki

• De la lengua y otras De la lengua y otras De la lengua y otras De la lengua y otras

maravillas: Lady Godivamaravillas: Lady Godivamaravillas: Lady Godivamaravillas: Lady Godiva

• Todos al unísono del canto Todos al unísono del canto Todos al unísono del canto Todos al unísono del canto

del cisnedel cisnedel cisnedel cisne

• Siqueiros: ideología y estéti-Siqueiros: ideología y estéti-Siqueiros: ideología y estéti-Siqueiros: ideología y estéti-

ca regidos por la libertadca regidos por la libertadca regidos por la libertadca regidos por la libertad

• Libertad, ilustración y pro-Libertad, ilustración y pro-Libertad, ilustración y pro-Libertad, ilustración y pro-

greso. Leer en compañía de greso. Leer en compañía de greso. Leer en compañía de greso. Leer en compañía de KantKantKantKant

• Palabras y pensamientos: Palabras y pensamientos: Palabras y pensamientos: Palabras y pensamientos:

Simón RodríguezSimón RodríguezSimón RodríguezSimón Rodríguez

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Boletín Cultural e Informativo del Centro Universitario de Humanidades

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Directorio El Humanista. Boletín cultural e informativo del Centro Universitario de Humanidades. Publicación mensual, año 9, no. 7, octubre de 2008.

Rectora: Dra. Ma. del Pilar G. L. P. de Cordero; Coordinación: Lic. Carmen Leticia Gámez P.; Dirección y Diseño Editorial: Lic. Ana Lourdes Ross A. Colaboradora: Lic. Erika Téllez. Agradecemos la participación invaluable de la maestra Alma Ortiz.

La palabra libertad es uno de los términos que mayor manipulación han sufrido desde que el ser humano se

concibió como ente de razonamiento, proclive a los sometimientos. Ha sido bandera, arma, pretexto y texto pa-

ra los radicalismos y las artes, para los romanticismos y las subversiones. La libertad es un concepto casi autista,

se encierra en sí misma en la medida de la ausencia de esclavitud o reclusión, es una facultad que significa la falta

de sujeción y subordinación en tanto no se oponga a ciertas leyes, costumbres, etiquetas, privilegios.

Es extraño que un día 2 de octubre de 1968 , al tiempo que en Tlatelolco, el Estado mexicano ejercía sus

facultades como poder autocrático, manifiesto en armamento, despliegue militar con tanquetas y soldados, con

guardias de guante blanco y con autorización para matar a gente que, congregada en un mitin, proclamara la ne-

cesidad de la libertad; muriera en Neuilly-sur-Seine Marcel Duchamp, artista que halló un espacio para hacer

arte subversivo, radical, que en cierto sentido tiende a la abstracción conceptual. Su obra es libre en cuanto a

cánones, es la idea que se sublima desde la aceptación crítica de la libertad. El concepto que sustenta su arte (los

ready made en concreto) es cercano al sentido kantiano como violencia contra el Establishment.

Sin embargo, esta postura encuentra en nuestro país un representante que llevó a ultranza su búsqueda

por la libertad: no es suficiente con vivir los campos artístico-estéticos, para algunos artistas como Siqueiros, los

conceptos vertidos en obras de arte son la prolongación de un estado anímico, de convicciones con las cuales se

lucha. Lo interesante de todas estas posturas es que demuestran que en cuanto que se hace obra, en cuanto que

se materializan las ideas, se revierta, subvierta o conviertan los conceptos, los objetos y las vivencias, se hace his-

toria.

El problema es que, siguiendo la línea del pensamiento de Ikram Antaki, a

menudo es la frivolidad la que supera el razonamiento, se sacrifica el pensa-

miento, se niega la ciencia por condicionante y se vive en espontaneidad

que conduce a la intuición. Se abstraen hechos, circunstancias; se crean ob-

jetos y situaciones que producen juego versus trabajo y elaboración, en el

mejor de los casos; sandez y asesinato en el peor de ellos.

La libertad es el concepto que se persigue desde la infancia hasta la vejez,

desde los tiempos más remotos hasta nuestra contemporaneidad, pero apa-

renta ser un camino sin retorno, una utopía a seguir. En su nombre se co-

meten atrocidades y se cae en liviandad, cuando se sacrifica la crítica. En

nuestros tiempos, de simulacros e hiperrealismos, la desnudez de pretensio-

nes puede ser la que nos acerque un poco más a la auténtica libertad.

Ana Lourdes Ross

Editorial OctubreEditorial OctubreEditorial OctubreEditorial Octubre

Marcel Duchamp

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Todos al unísono del canto del cisneTodos al unísono del canto del cisneTodos al unísono del canto del cisneTodos al unísono del canto del cisne Por Erika Téllez*

El movimiento estudiantil mexicano de 1968, no puede ser reducido a una sola noche: “La noche de Tlatelolco” –título

reconocido desde las crónicas que hiciera Elena Poniatowska. Se señala que el conflicto que desembocó en la catástrofe del

2 de octubre, inicia tres meses antes, el 22 de julio, en un juego de fútbol americano entre la Vocacional dos del IPN y la

preparatoria Isaac Ochoterena, incorporada a la UNAM, que termina en una pelea. El cuerpo policiaco de granaderos es

quien disuelve el conflicto, al detener a varios estudiantes, y entrar a las instalaciones de dicha vocacional. Sin embargo,

podemos referir también, como inicio, a la repulsión a cualquier movimiento comunista de la época, extendida a todo el

mundo gracias a la guerra entre Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, según refiere Gustavo Cas-

tillo en el suplemento de La Jornada publicado en el presente año, además de la inclusión de Estados Unidos en la política

mexicana, a través de la CIA. Cabe señalar que después de la tragedia, no se terminó el conflicto en su totalidad sino que el

país fue el escenario de la guerra sucia impartida por el Estado (1968-1980).

Durante estos meses, los estu-

diantes pedían en innumerables marchas,

manifestaciones y mítines, la libertad ciu-

dadana que el ejército y el Estado les

habían quitado mediante la represión mi-

litar. Recordamos, por ejemplo, la toma

militar de San Ildefonso el 29 de julio, de

Cuidad Universitaria el 18 de septiembre

y la manifestación en el Zócalo el 28 de

agosto. Estos sucesos representan el tipo

de violencia que un Estado puede ejercer

mediante su autoridad, culminando con

sucesos como el 2 de Octubre. En este

sentido, es pertinente preguntarse porqué la ciudadanía mexicana está dispuesta a entregarse a la policía militar en nuestros

días (peticiones de “Iluminemos México”).

Debemos tomar en cuenta, también, que el movimiento “estudiantil” del 68 no se redujo a un conflicto de estu-

diantes, sino de la ciudadanía en su totalidad. El movimiento estaba conformado por gente de la clase media, trabajadores

(no sólo obreros sino oficinistas), madres y padres de presos políticos, que exigían la libertad de su gente y de su libre reu-

nión.

De este modo, somos llamados a unirnos al canto de un cisne que ya murió, pero cuyo canto resuena aún en nues-

tros días para que, mediante su conmemoración, recordemos lo ocurrido con su exigencia de justicia, tanto para los

“desaparecidos” como para la lucha perpetua por la libertad. somos exigidos, pues, a responder al llamado de la memoria

histórica.

*Colaboradora de nuestra institución

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L uchador revolucionario, activista políti-co, figura representativa y líder del Muralismo Mexi-

cano, David Alfaro Siqueiros nos deja muestra de su

congruencia ideológica y creativa, que plasma con

toda su fuerza y convicciones, en su obra plástica.

Adoptó el estalinismo con la misma pasión

con la que luchó en la Revolución Mexicana o en la

Guerra Civil Española. Aunó a su experiencia en es-

tas luchas armadas, la formación que le dejó su estan-

cia de tres años en Europa a partir de 1919. Poco a

poco se iba determinando su pensamiento artístico

que concretó en el manifiesto que publicó en Barce-

lona en la revista Vida Americana en mayo de 1921,

coincidiendo con los primeros encargos de Vascon-

celos, pero muy pronto se deterioraron sus relaciones

con el gobierno, tanto por su afiliación al Partido Co-

munista de México como por su participación en la

fundación del Sindicato de Artistas y de su periódico

El Machete.

Después de pasar varios meses en la cárcel

por su participación en la manifestación del 1º de ma-

yo, en 1930 fue enviado al exilio interior en Taxco.

En 1936 luchó en la guerra civil española, al lado del

ejército republicano. El acuerdo del mural en la sede

del Sindicato Mexicano de Electricistas, se da a la par

del complot para liquidar a Trotsky. El mural Retrato

de la burguesía consiste en una propuesta revolucionaria

que realizó en el cubo de la escalera en 1939-1940.

Siqueiros adaptaba sus propuestas a lo que él

llamó “arquitectura dinámica”, basada en la construc-

ción de composiciones en perspectiva poliangular. No

más la “pintura nueva en arquitectura vieja”, sino que

sostenía acuerdos con los arquitectos progresistas para

la activación pictórica de espacios adecuados. Las úni-

cas obras que, según él, merecían el nombre de mura-

les, eran las que se articulaban con la arquitectura, si

no, para Siqueiros era sólo “un cuadro grande”.

De 1940 a 1944 estuvo desterrado en Chile

por su participación en el asesinato de Trosky. En

Nueva Democrcia, (1944, Palacio de Bellas Artes), Si-

SIQUEIROS Ideología y Estética regidas por la libertad

Por: Alma Ortiz*

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queiros construye un emblema intemporal del triunfo

de la libertad.

Su obra es experimental e innovadora. En

1932, en los Ángeles, dio nuevo sentido a la plástica

con el uso del fresco de cemento y el empleo de la

pistola de aire. Desarrolló una teoría integral de la

pintura mural, en función del espectador en movi-

miento y por tanto, de una serie de planos pictóricos

que unifican la composición. Por sus logros artísticos,

en 1950 le fue concedido el Primer Premio en la Bie-

nal de Venecia.

En 1960 fue encarcelado de nuevo, acusado

de promover la “disolución social”, una ley que ahora

está abolida. Cuatro años después, al salir de la cárcel,

a la edad de 68 años, habría de crear dos de sus obras

maestras: Del Porfirismo a la Revolución en el Castillo de

Chapultepec y su última obra, La Marcha de la Huma-

nidad, la cual cubre el “Foro Universal” del Polyfo-

rum Cultural Siquei-

ros. Este mural, es por

su tamaño el más

grande pintado en to-

da la historia. Siquei-

ros ideó una estructu-

ra en forma de dode-

caedro por fuera y de

octaedro por dentro,

que alberga La Marcha

de la Humanidad. En

esta obra, también

realiza diversas escul-

turas de lámina que las

pinta e incorpora al mural. Estas esculturas son lla-

madas “Escultopinturas”. La integración de todas las

artes, que Siqueiros anheló a lo largo de toda su vida,

pudo hacerse realidad en el proyecto que ocupó sus

últimos años, el Polyforum Cultural Siqueiros (1967-

1971).

Siqueiros, un hombre leal a sus ideas y un artis-

ta comprometido con las luchas sociales, las masas

trabajadoras, obreros, campesinos, artesanos e indíge-

nas. Un militante que desde los dieciséis años se in-

corporó al ejército constitucionalista para luchar por la

Revolución. Denunció en todo momento, con pala-

bras y con su obra plástica, el esclavismo y la condena

impuesta por los hombres ricos que ignoran la situa-

ción del pueblo, condenado a una vida miserable, tra-

bajos intensos y mal pagados que provocan un enveje-

cimiento prematuro y un sistema económico injusto

plagado de hambre, enfermedad y pobreza; pero tam-

bién plasma la esperanza y el triunfo de la libertad.

*Catedrática de Historia del Arte de nuestra institución

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Este ensayo sirve como pequeño vis-lumbramiento a las ideas de “Ilustración y de “progreso”, guiado por el texto ¿Qué

es la Ilustración? (1784) del filósofo alemán Immanuel Kant. Y auque pequeño, su luz, en tanto destello, puede llegar hasta

nuestro presente y mostrarnos como herederos marcados por estas ideas. Esa es la importancia que veo al traerlas a la

mesa una vez más y leerlas en compañía de Kant. Veamos, entonces, qué se puede decir [escribir en este caso].

Nuestra modernidad ha recluido el saber a la pura revisión. Todos sus campos, desde la ciencia hasta la religión,

ya han sido analizados, discutidos, teorizados. De ahí, la necesidad del individuo, instruido en la Ilustración, de forjar

herramientas propias, que a pesar de revisar el pensamiento pasado, constituya su propio espíritu, un nuevo pensamien-

to, donde pueda hacer propio un saber, que se le muestra como ya dado, para obtener beneficio de él. Este beneficio se

dibuja en la contribución “inagotable” al progreso de la Razón.

La Ilustración se presenta, bajo este panorama, como posibilidad liberadora del yugo que oprime la innovación

del pensamiento, del yugo del pensamiento ajeno pues éste representa el estancamiento de la razón, el dogma inamovi-

ble al cual todo individuo debe someterse. El ilustrado se piensa como ruptura del yugo, como aquel que promueve el

pensar libre:

La ilustración es la liberación del hombre de su culpable incapacidad. La incapacidad

significa la imposibilidad de servirse de su inteligencia sin la guía de otro.

Esta incapacidad es culpable porque su causa no reside en la falta de inteli-

gencia sino de decisión y valor para servirse por sí mismo de ella sin la tute-

la de otro. ¡Sapere aude! ¡Ten el valor de servirte de tu propia razón! (“¿Qué

es la ilustración?”, p. 25.)

El lema de la razón ilustrada, dice Kant, es el ideal en el que el individuo alcance la mayo-

ría de edad, ligada a la libertad de servirse de su propia razón. En este sentido, por ejem-

plo, la Enciclopedia (1751-1772), símbolo del proyecto ilustrado, funciona para el ilustra-

do como aquel antecedente que le muestra todo el saber al que puede acceder.

Este ideal se presenta, a la vez, como libre y progresivo. El ideal de la razón rompe con

dogmas eternos que se preservan a través del tiempo. Si lo que se pretende es un pensamiento libre e innovador, se debe

romper con toda ley que no admita su reformulación y crítica, siempre y cuando se tenga como meta la visión progresiva

que vaya a “mejor”. La innovación es el móvil mediante el cual el individuo expresa sus ideas y la respuesta a la mejoría y

la felicidad. No se puede condenar a los individuos al estancamiento, atenta contra su natural proceder evolutivo de

ideas ad infinitud, pues el fin siempre es el mismo: el mejoramiento.

Así, parece no haber nada de nocivo en el ideal ilustrado de libertad en el pensamiento; sin embargo hay un

ejemplo que muestra lo contrario: en el contexto de la época, el libre pensar propuesto para todo individuo se reduce al

individuo burgués. La difusión del conocimiento enciclopedista y el libre pensamiento deparan en la disolución del po-

der que la nobleza y el clero tenían y se extiende a la libertad social y económica, lo cual da paso a la sociedad capitalista

del libre comercio, donde el poder económico lo detenta la burguesía y la razón es la vía para mantener el poder.

Otra cara del ideal ilustrado es la búsqueda de la libre expresión. Un lugar donde el individuo, a pesar de estar

sometido al “deber”, puede expresar sus descontentos, proponiendo –justificándose racionalmente– el mejoramiento. El

individuo no debe tener reparo en expresar, libremente, su juicio sobre todas las cosas, su razón debe servirle para hacer

un examen crítico sobre el mundo y los hombres de la sociedad con los que convive. De este modo, la razón es poten-

cialmente, crítica de “todo”.

LIBERTAD, ILUSTRACIÓN Y PROGRESO

Leer en compañía de KantLeer en compañía de KantLeer en compañía de KantLeer en compañía de Kant Por: Erika Téllez*

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*Colaboradora de nuestra institución.

Retomemos algo, se ha expuesto que la libertad está ligada a la razón y la expresión. Kant expone que el indivi-

duo tiene derecho al uso libre de su propia razón pero que este uso está restringido y limitado por los cargos que tiene

que ejercer como ciudadano. Entonces, ¿cómo puede existir libertad cuando estás enteramente sometido a la ley? Dice

Kant, la mejor forma en la que se puede promover la libertad es en su uso público. Se tiene la libertad de hacer público

cualquier descontento, hacer crítica, pero con el límite de no profanar en contra del régimen al que has elegido someter-

te; de lo contrario, habrá una sanción a tu falta. El “deber” está por encima del querer; la voluntad y la libertad compar-

ten una realidad distinta a la razón pues la libertad natural del hombre lo lleva a cometer actos buenos y malos, indistin-

tamente y hace posible conducir a la humanidad, homogéneamente, hacia el mejoramiento, la movería en altibajos, “dar

dos pasos hacia delante y uno hacia atrás” o en lugar de progresivo, el movimiento sería retrógrado.

Al final del texto, Kant dice:

Un grado mayor de libertad ciudadana parece que beneficia la libertad espiritual del pueblo pero

le fija, al mismo tiempo, límites infranqueables; mientras que un menor grado le procura el ám-

bito necesario para que pueda desempeñarse con arreglo a sus facultades. (“¿Qué es la ilustra-

ción?”, p. 37.)

La libertad es ilimitada, un grado mayor de libertad es un grado mayor de violencia hacia el Estado, el cual im-

parte leyes, o bien, para el dominio, o bien, para la estabilidad y el bienestar de los pueblos. Subsumido al “deber”, el

individuo, más que darse cuenta de lo ilimitado de su libertad, se da cuenta de lo limitado que está a las leyes. Un grado

menor de libertad, no es libertad; que el individuo pueda expresarse no es libertad en la medida en que no puede hacer

más con ello. Así, se llega a una encrucijada: o bien, seguir las leyes para lograr el bienestar y el mejoramiento como fin

común que se establece en acuerdo con los otros, o bien, tomar su libertad como único fin, lo cual es, según Kant, un

impulso natural de los hombres que los lleva a mirar su propio bienestar. Entonces ¿para qué la libre expresión? No más

que para sosegar el “desenfreno” de la libertad, de la voluntad libre. Lo cual se puede ver en el curso de la historia pro-

gresista, donde el Estado sigue ejerciendo el poder permitiendo la crítica pues la somete a sí mismo y la supera, alejando

toda posibilidad de rebelión. Toda manifestación en contra es víctima del ideal de la Ilustración, así que todo indicio de

violencia es un indicio de irracionalidad y es sometido a las barreras impuestas por la razón: la cárcel, el hospital psiquiá-

trico.

Por último, he de decir que si el señor Kant tenía en mente un uso inocente de los ideales ilustrados y de la idea

de progreso, pues lo que se puede ver es que pretendía como fin de la humanidad el bienestar de todos, pero esos ideales

se deformaron. El progreso dejó de lado lo moral y se transformó en el ideal de la innovación tecnológica, por ejemplo.

Someterse a las leyes, guiados por un líder necesario para que éstas se hagan valer, se convirtió en el uso desenfrenado de

algunos individuos para mantener su propio beneficio y bienestar. La propia historia, –la cual Kant veía posible sólo de

manera general, pensándola como una meta a alcanzar y como hilo conductor que abarca todos los episodios relevantes,

aunque empíricamente no fuera posible pues los individuos actúan de manera incierta– toma esto como única posibili-

dad y escribe sólo los episodios que marcan la victoria, una victoria dibujada por algunos individuos: “la historia de los

vencedores” como única verdad, pues la historia de los vencidos no existe en este contexto

ni las catástrofes que hay de por medio.

Bibliografía

Kant, Immanuel, “¿Qué es la ilustración?”.

En Filosofía de la historia. Traducción de Eugenio Ímaz.

FCE, México, 2002; pp. 25-38.

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LOS IMPRESCINDIBLES

Los libros me hicieron pensar y pensar me hizo libre.

Simón Rodríguez, maestro de Bolívar

PALABRAS Y

PENSAMIENTOS

El motor de la historia es la frivolidadEl motor de la historia es la frivolidadEl motor de la historia es la frivolidadEl motor de la historia es la frivolidad Fragmento de entrevista de Luis Montes de Oca a Ikram Antaki*

- Me alegré cuando te oí decir que le frivolidad era el motor de la historia. Me alegré luego que siempre se me ha acusado de frívolo, en un sentido peyorativo: inconsecuente, veleidoso, veleta, insustancial, antojadizo, inconstante, ligero, vano... ¿cómo lograste otro concepto de la frivolidad? ¿Dónde lo encon-traste?

- Primero, estás hablando con la persona menos frívola del mundo. Es decir, soy absolutamente no lúdi-ca, viviendo en una cultura lúdica. No es un azar que cuando vienen los semitas aquí (México): árabes, judíos, o los europeos o lo que sean, hagan fortuna rápido porque no existe el día de descanso, no existe la hora de descanso, trabajan sin parar. Yo soy así, vengo de una cultura donde la relación con el cuerpo y la materia de uno mismo es prácticamente nula. El árabe es prácticamente esquizofrénico: la cabeza funciona, es el cuerpo que no se ubica en el mundo. Entonces... no estoy justificando, nada. La frivoli-

dad, la estaba tomando desde otro punto de vista. No es la frivolidad es el sentido que se usa corrientemente.

La idea se me ocurrió de una forma accidental. Estaba en París, veía la televisión; pasaban esa tarde una serie que se llamaba "La mu-jer del diablo" y hablaban de Jenny Marx, la esposa de Marx. En el capítulo que veía en ese momento, aparecía el período en que esta-ba exiliados Jenny y Marx; se le muere el hijo recién nacido. Jenny, que es de familia como Dios manda, rica; reducida a la miseria por la vida que llevaba Marx está obligada a vender su platería o no sé qué para poder comprar la caja para poner al bebé. Es decir, un momento de tragedia absoluta. Yo no creo que haya en la vida de un ser humano peor tragedia que la muerte de un hijo, peor que la muerte de uno es la muerte de un hijo. Se encuentran Marx y Engels quien le empieza a decirle que qué terrible lo que pasó, que no sé qué, y Marx le dice: sí, sí está muy mal y no sé qué; Engels le dice entonces: Y por qué no buscas trabajo para ayudar a tu familia, y Marx le responde que acaba de mandar una petición de trabajo a la Comisión de Luz, de trenes, de agua, pero le contestaron que no, o lo que sea; pero dejemos estas cosas -replica Marx-, escribí estas páginas anoche, déjame leértelas.

Es decir -continúa platicando Ikram Antaki- el que no estaba haciendo relación con la tragedia, el que estaba haciendo prueba de la más absoluta frivolidad, insensibilidad, alejamiento era Marx. Jenny estaba hundida en la tragedia y, sin embargo, el que hizo obra fue Marx. ¿Cuándo se hace obra?... Cuando se sale de la vida. En ese momento me di cuenta por qué los hombres hacen obra y no las mujeres. Las mujeres se quedan hundidas en la vida. Primero porque les dijeron que hay que estar hundidas en la vida. Segundo... ¡no! Primero lo biológico, segundo les han dicho. Primero, lo biológico. Tú puedes no ocuparte de tu hijo, yo no puedo no ocuparme de mi hijo o, si tú no te ocupas de tu hijo, él puede sobrevivir. Yo, si no me ocupo de mi hijo, no puede sobrevivir. Entonces hay una frivolidad biológica. Luego hay el paso de la historia, la presión de la sociedad y... Todo lo que se agrega a la biología y hace que los hombres sean los que hacen obra y no las mujeres. Es decir, el cuento de que hubo grandes pintoras, grandes escritoras, grandes... todo. Pero por qué no nos hablaron de ellas, es una mentira. Tomas una pareja que estaba exactamente en el mismo nivel: dos filóso-fos, los mejores espíritus de su tiempo, siglo XII, Abelardo y Eloísa. Los dos vivieron la tragedia, los dos amaron, los dos fueron im-pedidos de amar, pero él siguió haciendo obra y ella no.

- ¿Por qué Ikram cuando escribes esta parte de la vida de Marx en tu libro El Espíritu de Córdoba, no lo marcas como Marx sino co-mo...

- Como algo general- interrumpe Ikram.

- ¿Como un ser cualquiera?

- Lo que sea, lo que sea. Sí, por supuesto, estaba hablando de Maimónides y Averroes y no puedo "enchufar" a Marx, del siglo XIX. Este es un acomodo literario, perdonable, no es necesario que sea Marx mas que en ese sentido, te lo estoy contando para explicarte cómo llegué a esa idea, pero no tiene la más mínima importancia porque puedes poner en lugar del nombre de Marx cualquier otro nombre: André Malraux, Clara a su lado...

Clara fue una gran mujer, intelectual, culta... todo lo que quieras. No hay obra por un lado, hay obra por el otro. Sistemáticamente, el que logra zafarse de la vida (y la vida es tragedia), es el que hace obra. Y digo en ese fragmento al cual tú te refieres: en plena guerra,

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*Vía Internet: http://veneno.com/1998/v-13/mont-13.html

entre los muertos alrededor tuyo, te pones a escribir un poema. Bueno, qué tanta insensibilidad debe tener uno para ponerse esos me-nesteres, cuando lo que la ética dice es que dejes todo y auxilies o llores incluso, es válida la tragedia aquí. Cuando te zafas, ya tomaste posición como ser frívolo. Como ves, no es el asunto de la frivolidad en el sentido barato, es otra cosa; es otro nivel del pensamiento.

No se trata solamente de hacer obra, se trata de todo lo que "marca", a nivel histórico. Toma el poder. El asunto del poder no es ocu-parse de cada quien, es administrar la generalidad. Un gran hombre de Estado no es el bondadoso cura que dio su vida a todos los que tienen lepra o peste, o están sin familia, o son pobres, y éste trata de resolver las tragedias de cada quien día a día. No, el hombre de Estado no se ocupa de esto; si se ocupara de ello no sería hombre de Estado, sería un santo y los hombres de Estado no son santos. Los hombres de Estado se destacan de la realidad.

- ¿La frivolidad según tu concepto y la situación en México?

- Hay una cosa, fíjate -Ikram Antaki cambia el tono de su voz, se descubre un misterio, enfatiza como en secreto- hay una cosa grave: no existe ni siquiera el sentido de la eternidad del dolor, que es la tragedia, la tragedia es la eternidad del dolor, porque no hay el senti-do de la eternidad. Somos -Ikram se incorpora, camina hasta un librero, elige un volumen y abre en la página exacta: "Aquí todo es accidente -lee pausadamente- una coincidencia que depende del azar, puede impedirlo. El mundo sólo se distingue por la multitud de los accidentes que se resuelven como cualquier problema en el espacio y en el tiempo. La tragedia que se apropia de la eternidad del dolor no existe, la acción de los accidentes tiene la duración del momento, luego se aniquilan las sustancias y los sentimientos dejan de existir. No pueden lógicamente existir ya que se les expulsó del lugar. La aniquilación de los accidentes implica la propia aniquilación de la duración, es decir, de la eternidad. Estoy hablando de sentimiento religioso. Este pueblo de Dioses múltiples, parece carente de él -del sentimiento religioso-, sintiendo contrariedad hacia todo lo que huele a absolutismo. Sostiene el decreto absoluto de que la infini-tud ha quedado naturalmente desterrada.

"Así deja sin respuesta las preguntas propias a todo el género sobre el motor del mundo y la causa del movimiento. Su religiosidad es extraña, lo religioso no es oscuro pero todo lo oscuro se vuelve religioso. Es así que vemos la secuencia de gestos sacros en la puerta de la increencia" -Ikram abandona la lectura y continúa hablando con la misma autoridad y el mismo ritmo-. Contrariamente a los Dio-ses griegos que se destrozaban entre sí como si fueran mortales, aquí en México los Dioses son monstruosos. Todavía falta por hacer el gran análisis sobre México, por ahí debemos buscar (…) porque tenemos algunos códigos, cánones que todo el mundo sigue, pero que ya empiezan a ser movidos. Se supone que el momento fundamental, el acto fundador es la conquista: los buenos, los malos, los derrotados, los vencedores y... No es exactamente así, no funcionan las cosas así. Apenas están empezando a decir que algo en esta creencia canónica no es cierto. Hace unos meses escuché a Luis González de Alba, decir: "no era posible que algunos pocos cientos de españoles, incluso con caballos y cañones, les ganaran a varias decenas de miles de indígenas. No es posible, lógicamente. A menos de que la mayoría de los pueblos indígenas o gran parte de ellos, se aliaran con los españoles y no solamente los tlaxcaltecas, sino la mayo-ría de ellos se aliaran con los españoles en contra del pueblo que los sojuzgaba, que eran los aztecas". Es decir, la famosa derrota no ha sido la derrota, era la victoria de indígenas y españoles en contra de los aztecas detestados, y la Malinche no era ninguna Malinche, sino una pobre chica esclava que se alió y agradeció y colaboró con su libertador, en contra de aquel que la había esclavizado. Es decir, nuestro acto fundador, como historia, es una mentira. Es parte de la historia paralela. Quizá fue este el acto fundador, no de la historia, sino de la realidad paralela. Empezamos con actos fundadores mentirosos y sobre esto se construyeron cinco siglos ¡Qué bonito! Y esto es lo que le enseñamos a la gente y seguimos enseñándole.

- ¿Es un país donde los mitos florecen con mucha facilidad?

- Sí, hasta parece genético. Es más, florecen tan bien que se detesta a lo que no es mito. Un pueblo sin mito es aterrador, es muy frágil, no podría vivir. Los pueblos deben tener mitos, pero hasta cierto punto. Siempre la mesura debe actuar si no ya no hay presencia en la realidad, no hay forma de resolver las cosas. No hay agarre en la realidad. Aquí, parece que la mesura jamás ha existido, se le ha negado como algo que es demasiado agresivo para con la realidad paralela. Se prefirió a la realidad paralela, que no es ninguna realidad en los ojos ajenos. Mientras los ojos ajenos no estaban aquí, mientras un país podía vivir adentro de sus murallas, funcionó. Ahora ya no se puede.

El mundo está aquí querámoslo o no, podemos rechazarlo, negarlo o poner lo que quieras como barreras, pero está. No hay barreras absolutas, algunas hay, contra el mercado por ejemplo. No hay barreras contra el dinero, contra el SIDA, contra la contaminación... entonces el mundo está aquí, empieza la crisis. Lo que ha funcionado mientras vivíamos en la realidad paralela ya no es posible y se resiste a esta realidad real de la forma más arcaica: llámese EZLN, EPR; llámese lo que quiera. No es más que la resistencia a la reali-dad real.

Continuará en nuestra próxima entrega...

Page 10: LIIIIBBBBEEEERRRRTTTAAAADDDD LL · El problema es que, siguiendo la línea del pensamiento de Ikram Antaki, a menudo es la frivolidad la que supera el razonamiento, se sacrifica el

DE LA LENGUA Y OTRAS MARAVILLAS

LADY GODIVA

En el pueblo de Coventry, vivía a principios del siglo XI una dama de nombre Godgifu (que significa regalo de Dios, gift of God), famosa por su carácter piadoso y extrema bondad. Reinaba en ese entonces Eduardo el Confesor (1042-1066), y el país se hallaba oprimido por los impuestos. Leofric (968-1507), conde de

Chester y de Mercia, señor de Coventry y esposo de Godgifu, hacía caso omiso a las súplicas del pueblo para reducir los gravámenes y, ante las peticiones del pueblo, la respuesta que les dio fue una nueva eleva-ción de dichos impuestos.

Godgifu, testigo de los sufrimientos de sus vasallos, pidió a su marido que tuviera compasión; tal fue su insistencia, que Leofric le hizo una propuesta: “Pasea desnuda, montada sobre tu caballo, por el mercado del pueblo cuando esté lleno de gente”. Si era capaz, prometía perdonar las deudas impuestas a sus pobres súbditos.

Ante su asombro, su esposa aceptó sin dilación. Ella, sin embargo, acordó con los vecinos que estos se encerrarían en sus casas para evitar las miradas humillantes. El día elegido, Lady Godgifu se paseó desnuda por el pueblo, a caballo, mientras todos los vecinos de Coventry se en-cerraban en sus casas con las ventanas cegadas.

El conde de Mercia no tuvo más remedio que acceder a sus peticiones, y ella ha pasado a la historia como Lady Godiva, versión latina de God-gifu.

Teléfonos: 5343-24-96 5343-25-98 5343-25-32

Colibrí No. 6, Lomas Verdes, 1a sección, 53120,

Naucalpan, Edo. de México

Gablete: Gablete: Gablete: Gablete: Motivo decorativo, que remata algunas

portadas góticas, en forma triangular, con dos líneas

que convergen en un vértice muy agudo.

PÍLDORAS DE ARTES

Elevado sobre el tímpano y las archivoltas apuntadas, se

encuentra el Gablete como remate angular en la catedral de

Huesca, del siglo XIV.

Lady Godiva, por Rafael Cauduro

En nuestro número de Noviembre: La muerte.

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