Linda M Richter y Robert Morrell (2007) Paternidad: El rol del hombre en la crianza de los niños y niñas

en ÁfricaAgarrando la otra mitad del cielo

Jessica Ball (2007)Iniciando la jornada:

Padres Indígenas en Canadá. Aprendiendo PaternidadJudith L. Evans, Hombres en la vida de los niños

Coordinators' Notebook No. 16, 1995

"Los padres fácilmente pueden ser recursos no aprovechados en las vidas de los niños indígenas. Si podemos apoyarlos para que se involucren y se mantengan en contacto con sus hijos, éste podría ser un gran factor del desarrollo para estos menores mientras crecen."

Ed John, El Gran Líder de la Cumbre de las Primeras Naciones en British Columbia, 2004

Paternidad: Naturaleza vs. el cuidado y la protección.

El impacto de los padres en el desarrollo de la niñez.

Influencias en el rol de los padres.

Cambiando situaciones/cambiando roles.

Programas para padres.

El rol del padre es reconocido en todas las culturas. Aunque el individuo que toma el rol de paternidad puede no ser el padre biológico, en todas las culturas hay unos roles de género específicos de hombres y mujeres, en la vida de los niños y niñas menores de 8 años.

¿Hay un Instinto de Paternidad?, Engle and Breaux (1994)

Los padres tienen la capacidad de proveer cuidado temprano en la vida de los niños y las niñas. No hay nada inherentemente diferente entre el hombre y la mujer en términos de su habilidad para ser sensible a las necesidades de los niños y las niñas, para brindar cuidado, protección y afecto. Los padres pueden ser tan afectivos y estimulantes como las madres; ellos son tan capaces como las madres de proveer cuidado al recién nacido así como a los niños y las niñas más grandes.

Los padres tienden a comprometerse más en actividades físicas, juegos bruscos, especialmente con sus niños. Ellos pueden usar una comunicación más directa, más autoritaria, de disciplina e instructiva.

Las madres tratan de involucrar a sus hijos e hijas más en una conversación, formulación de preguntas, exclamando y reforzando el habla o el desempeño de los niños y niñas.

Cuando las madres están comprometidas con sus hijos e hijas, tienden a asumir el rol de 'maestras', y cuando los hombres están comprometidos con sus hijos e hijas, tienden a asumir el rol de amigos, compañeros y algunas veces 'entrenadores'.

Ambos padres tienen una contribución importante que

hacer.

Los hombres en muchas culturas contribuyen al bienestar de sus hijos e hijas a través de la provisión de ingreso para apoyar las actividades de la familia.

Sin embargo, los hombres no son los únicos que contribuyen financieramente a la familia. Cada vez más las mujeres están haciendo contribuciones sustanciales y algunas veces incluso mayores al ingreso de la familia.

En Madras, India, las mujeres contribuyen el 46% en el ingreso familiar mientras que los hombres contribuyen un 52% y un 12% proviene de un ingreso conjunto.

En Nepal las mujeres contribuyen el 50% del ingreso familiar; en Filipinas el ingreso de las mujeres supera al de los hombres en un 10% cuando se tiene en cuenta la producción del hogar; y en Ghana las mujeres mantienen el 33% de los hogares. (Bruce 1994).

Los hombres ayudan a prevenir las lesiones de los niños y las niñas. Los niños y las niñas que viven en hogares en los cuales hay hombres presentes, tienen menos probabilidades de ser abusados, explotados por otros hombres en las comunidades, a diferencia de quienes viven solamente con sus madres. (Guma and Henda (2004)

Proveer valor social. El solo hecho de tener un padre que acepta ir con ellos, puede conferir valor social a los niños y niñas, especialmente en sociedades con altas ausencias paternales.

Alivia el estrés de las mujeres. Las mujeres que viven con parejas tienden a reportar tener menos estrés acerca de las situaciones del cuidado de sus hijos. El beneficio de los padres en la vida de los niños y niñas, particularmente en sus primeros años, se puede aumentar a través de la influencia de apoyo de la pareja en el comportamiento maternal

(Clarke-Stewart, 1978; Richter, 2006).

La presencia de los padres contribuye al desarrollo cognitivo, el funcionamiento intelectual y logros escolares (Amato, 1998). En África del Sur, Mboya & Nesengani (1999) se

encontró que los niños que vivieron en los hogares con presencia de padres, tuvieron mayores logros académicos que los niños que vivieron en hogares ausentes de padres.

La presencia de padres contribuye al bienestar emocional. Los niños tienen menor tendencia a manifestar problemas de comportamiento y emocionales si el padre está disponible para ellos y la presencia del padre muestra una fuerte relación con alta autoestima en las niñas (Hunt & Hunt, 1977).

La ausencia del padre o la falta de contacto con los padres parece tener un efecto más dramático en niños varones.

La disponibilidad de los padres tiende a tener un efecto modulador en las tendencias agresivas de los niños, de tal forma que los niños que crecen con sus padres tienden a ser menos agresivos que los niños que crecen sin la guía masculina (Seltzer & Bianchi, 1988).

La participación de los padres también tiene un efecto saludable en la salud mental de estos (Milkie, Bianchi, Mattingly & Robinson, 2002) y ha sido asociado con menores muertes accidentales y prematuras, menos condenas criminales, menos admisiones hospitalarias, menos abuso de sustancias y un gran sentido de bienestar (Pleck & Masciadrelli, 2004).

Algunos estudios sugieren que el cuidado psicológico de los padres y "la generosidad emocional" (expresividad e intimidad) tienen las mayores implicaciones a largo plazo para el desarrollo de los niños y las niñas (Grossman, Pollack & Golding, 1988).

Los factores que emergen como características son: el nivel y el tipo de participación que tiene el padre con su hijo o hija, y el tiempo que pasa el padre interactuando con su hijo o hija.

No obstante...

En un estudio intercultural llevado a cabo por la fundación High/Scope examinaron la vida de niños y niñas de cuatro años en 11 países; los investigadores encontraron que en promedio, los niños y las niñas de 4 años de edad en países estudiados gastaban por lo menos cinco de sus horas despiertos bajo la supervisión de las madres y menos de una hora bajo la supervisión de los padres.

Los niños y niñas en los Estados Unidos pasan cerca de 11 de sus horas despiertos bajo el cuidado de las madres y 42 minutos bajo el cuidado de los padres. (Olmsted and Weikart 1995).

2,90,80,710,7U.S.A

1,02,70,28,0Tailandia

4,71,00,37,6España

3,12,60,48,2Portugal

2,51,20,710,0Nigeria

4,01,70,17,5Hong Kong

2,31,10,610,0Alemania

4,80,50,87,7Finlandia

3,11,50,96,8China

6,11,00,55,2Bélgica

CuidadorParientePadreMadrePAÍS

Cultura y prescripción de rol.

Estructuras de hogares.Migración.Situaciones

cambiantes.

Autoridad y poder. La atribución de poder y autoridad es importante en términos de relación del padre con su familia. En muchos casos esta autoridad les ha sido dada a ellos, como resultado de creencias religiosas dominantes.

Toma de decisiones. En muchas culturas los hombres son los que toman las decisiones en términos de lo que sucede tanto dentro de la familia como con la interacción de la familia con el mundo.

Rol Económico . Históricamente el hombre ha sido el mayor proveedor de la familia. Si los hombres tienen dificultades cumpliendo el rol de ganarse el pan y la mujer aumenta su capacidad de apoyar la familia financieramente, el rol autoritario del hombre es desacreditado. Algunas veces esto deja una pérdida en términos de cómo ahora ellos deben relacionarse con otros miembros de la familia.

El estatus de las mujeres. Para muchas mujeres, su estatus dentro de la comunidad es definido por su rol de crianza. La mujer es respetada y se le da su identidad basada en su habilidad para cuidar y proteger sus hijos e hijas. Si los desarrolladores del programa buscan aliviar a la mujer de esta responsabilidad, expandiendo el rol de los hombres en las vidas de los niños y las niñas o a través de la provisión de cuidado infantil alternativo, podría ser razonablemente bloqueado por las mujeres.

Religión. Interactúa con otras variables en ciertas culturas para tener un impacto en las relaciones que probablemente tengan los padres con sus hijos e hijas.

Por ejemplo, en el norte de Pakistán hay un estricto seguimiento a la diferenciación de roles. De hecho, para la gran mayoría, las mujeres están aisladas en los hogares y no son vistas en las calles. No les está permitido a las mujeres interactuar con hombres por fuera de la familia. El padre es la interfaz para los niños y niñas entre el hogar y el mundo. Para jugar este rol, el padre necesita tener un entendimiento de las necesidades de los niños y tomar las acciones apropiadas para apoyar el desarrollo de sus hijos e hijas. Un programa de educación para los padres en esta parte del mundo, con certeza podría necesitar enfocarse en proveerle al padre la información apropiada para el desarrollo de sus hijos e hijas y apoyarlo en su rol como cuidador.

En África, la paternidad es un rol social. Un padre es el que establece la responsabilidad de cuidar y proteger al niño.

La crianza infantil es una responsabilidad compartida de los parientes. El hombre es padre porque tiene la responsabilidad del hijo.

A través de la paternidad colectiva, el hermano del padre también es el padre del niño, como lo es la hermana de la madre, quien también es la madre del niño. Estos otros hombres son señalados como padres y se espera que se comporten de cierta manera para merecer que sean llamados padres

Un hombre puede ser el padre de un niño pero nunca vive en el mismo hogar con él; o él puede vivir con una mujer y cuidar los hijos de otro hombre y, a la vez, apoyar los hijos de su hermano en un hogar diferente. En circunstancias variables, muchos hombres proveen cuidado paternal y apoyo a niños que pueden no tener su descendencia biológica.

La edad del niño importa. El padre tiene un rol más limitado en los recién nacidos y en los niños menores a diferencia de la madre. Entre mas pequeño sea el niño o niña, el padre estará menos involucrado en el cuidado de este. En la medida que el niño crece, el rol del padre aumenta, particularmente cuando el niño o niña está siendo socializado. Los padres con frecuencia juegan un papel clave en la disciplina del niño o de la niña.

En Lao, los padres no se involucran con ningún cuidado del niño o niña, hasta que este cumple tres o cuatro años de edad. La tarea del padre es proveer alimentos, ropa y apoyo en general durante este tiempo. Algunas veces el padre carga al niño o niña, pero éste no está involucrado en la alimentación, baño o 'vigilancia' del niño o niña. Una vez el niño o niña crece el padre toma un rol dominante en la enseñanza y disciplina. El padre toma decisiones relacionadas con la enfermedad, la asistencia a la escuela, la división del trabajo dentro del hogar. Los padres también participan en la fabricación de juguetes para los niños y niñas. (Phanjaruniti 1994, 12 )

Quién está presente, cómo está el hogar organizado, y las expectativas de los hombres y las mujeres en ese entorno – son aspectos que contribuyen a la definición de cómo se relaciona el hombre con los niños y niñas pequeños.

Tipos de hogares:De la familia extendida a la nuclear.El hogar controlado por la suegra.Hogares encabezados por mujeres.

En las familias tradicionales con un sistema de familia extendida, en las cuales hay abuelas, tías y/o otras señoras disponibles para ayudar con el cuidado de los niños y niñas pequeños, el rol de los padres es limitado y prescrito. Sin embargo, mientras las familias se vuelven más nucleares en su composición, el rol de los cuidadores tradicionalmente llevado a cabo por otros, puede recaer en el padre.

En Nigeria, el cambio a la vida urbana y a la familia nuclear significó que los padres tuvieron que cambiar sus roles. Algunos se involucraron más en la vida de sus hijos e hijas; otros se retiraron. Si hubiera habido mayor apoyo para los padres en la transición, tal vez más de ellos se habrían sentido cómodos al aumentar su participación con los niños y niñas. Zeitlin (1993)

La incorporación de la familia menor dentro del hogar de origen del esposo. Aquí la suegra tiene un rol dominante en la determinación del funcionamiento del hogar y de cómo debe ser el cuidado de los niños y las niñas.

En muchas instancias, los padres son excluidos temáticamente de la provisión de cuidado para los niños, aunque ellos pueden jugar con los niños y las niñas y ser parte del proceso de socialización mientras el niño o la niña crece.

Porcentaje de hogares que son encabezados por mujeres en:

Botswana 45%, Malaui, 29%, Jamaica, 42%, Perú, 23%, Tailandia, 22%, …. y los números están aumentando

(Bruce 1994)

Los patrones de migración de trabajo en el período colonial y las interrupciones y desplazamientos causados por la guerra y el hambre, han hecho difícil que muchos hombres cumplan las expectativas sociales de padres como proveedores económicos.

Para un hombre que vive lejos de su hogar, la concepción de paternidad es: un hombre que cuida y le da apoyo financiero a su familia, absteniéndose de comportamientos inaceptables tales como pegarle al niño o niña y es quien guía a los niños y niñas y les da un buen ejemplo.

En África del Sur, donde los sistemas migratorios de trabajo han estado presentes por muchas generaciones, una larga porción de hombres están ausentes de los hogares en los cuales viven sus hijos e hijas. Los padres están ausentes, en cerca de un tercio de hogares en muchos países del sur de África y en más de la mitad de los hogares en Nambia y Sudáfrica. (Posel y Devey, 2006).

13.4

21.6

23.5

24.6

24.7

28.4

28.5

34.5

51.1

11.9

8.4

7.5

8.3

11.4

8.4

8.6

57.8

6.4

4

7.7

0

10

20

30

40

50

60

70

Nigeria 1999

Zambia 2001-2002

Uganda 2000-2001

Tanzania 1999

Mozambique 1997

Kenya 1998

Malawi 2000

Zimbabwe 1999

South Africa 1998

Namibia 2000

Percent

Absent

Deceased

Padres ausentes y fallecidos Información DHS del país (Posel & Devey, 2006)

"Los niños y las niñas no necesariamente están en

desventaja por la ausencia de su padre, pero ellos están en

desventaja cuando pertenecen a un hogar sin acceso a la posición social, labor y apoyo financiero

provisto por los hombres" (Townsend 2002, p. 270).

Las situaciones que causan la desestabilización de la transmisión entre generaciones de paternidad son extremadamente comunes alrededor del planeta, debido a las intervenciones del gobierno que fragmentan las familias, pandemias, conflicto político, migración por trabajo y desastres tecnológicos y ecológicos.

En un considerable grado, la identidad y el autoestima de los hombres se deriva de su capacidad para proveer financieramente a las familias. Por lo tanto, cuando son incapaces de hacerlo, esto tiene un impacto en su relación tanto con la madre como con el hijo y la hija y como consecuencia el comportamiento paternal del hombre cambia.

A través de los medios masivos, las expectativas de los hombres son influenciadas por imágenes de paternidad, perpetuada por la televisión, radio y películas. Algunos programas de intervención familiar han tomado ventaja exitosamente en esta tendencia.

Por ejemplo, en un proyecto de lactancia materna en Jordán, los padres, hijos y suegras fueron escogidos como mensajeros. Debido a que la lactancia materna algunas veces es estimada como una práctica "inusual" en Jordán, una intervención de lactancia materna usó los espacios de una serie de televisión la cual estaba enfocada a la familia y a la legitimidad cultural de la lactancia materna. Los mensajes de "aliméntese mejor" enfatizaron el rol jugado por los padres y los hijos mayores para motivar a la madre a cuidarse ella misma. Se veía a la suegra aconsejando a la madre joven en cómo aumentar su producción de leche materna y recordándole alimentar al bebé a pedido. Finalmente, se usaron citas del Corán recomendando la lactancia materna para permitir la legitimidad religiosa. (USAID 1993)

Durante los últimos 20 años o más, ha habido un cambio por parte del hombre en los países del norte hacia un mayor reconocimiento de su influencia en el desarrollo de los niños y niñas.

Muchos hombres se han dado cuenta que se están perdiendo de una experiencia importante al no estar involucrados en la vida diaria de sus hijos e hijas.

Ellos están empezando a redefinir la paternidad y a buscar el apoyo social para tomar la paternidad más seriamente.

El apoyo social y la educación para los padres pueden aumentar significativamente la calidad del conocimiento en la participación de los padres acerca de los retos que enfrentan, estos se pueden informar de programas que los apoyan en su rol de padres e indirectamente promover el bienestar de sus hijos e hijas.En la planeación de programas es importante ser sensible con los patrones de cuidado que existen actualmente. Es crucial prestarle atención a las expectativas, miedos y deseos tanto los hombres como de las mujeres.

" La actitud de las madres hacia el rol de los padres en el cuidado infantil, puede jugar un rol principal de interacciones con sus hijos. Las mujeres que aceptan, motivan e inclusive modelan los comportamientos con los hijos e hijas, podrían tener esposos más involucrados... Las madres tienen mayor influencia de los padres es decir que el esposo debe tomar un rol de brindar cuidado primario no tradicional."

(Engle and Breaux,1994, 33)

Los programas alrededor del mundo que han hecho esfuerzos sólidos para apoyar la participación de los padres en:

La salud reproductiva y la prevención de embarazos en adolescentes. Servicios perinatales en general para la niñez. Salud y nutrición infantil.Servicios para los primeros años.Educación para los Padres.Programas de empleo que apoyan las relaciones de los hombres con sus hijos e hijas. Aprendizaje infantil (por ejemplo, en escuelas).

(Engle et al., 295-296)

La exclusión es una situación. Con el cambio de los roles de género y la participación en aumento de los hombres en los hogares y en el cuidado infantil, los hombres están empezando a quejarse diciendo que la razón de su ausencia es porque ellos no son bienvenidos para los servicios de los niños y las niñas.

Los proveedores de salud, facilitadores de programa y maestros, reportan sentirse incómodos con los hombres y al momento han fallado en adaptar su enfoque y materiales para los hombres así como para las cuidadoras femeninas (Engle, Beardshaw & Loftin, 2006).

La negación de inclusión de los hombres para los programas y servicios de los niños y las niñas menores de 8 años y la necesidad urgente para incluirlos, se ha vuelto muy evidente después de las muertes relacionadas con él y a la crisis del cuidado para los niños y niñas asociados con la alta moralidad adulta (Chirwa, 2002; Desmond & Desmond, 2006).

En Gambia, los equipos mixtos de hombres y mujeres - líderes comunitarios, trabajadores de la salud y padres - trabajan en conjunto para aumentar los porcentajes de lactancia materna.

Un programa de salud basado en la comunidad en Malaui que remarca el rol de los hombres en el apoyo de la supervivencia, crecimiento y desarrollo de los niños y las niñas, realizó un aumento significativo en la participación reportada de los padres con los niños y las niñas menores de ocho años.

Incluyendo a los hombres en los servicios de salud - particularmente en relación con la salud reproductiva. Cuando los servicios de salud incluyen a los hombres, esto comunica un mensaje poderoso acerca de las expectativas de la sociedad en el comportamiento de paternidad. El nacimiento de un niño o niña es una de las mejores oportunidades para involucrar a los hombres con el tema de ser padres, en el momento en que la mayoría de los hombres tienen altas aspiraciones en su rol como padres, para sus hijos, hijas y familia. Esto puede suministrar la apertura de una participación continua a través de la cual ambos padres reciben información acerca del cuidado infantil, higiene, prevención de enfermedades, reconocimiento y tratamiento, dieta y nutrición, acceso a los servicios de salud y a otra información que necesitan todo los padres para tomar la responsabilidad de la salud de sus hijos e hijas.

En particular UNICEF, ha acumulado experiencias de los programas innovadores alrededor del mundo.

En el 2002, 10 de los 73 países con programas de paternidad, reportaron actividades para motivar el rol de los padres en el cuidado de los niños y las niñas.

Para el año 2003, esto ha aumentado y 28 países han reportado actividades que se enfocan específicamente en los padres.

Incluya la revisión de políticas. Hay una necesidad de reconocer el aumento de participación de los padres en el cuidado infantil a través de los cambios y las políticas.

Los tiempos han cambiado, las culturas han cambiado, las personas han evolucionado por lo tanto las culturas y las políticas necesitan ser actualizadas.

Una conexión positiva entre los padres y sus hijos o hijas contribuye al bienestar general de la familia, inclusive cuando todos los miembros de la familia no estén viviendo bajo el mismo techo. Hacer que los padres se involucren positivamente en la vida de sus hijos e hijas será recompensado para los padres y los niños y niñas, pero esto toma tiempo; esto no pasa fácilmente o de la noche a la mañana.