LIONHEART (NOCTURNA) DE ANA ROUX · abordaje entre barcos que… vuelan. Para mí, el concepto de naves voladoras siempre ha sido fascinante. Darle la vuelta a algo tan básico como

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LIONHEART (NOCTURNA)

DE ANA ROUX

«Ana Roux es la mejor capitana que podría haber tenido este barco. Un viaje de ensueño con una pluma impresionante: Lionheart lo tiene todo».

Victoria Álvarez, autora de La voz de Amunet



Océano Atlántico, 1805. A miles de metros sobre el agua, la flota aérea británica y la napoleónica se enfrentan por el control de Europa. Tras una dura batalla, el navío Lionheart del capitán

Fellowes acaba aterrizando en una isla poblada por náufragos, entre los que se encuentra Ellen Fellowes, la hija del capitán, quien

lejos de la civilización ha descubierto la libertad.

Ambos grupos aceptan colaborar para superar sus disputas, sobrevivir a los ataques de piratas y volver a Inglaterra. Sin

embargo, los cimientos de esa alianza se tambalean cuando se produce un extraño asesinato que lo cambia todo.

Lionheart es el primer tomo de una trepidante bilogía enmarcada en un siglo XIX alternativo, donde los barcos se desplazan por el aire, la magia impregna cada capa de la sociedad y los secretos pueden

poner en peligro mucho más que un imperio.

Ana Roux (Salamanca, 1994) escribe desde pequeña y, desde que acabó Medicina en 2018, compagina su pasión literaria con su profesión. Devoradora de libros de fantasía y ciencia ficción, es defensora de las bibliotecas y miembro del mismo club de lectura desde hace más de quince años. Ha publicado novelas como Hijas de la guerra (Cerbero, 2018) y Larga vida a la reina (Cerbero, 2019), y ha participado en diversas antologías de relatos. Lionheart (Nocturna, 2020) es el primer tomo de una bilogía de aventuras que transcurre en un siglo XIX alternativo donde la magia existe y los barcos navegan por el cielo.



ENTREVISTA A LA AUTORA La novela se abre con una imagen muy poderosa: un intento de abordaje entre barcos que… vuelan.

Para mí, el concepto de naves voladoras siempre ha sido fascinante. Darle la vuelta a algo tan básico como que los barcos navegan por el agua y hacerlos surcar las nubes va tan atrás como hasta la primera vez que oí hablar de Peter Pan. Además, la época en la que está situada la novela, la parte marítima de las guerras napoleónicas, siempre ha tenido para mí un encanto especial y he leído muchas novelas sobre el tema (la saga Aubrey & Maturin, Horatio Hornblower). Es una época contemporánea a las novelas de Jane Austen, pero en una cara de la sociedad completamente opuesta. La rapidez de los avances tecnológicos, la posibilidad de surcar el mundo de una punta a otra (aunque fuera a costa de semanas de viaje), que los campos de batalla se trasladaran de la tierra al mar…, es como si ahora nos hablan de batallas en el espacio y de surcar el camino que nos separa del final de la galaxia. Añadir la alquimia como fuente de esa revolución social y tecnológica a toda esa mezcla es simplemente dar un paso más allá y darle el toque de magia que hace que mis historias cobren vida en mi cabeza.

¿Cómo ha sido el trabajo de conjugar las dos vertientes: la histórica y la fantástica?

Ha sido todo un reto por querer mantener el mayor rigor histórico posible, pero uno de los que despierta el gusanillo de la curiosidad, como armar un rompecabezas. A todas las preguntas de «¿cómo se haría esto en esta época?» se añadía otra incógnita: «¿cómo se haría esto en esta época… con magia?». Eso era una responsabilidad, ya que no quería pecar de licencias literarias a costa de sacrificar precisamente los elementos que hacen tan especial ese periodo concreto de la historia; pero también me ha dado mucha libertad. No



para inventarme datos, sino para jugar un poco con los límites de lo histórico, rozando el género de la ucronía desde un punto de vista fantástico.

Sin duda te habrás tenido que documentar mucho, sobre todo para el tema de los barcos: ingeniería naval, navegación marítima, nombres de las partes de una embarcación, etc.

Sí, ha habido una parte importante de documentación. Por suerte, la Era de la Navegación es una época histórica que despierta la pasión de mucha más gente que yo y hay muchísima información a nuestro alcance. Desde los archivos digitales de la Biblioteca Británica (inmensos y completísimos), blogs y artículos (académicos o extraacadémicos) de amantes de la historia y la navegación hasta la documentación exquisita de autores anteriores que han escrito sus obras en esta época, como Patrick O’Brian, uno de mis grandes referentes.

Tu vocación literaria, ya sea como escritora o lectora, está muy volcada en el mundo de la fantasía y la ciencia ficción. ¿Qué te aportan estos géneros que no te den otros?

La literatura de género me da todo lo que me puede aportar el resto (costumbrista, histórica, de aventuras, romántica), pero con un añadido más. Las mejores historias de amor que he leído se desarrollan en naves espaciales; las aventuras más trepidantes, a lomos de un dragón… Para mí es una forma de ir más allá, como lectora y escritora, de donde me puede llevar mi imaginación.

Lionheart es una mezcla de distintos elementos: aventura, misterio, historia, fantasía, etc.

Es una novela que combina todos los elementos que me fascinan de la ficción. La escribí en un momento de mi vida en el que necesitaba una vía de escape para relajarme y, durante el rato que pudiera



dedicarle al día, no pensar en nada más. Así que lo aproveché para darme el gusto de escribir la novela que a mí me habría gustado leer en ese momento. Disfruté muchísimo con las escenas de acción, de batallas navales entre las nubes, luchas con piratas… Además, desde pequeña soy fan de las novelas de misterio de Agatha Christie, así que fue algo natural acabar con un asesinato en una isla desierta, cuyo culpable tenía que ser uno de los personajes que ya conocemos. Juntar esos elementos en una sola novela fue completar un reto personal, y estoy muy feliz tanto con el proceso como con el resultado.

En parte es también una novela sobre el amor paternofilial.

La relación entre el capitán y su hija es uno de los ejes centrales de la historia, porque también es algo alrededor de lo que giran sus vidas. Me ha gustado explorar los sentimientos contradictorios que se pueden albergar por una persona a la que se quiere tanto: ira, pena, culpa, devoción. Son personajes con caracteres muy parecidos, pero con trasfondos completamente diferentes; tienen que aprender a verse no como la versión idealizada que se han construido el uno del otro (el padre protector, la hija frágil), sino como las personas que realmente son, con sus luces y sus sombras.

Lionheart es la primera parte de una bilogía. Desde el luego, el final no puede estar más abierto a una segunda parte…

Esta novela es una pequeña parte de la historia que yo quería contar. No sólo quería ir más allá con la evolución de los personajes, sino llevarlos a explorar algo más del mundo que esa isla desierta. Es un mundo donde cada objeto, cada material, ha sido modificado para tener propiedades mágicas, lo que cambia por completo la realidad de sus habitantes, desde los aspectos más básicos de la vida cotidiana hasta las estrategias bélicas. Será interesante verlos moverse por un mundo mágico y a la vez hostil, donde todo lo que aman está en juego.



FIRMAS Y ENCUENTROS CON LECTORES

• Valencia: 21/3/20 – 18:00 FNAC (Guillem de Castro, 9)

• Madrid: 27/3/20 – 18:00 Casa del Libro (Maestro Victoria, 3)

• Salamanca: 28/3/20 – 18:00 Letras Corsarias (Rector Lucena, 1)

• Barcelona: 23/4/20 – Firmas en Sant Jordi (datos por confirmar)



LIONHEART Ana Roux

Nocturna · Colección: Literatura Mágica, n.º 92

Fecha de publicación: 16 de marzo de 2020

464 págs. · Rústica con solapas (cosido) · 15 x 21 cm

ISBN: 978-84-17834-58-6 · IBIC: YFB · PVP: 16,50 €

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